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EL Uno de los temas paranormales que más ha dado que hablar en los últimos años es el del chupacabras, un presunto ser de ori- gen indeterminado con tendencia a "lo alienígena" que se dedi- có a atacar la pasada década a numerosos animales domésticos en diversas partes de las Américas y la Península Ibérica. el escéptico 19 NOMBRE DE LA SECCIÓN el escéptico 18 C omo ocurre con todas las leyendas urbanas (en este caso más rural que urbana) no existe una versión única y exac- ta de los hechos; lo único claro es que no hay una sola prueba de que las agresiones fueran atribuibles a entidades no naturales y no terres- tres (véase la revisión histórico- crítica de esta leyenda en Zúñiga, 2004). Esto es lo mínimo y lo máximo que se puede decir de ésta y otras muchas historias similares. Este trabajo se va a ocupar de un curioso antecedente ocurrido a finales de la década de los setenta en la isla canaria de Tenerife; al menos así lo presentó alguna fuen- te con escaso espíritu crítico. Fue en mayo de 1979 cuando se produjeron una serie de muertes misteriosas de animales domésti- cos en el barrio santacrucero de Taco, y durante más de una sema- na la prensa local estuvo especu- lando sobre los posibles autores de las inexplicables muertes. En octu- bre del mismo año aparecieron más animales sacrificados en otro núcleo de población llamado Barranco Grande, aunque la con- moción social —si hemos de hacer caso a las informaciones periodís- ticas— no fue tan grande como en mayo. La historia de los animales muer- tos de Taco en extrañas circunstan- cias quedó recluida en las hemero- tecas, uno de los lugares funda- mentales en los que todo aquél que siente curiosidad por las leyendas y rumores sobre lo anómalo debe buscar las pistas que conduzcan a la aclaración definitiva. Lo contra- rio es, frecuentemente, un engaño al lector aficionado. De los archi- vos de la prensa fue rescatado este enredo hace algunos años por José Gregorio González (1997), un afi- cionado tinerfeño a lo "misterioso" que lo convirtió en un pequeño icono para los aficionados a diver- sas rarezas isleñas, que son los habitantes de ese lugar fronterizo en el que el sentido común se dilu- ye y la mente abierta coquetea con la irracionalidad, el sensacionalis- mo y la pseudociencia. Este cuen- to de suspense sobre el antepasado del chupacabras demandaba un acercamiento crítico y escéptico para limpiar la suciedad mágica y paranormal con que algunos escri- tores lo han adornado. Breve historia de los hechos La verdad es que estos aconteci- mientos tuvieron, a la larga, la misma trascendencia que la mayo- ría de los supuestos enigmas cien- tíficos que aparecen en las revistas del ramo paranormal. Es decir, en realidad se trató de uno de esos misterios con la misma trascen- dencia a la larga que las declara- ciones de algún freak televisivo. Pero, a pesar de ello (y como de todo debe haber en la viña del Señor, incluso escépticos que desean aclarar pretendidos enig- mas), es que a continuación se ofrece una visión crítica de todo lo afirmado y escrito desde aquel año de 1979, tan importante para la historia española de las creencias contemporáneas en lo maravilloso. La primera y breve referencia periodística la encontramos en El Día (Santa Cruz de Tenerife), en su edición del 12 de mayo. En ella se informa de unas misteriosas muertes de animales en las últimas fechas, indicándose que "habían aparecido sin vida dos perros ¿pas- tores? alemanes y tres cabras, sin corazón ni sangre en sus venas, según nuestras fuentes". Al día siguiente el mismo diario amplia- ba la noticia, señalando que reina- ba entre los vecinos de Taco un estado de inquietud e intranquili- dad y que algunos pensaban que podía ser un "fenómeno extrate- rrestre", lo cual prueba el impacto que había provocado en la opinión pública tinerfeña la observación de los efectos en la alta atmósfera de varios misiles Poseidon norteame- ricanos dos meses antes, concreta- mente el 5 de marzo, y a los que la prensa etiquetó como "ovnis" (http://www.anomalia.org/misi- les.htm). Las informaciones publicadas por la prensa tinerfeña son confusas y contradictorias de principio a fin, como suele ser habitual en este tipo de sucesos (Zúñiga, 2004). Supuestamente la primera muerte perruna extraña habría tenido lugar el 29 de abril, aunque sus dueños no le dieron importancia al pensar que pudo tratarse de una pelea entre perros. No se citan heridas extrañas ni desangramien- to anormal... (El Día, 15 de mayo). Pero al día siguiente los dueños de los perros no se ponían de acuerdo sobre el tipo de heridas que tenían los animales y las vísceras que habían sido extraídas; al mismo tiempo se daba por buena la hipó- tesis de que tras los sacrificios andaba una secta religiosa que en cualquier momento podía sustituir los cánidos por seres humanos. ¿Quién da más? Pues el propio rotativo, que el 17 de mayo dedicó su página 33 de forma exclusiva al caso, y lo hacía para dar paso a la racionalidad y al sentido crítico: "... según una de las fuentes con- sultadas por El Día en su investi- gación del caso, es de interés para la explicación de fenómenos como el que nos ocupa la existencia en zonas rurales de las islas de una creencia popular, según la cual 'un ladrón que lleve en sus bolsillos vísceras secas de animales, con- cretamente un corazón, puede neu- CHUPACABRAS EL TINERFEÑO Uno de los temas paranormales que más ha dado que hablar en los últimos años es el del chupacabras, un presunto ser de ori- gen indeterminado con tendencia a "lo alienígena" que se dedi- có a atacar la pasada década a numerosos animales domésticos en diversas partes de las Américas y la Península Ibérica. CHUPACABRAS TINERFEÑO Cortesía autor

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Uno de los temas paranormales que más ha dado que hablar enlos últimos años es el del chupacabras, un presunto ser de ori-gen indeterminado con tendencia a "lo alienígena" que se dedi-có a atacar la pasada década a numerosos animales domésticosen diversas partes de las Américas y la Península Ibérica.

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NOMBRE DE LA SECCIÓN

el escéptico 18

Como ocurre con todas lasleyendas urbanas (en estecaso más rural que urbana)

no existe una versión única y exac-ta de los hechos; lo único claro esque no hay una sola prueba de quelas agresiones fueran atribuibles aentidades no naturales y no terres-tres (véase la revisión histórico-crítica de esta leyenda en Zúñiga,2004). Esto es lo mínimo y lomáximo que se puede decir de éstay otras muchas historias similares.Este trabajo se va a ocupar de uncurioso antecedente ocurrido afinales de la década de los setentaen la isla canaria de Tenerife; almenos así lo presentó alguna fuen-te con escaso espíritu crítico.

Fue en mayo de 1979 cuando seprodujeron una serie de muertesmisteriosas de animales domésti-cos en el barrio santacrucero deTaco, y durante más de una sema-na la prensa local estuvo especu-lando sobre los posibles autores delas inexplicables muertes. En octu-bre del mismo año aparecieronmás animales sacrificados en otronúcleo de población llamadoBarranco Grande, aunque la con-moción social —si hemos de hacercaso a las informaciones periodís-ticas— no fue tan grande como enmayo.

La historia de los animales muer-tos de Taco en extrañas circunstan-cias quedó recluida en las hemero-tecas, uno de los lugares funda-mentales en los que todo aquél quesiente curiosidad por las leyendasy rumores sobre lo anómalo debebuscar las pistas que conduzcan ala aclaración definitiva. Lo contra-rio es, frecuentemente, un engañoal lector aficionado. De los archi-vos de la prensa fue rescatado esteenredo hace algunos años por JoséGregorio González (1997), un afi-cionado tinerfeño a lo "misterioso"

que lo convirtió en un pequeñoicono para los aficionados a diver-sas rarezas isleñas, que son loshabitantes de ese lugar fronterizoen el que el sentido común se dilu-ye y la mente abierta coquetea conla irracionalidad, el sensacionalis-mo y la pseudociencia. Este cuen-to de suspense sobre el antepasadodel chupacabras demandaba unacercamiento crítico y escépticopara limpiar la suciedad mágica yparanormal con que algunos escri-tores lo han adornado.

Breve historia de loshechosLa verdad es que estos aconteci-mientos tuvieron, a la larga, lamisma trascendencia que la mayo-ría de los supuestos enigmas cien-tíficos que aparecen en las revistasdel ramo paranormal. Es decir, enrealidad se trató de uno de esosmisterios con la misma trascen-dencia a la larga que las declara-ciones de algún freak televisivo.Pero, a pesar de ello (y como detodo debe haber en la viña delSeñor, incluso escépticos quedesean aclarar pretendidos enig-mas), es que a continuación seofrece una visión crítica de todo loafirmado y escrito desde aquel añode 1979, tan importante para lahistoria española de las creenciascontemporáneas en lo maravilloso.

La primera y breve referenciaperiodística la encontramos en ElDía (Santa Cruz de Tenerife), ensu edición del 12 de mayo. En ellase informa de unas misteriosasmuertes de animales en las últimasfechas, indicándose que "habíanaparecido sin vida dos perros ¿pas-tores? alemanes y tres cabras, sincorazón ni sangre en sus venas,según nuestras fuentes". Al díasiguiente el mismo diario amplia-ba la noticia, señalando que reina-ba entre los vecinos de Taco un

estado de inquietud e intranquili-dad y que algunos pensaban quepodía ser un "fenómeno extrate-rrestre", lo cual prueba el impactoque había provocado en la opiniónpública tinerfeña la observación delos efectos en la alta atmósfera devarios misiles Poseidon norteame-ricanos dos meses antes, concreta-mente el 5 de marzo, y a los que laprensa etiquetó como "ovnis"(http://www.anomalia.org/misi-les.htm).

Las informaciones publicadas porla prensa tinerfeña son confusas ycontradictorias de principio a fin,como suele ser habitual en estetipo de sucesos (Zúñiga, 2004).Supuestamente la primera muerteperruna extraña habría tenidolugar el 29 de abril, aunque susdueños no le dieron importancia alpensar que pudo tratarse de unapelea entre perros. No se citanheridas extrañas ni desangramien-to anormal... (El Día, 15 de mayo).Pero al día siguiente los dueños delos perros no se ponían de acuerdosobre el tipo de heridas que teníanlos animales y las vísceras quehabían sido extraídas; al mismotiempo se daba por buena la hipó-tesis de que tras los sacrificiosandaba una secta religiosa que encualquier momento podía sustituirlos cánidos por seres humanos.¿Quién da más? Pues el propiorotativo, que el 17 de mayo dedicósu página 33 de forma exclusiva alcaso, y lo hacía para dar paso a laracionalidad y al sentido crítico:"... según una de las fuentes con-sultadas por El Día en su investi-gación del caso, es de interés parala explicación de fenómenos comoel que nos ocupa la existencia enzonas rurales de las islas de unacreencia popular, según la cual 'unladrón que lleve en sus bolsillosvísceras secas de animales, con-cretamente un corazón, puede neu-

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Uno de los temas paranormales que más ha dado que hablar enlos últimos años es el del chupacabras, un presunto ser de ori-gen indeterminado con tendencia a "lo alienígena" que se dedi-có a atacar la pasada década a numerosos animales domésticosen diversas partes de las Américas y la Península Ibérica.

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bra de duda ni sospecha, sin ningu-na de las dudas y sospechas que yaestaban presentes incluso en elmomento de producirse. Debemosmirar hacia los criaderos artificia-les de misterios: las revistas sensa-cionalistas, los libros acríticos ylos medios de comunicación ses-gados; todos ellos tienen arte yparte en la construcción social deestos rumores paranormales.

En ningún momento se certificó,por parte de expertos con nombresy apellidos y por medio de infor-mes públicos, que las heridas infli-gidas a los animales presentasencaracterísticas anómalas, distintasa las que un gamberro sin escrúpu-los pudiera haber causado, con laparticipación posterior de anima-les carroñeros o hambrientos.

El miedo y la preocupación corríanlibres por Taco, según la prensa,hasta tal punto que algunos veci-nos no se atrevían a salir a la callepor la noche. Al mismo tiempo losmedios se preguntaban por qué nose había efectuado autopsia algunaa los animales y de quién era lajurisdicción en un asunto comoeste, Sanidad, Sanidad Veterinaria,

etc. A ello se sumó el día 18 elhallazgo de varias plataneras des-trozadas en una finca del Puerto dela Cruz, hecho aislado que contri-buyó a aumentar el misterio quepor aquellos días copaba las pági-nas de sucesos.

El Día del 18 de mayo reproducíaun artículo aparecido en la revistaufológica Stendek de Barcelona enla que se relacionaban episodiosinternacionales de muertes deganado (Estados Unidos, PuertoRico) con la aparición de ovnis yportentos similares. Y muchosaños después, en 1997, el retóricoy pernicioso ex-presentador detelevisión y editor FernandoJiménez del Oso se descolgabacon la típica anécdota del mundilloparanormal, donde todo es secreto,hasta la identidad de dos miem-bros del Cuerpo Nacional dePolicía que le habrían asegurado,mientras el citado se encontrabapor casualidad en Tenerife, queesos días se estaban observadoovnis en la zona de las muertes.Los ovnis son, en este caso, comolas guindas de adorno que se leponen al pavo; estos escurridizoscacharros alienígenas o "interdi-

mensionales" deben hacer acto depresencia siempre que ocurre algoraro, como para certificar la anor-malidad de lo ocurrido. De hechoEl Día insertó un artículo en suedición del 17 de mayo que espe-culaba sobre la observación deovnis en otros lugares del mundocomo fenómeno previo a los sacri-ficios de animales.

En octubre de 1979 el fenómenose volvía a repetir en BarrancoGrande (Santa Cruz de Tenerife),con ocho cabras y varios conejosmuertos con los mismos síntomas,pero ahora la prensa se decantabapor la autoría humana o perruna.Las autopsias realizadas confirma-ron que los animales murieron porestrangulamiento; luego habríansido desangrados y se les extraje-ron varias vísceras. Todo ello com-patible, al igual que los sucesos deTaco meses antes, con la mano deun grupo de desalmados condeseos de amedrentar a la pobla-ción. Y este fue el punto final deesta exagerada historia.

Desenredando el "misterio"En junio de 2002 me puse en con-

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tralizar la fiereza de un perro yacercarse hasta el mismo sin que leataque'. Esta creencia —y aquíviene lo bueno— ha llegado a serobjeto de apuestas con demostra-ción práctica que la confirma".Luego recordaba que en el primerSimposium de Ufología celebradoen Madrid en abril de ese mismoaño Juan José Benítez deleitó a laconcurrencia con una gata queapareció mutilada en "extrañísi-mas circunstancias" en Ronda(Málaga); Benítez se manejaba porentonces con vulgares felinos,lejos aún de codearse con seresdivinos como Jesucristo, que tantorédito ofrecen...

El Diario de Avisos (Santa Cruzde Tenerife) se hace eco el 16 demayo de que varios niños de uncolegio de Taco habían visto unbicho (sic), aunque no se habíapodido averiguar las característi-cas del citado, y de que se halló uncerdo con el hocico destrozado enGuamasa (La Laguna). Otras per-sonas aseguraron haber visto a

tres perros muy grandes por lanoche merodeando por zonas enlas que había animales encerra-dos. Otro rumor (17 de mayo) aúnmás desagradable se vino a sumara éstos: el supuesto hallazgo delcadáver de un joven que presenta-ba el mismo tipo de heridas quelos animales. El citado periódicoinvestigó a fondo el asunto y pudocomprobar la falsedad de esta his-toria. No es aventurado suponerque tras estos rumores no habíamás que el temor de los vecinosante el cariz que estaban tomandolos acontecimientos, en particulardebido al tono sensacionalista dela prensa. Como contrapartida, elmismo día 17 El Diario de Avisosinformó, sin entrar en detalles, deque "las muertes de los perrosempiezan a ser consideradas comoproducidas por manos humanas enlos medios autorizados", pero parano quemar la noticia acababainformando de que en el barrio deGenovés de Garachico, municipiodel norte tinerfeño, aparecieronvarios conejos y cabras "degolla-

dos" aunque el veterinario delmunicipio contiguo, Los Silos,pudo comprobar que el causantede las muertes fue un perro. Es lla-mativo cómo la prensa no encon-tró otro verbo más apropiado,degollar, para referirse al suceso.Quizá porque los perros no puedendegollar, lo que presupone a unautor inteligente.

El día 18 se descarta otra de lasposibles soluciones planteadaspara explicar las muertes: un gue-pardo huido del Safari Park de LaEsperanza, cerca de La Laguna. Sudirector negó que se hubiera esca-pado animal alguno capaz de pro-ducir las muertes y así lo confirmaEl Diario de Avisos, que afirmóque era una teoría "no demasiadocreíble, que se desvanece repasan-do las especiales característicasque han coincidido en estas muer-tes: corazón y vísceras arrancadaslimpiamente del cuerpo, sin ras-tros de sangre alrededor". Este esun detalle importante: no se diceque los cuerpos de los animalesestuviesen desangrados sino que"no había rastros de sangre a sualrededor", que no es precisamen-te lo mismo. Todas estos relatos demiedo, mágicos o paranormales —que cada uno elija el término queprefiera— suelen pasar a la histo-ria en la versión más extraña queen su momento se divulgó. Escomo si en la dinámica del rumorsocial alimentado por la prensapredomine años después, poralgún tipo de "selección natural",la interpretación más alejada decualquier explicación racionalplausible. Parece que la corrup-ción de la versión inicial de unainformación al pasar de mano enmano y de boca en boca no secumpliese en el caso de los pseu-do-enigmas paranormales, pues através de los años nos llegan res-plandecientes y pulidos, sin som-

Vista de Barranco Grande desde Taco, donde en octubre de 1979aparecieron ocho cabras muertas

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tacto con Jorge Bethencourt, quefue el enviado especial de ElDiario de Avisos a la zona dondese habían producido las muertesmisteriosas. De entrada me asegu-ró que "seguimos la historia conno poca carga de dramatismo gra-tuito que, efectivamente, amplificólos efectos de las acciones de losimbéciles que se dedicaban a des-pellejar animales". Este "dramatis-mo gratuito" es patente en prácti-camente todas las noticias apareci-das en aquellos días en la prensatinerfeña. Recomiendo leer lostitulares de la época a la luz de esta"confesión".

En enero del presente año mantuveuna conversación con CarlosSanjuán, jefe de prensa de laPolicía Nacional de Santa Cruz deTenerife. A mi requerimientoSanjuán se había puesto en con-tacto con Muñoz Yébenes, el queera jefe de la Brigada deInvestigación en 1979. SegúnMuñoz Yébenes, la conclusión fueque se trató de perros asilvestra-dos y que la mayoría de las vícti-mas fueron cabras (en octubre enBarranco Grande), más algúnperro, pero que los animales esta-ban heridos por la barriga, como sihubiesen enseñado a agredir enesa zona a los atacantes, en vez delcuello. Luego se especuló con queno tenían sangre, y que las heridaseran perfectamente cuadradas, locual era falso. Estas declaracionesdel antiguo jefe de la Brigada deInvestigación contrastan fuerte-mente con la versión canónica delo hechos, según la cual los ani-males estaban "completamentedesangrados, sin señales de luchay sin restos de sangre en los alre-dedores". Elija el lector la versiónque prefiera, aunque me permitorecomendarle la del policía nacio-nal retirado, porque es más eco-

nómica y plausible, y porque nientonces ni en los últimos años sepresentaron pruebas confirmadasde las extrañas circunstancias enque fueron halladas las víctimas.Hasta que no se demuestre locontrario estas especulacionesmerecen el mismo crédito que lasque se referían a los extraterres-tres como los autores de lasmatanzas, o a individuos que sededicaban a practicar sanguina-rios ritos sectarios.

Al parecer, añadió MuñozYébenes, alguien vio a una mana-da de perros, tres o cuatro, quepodían haber sido los causantes delas muertes. Éstos debían acercar-se hambrientos a la zona en cues-tión, procedentes de las zonas altasdeshabitadas. No hubo ningúndetenido. La Jefatura Superior dePolicía dio una rueda de prensa enla que informó de estos detalles(El Diario de Avisos, 19 de mayo)y propuso algunas explicacionesque no satisficieron del todo a laprensa de entonces (autores huma-nos con la participación posterior

de ratas y hurones) ni a los investi-gadores de lo insólito años mástarde, para los que el misterio esindeleble. Algo semejante ocurrióantes en diversos estados nortea-mericanos en 1973 —véase a esterespecto Rommel (1980), en parti-cular el último apartado, dedicadoa las conclusiones y recomenda-ciones, extensibles a todos los epi-sodios internacionales de estaleyenda—, en Puerto Rico en 1975y en 2000 y 2002 en Chile yArgentina respectivamente, dondelos perros asilvestrados fueron losresponsables de muertes muchomás numerosas, junto con ejem-plares de la fauna local como elhocicudo rojo, un ratón del estadobonaerense que, acuciado por elhambre, decidió convertirse encarroñero y aprovechar los cadá-veres del vacuno, tal y como con-cluyo el Servicio Nacional deSalud Agropecuaria de Argentina.También en España distintos gana-deros de Vizcaya, Burgos yNavarra denunciaron a los medioslocales a fines de julio de 1996 lasmuertes de ganado vacuno. La

Ertzaintza concluyó que fueroncausadas por "cánidos asilvestra-dos o no controlados", mientrasque el periodista Luis AlfonsoGámez (1999, http://magonia.blogspot.com/) logró determinarque algunas de las muertes eranatribuibles a viejas rencillas entrelos ganaderos, así como a ataquesde lobos a los rebaños.

Otra de mis fuentes de informa-ción fue el experto en sectarismocoercitivo Eloy Rodríguez Valdés,con el que establecí contacto paraque me comentara sus impresionessobre la "implicación sectaria" eneste asunto. Según RodríguezValdés "parece ser que fue unapersona que no estaba en su sanojuicio y que se dedicó a matar losanimales, incluso en alguna oca-sión se dedicó a extraerles lamayor cantidad de sangre posible.En su opinión el energúmeno setrasladaba de un lugar a otro, y fuetajante al negar la supuesta impli-cación de un grupo sectario deorientación satánica. Es posible,según Rodríguez, que alguna de

estas muertes, las menos, fueranrealizadas por algún grupo dejóvenes o extranjeros que no tení-an otra cosa que hacer y se dedica-ban supuestamente a practicaralguna especie de ritos satánicoscomo diversión, y para asustar alos habitantes de esas zonas, peroen absoluto tenían nada que vercon las auténticas sectas satáni-cas". Para El Día la hipótesis sec-taria ganaba enteros en su edicióndel 16 de mayo, que aunque sinpruebas, es más "periodística" quela participación de un grupo degamberros o de perros y ratashambrientas, por orden de inter-vención...

La situación es semejante a la quese produce cuando, de vez encuando, aparecen algunas gallinasmuertas o miembros de animalesesparcidos en un lugar determina-do, o alguna que otra lápida levan-tada (causa de alarma en la prensalocal en ciertas ocasiones). Todoello está realizado por gente queno tiene que ver absolutamentenada con sectas destructivas, y

menos satánicas, según el citadoexperto. Suelen ser gente joven,muchos de ellos estudiantes deInstituto que pierden el tiempo deesta forma y se dedican a esos"ritos". Según Eloy Rodríguez "el99% de lo que se publica en losperiódicos al respecto es pura ima-ginación y nada más".

Apuntes folcloristasa modo de conclusiónQuiero poner de manifiesto ciertosaspectos comunes a todo el mundode los relatos de misterio paranor-mal que pueden ser de ayuda paraentender cómo se extienden entrela población predispuesta.

Las antropólogas argentinasBlache y Balzano (2003) citan enun interesante ensayo sobre laleyenda del chupacabras a diver-sos autores que han teorizadosobre el proceso de transmisión deinformación. A lo largo de éste seproduce lo que Bauman y Briggs(1990) denominan "descontextua-lización de la voz del narrador, omás específicamente del eventonarrativo inicial, y simultánea-mente se produce la recontextuali-zación del enunciado cada vez queun agente mediacional intervieneen el proceso comunicativo". Esdecir, que cada agente transmisorde la leyenda, inserto en un con-texto determinado, la reelabora enfunción de la audiencia a la que vadestinada. Y dado el carácter lite-rario y mediático de estas leyendasse produce un proceso denomina-do entextualización, que convierteun tramo de la producción lingüís-tica en una unidad —un texto—que puede ser extraída de su ámbi-to de interacción. Un texto, por lotanto, es un discurso "descontex-tualizado". Por otro lado —conti-núan las autoras citadas— inde-pendientemente de la actitud queasuma el receptor o el transmisor,

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Lugar en el que aparecieron muertos dos pastores alemanes, en mayode 1979, al lado de la cementera de Taco

Los perros atacados en mayo de 1979 vigilaban la cementera de Taco

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valenciano de Manises (11/11/79),porque en todos ellos se produjoesa descontextualización y entex-tualización interesada de unossupuestos hechos. Al mismo tiem-po este acercamiento debería pro-bar que esa creación literaria decarácter paranormal obedece aintereses particulares (económi-cos, psicológicos, prestigio popu-lar y mediático, etc.) de las fuentesresponsables.

Pero también podemos acercarnosa estas historias desde el punto devista de un detective policiaco, aquien no le interesan tanto losmotivos del delito (hechos o rela-tos prefabricados que desafían elcurso normal de los acontecimien-tos) cuanto atrapar al presunto cul-pable (explicación naturalista oantropogénica del mismo). En este

caso el investigador escéptico sabeque la petición de pruebas esineludible y que la obligación depresentarlas reside en quien propa-ga la versión misteriosa. Así,¿quién tiene las pruebas de queestas muertes de animales domés-ticos de Taco, o de cualquier otraparte del mundo, tuvieron su ori-gen en algo sobrenatural, mágico oinexplicado? Esperamos que lasaporte, si existen, cuanto antes,aunque dudamos que tal circuns-tancia se produzca: estas historias,convertidas en "misterios" en losmedios de comunicación pro-para-normales, se basan en el rumor yen la interpretación sesgada deunos hechos que pueden ser expli-cados racional y económicamente.En este caso se trató de la transmi-sión de una especie propia de unapelícula de terror ayudada por las

exageraciones periodísticas y elclima propicio a lo misterioso y"extraterrestre" en que vivíannuestras islas en 1979, es decir,todo un proceso de construcciónde una leyenda tal y como hanpuesto de manifiesto los estudio-sos del folclore.

Referencias

Bauman, Richard y Briggs, Charles L.(1990). Poetics and Performance asCritical Perspectives on Language andSocial Life. Annual Review ofAnthropology, 19.

Blache, Martha y Balzano, Silvia (2003).La cadena de transmisión mediacional enuna leyenda contemporánea: el caso delas vacas mutiladas como metáfora de lacrisis argentina actual. Estudios deLiteratura Oral, 9. Universidad de Algarve,Portugal.

Cabria, Ignacio (2002). Ovnis y cienciashumanas. Un estudio temático de 50 añosde bibliografía. Fundación Anomalía,Santander.

Gámez, Luis Alfonso (1999). El viaje tra-satlántico del 'chupacabras'. El Escéptico,5, verano.

González, José Gregorio (1997).Matanzas de animales en Taco. Enigmas,monográfico nº 1, "Los auténticos expe-dientes X españoles".

Rommel, Kenneth. (1980). OperationAnimal Mutilation. En: www.parascope.com/articles/0597/romindex.htm

Zúñiga, Diego (2004). El chupacabras y elimpacto social de una creencia mediatiza-da (inédito).

Ricardo CampoDepartamento de FilosofíaUniversidad de La Laguna

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todos contribuyen a la disemina-ción de ese texto, de manera que elperiodista, aun cuando adopte unaactitud escéptica, sigue formandoparte de este conducto a través delcual se difunde la leyenda. Estaafirmación es sin duda matizable.

Una terminología en cierta medi-da equivalente es la que empleanSaler et al. en su análisis del mitode Roswell UFO-Crash atRoswell: The Genesis of a ModernMyth, 1997 (Cabria, 2002: 254-5).Al igual que en el caso del chupa-cabras, la transmisión oral de laversión inicial se complementócon la transmisión literaria porparte de los ufólogos. Las nuevasversiones puntuadas (por su carác-ter literario) introducen cambiosimportantes al mismo tiempo queeliminan los elementos que con-tradicen el mito y adoptan ele-mentos fantásticos que pasar a

formar parte constituyente de laleyenda.

En este contexto, los testimoniosno pasan de ser leyendas persona-lizadas y el testigo es consideradoun traditor, en el sentido de quetransmite una tradición; por suparte, los escritores de libros sonconsiderados como recopiladoresde folclore. El autor desea ponerde manifiesto que una de susintenciones a la hora de resumireste acercamiento antropológico alas leyendas relacionadas con los"misterios populares" es fomentartales estudios en nuestro país.Creo que esta orientación, su ter-minología y los presupuestos quesubyacen a la misma deben serconvenientemente utilizados yexplotados dado su previsiblepotencial analítico y explicativo,aplicándolos a la mayor cantidadposible de los relatos y construc-

ciones míticas paranormalesdivulgadas por fuentes sensacio-nalistas y pseudocientíficas.

Las leyendas y rumores socialesrelacionados con lo maravilloso,lo enigmático y lo paranormalpueden ser abordados teóricamen-te como cualquier otro ejemplo detransmisión de información, de lasdegradaciones y reconstruccionescreativas que experimenta al pasarde cerebro a cerebro cada frag-mento lingüístico significativo.Sin duda este enfoque nos permiteuna comprensión del fenómenosocial en cuestión, y puede seraplicado a todo relato sobre fenó-menos extraños que ha cristalizadoen "enigma de la ciencia", desdelas apariciones marianas al trián-gulo de las Bermudas pasando porlas caras de Bélmez o los casosovni más populares, como puedeser en España el del aeropuerto

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