Criaturas del SeñorPor Noris Capín

“No hay quien tenga poder sobre la vida como para retenerla, ni hay tampoco quientenga poder sobre lamuerte.”

Eclesiastés 8:8

En nuestra sociedad surge una devastadorarealidad en cuanto al aborto: es el helocaustode nuestros tiempos.

Es hora de decir basta a ladevaluación de la mujer; es hora de gritar que la criatura dentro del vientre de su madre, es ya un ser viviente.

La semilla de vida está ahí, tangibleaunque el trocito de membranaacomodado en su morada materna,no tenga forma o se note con nitidezsu diminuto cuerpo.

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Podemos escuchar el grito de la vida, desde el seno cálido y nutriente de su madre...

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…Aun así se ignora elllanto que sale de la profundidad del lugar sagrado, creado porDios, especialmenteen la mujer; la escogidapara dar vida.

Dios llora lágrimas de sangre, al ver tantas criaturas por nacer, que mueren bajo el certero bisturí o el uso de intervencionesletales, despojados de la tibia protección del vientre de su progenitora.

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Tristemente, el aborto tiene dos víctimas: la criatura y la madre, ya que muchas mujeressufren el impacto físico y emocional, al padecer luego de depresiones y esterilidadpara toda la vida.

A la criatura le han arrancado la vida. Nole han dado la oportunidad de vivir, pues no han entendido que el ser que habita en el vientre de su madre, está vivo y es tambiénamada criatura del Señor.

Una voz dice: “Grita”, yyo pregunto: “¿Qué debogritar?” “¡Que todo hombre es como la hierba, tan firme como una flor del campo!” Isaías 40:6

www.brisauniversal.com Del libro ¡Mujer, levántate!Noris Capín