Cristo El Fundamento Para Una Vida Victoriosa

5/16/2018 Cristo El Fundamento Para Una Vida Victoriosa - slidepdf.com

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CRISTO EL FUNDAMENTO PARA UNA VIDA VICTORIOSA

(Por Nazareno Santini)

Cualquier tipo de edificio, ya sea pequeño, grande o monumental, debe su

firmeza, solidez y permanencia a lo largo de los años y los tiempos al fundamento que se

le ha colocado, es decir la base que sostendrá todo el peso de la estructura construida.

Quienes trabajan en obras de construcción deben con mucha diligencia y

esfuerzo, asentar una buena base, previendo y previniendo que en el futuro ante

cualquier tipo de amenaza, el edificio no se desplome causando la perdida de los bienes

contenidos allí y peor aún la perdida irremediable que puede darse en las vidas humanas

que albergue en su interior.

La clave está con qué y cómo se llevó a cabo la colocación del fundamento o la

base de la casa o edificio.

Si trasladamos todo esto y lo aplicamos al campo espiritual, sucede lo mismo. La

importancia del fundamento es necesaria e indispensable para que nuestra vida semantenga firme.

Jesús enseñó sobre esto en una interesante ilustración. Leamos en el evangelio de

Lucas 6: 46-49, dice: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo os digo?

Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es

semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el

fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra

aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Más el que

oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento;

contra la cual el río dio con ímpetu. Y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.”

En su pasaje paralelo en el evangelio según San Mateo 7:24 dice: ”Cualquiera, pues, que

me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su

casa sobre la roca”, habla de un hombre prudente, y el vs. 26 dice: “Pero cualquiera que

me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su

casa sobre la arena.” se refiere a un hombre insensato. Cabe aquí la siguiente reflexión¿Sobre qué base esta edificada o siendo edificada nuestra vida?



Jesús compara nuestra vida, nuestro hogar, con la casa y nosotros resultamos ser

uno de aquellos individuos “constructores” y estaremos edificando en base a la prudencia

o en la insensatez.

Cristo es la roca sólida y consistente. Él mismo afirma ser la roca, leamos en SanMateo 16: 18: “Y yo también te digo, que tu eres Pedro (petros), y sobre esta roca (petra)

edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Cuando Pedro

hace su confesión de fe diciendo: “…Tu eres el Cristo, el Hijo del D ios viviente.”(Mateo

16:16) Jesús le responde que tal declaración no era invención de Pedro sino que fue una

revelación Divina, y el Señor habla de sí mismo como la roca sobre la cual se edificaría su

iglesia. El mismo apóstol Pedro confirma esta absoluta verdad en su primera epístola

capítulo 2: 4-8: “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombr es,

mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados

como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a

Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo

en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será

avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, el es precioso; pero para los que no

creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;

y: Piedra de tropiezo, roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo

desobedientes; a lo cual también destinados.” Asimismo afirma el apóstol que cada

creyente es una “piedra viva” que forma parte de aquella gran estructura, por las cuales se

va edificando su iglesia siendo el fundamento firme de nuestra salvación Cristo mismo.

Cuando el pecador arrepentido de sus pecados recibe a Cristo como su Salvador,

ha puesto un cimento seguro sobre su vida, su alma yace depositada sobre La Roca Firme

que es Cristo Jesús y ninguna circunstancia adversa podrá arrebatar su salvación. Declara

el apóstol Pablo en 1ª Corintios 3:11: “Porque nadie puede poner otro fundamento que

el que está puesto, el cual es Jesucristo.” Así como nadie puede agregar otro fundamento,

tampoco nadie puede quitar el fundamento pues de lo contrario equivaldría a la pérdida

de la salvación causando una gran ruina de perdición eterna y al fin y al cabo jamás La

Roca llegó a ser un cimento seguro, esto resulta ser tan absurdo y contradictorio a la vez.

Pero como Cristo no es un gran montón de Arena, podemos confiar plenamente en El ya

que sólo El provee y garantiza segura salvación, Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo:

El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a

condenación, mas ha pasado de m uerte a vida.” 2 San Juan 5.24.



Cualquier circunstancia que golpee nuestra vida no afectará ni en lo más mínimo

nuestra condición de salvos, dice el Señor en Romanos 8: 35,37-39: “¿Quién nos

separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o

desnudez, o peligro, o espada?...Antes en todas las cosas somos más que vencedores por

medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la m uerte, ni la vida, ni

ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo

profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en

Cristo Jesús Señor nuestro.”

Pero así como todo esto es verdad; tan cierto es también que el ya salvo por gracia

debe seguir edificando su vida en base al fundamento puesto, La Roca, Cristo Jesús, y no

echar mano de otros materiales que perjudiquen su edificio. Por eso Jesús dijo:“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre

prudente, que edificó su casa sobre la roca.”

Para vivir una vida de victoria en victoria debemos permitir que Cristo sea el

centro y eje por el cual gira y se concentra nuestra vida sirviéndole con fidelidad. El Señor

nos ha salvado y nos ha provisto de materiales, recursos que podemos usar para nuestro

propio bien y el de otros también, son, las buenas obras que invocan a Cristo : “Porque

por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios,

no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo

Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en

ellas.” Efesios 2:8-10.

Debemos estar confiados que cuando se desaten tormentas y vientos fuertes de

luchas y pruebas sobre nuestra casa, permaneceremos firmes en y sobre El, Cristo.

En cambio, si no le permitimos que El gobierne nuestra vida y que sea nuestra Arquitecto que diseñe y planifique los proyectos que implican nuestro existir ahora y

nuestro futuro eterno, y decidimos más bien seguir construyendo nuestra casa haciendo

uso de materiales deplorables, inconsistentes e inclusive dañinos, llámese los placeres que

este mundo ofrece en sus tiendas, el enfriamiento espiritual, la apatía a los asuntos

espirituales, la pereza y la inactividad misionera, el abandono o poca vida de oración el

desganado estudio y meditación en la Palabra de Dios, el resentimiento, los pecados no

confesados y abandonados, etc. traerán como consecuencias que, al sobrevenir una cruel

tempestad con toda su furia penetraran sin misericordia alguna sobre nuestra casa y ésta



no podrá soportar el azote de la tormenta, de tal manera que se vendrá abajo con todo su

andamiaje y resultará todo en una gran ruina.

Si bien el cristiano no perderá jamás su salvación, si puede perder por razón de

negligencia a causa de la desobediencia, el gozo de su salvación, llegará a perderá lasoportunidades para servirle e inclusive si resulta ser tan perjudicial para sí mismo y para

otros su estilo de vida, perderá prematuramente su vida física imposibilitándole de ésta

manera procurar trabajar para la obra de Dios y acumular tesoros en los cielos.

Cristo nos habla de dos individuos que construyeron, cada uno un edificio sobre

dos fundamentos totalmente diferentes. En ambos casos atravesaron las mismas

circunstancias críticas, pero el desenlace final cada cual marcó una abismal diferencia

¿Qué fue lo que marcó la diferencia? fue la base sobre la cual se construyeron los

edificios.

Como cristianos cabría preguntarnos y reflexionar ¿Sobré que seguimos luego de

nuestra salvación edificando nuestras vidas? ¿O más bien que edificar, destruir o

derrumbar es lo que hacemos? No seamos insensatos sino más bien prudentes, sabios y

no negligentes.

El apóstol Pablo también comparó el servicio cristiano y todo cuanto tiene que ver con la nueva vida en Cristo, con un edificio y el constructor, “Porque nosotros somos

colaboradores de Dios, y vosotros sois labranzas de D ios, edificio de D ios. Conforme a la

gracia que me ha sido dada, yo com o perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica

encima, pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro

fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento

alguno edificare, oro, plata, piedras preciosas; madera, heno, hojarasca, la obra de cada

uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la

obra de cada uno cual sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que

sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si

bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. ¿No sabéis que sois templos de

Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1ª Corintios 3:9-16.

Para finalizar esta columna instructiva queremos aprovechar el espacio para

transmitir a nuestros amados lectores, que como iglesia local “La Luz del Mundo” nos

hemos propuesto ser una iglesia Cristocéntrica, que predica y enseña a Cristo, quepregona a los cuatro vientos su verdad y su doctrina pero por sobre todo que cada



miembro que conforma el cuerpo de creyentes viva cada día a Cristo manifestando de

esta manera que nuestra vida está fundada sobre la Roca Eterna, Cristo Jesús.

“Porque para mí el vivir es Cristo” Filipenses 1:21

Amén

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