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Tarde de miércoles, con el tránsito a puro estrés, llegué a la Galería Marga -con sus típicos ventiladores vintage colgando del techo, dando la bienvenida-, uno de mis lugares favoritos. Aunque no suelo venir muy seguido, debo admitir. Pero cuando lo hago es con sumo placer.

Reina Mab, hoy por hoy, el único comercio de miniaturas y casas de muñecas con local al público. Sus dueños, Elisa y Ricardo, siempre cálidos y atentos, me esperaban para charlar café de por medio.

por Diego Bras Harriott

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Charla de Café con

Tradición y talento en miniaturaReina Mab

¿Porqué Reina Mab?Nunca me olvido del texto de Romeoy Julieta de Shakespeare (Acto I, es-cena IV), donde el personaje de Mer-cucio hace una descripción de la ReinaMab, que se puede resumir en que ellaes quién “sopla el deseo en el oído de laspersonas”-dice Elisa y agrega- Y mehaces acordar de una colega que ahoravive en Europa, que hace libros en mi-niatura y una vez me envió uno conun texto de Rubén Darío “El velo de laReina Mab”, que me perdone Shakes-peare, pero me gusta más. (Risas)

¿Cómo empezó Reina Mab?-Habría que hablar de varios comien-zos. Uno puede ser , de mi afición porlas cosas chiquitas, que viene desdeque era muy chica. A mi papá y a mimamá les encantaban las cosas peque-ñas y, en mi casa había un montón decosas pequeñas. No casas de muñecas,pero si miniaturas limoge y miniaturasde lo que fuera. Desde muy pequeñaempecé, mi primera colección fueron

juguetes de cotillón. Que en aquellaépoca eran cosas muy bonitas, muy so-fisticadas y además puedo decir queera muy incentivada por mi familia acoleccionarlas. Es más, íbamos a unlugar muy lejos de mi casa a comprarlos mejores juguetes de cotillón. Co-lección con la que terminaron jugandomis hijos, mis primas. Esa fue mi pri-mera colección. Ese fue mi primercontacto con lo chiquito.Mi segundo contacto fue en la facul-tad, cuando una compañera mía queera de familia holandesa, tenía unacasa de muñecas que a mí me fascinóque le había hecho su abuelito.Me volví loca, no podía creer loque veía. Además, era la pri-mera vez que veía una casade muñecas. Y tambiénahí quedó.Unos cuatro o cincoaños después, unos ami-gos míos que viven en Caro-lina del Sur en estadosUnidos, me dijeron te vamosa llevar a un lugar que segurote va a encantar. Y por pri-mera vez me llevaron a vi-sitar una casaespecializada, que hayque decir que era muygrande, como suele seren las grandes tien-

das de EstadosUnidos.

Obviamente era un lugar para hobbis-tas, pero, la sección de casas de muñecasera increíble, con todo lo que te puedasimaginar, era descomunal. Y yo que soysiempre moderada en mis actos…

Perdiste la cordura!!!-Totalmente, por primera vez! Y miraque soy una persona totalmente mode-rada, pero fue imposible.

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Elisa, sosteniendo en su mano una delos teatritos de cuento “Caperucita Roja”,

idea de su hijo. .

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Y Ricardo que está sentado a su mesade trabajo agrega: -La señora que laatendió, cuando llegó la hora de pagar,que eran como 400 dólares en efec-tivo, no los quería aceptar…-Pensá que era año 70 y pico,agrega Elisa.-Claro, era la época de la platadulce y no quería aceptar, porque leparecía rarísimo. Vos, pensá que acá(en Argentina) todavía no habíatarjeta de crédito… -En efectivo no, yo pienso que todala gente compraba de a poco, menosplata… Y así fue pasando el tiempo yyo cada vez que alguien viajaba le pedíasi me podía traer algo… y así comenzómi colección, esperando yo para viajar ypoder comprarme cosas o que alguienme hiciera el favor de traerme.

O sea, comenzaste como coleccionista.-Si, emepecé como coleccionista ycomo hobbista también porque yotambién fabricaba

¿Estudiaste Arquitectura?-Yo soy arquitecta, pero también soyescenógrafa.

Ah bueno, ahora todo cierra, jajaja.-Claro! Porque en realidad estamos ha-blando del espacio expresivo.

Si, tal cual.-Y trabajé tanto como arquitecta, comoescenógrafa. Trabaje en la construcción,pero para ser muy honesta mis primerasmaquetas las empecé a hacer como es-cenógrafa. Las de arquitectura las fabri-caba Ricardo y mi papá, que eradentista y muy habilidoso.

Ya viene en la genética entonces!-Y además a mi papá le encantabatodo el trabajo manual y le incentivabamucho. Y de todos modos las maque-tas… tengo que agregar que Ricardotambién tiene una gran habilidad ma-nual, entonces se sentaban en la cocina

a hacer las maquetas. Pero, las de

escenografía no, ésas eran mías. Y ahíte puedo decir que empecé a fabricar.Así que te puedo asegurar que empecécomo coleccionista y hobbista almismo tiempo.Después, sigue pasando el tiempocomo te dije antes, trabajo como ar-quitecta, como escenógrafa teatral…y empieza a salir – yo estaba traba-jando como arquitecta, pero nomucho-, una primera colección decasas de muñecas, antes de la de Pla-neta Agostini, no me acuerdo comose llamaba, pero esta colección entre-

gaba la casa en partes y los mueblespara armar también. Estamos ha-blando más o menos del año 96.

Claro, yo en esa época todavía estabaen el secundario, así que poca bolillajajaja, igual mi viejo siemre hizo mo-delismo así que…(Risas)-Ah, ya había algo ahí, algo volaba enel aire jaja!... Y bueno, yo empiezo apensar que la gente que iba a tener sucasita, también iba a necesitar tenerlo que iba adentro. Y ahí, comienzaun largo proceso de estudio del tema,de averiguar. Muchos colegas interna-cionales, sin conocernos en ese mo-mento nos brindaron mucho. Vospensa que yo ahí comencé a mane-jarme con internet.

Que en ese entonces todavía se usaba elmodem! Y no hablo de muchos años.-Sí! Y que era como muy elemental,pero gracias a eso me empecé a comu-nicar con varios colegas del mundoque muy amorosos…Esa época que teníamos que conectar-nos con el modem que hacia ese ruiditoy había que esperar que no fallara.Exacto y que invalidabas el teléfono yque tenías que fijarte bien lo que hacíaspara no estar una eternidad conectado.Y después los cibercafés y todo eso!Pero así y todo, encontré muchos cole-gas generosos que me ayudaron, orien-taron, me guiaron mucho y asíabrimos Reina Mab miniaturas. Después tuvimos otra enorme ayuda,porque Reina Mab fue teniendo dife-rentes etapas. Esta primera etapadonde nosotros comprábamos, vendía-mos y fabricábamos poco.

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Romeo y Julieta

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Como que habíamos quedado blo-queados, es decir, armábamos las casaspara mostrar y todo, pero poco. En-tonces, fue cuando apareció otra granayuda y fue la revista de Planeta.Porque la colección de la revista Pla-neta, hizo una promoción enorme enlos medios y nosotros habíamos sacadopublicidad en la revista, bueno, en re-alidad fueron ellos los que nos busca-ron para que hiciéramos publicidad enla revista, lo cual es muy lógico, ahoracon el tiempo uno lo comprende. Estagente de Planeta, sabía de la existenciade aquella revista, que no fue tan co-nocida y obviamente por su conoci-miento internacional del tema sabía,que a la gente le tranquiliza muchosaber de la existencia de un lugardonde poder conseguir aquellas cosasque deseen para poder completar suscasas. Y de ahí fue el bum!

Y ese fue el golpe, el empuje que nece-sitaron para surgir definitivamente.-Absolutamente!... vos pensá que en

una semana… haciendo Planeta publi-cidad no en lo de Susana, pero si enlos prime time… nosotros en una se-mana teníamos las estanterías vacías.O sea, no es lo que tenemos hoy endía, pero nos vaciaron las estanterías.Si no, obvio, pero ya el hecho de enuna semana tener la estantería vacía,ya dice mucho.Esto fue el comienzo de un período…

En que año sucedió?Esto fue el año en que abrimos, en el98, a los seis meses de abrir, ya 99 quesale la revista.Tambien estuvimos en televisión,acota Ricardo.Si también, pero no fue lo más impor-

tante. Y esto continuó hasta quellego el 2001.

El terrible 2001…-Ahí, nosotros dijimos, ya está seacabó. De verdad estábamos pensandocómo íbamos hacer para cerrar el ne-

gocio. Y de repente, oh maravilla,se me iluminó y dije no… tene-mos que empezar a fabricar nues-tras propias cosas para saliradelante. Entonces, empezamos a fabricar

nuestras propias cosas y a ir a las feriasinternacionales.-Para lo cual tenés que dar examen,dice Ricardo desde su mesa de trabajo.-Por supuesto, así nomás no, tenés quedar examen para entrar.

Asi que tenés que dar examen?Siii, tenés que llevar tus cosas, para quelas evalúen y te preguntan de todo.

A mirá, así que no entras así nomás!-No para nada, nosotros tenemos cole-

gas que viven allá y que entran en al-gunas ferias y entras tardan muchísimoen hacerlo.

Te exigen un nivel determinado.-Te exigen un nivel y, está muy bienque lo hagan, porque vos vas y te dascuenta que estás en un lugar especial.Y ahí, empezamos a fabricar y a desa-rrollar nuestro propios diseños, siem-pre con un concepto, que es una líneamedia. O sea, nosotros no íbamos ahacer como otros colegas maravillososque hacen cosas increíbles y piezas úni-cas.-Vos pensá que hay mesas con cuatrocosas puestas de 6000 libras esterlinascada una y es todo lo que ponen.Agrega Ricardo.

Si, te entiendo yo vi eso en las fotos dela Expo de Chicago, donde no podescreer los precios de algunas cosas.-Y sí, también tenés la mercadería másde batalla, pero nosotros decidimoshacer una línea media. Y en eso nosmantuvimos siempre. Y seriar, nuncapiezas únicas. Nosotros no hacemospiezas únicas, hay veces que hay genteque me pide, como una colega muyamorosa de Alemania, nos dijo “ya quetenés la cámara de cine no me haríaslos focos para el set” y le digo no mirá,llama a esta otra colega que hace piezasúnicas, y que es muy buena además yque te lo va hacer sin problema”.A mí, no me da digamos, diseñar unacosa tan específica. Uno se mantiene,conoce su rango y se mantiene.

Sí obvio, además es una forma de co-nocer tus límites.-Exacto.

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Además, vos sabés que si te ponés ahacer cosas que no hacés, te metes encamisa de once varas…-Exacto. Además, no es lo que quiero,porque lo que nosotros queremos eslo que nosotros hacemos. Pero todavíafalta una etapa más! La etapa del 2006cuando se empezaron a limitar las im-portaciones. Y nos dijimos, “buenos,pero es una oportunidad” y ahí empe-zamos a desarrollar no sólo las cosas dela línea internacional, ¿Cuál es la dife-rencia? Los Hobbistas europeos , tam-bién trabajamos con norteamericanos,pero los eurpeos son más específicos,mientras que acá muchos de los hob-bistas recién empiezan, otros no, consus proyectos. Digamos, vos cuandovenías con tu hija a comprar, ya teníancierto conocimiento, porque ustedesya hacen miniaturas. Quiero decir a tuhija por ahí le puede interesar más unalinterna mágica que otra cosa, cuandoa una señora que recién tiene su pri-mera casa de muñecas le preocupa mástener la vajilla o un reloj. ¿Se entiende?

Si obvio, el hecho de ya tenertiempo haciendo miniaturaste da otra perspectiva.-Ahí radica la dife-rencia entre lalínea interna-cional y lalocal. Despuésse comenzó aentremezclarporque habíacosas que ha-cíamos paraafuera queempezaron ainteresar acá yviceversa.

De hecho eseefecto lo tenés tam-bién gracias al uso delas redes sociales, el hechode la existencia de Facebook y la po-sibilidad de que la gente de acá se co-necte con la gente de allá hace posiblever cosas que hay allá.-Exacto. Y a la vez también lo que hayacá, te pasa que te preguntan por una

mesita que vieron en nuestro sitio yporque no la tenemos ahí. Entonces,vos llevas para probar y te encontrabascon que cosas que vos pensabas queallá ya había mucho, de repente gusta-ban. Porque a mí, nunca me interesóhacer cosas para el exterior, de las cua-les pensaba que había ya muchos cole-gas allá haciéndolas. Prefería hacer

cosas diferentes.

Y a veces te llevas la sor-presa.

-Y a veces te lle-vás la sorpresade que de re-pente un arcón,una mesita artnouveaux debetener algo dis-tinto que haceque guste.

A veces tambiénel simple hecho

de que no seas al-guien local, llama

la atención del com-prador… o sea que

seas extranjero.-En realidad les llama la

atención que no seas de ahí, porquete preguntan si sos local y cuando lesdecís que vos vas a la feria pero des-pués te volves a tu país, a veces se sor-prenden, dice Ricardo.-En realidad lo que pregunta Diego es,

si te compran porque sos extranjero, Yno, te compran por lo que tenés en lamesa. Les importa muy poco. Porquete digo, yo he visto llegar como grannovedad a una chica de Turquía, y asícomo puso la mesa, la mesa quedó. Yno vendió nada, porque si bien era vis-tosa para la organizadora de la feria, sia la gente no le agrada o no le gusta,ahí quedaste.

O sea que lo que tengas sobre la mesatiene que ser tan vistoso como lo quesos para la que organiza.-Sí, tenés que ser tan vistoso como labanderita que plantás. Es así.Y como te decía, ahí empezamos laetapa en que comenzamos a desarrollarcosas para el mercado de acá. Y ahí esdonde estamos ahora. No mucho másque eso.

¿Cuándo empesaste con la línea demuebles seriados, que fue lo primeroque hiciste?-En realidad, empezamos con acceso-rio y con el tiempo llegaron los mue-bles. De lo que te puedo decir conseguridad es de las cosas que más per-duraron en el tiempo. Los teatritos, loscuales yo ya venía haciendo en formaartesanal, y comenzamos a seriarlos, loque no quita que cada uno tenga suparticularidad, porque hay que pintar-los a mano, etc. Igual han ido cam-biando con el tiempo, lo empecé ahacer en rosa, también hicimos el teatro

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Punch Judy

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de ópera. Después a mi hijo se le ocu-rrió hacer un teatro de cuentos y enton-ces hicimos el de caperucita roja.

Digamos, empezaste con una piezaque fue la que llevó al resto, algo asícomo la abanderada.-Si, claro. Pero digamos que de lasprimeras veces que fui a ferias, llevabamuchas cosas que eran todas seriadas,lleve muchísimas cosas que despuésdeje de hacer. Puede que las siga ha-ciendo para acá, pero no para las feriasinternacionales.

¿Cómo fue la primera experiencia deferia?-Uuuh! Fue hermosa!... pero un mo-mento… vos te referís cuando íbamosa comprar o a vender? Al principio eraa comprar…

Y en ese orden, porque al principio us-tedes compraban…-La primera que fui a comprar fue aChicago y nooo, no me olvido. Des-pués fui a Washington.

¿Primero fueron a Estados Unidos ydespués a Euopa?-Sí, pero no fui a vender a EstadosUnidos. No, jamás, ni mis colegas,sabés los líos que tie nen mis colegascon pasaporte Europeo.

Complicado…-Y si, yo a vender no. Es que yo co-nozco las historias que me cuentan miscolegas.Vos pensá, nos han contado de tenerretenida la mercadería en laaduana hasta un día des-pués de la feria. ApuntaRicardo, y vos pa-gaste viaje, hotel,comida, y no re-cuperás ni eso.

No, ni ahí,obvio.-Pero volviendoa las ferias,cuando fui a laprimera a com-prar, me volvíloca, no lo podíacreer y, además enaquella época que erael uno a uno… imagí-nate que éramos grandescompradores… la gente nos re-cibía como si fueras el príncipe de Ná-poles, jajaja. Nos daban los catálogosde ofertas para que me lo llevara alhotel y elegir para el día siguiente. Ysi, son esas cosas que vos decís, “AyDios mío, que paso acá”, pero buenonunca un antes ni un después, pero noimporta. Fue divertido.Por supuesto, eso después me tocó a

mí hacerlo, el atender a grandes com-pradores como si fuera reyes, nuncame voy a olvidar de la colega, ¿cómo sellamaba el negocio de Barcelona?- lepregunta a Ricardo – De Drap, que ya

cerró lamentablemente. Sejubilaron, lo vendieron

pero al poco tiempocerró, se ve que a

veces la manodel que sabe eslo que lomantiene convida. En fin,cuando Elenay el maridovenía, erancomo yo quehabía sido

reina por undía (Risas), por-

que venían conlos fajos, los ladri-

llos envueltos deeuros a comprar.

Nooo, que locura!-Y vos veías que llegaba ella y porsuerte a nosotros nos adoraba, pero tejuro era como una especie de histeriageneral en la feria. En el 2001 fuimos a Birmingham acomprar y en el 2002 fuimos a Wa-shington. Me acuerdo en un bed andBreakfast que paramos cuando fuimosa Birmingham, estábamos tomando eldesayuno y las colegas que iban a laferia compartían mesa con nosotros,cuando les contaba de los clientes queteníamos acá y cuando veían las cosassofisticadas que yo compraba, no lopodían creer. Me acuerdo en ese mismo Bed andBreakfast, mirábamos la tele y estabaen pantalla la nota que comentaba queen Argentina, De la Rúa había nom-brado a Cavallo como ministro de eco-nomía. Y nosotros éramos, “¿cómo Dela Rúa tiene de ministro a Cavallo?...era irreal, vos imagínate estaba en latele el origen del mal y yo tan tran-quila comprando muebles caros.(Risas)Y la primer feria que fuimos a vender,que fue en el 2004, porque en el 2003

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Caperucita Roja

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fuimos a rendir examen. Fue muyemocionante!!, yo no podía creer quela gente viniera a nuestro stand y quele gustaran nuestras cosas… El examen no es nada fácil, comentaRicardo, te citan a una oficina, dondeuna señora muy amable te pide que lemuestres lo que vas a presentar…-Te imaginarás que ese año 2003, noviajamos a ninguna otra parte. Y deeso te puedo decir que de lo que llevaya no hago prácticamente nada…añade Elisa.-…Sí, el reloj d arena, dice Ricardo.Ah, si puede ser. Con otros materialesobvio, aclara Elisa.

O sea que el examen, básicamenteconsiste en que vos mostras que es loque vas a vender, como está hecho, acuanto lo vas a vender.-… y sí, te preguntan de todo. Quecomo están hechos, te tantean acuanto los vas a cobrar, que materialesusaste… porque lo importante es queesté hecho a mano.

Bien, o sea, nada manufacturado queno sea a mano.-Sí, sí, sí, eso es lo primordial, todo amano. Si vas a vender cosas Chinas, no

es en esa feria.

Si, te entiendo, yo he visto en internetmucho de reventa en varias ferias…-Bueno, eso pasa en las ferias del inte-rior de Inglaterra, por ejemplo. Noso-tros quisimos probar pero no hubocaso, porque la gente que va a esas fe-rias, compra coas muy básicas. Enton-ces es ir a perder el tiempo, porque soscaro para ellos.Vos pensá, y esto lo vimos en España,en algunas ferias había personas que sededicaban a las miniaturas y con tal demostrar lo que hacían, cobraban laquinta parte de lo que un artesanoprofesional, que vive de eso. Entoncespasó lo que tenía que pasar ciertas fe-rias, se pusieron firmes con los están-dares para seleccionar quién entra yquién no, justamente para preservar elnivel de artesanos en la feria.

Hablando de ferias, como vesel mercado de la minia-tura? Te cambio la pre-gunta, ¿qué tipo degente es la que ves queva a las ferias?-Uh, que pregunta difícil,mirá en Estados Unidos,por lo general lo que ves esadultos, o sea, no gentejoven. Y es una de las gran-des preocupaciones quetienen, como hacer que lagente más joven vaya a lasferias. Es como que quedópara un mercado de

gente mayor.

En cambio, en Europa no pasa… novolví a ir a las ferias de Estados Uni-dos… pero en Europa no pasa, porqueallá vos ves gente joven, muchos chi-cos, muchas chicas jóvenes, con ideasnuevas, cosas lindas, cosas frescas ...

Yo creo que se nota una diferencia bienmarcada entre el mercado europeo y elmercado norte americano. El mercadoeuropeo es como más conservador, si lopodemos llamar de alguna manera. Osea, conservan una línea que va de ge-neración en generación y que se man-tiene. Yo tengo amigos allá, gente jovenque escucha música clásica y te va a losfestivales, que parecen de Rock y esmúsica clásica. Y eso no lo veo en Esta-dos Unidos, es como que hay un deter-minado público para determinada cosa.Y una de las cosas que está pasando

ahora allá, es por ejemplo que elferromodelismo, ha quedadoenmarcado como un hobby

para gente mayor.-Si, puede ser, la verdad

en las ferias europeas,vos ves un montón degente joven, con ideasnuevas, que no quiere

decir que no hagancosas fuera del clásico Vic-

toriano, pero si con una mi-rada fresca, renovadora. Aún asi,en cuanto a las épocas que re-produce el hobby, sin duda al-guna la época Victoriana es lagran ganadora.-A nosotros el año 2012 nosotorgaron el premio "KDF2012" al mejor stand en elKensington Dollhose Festivalde Londres (UK) , dice Ri-cardo.

-Y hoy podemos usar la denominación"calidad museo" porque tenemos 2piezas en la casa de muñecas de laReina Máxima de Holanda que se en-cuentra en el Palacio Het Loo (antiguaresidencia Real).Además, nuestra cámara de cine fuéelegida para formar parte de la colec-ción "Caroline Hamilton & Jane Fid-dick" que está en el Museo e NewbyHall en North Yorkshire (ReinoUnido), agrega Elisa.

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La cámara fotográfica gustó tanto,que aparece en el libro del Palacio Het Loo

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-Sí, pero es por otro tema esto quedice Diego. Es el mal endémico, pasaque la gente que va a las ferias euro-peas, va a muchas ferias durante el añoy es como que se ven los unos a losotros y lo que el otro hace, y no lodigo porque se copien, es como unclima de época. Y nosotros comovamos una vez por año, de repentetodo lo que elucubramos y diseñamoses acá, entre los dos, mirando los li-bros, lo que vimos en tal película y lascosas que se nos ocurren.

Vos decís, como que están como satu-rados, tanta feria tanta feria… unaatrás de la otra…-Mmm, no quiero hacerme auto-bombo, pero es lo que me dicen siem-pre, “lo tuyo es distinto” –dice Elisay Ricardo agrega-, cuando un arte-sano fue a una feria llevando cua-tro o cinco cosas que aprendió,50 años después sigue haciendolo mismo, son ya objetos tradi-cionales… ¿Te acordás de eseseñor qué estaba al lado nuestro? –le pregunta a Elisa.-Ah, si Jeff, un amor de persona.Bueno, hacía calefones y eso otrocomo se llama…?

O sea, se dedican a unasola cosa…-Eso es lo más común, loves muy seguidos y poreso nosotros somos muyatípicos. No sólo por lacantidad de ítems, sinoque somos atípicos por lavariedad de temas queofrecemos. La variedad demateriales que maneja-mos. Tené en cuenta quesomos dos, o sea maneja-mos muchos materiales. Yen general, los colegas deallá o hacen libros, ohacen una determinadacosa.

Sí, digamos que eso esbien nuestro, somos in-quietos por naturaleza,siempre estamos probandoy haciendo cosas… a mi

me pasa que me prendo a probar conun material nuevo y no se si me va aservir para eso, pero lo intento y porahí descubro que sirve para otra cosa ylo aprovecho y hago esa otra cosamientras sigo buscando y probando.- Y tenés mientras tanto al artesano deallá que hace los calefones desde hace50 años con los mismo materiales y lamisma técnica y los sigue vendiendo.Y están buenísimos, dice Elisa.

Obvio, y es bárbaro que pase.- Y si, tenés gente allá que se especia-liza en determinadas cosas, y eso es lomás común.

Tengo una colega, francesa, que laquiero muchísimo que se dedica a rea-lizar réplica de alfarería tradicionalfrancesa, que las saca de los museos. Yvos miras el stand y ves un montón decacharritos parecidos, uno asi otra asa,todos finitos y hermosos. Pero la genteque es conocedora y que sabe deltema, reconoce cada una de las réplicasque ella hace.Vos pensá, dice Ricardo, que ella que esalfarera, vive en un pueblito, lejos detodo y se dedica a eso exclusivamente. -Yo tengo otra colega que la conozcode hace años, que su especialidad es el“Petit Point” como réplica y te hace losbordados con un cuarto de hilo, esmaravillosa. Y ella me decía, que lomás importante al hacer la miniatura,es poder hacer la síntesis, sacar lo queno es esencial en el diseño y dejar sólolo que importa, para cuando vos ves elbordado terminado, ves en miniaturael bordado completo como el real.Y eso – agrega Ricardo- eso es algo queno todos tienen y eso se llama Talento.

Y me quedo con esta frase, a pesar deque la charla siguió por otro buenrato, hablando de bueyes perdidos enminiatura por decirlo de alguna ma-nera. Talento, es lo que se ve en las vi-trinas de Reina Mab, atendido siemprecon mucha cordialidad por Elisa y Ri-cardo, a quienes les quiero agradecerpor esta Charla de Café, donde conocíun poco más de como las miniaturasnos llevan a buscar todo el tiempo y endiversas formas, ese pequeño mundoque nos fascina.

Para contactarse con Reina Mab lopueden hacer por internet:

http://reinamab.com.ar

O directamente visitarlos ensu local de Galería Marga, Av.Cabildo 2350 – Loc. 47,C.A.B.A.

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