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CESEDEN EL EJERCTO EN LA GUERRA SUBVERSWA (Volumen U) (Fuente: Manualdel Ministerio del Ej&cto Portugus. EGS—L 1963. BOLETIN DE INFORMACION N2 3 II

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CESEDEN

EL EJERCTO EN LA GUERRA SUBVERSWA

(Volumen U)

(Fuente: Manual del Ministerio del Ej&ctoPortugus. EGS—L 1963.

BOLETIN DE INFORMACION N2 3 — II

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INTRODUCCION

1. De acuerdo con las conclusiones expuestas al final del volumen de esta gura,las misiones de las fuerzas militares en una guerra subversiva son, esquerncumente,las siguientes: —

a. Combatir las bandas armados, las guerrillas y las fuerzas pseudo—reguIares, e ¡ ecufando operaciones mil ¡tares defensivas y ofensivas.

b. Ejercer una accin psicolgica sobre el adversario y prir)cipcdmen’te, sobre la poblacin; sobre esta ltima, ser necesario realizaraderns una eficaz acci& social contribuyendo asr directamente,dentro de sus posibilidades, a conservar o reconSui5tur el apoyo deesta poblacin.

c. Prestar apoyo a las autoridades civiles, faci!it&doks informaciones,reforzando la accin de la policra o actuando er cooperacin conella en el mantenimiento del orden, garantizando el control de lapoblacin y asegurando e1 mar)tenimiento de los servicios esencialescuando sea necesario.

Se tratar en este volumen do la primera de estas misiones.

2. Se ha pretendido fundamentalmente exponer en este volumen los elementos rn5simportantes de la doctrina sobre la preparacicn y la ejecuci& de las operaciones ms ttpicas a realizar en una guerra subversiva por las pequeñas unidadescombatientes. Estos elementos son los que integran ic segunda parte, que sedivide en tantos caprtulos como tipos existen de estas operaciones.

Hubo por tanto necesidad de hacer preceder a esta segunda parte dealgunas prescripciones de car&ter general que permiten establecer el “cuarto”conjunto dentro del cual realizan estas operaciones las pequeñas unidades. ReaImerte en la guerra subversiva no hay que contar con “reacciones” de envergadura a cargo de grandes unidades que concentren en pequeños frentes gran—dos efectivos; por el contrario, consiste e un conjunto de pequeñas operaciones dispersas en grandes &eas y debidamente coordinadas entre si.

Se comienza esta primera parte, con el estudio de los aspectos par—ticukires del enemigo que se ha de combatir, y de! terreno en que r!ormalmen—te se trendr que actuar, asr como a1guras generalidades sobre las fuerzas aemplear; a continuacin, se trata de la articulacin y disposfcf6r! de las fuer—

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zas militares y de la marcha de las operaciones en ci territorio que se trata depacificar; un !t3mo capflulo se refiere a la importancia de la irformacn yde la contrainformccin en este flpo de guerra.

3 Aunque sean tratadas en volúmenes separados, las referidas misior!es de las fuerzas militares er una guerra subversiva, no pueden considercirse aisladamente,Son las unidades que combaten a las bandas armadas y a las guerrillas las quesimultneamente tendrn que ejercer sobre la poblacn una cicciSn psico—socialy establecer medidas de control de esa poblaci& cuando las autoridades civiles no lo puedan hacer.

La lectura de los vo!menes 3 y 4 es necesaria por faqto para una —

buena comprension.

4. Este volumen no contiene la totalidad de ks conodmientos necesarios para elempleo de las pequeñas unidades en ci combate contra bardas armadcis y guerriilas. Por un lado, los preceptos establecdos en c no aeben considerarse sino como un cpndice de los reglamentos y manuales sobre guerra convencinal, que constituyen la base sobre la cual se apoyan estos proceptos; lo quehace ¡dispensabte su conocimiento. Por otra parte, como ya se dije en la ¡ntroducci&! del volumen 1, los referidos preceptos, tendr& que completarse coninstrucciones de detalle especiflcas de las diferentes armas y servicios, por informaciones sobre el enemigo y el terreno, así como normas de eiecucin permanentes e instrucciones a difundir por los cuarteles generales y mandos militares, relativos a la situaciones que se produzcan en cada territorioQ

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VolumenII

OPERACIONES CONTRA BANDAS ARMADASY GUERRILLAS

19Parte

NOCIONES GENERALES

Capflulo1

EL ENEMIGO

Secc ionA.—GENERALIDADES

1.. El enemigo contra el cual tendr&i que combafir las fuerzas militares en una guerra subversiva puede presentar tres aspectos (Vol. 1, Cap0 II, P 41):

— bandasarmadas, bien tengc por finalidad exclusiva el terrorismo opreten±r! constituir un embri& de futuras guerrillas;

— guerrillas

— fuerzaspseudo—regu!ares.

Estas ltimas son en realidad regulares en un organizaci&i, en su —

equipo y en su forma de combatir, IIamdose pseudo—regu!ares nkamente pordepender de mandos o gobiernos cuya existencia no puede ser reconocida polticamente. No presentan pues particularidades sobresalientes y las acciones —

militares contra ellas tienen, en consecuencia, un car&ter de operaciones deguerra convencional; debiendo, por tanto, ser dirigidas segn los preceptos establecidos en los reglamentos y manuales relativos a este tipo de guerra.

Como consecuencia este capftulo, astcomo los dems de este yo—lumer, se referirn exclusivamente a bandas armados y guerrillas.

2. Por su organizaci&i, equipo y forma de actuar, las bandos armados y las gue—rri 1 las presentan determinadas caracteriticas particulares, cuyo conoc ¡miento

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es irdispensabk para ¡ustifkaci& de las operaciones —igualmente particulciresque contra ellas habrn de Hevar a efecto las fuerzas mifltares0

No-representando las bandas rmadas sino un estado rudimentario delas guerrilkis — (VoL 1, Cap0 1, 1’. 37) de las que difieren por su organiza—ciSn menos detallada el equipo menos eficaz y, principalmente, por una disciplia menos rigurosa; son las caracterfsticas de las guerrillas y de sus componentes lo que ms interesa conocer0

Caracteriticasdelasguerril las

3 Las caracterticas principales de las guerrillas son:

— clandestinidad;

— car&ter local;

— rusticidad;

— movilidad.

4. Las guerrillas tienen que mantenerse en la clandestinidad mientras no consigandisponer de “bases” (VoL l, Cap. 1, P. 26), en donde su seguridad no exigeesta clandestinidad0 Vivirn por tanto, siempre que kssea posible, “diluidas”entre la poblacin, o en zonas de refugio constantei.iente alteradas y siempre —localizadas en regiones que presenten grandes dificultades al reconocimiento yal acceso de las unidades militares.

Aunque no tengan por base un reclutamiento local, que muchas vecesno ser posible, las guerrillas contaran siempre con numercsos elementoslocales,perfectamente conocedores del terrero, de la pob!aci& y de los recursos de lasregiones donde actan.

Bien sea por su organizaci& y equipo o bien por los reducidos efectivos de las pequeñas fracciones en las que normalmente se articulan para el —combate, —designadas por “bandas”, gruposj pelotones, etc0, o por otras expresiones tradicionales o regionales (1 —. las juerrillas s6n fuerzas —

(1) Estas pequeñas fraccknes, cuyos efectivos varfan normalmente de una a cuctro decenas de hombres, no son independientes; pues se integran desde su fun

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muy rsticas y consecuentemente el apoyo logitico que necesi tan es muy elementa’, casi siempre obtenido localmente y er gran parte por medio de la poblacin.

Esta caracteri0stica, que a primera vista podre parecer sn6nima de de—bilidad, es en la realidad uno de sus mayores triunfos, pues les confiere una granmovilidad en terrenos diftciles, donde las fuerzas militares, mucho m& pesadas,ser& m& lentas.

5. Ademas de astas, hay que mencionar como caracteritica no menos importante delas guerrillas —y de todas las fuerzas de subversin (Vol. 1, Cap. 1, Sec.E)— lanecesidad imperiosa de disponer:

— de apoyo de la poblaci&

— de un apoyo exterior.

e o e o6 Elapoyodelapoblacon es indspenscok para que las guernllas dispongan deefectivos suficientes, obtengan informaciones precisas y oportunas sobre las —

fuerzas militares, garanticen el secreto de su organizaci6n, localizacin y oc—tividcdes y consigan abastecerse y cuidar a sus heridos0

Elapoyoexterior, por parte de otro o de otros pafses, es indispensable para la obtenci6n de toda aquello que por regla general no pueda conseguirse por medio de la pcblccin: en especial, t&nicos convenier?temente instruidos, armas y otro equipo necesario para el combate.

Formas de actuar

7. Este conlunto de caracterfsticas, que confiere a las guerrillas un conocimientomuy detallado del terreno donde acta, de la poblacin y de las actividades delas fuerzas militares que se les oponen, es una gran facilidad para la subsistencia y desplazamiento en los terrenos difciIes y les permite adoptar formasde

dacf6n en una organizaciSn inicialmente rudimentaria y progresivamente porfeccionada que se prolonga hasta el ms alto escalan de lO direccin de lasoperaciones de subversfn, Las referidas fracciones se van desenvolviendo yfraccionando, constituyendo por asociacin unidades comparables a los pelofones, compañtas, batallones, etc., consolidando cada vez m& la citada orgaizacin que, en su estado rns avanzado, se asemejo mucho a una organizacin militar territorial normal, contando igualmente, a partir de determinado escal&, con sus estados mayores.

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actuar particulares que se basan, esencialmente, en los siguientes principios:

a. Mantener una agresividad constante y persistente.

be Escoger cuidadosamente el punto y ocasin de actuar y el procedimiento a adoptar para:

— mantener la iniciativo;

— obtener sorpresa;

— garantizar una superioridad local acentuada0

c, Rehusar sistemticamente el combate decisivo.

8. Salvo cuando pretend n obtener determinados efectos y sorpresas, las guerrfl lasprcurarn mantener una constante y persistenteagresividad contra:

a0 Las fuerzas militares; para quitarles la ¡niciativa, obligarlas a dispersar sus elementos y faHgar!as.

b. Las vras de comunicacin; a fi de aumentar las dificultades que elterreno ofrezca al dislocamiento de aquellas fuerzas y de sus columnas de abastecimiento y de evacuacin,

o, La poblacin todavfa no subvertida; para obligarla a apoyar a las —

guerrillas o, por lo menos, a crear en ella un clima de inseguridadpoco favorable a la obtenci& de su apoyo por parte de las fuerzasdel orden.

d. Las instalaciones esenciales para la vida de la poblacin y de las —

fuerzas militares.

9. Esta agresividad se manifiesta, como se sabe (Vol. 1, Cap, 1, P, 37), por acciones diversas que, esquem&icamente, se pueden clasificar en:

a. Accionesdeterrorismo (atentados y sabotajes).

b. Golpesdemano, contra objetivos filos (poblaciones, cuarteles, depasitos, fuentes de energta, fabricas, etc,).

c, Emboscadas, contra objetivos mviles (peque?ias undades en despla

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zamiento, columnas de abastecimiento militares o civiles, etc0).

d. Acciones de castigo, semejantcs a las dos Gltf mas pero de menor envergadura y sin objetivo detorminado, ejecutadas a veces s!o porel fuego o con trampas, destinadas a mantener en la pobfacin y enlas fuerzas miUtares un clima de inseguridad0

10. En sus acciones contra las fuerzas militares o sus instalaciones, las guerrillasprocuran principalmente: abatir a los oficiales, a los suboficiales y a los sirvientes de las armas y equipos m& eficaces, y apoderarse de las armas y otrcsmateriales de que normalmente carecen.

Para la primera finalidad, esto es, para abaflr a los mifltares de —

graduaci& con sus tiradores scojick rocurn loca!ior1cs sirilcnrk,se r determinado indicks reveladores, entre los cuales se encuentran: el uso de pistola o pistola ametralladora en lugar de fusil; la ausencia de ciertas piezasde equipo que sSlo acostumbran a usar los soldados; el uso do Ier)tes (cuyo mayor porcentaje se presenta entre las personas que ms estudian); el rostro rasurado en un grupo de personas con barba; la tez ms limpia o de color ms claro por lavarse ms frecuentemente; la utilizacin de vehtculos con antena;etc.

11. Diluida entre la poblacin y disponiendo del apoyo de numerosos elementos deasta, la organizacin guerrifiera podr montar un oficaz sistorna de recogida ydifusión de informaciones que le permita conocer con detalle la situacfn delas fuerzas militares y con suficiente antclccin, todos sus movimientos. Po—dra, por tanto, escoger convenientemente los puntos y ocasiones m& favorables para actuar y los procedimientos ms adecuados a adoptar, de manera quecomo se ha dicho se mantenga la iniciativa, se obtenga la sorpresa y se garantice ur superioridad local acentuada.

12. Para mantener la iniciativa, las guerrillas adoptan procedimientos destinadosa contrarrestar la acci&i de las fuerzas militares o a escapar a esa acc&i, impidiendo por tanto a las referidas fuerzas cualquier probabilidad de xito.. Asi:

a. Si las fuerzas militares pretenden desplazarse con rapidez, tratande retardarkis sistem&icamento, no por medio de una maniobra retardatriz clsica, sino por emboscadas o mediante el establecimiento de obstcu los y trampas en los itinerarios.

b. Si se estacionan para reposar, hostigarlas constantemerte para obligarlas a combatir.

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c Si se retiran las persiguen continuamenteó

d. Si los referidas fuerzas atacar, se retiran en su frente o se dispersan

e. Si se muestran muy agresivas, se retiran a zonas de rofugk lo m& —

disimuladas y apartadas que seo posible, y alif se mantienen por cierto tiempo.

13. Para obtener sorpresa las guerrillas vartar) constantemente los mtodos utiUza—dos en sus acciones y emplecfl ardides diversos, tales corno:

a. Smukr una o ms acciones ofensivas en ciertos puntos y atacar despus decisivamente, en otro; o simular un ataque a determinado punte para montar una emboscada a la fuerza que probablemente acucl

ra a su socorro.

b. Hacer creer a las fuerzas militares en un debilitamiento de medios(por ejemplo disminuyendo las actividades en una regin), precisamente cuando esos medios hayan sido aumentados o estuvieran a punto de serlo.

c. Llevar a las referidas fuerzas a descuidar el establecimiento de medidas de seguridad u otras, para despus actuar m& enrgicamente.

14. Para garantizar una acentuada superioridadlocal, las guerrillas actan, normalmente, en terrenos donde las fuerzas militares no pueden lograr gran ren—dmieto do sus medios ms poderosos y:

a. Atacan a las referidas fuerzas, con preferencia en sus puntos ms dbiles (peque?as fracciones aisladas, vehrculos de abastecimiento —

con escoltas reducidas, retaguardias de columnas, etc,).

b. Atacan e esas fuerzas en ocasiones en que su prontitud para el combate sea menor (por ejemplo, a las horas de las comidas) o las condiciones de defensa sean ms precarias (por ejemplo, de noche).

c, Atacan poblaciones o istalcciones libres solamente cucdo las fuerzas militares encargadas de sus seguridad no estuvieran presenta ohayan sido reducidas.

d0 Combinan esos ataques con otras acciones (emboscadas, obst&ulos,etc.) sobre las vras de acceso de posibles refuerzos,

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15. Como norma general, las guerrillas rehuyenelcombatedecisivo contra fuerzassuperiores, iguales e incluso inferiores0 Escogiendo previamente, corno ya seindc los puntos y momentos para actuar y hacindolo rpidamerte, procuransiempre evitar un empeño de importancia con las fuerzas militares, retfr&ndosesiempre que sea posible y dispersndose y refugindose despus en zonas previstas al efecto. Cuando son atacadas por sorpresa, raramente disputan el terreno, procurando de igual modo escapaise por la dispersi&i o por la retirada.

Les resulta posible adoptar esto procedimiento debido al detalladocoocfmiento que tienen del terreno y de 1as actividades de Icas fuerzas miU—tares; a la selecci6n y preparacfn previa de itinerarios de retirada; la adop—ci& de las necesarias medidas de seguridad y su gran movilidad er los terrenos diftcf les, donde como se ha dicho, actGan normalmente; por otra parte,porque para ellas no tienen inters la conquista o la defensa de los clsicospurtos importantes del terreno, esto es, zonas dominantes, nudos de comuni—cac iones, carreteras, poblaciones, etc.

16 Do este modo, las guerrillas difrcilmento podrn obtener ua decsf& sobre lasfuerzas militares, lo que por otra parto, no es su finalidad. Elias no son sino —

una de lcs fuerzas de la subversin y solamente les compete fundamentalmentecontribuir a esa decisin por e! desgasteflicoymoral de las fuerzas miltcres,persistertemente llevado a cabo, no slo por el combate siio tambi por laacci&i psicolgica sobre las referidas fuerzas y sobre La pob1acin, ¡ntetan—do cor!voncer a ambas de la incapacidad de las primeras para destruir a las —

guerrillas.

Caractertsflcasdelguerrillero

17. Las formas de actuar anteriormente mencionadas, exigen del guerrillero un conjunto de condiciones fisicas y morales que le caracterizan como un combatientevalioso.

18. Robusto, cgfl, dotado de gran capacidad de iniciativa y de facultades de orientaci&), el guerrillero sabe sacar el mayor provecho del medio en que achía, sedesplazo rpida y siler!cioscmente, recorre a pie enormes distar)ckis y se disperso y reure con gran facilidad.

Convencido siempre, fanflca o conscientemente, de la justicia dela causa por la que se bate, posee una moralelevada y un gran espfritudesacrificio y de discipUna, lo que le permito resistir las privaciores a que normalmetc esta sujeto y persistir en la lucha por muchos que sear los reveses que

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sufra0 Ademas de lo dicho, es sobrio y capaz de hacer frente a la escasez dealimentos y de agua y a tas deficiencias de vestuario y proteccin. Sabedorde que el secreto constituye una condici& vital de su seguridad, es discretoy cuando cae prisionero, raramente traickna a sus camaradas0

Teniendo, por lo general, grcdes deficiencias de equipo, sabe apesar de todo sacar el mximo provechodelmaterial de que dispofle y equilibrar esas deficiencias por un constante uso deardides en lo que es perito. Apesar de las faltas que sufre de medios normales de transmisi&), consigue casiskmpre establecer un enlace eficiente, tanto para la difusin de informaciones como para transmitir &denes.

Vulnerabilidaddelasguerrillas

19. Las guerrillas presentan numerosos puntos dbiks, entre los cuales merecen destccarse los siguientes:

— necesidad imperiosa del apoyo de la poblacin y de un apoyo exterior;

— fragilidad de la discip!fa de la moral;

— escasez de medios.

20. Como se menciona en el p&rafo 6, el apoyo de la poblaci& y el apoyo exterior, son condiciones fundamentaks de la existencia de las guerrillas, puestoque:

si estos no pueden ser obtenidos las guerrillas no pueden subsistir;

— cuando dispongafl de estos apoyos, ser imposible conseguir, exclusivamente por el combate, su total aniquilamiento0

Suprimir los referidos apoyos o por lo menos, reducirlos considerablemonte —esto es, aislar las guerrillas de la poblacin y del exterior— es, por tanto, una medidaindispensabley extremadamente eficaz0

21. La disciplina y la mora! de las guerrillas presenta muchas veces cierta fragilidad que se debe explotar en la lucha contra el las0

Asr, la moral puede basarse er un fanatismo polfl feo, racial, religio

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so u otro, sin la suficiente solidez para resistir una adecuada acci& psicoIgica, y la disciplina, puede ser consecuencia simplemente de ura admiracin Fcia el jefe y no de un sentimiento coriscknte o de una instruccin rigurosa, porlo que eliminado ese jefe, la disciplina desaparecer.

Por otro lado, aunque los guerrilleros se caractericen por un conjunto de cualidades que les confieren un alto grado de resistencia ffsica y moral,las dificultades de todo orden a que rormaLmente est sujetos pueden desbordar esa resistenck cuando fuesen sometidos a una persecuci& tenaz por partedo las fuerzas militares que les aparte la influencia constante de sus ¡efes yles prive de los recursos mrnirnos necesarios para su supervivencia0

Es tambin de resaltar que e el interior de un movimiento subversivo se produce frecuentemente la existencia de faccionesqueseoponenunasalasotros con motivo de diferencias ¡dcolgicas, raciales, tribales o incluso persondes que minan la disciplina del conjunto Como se vera en el Volemen UI,en este hecho se podre basar una posibilidad de facilitar la terea de las fuerzasmilitares, que consiste en acentuar estas diferencias por medio de una propaganda y de una accin diplorn&ica intdligete, ast como de un apoyo clandestinoa ura de las referidas facciones, como modo de ¡mpedir su uificacin e incluso para tratar de llevarlas a combatirse, En cualquier caso, un movimiento guerrillero dividido en discordia es mucho rn& fcfl de vigilar que cuando esta d—rigido por un mando unico y riguroso en la disciphna que impone.

22. Las rusticidad de las guerrillas constituye una caracteristfca positiva, como yase dijo, en terrenos diffciles donde las fuerzas militares, normalmente, no pueden sacar todo el rendimiento de sus medios. Sin embargo, si estas fuerzas militares, por medio de una ¡nstruccin, organizaci&i y equipo adecuado fueseicapaces de actuar con la misma voluntad que las guerrillas en estos terrenos —

diftcfles, la debilidad de ks medios de que disponen stas evidenciarra la referida rusticidad, que pasarra a ser una carccterrstica negativa.

Secci&iB.—ENLOSTERRITORIOSULTRAMARINOS

230 Como consecuencia de los aspectos especiales de la pobIacin, del terreno ydel clima en los territorios ultramarinos (Vol. 1, Cap. II, P. 24) el enemigopresenta en estos territorios ciertas particularidades que es idispesable conocer:

Lo que se expone en los prrafos siguientes se base esencialmente,en la experiencia de cerca de dos aflos de operaciones en el Norte de Angola;

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es valedero por tanto con respecto a esta fecha y a aquel!:; r&J&7peropuedenoserloparacualquierotroterritorioeinclusoparalareferidaregi&enunfuturomasomenosproxirno.

Elguerrillero

24. La mayor parte de las caracteriticas mencionadas en el P. 18 sop pormalmentemas acusadas en el guerrillero nativo de un territorio ultramarino,

25. Profundamente influenciables por el fetichismo y muy permeables a ¡as ideasdo naturaleza racial y religksa —como asr mismo a las simples ideas de revan—chc?. tos pueblos ultramarinos pueden, con facmdad, ser preparados ideolgi—camente para una lucha subversiva; aupque, por lo general, su mentalidad noles permite comprender las verdaderas razones de esta lucha, o las que l dingeptes de la subversin pregonan como tales, Bato ¡a influencia de los hechceros, que estos dirigentes aprovechan astutamente, muchas veces reforzadapor el uso de estupefacientes adecuados, los nativos puedep ser llevados a acekw determinados ideales que de otro modo repudiarían e ircIuso a practicar —

ciertos actos de los que norma Imepte serran incapaces0

Como consecuencia, el guerrilero nativo puede ser extraordinariamente fan&ico en ¡a lucha y muy agresivo en e1 combate, y capaz de sujetar—

o o e e o o

se a todos ¡os sacrificios y de coedecer a una disciphna rigida,

26. Viviendo normalmente en la selva (“mato”) ep conoic iones priiflvas y siendopor naturaleza y por necesidad, muy frugal yrudo, el guerrillero nr.tivo tieneunaperfectaadaptabilidadalmedio er que acFa y una gran;esistenciaflfca.Asi:

— sabe aprovechar de la naturaleza todo cuanto asta puede ofrecerlecomo aUmentacin y abrigo;

— cuando se ve obligado a alejarse de sus poblados permanentes, puede vivir en la selva durante largos periodos de tiempo, organizandocon facilidad nuevas condkiones de vida;

— sabe como sacar partido de tas condiciones adversas que el terrenoy el clima presentan a las fuerzas militares europeas y como agravaracentuadamente estas condiciones;

— Consigue transmitir informaciones y &dees a enormes distancias con

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gran rapidez y precisn, mediante rocedimientos primitivos peroeficaces;

— tiene un extraordinario sentido para esconderse en la selva, paraorientas-se y para seguir rastro;

— recorre a pie distancias enormes con gran rapidez (60 a 70 Kms. aldra e fncuso mas);

— resiste bastante tiempo las deficiencias de alimentacin y abrigo;

— en el combate, continGa muchas veces luchando incluso despus dehaber sido herido gravemente;

— consigue recuperarse con facilidad de las heridas recibidas aun sintratamiento adecuado,.

27. Ademas de esto, el guerrillero nativo es por naturaleza muy pacienteyresignado.

Las armas

28. Normalmente, gran parte de las armas de que dispone son primitivas, pero sabe utiUzarlas convenientemente en el terreno en que acta

El “canhangulo” —fusil que se carga con metralla, por la boca,— notiene gran procsn y su alcance qoiz no va m& altS de unos 40 o 50 m. Apesar de alio, por su gran dispersisSn, a 20 o 30 m, permite abatir simultnea—mente a ms de un individuo y, cuandc el terreno facilita a su portador la posibilidad de aproximarse hasta unos metros sin ser visto, Jo que es corriente, produce heridas muy graves.

La “catana” —arma blanca de hoja larga usada normalmente como herramfenta en gran parte de los trabajos agrfcoias (machete)— cor)stituye una —

ayuda ptima para abrirse camino en la selva y es un arma muy peligrosa en e1cuerpo a cuerpo.

29. Ademas de las armas primitivas, el guerrillero nativo dispone dø armas modernas —designadas como “armas Finas”— robadas, capturadas en e! combate o recibidas clandestinamente del exterior, tales como fusiles de guerra o rifles decaza mayor, pistolas ametralladoras, setralkdoras ligeras, granadas de ma—

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no y minas.

Las armas automticas e incluso los fusiles de mayor potencia y precisin son empleadas muy habflrnente y casi siempre como dotaci6n de un pequeño equipo que nunca se compromete en la lucha cuerpo a cuerpo, con ob—eto de garantizar no salo su contiuo funcionamiento cuando su apuntador sucumba sino tambien para no caer facflmerte en las manos del enemigo.

Otros materiales

30, Entre los materiales m& necesarios a los guerrilleros destacan, por su importancia, las estaciones de radio y el material apropiado para las acciones de sabo—taje.

31 En cuanto al material de radk, flnecesario subrayar su importancia, puestoque como es obvio, resulta imprescindible para el enlace, principalmente enlas fases mas avanzadas de la subversion.

32. La importancia del material para el sabotaje, se justifica por el mismo relieve, que asume esta forma de ccc in (P. 39) De l destacaremos los explosivos plsticos, que por su mayor potencia sustituye con ventaja alos cl&icos; por su maleabilidad y adherencia , permiten su utiliza—cian en variad rs irnos casos vedados a los explosivos ro pl&ticos , yademas porque su maneio exige una menor especalizacon tecnica delpersonal.

33. El origen, tanto del material de radio como del material de sabotaje, es ele fi • IImismo que se cito para las armas finas (P. 29) y ademas, en el caso del

material de sabotaje la adquisicin local de determinados productos, permite la manufactura de explosivos, plvoras, y dispositivos de accionamiento.

Lasformasdeactuar

34 Les bandas rebeldes nativas viven normalmente en poblados establecidos profundamente en la selva, en regiones de difrcil acceso a las fuerzas militaresy prximas a puntos donde haya agua. En sus inmediaciones se preparan cultivos a fin de mejorar las condiciones de vida.

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En cual uiera de los casos -aldeas o cuarteles—, seestablecen cuidadosamente —

medidosdeseguridad: las di—ficultcides naturales de las Ifneas de a ‘roxm.cin se refuerzan con obstculos, mi—nos y tram.is; los verdaderos Fi;. 1accesos se cUsimulan yse hacen aparentes falsos accesos;se montan uestos de centirielo a distancias convenientes(a veces a mucos centenaresde metros), con dos o tres hombres de dra y tres o cuatro de noche; se esto’lece un istema de alarma (latas, perros, tiros, instrumentos de percusi6n, etc.); se constituyen trincheras debidamente disimuladas y se desembcrazin los campos de tiro; muchas veces, losreferidos campamentos se rodean con 1’estocadas’, a. fin de que el acceso s6lo sea posible- -‘or determinados puntos, deidu —

mente guardados; se prepara la retirado de modo que pueda realizar

-- e con rapidez y seguridad, distri—huyendo riurosomente el mat.riyi

ci transó’rta ,‘or cada cual, orin6 -- o y disimulando los itinerarios n

40 ---... , cesarios y nornrcndo una viilan‘j de retaguardia (fig.2),40—---

1.- Caaino. 2.- Poblado (fuente de abastecimientos e infermaciena.). .- “Cuartel” rebelde. 4.- Vta. de fuga. 5.- Ac¿eses transversal...- 6.- Cantinelas. -

7.- Posiciones de defensa. 8.— Senderosa otros “cuartele.” e zonas de refugio.9.- Posióionsa retardaderas. 10.- Falsossendero.. 11.- Puntos de emboscada sabreel camino.

Mucs VCCOS 3tJ ccr.—pamenfos taman la fcrro de“ct,irteles” (1) debid’rerteoraniz4dos, ‘Le Sir/en d —

unce unidad ; ide se aj’?’ r en e oldo existen

te en los roximidazes (fiT1).

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1.- Zonas densas da arbolado. 2.-Rio.j.— Cultivo. 4.- Poblado de apoyo.5.-“Cuartel”. 6.— Senderos. 7.— Falsos -

accesos.

e

.6

flg.2

Arxirte de lo dicho, ¡as ccrntrucdones, y sembrados sean convenientemente disersnJolos a fin de evitar su referencie y

reducir los efectos de un eventucd

ataque oreo.

(1) Poblado donde permanecen sclamente elementos combotente.

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350 Los desplazamientos se hacen de preferencia denoche a travs de la selva,evitando tas carreteras, los caminos y las poblaciones, en completo silencioy cori las necesarias med idas de seguridad0

En presencia de fuerzas militares, el silencio debe de ser mantenido rigurosamente, lo mismo cuando se pretendo evitar a estas fuerzas quecuando se trata de atacarlos y los &de.r)es son transmitidas por señales visuales y acstfcas, imitando los sonidos naturales

La veloddad de marcha y la duracin de las etapas se ¡cremen—tan por el pequeño peso del equipo a transportar y esto gracias al apoyo organizado que les prestan en los poblados a los largo de su recorrido.

Cuando se estacionan, como descanso en los desplazamientos oinmediatamente antes de desencadenar una acci&l, lo hcceq en zonas do —

reuni6n doflde, adem& de montar una vigflancfa y una defensa rigurosas,no se construye ninguna clase de abrigo, i se hace fuego contra animales,aunque haya falta de alimentos no se enciende lumbre, ni se fumo, ni se habla a!to,

36. En los golpes de mano contra poblaciones, haciendas o estacionamientos defuerzas militares se disponen normalmente de modo que puedafl hacer fuegoen varks direcciones y ejecutar acciones de tiro con un plan previsto desdeposIciones bien escogidas, caso de que cuenten de armas adecuadas para —

ello. Si es posible, un pequeño grupo se ¡nffltra para efectuar el asalto yla retirada o dispersin se eiecuta rpidamente una vez que se monte una reacci& eficaz por los elementos atacados0 (1) Perc si esta reaccin o se verffica, podre tener lugar un ataque de t’limpfezaT1.

Casi Siempre, en los posibks itinerarios de acceso de fuerzas desocorro al punto atacado se montan emboscadas o se establecen obstrucciones.

37 Las emboscadas (2) se montan principalmente a las columnas motorizadas, o—bligac!as a desplozarse por carreteras o caminos amplios; escogiendo conve—

(1) En la segunda parte, Cap. VI, se tratar en detalle del golpe do mano aejecutar por las fuerzas militares, aunque los rebeldes procuran llevarloa cabo de igual modo.

(2) En la segunda parte, Cap. Vil, se tratar en detalle de la emboscada aejecutar por las fuerzas militares, aunque los rebeldes procuran llevarlaa cabo de igual forma0

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nientemente el sitio de manera que la mankbra de las fuerzas militares resulte diffcf 1 y preparando la detencfn de las columnas con vallas, &boles derribados, —

puentes destruidos, etc. El fuego se inicia a una señal mand&dolo debidamentey ejecutandolo a la menor distancia posible, con preferencia sobre los vehi’culosmJ blindados o con carencia absoluta de blindaje y dirigindose en especial alos ¡efes, conductores, apuntadores de armas m& eficaces, operadores de radio,etc, Si es posible, se lanzan grupos de asalto a la debida altura para capturarmaterial y aniquilar personal.

La retirada se podre efectuar sin que los atacados consigan siquiera locotizar a los tiradores rebeldes, puesto que el asalto como normal general salotendr lugar si la columna atacada tuviera pequeños efectivos y su reaccin nofuese inmediata y eficaz.

Aunque sea m& fcil el ajuste de tiro durante el dta, los rebeldesprefieren muchas veces montar las emboscadas de nochedada la mayor dificultadque la falta de visibilidad impone a la persecucin por parte de las fuerzas militares.

Laemboscadaeslaformamspeligrosa de la acci&, ofensiva de lasbandas rebeldes nativas de los territorios ultramarinos. En realidad, en los terrenos donde &tas actGan normalmente, permitindoles una disimulaci& compkta¡unto a los mismos bordes de las carreteras y caminos ydfficuttando extraordinariamente la progresin de destacamentos de seguridad por los flancos, esimposibleevitarunaemboscada y que asta ocasione algunas bajas. Esto puede provocar, incluso en tropas bien instruidas, disciplinadas y de salida moral, un recelopermanentedurantek)sdesplazamientos, en especial si ¡os rebeldes tuvieran por costumbre atacar siempre los vehtculos que van en cabeza,

Lo mismo sucede con el establecimiento sistemtico de minas o trampas en las vtas de comunicaci&, —

38. Adem& de estas acciones principales, tipo golpe de mano o emboscada, las bandas rebeldes nativas realizan constantemente accionesdehostigamiento bien —

por el fuego, por regla general ejecutado por tiradores escogidos instalados enposiciones dominantes y de localfzacin diftcil; bien por medio de obst&ulos profusamente distribufdos en las vtas de cornunicacin. Hay eemplos de unidadesque encontraron 3 4 obst&ulos por Km, —en especial &boles derribados y vallas— en recorridos de centenares de kilmetros.

39. Las accionesdesabotaje desempeñan un papel muy importante en el conjuntode acciones violentas del enemigo, dado el elevado rendimiento que permiten

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obtener con e! empleo de medks reducidos.

Se realizan, bien como refuerzo de las acciones de combate, bienen acciones independientes de aqullas, con la finalidad comn de crear un ambiente general de desmoralizacín y la ruifla eccnmica del territorio

Entre los diferentes tipos de objetivos que rinden m&, pueden con—sidercrsc los siguientes:

a. Objetivos de inters esencialmente militar que una vez alcanzadosreducen la capacidad de combate de nuestras tropas y de modo accesorio afectan a la moral de ias mismas por la sensacin de impotencia que comportan; son fundamentalmente los siguientes:

— dep&itos de cornbust bies y otros abastecimientos;

— oficinas de mantenimiento;

— acuartelamientos;

— infraestructura de transmfsione

— vtas de comunicacin que sirvan, principalmente, a las —

fuerzas militares;

— pistas de aviacin de ¡nters miUtar;

— vehfcu los en movimiento o apar ados;

— barcos o aviones de transporte de persona! o material militar.

b. Objetivos de inters general, que acarrean prdfda inmediata e importante a la economfa y que provocan un choque psicofgico susce2tibIe de ser explotado interna o externamente, entre los cuales se —

destacan:

— red de carreteras y ferrocarriles;

— instalaciones portuarias y aeropuertos, sobre todo las quesirven a las ltneas metropolitanas e internacionales;

— centrales y redes de distribuc&i de agua y de energta el&trica;

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— centrales de radk, telefnkas y de correos;

instalaciones fabriles ms importantes;

— instalaciones mineras, principalmente las de mayar interspara la economía;

— cultivos e instalaciones agrícolas importantes.

c. Obletivos de ¡nters general que aunque representen salo una pequeña quiebra del patrimonio, provocan grandes efectos psicoIgicos porel pnfco que originan, entre los cuales se destacan (ver Vol. t,Cap.1, nota de la pg. 16):

— locales de reuni&, de la poblacin (cafs, salas de espec—tculos, templos, parques deportivos, hoteles, plazas,etc1)

— transportes colectivos;

— hospitales y otros locales de asistencia;

— escuelas;

— otros edificks pblicos.

40, Las acciones defensivas de los rebeldes —que nunca pretenden disputar terreno—se limitan normalmente, a tentativas de retardo de lae fuerzas militares, cuandosus sistemas de vigilancia y alarma les permitan iniciar la fuga o la dispersin —

antes del establecimiento de contacto, Por regla general, s3lo resisten cuandoson sorprendidos completamente.

41. A veces, en los territorios ultramarinos, ci enemigo puede preser)tarse ante lasfuerzas militares en forma de grandes masas de nativos mal armados e incluso,en parte, desarmados.

Aunque las referidas fuerzas, por la potencia de sus armas, puedannormalmente hacerles frente con facilidad; la forma de actuar contra escs masasdebe basarse, siempre que sea posible, en los principios establecidos en el Vol,IV, Cap. U, Sec. B “Dispersin de muRitudes y eliminaci& do motines”. En realidad, las referidas masas son casi siempre “maniobradas” por los dirigentes de lasubversin, con obeto de llevar a las fuerzas militares a actitudes que puedan —

despus presentarse como prueba de que esas fuerzas actGa brutalmeflte contra la

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o o o O •poblacion indefensa, sin motivos que lo justifiquen (Vos. 1, Cap. II, P. 3).

42. La actividad del enemigo puede no ser la misma en todas las regiones de un territorio subvertido. En realidad, las posibilidades de los rebeldes, la densidadde la poblcicin, la mportancfa econmica, la naturaleza del terreno, el nmero de vfcs de comunfcacin, la sitoacin relativa con respecto a la frontera oa las grandes ciudades, etc., justifican eso diferenciacin de actividades. Ast,podrn distingurse:

a0 Por un lado:

1 • Zonas de gran agresividad, donde el enemigo procura a toda costa una supremacta sobre nuestras fuerzos

2. Zonas de pequeña agresividad, donde busca simplemente —

mantener un clima de inseguridad para nuestras fuerzas ypara la pohlaci&i.

b. Por otro lado:

1 • Zonas fronterizas de penetracin, por donde el enemigo recibe el auxilio del exterior y donde no pretende sino pasardesapercibido, esto es, no revelar ninguna actividad.

2. Zonas de tr5nsito o de enlace, entre las anteriores y las indicadas en el apartado a., donde pretende igualmente pasar desapercibido, pero en las que siendo necesario dar descanso y alimentaci& a los elementos que transportan abastecimientos, tiene que establecer poblado, cultivos y cuartetes, oponi&dose por tanto a tas acciones ofensivas de —

nuestras fuerzas contra aquellos elementos e instalaciones.

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Capttulo11

EL TERRENO

SeccfnA.—GENERALIDADES

1. Las operaciones contra bandas armados y guerrillas pueden tener lugar en cualquier terrenos Sin embargo, como normal general, las referidas bandas y guerrihas buscan los terrenos que les permiten sacar el mayor partido de sus ccractersticas y que mejor se adopten a sus formas de actuar (Cap. 1, Ps. 4 y 14). Estosterrenos son:

a. Los montañosos, pantanosos o desrflcos, donde las dificultades dedesplazamiento para las fuerzas iiifltares son mayores.

b. Y, principalmente, los densamente cubiertos do arboleda, donde alas dificultades de desplazamiento, hay que unir las resultantes deuna vfsin limitada.

2. Normalmente, en todos estos terrenos, la densidad de la poblacin es reducida,e incluso nula en enormes extensiones, Sin embargo, los nucleos de poblacionde cierta importancia constituyen un buen refugio para los guerrilleros, siemprequ la pobkcin no le sea hostil y deben por eso ser considerados como factorimportante en la aprecfacin del terreno donde se pretendo. llevar a efecto acciones de contra—subversin.

Terrenosmontañosos,pantanososydesrticos

3. Los terrenosmontañosos restringen la movilidad. Consecuentemente, los movimientos de la Infanterfa son ms lentos y fatigosos y el empleo de la Artfllerta(excepto la de montaña), de los carros blindados y del equipo pesado do Ingenieros, se limito a las proximidades de la vfas de comunicaci& existentes, ylos abastecimientos son dffciles y lentos, exigkndo muchas veces el recurrir abestias de carga. Por lo dicho:

a. Las grandes desenfiladas y los numerosos espacios muertos dificultanla observacin y favorecen por tanto lo sorpresa, permitiendo con —

frecuencia la aproximacn en buenas condiciones de seguridad hasta llegar junto al adversario.

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b. El tiro se perjudico por las dificultades de observaci& y los efectosde los fuegos son reducidos en gran parte por los accidentes del terreno.

c, Las transmisiones almbricas son ms difíciles de establecer y las estaciones de radio ver& reducido considerablemente su alcance enmuchos casos.

Por otra parte, ciertos elementos del clima —temperatura,viento y nubosidad— presentan en la montaña valores muy acentuados, siendo muchas las probabilidades de cambios bruscos en las —

cond fc fones atmosfricas.

Todas estas razones hacen los terrenos montañosos diffcilespara las fuerzas militares, oblig&dolas a reducir efectivos y a descentralizar el dispositivo, e ¡mpidfndolas sacar ror)dmiento de susmedios ms potentes. En ciertas regiones, slo las tropas especialmente organizadas, equipadas e instruidas para la montaña, podr&actuar,

4. La carencia de red ferroviaria o su escaso rendimiento, que normalmente caracteriza a estos territorios, aumenta el valor de las vias de comunicaci&i existentes. Las fuerzas militares, antes de ¡r)iciar cualquier acci& ofensiva contra lasbandas armados y guerrillas tendr& que garantizar la Ubre utilizacin de las referidas vías de comunicacin lo que exige una slida defensa de los puntos quedominan los valles y los desfiladeros por donde ellas pasan.

5. Los terrenos pantanosos son impracticables a los vehtcu!os de cualquier especiefuera de las carreteras o caminos, siendo muy difícil su vadeo por tropas a pie.Esta dificultad es consecuencia de la altura del agua, a veces grande, de lafalsedad del suelo que puede ceder inesperadamente y de la existencki de unavegetacin, por lo general bastante densa.

Aparte de lo dicho, el nmero de puntos pasibles de referencia esmuy reducIdo, por lo que la orientacin, la conservacin de la direccin y laapreciaci&i de distancias son ¡gualmente difíciles.

Para transitar r ellos, las fuerzas militares no pueden prescindir dela cooperackr de guías conocedores de los caminos existefltes y de los lugaresdel terreno suficientemente consistentes. De otra forma su progresin sería muylenta por las precauciones que tendría que revestir.

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6. Normalmente, la extensi&i de los terrenos pantanosos no ser suficiente para ¡rnpedir el desarrollo de operaciones de importancia, pero st pueden constituir unobst&ulo difícil que las bandas armadas y las guerrillas, atraves&idolos, puedenoponer a las fuerzas militares cuando sear perseguidas por stas,

7. Los terrenosdes&ticos pueden presentar aspectos bastante variados: planMes,terrenos ondulados o quebrados; de arena, de piedra suelta o de suelo firme.

En todo caso raramente se econtrarn en ellos carreteras bien definidos, aunque existan pistas que conducer) a puentes, pozos, cursos de agua uoasis, Fuera de estas pistas, el desplazamiento a pie o en vehículos es muy lento, a pesar de carecer normalmente estos terrenos de grandes obst&ulos.

La falta de puntos de referencia, que es muy acefltuada, y el climasiempre extremado son otras dos grandes dificultades que presentan los terrenosdesrticos.

8. Las caracteriflcas ms sobresalientes de este terreno, son por tanto, la escasezdeaguayvegetaci& que constituyen gral)des desventajas para las bandas armadas y guerrilkis,en especial las segundas. Los terrenos des&ticos son por estolos que menos dificultades oponen a las fuerzas militares ei la lucha contra lasubversin, siempre que estn equipadas e instruidas convenientemente y su a—basfocimiento de agua —problema fudametal— esta garantizado.

Terrenoscubiertosdensamentedearbolado

9. Los terrenos cubiertos densamente de arbolado son los que presentan mayores dificultades a las fuerzas militares en el combate contra bandas armadas y guerrihas. Como se dijo (P. 1) estas dificultades son fundamentalmente:

— visin limitada;

— movilidad reducida.

10. La visi*n esta limitada por la vegetaci&, a veces a escasos metros, lo que setraduce en campos de tiro y de observaci& muy cortos y proporciona enormesposbihidcides de disimulac&4

Como consecuencia, el empleodearmas pesadas de apoyo, principalmente las de tiro directo, esta muy dificultado, por lo que habr& de utihi—

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zarse casi exclusivamente ks armas porttiles —pistolas ametralladoras yfusfles,granadas de mano y de fusil, bayonetas, puñales y machetes do selva y en ciertoscasos lanzagrancidas y lanzallamas— que todo el personal debe ser apto para mcinejar iflstant&!eamente y en lo posible, indistintamente.

El enlace es tambi&i muy dWicil: la señalizcci6n ptica es ¡rnposibre,excepto dentro de las unidades ms pequeñas; el lanzamiento de cable es muy len’—to y el enemigo puede con facilidad, cortar las ltneas; los sistemas radiofnicos —

auflque sean los que mayores ventajas presentan tienen un alcance reducido y lasestafetas corren demasiado riesgo de ser capturadas.

La dificultad e ver los puntos de referencia que ofrece el terreno yque la densa vegetacin opone o los desplazamientos en lfea recta, perjudicanla oiientaci&, la coservacn de la clireccin y la apreciaci&) de distancias,au ms que en los terrenos pantanosos y des&ticos. Se hace ast muy difrcil alas u,idades determinar la posici&ienqueseencuentran y en consecuencía conocer permanentemente la posicin de los elementos subordinados, mantener un dispositivo coordinado y realizar los fuegos de apoyo.

Las pasibilidades de disimulaci&) facilitan extraordinariamente lasacciones de infiltraciny de envolvimiento y las emboscadas y exigen por tantoque todas las unidades, sea cual fuere su naturaleza, efectivos y situacin, to —

men permanentemente rigurosasmedidasdeseguridad en todos los sentidos, contra cualquier forma de ataque imprevisto. Siempre que se estacionen, el terrenocircundante debe limpcrse en la extensi& conveniente.

La cbervacinarea tambin se perjudica, como es obvio, cori manifiestas ventajas para las bandas armadas y guerrfllas, y evidentes dificultadespara cualquier forma de apoyo que las Fuerzas Mreas puedan prestar a las Fuerzas Terrestres.

li • De las difkultades consecuentes a una vfsin limitada resulta una mayor importancia de la informacinporelsonido y por tanto, para el silencio como medida de seguridad. Todo el personal debe ¡rstruirse para la escucha —conociendobien los ruidos normales del ambiente provocados por los animales, por el viento, por los nos, etc.— y para actuar sin provocar ruidos.

En la imposibilidad de ser totalmente silenciosos, el personal debeInstruirse en el sentido de hacer un “camuflajeporelsonido11, como por ejemplo; aprovechando el murmullo de los cursos de agua, de la lluvia o el vientopara disimular un movimiento; o tirando una piedra, partiendo una rama o ejecutando una descarga para llamar la ateflci&! en un punto diferente de aqulen que un camarada muda de posici&); o tambin ¡mDando el canto de dertos

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animales para dar una señal convenida.

Siempre que sea posible deben aumentarse tambi& las probabilidades de que el enemigo produzca ruidos, esparciendo ramas secas, montando ob—t&ulos ligados a latas, granadas de mano, etc.

12. La inmovilidad es otra medida de seguridad, no menos importante que el silencio,pues cualquier elemento parado y disimulado es m& diffcflmente apercibido quecuando esta en movimiento, y ademas se encuentra en ptimas condiciones paradetectar cualquier anormalidad.

13. La movilidadsereduce por la falta de vfos de comunicaci& carcctertstica de losterrenos densamente cubiertos de arbolado y por las dificultados que la vegeta—cian ofrece al desplazamiento fuera de estas vtas.

Como consecuencia, la utilizacin de vehfculos y por tanto el empleo de armas pesadas, artillerta, carros de combate, ametralladoras sobre vehrculos y equipo pesado de ingenierta se Umitar a las carreteras y caminos existentes y a sus inmediaciones, La Infanterfa, por ello, tendr que actuar aisladamuchas veces, desplazndose casi siempre a pie. La maniobra de las reservas essiempre lenta, por lo que por regla general se adoptan dispositivosdescontraUzados,El abastecimiento constituye un problema diffdl cuando no puede hacerse por —via aerea.

Fuera de las vtas de comunicacin, la forrnaci& a adoptar por lasundades ser normalmente la columna de a uno, lo que requiere una severa disciplina para evitar alargamientos y garantizar la seguridad en todos los sentidos.Cuando el desplazamiento se haga en columnas paralelas e! enlace lateral indispensable presenta bastantes dificultades y exige la realizaci& de un gran nGme—ro de altos, para que no haya avances o retrasos sensibles de unas columnas conrelacion a las otras ni alteraciones de direccion.

SeccinB.—ENLOSTERRITORIOSDEULTRAMAR

14. En los territorios situados en las zonas tropicales y ecuatorial, el terreno presenta en ciertos aspectos, caractertsticas especiales, motivadas principalmente porel clima. Este por sfslo constituye para las tropas de origen europeo otra dificultad, no inferior a las que el terreno les puede oponer por su vegetacin, relieve accidental, cursos de agua, naturaleza del suelo, etc.

Adem& de lo dicho, en estos territorios existen con frecuencia enor

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mes extensiones en las que la posibflidad de lograr recursos de cualquier especiees nula, las lrneas de comunicacfn no existen y la densidad de la poblacin esmuy reducida, lo que multiplica bastante las dificultades que ofrecen el cUmci yel terreno.

CUma

15. En los territorios citados, el clima es acentuadamente calurosoyhmedo, puestoque los valores medios de la temperatura en general, pluviosidad y nubosidad sonbastante altos.

Hay dos estaciones: “la estacín de las lluvias muy calurosa y hmeda, durante la cual llueve abundantemente y las tormentas son frecuentes y violentas; y la “estacin seca” o del cacimbo” en la que las temperaturas son msbajas (descendiendo bastante durante la noche,a veces)y la pluviosidad es menor,a pesar de que la humedad se mantiene elevada. En esta segunda estacin, esnormal que los valles y las zonas de escasa altura se cubran de nieblas densas, enespecial durante la madrugada y la mañana.

16. Muchas veces, las variaciones de las condiciones atmosf&icas son bruscas en cosa de pocos minutos un tiempo claro se resuelve en lluvia torrencial y, con igualrapidez, puede cesar la lluvia saliendo el sol de nuevo, lo que provoca una enorme evaporacín y, por lo tanto una atmsfera extremadamente hmeda.

17. Este clima es agotador para el europeo y los peligros de insolaci&i y agotamiento que ofrece son muy grandes.

Exige por esto una buena resistencia fica y una aclimatacin cuidadosa de las tropas por medio de un periodo de ¡nstruccin cuya duracin diariay rudeza ¡rn aumentando gradualmente, asf como la adoptacin de rigurosas medidcs de higiene y profilaxis de los mandos no pueden descuidar.

Ademas, este clima, provocando una constante y abundante trans—piracin obliga a beber una cantidad de agua mucho mayor asr como a la distribuci& de comprimidos t&ico—hidratantes.

18. Sobre al vestuario, equipo, armas y aparatos pticos, elctricos y cualquier otrotipo de material, el clima tropical o ecuatorial tiene igualmente efectos muy per¡udiciales, que pueden anular su eficacia en poco tiempo si los cuidados que leson debidos —especificos para este clima— no se observan rigurosamente.

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Comprobar constantemente el estado del material y prever su mantenimiento es uno de los deberes ñs importantes de los mandos suba!ternos en losterritorios de ultramar.

Selvaysabana

19. El clima caluroso y hmedo produce generalmente una vegetacin exuberante,tanto en las llanuras como en las regiones accidentadas, aunque en los territorios deultramar haya extensas zonas de escasa vegetaci& y muy pocos &boies, e incluso desrHcas, aparte evidentemente do las que son cultivadas por el hombres.

Estas regiones de densa vegetacn, presentan fundamentalmente dosaspectos diferentes: la selva y la sabana (caprn).

20. La selva es un conjunto intrincado y denso de &boles, arbustos y plantas trepadoras, donde a veces la luz del sol pasa diffcilmente a travs de la maraña de ramas y el hombre salo puede penetrar a golpe de machete.

Las dificultades mencionadas en los p&rafos 9 al 13 para los terrenosde denso arbolado son bastante mayores en la selva y sus consecuencias por tantoms acentuadas. Lo que exige de las fuerzas militares una cuidadosa instruccinde adaptacin.

21. El capfn o sabana es una vegetacin herb&ea extremadamente densa y alta —Ilega a alcanzar los tres metros— y puede cubrir zonas de millares de kilmetros cuadrados de superficie, llanas o accidentadas, y adem& los claros ms o menos exteScS de los bosques.

Las dificultades que la sabaa presenta a las fuerzas militares son lasmismas que la selva. A veces constituye ur obst&ulo a la progresi’Sn incluso mayor que la selva, reduciendo la visibilidad a unos dos metros escasos como mixi—mo.. Creciendo hasta los bordes de los caminos, permite a los rebeldes desencadenar emboscadas a quemarropa y huir sin siquiera ser vistos0

Tiene ademas la caracterltica de secarse, por lo menos en parte,enla poca del cacimbo, lo que si bien disminuye las dificultades mencionadas, facuita la propagacin de incendios, fortuitos o provocados, que podrn clcanzarrpidamente proporciones muy peligrosas. Los rebeldes recurren muchas veces aeste ardid para escapar a las fuerzas que los persiguen.

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22. Para evitar las dificultades resultantes de la existencia de la sabana o de otra vegetacin ¡unto a las vías de comunicacin, se hace necesario proceder al desbrce do sus orf las.

Esta operacin puede hacerse: por corte, lo que es muy lento y fatigoso; por el fuego, salo posible en la estacin seca; o por medio de productosquímicos apropiados.

Estos productos pueden esparcirse por vehículos que los lanzan a unoy otro lado del camino, o por aviones volando a baja alturc Tambin pueden —

utilizarso para disminuir la densidad d la vegetacin en la selva y para destruirlos cultivos de los rebeldes.

23. La mayor parte de las vías de comunkací&) existentes en los territorios de ultra—mcrj-son caminos de tierra apisonada, abiertos en la selva o la sabcna —las “picadas”-’ donde los rebeldes pueden abrir fciImente zanjas, el barro alcanza granaltura cuando llueve y en la poca seca, ci polvo atasca constantemente los filtros de los vehículos y revela los movimientos a grandes distancias. Por otro lado estn casi siempre bordeadas por &boles que los rebeldes abaten continuamente para oEtruirlos.

Los puentes, cuando existen, permiten raramente el paso de vehículos pesados.

Aparte de estos caminos de tierra, existen en la selva y en la sabananumerosas veredas que se hace necesario aprovechar y que conducen a los poblados y cultivos, cuando han sido hechos por el hombre o a los cursos de agua mpr&çimos cuando no pasan de ser senderos de animales.

o o• o

24. La lluvia, torrencial en la epoca apropiada, como ya se ha dicio, agrava las dificultades del terreno, disminuyendo la visibilidad, aumentaiido la fatiga, ocasionando inundaciones en grandes reas, aumentafldo la longitud, la profundidcd yla corriente de los cursos de agua, y provocando avenidas que arrastran los pocospuentes y pontones existentes. En los terrenos accidentados, los riachuelos se convierten en pocas horas en torrentes peligrosos.

25. De todo esto resulta que las velocidades de marcha en la sabana o en la selva sonmuy reducidas, puesto que dependen no salo del estado de los caminos o de lascondiciones del terreno, cuando la progresin se hace a travs de ste, sino tambin de las posibilidades del enemigo poro crear obtrucciones y de la capacidadde las unidades para quitarlas.

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Velocidades del orden de 1,5 a 2 kms. por hora a pie, por una vereda abierta en la selva, o de 15 a 20 kms0 por hora para una columna motorizoda, son ptimas. La mayor parte de las veces estas velocklades son considerablemente menores. Hay ejemplos de urdades motorizadas que no corsigukron progresar ms de 20 a 30 kms. por dra, como media, en recorridos de centenares dekms.

26. En la selva y en la sabana existen numerosos animales cuyos hbitos interesa conacer, por las indicaciones tiles que pueden proporcionar.

Ciertos movimientos anormales de aves y monos, por ejemplo, pueden constituir una señal de la presencia del enemigo. El silencio completo, quenormalmente la presencia de los referidos aflimales no permite, ¡r)dkav siempreque esta pasando algo anormal, (P. 11).

27. El peligro de los animales feroces existentes en los terrenos de ultramar es oas—tante menor de lo que generalmente se cree. Estos animales no abundan por todas las partes, e incluso en las regiones en donde son ms frecuentes pocas vecesse dejan ver por el hombre, como corsecuencia del miedo natural que sientenpor ste, o de su instinto de conservaci& que les lleva a mantenerse escondidoso a huir.

Son m& peligrosos ciertos insectos, ar&nidos y reptiles, contra loscuales son necesarias medidas preventivas y ciertos conocimier!tos de primerossocorros.

28. En los territorios de ultramar, las dificultades consecuentes a un terreno y climahostiles, tiene sobre el soldado europeo un acentuado efecto psicolgico, en especial en la selva y en la sabcna, que se traduce en una tendencia a exagerarlos peligros que corren y los esfuerzos que tendrn que hacer,

Un ambiente al que no esta acostumbrado, una conciencia constante de inseguridad, resultante de una visibifldad muy limitada y de un enemigo —

agresivo pero que normalmente se esconde, juntamente con la fatiga que ocasiona el clima, la falta de comodidades y los esfuerzos efectuados, puede afectargraf)demente la moral de las tropas, principalmente si astas sufriesen algunos reyesos o fuesen nulos los resultados obtenidos en sus operaciones contra los rebeldes.

Salo la instruccin y la experiencia pueden vencer todas estas influencias,

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29.En los terrenos de selva y de sabana no debe de admitirse el desempeño de ninguna funcin por hombres aislados en flinguna situacin de combate o de desplazamierito bajo amenaza enemiga; el mismo precepto debe seguirse con los elementos eflcargados de la seguridad de los estacionamientos.

Por esto, cada hombre debe constituir con otro una pareja, cuyos —

componentes se auxiRan, protegen y apoyan mtuamente en todas las circunstaricias

Una octrulla, una guardia u otro cualquier grupo de hombres, cons—fltu!do para el cumplimiento de una misi&, debe formarse por un conjunto de parejas y no de individuos considerados aisladamente.

Los sargentos y los oficiales —por lo menos los subalternos— rio debenser excluidos de esta regla general.

30. De todo lo que se expone en los p&rafos ar)teriores, puede deducirse que el combate en los terrenos de selva y sabana exige del soldado una disciplir)a rigurosa,una paciencia a toda prueba y una desconfianza permanente de todo.

La disciplina en todas sus formas —discipflno de marcha, de disimulaci6n de fuego, de enlace, de higiene, de mantenimiento, etc9— debe inculcar-se en la mente de todos, como medio de conseguir que cada cual se conduzca —

convenientemente y confien en que los otros harn lo mismo en cualquier circunstanda. Todos deben tener el conocimiento real de los efectos que el comportamiento individual puede tener en la accIi del conjunto y de los graves resultados de (a falta de cuidado consigo mismo (P, 17) y con el material (P, 18).

La paciencia es esencial para el xitc de todas las operaciones queexijan una ejecucin de movimientos e secreto, ki expkraci& minuciosa de —

una zona o la espera dilatada del enemigo. Esta cualidad no constituye una caractcrtica inherente a todos los individuos, pero puede desarrol larse y atenderse.

La desconfianza es una medida de segurided exigida por el grado deocultaci&i que proporcionan la selva y la sabana. En todas las situaciones se debe actuar como si el enemigo estuviese prximo, observando, escuchando y aguardando ua oportunidad para larizarse al ataque.

— a — — — — — —

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Capftulol1

LAS FUERZAS A EMPLEAR

Seccf6nA.-.GENERALIDADES

1 Conocidad las carcicterfsticas y las formas de actuar de las guerrillas, se haceevidente que la t&tica convencional ter)dr que ser modffccda, de manera quehaga posible enfrentarse a los aspectos irregulares que presentar& riecesariamente las operaciones contra ella.

Combatir contra fuerzas que se encuentran por todas partes y no a retaguarclia de una Ifnea de contacto bien definida; constantemente agresivas y destructoras, que se diluyen o escapan antes de que haya tiempo de enfrentarse conellas, para reaparecer rpfdamente en otro punto, es con certeza muy diferentea actuar contra tropas regulares en un combate normal.

Salvo para las acciones de ataque a las bandas rebeldes importantespreviamente localizadas y slidamente cercadas, las fuerzas militares tendrn —

que emplear sistemas adecuados a las caracteriticas apuntadas y adoptar formasde actuar —la contraguerrilla-, semejantes en todo a las que las guerrillas utilizan0 En la contraguerrilla desempeñaran por tanto papel importante las peque

oñas unidades muy moviles y capaces de actuar con eficacia en los terrenos din—ciles que los rebeldes buscan normalmente0

Las fuerzas militares tendr& consecuentemente que sufrir una adap—tacin adecuada a aquellos sistemas y estos terrenos en su organizacin, equipoe ¡strucci&.

r re 1 • 1 1 01 1 .1. cn io que se reriere a organizacion nay que atenaer en especiai a io sigwente:

a. El combate contra las fuerzas de subversin tendr que llevarse a cabo la mayor parte de las veces por pequeñas Unidades (Compcñtasy destacamentos de astas), muy distanciados unos de otros; en conse

o . 1 0cuencia, esas Unidaaes debercni tener una organizacion que les parmita subsistir, desplazarse y combatir con gran ¡ndepedencia.

b. Por fa misma raz&i, se impone una descentralizacfn del sistema lo—gitico, y las unidades encargadas de garantizarlo tendrn por tan°to que ser organizadas de conformidad.

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c. La gran dispersin de fuerzas por toda la superficie del territorio apacificar, exige que todas las Unidades adopter medidas permanentes de seguridad; ks Mandos y las Unidades de Artillerta, Ingenieros y Servicios deber& por tanto disponer de los medios necesariospara garantizarla sin que para ello haya que hipotecar fracciones deInfanterta o Cabal lerfc

d. En las Unidades es indispensable una gran movilidad ¡o que supone,segn los casos en su organizaci&: adaptaci& al trcusporte areo,e especial por helicpteros, moforfzacin parcial o total, existencia de elementos hipomviles, porteadores, etc.

e. El Conocimiento del medio (poblac& y terrero) es ¡ndispersabIetambi& a las referidas Unidades; si no pudiesen reclutarso localmente (y por regla general no pueden serlo), hay que incluir en ellascomo especialistas auxiliares del Mando y como gutas de las tropasa elementos locales perfectamente conocedores del medio,

f. En los terrenos ya referidos , y para ciertas unidades, constituyen unelemento ¡nsustituible los perros instruidos para la guerra0

g. A partir de cierto escalen, se hace necesaria la existencia de espe—cialistas de accin psicolSgica.

3. Todas las Armas tieflen un papel que desempeñar en las operaciones contra ban—das armados y guerrilas; aunque sus proporciones relativas puedefl ser diferentesa las adoptadas en las operaciones convencionales y muchas veces el enemigo —

no ¡ustifique o el terreno no permita el empleo de los elementos m& poderososde clguas de ellas.

La diversidad de situaciones posibles, consecueck de la naturalezadel terreno, fase alcanzada por la subversi&i, elementos disponibles, etc., aconseja no establecer una constituci&! fija sino para las unidades do escaIn inferior:la Compañfa,y en ciertos casos el Batall&i o equivalente0 Las agrupaciones defuerzas mayores con elementos de una sela Arma o de varias Armas o Servicios —

tendrn la composíci& que exija la stuacin, la misin que les haya sido atribuida y Ja amplitud de sus sectores

Siempre que sea necesario, las referidas Unidades y Agrupaciones dcbern reforzarse con ciertos especialistas de Zapadores, de Trasmisfones, del —

servicio de Sanidad, etc., o con elementos auxiliares tales como intrpretes, —

gufas, funcionarios administrativos u otros.

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Para el desempeíio de msiones de apoyo a las autoridades civiles(VoL 4) es vefltalosa la colaboraci&, de oficiales de las fuerzas po!iciacas—con las fuerzas militares, puesto que estas misiones exigen cas; siempre una —

t&nica propia de dicha fuerza.

4. En cuanto al equipo, la necesidad de adaptacin de las fuerzas militares, resulta principalmente de las condkfones del clima y del terreflo y estar por eso muyespecicflzado en los territorios de ultramar, donde:

a. El armamento y muchos otros materiales tendr que hacerse m& Ii—biano en gran parte de las Uflidades.

b. Las dotaciones de ciertos materiales, como por elemplo de reparacn de itinerarios y de pasos de cursos de agua, tondr& que aumentarse.

c. Las unidades debern disponer:

1. De material de campamento, de higiene y profflcxLs quegarantice una protecci6n adecuada, no salo contra las —

condiciones atmosfricas adversas, sino tambin ocontraciertos animales (tiendas, sacos de dormir, capotes—manta, filtros de agua, mosquiteros, medicamentos especiales, frigorificos, etc.).

2. Y de ciertos equipos que permitan la vida de pequeías fracdones aisladas durante algunos dras (cocinas port&iles, —

racknes concentradas, equipos de supervfvecia, etc).

d. Los medios de transmisiones tendrn que alcanzar distccias muchomayores, ser estancos y resistir a la humedad, distribuy&dose a losescalones ms balos.

e. Los vehrculos tendrn que ser muy resistentes y en lo posible, econmicos en el consumo de combustible, y grao parte de ellos tedrn queposeer un ligero blindaje.

f. El vestuario tendr que ser apropiado.

5. Por otro lado el clima exige tambin en los referidos territorios de ultramar quela aUmentaci& sea adecuada y que ciertos lubricantes, tonto de armamentos como de los vehrculos posean caracterticas especiales.

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6. Las instrucctn especkl relativa a la lucha contra la subversin debe drgfrseindividual y colectivamente a adaptar ci personal:

c A las caracterrsticas ¡deolgicas de la referida lucha, de modo queproporcione a este persoflal la necesaria resister)cia a las accionespsicolgcas del enemigo, que influir&i tanto e la pcbIccf& civilcomo en las fuerzas miUtares.

b. Las caracteriticas de lucha por la poblacin, que reviste la guerrosubversiva, coflocirnier)to de esta peblccin y forma de tratar con —

ella0

c. Las ccrccterrsticas particulares del terreno y el cUma, en el caso deUnidades destinadas en terrftcrios de ultramar: higiefle y profilaxis,conservacin del material y aprovechamiento de los recursos locales0

d. Las caracteritccis tambi& particulares que preseflta el combate, como consecuencia de las formas especiales de actuar del enemigo y delas dificultades presentadas por los terrenos que ste ijormairnente busca0

7. En este Gitimo aspecto, la ínstruccn debe ¡nsistir

a. Por un lado en la ¡nstrucci idivfdual ¡ntensiva y dura, compren—d fendo:

— marchas a pie;

— tiro, tanto instintivo como de precisin;

— lanzamiento de graiadas;

— lucha cuerpo a cuerpo;

— detecci& de minas y trampas;

— adaptaci& a las condiciones nocturnas y a los terrenosdensamente cubiertas;

— actuacin en silencio.

b, Por otro lado, en una instruccín colectiva que:

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— cree un esptrítu de efllace permanente y de cooperaci&ientre los componentes de cualquier fuerza;

— permita reaccionar de un modo cutomtico arte las acciones ms probables del enemigo. —

8. En las operaciones contra bandas armados y guerrillas y en especial en los terrenos de ultramar con las caracterlticas se?íaladas en el Cap0 II, P. 20 y 21, nohay fuerzas de primera ltnea y fuerzas del segundo escal&, ni tropas combatientes y tropas no combafkntes. La gran dispcrsi&i de las Unidades por toda la superficie del territorio a pacificar y las consecuentes necesidades de seguridad(P. 25c.) impone el que todos los elementos de las diverscis Armas y Servkiossean instruidos para combatir como lnfatería.

9. Ademas de la adaptaci& referida en los p&rafos anteriores, la lucha contra lasubversi&i exige efectivos militares considerables, calculados por &eas y no porfrentes (Vol. 1, Cap. JI, P. 23).

10. Es evidente que las fuerzas miUtares, sea cual fuere la situacin e que se encuentren envueltas, tendr& que disponer de efectivos suficiente para cumplirlas misiones que les fueran epcomendadcis. De todos modos, en la guerra subversiva, esta expresn debe considerarse como ttiulo de Ufl Principio que es nece—Sorio respetar, porque mientras en una guerra convencional los efectivos necesanos se deducen claramente de aquellos de que disponga el enemigo (puesto quelas fuerzas de los dos adversarios son comparables); en la guerra subversiva, porel contrarL, los efectivos necesarios son muy superiores a los que permita deducir un arlisis superficial de los efectivos de las fuerzas rebeldes y especialrnente del valor aparente de esas fuerzas.

Ademas, dado el car&ter de lucha por la pobIacin que presenta laguerra subversiva, los fracasos de las fuerzas militares tienen efectos mucho msperudiciates que los de una guerra convencional; estos fracasos, por pequeñosque sean se traducen normalmente en un aumento de adeptos a la subversi6n y supone por tanto mayores dificultades futuras para las referidas fuerzas,

11 • Por otra parte, siendo este tipo de guerra lento y fatigoso, tanto desde el puntode vista ftsico como desde el moral, las cuestiones de dotacin y rotaciSn de unidades revisten una importancia particular y obligaran por lo tanto a disponer defectivos todavta mayores.

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12. Esta necesidad de grandes efectivos hace surgir, como es natural, la preocupaci&de conseguir su disminucin sin rebajar su eficacia. Esto se pcdr conseguir:

a. Por una actuociSn enrgica en cuanto la subversin empieza a mani—festarse, para evitar que se desarrolle y exja una accfn militar m&importante y en consecuencia, con tropas ms numerosas

b. Por un aislamiento, lo ms completo posible, de os rebeldes con re—lacin al apoyo que reciben de la pobIacin y del exterior.

c. Por un perfeccionamiento de la organfzacin, del equipo y de las mstruccin de las Unidades; esto es convirtiendo la cantidad en calidad.

d. Por el empleo, para ciertas funciones de fuerzas auxiliares, de voluntarios y de otros elementos de la pob!acin dvii (Sec, B).

e. Por el establecimiento de extensas reas profundamente minadas o detrampas.

SeccionB.—ARMASY SERVICIOS

irinranteria

13. Las unidades de Infanterfa tienen una tarea muy difícil y pesada en las operaciones contra bandas armadas y guerrillas.

En los terrenos en que dkhas operaciones tienen lugar normalmente,resulta imposible con frecuencia prestarles un apoyo de Artillerfa, de elementosblirdados o de Ingenieros con equipo de gran rendimiento. La responsabilidad dela ejecucf& de la mayor parte de las acciones a emprender, recaer por tanto sobre ellas exclusivamente.

Por otro lado, como consecuencia de las dificultades resultantes delas caracteriticas y formas de actuar del enemigo y de la naturaleza del terrenoque &te normalmente escoge —y todavía mas, del clima en los territorios de ultramar— esas acciones sern lentas, fatigosas y realizadas en condiciones que —

afectan acentuadamente a la capacidad combativa y a la moral: los desplazamientos tendrin que hacerse a pie y las distancias a recorrer de dli’a y de nochesern enormes; el armamento mismo de las referidas unidades, tendr muchas veces que reducirse, por lo que dkminuir su potencia de fuego; gran parte de suequipo orgnico, individual y colectivo, destinado a proporcionar a! personal —

una aIimentacin normal y cierta comodidad, tendr que ser abandonado en losestacionamientos; su abastecimiento y la evccuacin de heridos y enfermos se —

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har casi siempre con grandes deficiencias; etc.

14, Por todas estas razones, la ¡nstruccfn de las Unidades de lnfantert’a destinadasa combatir contra bandas armadas y guerrillas dcbe de ser atendida cuidadosamente desde los puntos de vista t&nico, fiico y moral. Durante su permanencia en los territorios a pacificar, todas las medidas posibles de orden psfcoliSgico y de orden material, destinadas a restablecer las condiciones ftsicas del personal y principalmente a mantener la moral, deben merecer de los Mandos unaatencin continua.

Las deficiencias en la instruccin, por falta de detalle, de durezao de infers, se traducen normalmente en p&didas de vida durante el combate,lo que podrra ser evitado. Y la incuria en la adopchn de las medidas necesarias para mantener la moral, podre traducirse bruscamente en la imposibilidad —

de continuar operaciones iniciadas con xfto.

En este último aspecto es particularmente importante que las medidas tomadas para la evacuin y tratamiento de heridos den al soldado la ¡mpreshn de que recibir una asistencia adecuada caso de ser baa en el combate.

Debe subraycrse que la vida militar en los referidos territorios presenta normalmente periodos de intensa actividad operativa y periodcs de inactividad casi absoluta en los estacionamientos, y que precisamente en &tos seve ms afectada la moral. Durante estos periodos debe procurarse dosificar convenientemente ci trabajo, el recreo o el trabajo, mejorar la alirnentacin y lacomodidad de los alojamientos, garantizar que el correo se reciba y expida concontinuidad, intensificar la vigilancia del estado sanitario del personal, etc.

Es conveniente destacar que ura Unidad, al entrar por primera vezen contacto con el enemigo y por muy buena que sea su instrucci&i y encuadramiento esta siempre sujeta a determinadas reacciones negativas a las cuales hayque enfrentcirse mediante una oportuna y errgka accin del Mando, Dest&an—se ontre otras, las siguientes reacciones posibles:

a, lnhibicin: algunos hombres quedan paralizados, incapaces de reaccionar en los primeros momentos o incluso durante cierto tiempo,

b. Exuberancia: Otros por el contrario se entregan a excesos de bravura o ms bien de ¡nsensatez, sometindose fnnecesorki e ¡nutilmen-.te la accin del enemigo.

c. Precfpitacin: Es la ms corriente, y sus consecuencias pueden sermuy graves para la eficacia operativa de la Unidad y para la moral

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de las tropas, puesto que una accin precipitada puede tener comoconsecuencia que algunos de nuestros propios soldados sean batas —

por nuestras msmas armas.

Estas considetaciones se aplican indudablemente a cualquier Arma oServicio; pero tienen una importancia destacada para la lnfanterta por las razonesexpuestas en el prrafo 13.

15. Las Unidades bsfcas de Infantería, para las operaciones contra bandos armados yguerrfllas, son la Compañfa y el Batall&) de Cazadores. Adem& de astas podrnconstituirse otras, tales como Pelotones de morteros y de cañones sin retroceso,orgnicamente independientes, pero integrados t&ticamente en los Batallones oen las Unidades de nivel superior.

16. Una Compaíifa de Cazadores difiere de la Compañta de Tiradores normal, esencialmente por su equipo m& ligero y por la tctica de empleo, cuyo principiofundamental es el de una articulaci& mucho m& fléxible para el combcteQ

Disponiendo de 3 Pelotones (Secciones) de Cazadores y de 1 Pelo—tn (Seccin) de Acompañamiento, aparte del Mando y Plana Mayor, la Compañfa salo se emplear con esta articulaci&, en operaciones de mayor volumencontra fuerzas rebeldes de efecflvos apreciables y que ofrezcati una seria resistencia, operaciones que no son muy corrientes en este tipo de guerra0

El refuerzo de uno de sus Pelotones de Cazadores con elementos deotro no debe considerarse como anormaL.

El Pelotn de Acompañamiento podre distribuirse, en todo o en parte entre Pelotones de Cazadores; otras veces,proporcionando a stos algunas desus armas colectivas y recibiendo de ellos fracciones de Tiradores, podr constitur un cuarto elemento, con misin semejarte al de los referidos Pelotones deCazadores; en otras situaciones cuando o sean necesarias sus armas colectivas,su personal podre desempeñar funciones de tirador, en la medida en que lo permitan las armas individuales de que se disponga.

El personal de Plana Mayor podr igualmente emplearse como Tiradores, al menos en misiones de car&ter defensivo.

17. De esta forma, el Comandante de la Compañfa, aprovechando sus subalternos eincluso algunos suboficiales, en cuyas cualidades tenga gran confianza, articu—lara su Unidad en tres, cuatro o ms fracciones, semejantes entre si o completa—

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mente diferentes, de acuerdo con la situacin del momento y el ti po de operaciSnaconsejable.

A veces la Compañta tendr que dejar en su base gran parte del personal de Plano Mayor y del Pelotn de Acompañcimiento, asf como los conductores, constituyendo una guamkf& de seguridad, para adentrarse profufldamente —

en terrenos diffcfles con salo elementos ligeros de a pe. En otros casos, por elcontrario, Ja Compañta se mantendr estacionada en su mayor parte, destacandoconstantemente pequeñas fracciones de marido de Oficial o de Sargento, encargados do patrullar determinadas zonas o de realizar acciones de lipo de golpe demano o de emboscada.

18. La Compañia de Cazadores puede reforzarse con morteros o cañones sin retroceso, Artillorfo, Carros, elementos de reconocimiento y de Ingenieros, asf comocon un Pelotn de Cazadores o fraccin de otro Compañra.

En los territorks de ultramar resulta muchas veces aconsejable la inclusin de elementos de Compañtas nativas en las Compañfas metropolitanas (P

19. El Batafin de Cazadores esta constituido por el Mando, Compañfa de Nana —

Mayor y por un nGmero variable de Compañtas de Cazadores. Pueden tcmbinreforzarse con elementos de cualquier Arma o Servicio0

Su articukcin para el combate debe ser como la de la Compañra,muy flexible.

20. Las armas fundamentales de la Infanterfa en el combate contra bandas armadasy guerrillas son: el fusil autorn&ico, con o sin pie; e! sable; la pistola ametradora; la granda de mano ofensiva y defeflsiva; y la granada de fusil,

Para poner fuera de combate a los centinelas o exploradores enemgas sin alertar a los elementos cuya seguridad garantizan aqullos, es muy conveniente que las Unidades dispongan de algunas armas silenciosas armas de fuego con silenciador u otros.

En la selva o en la sobona sor de comprobada utifldad los machetesde corte, lo mismo como armas que como herramientas.

Por lo que se refiere a las armas de apoyo se emplean prirpcipalmonte: la ametralladora (que debe poder utilizarse ¡ndfstintamcte con pie doble o

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triple) el mortero ligero y el kinzagrcnadas. Este tiene pailcular inters para batir elementos protegidos por empalizadas y barricadas o en abrigos y parahacer frente a ataques en masa0

El lanzallamas tiene una ercre utilidad, principalmente en los terreno de selva o sabana; para la protecci&i de columnas motorizadas contra posibles emboscadas0 Permitiendo la limpieza rpda de los campos de tiro y losbordes de los caminos, incluso en el caso de una columna en movimiento; tam—bin para la destruccin de poblados y el ataque a abrigos; ast como para hacer frente a ataques en masa.

A 1. • #¿pcrte ae estas armas iigeras, a rnranteria utuizara tamoen emortero medio y el cañen sin retroceso, siempre que ks necesidades de apoyolo justifiquen y la naturaleza del terreno permita su desplazamiento y la observacn de firo. Lo que a continuad&i se expone acerco del empleo de la Ar—tillerta se aplica igualmente a referidas armas.

Arti tIerra

21. Las principales limitaciones del empleo de la Artillerra en las operaciones contra bandas armados y guerrillas resultan:

a. Del poco volumen que las fuerzas rebeldes presentan normalmentey de la forma huidiza en que actúan,

b. De las grandes dificultades que el terreno ofrecer casi siempre,en especial en los territorios de ultramar, para:

— el desplazamiento del materia! y municiones;

— la observacin, esto es, la elecci3n de objetivos, e! señalamiento de estos para el fuego y la correccin del tiro (1);

e. De la ausencia o insuficiencia de puntos geodsicos o fotogrficosy de la falta de planos a gran escala de los referidos territorios.

(1) En ciertas zonas de la selva las explosiones nunca se ven si no es en las proximidades,

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22.Estas limitaciones tienen como consecuancia que la ArtilierÇa tendr que actuar cosi siempre por pequeñas fracciones y rara vez en apoyo inmediato, loque no significa que este arma debo ser considerada en segundo plano con —

respecto a las otras o que tenga un papo! restringido a desempeñar en las —

referidas operaciones.

En todas las acciones en que el apoyo de fuegos potentes sea o—consojable, debe emplearse la artillerra, aunque su rendimiento sea inferiora! obtenido en un combate convencional.

Ademas, el efecto psicolgico de su fuego, dando confianza alArma apoyada y desmoralizando a las guerrillas, bastar muchas veces parajustificar su empleo, aun cuando haya pocas posibilidades de causar dañosmateriales.

La artillerra debe compenetrarse de este esptritu, aceptando como normal el desencadenar acciones en falso, como tantas veces sucede alas otras Armas en este tipo de guerra.

En los territorios de ultramar sucede a veces que el simple hechode que algunas bocas de fuego entren en posicin y disparen —sin ningn objetivo definido a abatir— junto a una pobiacin nativa, cuyos habitantes seanfavorables a los rebeldes, puede proporcionar efectos importantes.

Por tanto, es evidente que no se debe abusar de este sistema o

de otros semejantes que puedan llevar a la poblacin, y principalmente a losrebeldes, a la convíccin de que realmente los efectos destructores de la Ar—tillerra son reducidos.

En otras situaciones tendr que reccrrirse al tiro directo a distancías pequeñas, para hacer frente a un asalto de elementos rebeldes numero

Sos.

23. En el empleo de la Artillerfa contra bandas armadas y guerrillas deben expIo—tarse totalmente sus posibilidades de alcaz)ce, de movilidad, de trayectoria,y de ejecucin del tiro de dta o de noche y con cualquier condícin atmosf&—

rica; ast como, siempre que sea posible, ¡as de correccin del tiro mediantela oervacion aerea

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e realmente necesarioque lo Artiller(a acompale sk’r.pre a las Unidades a k go que apoyar. Ccupnic. ‘2C

, ciones en puntos accesi s,ucdos alrededor de la zor rque esas Unidades patrullan ocombaten, el referido apoyo -

podr6 efectuarse siempre quela oservaci6n avanzada seaposible y los transmisiones estén establecidas adecuadamente (fig. 1).

or otro lado, desde cadaposlci6n que ocupe, la Artilleextensl6n y a todo su alrededor

En cualquiera de los casos es indispensable la inclu—sl6n de rumerosos observadores avanzados en las Unidadesapoyadas.

24. l recurso del transporte a lomo, para aumentar las posibilidades de desplazamiento delos materiales en terrenos molos, debe aprovecharse siempreque se dispongo de las bestiasnecesarias y la alfmentacj6n deastas no constituyo un problemademasiado diftcil.

25. La actuaci6n de la Artillerfa en las operaciones contra bandas armados y guerrillas s.dirie hacia las siguientes flnalidades

a. Destrucción o neutralizaci6n de cuarteles, campamentos, depstos y otras mstolaciones rebeldes, cuyo localizacton este bien definida;

b. lnterdiccl6n de puntos de paso obligados del enemigo, para dificultar sus movimientos o aplicar efectivos de lnfanteria o Caballería en el cerco de una zc.

Zona doiidg ct€i4i /0fQL,za apoyada

1

rra podrá actuar con facilidad sole una zona de gran(fis. 2).

—7—

//

//

/1

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na de donde se pretendo evitar la fuga de los rebeldes;

c. Casfigo de zonas donde se sepa que los rebeldes existen, para creerles un clima de inseguridad, rebaartes k moral, obligares a dispersarse e impulsarles a salir para otras regiones doflde la accin de laInfanterfa y de la Caballería sea ms fcfl, o a caer en emboscadaspreviamente establecidas, en líneas envolventes de estas zonas. Estaacción consiste en la elecuci&i, durante un cierto tiempo, de tirodesencadenado sobre las referidas zonas, y regular tanto en su localizacin como en su duraci6n e ¡ntervolos. Aunque esta acci6n parece dar poco rendimiento se ha comprobado por la experiencia queresulta bastante eficaz;

d. Decepcin, batiendo zonas diferentes de aqul!as donde se pretende llevar a efecto acciones ofensivas ms completas,

26. La Unidad b&icci de la Artillería es la Batería, pero &ta se emplear la mayorparte de las veces fraccionada en Pelotofles e incluso en Secciones, destinadosa reforzar, o apoyar directamente a Compañías, Batallones de Cazadores o Escuadrones de Reconodmiento.

Caballería

27. Las dificultades de empleo de los carros de combate contra bandas rebeldes, —

son consecuencia especialmente de las características del terreno en que actúapor las limitaciones que estas características imponen rio solo a su movilidadfuera do las carretercsy caminos, sino principalmente a su abastecimiento decombustible,

Siempre que esa dificultades fueran superables, los carros de combate constituyen un elemento de gran eficacia en el apoyo y proteccin de lalfantería al que no debe dejar de acudirse. Su simple presencia constituyeun factor de desmoralización apreciable para los referidos rebeldes y para lapob!acin que le sea favorable y de confianza para las tropas que acompañany para la poblaci& amiga.

28. En los terrenos de vegetacin densa, los carros de combate carecen completamente de visibilidad y son lentos. Por otro lado, aunque no dispongan de minas, lanza—granadas, cañones anticarro y cañones sin retroceso —lo que no —

siempre suceder — los guerrilleros son peritos en la ¡mprovisccin de mediospara destruir o paralizar los carros y el terreno les facilita normalmente la uti

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1. • .iizacon de esos med!os.

Por esta razones, en la contraguerrilla, los carros de combate ten—dr&i que emplecirse siempre en fntimo enlace con la Infanterfa, que les gcircintizcr la indispensable proteccin.

29. La Unidad b&fca de carros de combate es el Escuadran, pero ste se emplea—r normalmente en pequeñas fracciones, ir)c luso por carros aiskdos, en accnde refuerzo a Unidades de lnfantcrfa.

30. Las dificultades de empleo de las Unidades de reconocimiento son las mismasde los carros de combate pero menos acentuadas, puesto que los pesos, las dimenskr,es y el consumo de sus vehfculos son menores

31. Las caractertsflccs ms importantes de estas Unidades en las operaciones contra bandas armados y guerrillas son la movilidad y el blindaje, que les confíeren rapidez de intervencin, siempre que el terreno lo permito y protecci&contra las acciones de emboscada del enemigo. Por ello, sus miíones principales son:

a. La apertura y vigilancia de ¡tinerarios y la escolta de columnas motorizadas.

b. El socorro a puntos atacados o amenazados y a veces ¡a interven—cjn contra bandas rebeldes localizadas, cuando existan itinerarios que conduzcan a esos puntos o bandas.

Estas Unidades tienen por tanto, toda su actividad ligada a las vtasde comuicacn por las que tendrn que desplazarse y junto a las cuales ten—drj que estacionarse y combatir. Sin embargo esto no debe considerarse como s!n&limo de que las unidades de reconocimiento sean menos necesarias enla lucha contra bandas armados y guerrillas que en una guerra convencional.Por el contrario, la importancia de las vtas de comunicac!n en esa lucha,es—pecialmente en los territorios de ultramar, y el mayor rendimiento de las re—r • • •rericias Unidades con relacion a las de lnfcinteria en la proteccon ce esas víasde comunicacin, las hacen indispesabIe e ¡ncluso aconsejan muchas vecesaumentar su proporcin. Su organízac!& y su equipo exigen tambin, comoocurre para las otras Armas, una adaptacin conveniente (P. 1) que se tra—ducir fundamentalmente en un aumento del nGmero de ametralladores y de vehfculos blindados de tiradores y en una disminucin de elemefltas de explora—ci&i y de apoyo.

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Las autoametrallcidoras de las Unidades de reconocimiento podrn emplearse tambfn en apoyo y proteccin de la lnfanter(a, como anteriormente seindTcS para los carros de combate.

32. La Unidad basca de reconocimiento es el Escuadran. Este podre uf iUzarse enconjunto o por Pelotones, facilitados como refuerzo a las Compci?iTas o Bataf Iones de Cazadores e incluso a otras Unidades.

En ciertos casos ser ventajoso reforzar las Unidades de reconocimiento cor elementos de IrfanterTa, a fin de proporcionarles mayores posibflidadespara guarnecer poblaciones, instalaciones o puntos importantes de los itinera—rks que tengan que proteger. En otros, debern agreg&seles fracciones de Ingenieros, pura aumentar su capacidad de limpieza de las vtas de cornunicacnpor donde se tensan que despkzar.

Ingenieros

33.. La misin de los Ingenieros en las operaciones contra bandas armados y guerri—¡las se reviste de una ¡mportancki primordkf en los territorios de ultramar, donde el terreno y el clima presentan normalmente, como se sabe, dificultades —

enormes al desplazamiento y a la vida de las tropas.

34, Las misiones de tos Ingenieros en las referidas operaciones son las mismas que enuna guerra convencional. Por tanto e aquellos territorios las ms importantesde esas misiones son:

— la limpieza, reparacin, mejora, construcci& y conservacin de lasvias de comunicacion y sus puentes;

— la construccn de histakcioncs para las tropas;

— la captaci&i y el tratamfeto de aguase

35. Gran parte de estas misiones no podre cumplirse con oporturidad y rendimientosin la ayuda de un equipo mec&ico adecuado y potente. Sin embargo, el te—rrenono permi1ir muchas veces llevar este equipo a los puntos dor!de ms int3resaria empIearlos

En compensaci&i, por la explotacin de los recursos locales se obten

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dr& casi siempre numerosos materiales de construccin de los que no serfa posible disponer de otra forma0

36. La Unidad bsica de Ingenieros es la Compañi’a, que podre:

a, Emplearse en accin de conlurito, incluso cuando tenga que clisper—sar sus elementos por una exter)sa &ea.

b. Distribuirse, en todo o en parte, entre Unidades de las otras Armas,cuya misin exija un acompañamiento inmediato de Zapadores.

37. En los territorios de ultramar, en los que normalmente la red de comunicacioneses muy escasa, resulta extremadamente eficaz en la lucha contra la subversn,tanto desde el punto de vista miitar como del econmico y psicolgico, la consfruccin do nuevas carreteras y aerodrornos y tambin de ferrocarriles y puertos.Si las autoridades civiles no pudiesen efectuar estos trabajos, es de una utflidadcomprobada, la constitucin al efecto de una importante agrupacfn de Unidades do Ingenieros como organizacin adecuada, sea o no reforzada con mano deobra y eqUipo civil mecnico. Esta agrupacfn debe depender directamente delComandante en Jefe y ser por tanto inciependiente de las otras Unidades del Arma encargadas del apoyo al resto de las fuerzas combatientes. Pudkndo no obstate reforzar su accin, en especial er los trabajos de barreamiento relaciona-’dos con la ¡nterdiccin de fronteras. (Cap. IV, P.71).

Transmisiones

38. Todos los medios de transmisiones tienen completa aplicacin en las operacionescontra bandas armadas y guerrillas, aunque la radio sea erttre todos el medio ufllizado con ms frecuencia y eficacia (Cap II, P. 10).

39. Los principales factores que ¡nf luyen en la seleccin de los tipos de material a —

emplear y la fijacfn de las cantidades r)ecesarics son:

aEl dispositivo de las Unidades, dispersas por todo el 6rea del territorioa pacificar y muy distanciadas unas de otras..

b. E! enemigo clandestino y existente por todas partes, el terreno y, enlos territorios de ultramar el clima.

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40. Con relacn a estos territorios, hay que añadir a lo que se dice en el p&rafo4.d. lo siguiente:

a0 Los elementos de alirnentaci&, constituidos por pi las secas o acumuladores, duran mucho menos flernpo que en las regiones templedas,lo que exige una mayor dotacin de dichas pks y de grupos de cargo o la adopcfn de aparatos transistorfzados.

b.. El personal de Transmisiones debe estar instrutdo do forma tal, quepueda sacar el m&ximo rendimiento de los medios de que dfspone;especialmente, para conseguk un aumento del alcance de las estaciones de rodio en los territorios accidentados o dnsamenfo cubei-tosde arboleda.

-. L ;r;- d0 Puestos d0 Mcrrdo d6e sujetaro, Siempre que sea

posible, a aquellos lugares con condiciones m& favorables desde elpunto de vista de las transmisiones.

d. Los enlaces de radio o por cable hertziano tendr&i necesidad en grannumero de casos de incluir puestos rel instalados en puntos altos., —

aviones o heUcpteros.

Servicios

4h El sistema de apoyo log rstko a las operaciones contra bandas armados y guerrillas, no puede, como es evidente, ser el mismo que en una guerra convencional,por lo menos en los territorios donde, por sus dimensiones y por las caracterfsti—cas del terreno, los movimientos de alxistecimknto y evacuacn sean diftcilesy limitados.

42, Sin pretender descender a pormenores de los que se tratare en el Vol, V, resaltaremos lo siguiente:

a. Cada Unidad aislada, por pequeña que sea, debe valerse por si misma durante largos perkdos, no salo en lo que se refiere a basteci—mientos sino también al tratamiento de heridos y mantenimiento dematerial.

b. La explotacin local debe aprovecharse al mximo, sin que esto seref leje en perjuicios para la poblaci&- civil,

c. La existencia de frigorflícos y recipientes isot&micos es indispensa

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ble, tanto en los dep&itos de vtveres como en las Unidades y en loscolumnas de abastecimiento.

d. Los &ganos de abastecimiento deben ser muy numerosos, polivalentes, de pequeño volumen, con nivees correspondientes a grandes periodos, y siempre instalados junto a Unidades que garanticen su pro—teccion.

e. Siempre que sea posible, el abastecimiento debe hacerse utilizandomedios a&eos; con relacin a las pequeñas Unidades profundamente adentradas en la selva, este ser por regla general e1 ¿inico recurso.

f. Cuando no fuese posible el transporte a&eo, el abastecimiento tendr que hacerse normalmente mediante grandes columnas de vehfcu»los que efectuando circuitos debidamente establecidos, sirvan vcrksUnidades y &ganos, restableciendo en ellas, de tiempo en tiempo,los niveles que les corresponda y transporten el material a evacuar.

g. Tanto los elementos de abastecimiento como los de evacuacn deheridos tendrn que ser escoltados casi siempre.

h. Los heridos que no pudarer asistidos en las propias Unidades, debenllevarse rpidamente al punto ms prximo donde pueda llegar, unavi&i o un helicpteros, y evacuarlos directamente desde ahf a lasinstalaciones de hospitales.

SeccinC.-LAARMADAYLAFUERZA AEREA

43. Aparte de lo que este manual diga respecto al empleo de las fuerzas del Ejrcffto, no puede delar de hacerse referencia a la colaborocin que la Armada yFuerza Area pueden prestar a las referidos fuerzas en tas operaciones contrabandas armadas y guerrillas (1).

44. Por lo que se refiere a la Armada, esta colaboraciSn puede prestarse por:

a. Navios en la vigilancia de costa y de los grandes nos, en el trans—

(1) De la coIaboracin de las fuerzas poUciales, se tratar en el Vol. IV.

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porte de fuerzas mifitares y abastecimientos y en el apoyo por el fuego a operaciones realizadas e las proximidades de la costa.

b. Destacamentos de desembarco de las guamicknes de los novios, quepodrn emplearse ¡gualmente junto a la costa, en la defensa de ciertos puntos sensibles —en especial los puertos y sus instalaciones— enel mantenimiento del orden en esos mismos puntos y eventualmenteen el socorro a una poblaci&i o ¡nstalacin atacada, cuyo acceso —

por mar sea ms fcil y rpido que por tierra,

c, Fusileros navales que, aparte de las misiones indicadas en el apartodo anterior, podrn encargarse de la vigilancia de costa y de las —

orillas de los nos, pór medio de puestos instalados en tierra y de —

pequeñas operaciones ofensivas, espcchalmente desembarcos en puntos de la costa de difrcil acceso.

45. En cuanto a la Fuerza Mrea, la referida colaboracin puede dorso por:

— aviones y helicpteros;

— paracaidistas

46 El apoyo de la Fuerza A&ea a las Unidades de! Ercto en lucha contra las —

bandas armados y guerrfllas, en sus tres aspectos fundamentales, de informa—cian, fuego y transporte, se tratare en un volumen especial titulado “El Ejr—cito y la Fuerza Mrea en la guerra subversiva — Apoyo a&eo a las FuerzasTerrestres”,

Mientras tanto, en este Manual se trata de resaltar la ¡mportanciaque tiene para las fuerzas militares, en la referida lucha, las posibilidades decontar con la cooperacin de aviones y helicpteros ligeros, y de heUcpte—ros de transporte.

47. Los primeros son necesarios — y a veces ¡rdispensabks— a aquellos fuerzas para:

a. Transporte de elementos de los Mondos encargados de establecer elenlace con otras Undades, reconocer el terreno, observar la situacn de nuestras fuerzas y conducir las operaciones.

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. v’igilancia de ciertas zonas y ojecuci6n de reconocimiento fotográficosy a la vista.

c. Vigilancia de itinerarios, en provecho de las columnas que se desplacenpor ellos, y guiar a las patrullas en los territorios densamente cubiertos.

d. 3Gsqueda de objetivos para la Artillería y los morteros, su sefíalizaci&n,correcci6n del tiro y verificaci6n de los resultados.

e. Transporte de abastecimientos indispensables de pequeño peso y volumeny heridos de tratamiento urgente, especialmente en beneficio de fuerzasprofundamente adentradas en la selva.

f. 3isqueda de patrullas perdidas en terrenos densamente cubiertos, lanzamiento de cables de comunicacián, establecimiento de relés, realiza— —

ci6n de propaganda or medio de altavoces y octavillas, etc.

c. Realizar operaciones enterrenos que, de otra forma, serían inaccesibles.

Estos aparatos constituyenpor tanto el único medio capaz de garantizar a las fuerzas militares la posi—Silidad de cercar a una bando rebeldelocalizada en un terreno que proporcione buenas posibilidades de disimu—laclán y de escapar ante unidades quese desplazasen por tierra (Fig. 3), ode socorrer eficazmente a unacián o instalacián distante atacada orel enemigo.

4i. os oaracaidistas tienen posibilidadessemejantes a las indicadas, en el á—

iZoa* de a1.fr/ZOJi

1 - :-. -. cerøf

Terreno d/f,o/ :

-

.os helcápteros de transporte proporcionan a las Unidades en reserva una gran moviUdad, que permitirá:

a. Concentrar estas Unidades en escalones elevados, dándoles por tanto mayor flexibilidad de empleo y mayor potencia.

5. icanzar rápidamente cualquier punto, independientemente de las dificultades del terreno y de lo situacián enemiga entre ese punto y el departida.

Fis.

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rrafo anterior, para las fuerzas trasportadás en helicpteios; pues, dunquesean transportados en aviones cuya velocidad y radio de accion sean supe—riores a los de aquellos aparatos, tienen por contrapartida que embarcár —

en aerodromos y de ser lanzados sobre zonas cuyas exigenckis son mayoresque ¡as de los puntos de aterrizale de los heIicpteros.

Los paracaidistas se mantienen normalmente como reserva delos escalones m& altos,

Secci6nD,—ELEMENTOSAUXILIARES

50. Siempre que no se hayan dado &denes en contrario, los elementos de lapobtacin civil sobre cuya lealtad no haya dudas, podrn aprovecharsepor 1as fuerzas militares a fin de conseguir cierta ecoornta de efectivos(P. 12d.). Estos elementos podr&i empearse:

a. Individualmente como:

— agentes de ¡nformcicin o simples informadores;

— fntrpretes y traductores;

— guias;

— frabcadores;

— porteadores;

— agentes de propaganda;

— funcionarios del gobierno militar establecido.

b0 Colectivamente, en organizaciones de:.

— mano de obra y otros servicios;

— autoseguridad y cutodefensa de poblaciones y empresas;

— combate contras las bandas armadas y guerrillas.

51. Todos estos elementos deben ser volur)tarios, empIendose siempre sobre fundcmento legal, y como consecuencia de un plan previamente elaborado y

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basado en informaciones seguras respecto a su lealtad. Debe ser tenido comocierto que los agentes subversivos se procuraran infiltrar por todos los mediosentre esos elementos y que por ctro lado en su propaganda fntentarn muchasveces explotar este empleo como prueba de la cpresin de las fuerzas miRta—res.

Cuando hubiera dudas sobre la lealtad de estos elementos, podrn,a pesar de esto, ser empleados en servicios de menor importancia o en regionesdonde no tengan que permanecer en cor)tacto con el resto de la poblacin, almismo tiempo que se toman adecuadas medidas de contrainforrnacfn y seguridad.

52. Por lo que se refiere al empleo de elementos civiles, en misiones que requieranestar equipados con armas —seguridad y defensa local y combates contra las bardas rebeldes— habr que encuadrarlos e ¡nstruirlos convenientemente, proporcionarles uniforme o un distintivo que les identifique claramente, y tener la garanti de que se suletan a una disciplina rigurosa y se subordinan enteramente a laautoridad militar, para lo que es indispensable la promu!gacf& de una legisla—cian adecuada. De otra forma, su utilizcci&i fendr m& inconvenientes queventalasG

53 Deber tenerse especia! cuidado en el mantenimiento del secreto de las operaciones en que los referidos elementos colaboren, los cuales raramente sern capaces de guardarlo; y tarnbn en la aceptacin de sus opiniones, que puedenalcanzar una gran influencia sobre las tropas con poca experiencia operativa—pues podrn a veces ser tendenciosas y pretender conducir a satisfacer intereses particulares u otros contrarios a ios principios que siempre deben guiaral comportamiento de las fuerzas militares.

a — — — — —

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Capflulo1V

INSTALACION DE LAS FUERZAS Y DIRECCION DELAS OPERACIONES

SeccionA.—GENERALIDADES

1 • La decfsin sobre la forma de dirgr en u territorio dado la lucha contra la subversi& deber ser el resultado de u estudio realizado a nivel polftico (Vol. 1,Cap. Ii, P. 23) cuya conc1usi& eglobar prescripcin de orden dfplomtico,econmico, administrativo, psicolgico, social, etc.>’ militar. Esta ltima sereferir esencialmente a las Fi.ierzas Militares que deben emploarse co la referida lucha y a sus respectivas misiones.

Ese estudio se basa en un antisis detallado de numerosos factorespoli’icos, geogrficos, etc, entre los cuales reviste especial importancia, comose sabe, el medio humano (Vol. 1, Cap. II, P. 11; Vol. UI, Cap. VI, Sec. B)y en l tendrn que colaborar entidades y organismos diversos incluyendo losEstados Mayores Militares de ms alfonivel.

2. El Mando militar de un territorio a pacificar recibir ast un conjunto de fuerzasy una misin, y tendr naturalmente que hacer su estudio de la situaci&i paradecidir la mejor forma de emplear esas fuerzas en el cumplimiento de esa misin.

En este escalan,, la misi&i recibida (por regla general, por mediode una directiva y no por una orden de operaciones) tendr normalmente un significado muy general, que permitir gran libertad de acci& en la forma de cunplirla; pero por contrapartida podre contener prescripciones destinadas a la ob—tencin de determinados efectos polflicos, econmicos u otros, que podr& influir acentuadamente en la dirección de las operaciones. Aparte de lo dicho,¡ncluir casi siempre directrices relativas a la participacin comGn de FuerzasMilitares en la accin psicosocial y en el control de la poblacin.

En el referido estudio de la situacin, aunque el esquema a seguir sea en lfneas generales el mismo que en las operaciones convencionales,hay que tener un especial cuidado sobre determinados factores —poblacin yrecursos, fundamentalmente que en aquellas operaciones presentan un ¡ntersmucho ms restringido. Y por eso, siempre que sea posible, habr que solicitar la colaboracin de ciertas entidades civiles, por lo menos para el suministro de datos sobre aquellos factores.

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Aunque en este Manual no se pretenda descender a pormenores reIctivos a los procedimientos de planeamieflto en los ms altos niveles de manc,se subrayan a conrinuacf&i los aspectos mis sobresalientes de los diversos factores que se deben analizar en el citado estudk de Ja stuac&!, aunque estos factores sean los mismos que para cualquier otro escaln,

4. El terreno y las condiciones meteorolgicas tienen como siempre, una importancia capital.

Desde el punto de vista del terreno interesa estudiar especialmente las zonas que ofrezcan mejores caracteriticas para refugio de las bandas armodas y guerrillas, las poblaciones e ¡nstalaciones que debcrj ser defendidas —

con prioridad contra dichas bandas y guerrillas, las vtas de comuicacin quelleven a unas y otras, ast como los aerodromos y pistas de aterrizaje, y las zonos propicias al lanzamiento de cargas por aviones..

Desde el punto de vista de las condiciones meteorolgicas interesa estudiar, principalmente, su efecto sobre la movilidad de nuestras fuerzas.

5. En lo que se refiere al factor poblacf&i, hay que analizar todos sus aspectos—demogrficos, etnogrficos, social, etc.— y buscar las causas de descontento,los antagonismos, los sentimientos, y los anhelos en ella existentes (Vol. 1,Cap. 1, P. 44 y Cap. II, P. 11 y Vol. III, Cape VI, Sec. B), a fin de buscarconclusiones sobre:

— la receptividad y el grado de resistencia de sus diversos sectoresa las acciones psicolgicas, propias y del enemigo;

— su voluntad de resistir al terrorismo y disposici& para sufrir pri—yac iones;

— el volumen y localizaci& de los elementos que probablementeauxiliann a nuestros fue,zas y a los rebeldes.

En este anlisis hay que tener especialmenie en cuenta ciertos—.grupos de la pobIacin, tales como los partidarios de la ¡deologta enemiga, —

los encuadrados en organizaciones enemigas, dirigentes de gremios locales yantiguos miembros de las fuerzas armados, asf como los individuos de fuerte —

persoflalidad capaces de organizar movimientos guerrilleros. En los territoriosde ultramar interesa tambin comprobar las tendencias de las autoridades locales y de los hacendados, comerciantes y misioneros instalados profundamenteen la selva.

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6. Como lflmo punto del p&rafo (ccractertkas de la zona de operaciones) delestudio de la situacin, deben considerarse los recursos que ofrezca el territo—rk: principalmente en vTveres y agua, Qecesarios tanto a los rebeldes como anuestras fuerzas y a la poblacin; en medicamentos, armas, medios de transmisiones y de transportes y otros abastecimientos indispensables a las guerrillas,asr como las dteraciones que se puedan producir en esos recursos por la fuga delos habitantes rurales para unirse a los rebeldes o para refugiarse er las grandesaglomeraciones urbanas.

7. Desde el punto de vista enemigo hay que tener en cuenta ro salo las bandasarmadas y guerilllas existentes en el territorio a pacificar sino, igualmente lasposibilidades de auxilio exterior,

En cuanto al primer aspecto, hay que analizar:

— organízacin, efectivos, equipo, ¡nstrucc&i y moral;

— personalidad de los Jefes, uflidad de mando y rivalidades;

— sistemas de fnformacfn y enlace;

— relaciones con la poblac& y posibilidades de abastecimiento;

— zonas de refugio y bases de que dispones

En cuanto a lo segundo hay que comprobar:

— la existencia en determinados patses, especialmente en los quetengan fronteras comunes con el territorio en cuesti&, de gobiernos, organizaciones y movimientos favorables a la subversin;

— sus disponibilidades en personal y equipo con las que puedan auxiliar a las bandas armadas y guerrillas;

— sus posibilidades de enlace con esas bandas y guerrillas y de pro—visin a ellas de personal y equipo.

8. Finalmente en el estudio de los medios, hay que considerar no salo a las fuerzas propias sino tambin a las reservas utilizables del escal& superior y a lasunidades policiales y organizacknes auxiliares existentes en el territorio.

En el cnlisis de las unidades disponibles, hay que tener en cuen

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ta su nmero y naturaleza y muy especialmente su grado de adaptacin al tipode combate y al terreno en que han de emplearse, en los tres aspectos: organizacin equipo e ¡nstruccf&i (Cap. III, P. 1 y siguientes)0 —

9. La decisin del Comandante militar de ur territorio subvertido como consecuencia de su estudio de la situcci&, se ha de concretar esencialmente en dos puntos:

— un dispositivos: zonas a ocupar y efectivos;

— las misiones a dar a las unidades.,

lOdr Por regla general y por falta de medios suficientes, Ja pacificaci&i de un territorio no podre hacerse simuJtcneamete de una vez y en toda su extensin,especialmente cuando la subversi&) haya alcanzado un desarrollo apreciable,pero si puede hacerse:

a. Parcialmente, esto es, por zonas, no posando de una a otra sintener la garantfa de que en la primera la subvers& no podre —

volver a tener el desarrollo que tenfa antes, y de que en la segunda la lucha contra la subversin podr ser conducida con-eficacia; la experiencia ya demostr que permitir que la sub.—versn vuelva o conseguir una situaciSn de superioridad, en unazona donde las fuerzas del orden la habfan hecho retroceder acondiciones de inferioridad, supone resultados muy graves desdeel punto de vista de la moral, tanto de la poblaci& como de lasreferidas fuerzas y exigir despus plazos mucho ms lcsgos.

b. Progresivamente, esto es:

1. Comenzando simplemente por crear ciertas dificultades al enemigo, por medio de una acci’n psicolgica,por el establecimiento de medidas polfHcas adecuadas y por Ja ejocucin de peque?as operaciones militares, tales como bombardeos, incursiones, etc.

2. Garantizando, siempre que sea posible la defensa delas poblacknes e instalaciones m& importantes y delas vicis de comurpcac ion de mas interes.

3. Hostilizando rpidamente y lo m& posible a las fuer—

zar rebeldes.

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4. Y lanz6ndose después a la conquista de la hegemontatotal del territorio.

11 • Para escoger las zonas que conviene ocupar, de acuerdo con lo que se ha dicho,servir& de factores:

a. La receptividad y el grado de resistencia de la poblacin de las—diferentes regiones a las acciones psicolgicas del eemgo, procurando ocupar primero las menos resistentes.

b. La importancia econSmica relativa de las: referidas regiones: deben ocuparse primeramer)te las ms importantes.

c. La direccin o direcciones del auxilio m& importante prestado ala subversn: deben ocuparse primeramente las regones fronterizas o costeras que permitar) cortar ese auxilio.

1 1Por otro iaao, cuando ia subversion no se haya maqifestado con-igual ¡ntensidad en todo el territorio, se procurare evitar su ex—tensin a regiones todavta no contaminadas y su desarrollo en lasmenos subverfldas, mediante una ocupaci&i preventiva, aunqueesto se traduzca en un retraso para actuar con los efectivos necesanos en otras regiones a pacificar.

12. Los efectivos que deben establecerse en cada zona dependen no solamente dela finalidad que se trata de alcanzar (de ¡o que se tratar ms adelante, p—mofo 15), sino tambin de los siguientes factores:

— superFicie a guarnecer;

— nGmero de habitantes a su disposicin (disperso o concentrada);

— nmero y Iocalizaci&i de los puntos sensibles, de car&ter eco—nmco y militar a defeflder;

— fase alcanzada por la subversn y actividad del enemigo;

— valor del auxilio externo a la subversin;

— organizacin, equipo e ¡nstruccfn de las fuerzas disponibles.

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La influencia de estos factores es evidente, por lo que no es necesario su justificacin. Sin embargo, cori relacin a lo Iflmo, hay que resaltar la enorme importancia de la movilidad: una pequeña unidad heliotranspotada, por ejemplo, podre susttur e muchas situaciones efectivos mucho mayores que sIo se puedan desplazar por tierra (Cap. lii, 1’, 18). De cualquiermodo, cada unidad debe de tener una zona de acci&i de dimensiones compatibies con lc posibilidad de llegar a cualquier punto de esa zona en tiempo GtIL

Por lo que se refiere a las actividades del enemigo, hay que teneren cuenta no salo las zonas de mayor o menor agresividad de las bandas arma—das y guerrillas, sino tambin aquellas regiones fronterizas en que sea ms intensa la penetracin de auxilio exterior a los rebeldes, y las de transito o enlace, a travs de las cuales el enemigo sIo pretende hacer llegar a las primeras, clandestinamente, personal y matejial, y donde procura, por tanto, norevelar sus actividades (Cap. 1, P. 42).

La diversidad de los factores ya indicados demuestra que no es posible presentar datos exactos relativos a los efectivos necesarios para actuaren una zona de determinadas dimensiones y con cierto nGmero de habitantes-.Tambin se debe tener en cuenta que, e este tipo de guerra, las &eas de —

responsabilidad de las unidades sern mucho mayores que en una guerra convencional. Habr situaciones en que no sern excepcionales las &eas de —

5.000 o 10.000 Km2 por Batallan, lo que no significa que esa Uridad sea capaz de llevar a efecto en una zona de tales dimensiones una acci&i decisivasobre fuerzas rebeldes numerosas y activas, sino exclusivamente garantizar laseguridad de las poblaciones e instalaciones m& importantes y de las principales vfas de comunicaci&.

13. Las misknes que se asignen a las unidades englobaran no salo las normas decarcter estrictamente militar, relativas al combate contra las bandas cirmadasy guerrillas, sino tambn otras referentes a las medidas que ha de adoptaren el campo de la acct& psicosodal y del control de la poblaci&, si estefuese necesario. Se concentraran fundamental mente:

— a un sector;

— a una finalidad a alcanzar.

14. El sector de una unidad es decidido por un Itmite continuo y no por límites laterales puesto que se trata de la ocupaci&1 de una superficie y no de un frente.

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Este Itmite se ¡ndka, como es sabido, por una serie de puntos biendestacados en el terreno y en los planos y en su trazado debe prestarse aten— —

cn principalmente a:

a. La red de vfas de comunfcacin; como medio de proporcionar a cada unidad un buen itinerario central que ¡e sirva de ¡tinerari o principal de abastecimiento y fccUte la maniobra de sus reservas, ydesde el cual irradien otros que les permitan alcanzar el mayor nt—mero posible de puntos de su zona de accin.

b. La divisn territorkil administrativa; ya que ser vefltajoso hacercoincidir con ella la dvis& territorkl militar, siempre que hayanecesidad de una cooperaci&) fnfima entre los mandos de las unidades y las autoridades civiles.

c. La organizacin territorial del enemigo, a la cual muchas veces —

habr !te adaptar el dispositivo de las fuerzas destinadas ala pacificacon.

d. Las regiones con caractertsticcs mejores pcra servir de zona de refugio a los rebeldes; cada una de ellas deber icluírse siempre quesea posible en el sector de ua sola unidad.

Siempre que ¡os itmites entre unidades tengan que trczarse en regiones con estas caracterrsticas deben establecerse por el mcdo superior medidasde coordacin, puesto que ser de poca utilidad para una unidad llevar a —

efecto operaciones de persecucf& de los rebeldes hasta la periferia de su sector si una unidad vecina se mantuviera pasiva, ya que en este caso los rebeldes se refugiarfan en el &ea de sta hasta que pasase el peUgro.

Por esta razn, siempre que o se haya determinado nada en contra,los referidas Itmites no deben considerarse como barreras infranqueables, y astuna fuerza empe?ada en Ja persecuci&) de un grupo de rebeldes no debe dudaren penetrar en el sector de una unidad vecina (comunicndole que lo hace)si aqulla escapase a su sector.

15. La finalidad propuesta podr ser una de las siguientes:

a. Garantizar la defensa de determinadas poblaciones e ¡r!staklcknesms importantes y de las vtas de comunicacin principales —misinde seguridad de su sector.

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b. La misma que en el p&rafo anterior y adem& hostilizar lo m& posible al enemigo por medio de acciones ofensivas limitadas, para crearuna atmsfera de inseguridad y dificultad de los movimientos y el contacto con la poblacn, destru>6ndcle instalaciones y obligndole adispersar sus medios y a dismírwr sus actividades —misin de controldel sector.

c. Las mismas que en los dos p&Tafos anteriores y expulsar, coger prisioneros o aniquilar la totalidad de los elementos rebeldes y sus simpatizantes, y destruir todas sus instalaciones y medios de combate yde vida, misi&i de limpieza del sector.

La primera de estas finalidades no es decisiva ya que puede conducir a las fuerzas militares incluso a una situacin de inferioridad, puesto que,limitando sus actividades a la defensa estflca de ciertos puntos, permitir alenemigo mantener la iniciativa y por tanto concentrar medios donde y cuandoms le convenga. Salo se lustifica por falta de efectivos suficientes para lasotras,

La segunda, cuando va acompa?sada de una accin pskolgica eficaz y de otras medidas poli1cas, sociales, etc, sobre la poblacn, permite alcanzar resultados ms concretos, pues se traducir en un control territorial efectivo. Sin embargo no permite todavta obtener una decisin en la totalidadde un territorio subvertido.

La tercera es la única que puede conducir a resultados decisivos,pero exige como es obvio numerosos efectivos de tropas de alta calidad,

Para las unidades cuyos Itmites coincidan en parte, con una frontera a travs de la cual se efectGe la fnfiltracin de personal y material para —

apoyo de los rebeldes, las misiones de control y de limpieza del sector revisten un aspecto especial — misi6n de interdiccin (vigilancia) de fronteras—cuya finalidad es evitar esa ¡nfiltraci&, capturando o aniquilando los elementos enemigos que lo eÍecuten y destruyendo las instalaciones de transitoque le sirvan de apoyo. Como es obvio, adem6s de esta finalidad, la referida misin supone tambin la de garantizar la defensa de determinadas poblaciones e instalaciones ms importantes y de las vfas de comunicaci&i princi—pas.

16. La ocupacfn militar del territorio que se trata de pacificar es, segn se deduce de los p&rafos anteriores, la primera operacn que se debe realizar.

Si se efectuase antes de que las bandas armadas y guerrillas se ha..

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yan organizado e ¡niciado sus actividades —y ast debe ser (Vol0 1, Cap. II,1’, 44)— esa operacin no pasa de un desplazamiento e ¡nstalacin de unidades sin nada sobresaliente.

En el caso contrario constituye una operacSn diffcil, lenta y fatigosa; pues supone normalmente comenzar cora un combate para la aperturade los ¡tinerarios indispensables a la progresi6n inicial y al apoyo logísticode las fuerzas de ocupacin para emprender m& tarde su acflvidad contra —

bandas armadas y guerrillas.

17. En este caso,la referida operacin consiste en una progresi& simultnea, —

siempre que sea posible, de tantas columnas como itinerarios haya que abrir,escogidos en funcin de !as zonas a ocupar (P0 11). Cuando los efectivosdisponibles y la red de vías de comunicccin lo permitan debe procurarse al—cazar esas zonas por vados itinerarios convergentes.

Cada una de las citadas columnas, de efectivos tanto ms numerosos cuanto ms profunda sea la ocupacin a realizar, se articula normalmenteen escalan de apertura y de reserva.

18. El primero puede tener como base una unidad de Infantería reforzada con elementos blindados de reconocimiento (o incluso de carros de combate s la víade comunicacin lo permite) y de Ingenieros, o una unidad de Caballería reforzada con elementos de Ingenieros y, eventualmente de Tiradores. Esta segunda soIucin es preferible, siempre que las disponibilidades de las unidadesde reconocimiento lo permitan.

La cuantfa.de este escalan es variable entre PeIotn y Compañía oEscuadran, conforme a la amenaza enemiga que se tema. En el caso de tenerpor base una Compañía podre ser designada para vanguardia.

La misiSn del escal6n de apertura es aniquilar o repeler a los elementos rebeldes que pretendan oponerse al progreso de la columna, desembarazar el itinerario de obstrucciones, minas y trampas, preparar el paso de curso de aguas, cuando sea necesario, y apoderarse de los puntos importantes quedominen el referido ¡tinercrio hasta la llegadc de fracc-nes de la reserva quelos ocupe.

19. La reserva se forma con las restantes unidades de la columna, y se destina asustituir a los elementos que constituyen el escaIn de apertura, (que debenser frecuentemente relevados) a apoyar o reforzar si es necesario su escalan

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y principalmente a ocupar definitivamente los puntos ya referidos quedominonel ¡tinerario y las poblaciones o instalacknes importantes a lo largo de ste.

Secci&B.-.ARTICULÁC IONYDISPOSITIVODELASFUERZAS

20. Es f&fl deducir lo que se dice en los p&rcf os anteriores que el dispositivo de¡as fuerzas militares en una guerra subversiva, no podr ser el mismo que en —

una guerra convencional. Ademas:

— tratndose de una guerra en superficie, en la que los adversarks seencuentran entre—mezclados o yuxtapuestos y no frente a frente —

(Vol. 1, Cap. 1, 1’. 59);

— y en el que el problema fundamental es la conquista de la poblaci&i,cuyo apoyo es indispensable (Vol. 1, Cap. II, P. 2), es evidente —

que todo el &ea del territorio a pacificar tiene que ser guarneciday en toda ella hay que mantener un contacto íntimo con la poblacin.

21. Ua vez realizada la ocupacfn de las zonas escogidas, esto es la instalaci&de las fuerzas en los respectivos sectores, la primera preocupacin debe ser lade mantener o restablecer el orden y mortar una defensa adecuada de las poblaciones ms importantes, de las instalaciones destacadas de car&ter econ—mico u otro y de ciertos puntos vitales de las vi’as de comunicacin,en el sentido de asegurar ¡a salvaguardia de las personas y de los bienes, el funcionamienfc de las instituciones y de los servicios esenciales y el libre ejercicio de fun—’clones por las autoridades.

Surge así la necesidad de un primer conjunto de fuerzas dispersaspor todo el territorio a pacificar, con base en las referidas poblaciones y pun-.tos importantes, destinadas a guarnecer este territorio y a mantener el contac—

II # IIfo con la poblacion —esto es, las fuerzas de cuadricula (1).

22. Los efectivos de cada unidad elemental de cuadrícula deben estar adaptados —

econtmicamente a la importancia de la localidad que guarnecen, pudiendo ser,por tanto, del orden de Seccin, Pelotn, Compañta, et. Por ello la unidadb&ica es la Compa?ía de Cazadores (y en ciertos casos el Escuadr& de Reconocimiento — 29 Parte, Cap. II), que podr mantener todos sus elementos reunidos o destacar parte de ellos para otro u otros puntos secundarios de su sector.

(1) Designadas tambin como fuerzas de ocupacin.

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Todo elterritorio se divide asr en sectores de cornpañra (o escuadrén);los Mandos y las Undades de Artillería, Ingenieros, Transmisiones y Servicios se mstalan en los sectores de aquéllas y no tienen por tanto sectores propios, limitóndosecuando mucho, a asegurar la defensa de las IocaUdades donde se estacionan (1).

23. Las Compañías de cuadrícula normlrnente se integren en Batallones y ¿sfos en Agrupociones (2).

A cada unode estos escalones de mando corresponde un sectorque incluye los sectores —

de los Unidades subordinodas (Fig. 1).

Los Batallones y Agrupaciones noben considerarse corno unidados de composicién, rgkla, ternaria o de otro —

tipo.

Por el contrario, la necesidad derespetar los factores indi—codos en los párrafos nGmerosl2yl4,paroet—

— Fg. 1calculo de los efecftvos —

necesarios y para el trazodo de los lfmftes, respec—flvernente, obliga a esta—blecer que estas unidades tengan un nGmero variable de elementos subordinados —

(Cap. III, Rs. 3yl9).

e — — — — — e e

(1) Sin embargo, en ciertas reglones donde la simple presencio de fuerzas militaresFuera suficiente paro garantizar el orden, se podrfo adjudicar sectores o los referidos mandos y unidades.

(2) Se da el nombre de Agrupocí al conjunto de fu.rzes constituido a base de doso m6s Batallones de Cazadores, teniendo o no, adernés de éstos, elementos deotras Armas y Servicios.

k

SECTORES.- Agrupaci6n con cuatroBatallone3 en cuadrícula.- l3ata-llones de 2, 3 o 6 coinpaMas en -

cuadrícula.

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En citos casos podrn existir Comparfas de cuadrícula dependientes directamerte de un mando de zona de ¡ntervenci6n (1). En otros casos no se

e e . e tI # 1 —ro necesario constituir Agrupaciones, siendo el Bataiion el escaion mas eievado’subordinado a Regin Militar, Mando TerritoriaL Independiente, Mando Territo—rial o Zona de lnteniencin,

24. A pesar de que su misin es esencialmente defensiva, los unidades de cuadrículano deber ser estticas; por el contrario, la preocupacin de mantener la iniciativa, la libertad de accin y el espi?itu ofensivo, debe ser constante. Una partede sus elementos debe de ser mantenida en cualquier Circunstancia, en el localo locales que le sirven de base, como forma de asegurar permanentemente su defensa —‘1guarniciones de seguridad11. Pero las restantes deben realizar patrullasy otras acciones ofensivas o servir de escolto a columnas que se desplacen poritinerarios poco seguros, manten!endo una fraccin en reserva, en condicionesde poder acudir con rapidez a cualquier punto del sector de la unidad donde —

ello sea necesario0

Cualquier unidad, por peque?ía que sea, debe por tanto, consfituirun centro de ¡rradiacin constante de fuerzas mviles que, por lo menos, castiguen al enemigo y mantengan un contacto permanente con la poblcici6n en latotalidad del territorio.

Por otra parte uno cuadrícula cujficientemente dersa de u territorio de gran extensn, consume efectivos enormes y por ello, casi nunca es posible ocuparlo totalmente, Como consecuencia habr que confiar normalmentea cada unidad un sector de tales dimensiones (P. 12) que la defensa de algunaspoblaciones e instalaciones menos ¡mportar)tes y el contacto con la totalidad dela poblacin salo podre conseguirse por elementos mviles en constante actividad y no por guarniciones fijas.

25. Una Compafífa de Cazadores, de cuadrícula, puede por ejemplo, con los elementos de sus 4 Pelotones (Secciones), disponer en un momento dado de 4 gro—

(1) Cuando la situacin obliga a la raaUzaci& de operaciones militares de ckrtovolumen los Mandos TerritoriaLs xdrn, en todo o en parto, ser transforrnadosen Zonas de lntervencin. Los Itmites de estas zonas podn o no coincidir conlos límites de los referidos Mandos pudiendo incluso una Zona do tervencinabarcar parte d do o m& Mandos Territoriales. En los Mandos TerritorialesIndependientes, podr& igualmente establecerse Zonas de lntervoncn, abarcando o no la totalidad del roa de osos mandos.

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pos de mando de subalternos:

— uno para asegurar la defensa del local que le sirve de sede;

— otro permanentemente destacado en Ja defensa de un punto secun—dan o;

— otro empñcdo temporalmcte en una pequeña accin ofensiva (patrulla, emboscada, etc.);

— un cuarto en reserva, proflto a acudir a cualquier punto.

Muchas veces ciertas misiones del tipo de 1as ¡ndicadc enel segundo y tercer apartado, podrn desempeñarse por fracciones de maido de Sargento,lo que permitir aumentar el nmero de grupos en que se articular la Compañi.Cuando no hubiera puntos secundarios que guarnecer, los efectivos que se empeLien temporalmente en fas acciones ofensivas, sern mayores; por el contrario, unmayor nGmero de puntos secundarios que guarnecer, pueden pedir la realizacinde estas acciones. De todos modos es esencial la existencia de urja reserva,

Una vez que todo el personal haya sido bkn iflstruido como tirador (Cap. III, P. 8), las posibilidades de la Compañía aumentar& considerablemente, puesto que los elementos de la Plana Mayor y del Pelot&i de Acompañamiento, podrn emplearse en los referidos grupos o por lo menos servir de base alde defensa local,

26. Las Unidades de cuadrícula no son suficientes para llevar a cabo eficazmente lalucha contra las bandas armados y guerillias, a pesar del espliltu ofensivo que —

las debe animar, no pueden asegurar la bsquedc sistem&ica de elementos rebeldes y su destrucci6n en las zonas en que se refugian, en especial en aquellas regiores donde por la menor densidad de poblacin y de vias de comunicacín, Vacuadrícula sea m& limitada o incluso inexistente,

En realidad, ante una acctn militar exclusivamente defensiva, queconduciría infaliblemente a una dispersfn de efectivos, las referidas bandas y —

guerrillas podrn unificarse, ¡nstruirse, melorar de equipo, conservar la ¡nicicfl—va y hostilizar constantemente a las fuerzas militares e ¡rcluso podr&i concentrar efectivos suficientes para causar serios reveses cesos fuerzas, lo que de ningGn modo debe consentirse, principalmente por la influencia perjudicial que —

ello puede tener sobre la poblaci&.

Garanfiza:k as?’ el control territorial habr que estudiar, prepa—

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— —

Fig. 2ARTTCiJLACION DE LAS FUCZA3

Cuadr{ culaItervenci6n

ror y desencadenar operaciones defensivos contra los rebeldes, i5nica forma de conseguir progresivamente, su anlquilacl6n y obtener una decisi6n (P. 15.c.)

Se hace por tanto Indispensable contar con otro conlunto de fuerzas,destinado a llevar a efecto una constante accl6n ofensiva de bGsqueda y aniquilamiento de las bandas y guerrillas, en cualquier punto en que actóen o se refugien.Estos son las fuerzas de inte,vencIn (1).

Esta accin ofensivo cuando se lleva a cabo convenientemente obli—gar a las guerrillas a dedicar le mayor parte de sus esfuerzos a su propia conserva—clan, les rebajará lo moral y destruir6 sus estructures de mando, enlace y abastecimiento; ellmlnar6 o por lo menos debilltor el apoyo que la poblocl6n les puedo —

dar y aumentar* el apoyo que ese poblaci6n pueda prestar a nuestras fuerzas; y losimbuir6 de un espl’rltu ofensivo, si el cual al cabo de cierto tiempo serian v(ctimes de un complejo de inferioridad, Incompatible con el cumplimiento de las misiones que les competen.

27. Esto diferenciaci6n presentada entre Unidades de cuadrí’cula y Unidades de Intervencian no corresponde en realidad a la existencia de das escalones de fuerzas distintos;

todas las Unidadesestán Integradas sriun únIco conjuntode fuerzas, escalo—

[J nados en los sucesivos mandos mene lanados en el

fo nGm. 23 -Com—panfas, Batallonesy Agrupaciones— yen cada uno de estos escalones de —

mando hobr6 normalmente Unidadessecundarias de cuadr(cula y Unidades

____ subordinadas de intsrvenci6n (Flg..

ri-‘II.”

_____ IJ(—) _____

28. Lo ¡dea.I seria que todos los escalones dispusieran de elementos de intervenci6n enreserva, por ejemplo: un Pelot por Compañfo o Escu.dr& guarneciendo un sector,

(1) Llamadas también fuerzas de reserva.

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una Compañia por Batallan, un Batall& por Agrupaci6n, etc, aparte de otras unidades de Artillerra, Caballerra e Ingenieros, por lo menos en ios escalones m&elevados. Sin embargo, los efectivos disponibles casi nunca permitirn este des —

pliegue.

Cuando asi’ suceda, ser m& ventajoso en muchos casos mantener reservas exclusivamente a las &denes de los mandos de m& alto nivel; en otros, podr ser ms aconsejable disponer de pequeñas reservas solamente las Compañfaso en estas y en los Batallones. Los factores principales a tener en cuenta en laeleccitn de la solucf6n ms adecuada son: la fase alcanzada por la subversi& ,

la precisin de las informaciones de que se dispone, la naturaleza del terreno, laextensin del territorio a guarnecer, las vtas de comuncaci6n exietentes y las posibilidades de transportes de tropas, por aire o por mar.

Ademas hay que tener en cuenta que las Gnicas acciones ofensivasdecisivamente eficaces son las operaciones de limpieza” (P—53), que exigengrandes efectivos de los que s6lo los ms altos escalones podrn disponer, comoes evidente. Esto representa que en los referidos escalones es esencial, para laejecucfn de operacknes decisivas, la existencia de reservas de importancia.

29, Por otra parte esta articulaci6n de cada uno de los referidos escalones de mandoen Unidades subordinadas de cuadrfcula e ¡ntervencfn, no debe ser consideradarrgidamente; siempre que sea necesario, cualqukra de estos mandos podr&

— reunir a las Unidades subordinadas, que tienen en reserva, partede las Unidades subordinadas con funciones de cuadrfcula para —

constituir temporalmente una Agrupacin de ¡ntervencin ms potente;

• — o recibir como refuerzo, con el mismo objeto, unidades del es—calan superior.

30. Por estas razones, cada Mando debe disponer de los elementos necesarios paradestacar, cuando sea preciso, un Puesto de Mando capaz de garantizar el mando operativo de una Agrupaci& de intervencfn, cuando £sta estuviese constituída por ms de una Unidad subordinada, y continuar asegurando el control delas otras que se mantengan en sus funciones de cuadrrcula.

De igual modo, cada Mando dispondr de medios (armas pesadas,ArflhlerTci, Caballeri”a, Ingenieros y SeMcks de acuerdo con el escalan) quepermitan dar a las Agrupaciones de lntervencin constituidas los elementos deapoyo indispensables.

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31. Tal dispositivo de fuerzas mflitares, guarneciendo todo el territorio a pacificar,conduce necesariamente a una gran dispersin de las unidades. De esta dispersi43n —juntamente con el car&ter clandestino del enemigo, disperso de igual forma y muchas veces diluido en la pobIaci&, con posible hostilidad por parte deesta—, se deduce la necesidad imperiosa de mantener medidas permenentes deseguridad por parte de las referidas fuerzas.

Estas medidas de seguridad son necesarias en todas las ccsiones(tanto en reposo como en desplazamientos y en combate), en todos los puntos(en las poblaciones o en el campo) y en todas las unidades (de combate prxi—mo y apoyo de combate, de mando y de servicio). Consistiendo no salo en medidas de seguridad inmediata (guardias, defensas accesorias, patrulla de vígi—lancia, elementos de exploracin, etc.) sino tambin por el dispositivo adoptado (reservas capaces de acudir en auxilio de cualquier elemento atacado) ,por el secreto de las operaciones a realizar y por medidas de engaño relativasa estas operaciones. Este asunto se expondr ampliamente en el Cap. V y enla 22 Parte de este Vol.

SeccinC.-FUNC IONDECUADRICULA

32. Las Unidades que guarnecen un territorio a pacificar, tienen en su funcf&, de

cuadrtcula las siguientes misiones en los respectivos sectores (cuadro de la pgiria ):

a. Asegurar la defensa de determinados puntos sersibles.

b. Garantizar la posibilidad de utilizar determinadas vtas de comu—n icac ion.

c. Buscar constantemente noticias sobre el enemigo y obtener elementos que permitan conocer cada vez mejor el terreno y la poblaci&

d. Mantener un contacto constar)te corp la poblaci&i, ejercer sobre

ella, de conformidad con directrices superiores, una acci& psi—co5ócial y cuando se necesario, establecer medidas de control deesa poblacion.

e. Ejercer sobre los rebeldes, igualmente de coflformidad con direc

trices superiores, una acci&1 psicolgica.

f, Hostilizar al enemigo en la medida que lo permitan los medios disponi bies.

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33. Los puntos a defender son, como se dice er el p&rafo 21, las poblaciones m&importantes1 las ¡nstolciciones oficiales o particulares de mayor ¡nters econmico, militar o de otra especie y los puntos vitales de las vias de comunicacfn.

Estos puntos pueden fijorse por el escalan superior o establecersepor la propia unidad.

En último caso, habr que escoger, en funcf6n de la finalidad —

perseguida (P. 15), de la actividad del enemigo, yen especial de las dificultcides que el terreno ofrece al desplazamiento rpido de reservas, efltre dos soluciones extremas:

a. Guarnecer convenientemente ci mayor nGmero posible de puntosen perjuicio del valor de la reserva y por tanto de la iniciativay de la libertad de acci&.

b. Guarnecer solamente los puntos de mayor importancia y basar laseguridad de ios otros en una actividad constante de fuerzas mviles y en el socorro que les pueda prestar una reserva fuerte.

34. En las regiones en las que la densidad de poblacin sea pequeíla y la red de comunicaciories muy dbil, como sucede en gran parte de los territorios de ultramar, una ocupacin militar limitada a la guarnfcin de los puntos anteriormente indicados, no seri normalmente suficiente para asegurar un completo controlterritorial y las indispensables bases de apoyo de las unidades de intervencin.

En consecuencia, es muy conveniente establecer puestos militcresa mayor o menor profundidad en el interior de estas regiones; esto es, ¡nstala—ciones sencillas, con carcter temporal o de cierta permanencia, donde puedanvivir y defenderse, y desde donde puedan irradiar pequefíos destacamentos confunciones de patrullas u otras.

35. De la defensa de los referidos puntos sensibles y del establecimiento de puestosmilitares se tratare en la 29 Parte, Cap. 1.

36. La garantfa de utflizacin de determinadas vras de comunicaci& —codicin —

indispensable para la vida de las tropas y de la poblacin— se basa no sIo enla defensa de ciertos puntos de estas vtas (cruces, puentes, vados, desfiladeros, etc.), sino tambin en el establecimiento de una vigilancia mvil a lo largo de ellas y en la dotaci&i de escoltas a las columnas que por ellas circulan.

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De este tema se tratar en la 22 Parte, Cap. II.

Las fas de comunicacfn a mantener con prioridad absoluta sonaquellas que sirven para los abastecimientos y evacuaciones, tanto militares —

como civiles. Debe notarse que, dada la disposicin de las fuerzas militaresen este tipo de guerra, un mismo itinerario puede servir rio slo al sector pordonde pasa sino a muchos otros.

37. De la obtencjn de noticias sobre el enemigo y de la adqufsici& de elementossobre el terreno y la poblacfn, se tratcir en el Cap, Y. Esia misin exige untrabajo constante y meticuloso de las Unidades de cuadrtcula, puesto—que, como se vera, si un conocimiento detallado de los tres factores citados —enemigo,terreno y poblaci&-. no se podre obtener el rendimiento necesario de las Uní.dades de rntervenc ion.

38. La referida misin e igualmente la del P. 32. d., obligan a un contacto estrocho de las fuerzas militares con la poblaci& y convierten en extremadamenteimportante la continuidad de los Mandos y las Unidades en los sectores que leshayan sido atribuidos. En realidad:

a. La primera condicin para una accn eficaz y duradera de las —

fuerzas miUtares sobre la pobIacin es su presencia, que permitir inspirar confianza, garantizar una proteccf&i efectiva, eler—cer la indispensable acci& psicosocial y cuando sea necesario,asegurar su control.

b. Los Mandos y las Tropas precisan tiempo para familiarizarse conlatopografta local, con la poblacin e incluso con la organiza—cion y las costumbres de los rebeldes.

En consecuencia, los relevos, bien por necesidad moral de mudarel ambiente, bien por terminaci4Sn del tiempo de servicio o por cualquier otraraz&i, no deben hacerse por Unidades completas sino hombre por hombre o porpequeias fracciones; con obleto de que el contacto con la poblaci& y en especial, la confianza mutua qu resulte de este contacto y del conocimiento —

del medio y del enemigo, no se pierden repentinamente, tenierdo que ser adquiridos de nuevo por otra Unidad, siempre lentamente. Si ello no fuese posible, debern tenerse ciertos cuidados para el relevo de las Unidades, tales como enviar con alguna cntelacin determinado personal de la Unidad que ha dehacer el relevo para mantenerla en contacto durante cierto tiempo con la queha de ser relevada y mantener tambin parte del personal de asta lunfo a la —

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otra despu& de efectuado e! relevo, o mejor estableciendo u pequeño perio1do de solape o superposkn de las dos Unidades.

En los territorios de ultramar donde, por su grar exfensitn u otrosmotivos, las autoridades administrativas estn ms esparcidas, es primordial elreferido contacto de las fuerzas militares con la pç)blacin (VoL 1, Cap. II, P,36)

39. La acciS zkosocial y las medidas de control de la poblacin tienen por finalidad, como se sabe, conseguir el aislamier)to de los rebeldes cori respecto a —

la pob!aci&i; principio fundamental dG la lucha contra las bandas armados y —

guerrillas (Cap. 1, P. 20). De estas acciores y medidas se tratare e los volGmenes III y IV, respectivamente.

A este mismo aiskmiento contribuye tambin y de una forma nomenos acentuada, los £xitos obtenidos por las fuerzas militcires en el combatecontra las referidas bandas y guerrillas, y principalmente su comportamientoante la poblacin civil en ‘ci e1ecuciSn de las citadas medidas de control y entodas sus actividades.

40. Como consecuencia, los objetivos de la ocupacn militar, juntamente con lasfinalidades de las medidas de orden polflico, econmico, social, etc., deter—minados a la superioridad, deben ser dados a conocer a la poblaci&i, resaltan.’do que su cooperach5n con los fuerzas militares y la aceptaci& de las referidasmedidas, determinaran el grado de resistencia y de libertad de acci6n que se —

les d.

Habr siempre personas que deseen paz y sosiego; astas y los elementos abiertamente colaboradores con las fuerzas militares o que se muestrenms resistentes a las acciones coercitivas de los rebeldes, deber ser animadosy protegidos especialmente. Ademas, la justicia, la correcci& y ante todo ladisciplina, deben ser caracterrsticas de las referidas fuerzas.

Las noflcias sobre el buen comportamiento de astas se esparcer&rpidamente y constifuirn un factor importante para el establecimiento de relaciones de confianza con la poblaci& civil.

La ley debe ser rigurosamente cumplida.

En los territorios de ultramar, el respeto por las creencias y costumbres nativos debe mantenerse al mximo posible.

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Cuando sea necesario, las fuerzas militares han de garantizar elabastecimiento de vtveres y vestuario, cor)dic)ones mrnimas de habitabilidad yadecuada asistencia sanitaria a la pobIacin.

Las personas deben ser animadas a volver a sus ocupaciones y a—qullas que no las tuvieran, deben utilizarse en cualquier acflvidad, puestoque el ocio y el desempleo son malos consejeros.

Las medidas de control aplicadas deben de tener siempre en cuenta los perjuicios que normalmente causan a la poblacín. Esta debe ser informada de las razones que aconsejan la ejecuci&i de tales medidas, las cuales de —

ben aplicarse con ponderaci&i, no tener mayor rigor que el que la situacin Empone y dulcificarse en cuanto sea posible. A pesar de ello, los infractores delas medidas establecidas deben ser rigurosamente castigados, pues la compasiny la arbitrariedad son contraproducentes.

Salo en casos excepcionales debe imponerse a la poblacin medidaspinitivcs de car&ter general. Cuando la poblacin resiste pasivamente Japacificaci& o existen entre ella numerosos elementos activos Favorables a losrebeldes, que obliguen al establecimiento de las referidas medidas, debe ponerse el mximo cuidado en la localfzaciSn de los verdaderos culpables, para quesolamente stos sean castigados; las razones de estos castigos deben hacerse pbliccis, como medio de que la poblacin comprenda que la resoluc& tomadano fu arbitraria sino necesaria para el cumplimiento de la ley y del orden. Este procedimiento ser muy favorable a las fuerzas militares. Por el contrariosi no se procediese asf, sern la propaganda y los agentes de Ja subversin los—que explotaran la actitud de las referidas fuerzas para reforzar su causa y obtener mayor nmero de adeptos (Vol9 1, Cap, II, P. 3).

41. Para facilitar la localizaci& y la captura o aniquilamiento de los rebeldes,cuando estos buscan, como forma de defensa, confundirse con la poblacin, podrnestablecerse en ciertas regiones “zonas prohibidas11, donde la circulacin de personal civil esta prohibida y donde las fuerzas militares podr& por tanto abrírfuego si previo aviso sobre cualquier individuo0

Estas zonas por ello deben aunciarse con anticipacin y sus Ifmi—tes indicarse claramente, no debiendo ser establecidas en puntos donde causen —

Perjuicios manifiestos a la poblaci&. E ellas pueden señalarse corredores de —

paso libre o sujetos a control.

Las regiones donde el establecimiento de zonas prohibidas tienenmayor ¡nter& son las de frontera y las perifricas de las grandes poblaciones.

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42, De la accin psicolgica sobre los rebeldes —59 misin mencionada en el P.32 para las unidades de cuadrTcuk— se trcitar en el Vol. HL

43. La Gltima misin ¡ndcada en el referido P.32 —hostiflzar al eflemigo en la medida en que lo permitan los efectivos disponibles— es la que melor caracteriza elesptritu ofensivo que debe orientar la fuctn de cuadricula (P.24) aunque algunas de las aijteriores exijan gua1merte ua cierta actividad de elemefltos mcvi —

les. Esta finalidad de hostilizar al enemigo puede conseguirse

a. Por patrullas que recorren frecuentemente el sector de la unidadsin preocupaciones para mantener el secreto de sus actividades, afin de mostrarse en todas las aglomeraciones de poblacn no guarnecidas, dar conf ¡aza, prestar asistencia, obtener informaciones,etc., en realidad, la presencia de pequeñas fuerzas militares encualquier punto de la zona de accn de la unidad, a diferenteshoras del dta y de la noche, crea en los rebeldes la ¡nseguridad decuando y dnde aparecer&) otras, fmpidindoles actuar con enteralibertad de accin, y crea e la poblacin cierta confianza.

b. Por patrullas que, por el coritrark, se desplazan con todas las precauciones necesarias para mafltener el secreto de sus actividades;destinadas a locaflzar, perseguir>’ atacar por sorpresa a las bandasrebeldes y guerrillas, y destruir sus insklaciones.

Estas patrullas podr& combinarse con las anteriores, lasque, obligando a los rebeldes a desplazarse, ¡ncremetan las probobilidades de ser sorprendidos por las segundas patrullas. —

a. Por la colocacn sistemtica de minas o de trampas en determinadas zonas o lineas de infiltracion de las mas recorndas por los rebeldes.

d. Por fuegos de castigo de la Artillerta (Cap. lii, P 25) o de la —

Fuerza A&ea realizados en zonas convenientemente escogidas,donde se sepa que los rebeldes tienen sus campamentos, cultivos y o—tras instalaciones.

De las patrullas se tratare en la segunda Parte, Cap. III.

SeccinD.-FUNC IONDEINTERVENC ION

44. Las unidades de ¡ntervencin, pueden tener como misin:

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MISIONES DE LAS UNIDADES

# 1Funcion ce Cuadricuia:

— Defensa de puntos sensibles; establecimiento de puestos miUtares;

— ProtecciSn de itinerarios;

— Investigacin de noticias sobre el enemigo y de datos sobre el terreno y la poblac ion;

— Contacto con la pobkcicn; accin psicosockil; control de la po—bIacin;

— Accin psicoIgka sobre ci enemigo;

— Hostigamiento del enemigo en la medida en que lo permitan losmedios dfsponbies.

Funcin de fntervencin

— Socorrer unidades, poblaciones e instalaciones atacadas;

— Localizar al enemigo y hostilizarlo lo mSs posible por todas partes;

— Ejecutar operaciones ofensivas contra elementos rebeldes localizados y sus instalaciones.

a. Socorrer, cuando sea necesario, a otras unidades, poblacionese instalaciones importantes, militares o civiles, atacadas por elenemigo.

b. Buscar sfstemticamente al enemigo y hostilizarlo todo lo posible por todas partes, en especial en las regiones donde la —

cuadrrcula sea reducida o ¡qexistente.

c. Ejecutar operaciones ofensivas contra elementos rebeldes localizados para expulsarlos, cogerlos prisioneros o aniquilarlos y contra sus instalaciones para destruirlas.

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45. Para el cumplimiento de estas misiones, la Unidad o Unidades de ¡ntervencin adisposicin de un determinado Escalan de Mando, podrn ser:

— dadas como refuerzo, en todo o en parte a las Unidades subordinadas;

empleadas bajo las rdenes directas del Mando a que pertenecen;

— transferidas al Mando superior a fin de formar parte de Agrupacic)nes de ¡ntervencin de mayores efectivos.

46. El socorro a una unidad, poblacn o instakcn atacada es una operacin cuyacondicin principal de xito es la rapidez, al contrario de todas las dems en —

que el factor fundamental es la sorpresa.

Una vez conocida la necesidad de ejecutar una operacin de esta naturaleza, deben seleccionarse las fuerzas m& adecuadas al efecto, en —

funci& principalmente de la posibilidad de alcanzar el objetivo en el menorplazo posible.

Para esto, hay que tener en cuenta no salo la distancia a que se encurs*ra decse objetivo y las vias de comuricacin que conducen a l, sino tambin las posibilidades del enemigo para interferir el desplazamiento y de las referidas fuerzas para resistir a esa interferencia. Asf, las Unidades m& indicadas para socorrer el punto indicado son por su movilidad y blindaje las de reconocimiento (Cap. III, P. 3fl, salvo ene1 caso de disponer de helicpteros detransporte.

Es evidente que, antes de la ¡ntervencin de fuerzas terrestres, lafuerza areo, con acciones de ametrallamiento y bombardeo, podre alivkr lapresin enemiga sobre e1 punto atacado y facilitar aquella intervencin.

47. De lc forma a realizar el desplazamiento de fuerzas de socorro se tratare en la22 Parte, Cap. II.

En cuanto a la actuacin para aniquilar a los rebeldes que ataquen el punto a socorrer, la variedad de situaciones posibles es tan grande queresulta diffcil esquematizar en detalle las formas de actuar.

Si los rebeldes escapasen a la fuerza de socorro antes de quetu llegue al punto asediado, habr que proceder de una forma sorne jcmte a laindicada ms adelante en el P. 55; esto es, intentar establecer en primer lugar

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cu!es son las zonas en que aquilas posiblemente se hayan refugiado, para precisar despus en cual de esas zonas se encuentran realmente y actuar finalmentesobre esa zona de la forma mas adecuada.

Si, por el contrario, los rebeldes no se hubieran retirado de las —

proximidades del punto atacado, son posibles dos casos:

a. Que los elementos mi litares o civi les atacados se encuentren en —

mala situacin siendo por tatc urgente el socorrerles, por lo quela primera preocupacin debe ser la de establecer contacto conesos elementos, por medio de una fuerza, mayor o menor, de acuerdo con los efectivos de las fuerzas rebeldes atacantes, que “rom—pa1’ la Irnea de astas en una direccn convenientemente escogida.

b, Que los referidos elementos resiskn en buenas condiciones, porlo que la primera preocupac6n debe ser la de cercar a las fuerzas rebeldes, a conveniente distancia, para impedir su fuga y —

garantizar por tanto su posterior aniquilamiento.

48. La segunda misin mencionada en el punto 44 —buscar sfstem&icamente al enemigo y hostilizarlo lo ms posible— se lleva a cabo por una densa y constante —

accin de patrulla ejecutada en todas las regiones por diftciles que sean y exige un apoyo efectivo de la Fuerza Mrea, bien para el acompañamiento de laspatrullas o para el reconocimiento de las zonas en que no est&i recorriendo s—tas.

De esta accin de patrulla se tratar en la 22 Parte, Cap. III.

49, Las operacknes ofensivas —32 misi& mencionada en el referido 1’. 44— puedenofrecer varios aspectos, conforme a los efectivos empeñados en ella, (desde laSeccin a la Agrupacin) el tipo de objetivo (bandas rebeldes, instalaciones,poblaciones, etc.) y principalmente la especfficacin de las informaciones disponibles sobre el enemigo.

50. En realidad, la eficacia de las Unidades de intervencin en la ejecucin de —

operaciones efectivas depende fundamentalmente de las fnformacknes. Sin s—tas no ser posible obtener de esas Unidades el rendimiento debido, pues granparte de su esfuerzo se consumir en acciones infructuosas que muchas veces —

ni siquiera conducirn al contacto con el enemigo.

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Por tanto, si las referidas informaciones no existieran, ser preciso comenzar por buscarlas:

a. Bien por la actividad de las Unidades de cuadrtcuki en las zonasmas proximas a las sedes de estas Unidades, conforme se menciono en el P. 32. c.

b. Bien por la bGsqueda sistemtka del enemigo —de que se trata enel P. 48— en las restantes zoras del territorio, donde por la menordensidad de aglomeraciones de poblacfn y vfas de comunfcacin,la ocupacn militar sea limitada o nula.

51. Estas informaciones permUirn:

a. Conocer exactamente la localizacin de la bandas rebeldes y desus instalaciones; tales como aldea, campamentos y cuarteles, escondrios, &eas de cultivo, dep&itos, campos de instruccin,ect0

b. O, por lo menos delimitar zonas, de dimensiones mayores o meno-.res, donde se conozca la existencia de elementos rebeldes, perodesconoc isdo su local izcc i& exacta0

52. En el primer caso, se podre actuar directamente sobre las referidas bandas o mstalaciores. —accin sobre un punto— por medio de:

a. Fuerzas destacadas al efecto, actuando siempre que sea posible —

por sorpresa, y segr los casos presentados en la 22 parte bajo tostflulos de “Limpieza de una pobIacin” (Cap. Y), “Golpe de mano” (Cap. VI) y “Emboscada” (Cap. VII).

b. Bombardeos de Artiflerfa o de la Fuerza Area.

53. En el segur!da caso, la accín a tomar —acc&) sobre una zor)a— puede consistiren:

a, Castigar esa zona por medio de fuegos de Artillerfa (Cap. III, P.- — - -_ - 25) ode laFuerzaArea (1)

a — — — — e — —

(1) Podrn atribuirse a la fuerza area, durante periodos mayores o menores,e e

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b. Patrullar esa zona (22 Parte, Cap. III) con la mayor ir)tensidad posible a fin de comprobar las iflformaciones disponibles y, consecuentemente, poder pasar a actuar de las formas ¡rjdicadas en el P. 52;esta accin de patrulla puede combinarse co la aferior, la cualtendr por efecto obligar al enemigo a desplazarse y por tanto, facilitar la accf& de las patrullas. -

c, Batir esa zona, esto es recorrerla de punta a punta, con fuerzas —

dispuestas de manera que los intervalos entre las diversas fracciones sean lo ms reducidos posible.

d. Cercar esa zona y actuar dospus ofensivamente en su interior contra los elementos rebeldes ya existentes0

Estas das ltimas formas de accin constituyen las modalidades po—... • • IIsiales para llevar a efecto la operacio designada como limpieza de una zona ,

cuya finalidad es (P.15.c.),expulscir, coger prisioneros o aniquilar la totalidadde los elementos rebeldes y sus simpatizantes y destruir todas sus instalaciones ymedios de combate y de vida,

Salo cercando previamente la referida zona, ser posible garantizar la capturo o el aniquilamiento de las bandas rebeldes existentes en lla, Labafida no permite normalmente sino obligar a los rebeldes a abandonarla y destruir sus principales instalaciones, El cerco, por otra parte exige numerosos e—fectivos, de que rio siempre ser posible disponer, en especial cuando la zonaa limpiar sea grande,

De la referida operaci&i de limpieza de una zona se tratare en la22 Parte, Cap. IV.

“recs de fntervencín libr&’, en las cuales, como este nombre indica, puedenactuar por el fuego sin ninguna preocupcci&) de seguridad relativa a nuestrastropas y donde astas, por lo tanto, no pueden penetrar sin previo aviso, Las razones que justifican fa delimitaci& de estas &eas son, esencialmente: insuficiencia de medios o grandes dificultades de acceso por parte do las Unidadesterrestres, para actuar en la totalidad de los respectivas zonas de accin; necesidad de prepcracin de futuras operaciones terrestres a realizar en las reasconsideradas; necesidad de operaciones terrestres cornplemetarias llevadas aefecto en regiones limflrofes; y necesidad de prolongar los efectos de las operaciones terrestres ya efectuadas, para impedir o retardar la reorganizacin delenemigo.

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54. La limpieza 40 una zona, Ea Umplezo de uno pobEaci, el golpe de mano y Ea smb....da sen las ep.rac lenes en ms fl’picas del e.bei. c$re bandos cneo s ylles, basadas en les camctsr4tices y forme de aetuectn de l rb.tdes, menelen.üsen Cap. 1, en especial la c!orttnidad yel r.hVk sl*.mt1oameeteel eo*iyo. Trot6ndose pGr lanto de ur bando localizado qv. no: pratS . escapar nl r ¿combate, la operocln contra efe debo llevsrse u cebo las normas ¿e te -

convencional poro .1 ataque a uno leoistencla cIskd, que clste, ibttl*aristen:

- rscanocar y filen

envolver si es porble porlo minas des f linces;- cortar lo retirada, per 1cm.. por .1 fim..

- atocen enrgkamite snia dir.ccin edb.Ccicnes m6s favorables con elrn&xlmo apoyo de fuso posible.

55. A veces, las Informaciones ob4.1datpermEten Iecatt con preebln una fuerza de, pero ¿sta s alele del punto donde fue situado 4. que sorninguna acc1n contra ella. E* el cese por sf.mpLG de alimentes rebeldes que StSGisen una poblacIn e Insta 4& le,iante cada le tusrzo 4. socorro antes deque ¿sta $ legue al punto átee,. ( P. 47).

If

______

3

Cuando suc.de do, puede Intenten.una acc6n de expLorocllntendente e permItir .1 smpleo 4. una o m6s Unida’.des de lnt.rvencbn, convenientemente escogidas,destinadas a aniquilar olos eiementes4enernlgos localizadas (Flg. 3).. Cbase en el punto y hora enque estos eIei*entes fueron1.ecatizados tindo poriecten*. fNc .vtiJs elt.Iøo ycostuffib’ 40$en.oLse onpezur porprocurar deducir cuales —

son las zoncs donde los rebaldes po*n haberse reftiCEiC; A conFtfl*X,cln,potnrf las tIrre5trSs destaca

oFig. 3.—1- Situación del .neiqo $e9ún fersnieP2.— Pociblea zonaz de *Sugio. ).— Patrullaade axp1oraci6n Zane donde a. localiu.roe loa rebeldes. 5. Un.dad de intervenci6n.

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das por las Unidades m& prximas a esas zonas y avíol)es o helfcpteros de re—coocimfento, podrn permitir precisar er cual de las referidas zoras se encuentra realmente, y lanzar sobre ellas, consecuentemente, la operacin ofensivam& conveniente; por regla general, del tf po ‘Umpfeza de una zona”.

Debe destacarse que, ia mayor parte de las veces, esta acci&1 deexpJoraci& no conducir a resultados pr&ticos, porque los rebeldes se dispersen o porque las caracteriflcas del terreno a donde se dirigiran ofrezcan pti—mas condiciones de disimulaci& Otras veces podre cor!cluirse sobre la zonadorjde los rebeldes se encuentrerj, pero asta preserjtar dimerjsiores superioresa las que los efectivos de intervenci&j disponibles permitarj tratar efkazmente.

Si los elementos rebeldes hubieran sido localizados por urja pa—trulk de efectivos insuficientes para combatirlos, esta patrulk deber perseguir a los referidos elementos, ¡nformodo constantemente al Marjdo de que —dependo de su actividad, hasta que urja fuerza superior pueda ¡ntervenir.

56. La acci&j ofensiva llevada a cabo por los Unidades de irjterverjci&j debe ini—ciarse lo antes posible a continuacf& de la ocupcci&i del territorio, a firj deno dar a las bandas rebeldes oportunidad de unificarse y entrerjarse, establecer un sistcma de abastecimiento y corjsolida, el apoyo de la poblaci& (Vol.1, Cap0 Ef, P. 16). Y debe llevarse a todas las regiones dorjde las referidasbarjdas se instalen, se disloquen, reabastezcan o refugien.

Urja vez iniciada esa acci, las operaciones deben ser continuas, cor,duci&idose sin desfallecimientos, para marjtener a los rebeldes bajocorjstante presfn, obligórlos a desplazcirse, separarlos de sus fuentes de abastecimjento y debilitarlas fica y moralmente.

Establecido el contacto por urja fuerza rebelde, este debe mantenerse hasta que dicha fuerza sea obligada a empeiar combate y quede destruida. La ¡nterrupcin prematura de urja operaci& ofensiva puede arjular —

completamente los xitos ya alcarjzados durante algunos meses de actividad.

A pesar de ello, hay que tcer en cuenta el hecho de que estasoperaciorjes son muy fatigosas y, como corjsecuencia, hay que proporcionara !as Unidades perodos de descarjso sufkientes para que todo el personal sepueda rehacer, ast como para completar los efectivos y reparar el material.

57. La acc& ofensiva se traduce, con cigurjas excepciones, erj la ejecucin deurja serie de pequefias operaciones independientes, aunque previamente planeadas en con junto y debidamente coordirjadas.

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Gran parte de estas operaciones sern llevadas o efecto, por tnto, por simples patrullas, o pequeños destacamentos que muchas veces, actuarandurante algunos dtas lejos de sus Unidades. Asf pues, se ¡mpone una gran des—centralizacin del Mando.

Por otro lado, las misiones de esas pequeñas Unidades, podrn —

incluir frecuentemente, la apUcacin de ciertas medidas de car&ter politico,administrativo, judicial, psicolSgico, etc, lo que casi nunca sucede en una —

guerra convencional en escalones de este niveL Y las dificultades que el enemigo, ei terreno o el clima presentan, y la posible hostilidad de una parte dela pobIacin, producen como se sabe acefltuados efectos perjudiciales sobre lamoral.

Consecuentemente, el xito de las referidas operaciones depende en gran parte, de la actuacin de los Comandantes de los escalones ms ba¡os, Capitanes, Subalternos e incluso Sargentos y requere en ellos sIidos conocimientos t&nicos, alto espíritu de iniciativa e improvisach5n, disciplina,combatividad, tenacidad, ponderacin y gran resistencia física y moral.

58. Los perkdos de calma en ta actividad de las guerrillas o en ei hecho de que,durante las operaciones ofensivas, no se establezca normalmente contacto conlos rebeldes, debe considercrse con desconfianza, Estas situaciones pueden —

ser consecuencia de una ¡mperfeccn de procedimientos de nuestras fuerzas ode una decisin deliberada de! enemigo, que tiende a conducir a estas fuerzasa una actitud de relajamiento que aumentar las probabilidades de xito al recrudecerse inopinadamente las actividades subversivas (Cap. 1, P. 13. b.)

59. En las operaciones ofensivas debe prestarse especial importancia a la bGsqueday captura de Mandos rebeldes (1) y a la destruccin de sus medios de enlacee instalaciones de instruccin y reabastecimiento.

Deben buscarse objetivos bien definidos que por su IocaUzacinfaciliten la concentracin de fuerzas y la coordinacicSn de esfuerzos y, que —

por su naturaleza permitan la captura o el aniquilamiento del mayor nGmero —

posible de rebeldes.

u •(1) Decapitacion del enemigo.

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60. Como se dice en el P. 14, las operaciones ofensivas de cada Ufdad deben —

coordinarse con las Unidades contiguas, de modo que los rebeldes no puedanescapar impunemente desde el sector da una Unidad que los persigue al de o—fra que se mantiene pasiva,

Los sectores fiiados a las Uridades de cuadrfcula pueden aRe—rarso temporalmente siempre que resulte aconselable confiar exclusivamente auna Unidad de ¡ntervenci& una zona de accin donde tendr entera libertadpara llevar a efecto sus operaciones ofensivas, Como çs obvio, las Unidadesde ¡ntervencf& cuando no estn empeñadas en una acci&) no tienen asignadosector; instaladas en el sector de una Compañra de cuadri’cula tendrn a su —

cargo, nicamente, la defensa de la localidad o localidades que le sirvan debase, no debiendo exigir esta defensa sfrio una pequeña fraccin de sus elementos,

61. Salvo el socorro a puntos atacados, todas las operaciones ofensivas deben ba—sarse en la sorpresa, condfci& fundamental de su xito. Aunque esto sea realmente muy diftcil, en especia! contra guerrillas bien organizadas y actuandoen un territorio donde gran parte de la poblacfSn no le sea hostil, los Mandosdeben emplear toda su inteligencia en la obtencin de la sorpresa, obligandoa las tropas a una disciplina rigurosa conducente a la misma finalidad0 Esteasunto se desarrollare en el Cap. y.

62. La segunda condickn para el £xito de las operaciones ofensivas os la rapidezque es tambien una forma de conseguir la sorpresa.

Esta rapidez depende:

De la ¡nstruccin y entrenamiento de las tropas;

— del dispositivo de las Unidades y de k eficacia de las transmisionos;

de las condiciones del terreno, en especial del punto de vsta dela transitabilidad;

— de las posibiUdades del enemigo para intervenir durante el desplazamiento;

— de la capacidad de las Unidades para resistir esa interferencia;

— y principalmente, de la movilidad, caracterflca fundamental

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de ¡as Unidades de ¡ntervencicSn, sin la cual no podrtcn la mayorparte de las veces cumplir eficazmente sus misiones.

63. Como se dice en el Cap. 1, las bandas armadas y guerrillas tienen, por su misma rusticidad y por su conocimiento dol medio, una movilidad muy grcnde enterrenos densamente cubiertos o montañosos, que les permitir escapar fcílmente a la persecucin de las fuerzas mifltares, si &tas no consiguen actuar por —

sorpresa (lo que es diftcil cuando su volumen es grande) o con mucha rapidez.

En los referidos terrenos y especialmente cuando las zonas de ac-’cn fuesen extensas (terrtorios de ultramar) esa movilidad exige helicpteros(Cap. III, P. 48).

64, Como conclusin de lo que se expone aflteriormente, pude decirse que la ac—cion ofensiva:

a. Se caracteriza por:

— un planteamiento centralizado;

— una ejecucin descentralizada,

b, Y consiste:

— en un conlunto de m!tiples operaciones;

— de corta duracin;

— realizadas por sorpresa;

— por fuerzas muy mviks.

Secci&E,INTERDICCIONDEFRONTERAS

65, Como se dice en el P. 15 las Unidades cuyos lfmites coincidan parcialmentecon una frontera a travs de ¡a cual se efectúe !1tr0 de personal ymaterial en apoyo de los rebeldes, tendra por mson, ademas de la de montener la seguridad de su sector, ¡a de evitar una ¡nfiltracin, capturando o aniquilando a los elementos enemigos que la realicen y destruyendo las instalaciones de transito que le sirven de apoyo; rnisiSn de interdiccin de fronteras.

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La importancia de esta misin esta justificada por el principiofundamental de la lucha contra ias baidas armadas y guerrillas a que se refiere ci Cap. 1, P. 20, necesidad de aislar a los rebeldes de todo apoyo exterior; sin el cual, normalmente, no podr disponer de los cuadros y equipossuficientes para llevar a efecto una accfn eficaz.

66. Sin embargo, cuando la extensin de ks fronteras y el territorio a pacificarfuese grande, y diffcil el terreno en sus proximidades —caso corriente en losterritorios de ultramar— resulta imposible montar un dispositivo que cubra fn—tegramente esa frontera y permita, por taflto, evtar totalmente las infUtra—clones a lo largo de ella,

Habr no obstante, zonas de mayor importancia por ser alcanzadas m& directamente desde las regiones externas, donde se sabe que se prepara un auxilio efectivo o los rebeldes o por conducir a regiones internas donde la actividad de estos rebeldes es ms irtensa y por ofrecer ademas mayoresfacilidades a la infiltracin, bien por las caractertsticas que presenta el ferreno (vegetacin densa, ausencia de poblaciones y vtas de comunicacin, etc.)bien por el apoyo que la poblaci& presta a los rebeldes.

El dispositivo que se adopte deber, por tanto, permitir la in—terdiccin eficaz de esa zonas, limitndose en las restantes a una simple vigilancia0

67, Para facilitar esta misin de ¡nterdicci& de fronteras es conveniente delimi—tarta de forma bien vIsible, si no lo estuviera ya, y establecer a lo largo deella una faja de terreno considerada zona prohibida, donde, como se diceen el P0 41, la circulacin de personal civil esta prohibida, y donde las —

fuerzas militares pueden ast abrir fuego sin previo aviso contra cualquier enemigo,

La longitud de esta faja ser funcin de la naturaleza del ferreno: menor en terreno con vastos campos de observacin y servidos por buenascomunicaciones y mayor en lcs terrenos de selva o sabana. Si es posible nodebe ser inferior a la distancia que un hombre puede recorrer a pie duranteuna noche,

Los nuc leas de poblaci& existentes en la referida faja no pueden, como es obvio, considerarse como zona prohibida, pero deben ser sornetidos a un rgimen de control suficientemente riguroso, registrando a todoslos habitantes, distribuyndcies salvoconductos o, si eso no fuese practicable

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mencionndose pn ws documentos de Identidad la outorizac6n para circular.

a. Montar un. nGmero wf 1—ciente de pues militares, establecidos en —

longitud y profundidad,que sirvan de base depatrullas y garantIcen.10 posesi& de ciertospuntos de paso bligatoriooqu.facIllteneL..

- acceso de los rebeldesal interior.

1. ‘‘• )

.7’

b. Patrullar intensamentetodo el tirreno entre es

• tos puestos, can elementos que busquen al en.migo y, siempre que seaposible, locaptureny lo aniquilen.

2 2

69. Estas Compatas deben de est, como es normal, integradas en Batallones. Estos debendisponer,en gundo escal6n, de una reserva capaz de prolongar en profundidad la putru1k efectuada por las Compaito ¡unto a la front.sj reforzar ¿stas, interviniendo en sussectores contra grupos rebeldes ns6s fuertes, y perseguir y atacar todo5 aquIIos que hayan conseguido sobepczsar los sectores de las referidas Companras.

Esta reserva 4ebe contar cose elementos de Infenterra y de Cabrillerra, destinadosen especial los primeros, a actuar en las reglones de te.nosm6s dlffcfles y los segundos a ampleor en todas las situaciones en que su movilidad y bIIndae puodan ser apra-

8. La regl6n ms .prxirso dele frentero (haya sido establecida o no una zona proiilbida)ser confiada a Compa.nras de Cazadores, contiguasunasalasotras (Fig. 4). Sussectores.deben ser suficientemente ,pequellos para que pee dan:

2

‘3 ..

Fig. 4.I3ATAL,LQN CON MXSIONES DE INTEflDICCXrN FFRONTERAS.1,— Fronters. 2.- Conpaíias de frontr.3.— esorvas de flatalltip.— 4.— traneversajes. 5.— S{stei dc obati.

El nGmero, Iocai1zecIny efectivos de los referidos puestos, t.ndr6 que ser objetode.estudio particular en cada caso.

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vechados, y principalmente en la proteccin de un itinerario transversal por elcual se pueda maniobrar de acuerdo con la situacin. Si este itinerario no existe, convendr abrirlo.

En el caso de que ¡a profundidad exigida, para un eficaz cumplimiento de la misi&i de interdiccin de frontercs, sea muy grande, debe adop—tarso un dispositivo semeante al nivel de agrupacin9

70. Puede aumentarse la eficacia de un dispositivo asr éstabtec ido por medio de:

— un sistema de barreras;

— fuegos de artillerra;

— apoyo a&eo;

— informaciones obtenidas sobre las fronteras.

7L El sistema de barreras (Fig. 4) puede comprender:

— minas, trampas, redes de alambre y otros obst&ulos que se opongan al paso del enemigo;

— medios electrnicos, acústicos u otros que permitan detectar el refondo paso, localizndolo.

o o oNo solo tiene la finalidao de consegwr efectos matenales sino tam

bin —y esto es importante— crear en el eremgo una cierta inseguridad en susdesplazamientos.

Siempre que sea posible, los obst&ulos y los medios de alarma deben vigikrse, por lo que es d gran utilidad la apertura de un itinerario a lolargo de ellos.

El sistema de obst&ulos debe ser bien conocido por parte de lasfuerzas que actGan en sus proximidades, especialmerte por aquellos que se destinan a intervenir contra los elementos rebeldes detenidos o localizados por elreferido sistema.

72. En ciertas zonas de mayor ¡mportancki y, preferentemente, en los terrenos con

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luntos de pasoobUgctorio se podrn instalar Undades de Árflhlerfa y establecerse planes de fuego, con mira no salo a crear en los rebeldes un clima de insegridad (castigo) sino para neutralizar a los elementos localizados a su paso pordeterminados puntos (interdiccin)0

730 El apoyo areo contribuye a aumentar la eficacia de las Urfdades con mhinde ínterdiccf&i de fronteras en tres aspectos principales:

vigilancia, auxiliando y prolongando la accf&, de las patrullas;

— transporte rpido de reservas, para aproximarse a los elementos rebeldes localizados;

— ejecucin de fuegos de castigo y de interdicc&0

En el primero de los aspectos apuntados, es indispensable la cola—boracin de la Fuerza Mrea; en el segufldo constituye un factor de xito de ¡ndiscutible importancia.

74. Para que todo este sistema funcione eficazmente, son particularmente importantos las informaciones obtenidas, ms all de las fronteras, por agentes infiltra—dosen los territorios vecinos o por simpatizantes existentes en ellos, que permitan conocer con anticpacin, el punto, la fecha de pDrtfda y la dfreccfn tomada por los elementos destinados a auxiliar a los rebeldes.

75, Es igualmente indispensable la colaborccn de la Armada en la iterdiccinde las fronteras martmas o delimitadas por grandes nos, ya para la vigilancia de la costa, mucho ms rentable sobre las aguas que sobre el terreno muycubierto; ya para el ataque a los medios de transporte enemigos antes de questos alcancen la costa o la orilla del rio,

Los fusileros navales puedefl tarnbin, como se dice en el Cap.III, P. 44, colaborar en la vigilancia de interdfcci& de las fronteras por medio de puestos establecidos en tierra.

76. En el Cap. V, P, 45, se tratare, ast como en los Siguientes, de las medidasde seguridad en las fronteras, puertos, viajeros y equipajes, medidas complemontarlas de las anteriores y apUcables en especial a ios puntos de paso delas fronteras abiertas a la circulcci& civil.

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SeccinF,—PRINCIPIOSBÁSICOS

77, De todo cuanto se ha expuesto anteriormente en este Volumen o en el primero,deben resaltarse como conclusiones sobre la forma de llevar a cabo las opera—clones contra bandas armados y guerrillas los principios bskos y constantes delos p&rafos siguientes, que sern aflur)ciados sucesivamente por el orden tratado en los dos vo!menes referidos0

78. Es mucho ms f&il evitar el desarrollo de un movimiento subversivo durante sufase ¡icial que vencerlo despus de ser organizado (Vol. 1, Cap, 1, P. 28 yCap. fi, P, 16), De igual forma es mucho ms f&if evitar la formaci& de —

bandas armados y guerrfl las mediante una ocupacin militar oportuna y suficienternente densa de los territorios donde se comience a manifestar la subversin,que combatir esas bandas y guerrillas despus de organizadas: prevencinenlugar de ropresin.

79. Las operaciones contra las bandas armados y guerrillas no son sino una parte dela lucha contra la subversiiSn. Este exige adem5s de la accf&i militar, la eje—cucin de muchas otras acciones de carcter polflico, admiflistrativo, policial,judicial, ps!cofiSgico, social, econm!co, etc, (Vol, 1, Cap. JI, P. 9). Como consecuencia, las referidas operacior)es tendrn que ir)tegrarse er un plancori junto que coordine todas estas acciones subordinndolas a ste completamente: Unidaddeaccion.

80. Las guerrillas no pueden subsistir sin el apoyo de la pobIaci& y del exterior yen cuanto ese apoyo exista es ¡riutil intentar su destruccn exclusivamente —

por el combare (Cap. 1, P. 20)0 Por taflto, es ¡ndfspensabk conjugar las operaciones contra ellas cr un cierto número de medidas adecuadas de car&terpolftico, administrativo, psicolgico, social, dfplom&ico, etc,,, destinadasa aislarlas tanto de la poblaci& como del exterior, empeñar)do en la misinde ¡niterdiccin de fronteras un rmero suficiente de unidades: aislamientodelasguerrillas,

81, Las caractertsticas y formas consecuerites de la actuacin de las guerrillas, ylas dificultades presentadas por el terrerjo que, normalmei)te, aqulias buscan,exigen de las fuerzas militares una adaptacin conveniente en su organizacin,equipo e ¡nstruccin, sin el cual su eficacia ser mtnima (Cap, III, P, 1)adap—tacindelasUnidades.

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82, En la guerra subversiva los efectivos indispensables para llevar a buen t&mínola lucha contra las fuerzas rebeldes son muy grandes cuando so comparan conlos efectivos y el valor aparente defasasfuerzas (Cap. III, P. 10): efectivossofic ¡entes.

83. Cuando los medios disponibles no permPer? que las operaciones contra las bandas armadas y guerrillas sean conducidas de modo simult&)eo y con igual intensidad en todo el territorio subvertido —lo que ser normal— la pacificacin debehacerse progresivamente, por zonas convenientemente escogidas, de manera —

que ofrezca la garantía de que la subversin no podre volver a desenvolversee ellas (P010): actuacinprogresiva.

84. El establecimiento de medidas exclusivamente defensivas no puede impedir eldesenvolvimiento de un movimiento guerrillero n el aumento de su agresividad, Slo una constante accin ofensiva permitir el aniquilamiento total delas fuerzas rebeldes. Es preferible realizar pequeñas acciones ofensivas, anco objetivos limitados, que tomar una actitud completameflte pasiva por parte de las Unidades (Ps. 24 y 26): espírituofensivoyacci&ofensiva,

85. Un territorio donde exista una amenaza seria de guerrillas debe cosiderarsecomo una zona de operaciones, semejaflte a un frente de combate cl&ico:los Mandos y las tropas que actúen en este territorio, debefl mantener permanentemente una actitud de alerta, tal como las unidades ¡nstaladas en la It—nea del frente en una guerra conveciona!. Una “psicología de guerra de retaguardia” hace fcfl para las guerrillas el sacar todo el partido posible dela sorpresa (P. 21): seguridadpermanente.

86. Las fuerzas militares deben mantener u estrecho contacto con la poblacin,condici&i especial para imponer confianza, garantizar protecci&, ejerceruna accn psicosocial, asegurar su cofltrol, cuando sea flecesario y obtenerinformaciones (P. 38): contactoconlapoblacf&i.

87. Para garantizar este contacto, y en especial, para permiflr a los Mandos yUnidades familfarizarse con el terreno, la pob!acin, organizacin y costumbre de los rebeldes es de gran importacfa que tanto los Mandos como las Unidades se mantengan durante grandes periodos en las zonas que les fuesen asignadas y que su relevo se haga de manera que o se pierda jutamente la confianza de la poblacin y los conocimientos adquiridos (P. 38): Continuidaddepermanencia,deMandosyUnidades0

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88. A la vez que una acción firme y, si es ecesorio, dura e el tratamiento de losrebeldes y de los que los apoyan, las fuerzas militares deben adoptar como cori

lo o o ocicior fur)damental para el exito er su cccior sobre la poblacio, ura actitudbasada en el respeto por los derechos y opiniones de cada uno, e la verdad delas liforrnaciones difundidas, en la ley, er la justicia, en la disciplina y enla poderacin (P.40) : actitudfirme_ycorrecta

89. No es posible actividad alguna de las fuerzas militares y e especial su accnofensiva sin un conoCimiento detallado de los elementos rebeldes, de la po—blaci&j y del terreno (P1. 50): importackdela¡nformaci&).

90. En la eIecucfn de las operaciones ofer)svas son condkioes esenciales de —

xito intervenir rpidamente y conseguir sorprender al enemigo (Ps. 61 y 62):sorpresayrapidez.

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Caprtuloy

INFORtvtACION Y CONTRAINFORMACION

SeccionA0—GENERALIDADES

1 . Lo que se expone en este c.apftulo a continuaci&-i no altera lo preceptuado enII — ..el Reglamento de Camppna— lnformacor y solo tiene la funahdad de resal

tar tos aspectos ms caracteiitkos e importantes que en el mbDo da la guerra subversiva revisten losasuntos relackados con la ¡nformaci&i y la contra -

¡nf ormac in,

lmportanciaj necesidad delalnformacf&

2. La importancia de la lnformacin en la lucha contra la subversi& asume espe’dat relieve en virtud del car&ter clandestino del enemigo, de 1a forma de —

actuar de sus fuerzas y de la necesidad de un conocimiento profundo de la po—blacion0

En efecto, en este tipo de guerra el enemigo es invisible y se encuentra dheminado en el seno de la pobIacn; por lo que, para combatirlo, —

hay necesidad de idenflf icario entre millares de ciudadanos paciicos, locali—zarlo, descubrir su sistema de abastecimieflto, conocer sus planes, penetrar ensu organizacfn, etc,

Importa pues trazar un plan de acci&i que debe ser seguido continuamente y con tenacidad, el cual, para ser eFicaz, deber ser ¡ntegrado enci medio —poblaci6n— donde se desarrollo la lucha para conseguir despus de —

romper él “muro del silenck” (1), la separacin de los elementos activos dela subversin de! resto de la poblaci&i.

3. La finalidad anterior es difícil de conseguir, exigiendo gran habilidad y prudencia, puesto que uno de los cbetivos de los rebeldes consiste en minar laconfianza de la poblacin en ci orden establecido. En caso de xito de los re

(1) Esto expresin se emplea para designar el comportamiento “reservado” dela poblacin hacia las fuerzas del orden, en virtud de la influencia o detas amenazas de los elementos de la subversin y que se traduce en un mutismo absoluto sobre todo lo que ha visto o sabe.

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beldes, la pobiacin rehusa facilitar informaciones por miedo a las represalias;sin estas informaciones es dfrcil llevar a efecto operacknes con xito y srite, la confianza de la poblacin no puede reconquistarse.

En consecuencia, es esencial que se obtenga anticipadamente ¡n—formacin sobre las costumbres y mtodos de los elementos hostiles0

Por tanto, el valor de la lnformaci&i en este tipo de lucha no puede ser subesflmado y todas las tropas deben ser instruidas convenientemente para comprender que salo se puede actuar eficazmente contra el enemigo sabiendoqui&i es ste, lo que hace y dnde esta, para contar ast cor la ¡dispensable seguridad y con la posibilidad de actuar con iniciaflva

4. Llevar a cabo operaciones de contraguerrilla sin dllsponer de ¡nformacn segura, constituye una prdida de tiempo, de material y de esfuerzo de las tropas.

Los aspectos caracteriticos de estas operaciones, juntamente conel apoyo simpatizante que la poblaci& local presta a las guerrillas, crean obst&ulos para la obtencin de informacin, obst&ulos que salo pueden vencerpor una paciente determinacin y recurriendo a los recursos m& extensos, utilizando procedimientos y mtodos laboriosos para obtener y comprobar noticias,y difundir fnforrnacin.

Es necesario, pues, mucho m& personal para las actividades delnformacn que en las operaciones normales. En este personal tiene especialfnter& la inclusin de ¡nt&pretes debidamente entrenados; puesto que, de otromodo, un Mando empeñado en acciones de contraguerrilla quedarfa en una si—tuccin de gran inferkrdad si se viese forzado a buscar ¡ntrpretes nativos locales y a confiar en ellos

ImportanciaynecesidaddelaContra—informocn

5. Cosistfendo la Contra—informacin en el conjunto de medidas de seguridad destinadas a impedir que el enemigo, actual o potencial, conozca ruestras actividades, posibilidades e intenciones y a neutralizar o destruir sus actividades deinformacin, de subversin y de sabotaje, es f&il deducir su excepcional in—ters e importancia.

6. En efecto, los elementos subversivos se valen, esencialmente, de la sorpresa —

para compesar la superior potencia de combate de las fuerzas del orden. Depen

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diendo el grado de sorpresa conseguido por el enemigo, en gran parte, del valor do las ¡nformacknes que obtiene, debe hacerse todo el esfuerzo posible para descubrir y neutraUzar o destruir su sistema de lnformccin, a travs del —

cual el enemigo espera reunir noticias sobre el valor, dispositivo e intencionesde nuestras fuerzas,

Si no existen adecuadas medidas de contra—informacin y un cornpleto planeamiento y proteccin, el eflemigo puede, con fuerzas reducidas, a—tacar repentinamente nuestros puntos m& vulnerables evitar)do cor extrema pericia nuestras contramedidas.

7. En la guerra subversiva las dificultades de la Conir -4nformacin son, muchasveCes, uiiCJyoíes quo cn utia gorra coizvexck,nal, debido a la eficacia y clandestinidad dela red de informacin rebelde que funciona normalmente a travsde la poblador) y a la dificultad de coordinar las acciones de seguridad mili—taryciviL

Ademas de lo dicho, la red de lnformacf& er)emiga incluye fre—cuortemente agentes instruidos en las mejores escuelas de los patses comunistas,reclutcdos en una masa que1debdo a un falso sentido ideoltgico, est preparada para traicionar a su pats cuando surja la oportunidad.

Respor)sabilidadesdelMando

8. Los Comandantes, Jefes o directores, en relacin a su Mando, Unidad, establecimiento, etc,, son responsables de las actividades de informaci& y contra—informaci&, que ellos mismos planean, coordinan y dirigen. —

Es responsabilidad suya reunir todas las noticias relativas al enemigo, pob!aci&, terreno y condiciones meteorolgicas, y transmitirlas a quienlas necesite, Son tambin responsables de la conversiSn de ¡nformaci& de todas las noticias que interesen a su undad y de la diFusin de ellas a las Unidades superiores, subordinadas ‘y vecinas, Aparte de &to, con relaci& a la seguridad de sus Unidades, los Comandantes sor responsables de la adopcin de adecuadas medidas de ccntra—inforrnaci& recibiendo el apoyo de los destacamentosde contra—iformaci.Sn cuando existan y actGen en la zona,

Las actividades de bGsqueda de noticias deben ser coordinadas expresamenfe con las medidas de contrainformacin,

9, A la vista de la informaciSn recogida, la dcc isin de actuar salo deber tomar

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se despus de haber estudiado atentamente fas ventajas y los inconvenientes,ast como el valor futuro previsible de los orfgenes de noticias cuya fuente pueda resultar amenazada, puesto que:

a. Aunque muchas veces una accin rpfda llevada a efecto por unComandante joven e impulsivo pt.eda producir buenos resultadosinmediatos, en ciertas ocasiones tal accin no es rentable ni sejustifica, porque podre hacer perder la oporfufdad de realizaruna accin de mayor envergadura y de resultados m& rentablesy duraderos, para la que habría sido preferible esperar

b. Hay acciones que, aunque se prevea que puedan producir buenosresultados en el campo t&tico, no debern ejecutarse porque re—velarTan la utilizaci&) de un origen de noticias, que podre ser —

destrutdo o por lo menos neutralizado definitivamente por el enemigo

c. Las acciones militares basadas en informaciones deben alcanzartodos sus objetivos y tener gran probabilidad de ser terminadas —

con xito, puesto que nada influye ms en la neutralizacin porel enemigo de los ortgees de noticias que ua acci&i incompleta o sin xito. Estas circunstancias dan origen a serias represo—Ras y a una notable d!smiucin de los ortgenes de noticies.

d.. Como contrapartida:

1. Las caractertsticas del enemigo imponen e muchos casos una actuacion rapida en funcion de las noticias recogidas, a veces sin que sea posible esperar a confirmarlas.

2. Nada lleva mejor a la consquista de la confianza de lapoblaci& local que una actuocin rpida de las fuerzasdel orden, basada ei las informaciones facilitadas por —

ella.

Necesidadesdecoordinacin

10. Como se resalt6 anteriormente, la lnformacin constituye uno de los factoresms importantes en el desarrollo de las operaciones, puesto que sin informaciones es diftcil a imposible llevarlas a efecto con xito y sin operaciones afortunadas, la confianza de la poblaci& no se puede reconquistar.

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Se impone por tanto que los diversos organismos capaces de reu—o o 1 ‘. lo 1 • 1mr iriformac ion contribuyan a ias rinaiidados de a Informacion y de ia contra—

¡nformacin, sin lo cual se llegara a un derroche de esfuerzos, corp posibles —

duplkaciones y lagunas, y a veces, lo que es ms grave, a la adopcin de medidas contradictorias0

Aparte de esto, ni todas las irformaciones pueden obtenerse ex—clusivamete por las fuerzas mflitares r)i h)teresan solamente a astas, por lo quedebe centraUzarse su obtenci&,, estudio y explotacfn0 Las fuerzas militaresulizcr&i, — por tanto, las informaciones que les fueren facilitados, confribuyendo por su parte y dentro de sus posibilidades, con las que obtuviereri por —

observacn directa, terrestre o area, por la escucha radio, por interrogatoriode prisioneros, documentos capturados, etc.

1 1 • Las erpergencias contfnuas de la guerra subversivas aumentan la irfterdependencia de las fuerzas armadas (especialmente del ejercito), de las autoridades civiles y de la poblaciSn, multiplicando sus contrastes0 Asi 1a seguridad contralas organizaciones de ¡nformaci3n adversas sobrepasa el campo milflar, abar-.cado todos los aspectos de la vida nacior)al.

SeccfnB—INFORMACION

Naturalezadelasfriformaciones

12 La ¡mportacia de la fnformacin en la lucha contra la subversf&1 ya se resaltay iustifco:

— por el car&ter clandestiflo del enemigo y por la forma de actuarde sus fuerzas;

— por ia necesidad de un coflocimiento profundo de la poblacin.

Las informaciones a obtener deben por tanto referirse:

a0 Al enemigo (interno y externo).

b. Al medio donde se lleva a cabo la lucha:

— poblaciSn;— terreno;

— condiciones climatolgicas y meteorotgicas.

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13,. Las ¡nformacknes referentes al enemigo abarcan mltf pies y variados aspectos(Cap, IV, P. 7), tales como:

a, ldeologi°as que pregonar,

b. Procedimientos de propaganda e ¡.ifiltracin er los diversos orga—n ¡smos.

c, Organfzacin clandestina,

d. Relaciones con la pobiocf civil,

A e •i U i#e ee. Mcflvlaaaes poiiticas, psIco1ogcas, sociaies, etc.

r, kecursos ecoflomicos,

g, Caractertsticas militares, como:

— organizaci& y disposiciSn;

e U e r U— sistemas ae Inrormacion y enlace;

— medios de que dispofler);

— instrucci&

— posibilidades y pIafles;

— procedimientos de combate;

— valor combativo y moral;

ifes y su personalidad,

h, Zonas de refugio y bases.

En el caso de auxiUo desde e! exterior importa tambin anotar lanecesidad de ¡nformaci& sobre:

naturaleza y volumen del auxilio prestado, especklmente en loque se refiere a personal, equipo y dinero;

— medios, procedimientos y vras utilizadas en la prestacin de esteauxilio;

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— clandestinidad o apoyo abierto de los gobiernos y pueblos extran—¡eros;

— existencia de bases o escuelas de entrenamiento de los elementossubversivos;

— elementos de etilcce corj la subversi&

etc.

14. Los ficheros de ¡nformacin personal sobre los Comandantes de las guerriUas yotros miembros claves de la organizaci& gerrillera deben guardarse y estudiarse cuidadosamente. Cor) frecuenck, las operaciones dirigidas por algunos deestos individuos revelan un determinado patr6n que si fuese ccocfdo podrta —

ayudar grandemente a fa direccn eficaz de operaciones cofltra ellos. Apartede esto, deben hacerse esfuerzos especiales para obtener informccknes que —

lleven a la captura y destruccin de los Jefes de las guerrillas, puesto que unmovimiento guerrfllero no puede rehacerse, o por lo menos salo lo consigue —

con muchas dificultades, de golpe tan profundo como supofle la prdida de susJefes..

15. Las informaciones acerca de los planes y movimientos de las fuerzas de guerrillas deben recibtrse y comprobcrse a tiempo para tomar cotramedidas. Las iiiformaciones obtenidas por agentes y transmitidos por medio de estafetas se reciben normalmente con retraso, por lo que para conseguirse una transmisin rpida de las informaciones es necesario dotar a los referidos cgetes de los medios adecuados para elfo.

16. Deben reunirse nombres y datos de personas ligadas probablemente con el movimiento de guerrillas, consiguiefldo los nombres y domkflios de las novias,padres, amigos, etc, de los guerrilleros conocidos. Estas personas son valiosas como fuentes de noticias y como rehenes, pudiendo tambi& motarse pequeñas emboscadas para detener a las guerrilleros que los visiteo,

En las comunidades amigas de las guerrillas, algunos individuossor, por regla general, los responsab1osde la recogida de alimentos y otros —

auxilios, ast como de lo instalacin de estafetas de correo y de refugios seguros para los guerrilleros. Debe procurarse activamente descubrir a estos individuos, pero normalmente es preferible o detenerlos inmediatamente y vigilar sus actividades y contactos, buscando a los”enlaces guerrilleros’

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17. Por Jo que se refiere a la poblaci& —elemerito predominante del medio donde sedesarrolki Ja vida— interesa poseer un conocimiento profundo de oUa (Vol. III,Cap, IJ, Sec. B), destacndose los puntos siguientes:

— razas, lenguas y dialectos;

— usos y costumbres;

— organizaci& tribal y admhistrativa;

• 0 1— organtzacor social;

• .1• 1.— organizacion religzosa;

— tendencias polfticas;

— causas de descontento, antagonismos,senflmientos y arihels;

— relaciones existentes corp las autoridades y cori el enemigo;

— relaciones existentes entre las diversas facciones;

— recursos economcos;

— etc.

18. En cuaflto el terrero, tambi& es necesario su perfecto conocimientoQ Salo —

cuando este conocimiento del terreno, por parte de las fuerzas del orden, comieza a aproximarse al que de l tierieri las guerrillas, es cuando aquJlaspodr&) hacer frente a astas corp probabflidades de xito.

Las informaciones sobre el terreno se reunen, registran y difun—der) cor)star tomento, Deben prepararse mapas fotogrficos actualizados y CariS

fruirse modelos del terreflo que se emplean para instruir a los mandos subordinados.

Los puntos a que se debe dedicar ms atenci& son los siguientes:

a. Zonas ms probables para servir de escondrijo a las guerrillas yque presentan las caracteritfcas siguientes:

— dificultades de acceso, ya sean las monta?as, bosqueso pantanos;

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— cobertura contra el reconocimiento c&eo;

— locaflzacin que favorezca la defensa y cubra la retirada;

— situadas, normalmente a un dta de marcha de pequeñosconglomerados de poblaciSn que les provean de aRmentos y les sirvan de puestos avanzados;

— f&il abastecimiento de aguas

b. Poblaciones e instalaciones importantes.

c. Carreteras caminos y senderos que conduzcan a zonas de residencia, sospechosa o confirmada, de las guerrillas, ya las atravieseno pasei a lo largo de su periferia, o que liguen diferentes zonasde guerrillas.

d., Carreteras, caminos y senderos que conduzcan a nuestras instalaciones o que sean utilizados por nuestras fuerzas para fines deabastecíminto y evacuaci&.

e Localizaci6n de vados, puentes. y barcas de pasaje en los ríos importantes.

f. Zonas donde no exista agua para beber o donde el desplazamiento a pie sea muy dff’cil o ¡mposible.

g. Localizaci&i de todos los pequeños poblados y haciefldas en laszonas donde se sospeche existen guerrillas, y en sus proximidades.

h. Rgimen y localizaci&i de los cultivos y posibilidades de su aprovechamiento, bien sea por las fuerzas rebeldes o por las guerrillas.

Sabi&idose o sospechndose que las guerrillas reciben auxilio extenor convee tambin obtener informaci& sobre:

— localizaci&i de las zonas adecuadas para el abastecimiento poraire, por barco o por submarino;

— carreteras y caminos que conducen a pafses neutrales o enemigos,simpatizantes con las guerrillas.

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19 Sobre las condiciones clfm&icas o meteorol6gicas, teniendo e cuenta que cuanto peores fueren taflto ms ser& aprovechadas por las fuerzas subversivas —lo quefmpore urja flecesaria y conpleta adcptccin a esas mismas codicioes por parte de las fuerzas del orden— nada hay que añadir a lo preceptuado en el “Regla

— # u —mento de Campana Informacion

Ortgenesdelasoflcks

20. Entre los mltiples orienes de las noticias se destacan enseguida las que mayor¡nters presentan en este tipo de lucha:

, 1 .#— poiac Ion;

— elementos descontentos del movimiento subversivo;

— personal, documentos y material capturado;

— planos y fotografías arecs;

— transmisiones de!’ enemigo.

21. Conforme se ha dicho el enemigo es ir)visble y se encuentra desperdigado enel seno de la poblaclon, por lo que la exploracon de la poblacion, como origen de noticia, asume un fnters capital. Tambin se ha evidenciado que unode los objetivos de los rebeldes consiste en minar la confianza de la poblaci&)en el orden establecido y que, en caso de xito de aqullos, la referida poblac&, por miedo a ksepresalias, se rehusa el proporcionar informaciones. Deaqut resulta que fa proteccf6n que pueda prestarse a la poblaci& contra las —

actividades de terrorismo del enemigo, sus posibilidades de autodefensa y suencuadramiento (VoL IV, Cap.. III, Sec. C), Constituyen fas condiciones mseficaces para hacer posible su exploroci& como el origen de noticias ms rentable.

22. En cualquier parte que hayan surgido elementos subversivos, existe ormalmente ura faccí&) opuesta o, por lo menos, antiguos cabecillas dejados al marge que se volvern elementos descontentos de ese movimiento subversivo.

Aunque estos elementos puedan no simpatizar enteramente connuestra causa, su oposicin al movimiento subversivo, por si sola, puede Ilevarks a révelar ¡nformaciones importal)tes que auxiliar& a la direccn delesoperaciones.

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Los funcionarios descontentos y los antiguos Jefes deben ser “fraba1ados con mucho cuidado, no hacendoles promesas que no puedafl cumplirse.

23.. El personal que se rirdi o fue capturado es unr fuente de noticias extremada—merjte vdiosa.

Cuando varios rebeldes o sospechosos sean capturados al mismo —

tiempo deben quedar incomunicados mientras esperan el interrogatorioQ

Es legflimo que una patrulla militar inferrogue o utilice aundividuo cogido prisionero o que se ha refldido, para la explotaci&j inmediatade ¡formaci&, Sin embargo deben darso &denes claras fijando el tiempo durante el cual el prisionero puede estar reteflido a estos fines.. Al final de este periodo el prisionero deber enviarse con toda rapidez al puesto de Mandode la Unidad superior, para sufrir un ¡nterrogatorio detallado, Todas las informaciones otiles, tales como datos locales y circunstancias de la captura,ser& enviadas con ci prisionero en una ficha apropiada0

Los documentos capturados son valiosas fuentes de noticias, ynecesitan ser guardados cuidadosamente0 Muchas veces est&) escritos en unalenguc extrae jera o ¡ndrgena y frecuentemente en cdfgo, con lo que raras —

veces resultan de utilidad inmediata para las tropas que los capturan0 Debenser enviados por las Unidades al Mando del que dependen.

Los documentos encontrados en individuos, siempre de gran valor para el que ¡nterroga, deber&i ser en lo posible marcados con una etique—ta con la indicaci&, origen y circunstancias de la captura, para que puedanser relacionados posteriormente con facilidad respecto al individuo cftado.Enlo que se refiere al material capturado, se puede, a partir de l, obtener noticas de gran valor tctico y t&nfco, de iters inmediato y futuro., Convienc resaltar que en este tipo de lucha, el material capturado puede proporcionar preciosas indicaciones sobre su origen, revelando un auxilio esterior dedeterminado pai o parses; lo que, explotado intemccionalmente, puede llevar a condenar a aquellos parses por parte de la opini& pGblica y contribuirdecididamente para e! cese de ese auxilio.

24. En cualquier situcci&i o tipO de guerra, los planos y fotografTas ci&ecs prestanvaliosas indicaciones sobre el terreno. En los territorios de ultramar resulta —

mucho mayor el valor y la necesidad de las fotograffas a&ecis, bien para cornpletar los planos o para sustituirlos0 Realmente las fotograftas cireas puedendar indicaciones detalladas sobre la existencia de bandas y sus campamentos,

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cultivos clandestinos, caminos utilizados por los rebeldes, etc, por lo que lautilizccin de este origen de noflcias se debe considerar como normal y de —

imperiosa necesidad,

25. Las traarnisiones coristftuyen otro origefl de noflcias de bastarte valor, por serun buerl medio de enlace entre las fuetzas de la guerrilla, y ettre stós y loselemeptos que la apoyan.

La radk, normalmente, es el principal medio de trapsmisin,so.ibre todo en las fases ms avapzadas del movimiepto subversivo; por lo que sedebe prestar especial importancia a -la escucha y localizaci&) de las estado—nes epemigas, pór1midio de la radio—irjterceptacn y la radiogor!iometrra3 Lamapera de proceder debe ¡ncluir el empleo de estaciones de radio especialesque eptrep en las redes enemigas, emplearjdo ¡pdicativos de llamapa y sistemasde exploracn de aqullas. Empleadas ¡pteflgentcmente, estas estaciones pueden obtener noticias valiosas y transmitir rnerjsajes falsos a los rebeldes.. Se emplear) para ello estaciones unidirecciopales, ¡untamente en puestos radiogopiomtricos, para localizar: los puestos o estacknes emisoras eriemigas

Organosdelpformaci&i

26. La ipformaci&, como ya se ha dicho, o puede obtenerse exclusivamente porlas fuerzas militares, ni salo a astas interesa. Por el contrario, su obtenci&i -

y explotaci& debe centralizarse al ms alto nivel de la Direcci&) de la maniobra antisubversiva,

Las fuerzas militares se servirn, por tapto, de las informacionesque les fueren prestadas, contribuyendo, dentro de sus posibilidades, con aquHas que obtuvieren a trcvs de sus rgapos de !nformaci&); de los cuales sedestacan los siguieptes:

— patrullas de reconocimiento;

— agentes especiales;

— autoridades locales.

27, J reconocimiento es un medio excelente para obtener informaciopes segurassobre los rebeldes.

Toda zona sospechosa debe sor cubierta por patrullas terrestres

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— 103 —

(motorizadas o a pie) y careas, prestafldo especial ¡mportarcia al recor)ocimier)—to en los ltmites de los sectores, en los caminos existentes y en kis &eas que o—frezcan buenas condiciones como refugio de fuerzas de guerrilla numerosas.

Las patrullas terrestres, cudadosamete frtrutdas y perfectamenteconocedoras de su misin, deben examinar todas las loca lidades sospechosas, prender y registrar a todo el personal o identificado, y mandar parar y registrar atodos los vehtcu los para examen de la documentaci& e ¡nspecci&) de su cargamenfo.

El servicio de patrulki no podrtS Rmitórse a las horas de dfa, deber)do tambin incluirse patrullas nocturnas e itensificarlo duraqte las horas de oscuridad, mal tiempo y poca visibilidad3

Las patrullas deben encontrarse en condiciones de enviar parte inmediato por radio a los Mandos de que dependen, sobre los resultados de su misin.

En muchas ocasiones, las patrullas motorizadas, pueden trabajar e—flcazmente en coordinacn con observadores, situados a bordo de aviones 1 ige—ros, que dirigen sus desplazamientos.

En los territorios de ultramar, donde el desconocimiento del terreno y lo incertidumbre acerca de los efectivos, organizocin, sftuaci&, procedimkntos de combate, recursos, etc0, de los rebeldes se agravo por la gran facilidad y rapidez de sus movimientos en una regi6n que conocen palmo a palmo,son de extraordinario valor las noticias obtenidas por las patrullas de recorioci—miento

Puesto que las patrullas pueden facilitar informaciones muy val ¡osas, bien porque hayan sido lanzadas con ese fin especifico o bien porque las —

obtengan durante el cumplimiento de otras misiones, en su instruccin debe prestarse especial relieve a todo lo relativo a la observacn y transmisi& de noticias, sobre todo a las que se refieren a los sistemas de actuaci&i, campamentos,dep&f tos de abastecimiento, Irneas de infiltraci6n, recursos locales, nuevos cultivos, caminos, armamento, incluyendo minas y explosivos, etc, (29 Parte,Cap.III).

28, La utilizacin de agentes especiales, de informadores y de fuerzas especiales esun m&odo normal de las fuerzas de polfcta para la obtencin de informes. Deeste modo, si el EIrcito emplea medios de la misma naturaleza, stos deben actuar bajo la direccin de un Centro Conjunto.de lnformaci& para asegurar lanecesaria coordinacn entre las fuerzas militares y las de la policfa.

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—lO4’.

Para la infiltracin de ager)tes especiales, tanto entre las fuerzasde guerrilla, como entre la poblacin local, se utiliza una enorme variedad demtodos, algunos de los cuales se mencionan a conflnucci&i:

a0 Emplear agentes oriundos de las localidades prximas a las zonasdonde actan los rebeldes0 Estos nativos poseeq un perfecto conocimiento de la poblaci& local, de sus cor)diciones de vida ydel terreno, y muchas veces tienen enlace de una u otra especie con esos rebeldes0 Hay que tener en cueflta que todos los —

informes obtenidos por este procedimiento deben confrontarse —

cuidadosamente con otros recibidos de fuentes m& seguras.

b. Lanzar en paracaidas, durante la noche, en las zonas del Mandode las guerrillas, a agentes difrazados como elementos de enlaceenviados por los que apaya a stcs,

c. Infiltrar agentes disfrazados de tripulantes de aviones abatidospertenecientes a la organizacin que apoya a las guerrillas (porejemplo, los alemanes infiltraion tantos agentes entre algunas —

fuerzas de guerrillas, que los civiles leales al movimiento de resistencia llegaron a negarse a poner en contacto a los agentesaliados legftimos, lanzados en paracaidas en el &ea, con las —

guerrillas9 Otro tanto ocurri con los japoneses en.Filipinas

29. En todas las regiones donde existan o se hayanxstablecfdo autoridades locales,debe sacarse el mayor partido posible de astas como &ganos de recogida de notlcIas

El conocimiento que poseen del terreno y de la poblacfn les —

permitir proporcionar muchas de las informaciones necesarias para la dfrec—cian de las operaciones.

Secci&C.- CONTRA-INFORMAC ION

30. Conforme se aftvm en la Seccin A, la cortra—fnformaci&) es abSolutamenteesecicl en la guerra subversiva, como col)secuencia de las caractertsticas deesta.

Todo el personal militar tier!e tendencia a hablar descuidadamente, por inconsciencia, ignorancia o vanidad, Esla deficiencia natural se agrava todavfa m& por otras numerosas negligencias, tales como: falta de cuidado

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en la custodia de documentos, entrada de personas sin la debida autorzacinen cuarteles, depsitos y campamentos; regligencia en la vigilancia del material e irstalaciones contra elemitos saboteadores, etc. Para subsanar estosfallos, la Gníca solucfn consiste en una irstruccin constante de contra—informacin que resalte la importancia del secreto y de la seguridad, y contribuyaa crear los reflejos necesarios.

31. Conforme precepta el “Reglamento de Campaña — lnformac& las diferentesmedidos de contra—informacin pueden ¡ncluirse en las cinco normas siguientes:

— seguridad militar;

— seguridad civil;

— seguridad de puertos, fronteras, viajeros y equipajes;

— censura (control de ¡nformacin pública);

— acciones especiales de contra—informacin

No obstante, en virtud de su importancia en la guerra subversiva se ha creido ms conveniente destacar en este manual solamente las medidasincluidas en la primera y tercera de aquellas normas, incluyendo en la primeralos siguientes conjuntos de medidas de contra—fnformaciSn:

— disciplina del secreto;

— proteccin de la informaci&) y material con clasificacin de seguridad;

— actividades de elementos de las imprentas;

— medidas de censura (militar);

— contra—sabotaje,

No se exponen aqut las medidas de seguridad civil y de censura(control de la informacin pGblfca) porque este asunto se trata, aunque de modo dtrecto, en el Vol. IV. Igualmente, no se refieren las acciones especiales de contra—informacfn y las de seguridad de las transmisiones, muy importantes, por no haber nada que añadir a lo preceptuado en la reglamentacf6n —

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- 106

existente.

32, Las medidas sobÑ disciplina del secreto tienen que tenerse en cuenta en todoslos momentos y en todas las stuaciones, ya que el mantenimiento del secreto esuna de kis condiciones indispensables para la seguridad de los &ganos militaresy de las tropas, para el buen xito de las operaciones, y de modo general parael logro de las fínaUdades de la lucha subversiva.

La importancia del secreto justifica que se le dediquen los mayores esfuerzos, debiendo subrayarse que ta grande como su necesidad es la dificultad de mantenerlo. Los rebeldes estn atenter, disponen de gran mímero deinformadores diseminados entre la poblaci&! y tendrn rpido conocimiento decualquier ¡ndiscrecin —en conversaciones o durante los preparativos— que les —

matendr ci tanto de los efectivos, del estado moral y ffsko de las fuerzas, delos desplazamientos, de las operaciones que se plantean, etc0 Es obvio que alaprovechar los rebeldes todos estos conocimientos, resulta muchas veces el fracaso de una operacin cuidadosamente planeada y cuyos resultados en muchoscasos podfan tener carcter decisivo si no hubiera caldo en el vaci’o. Para laprevenci&i de estas indiscreciones de los cuadros de mando y de las tropas, sermuy provechosa una cuidada instruccn que d la nocin exacta de la importancia del secreto y se apoye en ejemplos reales, en cuanto sea posible, de los desastres resultantes de su quiebra; resaltando que lo que est e juego son sus propias vidas, las de sus camaradas e incluso las de sus familias.

Es tambin de notar que, en los territorios de ultramar, el enemigoimprime a la guerra subversiva caractertsticas raciales, que llevan muchas vecesal personal militar europeo a desconfiar permanentemente del negro y a sentircamaraderfa y confianza con el blanco, ¡uzgndolo como amigo y sin reservas;lo que no siempre se corresponde con la realidad0

33. De lo expuesto anteriormente, resulta como imperativo que:

a Todo militar o civil que trabaja para el Ejrcito, sea responsableante el Comandante de la salvaguardia de las informaciones quetuviera que conocer para el desempeño de su funci&i

b. Es indispensable conseguir ua disminucin de las conversacionesdescuidadas e indiscreciones; pues astas normalmente, se destacan entre las principales fuentes de noticias a que recurre el enemigo.

c. Se tomen precauciones en cuanto a la presencia de nativos aparen

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—107..

teniente fieles ¡unto a las guarniciones militares,

d. En los acuartelamientos y dems organhmos miUtares se procedaa un control efectivo de entrada, y de la guardia y acceso a losdocumentos clasificados (este asunto se tratare ms adelante).

e. Se lirnite,dentro de lo pofble, e.1 empleo de medios de transmi—si&i indiscretos.

f. Se alteren frecuentemente los horarios de rutina diaria de las fuerzas, relevo de personal de servicio, etc.

g. Se evite la aplfcacn repetida de las mismas tcnicas y procedimientos en Ja preparacn y ojecuc6n de las raciones.

h. Con relacin a las operacioijes en preparaci&i o en curso, se toman adem& de las anteriores, otras muchas medidas, bien de secreto bien de decepci&,(pues la decepcin contribuye al secreto), destinadas a ocultar los preparativos y a eludir al enemigo;se seña ian,como ejemplos, a continuacin, algunas de estas medidas resaltndose que no so las únicas —la ¡rnagiraci& y el ingenio de los responsables en cada situacion, indicaran muchas o—tras— nf tampoco todas ellas sern siempre aconsejables:

1, Redtcr al rnfnimo el nrrero e personas que tengan co—.nocimiento de la operacion proyectada y solo dar conocimiento de asta lo ms tarde posible.

2. Evitar las grandes reuniones de Mandos, o por lo menostomar precauciones para que stos no sean revelados.

3. Evitar, siempre que sea posible, los reconocimientos delterreno; pero cuando sean imprescindibles los reconocimientos a pie, en vehrculo, desde avi&1 o heIicptero-,se hacen evitando dirigirse directamente al punto que —

interese y conviene atravesar o sobrevolar ese punto sindetenerse ms e l que en otros, al recorrer un circuito que parezca tener por objeto otro punto; tener tam—bin en cuenta que las misiones de reconocimiento podrnatribuirse muchas veces a unidades que ejecutan misionesde rutina en la regn reconocida.

4, Emplear &deries parciales y particulares a medida que —

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fueran siendo necesarias a los ejecutantes.

5. Los escalones ¡rferiores despus de la recepcin de las&denes no deben alterar repenflna y espectacularmen—te sus disposiciones y hbf tos diarios.

6. Lanzar bulos y dar a conocer astutamente a la informa—ci6n enemiga falsos planes cor la fíalidad de justificar[os preparativos y desplazamientos necesarios a la ope—racn real.

7a, Procurarse informaciones sobre una zona diferente de —

aqulla donde se va a actuar, para desviar de asta la —

a tencín del eI)emigo.

8. En los casos en que se haga necesario requisar guras uotro personal y medios de transporte, esta requisa sedebe hacer lo ms tarde posible y el referido personaldebe acompañar siempre a la fuerza a la que se le des—tina hasta regresar a su base; pueden tambi& requfsarse previamente otros guras, que conozcan los itinerarios para determinada regin que no sea aqulla en quese va a actuar.

9. Adoptar todas fas medidas posibles para que el personal,que tome parte e ¡a opercci&), no lleve cor)sigo documentos particulares ni oficiales que de algufla forma puedan constituir fuente de noticias para el enemigo.

10. Escoger convenientemente el momento en que se ejecutala acci&i y los itinerarios a utilizar; pues atacar de noche o con maltiempo y a travs de un terreno diffcii,seriS en muchos casos la forma de conseguir ms f&ifmente el xito.

11. Aunque la operaci& se desencadene de dta, su prepara—ci&i debe de hacerse de noche o aprovechando malas —

condiciones atmosfericas.

12. Iniciar el desplazamiento en una falsa direccin y saloms tarde, tomar el itinerario conveniente en un puntopre—establecido.

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—109.-

130 Dejar la columna formada sobre un itinerario y en el mcmento de la pcrflda ¡nvrtir la marcha rpidamente y seguir en la direccin deseada.

14. Srnular las descargas de los vehrcuks al final de una—etapa de marcha y seguir al dta síguiete hasta el verdadero punto de destino,

15,. Con la columna estacionada hacer con ostetacín reconocimientos sobre determinado itiflerario y proseguirdespu& la marcha por otro diferente0

16. Hacer salir otro u otros destacamentos en varías direcciones, ademas del que va a realizar la operacin.

17. Cuando el desptazamknto para el punto donde una fuerza va actuar tuviera que realizarse por zonas intransitables para los vchrculos, mandar preparar un cierto —

rimero de stos y hacerles salir como s transportarse —

personaL

18. En otros casos, el personal podre salir de sus bases envehiculos, para desembarcar mas adelante en un puntoescogido y seguir a pie el camino ms conveniente, —

mientras qué los vehtcuks siguen el ¡tferario que sepretende pasar por verdadero hasta incorporarse a otraunidad, donde puedan permanecer en seguridad.

19. Para embarcar en helicpteros, las tropas deben articu—larse en fracciones y salir de sus estacionamientos envarias direcciones elegidas de forma que no den ideade la situacn de tos puntos de aterrizaje de donde separte, y en horas que no faciliten la deduccin de laverdadera hora prevista para el embarque0

20. Los heUcpteros, deben inicar ¡gualmer)te su ruta en —

una falsa direcci&

21. Durante los desplazamientos deben evitarse las poblaciones, casas aisladas, zonas cultivadas, terrenos muydescubiertos, crestas, etc, asr mismo se procurar nohacer ruido, levantar nubes de polvo, dejar rastros,etc.; cuando haya que pasar por puntos habitados de—bern atravesarse er direcciones diferentes de la que

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se pretende seguir; en otros casos, aun cuando las fuerzasa emplear e la ccc!n eviten las pqblacfones, astas pueden ser atravesadas por otras fuerzas que o toman parteen aqulla a fin de Hoyar a los agentes eflemigos a darfalsas informaciones0

22. Todas las personas, que se encuentren en la zona dondese desarrolla la acciiSn, deben considerarse como sospechosas, por lo que puede ser conveniente detenerlas para mantener el secreto de la acci&, o tratar de inducirlas a error, pidi&idoles, por ejemplo, informaciones sobre ¡tinerarks hacia un punto donde no se intenta ir.

23. Durante la acci& contra las bandas armadas y guerrillaspuede tomarse tambi&i medidas que provoquen dudas enlos grupas de rebeldes; como, por ejemplo, un abastecimiento areo ficticio (falsos lanzamientos en zonas donde no hay tropas), vuelos y descensos de heUcpterosa efectos de decepcin, lanzamiento de petardos (o bernbes de aviacfn y granadas de artfllerta) con dispositivos de gran retardo, etc.

34, En cuato a la proteccin de las informaciones y material reservado, pueden englovarse e este conjunto no sio las medidas ya mencionadas en el nmero anterior sino muchas otras, entre las cuales estn la seguridad de Mandos, Unidades y organismos contra el espionaje enemigo y la. seguridad de documentos.

35. Las medidas de seguridad de los Cuarteles Generales y otros Mandos, son de lamayor importancia; pues, por regla general ambos Constituyen Ufl origen eficazde r)oticas para el enemigo.

Estos Mandos deben ubicarse en sitios no observados con facilidad,colocndose guardias en las entradas con la misin de comprobar la fdentifi—caci&i de todo el personal que pretenda tefler acceso a sus instalacknes.

Estos centínelas deben astoç muy bien instruidos, siendo de la mayorimportancia que no se dejen intimidar o convencer por supuestas categorfas superiores hasta el punto de franquear la entrada a personas cuyas credencialesno estn compktamente en orden,

Cuando se traté de militares o civiles que presten servicio en una —

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¡nstalací& determinada o la’ utilicen frecuentemente, el acceso les ser facilitado mediante la presentaci& del respectivo carnet de acceso que aqulIos debenposeer (Fig. 1).

(*)NS.......::.::::........:(*)VALEDERO HASTA

NOMBRE

PUESTO (o cargo)

FIRMA

EL OFICIAL DE SEGURIDAD(**)‘._

Anverso Reverso

NOTA:a. Esta tarjeta debe ser de color rosa y tener las dimensiones de referen

cia A 7 (74 x 105 mms,) de las instrucciones sobre normalizacitn dedocumentos de la prensa nacioaI de Lisboa.

b. En el punto señalado con un asterisco se indica u numero de cdigo,(1, 2, 3, 4, etc.) que permite e! acceso a determinadas &eas o entidades y el control de las tarjetas.

c, En el punto señalado con dos asteriscos se coloca el emblema o de—sgnacn abreviada de la unidad o establecimiento.

d. La indicacin señalada con tres asteriscos se refiere al continente.En los otros casos mencinese la seguncb Rep, o Sec, del CLI. oR. M.

Fig. 1 MODELODE TARJETA DEACCESO

Si, por el contrario, fuera un simple visitante que pretende tratarde cualquier asunto, las formalidades a cumplir tendrn, como es obvio, que

Esta tarjeta de acceso sio puedeser utilizada por el titular Cuando expire su validez, ser renovavado por otra, para un nuevo periodo de tiempo. Su p&dida debeser comunicada inmediatamente alofickl de seguridad.

Si se encontrase esta tarjeta se ruega su envk a E.M.E.Ø — 22 Rep.. —

Rua do Museu de Artilharia — LISBOA,

(***)

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-‘112—

ser ms muciosas, Ast, deber entregar a la puerta su carnet de identidad uotro documento de identificacn en ci caso de no poseer aqul, mediante elcual ser conducido al registro de entrada, recibiendo en el mismo local unatarjeta, que llevar durante la visita y erj la cual constare su ¡dentidad y iafinalidad do ic vsita y ks entidades con quienes desea entrar en contacto; hecho esto, debe ser acompañado hasta una sala de visitantes0 En la entrevista,las personas que le reciban deben nicamete enseñar o decir lo que estrictamente sea necesarios A conflnuacf, esas personas rnencioan en la tarletade que es portador el visitante las indicaciones que juzguen conveniente y lahora en que termina la entrevista, devolvindoseia ai visitante que, a su vez,la entrega en el puesto de control a la salida del edificio, recibiendo a cambio su documento de identificacin que habta dejado alItal efltrar.

El registro de entradas debe ser revisado, de vez en cuando, por eloficial de seguridad0 Asf ste puede coflocer exactamente tos visitantes que —

estn en el Cuartel General en un determinado momento, cuando lkgaron,donde est, si ya salieron, con quin estuvieron y cuando, Las tarjetas ya utilizadas por los visitantes debern ser destruidas perdicamente, erjviando un certificado de este hecho al oficial de seguridad.

A los conductores de los coches de los visitantes, o debe permittrseles ci abandono de stos.

Debe prestarse especial ateci&j a los obreros civiles utilizados enel Puesto de Mando, como electricistas, fontaneros, carpkiteros, etc0,

La guardia debe patrullar el edifick durante la noche, siendo muyconveniente la uti!izaciSn de perros especialmente ¡nstruidos, para recorrer laszonas exteriores.

36. La seguridad de los documentos debe constituir una preocupaci& constante,. —

pues, por medio de ellos, el enemigo puede obtener informaciones de gran importancia. A este efecto debe seguirse lo preceptuado en él SEGMIL 1. Antes de adjudicar la clasificacin de seguridad a un documento debe pensarsesi realmente necesita ser clasificado y qu clasificacin le corresponde, puescuanto ms documentos clasificados existan, ms dificil ser mantener su control y m& dumentan los problemas de una seguridad eficaz.

Debe de señalarse un orden de prioridad para la desfruccn de todoslos documentos y aportar medios para su rpida y completa destruccin, que seefectuare si la actividad del enemigo u otros motivos la impusieran0

Los documentos secretos deben crchivarse en lugar seguro, cuando

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no estn en utilizccin9 El Oficial de seguridad debe guardar ur registro de todas los documentos secretos y muy secretos con su localizaci&, y debe efectuarporidiccmcnte una ¡nspecci&i para comprobar la existencia de todos estos documentas y si realmente se encuentran en ios lugares debido0

Los papeles qutmicos utilizados para la elaboraci&, de documentos —

secretos, cst como los borradores de cualquier documento, dobe ser completamente destruidos en un horno o triturador instalado para ese fir, siendo deberdel Oficial de seguridad fiscalizar el cumplimiento de esta disposici&i.

1 . 1Los planos de situacon y cualqwer otro mapa de pareo deben permanecer cubiertos mientras no sean necesarios para el trabajo. Lo mismo sucedecon los traispcrentes., que deben destruirse despus de usados.

La destruccin de cualquier documento secreto obliga a levantar uncertificado de esta destruccin0

37D En virtud de las exigencias de informaci& de la opinkn publica, hay que contar siempre con la ¡ntromisi& de corresponsales de guerra o de otros elementosde la prenso, cuyas actividades ser necesario fiscalizar e atenci&! a las necesidades de seguridad. Esta tarea, siempre delicada, supone la adopci&i deun cierto mero de normas y cuidados, algunos de los cuales se mencionan acontmuacon:

a. Un Comandante sigue estrictamente las directivas superiores referentes a las relaciones con la prensa, directivos que deben ser dadas —

por escrito.

b. A la presenfacin de un representante de la prensa se le exigir, como primera medida, que muestre sus credenciales, comunicando elhecho ci escal& superior y comunicando su identidad siempre que —

sea posible.

Las relaciones con los representantes de la prensa debenser cordiales, mostrando la mejor buena voluntad en colaborar; sinembargo, se les explkar que,, por razones de seguridad, hay determinados asuntos que no les podrn ser revelados o que en caso deserlo no pueden ser difundidos.

c. Las informaciones proporcionadas deben darse en forma de resumenescrito, respetando las reglas de seguridad y añadiendo los pormenores que puedan ser publicados y que sirven para dar un aire per—

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sonal a la noticia; justiffcase esta manera de proceder por el hechode que los periodistas desean siempre una historia y cuando no seles facilita inventarn otra meros real o incluso si realidad ningunc.

d. Las conferencias de prersa pueden dar origer) a pregufltas embarazosas, por lo que, cuando ast sucede, deben pedirse por escrito,d&dose las respuestas una vez pasado cierto tiempo, despus de —

consultar al escaln superior, Los militares que no est&i autorizados para eUo deben evitar el responder a preguntas de tal naturaleza

e. Los representantes de fa prersa deben ser acompañados siempre poroficiaks o suboficiales debidamente preparados, formando grupospequeños para que pueda mafltenerse el control conveniente sin menoscabo de proporcionarles la mxima lbertad de movimiento, yaque desean, por encima de todo, ser testigos ocuJares de lo que selleva a efecto o sucede, Cucdo tomen parte et operaciones se leshar ver que estn bajo e1 mando de la autoridad militar que les a—compaña a fi de que no se perjudique la seguridad de dichas operaciones,

f, Las pelfculas o fotografías sacadas deben ser entregadas al militarque acompaña a los periodistas y despus de reveladas en laboratonos militares se devuelven por el mismo militar a los referidos periodistas; sin embargo, como nada puede contrariar ms a un penodista que verse obligado a esperar varios dfas por sus fotografras-oque se tas estropeen, los laboratorios militares deben ser eficientes y rpidos en su trabajo (como es obvio, lo que se dice e esteapartado presupone la existencia de laboratorios militares con capacidad suficiente; pero cuando o existan, se impone un controlm& cerrado sobre la actividad de los fotgrafos ¡r)dic&)doles lo queo pueden fotografiar).

38, Las “medidas de censura” a la correspofldencia de los militares coflstituye otravalfos1ima forma de contribuir a la seguridad militar0 Realmente, esta correspondencia puede representar una valiosa fuente de noticias para el enemigo y,como ya se ha dicho, este medio, hbilmete explotado por el enemigo mediante cartas an*nimas,facilita la expansfn de las ideas subversivas entre lasfuerzas militares y, a travs de ¡nsinuacioes malvolas sobre las familias corptribuyel) a rebajar ¡a moral do dichas fuerzas.

Er) virtud de esto, no salo debe intensificarse la instruccin sobre

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— 115..

la necesidad de no revelar, balo ninguna forma, informaciones tiks al enemigo, sino tambin debe ser efkazmente censurada la correspondel)cia de los —

mflitares para anular, dentro de lo posible, ese origen de r!otic las para el enemigo, Adem& de lo dkho, tiene que explicarse mfnucksamente a las tropasla ¡mportancia que tiene la entrega a sus Comandantes de cualquier carta annima u otros documentos sospechosos que les hcyan sido dirigidos0

39. El plan contra—sabotaje englobo las medidas generales de seguridad de tiempode guerra, el control especial impuesto a la poblacfn civil (Vol. IV, Cap.iii), ast como las medidas especiales destinadas a proteger puntos que puedanser considerados por el enemigo como susceptibles de alcanzar en ellos el mximo efecto de destruccIn con el mtimo esfuerzo,. Entre estas medidas se —

destacan:

— deteccfn de actividades de agentes enemigos clandestinos;

— localizacin de personas descofentas e irresponsables;

obstculos, alambradas, etc,, en los puntos referidos;

— guardias (hombres y animales auxiliares) en los mismos puntos;

— inspecciones frecuentes a edificios y maquinaria;

— acciones destinadas a evitar los sistemas de sabotaje conocidos, —

(bombas y minas de distifltos tipos, etc.).

40. Para eficacia de las medidas de contra—sabotaje, se hace necesario;

a, Examinar el sabotaje en todos los estudios de acciones posibles delenemigo; con mayor cuidado, especialmente, en los centros urbanos.

b, Orientar el esfuerzo de la ¡vestigacin en el sentido de descubriragentes o tetativcs de sabotaje.

c. Preparar psicolgicamente a los militares y, sobre todo a la pobla—ciln para reaccionar al choque provocado por actos de sabotaje,quesiempre deber considerarse como posibles y probables por mucha quesea la aparente seguridad de las medidas preventivas militares y policiales.

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— fl6 —

Ademas de lo dicho, en los centros urbanos de ultramar hay que tomar medidas preventivas que, a la vista de las acciones llevadas a efecto en —

ellas, eviten las posibles reacciones contra los nativos de la pcbIcci& afectaal poder legal; pues estcs reacciones s!o servirn para exacerbar e! racismo delos ncturaks y facilitar, por tanto, el logro de los objetivos que se propone e!enemigo0

4 • Todos lo civiles, ast como el personal militar no conocido, deber& ¡dentifi—carse antes de que les sea coflcedida libertad de movimiento der)tro de las ¡ns—talacknes militares o antes de darles ningur)a ¡nformacin de naturaleza rnfli—tar.

42. Todas las personas que sean encontradas en el acto de cometer o intentar cometer un acto de sabotaje dentro de cualquier zona militar o en sus proximidades-,así como en los puntos de inter& ecoqrn!co, debern ser deteridas y entregadas a la policra sise estuviera en Hempo.d paz.En tiempo de guerra cualquierfuerza podr pondrer al saboteador, pudi.io emplear armas de fuego si es necasarlo.

43. En la ¡nvestigaci& de casos sospechosos de sabotaje debe aterjderse a las considerac iones siguientes:

— llegar con rapidez al purto en cuesti&

— asegurar la expulsi& de espectadores;

disponer de auxiliares de coflffcr)za;

— tomar fotograf ras o hacer ur croquis a escala antes que cualquierotra operacin;

— ¡nvestigar metdicamente para deducir cual fue el m&odo utilizadoy su autor

— analizar los fragmentos de los explosivos utilizado y señales de des—truccin o de co!oracf&i, guardando los productas químicos para suanahss;

— interrogar a los testigos individualmente y en un ambier)te privado;

— registrar el nombre de los individuos que dieron la alarma o encontra

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ron el dispositivo, y e punto, fecha y hora del suceso;

entregar los dispositivos que o hubiesen funcionado a los peritosadecuados.

Lis investigaciones sobre sabotajes deben comuicarse inmediata—rnere a la autoridad superior, en un ¡forme que contenga las coflclusionesdeducidas.

44. En la imposibilidad de hacer un interrogatorio especializado iqmediato a unsaboteador detenido, por ausencia de peritos o existir dificultades para el en

o e o e o e o o leVIO inmediato de aquel al escalen superior, el Oficial de contra—iT)ormacIoI)y el Oficial de seguridad pueden proceder a un interrogatorio t&ctfco inmediato para evitar o reducir daños, enfocando los siguientes puntos:

— objetivos del sabot&e;

— cmpUces, caso de que se sospeche que los tiene;

— local de entrenamiento, otro personal instruido y sus misiones;

— equipo utilizado, cmo y d&)de fue obtenido;

— mtodos de empleo del equipo.

El interrogatorio inmediato no dispenso de un interrogatorio detallado hecho por un especialista instruido en la lucha contra sabotajes

45. La seguridad de puertos, fronteras, viajeros y equipajes tiene por objeto evitar o localizar la entrada de personas no autorizadas en un determinado terriforjo a travs de puertos o fronteras, establecer medidas de control anti—sabotaje, evitar el paso de informaciones de valor paro el enemigo y evitar elcontrabando de armas, literatura subversiva y cierta propaganda o materialque pueda servir a cualquier elemento subversivo o desafecto,

46. De la finalidad ¡ndicada en ci nmero aflterior, se infiere, como es obvio, elgran inters que tiefle en la guerra subversiva este tipo de seguridad, pues loselementes de la subversi& cuentan normalmente con un precioso auxilio exterior, que es necesario anular o por lo menos reducir y contrarestar,

Esta finalidad se obtiene por la adopcin de rigurosas medidas de

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control en las fronteras y puertos, algunas de las cuales se indicarofl en el Cap0.IV, SeCO E. A cotinuacin figuran algunas otras que son aplicables en especial a los puntos de paso de las fronteras abiertos a la circulactn civil:

a. El trfico autorizado o travs de las fronteras debe canaUzarse ha-.cia un limitado nGmero de puestos de control que pueden ser lospuntos;

1 De carretera, destinados a comprobar todos los vialerosque circulan en ura carretera autorizada0

2. De vías de ferrocarril, localizados en la frontera, enla estacin m& prxima a la frontera o iflcluso en elmismo convoy0

3, De ríos y canales, en los que e! control se hace en lospuntos de embarque o de desembarco, o en otras ¡nstalcclones construidas al efecto, prximas a la frontera0

b0 Todo ci sistema de control de fror)teras debe atenderse por un sistema eficaz de transmisiones, que permita un rpido enlace entre lospuestos y el mando de controL

c, Examen de pasaleros y tripulaciones, y de sus equfpaes,

dG lntercepci&i y examen de documentos en poder de ir!dividuos que sedispongan a salir o entrar.

e, Vigilancia de las actividades de los barcos de pesca locales y de laspequeñas embarcaciones; esta terca corresponde a la Armada pero sepuede encargar de efla el EIrcito cuando en el &ea ro hubiera fuerzas navales,

f, Registro de todos los marineros y pescadores.