Corea del Norte
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EDICIÓNSEMANAL InternacionalInternacional
FinancieroDiario
PÁGINA 40Viernes 8 de agosto de 2003
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El vínculo con HyundaiLas evidencias de que el dictador Kim Jong Il no da puntada sin hilo no dejan de sorprender. El suicidiodel empresario surcoreano Chung Mong-Hun, hijo del fundador de Hyundai, es una muestra de ello.El lunes, Chung Mon-Hun de 55 años, se lanzó del duodécimo piso de la compañía, mientras esperaba laresolución de un juicio en su contra por el pago de US$ 500 millones al país comunista, a cambio de lapresencia del mandatario norcoreano en la cumbre que sostuvo el año 2000 con el entonces presidentede Corea del Sur, Kim Dae-Jung. El encuentro fue visto como una positiva señal de acercamiento deambos países, y le significó el Premio Nobel de la Paz al ex gobernante surcoreano.El presidente de Hyundai Asan siempre sostuvo que los US$ 400 millones enviados a Norcorea eran pararealizar negocios legítimos –tiene inversiones turísticas-, sin embargo, nunca pudo justificar los US$ 100millones restantes.“Si él hubiese sido japonés no me habría sorprendido tanto, es más propio de su idiosincrasia –diceEberstadt- por lo que tengo la impresión de que existirán más revelaciones acerca del escándalo”.Debido a la frustración de no haber cumplido los deseos de reunificación de su padre, fundador deHyundai y nacido en Corea del Norte, Chung Mong-Hun dejó en su escritorio una carta que decía: “Fui unhombre estúpido que finalmente cometió un acto estúpido. Por favor, perdónenme”.
TAN LEJOS Y TAN CERCAPoblación PIB per Gasto militar Generación Esperanza(millones) cápita (% del PIB) anual de de vida
(US$) electricidad (años)(miles de mill.
de kwh)Corea del Sur 48,3 19.400 2,8 273,2 73
Corea del Norte 22,2 1.000 31,3 33,4 61FUENTE: CIA World Factbook
LUIS ENRIQUE MARTIN
En la última película de James Bond, “Otrodía para morir”, el agente 007 es perseguido ytorturado por un desequilibrado villano nor-coreano. La anécdota quizás pase desapercibi-da para la audiencia occidental, pero no paralas autoridades del país comunista que emitie-ron un comunicado a través de la Agencia Cen-tral de Noticias de Corea del Norte (KCNA, porsus siglas en inglés), afirmando que muestralas “intenciones hostiles” de Estados Unidoscontra el país asiático.
La queja probablemente tenga más que vercon la excéntrica personalidad del “QueridoLíder” Kim Jong Il que con una auténtica pro-vocación. Pero lo cierto es que el presidenteGeorge W. Bush no ha contribuido mucho asuperar las históricas tensiones entre ambospaíses al incluir a Corea del Norte como partedel “Eje del Mal”, y menos aún cuando le con-fesó una vez al periodista Bob Wooward que“odiaba profundamente” al dictador norcorea-no porque “hace pasar hambre a su gente”.
Cuando en diciembre del año pasado Coreadel Norte expulsó a los inspectores de la Agen-cia Internacional de Energía Atómica (IAEA) yposteriormente anunció que se retiraba delTratado de No Proliferación Nuclear que fir-mó en 1994, despertó nuevamente la inquie-tud de la comunidad internacional. Sin embar-go, las imprevisibles decisiones que se tomanen Pyongyang, la capital norcoreana, ya nosorprenden a los analistas, puesto que parecenresponder a medidas desesperadas de una eco-nomía que ya no resiste más el aislamiento delresto del mundo.
“Corea del Norte es un estado fallido, a me-nos que hagan cambios sustanciales, no podránsobrevivir”, dice Don Oberdorfer, profesor derelaciones internacionales en la John Hopkins
University de Washington, y autor del libro “Lasdos Coreas” (1997). “Sin embargo –precisa- na-die pensó que el régimen seguiría hasta hoy,pero ahí está. Lo que pase con Corea del Nortees una verdadera incógnita”.
La guerra olvidadaEn junio de 1953 se firmó el armisticio que
puso fin a la guerra de Corea, conocida como“la guerra olvidada”, que causó cuatro millo-nes de muertos y que marcó los disímiles des-tinos del norte y el sur. Mientras la economíacentralizada de la nación estalinista ha sufri-do estragos desde la caída de la Unión Soviéti-ca, Corea del Sur se transformó en la cuartaeconomía asiática.
Medio siglo más tarde, Kim Jong Il –hijo del“Gran Líder” Kim Il Sung, que ordenó la inva-sión de Corea del Sur para extender el régimencomunista- sigue desafiando a Occidente. Enjunio de este año reconoció que buscaba cons-truir armas nucleares, en parte para reducir susfuerzas convencionales, y en parte para des-viar recursos para mejorar su devastada eco-nomía. Sin embargo, la semana pasada aceptó
negociaciones multilaterales (junto a China,Japón, Rusia y Corea del Sur) que se llevarán acabo en Beijing a fines de agosto o comienzosde septiembre, sobre su polémico programanuclear, después de haber insistido que sólohablaría con Estados Unidos. Incluso ColinPowell, secretario de estado estadounidense,estando en Chile el 9 de junio, afirmó: “Nopodemos dejar que Corea del Norte nos dictecon quién hablarán sobre este tema”.
El constante tira y afloja del dictador es laestrategia que lo ha mantenido en el poder. “Elpatrón del gobierno norcoreano ha sido conci-liatorio un día y al otro amenazante. Presumoque mientras aceptan conversaciones multila-terales, están apurando lo más que pueden suprograma de armas nucleares”, dice Nick Ebers-tadt, especialista en asuntos económicos delAmerican Enterprise Institute en Washington,y autor del libro “El fin de Corea del Norte” .
Pero la cercanía de sus vecinos –Seúl estáapenas a 40 kilómetros de la zona desmilitari-zada que separa a ambas naciones-, sumado alpar de ojivas nucleares que ya tendrían, sonamenazas que a Washington no le dejan mu-
cho espacio de negociación. Además, los misi-les de largo alcance que poseen inquietan aJapón, tal como lo demostraran en forma pro-vocativa en febrero de este año, en vísperas dela asunción del nuevo presidente de Corea delSur, Roh Moo Hyun, cuando lanzaron un mi-sil crucero al Mar de Japón. Por si fuera poco,días antes sobrevolaron el espacio aéreo sur-coreano en un avión Mig.
A diferencia de Irak, una guerra en la penín-sula coreana es prácticamente inviable.“ConCorea del Norte no hay muchas opciones, cual-quier acción militar sería devastadora para to-dos”, dice Oberdorfer. El impresionante ejérci-to de 1 millón 100 mil efectivos respalda al go-bierno de Kim Jong Il, quien ha pedido en nu-merosas ocasiones que se retiren del sur los 37mil marines estadounidenses equipados con lamás alta tecnología.
La arruinada economíaLos más de 22 millones de norcoreanos vi-
ven completamente aislados, Internet no exis-te y los medios de comunicación sólo transmi-ten la propaganda del régimen. La poblaciónvive en función de la adoración a la figuraomnipresente del “Gran Líder”, que a nueveaños de su muerte sigue siendo el mentor yguía del pueblo. Su heredero –considerado pormuchos como un aficionado al alcohol y lasmujeres- continúa destinando gran cantidad derecursos a la actividad militar y al desarrollode armamento, mientras un 34% de la pobla-ción vive en un deficiente estado de nutrición,de acuerdo al último informe de desarrollohumano de la ONU.
China, Japón y Corea del Sur son sus princi-pales socios comerciales. Eso, junto con la ven-ta de armas y otras actividades ilícitas, le hapermitido subsistir a Corea del Norte tras lacaída del régimen soviético. El miércoles un dia-rio japonés reveló que Pyongyang planea ex-portar misiles a Irán, otro de los países inclui-dos en el “Eje del Mal”, y que podrían desarro-llar ojivas nucleares en conjunto.
Pero la tardía inquietud de Estados Unidos,quizás confiado en que el bloqueo y el aisla-miento harían que el régimen cayera por supropio peso, hizo que adoptara una política deignorar al país comunista. “Estados Unidos es-tuvo muy relajado por mucho tiempo y quizásahora esté pagando eso”, dice Oberdorfer. “Lafalta de interés por Asia en general y por Nor-corea en particular, combinado con el desco-nocimiento, provoca nada menos que se pon-ga en riesgo a todo el mundo”, agrega.
Para Eberstadt,“Estados Unidos no ha teni-do una política hacia Norcorea, sólo tienen sen-timientos desagradables hacia Kim Jong Il y sugobierno, pero esas actitudes no están conec-tadas con una política consistente”.
Pero la hostilidad estadounidense parecieratener sin cuidado a Kim Jong Il. Mientras elmundo le muestra su resentimiento, él man-tiene la vanidad y excentricidad de todo reto-ño de dictador, como los lujosos banquetes yfiestas que brinda cada cierto tiempo, o loszapatos especiales que utiliza por su complejode estatura. También es conocida su afición alas películas de acción de Hollywood, dondefiguran entre sus favoritas, las de James Bond.
EL PAÍS COMUNISTA DESAFÍA A EE.UU. CON SU PROGRAMA NUCLEAR
Corea del Norte: el hermetismo dela principal amenaza de Occidente
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40.p65 07/08/2003, 16:4740