Contras El Mundo

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EL MUNDO, MARTES 16 DE OCTUBRE DE 2007 M2 32 BEATRIZ PULIDO ste cirujano sevillano, presidente de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) no conserva los estigmas de su acento andaluz. Admite que trata de indagar en la personalidad de los pa- cientes antes de meterles el bisturí. Pregunta.— ¿Por qué la gente que se opera mucho se parece cada vez más? Respuesta.— Porque muchas veces lo que conservan son los estigmas de la cirugía. P.— De hecho, el estiramiento excesivo de la piel provoca el efecto momia. R.— Es el efecto acartonado. La cara tiene que ser natural y uno tiene que ser lo suficien- temente artista para dejar la cara rejuveneci- da, que no sin arrugas. No es lo mismo. P.— Definitivamente, la cara ya no es el es- pejo del alma. R.— La expresión de los ojos, ése es el es- pejo. P.— ¿Cuáles son las operaciones reinas? R.— En Occidente, las mamas y las liposuc- ciones. P.— Dice lo de Occidente porque en Irán, por ejemplo, es la nariz. R.— Claro, porque es lo único que se ve. P.— ¿Usted es capaz de reconocer un traba- jo suyo y en una playa soltar eso de ‘¡Ese pecho es mío!’ R.— No, si acaso miraría a la cara de la pa- ciente para poder reconocerla. P.— Dicen que en el implante de mamas el tacto no engaña. R.— Sí que engaña porque está detrás de la glándula mamaria e incluso, a veces, después del músculo pectoral. Y si encima tiene un po- co de grasita... P.— La proliferación del metrosexual, ¿ani- ma un poco las consultas de estética? R.— Bueno, ya no están de moda, ahora aparecen más los hombres corrientes. P.— ¿Cuál es el caso más raro que se ha en- contrado de alguien que se quisiera operar? R.— Un chico vino una vez para que le saca- ra los ojos porque decía que se parecía a Mi- guel Bosé... P.— ¿Perdón? R.— El caso es que no se parecía en nada y cuando yo le dije que no se podía operar se fue a la entrada y comenzó a cantar sus canciones. P.— ¿Le derivaría a sus compañeros de esté- tica... cerebral? R.— Más bien. P.— Eso de rejuvenecer a toda costa me suena a un nuevo mito. En el siglo XXI: Peter pan ha crecido pero no quiere envejecer. R.— Muchos pacientes rechazan esa sensa- ción incluso más que la propia muerte. Ese mi- to existe en casi todos los pacientes de cirugía estética. P.— ¿A qué edad llegan los pacientes? R.— Empiezan con cosas pequeñas en la ca- ra, cuando están terminando la treintena. P.— El hecho de que España esté a la cabe- za de los países de Europa que más operacio- nes realiza y el tercero del mundo ¿es para enorgullecerse o para avergonzarse? R.— Hay que mirarlo desde el punto de vista positivo: significa un alto nivel de vida, un am- biente cálido y si a eso unimos el carácter ex- travertido que tenemos los españoles... Es un afán de sentirse siempre mejor. P.— Dicen que el Yoga facial puede quitar- les el trabajo a ustedes. R.— Hay que estar predispuesto para hacer yoga y nuestras intervenciones duran muy po- co y los resultados son prácticamente inmedia- tos. Buster Keaton me parece que lo practica- ba mucho. P.— Bueno, si se refiere a que no movía ni un músculo... ¿Sabe si envejeció bien? R.— No lo sé, las fotos que hay eran en blan- co y negro e imagino que estaban muy retoca- das. Además se pintaba. P.— Y ¿los cirujanos practican eso de ‘en ca- sa del herrero cuchillo de palo’? R.— Conozco a la mayoría de cirujanos plásticos en España y no hay muchos opera- dos, y el que lo está lo dice sin problemas. P.— ¿Sin problemas? ¿Y usted? R.— Yo no. P.— No tiene pinta. R.— Quieres decir que lo necesito, ¿verdad? P.— No quería decir eso... R.— Habría un par de cosillas de las que me operaría pero no tengo tiempo porque sería en la cara, porque tetas no me voy a poner... P.— Una nunca sabe... En fin. Pechos que estallan en aviones, narices de platino... ¿To- dos esos bulos de dónde salen? R.— Lo de los pechos, de Ana Obregón y las narices, del siglo XVII. P.— Los viajes ahora incluyen la semana en la playa y la operación. R.— Es un error, luego llegan y tienen las complicaciones de la cirugía que se hicieron a 7.000 kilómetros. ¿Dónde reclaman? Yo lo sé: a los cirujanos españoles que tienen que arreglar los desaguisados que les hicieron fuera. P.— Pero también vienen extranjeros a Es- paña para hacer lo mismo. R.— Mal hecho. Al menos en España go- zamos de buenos cirujanos plásticos y aquí no ofertamos un safari o una subida al Ma- chu Pichu. ANTONIO PORCUNA / CIRUJANO ‘Me operaría de un par de cosillas’ E CON MUCHA CARA / «Un chico quiso que le sacara los ojos porque se parecía a Miguel Bosé» / «La gente teme más envejecer que la propia muerte» / «La mayoría de cirujanos plásticos no están operados» / «Nosotros buscamos rejuvenecer y no quitar las arrugas del paciente» / «Los pacientes empiezan con cosas pequeñas en la cara, cuando están terminando la treintena»» Antonio, cirujano plástico, reconoce que él no se ha operado de nada . / JOSÉ AYMÁ Origen. Sevilla. Currículo. Tres décadas ejerciendo la cirugía plástica. Desde febrero es presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Su formación como especialista la inicia en Madrid, ampliando estudios en diversos centros extranjeros (EEUU, Reino Unido e Italia). Es miembro de diferentes sociedades médicas nacionales e internacionales y realiza su actividad profesional tanto en el ámbito público (jefe de Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Militar de la Defensa) como en consulta privada. Aficiones. «La hípica». Debilidades. «El trabajo bien hecho». Virtudes. «Ninguna». Defectos. «La impaciencia». RETRATO «Los cirujanos españoles luego tienen que arreglar los desaguisados que le hacen a la gente que se opera fuera» Copia para redaccion ([email protected])

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Algunas contraportadas de la sección M2, del diario El Mundo

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E L M U N D O, M A R T E S 1 6 D E O C T U B R E D E 2 0 0 7

M232

BEATRIZ PULIDO

ste cirujano sevillano, presidente de laSECPRE (Sociedad Española de Cirugía

Plástica, Reparadora y Estética) no conservalos estigmas de su acento andaluz. Admite quetrata de indagar en la personalidad de los pa-cientes antes de meterles el bisturí.

Pregunta.— ¿Por qué la gente que se operamucho se parece cada vez más?

Respuesta.— Porque muchas veces lo queconservan son los estigmas de la cirugía.

P.— De hecho, el estiramiento excesivo dela piel provoca el efecto momia.

R.— Es el efecto acartonado. La cara tieneque ser natural y uno tiene que ser lo suficien-temente artista para dejar la cara rejuveneci-da, que no sin arrugas. No es lo mismo.

P.— Definitivamente, la cara ya no es el es-pejo del alma.

R.— La expresión de los ojos, ése es el es-pejo.

P.— ¿Cuáles son las operaciones reinas?R.— En Occidente, las mamas y las liposuc-

ciones.P.— Dice lo de Occidente porque en Irán,

por ejemplo, es la nariz.R.— Claro, porque es lo único que se ve.P.— ¿Usted es capaz de reconocer un traba-

jo suyo y en una playa soltar eso de ‘¡Ese pechoes mío!’

R.— No, si acaso miraría a la cara de la pa-ciente para poder reconocerla.

P.— Dicen que en el implante de mamas eltacto no engaña.

R.— Sí que engaña porque está detrás de laglándula mamaria e incluso, a veces, despuésdel músculo pectoral. Y si encima tiene un po-co de grasita...

P.— La proliferación del metrosexual, ¿ani-ma un poco las consultas de estética?

R.— Bueno, ya no están de moda, ahoraaparecen más los hombres corrientes.

P.— ¿Cuál es el caso más raro que se ha en-contrado de alguien que se quisiera operar?

R.— Un chico vino una vez para que le saca-ra los ojos porque decía que se parecía a Mi-guel Bosé...

P.— ¿Perdón?R.— El caso es que no se parecía en nada y

cuando yo le dije que no se podía operar se fuea la entrada y comenzó a cantar sus canciones.

P.— ¿Le derivaría a sus compañeros de esté-tica... cerebral?

R.— Más bien.P.— Eso de rejuvenecer a toda costa me

suena a un nuevo mito. En el siglo XXI: Peterpan ha crecido pero no quiere envejecer.

R.— Muchos pacientes rechazan esa sensa-ción incluso más que la propia muerte. Ese mi-to existe en casi todos los pacientes de cirugíaestética.

P.— ¿A qué edad llegan los pacientes?R.— Empiezan con cosas pequeñas en la ca-

ra, cuando están terminando la treintena.P.— El hecho de que España esté a la cabe-

za de los países de Europa que más operacio-nes realiza y el tercero del mundo ¿es paraenorgullecerse o para avergonzarse?

R.— Hay que mirarlo desde el punto de vistapositivo: significa un alto nivel de vida, un am-biente cálido y si a eso unimos el carácter ex-travertido que tenemos los españoles... Es unafán de sentirse siempre mejor.

P.— Dicen que el Yoga facial puede quitar-les el trabajo a ustedes.

R.— Hay que estar predispuesto para haceryoga y nuestras intervenciones duran muy po-co y los resultados son prácticamente inmedia-tos. Buster Keaton me parece que lo practica-ba mucho.

P.— Bueno, si se refiere a que no movía niun músculo... ¿Sabe si envejeció bien?

R.— No lo sé, las fotos que hay eran en blan-co y negro e imagino que estaban muy retoca-das. Además se pintaba.

P.— Y ¿los cirujanos practican eso de ‘en ca-sa del herrero cuchillo de palo’?

R.— Conozco a la mayoría de cirujanosplásticos en España y no hay muchos opera-dos, y el que lo está lo dice sin problemas.

P.— ¿Sin problemas? ¿Y usted?R.— Yo no.P.— No tiene pinta.R.— Quieres decir que lo necesito, ¿verdad?P.— No quería decir eso...R.— Habría un par de cosillas de las que me

operaría pero no tengo tiempo porque sería enla cara, porque tetas no me voy a poner...

P.— Una nunca sabe... En fin. Pechos queestallan en aviones, narices de platino... ¿To-dos esos bulos de dónde salen?

R.— Lo de los pechos, de Ana Obregón y lasnarices, del siglo XVII.

P.— Los viajes ahora incluyen la semana enla playa y la operación.

R.— Es un error, luego llegan y tienen lascomplicaciones de la cirugía que se hicierona 7.000 kilómetros. ¿Dónde reclaman? Yo losé: a los cirujanos españoles que tienen quearreglar los desaguisados que les hicieronfuera.

P.— Pero también vienen extranjeros a Es-paña para hacer lo mismo.

R.— Mal hecho. Al menos en España go-zamos de buenos cirujanos plásticos y aquíno ofertamos un safari o una subida al Ma-chu Pichu.

ANTONIO PORCUNA / CIRUJANO

‘Me operaría de un par de cosillas’

E

CON MUCHA CARA / «Un chico quiso que le sacara los ojos porque se parecía a Miguel Bosé»/ «La gente teme más envejecer que la propia muerte» / «La mayoría de cirujanos plásticos noestán operados» / «Nosotros buscamos rejuvenecer y no quitar las arrugas del paciente» / «Lospacientes empiezan con cosas pequeñas en la cara, cuando están terminando la treintena»»

Antonio, cirujano plástico, reconoce que él no se ha operado de nada . / JOSÉ AYMÁ

Origen. Sevilla.Currículo. Tres décadas ejerciendo lacirugía plástica. Desde febrero es presidentede la Sociedad Española de Cirugía Plástica,Reparadora y Estética (SECPRE). Suformación como especialista la inicia enMadrid, ampliando estudios en diversoscentros extranjeros (EEUU, Reino Unido eItalia). Es miembro de diferentes sociedades

médicas nacionales e internacionales yrealiza su actividad profesional tanto en elámbito público (jefe de Servicio de CirugíaPlástica del Hospital Militar de la Defensa)como en consulta privada.Aficiones. «La hípica».Debilidades. «El trabajo bien hecho».Virtudes. «Ninguna».Defectos. «La impaciencia».

RETRATO

«Los cirujanos españolesluego tienen que arreglar losdesaguisados que le hacena la gente que se opera fuera»

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