CONSTITUCION GLOBAL DEL UNIVERSO

LUCIANO MJRAL

Hacernos consciente del Todo Universal, tanto en su aspecto visible comoen el invisible sería, a mi juicio, la más importante conquista del Espíritu Hu-mano, la que más lo acercaría a la posesión de la Verdad Integral a que aspira.

En cuanto a la concepción total del Mundo Físico. nuestras ideas de la in-fancia. que son las misma de la Humanidad entera en sus períodos de igno-rancia, porque son las que dan las apariencias. éstas han sido borradas por laAstronomía, que nos ha mostrado la verdadera Realidad, aunque no enteramente.

Toca a la Filosofía, con la observación y el razonamiento, completar elpanorama, i ello es posible: y este trabajo es un ensayo para lograrlo.

La observación de los movimientos de astros que podemos abarcar de con-junto nos induce a pensar que el movimiento cíclico es ley de los cuerpos celestes.Será entonces cíclico, es decir, en curva cerrada, el movimiento del Sol con sucortejo, como lo es el de los planetas que lo componen. Como se observa que lasaglomeraciones estelares que contemplamos tienen movimiento de rotación, es de su-poner que aquella a que pertenecemos lo tiene también. Los antiguos lo afir-maban, y decían que se efectúa en 35.000 años, período del cual hacían la yuga,o día sideral: y colocaban el centro del movimiento en un punto de la conste-lación del Cordero. Lo que quiere decir que los astros y sistemas de astrosque la componen efectúan una revolución constante alrededor de dicho punto.Como las Galaxia que pueblan el Espacio tienen movimiento de traslación. elcual debe ser cíclico, ellas también describen inmensa curvas alrededor de unplinto, que sería el Centro Uniucrsal,

Se observa que la Tierra tiene la forma esferoidal, que resultó de la revo-lución de su masa cuando se hallaba en estado fluido. Todo los astros tienen,más o menos. la misma forma, debida sin duda a idéntica causa; y muchas 'ga-laxias tienen formas derivadas del movimiento cíclico de sus elementos compo-nentes. Por analogía. debemos pensar que el conjunto de ellas, que constituyeel Universo Visible, afecta la forma globular, puesto que el\as también efectúanrevoluciones.

Sabemos que todo movimiento cíclico e el resultado de dos fuerzas. unacentrífuga y otra centrípeta. que tienen su origen en el centro de la trayectoriaque describe el cuerpo en movimiento: de donde resulta que hay un foco de dina-mismo en el centro de todo los as tros que tienen movimiento de rotación; yotro en el centro del movimiento de tra lación de los mismos. pues 10 hacenalrededor de un punto. Habrá otro en el centro de cada galaxia, y otro en elcentro del movimiento de traslación de todas ellas, pues lo hacen alrededor delCentro Universal. E~1 este Centro Universal hay, pues, un foco de dinamismo,poderoso bastante para mover toda la Realidad Visible.

Nosotros podemos conocer el origen íntimo de la fuerza desplegada pornosotros mismos, puesto que procede de nuestra propia intimidad, y podemosechar una mirada intro pectiva a nuestro yo. Luego, iguiendo el método pre-

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conizado por los antiguos griegos podemos descubrir el de las fuerzas que nosrodean, y en especial el de aquellas que mueven los mundos. Veamos si el re-curso nos sirve en esta ocasión.

Nosotros generamos la energía cuando la necesitamos, o cuando nos place.¿ Cómo? Por acto de nuestra voluntad, que es como si dijéramos, poniendo nues-tra voluntad en acto. Queremos producir la energía y la producimos queriendo.Es como si la fuerza existiera ya en nosotros en potencia; y nosotros la hicié--ramos pasar al acto a nuestro albedrio. Porque la energía no reside en el músculo ~personas hay dotadas de gran cantidad de músculo que despliegan muy poca fuerza;o como dice el hablar popular, no tiene [uerza, es decir, no la tienen en potencia,por lo cual no la pueden mostrar en acto. El asentimiento universal admite, pues,que la fuerza reside latente en nuestro yo: es un atributo de nuestro ser. Si tra-tamos de saltar un foso, lo primero que hacemos es taniearnos esto es, consultar connuestra conciencia si podremos ejecutar el acto victoriosamente; o sea, que me-dimos en nuestra intimidad si hay en nosotros la potencia motriz necesaria o lafuerza motriz en potencia.

Hay un hecho que nos pone sobre la pista que conduce al misterio que rodeaal Jenómeno de la producción de energía por el Hombre, que es el mi 1110 que haysobre la naturaleza de la fuerza. Es el siguiente: en un momento de peligro paranosotros o para nuestros seres queridos, generamos una cantidad de fuerza de laque no nos creíamos capaces. Si pisamos una serpiente saltamos con rapidez yviolencia insospechadas, e imposibles en condiciones normales. El miedo nos poneen tensión el alma, así como cualquiera otro sentimiento. e cuenta de una madreflorentina, que viendo a su hijo cogido por un león, se abalanzó sobre él y se loarrebató. El león debe haberse quedado estupefacto ante la osadía de la madre,pue~ nada hizo por recobrar su presa. Lo dominó la voluntad de aquella valientemUjer .

Quede, pues, sentado: la [uerza que nosotros desplegamos está latente ennuestro yo; es un atributo de nuestro ser.

Los animales despliegan también la energía dinámica. ¿ Cómo 10 hacen tNo puede ser de distinta manera que como nosotros: poniendo su voluntad en acto.Pero como la voluntad e atributo de la conciencia, aceptar eso sería atribuirlesconsciencia. ¿ Quieren ellos, en realidad. generar la energía, y la generan comonosotros, queriendo: No hay duda. El mulo a veces se planta; no quiere tirar delcarro. La voluntad la usa entonce para resistir: con lo cual muestra que no sólotiene voluntad sino también albedrío; esto es, facultad deterrninativa de la aplica-ción y dirección de la voluntad.

y es que el animal no tiene la conciencia como nosotros, elevada a la se-gunda potencia: conciencia de la conciencia; pero sí la conciencia simple, que eha llamado instinto. Nadie puede ya negar las muestras de inteligencia y de sen-timiento que dan los animales. Los ejemplos abundan.

. Todos los animales tienen la facultad motriz, originada en la conciencia,hasta en los estados ínfimos. El protozoario compuesto de un solo glóbulo emueve para buscar su alimento, o para aproximarse a él cuando lo percibe: o parahuir de aquellos medios que su conciencia, por rudimentaria que sea, le dice quevan a: hacerle daño. Y la prueba de que ella es quien se lo dice es que tiene razón.Luego sus movimientos son reacciones de su sensaciones, y proceden de su con-ciencia, pues si no hubiera ésta, no habría sen .ación ni reacción. Luego: el origende la fuerza que despliegan los animales es la conciencia.

22· 26 JULIO 1961 - SAN JOSE. COSTA RICA

El pretendido quietismo de los cuerpo tenidos hasta ahora por brutos o sinvida, es· una falsa apariencia, proveniente de nuestra incapacidad para percibirlas agitaciones que se producen en su interior. Nosotros no nos damos cuentadel inmenso número de partículas de los cuerpos, que, por debajo de su super-ficie impasible se agitan, se mudan de lugar, se agrupan, para tomar formas yposiciones, de acuerdo con las circunstancias.

Tirando de los extremos de una barra de acero nikel se forma hacia lamitad de la misma un adelgazamiento, que es por donde la barra se romperá sise continúa la tracción. Pues bien, si se suspende la operación, y se deja la barraen reposo tiempo suficiente, la parte delgada se endurece de tal modo que no. epor ahí que la barra se rompe. ¿ Es que ha recibido refuerzos? Todo lo parece.

El movimiento browniano es otra prueba de la actividad interior de loscuerpos. En efecto, cuando se echa polvo fino en un líquido o se emulsiona fina-mente aceite, se observa que las partículas tienen un movimiento de trepidacióno tiritamiento, de tal modo que cuando tienen menos de cuatro milésimas de mi-límetro de diámetro no conocen el reposo. Se estima que si se llegara a aislarlas moléculas, éstas alcanzarían velocidades de algunas centenas de metros porsegundo. Y si se llegara al átomo o al electrón, ¿ cuál sería su movilidad? Pareceque el movimiento es la condición de la mónada libre; y se comprende, pues ellaes foco de actividad o energía.

Se dirá que esta motricidad no es consciente, que no es dinamización devoluntad, pues no se puede esperar que la tengan las partículas de un cuerpobruto, o sin vida.

En primer lugar, veamos hasta qué punto puede decirse que no tienenvida los cuerpos llamados brutos.

El Profesor Jagadis Chunder Bose de Calcuta ha con tatado que una barrade hierro, de estaño o de platino posee una sensibilidad muy parecida a la deuna fibra nervio a, y reacciona de la misma manera que ésta. La barra metálicaofrece los mismos fenómenos de fatiga, cuando se la mecaniza repetidamente, deentorpecimiento, a causa de una larga inacción, de abatimiento, en los extremosde calor y frío, de sensibilidad a los estimulantes y a los narcóticos; hasta se hallegado al envenenamiento de la barra con una fuerte dosis de ácido oxálico, puesdespués de haber sido tratada así, la barra no reaccionó más.

Estos fenómenos extraordinarios se parecen mucho a las manifestacio-nes de los cuerpos orgánicos y acusan patentemente la vida. Por tanto se puedeafirmar: la motricidad que se manifiesta en los cuerpos brutos es de origen con-ciencial.

CO CLUSION:

Después de haber visto que el origen de las fuerzas que podemos estudiares la conciencia, ya podemos establecer el principio: la fuente de la cnerqia essiempre la conciencia.

Ello está conforme con el principio, a todas luces cierto: las mismas causes:traducen los mismos efectos; o más bien, con su recíproco: los mismos efectosson debidos a idénticas causas.

Entonces: donde quiera que hay producción de energía, hay un ser cons-ciente, que es el substracturn de esa energía.

Apliquemos este principio a los grandes focos de fuerza que hemos con--templado en el U niverso .

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¿ "\-oso tras no creeis que así como para moverse el protozoario en busca<le su alimento hace uso de su conciencia, lo mismo que el bruto que tira delcarro, o el hombre que salta un foso, así también el movimiento de esas molesestupendas que llamamos astros es debido a seres conscientes que los habitan, quelos impulsan, animan y dirigen?

Entonces, puesto que hay un foco de energía en el centro de la Tierra,hay ahí un er con ciente que nos mantiene adheridos a ella por una volicióncon tante inexorable. De modo que así como en nuestro cuerpo hay un ser invi-sible que lo habita, así en la Tierra hay un espíritu que la impulsa y la gobierna:El Espíritu de la Tierra, que evocaba Fausto, el Príncipe de este Mundo, como10 llamó Jesús.

Del mismo modo. habrá otro ser consciente en cada planeta de nuestrosistema; y otro mucho más poderoso que todos juntos en el Sol. Los habrá entodos los planetas y todos lo soles de nuestra Galaxia, y de todas las galaxiasque componen el Universo.

y por encima de todos, habrá un dominador en el centro de la Realidad.El desarrollo y la amplitud de esas conciencias han de estar en armonía con lacantidad de energía que generan. Y el del Centro Universal poseerá la concienciasuprema, puesto que tiene el Poder Supremo.

Ya, pues. no debemos mirar al Universo compue to solamente de masasincandescentes y de mole má o menos frías y petrificadas. sino habitadas porseres en todos los grados de conciencia, que son los que las componen y lasmueven.

Ellos se desplazan en el Eter como los peces en el Océano. sujetos losunos a los otros, según su grado de poder volitivo. y los má poderosos obede-ciendo al ser Supremo, que reside en el centro de la Total Realidad, y es comoel Alma de toda ella.