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EJE TEMATICO Nº 1:
CONCEPTO DE MORAL Y ETICA. DISTINCION ENTRE AMBAS. VALORES. ACTOS. NORMAS.
- Etimológicamente "ét ica" y "moral" t ienen el mismo signi f icado. "Moral" v iene
del lat ín "mos" que signi f ica hábito o costumbre; y "ét ica" del gr iego "ethos" que
signi f ica lo mismo.
- Sin embargo en la actual idad han pasado a significar cosas distintas y hacen
referencia a ámbitos o niveles di ferentes: La moral t iene que ver con el n ivel
práct ico o de la acción La ét ica con el nivel teór ico o de la ref lexión
- Moral es e l conjunto de pr incip ios, cr i ter ios, normas y valores que dir igen
nuestro comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada manera y
nos permite saber qué debemos hacer en una si tuación concreta. Es como una
especie de brújula que nos or ienta, nos dice cuál es el camino a seguir, d ir ige
nuestras acciones en una determinada dirección. La brújula nos indica el camino.
En la v ida hay que intentar no perder el norte.
- Ét ica es la ref lexión teór ica sobre la moral . La ét ica es la encargada de discut i r
y fundamentar ref lexivamente ese conjunto de pr incip ios o normas que
const i tuyen nuestra moral . El término <ét ica> se reserva para enjuic iar la
conducta humana desde el punto de vista racional, ta l como se estudia en la
f i losof ía, o sea signi f icó el actuar humano conforme a las exigencias ét icas
marcadas por las d ist intas re l ig iones.
No obstante − a pesar de algunas dist inciones, en la actual idad se vuelve al
sent ido et imológico de ambos términos, de modo que pueden usarse
indist intamente. Por e l lo, cabe hablar de <ét ica> o <moral> en el ámbito de la
pol í t ica, lo económico, lo socia l y también de moral o de ét ica en el nuevo
testamento.
- Como conclusión : moral y ét ica se plantean cuestiones dist intas. La moral
t iene que ver con el n ivel práct ico de la acción y trata de responder a la
pregunta ¿qué debo hacer?; la ét ica con el n ivel teór ico de la ref lexión y
t rata de reponder a preguntas del t ipo ¿qué es la moral? ¿cómo se
fundamenta? ¿cómo se apl ica la ref lexión a la v ida cot idiana?
Principios ét icos
Los f i lósofos han intentado determinar la bondad en la conducta de acuerdo con
dos pr incipios fundamentales y han considerado algunos t ipos de conducta
buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto . El pr imero impl ica un valor f inal o summum bonum, deseable en sí
mismo y no sólo como un medio para alcanzar un f in . En la histor ia de la ét ica
hay tres modelos de conducta pr incipales, cada uno de los cuales ha sido
propuesto por var ios grupos o indiv iduos como el bien más elevado: la fe l ic idad o
placer; el deber, la v i r tud o la obl igación y la perfección, el más completo
desarrol lo de las potencia l idades humanas. Dependiendo del marco socia l , la
autor idad invocada para una buena conducta es la voluntad de una deidad, e l
modelo de la naturaleza o el dominio de la razón. Cuando la voluntad de una
deidad es la autor idad , la obediencia a los mandamientos div inos o a los textos
bíb l icos supone la pauta de conducta aceptada. Si e l modelo de autor idad es la
naturaleza , la pauta es la conformidad con las cual idades atr ibuidas a la
naturaleza humana. Cuando r ige la razón , se espera que la conducta moral
resul te del pensamiento racional.
Los Actos Humanos.
Existen dos t ipos de actos, los Actos humanos y los Actos del hombre, ambos son
ejecutados por e l hombre pero poseen ciertas di ferencias:
1. Los Actos Humanos. Son ejecutados consciente y l ibremente, es deci r, en
un nivel racional. Son or iginados en la parte t íp icamente humana del
hombre, es decir, en sus facul tades específ icas, como son la intel igencia y
la voluntad. Estos son el objeto mater ia l de la Ética y son los que pueden
ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la Moral .
2. Los Actos del Hombre. Carecen de conciencia o de l iber tad o de ambas
cosas, un ejemplo claro es por e jemplo la digest ión, la respi ración, etc. Los
actos del hombre sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado,
pero no son propiamente humanos porque su or igen no está en el hombre en
cuanto a hombre, s ino en cuanto a animal. Estos actos carecen de moral
(son amorales) por lo tanto no pueden juzgarse desde el punto de vista
moral como buenos o malos, s i pueden juzgarse como buenos o malos pero
desde otro punto de vista, como por e jemplo el f is io lógico.
Los actos, ya sean humanos o del hombre, t iene un cier to valor ontológico
independiente del valor moral . El valor ontológico o metaf ís ico de la conducta
humana se ref iere a l hecho real , a la existencia, a la objet iv idad del acto. En
cambio el valor moral depende de cier tas condiciones subjet ivas y propias de la
persona que ejecuta dicho acto, como la intención, la l ibertad, e l grado
conciencia, etc. El valor moral se encuentra solo en los actos humanos y e l valor
ontológico se encuentra en ambos.
Cuando se dice que un acto humano t iene un valor moral , se está impl icando que
este valor moral puede ser de signo posi t ivo o de signo negat ivo. Trabajar, por
ejemplo, t iene valor moral posi t ivo, pero asesinar t iene un valor moral negat ivo.
Normalmente hemos designado al valor moral negat ivo como " inmoral", pero esta
palabra, en su et imología, indica mas bien un desl igamiento del valor moral y los
únicos actos que están desl igados de los valores morales son los actos del
hombre, pero estos ya han sido cal i f icados como "amorales" .
Todo acto humano t iene un elemento psíquico que también es motivo de una
valoración moral , este es el "Fin" o " intención" que es el objet ivo o f inal idad por
la cual se real iza un acto humano, por medio del f in o intención dos actos
humanos idént icos pueden di fer i r notablemente por e l autor que real izó cada
acto.
La palabra "F in" t iene var ios s igni f icados, desde luego no se tomará en cuenta el
que se ref iere a lo úl t imo, lo extremo. La palabra f in s igni f ica intención, objet ivo,
f inal idad.
La palabra f in t iene una doble div is ión cuando signi f ica objet ivo o f inal idad.
a. Cuando signi f ica objet ivo, suele considerarse el f in próximo (es el que se
subordina a otros) , el f in ú l t imo (no se subordina a ningún otro), e l f in
intermedio (part ic ipa de los dos, o sea, se subordina al f in úl t imo y él mismo
mant iene subordinado al f in próximo).
b. Cuando hablamos del f in como intención o f inal idad, podemos refer i rnos al
f in intr ínseco del acto (es el que posee la acción misma de acuerdo a su
propia naturaleza) o al f in del sujeto que ejecuta el acto (es el que de hecho
intenta el actor de la acción, en algunas ocasiones este f in d i f iere con
respecto al f in del acto).
Otro aspecto que ha estado conectado a la Ét ica desde los t iempo de Ar istóte les
es el tema de la fe l ic idad. La fe l ic idad es la actual ización de las potencias
humanas, es decir, la real ización y el ejercic io de a facul tades y demás
capacidades del hombre. Cuando el hombre pone a funcionar sus
potencia l idades, la consecuencia natural es la fel ic idad. Además, éste es el f in
propio del hombre. El hombre está hecho para ser fe l iz. Desde el punto de vista
de la Fi losof ía y la Psicología, la fel ic idad es la consecuencia normal de un
funcionamiento correcto del ser humano. Se pueden dist ingui r t res t ipo o n iveles
de fe l ic idad:
a. La Fel ic idad Sensible. Es la exper iencia de sat isfacción y benepláci to a
part i r de los sent idos.
b. La Fel ic idad Espir i tual . Es superior a la sensible y se obtiene por e l
correcto funcionamiento de las potencia l idades humanas en un nivel
suprasensib le, como la intel igencia, la voluntad, el amar, la l iber tad, e l ar te,
las v i r tudes, etc.
La Fel ic idad Profunda. Proviene del núcleo de ident idad personal. Es una
fel ic idad más ref inada que las dos anter iores y sólo se percibe cuando el
indiv iduo capta su propio núcleo por medio de un conocimiento conceptual y
temát ico
NORMAS MORALES, SOCIALES Y JURIDICAS. LOS USOS Y COSTUMBRES.
Todas las normas regulan conductas . Nos dicen lo que es posib le o necesar io
hacer, o no hacer, en determinadas ci rcunstancias. Estas reglas son necesarias
para lograr una convivencia social armónica.
Hay dist intos t ipos de normas según la fuente de donde sur jan (quien las creó) y
las consecuencias que acarrean.
Los usos o costumbres , también l lamadas normas sociales , han surgido
espontáneamente de la práct ica repet ida en el t iempo de cier tas conductas,
basadas en el respeto mutuo, que han creado conciencia de obl igator iedad. Por
ejemplo: saludar, comer con cubiertos, asearse, no interrumpir conversaciones,
l impiarse la boca con la servi l le ta, comer con la boca cerrada, taparse la boca
cuando se bosteza, sonarse la nariz con un pañuelo t ratando de no hacer ruido,
no eructar en la mesa, etc.
etc. Varían a t ravés del t iempo y en cul turas di ferentes. Son heterónomas, o sea
establecidas desde fuera del indiv iduo que debe cumpl ir las (por la sociedad a la
que pertenece). En caso de incumpl imiento recib irá como consecuencia, e l
repudio o la burla social . Es probable que si no saludan nunca a tus vecinos,
el los no hablarán bien de tí .
Las normas morales , son impuestas por la conciencia de cada uno, basadas
seguramente en la moral colect iva, que coincide en una ser ie de valores ét icos,
considerados como posi t ivos para la convivencia y respeto de la d ignidad
humana. Para ser respetadas deben estar de acuerdo con
la conciencia indiv idual de quien debe cumpl ir las, que recibe esta imposic ión
desde su propia conciencia. En caso de no cumpl ir las la sanción es el
remordimiento. Por ejemplo, ayudar a un ciego a cruzar la cal le, dar al imento a
un necesi tado, decir la verdad, hacer la f i la en la parada del bus y no colarse
cuando l lega, cederle e l asiento a una persona que lo necesi te, ayudar a otro a
levantar lo que sin querer le t i raste al piso, etc etc . . . cualquier norma de buen
comportamiento a la que no puedan obl igarte n i haya ley que te ordene hacer lo. . .
como por e jempolo (otros) No mirar pornograf ía, no espiar cuando alguien se
deja la PC prendida en el messenger, no hacer t rampa en el juego entre amigos,
no hacer trampa en los examenes, etcétera.
Las normas rel igiosas , son prescr iptas por la comunidad re l ig iosa a la que cada
persona pertenece, y la sanción en caso de incumpl imiento, es div ina. Por
ejemplo, s i no rezas i rás al inf ierno, I r a misa los domingos y f iestas de guardar,
no comer carne días de ayuno, no fornicar, t ienes los 10 mandamientos, pero
descarta los que están contemplados en las leyes, porque sino serían mixtos (no
matar, no robar, no levantar fa lso test imonio, por e jemplo) .
Las normas jurídicas son aquel las que conforman el ordenamiento legal de un
estado, dictadas por órganos especí f icos del mismo, y apl icadas también por
inst i tuciones, integradas generalmente por jueces. En el caso de estas normas,
que deben necesar iamente estar escr i tas, s i e l indiv iduo no las cumple, t ienen
prevista una sanción o cast igo. El conjunto de estas normas conforman el
Derecho. Por ejemplo, s i robas te corresponden determinados años de pr is ión, o
s i no respetas las normas de t ránsi to, serás cast igado con una mul ta. La más
importante de las normas jurídicas de un estado democrát ico es la Constitución .
Si e l resto de las leyes no la respetan, pueden ser declaradas inconst i tucionales.
Las normas mencionadas no se excluyen, s ino más bien en muchos casos,
coinciden. Las normas morales dicen que matar o robar es incorrecto, las
re l ig iosas, por e jemplo, los diez mandamientos , sancionan re l ig iosamente esas
conductas, y el Derecho les impone una sanción de cumpl imiento efect ivo.
La base del Derecho según los iusnatural istas, son las normas morales. Una
norma jurídica inmoral , debería ser rechazada. Tal como di jo el f i lósofo gr iego
Ar istóte les “El hombre podrá superar las leyes escr i tas pero no las morales”.
Coincidentemente opinó San Agust ín: “La ley in justa debe ser nula” y el romano
Cicerón af i rmó que “el voto del Senado no puede el iminar las normas ét icas”.
ETICA FILOSOFICA.-
La ética es una rama de la f i losof ía que abarca el estudio de la moral , la v ir tud,
el deber, la fel ic idad y el buen viv i r.
La ét ica es una de las pr incipales ramas de la f i losof ía , en tanto requiere de la
ref lexión y de la argumentación , este campo es el conjunto de valoraciones
generales de los seres humanos que viven en sociedad.
La ét ica, como pertenece a la f i losof ía, es una discip l ina de intensa ref lexión . En
la que se pone en entredicho lo que uno quiere ser, con lo que debe ser. La
ét ica, relaciona nuestros pensamientos, valores e ideales con nuestros hechos y
comportamientos, de tal forma que exista una congruencia entre estos y se
logren just i f icar por nuestra ref lexión.
A t ravés de la v ida de la humanidad el ser humano se guía por dos preceptos
importantes, lo que desea ser y lo que debe ser. Un planteamiento en el que es
necesario or ientar nuestros ideales y valores con una ser ie de normas que nos
permitan conviv ir con los demás.
Actuar ét icamente no es igual a actuar conscientemente. Hay conciencias que
son erróneas que no ref lexionan y se dan a la labor de f i losofar sobre sus
comportamientos y sobre cómo deben ser las cosas. Así la f i losof ía de la ét ica se
convierte en esa act iv idad de intensa ref lexión en el que se ponen en entredicho
cuales son las cosas que están bien, y cuales están mal.
LA ÉTICA ARISTOTÉLICA
Ar istóte les escr ib ió dos obras sobre ét ica:
Ética a Nicómaco o Ética Nicomáquea , consta de diez l ibros y su nombre alude
quizás a su hi jo Nicómaco. Ética a Eudemo que consta de cuatro l ibros.
Eudemo era un discípulo de Ar istóte les.
La Gran Ét ica probablemente no es obra suya, s inó de un recopi lador.
Según el f i lósofo, toda act ividad humana t iende hacia algún fin ( te los). El f in
de la act iv idad de un zapatero es hacer, producir un zapato bien hecho; El f in de
la medicina es procurar o restablecer la salud del enfermo, etc.
Vemos que los f ines no son idént icos ya que dependen de la act iv idad que se
l leve a cabo para obtenerlos.
Las act iv idades tampoco son iguales. Ar istóte les dist ingue entre la praxis , que
es una acción inmanente que l leva en sí misma su propio f in, y la poiésis , que
es la producción de una obra exter ior a l sujeto (agente) que la real iza.
Por ejemplo , el f in de la acción de constru ir una estatua no es la propia
producción de la estatua, s ino la estatua misma.
Pero ésta, además, t iene un f in para lo cual la estatua misma es un medio:
conmemorar un hecho, alabar a un dios. . . .
Así , vemos que unos f ines se subordinan a otros, exist iendo una jerarquía entre
el los y en las act iv idades que los producen. Por lo tanto, habra que determinar
cúal es es f in ú l t imo del hombre al que estarán subordinados los otros f ines.
Habrá que buscar un f in que ya no sea medio para ningún otro f in.
[Ar istóteles presupone la unidad del f in y del b ien, no l legando a considerar en
ningún momento la posibi l idad de un conf l icto entre f ines morales. Además su
teleologismo ident i f ica e l f in a l que algo t iende con el bien , ya que el bien de
algo es l levar a buen término el f in que t iene que cumpl ir, la real ización de su
esencia y de sus potencia l idades. ]
Tiene que haber un f in ú l t imo, querido por sí mismo y que sea el fundamento de
todos los demás. Si esto no sucediera, y los f ines siempre fueran medios para
otros f ines, y así hasta el inf in i to, nos encontraríamos con la paradoja de que los
f ines son f ines de nada, lo cual les haría absurdos e innecesarios ( inef icaces). Y
como, de hecho, hay f ines, por lo tanto, debe haber uno que sea f in en sí mismo
y no sea medio para ningún otro.
Este f in úl t imo o bien es "la fel icidad" (eudaimonía ) , y por eso, se dice que la
ét ica ar istoté l ica es eudemonista, porque considera que el f in (bien) últ imo que persigue el hombre es la felicidad.
Ahora nos encontramos con el problema de definir qué sea la fe l ic idad y qué es
lo que la procura.
Para unos, la fe l ic idad se alcanza con r iquezas ; para otros con honores y fama ;
ot ros muchos creen obtenerla a t ravés del placer .
Sin embargo, d ice Ar istóte les, todos estos no son más que bienes externos que
no son perseguidos por sí mismos, s inó por ser medios para alcanzar la fe l ic idad.
Es ésta la única que se basta a sí misma para ser : es autárquica y perfecta. Los
demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la fe l ic idad,
aunque su posesión no impl ica que seamos fe l ices.
Tampoco esto s igni f ica que el b ien sea t rascendente al hombre; es deci r, que se
t rate de un Bien en sí , separado de todos los bienes par t iculares. Ar istóte les
rechazará la concepción platónica del Bien, aquél la que ignora que solo es
posib le real izar e l bien en si tuaciones concretas y par t iculares, y nunca iguales:
"No es la salud lo que considera el médico, sino la salud del hombre y, acaso mejor, la salud de tal hombre, porque es al individuo a quien cura"
Por lo tanto, pese a que no hay un acuerdo entre los hombres acerca de qué
proporciona la fel ic idad como bien úl t imo del hombre, la ét ica ha de dedicarse a
di lucidar qué clases de bienes hay. Según Aristóteles, podemos div idi r los en t res
t ipos:
1. bienes externos : r iqueza, honores, fama, poder.. .
2. Bienes del cuerpo : salud, p lacer, integridad. . .
3. Bienes del alma : la contemplación, la sabidur ía. . .
No por poseer r iquezas garant izamos nuestra fel ic idad. Tampoco sólamente la
consecución del p lacer nos hace fe l ices. Normalmente necesi tamos algo más
para ser lo y en eso nos dist inguimos de los animales. Aunque estos bienes
part iculares no basten, s in embargo ayudan. En esto Aristóteles mant iene una
postura moral bastante desmit i f icada y real ista : el b ien no puede ser a lgo
i lusor io e inalcanzable. Sin c iertos bienes exter iores (salud, r iqueza, etc.) la
fel ic idad será casi imposible de alcanzar.
Entonces ¿En qué consiste la fel icidad?
Si es el b ien supremo, aquel que ya no es medio para ningún otro f in, habrá que
determinar en que consiste e l b ien para cada ser.
El b ien es el acto propio de cada ser, es deci r ; aquel que viene determinado por
su propia esencia o naturaleza. Y puesto que la naturaleza del hombre viene
determinada por la función especí f ica de su alma , el pensamiento, la fel ic idad
consist i rá fundamentalmente en un bien del a lma : la contemplación . El mayor
bien para un hombre será el pleno desarrol lo de aquel lo que le es más esencia l :
la inte l igencia; la act iv idad contemplat iva. Será la v ir tud de la sabidur ía la que le
procure al hombre la verdadera fe l ic idad aunque debe conjugar la con otras
vir tudes y con los bienes exter iores.
NOCION DE VIRTUD. VIRTUD MORAL. LA PRUDENCIA COMO VIRTUD CENTRAL .
Con el término “v ir tud” (del lat ín vir tus , que corresponde al gr iego areté ) se
designan cual idades buenas, f i rmes y estables de la persona, que per feccionan
su intel igencia y su voluntad, y la d isponen a conocer mejor la verdad y a
real izar, cada vez con más l iber tad y gozo, acciones excelentes, para alcanzar su
pleni tud como persona .
Las vir tudes que se adquieren mediante el esfuerzo personal, real izando actos
buenos con l ibertad y constancia, son las vir tudes humanas, naturales o
adquir idas . Unas perfeccionan a la inte l igencia en el conocimiento de la verdad
teór ica y práct ica ( in te lectuales ) ; y otras, a la voluntad y a los afectos en el amor
del b ien (morales ) .
Según la fe cr ist iana, Dios concede gratui tamente al hombre determinadas
vir tudes para que pueda obrar de modo sobrenatural , como hi jo de Dios: son
las vir tudes sobrenaturales o in fusas .
Ar istóte les def ine la v i r tud moral como una "disposic ión voluntar ia adquir ida
(hábito) dir ig ida por la razón y que consiste en el término medio entre dos
vic ios". En esta def in ic ión encontramos las tesis ét icas fundamentales de este
autor :
La cuest ión que preocupaba a Platón en Menón relat iva a s i la v ir tud es un
don div ino, se encuentra en los hombres por naturaleza o es posible su
aprendizaje, la resuelve Aristóte les indicando que la virtud se puede aprender , no depende de la naturaleza y no es una disposic ión innata
sino del e jercic io de la l ibertad.
La virtud es un hábito , es decir una disposic ión que se crea en nosotros
para la real ización de una tarea o act iv idad y es consecuencia del
ejercic io o repet ic ión : nos hacemos justos pract icando la just ic ia,
generosos pract icando la generosidad, val ientes pract icando la valent ía.
La virtud moral se realiza en un sujeto a partir de lo que su razón le enseña como bueno ; para la v ida buena es necesar ia la perfección de la
razón (como ya habían señalado Sócrates y Platón) de ahí que la v ir tud
inte lectual que l lamamos prudencia sea fundamental también en el mundo
moral ; s in embargo, Ar istóteles no def iende un intelectual ismo moral
radical pues no cree (como parece que era el caso de Sócrates) que para
la v ida buena sea necesar io y suf ic iente que la razón nos sepa mostrar la
conducta justa. En este punto Aristóteles se acerca al sent ido común al
indicar que si la voluntad de una persona no es buena, s i no ha sido
discipl inada y entrenada para la real ización de lo correcto, aunque la
razón le enseñe lo que es preciso hacer, es improbable que dicha persona
lo haga.
El concepto de virtud
Aristóte les def ine la v ir tud como un “hábi to select ivo que consiste en un
término medio re lat ivo a nosotros, determinado por la razón y por aquel la por la
cual decid ir ía el hombre prudente”. La vi r tud es una "excelencia añadida a algo
como perfección". Cuando una ent idad real iza su función propia, pero no de
cualquier manera sino de un modo perfecto, entonces de dicha ent idad decimos
que es vir tuosa o buena. En la noción ar istoté l ica de vir tud son importantes los
conceptos de naturaleza y de f inal idad: la v ir tud de un objeto t iene que ver con
su naturaleza y aparece cuando la f inal idad que está determinada por d icha
naturaleza se cumple en el objeto en cuest ión. Que sea un hábito quiere decir
que no es innata sino consecuencia del aprendizaje, y más exactamente de la
práct ica o repet ic ión. La práct ica o repet ic ión de una acción genera en nosotros
unadisposic ión permanente o hábito que nos permi te de forma casi natural la
real ización de una tarea. Los hábitos pueden ser buenos o malos; son hábitos
malos aquel los que nos alejan del cumpl imiento de nuestra naturaleza y reciben
el nombre de vic ios, y son hábitos buenos aquel los por los que un sujeto cumple
bien su función propia y reciben el nombre de virtudes . En general l lamamos
vir tud a toda perfección de algo por lo que podemos dist inguir v ir tudes del cuerpo
y v ir tudes del a lma; las que le interesaron a Ar istóte les fueron son las virtudes del alma , y en el las d ist ingue, las v ir tudes inte lectuales o d ianoét icas y las
ét icas o morales.
I I I . 2. Tipos de virtudes
Aristóte les div ide la parte racional o inte lect iva del a lma en inte lecto y
voluntad, por lo que podremos div id ir también las v ir tudes en dos grandes
especies: aquel las que suponen una per fección del inte lecto y aquel las que
suponen una perfección de la voluntad. L lama virtudes intelectuales o dianoéticas a la perfección de la parte intelectual de nuestra alma . Cuando el
inte lecto está bien dispuesto para aquel lo a lo que su naturaleza apunta (para el
conocimiento o posesión de la verdad), decimos que dicho intelecto es vir tuoso y
bueno. Las vir tudes intelectuales perfeccionan al hombre en re lación al
conocimiento y la verdad y se adquieren mediante la instrucción. Dist ingue
Ar istóte les los s iguientes t ipos de conocimiento -y por lo tanto de vi r tudes
inte lectuales-: Respecto del conocimiento teórico o especulat ivo: ciencia :
apt i tud para la demostración de las relaciones necesar ias existentes entre las
cosas; intelecto o intel igencia : habi l idad para captar intu i t ivamente la verdad de
los pr imeros pr incip ios de las c iencias, como los axiomas de la matemática o
pr imeros pr incip ios de la f i losofía; sapiencia o sabiduría : capacidad para
avanzar hasta los ú l t imos y supremos fundamentos de la verdad; Aristóte les la
ident i f ica con la f i losofía y la considera el saber más perfecto; la sabidur ía es la
comprensión de las cosas más nobles y super iores, y, en úl t imo término, de Dios.
Respecto del conocimiento práctico : arte o técnica : habi l idad para la creación
y modif icación de las cosas; prudencia : saber d ir igir correctamente la v ida;
permite d ist inguir lo bueno de lo malo, enseña cómo nos debemos comportar y
descubre los medios adecuados para la real ización de la fe l ic idad y de la v ida
vir tuosa.
Virtudes morales : son las perfecciones de la voluntad y del carácter .
Ar istóte les def ine la v i r tud moral como una "disposic ión voluntar ia adquir ida
(hábito) dir ig ida por la razón y que consiste en el término medio entre dos
vic ios". En esta def in ic ión encontramos las tesis ét icas fundamentales de este
autor :
• la v ir tud se puede aprender, no depende de la naturaleza y no es una
disposic ión innata sino del ejercic io de la l ibertad ;
• la v ir tud es un hábito , es decir una disposic ión que se crea en nosotros
para la real ización de una tarea o act iv idad y es consecuencia del e jercic io o
repet ic ión: nos hacemos justos pract icando la just ic ia, generosos pract icando la
generosidad, val ientes pract icando la valent ía;
• la v ir tud moral se real iza en un sujeto a par t i r de lo que su razón le enseña
como bueno; para la v ida buena es necesar ia la perfección de la razón , de ahí
que la v ir tud intelectual que l lamamos prudencia sea fundamental también en el
mundo moral ; s in embargo, Aristóte les no defiende un inte lectual ismo moral
radical pues no cree (como parece que era el caso de Sócrates) que para la v ida
buena sea necesario y suf ic iente que la razón nos sepa mostrar la conducta
justa: s i la voluntad de una persona no es buena, di r ía Aristóte les, s i no ha sido
discipl inada y entrenada para la real ización de lo correcto, aunque la razón le
enseñe lo que es preciso hacer, es improbable que dicha persona lo haga;
• la v ir tud consiste en saber dar con el término medio entre dos extremos ,
extremos que por ser tales son vic ios; Ar istóteles dist ingue entre e l " término
medio de la cosa" y e l " término medio para nosotros"; e l término medio es
siempre de algo que posee magnitud, y es término medio en re lación a la
cosa cuando se la examina desde un punto de vista puramente matemát ico (así,
el 6 es el término medio entre 10 y 2) , dista lo mismo de cualquiera de los
extremos, y es una sola e idéntica cosa para todos; pero para establecer lo que
es mucho o poco en asuntos relat ivos al b ien de las personas es preciso atender
a las c ircunstancias, a l sujeto que real iza la acción, sus necesidades y
posib i l idades, y para el lo introduce Aristóte les la idea del término medio respecto
a nosotros : en la moral idad el término medio se predica de las pasiones, los
sent imientos y las acciones pues, d ice este f i lósofo, en el temor, e l atrevimiento,
la apetencia, la i ra, la compasión, y en general en el p lacer y e l dolor caben el
más y e l menos, y n inguno de los dos está bien. El término medio es lo que no
sobra ni fa l ta y no es único ni igual para todos. En palabras de Ar istóte les, s i se
vive la pasión o el sent imiento o se real iza la acción "cuando es debido, y por
aquel las cosas y respecto a aquel las personas y en vista de aquel lo y de la
manera que se debe, entonces hay término medio y excelente, y en esto consiste
la v i r tud".
Sin embargo, Ar istóte les también af i rmará que no toda acción ni toda pasión
admite el término medio, pues hay cosas malas en sí mismas : pasiones malas
en sí mismas son la mal ignidad, la desvergüenza y la envid ia, y malas acciones
en sí mismas el adulter io, el robo y e l homicid io. Como ejemplos de vir tud cabe
señalar e l valor (medio entre la temeridad y la cobardía) y la templanza (medio
entre la intemperancia o l ibert inaje y la insensib i l idad) ; la v ir tud más importante
es la just icia .
La ética kantiana
Antes de empezar a expl icar las característ icas de la ét ica de Kant hay que part i r
de una dist inción previa que él propone: la de ét icas mater iales y ét icas
formales.
Son mater iales aquel las ét icas que af i rman que la bondad o maldad de la
conducta humana depende de algo que se considera bien supremo para el
hombre: los actos serán, por tanto, buenos cuando nos acerquen a la
consecución de ta l b ien supremo, y malos cuando nos ale jen de él . Las ét icas
mater iales suponen que hay bienes, cosas buenas para el hombre, y determinan
cuál es el b ien supremo o f in úl t imo del hombre (el placer para Epicuro, la
fel ic idad vi r tuosa para Ar istóteles, etc.) Según cuál sea el b ien supremo, la ét ica
establece normas o preceptos con el f in de alcanzarlo.
Toda ét ica mater ia l t iene contenido, en este doble sent ido: 1) hay un
bien supremo 2) se proponen los medios para alcanzarlo.
Kant rechaza las ét icas mater iales, pues presentan def ic iencias. En
pr imer lugar, son empír icas, es decir, a poster ior i . Su contenido está extraído de
la experiencia. Esto impide que sus pr incip ios sean universales, pues sólo lo a
pr ior i puede serlo. En segundo lugar, sus preceptos son hipotét icos o
condicionales. No valen absolutamente, s ino sólo de modo condicional para
conseguir un cierto f in. Esto impide también que sean universalmente vál idas.
Por ú l t imo, son heterónomas. Es decir la voluntad es determinada a obrar de un
modo u otro por e l deseo o incl inación a algo (p lacer, por ejemplo)
Visto lo anter ior, Kant af i rma que una ét ica que pretende ser universal y
racional no puede ser mater ial , ha de ser, por lo tanto, formal. La ét ica ha de
estar vacía de contenido, es deci r : 1) no debe establecer ningún bien o f in que
haya de ser perseguido, y 2) no nos dice lo que hemos de hacer, s ino cómo
hemos de actuar.
La ét ica formal se l imi ta a señalar cómo debemos obrar s iempre, se trate
de la acción concreta de que se t rate. Un hombre actúa moralmente, según Kant,
cuando actúa por deber. El deber es, según Kant, “ la necesidad de una acción
por respeto a la ley” es decir, e l somet imiento a una ley, no por la ut i l idad o la
sat isfacción que su cumpl imiento pueda proporcionarnos, s ino por respeto a la
misma.
La conciencia moral
La conciencia moral manda de modo absoluto , ordena de modo incondicionado,
nos dice: "me conviene ser amable con él porque así evi taré problemas" , este
ser ía un cr i ter io de conveniencia. La conciencia moral d irá: "debo ser amable con
el porque es mi deber t ratar bien a la gente" y no importa s i el lo me cuesta la
v ida, la fortuna, o lo que fuere, el mandato de la conciencia no está condicionado
por las c ircunstancias. Puede suceder que uno no cumpla con su deber, pero eso
no le qui ta autor idad al mandato absoluto. El deber no supone conveniencias,
sat isfacciones o estrategias, es un f in en sí mismo.
La conciencia moral es entonces la conciencia de una exigencia absoluta que no
se expl ica y que no t ienen sentido alguno desde el punto de vista de los
fenómenos de la naturaleza. En la naturaleza no hay deber s ino tan solo suceder ,
una piedra no "debe" caer, s implemente, "cae".
Mientras que en la naturaleza todo se encuentra condicionado por las leyes de la
causal idad en la conciencia moral r ige un imperat ivo que no conoce condiciones,
un imperat ivo categórico. La conciencia moral d ice 'no ment irás' s in condicionar
en modo alguno el mandamiento, no establece ci rcunstancias par t iculares bajo
las cuales la ley t iene val idez o no, el mandato es siempre absolutamente vál ido,
de otra forma, no ser ía una exigencia moral .
Kant di ferencia e l imperativo categórico del imperativo hipotético . En este
úl t imo, el mandato se hal la condicionado o reducido a una circunstancia
determinada: 's i quiero ganar su conf ianza, no debo ment ir ' porque si no es
importante para mí ganar su conf ianza, ment ir o no ment ir, deja de ser un
mandato.
La buena voluntad
De acuerdo a la ét ica de Kant, sólo la buena voluntad es absolutamente buena en
tanto que no puede ser mala bajo ninguna ci rcunstancia:
"La buena voluntad no es buena por lo que se efectúe o real ice, no es buena por
su adecuación para alcanzar algún f in que nos hayamos propuesto, es buena
solo por e l querer, es decir, es buena en sí misma " Fundamentación de la
metaf ís ica de las costumbres, Kant
Anal icemos el pasaje c i tado:
1. Imaginemos que una persona se ahogando en el r ío, hago todo lo posib le por
salvar la pero no lo logro. La persona muere, de todas formas.
2. Imaginemos ahora que hago todo lo posib le por salvar la y que tengo éxi to,
salvando su vida.
3. Imaginemos la tercera posib i l idad: la persona se está ahogando y yo la atrapo
por casual idad mientras pesco con una gran red.
El deber
El deber ref iere a que la 'buena voluntad' , bajo c iertas l imi taciones, no puede
mani festarse por sí sola.
El hombre, no es un ente puramente racional , s ino que también es sensible. Kant
observará que las acciones del hombre en parte están determinadas por la razón
pero existen también ' incl inaciones' como el amor, el odio, la s impatía, el orgul lo,
la avaric ia, e l placer. . . que también ejercen su inf luencia. El hombre reúne en su
juego la racional idad y las incl inaciones, la ley moral y la imperfección subjet iva
de la voluntad humana. Entonces, la buena voluntad, se manif iesta en cierta
tensión o lucha con estas incl inaciones, como una fuerza que parece
oponerse. En la medida que el confl icto se hace presente, la buena voluntad se llama deber .
Si una voluntad puramente racional s in inf luencia a lguna de las incl inaciones
fuese posib le, sería para Kant, una voluntad santa (per fectamente buena). De
esta forma, real izaría la ley moral de modo espontáneo, esto es, s in que
conforme una obl igación. Para una voluntad santa, el 'deber ' , carecería entonces
de sent ido en tanto que el 'querer ' coincide naturalmente con el 'deber ' . Pero en
el hombre, ley moral , suele estar en conf l icto con sus deseos.
Se dist inguen así tres t ipos de actos:
a. Actos contrarios al deber : En el e jemplo de la persona que se está ahogando
en el r ío. Supongamos que disponiendo de todos los medios necesarios para
salvar lo, decido no hacerlo, porque le debo dinero a esa persona y su muerte me
l ibrará de la deuda. He obrado por incl inación , esto es, no siguiendo mi deber
s ino mi deseo de no saldar mi deuda y atesorar el d inero.
b. Actos de acuerdo al deber y por incl inación mediata : El que se ahora en el
r ío es mi deudor, s i muere, no podré recuperar e l dinero prestado. Lo salvo. En
este caso, el deber coincide con la inclinación . En este caso se trata de una
incl inación mediata porque el hombre que salva es un medio a través del cual
conseguiré un f in ( recuperar el d inero prestado). Desde un punto de vista ét ico,
es un acto neutro (n i bueno ni malo).
c. Actos de acuerdo al deber y por incl inación inmediata : Quien se está
ahogando es alguien a quien amo y por lo tanto, t rato de salvar lo. También el el deber coincide con la incl inación . Pero en este caso, es una incl inación
inmediata porque la persona salvada no es un medio sino un f in en sí misma ( la
amo). Pero para Kant, este es también un acto moralmente neutro.
d. Actos cumplidos por deber : El que ahora se ahoga es un ser que me es
indi ferente.. . no es deudor ni acreedor, no lo amo, s implemente, un desconocido.
O pero aún, es un enemigo, alguien que aborrezco y mi incl inación es desear su
muerte. Pero mi deber es salvar lo y lo hago, contrar iando mi incl inación. Este es
el único caso en que Kant considera que se t rata de un acto moralmente bueno,
actos en los que se procede conforme al deber y no se sigue incl inación alguna.
El imperativo categórico
El valor moral de una acción, no reside en aquel lo que se quiere lograr, no
depende de la real ización del objeto de la acción, s ino que consiste única y
exclusivamente en el pr incip io por el cual ésta se real iza, a le jando la inf luencia
de cualquier deseo.
El pr incip io por el cual se real iza un acto es l lamado por Kant, 'máxima' de la
acción, es decir, e l pr incipio o fundamento subjet ivo del acto, e l pr incipio que de
hecho me l leva a obrar.
En esta l ínea, Kant formula el imperat ivo categórico:
Obra según una máxima tal que puedas querer al mismo t iempo que se torne ley universal
De esta forma, obraremos moralmente solo cuando podamos desear que nuestro deseo sea vál ido para todos. Así, lo que se pretende es el iminar las excepciones, siendo igualmente vál ida para todas las personas.
EJE TEMATICO Nº 2:
DEMOCRACIA.
QUÉ ES LA DEMOCRACIA: La palabra “democracia” s igni f ica
etimológicamente gobierno del pueblo . Proviene de dos vocablos gr iegos:
“demos”, pueblo, y “kratos”, gobierno.
La democracia como forma de gobierno se caracter iza porque en el la el poder
públ ico reside en la tota l idad da los c iudadanos. Mientras la monarquía es el
gobierno de uno solo, y la ar istocracia e l de una minoría que se considera
integrada por los mejores, la democracia, en cambio, es el gobierno del pueblo,
por e l pueblo y para el pueblo, según la def in ic ión de Abraham Lincoln.
Pero la democracia no es sólo una forma de gobierno, es también y sobre todo
un est i lo de vida basado en el respeto de la l iber tad , la dignidad de la persona
humana.
Algunos af i rman que la democracia consiste en entregar e l gobierno del Estado a
la mayoría s in tener en cuenta qué piensa y qué se propone esa mayoría. Según
esto, el Estado democrát ico debe ser neutral frente a todas las ideologías. Así se
expl ica que, en Alemania, una mayoría ant idemocrát ica se apoderase, en 1933,
del Estado democrát ico, para ponerlo a l servic io de sus planes.
Este modo de concebir la democracia no es exacto. La democracia no es
indi ferente a las concepciones pol í t icas. La democracia t iene una concepción
pol í t ica propia, para el la lo más importante es la l ibertad.
DEMOCRACIA PURA Y REPRESENTATIVA, y OTRAS FORMAS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA.( PLEBICITO, INICIATIVA POPULAR, REFERENDUM, ETC)
La democracia, como forma de gobierno, puede ser d irecta o pura e indirecta o
representat iva.
La democracia DIRECTA, l lamada también PURA , es aquel la en la que los
c iudadanos gobiernan directamente y no a t ravés de representantes.
La democracia d irecta fue posib le en las c iudades gr iegas, especia lmente en
Atenas. Eran comunidades muy reducidas y homogéneas donde la total idad de
los c iudadanos, reunidos en asambleas, part ic ipaban en el gobierno de la cosa
públ ica.
Actualmente la democracia d irecta se conserva en algunos cantones suizos pero
t iene un valor más simból ico que real .
En la democracia INDIRECTA O REPRESENTATIVA , en cambio, los c iudadanos
gobiernan por medio de representantes que el los mismos el igen, como ocurre en
nuestro país, donde “el pueblo no del ibera ni gobierna sino por medio de sus
representantes y autor idades creadas por la Const i tución”, según lo establece el art ículo 22 de la misma.
La democracia representat iva es propia de los Estados modernos, donde ser ía
imposible reunir a todos los c iudadanos en una asamblea para del iberar y donde
los asuntos públ icos son tan complejos.
* Algunos autores también dist inguen una tercera categoría intermedia,
la democracia semidirecta , que suele acompañar, atenuándola, a la democracia
indirecta. En la democracia semidirecta e l pueblo se expresa directamente en
ciertas c ircunstancias par t iculares, básicamente a través de t res mecanismos:
Plebiscito . El pueblo el ige «por sí o por no» sobre una propuesta.
Referéndum . El pueblo concede o no concede la aprobación f inal de una
norma (const i tución, ley, tratado).
Iniciat iva popular . Por este mecanismo un grupo de ciudadanos puede
proponer la sanción o derogación de una ley.
Destitución popular , revocación de mandato o recal l . Mediante este
procedimiento los c iudadanos pueden desti tu ir a un representante electo
antes de f inal izado su período.
LA DEMOCRACIA MODERNA
En el s iglo I a. de J. C., Roma abandonó la forma de gobierno republ icana y se
in ic ió e l Imper io. Los ideales democrát icos desaparecen por var ios s ig los.
Durante la Edad Media existen movimientos de oposic ión al poder absoluto de
una persona o de un grupo sobre el resto de los habitantes.
Así , encontramos las l lamadas democracias campesinas como la de Is landia,
cuyo pr imer Parlamento se reunió en 930, y la de los cantones suizos, en el s ig lo
XI I I .
Algunos pensadores medievales (Gui l lermo de Occam u Ockham, Marsi l io de
Padua, Nicolás de Cusa, Al tusio) desarrol laron concepciones sobre la soberanía
popular totalmente revolucionarias para su t iempo y que fueron admit idas sig los
después por autores como Hobbes, Locke y Rousseau.
Muy importante, como antecedente de la democracia moderna, es el papel que
desempeñan los municip ios, cuyos concejos resul tan de elecciones populares.
A part i r del s iglo XI, los habitantes de las c iudades europeas se benef ic iaron con
el renacimiento del comercio, favorecido sobre todo por las Cruzadas.
Pero los habitantes de las c iudades, los burgueses, dependían de un señor que
les cobraba impuestos y tr ibutos, con f recuencia exagerada o in justa.
Para conservar lo que habían ganado y poder ganar más aún, los burgueses
quis ieron l imitar la autor idad de sus señores. Para el lo, se unieron y obtuvieron
de sus señores, unas veces mediante luchas sangrientas, otras dándoles dinero,
c iertas l ibertades o franquicias que se consignaban en un acta l lamada car ta o
fuero. En ciertas regiones, los burgueses lograron el derecho de gobernarse por
el los mismos, como se gobernaban los c iudadanos de Atenas y de Roma en la
ant igüedad. Const i tuyeron, pues, verdaderas repúbl icas.
Este derecho que tuvieron los burgueses de gobernarse por sí mismos, se
extendió, s ig los después en ciertos países, a todos los c iudadanos del Estado.
En Inglaterra, Estados Unidos y Francia, los c iudadanos se dieron sus propios
gobiernos y de este modo nació la democracia moderna basada en la l iber tad, en
la igualdad y de la f raternidad.
AUTORIDAD Y AUTORITARISMO.
Autoridad
El concepto de autoridad apareció en Roma como opuesto al de poder. El poder
es un hecho real . Una voluntad se impone a otra por e l e jercic io de la fuerza. En
cambio, la autor idad está unida a la legi t imidad, d ignidad, cal idad, excelencia de
una inst i tución o de una persona. Es lo que desde el punto de vista del Estado,
puede ser considerado como el poder ejercido por una persona legi t imada por
una inst i tución o razón conforme a unas funciones que le son generalmente
reconocidas. En este sentido cuando una persona t iene autor idad se deduce que
t iene act i tud para mandar (o imponer su punto de vista o hacerse respetar). Así ,
cuando el indiv iduo t iene «la» autor idad o si se quiere ésta, se está autor izada a
actuar, a ejercer un determinado poder. En este ámbi to, autor idad está l igada a
potestad.
Fuera del ámbi to inst i tucional del Estado, autor idad puede suponer en ocasiones
algo dist into a la posib i l idad de ejercer la fuerza para imponer las cosas o
potestad. La autor idad también la t iene alguien que, debido a su capacidad en un
ámbi to, por sus conocimientos o d ignidad, puede ejercer sobre otros una
inf luencia a la hora de que tomen ciertas decis iones. En este sentido, muchos
órganos consult ivos t ienen mucha autor idad sobre la mater ia objeto de las
consultas.
La autor idad como es interpretada por Max Weber , quien la ent iende: “como
dominación, es la probabi l idad de encontrar obediencia dentro del grupo
determinado para mandatos especí f icos. Af i rma que en el caso concreto esta
dominación ("autor idad"), en el sentido indicado, puede descansar en los más
diversos mot ivos de sumisión, que se dan por habi tuación o por arreglos af ines.
La obediencia es esencia l para que se ejerza la autor idad”. Habla de t res t ipos
de autor idad la car ismát ica, legal y t radic ional .
Autoritarismo
El autoritarismo es, en términos generales, una modal idad del ejercic io de
la autor idad en las relaciones socia les, por par te de alguno o algunos de sus
miembros, en la cual se extreman la ausencia de consenso, la i rracional idad y la
fal ta de fundamentos en las decis iones, or iginando un orden social opresivo y
carente de l iber tad para otra parte de los miembros del grupo social .
En ciencia pol í t ica el autor i tar ismo se ref iera a " la doctr ina pol í t ica que aboga
por el pr incipio
del gobierno absoluto: absolut ismo , autocracia , despot ismo , dictadura , total i tar is
mo . " 1 El término se ut i l iza para cal i f icar a organizaciones o estados que
pretenden conservar y gest ionar e l poder pol í t ico mediante mecanismos que se
encuentren en abierta contradicción con la l ibertad.
Antiautoritarismo. Sistemas Antiautoritaistas.
Las dist intas escuelas pol í t icas e ideologías poseen diversos enfoques y
soluciones contra el autor i tar ismo.
Anarquismo
Desde la perspect iva anarquista es un régimen autor i tar io todo régimen que
imponga el poder económico y pol í t ico de un sector (e.g. Estado , cár te l , etc.) , y
que por ta l razón subordine involuntar iamente la acción voluntar ia no-agresiva
del indiv iduo , que l imite la capacidad de los grupos sociales de asociarse
l ibremente y determinar su dest ino en autonomía. Estos desequi l ibr ios ser ían
posib les gracias a la existencia del poder coact ivo, ya sea mediante la v iolencia
o int imidación, s in e l cuál nadie estar ía obl igado a someterse a una autor idad de
éste t ipo.
Los anarquistas consideran que el autor i tar ismo inst i tucional izado es un
problema estructural complejo que no se soluciona cambiando de autor idades
sino a t ravés de una transformación profunda del modelo de desarrol lo humano
basándose en leyes, administraciones, asociaciones, cooperación e inst i tuciones
voluntar ias.
Comunismo
Desde la perspect iva comunista la raíz del autor i tar ismo radica en la lucha de
clases . La clase capita l ista , propietar ia y en contro l de los medios de
producción (empresas, fábr icas, centros f inancieros, t ransportes, medios de
comunicación, etc.) ut i l iza ese poder para dominar a la mayor parte la población,
e imponer sus intereses, muchas veces en contra del interés de la mayoría.
La pr incipal pol í t ica ant iautor i tar ia del comunismo es la e l iminación de las c lases
sociales y e l establecimiento de una sociedad sin c lases, abol iendo
la propiedad pr ivada de los medios de producción.
Liberal ismo
El l iberal ismo t iende a considerar que el núcleo pr incipal del autor i tar ismo radica
en la concentración de poder pol í t ico. Por lo tanto sus pr incipales pol í t icas
ant iautor i tar ias se or ientan a l imitar, d iv id ir y contro lar e l poder del Estado . Por
el lo e l l iberal ismo concede especia l importancia a la Const i tución y
el const i tucional ismo y a reducir en todo lo que sea posible e l Estado .
Un derivado del ant iautor i tar ismo l iberal son las
pol í t icas ant i t rust o ant imonopól icas , que consideran que la concentración del
poder económico es una modal idad del autor i tar ismo, y que también debe ser
l imitado, div id ido y controlado.
Social ismo
En general e l socia l ismo y la socia ldemocracia consideran que la pr incipal fuente
de autor i tar ismo radica en la desigualdad social , pr incipalmente en el mundo
económico.
Las pr incipales pol í t icas ant iautor i tar ias del socia l ismo y la socia ldemocracia se
or ientan a atenuar las desigualdades sociales, ya sea mediante una mayor
intervención del Estado , como por una pol í t ica de distr ibución progresiva
del ingreso y la promoción de mecanismos de negociación colect iva y diálogo
social en el mundo del t rabajo.
MOVIMIENTO CONSTITUCIONALISTA .
CONCEPTO: En la histor ia de la humanidad se conoce bajo e l nombre de
const i tucional ismo, a l movimiento jurídico pol í t ico que propuso la existencia de
una ley fundamental , l lamada CONSTITUCIÓN, para cada estado.
**En cuanto a su génesis, los HITOS DEMARCATORIOS , más sal ientes están
dados por la Revolución Inglesa de 1688; La Revolución Americana de 1776 y la
Revolución Francesa de 1789.
CARACTERES DEL COSNTITUCIONALISMO : El absolut ismo de esos t iempos
eran la síntesis de la insegur idad. La répl ica se hizo senti r cuando el pueblo
expuso la idea que daba a cada estado el dictado de una ley fundamental
l lamada const i tución.
Aquel la ley (La Const i tución), debía ser 1- ESCRITA : Ya que la escr i tura era el
medio adecuado para confer i r cer teza y estabi l idad a sus contenidos. 2- RECONOCIMIENTO DE DERECHOS y GARANTIAS: Para parar con la
discrecional idad en mater ia de derechos se incorporaron al catalogo Y de la
const i tución los derechos fundamentales del hombre. Esto le da una sensación
de perdurabi l idad, f rente a la pract ica usual de esos t iempos. 3- SUPREMA : El
instrumento debía tener la cal idad de superrey, ósea tener preeminencia de las
normas const i tucionales f rente a las restantes. Debía ser superior a l resto de las
leyes. 4- PODER CONSTITUYENTE : Encargado De dictar la Const i tución y
reformar la cuantas veces quiera, solo este poder podía introducir modif icaciones
a la Const i tución, a los otros poderes como ser e l Poder Legislat ivo, Ejecut ivo y
Judic ia l , le esta vedado (prohib ido) hacer lo.
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EJE TEMATICO Nº 3:
DERCHOS HUMANOS:
¿Que son los derechos humanos? Tal categoría reconoce su génesis histór ica
en la expresión acuñada en 1789 por la Revolución Francesa, cuando dio en
l lamar “Derechos Humanos”, a los atributos que todo ser humano tenía por su sola calidad de tal , con prescindencia incluso de norma positiva que lo reconociera.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LOS DERECHOS HUMANOS
La expresión de "derechos humanos", es de or igen reciente. Su formula de
inspiración francesa, "derechos del hombre", se remonta a las úl t imas décadas
del s iglo XVII I . Pero la idea de una ley o legis lador que def ine y protege los
derechos de los hombres es muy ant igua.
A saber:
El código de Hammurabi, se protegían con penas desproporcionadamente
crueles.
En Roma se los garantizaban solamente al c iudadano romano que eran los
únicos que podían formar par te en el gobierno, la administración de la just ic ia, la
elección de funcionar ios públ icos, etc. A pesar de esto se logró consti tu ir una
def in ic ión práct ica de los derechos del hombre. El derecho romano según fue
apl icado en el common law, como el Derecho Civi l del cont inente europeo, ofrece
un patrón objet ivo para juzgar la conducta desde el punto de vista de los
derechos y l iber tades indiv iduales. Ambos admit ieron la concepción moderna de
un orden públ ico protector de la d ignidad humana.
En Inglaterra se l ibraron batal las en defensa de los derechos Ingleses, para
l imitar el poder del Rey. De esta lucha emergen documentos : la Pet i t ion of Right
de 1628, y e l Bi l l of Rights de 1689.
Las ideas de estos documentos se ref lejan luego en las Revoluciones Norteamericanas y Francesas del siglo XVII I:
con la Declaración de Independencia Norteamericana, Declaración de Derechos
de Virginia de 1776, Declaración Francesa de los Derechos del hombre y del
c iudadano y la Declaración de los Derechos Norteamericana.
El año 1789, específ icamente al 26 de Agosto de ese año donde la Asamblea
Const i tuyente Francesa votó por unanimidad un conjunto de pr incip ios
considerados esencia les en las sociedades humanas y en las que habían de
basarse la Const i tución Francesa (1791), y después otras muchas const i tuciones
modernas. Tales pr incip ios, enunciados en 17 art ículos, integran la l lamada
"Declaración de los Derechos del hombre y del c iudadano".
En cuanto a su contenido pol í t ico y social no representaban una aportación
or ig inal , pues su espír i tu había sido ya aceptado en Inglaterra en 1689 por
Guil lermo I I I , y casi en iguales términos los había sancionado con anter ior idad en
Estados Unidos el Congreso de Phi ladelf ia. No obstante, la gran repercusión de
la Revolución Francesa los universal izó y entraron a formar par te de la
conciencia europea como expresión de las aspiraciones democrát icas.
Dicha declaración, en sus artículos, establece : la misma polí t ica y socia l de
los c iudadanos, e l derecho a la l iber tad, a la propiedad , a la seguridad , a resist i r
la opresión, e l l ibre ejercic io de los Derechos Naturales, la l ibertad de palabra y
de imprenta . . . y demás derechos inherentes al hombre.
En esta etapa comienzan a dictarse las const i tuciones de carácter l iberal , que
protegían los derechos civ i les y pol í t icos, buscaban la protección de las
l iber tades de propiedad, y de vida. Esta etapa es l lamada "Derechos de Pr imera
Generación", donde vemos un decaimiento del absolut ismo pol í t ico y monárquico.
Como respuesta a una etapa de cr is is de los derechos humanos, por d ist intas
si tuaciones, entre e l las e l comunismo o la revolución Industr ial de Inglaterra.
Esta etapa se l lama "Derechos de Segunda Generación", que son
específ icamente derechos socia les y económicos, que contenían la esperanza de
los hombres de mejorar sus condiciones de vida dentro de la sociedad, en lo
económico y en lo cul tural , ya que a medida en que otras valoraciones novedosas
entran a los conjuntos cul turales de las di ferentes sociedades, el repertor io de
derechos civ i les y pol í t icos recibe una reclamación ampl iator ia.
Estos derechos deben defenderse, mantenerse, subsist i r ; pero a la vez hay que
añadir les otros.
Estas ideas comienzan a plasmarse en las consti tuciones de México de 1917 y en
la de Alemania de Weimar en 1919.
Los derechos humanos se establecieron en el Derecho internacional a part i r de la
Segunda Guerra Mundial , y se establecieron documentos dest inados a su
protección por su importancia y necesidad de respeto.
Podemos emplear varios ejemplos:
La Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por las Naciones
Unidas el 10 de dic iembre de 1948.
La Declaración de Derechos del Niño, de 1959.
La Convención sobre los Derechos Polí t icos de la Mujer , de 1959.
La Convención sobre el iminación de todas las formas de discr iminación de la
mujer , de 1969.
La Convención contra la tortura y otros t ratos o penas crueles inhumanas o
degradantes, de 1984.
La Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, entre otros.
CARACTERES DE LOS DERECHOS HUMANOS:
Como caracteres pr incipales de estos derechos Pablo Mani l l i col ige los
siguientes 6:
Innatos e inherentes : En el sent ido de que todo ser humanos con
el derecho y la única intervención del estado es para reconocerlos declarar los y
pretejer los normat ivamente, pero no confer i r los y otorgarlos.
b) Necesarios: Como consecuencia de lo anter ior, al no depender
del hecho cont ingente de que el estado los conceda o no, s ino que deriva de la
propia naturaleza, deben ser considerados necesar ios, porque es ineludib le su
reconocimiento por el orden jurídico.
c) Inal ienables: Porque pertenecen al ser humano por su condición
de ta l , son inescindib les de su ser, no pueden transfer i rse ni renunciarse, aun
cuando pueda t ransfer i rse el objeto mater ia l sobre el que recae el derecho por
Ej . : ( la cosa sobre la que se ejerce el derecho de propiedad) El derecho en si no
se t ransf iere. Por el lo es que no puede siquiera concebirse la idea de un ser
humano sin derechos, y el lo es independiente de la c i rcunstancia que
determinado derecho en la pract ica no se ejerza por razones voluntar ia o
impuestas; aun así el derecho sigue exist iendo en cabeza de ese ser.
d) Imprescriptibles : Dado que no se pierden por e l t ranscurso del
t iempo, n i con el desuso.
e) Oponibles Erga Omnes : Al no depender de concesión alguna ni
de pacto alguno que los otorgue, los derechos humanos pueden hacerse valer
f rente a cualquier otro sujeto de derecho, sean part iculares o el Estado mismo.
f) Universales : Toda referencia a los derechos humanos hasta 1945
se encontraba l imitada al País en el que se formulaba. Es decir, solo se atendía
a los derechos humanoide los habi tantes de ese espacio terr i tor ia l . Con la
sanción de la car ta de naciones unidas en 1945 la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948, amen de numerosa convenciones que establecen el
deber de todos los estados de respetar los, los derechos humanos son patr imonio
de toda la geograf ía mundial . No se concibe hoy derechos humanos para algunos
y no para otros ni derechos que sean dist intos en una región que en otra.
g) Indivisibles e Interdependientes : La indiv is ib i l idad impl ica
justamente la imposibi l idad de desconocer, por ejemplo los derechos civ i l ice y
pol í t icos, con el supuesto propósito de lograr la v igencia de los económicos.
DERCHOS DE PRIMERA, SEGUNDA Y TERCERA GENERACION
La clasi f icación se basa en un cr i ter io temporal que ident i f ica a los derechos
conforme a la época de su apar ic ión, en tres grandes momentos.
Los derechos de primera generación guardan correspondencia con los a lbores
del const i tucional ismo y e l d ictado de las pr imeras const i tuciones. Fieles a la
ideología l iberal en boga aquel las cartas pr ior izaron una act i tud pasiva del
estado, comportamiento que era indispensable para que la sociedad pudiera
gozar de la sociedad, comercio, navegación, t ransi to, l ibertad f ís ica.
Cronológicamente la segunda generación adviene con el const i tucional ismo
social . Para el goce de estos derechos no basta que el estado se abstenga, es
indispensable que tome parte, asuma un rol act ivo para tute lar a c iertos sectores
más débi les de la sociedad que requieren su apoyo para el efect ivo disfrute y
ejercic io de ta les atr ibuciones. Desfi lan así las leyes protectoras del trabajo,
retr ibución justa, salar io mínimo vi ta l y móvi l , protección de la fami l ia,
jubi laciones, huelga, etc.
La tercera generación de lo derechos , que i rrumpe tras la segunda guerra
mundial , es f ruto de la evoluciona del a humanidad y del permanente reclamo de
real ización del hombre. De la mano de esta nominación emergen derechos que
en algunos casos se t i tular izan el hombre (derecho de repl ica, la propia imagen,
del consumidor) o en la sociedad toda (derecho al ecosistema, a la paz, la
autodeterminación, al desarrol lo, cal idad de vida).
INSTRUMENTOS LEGALES PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Los medios o vías para exigi r que la obl igación se cumpla si rven para sancionar
su incumpl imiento, o para remediar la v iolación o para reparar la. Tales medios
han de estar a disposic ión del t i tular del derecho tanto cuando el sujeto pasivo
cargado con la obl igación sea el estado, como cuando lo sean uno o mas
part iculares.
Los medios han de ser judic iales, para acceder a un juez o tr ibunal del poder
judic ial .
Las vías tutelares de derechos, se deben encontrar bajo la d isposic ión de los
t i tulares de derechos, o sea las personas humanas. Quienes deben exig ir e l
cumpl imiento de las obl igaciones frente al sujeto pasivo, ya sea un part icular o e l
estado.
Los derechos humanos deben estar reconocidos dentro de la Const i tución, s i hay
alguna vio lación a uno de estos derechos ya sea por e l estado o por a lgún
part icular, se estar ía lesionando a la Const i tución, y se t rataría de una conducta
inconst i tucional, por ende debe haber vías que controlen la const i tucional idad.
Estas vías, que han de ser jurídicas, deben permi t i r e l acceso a un t r ibunal, la
legi t imación del just ic iable, la tute la de lo que él cree ser su derecho, y la
impart ic ión de just ic ia por parte del t r ibunal. *
Por lo tanto, encontramos como vías tutelares : la Constitución, las vías procesales comunes, las vías procesales sumarias y sumarísimas, el hábeas corpus, el hábeas data y el amparo . Estos t res úl t imos se encuentran
amparados en el art ículo 43 de la Consti tución Nacional:
Hábeas Corpus , cuando el derecho lesionado, restr ingido, a l terado o amenazado
fuera la l ibertad f ís ica , o en caso de agravamiento i legít imo en la forma o
condiciones de detención, o en de desaparic ión forzada de personas, la acción
de Hábeas Corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquier en su
favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la v igencia del estado de
si t io.
Hábeas Data, toda persona podrá interponer esta acción para tomar
conocimiento de los datos a el la refer idos y de su f inal idad, que consten en
registros o bancos de datos públ icos, o los pr ivados dest inados a proveer
informes , y en ese caso de fa lsedad o discr iminación, para exig ir la supresión,
rect i f icación, conf idencial idad o actual ización de aquel los. No podrá afectarse el
secreto de las fuentes de información per iodíst ica.
Amparo, toda persona puede interponer acción expedi ta y rápida de amparo,
s iempre que no exista otro medio judic ial mas idóneo, contra todo acto u omisión
de autor idades públ icas o de par t iculares, que en forma actual o inminente
lesione, restr inja, a l tere o amenace, con arbi t rar iedad o i legal idad manif iesta,
derechos y garant ías reconocidos por esta Const i tución, un t ratado o una ley. En
el caso, e l juez podrá declarar la inconst i tucional idad de la norma en que se
funde el acto u omisión lesiva.
En cuanto a la Constitución Nacional. La cual considerada por e l
const i tucional ismo moderno como la fuente madre de los derechos humanos.
Tiene el carácter de ley Suprema porque es la encargada de regular e l
funcionamiento de los poderes del Estado y los derechos de los c iudadanos.
Si los Derechos humanos están reconocidos en la Consti tución, la lesión
or ig inada a un derecho por e l Estado y por los part iculares no es solo una lesión
al t i tu lar del derecho sino también es lesión de la Consti tución, y por ende la
conducta es inconstitucional.
EJE TEMATICO Nº 4:
LA SOCIEDAD JUSTA.
Definición de Part idos Polít icos:
Los par t idos pol í t icos son organizaciones que se caracter izan por su
singular idad, de base personal y relevancia consti tucional, creadas con el f in de
ayudar de una forma democrát ica a la determinación de la pol í t ica nacional y a la
formación y or ientación de la voluntad de los c iudadanos.
Los par t ic ipantes de los part idos pol í t icos t ienen derecho a elegir y a ser votados
para todos los cargos. Los part idos pol í t icos t ienen derecho a acceder de ayuda
f inanciera de parte del Estado.
El pr incipal propósi to es perdurar y consol idarse.
En la pr imera mi tad del s iglo XIX los part idos pol í t icos surgen como tales y se
han const i tuido en una manifestación concreta del aumento de la part ic ipación
pol í t ica de las personas. Estas formas de par t ic ipación han ido cambiando desde
el s iglo pasado hasta nuestros días. En un pr incip io la gente era atraída por un
l íder de gran car isma y se congregaban respecto a su l iderazgo.
Qué son los part idos polít icos?La Const i tución Nacional sost iene en su Art ículo 38 que los part idos pol í t icos son
“ inst i tuciones fundamentales del s istema democrát ico”. La Ley 23.298 – Ley
Orgánica de los Part idos Pol í t icos, les asigna el carácter de “ instrumentos
necesarios para la formulación y real ización de la pol í t ica nacional” y les otorga
potestad para la postulación de candidatos a cargos públ icos elect ivos.
SISTEMAS DE PARTIDOS
Concepto
Se ent iende por s istema de part idos el conjunto de part idos en un determinado
Estado y los elementos que caracter izan su estructura: cant idad de part idos, las
re laciones entre sí , tanto respecto a la magnitud de el los como a sus fuerzas
re lacionales y en tercer lugar, las ubicaciones respect ivas, ideológicas y
estratégicas, como elementos para determinar las formas de interacción; las
re laciones con el medio c ircundante, con la base socia l y e l sistema polí t ico .
Conforme a esta definic ión, e l anál is is del s istema de part idos se concentra
pr incipalmente en tres ámbitos: su génesis, su estructura y su función o
capacidad funcional. Se t rata de expl icar la configuración de los
di ferentes sistemas de part idos desde una óptica genética, desde factores
inst i tucionales y de otra índole que inf luyen en el la, y desde cr i ter ios de
conformidad de los sistemas de part idos con objet ivos pr incipales, como por e j .
resolver problemas de gobernabi l idad , de consol idación de la democracia o
problemas de pol í t icas públ icas, p. ej . problemas socia les. La complej idad del
fenómeno de los part idos pol í t icos condujo al desarrol lo de esquemas y
t ipologías cada vez más sof ist icadas con el f in de faci l i tar e l acceso a esta
real idad.
¿Qué es un Sindicato?
Es la asociación de t rabajadores const i tuida para unirse ínt imamente con el
objeto de defender sus derechos laborales y la conquista de nuevos. Se
fundamenta, pues, en la unidad monolí t ica de los t rabajadores ante necesidades
comunes de clase explotada. El s indicato es la expresión más legí t ima de
la c lase obrera organizada, la que gracias a su unidad, organización y constancia
en la lucha ha conseguido derechos que, de otro modo, no hubiera sido posib le.
Por esa razón, los s indicatos son ardorosamente combat idos por los patrones
explotadores y gobiernos antidemocrát icos, habiendo tenido necesidad de
intensi f icar las luchas extremadas con huelgas y paros generales, para que se
les reconozca mínimas conquistas, muchas veces escamoteadas por intervención
de los organismos estatales parcia l izados con los intereses patronales, que
t ratan por todos los medios de desconocer e l derecho de reunión o asociación,
normados por nuestra Const i tución Polí t ica .
También se puede definir el Sindicato como la organización cont inua y
permanente creada por los t rabajadores para protegerse en su trabajo,
mejorando las condiciones del mismo mediante convenios colect ivos refrendados
por las Autor idades Administrat ivas del Minister io de Trabajo. En esta s i tuación
será más fact ib le conseguir mejor ía en las condiciones de t rabajo y de vida;
s irv iendo también para que los t rabajadores expresen suspuntos de
vista sobre problemas que atañen a toda la colect iv idad.
PRINCIPIOS DEL SINDICALISMO 3
Si usted así lo cree, mencione los que a su juic io sean más importantes. Los
pr incipios son las reglas fundamentales que or ientan el comportamiento de las
organizaciones. Si se rompen o no se cumplen, la organización pierde
su ident idad y se debi l i ta; entonces, cada vez le es más di f íc i l lograr sus
objet ivos. De esa forma, p ierde credib i l idad ante los trabajadores y t rabajadoras
y ante la sociedad. Existen al menos 9 pr incip ios fundamentales que todo
sindicato y s indica- l ista deben respetar. Podemos enunciar los de la s iguiente
manera:
El s indicato debe ser :
Libre
Independiente
Democrát ico
Part ic ipat ivo
Unitar io
Responsable
Real ista
Sol idar io
La opinión pública es la tendencia o preferencia, real o est imulada, de
una sociedad hacia hechos socia les que le reporten interés.
La opinión públ ica ha sido el concepto dominante en lo que ahora parece
refer i rse a la comunicación pol í t ica. Y es que después de muchos intentos y de
una más o menos larga ser ie de estudios, la experiencia parece indicar que
opin ión públ ica impl ica muchas cosas a la vez; pero, a l mismo t iempo, n inguna
de el las domina o expl ica el conjunto. Además, con el predominio de los medios
de comunicación modernos, en una sociedad masif icada el terr i tor io de la opin ión
parece retomar un nuevo enfoque.
También es necesario considerar que la opin ión públ ica t iene una ampl ia
t radic ión como campo de estudio. Y aun cuando se re laciona estrechamente con
la comunicación pol í t ica, se di ferencia de ésta. Es decir, la opinión públ ica
const i tuye sólo un sector dentro del ampl io espectro de la comunicación pol í t ica.
Justicia Bien Comun Y Libertad Ensayo
JUSTICIA Por def in ic ión del d iccionar io se la considera como:
“ la concepción que cada época y c iv i l ización t ienen acerca del bien común. Es un
valor determinado por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía
entre sus integrantes.”
Para otros como el mecanismo para establecer reglas que si rvan para la
mediación y la entrega de un bien o un objeto a quien en verdad le pertenezca,
s in embargo la mayoría c lama por just ic ia solo en el s imple hecho de cast igar a
quien tenga o no la culpa.
En todo art ículo que uno logra encontrar sobre just ic ia se habla de mecanismos,
reglas, estamentos, leyes etc. Con las cuales lo único de lo que hablan es sobre
hacer el b ien pero sin darse cuenta todo lo escr i to es para el bien personal y no
para el b ien común de todas las personas.
BIEN COMUN
“El Bien Común es el conjunto de condiciones sociales que permi ten y favorecen
en los seres humanos el desarrol lo integral de todos y cada uno de los miembros
de la comunidad.”
“De acuerdo a su concepción f i losó f ica, e l b ien representa el valor supremo de la
moral ; pero desde el punto de vista económico, corresponde a cualquiera de las
cosas suscept ib les de sat isfacer nece sidades humanas.”
“No es la suma de los b ienes de cada uno de los miembros de la sociedad ya que
es indiv is ible y solo con la colaboración de todos puede ser alcanzado,
aumentado y protegido. Afecta a la v ida de todos. Exige la prudencia por parte de
cada uno, y más aún por la de aquel los que ejercen la autor idad.”
Estos son los términos que usan para def in ir e l bien común en casi todo el mundo
entero, pero es verdad que se apl ican? Desde mi punto de vista no hay lugares
donde estos términos y sus respect ivos signi f icados se apl iquen sin embargo
puede exist i r la posib i l idad que todo esto se l leve a cabo, la solución es la
senci l la optar por seguir lo que por mucho t iempo se ha descri to y es su
signi f icado.
LIBERTAD
Libertad es la capacidad del ser humano de obrar o no obrar a lo largo de su
vida por lo que es responsable de sus actos. Histór icamente, en especia l desde
las Revoluciones burguesas del s ig lo XVII I y XIX , la l ibertad suele estar muy
unida a los conceptos de just ic ia e igualdad .
Este estado define a quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de
otros de forma coerci t iva. En otras palabras, lo que permi te a l hombre decidi r s i
quiere hacer a lgo o no, lo hace l ibre, pero también responsable de sus actos. En
caso de que no se cumpla esto ú l t imo se estaría hablando de l iber t inaje . Pues la
l iber tad impl ica una clara opción por e l b ien [ c i t a r e q u e r i d a ] , solo desde esta opción se
estaría actuando desde la concepción de la Teleología .
La protección de la l ibertad interpersonal puede ser objeto de una invest igación
social y pol í t ica , mientras que el fundamento metaf ís ico de la l ibertad inter ior es
una cuest ión psicológica y f i losóf ica . Ambas formas de la l ibertad se unen en
cada indiv iduo como el inter ior y exter ior de una mal la de valores, juntos en una
dinámica de compromiso y de lucha por e l poder; las sociedades que luchan por
el poder en la def in ic ión de los valores de los indiv iduos y de la persona que
lucha por la aceptación socia l y el respeto en el establecimiento de valores de la
propia en el mismo.
"La l ibertad consiste en poder hacer todo aquel lo que no cause perjuic io a l
otro. . ." Art ículo 4 de la Declaración Universal de los Derechos del hombre y del
Ciudadano.
Teorías acerca de la Justicia
Entre otras muchas teor ías sobre la just ic ia, destacamos la de los f i lósofos :
Platón : La Just ic ia como armonía socia l . En su l ibro "La Repúbl ica" , Platón
propone para la organización de su ciudad ideal, a t ravés del d iá logo de
Sócrates, que los gobernantes de esta c iudad se transformen en los
indiv iduos más justos y sabios, o sea en f i lósofos, o bien, que los
indiv iduos más justos y sabios de la comunidad, es decir, los f i lósofos, se
t ransformen en sus gobernantes.
Ar istóte les : La Just ic ia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que
es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada
ciudadano t iene que estar en proporción con su contr ibución a la sociedad,
sus necesidades y sus mér i tos personales.
Santo Tomás de Aquino : La Ley Natural . Dice que los c iudadanos han de
tener los derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos
son más tarde l lamados Los Derechos Humanos .
Para los ut i l i tar istas las inst i tuciones públ icas se componen de una forma
justa cuando consiguen maximizar la ut i l idad (en el sent ido de fe l ic idad)
agregada. Según esta teoría, lo justo es lo que benef ic ia a l mayor número
de personas a la vez.
Ulp iano : Just ic ia es la constante y perpetua voluntad de darle a cada
quien lo que le corresponde.
Igualdad de oportunidades
Concepto según el cual todas las personas deben tener las mismas
oportunidades para acceder a l mercado de t rabajo , y no se debe ser objeto de
discr iminación por razón de sexo, raza, edad o creencias rel igiosas. Muchos
países han promulgado leyes que cast igan al que niegue un puesto de trabajo a
una persona por alguno de los mot ivos anter iores. Algunas organizaciones van
todavía más le jos y abogan por una pol í t ica de discr iminación posi t iva, como por
ejemplo la que se deduce de fomentar e l empleo de una minoría étn ica. Aunque
se han logrado importantes mejoras en cuanto a la igualdad de oportunidades,
los hechos demuestran que todavía queda un largo camino por recorrer. En 1910,
la escr i tora Clara Zetkin, compañera y amiga de Rosa Luxemburgo, organizó la
pr imera conferencia in ternacional de mujeres socia l istas, donde se aprobó una
resolución que establecía el día 8 de marzo como Día Internacional de la mujer
t rabajadora. Hoy se celebra en otros países del mundo para recordar los
derechos de la mujer. En Lat inoamérica son muy desiguales, según los países,
las leyes que protegen la igualdad de oportunidades. En Argent ina, por ejemplo,
existen leyes de protección, mas como en otros países, no siempre se cumplen.
Durante los úl t imos años se han incrementado los esfuerzos por reducir la
discr iminación laboral por causa de la edad, determinadas incapacidades f ís icas
o la propia or ientación sexual.
Justicia social
La igual dignidad de las personas humanas exige el esfuerzo para reduci r las
excesivas desigualdades sociales y económicas. Impulsa a la desapar ic ión de las
desigualdades inicuas. i
Es en ese esfuerzo “para reducir las excesivas desigualdades socia les y
económicas que impulsa a la desapar ic ión de las desigualdades in icuas” que se
hace presente la just ic ia social .
El or igen de la just ic ia social es re lat ivamente nuevo, en comparación con la
just ic ia conmutat iva y la d istr ibut iva. Aparece a part i r de la Revolución
Industr ial , con el f in de detener los abusos y excesos del capita l ismo y el
l iberal ismo frente a los t rabajadores y para para hacer f rente al indiv idual ismo
sin l ímites.
La just ic ia socia l busca el bien común de la sociedad, por encima de cualquier
interés par t icular o indiv idual. Orienta a todos al b ien general de la sociedad,
i
enseña al indiv iduo a hacer renuncias invi tando al sacr i f ic io indiv idual por e l
servic io, por el b ien de la comunidad, abandona el interés part icular por la
sol idar idad con todos los demás.
La just ic ia socia l engloba los dist intos t ipos de just ic ia (general , legal y socia l) ,
no es la suma de los b ienes part iculares, s ino la búsqueda del bien común de la
sociedad.
La sociedad asegura la just ic ia socia l cuando br inda las condiciones que
permiten a las comunidades asociaciones y a cada uno conseguir lo que les es
debido según su naturaleza y su vocación. La just ic ia social está l igada al b ien
común y a l e jercic io de la autor idad.
El bien común
El objet ivo fundamental por e l cual los hombres se al ían es procurar e l b ien
común para que cada persona logre la l iber tad que le conviene como tal y pueda
tener las garantías socia les, económicas, pol í t icas y cul turales. i i
Existe una complementar iedad mutua entre los conceptos de persona como
unidad social y de bien común como f in del todo socia l . Dicha complementar iedad
la descr ibe magistralmente Mari ta in cuando sost iene lo s iguiente: "El f in de la
sociedad no es el bien indiv idual, ni la colección de los b ienes indiv iduales de
cada una de las personas que la consti tuyen. Semejante fórmula destruir ía la
sociedad como tal en benefic io de las par tes; vendría a derivar ya en una
concepción f rancamente anárquica , o bien, a la v ieja concepción anárquica-
dis imulada del mater ial ismo indiv idual ista, según la cual los deberes de la c iudad
se l imi tan a velar por e l respeto de la l iber tad de cada indiv iduo y cuya
consecuencia es que los fuer tes opriman l ibremente a los débi les.
"El f in de la sociedad es el bien común de la comunidad, e l bien del cuerpo
social . Pero si no se comprende bien que este bien del cuerpo socia l es un bien
común de personas humanas, como el mismo cuerpo socia l es un todo de
personas humanas, esta fórmula l levaría, por su lado, a otros errores, los de t ipo
total i tar io.
"El b ien común de la c iudad no es ni la s imple colección de bienes pr ivados, n i el
bien propio de un todo que sólo benef ic ia a ese todo sacr i f icándole las par tes” . i i i
De lo anter ior se sigue como consecuencia que la sociedad humana está al
servic io de la persona y no al revés.
Dado que todas las personas necesi tan un ámbito socia l adecuado para su
desarrol lo pleno, es en el bien común donde se concretan las condiciones
sociales para el desarrol lo integral de cada persona. i v
ii
iii
iv
Y como nos dice Paulo VI en su encícl ica Populorum progreso ( la que
recomendamos leer): “e l verdadero desarrol lo, que es el paso, para todos y cada
uno, de unas condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas.”
Y nos destaca cuáles son esas condiciones más humanas: “Más humanas: lograr
ascender de la miser ia a la posesión de lo necesario, la v ictor ia sobre las p lagas
sociales, la adquisic ión de la cul tura. Más humanas todavía: e l aumento en
considerar la d ignidad de los demás, la or ientación hacia e l espír i tu de pobreza,
la cooperación al bien común, la voluntad de la paz. Más humanas aún: el
reconocimiento, por el hombre, de los valores supremos y de Dios, fuente y f in de
todos el los. Más humanas, f inalmente, y, sobre todo, la fe, don de Dios, acogido
por la buena voluntad de los hombres, y la unidad en la car idad de Cristo, que a
todos nos l lama a par t ic ipar, como hi jos, en la v ida del Dios viv iente, Padre de
todos los hombres.” v
Y concluye que: “Combat ir la miser ia y luchar contra la in just ic ia es promover,
junto con la mejora de las condiciones de vida, e l progreso humano y espir i tual
de todos y, por lo tanto, el b ien común de toda la humanidad.” v i
Para f inal izar estas ref lexiones sobre el b ien común digamos que la persona
debe respetar e l b ien común precisamente porque éste está a su servic io y es
indispensable para su l iber tad y para progresar, entendiendo el “ “progreso” como
una paulat ina evolución en las normas de ley natural cuyo af ianzamiento permi te
lograr e l bien común y e l respeto de la d ignidad humana”
v
vi
EJE TEMATICO Nº 5:
LA CONSTITUCIÓN NACIONAL
IMPORTANCIA DE LA CONSTITUCIÓN:
La Consti tución Polí t ica de un país es de suma importancia para la existencia del
mismo. La Carta Magna dicta la organización de un Estado , de una sociedad . Sin
la existencia de una Consti tución, el Estado no se podría conformar como tal , de
ahí la importancia de anal izar los aspectos más importantes de una Const i tución.
La const i tución es la norma fundamental de un Estado soberano, las bases
jurídicas indispensables desde donde empezara a edi f icarse los poderes del
estado y sus funciones. Tal vez parezca poco trascendental el papel que cumple
la Const i tución en una Nación, pero el entendimiento y el respeto a las leyes son
el camino fundamental para hi lar los c imientos que cada pais requiere para su
prosper idad.
CONCEPTO DE CONSTITUCIÓN: Const i tución.- ley fundamental , escr i ta o no,
de un Estado soberano, establecida o aceptada como guía para su gobernación.
La const i tución f i ja los l ímites y def ine las relaciones entre los poderes
legis lat ivo, e jecut ivo y judic ia l del Estado, estableciendo así las bases para
su gobierno . También garant iza al pueblo determinados derechos . La mayoría de
los países t ienen una consti tución escr i ta.
PREAMBULO: Formato y Contenido.
Formato
El preámbulo se div ide en: introducción, invocación rel igiosa, e jecut iva y
resolut iva y objet ivos.
Contenido
“Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argent ina reunidos en Congreso
General Consti tuyente por voluntad y elección de las provincias que la
componen, en cumpl imiento de pactos preexistentes, con el objeto de const i tuir
la unión nacional, af ianzar la just ic ia, consol idar la paz inter ior, proveer a la
defensa común, promover e l b ienestar general , y asegurar los benef ic ios de la
l iber tad para nosotros, para nuestra poster idad y para todos los hombres del
mundo que quieran habitar en el suelo argent ino; invocando la protección de
Dios, fuente de toda razón y just ic ia: ordenamos, decretamos y establecemos
esta Const i tución para la Nación Argent ina.”
FORMA DE GOBIERNO ARGENTINO:
El s istema de gobierno en la Argent ina adopta la forma representat iva,
republ icana y federal (Constitución Nacional , Art . 1º). El pueblo e l ige
di rectamente a sus representantes.
La Forma Representativa
La Const i tución Nacional inst i tuye una democracia representat iva o indi recta, en
la que los representantes sólo e jercen el poder del pueblo durante el per íodo que
duran en sus mandatos. En el Ar tículo 22 establece que "El pueblo no del ibera ni
gobierna, s ino por medio de sus representantes y autor idades creadas por esta
Const i tución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atr ibuya los
derechos del pueblo y pet ic ione a nombre de éste, comete del i to de sedic ión".
La Forma Republicana
El vocablo Repúbl ica der iva del lat ín republ ica, que signi f ica "cosa del pueblo".
La repúbl ica es la forma de gobierno en la cual los magistrados son elect ivos y
temporarios.
La forma republ icana está basada en la div is ión, control y equi l ibr io de los
poderes y t iene como f in úl t imo la garant ía de las l iber tades indiv iduales. Los
pr incipios que la inspi ran son: Const i tución escr i ta, separación de poderes,
elegib i l idad de los funcionarios, per iodic idad de los mandatos, responsabi l idad
de los funcionar ios, publ ic idad de los actos de gobierno y existencia de part idos
pol í t icos.
La Forma Federal
Está basada en la div is ión del poder entre e l gobierno federal y los gobiernos
locales, conservando las provincias “ todo el poder no delegado por esta
Const i tución al Gobierno Federal” ( Constitución Nacional , Ar t . 121).
La forma de gobierno federal permite e l control y la cooperación recíproca entre
las provincias y e l gobierno federal , evi tando la concentración de poder a través
de su descentra l ización.
En este s istema, coexisten dos clases de gobierno: e l nacional o federal ,
soberano, cuya jur isdicción abarca todo el terr i tor io de la Nación, y los gobiernos
locales, autónomos en el establecimiento de sus inst i tuciones y sus
const i tuciones locales, cuyas jur isdicciones abarcan exclusivamente sus
respect ivos terr i tor ios.
DIFERENCIAS ENTRE FORMAS DE GOBIERNO Y FORMAS DE ESTADO
Esta di ferencia radica en que las Formas de Estado t ienen en
consideración la distr ibución espacia l del poder . Tienen en cuenta el
terr i tor io Pueden respetar las o no. Las Formas de Gobierno hacen referencia a
la distr ibución funcional del poder . Se crean determinados organismos a los que
se les atr ibuye funciones.
Formas de Estado: Se clasi f ican en 3 clases: - Estados unitarios
- Estados federales
-Confederación de Estados
Estados Unitarios: Un Estado Unitar io es aquel en donde existe un solo centro
de poder pol í t ico que ext iende su accionar a lo largo de todo el terr i tor io del
respect ivo Estado, mediante sus agentes y autor idades locales, delegadas de
ese mismo poder central . Además cuenta con un solo poder legis lat ivo que
legis la para todo el país; un poder judic ial , que apl ica el derecho vigente a todo
el terr i tor io del Estado y que en su seno se establece una Corte Suprema de
Just ic ia, la cual t iene jur isdicción a nivel nacional , un solo poder ejecutivo que
esta conformado por todos los gobernantes (presidente, gobernadores,
alcaldes.. . ) ; y además cuenta con una sola const i tución pol í t ica que r ige en todo
el terr i tor io y a la cual se hal lan somet idas todas las autor idades y habitantes del
Estado. En otras palabras en el Estado uni tar io se da la cuádruple unidad: unidad
de ordenamiento jurídico (derecho), unidad de autor idades gubernativas, unidad
de gobernados o dest inatar ios del ordenamiento jur ídico y de las decis iones
pol í t icas y unidad de terr i tor io.
Estados Federales : El federal ismo es una doctr ina pol í t ica que busca que una
ent idad pol í t ica u organización esté formada por d ist intos organismos
(Estados , asociaciones , agrupaciones , s indicatos , etc.) que se asocian
delegando algunas l ibertades o poderes propios a otro organismo super ior, a
quien pertenece la soberanía, ( Estado federal o federación ) y que conservan una
cierta autonomía, ya que algunas competencias les per tenecen exclusivamente.
En otras palabras, es un sistema pol í t ico en el cual las funciones del gobierno
están repart idas entre un poder central y un grupo de estados asociados.