Ciudades colaborativas. Ciudades más humanas y sostenibles€¦ · Noviembre de 2016 ©de la...

54
Ciudades colaborativas Ciudades más humanas y sostenibles Elementos de Innovación y Estrategia, 13

Transcript of Ciudades colaborativas. Ciudades más humanas y sostenibles€¦ · Noviembre de 2016 ©de la...

Ciudades colaborativas

Ciudades más humanas y sostenibles

Elemen

tos

de In

nova

ción y

Estr

ategia

, 13

https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/es/deed.es

Noviembre de 2016

©de la edición: Diputación de Barcelona

Edición y coordinación: Gabinete de Prensa y Comunicación de la Diputación de Barcelona

AutorAlbert Canigueral [email protected]

Este documento (versión 1.0, junio 2016) ha sido creado por OUIShare España.

La Diputación de Barcelona se caracteriza por su naturaleza local, de apoyo y cooperación con los municipios. Para cumplir estos objetivos, ha desarrollado un modelo estrictamente municipalista, que tiene su referente en el establecimiento de redes de gestión con los ayuntamientos para aportar medios técnicos, conocimiento y experiencia, asesoramiento, recursos económicos y apoyo a la gestión de los servicios municipales.

La colección «Elementos de Innovación y Estrategia» es una iniciativa de la Oficina Técnica de Estrategias para el Desarrollo Económico de la Diputación de Barcelona. Su objetivo es promover la reflexión y el debate sobre el desarrollo económico y explorar ámbitos de interés para la intervención territorial desde la perspectiva local.

Esta es una colección de textos de autor de reconocido prestigio profesional y académico. La Diputación de Barcelona no comparte necesariamente las opiniones aquí publicadas.

3

Índice

1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

2. Los tres factores clave . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62.1. Las oportunidades y los retos de la rápida urbanización del mundo . . . . . . . . . . . . . 62.2. Yendo más allá de las ciudades inteligentes (Smart Cities) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72.3. El nuevo poder ciudadano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

3. La ciudad colaborativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113.1. No existe la ciudad colaborativa, debe ser cocreada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113.2. La ciudad productiva y autosuficiente (Fab City) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123.3. La ciudad compartida (Shareable City) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

3.3.1. La ciudad compartida organizada por actores y por verticales . . . . . . . . . . . . 153.3.2. El ayuntamiento como parte activa de la ciudad compartida . . . . . . . . . . . . . . 173.3.3. ¿Cómo aproximarse a la economia compartida (Sharing Economy)

desde la administración? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193.4. La ciudad participativa (CO-City) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

3.4.1. El gobierno abierto como primer paso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203.4.2. Procesos realmente participativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213.4.3. La CO-City, la administración compartida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223.4.4. La colaboración masiva (Crowdsourcing) de datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

3.5. La ciudad contributiva (Contribute City) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324.1. La ciudad al servicio de sus ciudadanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 324.2. Elementos comunes en las administraciones y los ciudadanos

de las ciudades colaborativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334.3. Decálogo de recomendaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344.4. Primeros pasos para una ciudad colaborativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39a) Seoul Sharing City . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39b) Milano Sharing City . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42c) Bologna CO-City . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

4

1. Introducción

El científico humanista Carlos Moreno sostenía en una conferencia reciente que «el siglo xix fue de los imperios, el siglo xx de los estados y este será de las ciudades». Pero no precisamente de las ciudades que conocemos y habitamos hoy, sino de las que seamos capaces de replantear, rediseñar y reconstruir. «Lograr que las ciudades y los asentamien-tos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles» es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.1

En el contexto actual la creciente urbanización del mundo plantea una serie de retos muy importantes a la vez que una oportunidad única para repensar cómo reorganizar los re-cursos existentes y las prácticas ciudadanas. Hasta la fecha la concepción puramente tecnocrática de las ciudades colaborativas se ha demostrado insuficiente.

Es necesaria una aproximación más democrática y participativa con los ciudadanos en el epicentro y como protagonistas. Como declara George Ferguson, alcalde de Bristol:

«Para transformar realmente una ciudad, los ciudadanos han de tomar las riendas»

La vitalidad de las ciudades se basará cada vez más en su capacidad para utilizar las redes digitales de manera inteligente y estratégica. Las ciudades deben usar estas redes para convertirse en una plataforma colaborativa para todos sus ciudadanos, para ser ciudades colaborativas. Ciudades que huelan a futuro y en las que apetezca vivir.

Este documento es un breve estudio acerca de prácticas emergentes alrededor del con-cepto de ciudad colaborativa.

1 http://elpais.com/especiales/2015/planeta-futuro/objetivos-desarrollo-sostenible/

George Ferguson, arquitecto y alcalde de Bristol

Introducción 5

Para ello se ha estructurado de la siguiente manera:

• En el segundo capítulo enumeramos los factores claves que han creado las condicio-nes para la emergencia de las ciudades colaborativas (la urbanización, los límites de lassmart cities y la aparición del ciudadano productor).

• Una ciudad colaborativa no está predefinida. Una ciudad colaborativa debe ser cocreadacon sus ciudadanos. En el tercer capítulo se exponen los conceptos y ejemplos de cu-atro miradas inspiradoras sobre prácticas de ciudades colaborativas (Fab City, Sharea-ble City, CO-City, Contributive City).

• Las conclusiones y las recomendaciones finales quieren contribuir a la reflexión acercade la complejidad real que se presenta en una ciudad o territorio para el desarrollo dela visión de la ciudad colaborativa.

• El apéndice detalla diversos ejemplos de ciudades que a nivel institucional ya han hecholos primeros pasos para abrazar el concepto de ciudad colaborativa.

6

2. Los tres factores clave

2.1. Las oportunidades y los retos de la rápida urbanización del mundo

Las ciudades son un enorme artefacto cultural, posiblemente la más compleja invención de los seres humanos. Las ciudades son el principal motor del desarrollo social y econó-mico del mundo. Las interacciones sociales que ocurren en ciudades permiten la inno-vación y la creatividad, generando sistemas de vanguardia en la producción tecnológica y cultural.

Según el Banco Mundial,2 hoy en día el 54 % de la población mundial ya vive en zonas urbanas y se espera que esta tendencia aumente.

• En Europa más del 75 % de la población reside en ciudades, superando el 85 % en Ale-mania, Reino Unido, Países Bajos y otros estados.

• En América Latina y el Caribe el 80 % de la población vive en ciudades. Esto la hace laregión más urbanizada del planeta.3

Esto significa que la cantidad de personas en las ciudades crecerá 1,5 veces para llegar a 6000 millones de habitantes en 2045, es decir otros 2.000 millones de residentes urbanos.

Evolución de la población en zona rural y urbana, 1950-2030

Fuente: datos del Banco Mundial

2 http://datos.bancomundial.org/tema/desarrollo-urbano, http://www.bancomundial.org/es/topic/urbandevelop-ment/overview, http://datos.bancomundial.org/indicador/SP.URB.TOTL.IN.ZS

3 http://www.iadb.org/es/temas/desarrollo-urbano/indicador,2858.html

4.000.000

5.000.000

Pob

laci

ón (e

n m

illone

s)

3.000.000

2.000.000

1.000.000

01950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995

Año

2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030

Rural Urbano

2. Los tres factores clave 7

Si se considera que más del 80 % del producto interno bruto (PIB) mundial se genera en las ciudades,4 una urbanización bien planificada puede promover el crecimiento sostenible gracias al aumento de la productividad y el surgimiento de ideas innovadoras.

Sin embargo, la rapidez y la magnitud del proceso de urbanización trae enormes desafíos, entre ellos satisfacer la creciente demanda de viviendas de bajo costo, sistemas de trans-porte bien conectados y otro tipo de infraestructura, servicios básicos y empleos, parti-cularmente para los casi 1.000 millones de pobres que viven en asentamientos urbanos informales de manera que estén más cerca de los lugares donde hay oportunidades.

Las ciudades también cumplen un papel importante en la lucha contra el cambio climáti-co, pues en ellas se consume cerca de dos tercios de la energía producida en el mundo y se genera más del 70 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Y a medida que estas crecen, su exposición a los riesgos climáticos y de desastres tam-bién aumenta. Casi 500 millones de residentes urbanos viven en zonas costeras, lo que los hace más vulnerables a los efectos de las tormentas y del aumento del nivel del mar.

Favorecer ciudades que «funcionen» y que sean inclusivas, seguras, resilientes y sosteni-bles requiere un alto nivel de coordinación en materia de políticas y opciones de inversión.

Los gobiernos nacionales y locales cumplen un rol importante al respecto y deben tomar medidas en el presente para dar forma a su desarrollo futuro y crear oportunidades para todos.

2.2. Yendo más allá de las ciudades inteligentes (Smart Cities)

En este contexto de alta densidad urbana y de fuerte presencia simultánea de problemas y oportunidades, las posibilidades de implementar los avances tecnológicos son innega-bles. Es por ello que en los últimos años el concepto de «ciudades inteligentes» (smart cities) ha estado —y está— presente en muchas ciudades. La combinación de sensores, datos y computación avanzada ha prometido acelerar los flujos de información, reducir los residuos y mejorar drásticamente la eficiencia en la gestión de los recursos. La pers-pectiva dominante apunta a una nueva gestión urbana con tres valores clave: más eficien-cia, más seguridad y más sostenibilidad.

Hoy por hoy, el modelo de ciudad inteligente ha cuajado en una imagen de liderazgo tec-nológico en la que predomina una lógica que se puede calificar de notablemente jerárqui-ca, centralizada, tecnocrática y corporativa. Más centrada en resultados que en procesos.

De estas mejoras de base tecnológica («solucionismo tecnológico») se esperaba que además de mejorar la ciudad también pudieran mejorar la calidad de vida sus habitantes. Lo cierto es que gran parte de las ideas alrededor de las ciudades inteligentes no han podido cumplir esta parte de su promesas y los proyectos han resultado en altos costos en lo tecnológico y bajos rendimientos en lo social.

4 https://www.oxfordeconomics.com/cities/report

2. Los tres factores clave 8

Julian Agyeman and Duncan McLaren escriben en Time Magazine.5

«When mayors and developers focus on technology rather than people, smart quickly becomes stupid, threatening to exacerbate inequality and undermine the social cooperation essential to successful cities. ... truly smart cities will be those that deploy modern technology in building a new urban commons to support communal sharing».

Que la ciudad sea «inteligente» es sin duda necesario pero no resulta suficiente. Las ciu-dades deben ser también «humanas»,6 «sostenibles»,7 «vibrantes»,8 «resilientes»,9 y «asequibles».10

Si el objetivo último de las ciudades es asegurar el progreso sostenible y hacer que los ciudadanos sean felices y se sientan realizados, tienen que adoptar y desarrollar herra-mientas que aprovechan las habilidades y conocimientos de los ciudadanos. Para ello es necesario redefinir las ciudades inteligentes como ciudades inteligentes centradas en las personas.

Como dijo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau:

«El activo más importante de

las #smartcities son sus ciudadanos»

2.3. El nuevo poder ciudadano

Volvamos a la tecnología, pero no a la que se despliega desde la administración sino a la tecnología de la que disponen hoy en día los ciudadanos. Hablamos principalmente de los teléfonos móviles inteligentes,11 que les otorga un nuevo poder12 de «coordinación masiva entre iguales a gran escala para generar cambios».

5 http://www.time.com/3446050/smart-cities-should-mean-sharing-cities/6 http://www.sciencesquared.eu/wanted-human-city7 http://www.iadb.org/es/temas/ciudades-emergentes-y-sostenibles8 http://www.afr.com/brand/boss/we-are-starting-to-think-about-cities-as-places-to-house-the-human-imagina-

tion-20151215-glojqn9 http://www.100resilientcities.org/10 http://www.shareable.net/blog/new-york-coop-creates-permanently-affordable-commercial-real-estate11 http://www.slideshare.net/a16z/mobile-is-eating-the-world-201612 https://hbr.org/2014/12/understanding-new-power

@AdaColau en @Barcelona

2. Los tres factores clave 9

Puede ser que en el año 2020, cinco billones de personas en el mundo tengan un teléfono inteligente

Fuente: Andreessen Horowitz. World Bank, GSMA. Apple. Google. a16z

Este nuevo poder, que reduce al mínimo el coste de coordinación de los recursos (ideas, personas, dinero) y la toma de decisiones, apunta a que los ciudadanos pueden ser mucho más que usuarios pasivos y receptores de servicios.

Escala de participación de la ciudadanía

Fuente: Jeremy Heimans, Henry Timms. Harvard Business Review, HBR.ORG

Las ciudades deben abrazar la capacidad innovadora de sus residentes, que son capaces de detectar las necesidades antes que los propios administradores de la ciudad, y que pueden trabajar de manera colaborativa (entre ellos y/o con la administración) para solu-cionar los problemas y mejorar la ciudad con mejoras rápidas, económicas y sostenibles.

Consumo tradicional

Consumir

Compartir

Organizar

Financiar

Producir

Copropiedad

Compartircontenidose ideas con

otras personas

Mezclar o adaptar

contenidos e ideas

Crowdfundingo apoyar

con dinero

Creación y entrega

de contenidos o de activosdentro de

una comunidadde iguales como

Etsy o airbnb

Propiedadparcial o totalde contenidosy de activos(Wiquipedia)

Población mundial y usuarios de teléfonos inteligentes, 2015-2020 (bn)

1

2

3

4

5

6

7

8

9

0Población

2015

Crecimiento en 2020

Población mayor de 16

Usuarios de móviles Smartphones PC

2. Los tres factores clave 10

Evolución de las expectativas y los recursos de la ciudad

Fuente: elaboración propia

Por todo ello, no solo habría que permitir sino promover la cocreación con los ciudadanos y el espíritu de emprendeduría urbana.

Los ciudadanos desbordan a las empresas tradicionales e instituciones. Hay que promo-ver la ciudad colaborativa, con los ciudadanos en el centro.

Recursos de la ciudad

Expectativas en los seviciosy el desarrollo de la ciudad

Innovacionescolaborativas en lagestión de la ciudad

Innovacionescolaborativas con/de socios externos

11

3. La ciudad colaborativa

3.1. No existe la ciudad colaborativa, debe ser cocreada

La ciudad colaborativa (entendida como el uso de las lógicas de la economía colaborativa sobre el territorio articuladas a través del ciudadano productor) no se puede definir de manera jerárquica, centralizada y unívoca. Hacerlo sería una contradicción con el mismo concepto de colaboración y participación ciudadana.

La visión particular y única de ciudad colaborativa en cada territorio deberá ser cocreada en cada caso particular con sus ciudadanos. Son ellos en su conjunto quienes construyen y transforman una ciudad, sumando sus visiones y capacidades, con un horizonte de mejora colectiva, afrontando retos que nadie puede resolver de manera individual y donde la cooperación maximiza los resultados y los aprendizajes cruzados.

Para inspirar el desarrollo de esta visión particular de ciudad colaborativa en cada territorio desglosamos cuatro miradas de referencia:

Las cuatro miradas de la ciudad colaborativa

Fuente: elaboración propia

1. Ciudad productiva (Fab City): en busca de una mayor autosuficiencia local en la pro-ducción energética, la alimentación de proximidad, los bienes de consumo, la econo-mía circular, etc. Ciudades que se conectan globalmente para compartir conocimiento global acerca de las mejores prácticas de producción en local.

2. Ciudad compartida (Sharing City): inclusiva y eficiente en el uso de los recursos dispo-nibles y a menudo infrautilizados en las ciudades (bienes, conocimiento, ideas, finan-

3. La ciudad colaborativa 12

ciación, etc.). Los agentes que forman parte van desde las grandes compañías emer-gentes (startups) multinacionales hasta los grupos de barrio que se organizan a través de Facebook.

3. Ciudad participativa (Co-City): aprovechando la inteligencia colectiva para una mejor gestión de la ciudad considerando a sus ciudadanos como adultos y responsables. Es clave también la recolección masiva de datos con los ciudadanos.

4. Ciudad contributiva (Contribute City): reconoce el derecho de sus ciudadanos a con-tribuir y para ello articula los mecanismos necesarios para que lo puedan hacer. Tam-bién es aquella que comparte sus aprendizajes y herramientas con el resto de ciuda-des cocreando un procomún de datos y soluciones a retos urbanos. El futuro del planeta es compartido, es de sentido común compartir las soluciones.

Para alejarnos del ámbito más teórico y conceptual desgranamos con mayor detalle y ejemplos concretos cada una de estas cuatro miradas inspiradoras sobre la ciudad.

3.2. La ciudad productiva y autosuficiente (Fab City)

La digitalización ha conllevado importantes cambios en los modelos productivos y una drástica reducción de la escala óptima de producción. Las ciudades pueden y deben volver a ser productivas.

Desde Barcelona se ha liderado el modelo Fab City.13

Logotipo de Fab City

Fuente: Fab City Global Initiative

Fab City es un modelo urbano para que las ciudades sean autosuficientes gracias a ser productivas localmente y conectadas globalmente en lo que respecta al conocimiento y las tecnologías a usar.

En una ciudad productiva y autosuficiente, los ciudadanos usan sus facultades para, aprovechando la democratización de los medios de producción, incrementar su resisten-cia y desarrollar un sistema de producción y consumo más ecológico. En una ciudad de este tipo el movimiento de los materiales y el consumo de energía se reduce drásticamente.

Se desarrollan nuevos modelos para las infraestructuras y necesidades básicas:

13 http://fab.city/

3. La ciudad colaborativa 13

• Energía: Producir energía renovable de manera local y distribuida.14 La distribución en la generación ofrece mayor resiliencia.

• Alimentación: promover los circuitos cortos de distribución de alimentos15 y los huertos urbanos.

• Conectividad: promover redes de comunicación ciudadanas abiertas, libres y neutras16 y también aplicado al Internet de las Cosas.17 La coordinación masiva a bajo costo, la base del nuevo poder mencionado anteriormente, requiere de esta conectividad.

El concepto de «ciudad productiva y autosuficiente» (Fab City) también abarca la produc-ción de bienes materiales. Hay que pasar del modelo de ciudad del siglo xx (PITO - Product In, Trash Out) a un modelo del siglo xxi (DIDO - Data In, Data Out). Lo único que debería intercambiarse entre las ciudades son los datos y las personas.

En este modelo DIDO la producción y reparación de bienes18 se hace en ámbito local. Se participa de la máxima «Design for Open Making» de proyectos como OpenDesk19 (mo-biliario), El-recetario,20 LocalMotors21 (vehículos).

Con las herramientas de fabricación digital la producción de bienes en local va mucho más allá de lo que uno pueda imaginarse. Como decía la portada de Wired Magazine acerca del movimiento maker:

Portada de la revista Wired Magazine de abril de 2011

«Si lo puedes pensar, lo puedes construir»

14 https://www.somenergia.coop/15 https://thefoodassembly.com/es16 https://guifi.net/17 http://thethingsnetwork.org/ 18 http://millorquenou.cat/ o http://repaircafe.org/en/ 19 https://www.opendesk.cc/about 20 http://el-recetario.net/, up cycling21 https://localmotors.com/

Fuente: Wired Magazine, abril de 2011

3. La ciudad colaborativa 14

En Barcelona el ayuntamiento promueve la creación de «Ateneos de Fabricación»22 en cada barrio. Los ateneos de fabricación son espacios abiertos en los que los ciudadanos pueden aprender los fundamentos de la fabricación digital, así como cualquier otra tec-nología o proceso científico que pueda ser aplicable a tu realidad cotidiana.

Red de ateneos de fabricación de Barcelona

Fuente: FAB LAB Barcelona

Además de una red de ateneos de fabricación es importante que la ciudad desarrolle un ecosistema diverso en relación a la fabricación digital (herramientas, conocimiento, per-sonas, espacios, etc.). Desde la vertiente más académica como son los Fab Labs, pasan-do por espacios autogestionados como los Hacker Spaces23 y los espacios accesibles a pie de calle como los Fab Cafe.24 Los eventos abiertos para el público general como las MiniMakerFaire también contribuyen al desarrollo de la Fab City.

Logotipos de proyectos que se realizan en Barcelona

Fuente: web de cada uno de los proyectos

22 http://smartcity.bcn.cat/es/ateneos-de-fabricacion.html http://ateneusdefabricacio.barcelona.cat/23 https://www.facebook.com/made.bcn/24 http://fabcafe.com/barcelona/

3. La ciudad colaborativa 15

En todo este contexto es importante que el diseño de los bienes, a menudo con diseños compartidos, también incluye que sean modulares, reparables y reciclables, enlazando así con los conceptos de base de la economía circular.25 La economía circular también está presente en las últimas evoluciones de las ciudades inteligentes (smart cities) y en la agenda europea de sostenibilidad y urbanismo.

3.3. La ciudad compartida (Shareable City)

Las ciudades están llenas de recursos infrautilizados que presentan un potencial enorme. Sin duda una de las maneras más astutas26 de contribuir al desarrollo sostenible de una ciudad es identificar y activar estos recursos para los ciudadanos y para la propia admi-nistración.

Una política de ciudad compartida es aquella que habilita y permite a sus habitantes compartir de manera eficiente y segura todo tipo de bienes —espacios, coches, habilida-des, etc— para crear un entorno con comunidades más fuertes, más conectadas y más saludables. «Compartir toda la ciudad» debe convertirse en un objetivo rector para las ciudades.

3.3.1. La ciudad compartida organizada por actores y por verticales

Sugerimos para los gobiernos locales que la concepción de la economía compartida (sharing economy) o consumo colaborativo sea lo más amplia e inclusiva posible. Es un tema inherentemente complejo que requiere de un tiempo para comprenderlo en todas sus dimensiones y atributos

Actores de la ciudad compartida

En la ciudad, una diversidad de actores —organizaciones sin ánimo de lucro, empresas sociales, cooperativas, comunidades informales, empresas con ánimo de lucro y la propia administración local— van a comprar, vender, alquilar, prestar, intercambiar, hacer trueque y regalar un amplio abanico de activos tangibles e intangibles como son los bienes, el tiempo y los espacios. El uso de tecnologías de la información aporta la confianza y reci-procidad necesaria, a la vez que se reducen de manera dramática los costes de coordi-nación y transacción.

La tabla 1 clasifica a los actores de la ciudad compartida en función de su motivación inicial y que a menudo tiene una correlación con su forma legal como entidad.

En la ciudad las empresas tradicionales de todo tamaño también pueden participar como actores de la ciudad compartida con servicios como: equipamiento compartido entre empresas27, crédito mútuo28 o intercambio de divisas, sin bancos entre empresas.29

25 https://en.wikipedia.org/wiki/Circular_economy // http://www.ellenmacarthurfoundation.org/circular-economy/26 http://blogs.gartner.com/andrea_dimaio/2012/12/14/smart-cities-are-not-intelligent-they-are-astute/27 http://www.floow2.com/ 28 https://www.trocobuy.com 29 http://kantox.com/

3. La ciudad colaborativa 16

Rol

Con ánimo de lucro

Empresa social / Cooperativa

Sin ánimo de lucro

Comunidad

Sector público

Definición

Entidades con ánimo de lucro que realizan actividades de compra/venta, alquiler/préstamo, intercambio, trueque o regalo/donación con al ayuda de tecnologías de la información que reducen de manera considerables los costes de transacción y facilita los intercambios entre desconocidos.

La misma definición EXCEPTO que las motivaciones sociales y medioambientales tienen prioridad respecto al lucro económico. En las cooperativas la propiedad es compartida.

La misma definición que la empresas con ánimo de lucro EXCEPTO que son actores sin ánimo de lucro donde la motivación principal es avanzar en su misión y/o propósito.

Actores focalizados en la escala local y/o de barrio con una diversidad de estructuras legales aunque las entidades sin ánimo de lucro y modelos informales son los más habituales. La mayoría de transacciones no se monetizan.

El uso de las tecnologías de la información es más modesto con un énfasis en el contacto y las relaciones humanas.

A menudo de manera explícita tienen un foco en conseguir la sostenibilidad en el ámbito local.

A diferencia de los casos anteriores, las entidades del sector público están sujetas a rigurosos estándares de responsabilidad, transparencia y legitimidad. Pueden usar su infraestructura más sofisticada para apoyar o crear acuerdos con el resto de actores para promocionar nuevas formas de compartir la ciudad, aunque tiene que responder a los intereses de todos los ciudadanos (algunos de los cuales no estarán involucrados en estas actividades) y a órganos de gobierno superiores.

Ejemplos

Locales:WallapopSocialCarWeSmartParkPercentilTrip4realVerkamiCoworkings

Internacionales: AirbnbBlaBlaCarEbayCar2GoZipcar

SomMobilitatAsociación de Bancos de TiempoLa Colmena que dice SiCiviClubEcrowdRobaAmiga

GoteoHuertos compartidosFreecycleReutiliza.catNoLoTiro.orgYoNoDesperdicio

SocialToy1010 ways to buy without moneyJardines comunitariosGrupos de consumoBancos de tiempoEcoXarxes El Campo de la CebadaPetitBus o ElBusAPeu

Bibliotecas municipalesServicios de bicicleta compartida públicaReparat millor que nou (AMB)Renova la teva roba (Ayuntamiento de Barcelona)Compra pública con criterios en favor de los actores de la ciudad colaborativa Monedas locales con apoyo municipal

Tabla 1. Actores de la economía colaborativa

3. La ciudad colaborativa 17

La ciudad compartida organizada por verticales

Esta diversidad de actores también se pueden agrupar por verticales concretos (movilidad, turismo, alimentación, segunda mano, etc.). Esta organización puede ser también adecua-da para el enfoque de la ciudad compartida de un modo sectorial, especialmente relevan-te a nivel regulatorio.

Economía compartida en Barcelona

Cinco características de la economia compartida

1. Uso de las tecnologías de la información en grados diversos.

2. Uso de recursos infrautilizados; acceso frente a la propiedad.

3. Conectar redes dispersas de gente y/o recursos.

4. Capacidad para construir confianza, reciprocidad y conexión social en grados diversos.

5. Aproximación al procomún en grados diversos.

3.3.2. El ayuntamiento como parte activa de la ciudad compartida

Por un lado los municipios y regiones disponen de recursos (equipamientos y espacios, servicios, recursos humanos, conocimiento, financiación, etc.) que pueden ser compar-tidos de manera simple y eficiente.

Ilustrando con algunos ejemplos en los que la administración puede jugar el rol de «pro-veedor»:

• En plataformas como MuniRent30 se facilita a los organismos públicos para compartir equipo y personal.

30 https://www.munirent.co/

ARIBNB. Barcelona es la cuarta ciudad más importante para este tipo de alojamiento entre iguales.TRIP4REAL. Los residentes ofrecen experiencias auténticas a los viajeros.NIGHTSWAPPING. Ofrecer alojamiento a cambio de una estancia gratis en otro lugar.MYTWINPLACE & KNOK. Comunidades globales de intercambio de casas, ambas con sede en Barcelona.

FOXIZE. Escuela de negocios entre pares que ofrece cursos de tres horas con profesionales.SHARED ACADEMY. Los estudiantes universitarios comparten sus conocimientos y aprenden de sus compañeros mediante clases privadas.BANCO DE TIEMPO. Intercambio de habilidades entre sus miembros. VERKAMI. El pionero del crowdfunding en España.ULULE. Una de las principales plataformas de crowdfunding de Europa.GOTEO. Crowdfunding para empresas creativas e individuos.

CHICFY. Mercado en línea de ropa de segunda mano.RENOVA LA TEVA ROBA. Evento anual de intercambio de ropa organizado por el Ayuntamiento de Barcelona.

WALLAPOP& VIBBO. Compra y venta de pertenencias entre la gente de una zona.NOLOTIRO. Versión local de Freecycle.REPARAT MILLOR QUE NOU. Consigue arreglar tus cosas viejas con esta aplicación.

AVANCAR. Filial local de la compañía estadounidense de car-sharing, Zipcar.SOCIALCAR & DRIVY. Alquiler de coches entre pares.BICING. Red de intercambio de bicicletas con más de 400 estaciones a lo largo de la ciudad.BLABLACAR & AMOVENS. Servicios de viajes compartidos de larga distancia.GLOVO. Servicio de entrega y mensajería.

EATWITH. Experiencias íntimas de comida en los hogares de otras personas.LEFTOVERSWAP. Intercambia las sobras con los vecinos de tu comunidad.

Fuente: revista Metropolitan Barcelona

3. La ciudad colaborativa 18

• La municipalidad de Seúl, mediante una plataforma de espacios compartidos, ha abier-to casi 800 edificios públicos para reuniones y eventos públicos cuando no están en uso.

• Las bibliotecas de todo el mundo están en proceso de reinvención y con ideas muy in-teresantes, por ejemplo para el préstamo de herramientas o como punto de encuentro neutro y seguro para la compra/venta de objetos de segunda mano.31

En un rol de «consumidor» de las plataformas:

• Algunos ayuntamientos usan servicios de alquiler de coches de particulares (carsha-ring) para sus funcionarios, reduciendo los costes operacionales, kilómetros recorridos y la contaminación.

• Este mismo rol se puede aplicar en otros casos con espacios de cotrabajo (coworking), grupos de consumo de alimentos de proximidad, intercambio de casas entre funciona-rios de ayuntamientos (como hacen algunas corporaciones con sedes en varias ciuda-des), formación en escuelas p2p, servicios en contra del desperdicio alimentario, etc.

• Las administraciones también pueden participar y/o promocionar el uso de plataformas de micromecenazgo (crowdfunding) cívico32 como Goteo (España), Bulb In Town (Fran-cia) o SpaceHive (Reino Unido). En concreto la plataforma Goteo ofrece la modalidad de capital de riesgo33 (match funding) donde las administraciones pueden, mediante una bolsa de dinero preasignada y una temática de proyectos concretos, igualar las aportaciones que hagan los ciudadanos.

Otra manera de participar es con el apoyo a monedas locales. Una de las de mayor éxito y recorrido es el Bristol Pound con un fuerte apoyo de la administración.

Los canales de comunicación oficiales (sea únicamente a título informativo o incluso como reconocimiento), las líneas de subvención, los programas de emprendimiento o la política de compra pública se pueden usar para reconocer el valor de las soluciones de ciudad compartida que se alineen mejor con la estrategia de la ciudad en temas económicos, medioambientales y sociales.

Portal ShareHub del Ayuntamiento de Seoul

Fuente: Ayuntamiento de Seoul

31 http://www.huffingtonpost.com/rebecca-fishman-lipsey/100-great-ideas-for-the-for-the-future-of-libraries_b_6551440.html32 http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2434615 33 https://goteo.org/service/resources

3. La ciudad colaborativa 19

3.3.3. ¿Cómo aproximarse a la economia compartida (sharing economy) desde la administración?

Sean más o menos conscientes de ello, los gobiernos locales se enfrentan a un tsunami de actividades de economía compartida en su territorio.

Los ciudadanos desbordan a empresas e instituciones. Los ciudadanos productores par-ticipan de las actividades que más les interesan y lo hacen de forma desafortunada. Los próximos años van a ser críticos para determinar cómo responden las ciudades a esta realidad.

Por un lado este nuevo modelo de organización de la actividad económica afecta a casi todos sectores de la economía y representa un reto para el modelo tradicional de muchos negocios y organizaciones.

Por otro lado el concepto de «compartir» puede ser interpretado de muchas maneras. Aparecen nuevos y potentes grupos de presión (lobbies) con intereses que pueden ir, o no, alineados con las prioridades de la ciudad, etc. La pregunta relevante para la adminis-tración es ¿Qué actores y actividades de la economía compartida pueden generar un mayor aporte al bien común de la sociedad en su conjunto?

Esta es y será una cuestión crítica. Las administraciones deben desarrollar una hoja de ruta y una estrategia de ciudad al respecto de la ciudad compartida de manera que se contribuya positivamente en las áreas prioritarias para la ciudad.

Algunas preguntas sobre las que empezar a reflexionar:

• ¿Qué servicios de economía compartida existen ya en la ciudad y están ofreciendo ser-vicios?; ¿de qué forma?; ¿compañía, cooperativa, asociación o organización informal?

• ¿La economía compartida está organizada en su conjunto?; ¿a modo sectorial? ¿son organizaciones independientes o grupos de presión (lobbies)?; ¿hay medios de referen-cia?; ¿se podría llegar a algún acuerdo?

• ¿La población dispone de las habilidades para participar en estas actividades? ¿Cultu-ra digital, cultura de compartir, entorno de confianza?

• ¿Cómo la administración garantiza que la economía compartida beneficia a toda la po-blación y no únicamente a una élite conectada?

• ¿Se respetan los derechos laborales, de los consumidores o de protección de datos?

• ¿Cómo y cuándo recaudar impuestos si existe actividad económica con lucro?; ¿cómo medir el impacto más allá de lo puramente económico?

No hay una respuesta correcta pero si la necesidad de explorar las diversas respuestas. La economía compartida es un espacio dinámico y en constante evolución donde las ciudades deberán tomar decisiones basadas en sus propias prioridades y recursos.

3. La ciudad colaborativa 20

Áreas grises que requieren clarificación

a) Impuestos. Por parte de los participantes ¿cuándo hay lucro en la actividad?; ¿cómo contabilizar los gastos o pérdidas patrimoniales?; ¿y el pago de impuestos de empre-sas que no tienen sede en el país?

b) Licencias. ¿Porqué existen ciertas licencias de actividad?; ¿pueden existir otro tipo de cer-tificaciones o licencias que favorezcan la competencia?; ¿cuál es el efecto en los precios?

c) Personal vs. profesional: ¿Cómo fijar un límite entre llegar a final de mes y una actividad profesional?; ¿cómo ajustar las licencias y los impuestos según estos límites?

d) Seguros: ¿Cómo distribuir de manera justa y equitativa los riesgos y responsabilidades entre los participantes?

e) Zonificación urbana: ¿Cómo aplicar la zonificación cuando la actividad se desarrolla en internet y el intercambio en cualquier parte?; ¿se pueden crear zonas francas para ex-perimentar?

3.4. La ciudad participativa (CO-City)

Existe un potencial enorme para las administraciones municipales de poder tomar deci-siones más inteligentes aprovechando la inteligencia colectiva de los ciudadanos. Los mismos mecanismos y tecnologías que articulan la ciudad compartida articulan la «ciudad participativa». Se trata de reconocer la madurez de los ciudadanos y compartir la respon-sabilidad de gobernar con ellos.

3.4.1. El gobierno abierto como primer paso

De entrada podemos hablar del conocido «gobierno abierto»34 que tiene como objetivo que los ciudadanos colaboren en la creación y el mejoramiento de servicios públicos y en el robustecimiento de la transparencia y la rendición de cuenta. Para ello el uso de datos35 y tecnologías abiertas resulta imprescindible.36

En España tenemos varios ejemplos pioneros como el Ayuntamiento de Zaragoza37, la Dipu-tación Foral de Navarra,38 el proyecto Irekia en el País Vasco, entre otros. Destacar aparte iniciativas como OpenContracting39 en favor de la transparencia en la contratación pública.

Allá donde los gobiernos no han llegado o no han querido llegar, los ciudadanos han fi-nanciado con micromecenazgo y fabricado en código abierto herramientas como «Qué Hacen Los Diputados»40 o «Tu Derecho a Saber»,41 que ha tenido que cerrar por la nega-tiva de las instituciones a responder por correo electrónico.

34 https://es.wikipedia.org/wiki/Gobierno_abierto35 http://opengovernmentdata.org/36 http://blogs.iadb.org/ciudadessostenibles/2016/03/14/gobierno-abierto/37 http://www.zaragoza.es/ciudadania/gobierno-abierto/38 https://gobiernoabierto.navarra.es/es, el proyecto Irekia http://www.irekia.euskadi.eus/es39 http://www.open-contracting.org/40 http://www.quehacenlosdiputados.net/41 http://www.tuderechoasaber.es/

3. La ciudad colaborativa 21

Diagrama de como se tratan la transparencia, la colaboración y la participación en un gobierno abierto

Fuente: Armel Le Coz, Cyril Lage. Démocratie Ouverte

Lamentablemente en muchos casos el foco principal sigue siendo más en la provisión de información que en la participación y la involucración real de los ciudadanos.

3.4.2. Procesos realmente participativos

Procesos participativos como el PAM en Barcelona42 o el presupuesto participativo (60M€) en Madrid43 van un paso más allá. Han demostrado en 2016 que, sin que sea ni mucho menos fácil y aún con mucho que aprender, se puede articular una acción política colec-tiva (online y offline) que da lugar a fructíferos debates.

Se comparte el poder de la toma de decisiones (política pública, inversiones, etc.) con los ciudadanos, que son quienes conocen realmente sus problemas de primera mano.

Otra aproximación habitual es el uso de «retos»/«preguntas»,44 i 45 para articular la inteligen-cia colectiva de ciudadanos y empresas. Los resultados han sido mixtos en muchos casos.

En cualquier caso se demuestra que las nuevas herramientas digitales hacen que sea más fácil para las personas involucrarse en la formulación de políticas, planificación y presu-puesto, ayudando a las ciudades a tomar decisiones más inteligentes y más democráticas.

En estos procesos las ciudades corren el riesgo alienar a sus ciudadanos si sienten que sus sugerencias y participación no son valorados. Hay que estudiar con detenimiento si son o no procesos vinculantes.

42 https://decidim.barcelona/ 43 http://www.elmundo.es/madrid/2016/02/22/56cae0bde2704e202f8b4668.html44 http://smartcityapphack.com/45 https://bogotaabierta.co/

3. La ciudad colaborativa 22

Portal Bogotá Abierta

Fuente: Bogotà Abierta. Alcaldía Mayor de Bogotá

Un buen recurso para conocer más en este ámbito es Update Politics46 que mapea el ecosistema de prácticas emergentes en América Latina retratando los actores (hubs) y las prácticas (señales) que contribuyen a la reducción de la distancia entre la sociedad civil y el poder público.

3.4.3. La CO-City, la administración compartida

Se puede ir un paso más allá con el concepto de «Administración Compartida« en el que el gobierno evoluciona hacia un nuevo modelo organizativo basado en la colaboración en lugar de las relaciones conflictivas entre los ciudadanos y las administraciones.

Es el modelo de ciudad participativa iniciado en Bologna47 y adoptado por diversas ciu-dades en Italia. En su web48 puede leerse:

Logotipo del proyecto de ciudad participativa CO-Bolognia

Fuente: LABoratorio per la GOVernance del beni comuni di Bologna

46 http://updatepolitics.cc/ 47 Ver el apéndice para más detalles48 http://co-bologna.it/

«Una Co-City debe basarse en una gobernanza colaborativa donde proco-mún, ya sea urbano, medioambiental, cultural, conocimiento o comunes di-gital, es cogestionado por los cinco actores de un gobierno colaborativo/po-licéntrico: innovadores sociales (i.e. ciudadanos activos, makers, innovadores digitales, regeneradores urbanos y rurales, etc.), las autoridades públicas, la empresa privada, las organizaciones de la sociedad civil e instituciones de conocimiento (i.e. escuelas, universidades, academias culturales, etc.), me-diante acuerdos institucionalizados en modo público/privado/ciudadanos. Estos acuerdos dan lugar a una plataforma peer-to-peer de ámbito local en lo físico, digital e institucional con tres objetivos básicos: vivir juntos (servici-os colaborativos), crecer juntos (coventures) y hacer juntos (coproducción)»

3. La ciudad colaborativa 23

En esta plataforma/herramienta, obtenida, está claro, mediante un proceso de cocreación, los ciudadanos se hacen protagonistas de la protección, gestión y cuidado de su ciudad, gracias al apoyo y respaldo institucional. Es precisamente aquí donde radica el potencial de esta innovación institucional, pequeña pero fundamental: los ciudadanos ya no son considerados como meros usuarios y simples receptores del Estado, sino que son final-mente reconocidos como actores clave en el tratamiento y gestión directa de los bienes comunes. A través de ese giro, se da sustancia a ese concepto abstracto que es el interés común, mediante un nuevo modelo de relación entre ciudadanos y Administración pública que se funda en la confianza y la cooperación entre las partes.

Modelo de gobernanza urbana

Fuente: LABoratorio per la GOVernance dei beni comuni di Bologna

En el caso de Bologna, el Reglamento sobre los Pactos de Colaboración consta de 36 artícu-los y regula las formas de asistencia para el cuidado y gestión de los bienes comunes urbanos.

3.4.4. Colaboración masiva (Crowdsourcing) de datos

Complementando los sensores que forman parte de la ciudad inteligente (smart city) en un contexto de ciudad colaborativa, lo que hacen las ciudades es reconocer que ya exis-te una densa y amplia red de sensores en base a los teléfonos móviles inteligentes.

Según el Informe sobre la Sociedad de la Información en España 2015,49 del total de telé-fonos móviles en 2014, un 87 % son teléfonos inteligentes (smartphones). Además, el 90 % de los usuarios se conecta diariamente o casi todos los días a Internet.

Ya sean los ciudadanos o empresas en proyectos propios o bien la administración ofre-ciendo plataformas abiertas que acepten datos externos en formatos estandarizados, la colaboración masiva de datos está al alcance de la mano y proporciona amplísimos beneficios a un coste muy reducido.

Sigue una lista no exhaustiva de ejemplos de colaboración masiva y la recomendación de visitar The Data Shift50 como ONG dedicada a mejorar la capacidad y la efectividad de las iniciativas de generación de datos por los ciudadanos.

49 http://www.fundaciontelefonica.com/arte_cultura/publicaciones-listado/pagina-item-publicaciones/itempubli/483/50 http://civicus.org/thedatashift/es/

3. La ciudad colaborativa 24

Movilidad en tiempo real

• Los usuarios de la aplicación gratuita Waze51 comparten su trayecto para conjuntamen-te cocrear en tiempo real datos de tráfico y navegación. La empresa además tiene el programa Waze Connected Citizens52 donde los datos se comparten con entidades públicas para facilitar la conexion de los ciudadanos con su ciudad.

• También en el ámbito de la movilidad los usuarios reportan las incidencias mediante el uso de #hastags para cada línea. En el caso de Cercanias de Barcelona y #rod253 infor-man de retrasos, comportamientos incívicos y otras incidencias.

Portal de Waze

Fuente: Waze.com

La ciudad que conocen sus ciudadanos

• En Ciudad de México se realizó un «mapatón» de las lineas informales de transporte público en un proceso participativo54 mediante una aplicación55 realizada por el ayun-tamiento.

Portal de Mapatón

51 http://apps4citizens.org/waze-participacion-ciudadana-en-tiempo-real-para-mejorar-el-trafico/52 https://wiki.waze.com/wiki/Connected_Citizens_Program53 https://twitter.com/rodalia254 http://mapatoncd.mx/55 http://apps4citizens.org/mapaton-aplicacion-mexicana-para-construir-colaborativamente-una-base-de-datos-

abiertos-de-transporte/

3. La ciudad colaborativa 25

Fuente: Mapatón CDMX

• Las personas con movilidad reducida cocrean un mapa de accesibilidad de su ciudad mediante la plataforma WheelMap.56

Portal de Wheelmap.org

Fuente: wheelmap.org

• En Seúl, dentro del Seoul Open Data Plaza,57 se ha cocreado con los ciudadanos un banco de imágenes (desde el móvil y otros dispositivos) de la ciudad: Seoul Photo Bank. Las imágenes aportadas por los ciudadanos se pueden descargar y usar con licencias Creative Commons reconociendo su autoria. Una alternativa a crear un proyecto propio sería usar plataformas como, Flickr o similares, y coordinar el uso de ciertos hastags o crear galerías con las mejores fotografías disponibles con licencias abiertas.

• Una ciudad colaborativa también debería hallar la manera de colaborar con los ciuda-danos para que la información disponible en la Wikipedia general u otros tipos de Wiki servicios sea de la máxima calidad posible.

• Al igual que hacen muchos partidos políticos o marcas comerciales se pueden hacer análisis de datos en las redes sociales más populares para tomar el pulso a la ciudad. Los datos están disponibles y la tecnología para hacerlo también. Así lo explica Dave Troy lo explica en una charla TED.58

Reporte de incidencias y situaciones de crisis

• Para poder reportar pequeñas incidencias en las calles desde el Reino Unido se creó fixmystreet.59 Al ser una plataforma de código abierto otras ciudades y países han crea-do sus versiones locales.60

• Ushahidi61 («testimonio» o «testigo» en swahili) es una plataforma de Internet que per-mite agregar, filtrar y mapear información vital en zonas de catástrofe o de conflicto.

56 http://wheelmap.org/es/map#/?zoom=1357 https://seoulsolution.kr/en58 http://davetroy.com/posts/the-math-behind-peoplemaps59 https://www.fixmystreet.com/60 http://fixmystreet.org/sites/61 https://www.ushahidi.com/

3. La ciudad colaborativa 26

Ushahidi fue creado en Kenia para recibir denuncias de violencia durante la crisis pos-telectoral a principios de 2008. Desde entonces, se han organizado proyectos similares en Gaza, República Democrática del Congo y África del Sur.

Portal FixMyStreet.com

Fuente: MySociety. FixMyStreet.com

• En el caso del terremoto de 2016 en Ecuador, el equipo humanitario OpenStreetMap co-ordinó los esfuerzos, aliándose con organizaciones socorridas para enfocar la edición de mapas en los lugares de mayor necesidad62 y usando Ushahidi se ha creado Ayuda Ecuador.63

Despliegue de sensores de código abierto

• Proyectos como el Smart Citizen Kit64 (desde Barcelona) o el Array Of Things65 desde Chicago son proyectos de sensorización urbana liderados por universidades.

• Mediante una red de cajas de sensores interactivos y modulares que se instalarán al-rededor de la ciudad para recoger datos en tiempo real del medio ambiente, las infra-estructuras y la actividad en general.

• Estos datos pueden ser usados por parte de la administración, instituciones académi-cas y el público en general.

• Un problema con los kits de sensores es que, a menudo, requieren un cierto nivel de conocimientos técnicos y no resultan fáciles de utilizar ni mantener.

62 http://wiki.openstreetmap.org/wiki/ES:2016_Ecuador_earthquake63 https://mapa.desastre.ec/64 https://smartcitizen.me/65 https://arrayofthings.github.io

3. La ciudad colaborativa 27

Portal Smart Citizen

Fuente: smartcitizen.me

Queda claro con este breve repaso que disponer de datos acerca del territorio y sus ac-tividades es un «capital compartido que enriquece a todo el mundo». Cuando estos datos comparten en abierto son una gran herramienta a disposición de la propia administración, las empresas y los ciudadanos para generar valor y mejorar la ciudad. Bajo esta premisa de una actividad económica a partir del crowdsourcing urbano de datos trabaja el pro-yecto The Bristol Approach.66

En toda esta colaboración masiva de datos también hay riesgos y limitaciones:

• Como en todo proceso participativo hay el riesgo que los ciudadanos pierdan interés si sienten que su aportación está siendo ignorada o usada para fines con los que no están de acuerdo. Para asegurarse de que esto no suceda, las ciudades deben incluir meca-nismos de feedback a los participantes en sus aplicaciones o servicios participativos.

• Los datos de colaboración masiva de los ciudadanos darán como resultado una ima-gen de la ciudad muy incompleta o parcial. Esto se debe a que las personas que par-ticipan de estos procesos, por lo general, pertenecen a los segmentos de población más educado, conectado y con ingresos superiores a la media.

• Aún se requiere de más experimentación para identificar las mejores formas de colabo-ración masiva de datos en las que participe un grupo más amplio de ciudadanos que sean más representativos de todas las comunidades y la diversidad existente en el territorio.

3.5. La ciudad contributiva (Contribute City)

«Las ciudades del siglo xxi no serán reconocidas por aquello que logran capturar (ej: la organización de unos JJOO) sino que serán reconocidas por las soluciones que aportan al mundo (ej: un software en códi-go abierto para procesos participativos)».

Nos explican Mara Balestrini y Javi Creus, socios de Ideas For Change, al describirnos la «ciudad contributiva».

Para maximizar las externalidades positivas de la ciudad colaborativa se debe operar con un paradigma distinto al del capitalismo industrial que, por diseño, maximiza la extracción de valor y las desigualdades.

66 http://kwmc.org.uk/projects/bristolapproach/

3. La ciudad colaborativa 28

La idea de fondo de la ciudad contributiva es favorecer los valores del siglo xxi que gene-ran abundancia: proyectos de código abierto, estructuras organizativas y gobernanza poco jerárquicas, intercambios no monetizados, etc. Una ciudad contributiva aporta al proco-mún global a partir de la resolución de las necesidades locales (ej. fixmystreet desde Reino Unido67 o github desde Madrid.68

Una ciudad contributiva reconoce el derecho a contribuir al procomún por parte de sus ciudadanos y articula todos los mecanismos para que puedan hacerlo.

OuiShare Fest 2016

Fuente: OuiShare

La visión de ciudad colaborativa es muy reciente. Fue presentada por primera vez en público en el marco del OuiShareFest 2016 en París69 y la principal referencia es Bristol con su proyecto Bristol Citizen Sensing Programme.70

Proyecto Bristol Citizen Sensing

Fuente: KWMC

67 http://fixmystreet.org/68 https://github.com/consul/consul69 http://bit.ly/23k8uBq70 http://bit.ly/23k8Tnv

3. La ciudad colaborativa 29

Aunque no fuera desde el marco de la ciudad esta visión contributiva o de procomún se ha podido intuir ya en varios de los ejemplos presentados anteriormente como:

• OpenDesk,71 fabricación de mobiliario bajo el paradigma Open Making72 o Precious-Plastic73 máquina de código abierto para el reclicado de plásticos.

• Goteo,74 plataforma de micromecenazgo de proyectos del procomún. La propia plata-forma es de código abierto.

• Som Mobilitat,75 cooperativa para una movilidad sostenible que desarrolla tecnología abierta.

• 1010waystobuywithoutmoney,76 proceso para vender libros a cambio de buenas accio-nes. Todos sus materiales y metodológias estan en abierto.

• FixMyStreet,77 proyecto inglés para denunciar desperfectos urbanos que ha liberado su código.78

• Consul79, software de participación ciudadana y gobierno abierto desarrollado por el Ayuntamiento de Madrid que luego ha sido reutilizado en Barcelona para crear el portal Decidim Barcelona.80

• Etc.

Son iniciativas de todos los ámbitos que, además de resolver sus propias necesidades:

• Contribuyen de manera abierta compartiendo su solución, ideas, tecnología, procesos, etc... con el resto de la humanidad. Si se consideran como soluciones válidas podrán ser replicadas, mejoradas y adaptadas en cualquier sitio del mundo. Lo local se convierte en global y la inversa.

• Anteponen su finalidad de servicio al lucro especulativo. Ello no significa que no pue-dan generar ingresos y ser rentables. Sin un modelo de sostenibilidad económica sería difícil que perduren en el tiempo.

• En muchos casos las transacciones no requieren de dinero. O bien son gratuitas o bien usan otros mecanismos de intercambio de valor entre los participantes. También explo-ran mecanismos de compensación justa para aquellos que aportan valor a la plataforma.

• Usan estructuras organizativas y de gobernanza poco jerárquicas y que permiten la contribución, en mayor o menor grados, de sus comunidades en la toma de decisiones, financiación, etc. Desde finales de 2015 se habla de «Cooperativismo de Plataforma» en este ámbito.81

71 https://www.opendesk.cc/72 https://www.opendesk.cc/open-making73 http://preciousplastic.com74 http://www.goteo.org75 http://www.sommobilitat.org/76 http://1010waystobuywithoutmoney.org/77 https://www.fixmystreet.com/78 http://fixmystreet.org/79 https://github.com/consul/consul80 https://decidim.barcelona/81 Resum del libro disponible en http://bit.ly/1Y3inCu

3. La ciudad colaborativa 30

Imagen del libro Cooperativismo de plataforma de Trebor Scholz

Fuente: Trebpr Scholz. Cooperativismo de plataforma. Desafiando la economía colaborativa corporativa. Dimmons, 2016

Son proyectos donde las relaciones priman sobre las transacciones y donde se reconoce la interdependencia de los ciudadanos a la vez que se les aporta mayor autonomía per-sonal y grupal.

Son proyectos valientes que cambian las lógicas de fondo de los temas que afirman que-rer resolver.

El papel de la administración es crucial para poder aprovechar al máximo la oportunidad que brinda las distintas visiones de la ciudad colaborativa (Fab City, Shareable City, CO- City) que son amplificadas y aceleradas cuando se combinan también la visión de ciudad contributiva.

Las políticas públicas de la administración pueden diseñarse para favorecer este tipo de soluciones:

• Usando, mejorando y si es necesario desarrollando soluciones basadas en tecnología abierta en la propia administración.

• Generando datos y documentación que use estándares libres y abiertos con licencias, por ejemplo, Creative Commons.

• Trabajando de manera coordinada con otras ciudades. Aportando parte de las ideas sobre la mesa y tomando ideas de otras ciudades que se intuya puedan funcionar en el entorno local. De nuevo lo local se convierte en global y a la inversa.

• Buscando mecanismos de intercambio de valor no monetizados para que los ciudada-nos puedan aportar y recibir valor a la ciudad y entre ellos.

• Etc.

Destacar en el ámbito de las políticas públicas el trabajo realizado por el grupo BarCola (Barcelona Colaborativa) y su «Propuestas de políticas para la Economía Colaborativa Procomún».82

82 http://procomuns.net/es/politicas/

3. La ciudad colaborativa 31

Declaración procomuns y propuestas de políticas para la economía colaborativa procomún

Fuente: Procomuns

32

4. Conclusiones

4.1. La ciudad al servicio de sus ciudadanos

Si bien estamos acostumbrados a pensar en ciudades como lugares geofísicos gober-nados por alcaldes, con estructuras políticas convencionales y los trámites burocráticos, este modelo de gobernabilidad de la ciudad se encuentra bajo una gran presión para evolucionar.

Gobernar ya no es sólo una cuestión de ganar las elecciones y la asignación de tareas a las burocracias con una visión industrial; hoy en día gobernar es la recolección y el uso hábil de la información disponible como una manera de crear nuevos aspectos para el comercio y la vida social.

La vitalidad de las ciudades se basa cada vez más en su capacidad para utilizar las redes digitales de manera inteligente y estratégica.

Para ser una ciudad colaborativa la ciudad debe ser vista como una herramienta al servi-cio de los propios ciudadanos y alejarse de los modelos de mando y control centralizados de gobierno de la ciudad tradicional («los expertos lo harán mejor», «burocracias de la ciudad tienen los sistemas correctos») hacia modelos que invitan a la participación des-centralizada y la innovación los ciudadanos a través de redes. En definitiva desarrollar la infraestructura y políticas que permitan a los ciudadanos, las empresas y otros grupos cívicos desempeñar un papel más directo en la vida de la ciudad.

Tendemos a pensar en el gobierno como «hacer las cosas» pero también hay que pensar en el gobierno como un conjunto de mecanismos, una plataforma, que «permite que las cosas sucedan».

Este cambio de modelo de ciudad no es sólo una cuestión tecnológica (mejores sitios web, más banda ancha, etc.), sino que se trata fundamentalmente un desafío institucional y cultural. ¿Cómo debemos repensar y modernizar las estructuras organizacionales de la ciudad con el fin de aprovechar el enorme potencial de las redes abiertas y las estructuras organizativas asociadas?

Esta transición a la ciudad colaborativa solo tiene sentido con integración de la diversidad y con inclusividad (con especial atención a la brecha digital). Una ciudad colaborativa que no sea integradora y para todos sus ciudadanos no merece ser referida como tal.

Conclusiones 33

La participación descentralizada a través de redes

Fuente: OuiShare

4.2. Elementos comunes en las administraciones y los ciudadanos de las ciudades colaborativas

Cuando las administraciones del territorio se adentran en la exploración de la ciudad co-laborativa (ver los casos en el apéndice) pueden adoptar diferentes estrategias y diferen-tes niveles de compromiso.

En cualquier caso parece que hay una serie de elementos comunes y reiterativos:

a) Una actitud de la administración centrada en las personas, que sitúa a la ciudadanía en el centro. Tener en consideración, los comportamientos humanos (capacidades para colaborar) y la inversión en «ciudadanos inteligentes» (capacidades digitales) tan en serio como la tecnología (acceso y conectividad)

b) Una ciudadanía activa y dinámica, consciente de su potencial sobre su capacidad de contribución al bienestar de la sociedad y capaz de pensar más allá de un contexto de puro enfrentamiento a las crisis económica, ambiental y social.

c) Una clase social «que empuja» y conduce a la sociedad y también instituciones hacia un cambio en el paradigma de la colaboración, la transformación de las relaciones sociales y económicas entre personas que comparten un mismo territorio.

d) Una fuerte atención al soporte de la innovación social, como fuerza impulsora para favorecer la inclusión y la cohesión social.

e) Un trasfondo inteligente, que permita la difusión de nuevas prácticas de intercambio y que simplifique las posibilidades de conexión social

f ) Una administración pública abierta y que apoya, dispuesta a reconsiderar su propio papel y capaz de convertirse en un facilitador de las nuevas olas de colaboración.

Conclusiones 34

4.3. Decálogo de recomendaciones

El desarrollo de una ciudad colaborativa representa una oportunidad muy emocionante y tangible para los responsables políticos y para las empresas del territorio.

Por un lado, para poder acompañar el desarrollo de la economía colaborativa maximizan-do su potencial (medioambiental, económico y social) los responsables políticos deben ser proactivos en abordar el tema o podrían verse desbordados. Es importante formarse acerca de la complejidad de la economía colaborativa y cómo puede ésta ayudarles a al-canzar de los objetivos de su ciudad (o región).

Por otra parte, los entusiastas de la economía colaborativa necesitan ver los políticos no como enemigos, sino como aliados potenciales para el mejor desarrollo de la economía colaborativa en el territorio.

Los sectores públicos, privados y sociales comparten una oportunidad única para reunirse y crear valor compartido

Fuente: April Rinne

Algunas recomendaciones al aproximarse desde un punto de vista institucional a la ciu-dad colaborativa.

1. No hay un único camino para convertirse en ciudad colaborativa. Aproximaciones muy diversas pueden funcionar acorde al contexto. Lo crucial es cocrear una visión de ciu-dad colaborativa con los ciudadanos y permitir que las cosas ocurran.

2. La ciudad colaborativa debe ser más una herramienta para los retos existentes y no tanto una meta en sí misma. Examinar y evaluar los mandatos y otras iniciativas que la ciudad ha firmado para ver hasta dónde la ciudad colaborativa podría ayudar a al-canzar las metas. Por ejemplo: planes medioambientales y / o los objetivos de reduc-ción de carbono, inversión económica en la economía local, planes de emprendimien-to, vitalidad y cohesión social en los barrios, etc.

3. Un ecosistema de ciudad colaborativa ya existe en la ciudad. Una ciudad actual ya no se entiende sin la capa tecnológica y la capa social que subyacen a la ciudad co-laborativa. Hay que mapear, conocer, reconocer y analizar desde diversos puntos de

Sector Público• Ciudades• Legisladores• Gobierno

Sector Social• Organizaciones

comunitarias• Organizaciones sin

ánimo de lucro

Sector Privado• Empresas• Inversiones• Emprendedores

Valor compartido

Conclusiones 35

vista83 aquellas iniciativas que ya están presentes y activas en el territorio. Ello permi-te informar acerca de ellas e integrarlas en los procesos participativos. Este mapeo también debe incorporar los recursos de la propia ciudad y la administración.

4. Obsesionarse con los datos. Por su naturaleza digital muchas de las iniciativas cola-borativas disponen de la capacidad de aportar muchos datos acerca de su uso e im-pacto. En la actualidad hay una falta de estos datos y ello puede llegar a limitar el inte-rés y el potencial de estas innovaciones. Con los datos es posible analizar los efectos positivos y negativos que de manera simultánea se presentan. Además estos datos deben permitir analizar el impacto más allá de su contribución al PIB84 (medir sin PIB).

5. Apoyar el prototipado y la experimentación con los diversos componentes de la ciu-dad colaborativa. Reconocer que se trata con un espacio dinámico y en constante evolución. La mejor manera para aprender (datos, comportamientos, ventajas, riesgos, etc.) es en base a pilotos. Buscar de manera estratégica aquellas oportunidades al al-cance de la mano con las que una inversión mínima o nula aporte datos y aprendiza-jes. (ej: que los funcionarios tomen parte activa en algunas de las plataformas). Definir bien las métricas de progreso/mejora/impacto. Diseñar los experimentos para que pu-edan pasar del prototipo al despliegue real.

6. Tomar una actitud proactiva con la regulación de manera que se evita una regulación en base a sentencias judiciales a la vez que se evita regular con prisas y sin datos. Re-gular acorde a las nuevas posibilidades que nos ofrece Internet,85 aplicar una menta-lidad de mejora constante e iterativa:86 pequeños pasos, medición de los efectos, aprendizajes, mejoras de la regulación e iterar; y procesos regulatorios con valores colaborativos como la transparencia y la participación.

7. Formar un equipo de trabajo permanente (Task Force) y favorecer la emergencia de un ecosistema institucional de la ciudad colaborativa. En el equipo tractor de la adminis-tración deben estar presentes la diversidad de intereses y puntos de vista de la ciu-dad. El equipo debe ser críticos en buscar qué aproximación a la ciudad colaborativa ofrece una mayor alineación con los objetivos marcados para la ciudad acorde con la visión de ciudad colaborativa cocreada con los ciudadanos. A la vez hay que favore-cer que florezca en el territorio un ecosistema institucional de la colaboración (univer-sidad, sociedad civil, sector privado, medios de comunicación etc.).

8. Poner mucho énfasis en la divulgación y educación a todos los niveles. La ciudad co-laborativa representa un cambio cultural que requiere de un proceso de adaptación por parte de todos los actores de la ciudad. En los casos detallados en el apéndice hay un apoyo a la celebración de eventos locales e internacionales, desarrollo de con-tenidos (teóricos y prácticos) para programas formativos en diversos ámbitos, crea-ción de puntos de información oficiales, etc.

9. Trabajar de manera coordinada con otras ciudades, sea en redes de ciudades ya exis-tentes que sean adecuadas o bien uniéndose a algunas de las redes de ciudades co-

83 http://magazine.ouishare.net/es/2016/03/que-es-una-startup-de-economia-colaborativa-responsable/84 http://blogs.iadb.org/ciudadessostenibles/2016/03/03/pib85 http://www.eldiario.es/alternativaseconomicas/Innovar-regulacion_6_471462861.html86 https://www.marsdd.com/systems-change/mars-solutions-lab/news/new-sharing-economy-redesigning-regula-

tion-public-report/

Conclusiones 36

laborativas que están emergiendo. En cuanto a la administración, estas redes ofrecen un reconocimiento a la par que un compromiso público, el intercambio de información y buenas prácticas. En cuanto a las iniciativas que operan en múltiples territorios, ofre-cen un vehículo para buscar una unidad de mercado cuando sea necesario.

10. Ser una ciudad contributiva es la única manera de ser una verdadera ciudad colabo-rativa. En el contexto de conectividad actual donde lo local es global y lo global es lo-cal, las ciudades colaborativas deben de manera sistemática y estratégica contribuir al progreso global. La relevancia de las ciudades en el siglo xxi no se medirá solo por lo que hagan en su propio entorno, sino que se medirá por su aportación al procomún de ideas/soluciones que resuelvan los retos globales (desigualdad económica, proble-mas medioambientales, crecimiento sostenible e incluso, etc.).

Y aunque no sea una recomendación explícita es evidente que estas acciones necesitan de un compromiso de fondos (y no todos deberían ser fondos públicos) para invertir en el ecosistema de la ciudad colaborativa. Esto puede incluir la inversión en incubadoras y aceleradoras de empresas e iniciativas relacionadas; agendas de investigación; fortaleci-miento de las nuevas capacidades digitales necesarias en empresas, cooperativas y ciu-dadanos; desarrollo de infraestructura compartida; uso de mecanismos de financiación orientados a la comunidad, etc.

La ciudad colaborativa es el presente de nuestras ciudades para construir un futuro en el que vale la pena vivir.

4.4. Primeros pasos para una ciudad colaborativa

Creo que ha quedado patente a estas alturas del estudio que la economía colaborativa y las ciudades colaborativas son un tema complejo. Las simplificaciones, aunque sean muy tentadoras, pueden resultar altamente perjudiciales y peligrosas. Hay que «abrazar» la complejidad de la economía colaborativa porque es la realidad.

Fases para una ciudad colaborativa

La mejor manera de abrazar la complejidad es median-te unos ciertos procesos que aporten seguridad al pro-yecto. Nuestras recomendaciones iniciales para las ciudades colaborativas se detallan en varias fases y en un proceso de mejora continua. Seguro que mediante la propia experimentación el propio proceso será me-jorable también.

Conclusiones 37

Fase 1: Capacitación interna

• Crear un grupo de trabajo especializado (Task Force) que pueda acompañar el desar-rollo de las políticas públicas acerca de la ciudad o los territorios colaborativos. El gru-po debería ser transdisciplinar y con perfiles de diversas generaciones.

• Es relevante en esta fase comprender todas las ventajas y los riesgos de la economía colaborativa. Resulta altamente recomendable realizar un «safari» para ir a conocer de primera mano y de la manera más experiencial posible territorios colaborativos.

• Es también el momento de realizar un primer mapeo de los actores ya existentes sobre el territorio que pudieran ser relevantes en el ámbito de la ciudad colaborativa.

• Mediante la exploración proactiva y la formación continua este grupo debe será el referente interno en la administración y podrá capacitar a departamentos.

• En fases posteriores deberá ser el grupo que haga el enlace institucional con otras ciudades y territorios colaborativos.

Fase 2: Priorización mediante cocreación y relato de ciudad

• La economía colaborativa en su conjunto es demasiado amplia. En función de los retos y las capacidades particulares del territorio se deberán priorizar entre 1-3 líneas de ac-tuación.

• Lo relevante de esta fase es empezar a involucrar la ciudadanía en este proceso (recu-perar los conceptos de ciudad participativa). La priorización debe darse mediante una mezcla de escucha activa de la ciudadanía (ir a hablar con los ciudadanos allá donde están) y talleres creativos que permitan el uso de la inteligencia colectiva.

• La preocupación no debería ser si los ámbitos de actuación son los «correctos» sino si estos ámbitos/retos disponen ya de una comunidad a su alrededor. Los retos no deben ser genéricos («la movilidad en la ciudad») ni 100 % particulares («el embotellamiento en el semáforo de la calle Sevilla»). Los retos deben afectar a un grupo amplio de gen-te en una o diversas zonas del territorios (ej: «la movilidad por la mañana al ir a dejar a los niños a los colegios»)

• Con los retos definidos hay que involucrar a las entidades del conocimiento (centros educativos/universidades, medios de comunicación, museos, etc.) para trabajar sobre el relato de ciudad colaborativa que se construirá a su alrededor. Por ejemplo, si hay una estación de televisión local se podría empezar un documental acerca de todo el proceso que facilite su explicación posterior.

Fase 3: Gobernanza policéntrica para articular el trabajo

• Alrededor de cada uno de los ámbitos prioritarios, y aplicando las recomendaciones del Pacto de Amsterdam (mayo 2016) para la nueva Agenda Urbana de la Unión Euro-pea», articular la cooperación entre las partes para afrontar la complejidad de los te-mas.

• Las autoridades urbanas (Task Force) deberán cooperar con las comunidades locales (startups e innovadores sociales a menudo incluso sin estructura legal), la sociedad civil (con más tradición y con puentes establecidos con las autoridades), los negocios

Conclusiones 38

tradicionales (de las pymes a la gran empresa) y las entidades del conocimiento (uni-versidades, medios de comunicación, etc.).

• La referencia en este aspecto es la ciudad de Bologna con los protocolos de Co-City87 y la gobernanza policéntrica (conceptualizada como «quíntuple hélix» desde el mundo académico)

• Al estar pidiendo la involucración de grupos de ciudadanos será importante capacitar-los allá donde sea necesario y dejar claras la reglas de contribución.

Fase 4: Experimentar, medir, comunicar, mejorar y vuelta a empezar

• Siguiendo los principios del «Design Thinking» aplicados a la ciudad colaborativa y las políticas públicas asociadas es importante no caer en la «parálisis por análisis».

• La única manera de avanzar es experimentar. Proponer soluciones, prototipar de la ma-nera más económica posible (ejemplo: reusar tecnología abierta ya desplegada en otras ciudades, reusar política pública existente, crear una zonificación temporal, pintar en el suelo para un uso temporal del espacio público, etc.) y poder medir los efectos sobre el terreno. Hoy en día puede resultar más económico prototipar y medir que realizar un estudio teórico sobre un tema concreto.

• Es importante que el grupo formado en la fase anterior haya definido métricas (no úni-camente de impacto económico) acerca del progreso y el éxito de las actuaciones so-bre los retos. Serán la referencia para evaluar todo el trabajo de experimentación alre-dedor de la ciudad colaborativa.

• Siguiendo los principios de ciudad contributiva estos experimentos (tecnología, proce-sos, datos, etc.) deberán ser abiertos al procomún de manera que tanto los propios ciudadanos, como otras ciudades y regiones tengan la oportunidad de apropiarse de ellos y mejorarlos.

• Es también el momento de enlazar estos experimentos con el relato de ciudad (organi-zar eventos, presentar estudios, etc.) y abrirse a escuchar las opiniones de la ciudada-nía para poder seguir mejorando en la siguiente iteración.

Fase 5: Conectarse con otras ciudades colaborativas

• Con un cierto grado de experiencia acumulado y resultados tangibles de los prototipos es el momento más adecuado para enlazar con las redes de ciudades colaborativas para el intercambio de experiencias.

Desde la red global OuiShare venimos ofreciendo el programa de acompañamiento OuiS-hare Territorios88 para las ciudades y territorios interesados.

87 http://co-bologna.it/88 http://ouishareterritorios.net/

39

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas

a) Seoul Sharing City

Seoul Sharing City89 inició su actividad en septiembre de 2012 como parte del plan de la Oficina de Innovación de Seúl para resolver los problemas sociales, económicos y am-bientales de la ciudad de forma innovadora. La ciudad colaborativa es una herramienta para mejorar la vida de los ciudadanos de Seúl a través del intercambio. Es también una manera de maximizar los recursos de la ciudad y del presupuesto municipal. Los objetivos de la ciudad colaborativa son crear puestos de trabajo y aumentar los ingresos de los individuos, hacer frente a las cuestiones sobre problemática ambiental de la ciudad, re-ducir el consumo y los gastos innecesarios como recuperar las relaciones basadas en la confianza entre las personas.

Declaración de la iniciativa Seoul Sharing City

Fuente: Seoul Sharing City

La Administración lidera el proyecto Seúl Sharing City en un enfoque parcial de toma de decisiones de arriba hacia abajo (top-down):

89 http://www.sharehub.kr/

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 40

Proceso de toma de decisiones del proyecto Seoul Sharing City

Fuente: Monica Bernardi. Davide Diamantini. When cities enter in sharing mode! Governance models in Seoul & Milan

La primera acción de la ciudad fue promulgar la Ordenanza sobre Promoción de la Seúl Sharing City, el 31 de diciembre del 2012.90 El Gobierno Metropolitano de Seúl recogió las opiniones de activistas ya involucrados en la temática a través de audiencias públicas. La ordenanza que fue aprobada, dicta que la ciudad debe apoyar la revitalización del «cola-borar» (sharing) no sólo en el sector público, sino también en el sector privado. Como tal, la ciudad dota de reconocimiento y apoyo a empresas y organizaciones que traten de resolver los problemas sociales de la ciudad a través de la colaboración, siendo designa-das «organizaciones colaborativas» (sharing companies).

La Comisión de Promoción Colaborativa (Sharing Promotion) se creó en febrero de 2013. Está compuesta por quince miembros, entre ellos doce expertos provenientes del sector privado. Los miembros privados son expertos en las TI (Tecnologías de la Información), la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y en los campos de innovación social; los tres miembros restantes incluyen un concejal del municipio y funcionarios.

La Comisión tiene competencia en deliberar sobre la selección de las llamadas organiza-ciones colaborativas así como en sugerir opiniones acerca de sus actividades. En este sentido, y conforme a los funcionarios de la ciudad, Seúl Sharing City es una forma de gobernanza público-privada y no tanto un modelo top-down de relación.

Creative Commons Corea fue elegida para configurar la plataforma web ShareHub91 así como también otros medios para ayudar al gobierno local a difundir la información sobre estas últimas iniciativas.

El proyecto Sharing City se divide en dos fases principales:

• En la primera, el gobierno ayuda en los inicios así como en las empresas ya estableci-das para construir servicios de colaboración (sharing), esto permite que mucha de la in-fraestructura local pueda ser utilizada para el mismo propósito por parte de las nuevas.

90 https://legal.seoul.go.kr/legal/english/front/page/law.html?pAct=lawView&pPromNo=119191 http://www.sharehub.kr/

AP

Centros de investigación

Tercer sectorEmpresas privadas

Población

AP como plataforma habilitadora para favorecer la difusión de los servicios de Economía Colaborativa, promover el uso y el conocimiento.

Actor principal. Organiza, dirige, gestiona y promueve.

Enfoque semi TOP-DOWN: empieza con las consultas públicas, está basado en la gente y cruza las instancias inferiores

El empuje de partida vino del alcalde y su «administración centrada en las personas», que puso en marcha una ola de innovación que está generando un verdadero ecosistema de intercambio.

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 41

• En una segunda fase, que está actualmente en curso, la administración local promueve en sus ciudadanos la creación de aplicaciones mediante la obertura de datos de alto valor social o económico mediante la plataforma Open Data Plaza.92

Para ilustrar la finalidad de esta segunda fase, In-dong Cho, Director General del Depar-tamento de Innovación de Seúl, declaró: «No es deseable para el gobierno intervenir di-rectamente en el mercado para promover la economía colaborativa» [...] «La ciudad nece-sita construir la infraestructura, como la ley, las instituciones y la confianza social que son a su vez básicas para allanar el camino y fortalecer el ecosistema para que la economía colaborativa prospere».

También añade que el modelo de política colaborativa del Gobierno Metropolitano de Seúl (SMG) no es un modelo que funcione de arriba a abajo (top-down) ni de abajo a arriba (bottom-up) sino que «se trata de un creativo modelo de asociación público-privada pro-pio de Seúl».

Para hacer frente a las tensiones entre las empresas y la legislación vigente en transporte, seguros, turismo y de multitud de temáticas, el SMG creó la Comisión para la Facilitación del Sharing. El de las normas vigentes en el transporte, los seguros, el turismo y más existente, el SMG creó un Comité de Facilitación de recursos compartidos. El comité tiene como objetivo mejorar las leyes y políticas que «son obstáculo para el crecimiento de las empresas de intercambio.» SMG planea revisar los estatutos existentes y crear más apoyo institucional para el intercambio, tales como la promulgación de leyes especiales.

En el futuro, el Gobierno ciudad de Seúl abrirá una institución llamada Sharing Economy Academia para incubar las nuevas empresas colaborativas y para proporcionar el mayor apoyo posible para la próxima Sharing Seúl Expo y que pudieran mostrar cómo Sharing ciudad de Seúl ha desarrollado y obtenido su reputación en el mundo.

La ciudad planea convertirse en capital global de referencia de la economía colaborativa mediante la creación de una National Sharing City Association, y en el largo plazo la ciudad se posicionará a la cabeza con la creación de Global Organizations of Sharing.

Portal coreano con una lista que ofrece la relación oficial de los servicios de uso compartido de Seúl93

Fuente: Seoul Sharing City

92 https://seoulsolution.kr/node/3482?language=en93 http://english.sharehub.kr/services

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 42

En cada una de las categorías, hay una mezcla de proyectos privados e iniciativas públicas.

La ciudad de Seúl ha estimado el efecto económico para la segunda fase del proyecto:

— Ahorro a la ciudadanía de 12 mil millones de wons anuales.

— Ahorro a la ciudad de 1,18 billones de wons anuales.

— 1.280 de nuevos puestos de trabajo ·

— Reducción de 29.800 toneladas de emisiones de CO2.

Aparte del apoyo directo a la ciudad, Seúl Sharing City proyecta un gran número de acti-vidades adicionales que ya se han llevado a cabo:

• Seúl Sharing Fair.

• Sharing Economy Startup School: apoyo a las actividades empresariales que utilizan la economía colaborativa.

• Creative Commons Summit 2015 celebrada en Seúl.

• En una escala menor, el movimiento colaborativo en Seúl está emergiendo ya en las escuelas, donde los estudiantes de todas las edades participan en programas educa-tivos sobre economía colaborativa y existen grupos para compartir material escolar.

A pesar de que Seúl invierte una gran cantidad de recursos para promover los proyectos colaborativos, la sensibilización social acerca de la economía colaborativa sigue siendo relativamente baja. El gobierno local se ha comprometido a seguir apoyando proyectos para la sensibilización de sus ciudadanos.

b) Milano Sharing City

Logotipo del proyecto

Fuente: Milano Sharing City

El lanzamiento y expansión de la economía colaborativa en la ciudad fue promovida a partir de la Sharexpo de 2014. El interés inicial encontró a una Administración Pública proactiva y fuertemente partidaria de avanzar en estos temas. En menos de un año (di-ciembre de 2014) la ciudad formuló su manifiesto local sobre la economia colaborativa: las Guidelines on Sharing Economy94 que fue el resultado de una consulta pública en línea con un cuestionario que permitió a los ciudadanos, empresas emergentes, investigadores, empresarios, asociaciones locales y usuarios de los diversos servicios entrar en contacto

94 http://www.milanosmartcity.org/joomla/images/milano%20sharing%20city_finale.pdf

con el ayuntamiento para el intercambio de ideas, información, y demandas sobre cómo debía promoverse la economía colaborativa en la ciudad.

Proceso de lanzamiento y expansión de la economía colaborativa en la ciudad de Milán

Fuente: Renato Galiano. Milano Sharing City: tra smart e social le sfide della città metropolitana, 28 de mayo de 2015

Esta primera acción, que fue un proceso de contacto entre los diferentes actores econó-micos locales sobre la economía colaborativa, dio como resultado el documento inicial que responde a la necesidad de dar visibilidad y reconocimiento a la nueva realidad eco-nómica colaborativa.

El proceso de mapeo que se realizó en primera instancia permitió crear un registro oficial de los distintos operadores cualificados y expertos sobre economía colaborativa a través de una convocatoria pública (hasta la fecha hay 60 expertos y 42 operadores). El resulta-do fue la creación de la Red de Sharing Economy (Rete Della SE).95

Para algunos expertos locales, como Davide Agazzi, director general de RENA y también asesor del Ayuntamiento de Milán, esta red podría convertirse en pocos años en un «pro-totipo de un nuevo modelo de ‘negocio asociativo’ o en una coalición de actores capaces de imaginar y proyectar servicios de nueva generación».

Directrices aprobadas por el Ayuntamiento de Milán en diciembre de 2014

Fuente: Renato Galiano. Milano Sharing City: il network della sharing economy, 6 de julio de 2015

95 http://www.milanosmartcity.org/joomla/7-notizie/59-milano-sharing-city-primo-incontro-ufficiale-della-rete-di-attori-locali

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 43

Elaboración de las directrices sobre economía colaborativa

Consulta pública sobre las directrices

Mapeo de los actores de la economía colaborativa

Noviembre 2014

Diciembre 2014

Julio 2015

Aprobación de la Junta de directrices de economía colaborativa

Convocatoria de la red de

economía colaborativa

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 44

A través de este proceso y de medidas posteriores llevadas a cabo por la ciudad, Milán se ha convertido en la primera ciudad italiana en reconocer no sólo formalmente el con-cepto de esta nueva forma de economía, sino en desarrollar políticas surgidas por sus propios ciudadanos en torno al principios de la economía colaborativa.

Con las directrices (guidelines), la Administración Pública está desarrollando las relaciones con tres tipologías de actores económicos distintos bajo el gran paraguas de la economía colaborativa:

— Las grandes corporaciones ya estables como AirBnB y Uber, asimilando cómo adminis-trar y regular su presencia en la ciudad con el fin de poder explotar su infraestructura.

— Las nuevas empresas pequeñas que nacen en la ciudad en base a modelos de colabo-ración, con el fin de comprender cómo promoverlas y permitir que prosperen.

— Las iniciativas de la comunidad con el fin de encontrar la manera de interpretarlas y re-lacionarse con ellas: la socialización de los beneficios de los servicios de la economía colaborativa.

A medida que la concejal de Políticas de Trabajo, Desarrollo Económico, Investigación y Universidad, Cristina Tajani, subraya que el objetivo de la ciudad es la aplicación de «po-líticas públicas con experiencia que puedan atender a muy profundas transformaciones económicas y sociales, el objetivo siempre ha sido el aumento de los efectos externos positivos de la distribución de bienes y servicios, y también la limitación de los negativos (que también pueden ocurrir)».

Algunos ejemplos concretos:

En 2014 y especialmente en 2015, la ciudad ha apoyado a muchas iniciativas en las que sus ciudadanos se consideran no sólo las partes interesadas, sino también solutionhol-ders, actores capaces de entrar en un proceso de reciprocidad con el fin de generar nuevas formas de planificación en la cooperación, codesarrollo, la cogestión de los espa-cios, de bienes y servicios, colaborando con la Administración Pública.

House of Collaboration y otros espacios de colaboración en la ciudad

La ciudad, reconociendo la falta de un lugar físico para el desarrollo de la relación entre estos actores, decidió crear un espacio para poder poner en común estas energías, y adoptar así un enfoque sistémico acelerando a su vez las iniciativas.

Este espacio es la CO-HUB (The House of Collaboration), nacido de una unión temporal de empresas compuesta por las asociaciones Collaboriamo y WelcomePack, Dorisette SRL, Paolo Mauri pisana & Fidia SRL con el compromiso de gestionar el espacio en si-nergia con todos los otros actores y bajo la supervisión pública.

CO-HUB se basa en cuatro actividades: la formación, la contaminación de las ideas, la investigación y difusión, y todo ello con las intención de ser una plataforma que permita conectar las experiencias, las prácticas, los expertos, los operadores procedentes de diferentes mundos, negocios, universidad, instituciones y la sociedad civil.

En 2016 nace el City Lab, gracias también al apoyo del Ministerio de Desarrollo Econó-mico y la Invitalia (Agencia Nacional para el Impulso de las Inversiones y de Empresas

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 45

de Desarrollo) con el objetivo de desarrollar el espíritu empresarial, la innovación y para crear una lugar simbólico: un centro de referencia para la investigación y soluciones tecnológicas avanzadas que mejore el funcionamiento social de la ciudad y la vida de sus habitantes.

La ciudad también favorece la innovación social con la creación de incubadoras. La par-ticipación de la sociedad también ha posibilitado el nacimiento de: Aire, Alimenta, PoliHub, SpeedMiUp y el más famoso FabriQ en su segundo año de implementación.

Además de estas iniciativas, la ciudad ha asignado más de 22.000 metros cuadrados de espacios no utilizados a las asociaciones, nuevas empresas y ciudadanos.

Los espacios de colaboración en la ciudad de Milán

Fuente: Piero Pelizarro. City of Milan - Sharing city, 18 de marzo de 2016

FabLabs bajo el paraguas de Milano Sharing City

El marco de la política IN de la Sharing City de Milano se basa en dos pilares: INnovación y la INclusión, con el que se potencian las habilidades, competencias y recursos con el fin de explotar el potencial de la ciudad en favor de una mejor inclusión social.

El pilar INnovación se considera una palanca estratégica para fomentar el desarrollo y la competitividad del sistema económico local y/o regional; en cuanto a la formulación de políticas y los recursos financieros, las apuestas Milán se basan en el desarrollo de nuevas empresas innovadoras, incubadoras, laboratorios de fabricación (Fablab) y fomento del consumo colaborativo. El pilar de INclusión tiene una finalidad social, de empleo y de in-clusión digital; gracias a la economía de colaboración, Milán tiene como objetivo crear un tejido social más cohesionado. Con este proyecto, la ciudad está alimentando el debate sobre la importancia del uso de la innovación social como una herramienta para mejorar el nivel de inclusión social y crear un tejido social de apoyo a la ciudad.

D’Azeglio Street es otro ejemplo de la reutilización del espacio, un local público de 1.000m2 que se convertirá en un laboratorio de fabricación moderno y equipado para fabricantes

MOVILIDAD COMPARTIDA• Coche compartido: 5 operadores (Enjo, Car2Go,

GuideMi, E-go, Twist) – 2.000 usos diarios• Bicicleta compartida: 10.000 usos diarios• Moto compartida y eléctrica compartida

CREATIVIDAD COMPARTIDA• Espacio para creadores, laboratorios de fabricación

digital• 32 oficinas compartidas• Espacios: ex Ansaldo, calle d’Azeglio, Smart City

LAB, FabriQ

UTILIZACIÓN Y REUTILIZACIÓN DE LOS ESPACIOS• “Spazio al Progetti”: 8 espacios para asociaciones

(630 m2)• 24 viviendas sociales• 34.000 m2 para 8 jardines nuevos• Proyecto “Tira su la cler”: 900.000€ para trabajos

por cuenta propia

INFORMACIÓN COMPARTIDA• Wifi de la ciudad: 300.000 usuarios, 500 puntos

de acceso• Proyecto E015 Ecosystem• 30 islas digitales• 237 conjuntos de datos abiertos

FINANZAS COLABORATIVAS• Micromecenazgo cívico• Fundación Welfare Ambrosiano

GOBIERNO ABIERTO• 9 M€ para presupuesto participativo• Política alimentaria (consultas públicas)• Bienestar comunitario (para mejorar el sistema

de bienestar doméstico)

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 46

locales, y que formarán un punto de encuentro entre los pequeños productores y proyec-tos empresariales que animarán la vida social de los barrios y motivaran a participar las comunidades interesadas.

Movilidad Colaborativa

Las iniciativas y políticas de la movilidad compartida están creciendo y mejorando. No sólo en términos de uso compartido de coches (cinco compañías diferentes que ofrecen este tipo de servicios, 340 mil usuarios, un promedio de 8.100 alquileres diarios y alrede-dor de 2.000 coches disponibles y la ciudad acaba de ganar en el 2015 el premio Euroci-ties Innovación 2015 por la calidad del servicio de uso compartido de vehículos), sino también en términos de intercambio de bicicletas (BikeMi) que registra 40 mil usuarios por año, 10 mil alquileres diarios y un parking de 4.500 bicicletas, (1.000 de ellos con pedaleo asistido, que confirma el sistema BikeMI como la primera en el mundo en ofrecer esta doble oferta de bicicletas).

El lema es: «fácil, adecuado y verde». Además, la ciudad ha puesto en marcha un servicio de intercambio de scooters. La penetración de los servicios de movilidad de uso compar-tido ha crecido sobre todo gracias a la difusión de las TIC y los dispositivos móviles, lo que permite una reformulación constante en los servicios de movilidad, demostrando que parte cada vez más importante de la movilidad está estrictamente relacionada con la posibilidad de acceder a Internet.

La movilidad compartida es sólo un ejemplo de cómo la tecnología aplicada a los servicios de movilidad puede utilizarse: también hay aplicaciones para estacionar (Pyng, MyCicero, EasyPark) o el billete TPL en línea (aplicación Atm Milano) entre otras iniciativas.

El Municipio está abierto a «reimaginar» el uso de la localidad junto con sus ciudadanos. Una posible evolución está relacionada con la puesta en marcha de los servicios peer-to-peer que harán necesario replantear el paradigma de los seguros; la normativa vigente, de hecho, no permite el alquiler privado a una tercera persona. En este caso, el papel de la Administración Pública asumirá un nuevo aspecto, a fin de superar su función de pro-veedor de servicios, pasará a ser también un regulador de los distintos sistemas de carácter público.

El trabajo compartido (Coworking)

Desde el año 2013, antes del nacimiento de la iniciativa sharing en la ciudad, Milán ha sido una ciudad pionera apoyando el concepto de trabajo compartido.

La ciudad proporciona una contribución máxima anual de 1.500 € (que cubre el cómo máximo el 50 % de los gastos) para los que deciden trabajar en uno de los (inicialmente) 24 espacios de trabajo compartido acreditados. Hay criterios particularmente estrictos tales como la edad, residencia en Milán, o la presentación de proyectos de trabajo en ciertas áreas de interés.

El presupuesto total del presupuesto fue de 300.000 euros en 2013 y aumentó hasta 500.000 euros en el año 2015 cuando las empresas que ofrecen servicios de coworking también se benefician de ayudas.

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 47

La lista actualizada de los espacios de coworking certificados, 48 principios de 2016, se pueden encontrar en: http://www.milanosmartcity.org/joomla/sharing-economy/spazi-dico-working.

El micromecenazgo (crowdfunding) cívico y presupuesto participativo

Fuente: Milano Sharing City

Otra acción interesante de la ciudad de Milán es el micromecenazgo cívico, que busca crear, dejar y emerger proyectos de innovación social con redes sociales compartidas relacionadas con grupos sociales. Este hecho promueve una ciudad más accesible y atenta a las necesidades de las personas con discapacidad, a las personas mayores y las familias.

Durante 2015 se ayudó económicamente a un determinado número de plataformas de micromecenazgo. Los proyectos que logran obtener (a través de su acción en la promoción de su proyecto), la mitad de la cantidad total prevista para su realización será candidato para la obtención de una subvención de la Administración para la parte restante no cu-bierta, (hasta un importe máximo de 50.000 euros por proyecto). Para este fin se asignan 400.000 euros en una primera fase experimental.96

El presupuesto participativo97 es otro ejemplo del proyecto de uso compartido de la ciudad y consiste en la creación de nueve distritos municipales (zonas) con el objetivo de favore-cer la participación activa de los ciudadanos y facilitar amplios debates entre los ciuda-danos coordinados por expertos en procesos de participación.

Eventos

Los eventos son también una parte importante de una estrategia de ciudad compartida. Durante 2015, la ciudad fue sede de una serie de eventos locales e internacionales: «Se-mana de Colaboración» (con sede en la Base de Milán en noviembre de 2015) incluyendo la tercera edición de Sharitaly, la Conferencia Europea sobre Coworking, la Espresso oworking y la Milano Sharing City.

96 Los detalles de las plataformas y proyectos elegibles se pueden encontrar en: www.milanosmartcity.org/joomla/sharing-economy/sharing-city-1/7-notizie/60-crowdfunding-civico-pubblicazione-bando-di-gara-appalto-servizi

97 www.bilanciopartecipativomilano.it

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 48

Esta es una clara evidencia del compromiso de la ciudad en la promoción y apoyo de las iniciativas colaborativas.

En 2016 Milán ha sido la anfitriona de la conferencia anual de EUROCITIES (16-18 de no-viembre de 2016), que ha centrado en el concepto de ciudades colaborativas (sharing cities).

Portal de la Semana de la Colaboración 2015

Fuente: Collaborative Week. http://www.collaborativeweek.it/

Otras lecturas:

http://www.milanosmartcity.org/joomla/sharing-economy (centro de información)

http://www.slideshare.net/RedazioneForumpa/08-co33-gallianorenato (el proceso)

http://www.labgov.it/2016/01/27/milan-goes-into-sharing-mode/ (2015 resumen)

http://www.milanosmartcity.org/joomla/images/il%20network%20della%20sharing%20economy.pdf. (mapeo de la red local).

c) Bologna CO-City

En el caso de Bolonia todo empezó con los bancos del parque. En 2011, un grupo de mujeres en Bolonia, quería donar bancos para su parque del barrio, la Piazza Carducci. No había ningún sitio para sentarse, así que se pusieron en contacto con el gobierno de la ciudad para obtener el permiso. Llamaron a un departamento, que derivó la responsa-bilidad a otro departamento, que, a su vez, les derivó a otro, y así sucesivamente. Nadie en la ciudad podía ayudarles. Este dilema pone de relieve una importante laguna ciuda-dana: simplemente no había manera de que los ciudadanos aportaran mejoras a la ciudad. De hecho, era ilegal.

Lo que debería haber sido un sencillo «sí» de la ciudad resultó ser mucho más complica-do. Bolonia tenía políticas para permitir que los grupos cívicos formalmente estructurados pudieran hacer buenas acciones en nombre de la ciudad; ¿pero se permite a un individuo o un conjunto de ellos realizar este tipo de acciones? Este escenario cayó en un agujero burocrático.

Con el tiempo, las autoridades municipales han encontrado una manera de decir «sí», e incluso proporcionaron a las mujeres herramientas para llevar a cabo el trabajo. Pero el episodio inspiró a la ciudad de Bolonia a repensar por completo sobre la forma en que se

maneja la colaboración entre los ciudadanos y las autoridades de la ciudad. Bolonia que-ría encontrar una manera de apoyar el entusiasmo de los ciudadanos que desean ayudar a su ciudad, no sofocarlos.

El resultado es una política innovadora para Italia y gran parte de Europa. Se llama «El Reglamento sobre la colaboración entre los ciudadanos y la Administración para el Cuidado y regeneración de los Comunes Urbanos.»98

Imagen del Reglamento

Fuente: Ayuntamiento de Bolonia. http://www.comune.bo.it

Desde que el Ayuntamiento de Bolonia la adoptó en 2014, la regulación se ha convertido en una especie de modelo a seguir en Italia, donde los gobiernos locales con problemas de financiación pueden obtener la ayuda de los ciudadanos bajo unas reglas precisas de derechos y obligaciones. Unos 60 municipios han seguido a Bolonia en adoptarlo.

Fuente: Cristian Iaione. The city as a commons. http://prezi.com/2c1dwbhwfnkv/the-city-as-a-commons/

Esta política de Bolonia tiene dos objetivos principales:

1. En primer lugar, se crea un camino específico para que las personas que deseen do-nar parte de su tiempo y talento en proyectos que requieren de bienes municipales o cooperación.

98 http://www.comune.bo.it/media/files/bolognaregulation.pdf

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 49

Regulación de Bolonia

• El proceso

• Espacios urbanos comunes

• Economía política (regeneración urbana, innovación social creatividad urbana, innovación digital)

• Método educativo codiseñado

• Incentivos, comunicación y evaluación

• Seguimiento

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 50

2. En segundo lugar, se explica en detalle los diversos tipos de apoyo que la ciudad pue-de ofrecer a los ciudadanos o grupos cívicos, por ejemplo, si se trata de materiales o asistencia técnica del personal funcionario de la ciudad.

Los términos se detallan en un documento llamado «Pacto de Colaboración», cuyo borra-dor se publica en línea.99

El principio u objetivo último del Urban Commons no es el autogobierno ni la descentra-lización de poder. Es más bien la distribución de poderes entre los sectores público, social, económico, de conocimiento y los actores civiles que por lo tanto implica una inversión importante en el diseño de nuevas formas de colaboración y alianzas entre estos actores. El Reglamento de Bolonia ofrece una estructura para «las autoridades locales, ciudadanos y la comunidad en general, para gestionar los espacios y bienes públicos y privados con-juntamente. Como tal, es una especie de manual para la colaboración ciudadana y públi-ca, y también una nueva visión para el gobierno local».

Tipo de intervenciones

La colaboración entre ciudadanos activos y el Ayuntamiento puede llegar a diferentes niveles de intensidad de la intervención: el cuidado ocasional, el cuidado constante y continuo, la gestión compartida y la regeneración. Estas acciones de colaboración pueden referirse a:

• Las intervenciones de cuidado: las intervenciones destinadas a la protección, conser-vación y mantenimiento de los bienes comunes urbanos para garantizar y mejorar su calidad y la facilidad de uso.

• La gestión compartida: las intervenciones de atención de los comunes urbanos lleva-das a cabo conjuntamente por los ciudadanos y la administración para la continuidad y la inclusión.

• Las intervenciones de regeneración: recuperación, transformación e innovación, las in-tervenciones llevadas a cabo a través de métodos de codiseño de conformidad con participativo social, económico, tecnológico y ambiental, procesos amplios e integra-dos, que determinan una mejora general de la calidad de vida en la ciudad:

— La promoción social de la innovación y los servicios de colaboración.

— Promoción de la creatividad urbana.

— La innovación digital.

La financiación de las intervenciones

• La ciudad contribuye, dentro de los límites de los recursos disponibles, cubriendo los gastos efectuados para la realización de las acciones de cuidado o regeneración de la zona urbana.

• Los ciudadanos que se dedican a la atención compartida de los comunes no pueden ser remunerados, directa ni indirectamente; las actividades realizadas que se llevan a cabo de forma particular se consideran espontáneas y sin recargos.

99 http://www.comune.bologna.it/cittadinanzaattiva

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 51

• La única excepción para que los ciudadanos puedan recibir una ayuda económica es si se requiere hacer uso de profesionales para el diseño, organización, promoción y co-ordinación de la atención y la regeneración de los comunes, así como para garantizar una formación específica o de carácter especializado. Los gastos no pueden superar el 50 por ciento de todos los costos reembolsables.

La idea es apoyar y desarrollar una serie de estrategias de autofinanciación:

• La ciudad facilita las iniciativas ciudadanas encaminadas a recaudar fondos para el cui-dado y la regeneración de los Comunes Urbanos siempre que se garantice la máxima transparencia y respecto a las asignaciones de recursos recogidos y su uso oportuno.

• El acuerdo de colaboración proporciona:

— La posibilidad de que los ciudadanos activos puedan utilizar, en condiciones favo-rables, espacios municipales para la organización de iniciativas de autofinanciación.

— La posibilidad de respaldo institucional al proyecto si este se financia de manera colec-tiva;

— El a poyo desde la ciudad a las iniciativas de recaudación de fondos a través de las plataformas telemáticas dedicadas.

• Con el fin de estimular la obtención autónoma de recursos por parte de los ciudadanos activos, el acuerdo de colaboración puede incluir un mecanismo de compromiso variable donde se pueden destinar recursos economicos municipales a los proyectos, siempre que estos ya hayan recaudados recursos con anterioridad.

«La idea de los bienes comunes urbanos está aún en desarrollo», dijo Foster, quien escri-bió el innovador artículo «City as Commons»100 junto a Christian Iaione.

Foster definió los cuatro principios más importantes de la ciudad como procomún en la sesión de clausura de la conferencia:

• La ciudad es un recurso abierto donde todas las personas pueden compartir el espa-cio público e interactuar.

• La ciudad existe para la colaboración y la cooperación generalizada.

• La ciudad es generativa, produciendo para satisfacer las necesidades humanas.

• La ciudad es un aliado en la creación de las condiciones para que el procomún florezca.

100 http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2653084

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 52

Imagen de uno de los talleres en los que los ciudadanos codecidían el futuro de Bolonia

Fuente: Simone d'Antonio. How a regulation turned Bologne's civic pride intro action, Desember 23, 2015. http://citiscope.org/story/2015/how-regulation-turned-bolognas-civic-pride-action

Algunos ejemplos y resultados concretos

La regulación ya ha conseguido liderar más de 130 pactos (tras algo más de un año y medio en funcionamiento) entre los ciudadanos y la ciudad. Muchos proyectos han inclui-do la limpieza de calles, plazas y parques, eliminar grafitis y otras actuaciones de mante-nimiento del espacio público. También hay un buen número de iniciativas sociales. Algunos ciudadanos se han hecho voluntarios para enseñar a la gente mayor en el uso de la tec-nología, para ayudar a mujeres víctimas de violencia de género y para enseñar el idioma y la cocina italiana a emigrantes. La lista completa de pactos de colaboración sigue ac-tualizándose.101

«Los ciudadanos nos sorprendieron», nos dice Donato Di Memmo, líder de la oficina de promoción de la participación ciudadana.

Imagen de la oficina de promoción de la participación ciudadana de Bolonia

Fuente: Ayuntamiento de Bolonia

Lo que mejor ha funcionado ha sido identificar los líderes naturales en las comunidades y ayudarles a crear actividades/clubs a nivel de barrio o incluso en áreas de menor tama-ño. En la conferencia de 2015 «Bologona City as Commons» pudimos escuchar acerca de varios de los pactos establecidos:

• Michela Bassi hablo del impacto del proyecto Social Street,102 que ha evolucionado desde una red de grupos de vecinos en Facebook a una asociación sin ánimo de lucro con proyectos tangibles en el espacio público. Existen grupos de Social Street en más

101 http://www.comune.bologna.it/comunita/beni-comuni102 http://www.socialstreet.it/

Apéndice: tres casos de ciudades colaborativas 53

de 400 calles y plazas alrededor del mundo, incluyendo 57 en la propia Bologna, «Es-tamos recreando el sentimiento de comunidad...» dice Luigi Nardacchione como resi-dente de Via Fondazza y cofundador del movimiento Social Street. «También estamos gestionando conflictos y nuevas ideas para el futuro de la ciudad»

• Veronica Veronesi presentó Reuse With Love,103 un grupo de más de 50 vecinos y ve-cinas que han unido esfuerzos para luchar en contra de los desperdicios y mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas. Los voluntarios reciben donativos de ropa, zapatos y accesorios. Se organizan luego encuentros para que aquellos que lo necesi-tan vayan a «adquirir» (gratis) estos bienes. Además de facilitar el espacio, el municipio también ha apoyado el proyecto con su difusión en los medios locales y en la formación de los voluntarios.

• Annarita Ciaruffoli de Dentro Al Nido104 explicó como los pactos han permitido la rege-neración de varias escuelas

• El micromecenazgo cívico ha servido para sacar adelante proyectos que el municipio no podía financiar en su totalidad pero si ha podido apoyar parcialmente. El caso más conocido y mediático es la restauración de los pórticos del Passo de San Luca.105

• Etc.

En Bologna también hay esfueros top-down (liderados desde la administración) en distin-tos ámbitos:

• Hay un programa municipal llamado Incredibol.106 Desde 2010 este programa ofrece espacio a empresas emergentes (startups) en edificios sin uso con el ánimo de animar ciertas zonas de la ciudad y poder crear empleos.

• El proyecto Civic Network permite que los ciudadanos puedan escribir en el blog del portal de del Gobierno Electrónico de la ciudad.

• El nuevo logo de la ciudad fue diseñado y seleccionado mediante procesos participa-tivos. Se creó una herramienta online para que los ciudadanos pudieran trasladar sus sentimientos acerca de la ciudad en su imagen gráfica.

• Y muy recientemente los debates en Bologna han sido acerca de cómo los ciudadanos y los líderes de la ciudad pueden diseñar el futuro juntos. En una serie de talleres de octubre a diciembre de 2015, el alcalde Virginio Merola y sus asociados trabajaron codo a codo con los ciudadanos para identificar las prioridades en la regeneración urbana en las distintas partes de la ciudad. Los talleres se llamaron Collaborare è Bologna.107l

103 http://www.reusewithlove.org/104 http://www.dentroalnido.it/105 http://www.unpassopersanluca.it/il-progetto.html106 http://www.incredibol.net/107 http://www.comune.bologna.it/comunita/il-percorso-di-collaborare-e-bologna-6-incontri-nei-quartieri-

e-una- consultazione

Oficina Técnica de Estrategias para el Desarrollo Económico Travessera de les Corts, 131-159Recinte Maternitat. Pavelló Mestral08028 BarcelonaTel. 934 049 171 · Fax 934 022 [email protected] · www.diba.cat/promoeco