Contra la exclusión social

1
E L VII Informe Foessa sobre exclusión y desarrollo so- cial en España supone un ri- guroso trabajo colectivo de análisis y diagnosis global sobre la complejidad del proceso en que nos encontramos. Durante cinco años, un equipo de más de 90 inves- tigadores de 30 universidades españolas· han trabajado con la visión de que no se trataba solo de continuar la trayectoria de los precedentes Informes de la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) en estos 50 años de trayectoria, sino de la necesidad de tomar conciencia de las bases que estamos po- niendo para nuestro propio futuro como sociedad y para nuestro propio proceso de desarrollo humano. Esta investigación avanza en la senda de quienes en 1965, basados en las inves- tigaciones del 1 Informe Foessa, en otra España bien distinta, se propusieron hacer, y realizaron, la «Ponencia sobre Factores Huma- nos» que aportaron a los Planes de Desarrollo en- tonces vigentes. A lo largo de cinco décadas de historia, Foessa ha tratado de desentrañar nuestra realidad con una apuesta por el rigor y por el com- promiso con el desarrollo que no siempre ha resul- tado sencilla, pero que se ha mantenido firme en todo momento. Como se señala en este último informe, fruto de un vasto trabajo de investigación sociológica ba- sado en la encuesta más amplia que existe sobre el perfil de la exclusión en España. la crisis que ini- ciara su andadura a finales de 2008 no ha sido causa sino consecuencia; es decir, la concreción de un modelo que prometía las certezas endebles de todo espejismo. Basadas eso sí, en estadísticas in- cuestionables que hablaban de un contexto inme- jorable: un crecimiento económico en términos de PIB por encima de la media europea y una genera- ción de empleo que nos situaban como referencia a imitar. En el VI Informe Foessa publicado en 2008 se explicitaba cómo los indicadores macroeconómicos estaban ocultando situaciones de vulnerabilidad ex- tendidas, que hacían del nuestro un modelo de in- tegración precario y que constataban cómo este periodo de crecimiento económico no fue aprove- chado para consolidar un modelo integral de pro- tección social capaz de prevenir, controlar y reducir aquellos riesgos presentes o potenciales derivados de las estructuras de desigualdad existente, y que han ido consolidando la precariedad como rasgo específico de un contexto aparentemente favorable. Y de la misma forma que entonces el crecimiento era el «buque insignia)} de nuestro modelo social, ahora son las necesidades de ajuste las que guían las decisiones políticas y las que construyen nuestro imaginario colectivo. En este proceso de pagar por los excesos cometidos, observamos el efecto que di- chas reformas están ocasionando: reforzamiento del principio contributivo y retroceso del principio de ciudadanía social, reducción del gasto público. o traslado al tercer sector y a la familia de las funcio- nes de apoyo y cuidados personales y de atención a los colectivos excluidos. entre otros. Como consecuencia de todo ello, hoy se está ge- nerando una «crisis de desprotección» que «asisten- cializa» los derechos y sitúa a los asistidos en el foco de la sospecha de por qué ese gasto, poniendo en marcha la propuesta de un nuevo modelo de so- ciedad: un modelo que pasa del contrato social al contrato mercantil. Las instituciones del bienestar han sido, por en- cima de todo. un proyecto de vida en común, y es precisamente ese proyecto de comunidad el que ha entrado en crisis. A medida que las políticas públi- cas pierden ambición universalista, dejan de ser es- pacios para la cooperación, el reconocimiento y el encuentro. y se convierten en campos de batalla donde distintos colectivos sociales pugnan por re- cursos cada vez más escasos. Hablamos de cambios que están modificando la concepción del individuo y de lo colectivo, del papel de los medios y los fines. Por ello, el reto que se plantea es ambicioso y es una oportunidad:ya que el modelo actual ha constatado su fracaso, estamos en disposición de impulsar uno nuevo. Nuestro ob- jetivo primordial debe ser fortalecer los valores cí- vicos y que estos se vean reforzados con la regulación necesaria. y dar prioridad a la atención a los fenómenos de exclusión y pobreza severa en las políticas públicas de protección social: porque primero son los que están peor, por dignidad y por sostenibilidad social Desde Foessa llamamos también la aten- ción en el ámbito de las políticas de coope- ración internacional al desarrollo, que han pasado a ocupar un lugar marginal en la es- trategia internacional de España. Y lo mismo señalamos sobre el carácter defen- sivo en las políticas de inmigración. Pero, además, debemos ser autocríticas y no esperar a que los cambios se produzcan sin nuestra participación. Se vienen dando síntomas en esa dirección y, aunque todavía no es posible presentar un modelo alterna- tivo de vida colectiva, existen múltiples prácticas y movimientos que nos permiten cuestionar y vivir de forma real, lejos de las lógicas de la privatización, la individualiza- ción y la mercantilización. E stamos a tiempo para una reacción colectiva que invierta las tenden- cias hacia la fractura social, en la medida que existe un marco soli- dario que aún se mantiene en la sociedad es- pañola Urge, pues, articular un repertorio de propuestas -objeto también de diagnóstico en el VII Informe Foessa que sirvan para recrear ese nuevo modelo social Urge desarrollar una protección social basada en el fortalecimiento de los servicios sociales públicos, que no quede reducida a la mera gestión de las pres- taciones económicas, y construir un compromiso re- distributivo ético que nos acerque a la media europea. Urge considerar el gasto social como "inversión social». dando prioridad a aquellos ámbitos más co- rrectores en términos de desigualdad, como sanidad. educación, pensiones y rentas mínimas; y eliminar la sobrecarga que recae sobre los hogares por el de- bilitamiento de los servicios públicos y por el im- pacto de la crisis. Urge desarrollar políticas familiares eficaces y con recursos suficientes, así como poner en marcha una política eficaz que evite la transmisión interge- neracional de la pobreza, que es uno de los peligros latentes en el presente y de especial gravedad para el futuro. Y urge, finalmente, defender con ahínco esa tarea ineludible de transformar la realidad para, como nos indica el Papa Francisco, "que nadie nos robe la es- peranza de hacer otro mundo posible». SEBASTIÁN MORA ROSADO ES DIRECTOR EJECUTIVO DE LA FUNDACIÓN FOESSA y SECRETARIO GENERAL DE CÁRITAS ESPAÑOLA CONTRA LA EXCLUSIÓN SOCIAL ABC POR SEBASTIÁN MORA ROSADO «Urge desarrollar políticas familiares eficaces y con recursos suficientes, así como poner en marcha una política eficaz que evite la transmisión intergene- racional de la pobreza, que es uno de los peligros latentes en el presente y de especial gravedad para el futuro. y urge defender con ahínco esa tarea inelu- dible de transformar la realidad para, como nos indica el Papa Francisco, "que nadie nos robe la esperanza de hacer otro mundo posible"»

description

Articulo contra la Exclusión Social de Sebastián Mora. Director ejecutivo de la Fundación Foessa y Secretario General de Cáritas España.

Transcript of Contra la exclusión social

Page 1: Contra la exclusión social

EL VII Informe Foessa sobreexclusión y desarrollo so-cial en España supone un ri-guroso trabajo colectivo deanálisis y diagnosis globalsobre la complejidad del

proceso en que nos encontramos. Durantecinco años, un equipo de más de 90 inves-tigadores de 30 universidades españolas·han trabajado con la visión de que no setrataba solo de continuar la trayectoria delos precedentes Informes de la FundaciónFoessa (Fomento de Estudios Sociales ySociología Aplicada) en estos 50 años detrayectoria, sino de la necesidad de tomarconciencia de las bases que estamos po-niendo para nuestro propio futuro comosociedad y para nuestro propio proceso dedesarrollo humano. Esta investigación avanza en la senda

de quienes en 1965, basados en las inves-tigaciones del 1 Informe Foessa, en otraEspaña bien distinta, se propusieron hacer,y realizaron, la «Ponencia sobre Factores Huma-nos» que aportaron a los Planes de Desarrollo en-tonces vigentes. A lo largo de cinco décadas dehistoria, Foessa ha tratado de desentrañar nuestrarealidad con una apuesta por el rigor y por el com-promiso con el desarrollo que no siempre ha resul-tado sencilla, pero que se ha mantenido firme entodo momento. Como se señala en este último informe, fruto de

un vasto trabajo de investigación sociológica ba-sado en la encuesta más amplia que existe sobre elperfil de la exclusión en España. la crisis que ini-ciara su andadura a finales de 2008 no ha sidocausa sino consecuencia; es decir, la concreción deun modelo que prometía las certezas endebles detodo espejismo. Basadas eso sí, en estadísticas in-cuestionables que hablaban de un contexto inme-jorable: un crecimiento económico en términos dePIB por encima de la media europea y una genera-ción de empleo que nos situaban como referenciaa imitar. En el VI Informe Foessa publicado en 2008 se

explicitaba cómo los indicadores macroeconómicosestaban ocultando situaciones de vulnerabilidad ex-tendidas, que hacían del nuestro un modelo de in-tegración precario y que constataban cómo esteperiodo de crecimiento económico no fue aprove-chado para consolidar un modelo integral de pro-tección social capaz de prevenir, controlar y reduciraquellos riesgos presentes o potenciales derivadosde las estructuras de desigualdad existente, y quehan ido consolidando la precariedad como rasgo

específico de un contexto aparentemente favorable. Y de la misma forma que entonces el crecimiento

era el «buque insignia)} de nuestro modelo social,ahora son las necesidades de ajuste las que guían lasdecisiones políticas y las que construyen nuestroimaginario colectivo. En este proceso de pagar porlos excesos cometidos, observamos el efecto que di-chas reformas están ocasionando: reforzamiento delprincipio contributivo y retroceso del principio deciudadanía social, reducción del gasto público. otraslado al tercer sector y a la familia de las funcio-nes de apoyo y cuidados personales y de atención alos colectivos excluidos. entre otros. Como consecuencia de todo ello, hoy se está ge-

nerando una «crisis de desprotección» que «asisten-cializa» los derechos y sitúa a los asistidos en elfoco de la sospecha de por qué ese gasto, poniendoen marcha la propuesta de un nuevo modelo de so-ciedad: un modelo que pasa del contrato social alcontrato mercantil. Las instituciones del bienestar han sido, por en-

cima de todo. un proyecto de vida en común, y esprecisamente ese proyecto de comunidad el que haentrado en crisis. A medida que las políticas públi-cas pierden ambición universalista, dejan de ser es-pacios para la cooperación, el reconocimiento y elencuentro. y se convierten en campos de batalladonde distintos colectivos sociales pugnan por re-cursos cada vez más escasos. Hablamos de cambios que están modificando la

concepción del individuo y de lo colectivo, delpapel de los medios y los fines. Por ello, el reto que

se plantea es ambicioso y es una oportunidad:ya queel modelo actual ha constatado su fracaso, estamosen disposición de impulsar uno nuevo. Nuestro ob-jetivo primordial debe ser fortalecer los valores cí-vicos y que estos se vean reforzados con laregulación necesaria. y dar prioridad a la atencióna los fenómenos de exclusión y pobreza severa enlas políticas públicas de protección social: porque

primero son los que están peor, por dignidady por sostenibilidad socialDesde Foessa llamamos también la aten-

ción en el ámbito de las políticas de coope-ración internacional al desarrollo, que hanpasado a ocupar un lugar marginal en la es-trategia internacional de España. Y lomismo señalamos sobre el carácter defen-sivo en las políticas de inmigración. Pero, además, debemos ser autocríticas y

no esperar a que los cambios se produzcansin nuestra participación. Se vienen dandosíntomas en esa dirección y, aunque todavíano es posible presentar un modelo alterna-tivo de vida colectiva, existen múltiplesprácticas y movimientos que nos permitencuestionar y vivir de forma real, lejos de laslógicas de la privatización, la individualiza-ción y la mercantilización.

Estamos a tiempo para una reaccióncolectiva que invierta las tenden-cias hacia la fractura social, en lamedida que existe un marco soli-

dario que aún se mantiene en la sociedad es-pañola Urge, pues, articular un repertorio depropuestas -objeto también de diagnóstico en el VIIInforme Foessa que sirvan para recrear ese nuevomodelo social Urge desarrollar una protección social basada en

el fortalecimiento de los servicios sociales públicos,que no quede reducida a la mera gestión de las pres-taciones económicas, y construir un compromiso re-distributivo ético que nos acerque a la mediaeuropea. Urge considerar el gasto social como "inversión

social». dando prioridad a aquellos ámbitos más co-rrectores en términos de desigualdad, como sanidad.educación, pensiones y rentas mínimas; y eliminarla sobrecarga que recae sobre los hogares por el de-bilitamiento de los servicios públicos y por el im-pacto de la crisis. Urge desarrollar políticas familiares eficaces y

con recursos suficientes, así como poner en marchauna política eficaz que evite la transmisión interge-neracional de la pobreza, que es uno de los peligroslatentes en el presente y de especial gravedad parael futuro. Y urge, finalmente, defender con ahínco esa tarea

ineludible de transformar la realidad para, como nosindica el Papa Francisco, "que nadie nos robe la es-peranza de hacer otro mundo posible».

SEBASTIÁN MORA ROSADO ES DIRECTOR EJECUTIVODE LA FUNDACIÓN FOESSA y SECRETARIO

GENERAL DE CÁRITAS ESPAÑOLA

CONTRA LA EXCLUSIÓN SOCIALABC

POR SEBASTIÁN MORA ROSADO «Urge desarrollar políticas familiares eficaces y con recursos suficientes, asícomo poner en marcha una política eficaz que evite la transmisión intergene-racional de la pobreza, que es uno de los peligros latentes en el presente y deespecial gravedad para el futuro. y urge defender con ahínco esa tarea inelu-dible de transformar la realidad para, como nos indica el Papa Francisco,"que nadie nos robe la esperanza de hacer otro mundo posible"»