Cristina Peri Rossi_Once de Septiembre
-
Upload
totodenadie -
Category
Documents
-
view
270 -
download
1
Transcript of Cristina Peri Rossi_Once de Septiembre
-
8/14/2019 Cristina Peri Rossi_Once de Septiembre
1/3
Cristina Peri Rossi
Once de septiembre
http://noctambulario.blogspot.com/2008/02/cristina-peri-rossi.htmlhttp://noctambulario.blogspot.com/2008/02/cristina-peri-rossi.html -
8/14/2019 Cristina Peri Rossi_Once de Septiembre
2/3
El once de septiembre del dos mil uno
mientras las Torres Gemelas caan,
yo estaba haciendo el amor.
El once de septiembre del ao dos mil uno
a las tres de la tarde, hora de Espaa,
un avin se estrellaba en Nueva York,
y yo gozaba haciendo el amor.
Los agoreros hablaban del fin de una civilizacin
pero yo haca el amor.
Los apocalpticos pronosticaban la guerra santa,
pero yo fornicaba hasta morir
si hay que morir, que sea de exaltacin.
El once de septiembre del ao dos mil uno
un segundo avin se precipit sobre Nueva York
en el momento justo en que yo caa sobre ti
como un cuerpo lanzado desde el espacio
me precipitaba sobre tus nalgas
nadaba entre tus zumos
aterrizaba en tus entraas
y vsceras cualesquiera.
Y mientras otro avin volaba sobre Washington
con propsitos siniestros
yo haca el amor en tierra
cuatro de la tarde, hora de Espaa
devoraba tus pechos tu pubis tus flancos
hur que la vida me ha concedido
sin necesidad de matar a nadie.
Nos ambamos tierna apasionadamente
en el Edn de la cama
territorio sin banderas, sin fronteras,
sin lmites, geografa de sueos,
isla robada a la cotidianidad, a los mapas
al patriarcado y a los derechos hereditarios
-
8/14/2019 Cristina Peri Rossi_Once de Septiembre
3/3
sin escuchar la radio
ni el televisor
sin or a los vecinos
escuchando slo nuestros ayes
pero habamos olvidado apagar el mvil
ese apndice ortopdico.
Cuando son, alguien me dijo: Nueva York se cae
ha comenzado la guerra santa
y yo, babeante de tus zumos interiores
no le hice el menor caso,
desconect el mvil
miles de muertos, alcanc a or,
pero yo estaba bien viva,
muy viva fornicando.
Qu ha sido?, preguntaste,
los senos colgando como ubres hinchadas.
Creo que Nueva York se hunde, murmur,
comindome tu lbulo derecho.
Es una pena, contestaste
mientras me chupabas succionabas
mis labios inferiores.
Y no encendimos el televisor
ni la radio el resto del da,
de modo que no tendremos nada que contar
a nuestros descendientes
cuando nos pregunten
qu estbamos haciendo
el once de septiembre del ao dos mil uno,
cuando las Torres Gemelas se derrumbaron sobre Nueva York.