Cassany Luna Sanz 1997 Enseñar lengua

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134 CASSANY, D. et al. Enseñar lengua. Ed. Graó, Barcelona, 1997 6.3. Expresión oral ¿Hay que enseñar a hablar? ......................... 134 Tipos de texto y necesidades orales .............. 138 Modelo teórico de expresión oral ................. 142 Microhabilidades .......................................... 148 Didáctica ...................................................... .150 Consideraciones generales ........................ 150 Ejercicios y recursos para la expresión ..... 153 Planificación de la expresión ....... ............ 180 Manejo e interacción .................... ............ 181 Evaluación ................................... ............ 185 Corrección ................................... ........... .189 - Para leer más .................................... ...... 191 - hacer una exposición ante un grupo numeroso de personas; - entrevistamos para conseguir trabajo; - realizar una prueba oral (oposiciones, juicios, exámenes, etc.): - dialogar por teléfono con desconocidos; - participar en un programa de radio o de televisión; - dejar mensajes en un contestador automático; - declaramos a la persona amada; - etc. La vida actual exige un nivel de comunicación oral tan alto corno de redacción escrita. Una persona que no pueda expresarse de manera coherente y clara, y con una mínima corrección, no sólo limita su trabajo profesional y sus aptitudes personales, sino que corre el riesgo de hacer el ridículo en más de una ocasión. El comentario irónico que hasta estos momentos se había reservado para los escritos con faltas de ortografía, ya se empieza a aplicar a la persona que por sistema no responde a lo que se le pregunta, a la que se encalla cuando habla, a la que se pierde en digresiones durante una exposición, o a la que comete muchas incorrecciones gramaticales. Evidentemente no se trata de enseñar a hablar desde cero. Los alumnos ya se defienden mínimamente, en las situaciones cotidianas en las que suelen participar: conversaciones familiares y coloquiales, diálogos, explicaciones breves, etc., a pesar de que el impacto de la televisión en los hogares está cambiando y reduciendo la comunicación familiar. Lo que conviene trabajar en clase son las demás situaciones: Las comunicaciones de ámbito social: parlamentos, exposiciones, debates públicos, reuniones, discusiones, etc.; Las nuevas tecnologías: teléfono, radio, televisión, etc; Las situaciones académicas: entrevistas, exámenes orales, exposiciones, etc. En definitiva, hay que ampliar el abanico expresivo del alumno, de la misma manera que se amplía su conocimiento del medio o su preparación física o plástica (que ya ha iniciado antes de llegar a la escuela). Sería un gran disparate pretender que los niños aprendieran a hacer las actividades de la lista anterior sin ningún tipo de ayuda en la escuela, sin instrucción formal. El mundo de la enseñanza está tornando conciencia lentamente de este cambio. Han aparecido algunos libros sobre esta cuestión, que proponen materiales para trabajar en clase: Badia y Vila (1993), Coro- . ¿Hay que enseñar a hablar? La función tradicional de la escuela, en el ámbito de la lengua, ha sido enseñar a leer y a escribir. En la percepción popular, la capacidad de descifrar o cifrar mensajes escritos, la alfabetización, ha sido -¡y tal vez aún lo sea!- el aprendizaje más valioso que ofrece la escuela. La habilidad de la expresión oral ha sido siempre la gran olvidada de una clase de Lengua centrada en la gramática y en la lectoescritura. Siempre se ha creído que los niños y las niñas aprenden a hablar por su cuenta, en casa o en la calle, con los familiares y los amigos, y que no hace falta enseñarles en la escuela. Hablar bien o hablar mejor no ha sido una necesidad valorada hasta hace poco. Las únicas personas que mostraban cierto interés por ello eran las que sufrían alguna deficiencia física o psíquica que les causaba un defecto importante, pero puesto que la metodología y los materiales didácticos eran más bien escasos, quedaban, en definitiva, casi a la buena de Dios. En una concepción mucho más moderna de la escuela, como for- mación integral del niño, el área de Lengua también debe ampliar sus objetivos y abarcar todos los aspectos relacionados con la comunica- . ción. En la sociedad moderna y tecnificada en la que vivimos, a menudo nos encontramos en situaciones "especiales" o "complica- das", que tienen consecuencias trascendentales en nuestra vida (tra- bajo, dinero, amistades, decisiones, etc.). Por ejemplo:

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El Dr. Cassany se refiere a las características de la expresión oral

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    CASSANY, D. et al. Ensear lengua. Ed. Gra, Barcelona, 1997

    6.3. Expresin oral

    Hay que ensear a hablar? ......................... 134

    Tipos de texto y necesidades orales .............. 138

    Modelo terico de expresin oral ................. 142

    Microhabilidades .......................................... 148

    Didctica ...................................................... .150

    Consideraciones generales ........................ 150

    Ejercicios y recursos para la expresin ..... 153

    Planificacin de la expresin ....... ............ 180

    Manejo e interaccin .................... ............ 181

    Evaluacin ................................... ............ 185

    Correccin ................................... ........... .189

    - Para leer ms .................................... ...... 191

    - hacer una exposicin ante un grupo numeroso de personas; - entrevistamos para conseguir trabajo;

    - realizar una prueba oral (oposiciones, juicios, exmenes, etc.): - dialogar por telfono con desconocidos;

    - participar en un programa de radio o de televisin; - dejar mensajes en un contestador automtico; - declaramos a la persona amada; - etc. La vida actual exige un nivel de comunicacin oral tan alto corno

    de redaccin escrita. Una persona que no pueda expresarse de

    manera coherente y clara, y con una mnima correccin, no slo

    limita su trabajo profesional y sus aptitudes personales, sino que

    corre el riesgo de hacer el ridculo en ms de una ocasin.

    El comentario irnico que hasta estos momentos se haba

    reservado para los escritos con faltas de ortografa, ya se empieza a

    aplicar a la persona que por sistema no responde a lo que se le

    pregunta, a la que se encalla cuando habla, a la que se pierde en

    digresiones durante una exposicin, o a la que comete muchas

    incorrecciones gramaticales.

    Evidentemente no se trata de ensear a hablar desde cero. Los

    alumnos ya se defienden mnimamente, en las situaciones cotidianas

    en las que suelen participar: conversaciones familiares y coloquiales,

    dilogos, explicaciones breves, etc., a pesar de que el impacto de la

    televisin en los hogares est cambiando y reduciendo la

    comunicacin familiar. Lo que conviene trabajar en clase son las

    dems situaciones:

    Las comunicaciones de mbito social: parlamentos, exposiciones, debates pblicos, reuniones, discusiones, etc.;

    Las nuevas tecnologas: telfono, radio, televisin, etc;

    Las situaciones acadmicas: entrevistas, exmenes orales, exposiciones, etc.

    En definitiva, hay que ampliar el abanico expresivo del alumno, de la misma manera que se ampla su conocimiento del medio o su preparacin fsica o plstica (que ya ha iniciado antes de llegar a la escuela). Sera un gran disparate pretender que los nios aprendieran a hacer las actividades de la lista anterior sin ningn tipo de ayuda en la escuela, sin instruccin formal.

    El mundo de la enseanza est tornando conciencia lentamente de este cambio. Han aparecido algunos libros sobre esta cuestin, que proponen materiales para trabajar en clase: Badia y Vila (1993), Coro-

    .

    Hay que ensear a hablar?

    La funcin tradicional de la escuela, en el mbito de la lengua, ha

    sido ensear a leer y a escribir. En la percepcin popular, la capacidad

    de descifrar o cifrar mensajes escritos, la alfabetizacin, ha sido -y

    tal vez an lo sea!- el aprendizaje ms valioso que ofrece la escuela.

    La habilidad de la expresin oral ha sido siempre la gran olvidada

    de una

    clase de Lengua centrada en la gramtica y en la lectoescritura.

    Siempre se ha credo que los nios y las nias aprenden a hablar

    por su cuenta, en casa o en la calle, con los familiares y los amigos,

    y que no hace falta ensearles en la escuela. Hablar bien o hablar mejor

    no ha sido una necesidad valorada hasta hace poco. Las nicas

    personas que mostraban cierto inters por ello eran las que sufran

    alguna deficiencia fsica o psquica que les causaba un defecto

    importante, pero puesto que la metodologa y los materiales

    didcticos eran ms bien escasos, quedaban, en definitiva, casi a la

    buena de Dios.

    En una concepcin mucho ms moderna de la escuela, como for-

    macin integral del nio, el rea de Lengua tambin debe ampliar sus

    objetivos y abarcar todos los aspectos relacionados con la comunica- .

    cin. En la sociedad moderna y tecnificada en la que vivimos, a

    menudo nos encontramos en situaciones "especiales" o "complica-

    das", que tienen consecuencias trascendentales en nuestra vida (tra-

    bajo, dinero, amistades, decisiones, etc.). Por ejemplo:

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    mina (1984), Garca et al. (1986), Sal (1990), Sal (1988) -y es de

    esperar que se publiquen muchos ms en un futuro inmediato!-. Se

    ha tratado el tema en seminarios, cursillos y escuelas de verano. Y,

    finalmente, la ltima reforma educativa que vivimos, la Reforma

    con mayscula, incorpora en los programas un tratamiento extenso

    y variado de la lengua oral, casi equivalente al de la lengua escrita.

    Seguramente es la primera vez que ocurre esto en nuestro pas y

    esta innovacin debe entenderse como una de las ms importantes

    de la Reforma.

    Pero, a pesar de todo, muchos profesores siguen siendo

    escpticos sobre el tema. No sabemos cmo podemos trabajar esta

    habilidad en clase. Nadie nos ha enseado a ensear sobre esto -ni

    tampoco nos han enseado a nosotros!-, hay pocos materiales

    disponibles, etc.

    Adems, cuando te decides a poner en prctica alguna tcnica,

    puedes tener la sensacin de perder el tiempo, de no avanzar, y se

    hace difcil controlar el ejercicio (los alumnos hablan al mismo

    tiempo y gritan ms de lo previsto) y de evaluarlo. Se trata de los

    tpicos problemas, fruto de la inexperiencia, la inseguridad y la falta

    de formacin en un apartado que, como decamos, ha sido

    demasiado desatendido. Pero todo esto se puede superar con una

    buena disposicin, la prctica y ganas de aprender. . .

    De ninguna manera podemos olvidar la delicada cuestin de la

    enseanza de las lenguas propias y del castellano en las

    comunidades bilinges. Nos referimos al aprendizaje de la lengua

    oral propia de cada territorio (cataln, gallego, euskera), y del

    castellano oral, que deben realizar todos los escolares residentes en

    cada zona. Las leyes y los currculums escolares proponen que, al

    acabar su escolarizacin, el alumnado domine con una misma

    capacidad suficiente las dos lenguas cooficiales de la comunidad.

    Nos parece un propsito sensato y deseable, atendiendo a la

    situacin plurilingstica del estado.

    Pero la realidad demuestra que este objetivo todava est lejos de

    cumplirse y que las lenguas desfavorecidas son las propias de cada

    zona (cataln, euskera, gallego) en favor del castellano, que

    contina siendo la lengua ambiental ms "prestigiosa" y la que

    realmente aprenden los alumnos. Es lamentable comprobar en qu

    condiciones llegan a la universidad o a secundaria las primeras

    generaciones de alumnos que han cursado toda la ECB con

    asignaturas con y en las lenguas propias. No slo tienen dificultades

    de expresin, poca fluidez o una correccin vacilante, sino que hay

    algunos alumnos, y no pocos, que pueden decir poca cosa en

    cataln, vasco o gallego, aunque sean capaces de escribirlo sin

    faltas de ortografa y que conozcan los

    principales autores y obras de literatura.

    No se trata de cargar a la escuela y a los maestros con toda la

    responsabilidad de una problemtica grave, arraigada en la situacin

    sociolingstica y poltica del pas. Pero tampoco conviene escurrir

    el bulto. Si se dispone de un nmero X de horas de lengua propia

    durante Y cursos, hay que aprovecharas para dar a los alumnos ms

    necesitados una formacin mnima en expresin oral, adems de

    otros contenidos bsicos. Es obvio que tantas horas y aos deben

    bastar para garantizar este objetivo, si se trabaja en serio.

    Los chicos y chicas castellanohablantes de 16 o 17 aos, de

    Catalunya, Euskadi o Galicia, que ha cursado centenares de horas de

    cataln, gallego o euskera durante toda su vida y que, a pesar de

    conocer las reglas de ortografa de estas lenguas, no son capaces de

    expresarse oralmente de una manera digna, han sido vctimas de una

    enseanza ineficaz y gramaticalista, que ha sacrificado. la utilidad y

    la necesidad de "la comunicacin oral cotidiana a la teora

    lingstica; que ha sustituido la prctica expresiva en el aula por la

    memorizacin y la gramtica escrita y el estudio de la literatura y

    las tradiciones culturales. Estos alumnos se lamentarn durante

    mucho tiempo -como tambin lo haremos los profesores y toda la

    sociedad- de este gran error.

    En resumen, la prctica de la expresin oral en clase tiene

    todava ms importancia en las situaciones de segunda lengua, sobre

    todo con los alumnos castellanohablantes que aprenden las lenguas

    propias de casa zona. Superar las deficiencias lingsticas que

    puedan tener estos alumnos, derivadas de su origen y de su entorno

    sociolingstico, es un objetivo prioritario de la clase de Lengua

    durante toda la escolarizacin obligatoria. Muchos profesores de

    Secundaria piensan que este planteamiento de la lengua oral

    corresponde slo a los primeros cursos, y que en los niveles ms

    avanzados se debe hacer hincapi en aspectos ms difciles y

    tericos, como el anlisis gramatical o la reflexin lingstica. Al

    contrario, creemos que todos los niveles de enseanza deben

    incorporar los componentes bsicos de la comunicacin humana -

    como lo es la expresin oral!- tratndolos con el anlisis y la

    profundidad que el proceso de maduracin del alumnado permita.

    En este captulo se exponen los puntos que acabamos de

    comentar. Los tres apartados siguientes analizan las diversas

    estrategias necesarias para la expresin y las necesidades principales

    de los alumnos. La parte final se refiere a la didctica: presenta una

    tipologa de ejercicios, da ejemplos y comenta las cuestiones ms

    importantes de interaccin, recursos, correccin y evaluacin.

    137

  • 138

    Tipos de texto y necesidades orales

    Vale la pena esbozar una tipologa esquemtica de textos orales

    para poder estudiar las necesidades de expresin que pueden tener

    los alumnos. En una primera clasificacin, J. Badia et al. 1988

    distingue tres tipos de situaciones comunicativas, segn el nmero

    de participantes:

    Cada tipo de comunicacin tiene caractersticas especficas y re-

    quiere habilidades distintas del emisor. Un conferenciante

    (singular) prepara y pronuncia su exposicin a su aire y slo puede

    contar con las reacciones no-verbales del pblico. En cambio, en

    una entrevista (dual), el emisor interacciona con un interlocutor

    explorando diversos temas, en una especia de confrontacin

    dialctica parecida a una partida de ping-pong. Finalmente, una

    tertulia o un debate (plural) es el resultado de la colaboracin

    espontnea e incontrolada de varios participantes. .

    Adoptando un punto de vista ms tcnico, se diferencian las

    comunicaciones autogestionadas (singular) de las plurigestionadas (dual

    y plural). Las primeras requieren la capacidad de preparacin y

    autoregulacin del discurso, mientras que las segundas ponen

    nfasis en la interaccin y la colaboracin comunicativa. El

    siguiente cuadro recoge las diferencias:

    COMUNICACIN ORAL

    autogestionnda

    exposicin, conferencia,

    charla, discurso

    plurgestiormdn

    dilogo, tertulia, entrevista,

    conversacin, debate

    1. Una sola persona elabora

    el texto. Hay una sola voz.

    1. Varias personas colaboran en

    la gestin del texto. Varias

    voces.

    2. El emisor gestiona el

    texto (tema, tiempo,

    intervencin, tono, etc.)

    2. Los interlocutores negocian elt

    texto (tema, intervenciones, tono,

    etc.)

    3. Se establecen turnos de

    palabra, hay intercambio de roles

    de emisor-receptor,

    encabalgamientos de

    intervenciones, etc.

    4. Modalidad bsicamente

    enunciativa: afirmaciones

    4. Cambios frecuentes de

    modalidad: preguntas,

    respuestas, negaciones,

    afirmaciones, etc.

    5. Caractersticas

    lingsticas ms cercanas al

    escrito: gramaticalidad,

    descontextualizacin,

    elaboracin, pronunciacin

    cuidada..

    5. Caractersticas tpicas de lo

    oral: reducciones, pronombres

    (t, l, yo), elipsis, etc.

    La autogestin es el arte de la oratoria, de hablar en pblico, de

    convencer o simplemente de informar. En cambio, la plurigestin es el

    arte de la conversacin, del intercambio y de la colaboracin entre

    interlocutores, de saber conducir un debate o de saber "driblar" ciertos

    temas como si se tratara de un juego con un baln.

    Tradicionalmente la bsqueda se ha decantado hacia el estudio

    del primer tipo de recursos: la comunicacin autogestionada,

    monologada o singular. Desde los estudios de oratoria y de retrica

    greco-latina hasta los actuales best-sellers para aprender a hablar en

    pblico hay un largo camino. Pero modernamente la lingstica se

    ha interesado tambin por los discursos ms coloquiales y por la

    conversacin, sobre todo a raz del anlisis del discurso y de la

    actuacin lingstica de los hablantes.

    Al margen de lo dicho, es curioso constatar cmo el lenguaje pop

    popular ha generado expresiones para designar los errores o los

    aciertos de los conversadores:

    COMUNICACIONES ORALES

    Singulares

    Duales

    Plurales

    Discurso poltico/

    exposicin magistral/

    cancin grabada

    Llamada telefnica/

    dilogo de dos amigos/

    entrevista

    Reunin de vecinos

    /debate en clase

    /conversacin de

    amigos

    Comunicacin singular: un receptor o ms no tienen la posibilidad

    inmediata de responder y, por lo tanto, de ejercer el papel de emisor.

    Comunicacin dual: dos interlocutores pueden adoptar alternativamente

    los papeles de emisor y de receptor.

    Comunicacin plural: tres interlocutores o ms pueden adoptar

    alternativamente los papeles de emisor y de receptor.

  • 140

    -salir por peteneras: decir cosas que no vienen al caso.:

    -hablar por los codos o enrollarse como una persiana: hablar demasiado;

    - salir por la tangente: no responder a la pregunta, desviarse del

    tema de la conversacin;

    - decir la ltima palabra: hacer la intervencin definitiva;

    - morderse la lengua: no decir algo importante;

    - explicarse como un libro abierto: saber hablar muy bien.

    Ahora bien, cules de estas comunicaciones y habilidades se

    deben trabajar en clase?, qu necesidades de lengua tienen nuestros

    alumnos?

    En una primera impresin, parece que se debe poner el nfasis

    comunicativo en las situaciones singulares (exposiciones,

    parlamentos, intervenciones formales, etc.). Son las comunicaciones

    que se alejan ms de la vida cotidiana de los alumnos: no es habitual

    que los nios o los jvenes hablen en pblico. Implican un nivel de

    elaboracin lingstica ms alto, se suele exigir un nivel de

    formalidad elevado, una correccin muy atenta, y .a menudo el tema

    tiene un grado importante de abstraccin (temas acadmicos,

    tcnicos, etc.), etc. Los

    escasos libros que incluyen ejercicios de expresin oral, sobre todo en

    los niveles ms avanzados, suelen trabajar estas situaciones: plantean

    temas de exposicin en. clase, cuadros de evaluacin, proporcionan

    algunos modelos y ejemplos a seguir, etc.

    En cambio, las comunicaciones duales y plurales no merecen

    tanto inters. Si dejamos de lado los comentarios espontneos o las

    discusiones improvisadas, lo cierto es que escasean las prcticas de

    entrevista, de reunin o de debate, hechas con una buena organizacin

    didctica. Los maestros suelen creer que los alumnos ya dialogan y

    conversan con suficiente soltura y facilidad -no paran de hablar],

    recordar alguien siempre. Adems, en el fondo an est viva la

    conviccin de que estos tipos de comunicaciones se adquieren de

    forma natural y que no hay manera de ensearlas.

    Pero los maestros ms avispados ya se habrn dado cuenta de que

    algunos alumnos tienen problemas en los dilogos y en las

    conversaciones, o de que la mayora, por no decir todos, puede

    mejorar notablemente su expresin. El trabajo por parejas y en grupo

    es uno de los momentos en los que se pueden observar los

    "patinazos": hay alumnos que no escuchan a sus compaeros, que

    monopolizan la palabra, que se inhiben y no dicen nada, etc. Y estas

    deficiencias y necesidades suelen ser an ms relevantes en los

    primeros niveles de la enseanza, en Parvulario y en el Primer Ciclo,

    cuando los nios an no han adquirido los hbitos sociales ms

    bsicos, cuando hablan y gritan sin

    pedir permiso ni esperar que alguien les escuche, cuando no se adap-

    tan a las rutinas comunicativas y dicen las cosas ms inoportunas.

    An existe 'otro argumento fundamental para trabajar este tipo de

    situaciones en clase. La situacin oral plurigestionada es la forma ms

    importante de comunicacin en la vida humana, tanto desde un punto

    de vista cuantitativo como cualitativo. Prcticamente la mayora de

    nuestras actividades se produce a travs de un dilogo, una conver-

    sacin o alguna frase interactiva oral de expresin (la misma clase es

    un claro ejemplo de ello).

    Un caso interesante de metodologa que se centra especialmente en

    el trabajo de estas comunicaciones es el aprendizaje cooperativo

    (cooperatioe learning) norteamericano. Este enfoque pedaggico apuesta

    por el trabajo en equipos de alumnos en las aulas, con el objetivo de

    incrementar el rendimiento de los chicos y chicas en cualquier rea del

    currculum (Pallars 1990, Ru 1991). Pero uno de los requerimientos

    previos para ponerla en prctica es formar y consolidar los equipos de

    alumnos y desarrollar sus destrezas sociales. Por destreza social debe-

    mos entender precisamente las capacidades de interrelacin en el equi-

    po, y por lo tanto, de intercambiar informacin, de escuchar, de

    hablar, de hacer preguntas y respuestas, de colaborar en una conver-

    sacin, -en un dilogo, en una tarea lingstica, etc. Algunas de las

    sofisticadas tcnicas que proponen para preparar el equipo de alum-

    nos se exponen en el-apartado "Trabajo de equipo", pg. 161-.

    Desde otro punto de vista, hay que considerar tambin que el

    trabajo de profundizacin gramatical y lxico y de enriquecimiento

    lingstico general deben revertir en la expresin oral. El trabajo oral

    se desliga demasiado a menudo del resto de temas lingsticos, del

    trabajo de anlisis sintctico, de vocabulario o de barbarismos. Es

    curioso constatar cmo la conexin de la gramtica con la escritura es

    mucho ms evidente que con la expresin oral, cuando no existe

    ningn fundamento cientfico para que sea as. El estudio del sistema

    de la lengua debe fundamentar la expresin, del tipo que sea, y el

    trabajo de estas reas tiene que ser siempre global.

    En resumen, los diversos tipos de comunicacin deben tener su

    lugar en el espacio de clase dedicado a la expresin oral. Si bien habr

    que poner ms nfasis en los discursos plurigestionados, a medida que

    el alumno crece hay que ponerle en situaciones ms complejas y espe-

    ciales, como las singulares. El uso del escrito como soporte oral y la

    reflexin se incrementan tambin con la edad de los aprendices. Todo

    ello siempre relacionado con los contenidos gramaticales y con las

    diversas microhabilidades expresivas que se exponen a continuacin.

  • 142 Modelo terico de expresin oral 143

    imaginemos que tenemos que presentamos a una entrevista de

    seleccin de personal en una organizacin (escuela, institucin,

    gabinete psicolgico, etc.) para conseguir un trabajo: Cmo nos

    comportaramos? Qu tipo de habilidades expresivas

    desarrollaramos para intentar causar una buena impresin? Cmo

    prepararamos la situacin? Cmo funcionara el esquema

    anterior?

    Ante todo debemos decir que todos, unos ms y otros meros,

    tenemos un cierto conocimiento de este tipo de situaciones. Si

    hemos tenido que entrevistarnos en otras ocasiones guardamos

    recuerdos y experiencias, pero tambin sabemos lo que socialmente

    se supone que tiene que ser: un dilogo entre un entrevistador

    especialista (psiclogo, pedagogo, etc) y un candidato. As, el

    primero hace preguntas para explorar las capacidades para el

    trabajo que puede tener el segundo y, tal vez, averiguar algunos

    datos sobre su perfil psicolgico. De hecho, todos disponemos de

    cierta informacin sobre la mayora de las comunicaciones, si no

    todas, que son habituales en nuestra cultura. Podemos prever con

    escaso margen de error como se desarrollar un dilogo fortuito en

    un ascensor, la conversacin con el matre de un restaurante, o la

    transaccin comercial de comprar un traje o un coche.

    Las comunicaciones humanas se estructuran y se fijan a partir

    de la repeticin y de la experiencia que vamos adquiriendo los

    interlocutores. Se definen los temas de la situacin (en el caso de la

    entrevista profesional: experiencia laboral, formacin, intereses,

    motivos de la solicitud, etc.). Se establecen las intervenciones o los

    turnos de palabra (preguntas breves del tcnico, respuestas y

    exposiciones extensas del candidato), y se configuran unos roles

    determinados (tcnico: dirige, hace preguntas, presiona, observa,

    etc.; candidato: sigue el hilo, responde, etc.). Rutinas es el nombre

    que se le dan a estas estructuras comunicativas, en las que

    habitualmente se distingue entre la informacin (el contenido de la

    transaccin) y la interaccin (estructura de las intervenciones).

    Las rutinas son absolutamente culturales y varan entre las

    comunidades lingsticas porque tambin varan las formas de

    relacin de las personas. Se pueden encontrar ejemplos muy

    divertidos de rutina en cualquier parte: la ceremonia del regateo en

    los pases rabes (imprescindible para comprar cualquier cosa: los

    vendedores pueden llegar a molestarse si se intenta prescindir de

    ella), la refinada educacin britnica, la cordialidad de los

    ambientes rurales, etc.

    El conocimiento de las rutinas nos permite ejercitar la primera

    habilidad comunicativa, que es la planificacin del discurso. A partir

    Varios estudios sobre el anlisis del discurso oral y de la

    conversacin desgranan las estrategias que utilizan los

    interlocutores para comunicarse, pero pocos trabajos ofrecen un

    modelo esquemtico del proceso de expresin oral. La

    investigacin es an incipiente y no ha alcanzado el nivel de

    conocimiento del que disfrutamos en otras habilidades, sobre todo

    las escritas. A pesar de todo, Bygate (1987) presenta un esquema

    interesante y suficiente para nuestros propsitos. Es importante

    saber que se centra principalmente en las situaciones de

    comunicacin poligestionadas.

    Este autor distingue entre conocimientos y habilidades de la expre-

    sin oral. Los primeros son informaciones que conocemos, que

    tenemos memorizadas: incluyen el dominio del sistema de la

    lengua (gramtica, lxico, morfosintaxis, etc.), pero tambin otros

    aspectos relacionados con la cultura (estructura de las

    comunicaciones, modelos culturales, etc.). Las segundas hacen

    referencia a los comportamientos que mantenemos en los actos de

    expresin: las habilidades de adaptarse al tema, de adecuar el

    lenguaje y muchas otras. Presentamos el esquema y un comentario

    ejemplificado:

    MODELO DE EXPRESIN ORAL. Bygate 1987

    CONOCIMIENTOS

    HABILIDADES

    Planificar

    conocimiento de

    rutinas:

    - informacin

    - interaccin

    conocimiento del discurso

    que se va construyendo

    planificar el mensaje:

    - planes de informacin

    - planes de interaccin

    habilidades de. conduccin:

    - conducir el tema

    - turnos de palabra

    Seleccionar

    Lxico

    Frases

    Recursos gramaticales

    habilidades de negociacin del

    significado:

    - grado de explicitacin

    - evaluacin de la comprensin

    Producir

    Mecanismos de produccin

    Reglas gramaticales

    Reglas de pronunciacin

    habilidades de produccin:

    - facilitacin

    - compensacin

    habilidades de correccin

    EXPRESIN

  • 144

    de la experiencia que tenemos en situaciones parecidas a la que se

    va a producir, podemos prever lo que pasar y decidir cmo nos

    comportaremos: sobre qu temas hablaremos (informacin) y de

    qu manera (interaccin). En el ejemplo de la entrevista laboral,

    destacaremos los puntos ms relevantes de nuestro currculum y

    camuflaremos los posibles vacos existentes, responderemos a

    cualquier pregunta que se nos realice de manera completa, pero

    intentaremos llevar la conversacin hacia los temas que

    dominamos, etc. Seguramente tambin sentiremos curiosidad por

    el nuevo trabajo y por la empresa en cuestin, pero el protocolo

    slo nos permitir insinuar algn tema en el momento oportuno y

    no podremos realizar nunca preguntas directas.

    Para ejecutar los planes desde el momento en el que empiece la

    entrevista, utilizaremos las microhabilidades especficas de

    conduccin de la interaccin. Por un lado, hay que saber colaborar en la

    seleccin y en el desarrollo de los temas: iniciar un tema, ampliarlo,

    desviado hacia otro terna, acabarlo, etc. Por otro, es necesario

    saber dominar los turnos de palabra, o sea, saber cundo se puede

    hablar, durante cunto tiempo y cundo se debe ceder la palabra.

    Respecto a este punto, Bygate (1987) distingue cinco estrategias

    concretas:

    1. Saber indicar que se quiere hablar (gestos, sonidos, saludos,

    etc.),

    2. Saber tomar la palabra en el momento idneo.

    3. Saber aprovechar la palabra (decir todo lo que toca, adecuarse

    a la estructura de las intervenciones, etc.).

    4. Saber reconocer las indicaciones de los dems para tomar la

    palabra.

    5. Saber dejar la palabra a otro.

    En nuestro ejemplo, la rutina de la entrevista, que determina los

    roles del entrevistador y entrevistado, limita notablemente el uso

    de estas estrategias, pero basta con pensar en una conversacin

    libre entre cuatro o cinco personas para darnos cuenta de la

    importancia que tienen. Todos hemos podido observar ms de una

    vez la elegancia con la que algunas personas esquivan una

    pregunta, .cortan una intervencin o toman la palabra; pero

    tambin existen otras personas ms inhibidas que slo pueden

    dejar llevarse por los dems, o que, si toman la iniciativa, son

    groseros y pueden provocar molestias. Del buen o mal uso que

    hagamos de estas estrategias depende nuestra participacin en el

    discurso.

    EMISOR yo

    - explico mi propsito por

    adelantado

    - te muestro cordialidad

    - evalo la informacin que

    compartimos

    - preciso y autocorrijo mi

    mensaje

    - compruebo que me entiendes

    - te pido si me has entendido'

    - me adapto a tus indicaciones

    y clarifico el mensaje

    - te pido tu opinin

    - resumo lo que me has dicho

    RECEPTOR t

    - me muestro cordial

    -indicas que me entiendes (con

    gestos, asentimientos,

    expresin facial,

    etc.)

    - indicas lo que no entiendes, o

    tus dudas

    - si es necesario me cortas para

    matizar o contrastar algn

    punto

    145 Con el tema y los turnos de palabra acordados, el trabajo

    siguiente que realizan los interlocutores es-la negociacin del

    significado. Entrevistador y candidato hablan, cada .uno desde su

    ptica, y van adecuando lo que dicen a sus intereses y a las

    necesidades del otro. Es un proceso de adaptacin mutua donde

    dos discursos tienen que convergir en un nico significado. Las

    habilidades que se utilizan suelen ser de dos tipos: la seleccin del

    nivel de explicacin y la evaluacin o confirmacin de la comprensin.

    En la primera, los interlocutores tienen que escoger el grado de

    detalle y de desarrollo con que' se van a explicar. El defecto de

    informacin provoca incomprensin, pero el exceso es reiterativo,

    cansa y aleja la atencin de lo que es relevante. Para encontrar el

    grado adecuado de explicitacin hay que tener nociones sobre lo

    que sabe el receptor y sobre lo que le interesa. Por ejemplo, si el

    entrevistador pide una explicacin sobre la experiencia laboral del

    candidato, lo ms acertado es que ste empiece comentando el

    terna de forma general y que vaya profundizando en l a medida

    que el otro asiente y solicita ms informacin: Contrariamente,

    extenderse de entrada en una exposicin detalladsima, sin haber

    sido solicitada, sera tan poco adecuado corno responder con

    monoslabos y frases sueltas.

    En la segunda los interlocutores confirman que el nivel de

    explicitacin es adecuado y que se ha comprendido el mensaje. Se

    trata de un proceso de colaboracin entre emisor y receptor, en el

    que ambos participan activamente. Bygate (1987) cita varias

    estrategias de confirmacin de comprensin, que se exponen en el

    esquema siguiente en forma de dilogo:

  • 146

    En conjunto, el nivel de explicitacin del discurso afecta a la can-

    tidad de informacin que da el emisor, pero tambin a los dems

    aspectos lingsticos, como la seleccin gramatical y lxica. Cuanto

    ms detallado y minucioso tenga que ser un discurso, ms posibilida-

    des hay de que se usen palabras especficas de un campo lxico o de

    que la sintaxis sea ms compleja. Estas opciones tambin dependen,

    evidentemente, de los conocimientos lingsticos del interlocutor.

    En cualquier caso, la negociacin del significado est conectada, tal

    como se muestra en el esquema anterior, con el proceso de seleccin

    lingstica de la expresin.

    El ltimo componente de la expresin oral, que incluye habilidades

    especficas, es la produccin real del discurso, o sea, la pronunciacin

    de las frases y palabras que vehiculan los significados. En la comuni-

    cacin oral, los interlocutores no siempre tienen mucho tiempo para

    expresar y comprender lo que se dice, a diferencia del redactor y del

    lector. El emisor no piensa "ni prepara" lo "que dice y el receptor no

    puede "releer" dos veces lo que se ha dicho. Los intercambios verbales

    son rpidos e instantneos, y a menudo es necesario relacionarlos en

    pocos segundos, siendo muy tiles la improvisacin y la agilidad.

    Para adaptarse a estas dificultades los interlocutores utilizan dos

    habilidades: la facilitacin de la produccin y la compensacin de las

    Dificultades. . . .

    . En la primera, los emisores simplifican tanto como les resulta

    posible los trabajos gramaticales o condicionamientos del sistema

    lingstico (oraciones, correccin, etc.). As, simplifican la estructura

    de la frase (simple, yuxtapuesta o coordinada con y o pero), hacen

    muchas elipsis (frases incompletas, informacin implcita, cdigos no-

    verbales, etc.), utilizan frmulas y expresiones fijadas por la rutina

    correspondiente (hace buen tiempo, cmo estamos?, etc.), repiten

    muletillas (quiero decir, bien, etc.) o hacen pausas diversas. En con-

    junto, buscan la prosa gramatical ms econmica y rpida. Lo hacen

    parta librarse de la tarea ms mecnica y superficial (produccin),

    para poderse dedicar a las dems (valorar, hacer planes o seleccionar).

    En la segunda, los emisores refuerzan su expresin y ayudan al

    receptor a comprender lo que dicen. Por estos motivos, a menudo se

    autocorrigen a medida que van hablando (afinando y puliendo el

    significado que en la primera expresin no haba resultado perfecta-

    mente ajustado), repiten los puntos ms importantes (para dar opor-

    tunidad al que escucha), resumen lo: que dicen y lo reformulan con

    otras palabras, utilizando ejemplos y comparaciones (con la finalidad

    de usar expresiones distintas que resulten ms comprensibles). En

    conjunto, el emisor intenta "compensar" las dificultades de la comu-

    nicacin oral con redundancias o repeticiones de la informacin.

    A causa de estas circunstancias la interaccin oral tiene una textura

    lingstica (frases inacabadas, anacolutos, repeticiones, muletillas, etc.)

    diferente de la del texto escrito y de la estructura lgica de la frase que

    indican los libros de gramtica, y que puede parecer "incorrecta" o

    "pobre" a algunos maestros. Hay que entenderla como una caracters-

    tica normal de la expresin, y no como un error o un sntoma de

    limitaciones gramaticales del alumno. Todos hablamos de esta mane-

    ra, a no ser que estemos haciendo una exposicin formal preparada

    con antelacin. Un buen ejercicio para comprobar la textura especial

    del texto oral es transcribir en un papel un fragmento oral grabado en

    una cinta de magnetfono.

    Finalmente, el esquema de Bygate (I987) tambin incorpora la

    habilidad de la autocorreccin gramatical a partir de las reglas de la

    normativa sobre gramtica y pronunciacin. Es la habilidad que nos

    permite fijamos en la forma del discurso y corregir algn error que se

    nos haya podido escapar: una incorreccin lxica, una palabra mal

    dicha, etc. (Ver captulo 7. "El sistema de la lengua".)

    Este conjunto de habilidades actan en varios niveles del intercam-

    bio verbal y se interrelacionan las unas con las otras durante todo el

    tiempo que dura la comunicacin. Es claro que no podemos entender

    la expresin como un proceso lineal donde las habilidades se usan una

    tras otra, sino como un acto global en el que cada componente depen-

    de de los dems. Durante la entrevista de seleccin laboral el candi-

    dato estar pendiente del tema de conversacin, de si se adapta al

    nivel de explicitacin, de cundo tiene que hablar o que callar, de si

    usa palabras correctas, de si se le entiende suficientemente, etc.

    No queremos acabar este apartado sin mencionar, aunque sea de

    paso, dos aspectos que tienen gran importancia en la expresin oral y

    que no se citan en el esquema anterior, seguramente porque no per-

    tenecen al terreno estrictamente lingstico. Se trata del control de la voz

    y de la comunicacin no-verbal. El primero incluye lo que afecta a la

    calidad acstica de la produccin: la impostacin de la voz, el volu-

    men, el tono, los matices y las inflexiones, etc. El segundo abarca

    desde cuestiones tan decisivas como la mirada o la gesticulacin hasta

    otros aspectos ms escondidos como el espacio emisor-receptor o el

    movimiento del cuerpo (postura, inclinacin, etc.).

    La incidencia de estos dos aspectos en la comunicacin es evidente.

    El orador que habla con una voz clara y potente, que sube el volumen

    cuando hay algn ruido ambiental (el trfico dela calle, alguien que

    147

  • 148

    entra en la sala, etc.) o que es capaz de remarcar el significado con

    matices y cambios de tono, evita cualquier interferencia acstica y

    hace sentir ms cmoda a la audiencia. Del mismo modo, alguien

    que nos habla desde una distancia adecuada, que nos mira a los

    ojos o que acompaa la expresin con un gesto pausado, nos

    propone un dilogo ms intenso y distendido que el interlocutor

    distrado que mira hacia todas partes indiscriminadamente, que no

    mueve ni un msculo (o que no para de moverse ni un segundo) e

    incluso el que llega a invadir nuestro espacio personaL

    Microhabilidades

    A partir del modelo anterior y de las diversas habilidades

    detectadas, se puede hacer la siguiente clasificacin de

    microhabilidades, que establece los diversos objetivos de la

    expresin oral que se deben trabajar en el aula de Lengua; La lista

    incorpora tanto las destrezas de la 'conversacin (poligestin) como

    las de la exposicin oral (monogestin).

    149

    MICROHABILIDADES DE LA EXPRESIN ORAL

    Planificar el discurso

    - Analizar la situacin (rutina, estado del discurso, anticipa-

    cin, etc.) para preparar la intervencin.

    - Usar soportes escritos para preparar la intervencin (sobre

    todo en discursos monogestionados: guiones, notas,

    apuntes, etc.).

    Anticipar y preparar el tema (informacin, estructura,

    lenguaje, etc.).

    - Anticipar y preparar la interaccin (momento, tono, estilo,

    etc.).

    Conducir el discurso

    Conducir el tema - Buscar temas adecuados para cada situacin.

    Iniciar o proponer un tema.

    - Desarrollar un tema.

    - Dar por terminada una conversacin.

    Conducir la conversacin hacia un tema

    nuevo.

    - Desviar o eludir un tema de conversacin.

    Relacionar un tema nuevo con uno viejo.

    - . Saber abrir y cerrar un discurso oraL

    Conducir la interaccin.

    - Manifestar que se quiere intervenir (con gestos, sonidos,

    frases).

    - Escoger el momento' adecuado para intervenir.

    Utilizar eficazmente el turno de palabra:

    aprovechar el tiempo para decir todo lo que se considere

    necesario;

    ceirse a las convenciones del tipo de discurso (tema,

    estructura, etc.):

    marcar el inicio y el final del turno de palabra.

    - Reconocer cuando un interlocutor pide la palabra.

    - Ceder el turno de palabra a un interlocutor en el momento

    adecuado.

    Negociar el significado

    Adaptar el grado de especificacin del texto.

    - Evaluar la comprensin del interlocutor.

    Usar circunloquios para. suplir vacos lxicos.

    Producir el texto

    Facilitar la produccin - Simplificar la estructura de la frase.

    - Eludir todas las palabras irrelevantes.

    -- Usar expresiones y frmulas de las rutinas.

    - Usar muleltillas, pausas y repeticiones.

    Compensar la produccin - Autocorregirse.

    - Precisar y pulir el significado de lo que se quiere decir.

    - Repetir y resumir las ideas importantes.

    -.Reformular lo que se ha dicho.

    Corregir la produccin - Articular con claridad los sonidos del discurso.

    - Aplicar las reglas gramaticales de la lengua (normativa).

    Aspectos no verbales

    Controlar la voz: impostacin, volumen, matices, tono.

    Usar cdigos no verbales adecuados: gestos y movimientos.

    Controlar la mirada: dirigirla a los interlocutores.

  • 150

    Estas microhabilidades tienen incidencia diversa en el

    currculum segn la edad y el nivel de los alumnos. Los ms

    pequeos tienen necesidad de trabajar los aspectos ms globales y

    relevantes de la expresin (negociacin de significado, interaccin,

    evaluacin de la comprensin, etc.). Mientras que los ms mayores

    ya pueden practicar los puntos ms especficos (auto correccin,

    produccin cuidada, preparacin del discurso, etc.).

    Didctica

    Consideraciones generales

    Antes de entrar en materia de tcnicas, planificacin ~y

    evaluacin, es conveniente hacer las siguientes consideraciones

    generales:

    Tomar conciencia de las necesidades orales

    Normalmente los alumnos tienen ideas poco acertadas y tpicas

    sobre la lengua y sobre lo oral. Seguramente han recibido una

    enseanza gramatical que pona nfasis en la ortografa, en la

    correccin y en todo lo que fuera escrito, al tiempo que descuidaba

    implcitamente las formas orales. Durante mucho tiempo se les ha

    pedido que estudien gramtica con ejercicios mecnicos y

    cerrados, y se les ha prohibido hablar y colaborar en grupo. Por

    todo esto, es lgico que cuando comiencen las primeras prcticas

    orales, sobre todo las ms interactivas, las consideren como un

    pasatiempo divertido, como una especie de "descanso" entre

    ejercicios fuertes de gramtica; que no las

    reconozcan como un aprendizaje til e importante, e incluso que

    puedan pensar que estn perdiendo el tiempo.

    Precisamente una de las tareas del maestro es cambiar estas

    actitudes y hacer ver a los alumnos la relevancia de lo oral en la

    vida cotidiana y el gran beneficio que pueden obtener de los

    Progresos a medio y largo plazo

    No hay que olvidar que el desarrollo de las habilidades es un

    proceso largo y complejo. De un da a otro, podemos notar que los

    alumno aprenden palabras, descubren un concepto nuevo o se dan

    cuenta de un hecho desconocido; en cambio, tardaremos meses e

    incluso aos en apreciar mejoras sustanciales en su capacidad

    expresiva. Y an es ms lento el proceso de cambio de actitudes y

    de opiniones.

    Por eso hay que planificar la enseanza de la expresin oral a

    medio y largo plazo. Los maestros debemos entender que los

    resultados positivos de algunos de los ejercicios que se realizan en

    nuestra aula tal vez no se revelen hasta pasado un tiempo, en algn

    curso superior, sin que nosotros podamos ser testigos de ello. El

    desarrollo de la expresin requiere prctica yejercitacin. y se

    consolida con la experiencia y la continuidad.

    La correccin y la fluidez

    151

    diversos ejercicios que se harn en clase; ayudarles a darse cuenta

    de las cosas que hacen mal que podran hacer mejor y que

    revertiran en su comunicacin diaria. A menudo los nios y las

    nias asocian la lengua a un libro de gramtica, a unas reglas

    pesadas que tienen poca relacin con su vida.

    No es una empresa ni fcil ni breve. Se necesita mucho tiempo

    y paciencia para modificar unas actitudes que se han consolidado

    progresivamente durante un montn de aos de enseanza escrita

    y que arraigan en la misma visin del mundo y de la escuela.

    Correccin

    - precisin lxica

    - gramaticalidad

    - normativa

    - pronunciacin

    clara

    Fluidez

    - velocidad y ritmo

    - soltura

    - seguridad

    - conexin del

    discurso

    Otra de las caractersticas del tratamiento habitual de la

    expresin oral en las aulas es el de insistir ms en la correccin del

    habla y menos en la fluidez expresiva. Bien por la-formacin

    gramatical de los maestros, bien por 'la situacin sociolingstica

    del pas, lo cierto es que siempre nos hemos preocupado ms por la

    gramaticalidad y por la normativa de la expresin de los alumnos,

    que por la soltura, la seguridad o la facilidad que demuestran al

    hablar.

    En la expresin oral correccin y fluidez forman una unin

    indisociable, es como una especie de balanza de pesos que se dese-

    quilibra cuando un lado pesa ms. Todos sabemos que. un orador

    locuaz y gil que reparte incorrecciones lxicas y errores flagrantes

    por doquier es tan malo como un orador correctsimo y preciso

    pero que se para, se encalla o se hace un lo. La buena expresin

    combina las dos propiedades a un nivel aceptable: