UN ACERCAMIENTO AL PERIODISMO DEPORTIVO

Si nos remontamos a la historia nos damos cuenta que el periodismo deportivo desde sus principios, nació en un campo libre, sin prohibiciones y por simple recreación y como tal ha dado lugar para que quienes se dedicaron a practicarlo y a seguirlo, también sean unas personas, entre ellas los periodistas; quienes por lo mismo tienden a ser unas personas con libertad de pensamiento frente a sus opiniones sobre el deporte; situación que lastimosamente hoy en día es criticada por muchas personas que aún no logran entender que quienes se dedican a hacer “periodismo deportivo” lo hacen con una única intencionalidad, que es trasmitir emocionalidad, ya sea a sus oyentes, televidentes y/o lectores.

La libertad que los periodistas deportivos manejan hoy en día se corrompe, cuando se habla de la pasión por el deporte y ocurre tal vez por la falta de información de quienes se atreven a ir criticando, y que tal vez, lo hacen porque vivimos en una sociedad en la que “hablamos de todo sin conocer nada” y lo que es peor aún hablamos sin conocer nuestra propia historia. Lastimosamente esta situación puede que se presente porque todavía confundimos al comentarista deportivo, al narrador y a todo aquel que dice saber de deporte hablando y opinando públicamente de este, mientras el periodista deportivo que aunque tiene libre opinión se debe esmerar por transmitir una buena información y ser la cara de la misma sin dejar de ser un periodista.

Por el contrario de quienes critican el periodismo deportivo, me atrevo a decir que es uno de los campos del periodismo más ricos en cuanto su aplicabilidad por sus altos contenidos y porque un periodista deportivo en su totalidad debe de estar informado, absolutamente de todo lo que le concierne saber a cualquier periodista y no sólo informarse del lo que tiene que ver con deporte , por eso, quien se atreve a hablar de deporte periodísticamente no sólo debe saber opinar o hablar de fútbol y de ciclismo, sino que debe tener un conocimiento previo de todos los deportes, saber utilizar el lenguaje técnico de cada uno, conocer las reglas y saber por lo menos la reseña histórica de los deportes más representativos de su país.

En Colombia estamos en una sociedad que en su mayoría reconocemos el concepto de deporte pero simplificado en uno sólo; el fútbol ya que desafortunadamente es el deporte que más nos venden los medios de comunicación, por medio de narradores o comentaristas, que a su vez no lo hacen mal sino que simplemente aplican su libre opinión a cerca de un club, técnico, jugador, partido, entre otros, pero lo peor de esto es que los medios no los venden por medio de periodistas, sino de personas apasionadas confundiendo así a los seguidores de dicho deporte y de ahí nace que el periodista deportivo esté tan marcado y que la sociedad los critique y no los acepte, calificándolos como malos sin brindarles la oportunidad de aplicar periodismo en todo lo que le concierne al amplio campo del deporte. Nosotros como futuros Comunicadores-Periodistas si queremos inclinarnos por el PERIODISMO DEPORTIVO debemos comenzar haciendo que la sociedad nos identifique por lo que somos PERIODISTAS y por lo que somos y como dice el dicho “zapatero a sus zapatos”.

¿QUÉ ES DEPORTE Y QUÉ NO ES DEPORTE?

¿Será el deporte, deporte o el deporte, no será deporte? un gran dilema, pero lo que sí puedo decir es que entre el sinnúmero de connotaciones que se le ha dado a la palabra DEPORTE a nivel general, todas coinciden en lo mismo; en que es una actividad en la cual se ejercitan el cuerpo y la mente y que tiene fines recreativos.

Por eso, es de considerar todas aquellas actividades en las que nuestro cuerpo se ejercite o en las que nuestra mente intervenga, como una actividad deportiva. Además pienso que al deporte se le da una mal interpretación, ya que se ve desde un punto de vista general y porque se ha interpretado como una actividad competitiva en donde quienes participan lo hacen sólo por lucrarse, de alguna forma monetariamente, aunque la mayoría de deportistas se excusan bajo el pretexto de la satisfacción personal, la salud física o como bien lo interpretan muchos de aquellos que se atreven a definir el deporte; lo practican como actividad lúdica y por recreación, en donde supuestamente lo que prima es la integridad de estos como personas. Pero según lo anterior, entonces, acaso no sería deporte practicar yoga, ir al gimnasio, ir a un casino, trotar en las mañanas o como es el caso practicar actividades en las que intervengan los animales aún sabiendo que el deporte está considerado como una actividad meramente humana, entonces en dónde quedan las actividades que requieren de la intervención animal o que no requieren se regidos por normas, ni reglamentos.

Por ello me atrevo a interpretar que el deporte es: toda actividad que practica un ser humano ya sea física o mental, en la que se es competitivo, hay institucionalización, reglamentación, es lúdico-recreativa, se lucra monetariamente al participante y ante todo en donde predomina show para amantes y espectadores de determinadas actividades, los mismos que pueden llegar a convertirse en espectáculos en los que hay que pagar por ver.

Y no serían deporte las actividades que tienen un fin satisfactorio consigo mismo, en el que se pretende mantener el cuerpo humano en buen estado físico y mental y en donde se den actividades que compendien la lúdico-recreación y en las que además puedan intervenir los animales como estimulación al ser humano, todo esto sin ningún ánimo de lucro y en ocasiones se podrá practicar la competitividad como superación personal.

O sea que básicamente mi diferencia entre que haya o no haya deporte se encuentra plasmada básicamente en que hay quienes hacen un show y que por ver el espectáculo hay que pagarlo o así no sea por verlo, sino en ocasiones también por practicarlo.

¿CÓMO MANEJAN EL IDIOMA LOS PERIODISTAS?

El idioma adoptado por el periodismo deportivo en la actualidad, es un idioma repleto de formalismos con el cual se pretende a toda costa entregar un mensaje que contenga la mayor claridad posible y con un lenguaje que se adapte fácilmente a la cultura y al entorno en el cual se está transmitiendo, ya sea por medios radiales, de prensa, televisivos o la nueva ola de la tecnología por “internet”.

Afortunada o infortunadamente, la sociedad ha llevado a que los periodistas no le estén dando el uso adecuado o mejor dicho no se estén guiando en lo ya establecido por la Asociación de Academias de la lengua española, por lo tanto, quiere decir que no se están utilizando un lenguaje coloquial culto para transmitir el periodismo deportivo ya que es una sociedad que exige y reclama establecer las diferencias culturales cuando de deporte se trata-

Esto se da por la relación que existe entre el jugador en cuanto a la participación del espectador, quién por la pasión que le transmite el deporte con su finalidad que es la competición lo lleva a que no más por eso se creen las presiones familiares, la expectativa triunfal, el movimiento comercial y ante todo el relato informativo sin necesidad de estar en las propias instalaciones en donde ocurre el hecho deportivo; porque hay que tener en cuenta que somos una sociedad mediática que puede dar a conocer la información emergente en tiempo real por varios medios de comunicación y todo gracias a la evolución tecnológica.

Sin embargo, no se puede obviar que en nuestra cultura se ha instaurado una mentalidad muy globalizada, lo cual hace que aunque los periodistas deportivos estén utilizando un lenguaje cotidiano en la información que presentan, ésta no deja de transmitir cultura deportiva con términos igualmente globalizados, puesto que los periodistas deportivos no tratan de maltratar el lenguaje sino, que lo que tratan de hacer es crear un lenguaje propio con expresiones que no sean técnicas pero entendibles a todo el mundo o por lo menos en el propio territorio y hacer que el periodismo deportivo obtenga igual grado de importancia que otro periodismo, ya sea el económico que tiene sus propias expresiones además que optan por un agravante más que es la tendencia a generar opinión.

DEPORTE Y SOCIEDAD

El concepto de “civilización” que se maneja en el mundo actual ha llevado a que todo ser humano se convierta necesariamente en un ser de consumismos “entre más consumen más felices son”, lo que nos ha hecho seres menos pensantes desarrollados en una sociedad de consumo.

El deporte no es un tema inherente a dicha realidad, por eso es que hoy por hoy, es tomado como un medio más por el cual el hombre puede satisfacer muchas de sus necesidades, entre ellas encontramos el ocio y el placer que hacen que el hombre no tome el deporte como medio para el desarrollo físico y mental del cuerpo en el que la pretensión inicial es cuidar de su salud y mantenerse de forma vital; sino que ya tanto practicantes como espectadores tienen una mirada del deporte desde lo que les esté vendiendo la sociedad de consumo en el momento, que incita a pensar sólo en la práctica del ocio y el placer para la satisfacción del ser humano, más no del cuerpo humano.

Muchos sin saber aún, que el hombre por naturaleza siempre está en continua competencia por demostrar superioridad frente al otro o consigo mismo, buscando demostrar que es el ser más predominante independientemente del puesto que ocupe en la sociedad ya sea practicante o espectador y por eso es que el deporte es la excusa perfecta para competir y sacar toda su agresividad y de cierto modo poder llegar a la violencia, al clímax de la agresividad, al cual no se puede llegar normalmente porque aunque la sociedad actual sea una sociedad de consumismos cambiante y agresiva de todos modos es una sociedad con cultura que regula el comportamiento del hombre en la misma.

Actualmente esta sociedad tampoco está permitiendo que se tenga en cuenta otra de las finalidades primordiales del deporte que es el desarrollo intelectual y lúdico además se está menospreciando al ser intelectual al cual no le dan la oportunidad ni siquiera de competir ya que en el campo del deporte lo que la sociedad actual clama y busca es hombres que no sean llamados del mundo intelectual para que en realidad dejen ver su naturaleza y puedan competir como animales dejando al descubierto la agresividad, siendo violentos en el campo de juego sea cual sea. El jugador cumple con la tarea de satisfacerse tanto a sí mismos, como a quién está del lado de la tribuna, el espectador, que quién a la misma vez alimenta su agresividad, de igual forma se encuentran compitiendo por un mismo fin.

CARRERAS DE CABALLOS

Se considera deporte toda actividad física, competitiva, recreativa, de compromiso, que ofrezca un espectáculo y además que se practique para el desarrollo integral de una persona, por lo anterior se podrían considerar como deporte las afamadas carreras de caballos ya que contiene todas las características necesarias para que sea un deporte.

Las carreras de caballos, en este caso las callejeras, que se practican con caballos criollos cuidados con maíz, panela, caña y zanahoria y a los que les hacen un entrenamiento diario con trotes que duran media hora en un principio mientras se acostumbran a dicho entrenamiento, luego el ritmo cambia y pasa a ser un trote de una hora y por último ya terminan haciéndoles carrerones para ver qué tan buenos van a ser a la hora de apostar las carreras. Todo esto nos lo cuenta un joven incrustado en el mundo equino y que ha entrenado varios caballos para ese tipo de prácticas. Un joven con tal sólo 22 años, que considera las carreras de caballos más que como un deporte; como una hazaña de hombres verracos y aventureros.

A su corta edad, este joven cuenta cómo incursionó en el mundo equino, cuando a muy temprana edad su mamá le enseñó a meterse a los establos a ordeñar con ella, de ahí el gusto por los animales y los negocios de la ganadería, a pesar de eso en la familia contaba con una tradición más equina que ganadera por parte los hermanos mayores que hoy en día aun tienen mucho que ver con los caballos. Cierto día se hizo amigo de un hombre caballista, negociante y que además era el más apasionado por hacer carreras de caballos en su municipio y es un personaje que en la actualidad aun las hace.

El joven en su afán de conocer más del mundo equino y hacer parte de éste, recuerda cómo estando muy pequeño se metía a escondidas al potrero de este hombre quién ya se había convertido en un gran amigo, a enlazar los caballos y a montarse en ellos, pero un día, se dio cuenta que el lazo con el que los estaba montando era muy cortico y por eso no le daba para correr los caballos por el potrero, entonces comenzó a hacerle trabajos a su amigo caballista y con la plata que le iban remunerando él iba recogiendo para comprar un lazo más largo, en ese entonces el metro de lazo valía trescientos pesos y se compró doce metros, de ahí en adelante pudo comenzar a correr los caballos con más confianza, sin embargo, todavía lo hacía a escondidas del dueño, quien era una gran persona y por eso hoy día el atrevido joven se da el lujo de seguir trabajando para él.

El señor le preguntaba que si él había estado montando los caballos, pero él joven siempre le respondió que no, aun el sabiendo que si lo hacía, pero no le importaba que le mintiera y más bien se hacía como dicen por ahí, el loco, aun sabiendo que el muchacho montaba sus caballos sin permiso, pero él más bien prefería dejarlo noo más para que aprendiera a defenderse, pero eso sí, a cambio le pedía que le ayudara a cuidar los caballos y a que hiciera uno otro que otro trabajito que resultando en la finca.

Cuando el joven ya se fue creciendo lo cogió un gran montador aunque también muy joven y fue otra persona que le enseñó grandes cosas de las que él sabe y ha aprendido en la vida y en el mundo equino.

Hoy es un hombre que al igual que sus antecesores y con su corta edad, de la cual prefiere nunca acordarse, también se ha convertido en todo un caballista aficionado por las carreras de caballos, que entre otras cosas para él un hombre que se meta con eso, es porque tiene que ser un hombre “aventurero” para que llegue a ser triunfador, todo por los afanes que esa actividad implica

Para pertenecer al grupo de corredores de caballos callejeros, fuera de tener un buen caballo, también se necesita tener mucha malicia y ser una persona muy avara, a la que le gusten los retos, pero todo eso le implica ser un buen jugador, apostador. El que se mete a ese mundo es porque debe de ser un hombre al que le gusta la “maldad” y le gusta jugar dados, cartas, le gustan las peleas de gallos y eso es algo muy “sagrado” para un corredor ante todo está la aventura y la maldad, porque en las carreras de caballos siempre hay una “calentura de por medio” y el que no tenga esas cualidades no sirve y hasta puede resultar muerto de cuenta de una carrera.

Ahora, de las carreras que yo he echado como yoki; que así es el nombre con el cual se denominan a la persona que se monta en el caballo para correrlo, recuerda particularmente una que hizo en la ciudad Caramanta cuando llevó los caballos de la hija de uno de sus antiguos patrones (hoy día extraditado por narcotráfico) a una cabalgata, fue una carrera que se hizo con una distancia de una cuadra, y la echaron cinco veces con el mismo caballo siendo este para él desconocido y además pertenecía a alguien del mismo pueblo, sin embargo, las cinco veces que lo corrió, fueron las mismas cinco veces que ganó. Al siguiente día volvieron a cazar la misma carrera con la misma distancia pero con otro yoki y el caballo se dedicó a perder y por eso él dice que es de las que más recuerda porque él fue el que lo supo correr y lo puso a ganar.

Las carreras se dan porque hay ricos a los que les gusta la maldad y la diversión o incluso porque les gusta retar sin importar la plata que haya de por medio y es curioso que siendo así, casi siempre son ellos los que retan a los corredores de caballos, los que tienen plata y no los pobres corredores. La carreras también se han convertido en el pan de cada día de muchos corredores y así es como se ganan el diario vivir y hoy es el día que todavía hay personas que durante toda la vida se han dedicado a vivir de eso.

Aunque todo parezca muy sano cuando hay carreras de caballos, también hay de por medio trampas que son bastante comunes y delicadas a la hora de apostar, trampas hay de todo tipo; desde hacerle maldades al caballo, como de engañar a los apostadores o al adversario directamente o incluso hay quienes han sido capaz de escaparse con la plata apostada. Son situaciones que han llevado a que todo aquel que se meta al mundo de las carreras de caballos o apostar, sean personas muy prevenidas y aventureras, por eso es que deben ser maldadosos y capaces de cometer trampas, eso sí, sin miedo porque si les toca salir huyendo deben de ser capaz.

Por eso es que deben ser aventureros porque si se quedan en un mismo lugar corren riesgos, como el de quemar el caballo en una misma plaza y que ya nunca le vuelvan a apostar o que por el contrario si es muy bueno todos le apuesten a ese y así ya no sería negocio porque no le resultaría quién le pague por el rival, o si de pronto hizo alguna trampa se pueda ir con su caballo a desafiar en otros pueblos.

“Aunque no se mucho de dónde vienen las carreras de caballos me he acogido a ellas y pienso que vienen de México y las asimilo con lo que he visto en las películas de Antonio Aguilar y de Vicente Fernández especialmente con una de Vicente en la que le roba un caballo al patrón para echarlo a correr y para que el patrón y la gente no se dieran cuenta que caballo es, lo pinta.” Joven.

“No tengo antecedentes históricos de la las afamadas carreras de caballos, pero lo único que si sé, es que el mejor antecedente es que estoy criando una hermana de la yegua más famosa que hay en Colombia y no ha habido con que tocarla ni quién la tumbe, porque le gana a todos con los que la han retado, se llama La Bala y es del Valle y al dueño un hombre que le dicen “el indio” le ofrecido hasta cincuenta millones y mucho más para que la venda y no lo hace y lo mejor es que el yoki de esa yegua es un niño con más o menos doce años al que le dicen “chivilinco” es como loco y monta caballos muy buenos y hasta le regalan pero se cansa de ellos y los devuelve parece un diablito y los dos hacen la combinación perfecta para desafiar a los ricos y cuando apuestan también se gana su buena plata” Joven.

Este joven sólo espera ver crecer a su protanca a la que no sabe si ponerle La Chilindrina o La Mencha para verla convertida en una famosa yegua y llegar a ganarse mucha plata de cuenta de ella, dado que tiene todas las esperanzas puestas en las carreras que haga y dice que es la que le va a dar de comer por muy buen rato.

Vivimos en un país lleno de tradición y los caballos no son la excepción y aunque no sepamos cómo llegaron las carreras de caballos a nuestro territorio, especialmente al antioqueño, en donde la tradición aun sigue estando viva en municipios como Caldas, Amagá, Fredonia entre otros pueblos del suroeste antioqueños, podemos dar cuenta que es algo que no ha muerto y que va a seguir vivo por mucho tiempo; ya que es claro ver que esa afición incluso hoy en día la viven hasta jóvenes con gran pasión, como es el caso de este joven que aunque prefirió que no mencionara su nombre ni su procedencia, mantiene viva la tradición de las carreras de caballos en el municipio de Caldas y por lo que vemos la piensa mantener viva por mucho tiempo.