Ciudadania Multicultural

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En la actualidad la mayoría de los países son culturalmente diversos CIUDADANÍA MULTICULTURAL Así minorías y mayorías se enfrentan cada vez más Derechos lingüísticos La representación política Curriculum educativo La autonomía regional Las reivindicaciones territoriales La política de inmigración y naturalización e incluso los símbolos nacionales

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CIUDADANIA MULTICULTURAL

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En la actualidad la mayora de los pases son culturalmente diversosCIUDADANA MULTICULTURALAs minoras y mayoras se enfrentan cada vez ms Derechos lingsticosLa representacin polticaCurriculum educativoLa autonoma regional Las reivindicaciones territorialesLa poltica de inmigracin y naturalizacin e incluso los smbolos nacionalesEn Ciudadana multicultural, Kymlicka realiza un anlisis riguroso y equilibrado de la integracin de las minoras culturales en sociedades con una cultura mayoritaria dominante.El libro sobre multiculturaluidad de Kymlicka es una buena terapia para dos tipos de enfermedades: la de aquellos que exageran el derecho a su cultura y no respetan los derechos de los dems, y la de quienes tienen fobia a las diferencias.La novedad de la obra est en que Kymlicka intenta demostrar que la teora poltica liberal no debe defender slo los derechos de los individuos, sino tambin los derechos de los diferentes grupos culturales. Hasta ahora muchos liberales han visto en esto una oposicin o una incompatibilidad. En cambio, Kymlicka sostiene que "una teora liberal de los derechos de las minoras debe explicar cmo coexisten los derechos de las minoras con los derechos humanos, y tambin cmo los derechos de las minoras estn limitados por los principios de libertad individual, democracia y justicia social. Tal explicacin constituye justamente el objetivo de este libro" (pg. 19).DERECHOS INDIVIDUALES Y DERECHOS COLECTIVOSKymlicka parte de una teora liberal del Estado, pero a la vez aboga por la identidad cultural de los grupos sociales o de los pueblos.Conviene aclarar que el liberalismo que Kymlicka defiende no es el que hoy se identifica con el neoliberalismo econmico. Cuando a lo largo del texto se habla de "principios liberales", en muchas ocasiones ese trmino equivale a defender los derechos civiles individuales, que fueron reclamados por el liberalismo, y que hoy estn recogidos en la mayora de las constituciones occidentales. Este liberalismo insiste en que la base de las sociedades democrticas modernas es el respeto a todas las personas consideradas como libres e iguales.Para deslindar campos, Kymlicka distingue entre Estados "multinacionales" (donde la diversidad cultural surge de la incorporacin a un Estado mayor de culturas que anteriormente posean autogobierno y estaban concentradas en un territorio) y Estados "politnicos" (donde la diversidad cultural surge de la inmigracin). Y a partir de ah explica la distinta situacin de "minoras nacionales" (en Estados multinacionales) y de "grupos tnicos" (en Estados politnicos).Las primeras se caracterizan por ser grupos culturales preexistentes en un territorio concreto, y que son invadidos contra su voluntad, o pasan a formar parte de otra nacin con otra cultura mayoritaria, como consecuencia tambin de un proceso de federalismo o por distintos acuerdos.

En la inmigracin, en cambio, un individuo o un grupo familiar deciden libremente trasladarse a un pas de cultura diferente. Luego la reclamacin de sus derechos culturales es diversa a la del primer caso. Los inmigrantes no tienen derecho a exigir el autogobierno, pero s a obtener un respeto institucional y legal a la expresin de su propia identidad.En pro de una ciudadana diferenciadaAlgunos liberales han sostenido que as como el Estado liberal mantiene la separacin entre Estado y religin, del mismo modo debe construirse sin distinguir entre sus ciudadanos por razn de su pertenencia a un determinado grupo cultural. El ciudadano liberal slo reflejara su pertenencia cultural en su vida privada.Esto, dir Kymlicka, es una utopa. Adems de los derechos comunes de todos los ciudadanos es posible defender la necesidad de una ciudadana diferenciada, segn la cual el Estado tiene obligacin de adoptar "medidas especficas" orientadas a acomodar las diferencias nacionales y tnicas.A lo largo de la historia se han realizado diversos intentos de proteger las minoras culturales y de regular los conflictos potenciales entre las culturas mayoritarias y minoritarias. As durante todo el siglo XIX florecieron los tratados en los que las potencias acordaban los modos de tratamiento de sus ciudadanos residentes en otros pases. Con el advenimiento de la Sociedad de las naciones estos tratados tomaron un carcter multilateral. Sin embargo resultaron altamente inadecuados debido a que protegan de la discriminacin slo si un Estado afn se preocupase por una minora en particular10. ah que pueda afirmarse que protegen la vida del grupo. Los liberales dieron por supuesto que, all donde se protegieran dichos derechos individuales, no era necesario atribuir derechos adicionales a los miembros de minoras tnicas o nacionales especficas. Sobre la indefensin de las comunidades judas al no tener una potencia que los apoye Cfr. Hanna Arendt.; Eichmann en Jerusaln. Un estudio sobre la banalidad del mal, Ed. Lumen; Barcelona, 1999En este sentido las Naciones Unidas eliminaron toda referencia a los derechos de las minoras tnicas y nacionales en la Declaracin Universal de los Derechos Humanos. Esto fue evidente para muchos liberales debido a que se lo vio como una extensin natural de los derechos que protegan a las minoras religiosas. As la identidad tnica, como la religin ,es algo perteneciente a la esfera privada, que no concierne al Estado.LMITES DE LA TOLERANCIAPero qu hacer cuando una minora nacional autogobernada adopta prcticas iliberales respecto a sus propios miembros? Los Estados liberales deberan imponer el liberalismo a estas minoras? Kymlicka piensa que "tanto los Estados extranjeros como las minoras nacionales constituyen comunidades polticas distintas, con sus propios derechos al autogobierno. En ambos casos los intentos de imponer los principios liberales por la fuerza se perciben como una forma de agresin (...) y acaban en un rotundo fracaso" (pgs. 230-231).Esto tampoco justifica el conformismo. En una sociedad liberal se puede exigir a quienes se integran desde fuera que asuman la obligacin de cumplir con los derechos civiles. En el caso de las minoras con autonoma, no se debe interferir coactivamente, pero se puede tratar de dialogar y utilizar vas racionales. "Una minora nacional que gobierna de manera iliberal acta injustamente, y los liberales tienen el derecho, y la responsabilidad, de manifestar su disconformidad ante esta injusticia. Por tanto, los reformistas liberales de estas culturas deberan intentar promover sus valores liberales, mediante las razones o el ejemplo, y los liberales ajenos a ellas deberan prestar su apoyo a todas las iniciativas del grupo encaminadas a liberalizar su cultura" (pgs. 231-232). En el caso de que sean otros pases, slo ser posible influir a travs de mecanismos internacionales, pero esto nunca justifica la intervencin.INMIGRACIN Y DIVERSIDAD CULTURALKymlicka analiza muy bien la situacin americana, sobre todo de los pases receptores de inmigracin. Es un buen conocedor de la situacin de Canad, con sus minoras indias y el hecho diferencial de Quebec; de la inmigracin en EE.UU. y del autogobierno de los portorriqueos, chicanos, indios americanos, de la problemtica de los afroamericanos que merece un tratamiento aparte; de los indgenas en Latinoamrica.