CONSECUENCIAS DE LA INACTIVIDAD FÍSICA EN PERSONAS MAYORES.doc

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CONSECUENCIAS DE LA INACTIVIDAD FÍSICA EN PERSONAS MAYORES. Esp: Gildardo Díaz Cardona El problema de al actividad física, especialmente en las personas mayores adquiere una especial atención por parte de los organismos que determinan los objetivos de salud pública de la comunidad. En 1990 el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos se proponía que el 60% de los adultos participara en programas de ejercicios físicos regulares, subrayando la importancia de al actividad física y de la práctica deportiva para la población en general. Este capítulo, además de abordar los problemas de salud que origina la inactividad física, se centrará en los requerimientos cuantitativos del movimiento y el ejerció necesarios para promover la salud y prevenir la incapacidad a medida que las personas envejecen. La inactividad física se ha estudiado, generalmente, como un precursor o un resultado de la enfermedad y de la incapacidad. Los mensajes principales de este trabajo se podrían resumir en los siguientes puntos: 1)Para al mayoría de las personas mayores de 50 años de edad, los procesos de envejecimiento no han de conducir necesariamente a la inactividad física; 2) La investigación actual indica que el 50% del deterioro físico que suele atribuirse al envejecimiento fisiológico es en realidad atrofia por desuso producida por inactividad; 3) La capacidad de permanecer activo físicamente facilita el desarrollo de las actividades cotidianas. Consideraremos, por tanto, los beneficios de al actividad física en general y la forma en que esta actividad puede ser alentada y mantenida en las personas mayores, independientemente de que sufran alguna enfermedad.

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CONSECUENCIAS DE LA INACTIVIDAD FSICA EN PERSONAS MAYORES

CONSECUENCIAS DE LA INACTIVIDAD FSICA EN PERSONAS MAYORES.Esp: Gildardo Daz Cardona El problema de al actividad fsica, especialmente en las personas mayores adquiere una especial atencin por parte de los organismos que determinan los objetivos de salud pblica de la comunidad. En 1990 el Servicio de Salud Pblica de los Estados Unidos se propona que el 60% de los adultos participara en programas de ejercicios fsicos regulares, subrayando la importancia de al actividad fsica y de la prctica deportiva para la poblacin en general.

Este captulo, adems de abordar los problemas de salud que origina la inactividad fsica, se centrar en los requerimientos cuantitativos del movimiento y el ejerci necesarios para promover la salud y prevenir la incapacidad a medida que las personas envejecen.

La inactividad fsica se ha estudiado, generalmente, como un precursor o un resultado de la enfermedad y de la incapacidad. Los mensajes principales de este trabajo se podran resumir en los siguientes puntos: 1)Para al mayora de las personas mayores de 50 aos de edad, los procesos de envejecimiento no han de conducir necesariamente a la inactividad fsica; 2) La investigacin actual indica que el 50% del deterioro fsico que suele atribuirse al envejecimiento fisiolgico es en realidad atrofia por desuso producida por inactividad; 3) La capacidad de permanecer activo fsicamente facilita el desarrollo de las actividades cotidianas. Consideraremos, por tanto, los beneficios de al actividad fsica en general y la forma en que esta actividad puede ser alentada y mantenida en las personas mayores, independientemente de que sufran alguna enfermedad.

PREVALENCIA DE LA INACTIVIDAD FSICAUna medida de la inactividad fsica es el sedentarismo, definido como la no realizacin de actividad fsica alguna, o el realizar una actividad fsica menos de tres veces por semana y/o de menos de 20 minutos cada vez. En una encuesta realizada en Estados Unidos en 1985 por los Centros para el Control de la Enfermedad, de 2 estados y sobre una poblacin de 25.221 personas, la prevalencia de un estilo de vida sedentario fue del 55%. El sedentarismo era ms comn entre las mujeres que entre los hombres y tambin aumentaba con la edad.

En otro estudio realizado tambin en Estados Unidos en 1990 el porcentaje de individuos que mantenan un nivel adecuados de actividad fsica no sobrepasaba el 5% de la poblacin comprendida entre los 45 y los 64 aos, y era del 7.5% por encima de los 65 aos. A estas edades el nivel e sedentarismo alcanzaba el 42%.

La disminucin de la actividad fsica que aparece a medida que las personas envejecen desde los 20 30 hasta los 80 aos es un hecho. Una de las razones es la limitacin debida a problemas crnicos de salud que se acentan con la edad. Los datos indican que el nmero registrado de limitaciones a la actividad puede alcanzar el 24% en la poblacin comprendida entre los 45 y los 64 aos y a un 46% de la poblacin que est por encima de los 65 aos.

En un estudio con alumnos de Harvard, se analizaron los indicadores de muerte especficos a la edad durante un perodo de control de 16 aos y se observ que los hombres ms activos de los dos grupos de mayor edad (de 60 a 69 y de 70 a 84 aos) tenan alrededor de la mitad del riesgo de morir de forma prematura que los hombres menos activos. Adems, en la sociedad americana se ha comprobado que todas las causas de mortalidad estn relacionadas con el tabaquismo, el hbito de dormir poco, la inactividad fsica, el exceso de peso, el exceso de alcohol, no tomar desayuno y comer bocadillos regularmente. Los datos tambin muestran un riesgo relativo de mortalidad del 1.38 por cualquier causa en los individuos sedentarios frente a los fsicamente activos en el grupo de 60 a 69 aos, y un riesgo de 1.37 en el grupo de 70 aos en adelante.

ENVEJECIMIENTO Y ACTIVIDAD MUSCULARLa capacidad de trabajo aerbico del msculo esqueltico durante perodos de tiempo prolongados est bajo la influencia de dos factores primarios: la distribucin del oxgeno por el sistema cardiovascular y el consumo de oxgeno de las mitocondrias en los tejidos. El proceso de envejecimiento incide en estos dos factores disminuyendo la capacidad oxidativa de los tejidos y reduciendo la distribucin de oxgeno, por lo que el envejecimiento muscular produce un deterioro de la capacidad fsica. Las causas precisas del deterioro muscular en las personas mayores todava no estn claras.

El poder y la fuerza muscular aumentan hasta la tercera dcada de al vida. Posteriormente, despus de una meseta, comienzan a declinar hacia la mitad de la vida. Con el paso de los aos y la senectud, se han observado ms reducciones. En estudios sobre biopsias musculares de adultos mayores sanos se ha observado que el deterioro puede atribuirse a la reduccin de al masa muscular como resultado, en primer lugar, de la prdida de fibras musculares. Sin embargo hay otros factores que requieren mayor estudio como la superficie de fibra muscular y los cambios con la edad de la proporcin entre las fibras de tipo I y las de tipo II. La disminucin del trabajo fsico tambin se debe a cambios estructurales y metablicos en el envejecimiento muscular, as como la disminucin de la velocidad de al condicin de impulsos por el envejecimiento del sistema nervioso.

La relacin causal entre capacidad de trabajo fsico y la actividad fsica es mucho ms fuerte. La capacidad de trabajo fsico (CTF) es importante para la capacidad funcional, ya que se relaciona con las tareas domsticas habituales, las ocupacionales y las recreativas. El mejor indicador de capacidad de trabajo fsico es el consumo mximo de oxgeno (VO2mx.). Los determinantes de ste son el rendimiento cardaco (que se determina por la frecuencia cardiaca, que disminuye con la edad, y el volumen de eyeccin (que puede disminuir o no con la edad), que es una adaptacin central del cuerpo para el ejercicio; y la funcin pulmonar, que se mide por la ventilacin mxima de los pulmones.

ACTIVIDAD FSICA, INCAPACIDAD Y ENFERMEDADLa prevencin de la incapacidad y de las minusvalas por medio de la aptitud fsica es crucial en las personas mayores. Para la poblacin general, la prdida de capacidad funcional que acompaa los bajos niveles de aptitud fsica puede ser realmente discapacitante y puede disminuir la calidad de vida de un individuo. Sin embargo, las consecuencias de esta situacin pueden ser an ms graves para las personas de edad. Adems de las incapacidades generales experimentadas por las personas sedentarias, las personas mayores en malas condiciones fsicas pueden perder la capacidad de vivir independientemente.

El msculo deteriorado se fatiga antes que el sano. Por consiguiente, un determinado ndice de trabajo requerir un mayor porcentaje se resistencia aerbica mxima en las personas ancianas sedentarias. Esto, a su vez, contribuye a un ndice ms alto de fatiga. Las personas de potencia aerbica muy baja pueden tener dificultades en proporcionar el suministro de energa para determinadas actividades. Estas personas pueden ser capaces de enfrentarse con las exigencias cotidianas, pero quedarn exhaustas si se requiere un ejercicio adicional. Se ha postulado que el nivel mximo de potencia aerbica necesario para una vida independiente es de una VO2 mx. de 15 a 16 ml de oxgeno por kilogramo de peso corporal por minuto. Los individuos que tienen niveles de potencia ms bajos que este valor lmite no pueden cuidarse por s mismos, y tendran que vivir en instituciones. Bajo el sistema de clasificacin de la OMS, este nivel de dificultad est considerado como minusvala.

La inactividad fsica se ha relacionado tambin con un aumento del riesgo de contraer diferentes enfermedades. En un estudio de 2.950 hombres con cncer de colon que figuraban en un registro de la poblacin de los ngeles, se clasific la actividad fsica ocupacional de los participantes. Los hombres con trabajos sedentarios (p. ej., contables, trabajadores sociales, conductores de autobs) tenan un riesgo de cncer de colon 1.6 veces mayor que las personas con trabajos ms activos (p. ej., jardineros, carteros). Un estudio realizado sobre 1.1 milln de hombres en Suecia, con un seguimiento de 19 aos dio resultados similares. El hombre sueco ocupado en tareas sedentarias presentaba un riesgo de cncer de colon de una a tres veces mayor que el hombre activo. La enfermedad arterial coronaria se ha relacionado tambin con la actividad fsica.

Si la inactividad puede aumentar el riesgo de enfermedad, por tanto, intuitivamente, la actividad fsica debera reducir estos riesgos. Sin embargo, las pruebas de estos beneficios estn en una fase preliminar.

PREVENCIN DE LA INACTIVIDAD FSICASi la inactividad fsica en el envejecimiento puede denominarse problema o diagnstico, la activacin debe convertirse en el objetivo del tratamiento.Ms que centrarse en al prevencin de enfermedades e incapacidades, la prescripcin de ejercicio fsico o actividad est destinada a aumentar la calidad de vida, expectativa de vida activa, la y al mantenimiento de la independencia. Para alcanzar este objetivo deben explorarse los medios de iniciar y mantener las actividades fsicas en las personas de edad.

Existe un gran potencial para aumentar la actividad fsica en las personas mayores. Los estudios indican que no ms del 20%, y probablemente menos del 10% de los adultos americanos alcanzan un nivel ptimo de actividad fsica, y del 40 al 50% son casi totalmente sedentarios. Desafortunadamente los factores determinantes del ejercicio en las personas de edad permanecen sin investigar en profundidad a pesar de los miles de estudios y artculos acerca de los aspectos positivos del ejercicio fsico sobre la salud fsica y mental. El conocimiento cientfico de los determinantes de la actividad fsica est casi exclusivamente restringido a las personas de 18 a 60 aos. Esta informacin es ciertamente til, pero es necesario investigar ms sobre el impacto del esfuerzo fsico entre las personas mayores a la hora de realizar programas de ejercicios.

Los programas de ejercicios recomendados para los individuos ancianos se han fundamentado en programas diseados para la poblacin adulta general. El Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda para los adultos sanos un entrenamiento de 3 a 5 das a la semana con una intensidad del 50 al 90% del VO2 mx., o de la frecuencia cardiaca mxima de reserva. El entrenamiento debera durar de 20 a 60 minutos (a mayor intensidad menor duracin); para los adultos no atletas se recomiendan programas ms prolongados y de menor intensidad. Los ejercicios deberan involucrar grandes grupos musculares en movimiento continuo como caminar y ejercicios aerbicos rtmicos), y deberan incluir entrenamiento de resistencia de intensidad moderada que, sin embargo, es suficiente para desarrollar y mantener un peso libre de grasas y la integridad sea.

Las grandes variaciones en los niveles de aptitud entre las personas de edad aconsejan ciertas precauciones antes de comenzar con los programas de ejercicios: los programas suelen requerir modificaciones para adaptarse a las necesidades y aptitudes particulares de los participantes. Se aconseja que los individuos que participan en los programas de ejercicios supervisados completen una breve historia clnica y un cuestionario de factores de riesgo. Se recomienda, adems, una prueba diagnstica de tolerancia a los pacientes con diabetes mellitus o enfermedad arterial coronaria, y a los individuos que presentan riesgos de padecer estas afecciones. Para los programas ms enrgicos se aconseja a las personas que dirigen los ejercicios se aseguren de tener los cuidados correspondientes los diagnsticos y recomendaciones que hayan sido sugeridas por el mdico dentro de los dos aos anteriores al comienzo del programa.

Las adaptaciones de programas de ejercicios pueden variar considerablemente. Para la poblacin ms anciana (75 aos en adelante) se intenta acentuar el mantenimiento de la flexibilidad, la fuerza, la coordinacin y el equilibrio, antes que el entrenamiento aerbico. Sin embargo, puede incluirse el entrenamiento de fuerza y aerbico moderado en los programas para las personas ms jvenes. Es ms probable que los programas para personas ancianas requieran ejercicios de intensidad e impacto ms bajos, y que la aproximacin a los momentos vigoroso sea ms gradual que en los programas diseados para la poblacin adulta en general. Como consecuencia, la menor intensidad de estos ejercicios puede requerir un aumento de la frecuencia. Las adaptaciones recomendadas por el Colegio Americano de Medicina del Deporte para las personas de edad incluyen la prctica de ejercicios de 5 a 7 das a la semana en periodos de 20 a 40 minutos. Dadas las grandes diferencias entre los individuos sanos y la escasez de investigaciones sobre el beneficio de la actividad fsica en las personas de edad, la recomendacin de individualizar los programas sigue siendo prudente.

Los mdicos deberan recomendar la prctica de ejercicio a sus pacientes de mayor edad, y debera proporcionar informacin sobre los beneficios psicolgicos y fisiolgicos del ejercicio. Deberan aconsejar tambin a sus pacientes sobre la intensidad, duracin, frecuencia y tipo de ejercicios que pueden hacer. Tambin pueden subrayar la importancia de las actividades que no entraan la carga de un peso, como el ciclismo, la natacin, y los ejercicios con sillas o en el suelo para los individuos ms dbiles. Adems, como los ejercicios intensos de estiramiento y esfuerzo pueden presentar dificultad para los pacientes con problemas de movilidad de rodillas, caderas, o para los que sufren cambios degenerativos de las articulaciones no deberan de formar parte de un programa de ejercicios para individuos con este tipo de patologas. Por ltimo, las mujeres y los individuos de clase socioeconmica baja estn menos inclinados a adoptar programas rigurosos de ejercicio, por lo que los mdicos y los encargados de estas polticas de entrenamiento deberan de tomar medidas para alentar a la participacin de estos grupos en estos programas.

A pesar de que se han estudiado intervenciones para aumentar la actividad fsica en personas de 65 aos en adelante, el ejercicio fsico ha demostrado aumentar el VO2 mx., y las intervenciones sobre la actividad fsica ofrecen la posibilidad de aumentar la esperanza de vida activa. Sin embargo, la actividad real depende del individuo que va a realizarla. Al planificar las actividades supervisadas, es importante considerar las diferencias de conductas entre individuos. Desafortunadamente, aquellos que ms podran beneficiarse de un programa de ejercicio fsico parecen ms reticentes a probarlo o a mantenerlo. Por consiguiente, las intervenciones dirigidas a un cambio personal pueden ser ms efectivas si ayudan a mejorar la propia imagen de un individuo que si se centran exclusivamente en el conocimiento de los beneficios que la actividad fsica y la prctica de ejercicios representan para la salud.

Los individuos que con mayor probabilidad se comprometen en la prctica regular de ejercicios tienden a ser bien educados y automotivados, con aptitudes de conducta para planificar un programa de ejercicios y estn preparados para las recadas. Se sabe que los programas de xito se dirigen a factores de conducta y ambientales que afectan al mantenimiento del ejercicio. Estos programas alientan la autorregulacin de los ejercicios as como la preparacin para las recadas, y significan esfuerzos tangibles de la actividad. En la mayora de los casos no basta con alentar a las personas ancianas a al prctica de ejercicios simplemente porque las pruebas demuestren que esto les proporcionar beneficios. Los programas deberan incitar, fortalecer, y eliminar las barreras para mantener la actividad fsica.

Se han llevado a cabo muy pocos intentos para promover la actividad fsica a nivel comunitario. A las entidades que planifican actividades basadas en la comunidad se les recomienda que estimulen a los participantes mayores a visitar a un mdico antes de empezar con este tipo de programa, y a proporcionar opciones para acomodar las dificultades fsicas y de conducta que algunas veces experimentan las personas e edad.

La promocin de la actividad fsica en el lugar de trabajo se ha vuelto muy popular. La participacin de empleados en un programa de ejercicios en el lugar de trabajo comprende la disminucin del absentismo, de la rotacin y de los costos por atencin mdica. En los establecimientos laborales e institucionales se deberan proporcionar incentivos y facilidades para los programas de ejercicios. Es esencial contar con las instalaciones adecuadas (p. Ej., duchas, vestuarios), as como flexibilidad de tiempo para la prctica de ejercicios. Los grupos de direccin y de empleados necesitan cooperar par aumentar las posibilidades de realizar ejercicios en el lugar de trabajo. Nuestro pas tiene an poca experiencia en este campo.

COSTE Y EFECTIVIDAD DE LOS PROGRAMAS DE EJERCICIO FSICO EN LAS PERSONAS MAYORESLas cuestiones referentes a los efectos del ejercicio fsico sobre la salud de las personas mayores han suscitado una gran especulacin. Muchas personas han preguntado si los beneficios de la aptitud fsica podran tener implicaciones significativas en la disminucin de la dependencia; otros han visto la mejora de la capacidad fsica como forma de reducir costes en la atencin mdica. Algunos autores han sealado que la participacin de las personas de edad en tres clases de ejercicios una hora a la semana puede reducir los costes por atencin sanitaria, para los tratamientos agudos y crnicos, y los cuidados en clnicas, de ms de 600 dlares anuales por cada ciudadano. Si esto es verdad, estos hallazgos indicaran que la prctica de ejercicios proporciona grandes ventajas en la calidad de vida y de tipo econmico. An no se ha realizado una investigacin sistemtica para determinar con qu frecuencia el ejercicio representa una diferencia, si esto puede posponer o reducir la dependencia de las personas ancianas. Por consiguiente, los beneficios econmicos potenciales de la actividad fsica en las personas ancianas an deben ser cuantificados.

RECOMENDACIONES PARA LA ACTIVIDAD FSICA EN LA EDAD ADULTALos programas de ejercicios organizados, individualizados para los requerimientos de subpoblaciones especficas se necesitan sobre todo para combatir los estereotipos del envejecimiento extendidos en la sociedad actual. La disminucin de las expectativas propias junto con las expectativas sociales de lo que correspondera hacer a esa edad educen en gran medida la cantidad de ejercicios que la mayora de los individuos ms mayores podran realizar. Se necesitan con urgencia programas de ejercicio supervisados que estimulen a las personas de edad a explorar, desarrollar y extender sus aptitudes fsicas. En este sentido:

1. los profesionales de la salud en atencin primaria necesitan contar con protocolos recomendados para individualizar los programas de ejercicios. Esta informacin debera incluir criterios especficos de evaluacin, tipos de ejercicios, efecto de los mismos, as como la forma de controlar y evaluar los programas de ejercicios.

2. La experiencia de otras profesiones interesadas, a las que no siempre se consulta la atencin a las personas ancianas (p. Ej., educadores fsicos, especialistas en cintica humana, terapeutas fsicos y ocupacionales), mejorara todo programa de actividades. Los terapeutas fsicos y ocupacionales en particular poseen un conocimiento especializado en la utilizacin del movimiento y de los ejercicios para el tratamiento de las lesiones y de la incapacidad. Sus conocimientos pueden contribuir, en gran medida, a la prevencin de las mismas.

3. Se deberan eliminar los ambientes poco seguros (p. ej., la falta de aceras, las calle poco iluminadas, las paradas de autobs inaccesibles u ocultas lejos de las reas pobladas). Adems, los urbanistas, los arquitectos, los concejales y otras personas que toman decisiones sobre el entorno fsico deberan tener en cuenta el efecto de estas decisiones sobre el uso que hacen las personas mayores de estos recursos.

BIBLIOGRAFA Berg R L, Cassells J S. Los Segundo 50 aos. Promocionar la Salud y Prevenir la Incapacidad. Ancora S.A. Barcelona, 1992. Marcos Becerro J F, Frontera W, Santonja Gmez R. La Salud y la Actividad Fsica en las Personas Mayores. R. Santonja Editor, Madrid, 1995. Ortega Snchez-Pinilla R. Curso a distancia de Prevencin en Atencin Primaria. Sociedad Espaola de Medicina de Familia y Comunitaria. Renart Edicions, Barcelona, 1996.