Cómo Escribir Un Artículo.

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GENEROS DE OPINION JULIO GARCIA LUIS EDITORIAL ORIENTACION SANTIAGO DE CUBA 1989 EL ARTICULO Y SUS MODALIDADES Cuando se habla de géneros de opinión nos referimos a las distintas variantes del artículo periodístico. A diferencia de la noticia, la entrevista o el reportaje cuya función esencial es trasmitir información, el artículo se orienta a analizar, comentar y enjuiciar determinado hecho o problema, que puede ser un acontecimiento político de actualidad, un asunto histórico, un tema de carácter teórico, un suceso de importancia económica y social, o una obra o novedad cualquiera del mundo del arte y de la literatura. El articulismo se ubica entre las labores periodísticas de mayor complejidad y exigencia, tanto en el orden cultural, como en el de la especialización y la profesionalidad. Bajo el concepto general de artículo hablamos propiamente una familia de géneros. Resulta curioso e incluso simpático, observar que no hay dos textos de periodismo que coincidan en cuanto a las fórmulas empleadas para clasificar estos géneros. Cada uno de ellos parte de una experiencia peculiar, de realidades diversas, de circunstancias muy dinámicas, y esto conduce a puntos de vistas deferentes para ordenar las modalidades del artículo y sus correspondientes subdivisiones. El mensaje que esto tiene es que no se debe prestar demasiada importancia a esta tarea clasificatoria. Es algo tan lejano al periodismo como la escolástica de la ciencia experimental.

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GUIA O MANUAL EXPLICATIVA

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GENEROS DE OPINION JULIO GARCIA LUIS EDITORIAL ORIENTACION SANTIAGO DE CUBA 1989

GENEROS DE OPINION JULIO GARCIA LUIS EDITORIAL ORIENTACION SANTIAGO DE CUBA 1989

EL ARTICULO Y SUS MODALIDADES

Cuando se habla de gneros de opinin nos referimos a las distintas variantes del artculo periodstico.

A diferencia de la noticia, la entrevista o el reportaje cuya funcin esencial es trasmitir informacin, el artculo se orienta a analizar, comentar y enjuiciar determinado hecho o problema, que puede ser un acontecimiento poltico de actualidad, un asunto histrico, un tema de carcter terico, un suceso de importancia econmica y social, o una obra o novedad cualquiera del mundo del arte y de la literatura.

El articulismo se ubica entre las labores periodsticas de mayor complejidad y exigencia, tanto en el orden cultural, como en el de la especializacin y la profesionalidad.

Bajo el concepto general de artculo hablamos propiamente una familia de gneros.

Resulta curioso e incluso simptico, observar que no hay dos textos de periodismo que coincidan en cuanto a las frmulas empleadas para clasificar estos gneros.

Cada uno de ellos parte de una experiencia peculiar, de realidades diversas, de circunstancias muy dinmicas, y esto conduce a puntos de vistas deferentes para ordenar las modalidades del artculo y sus correspondientes subdivisiones.

El mensaje que esto tiene es que no se debe prestar demasiada importancia a esta tarea clasificatoria.

Es algo tan lejano al periodismo como la escolstica de la ciencia experimental.

Se puede, no obstante, aceptar cierto ordenamiento de los tipos de artculos, como marco convencional para organizar las ideas. Pero advertidos de que se trata de puntos de referencia flexibles, que no pueden ser esquematizados. En el periodismo, al igual que en la vida, menudean los hbridos. El periodista de experiencia ataca por lo general su tema sin prestar atencin a que deba ceirse en forma pura, a un determinado gnero. Del mismo modo que en la ciencia moderna han aparecido ramas de enlace entre la Fsica, la Qumica y la Biologa, tambin (en el periodismo se dan frmulas intermedias de asociacin entre el reportaje, la crnica, la entrevista, el comentario, la crtica literaria, etc).

Aqu vale la conocida frase de Goethe, tan apreciada por los clsicos del Marxismo: gris, amigo, es toda teora, ms el rbol de la vida es eternamente verde.

(Dicho esto, podemos reconocer las siguientes modalidades bsicas del artculo:

El Editorial, o artculo de fondo, que es el vehculo de mayor jerarqua de que dispone una publicacin para expresar sus opiniones, o las de la organizacin o institucin a la cual sirve como rgano de difusin.

El comentario, utilizado profusamente por la prensa moderna para el enjuiciamiento breve de todo tipo de problemas de actualidad.

El artculo general, bajo cuya denominacin abarcamos aquellos trabajos periodsticos, ms extensos y reposados, dedicados a la exposicin y anlisis de temas histricos, tericos, cientficos, de la cultura, en su sentido ms amplio y tambin el tratamiento de asuntos polticos, econmicos y sociales del momento presente,

La crtica de arte y literatura, que es una modalidad con personalidad muy definida, muy peculiar, y en ocasiones se aproxima e identifica, incluso con la propia creacin literaria.

Tambin la crnica, aunque muchos autores y escuelas del periodismo la encasillan entre los gneros informativos, es innegable que participa, en muchos aspectos, de las caractersticas comunes a la estructura, la tcnica y el estilo del artculo. Creemos, por tanto que no ser una hereja demasiado grave el incluirla en esta relacin.

Cada una de estas variantes comprende, a su vez diferentes interpretaciones y tipos de gneros en cuestin cada una de ellas posee rasgos especficos en cuento a las formas periodsticas utilizadas. Aqu las divergencias entre los autores se multiplican todava ms.

Cualesquiera que sean estas diferencias, todo artculo se distingue por su capacidad para sintetizar los fenmenos, hallar su esencia, relacionarnos con un universo ms amplio de problemas, extraer de ellos conclusiones razonadas, y orientar al lector, de modo expreso o no, hacia la adopcin de un determinado criterio, actitud o conducta.

El Punto de Partida: El Tema.

La determinacin de qu se pude escribir sobre un asunto, de cmo abordarlo, de qu gnero utilizar, corresponde en unos casos al periodista, y en otros a la direccin del peridico, pero siempre a partir de un primer paso inicial, la evaluacin del tema.

La utilizacin de un artculo periodstico, en cualesquiera de sus modalidades, debe estar justificada por el tema, pero basta slo con que el tema d para un artculo, tan importante o ms es nuestra capacidad para decir algo nuevo y fundamental sobre ese asunto. Ambas cosas deben marchar unidas.

Los temas pueden ser diversos.

Un acontecimiento poltico nacional o internacional, siempre que su relevancia sea tal, que deba pasarse de la simple informacin al anlisis y comentario de este a la luz de nuestros principios y posiciones.

Un hecho econmico social de envergadura.

Un problema terico ideolgico.

Un tema histrico.

Una novedad del campo de la ciencia y la tcnica.

Una obra o acontecimiento del arte y la literatura.

Hay temas sobre los cuales es difcil que podamos decir algo verdaderamente nuevo, en cuanto a contenido.

Ejemplo: Al tener que redactar un artculo sobre Mart, Lenn, Marx, el 24 de Febrero o el Asalto al Cuartel Moncada.

El artculo que escribamos acerca de estos asuntos no podr ser fruto de una investigacin que arroje aspectos novedosos. En estos casos el valor del trabajo residir en que sepamos realizarlo en una forma fresca, original y viva, presentando bajo una ptica nueva, aspectos ya conocidos, o tanteando elementos menos divulgados, o buscando facetas, correlaciones y comprobaciones que resulten profundas y atractivas.

Entre todos los gneros periodsticos, el artculo es el que permite mayor libertad en cuanto a la estructura y el orden de sus elementos.

La estructura lgica de un artculo resulta pues la siguiente:

Planteamientos del asunto.

Estudio de este

Conclusiones

Solucin

Ejemplo: Planteamiento del asunto: Prrafo inicial: Ancdota de la forma en que los dirigentes gubernamentales y deportivos cubanos, presentes en Mxico se enteraron del escamoteo realizado por la OPERA.

Protesta de Cuba ante este hecho. Carta de Fidel al Presidente del Comit Olmpico Internacional.

Estudio del Problema: Recuento de las gestiones realizadas por Cuba para obtener esta sede y razones del mejor derecho de nuestro pas para recibirla de acuerdo con los principios del olimpismo.

Sntesis de lo que ha hecho Cuba en favor del desarrollo deportivo. Cancelacin de la reunin de la OPERA, a celebrarse en La Habana, despus de que Cuba anunci su no participacin en los juegos de Los Angeles.

La maniobra que haba detrs de estas gestiones a espalda de Cuba para otorgar la sede o Indianpolis. Razones por las cuales Estados Unidos no debe ser la sede de estos prximos X Juegos Panamericanos. Las presiones polticas que estn detrs de este hecho.

Los intereses econmicos y mercantiles que dominan cada vez ms el deporte.

3.- Este no es solo un despojo a Cuba, sino a toda Amrica latina.

La adjudicacin de estos juegos a Indianpolis viola los principios olmpicos y puede causar un dao irreparable al deporte de aficionados.

Estamos en presencia de un acto inadmisible de represalia y discriminacin por razones polticas y de predominio del creciente mercantilismo que invade el deporte olmpico.

4.- Solucin: La nica alternativa para salvar el honor y el porvenir del deporte olmpico en nuestro hemisferio, tal como sealo Fidel en su carta al presidente del COI, es apoyar a Ecuador con los recursos financieros y tcnicos de que dispone el movimiento olmpico internacional, a fin de que pueda organizar estos X juegos.

Cuba est dispuesta a cooperar en forma deudida y constructiva al logro de este objetivo.

Este mismo ejemplo puede servirnos para ilustrar la plasticidad del artculo. El orden pudiera ser fcilmente cambiado y comenzar por las conclusiones.

La OPERA no solo ha despojado a Cuba de la sede de los X Juegos Panamericanos, ha despojado a todas Amrica latina. Con esta maniobra fraguada a la sombra de grandes intereses polticos y econmicos, el seor Vzquez Raa ha puesto un nuevo clavo en el casi terminado atad del olimpismo internacional.

A partir de este inicio, organizaramos el resto de los contenidos del artculo.

Tambin podra comenzarse por la solucin salvar la celebracin en Quito de los X Juegos Panamericanos, puede significar tambin la salvacin del honor y el prestigio del olimpismo en este hemisferio.

La adopcin de cualquiera de estas variantes depende del gusto del periodista, del momento en que este escriba y del impacto que quiera lograr.

Puede ocurrir tambin, de acuerdo con la ndole del asunto, que el artculo arribe a conclusiones pero no proponga soluciones. Esto es obvio en trabajos histricos, tcnicos, cientficos y en mucha crtica de arte y literatura.

Otras veces ocurre que el estudio del problema y las conclusiones aparecen entrelazadas. El periodista a medida que analiza, introduce conclusiones parciales, que luego puede resumir al final, si lo estima necesario.

Cmo iniciar el artculo?

El comienzo del artculo es una de sus partes ms difciles, ms exigentes, y de su calidad depende en gran medida que el lector sea atrado a la lectura del texto.

Tambin el prrafo o prrafos iniciales, establecen el tono de trabajo que puede ser exaltado, sereno, acadmico, jocoso, irnico. En el comienzo se sienta el estilo del periodista, su forma peculiar y su talento personal en el manejo del lenguaje. El inicio da tambin en ocasiones la clave lgica utilizada por el redactar al concebir su artculo, como puede ser una analoga histrica, una paradoja, un smil, una moraleja, etc. En estos casos es habitual que se retome la idea, una vez desarrollado el tema, para cerrar con ella el final del trabajo.

Un buen redactor no dar siempre un comienzo sencillo, claro, original, que deja en el lector la impresin de que l tambin hubiera podido escribir esas frases y que ellas han sido redactadas con soltura y facilidad, con la misma naturalidad con que se respira.

Como norma general, debe evitarse en el inicio de un artculo las frases rebuscadas, el amontonamiento de datos innecesarios, los comienzos muy extensivos y explicativos, las oraciones excesivamente largas (ms de 20 palabras) y el querer aportar demasiados argumentos. Es mejor seleccionar los elementos ms importantes de que disponemos y arrancar con un prrafo contundente y corto.

Tan importante como el comienzo es la solucin de continuidad, el enlace, por medio del cual el periodista debe pasar hbilmente del golpe de efecto de la arrancada al despliegue, exposicin y desarrollo del tema.

Otro momento clave: El final.

Es corriente or decir de alguna persona parlanchina que cuando empieza a hablar no sabe cmo acabar Al articulista no le puede ocurrir esto. Debe saber cundo tiene que finalizar y cmo habr de hacerlo. Debe poseer ese sentido especial para captar el instante en la redaccin del artculo en que, aunque se podra agregar muchos casos ms, resulta oportuno concluir. Si se empea en decirlo todo, el trabajo decaigara y se estirar aburridamente, hasta morir por agotamiento, en un final sin penas ni gloria. Hay que evitar esto. Hay que saber parar a tiempo.

Saber contener es parte de la maestra del oficio periodstico, y de lo que este tiene de arte. Poner un solo adjetivo donde quisiramos encajar tres. Resumir en una leve pincelada lo que podra darnos material para hacer varios prrafos. Sugerir con una palabra o una o una frase carta la idea en que no podemos adentrarnos, por no hacer disquisiciones al margen del asunto central.

Aprender en dos o tres cuartillas un volumen de informaciones, reflexiones y conceptos, que podra bastarnos para escribir diez. La calidad de la labor del periodista es hija habitual de ese estilo contenido, ceido, estricto.

El final debe tener brillo, sin ser estridente. Debemos aspirar a que perdure en la mente del lector , a que se grave en l y que le induzca a meditar en lo ledo y a obrar en consecuencia.

Ha de tener la virtud de resumir lo ms esencial del artculo.

Esto implica un gran esfuerzo de sntesis, imaginacin y mucha elaboracin. El valor de un buen final estar en su engarce lgico con la temtica, la argumentacin, el tono y el estilo de artculo en su conjunto. Ser original y, a la vez, se desprender como algo natural de toda la secuencia anterior. No puede haber en el nada postizo, forzado. Si en ningn lugar de la redaccin de un artculo deben figurar las frases complicadas, pretensiosas y retricas, mucho menor se podrn admitir en el final. Este debe ser sencillo, claro y directo.

El periodista, al abordar la terminacin de su trabajo, debe infundirle la misma fuerza de conviccin en las ideas expuesta que se requiere al comenzarlo. Debe reflejar aplomo, seguridad y dominio del tema. Es decir nada de rodeos, ni frases inseguras o vacilantes. Esto es fundamental.

Qu ms de razonamiento, que tcnicas si que un articulista para extraer un ttulo con gorra.

Podemos diferenciar varias frmulas.

Una frase jocosa o sarcstica.

El retrucano y la panormica

Una sentencia popular antigua o moderna

En el ttulo debe condensarse toda la imaginacin, la capacidad de sntesis y el sentido artstico del periodista. Es lo primero que se lee. De l depende en grado considerable que el lector se sienta interesado o no en seguir adelante.

El ttulo debe exponer con claridad, en forma resumida, lo ms importante del material que encabeza.

Debe ser preciso, atrayente, y responder con absoluta fidelidad a la idea que se quiere expresar, sobre el contenido del texto al cual sirve de encabezamiento.

Al artculo le corresponde un ttulo ms plstico, ms variado, ms libre de estructura y orden de sus elementos, que como norma, podran clasificarse en alguna y a veces en ms de una, de estas tres categoras: llamativo, enunciativo y exhortativo.

El ttulo enunciativo debe distinguirse por los siguientes rasgos: fuerte, corto, original y directo.

Cundo y cmo elaborar el ttulo?

En esto no hay recetas de validez universal. Cada cual lo hace como puede y entiende.

A veces, lo primero que nos nace de un artculo es su posible ttulo. En otras ocasiones, concebimos el tema y su desarrollo, pero el ttulo no aparece hasta ltima hora. Hay oportunidades en que logramos un buen ttulo con un solo golpe de imaginacin. Otras, tenemos que laborarlo como un artesano, en forma trabajosa y paciente, hasta que su redaccin nos complazca. Todas estas situaciones se dan a diario en la actividad periodstica.

Sugerimos dejar el ttulo para una vez que hayamos concluido la redaccin del artculo. Este es el momento en que salvo por el cansancio nos hallamos en las mejores condiciones para extraer y formular la quinta esencia de lo que acabamos de escribir. Si el ttulo no trata de una sola vez, un recurso recomendable es tomar una hoja y luego devastarla y concentrarla hasta que quede reducida una frmula de 2 - 6 palabras.

Clara, preciso y lleno de sentido.

As debe ser el texto del artculo.

Esto supone varios requisitos.

Claridad: Es la primera virtud del estilo periodstico. Como dijo alguien, el artculo debe ser tan claro que no solo se nos entienda, sino que sea imposible dejar de entendernos. La claridad implica, en primer lugar, utilizar un lenguaje correcto, contemporneo, sin concesiones a la vulgaridad, y al mismo tiempo accesible al lector medio.

Entre dos formulaciones, se ha de preferir la ms comprensible y directa, entre dos palabras, se ha de emplear la de uso ms comn a la ms breve.

Concisin: Significa usar solo los elementos indispensable, justo y significativo para expresar lo que queremos decir.

No es nada nuevo, ya Mart adverta en su tiempo que la idea ha de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea.

Ser conciso significa evitar la verbarrea, las reiteraciones innecesarias, las degresiones que nos aporten del eje del artculo, los circunloquios, los acercamientos paulatinos y vacilantes a las ideas.

Densidad: Nos referimos a la virtud del estilo consistente en que cada palabra, frase, prrafo o momento lgico en la estructura del artculo est justificado e impregnado de sentido.

Escribir con densidad significa, estar siempre atento a la evitacin de ideas y palabras superfluas, la adjetivacin, las reiteraciones innecesarias.

Despus de redactado un artculo, nuestro peor enemigo es la autocomplacencia, la falta de sentido autocrtico, el enamorarnos a ultranza de todo lo que hacemos.

Si existe posibilidad aunque en el periodismo no abunda esto lo ms saludable sera dejar reposar el artculo unas horas, o mejor an, un da o dos, distanciarnos emocionalmente de , y luego revisarlo con severidad, quitndole todo aquello que sea irrelevante para la exposicin del tema. Es una de las mejores reglas que conocemos.

La densidad tiene tambin otra aceptacin fundamental. Consiste en que el texto del artculo debe mantener, de principio a fin, consistencia informativa y vigor.

Exactitud: Es el rasgo del sentido que se refleja en el uso apropiado de las palabras, frases y giros que mejor sirvan para expresar las ideas que deseamos.

El conocimiento exacto de los vocablos es condicin primera de la economa de palabras y la claridad en la redaccin. De manera que la exactitud influye directamente en la claridad, la concisin, la precisin y la densidad del texto periodstico.

Es necesario saber manejar los matices existentes entre uno y otro trmino, sin que el lenguaje pierda en exactitud ni se empobrezca. En esto resulta esencial el empleo de los sinnimos.

Precisin: Resulta en cierta forma una sntesis de las cuatro cualidades del estilo periodstico analizadas hasta aqu.

Ser preciso significa ir directamente al tema del artculo y abordarlo en forma lgica y ordenada, empleando para ello la informacin y los argumentos necesarios y valindonos de los recursos estilsticos apropiados.

La precisin exige excluir los trminos ambignos y las expresiones equvocas.

Otro requerimiento de la precisin es evitar las muletillas, los lugares comunes, y las frases dbiles y explicativas. A menudo nos enviciamos en introducir los prrafos utilizando frases hechas como por otra parte, desde luego, a la porra con esto, evidentemente, de acuerdo con lo previsto, tal como se haba anunciado , o mediante gerundios al estilo de tomando en consideracin, considerando que, todo esto debilita el prrafo, denota haraganera mental y le resta precisin.

Tambin conspiran contra este rasgo los lugares comunes, que a fuerza del uso han perdido su capacidad expresiva y se han convertido en frases huecas, mecnicas, imposibilitadas de aadir algo a la descripcin, calificacin o definicin de un fenmeno concreto cualquiera.

El Idioma arrastra por tradicin lugares comunes que son clsicos, Ejemplo el pundoroso militar, la carrera brillante la sentida manifestacin de duelo y mucho otros. Por fortuna las nuevas concepciones y modo de vida que se arraigan en el pas han eliminado del lenguaje cubano muchas de estas frases. Pero atrs van siendo acuadas manifestacin combativa en el marco de tal cosa, asamblea alegre y entusiasta, con todas las metas cumplidas, etc. si estas no se utilizan cuando verdaderamente se ajustan a hechos reales, corren tambin el riesgo de convertirse en esquemas vacos. El estilo periodstico rehuye tales frases hechas. La precisin hay que buscarla al margen de ellas.

Es tambin importante que el articulista se proponga un uso preciso y cuidadoso del adjetivo. El adjetivo, por lo general, no aade precisin al texto en el orden narrativo o descriptivo.

Junto al lector, no encima de este

La relacin psicolgica lector periodista es distinta a la relacin lector - novelista, lector - literato.

Entre el lector y el periodista hay ms proximidad.

El articulista, por mucha que pueda ser su cultura, su erudicin, debe poseer profesionalidad, sentido pedaggico y psicologa para hacer que el lector lo sienta junto a l, como un compaero ms, que cumple su tarea especifica, y no como un catedrtico que se sita por encima.

Esto se revela en algunos rasgos fundamentales del estilo, como la sencillez, la naturalidad y la originalidad.

Sencillez: Significa no ser enrevesado .

Evitar el culteranismo en el lenguaje y profeca las palabras y expresiones de uso corriente.

La falta de sencillez es hija consciente o inconsciente, de esa cierta dosis de vanidad personal o autosuficiencia que todos podemos albergar, de la inclinacin al rebuscamiento, al barroquismo, animada en el fondo por el deseo de deslumbrar al lector. Este es un camino falso. Alcanzar esa simple y a la vez difcil sencillez en la redaccin es o debiera ser adjetivo esencial de todo articulista.

Naturalidad: Sencillez y naturalidad andan de la mano, pero no significan lo mismo.

Escribir en forma natural es hacerlo sin afectacin, sin pase, sin artificios, sin pretender parecerse a alguien. Como seala Vivaldi, es de natural cuando se es uno mismo.

Se puede ser sencillo, pero no natural y entonces resultar una sencillez forzada, ficticia.

Se puede, no ser sencillo en el estilo, pero s natural. Un ejemplo de esto no lo dan los artculos y trabajos de Mart: su redaccin es a menudo sobrecargada, barroca, o como el mismo dijo encrespada e hirsuta, pero nunca se advierte en ella tono afectado ni artificialidad. Al leer a Mart se percibe de inmediato de modo natural la extraordinaria riqueza y profundidad de su pensamiento.

Originalidad: Cualidad del estilo periodstico que est ltimamente asociada a la sumergida del que escribe, y se revela en la frescura del artculo, en la imprecisin de pieza nueva que este nos trasmite, de principio a fin.

Lo dijo Mart: Todo est dicho ya, pero las cosas cada vez que son sinceras son nuevas.

El articulista debe buscar originalidad cada vez que escribe. Aun cuando haya que repetir determinada idea, esta ser expuesta en forma novedosa.

La posibilidad de ser original depende en gran medida del dominio del tema.

Cuando el periodista comienza a repetirse, comienza el fin del periodista, lo ltimo que puede perderse es la capacidad para ser originales.

pocas palabras y muchas ideas As defini Mart el virtuosismo del escritor.

Esto es esencial, es lo que define por encima de todo su estilo de trabajo.

Dicen Ren Fell y Mart Vivaldi en sus apuntes de periodismo.

El estilo del periodista tiene que ser tan vivo como propia vida. Sencillo y directo. Un estilo que se mueva, que avance y que a veces brinque.

La frase tiene que saltar ante los ojos de la cara y los del espritu.

Ese estilo sinttico y a la vez dinmico est ligado a los requisitos de la brevedad, variedad, atraccin y ritmo.

Brevedad: Est implcita en la concisin, la densidad, la exactitud y la precisin.

Acerca de la brevedad se ha realizado estudios y se ha llegado a conclusiones generales sobre la extensin ideal de los distintos elementos del artculo, y de este como un todo.

Ejemplo: Jos A. Bentez recomienda que la oracin no exceda de 20 palabras. Vivaldi sugiere que el prrafo se atenga a una norma de 70-80 palabras, es decir unas 6 - 7 lneas como mximo, y que el artculo periodstico, promedio, no sobrepase las 500 - 600 palabras, o lo que es lo mismo, unas 50 lneas, dos cuartillas y media.

Estas indicaciones no pueden ser convertidas en un esquema, todo depende del tema y de los adjetivos que nos proponemos pero no debemos olvidar que estas normas resumen una experiencia prctica muy valiosa y que tomarlas en cuenta puede ayudarnos en la bsqueda de la calidad.

Hay diversas recomendaciones estadsticas que proceden a la brevedad.

Ir directo a lo esencial y no detenerse en aspectos secundarios e insustanciales.

Preferir siempre las frmulas ms cortas y claras para exponer un asunto.

No califican demasiado. Si basta con un adjetivo no usarlos, si se puede, prescindir de l.

Escribir fundamentalmente con verbos y sustantivos, economizar los dems elementos de la oracin.

Evitar las incidentales, los agregados entre parntesis y las digresiones al margen de la idea central.

Variedad: El buen estilo en el arte de la variedad que se traduce en lo apuesto a la monotona.

La variedad se manifiesta en la ad