Conformación Del Estado Laico

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“Conformación del estado laico” Al imponer la religión y cultura de los pueblos americanos, la conquista española estableció también la intolerancia religiosa en las naciones conquistadas. España había cohesionado a su estado entorno a la religión católica, sin tolerancia de ninguna otra, expulsando a musulmanes y judíos. El tribunal de la Inquisición se encargó de perseguir cualquiera idea heterodoxa. En la España cristiana de 1615, la libertad de conciencia se entendía como inaceptable permisiva frente al mal. La laicidad del Estado se ha venido construyendo de manera paulatina, desde mediados del siglo XIX. En el periodo novohispano, la Iglesia formaba parte del Estado. El Patronato Real, por medio del cual la Santa Sede entregaba a la Corona la administración de la Iglesia en las tierras colonizadas, a cambio de la protección y el compromiso de apoyo para la evangelización de los habitantes de las mismas, habría de marcar la época colonial y el primer periodo independiente, pues Iglesia y Estado se complementaban y se legitimaban mutuamente, sin que por ello desaparecieran algunos esporádicos conflictos entre las instituciones. El poder del soberano no se basaba en la voluntad del

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Conformacin del estado laicoAl imponer la religin y cultura de los pueblos americanos, la conquista espaola estableci tambin la intolerancia religiosa en las naciones conquistadas.

Espaa haba cohesionado a su estado entorno a la religin catlica, sin tolerancia de ninguna otra, expulsando a musulmanes y judos. El tribunal de la Inquisicin se encarg de perseguir cualquiera idea heterodoxa. En la Espaa cristiana de 1615, la libertad de conciencia se entenda como inaceptable permisiva frente al mal.La laicidad del Estado se ha venido construyendo de manera paulatina, desde mediados del siglo XIX.

En el periodo novohispano, la Iglesia formaba parte del Estado. El Patronato Real, por medio del cual la Santa Sede entregaba a la Corona la administracin de la Iglesia en las tierras colonizadas, a cambio de la proteccin y el compromiso de apoyo para la evangelizacin de los habitantes de las mismas, habra de marcar la poca colonial y el primer periodo independiente, pues Iglesia y Estado se complementaban y se legitimaban mutuamente, sin que por ello desaparecieran algunos espordicos conflictos entre las instituciones. El poder del soberano no se basaba en la voluntad del pueblo, sino en la autoridad que supona el haber sido elegido por Dios para ocupar el trono.La unin entre la religin y la patria fue dada por sentada tambin por los primeros independentistas. No slo porque algunos padres de la patria fueron sacerdotes, sino porque se consideraba que la religin era parte esencial del cemento social y de la identidad de la nueva Nacin. Desde esa perspectiva, a nadie o a muy pocos se les ocurra que el Estado podra estar separado de la Iglesia catlica y que el catolicismo no debera tener un lugar privilegiado en el Mxico independiente. Luego entonces, la legitimacin religiosa del nuevo poder poltico pareca tan evidente como necesaria. El Acta de Independencia de Chilpancingo y los Sentimientos de la Nacin, redactados por Jos Mara Morelos y Pavn en 1813, el Decreto Constitucional de Apatzingn de 1814 y el Acta Constitutiva de 1823 apoyaban una intolerancia oficial hacia las otras religiones y una proteccin especial a la catlica. La Constitucin de 1824 estableci que: la religin mexicana es y ser perpetuamente la catlica, apostlica, romana. La nacin la protege por leyes sabias y justas y prohbe el ejercicio de cualquier otra. No exista pues en ese momento el menor asomo de un Estado laico, pues los independentistas pretendan que la religin constituyera un elemento central de la legitimidad del nuevo Estado independiente.El problema surgi cuando la propia Santa Sede no slo se neg a aceptar la independencia del pas, sino que cuestion la pretensin del nuevo Estado independiente de prolongar la figura del Patronato. Eso profundiz el conflicto entre, por una parte, los primeros gobernantes mexicanos, que buscaban prolongar la figura del Patronato para tener un poder de jurisdiccin o control sobre los asuntos de la Iglesia, como el nombramiento de obispos y, por la otra, la Curia romana, que aprovech las circunstancias para liberarse de los controles que la Corona haba establecido sobre ella mediante dicho acuerdo. El litigio finalmente se solucion de manera drstica. Los liberales se dieron cuenta que el problema del patronato no tena solucin y que quizs lo que mejor convena era un rgimen de separacin, en el cual la Iglesia se ocupara de sus asuntos y el Estado se ocupara de los suyos. La Constitucin liberal de 1857, por omisin, decret de hecho la separacin, pues simple y sencillamente no hizo mencin de tratamientos privilegiados a la Iglesia o intolerancia hacia las otras religiones. La Guerra de Tres Aos que le sigui (1857-1860) habra de radicalizar de tal manera las posiciones entre conservadores y liberales, que conducira a la promulgacin de las Leyes de Reforma. stas decretaron la nacionalizacin de los bienes eclesisticos, la separacin entre el Estado y la Iglesia, la creacin del Registro y el Matrimonio Civil y la secularizacin de los cementerios. Estas reformas nos pueden parecer poca cosa en nuestros das, pero en su momento terminaron con el Antiguo Rgimen y sentaron las bases para la construccin de un Mxico con libertades modernas. Antes del Registro Civil, en virtud de que los registros de nacimiento eran los de bautizo, ningn mexicano poda contar con un documento que atestiguara de su nacionalidad, lo cual implicaba que todos los mexicanos tenan que ser catlicos. Lo mismo suceda con el matrimonio: en virtud de que no exista la figura jurdica del matrimonio civil, todos los mexicanos que queran casarse tenan que ser catlicos; no haba la posibilidad de no ser catlico y pretender casarse legalmente.

Finalmente, los no catlicos no tenan derecho a morir, ya que los cementerios pertenecan a las Iglesias. La secularizacin de los panteones resolvi el problema de aquellos comerciantes ingleses o alemanes que pertenecan a las Iglesias anglicana y luterana y a los cuales la Iglesia catlica les negaba en Mxico incluso un lugar para ser enterrados (ese es el origen de algunos cementerios nacionales en nuestro pas). En suma, el conjunto de medidas impuestas por las Leyes de Reforma separaban, como se deca en aquella poca, los negocios eclesisticos de los negocios del Estado. Pero sobre todo, permitan la constitucin de las instituciones esenciales para cualquier Estado laico, es decir, independiente de las instituciones eclesisticas. A partir de ese momento, se poda ser mexicano (gracias al Registro Civil) sin tener que ser catlico o de cualquier otra religin. Y se poda contraer matrimonio y ser sepultado (es decir atravesar por los ritos principales en la vida y muerte de un ser humano), simplemente por el hecho de ser ciudadano del pas, sin tener que estar adscrito a una Iglesia y sin que el elemento religioso fuese el decisivo para el ejercicio de sus derechos.

En suma, la separacin permiti el inicio de la formacin de un Estado laico, es decir cuyas instituciones ya no dependieran de la legitimidad religiosa.Ciertamente, la laicidad, como la democracia, con la que tiene un parentesco estrechsimo, no es un estado de cosas que tenga un horizonte limitado y alcanzable; siempre se extiende y no puede hablarse de Estados que sean absolutamente laicos, en virtud de que persisten en mayor o menor medida elementos religiosos en su interior. En el caso de Mxico, el rgimen liberal establecido en la Repblica Restaurada, luego del triunfo contra la intervencin francesa (1867) no dej de tener elementos de legitimidad religiosa, si bien el Presidente Lerdo de Tejada incorpor las Leyes de Reforma a la Constitucin en 1873. En el periodo porfiriano (1876-1910), aunque el rgimen mantuvo su carcter liberal y laico, hubo un relativo retorno a formas de legitimacin religiosa, ya que Porfirio Daz busc la reconciliacin con la jerarqua catlica y, en esa medida, incorpor marginalmente a la Iglesia dentro de las estructuras de poder. El liberalismo triunfante ciertamente contribuy a la consolidacin del Estado laico, mediante la difusin de valores y libertades por encima de los cnones y doctrinas eclesiales, pero en muchos casos lo que se gener fue una sacralizacin del Estado liberal. De esa manera, los santos fueron sustituidos por lo hroes independentistas y liberales y los altares religiosos fueron cambiados por los altares de la Patria. La sustitucin de rituales religiosos por ceremonias cvicas pone de manifiesto tanto la voluntad de cambio en el plano de los smbolos, como la dificultad para generar instituciones verdaderamente laicas, es decir desacralizadas.La Revolucin Mexicana tuvo un carcter marcadamente anticlerical. Independientemente de las razones del radicalismo revolucionario en relacin con la Iglesia, lo cierto es que las medidas impuestas en la Constitucin de 1917 buscaron la desaparicin del poder religioso en la nueva sociedad que se pretenda construir. El no reconocimiento jurdico a las Iglesias, la prohibicin para que poseyeran bienes, las limitaciones al culto externo fuera de los templos, la imposibilidad de constituir partidos polticos con referencias religiosas y las prohibiciones para que los ministros de culto participaran en actividades polticas, fueron todas medidas anticlericales (no antirreligiosas) que en ltima instancia conduciran a la eliminacin de la Iglesia catlica en la esfera socio-poltica. Desde esa perspectiva, an si no era ese el objetivo, contribuyeron a la construccin y fortalecimiento del Estado laico mexicano, es decir a un sistema poltico que prescindi en buena medida durante el siglo XX de formas de legitimacin provenientes de las instituciones religiosas. No es un azar entonces que la jerarqua de la Iglesia catlica haya reaccionado con una firmeza e intransigencia inusitadas a las medidas anticlericales y que las posturas de revolucionarios radicales, as como de catlicos integristas hayan desembocado en enfrentamientos polticos y armados, como la Guerra Cristera. Lo que estaba en juego era un sistema socio-poltico y los fundamentos de la autoridad en el nuevo Estado.Al final, despus de un acuerdo implcito (llamado modus vivendi), basado en ciertos elementos comunes (nacionalismo, bsqueda de justicia social, anti-socialismo radical), lo que prevaleci fue un Estado que preserv para s el espacio pblico, sobre todo en el terreno socio-poltico (sindicatos, partidos, organizaciones de masas), pero permiti mayor libertad a la iglesia en el mbito educativo, bajo formas diversas de tolerancia y disimulo.En todo caso y pese a espordicos momentos en los cuales se pudieron haber dado encuentros circunstanciales o bsqueda de apoyos polticos, durante las primeras siete dcadas del siglo XX el Estado mexicano continu su proceso de secularizacin y no requiri de apoyos provenientes de las instituciones eclesisticas.