Clase de Maistre

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Pensar el espacio ocupado por Maistre en relación con la secularización. En principio, Maistre parece y ha sido considerado una suerte de profeta del pasado, un pensador teocrático, casi medieval, surgido del siglo de las Luces. Desde otras lecturas, como la de Isaiah Berlin, su antropología pesimista, su noción de la historia como un estado de guerra continuo lo convierten en un precursor del fascismo. Para nosotros, Maistre aparece como un ejemplo, tal vez el más evidente, de la manera en que se formula una tradición de pensamiento que batalla contra el proceso de secularización, que sin embargo parece constatar sin poder detener. Para Maistre no se trata tanto de negar los procesos descristianizadores, los movimientos que operan una renovación política fundamental; Maistre no pretende volver al estado de cosas anterior a 1789, puesto que comprende que es imposible. Lo que intenta es, a partir de la constatación de esa transformación, aplicarle un paradigma de comprensión, de intelección que se entronca con la tradición teológica cristiana pero que también adopta modalidades heterodoxas. Entrada Furet/Ozouf Providencia El comité de salvación pública es un milagro. Pero al mismo tiempo la Rev. Franc. adopta un carácter satánico puro. En el caso de Maistre opera la típica ambigüedad apocalíptica que puede ver en un mismo suceso de castigo, tanto la mano de Cristo como la del Anticristo. El texto de Koselleck “Acortamiento del tiempo y aceleración” cita un texto sibilino que precisamente puede ser leído en esa ambivalencia. De Maistre señala: lo que los contrarrevolucionarios interpretan como una victoria del Anticristo no es más que un instrumento de Cristo.

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Sobre De Maistre

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Providencialismo

Pensar el espacio ocupado por Maistre en relacin con la secularizacin. En principio, Maistre parece y ha sido considerado una suerte de profeta del pasado, un pensador teocrtico, casi medieval, surgido del siglo de las Luces. Desde otras lecturas, como la de Isaiah Berlin, su antropologa pesimista, su nocin de la historia como un estado de guerra continuo lo convierten en un precursor del fascismo.

Para nosotros, Maistre aparece como un ejemplo, tal vez el ms evidente, de la manera en que se formula una tradicin de pensamiento que batalla contra el proceso de secularizacin, que sin embargo parece constatar sin poder detener. Para Maistre no se trata tanto de negar los procesos descristianizadores, los movimientos que operan una renovacin poltica fundamental; Maistre no pretende volver al estado de cosas anterior a 1789, puesto que comprende que es imposible. Lo que intenta es, a partir de la constatacin de esa transformacin, aplicarle un paradigma de comprensin, de inteleccin que se entronca con la tradicin teolgica cristiana pero que tambin adopta modalidades heterodoxas.

Entrada Furet/Ozouf

ProvidenciaEl comit de salvacin pblica es un milagro. Pero al mismo tiempo la Rev. Franc. adopta un carcter satnico puro. En el caso de Maistre opera la tpica ambigedad apocalptica que puede ver en un mismo suceso de castigo, tanto la mano de Cristo como la del Anticristo. El texto de Koselleck Acortamiento del tiempo y aceleracin cita un texto sibilino que precisamente puede ser ledo en esa ambivalencia. De Maistre seala: lo que los contrarrevolucionarios interpretan como una victoria del Anticristo no es ms que un instrumento de Cristo.Hirschman, en un libro titulado Dos siglos de retrica reaccionaria, seala que es tpico de la retrica reaccionaria una forma de argumento que denomina de los efectos adversos: una accin se convierte en su contrario. Maistre sera el modelo de este argumento. Hirschman relaciona este tipo de argumento con el encadenamiento mtico de la hybris y la nmesis, llevando al hombre de la arrogancia a la decadencia, de la desmesura al castigo providencial

Naturaleza cada

Contra Rousseau y los philosophes:No hay ms que violencia en el universo; pero estamos mimados por la filosofa moderna, que ha dicho que todo est bien, mientras que el mal ha manchado todo,y que, en un sentido muy verdadero, todo est mal, porque nada est en su lugarPecado original: para Compagnon, se trata de una concepcin heterodoxa del pecado original

Ellos hablan de desorden en el universo; pero, qu es el desorden? Es una derogacin del orden aparente anterior y, por consiguiente, la inteligencia no puede formarse una idea justa del universo observndole bajo el aspecto de un inmenso gabinete de Historia Natural trastornado por un temblor de tierra. La puerta est abierta y destrozada; no han quedado en l ventanas; armarios enteros han cado por tierra, y otros penden todava fijos, pero dispuestos a caer. Los mariscos ruedan en la sala de los minerales, y el nido de un colibr descansa sobre la cabeza de un cocodrilo. Sin embargo, qu insensato podr dudar de la intencin primitiva, o creer que el edificio fue construido en semejante estado? Todas las grandes masas estn juntas a la insignificante luz de una vidriera; se ve todo: el orden es tan visible como el desorden, y el ojo, paseando su mirada por el vasto templo de la naturaleza, restablece sin trabajo todo lo que un agente funesto ha destrozado, torcido, deshojado y puesto fuera de su lugar. Hay ms: mirad de cerca, y pronto reconoceris una mano reparadora.Historia

Volvemos al tpico de la providencia. Hay una providencia que regula los esquemas de la historia, una fuerza secreta.

Importancia de las tradiciones como forma de un anclaje en el pasado que certifica la legitimidad de las estructuras polticas. En este sentido, el mito revolucionario del nuevo comienzo de la historia (Jauss), con su respectivo calendario, es interpretado por Maistre como un nuevo giro en el curso de la historia, que reconoce antecedentes (la revolucin inglesa, por caso), pero que es nica en la magnitud de su crimen, del horror involucrado. El calendario nuevo sera una muestra ms de esa abstraccin de los philosophes que, para Maistre y los contrarrevolucionarios en general, domina de manera nefasta la prctica poltica de la revolucin. Ese calendario, como los dems conceptos abstractos de los que recibe su fuerza la revolucin (repblica, libertad, derechos del hombre, etc.) resulta ser un modelo, un esquema que se aplica coercitivamente sobre la realidad, torturndola. De all la recurrente imagen de la republica francesa como una mquina artificial, sin vida.

Para Maistre, cuando los revolucionarios creen ir en el sentido de la naturaleza (influencia de Rousseau) en realidad atentan contra ella, al negar su carcter histrico (y cado) y pretender dominarla mediante la aplicacin de esquemas abstractos y racionales. Mecanismos sin vida, autmatas:

Abrid los ojos, y veris que no vive. Qu aparato inmenso, qu multiplicidad de resortes y mecanismos (p. 72)

Ninguna gran institucin resulta de una deliberacin [...] Una constitucin escrita tal como la que rige hoy a los franceses no es ms que un autmata (p. 73).La imagen de la mquina admite dos versiones, segn que su creador sea Dios o el hombre. La mquina divina (el orden divino del mundo) es armnica, elstica y vital:

Si se imagina un reloj del cual todos los mecanismos variasen continuamente de fuerza, de peso, de dimensin, de forma y posicin, y que sealasen sin embargo la hora invariablemente, se tendr una idea de la accin de los seres libres en orden a los planes del Creador (p. 3-4)La mquina humana es pasiva, restrictiva y falta de vida: Cuanto ms se examinan los personajes en apariencia ms activos de la revolucin, tanto ms se encuentra en ellos algo de pasivo y mecnico. (p. 8)

Relacin entre historia y sacrificio: la historia es una continuidad de derramamientos de sangre, un estado de violencia constante: la efusin de sangre humana no es nunca suspendida en el universo (p. 31).La historia es la poltica experimental (cap. X de las Consideraciones, p. 134). En este sentido, la revolucin francesa se presenta como un espejo deformante, degradado, de la rev. inglesa.

Inglaterra di, en el siglo pasado, poco ms o menos el mismo espectculo que Francia ha dado en el nuestro.[...] Qu diferencia, por otra parte, en el carcter de las dos Naciones, y en el de los actores que han representado un papel en las dos escenas.Las revoluciones como espectculos, con distribucin de papeles entre diversos actores

Qu relacin hay entre la historia, la tradicin, y la providencia. El recurso a la historia y a la tradicin como fuentes de legitimidad, etc., no se contrapone al providencialismo: la naturaleza y la historia dan forma a las sociedades, y no la voluntad de los hombres. Ese pragmatismo de abrevar en la historia, en lo ya probado, segn Compagnon, puede llevar al providencialismo y es de hecho una suerte de providencialismoVelocidad de los acontecimientos histricos. Koselleck: La tesis de la aceleracin adquiere, a partir de la Revolucin Francesa, una dimensin relevante para la teora de la historia [...] Fue objeto de un frecuente anlisis la circunstancia de que en el curso de la Revolucin Francesa en el trayecto que va de la monarqua, a travs de la monarqua constitucional, a la constitucin republicana con su impronta desptica y terrorista y luego, tras la constitucin burguesa elitista, hasta la dictadura napolenica. habran sido recorridas apresuradamente, en un decenio, todas las posibles formas de organizacin humana.

Tambin Maistre indica la impetuosa velocidad que, como actividad antinatural y monstruosa, caracteriz el perodo de la revolucin y que, paradjicamente, marca tambin su prxima desaparicin. El propio ttulo del captulo VII es revelador por cuanto indica la inminencia del pronstico, teido en este caso de profeca (VER KOSELLECK): Signos de nulidad en el Gobierno francs

El legislador semeja al Creador, no trabaja siempre, engendra y despus reposa [...] Cuanto ms opera [la legislacin], tanto ms su obra es humana, es decir, frgil. (p. 69)

Y nos brinda luego los nmeros de la cantidad de leyes aprobadas desde julio de 1789 hasta el momento de escritura. Otro ejemplo de la velocidad:No se cansa uno de contemplar el espectculo increble de una Nacin que se otorga tres constituciones en cinco aos. Ningn legislador ha tanteado; dijo fiat a su manera, y la mquina comenz a marchar (p. 70).

Aqu puede verse la diferencia entre acortamiento del tiempo apocalptico y aceleracin del tiempo en la ideologa del progreso: para de Maistre en esa velocidad debe verse un signo del prximo fin del estado actual de cosas, debe verse esa mano que recompone el orden daado.Sacrificio

La doctrina del sacrificio aparece en De Maistre en todos sus escritos, los recorre bajo diferentes figuras. Dedic sin embargo un escrito especficamente a este tema: Eclaircissement sur les sacrifices (escrito entre 1808 y 1810).

El sacrificio aparece vinculado a un aspecto fundamental del pensamiento maistreano, que el autor considera como la nocin central del cristianismo: el dogma de la reversibilidad de los dolores del inocente en provecho de los culpables. En las Consideraciones es el captulo III el que introduce la cuestin.Preguntarse por ese dogma es preguntarse por la justicia divina. Es sa la pregunta que dispara las conversaciones de las Veladas...: es la pregunta por la presencia del mal en el mundo. Cmo existe el mal a partir de una providencia o divinidad que es omnipotente e infinitamente bondadosa? La respuesta que se da en las Veladas atraviesa diferentes etapas, pero nos interesa marcar la conclusin final: no hay inocentes. A partir del dogma del pecado original, todos somos culpables y debemos expiar algn crimen:El pecado original, que lo explica todo y sin el cual no se explica nada, se repite desgraciadamente en todo momento, aunque de una forma secundaria (Veladas)

Esta presencia constante del pecado original, su repeticin secundaria (forma heterodoxa, no sancionada por la teologa catlica) garantiza la necesidad constante de expiacin.Maistre constata este dogma en todas las culturas y en todas las pocas (lo que significa, dada su expansin y antigedad, la aprobacin del mismo):

Fue de este dogma de donde los antiguos derivaron el uso de los sacrificios que practicaron en todo el universo[...] El cristianismo ha venido a consagrar este dogma, que es infinitamente natural al hombre, aunque parezca difcil llegar a l por el razonamiento.Es importante sealar que Maistre no descalifica el sacrificio ni siquiera en cultos extraos al catolicismo: no puede ser un error, porque se tratara entonces de un error constante, eterno, y la experiencia da el parmetro de la verdad. El sacrificio debe poseer una verdad.Compagnon seala que la concepcin maistreana del sacrificio como elemento basal del catolicismo (por ejemplo, en la comunin) es una inflexin bastante extrema y heterodoxa: el cristianismo reposa por entero sobre este mismo dogma engrandecido, donde la inocencia paga por el crimen.En este sentido, y constatado el desorden en el que est sumido el universo en su totalidad, toda la creacin experimenta una tendencia (dolorosa y esforzada) hacia un orden superior, hacia una unidad. Ese dolor y esfuerzo son la expiacin, el sacrificio que debemos pagar.Cuando el alma humana ha perdido la tensin de sus resortes por la blandura, la incredulidad y los vicios gangrenosos que siguen al exceso de la civilizacin, no se puede templar de nuevo ms que en la sangre.

Relacin entre el sacrificio y la guerra, y por ende con la historia, a partir del momento en que la historia humana es siempre una constatacin de un estado de guerra, conflicto. La historia universal (y por ende la RF) aparecen como una instancia sacrificial, purificadora, de la cual emanarn fuerzas ms nobles y restablecidas.El remedio del desorden ser el dolor (p. 287). Debe vincularse con la cada de la creacin.

El cadalso es un altar

El estilofue en una de sus orgas legislativas donde los bandoleros inventaron este nuevo ttulo... (p. 48)Maistre emplea un lenguaje fascinado para hablar de la revolucin. Una y otra vez la califica de espectculo satnico, nico, un milagro inverso, etc.

Utilizacin de las figuras retricas.