CIERRE DE UNIVERSIDADES EN

ECUADOR

Son un total de catorce universidades categoría

‘E’, en todo el país, que fueron clausuradas, tras

una evaluación de calidad. para el principal

responsable de lo ocurrido, René Ramírez,

calificó a estas entidades estudiantiles como de

nivel académico ‘crítico’, debido según sus

propias declaraciones a que: “no tienen

profesores suficientes a tiempo completo, los

profesores no tienen niveles que deberían tener,

tiene bibliotecas que no son bibliotecas, tienen

infraestructuras deficiente, no se investiga casi

nada, existen muy pocas publicaciones y, a

más de eso, cuando se les tomas los exámenes

a los estudiantes, sacan pésimas notas. ¡Y así se

seguían graduando! No es para nada

desapercibido, que la calidad de la educación,

no solo universitaria, deja mucho que desear.

A pesar de lo abrupto de la clausura, es un

mecanismo, aunque no el más importante,

para mejorar la calidad de la educación

superior. Se tiene que mejorar a nivel de

enseñanza secundaria a hacer a los alumnos

mucho más investigativos, más involucrados

con la realidad geo-socio-político del mundo

actual.

Con asistir, calentar un pupitre, y pagar una

pensión no es suficiente , peor aún un

argumento de peso para que se otorguen

títulos académicos, para luego no ejercerlos,

si tal vez es lo contrario, estar sometidos al

eclipse de profesionales sustancialmente

mejor preparados. Revisando el Suplemento

de Educación Superior del Times de Londres,

el rankings de las 200 mejor universidades en

el mundo, tan solo aparece una sola

universidad latinoamericana, se trata de la

Universidad Nacional Autónoma de México

(UNAM), ubicada en el puesto 190.

Es que nuestra realidad es esa, inexistente

investigación, como premisa fundamental al

momento de realizar este ranking. Las

Ceaaces, el Senescyt deben investigar por

qué el extinto Conesup otorgó licencia a los

establecimientos clausurados. Además las

dos primeras instituciones mencionadas,

logren otorgar al país un sistema de

educación universitario de calidad.

“Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”. John Ruskin