Contras El Mundo

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EL MUNDO. LUNES 3 DE ENERO DE 2011 M2 20 BEATRIZ PULIDO Alberga en el corazón esa paz, esa sencillez que posee el sabio. Majid enseña música, dan- za sufí y misticismo en la Casa Persa, que fun- dó en Madrid hace siete años. Llegó huyendo del radicalismo islámico de su Irán natal. Dice que la vida es bella, «es tan bella que vale la pe- na morir por esa belleza». Pregunta.— Usted es maestro. Respuesta.— Me llaman así, pero nunca he dejado de ser alumno. Llevo muchos años en- señando música y sufismo. P.— Leí una vez que la misión del místico es recordar al alma su belleza y divinidad. R.— Lo más grande y bello de esta vida es el hombre y lo más feo es el hombre. El misticis- mo persa desea encontrar esa verdad que está dentro del hombre. Lo llaman el secreto. Rumi dice: «Si llegas a ti mismo alcanzarás a Dios». P.— ¿Cuál es el secreto que ha encontrado usted? R.— Conocimiento, nada más. P.— Y de forma práctica, ¿por dónde hay que empezar? R.— Por ser consciente de tus actos, de tus palabras, de tus movimientos. P.— ¿Y qué ocurre después? R.— Que algo se abre y llegas al Amor. Hay que tener corazón para todos, vengan de don- de vengan. P.— ¿Cómo deviene uno maestro? R.— Un maestro es un guía. Es uno que es- tá en el camino, que conoce el camino. El maestro te conoce y te señala el camino, que tú debes andar. Éste es largo o corto depende de la madurez de la persona. P.— ¿Qué hay al final del camino? R.— Dios o la Verdad. P.— ¿Es indispensable tener un maestro? R.— Sin él no puedes caminar, te puedes perder o volver loco. P.— ¿Cómo se relaciona la música con Dios? R.— Es el mejor elemento para conectar con el más allá. Las palabras son un invento del hombre. Pero la música, ¿de dónde viene? P.— Se refiere a la música improvisada. R.— Sí. Mis conciertos los titulo siempre Música mística y, cuando me preguntan, yo di- go: «No existe la música mística», lo que es místico es la persona y da igual que lo que uno toque sea flamenco, rock, heavy o rap. P.— ¿Qué le ocurre durante un concierto? R.— Me sorprendo a mí mismo. No sé si es- toy en do o en sol y el público siento que está en el mismo punto. No lo saben, pero están bo- rrachos, embriagados, y así seguirán durante tres o cuatro horas. P.— ¿Usted huyó de Irán en los 80? R.— Nos engañaron con la revolución. La cosa se puso dura para los músicos y los dervi- ches. En Europa he aprendido del otro lo que necesitaba y he ofrecido lo que yo conocía. Al final, acabé en Madrid. P.— ¿Le gusta vivir aquí? R.— Es muy parecido a Teherán. La gente tiene esta energía de vivir, es muy abierta. Nunca pienso en la religión de la gente, si son puros de corazón, para mí son dioses. P.— ¿Es un derviche? R.— Sí, desde niño participaba en las cere- monias. El giro es un tipo de baile, más que baile, es Samá (escuchar con el oído del cora- zón las vibraciones del amor). Esto existe en todo el mundo, no sólo en el sufismo, en el cha- manismo, en el budismo, incluso en la discote- ca puede ocurrir. A veces te pasas 30 años en un templo sufí y jamás has experimentado esa vibración que te mueve y estás en una discote- ca y eso te llama. Ese es el misterio, el secreto. P.— ¿Qué ocurre durante el baile? R.— La idea es llegar al punto cero, al vacío. Soltarlo todo. Es ese es el trabajo del místico, vaciarse. El hombre tiene dos problemas que generan un tercero: tristeza del pasado y mie- do del futuro. Eso provoca que te olvides del presente. Para estar en el presente tienes que estar vacío, abierto a lo que venga. P.— ¿Y nunca se marea? R.— (Se ríe) Ese el primer miedo del alum- no. Pero ni te mareas, ni quieres parar. Son los pensamientos los que te marean. Rumi giraba día y noche. A veces no comía, ni dormía, los otros creían que había enloquecido. P.— ¿Y cuándo gira usted? R.— Por la mañana, cuando me levanto de la cama o por la noche. Ahora, al no tener un templo, lo hago durante las clases. P.— ¿Los españoles qué tal lo hacemos? R.— Muy bien. La mayoría que viene a las clases son bailarines. Ellos lo pillan rápido por- que conocen su cuerpo. No es complicado es- te baile, aunque sí filosóficamente hablando. P.— ¿Y si una no es bailarina? R.— (Se ríe) Yo te digo: «Piensa que no tie- nes huesos, que todo es carne, que estás suel- ta, porque si estás tensa te mareas seguro». P.— ¿Danzando ha visto el rostro de Dios? R.— Muchas veces. Llegas al amor, al amor y sientes que eres una parte de él. P.— ¿Cuál es el peor enemigo del hombre? R.— Él mismo. MAJID JAVADI / MAESTRO SUFÍ «Danzando he visto el rostro de Dios» CON MUCHA CARA / «Lo más grande y bello de esta vida es el hombre y lo más feo es el hombre » / «Hay que tener corazón para todos, vengan de donde vengan» / «Nunca pienso en la religión de la gente, si son puros de corazón, para mí son dioses» / «Durante el baile la idea es llegar al punto cero, al vacío, soltarlo todo» / «El peor enemigo del hombre es él mismo» Origen. Hamadán (Irán), en 1962. Currículo. Comenzó desde niño a aprender instrumentos como el tambour y daf y con 16 años radif (repertorio clásico persa) con los grandes maestros de la región. A mediados de los 80 emigra a Europa, huyendo de la revolución iraní y realiza proyectos y conciertos en Dinamarca, Suecia, Alemania, Reino Unido y Francia. Hace siete años que llegó a Madrid donde fundó la Casa Persa (www.casapersa.com). En ella imparte clases, cursos y conciertos. Aficiones. «La música, el misticismo». Debilidades. «Trabajo para no tener debilidades». Virtudes. «La lucha por la libertad». Defectos. «Soy fumador». RETRATO «El hombre tiene dos problemas que generan un tercero: tristeza del pasado y miedo del futuro, que hace que olvides el presente» Majid Javadi, maestro de música y danza sufí. / DIEGO SINOVA

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Algunas contraportadas de la sección M2, del diario El Mundo

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EL MUNDO. LUNES 3 DE ENERO DE 2011

M220

BEATRIZ PULIDOAlberga en el corazón esa paz, esa sencillezque posee el sabio. Majid enseña música, dan-za sufí y misticismo en la Casa Persa, que fun-dó en Madrid hace siete años. Llegó huyendodel radicalismo islámico de su Irán natal. Diceque la vida es bella, «es tan bella que vale la pe-na morir por esa belleza».

Pregunta.— Usted es maestro.Respuesta.— Me llaman así, pero nunca he

dejado de ser alumno. Llevo muchos años en-señando música y sufismo.

P.— Leí una vez que la misión del místico esrecordar al alma su belleza y divinidad.

R.— Lo más grande y bello de esta vida es elhombre y lo más feo es el hombre. El misticis-mo persa desea encontrar esa verdad que estádentro del hombre. Lo llaman el secreto. Rumidice: «Si llegas a ti mismo alcanzarás a Dios».

P.— ¿Cuál es el secreto que ha encontradousted?

R.— Conocimiento, nada más.P.— Y de forma práctica, ¿por dónde hay

que empezar?R.— Por ser consciente de tus actos, de tus

palabras, de tus movimientos.P.— ¿Y qué ocurre después?R.— Que algo se abre y llegas al Amor. Hay

que tener corazón para todos, vengan de don-de vengan.

P.— ¿Cómo deviene uno maestro?R.— Un maestro es un guía. Es uno que es-

tá en el camino, que conoce el camino. Elmaestro te conoce y te señala el camino, que túdebes andar. Éste es largo o corto depende dela madurez de la persona.

P.— ¿Qué hay al final del camino?R.— Dios o la Verdad.P.— ¿Es indispensable tener un maestro?R.— Sin él no puedes caminar, te puedes

perder o volver loco.P.— ¿Cómo se relaciona la música con Dios?R.— Es el mejor elemento para conectar con

el más allá. Las palabras son un invento delhombre. Pero la música, ¿de dónde viene?

P.— Se refiere a la música improvisada.R.— Sí. Mis conciertos los titulo siempre

Música mística y, cuando me preguntan, yo di-go: «No existe la música mística», lo que esmístico es la persona y da igual que lo que unotoque sea flamenco, rock, heavy o rap.

P.— ¿Qué le ocurre durante un concierto?

R.— Me sorprendo a mí mismo. No sé si es-toy en do o en sol y el público siento que estáen el mismo punto. No lo saben, pero están bo-rrachos, embriagados, y así seguirán durantetres o cuatro horas.

P.— ¿Usted huyó de Irán en los 80?R.— Nos engañaron con la revolución. La

cosa se puso dura para los músicos y los dervi-ches. En Europa he aprendido del otro lo quenecesitaba y he ofrecido lo que yo conocía. Alfinal, acabé en Madrid.

P.— ¿Le gusta vivir aquí?R.— Es muy parecido a Teherán. La gente

tiene esta energía de vivir, es muy abierta.Nunca pienso en la religión de la gente, si sonpuros de corazón, para mí son dioses.

P.— ¿Es un derviche?R.— Sí, desde niño participaba en las cere-

monias. El giro es un tipo de baile, más quebaile, es Samá (escuchar con el oído del cora-zón las vibraciones del amor). Esto existe entodo el mundo, no sólo en el sufismo, en el cha-manismo, en el budismo, incluso en la discote-ca puede ocurrir. A veces te pasas 30 años enun templo sufí y jamás has experimentado esavibración que te mueve y estás en una discote-ca y eso te llama. Ese es el misterio, el secreto.

P.— ¿Qué ocurre durante el baile?R.— La idea es llegar al punto cero, al vacío.

Soltarlo todo. Es ese es el trabajo del místico,vaciarse. El hombre tiene dos problemas quegeneran un tercero: tristeza del pasado y mie-do del futuro. Eso provoca que te olvides del

presente. Para estar en el presente tienes queestar vacío, abierto a lo que venga.

P.— ¿Y nunca se marea?R.— (Se ríe) Ese el primer miedo del alum-

no. Pero ni te mareas, ni quieres parar. Son lospensamientos los que te marean. Rumi girabadía y noche. A veces no comía, ni dormía, losotros creían que había enloquecido.

P.— ¿Y cuándo gira usted?R.— Por la mañana, cuando me levanto de

la cama o por la noche. Ahora, al no tener untemplo, lo hago durante las clases.

P.— ¿Los españoles qué tal lo hacemos?R.— Muy bien. La mayoría que viene a las

clases son bailarines. Ellos lo pillan rápido por-que conocen su cuerpo. No es complicado es-te baile, aunque sí filosóficamente hablando.

P.— ¿Y si una no es bailarina?R.— (Se ríe) Yo te digo: «Piensa que no tie-

nes huesos, que todo es carne, que estás suel-ta, porque si estás tensa te mareas seguro».

P.— ¿Danzando ha visto el rostro de Dios?R.— Muchas veces. Llegas al amor, al amor

y sientes que eres una parte de él.P.— ¿Cuál es el peor enemigo del hombre?R.— Él mismo.

MAJID JAVADI / MAESTRO SUFÍ

«Danzando he visto el rostro de Dios»

CON MUCHA CARA / «Lo más grande y bello de esta vida es el hombre y lo más feo es elhombre » / «Hay que tener corazón para todos, vengan de donde vengan» / «Nunca pienso enla religión de la gente, si son puros de corazón, para mí son dioses» / «Durante el baile la ideaes llegar al punto cero, al vacío, soltarlo todo» / «El peor enemigo del hombre es él mismo»

Origen. Hamadán (Irán), en 1962.Currículo. Comenzó desde niño aaprender instrumentos como el tambour ydaf y con 16 años radif (repertorio clásicopersa) con los grandes maestros de laregión. A mediados de los 80 emigra aEuropa, huyendo de la revolución iraní yrealiza proyectos y conciertos enDinamarca, Suecia, Alemania, Reino

Unido y Francia. Hace siete años que llegóa Madrid donde fundó la Casa Persa(www.casapersa.com). En ella imparteclases, cursos y conciertos.Aficiones. «La música, el misticismo».Debilidades. «Trabajo para no tenerdebilidades».Virtudes. «La lucha por la libertad».Defectos. «Soy fumador».

RETRATO

«El hombre tiene dos problemasque generan un tercero: tristezadel pasado y miedo del futuro,que hace que olvides el presente»

Majid Javadi, maestro de música y danza sufí. / DIEGO SINOVA