CÓMO MONTAR EN TU CLASE UN TALLER DE...

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TEMAS DIDÁCTICOS LABORATORIO 5 «Parecía que los alumnos de de EGB se habían dedicado toda su vida a escribir historias: los personajes salían de sus mentes con toda facilidad» CÓMO MONTAR EN TU CLASE UN TALLER DE CUENTOS - Mar ía Mené nd ez-Po nt e- El cur so pasado me ll amaron del colegio Nuestra Seilora de las Maravill as para ha- ce r un ta ll er de cuent os en S il de EG B (cua- lro cla ses diferentes). Fu e una expe ri e nc ia ex traordin ar ia. Aque. cuan do es te ailo vo lvieron a ll amarme, acepté encan tada. M e r ec ibierollllll g ru po de niños y ex pecta nt es, dispuestos a pasárselo muy bien, que para eso e ra su semana cultural. Venían de entrevi sta r a algunos de l os acto- res de 'I Farmaci a de Guar dia " y, lóg ica- me nt e, todavía estaban exc itados. Uno no l iene todos l os días la oportuni dad de ha - blar con "Quique" o con "Carlos", el novio de " Laureles". Bueno, el caso es que ahí es- taba yo, con la sensación de que tenía que abrir la caja de Pandora par a d es pertar su interés; un interés por la l ec tura y la esc ri - tura que, seg ún las estadís ti cas , es más bi en escaso. La pa l abra m élg ica fu e Sonie, un perso - naje de l os videoju egos que, naturalme nt e, todos co no ce n a la pe rf ecció n. " ¿Os gusta- ría crea r un perso naj e y mover lo a vuestro antojo, sin neces i- dad de mand os, lo con el pod er de vues tra mente?" - les preg ullt é- . Tr einta y cinco pares de oj os bri ll aro n ante seme- jant e per spec tiva. <t ¿ Y además, poder crear voso tros mismos l os lugares por donde move rl o? No como So nic, que sie mpre va por los mism os laber int os ". Sus ca ras re fl ejaban tal entu- s ia s mo , que se ntí no haber podido fotografiarlas en ese prec i- so instante. " Incluso podréis co nducirlo a vuestro antojo a tra- vés del tie mpo: la Pre hi storia, el siglo XX !.. ." No neces ita ba decir más. Te nía treinta y cinco niñ os d is- puestos a sumergirse en cualqui er tipo de aventu ra. Abrí un li - bro de cuent os o y l es mostré los dibujo s. " ¿Qué creé is que ocurre en este cue nt o? ¿Oc qué va la hi storia?". Todo s tenían lilI 20 su opllli ón: "Unos IO ma tl!S 'lUl! vud an " ."VlH. :lan porqu l! l l!s ec han una fórmu la mág ica". "Es una historia de ciencia-fic- ción". "Es de un sabio que in ve nta una fórm ula ... " Les leí el cuento, que siguieron con gran atenció n. Por supu esto, lo hi- ce ut ili za ndo todas mi s dotes de ac tri z, que no sé si son mu - chas o po cas , pero funcionaron. VAMOS A DESTRIPAR LA HISTORIA "Ahora vamos a destr ipar la hi storia. Vamo s a analizar to- do s los elementos que tiene y, a partir de ahí , co nst ruir el cuento O cuentos que vos otros querái s" . Sa li eron dos ayudan- tes H la pizarra: un niiio y una niña. "¿De qué ne ro podría-

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TEMAS DIDÁCTICOS LABORATORIO 5

«Parecía que los alumnos de 5º de EGB se habían dedicado toda su vida a escribir historias: los personajes salían de sus mentes con toda facilidad»

CÓMO MONTAR EN TU CLASE UN TALLER DE CUENTOS

- María Menéndez-Ponte-

El curso pasado me llamaron del co legio Nues tra Seilora de las Marav illas para ha­cer un ta ll er de cuentos en Sil de EG B (cua­lro clases d iferentes). Fue una experie nc ia ex traordinar ia. Así que. cuan do es te ailo volvieron a lla marme, acepté encan tada.

M e recibierollllll grupo de niños y n iña ~

ex pecta ntes, dispu es tos a pasárselo mu y bien, qu e para eso era su semana cultural. Venían de entrevista r a algunos de los acto­res de 'I Farmaci a de Guardia" y, lóg ica ­me nte, todavía es taba n excitados. Uno no l iene todos los días la oportunidad de ha ­blar con "Quique" o con "Carlos", e l novio de " Laureles" . Bueno, e l caso es que ahí es­taba yo, con la sensación de que te nía que abrir la caj a de Pa ndora para despe rtar su interés; un inte rés por la lectura y la esc ri ­tura que, según las es tadísticas, es más bien escaso.

La pa labra mélg ica fu e Sonie, un pe rso­naje de los videojuegos que, natura lmente, todos conocen a la perfección. " ¿Os gusta­ría crear un personaje y moverlo a vuestro a ntoj o, s in necesi­dad de mandos, só lo con e l pode r de vues tra me nte? " - les pregullté- . Treinta y ci nco pares de ojos bri llaron ante seme­jante perspectiva. <t ¿ Y además, poder c rear vosotros mismos los lugares por donde moverl o? No como Sonic, que s iempre va por los mismos laber intos" . Sus caras re fl ejaban tal entu­s iasmo, que sentí no haber pod ido fotogra fiarlas en ese preci­so ins tan te. " Incluso podré is conduc irlo a vues tro antojo a tra­vés de l tiempo: la Prehistoria , e l s ig lo XX!.. ."

No neces itaba decir más. Tenía treinta y c inco niños d is­puestos a sume rgirse en cualq uier tipo de aventu ra. Abrí un li ­bro de cuentos mío y les most ré los dibujos. " ¿Qué creéis que ocurre en este c uento? ¿Oc qué va la histor ia?" . Todos tenían

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su oplllión: "Unos IO matl!S 'lUl! vudan " ."VlH.:lan porqu l! ll!s echan una fórmu la mágica" . " Es un a historia de c iencia-fic­c ión". " Es de un sabio que inventa una fórm ula ... " Les leí el cuento, que s iguieron con gran atención. Por supuesto, lo hi­ce ut ili za ndo todas mis dotes de actri z, que no sé s i son mu­chas o pocas, pero fun c ionaron.

VAMOS A DESTRIPAR LA HISTORIA

" A hora vamos a destripar la histor ia. Vamos a a naliza r to­dos los elementos que tien e y, a partir de ahí, co nst ruir e l cuento O cuentos que vosotros querá is". Salieron dos ayudan­tes H la pizarra: un niiio y una niña. " ¿De qué géne ro podría-

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TEMAS DIDÁCTICOS LABORATOR IO 5

mas escribir un cue nto?". Ll ov ían las ideas: "de misterio , aven tura , te rror, fantástico, pol iciaco, de humor, fábu las, le­yendas, de superhéroes, histórico, de ciencia- ficción .. ," Los rtyuda ntes no dab;:¡1l abasto a escrib ir.

"Ya tencmos el marco o la envoltura. Ahora necesitamos los e lementos necesa rios para const ru ir lo. ¿Qué e lementos había en el cuento que os leí?" , .. Casi a coro respondieron: " Los per sonajes: Don Policarpo, los tomates, el alca lde, los habitantes del pueblo ... " u¿Y qué personaj e era el princ ipa l?" " Don Policarpo, el c ientífico", u¿Qu6 utros personajes podrí­amos inventar?" . Ahora ya no e ra una ll uvia de ideas, s ino una auténtica to rmenta: "detect ives, c ientíficos, g uerreros, dragones, monstruos, hadas, gnomos, ogros, dinosaur ios, se­res m ito lógicos, una baila ri na, un payaso, un coche, un ro­bot. .. La lista era interminable. De modo que los agrupamos en: -l . Personajes reales. 2. Fan tást icos. 3. De c iencia-ficción. 4. Superhé roes. 5. Animales. 6. Cosas.

"Naturalm ente, esos personajes necesitarán lugar es o es­pacios por donde moverse" . Apenas hab ía acabado la frase, cuando ya estábamos viajando por mil sitios diferentes: casti­llos, cuevas, ciudades, pueblos, e l espacio, distintos planetas, desiertos, bosques, mares y selvas ... "Además habrá que si­tuarlos en ulla época". De la Prehistoria pasábamos al s iglo XXI para regresar a la Edad Media ... Fina lmente, quedamos que pudríamos situar la acción en el pasado, en e l presente o en el futuro.

EN BUSCA DEL ESTILO

" Bueno, ya tenemos personaj es, lugares y épocas. ¿Eso es todo?" No había acuerdo. " ¿No nos falta a lgo muy importan­te? ¿No necesitamos un tema sobre el que escri bir?" . De nue­vo se an imaron: "e l colegio, la am istad, el miedo, la fam ilia, el deporte, la música, la te levisión, la ecología ... " "¿Y cómo lo contar íamos?"

Desconcierto. "S i yo d igo: Érase una vez un gigallle que se alimentaba únicamell le de nubes. En cuanto aparecía ulla por el cielo, abría su bocaza y, zas, para dentro. ¿Qué estoy haciendo? Dos o tres voces surgie ron de l s ilencio: " Na rran­do" . " Eso es. Un cuento necesita narración. Pero si sólo hu­biera narración se haría un poco pesado y la acción transcu­rriría muy lenta. ¿Qué pocl emos añad ir para que la acción transcurra más rápida y de forma más amena?" De nuevo e l desconc ierto. "¿Has lerminado de desayunar? -le preguntó su madre. " Enseguida cayeron . " ¡Ah, diá logo! " . "¿ Y si que­remos deci r cómo es nuestro personaj e? Por ejemplo: Tenia la frel/le ancha, las cejas espesas, los ojos muy junIos ... ""Es una descripción" -d ije ron unas cuantas voces.

Teníamos ya los tres e lementos fundamenta les de un cuen­to: n3lTación, descripción y diá logo. Les expliqué que, se­gú n la manera de comb ina rlos, así sería el ritmo del cuento: lento, si abusába mos de la descr ipción y narrac ión ; rápido, si recurríamos constantemente al diálogo, y equ ilibrado si con­seguíamos una buena mezcla" . Cuando uno se pone a escri ­bir, ya puede hacer unas descripciones prec iosas, tene r una histor ia muy interesante y unos diálogos chispeantes, que si el ritmo falla, la historia se desintegra en el a ire y aburre. Porq ue el rilmo, a pesar de ser el e lemento menos perceptible, es e l más importante.

UN CUENTO COLECTIVO

Con todos esos ingred ientes, ya podíamos empezar a coci­nar nuestro cuento. Lo pr imero era e legir el menú: ¿qué gé­nero? Cada uno tenía su opin ión. Se organizó un pequeiio re­vuelo : " M isterio" . " No, mejor de aventuras" . "Yo prefiero que sea de humor" ... Lo sometimos a votación y, además, de­c idimos que los gcnéros no eran compart imentos estancos y podían mezclarse. Así que salió miste rio con cierta dosis de humor . Curiosa mente, ocurr ió lo m ismo en las cuatro clases, a pesar de no haber hablado entre ellos, y exactamente igua l que el año anterior. Lo cual es bas tante sign ifica tivo, porque demuestran cl aramente sus preferencias por un determinado tipo de literatura.

Sal ieron a la piza rra nuevos ayudantes. Esta vez los niños y niñas conside rados por todos los mejores d ibujantes. íba­mos a crear los personajes y era importante visualizarlos.

Como si en toda su vida no hubieran hecho otra cosa que escribir cuen tos, los personajes salían de sus mentes con una g ran faci lidad . Y los dibujantes interpretaba n perfectamente los rasgos característicos de cada personaj e. Todos tenían mi l ideas que aportar: Rogelio, un inventor loco, que sería el ma­lo del cuento; Pa ramecio y A meba, dos células que vivían en el cerebro de Rogelio, padres de Cer ebrito y Bichito; Fede­rico, un fantasma bonachón, y T ira nosauri o-Rex, ull a de los inven tos de Rogelio. Vivirían en nuestra época, en los só­tanos de un cast illo abandonado. Y el tema sería la lucha de Rogelio por des truir el mundo y los esfuerzos de Federico por evitarlo .

Una vez definidos los ca racteres, el lugar, e l tiempo y el te­ma, empezamos el cuento. Cada niíío decía una frase:

Había una vez un inventor loco, que se llamaba Rogelio, y un día fabricó un dinosaurio. Cerebrito y Bichito, dos células que vivían dentro de Rogelio se escaparon y se metieron en el Tiranosaurio- Rex, uno de los inventos de Rogelio.

Rogelio era un inventor que sólo tenía pensamientos ma­los. El dinosaurio se llamaba Smakchifla y también era malo; pero malo de los malos. Un día le pegó una bofetada en toda la cara a Rogelio, y una mitad de la cara se le convirtió en hie­rro.

- iCacho animal! ¿Por qué me pegas? Te he programado para que destruyas el mundo, no mi cara.

Desgrac iadamente, sólo teníamos una hora, y ésta había ll egado a su fin. Los niños protes taron porque no habíamos te rminado y se arremolinaron en torno a mí: "¿Vas a volver ma ñana? " "¿Podemos escr ib ir cada uno nuest ro cuento?" . " ¿Puedo escr ibir un cuento de un dragón que vivía en el es­pacio?" "Yo inventé un cuento de una gala de agua ... " Que­damos con los profesores que al día siguiente seguirían con e l talle r de cuentos. Los niños podían optar por continuar indi­vidualmente el que habíamos inic iado o inventar e llos uno propio.

Todos lo hicieron tan bien, que ahora me encuentro con e l d ific ilísimo dilema de seleccionar uno de e llos para ser publi­cado, como muestra de esa inolvidabl e ex periencia. Una ex· perienc ia rea lmente enr iquecedora , a la que desde aq uí ani ­mo, por un lado, a todos los profesores, como una forma de potenc iar y dar cauce a la desbordante imaginación, fantasía y c rea tividad de sus alum nos/as; y, por otro, a las editoriales, porque ahí tienen sin duda su futura cantera de escritores.

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Ilustración realizda en su cuento por Elena Osara Andrade

TEMAS DIDÁCTICOS LABORATORI O 5

-El país de las brujas-

Era el 1 de enero del siglo XVI; Sara, una niña de 3 años, no muy gor­da, estaba durmiendo en su habitación. Mientras tanto, en el país de las bru­jas, estaban preparando un ungüento para conseguir la vida eterna. Pero algo les fallá. Necesitaban tres pelos de una niña pequeña pelirroja. Miraron en elli­bro mágico, y. .. ¡Oh! lo que estaba más cerca era Sara.

Tres brujas, elegidas por sorteo (que ya conocían las brujas el «pinto, pinto, gorgorito ... ») fueron a por Sara a la ciudad. Entre tanto Sara, que no era tonta, por el movimiento del viento, que había cambiado repentinamente de di­rección, metió, con una sabanita, la tortuga que tenía de mascota, en su mo­chi/a, y otros utensilios de viaje: una camiseta, unas braguitas, un cepillG, ete. También metió algunos inventos que ella misma había inventado (para tener tres años era superdotada). Las brujas ya volaban sobre la ciudad, pero de pronto .. .. iPUM! iA una bruja se le había parado el motor de la escoba! Pero .. como es una bruja no le pasó nada (sola la cabeza al revés) .

Llegaron las brujas a la casa de Sara, y cuando entraron por la ventana, Sara les dijo: ¿qué nos vamos? Una de las brujas, del susto, cayó hacia atrás y rodó escaleras abajo. El sombrero de la bruja se salvó, ya ella se le volvió a poner la cabeza al derecho.

Salieron las cuatro por la ventana, en las escobas (un poco apretujadas por la mochila) y, al fin, llegaron al país de las brujas.

Cuando Lara bajo de la escalera, encontró en el suelo un manuscrito que decía así:

Para la vida eterna: Preparación e ingredientes

2 arañas (tarántulas)

4 vasos de vino tinto

3 pelos de niña pelirroja

4 cucarachas machadas.

Se juntan las cucarachas con el vino y con los pelos. Se cuece todo y se añaden las arañas. ¡Qué te guste!

Sara, que se dio cuenta de que las brujas no tenían buenas intenciones, corrió a esconderse en el bosque, pe-ro le aparecieron más brujas.

La Gran Bruja era feísima : tenía la cara verde, el pelo y el traje negros, y una escoba voladora. Sara le dijo a la bruja: ¿Por qué eres tan fea? - y la bruja le contestó: porque metí la cabeza en e/ microondas. Sara cogió su mochila, y de ella sacó a su tortuga que le pegó un mordisco a la bruja en el pie.

La bruja chilló de dolor y mientras, Sara le arrebató el libro de magia del que leyó lo siguiente: " Para convertir a una bruja en sapo decir lo siguiente: Bruja, brujita que cantando estas, conviertete en ranita y saltando vete ya». Sara hizo lo que venía en e/libro y la bruja se convirtió en una rana barrigona.

Todas las demás brujas fueron detrás de Sara, que corría a toda veloci­dad por el bosque.

De repente, Sara vio que el camino se había cortado; sacó de su mochi­la el libro de magia de la bruja, para buscar algún hechizo porque las brujas la querían matar para conseguir los tres pelos de la receta.

Ella, mientras tanto estaba viento el libro y encontró un manuscrito, pa­recido al anterior que decía así: «Todas las brujas de este país convertiros en hormigas y salir de aquí ¡ya!»

Sara hizo lo que decía y todas las brujas se convirtieron en hormigas y se fueron.

Luego sacó de su mochila un paraguas volador y se fue a la ciudad.

Cuando pasó por la puerta de separación de los dos países, Sara se encontró con un hada que le dijo: Has sido muy valiente, Sara, en recompensa en el país de las hadas hay una estatua tuya. ¡Muchas gracias!

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Autora del cuento e ilustración: Sara fue a su casa y sus padres le dijeron que era muy valiente.

-Fin- Belén Jiménez Mas-Guidall / 52 EGB

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