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Comit Invisible: silabario de urgencia

Comit Invisible: silabario de urgenciaPublicado en Peridico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Comit Invisible: silabario de urgenciaEnviado por pabloelorduy el Mi, 08/05/2015 - 08:00 Artculos relacionados portada: Tiqqun. Explcity ingobernablesRecomenzar, consentir vincularse (otra del Comit Invisible)Foto portada:

Antettulo (dentro): EnsayoSeccin principal: CulturasCuerpo:

Este libro llegar lejos. O no, pues nunca se puede menospreciar el alcance de la estulticia mundial.Y el Comit Invisible (A nuestros amigos, Pepitas de calabaza, 2015) es muy duro con nuestra idiotezglobal, con el conjunto del progresismo y tambin con lo que solemos considerar su ultraizquierda.Es posible que sean ms comprensivos con los que luchan en Oaxaca o Egipto. Con las milinsurrecciones occidentales en las que estn insertos, el Comit Invisible es ms bienintransigente. Casi podramos decir que lo que otros, incluso desde el entorno de Syriza aPodemos, podran llamar elitismo es una de sus mayores virtudes, pues tal aspereza terica les librade los lmites habituales de lo poltico, incluida esa gestin radical que busca desalojar una ideologao casta determinada en nombre de otra hegemona. Lejos de facilidades partidistas, A nuestrosamigos es un libro violentamente filosfico a la hora de pensar la clave del poder occidental. Una delas cuestiones que le va hacer difcil la vida por ms que se publique a la vez en ocho idiomas esque, tanto en el lenguaje como en las ideas, pone a prueba nuestra implicacin sensible con lo quedemasiado fcilmente hemos llamado capitalismo.

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Aunque compartan su ontologa, ellos no parecen conformarse con la guerra de guerrillas en la quepodamos situar a Foucault y Deleuze. De alguna manera compleja el Comit Invisible aspira a unasubversin total, no slo destructiva, sino tambin afirmativa. Cmo? Es sta la nica cuestin que,poltica y filosficamente, no parece preocupar mucho en las instancias policiales que desde haceaos les persiguen, hacindoles famosos.

Antes y despus de una crisis en 2001 de la que nada se sabe, Tiqqun y el Comit Invisiblecuestionan radicalmente el monopolio acadmico del pensamiento con unos libros en los que aun sinretirsemos por absurdo que fuese esa agresiva carga poltica, quedaran como impagables librosde filosofa, a la altura de lo mejor del siglo XX. Combinando momentos tericos de Deleuze yBenjamin, de Foucault, Agamben o Heidegger, con sutiles elaboraciones propias y otras de autoresBaudrillard, Virilio que nunca citan, Tiqqun y el Comit Invisible nos retan desde hace aos con unmapa inslito de la dominacin y de aquello que la desafa. De Teora del Bloom a Llamamiento, de Teora de la Jovencita a La insurreccin que viene, pocos libros pueden alterarnos como estos. Pocospueden infiltrase as en nuestras vidas y cambiar la inercia de nuestras percepciones.

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La poltica exttica no encarna slo otra concepcin de lo poltico, cargada con iluminaciones quealgunos no han dudado en calificar de mesinicas, sino tambin la propuesta de vivir de otro modo,de habitar de manera radicalmente distinta el mundo. De lo que se trata, dicen, es de llenar el vacoque la democracia mantiene entre los tomos individuales por medio de una atencin mutua deunos a otros, por medio de una atencin indita al mundo comn (p. 67). El problema es entonces sustituir el rgimen mecnico de la argumentacin por un rgimen de verdad, de aperturasensible a lo que est ah. Desde estos presupuestos, es normal que fustiguen sin piedad la utopade una democracia directa a travs de los nuevos medios que, de hecho, nos han convertido ennudos de una red extenuante.

Habitar plenamente, he ah todo lo que se puede oponer al paradigma del gobierno (p. 177).Claramente, ellos estn muy lejos de lo que otros llaman hegemona: "Quien tiene relaciones demierda no puede sino llevar a cabo una poltica de mierda" (p. 179). No hay duda de quemeteran en este pestilente paquete a buena parte de lo que hoy consideramos militanciaalternativa. Y sin embargo, de acuerdo con la lgica de cierta violencia inclusiva, a ellos se dirigen. Aellos y no a nosotros, los que leemos filosficamente a Agamben y a Nietzsche. Aunque tambin losque tenemos pocas ilusiones polticas, melanclicos seguidores de Badiou, Han o Heidegger,quedamos atrapados por este texto, pues resulta ms ontolgico su furioso anlisis del lquidoamnitico que nos envuelve que el tedio consagrado que, por boca de Sloterdijk o iek, se suelellamar filosofa.

El Comit Invisible intenta analizar nuestro decorado con la audacia de una percepcin atvica hoyprcticamente expulsada del orbe poltico

Pocos libros como Introduccin a la guerra civil o ste que hoy tenemos en las manos, mucho msdidctico, podran convencernos de que los estallidos en curso que el mundo ha conocido en losltimos veinte aos caminan sigilosamente hacia un estallido histrico. Aunque no se comparta niuna sola lnea de estas 258 pginas cosa ms bien difcil, dado la carga magntica de muchospasajes, A nuestros amigos es un texto que, como otros anteriores de este no-grupo, no dejaindiferente a nadie. Y adems, a distancia de tanta filosofa oficial, sta no habla en clave erudita,por ms que a veces ponga a prueba nuestra relajada capacidad de comprensin.

No es una ventaja menor, aunque desconfiemos de casi todo lo que se llama mundial, que se recojancon precisin decenas de momentos, testimonios y fenmenos de casi todo el orbe, exceptuandoRusia, China, Irn, Israel y algunos otros pases que no participan en lo que ellos consideran el anillode la guerra en curso. El carcter annimo, ms bien invisible de este medio alude al punto de vista,antes existencial que poltico, de una vida cualquiera. El Comit Invisible intenta analizar nuestrodecorado con la audacia de una percepcin atvica hoy prcticamente expulsada del orbe poltico.

Hay un espectro que no recorre Europa, pero alienta en cualquier esquina donde algo durmienteviva. Con una percepcin ubicua muy atenta a la cultura angloamericana, estos amigos invisiblesrecogen tal cantidad de "informacin" por hablar al modo usual que nos sirven tanto preciosasimgenes de las ltimas formas de control estatal como de la polica escondida en la fluideztecnolgica; tanto de las nuevas formas de vida como de otras configuraciones de la clandestinidad,la indiferencia y hasta la belleza de este mundo que parece agonizar. Ya slo por todo esto Anuestros amigos se convierte en una formidable caja de herramientas, aunque susceptible tambinde usos perversos. Ms de un experto de Interior, ms de una unidad militar de elite acabarestudiando este libro para ponerse al da en cuanto a la era que viene. Estamos entonces ante unaespecie de Vademcum para situaciones de emergencia que vendrn, cada da ms mezcladas conla ceguera organizada en este reino de la visibilidad total.

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Hay tal carga sensitiva y conceptual, en esta ofensiva para deshacer la madeja del presente, queseas quien seas te ayudarn a rehacer algo de tu vida. Un poco, valga el smil, como esos cuadrosclsicos que no dejan de mirarte mientras les miras. La ambigedad central, tanto en el poder comoen la vida, que el Comit Invisible ha captado les permite suscitar lo que quede en nosotros deexistencia bajo las habituales identificaciones. Poco ms se puede decir a favor de un libro. No hacefalta ningn acuerdo, basta con la duda radical que siembran en todo lo que dbamos por sabido.

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Una y otra vez, la tecnologa aparece como un dispositivo para el distanciamiento y la separacin, nopara el acercamiento. De qu manera las tecnologas nos desarraigan de la sustancia tica de lastcnicas que ya estaban incorporadas a nuestro cuerpo es algo de lo que se ocupan pginascentrales de este difcil volumen. No hay naturaleza naturalista, insisten, sino una elaboracintcnica de las formas de vida (p. 133). En tal sentido, tecnfilos y tecnfobos dejan escapar lanaturaleza tica de cada tcnica, inserta ya en la carne.

La analtica que se vierte sobre nuestro uso apocalptico del fin, como forma de distraernos de lacatstrofe en marcha que somos nosotros (p. 30), no tiene precio. Qu prueban tantas pantallasque hemos de poner entre nosotros y el mundo? Que la crisis actual es una crisis ante todo dela presencia. Algunas joyas de la mercanca tecnolgica el iPhone, el Hummer se presentan ascomo equipamientos de la ausencia (p. 32). Inolvidable tambin es la descripcin que se hace delGPS for the Soul, ese ingenio creado para remediar tecnolgicamente la desconexin real queproducen las tecnologas.

Ms de un experto de Interior, ms de una unidad militar de elite acabar estudiando este libro paraponerse al da en cuanto a la era que viene

Es la separacin de lo sensible la metafsica que nos protege? S, el poder es logstico, se basa enlas rapidez conectiva y homologadora de las infraestructuras. De ah que los billetes de la UE hayansustituido la figura de personajes histricos por puentes, acueductos y arcos (p. 89). El poder resideen la organizacin misma de este mundo ingeniado, configurado, diseado. Hay una metafsica, quetal vez Marx no imagin, que gua nuestra economa poltica. Aqu radica el secreto, y es que no hayninguno (p. 90). El poder se ha vuelto l mismo medioambiental, se ha fundido con eldecorado. Es a l a quien se llama defender, y no a los pececitos, en todos los llamamientos parapres