CRONICA DE UNA INJUSTICIA

CRONICA DE UNA INJUSTA DETENCINComo una lgubre estampa, de frente se ve cinco a mujeres campesinas de la comunidad de Chaca, dos de ellas con sus criaturas en el regazo, los vivos colores de sus prendas tradicionales contradice el dolor, el terror y la impotencia que reflejan sus rostros; junto a ellas el pastor evanglico, Luis Ramos, que desde la dcada de los 90 pastorea en la comunidad de Chaca, l no puede creer que nuevamente la historia se repita, sabe del dolor y la injusticia que se cometi en esos tiempos contra sus hermanos, vctimas de las acciones de las fuerzas del orden y de miembros de Sendero Luminoso. Tambin acompaan en esta conferencia de prensa, el alcalde electo de la comunidad y el alcalde saliente y dos abogados representantes de APRODEH y Paz y Esperanza que siguen muy atentos el caso, todos ellos dispuestos a reclamar y exigir la libertad de sus hermanos y familiares que injustamente se encuentran detenidos en la crcel de Yanamilla en la ciudad de Huamanga - Ayacucho.Fue en fecha cercana a la navidad del ao pasado, el 16 de diciembre, cuando arbitrariamente fueron detenidos ocho campesinos de la comunidad de Chaca, Jacinto Huamn Pariona, Alcides aupa Curo, Glorioso Ochoa Castillo, Wilber Rimache Ramos, Eloy Rojas Ramos, Fortunato Yaranga Farfn, Vctor Yaranga Farfn y Sabino Yaranga Farfn, injustamente acusados de terrorismo frente a la emboscada perpetrada en Machente (Ayacucho) a un vehculo que transportaba a 5 miembros de la polica y tres civiles, todos ellos cruelmente asesinados.

Las declaraciones hechas por los especialistas apuntan a afirmar que no existen pruebas suficientes contra estos ocho hermanos campesinos, vctimas ahora de un sistema judicial ineficiente que acenta su accionar impregnado de marginacin, exclusin social y discriminacin tnico-racial, contra campesinos quechua hablantes. El Poder Judicial solo cuenta con el acta de incautacin y la declaracin del Teniente a cargo de la detencin; ambas pruebas hechas por el mismo personaje son pruebas inconsistentes que los acusan por el delito contra la seguridad pblica y delito por asociacin subversiva.Estos hermanos son conocidos como miembros activos de su iglesia y de su comunidad, agricultores y padres de familia, Wilber Rimache Ramos es trabajador de la Municipalidad de Chaca, irnicamente, uno de estos hermanos campesinos qued hurfano en el periodo de violencia poltica que azot la regin y el pas; todos ellos ronderos acreditados. Esta poblacin es una de las pocas comunidades resistentes, sus habitantes no cedieron ni ante las amenazas de los terroristas ni el acoso de las fuerzas del orden, encontrando acogida y proteccin en la iglesia evanglica de su comunidad. Del otro lado, frente a ellos, los periodistas, representando a diferentes medios de comunicacin escuchaban atentos a los abogados y lderes comunales; en sus rostros se reflejaba la indignacin y el compromiso con sus hermanos ayacuchanos, reviviendo, los ms antiguos en la profesin, las dcadas de los 80 y 90 con la conviccin de que no se debera permitir que nuevamente la historia se repita, que los sectores y actores ms indefensos y vulnerables paguen el precio de los vicios judiciales que quien sabe qu intereses protege.Estos profesionales de la noticia, interrogaban sobre la incorporacin de dos personajes ms en esta historia, son los hermanos de sangre Vctor Quispe Palomino y Jorge Quispe Palomino acusados por terrorismo agravado, pero, que a diferencia de los ocho campesinos, stos no pertenecen a la comunidad de Chaca, nadie da fe de la honestidad y rectitud de ellos. Los Quispe Palomino, fueron acusados por un ex terrorista arrepentido que asegur la implicacin de ellos en la emboscada y asesinato a las ocho vctimas de Machente. Casi se poda sentir en el aire, ese sentimiento de desconfianza, incredulidad e indignacin contra el gobierno y el poder judicial que sin el menor reparo mancha la imagen rural, viola los derechos fundamentales y daa la seguridad fsica y moral de los ocho hermanos campesinos de Chaca y de sus familiares. Con la inclusin de Vctor y Jorge Palomino en este caso, se pretende involucrar con mayor contundencia a los ocho campesinos evitando as reconocer el error y la injusticia cometida por el sistema de justicia. Los arcos de la Plaza de Armas de Huamanga enmarcan perfectamente a un grupo de campesinos y campesinas que lucen sus atuendos tpicos y que rodeando una olla comn y armados de carteles, hacen plantn frente a la Corte Superior de Justicia clamando, exigiendo y esperando la liberacin de los ocho campesinos, se trata de los familiares, esposas e hijos de los injustamente detenidos. El pueblo ayacuchano, a travs de sus organizaciones sociales y de la colaboracin individual, permite que esta estancia tan poco grata y por dems desgarradora, no se traduzca en la enfermedad de esos nios y esas mujeres decididas a no regresar a su comunidad sin sus esposos. El apoyo brindado por Ayacucho logra palear el hambre y el fro, despus de largas y agotadoras jornadas, pasan las noches en las instalaciones de la Federacin Agraria Departamental de Ayacucho (FADA) que les provee de colchones y algunas frazadas; el esfuerzo por recoger alimentos en los mercados, el apoyo de la federacin de madres y el sol a sol que se recauda, arman de valor a estas personas, a estos hermanos nuestros que luchan por la libertad, por la dignidad no solo de los ocho detenidos, sino de todos los campesinos de los quechua hablantes de los excluidos.Frente al mandato de detencin y embargo que pesa sobre los hermanos injustamente privados de su libertad, queda esperar los resultados del recurso de apelacin presentado y que se cambie el mandato de detencin por el de comparecencia, queda la esperanza de que la justicia gire sus ojos hacia nuestros hermanos y logre resarcir su dignidad y que finalmente junto a sus familiares puedan retornar a su comunidad, dando paso a la bsqueda de los verdaderos culpables del atentado y asesinato en Machente.