Ceremonial y protocolo - Facultad de Diseño y...
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CEREMONIAL Y PROTOCOLO II Prof. Cristina Amalia Lopez
Documentos de Cátedra: Consultivo para alumnos
Ceremonial y protocolo
Protocolo en un banquete. Recibir. Despedir. Saludar. Colocar. Presentar.
Antes de celebrar un banquete debemos elegir el salón donde se va a celebrar (habrá que pensar
en función del acto, facilidad de acceso, parking, seguridad, etc.), confeccionar la lista de invitados,
teniendo en cuenta posibles "bajas" o faltas de asistencia, confección de invitaciones y su envío, y
confirmación de asistencias.
La lista de invitados, se deberá confeccionar con mucha antelación, puesto que después hay que
basar la mayor parte de la organización en el número de asistentes (invitaciones de boda,
cubiertos en el banquete, etc.).
La lista nos debe servir como guía para ir marcando las personas a las que hemos dado o enviado
la invitación, así como para anotar cualquier tipo de incidencia que tenga que ver con los
invitados.
Formas de las mesas
¿Cuántas personas caben en una mesa?
No solo hay que tener en cuenta el tamaño de la mesa, sino los elementos tan poco tenidos en
cuenta, en muchas ocasiones, como las patas de la mesa u otros elementos.
Los invitados necesitan de un espacio mínimo para moverse con cierta soltura y comodidad.
Partiendo de las dimensiones que tenga la mesa (o las mesas) hay que calcular un espacio mínimo
recomendado por invitado de unos 75 centímetros de ancho. Apurando un poco, 65-70
centímetros, pero nunca debería ser menor de este espacio por invitado.
No solo hay que tener en cuenta el tamaño de la mesa, sino los elementos tan poco tenidos en
cuenta, en muchas ocasiones, como las patas de la mesa u otros elementos de la misma que
puedan ser un estorbo o incomodidad para los invitados.
CÁLCULOS PARA LAS MESAS:
Mesas rectangulares. Para 6 comensales, por ejemplo, una mesa de 1,50 x 80 cms. sería de un
tamaño bastante adecuado. Sabiendo el espacio que desea tener por comensal, en las mesas
rectangulares (o ligeramente ovaladas) es fácil calcular el tamaño que necesita.
Mesas redondas. En el caso de las mesas redondas el cálculo es un poco más complicado. Hay que
calcular el tamaño de la circunferencia de la mesa, para saber con qué espacio cuenta para cada
invitado. Simplemente debe multiplicar el diámetro de la mesa, por 3,14 (pi) para conocer la
longitud del perímetro de su mesa. Para cinco comensales una mesa de un metro de diámetro
sería un tamaño adecuado.
Como recomendación final, siempre hay que ser generosos con el espacio, y calcular por exceso
mejor que por defecto. A nadie le molesta tener unos centímetros más de espacio, pero si unos
centímetros menos. Por supuesto, siempre dentro de unos límites. No disperse a sus invitados
separándoles a unos de otros por amplios espacios (no deberían estar separados por una distancia
equivalente al doble del espacio recomendado por comensal).
No es tan infrecuente, sobre todo hoy en día, hacer ciertos "arreglos" para salir del paso en
eventos con amigos o familiares (no muy recomendado para eventos formales). Utilizar una mesa
extensible sola o para añadir a otra mesa, ampliar la mesa con un tablero y varios pies o caballetes
para sujetarlo, etc. Hay soluciones que pueden ayudar a los anfitriones a salir del paso, sobre todo
en la actualidad donde las casas no son amplias y no se cuenta con el mobiliario que antiguamente
tenían muchas casas, como las amplias mesas de comedor.
Protocolo en la celebración.
Durante el desarrollo del banquete, hay momentos en los que debemos tener muy en cuenta el
Protocolo, y entre los cuales podemos citar:
1. Recibiendo a los invitados.
El Jefe de Relaciones Públicas será el encargado de recibir a las autoridades, personalidades e
invitados. Una vez comprobadas sus identidades (habrá que confrontar las personas que llegan
con la lista de invitados), éstos son conducidos al lugar donde se encuentran los anfitriones, y
demás autoridades, si las hubiese. A la entrada se suele solicitar su nombre y la representación
que ostentan, por parte del equipo de Relaciones Públicas.
2. Lunch o aperitivo.
Si hubiese un "piscolabis" previo, éste puede servir para que los invitados se vayan conociendo
entre ellos. No hace falta esperar a que lleguen todos los invitados para empezar (bastará con que
estén la mitad de los mismos). El aperitivo puede ser tipo "buffet", servicio dispuesto en mesas, o
bien puede estar servido por camareros en bandejas.
3. Colocar a los invitados.
Aunque en desuso en banquetes no oficiales, es habitual que se "formen brazos" (entrar por
parejas al salón del banquete), entrando en primer lugar el anfitrión del brazo de la dama de más
categoría, luego la anfitriona, del brazo del caballero de más categoría, y a continuación el resto de
invitados, generalmente por orden de importancia.
En la mayoría de este tipo de banquetes, se cuenta con una tarjeta en cada uno de los sitios de los
comensales, y con unas listas de los planos de mesa, donde se indica la ubicación de las mesas y de
los correspondientes invitados. No obstante, el personal de Relaciones Públicas o de Protocolo
deberá estar atento para resolver cualquier duda o incidencia que se produzca.
En los banquetes de Gran Gala se suelen utilizar planos individuales. En los de Media Gala, tarjetas
nominadas o bien unas listas ordenadas por orden alfabético, indicando la mesa que debe
ocuparse. En algunas ocasiones el personal de Protocolo (los oficiales de Protocolo), son los
"tenedores" de estas listas, indicando a los invitados el lugar que deben ocupar.
4. Presidencias.
Una vez que se decide quien preside la mesa (en función de la importancia y el motivo del
banquete), el resto de los invitados se van colocando a derecha y a izquierda de la presidencia
respectivamente de forma alterna, en relación con su orden de importancia/categoría.
Hay que tener cuidado con las ausencias, que nos haría redistribuir toda la presidencia o gran
parte de la misma. Si hay señoras, estas son intercaladas entre los caballeros (no se deben juntar
nunca señoras, en caso de números impares u otras complicaciones, es mejor "juntar" a dos
caballeros). La presidencia corresponde a los anfitriones, que suelen cederla cuando se invita a
una alta jerarquía del Estado, o personalidades extranjeras. Hay que tener en cuenta, que la
colocación de los invitados, puede variar en función del tipo de mesa elegida. Las más sencillas
para colocar los invitados, son las mesas rectangulares.
Discursos y Brindis.
Una de las costumbres en cenas de gala, media gala, o cualquier otro tipo de banquete con cierta
formalidad son los discursos y los brindis. Por regla general, dicen unas palabras, el anfitrión y el
invitado de honor (por este orden). La regla básica para un discurso, es la brevedad. Si quiere
ampliar el tema consulte nuestro capítulo sobre los discursos.
En cuanto al brindis, salvo en algunos países de Extremo Oriente y algunos Escandinavos, que se
brinda al comienzo del banquete, lo habitual es hacerlo al término de la comida y si hay discursos,
al término de los mismos. Se levanta la copa y mirando a nuestros invitados se hace el brindis, sin
el "chin chin" de las copas, solo se hace el gesto de chocarlas o acercarlas.
Palacio de Buckingham
Banquete de Estado
Una cena de Estado es una cena o banquete presidido por un jefe de Estado en su residencia
oficial a fin de renovar o celebrar los lazos diplomáticos entre el país anfitrión y el país cuyo
representante (jefe de Estado o jefe de gobierno) responde la invitación. La factura de este tipo de
eventos es pagada por el Ministerio de Relaciones Exteriores. En los diferentes países del mundo,
hay reglas establecidas por cada protocolo en particular. Las cenas de Estado usualmente exigen
etiqueta (esmoquin o frac, incluso uniforme) en el vestir, guardia militar de honor, un menú de
cuatro o cinco platos, entretenimiento musical, baile y discursos pronunciados en nombre del jefe
de Estado anfitrión y del jefe de Estado extranjero.
Banquete en San Petersburgo en honor del Emperador Guillermo I de Alemania (1873)
Más de un centenar de personas suelen asistir a estos acontecimientos, incluidos miembros del
Gobierno, de la diplomacia y todos los estamentos de la vida militar y social del país. Los líderes
empresariales nacionales y extranjeros también asisten.
Al inicio de la velada, el jefe de Estado extranjero es recibido en la residencia oficial por el
anfitrión, generalmente ambos acompañados por sus consortes (y, ocasionalmente, por otros
miembros de la familia gobernante). Se posa para los reporteros gráficos y, durante los cócteles,
se escucha música de cámara ejecutada por una de las orquestas de los regimientos militares (o
reales). Luego se forma la procesión para alcanzar el salón comedor, se despliegan los diferentes
platos del menú, acompañados por diferentes acompañamientos musicales. Luego de los postres
llegan los brindis, primero el anfitrión, luego el huésped de honor. La velada se prolongará durante
una hora más, en que los invitados se despliegan por los diferentes salones.
El protocolo indica que, luego de la cena de gala en el palacio real o presidencial presidida por el
jefe de Estado anfitrión, los visitantes extranjeros le ofrezcan a éste una “cena de devolución”,
generalmente en las embajadas de sus respectivos países. A menudo, el dress code se relaja un
tanto (se puede asistir de esmoquin y vestido corto, en lugar de frac o traje largo, por ejemplo), al
igual que el nivel de pompa.
La Reina y el Duque de Edimburgo con el Presidente de los Estados Unidos y la Sra. Obama durante
el banquete de Estado en Buckingham Palace. Obsérvese la estricta etiqueta en la vestimenta:
frac, trajes de soirée y las máximas condecoraciones dinásticas.
La pareja presidencial norteamericana es anfitriona de la cena de devolución en honor de Su
Majestad en Winfield House, residencia de la embajada de los Estados Unidos en Londres. El frac
se torna en esmoquin y no se exhiben condecoraciones.
Casa real española ejemplo Los Reyes de España en el banquete en su honor ofrecido por los
Emperadores de Japón, en el Palacio Imperial de Tokio (2008)
Ver material de testimonio de este encuentro
http://www.kunaicho.go.jp/e-okotoba/01/address/pdf/201110bansan.pdf
La procesión real durante la cena de gala en honor del Presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su
esposa, en el Castillo de Windsor (2008)
En el Reino Unido, las cenas de Estado son presididas en su mayoría por el soberano británico,
actualmente Elizabeth II (en contadas ocasiones, la reina delega esta tarea a su primogénito, el
Príncipe de Gales). Tradicionalmente, todas las cenas de Estado se han celebrado en el Palacio de
Buckingham debido a su posición en el corazón de Londres. Sin embargo, en los últimos años, los
banquetes tienen lugar más a menudo en el Castillo de Windsor, en Berkshire. La organización
recae en el Jefe de la Casa (Master of the Household) con un plan establecido y confirmado tanto
por la Reina como por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Commonwealth (Foreign and
Commonwealth Office). El Protocolo Real es en general muy estricto, pero se ha suavizado un
tanto en los últimos años. Todos los discursos que se leen son revisados y confirmados por la
oficina de Relaciones Exteriores, y enmendados si es necesario. Es de estilo el intercambio de
regalos por ambas partes.
Buckingham Palace: escenario de antiguas tradiciones
En 1959 el abandono de una vieja costumbre cortesana ha decretado la extinción de toda una
época: la presentación de debutantes. En esas ocasiones las limusinas alquiladas se ponían en fila
india y durante horas daban vueltas sobre el Mall en torno a la estatua de la reina Victoria hasta
que se abrieran las puertas doradas. En aquella espera, las jóvenes debs jugaban al jaquet o se
dejaban admirar por una multitud irónica, a veces hasta cruel. Ante el trono y pese a las lecciones
impartidas a las elegidas, las reverencias derivaban en situaciones desafortunadas.
En época de Victoria y Alberto, una presentación en la corte constituía una cuestión personal. Un
recibimiento caluroso o gélido del soberano marcaba la diferencia entre un súbdito leal y otro
sobre el cual Su Majestad podía albergar ciertas dudas. Una antigua deb recuerda las famosas
veladas de los ’30, durante el reinado de Jorge V. “Todos los hombres aparecían allí en calzón
corto y medias de seda, la vestimenta de corte. Las damas con vestidos de noche, con colas de
metro y medio. ¡De metro y medio! ¡Mi Dios! Si no se estaba entrenado, se podía tropezar ahí
dentro al hacer la reverencia. Los ujieres, armados con largas cañas, a cada momento debían
levantar las colas de los vestidos y depositarlas adecuadamente en los brazos de sus dueñas. En
sus peinados, las damas plantaban tres plumas blancas de avestruz, que sostenían un velo de tul
también blanco que les caía sobre la espalda. El rey y la reina, con sus coronas y joyas, estaban
sentados, muy próximos, sobre sus tronos. ¿Cuándo se sabía que debía avanzarse para la
reverencia? Cuando se era llamado por el Gran Chambelán”.
En 1931 tuvo lugar la presentación de la dama que cinco años más tarde haría tambalear el trono
británico. Wallis Simpson, vestida y enjoyada de azul aguamarina, bajó del espléndido coche que el
rico americano Lester Grant le había prestado para la ocasión, fue conducida a un vestíbulo donde
valets de librea ayudaban a las damas a despojarse de sus abrigos y luego, con sus acompañantes,
subió lentamente por la Gran Escalera. Seguidamente recorrieron una galería iluminada por arañas
que conducía al salón de baile en rojo y oro. El trono y su dosel fascinaron a Wallis. George V
estaba vestido con su uniforme de gala; la reina llevaba un traje de raso blanco bordado de perlas
y más joyas de perlas y diamantes. El príncipe de Gales se encontraba de pie detrás del trono. A
una señal del director de orquesta, presentadores y presentados se pusieron en hilera y desfilaron,
las damas haciendo la reverencia ante la pareja real. Finalmente, todos los asistentes se
encontraron en los Grandes Apartamentos, donde la familia real charló brevemente con cada uno
de ellos.
Los grandes bailes que se celebraban en los salones especialmente construidos por orden de la
reina Victoria señalan un mundo concluido: el baile de inauguración del palacio, en mayo de 1838,
con Johann Strauss en persona dirigiendo la orquesta; el baile del Jubileo de Diamante de Victoria,
en 1897, que reunió a dignatarios de todos los rincones del imperio; la Real Cuadrilla en honor de
los reyes de Italia y de Rumania, celebrada en 1924 o el famoso baile del Jubileo de 1935
permanecerán en los anales de Buckingham. La Segunda Guerra Mundial ha enterrado
definitivamente esas diversiones de otros tiempos.
El acontecimiento se planifica con varias semanas de antelación. En el transcurso de una reunión
especial, el Lord Chambelán examina el protocolo y la elección de los invitados, el secretario
privado transmite los deseos particulares de la reina, el jefe de la casa prevé las necesidades del
personal, el guardián del tesoro real evalúa el presupuesto y el Palace steward (intendente) todos
los detalles materiales. Incluso se comunica el menú previsto al intendente de Londres, al
despacho del Primer Ministro y a la embajada correspondiente, a fin de que el invitado de honor
no vaya a encontrarse con los mismos platos en todos los banquetes de su visita oficial.
Mesa formal en el salón comedor a punto de ser preparada para un banquete (1930)
En el gran salón de baile, con capacidad para ciento setenta personas y que data de 1856, la
actividad comienza desde el amanecer del día señalado. Las cocinas bullen y los valets suben y
bajan a los subsuelos donde se depositan las fabulosas vajillas de cristal y porcelana labradas con
el blasón real. La mesa de caoba, que asemeja una gran herradura, se recubre con suntuosos
manteles blancos bordados. El personal se viste de librea con las armas de la reina en las mangas
(desde 1952 las pelucas empolvadas han dejado de usarse).
La preparación de los cubiertos constituye, de por sí, un acontecimiento casi teatral.
Cuatro submayordomos se encargan de la tarea, bajo las órdenes del Palace steward. Cada pieza
toma su lugar en el punto preciso, lo que permite asegurar la perfecta simetría del conjunto. El
más joven y delgado de esos empleados, equipado con pantuflas especiales, se sube a la mesa y
avanza hacia el centro para disponer con el máximo cuidado las copas de cristal y verificar que los
enormes candelabros de plata se encuentren situados a igual distancia unos de otros.
Disposición de la mesa
Se presta idéntica atención a que los ramos de flores no incomoden la visión de quien se tiene
delante. Se vuelve a revisar la cantidad de copas para que luzcan impecables. Cada invitado
dispone de cinco copas frente a él: jerez, vino blanco, vino tinto, champaña, agua, la copa de
oporto llegará más tarde. Salvo para la reina, una cartulina indica el lugar de cada comensal y un
pequeño carnet completa la panoplia: allí figura el orden de la procesión real, el menú, la lista de
vinos, los fragmentos de música que se escucharán durante la velada, la disposición de los
invitados en la mesa.
Todo el decorado queda dispuesto para las 17 horas. Una hora más tarde la soberana llega para
efectuar una breve visita de inspección. Cuando se retira y, como forma de apreciar su trabajo,
dirige algunas palabras a los valets: la más preciada de las recompensas.
Cerca de ciento treinta valets itinerantes están encargados del servicio para un banquete y cada
uno tiene una misión bien precisa que cumplir. Ut supra se detalla la función y, entre paréntesis, el
número de valets destinado para ello.
Controlar los invitados en la Gran Recepción (8)
Dirigir los invitados desde la Gran Escalera al Salón Verde (1)
Permanecer en la puerta de la Galería al Salón de Música (1)
Dirigir los invitados del Salón Azul al salón de baile (3)
Aguardar a la familia real a la entrada del jardín (2)
Asegurar el servicio de ascensor (1)
Preparar las bebidas en la sala de Trono (7)
Colocar en su lugar los aperitivos a las 19:15 horas (3)
Servir los aperitivos desde la sala del Trono hasta la Galería (9)
Servir los cigarrillos (2)
Preparar el café y las bebidas después de la cena (6)
Servir el café (10)
Retirar las tazas (3)
Ordenar el conjunto (3)
Servir los licores (3)
Ofrecer cigarros y cigarrillos (2)
Retirar la vajilla (9)
Segunda vuelta de licores en el Salón Azul y el Salón de música (10)
Servir bebidas después del banquete en el gran comedor (3)
Presencia en la Gran Recepción después del banquete (2)
Refrigerio para el personal (8)
Servicio de bebidas para la orquesta (1)
Servicio de comida para los yeomen de la guardia (1)
Presencia en el Apartamento Belga (1)
Presencia en la Sala Carnarvon (1)
Presencia en el Gran Ingreso para la partida de los invitados (8)
Presencia en el acceso al jardín para la partida de los invitados (1)
La familia real antes de la cena por el cumpleaños nº 60 del Príncipe de Gales
Desde que el salón de baile es el escenario para los banquetes de Estado, se ofrece el espectáculo
de la procesión real a través de los Grandes Apartamentos. Concebidos y decorados por John
Nash, todos los salones de ceremonia del primer piso están en una misma frecuencia: rica mezcla
de marfil y oro, alfombras púrpura, esculturas de mármol blanco y retratos reales. La misma
armonía de los colores despide un esplendor inigualable.
Mientras que los invitados degustan un aperitivo, la reina y la familia real se reúnen en el Salón
Blanco, ornamentado en blanco y oro, con mobiliario Regency y del siglo XVIII francés y realzado
por grandes retratos de Winterhalter. Después todos avanzan hacia la sala de música, donde se
hace la presentación de los invitados de categoría y se arma entonces la procesión que debe
alcanzar el salón de baile a los acordes de los himnos nacionales
Rey Abdullah de Arabia Saudita con la Reina y el Duque de Edimburgo antes de la procesión real
REALEZA BRITÀNICA Y LA REINA DE LOS PAÍSES BAJOS EJEMPLO DE PRECEDENCIA
En oportunidad del banquete celebrado el 16 de noviembre de 1982 en honor de la reina Beatriz
de los Países Bajos, el orden del cortejo era el siguiente:
Reina Beatriz de los Países Bajos * Reina Isabel
Príncipe Felipe de Edimburgo * Príncipe Claus de los Países Bajos
Príncipe Carlos * Reina madre
Arzobispo de Canterbury * Princesa Diana
Embajador de los Países Bajos * Princesa Ana
Capitán Mark Phillips * Princesa Margaret
Lord Canciller * Princesa Alice
Duque de Gloucester * Señora Bischoff van Heemskerck
Denis Thatcher * Duquesa de Gloucester
Duque de Kent * Margaret Thatcher
P. J. H. Jonkman * Duquesa de Kent
Príncipe Michael de Kent * Princesa Alexandra
Angus Ogilvy * Princesa Michael de Kent
RECEPCIONES DIPLOMÀTICAS
En el momento de las recepciones diplomáticas, la procesión entra por las puertas dobles situadas
en el extremo norte de la galería de pinturas. En ambos lados y a todo lo largo de los States
Apartments, las puertas-espejo plegadizas permanecen abiertas y en cada ámbito las arañas
iluminan la escena masivamente. Aquel ambiente parece quedar atrapado en “Pompa y
Circunstancia”.
Una vez en sus lugares de la larga mesa, la soberana toma asiento en primera instancia, el resto de
los comensales le sigue. Un asombroso sistema de destellos hábilmente oculto por las flores y
accionado por el intendente permite manejar el servicio. Al destello rojo, el personal debe
inmovilizarse; al color naranja, deben prepararse a cambiar los platos; al verde, ir a buscar el
siguiente servicio. Hay cuatro pasajes para ingresar al salón de baile y, por ende, cuatro destellos
en total. Cuando la luz pasa al color verde, docenas de valets itinerantes pasan a la acción.
Siempre se eligen los más altos para servir los extremos redondeados de la herradura, ya que
tienen los brazos más largos para poder franquear la extensión de la mesa.
Cena en homenaje al Presidente de Sudáfrica Jacob Zuma (3 de marzo de 2010)
El menú es ligero –nada que ver con la procesión de doce platos de la mesa de la reina Victoria-,
regado por un Bordeaux blanco, luego un borgoña y por último el champaña. Al final actúan los
gaiteros del Primer Batallón de los Scots Guards. ¡La reina adora la gaita a los postres! Con el
oporto llega el momento del brindis. Su Majestad toma la palabra. Se calza los lentes, verifica que
su micrófono funcione y se dirige durante algunos minutos (en general siete) a los comensales. El
invitado de honor da la réplica. Luego todos los asistentes pasan a los diferentes salones donde
pueden aceptar algún licor digestivo, fumar habanos o cigarrillos. La velada se prolongará durante
una hora, en que la reina se retira y, a veces, conduce ella misma a su huésped a los apartamentos
que le han sido asignados, antes de retirarse a los suyos propios.
Entre los almuerzos, banquetes, garden parties y otras recepciones, la reina recibe cada año
alrededor de cuarenta mil personas en el palacio de Buckingham.
El ceremonial de la Corte de Saint James, aunque para muchos es anacrónico, es el único que
sobrevive hoy con sus ritos ancestrales. El hecho de que ocurra esto en pleno siglo XXI para otros
muchos es fascinante.
Todos los jefes de Estado tienen su sistema de protocolo, como es sabido. Incluso en los Países
Bajos la reina llega en carroza dorada para abrir el Parlamento y da su discurso sentada en un
trono. Pero en el Reino unido es atrapante la naturalidad con la que realeza y aristocracia se
adapta a la etiqueta.
En la historia, Versailles era el modelo en el que las Cortes de Europa armaban su ceremonial. Era
tan asfixiante que, María Antonieta, por ejemplo, recurría a los Trianones y a la dulzura campesina
del hameau para escapar de Madame l'Etiquette. De hecho, cien años más tarde la emperatriz de
Austria, la célebre Sissi, hacía lo mismo para evadir la implacable etiqueta de la Hofburg, que en
sobrevivía -aunque más aligerada- desde el siglo XVII. Valga la aclaración: Sissi no cruzaba el
parque para disfrutar de un palacete sino que cruzaba los mares en su yate buscando la libertad.
MENÙ
El menú tipo de un almuerzo o cena oficial comienza por una sopa, un consomé o un caldo con
yemas de huevo Saint Germain. Después pescado, de acuerdo con la estación, un pequeño trozo
de langosta o una mousse de salmón; esos platos son servidos acompañados por salsas. La reina
adora la pata de cordero, que constituye muy a menudo su plato fuerte. Jamás se ofrece carne de
caza ya que la soberana piensa que a muchos invitados puede desagradarle. La carne tiene
siempre guarnición de legumbres, de tres o cuatro clases que llegan directamente del mercado.
Sigue una ensalada a la francesa. El postre es siempre frío: frecuentemente se trata de un bombón
helado, hecho en un molde. Cinco vinos diferentes, de excepcional calidad, acompañan por último
la comida. En total, un menú ligero que no tiene nada que ver con la procesión de doce platos de
la época victoriana. Con más de setenta banquetes y almuerzos oficiales por año, se comprende
por qué la familia real británica pasa la vida haciendo régimen.
DISCURSOS REALES
Elizabeth II da su discurso tras la cena en honor del jeque y la jequesa de Qatar (Windsor Castle,
octubre de 2010)
Cuando la soberana británica, en visita oficial al extranjero, da un gran banquete, lleva su propia
vajilla de plata, sus candelabros, su porcelana y, frecuentemente, sus vinos; también traslada con
ellos tres yeomen, transformando la embajada británica en su hogar lejos de su hogar.
BANQUETES EN ESTADOS UNIDOS
En Estados Unidos, una cena de Estado es una cena formal, más a menudo de tuxedo (black tie) en
los últimos años en lugar de frac (white tie), que se celebra en honor de un jefe de Estado
extranjero. El anfitrión es siempre el Presidente, acompañado por la Primera Dama y es celebrada
en el Comedor de Estado de la Casa Blanca, en Washington DC. Otras cenas formales para
visitantes importantes de otras naciones, como un príncipe o una princesa, son llamadas “cenas
oficiales”, pero la diferencia es que el gobierno federal no paga por ellas.
Las cenas de Estado y las cenas oficiales son dictadas por estricto protocolo con el fin de garantizar
que no ocurran gaffes diplomáticas. El Jefe de Protocolo de los Estados Unidos, el Jefe de Ujieres
de la Casa Blanca (White House Chief Usher), así como el Secretario Social de la Casa Blanca
(White House Social Secretary), son los encargados de supervisar la planificación estos eventos de
principio a fin. La Oficina de Gráficos y Caligrafía también tiene numerosas responsabilidades,
como las invitaciones formales que se envían por correo o las tarjetas con los nombres de los
invitados que asignan los asientos en las mesas. Las cenas de Estado requerirán una estrecha
coordinación entre el Jefe Ejecutivo de la Casa Blanca y el Jefe Pastelero para planificar y preparar
una comida de cuatro o cinco platos, así como el Jefe de Decoración para organizar las velas y los
adornos florales de las mesas.
El Presidente Reagan y su esposa esperan un visitante oficial en el Pórtico Norte de la Casa Blanca
(1981)
Como es habitual en todas las visitas oficiales de jefes de Estado extranjeros, una cena de Estado
es posterior a una Ceremonia Oficial de Llegada que tiene lugar en el Jardín Sur al principio del día.
Además, las cenas de estado celebrados en los últimos años también reciben la cobertura de los
medios de comunicación a través del canal público de asuntos extranjeros, C-SPAN.
Otras fuentes: NOTICIAS
La reina Isabel II ofrece un suntuoso banquete de Estado en honor a Obama
http://coronas-reales.blogspot.com.ar/2011/05/paseo-por-la-coleccion-real-y-banquete.html
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó hoy la colección artística de la reina Isabel II
de Inglaterra. Además, fue agasajado por la reina con un suntuoso banquete. Fotos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó el martes 24 de mayo la colección artística
de la reina Isabel II de Inglaterra, y dedicó atención especial al diario personal de Jorge III en el que
admite que "América se ha perdido".
Obama, que se encuentra en Londres para una visita de Estado de tres días, acudió hoy al palacio
de Buckingham para una ceremonia de recepción y un almuerzo informal con Isabel II, que
posteriormente le acompañó para mostrarle los tesoros de su colección de retratos.
El presidente de EEUU pareció particularmente impresionado por una página del diario de Jorge
III, escrita alrededor de 1783, en la que el soberano británico admite que "¡América se ha
perdido!" y medita sobre las posibilidades de comerciar con la nueva nación.
El rey destaca también la importancia de "una conexión y amistad futura" entre ambos países.
Obama y su esposa, Michelle, admiraron también una copia de la novela "La cabaña del Tío Tom",
de Harriet Beecher Stowe, regalada a la reina Victoria en 1852.
Guiados en su visita por la comisaria de dibujos y material impreso de la colección, lady Jane
Roberts, la pareja presidencial admiró también una fotografía del buque "Resolute".
El pecio de este navío de guerra fue encontrado en la década de 1850 por EEUU, que lo devolvió al
Reino Unido. En señal de agradecimiento, Londres hizo construir con la madera del barco una
mesa de despacho que envió como regalo a Washington.
Hoy día, esa mesa de despacho se encuentra en el Despacho Oval de la Casa Blanca y es el pupitre
de trabajo de los presidentes.
Al comentar esta historia, Obama bromeó al afirmar: "hicimos un buen negocio".
Tras completar esa visita artística, el presidente y su esposa se desplazaron a la abadía de
Westminster para depositar una corona de flores ante la Tumba del Soldado Desconocido.
Su jornada se completará con sendas reuniones informales con el primer ministro británico, David
Cameron, y el líder de la oposición laborista, Ed Miliband, antes de concluir con una cena de
Estado en el Palacio de Buckingham. EFE
Fuente http://coronas-reales.blogspot.com.ar/2011/05/paseo-por-la-coleccion-real-y-
banquete.html
OTRO EJEMPLO
EE.UU. agasajará con banquete al presidente chino
Acto busca acercar posiciones en las relaciones diplomáticas de ambas potencias
Beijing (AP). Estados Unidos agasajará con un banquete fastuoso de Estado en la Casa Blanca al
presidente de China, Hu Jintao durante su visita oficial de cuatro días que inicia este martes.
Esta atención especial, reservada por lo general a amigos y aliados cercanos, se realiza con el
objetivo de mejorar las relaciones con China. La confianza inestable entre Estados Unidos y China
se ha ido erosionando recientemente por una serie de cuestiones políticas -desde diferencias
sobre política monetaria y barreras comerciales, hasta la proliferación nuclear y Corea del Norte- y
ambas partes parecen reconocer la necesidad de recalibrar las relaciones.
El banquete de Estado que dispensará el presidente Barack Obama será el primero para Hu Jintao
en Estados Unidos. El presidente chino pronunciará el día jueves un discurso ante líderes
empresariales y de opinión en Washington, en el que se espera que hable de temas de inversión.
Estados Unidos es uno de los mayores mercados de China, con 380.000 millones de dólares en
comercio anual. Además Estados Unidos requiere del apoyo de China para resolver problemas
internacionales como: la piratería en Africa, el programa nuclear de Irán y la revigorización de la
economía mundial luego de la crisis financiera.
“Es absolutamente crítico que ambos países concerten una postura de moderación y compromiso
a favor de una relación efectiva y positiva”, dijo el experto Charles Freeman, del Centro de
Estudios Estratégicos e Internacionales.
La secretaria de estado norteamericano, Hillary Clinton, dijo el viernes en un discurso que los dos
países necesitan superar sus discrepancias e impedir el enredo de sus intereses compartidos y
entrelazados.
FUENTE: http://elcomercio.pe/actualidad/699460/noticia-eeuu-agasajara-banquete-al-presidente-
chino-mejorar-relaciones