Cena Familiar_septiembre_2011
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CENA FAMILIARAño 6No. 8Septiembre 2011
EN TU NOMBRE HECHAMOS LAS REDES
e ldo Air ma ou rt yn a d
S e , la ail i Vim da aF
PASTORALFAMILIARDIÓCESIS DE SONSÓN-RIONEGRO
MATERIALES: Biblia que debe estar situada en un lugar del comedor, un cirio y flores.
INTERPRETAR LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS A LA LUZ DEL EVANGELIO
Objetivo
Reflexionar a la luz de la Palabra los cambios que presenta el mundo de hoy, para descubrir qué repercusiones tienen en nosotros y c ó m o d e b e m o s afrontarlos.
La Palabra de Dios nos ilumina
Bendición de la mesa
Señor tú que vives, tu que eres el verdadero alimento para todo el mundo, tu que proteges nuestra vida, bendice nuestros alimentos y haz que seamos capaces de compartirlos con justicia. Bendícenos a nosotros alrededor de esta mesa, protege nuestra casa y todos los que vivimos en ella. Por Jesucristo nuestro Señor R/ Amén.
Marcos 16, 5-9
Jesús empezó a decirles: «Miran que no los engañe nadie. Vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy", y engañarán a muchos. Cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen; porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin. Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambre: esto será el comienzo de los dolores de alumbramiento. «Pero ustedes miren por ustedes mismos; los entregarán a los tribunales, serán azotados en las sinagogas y comparecerán ante gobernadores y reyes por mi causa, para que den testimonio ante ellos.
EQUIPO ÁREA DE PASTORAL FAMILIAR
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Señor Jesús,
enséñanos a confiar plenamente en Ti, a descubrir en tu Palabra la verdad y a
saber que sólo en Dios nuestro
Padre está nuestra esperanza. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/ Amén.
Motivación
Pautas para dialogar
Todas estas cosas pasan precisamente porque ponemos la confianza más en nuestras fuerzas humanas que Divinas, sin descartar que es importante confiar en nosotros mismos y tener un alto valor de la persona, pero esto no quiere decir que usurpemos el lugar de Dios, en tanto nuestras capacidades también vienen de Él. Por eso la misma Palabra de Dios nos compadece cuando confiamos más en los hombres que en el obrar de Dios: “Maldito el hombre que pone su confianza en el mismo hombre” (Jer. 17, 5); “Bendito el hombre que confía en el Señor” (Jer. 17,7)
Es por eso que estamos invitados a confiar nuestras familias a la misericordia de Dios, y es urgente volver la mirada a la doctrina de la Iglesia de tal manera que bajo la guía del Espíritu santo podamos responder a todas estas barbaries que se presentan en el hombre incierto de su realidad y confundido por diversas ideologías que desestabilizan el orden.
Por eso la invitación es confiar en Dios que nos ha llamado a ser santos, tener fe en Él que nos ha regalado a su hijo Jesús que nos Dice: “no tengan miedo yo he vencido al mundo”.
• ¿Qué actitudes has tomado
cuando recibes un volante con
temas extremista como el fin del
mundo, la muerte, los desastres
naturales?
• ¿Crees que estos pasquines vale
la pena prestarles atención?
• ¿En qué o en quién has
depositado tu confianza?
• ¿Crees tener la fe suficiente para
no dejarte confundir?
• ¿A quién acudes cuando hay
confusión y dudas sobre el
mundo, la muerte y la vida
eterna?
El género humano se halla en un período nuevo de su historia, caracterizado por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive. Tan es así esto, que se puede ya hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda también en la vida religiosa. (GE 4b)
En muchas ocasiones nos confundimos por las constantes situaciones que acontecen en el hoy de nuestra historia; además hay quienes se encargan de alarmarnos, con fanatismos y extremismos, en una serie de mensajes fatalistas que nos enredan y nos hacen dudar, infundiéndonos miedos enfermizos que nos llevan a desconfiar y perder la fe.
Pero esto no es nada extraño, ya el mismo Jesús en el Evangelio nos advierte sobre ellos cuando aparecen tantos comentarios del fin del mundo, de los cataclismos, de los desastres naturales, de la degradación social y familiar entre otros.