Contra mi propia costumbre N°1

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CONTRA MI PROPIA COSTUMBRE Poesía y cuentos. Primavera, año 2014, Número 1. Valor Monetario, 0 pesos Valor Literario, el que le atribuya el lector.

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Primer número de esta revista de poesía y cuentos.

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Page 1: Contra mi propia costumbre N°1

CONTRA MI PROPIA

COSTUMBREPoesía y cuentos.

Primavera, año 2014, Número 1.

Valor Monetario, 0 pesosValor Literario, el que le atribuya el lector.

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indice

Cuerpo de PichonesDirección y EditorialNicolás Farías y Joaquín Pinto

Editores Paulina Paz Arcos y Javier Baeza

Coordinación Felipe Zapata y Valentín Valdés

Diseño e IlustracionesAlejandrosa

[email protected]

1 al lector y reverencias / 2 El 1% de los incendios son por causas naturales / 3 Soledad Hic Et Nunc / 4 A todos los Dioses / 5 bukowski nunca lo hizo / 6 caleidoscopio / 7 Sui Géneris / 8 La guitarra de los vientos / 9 ¿Nacen los po-etas? / 10 un poema imperfecto / 11 sueño (des)habitado / 12 Esquizofrenia de la Conversión / 13 Yo nunca fui un buen chileno/ 14 (puente)/ 15 Sueño / 16 Distancia / 17 precio de infidelidad / 18 Como no son las cosas / 19 Campos de concen-tración/ 20 Recuerdo / 21 Euforia del Sol / 22 dulce veneno / 23 Héroe / 24 cuando las calles eran sepia / 25Manifiesto

Cronopios.

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AL LECTORResulta desafiante disponer de alguien que escriba una editorial, principalmente cuando se busca generar una presentación orde-nada o elocuente, cerrando así la conciencia a ciertos marcos que la privan de libertad. Bien es sabido, que por esto se ignoran las editoriales ¿Cuál vendría a ser el sentido de leer letras pen-sadas y repensadas?

El cuerpo editorial de la revista se dispone de manera tozuda a seguir viajando ante ésta máxima sabida por conocimientos de antaño. Propone considerar esta presente edición como un artículo más del cuerpo de la revista.Contra Mi Propia Costumbre

En este primer número, no hubo un enfoque temático, solo se dispuso de la gracia arbitraria de nuestros caritativos escritores. La idea es mostrar que se pueden romper las barreras concep-tuales, ¿a qué se le puede llamar poesía? O ¿qué puede ser un cuento? Son más que un simple conjunto de palabras elegidas bajo plena libertad, buscando más que retratar y liberar lo más íntimo del escritor.

Como dijo nuestro poeta invertido Don Mauricio Barrientos “En tiempos difíciles, la simpleza también”.

El Escritor

Reverencias a ...Nuestra querida Alejandrosa por jugar al filo entre la ilustración y diseño masivo de la revista. A Aaron Gatica, Gabriela Álvarez y Rafael Pizarro.Y a quienes aportaron y apoyaron en su creación.

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El 1% de los incendios son por causas naturalesSe movía como una sombra, atravesando los cerros que rodea-ban la ciudad, escondiéndose veloz entre los arbustos.Para él no había sensación más placentera; las chispas, el ardor de las llamas y el humo gris. ¡Ah! Y no olvidar el olor a bencina de 95 octanos, eso era lo mejor.-Ahora me las pagarán humanos- Se decía el conejito, mientras prendía el fuego del pastizal.

El Ciscador

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Soledad Hic Et NuncSolaz del eremita, que no gusta del olvido

descanso de oleajes, ojo del huracánlar de mis lares, espacio y peso de mi habitación

pesada carga, más cuando te mueves. Hormigón en mis espaldas, una obra brutalista.

Brutalista y brutal como un juego, una ruleta rusa.Yo te sopeso, tú me aplastas

te aquilato, dialogamos.Los no sé si te soporte, los necesito ayuda

y dos camiones excedidos por sus propios pesos.Los tal vez te sostenga,

y el maromero no juega al geomensor.Los podremos sobrellevarnos,

y no hemos conocido otra cosa que el shot noise,el osario de los filósofos.

Habitación libidinal, isla de calorboscosa, carrasca, confusa,

¡quiero ver luz!, quememos el bosque,¡quememos la ciudad!, ¡muévete soledad,

no quiero inmanencia!, tenesmo decimonónico.

Diego Sandoval Flores

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A todos los Dioses

Creamos al UniversoConfinado en un cofreY desechamos la llave

Con esa obvia ignorancia Propia de la omnipotenciaNunca preocupándonos

Con breve y chispeante curiosidadSi era posible cuestionar

En que ínfimo rincón-invisible a nuestros

Ojos sobre el cosmos-Llegaría a reaparecer.

F. Fernández

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bukowski nunca lo hizo

Se dice que se vio a un viejo borracho, guatón, sucio y con mar-cas de acné en el rostro. Curiosamente no le colgaba bajo el brazo su cerveza preferida, más bien acarreaba un deteriorado libro de la saga de Arturo Bandini, el más sucio y decadente por

excelencia. Se le divisó aislado con un tardo y cansino caminar. Por cada paso al deambular reflexionaba sobre la cerveza ideal y el núme-ro de riñas a disputar aquella noche. Tras horas de deshidratada caminata, se percató que estaba a los arrabales del pueblo, y no le quedó otra que pasar al primer boliche a su sazón. Entre cerveza y cerveza asimiló que ya no era el mismo, que la cer-veza no sabía igual y que una extraña fuerza quería apoderarse de él. Corrió agitado al baño, se miró al espejo y afirmó lo antes pensado, él nunca lo había hecho, todo era obra de Henry Hank

Chinaski.

Joaquín.

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CaleidoscopioSe ha evaporado la agradable brisa que golpeó mi rostro durante este último tiempo, siento que mi cuerpo se retuerce al extrañar la

inefable sensación que ella me provocaba.

Taciturno y confundido he recorrido las calles una y otra vez in-tentando analizar qué fue lo que pasó…

Aún no puedo controlar el desgarro de mi alma que pierde una fibra con cada minuto lejos de ella, me desintegro por la vereda y sigo como hipnotizado por la luz de los faroles el continuo caminar sin

rumbo.

El recuerdo de su risa cabalga sobre mi nuca al compás de las melodías que inundaron nuestros siempre fraternos encuentros, caí

en la inevitable conclusión de que no tengo escapatoria, donde vaya la encontraré, donde mire, veré esa sonrisa de colores.

Cuantas veces me sumergí en aquellos labios y desenredé aquellos trigales que me brindaba en las tardes, aniquilando mi voluntad de

girar mi cabeza y separarme de sus ojos.

Supliqué que no se alejara, que no desencadenara el inicio de mis vicisitudes, pero no pudo oír mi voz, se había creado ya un universo

entre nosotros, caí en una extraña paz luego de haber perdido mi último rastro de dignidad, de la cual tanto me vanagloriaba.

El eterno giro de amapolas derramadas de su mano parece atizar mi dolor y enajenar mí cordura, respira en cada halo de mi aliento, y mira a través de mis ojos, mi cuerpo se transformó en una extensión

de ella.

Donde quiera que este y a donde sea que vaya se irá con una parte de mí, esa parte que aún no sé cómo poder llenar dentro de mi alma

atormentada. 

Rodrigo Gost

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Sui Géneris. Jugamos a lo que queremos y nos dejamos en penumbras,

Y así seguimos, eterna reciprocidad. El lenguaje nos traiciona y la acción se desata en el vacío; Eres la luz que ilumina el cuarto y la mano que apresura la

oscuridad. Los orgasmos subsanan las contradicciones, y tu persona es

recibida en mí, en solemne disposición.

Somos carga y ayuda, somos ladrillo y pluma; El uno para el otro y con nosotros mismos

Decisión, inmanente ambigüedad que asola el contrato. Fácil distracción de la gracia.

Pero no nos detenemos, porque el sentimiento que ha nacido de esta situación es más grande que la misma.

Nos seduce hacia él, y la dulce sinfonía nos lleva engatusa-dos.

Dos pesos que se atraen de manera terrible. Nos gusta. Y entre pasión, juego, ruido, pasamos el tiempo y recibimos el

perpetuo éxtasis en la figura del otro. No buscamos moldearnos, nos sabemos en nuestra esencia.

Así nos amamos. Nos deseamos. Somos filosófica bestialidad, y en esa mezcla nace el sen-

timiento sublime que nos llena, que nos hunde y eleva y nos reanima. Nos potenciamos.

Y el viaje nos excita, nos divertimos en lugares imprudentes, nos besamos las figuras.

En presencia del otro, consustancial sexualidad. Inherente entropía que nos encanta ordenar.

Daniela V.

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La guitarra de los vientos

Las gaviotas surcaban el cielo del perturbado día. “Valparaíso” dijo el anciano al escucharlas, “estoy en Valparaíso”, confirmó. Apenas logró levantarse de la vieja y descuidada cama. Miró con extrañeza su alrededor. Algo le inquietó, la habitación de madera grisácea en que estaba era desconocida para él. Todo era ajeno: los muebles, las ventanas, las paredes, todo… salvo su guitarra. La guitarra de los vientos. Aquella guitarra que lo acompañó desde su juventud. Cómo olvidar aquellos dibujos en la guitarra, esos delicados dibujos hechos por Claudia, cómo la extrañaba… El viejo aun estaba confuso, recordó cosas vagas. Cuando él se sumergía, un barco que se alejaba, él estaba muriendo en las profundidades del mar… Salió confuso. En su exterior había una playa y una mujer que lo esperaba. La anciana le sonríe al verlo. - Esa guitarra, me recuerda a la que pinté hace décadas.

Rodrigo Astorga

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¿Nacen los poetas?Ya no sé si los poetas nacen

o se hacen,cuando yo me hice poeta, nací

llorando, desesperado.Pero ahí estaba, abrazando la vida nueva

buscando los brazos de mi madrebuscando a mi padre

hasta dejar de llorar (hasta dejarlo todo)Con el tiempo di mis primeros

pasosy caí (y caí)

hasta aprender a levantarme porque no quería seguir cayendo:

callando.Cuando yo me hice poeta, nací

con fuego, quemadoherido hasta desfallecer

como una presa débil: moribundo.Aunque hay cosas que es mejor no decir.

Cuando aprendí a hablar también aprendí a callar.Jamás a olvidar.

Esteban Poblete Araya

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UN POEMA IMPERFECTOOs entrego la historia de un poema imperfecto

un trozo de mi vidauna historia que llegó a mí como a las hojas el viento...

un poema imperfecto, una ecuación sin ser resueltaunos ojos que me encadenaron al amor con aroma nuevoun poema imperfecto, una historia de cimientos sencillos

si hubieras nacido volantín, en el viento habría nacidoy si de hojas se construyera tu boca, mi amor en rocío te habría

entregadoDe caminos limpios pero torcidos, se ha fraguado el poema

imperfectomas tus ojos fueron para mí, la lanza que embriagó de amor mi

regazoLa cerradura erigida para abrir mi destino.

Un poema imperfecto, hecho de casualidadesconstruido de cielo, de tierra y de mar

de grito y silencio, de las cosas más sencillas al pasar...Te he negado, te he faltado, mi oído he velado solo para vivir

contigoeres corolario ilógico constante de lo que puede llegar a amar

un hombre sencilloUn poema imperfecto mis amigos

es tan escaso, como lo es tener un amigo...Sin más, simplemente, esta es la historia de mi vida

o por lo menos... la que he decidido.

NaTiv PiKerTon

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sueño (des)habitado

El silencio agoniza al compás de una palabra,

y la miseria del vacío se torna tan dócil.

Al amparo del sigilo improviso una mirada,

que penetra tus nubes de tempestad

Disipar el eco de la vanidad, dulce placer.

Abrazar tus secretos, nada queda que esconder.

FEZZ

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Esquizofrenia de la Conversión

¡Tengo que aprender a fingir más!, la frase melódica que me hizo escribir sobre ti. Increíblemente la maquinación resultó per-fecta, lentamente se fue transformando en otra persona, más miserable y faldera, atrás quedó la firmeza y consecuencia de aquellos años. ¿Recuerdas esos tiempos?, ¿Te recuerdas a ti mismo?, tal vez simplemente ya te es imposible volver al pasado más que con la mirada vacía, rota, vejada, estrangulada, alien-ada. Y yo tampoco recuerdo en qué momento sucedió tu trans-formación, sólo tus palabras en letras se volcaron a una crítica sobre mí y sobre todo aquello que en otro momento quisiste fervientemente. Ahora la canción en harapos de Silvio resuena más fuerte en tu mente y te has convencido. Aquella Gorgona ha vuelto piedra, las banderas, la voz, las calles, los lienzos, tu amor. En tu mente una voz que retumba interroga: ¿ser o no ser?

Beatriz del Pilar Medina Nebott

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Yo nunca fui un buen chileno

Yo nunca fui un buen chileno,Porque cada vez que bailaba cueca me acalambraba

Hablar de patria me daba náuseas,La guerra del pacífico me daba pena,

Yo le pedía peras al olmo.Yo nunca fui un buen chileno,

Porque el charquicán me sabía a milico,yo quería mar para Bolivia.

La rayuela me aburría.

Yo nunca fui un buen chileno,Porque yo sabía que la pacificación de la Araucanía no tuvo nada

de paz,Yo decía que el pisco era peruano.

Nunca creí que chile fuese el “tigre latinoamericano” A mí no me hueveen con la patria.

Yo nunca fui buen chilenoPorque el chile que yo amaba

Era el que yo soñaba.

Max Klenner

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(puente)…en el bordede la ciudad

sobre el puentemirando

el ríoque correy arrastralos restos

brazos, piernas, cabezas,todo roto

y l=s niñ=sjugando

en la riberacon las partes

de la genteque peleópor algo…

(Juan de Dios)

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Sueño

Me mira con una sonrisa desde una esquina de la habitación, me incomoda, respira fuerte, sabe reaccionar ante la impaciencia, sus ojos grandes que no logro divisar en lo oscuro de la noche advierten mi miedo, adversidad, paranoia, tristeza y melancolía, resquemor, desesperación de proporciones bíblicas, el olor pu-trefacto que huelo hace meses se hace cada vez más fuerte y la respiración tensa, helada rápida, el corazón que quedó per-plejo es el que bajo el pecho quiere empuñarse, en la mano, después de todos estos meses lo siento más cerca, por fin logra acercarse, pero esta vez tengo defensa, él no sabe que el asco me huele a costumbre y el hambre no es tan grande como para lograr lo que alguna vez resultó ser fácil. Ahora que se acerca puedo entenderlo con sencillez, comprendo lo complejo que fue

haber estado en aquel sueño....

Gabriel González

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Distancia

Drógame con tus palabras,que la soledad viene

y quiere llevarme.Pero soy reacio a seguirla,

intento pensar que volverás,pero la esperanza

es irreverente con la lógica,y a veces se equivoca.

El recuerdo de tu miradaal paso de un tiempo muerto,

que revivía…Con la efímera hora

en que te veía.Los segundos eran años

y los minutos siglos de martirio.El desdén de la distancia

era una púa enterrada en mi pechoque se hendía de a poco

de manera lenta y tortuosa.No quiero continuar

una existenciaque no tiene ciencia,

si son tus labioslos que le dieron vida

a esta pobre almasin consciencia.

Cristian Astete N.

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PRECIO DE INFIDELIDAD“El llanto expande tristeza,la risa inunda ambigüedad, yo estoy ahí, entre lo triste y lo am-biguo,sonriendo para unos y llorando a mis adentros, trasmitiendo tristeza hasta donde no existo…

Puedes reír con tristeza desbordante o llorar de alegría inmi-nente. La risa y el llanto se parecen tanto, y sus orígenes ni tanto.Semejantes, confundibles, sinónimos, ambos se conjugan y engañan a las risas y a los llantos.

Por eso al escuchar tu risa me río; y lloro… gracia me hace escuchar algo tan bonito, y pena me da que sea un recuerdo sonoro.

Y al final, ya no sé si río o lloro…no sé si vivo o muero, no sé si odio o quiero, no sé…”

Ricardo

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Como no son las cosas

No podía creer la desventura y mala suerte, la salida con Ellie fue horrible y no por la taza de café en Parque Bustamante, ni la caminata por el Forestal. Hasta una que otras risitas se aso-maron a través de esas conversaciones juveniles respecto a la música y los libros. Abrió una cerveza de la nevera, y encendió el último cigarro que se alojaba en el bolsillo de su camisa, la angustia sentida por la asimetría sentimental lo torturaba, to-mando un sorbo repasó cada momento y no halló explicación. El último suspiro emitía una mezcla de cerveza y nicotina, se paró y repasó los títulos de la minúscula colección de poesía que tenía, y apareció – Amar no es poseer -, como un disparo a quemarropa atravesó el alma y de reboté a la conciencia – Amar no es poseer -, estas palabras martillaban lo más hondo

de su conciencia.

Jorge Riuex

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Campos de concentraciónGritos en la oscuridad de tu alma, revienta con calma

Llora sin lágrimas, estás atrapado aquí en el cuarto infinitoSin paredes, ángulos, ni rectángulo… destino fortuito.

Sopor eterno estás viviendo, más ya no existiendoAnalizas todo con vulgares aciertos.

De blanco vistes, de negro te escondes en la sombra.Así, razonas como animal, pero vives como persona.

Deja de temblarSabes que te sacrificarás

Respira el gas, hedor inhumanoaunque hecho a mano por el humano.

Te desintegrarás pedazo a pedazo.

Son tus iguales de corazones mortalesY encerrados como animales, frágiles

y desnudos, exponen sus cuerpos en aquel cuartoinfinito, caminan al son del paso muerto.

Los gritos no se hacen esperar.Ya pronto se comienzan a desgarrar.

El dolor les obliga a sí mismos arrancarse la vida que prontoles dejará para no volver a respirar el aire de la cruel realidad.

Emanuel Guzman

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Recuerdo

Tu recuerdo me visitaen medio de esta noche fríapor lo menos en mis sueñosaun sigues siendo mía,acariciándome con odio,curando mi agonía,iluminaste mi camino,cuando no tenía guía.Tú buscaste en mí el cieloy solo pude darte infierno,si tú buscabas pazyo entregué dolor eterno,ahora peleo con tu recuerdopara volver a estar cuerdo,mi vida ya no es mía,se la cambié al de los cuernos.

Luciano Martínez

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Euforia del Sol

Se despertó el solIluminando las calles

de un pueblo empedradoDe pronto,

Un segundo sol aparecióY la realidad fue quimera

Y lo fugaz fue eternoY el tiempo fue tiempo...Y la vida se tornó sol

Paz

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Dulce Veneno

Bajas por mi garganta, pero son todos y cada uno de mis sen-tidos los que se estimulan. Tanto placer en tan simple líquido. Eficiente, lindo ¡perfecto! Das solución a tantos problemas al solo besarte. Entregas calma al afligido, al pobre y al herido. Ahogas las penas, las consumes, las disuelves en tus brazos. Eres un santo ¡Oh veneno! ¡Piadoso! A nadie le das la espalda, a nadie le dices que no. Igualitario ante todo. Gracias por todos a los cuales has ayudado, te lo agradezco en sus nombres ya que por obvias razones ellos ya no pueden. Feliz encuentro,

pero ahora me despido ¡Salud! 

Daniel Ahumada

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Héroe En un principio pareciera que basta con apretar los dientes y em-bestir cerrando los ojos, aferrándose con fuerza a la empuñadura de la espada. No hay espacio para pensar, no necesitas sentir: todo tu ser, hasta la última gota de tu existencia se encarna en tus músculos entrenados durante tanto tiempo para ese solo se-gundo glorioso. Pero ese instante pasa y despierto jadeando, con el corazón latiéndote en las sienes. Sientes de golpe el peso insoportable de la armadura sobre tus hombros y quisieras ar-rancártela, pero el acero se ha fundido con tus huesos y ya no sabes dónde termina la coraza y dónde empiezas tú. Escuchas el chasquido metálico de tus rodillas golpeando el suelo y el sa-bor de la sangre te llena la boca. Probablemente aún tardarás un poco en entender que es el filo de tu propia espada el que te

ha herido de muerte.

Sigfrida Muñoz

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Page 26: Contra mi propia costumbre N°1

Cuando las calles eran sepia

Cuando las calles eran sepia, la belleza era otra. Suaves trazos de acero cruzaban uniendo la ciudad, cual hilo quirúrgico que con su amable brutalidad une más de un trozo de piel para su-turar heridas. Los señores y las señoras caminaban y saludaban

a otros.Ahora, cuando las calles son de color, la belleza del sepia se re-siste a morir, se esconde entre calles de adoquines que morirán esperando el trole, y se desangra ante el avance del indiferente tiempo. Los señores y señoras han quedado ciegos, ya no ven

a otros: ¿la cortesía? Ella ha sido exiliada.

HH.Vogel

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Manifiesto Cronopios.Valentín, Nicolás, Joaquín y Javier

*

“La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque, aún no ha tocado el suelo”

**

¿Cuándo fue la última vez que acariciaste un perro de la calle?

¿Cuándo fue la última vez que hiciste el amor?¿Cuándo fue la última vez que follaste?¿Cuándo fue la última vez que tiraste una piedra?-En la infancia, tal vez. ¿Cuándo fue la última vez que te encapuchaste? & &

¿Recuerdas cuándo deseaste no vivir?-A cada momento.

Solo vives. Vives y haces. Vives, piensas y haces. Pienso en el clima, pienso en el tiempo, pi-enso en mí, pienso en ti. Pienso. Pienso. Pienso.

¿Lo justo y necesario?

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Page 28: Contra mi propia costumbre N°1

& &

-¿Leíste el periódico del negocio de la esquina?Lo suficiente para ganar el premio Nobel. &

Hay un desplazamiento de éste lápiz a la hora de escribir. ¿Escribir qué? , hola. ¿Hay un trasfondo al momento de decir hola?, por supuesto, un sinfín de interpretaciones, propósitos, desear algo. Y qué quiero decir yo, nada.Mejor decir y pensar: “desplazar el lápiz para crear poesía, y así alivianar la vilipendiada brecha existente entre poesía y realidad”. Curioso &

“Una buena parte del mundo viene recién per-catándose, qué hace acá. Nosotros aún no decidimos qué hace el mundo acá”.

Regresemos!!

*

¿Qué es lo que la sociedad quiere que sea?¿Qué es lo que yo quiero ser?El eterno conflicto entre sujeto y su entorno… & Vago por la calle, escucho música y veo, observo. Observo modernidad Realidad limitada Pero también ovejas Con destellos de superhumanidad

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Page 29: Contra mi propia costumbre N°1

Los cerdos no se ven, solo aparecen por televisión o en los grandes medios).& En este mundo de las cosas visibles¿Qué viste?Ves tú o veo yoYO VEO UNA FLOR CONVERTIRSE EN CERDO¿Es realmente esto digno de tus emociones? Estás desnudoTe lo pregunto nuevamente¿Estás realmente vivo?No lo respondas, yo ya sé la respuesta.Estamos salvadoSEstás liberado “La soledad no te enseña a estar solo, sino a ser único.”

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Page 30: Contra mi propia costumbre N°1

En tu homogeneidad, en mi homogeneidad en la que me imponen Tu voluntad.Hoy caminé en la selva de cemento, miré el cielo Y me perdía en sus rascacielos. No creo poder encontrar la naturaleza, ¿importa? Si, no, en algunos momentos, Debo ir a leer.El agua en el wáter se ve más natural que el cielo de algu-nas ciudades, el cielo de estas mismas cárceles se ven más natural que TÚ. &La buena obra del día, las bocas chimeneas parecen, todos vuelan pero nuestras alas No alcanzan a cubrir la luz, Ni la luz nos alcanza a cubrir a nosotros.&Jodidas hormigas que veo pasar, bling bling suenan sus ca-denas al toparse en las arterias de la ciudad. Las cosas parecían cambiar, cambiaron y cambiamos…Todo volvió a la normalidad. ¿Tan reaccionario eres?

Puta que buen café y un cigarrillo ahogando mis pulmones, mientras mis ojos nadan y me emborracho leyendo a unos cuantos weones… Mañana es la prueba… A la mierda sus libros de cartones.&¿Viste bailar alguien hoy? ¿Escuchaste su canción?Si “humanizan” TODO! Eres espectador de la nada que has creado ¿Pro actividad, meritocracia? JA! Toma tus cadenas y grillete de plata y vuelve a tu lugar.¿Hoy fuiste a la marcha? …. ¿A cuál? …. La que es tu deber.¿La mía? ¿La tuya? ¿La de ellos? … La de nosotros!

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Page 31: Contra mi propia costumbre N°1

<”La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque, sigue sin tocar el suelo”>

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Page 32: Contra mi propia costumbre N°1

ConcebimosComo un arma de excarcelación

Esta revista contraria a la costumbrePara que el lector la haga chupete

YSe libere

En las profundidadesDe la

Literatura.