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1958 a los requerimientos del Secretario General de la ONU en el sentido de que España no posee TNA. La que se ha deno- minado “tesis salazarista” ha- bía triunfado en el seno del go- bierno español. Sin embargo, la presencia desde 1957 en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Fernan- do María Castiella, va a signi- contraba el carro que transportaba el equipaje desde el avión a la “termi- nal”, sobre el que directa- mente el pasajero retiraba sus maletas. A través de una pista de tierra el re- cién llegado se dirigía ha- cia la capital del Sahara Occidental, el Aaiun, apenas un pequeño po- blado, con escasez de vi- vienda para el creciente número de trabajadores que allí llegaban y una importante presencia de militares, hasta la fecha dueños y señores del te- ficar la existencia dentro del gobierno español de otra línea de actuación, más partidaria de seguir las directrices de la ONU en lo referente a la descoloniza- ción de los TNA, y por tanto en- frentada a las posiciones defen- didas por Carrero Blanco y su equipo, tanto en la Dirección General de Plazas y Provincias Africanas, como entre sus hom- bres de confianza en los territo- rios afectados. Este enfrenta- miento entre las dos posturas se- rá una constante a lo largo de to- do el proceso, desde su inicio en la década de los cincuenta, has- ta su conclusión en 1975. El 14 de diciembre de 1960 la Asamblea General de la ONU aprueba por 89 nuevos a favor, ninguno en contra y 9 absten- ciones (entre ellas la de Espa- ña) la “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos colonia- les”. Previamente, a lo largo del mes de noviembre, en el seno de la IV Comisión (Descoloni- zación), la delegación española había sentido la presión de los países afroasiáticos y socialis- En la foto de la izquierda, Fernando María Castiella, ministro de Asuntos Exteriores en 1957. En el centro, la sede de la ONU y, a la derecha, el almirante Luis Carrero Blanco. 16 Sociedad La Opinión de Tenerife LA OPINIÓN Un grupo de saharauis pasea y conversa en una de las calles del Aaiun.

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Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (I)

En los años 60, miles de canarios comienzan a asentarseen el Sahara. La política oficial considera a este territorio,junto con Guinea Ecuatorial y Sidi Ifni, provincias espa-ñolas. La realidad es bien distinta. Sin embargo, para los que

se han trasladado a vivir allí, la vida transcurre con nor-malidad, salvo por las costumbres de los saharauis, así comopor el exceso de militares que hay en todas las ciudades yla importancia de éstos en el conjunto de la Administración.

Cuando el Sahara era provinciaJOSÉ LUIS REINASanta Cruz de Tenerife

El 14 de diciembre de 1955la Organización de NacionesUnidas (ONU) admite en su se-no a dieciséis nuevos países.España, tras años de aislamien-to, figura entre esos nuevosmiembros de la Organizacióninternacional. Esta nueva situa-ción de nuestro país iba a signi-ficar de hecho, el inicio del pro-ceso de descolonización del Sa-hara Occidental.

Efectivamente, sólo dos me-ses después del ingreso españolen la ONU, el Secretario Gene-ral se dirige a los nuevosmiembros preguntándoles siadministran territorios no autó-nomos (TNA). A lo largo de1956 todos los países contestanal requerimiento del SecretarioGeneral, a excepción de Espa-ña, que da la callada por res-puesta. De las respuestas emiti-das destaca la de Portugal, queseñala que de acuerdo con suConstitución, Portugal es unestado unitario, que no poseecolonias sino provincias ultra-marinas. España iniciará elmismo camino portugués y enenero de 1958, el Gobiernodicta un Decreto mediante elque los antiguos “Territoriosdel África Occidental Españo-la” se constituyen en las Pro-vincias de Ifni y Sahara Espa-ñol. Ambas provincias estaríanbajo el control directo de laPresidencia del Gobierno, esdecir, de Carrero Blanco. Des-de ese momento tampoco Es-paña tenía colonias. Los terri-torios africanos eran unas pro-vincias más, “tan españolas co-mo cualquiera otra del territo-rio nacional”. Esta nueva situa-ción lleva al Gobierno española responder en noviembre de1958 a los requerimientos delSecretario General de la ONUen el sentido de que España noposee TNA. La que se ha deno-minado “tesis salazarista” ha-bía triunfado en el seno del go-bierno español.

Sin embargo, la presenciadesde 1957 en el Ministerio deAsuntos Exteriores de Fernan-do María Castiella, va a signi-

J.L.R.

Mientras esto sucedíaen las Naciones Unidas,¿qué ocurría en la “pro-vincia española” del Sa-hara Occidental? Nos en-contramos en el año 1960.

La guerra de 1957/58,que ha pasado a ser co-nocida como “Guerra deIfni”, y que realmentedebe ser llamada como“Guerra del Sahara” hafinalizado. Las bajas es-pañolas en los enfrenta-mientos con las BandasArmadas de Liberación,formadas por nacionalis-tas marroquíes y saha-

rauis han sido numerosas. Sólo en el enfrenta-

miento de Edchera, el 13de enero de 1958, hanmuerto cuarenta y dos mi-litares españoles. El totalde fallecidos por parte es-pañola a lo largo de 1957y 1958 fue de 152. Sin em-bargo, fuera del territoriola guerra es absolutamen-te desconocida para la in-mensa mayoría del puebloespañol. Sólo los familia-res de los fallecidos o he-ridos en los diversos com-bates tuvieron clara cons-tancia de lo que allí esta-ba sucediendo. Tras la

operación militar conjun-ta hispano - francesa, co-nocida como “ecouvi-llon”, el ejército españolhabía recuperado el con-trol del territorio saharaui.La calma volvía a la zo-na.

La aprobación, en mar-zo de 1959, de la Ley deHidrocarburos, en la quese recogía la posibilidad deprospecciones petrolíferasen el Sahara, facilitó la lle-gada al desierto de diver-sas compañías petrolerasque a lo largo de los años1960 y 1961 invirtieronunos 3.000 millones en ta-

reas de investigación. Esa fuerte inyección

económica supuso un fo-co de atracción para lostrabajadores canarios, quecomienzan a emigrar pau-latinamente al Sahara enbusca de un trabajo, másduro pero mejor remune-rado que en las Islas.

La llegada al Aaiun enestos años sesenta no eraprecisamente gratificante.Al descender del avión elpasajero sólo encontrabauna pequeña construcciónque hacía las veces de ter-minal de aeropuerto.

Junto a la misma se en-

contraba el carro quetransportaba el equipajedesde el avión a la “termi-nal”, sobre el que directa-mente el pasajero retirabasus maletas. A través deuna pista de tierra el re-cién llegado se dirigía ha-cia la capital del SaharaOccidental, el Aaiun,apenas un pequeño po-blado, con escasez de vi-vienda para el crecientenúmero de trabajadoresque allí llegaban y unaimportante presencia demilitares, hasta la fechadueños y señores del te-rritorio.

1960: así se vivía en el Aaiun

ficar la existencia dentro delgobierno español de otra líneade actuación, más partidaria deseguir las directrices de la ONUen lo referente a la descoloniza-ción de los TNA, y por tanto en-frentada a las posiciones defen-didas por Carrero Blanco y su

equipo, tanto en la DirecciónGeneral de Plazas y ProvinciasAfricanas, como entre sus hom-bres de confianza en los territo-rios afectados. Este enfrenta-miento entre las dos posturas se-rá una constante a lo largo de to-do el proceso, desde su inicio en

la década de los cincuenta, has-ta su conclusión en 1975.

El 14 de diciembre de 1960 laAsamblea General de la ONUaprueba por 89 nuevos a favor,ninguno en contra y 9 absten-ciones (entre ellas la de Espa-ña) la “Declaración sobre la

concesión de la independenciaa los países y pueblos colonia-les”. Previamente, a lo largo delmes de noviembre, en el senode la IV Comisión (Descoloni-zación), la delegación españolahabía sentido la presión de lospaíses afroasiáticos y socialis-

LA OPINIÓNEn la foto de la izquierda, Fernando María Castiella, ministro de Asuntos Exteriores en 1957. En el centro, la sede de la ONU y, a la derecha, el almirante Luis Carrero Blanco.

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SociedadLunes, 11 de octubre de 1999

La Opinión de Tenerife

LA OPINIÓNUn grupo de saharauis pasea y conversa en una de las calles del Aaiun.

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Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (I)

tas en relación con su políticacolonial. El delegado soviético,Kutchava, calificaba como co-lonias españolas a Ifni, el Saha-ra y las Islas Canarias. El dele-gado español, Aznar replicabaque “España no sabe que es unTNA y piensa que no se le pue-de imponer el envío de infor-mación sobre territorios preten-didamente tales bajo su admi-nistración, pero, teniendo encuenta su voluntad de colaborarcon la ONU, está dispuesta a

transmitir, en el momento opor-tuno, información sobre susprovincias ultramarinas”. Co-mo vemos, España se manteníaen la más pura línea salazarista,inspirada por el Ministro Sub-secretario de la Presidencia, Ca-rrero Blanco. No obstante, sólounos días después, el embajadorespañol ante la ONU, José FélixLequerica, declaraba que “elGobierno español ha decididotransmitir al Secretario Generalinformación respecto a los terri-

torios a que se refiere el Capítu-lo XI de la Carta”.

En cuestión de semanas, lastesis defendidas por AsuntosExteriores frente a la Presiden-cia se habían impuesto. A partirde ese momento las posesionesespañolas en el continente afri-cano pasaron a tener la consi-deración de territorio a desco-lonizar.

Se iniciaba un largo caminohacia la autodeterminación delSahara Occidental.

Una ciudad en torno a un pozo

J.L.R.

En torno al pozo de Daora, a fi-nes del siglo XIX, se encontraba es-tablecido un mahsar (1) de aproxi-madamente unos quinientos hom-bres, a los que se incorporará unizarguien echtuca, Aali uld Sueiah,que abandona su lugar de origen enMarruecos, junto a su ganado ma-yor y doce morenos, como conse-cuencia de las fuertes temporadasde sequía. Durante su estancia enDaora propone a los notables de latribu la construcción de una casafuerte, con la finalidad de defenderel hasi, pozo, del lugar. En 1884,tras un viaje a Marruecos, del queregresa con el personal necesario,se realizan las obras de construc-ción del fuerte de Daora. En estaépoca, el jefe militar de los izar-guien establecidos en la zona es Ba-ba Ahmed uld Sidi Yusef. De estasfechas data la constitución de la AitArbain, agrupación de cuarentahombres a caballo, responsables dela defensa del establecimiento, divi-didos en cuatro grupos de diez jine-tes. En 1928, la Ait Arbain continúavigilando la zona. De los diez hom-bres destinados en la zona de Sa-guia el Hamra, dos son hermanos:Atarf y Moian uld Bachir uld Endu,que solicitarán prestar el serviciopermanentemente en la Saguia.Con la ayuda de un tercer hermano,Lamyed, que se encuentra en Ma-rruecos estudiando Corán, traeránsemillas de maíz, tomate, hierba-buena, sandía y calabaza del paísalauita. Moian plantará higueras,consiguiendo un vergel en torno alpozo Ahguainet Tasfa, en AaiunMadlsi. La Ait Arbain se integraráen 1928 en la Mía, dependiente delgobierno. En 1936 Moian levanta elprimer edificio que se construye enAaiun (2).

El nombre de Aaiun Madlsi pro-viene de Ain Madlsi, o pozo deMadlsi, saharaui perteneciente a latribu, desaparecida hace muchísi-mos años de Medles. Los saharauisdan una antigüedad de unos milaños a la perforación de dicho pozopor Madlsi. El plural de ain (pozo)es aaiun.

En el año 1938, el entonces capi-tán Antonio de Oro Pulido llegará aAaiun, como consecuencia del in-tento español por dominar el inte-rior del territorio del Sahara, hastala fecha solamente controlado endeterminados puntos de la costa. Elfuerte establecido por De Oro cons-tituirá junto al cobertizo de Moianlas dos primeras edificaciones de laque pasado los años sería capital dela provincia del Sahara Occidental.

(1) Mahsar: agrupamiento de jaimas(frig), vinculadas por los mismos idea-les.(2) Ontañon, Emilio: Historia deAaiun, Sahara, nº 50 mayo 1964. Segúntestimonio recogido por Ontañon a lospropios Atarf y Moian.

LA OPINIÓNEn la foto superior, el Aaiun en los años sesenta, época en la que decenas deinmigrantes canarios ss trasladan al Sahara en busca de trabajo. En primer término, unacaravana de camellos acercándose al poblado.

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A m b i e n t e f a m i l i a r - E q u i p o p r o f e s i o n a lC o c i n a p r o p i a - Te r a p i a o c u p a c i o n a l

SociedadLa Opinión de Tenerife17

Lunes, 11 de octubre de 1999

Haimas en el Aiaun en laépoca en que llegaron

a la zona las compañíaspetrolíferas.

A la izquierda,un guardia delAaiun y unciudadanosaharaui. Sonlos años 60 y lainflunciaespañola espatente.

LA OPINIÓN

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SociedadLa Opinión de Tenerife25

Martes, 12 de octubre de 1999

Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (2)

JOSÉ LUIS REINASanta Cruz de Tenerife

El casinillo (casino militar),algunos baruchos, regentadospor los primeros osados que seestablecieron en el territorio, elcabaret de Doña Mercedes o losmuy extendidos bares de putas,que sofocaban los agobios de lanumerosa tropa, eran los únicoslocales de esparcimiento y ocioque estaban a disposición del re-cién llegado colono.

Poco a poco las infraestructu-ras irán mejorando. Se inicia elasfaltado de las diferentes pistasde tierra, se construyen vivien-das, la piscina General Agulla(sólo para socios, y hasta losaños setenta vedada a los saha-rauis), el Centro Recreativo delos Ejército, hoy en día Casa deEspaña.

Los canarios se agrupan ma-yoritariamente en torno al Cír-culo Recreativo, en el que se lle-ga a festejar la festividad de laVirgen del Pino. Canarios fue-ron los primeros en realizar lasalfombras del Corpus y por su-puesto en organizar las primerasluchadas.

El pequeño poblado, progre-sivamente se iba convirtiendo enuna pequeña ciudad, con las li-mitaciones propias del territorio.

Paralelamente, los saharauis,mayoritariamente nómadas has-ta la fecha, se iban sedentarizan-do en torno al Aaiun y a los di-ferentes puestos militares exten-didos por el territorio. Del no-madeo tras los pastos comienzanel tránsito hacia una vida seden-taria, dedicada mayoritariamen-te al pequeño comercio o al tra-bajo dependiente de los presu-

Nacimos ya mediado el sigloMontados tu y yo en el carroDe un cuento chino.Leíste en tu primer carnet,Que español era el oasis de tu niñez.Español el dulce dátil de la palmera,Español tu príncipe, como tu bandera.Español el verbo nuevo de tus lecciones,Se tiñó el desierto del verde de las legiones.

Crecimos siguiendo el rastro del Capitán Trueno,Quebrando la espada curva del sarraceno, “¡Santiago y Cierra España!”, gritó Goliat, “¡En el nombre de Mahoma!”, lo hizo Hassan.

Crecimos, ya es 76, saltó en pedazos el mapa de tu niñez

Rogelio Botanz

Unos con Cat Stevens, los otros con el ChéEl desarrollo económico atrae a nuevos inmigrantes y se sedentarizan los saharauis

LA OPINIÓNNiños saharauis.

LA OPINIÓNUna sección de tropas nómadas en el desierto saharaui. Alistarse en el ejército colonial era un factor de prestigio para los saharauis.

puestos del Estado, bien en laconstrucción de pistas o comofuncionarios de baja categoríaen los diferentes organismos pú-blicos.

En el año 1962 el INI consti-tuye la Empresa Nacional Mine-

ra del Sahara (ENMINSA), des-tinada a la explotación de las mi-nas de fosfatos de Bu-craa. Seinicia la etapa de despegue eco-nómico del territorio. La afluen-cia de colonos, procedentes de laPenínsula y Canarias se incre-

menta. Ahora bien, si hasta la fe-cha el emigrante español llegabasólo al Sahara, a partir de estosaños la emigración va a ser ge-neralmente familiar. Al fin y alcabo, no se trasladaban sino auna provincia española más, eso

si, algo diferentes a las restantes,y en la que entre otras cosas seganaba algo más de dinero queen el resto del país.

Los libros de bautizos queaún se encuentran en la MisiónCatólica de Aaiun demuestrancomo a partir de los años sesen-ta se produce un fuerte despegueen la natalidad de europeos en elSahara. La inmensa mayoría delos bautizados en la década delos sesenta fueron hijos de cana-rios, fundamentalmente proce-dentes de Gran Canaria y Fuer-teventura.

Y mientras estos españoles,nacidos en el Sahara, pasabansus días entre el Instituto Gene-ral Alonso de Aaiun y el CasinoMilitar, la Piscina o el bar deMariano, entre vaso de sol ysombra y guateque con Cat Ste-vens y los Creedence Clearwa-ter Revival, otros jóvenes, ade-más de imitar a John Fogerty, seiniciaban en la lectura de un talMao Tse Dong o de otro tal ChéGuevara, que al parecer habíaestado en Argelia donde hablósobre el derecho de los pueblos asu propio destino.

El socialismo árabe empeza-ba a crear escuela entre la pri-mera generación que habíaabandonado el peregrinar por eldesierto para utilizar el LandRover fabricado en España porSantana. Esos mismos jóvenesque se dirigían de forma despec-tiva a los canarios, porque éstoseran quienes ocupaban los pues-tos de trabajo que estaban más asu alcance: albañiles, peones deFos-Bucraa, guardianes de lasdiferentes empresas establecidasen el Sahara, taxistas...

Los españoles del Sahara

A Maica, Pili, Miras,Guirao, Kim y a cien-tos de jóvenes más tam-bién les saltó en pedazosel mapa de su niñez.

Los jóvenes españo-les, nacidos o llegadoscon apenas uno o dosaños al Sahara, tambiénsufrieron las consecuen-cias de la evacuación yabandono del Sahara en1975.

Poco se ha escrito so-bre la multitud de espa-ñoles que en pocos me-se se vieron obligados adejar la que hasta en-tonces había sido su tie-rra.

El recuerdo de losprimeros cigarros a es-condidas, las primerasborracheras, o aquellanovia de los catorceaños, permanecen uni-

dos a un paisaje ocre,de tierra y arena.

Del desierto pasarona la gran ciudad. Losque hasta ayer mismohabían sido compañe-ros de pupitre se ibana Salamanca, Madrid,Murcia, Tenerife o LasPalmas. Allí tuvieronque empezar a buscarnuevos amigos, adap-tarse a un ritmo de vida

distinto, y sobre todo aempezar a olvidar la tie-rra de su infancia y ju-ventud.

Para ellos, al igualque para los saharauis"el oasis de su niñez"ya no era español.¿Dónde estará Mboya,Jaibala, Larbi o HafaMessaud?.

Todos tuvimos queempezar de nuevo.

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SociedadLa Opinión de Tenerife25

Miércoles, 13 de octubre de 1999

c m a k

Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (3)

EL AAIÚN El Mahbas

SmaraBou Craa

Galtat-Zemmour

Ad Dakhla

Aousard

Aghouinit

Techla

JOSÉ LUIS REINASanta Cruz de Tenerife

El largo brazo del almiranteCarrero llegaba hasta el últimorincón del desierto. Las tribus se-guían teniendo vigencia, y losmayores continuaban gozando delrespeto y la autoridad suficientepara frenar cualquier intento deacabar con una situación en la queellos eran unos privilegiados. ElGobierno español había creadouna red clientelar, sostenida porlos chejs, jefes de tribu, que per-cibían emolumentos y numerososprivilegios.

Con el argumento de respetarlas tradiciones, la cultura y la idio-sincrasia del pueblo saharaui, sehabía fortalecido el papel de loschejs, a los que algún analista hallamado los chejs de Carrero.

Estos jefes de tribu serán utili-zados en 1966, en pleno auge delas reivindicaciones marroquíessobre el Sahara, por el Gobiernoespañol, siguiendo la sugerenciadel almirante Carrero.

Previamente, el 21 de marzode 1966, las autoridades del terri-torio hacen firmar a los chejs detreinta tribus y fracciones más im-portantes un escrito dirigido a laONU, en el que, entre otras cosas,se dice:

“1.- El acuerdo adoptado porla Asamblea General de las Na-ciones Unidas no tiene fundamen-to, pues el pueblo saharaui no es-tá dominado por el Estado espa-ñol, sino que es una parte de di-cho Estado por su libre voluntad,como una de las provincias delEstado...”.

“2.- El Estado español no per-maneció un solo día, desde los si-glos que transcurrieron con supresencia en el Sáhara, contra lavoluntad de sus habitantes”.

“3.- La comunidad islámicaexistente en la provincia del Sáha-ra español participa con los cris-tianos, en una atmósfera de com-pleta hermandad, en la gestión delos asuntos públicos”.

"4.- Nuestra provincia, a causade la atención afectuosa española,ha logrado un nivel europeo en to-dos los aspectos de la vida social(cultura, sanidad, trabajo, etc...).Si comparamos todo ésto con ladebilidad de los países vecinos,vemos que nuestra provincia des-taca sobre ellos con mucho”.

Basándose en lo expuesto,“El pueblo saharaui, mediante

sus auténticos representantes, de-clara con toda honradez que suvoluntad es permanecer indisolu-blemente unido al Estado español,rechazando todas las reivindica-ciones que quieren la recupera-ción de sus territorios, como ale-gan, de donde quiera que vengany como quiera que sean esas rei-vindicaciones.

“Por eso esperamos del buenjuicio, recta justicia y espíritu de-mocrático que es el norte de losactos de esa alta Organizaciónmundial que derogue el acuerdoadoptado por ella”.

“Si un día tenemos capacidadpara constituir un país indepen-diente, será entendiéndonos conel Estado español, únicamente.

Cooperaciónsecreta franco

españolaLa operación Ecouvillon

significó la primera muestrade la política de colaboraciónentre las autoridades france-sas y las españolas en el nor-oeste africano. En octubre de1960 continuó con una reu-nión en Madrid entre el Di-rector General de Plazas yProvincias Africanas, generalDíaz de Villegas y el coronelVilliers de L'Isle-Adam, ad-junto al Jefe del Gabinete Mi-litar del Primer Ministro fran-cés. El objeto de la reunión esexplicar a las autoridades es-pañolas el proceso de inde-pendencia de Mauritania. Enla reunión se considera vitalel papel que pueda desem-peñar la tribu Erguibat. Vi-lliers plantea dos tipos de me-didas: defensivas y ofensi-vas.Las primeras trataban defijar los Erguibat en Maurita-nia y el Sahara Español “me-diante incentivos económi-cos” que les sedentaricen. Es-to impediría sus habitualestraslados al sur de Marruecos,donde podrían ser sometidosa actividades políticas con-trarias a los intereses franco-españoles. Las medidas ofen-sivas dejaban abierta la po-sibilidad de sabotajes a lasprospecciones petrolíferas enTarfaya de la empresa italia-na ENI, para que no llegarana tener éxito con “objeto deque no se desarrolle la eco-nomía del Sur marroquí, quepudiera atraer a los saha-rauis”. Este último objetivodebía lograrse “por todos losmedios”. Esta posición fran-cesa, fue criticada por el Go-bernador General del Sahara,el general Alonso, quien enescrito dirigido al DirectorGeneral de Plazas y Provin-cias Africanas, afirmaba lo si-guiente: “El Coronel Villiersdice claramente que hay queimpedir que las actividades deinvestigación petrolífera enTarfaya se desarrollen nor-malmente. Entiendo que estoexigirá realizar actos de sa-botaje y agresiones”.

El 14 de marzo de 1961,cinco meses después de lareunión, cuatro técnicos ita-lianos del grupo Mattei, quetrabajan en las prospeccionesde Tarfaya, “son sorprendidoscerca de la frontera al norte deAaiun y conducidos a esta po-blación el mismo día”. Losingenieros italianos serántrasladados a Las Palmas el17 de marzo y ese mismo díauna avioneta los traslada nue-vamente a Tarfaya.

Previamente, el 11 demarzo, once técnicos petro-líferos, tres norteamericanos,dos canadienses, un francésy cincos españoles fueronsecuestrados en un campa-mento de la Union Oil Com-pany y trasladados a Ma-rruecos, donde serán entre-gados a los respectivos em-bajadores.

Los ‘chejs’ de Carrero BlancoLos jefes de tribu son la vía que usa España en defensa sus tesis

LA OPINIÓNLos militares españoles y los ‘chejs’ saharauis defienden la españolidad del Sahara. En la imagen, una reuniónmantenida en las calles de El Aaiún, en 1968.

“Esta es nuestra verdad y si al-guna duda asalta a la ONU, esta-mos dispuestos a comparecer antela Organización para confirmarlelo que hemos expuesto, o a que seenvíe una comisión por parte de laOrganización a esta provincia pa-ra que investigue la realidad quehemos citado”.

Al margen de la paradoja dever al Gobierno español de 1966amparándose en el espíritu demo-crático para hacer valer su posi-ción colonialista, el resto del do-cumento, elaborado en Presiden-cia del Gobierno, no tiene desper-dicio. Este escrito fue remitido enel mes de octubre a las diferentesyemaas (asam-bleas de tribu)para que fuera ra-tificado por lasmismas, al tiem-po que los cabe-zas de familiafirmaron otro enel que se señala-ba que con la ra-tificación, el documento de marzode 1966 se “convierte en expre-sión auténtica, sin discusión, de lavoluntad del pueblo saharaui”.Según las autoridades españolas,el documento fue suscrito por14.642 varones. Carrero había ce-lebrado su referéndum con unéxito absoluto. No obstante, desdePresidencia se habían dado ins-trucciones a los funcionarios es-pañoles encargados de llevar a lapráctica el reférendum. En ellas sedice: “El Gobierno español no po-drá traicionar a los saharauis, en-tregándoles a ningún país que nin-gún derecho tiene sobre este pue-blo, al que sin duda tratarían co-mo una especie de esclavos arre-batándoles lo poco que poseen yque sólo deben a España.

“El que la mayoría de los asis-tentes suscriban el acta significaque están de acuerdo en mantenerla anexión del territorio saharaui ala nación española... Pero si lamayoría acuerda que no desea se-guir viviendo junto a la nación es-pañola, nuestro Gobierno así locomunicará a la ONU y cumplirála orden recibida de entrar en ne-gociaciones con Marruecos yMauritania para la cesión del Sá-hara, con todas sus consecuen-cias... (no olvidemos que estamosen el año 1966).

“Y que nadie piense en la posi-bilidad de una independencia in-mediata, pues para ello hace falta

disponer de hombres capaces demanejar la Administración, y demedios económicos para atenderlos servicios públicos, y un Ejér-cito”.

En noviembre de este año,1966, ocho chejs viajan a NuevaYork donde entregan ante el en-cargado del Departamento deDescolonización los “escritos deadhesión a España”. Estos chejsintervendrán en el mes de diciem-bre en la IV Comisión de la XXIAsamblea General de la ONU, de-fendiendo, ante el asombro de losrepresentantes de otros paísesafricanos, la colonización españo-la y la voluntariedad en su unióncon España. El papel que jugaronestos chejs de Carrero fue tan la-mentable que el representante es-

pañol, Piniés, tuvo que intervenira continuación para reiterar elcompromiso de España con laaplicación del principio de auto-determinación del Sáhara, altiempo que indicaba que en el re-feréndum sólo participarían habi-tantes autóctonos del territorio.

Una vez más la posición espa-ñola sufre las contradicciones delenfrentamiento entre el Ministe-rio de Asuntos Exteriores y Presi-dencia del Gobierno, Castiellaversus Carrero.

Mientras, en el territorio co-menzaban a organizarse aquellosque veían en la independencia laúnica salida posible para un futu-

ro más o me-nos próximo.En agosto de1967, el Servi-cio de Infor-mación requi-saba en Daorapanfletos ma-nuscritos de undenominado

“Frente de Liberación de Sakia elHanra y Río de Oro, si bien aún setrataba de un número escaso demilitantes, generalmente forma-dos en centros de enseñanza deMarruecos.

En 1968 llega a Smara BasirMohamed uld Sidi Brahim uldSidi Embarc uld Lebser, conoci-do como Bassiri. Natural de Tan-Tan, población saharaui del Pro-tectorado Sur y entregada por Es-paña a Marruecos en 1956, estu-dió en Marraquech, Rabat, Casa-blanca y El Cairo. En Diciembrede 1969 junto a un grupo reduci-do de saharauis funda lo que sedenominó “Organización Avan-zada del Sáhara”, germen de loque posteriormente sería el Fren-te Polisario.

En septiembre de 1967, el Servicio deInformación requisaba en Daora panfletos deun grupo que sería el embrión del Polisario

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SociedadLa Opinión de Tenerife23

Jueves, 14 de octubre de 1999

JOSÉ LUIS REINASanta cruz de Tenerife

Algo fuera de lo normal es-taba sucediendo en la pequeñacapital del Sahara. Así lo hacíapresagiar la concentración dejaimas en el barrio de Aaiún co-nocido como Jatarrambla, latarde del 16 de junio de 1970,los intercambios de mensajesentre jóvenes saharauis y lasautoridades españolas, en losque aquellos muestran su des-contento con el papel que loschiujs y la Asamblea Generaldel Sahara, así como la apari-ción en la mañana del 17 deuna bandera marroquí en laiglesia católica.

España había apoyado en losaños 1967 y 1968 las resolucio-nes de la ONU en las que seacordaba la organización de unreferéndum, bajo la supervisiónde ésta organización, así comola necesidad de enviar una mi-sión especial de Naciones Uni-das. La línea defendida por elministro Castiella se había im-puesto sobre las directrices deCastiella. Las buenas relacio-nes entre España y Marruecos,en esos momentos se negociabala entrega de Ifni, y un intentode aplicar la misma doctrina ala cuestión de Gibraltar, lleva-ron a la delegación española enel organismo internacional avariar el voto negativo, quehasta entonces había sido el ha-bitual, por el apoyo a las tesisdescolonizadoras.

Por otro lado, las relacionesentre Marruecos y Argelia ini-cian una nueva etapa, con la fir-ma del tratado de Ifran. En sep-tiembre de 1969 el reino alauitareconoce a Mauritania. Estecambio en las relaciones diplo-máticas de los países de la zonase traduce en sendas cumbresargelino - marroquí, en Tlencemy mauritano - marroquí, en Ca-sablanca. En ambas el tema dela descolonización del Saharaforma parte del orden del día.

El cambio de la posición es-

Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (4)

EL AAIÚN El Mahbas

SmaraBou Craa

Galtat-Zemmour

Ad Dakhla

Aousard

Aghouinit

Techla

LA OPINIÓNVehículos de la Policía Territorial en las inmediaciones de una manifestación en El Aaiún.

LA OPINIÓNSoldados españoles con fusiles al hombro, cerca de un grupo de manifestantes saharauis.

El día que la Legión apretó el gatilloNadie sabe cuántos fueron los muertos en la primera manifestación ‘polisaria’

Bassiri, el primer desaparecidoYa hemos señalado

como Bassiri es uno delos primeros desapare-cidos saharauis, comoconsecuencia de la re-presión iniciada por losespañoles tras los inci-dentes de junio de1970.

El Frente Polisarioadoptó la figura deBassiri como la delprecursor del naciona-lismo saharaui y primermártir en la lucha por laindependencia del Sa-hara. Este joven, naci-do en Tan - Tan, comootros muchos indepen-dentistas saharauis, seformó académicamen-te en Marruecos yEgipto. Tras finalizar

sus estudios regresó aCasablanca donde co-laboró con dos periódi-cos. Uno de ello de ca-rácter claramente pro-saharaui, Al Chuhad, loque le provocó proble-mas con las autoridadesmarroquíes. Estos pro-blemas lo llevaron aabandonar Marruecos,para establecerse enSmara, capital religio-sa del Sahara, dondefue acogido por sus fa-miliares, de la tribu Er-guibat. Allí vivió desde1968, dedicado a darclases de Corán en lamezquita de esa pobla-ción.

En torno a Bassiri, ycon centro en Smara, se

inició la organizacióndel primer grupo na-cionalista saharaui, queen apenas un año, cuan-do se convocó la mani-festación de Jatarram-bla, contaba con unoscuatro mil afiliados.Los primeros miem-bros del partido fueronreclutados entre lossuboficiales y soldadossaharauis de la Agru-pación de Tropas Nó-madas. En poco tiempoextienden su influenciaa lo largo del territorio,contando con agrupa-ciones en los diferentesnúcleos de población.

Los objetivos inicia-les del movimientoeran los de acabar con

los dirigentes tradicio-nales, a los que acusa-ban de actuar casi ex-clusivamente en bene-ficio propio, así comoel iniciar el proceso quedesembocara en unosdiez años en la inde-pendencia saharaui.

Con la desapariciónde Bassiri se ha espe-culado mucho. Paraunos fue asesinado porlos españoles tras sudetención, otros adju-dican su muerte a losmarroquíes, tras habersido entregado por Es-paña y, por último, nofalta quien afirma quemurió en el atentadocontra Hassan II en Sji-rat, en 1971.

pañola en la ONU, la nueva si-tuación de buenas relacionesentre los países vecinos, todosellos interesados en la cuestiónsaharaui, originan malestar ypreocupación entre los saha-rauis, que temen un abandonode los españoles del territorio yun posible reparto del Saharaentre Marruecos y Mauritania.

Con este clima de fondo, elGobierno General del Saharadecide convocar una manifesta-ción, el 17 de junio de 1970, deadhesión a España y de rechazoa los comunicados de las cum-bres de Tlencem y Casablanca.Simultáneamente, los naciona-listas saharauis, organizados entorno a Bassiri y su Organiza-ción Avanzada del Sahara, deci-den convocar una contramani-festación para la misma fecha,en la que pretenden mostrar surechazo a las injerencias exter-nas en el futuro del Sahara y re-clamar el inicio del proceso que

desemboque, a medio plazo, enla independencia del territorio.

A las 8 de la mañana lamanifestación de Jatarramblaesta en plena ebullición. Nume-rosos saharauis de Aaiun y pro-cedentes de otros puntos del Sa-hara habíanmontado allísus jaimas y seexpresaban enun ambientefestivo, aunqueya bastante ten-so. La manifes-tación oficial,convocada paralas doce de lamañana, iba aser un auténticofracaso. Apenas algunos jefes detribu y otros saharauis vincula-dos a los organismos oficialesespañoles.

En un intento de salvar estamanifestación, las autoridadesespañolas invitaron a los mani-

festantes nacionalistas a inte-grarse en el acto oficial, a lo queno accedieron, exigiendo a suvez la celebración de una entre-vista con el Gobernador. Trasvarios contactos entre manifes-tantes y autoridades, se dan ins-

trucciones porparte del Go-bierno Generalde prohibir ydisolver la con-centración sa-haraui. El am-biente se vacrispando y su-biendo de tono.A primeras ho-ras de la tardees apedreado

un vehículo en el que viajan al-gunos chiuj, al tiempo que au-menta la presencia de saharauisen la concentración, ya ilegal. Alas cinco de la tarde se presentanante los manifestantes unos se-tenta policías acompañados del

Delegado gubernativo. Tras di-versos escarceos y conversacio-nes para tratar de que se disuel-van se producen las primerasdetenciones.

La inexperiencia de la Poli-cía Territorial, compuesta porsoldados de reemplazo, paraproceder a la disolución de lamanifestación hizo que las fuer-zas de orden público se vieradesbordados por lo manifestan-tes. Tras el repliegue de estasfuerzas, a las 19.30 horas sepresenta en la zona una compa-ñía del III Tercio de la Legión.Las órdenes recibidas por loslegionarios son claras, deben di-solver a los manifestantes. Trasvarios disparos al aire, y la ré-plica de piedras y golpes porparte de los saharauis, la legióncomienza a disparar hacia éstos.Varios caen inmediatamente yse inicia apresuradamente la di-solución de los manifestantes.

El número de fallecidos en-tre los saharauis, como conse-cuencia de la actuación de laLegión española siempre ha si-do motivo de discusión. Ofi-cialmente, las autoridades es-pañolas dieron una cifra de dosfallecidos. Otros elevan esta ci-fra hasta la treintena. Nadiepuede afirmar con exactitudcuantos fueron realmente. Losdetenidos fueron, en los prime-ros momentos, bastante nume-rosos. Entre ellos figuró Bassi-ri, el iniciador del movimientonacionalista fue detenido esemismo día. Tras ser interroga-do en las dependencias policia-les fue entregado a una patrulladel Tercio, con instruccionesde expulsarlo del territorio.Nunca más se ha sabido de él.Algunos autores afirman quefue asesinado antes de llegar ala frontera, aunque otros auto-res indican que llegó a ser en-tregado a Marruecos. La reali-dad es que aún hoy en día sedesconoce cual pudo ser el finalde este iniciador del nacionalis-mo saharaui.

Tras varios disparosal aire y la réplicade piedras, la Legióncomienza a disparara los saharauis

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SociedadViernes, 15 de octubre de 1999

La Opinión de Tenerife

LA OPINIÓNPintadas en favor del Frente Polisario en las calles saharauis.

LA OPINIÓNEl ejército español en la frontera marroquí.

Hassan maneja los hilos de la crisisInformes internos del Ejército español señalan que no pueden repeler a Marruecos

JOSÉ LUIS REINASanta Cruz de Tenerife

El Opus, Monseñor Escrivá ylos López de la tecnocracia (Ló-pez Bravo y López Rodó) pocotenían que ver con el desiertopero, consecuencia del escánda-lo Matesa, se produjo un cambioen Exteriores. Castiella fue sus-tituido por una joven promesa:Gregorio López Bravo, más cer-cano a las posiciones de Carreroque el díscolo predecesor, queademás no contaba con las sim-patías norteamericanas por susveleidades árabes y su empeñoen normalizar las relaciones conlos países del este.

El joven ministro se empeñóen tratar de establecer unas rela-ciones más normales con Ma-rruecos. Resultado de sus diver-sos viajes a Rabat, y las devolu-ciones de visita de su homólogomarroquí fue lo que FranciscoVillar ha denominado “el espíri-tu de Madrid”. Se trataba decentrar la cuestión de la desco-lonización del Sahara exclusiva-mente entre los tres países afec-tados por el proceso (Marrue-cos, Argelia y Mauritania) y Es-paña, procurando sacarlo delcontexto de la ONU.

El resultado de esta nueva es-trategia fue positivo para el ob-jetivo español de permanecer in-definidamente en la colonia.Desde 1970, y hasta 1972, el te-ma del Sahara fue tratado en lasAsambleas Generales de laONU como un asunto de trámi-te. Las resoluciones adoptadasse limitaban a reproducir losacuerdos de años anteriores conligeras matizaciones.

Sin embargo, a lo largo de1972 la situación de entendi-miento tácito entre los tres paí-ses norteafricanos y España co-mienza a variar. No es ajeno aello la aparición en escena deGadaffi, quien durante su visitaa Mauritania, en febrero del 72,prometió a sus anfitriones ayudamilitar para la liberación del Sa-hara. De hecho, en 1973 Libiacomienza a prestar su apoyo,tanto militar como económico, alos nacionalistas saharauis queen el mes de mayo han constitui-do el Frente Polisario

Camino a la independenciaAl mismo tiempo, en el Saha-

ra, tras los sucesos de 1970, lasituación ha variado notable-mente. Los jóvenes saharauisponen en duda la validez de loschiuj sumisos a España, al tiem-po que reclaman un mayor pro-tagonismo en la dirección de losasuntos del territorio. Los pro-pios Servicios de Informaciónespañoles recomiendan introdu-cir cambios en los sistemas deelección de los chiuj, con el finde atraerse al que es denomina-do por esos servicios especialescomo "sector progresista" de lasociedad saharaui, y recomien-dan deshacerse de los viejos je-fes de tribu. De hecho, en la dé-cada de los 70 se iniciará la elec-ción de chiuj mediante el sufra-

gio universal, lo que dará lugar aque muchos de los saharauissimpatizantes de la organizaciónnacionalista resulten elegidoscomo jefes de tribu.

La evolución de los aconteci-mientos, tanto internos comoexternos, lleva al Gobierno deMadrid a plantear la necesidadde un Estatuto de Autonomía

A este escrito de la Yema´aresponde en septiembre Francocon otro en el que se reitera elcompromiso español de garan-tizar la integridad territorial delSahara, así como el compromi-so de elaborar las Bases que denlugar a la elaboración de un Es-tatuto de Autonomía (ver infor-mación en esta misma página).

Inferioridad militarLa reacción marroquí, ante

lo que entendió como un cam-bio en la política española sobreel Sahara, fue amenazar conuna movilización general pararecuperar los territorios ocupa-dos. El despliegue militar ma-rroquí creó temores entre losmilitares españoles que, segúnlos informes que desde ElAaiun envían al Ministerio delEjército son de un tono bastan-te pesimista, en los que se llegaa afirmar que las posibilidadesespañolas ante una actuacióndel Ejército marroquí son sólolas de resistir el choque, pero enningún caso las de pasar a unacontraofensiva que haga volvera los marroquíes al norte de lafrontera saharaui.

Los datos aportados por elGobernador General del Saharason altamente clarificadores.Junto a la petición de materialmás moderno, denuncia el la-mentable estado del existente.

Parte de los efectivos de gue-rra españoles eran inservibles yla falta de repuestos no hacíanprevisible que pudiera ser útil acorto plazo.

El siguiente paso, dado porEspaña el 20 de agosto de 1974,fue el anuncio hecho por el Em-bajador Piniés ante la ONU dela decisión española de celebrarun referéndum, “bajo los auspi-cios y garantía de las NacionesUnidas, dentro de los seis pri-meros meses de 1975”. El Go-bierno español, que había perdi-do la iniciativa ante el marroquícon la retirada del proyecto deestatuto de autonomía, intentarecuperarla con la convocatoriade referéndum.

Esta última decisión españo-la puso en marcha una nuevaofensiva marroquí: la de some-ter la cuestión saharaui al Tribu-nal Internacional de Justicia deLa Haya. En el caso de que eldictamen declarase al Saharacomo terra nullius (territoriosin dueño), Marruecos aceptaráel referéndum, por el contrariosi la conclusión del tribunal esla confirmación de la existencia

España intentaconvocar unreferéndum yMarruecos pide undictamen alTribunal de La Haya

Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (y 5)

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para el Sahara, en lo que sería laprimera etapa de un periodo detransición que debería finalizarcinco años después con la cele-bración del referéndum de auto-determinación y, consiguiente-mente, la independencia de lacolonia.

Previamente, en febrero de1973, la Asamblea General delSahara o Yema´a dirige un escri-to a Franco, en el que entre otrascosas solicita “que se desarrolleen forma progresiva la institu-cionalización legal existente pa-ra lograr una mayor participa-ción del pueblo del Sahara en lasfunciones y competencias de suAdministración interna”. Así-mismo, la Asamblea “reitera suconvencimiento de que la etapade autodeterminación se iniciacon esta declaración que condu-cirá a la definición de su futuro,mediante un acto solemne ytranscendental en la forma dereferéndum”.

Estatuto de autonomíaEl proyecto de

Estatuto de Auto-nomía fue revitali-zado en 1974. Endiciembre de 1973Carrero Blanco ha-bía muerto en elatentado de ETA, ylo sustituyó CarlosArias Navarro. Enjulio de 1974 elnuevo Ministro deAsuntos Exterio-res, Cortina Mauri,informa a los em-

bajadores de Ma-rruecos, Maurita-nia y Argelia de lainminente entradaen vigor del Esta-tuto, al que la Ye-ma´a dio el vistobueno. Sin embar-go, y a pesar de ha-ber cubierto todoslos trámites para supromulgación, elEstatuto nunca es-tuvo vigente.

La reacción ma-

rroquí, ante lo queentendió como uncambio en la polí-tica española sobreel Sahara, fue ame-nazar con una mo-vilización general.De hecho, las FARrealizaron un grandespliegue de tro-pas en la frontera,que preocupó alEjército español,que contaba conpeores efectivos.

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SociedadLa Opinión de Tenerife27

Viernes, 15 de octubre de 1999

de vínculos jurídicos entre Ma-rruecos y el Sahara, se pedirá ala ONU la recomendación denegociaciones directas entre elreino alauita y España.

La maniobra marroquí estu-vo acompañada de un cambioen el tono de las declaracionesrealizadas por Hassan II, quellega a afirmar que no desea te-ner que llegar a un enfrenta-miento armado con España, pe-ro en caso de ser necesariocuenta con el apoyo de los paí-ses árabe, incluida Argelia.

El 13 de diciembre la Asam-blea General de las NacionesUnidas acuerda solicitar del Tri-bunal de La Haya un dictamenen el sentido solicitado por Ma-rruecos, al tiempo que pide “a lapotencia administradora queaplace el referéndum que habíaprevisto realizar en el SaharaOccidental”. Igualmente seaprobó una resolución por laque se encomendó a la IV Co-misión el envío al territorio deuna Misión de Visita, que cons-tituida por representantes deCosta de Marfil, Cuba e Irán, sedesplaza al Sahara durante elmes de mayo de 1975.

Banderas polisariasDurante su presencia en dife-

rentes puntos de la colonia seproduce, ante el asombro de lasautoridades y habitantes españo-les, la presentación pública, deforma mayoritaria, del FrentePolisario.

El Gobierno General del Sa-hara, que había intentado contra-rrestar la influencia del gruponacionalista saharaui con la cre-ación de un partido domesticado,el PUNS (Partido de UnificaciónNacional Saharaui), comprobócomo había fracasado en su in-tento. De los veinte mil supues-tos afiliados a este grupo, muypocos son los que se manifiestancomo tales. Al contrario, las ban-deras y consignas del Polisarioson asumidas por la inmensamayoría de la población.

El temor a que en España seinicie un proceso similar al por-tugués, donde las guerras colo-niales motivaron la creación delMovimiento das Forças Arma-das, así como el desconocimien-to sobre la importancia real de laUnión Militar Democrática, y lassimpatías que en importantessectores gubernamentales des-pierta el llegar a acuerdos direc-tos con Marruecos, llevan al Go-bierno de Madrid a realizar el 23de mayo una primera declara-ción en el sentido de abandonarel territorio sin esperar otra reso-lución. Se iniciaba el camino pa-ra tratar de cerrar un acuerdo his-pano-marroquí que pondrá fin ala presencia española en el Saha-ra Occidental.

En octubre el Tribunal de LaHaya hace público su dictamen,en el que como primera cuestiónseñala que el Sahara no era terri-torio sin dueño, puesto que en elmomento de iniciarse la coloni-zación española, en el año 1884,estaba habitado por poblacionespolíticamente organizadas. So-bre la posible existencia de vín-culos jurídicos entre Marruecosy el Sahara, el Tribunal dictami-na que existieron vínculos de va-sallaje entre el sultán y alguna

LA OPINIÓNMonumento conmemorativo en Tah, el lugar donde culminó la Marcha Verde.

LA OPINIÓNLa inestabilidad se hacía patente en numerosas concentraciones en la calle.

Reunionessecretas en Gran

CanariaJ.L.R.

A partir de 1997, tras laelección de Kofi Annancomo Secretario Generalde la ONU y el nombra-miento de James Baker co-mo representante especialdel mismo para el Sahara,se reinician las negociacio-nes entre las partes. Trasuna serie de entrevistas ce-lebradas en Lisboa, entrejunio y agosto, el 16 deseptiembre de 1997, enHouston se firmó el Plande Arreglo. En él se esta-blecieron las condicionesque debían reunir todosaquellos candidatos a serincluidos en el censo elec-toral, fijándose la fecha decelebración del referén-dum para el 98. No obstan-te, lo complicado del pro-ceso de identificación y lasmaniobras dilatorias que seproducen provocarán unnuevo retraso de la consul-ta. Los últimos impedi-mentos vienen por la soli-citud de Marruecos de quesean incluidos en el censoelectoral los miembros delas tribus identificadas co-mo H-60 y J-51/52 y quecorresponde a las tribus AitUsa, Chenagla, Azauit,Rif, Idegob, Kenta, UladAmonni, Ulad Gaila, etc.

Curiosamente la deno-minación H/60 y J-51/52proviene del censo españolde 1974, en el que apare-cen censados 2.000 miem-bros de estos grupos triba-les, razón que induce apensar que no se trata detribus ajenas al Sahara, encontra de lo afirmado habi-tualmente por el FPolisa-rio. La inclusión o no en elcenso paraliza el proceso,que será reiniciado nueva-mente tras la celebraciónde una entrevista en el Ae-ropuerto de Gando, GranCanaria, entre el delegadode la Minurso en el Saharay el representante del Fpo-lisario en la ONU, despla-zados a la isla exclusiva-mente para desbloquear lasituación.

La nueva situación deMarruecos, tras la procla-mación de Mohamed VI hadespertado entre los afec-tados expectativas optimis-tas sobre el desarrollo delos acontecimientos. De re-alizarse el referéndum elpróximo mes de julio sepondría fin a un conflictooriginado hace 25 años, loque a buen seguro redun-dará en beneficio de la es-tabilidad de una zona tanpróxima a nosotros. Tantosi los saharauis deciden serindependientes, como sioptan por su integración enMarruecos, se logrará lapaz definitiva en la zona.

Sahara Occidental: El largo camino hacia el referéndum (4)

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tribus saharauis, aunque de losmismo no puede concluirse quehayan existido ningún vínculo desoberanía territorial.

El Acuerdo TripartitoEl mismo día en que se hace

público el dictamen del TribunalInternacional, Hassan II se diri-ge al país celebrando lo que elinterpreta como triunfo marro-quí, al interpretar que el hechode que se reconozca la existen-cia de un vasallaje entre los sul-tanes marroquíes y algunas tri-bus del Sahara implica un reco-nocimiento de la soberanía de supaís sobre la última colonia es-pañola. Para que dicha sobera-nía sea efectiva Hassan II anun-cia la puesta en marcha de unamarcha pacífica de 350.000 ma-rroquíes sobre el Sahara. Seanunciaba oficialmente la Al'-Massira o Marcha Verde.

Hassan II maneja los hilos dela crisis con maestría, y se apro-vecha de las dificultades internasdel Gobierno español, por la en-fermedad de Franco.

El mes de octubre será de unaenorme actividad diplomática endistintos escenarios, Consejo deSeguridad y IV Comisión, entre-vistas hispanos-marroquíes enMadrid o Rabat, Marraquech. Co-mienzan los rumores de la exis-tencia de un acuerdo entre Españay Marruecos sobre el futuro delSahara. A finales de mes, el 29,los mauritanos se incorporan a lasnegociaciones que se vienen des-arrollando en Madrid. Mientrastanto, la salud de Franco se agra-va. El 23 de octubre los médicosque lo atienden en El Pardo hacenpúblico su primer parte, en el que

indican que "el general ha supera-do satisfactoriamente una nuevacrisis de insuficiencia coronaria".El día 30, el príncipe Juan Carlosasume en funciones la jefatura del Estado, quien hará una visita re-lámpago a El Aaiun el 2 de no-viembre. Finalmente, el 14 de no-viembre de 1975, el Ministerio deInformación y Turismo hace pú-blico un comunicado en el que seseñala que "las negociaciones ce-lebradas han llegado a resultadossatisfactorios". Se trata de losAcuerdos Tripartitos de Madrid,mediante los que se inicia una ad-ministración temporal del Saharaen la que intervendrán España,Marruecos y Mauritania. La pre-sencia española en el territorioterminará antes del 28 de febrerode 1976.

Sólo un día antes del abando-no español, el 27 de febrero de1976, la República Arabe Saha-raui Democrática es proclamadaformalmente. Desde ese mo-mento los enfrentamientos béli-cos entre Marruecos y el FPoli-sario van a ser constantes.

La Marcha Verde seconvierte en untriunfo de Hassan,que fuerza la firmadel Pacto Tripartitode Madrid