Carolina Flores Comentario2. Doc
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El profesor del siglo XXI
Los saberes pedagógicos no solo hacen referencia al saber práctico y teórico, también
intervienen los saberes de la vida cotidiana. Podemos decir que los saberes
pedagógicos actúan de acuerdo en el contexto en los cuales se interviene y participa
regularmente. Sin lugar a dudas el concepto de saber es muy amplio en el que existe
una relación estrecha entre saber y conocer que contribuyen al enriquecimiento tanto
personal como social.
El saber es inherente a la práctica docente, este se construye a partir de la reflexión
que se hace del quehacer y de la transformación para evitar que se convierta en un
proceso mecánico, de esta manera, se puede hacer conciencia sobre la práctica
educativa donde se pueda conocer y sobretodo reconocer los alcances de dicha
práctica, se puede así reconstruir su experiencia, analizar los problemas que se
puedan generar en la práctica y a su vez hacer hipótesis sobre las posibles soluciones
efectivas a los problemas presentados.
El simple hecho de reconstruir las vivencias del aula nos va convirtiendo en un
docente más reflexivo y crítico, se toma conciencia de la realidad, de los factores que
intervienen en el éxito o fracaso y empezamos a ver que la teoría sin la práctica es una
educación muerta pues esta depende del contexto en el cual la desarrollemos; hay
factores importantes de los que vamos tomando conciencia con los que podemos
generar cambios en los procedimientos, prácticas, estrategias y sistemas en la forma
de hacer las cosas en el aula.
Lo anterior se fundamenta en el saber pedagógico que se considera como la
adaptación de la teoría pedagógica a la actuación profesional, de acuerdo con las
circunstancias particulares de la personalidad del docente y del medio en que debe
actuar. (Gómez, 2004.p.47).
‘’Tanto los resultados de la deconstrucción, como los de la reconstrucción de la
practica en el proceso de investigación- acción pedagógica producen conocimiento
para el docente ’’ (Gómez, 2004.p.53). Indudablemente ser consientes de la realidad
educativa es uno de los grandes retos del docente del siglo XXI, el hecho de llevar al
aula innovación, nuevas estrategias constituyen un laboratorio para el docente en
donde construimos a través de la reflexión de la acción.
Haciendo una reflexión del saber pedagógico es fundamental que los docentes del
siglo XXI construyan a partir de la experiencia que va de la mano de las necesidades
del aprendizaje del estudiante, pues un estudiante de 1980 no es el mismo estudiante
que tenemos hoy en las aulas de 2015 y no será el mismo en 2045, la idea es que nos
estemos reestructurando y organizando en nuestra practica pedagógica, la idea es
romper paradigmas y reformas nuestras prácticas educativas.
Onosko y Stevenson (1991), recomiendan 5 estrategias para promover efectivamente
el pensamiento de alto nivel en los estudiantes y que lleva a la promoción de
aprendizajes significativos retos que debemos asumir los docentes de la mano con
nuestros estudiantes.
1. Ayudar al docente a conceptuar, comprender y utilizar formas de pensamiento
que le permitan reconocer la importancia que tienen los procesos frente a la
simple adquisición de contenidos.
Aquí lo que buscamos es que nuestros estudiantes sean consientes del
proceso que se desarrolla con ellos y no de memorizar contenidos sin sentido,
esto se logra cuando nuestro estudiante logra comprender como son los
resultados cuando se hacen las cosas con motivación y sin ella, de esta
manera aprende a controlar sus comportamientos mentales; se da cuenta de
cómo supera una u otra dificultad, en pocas palabras aprende a aprender.
2. Modelar estrategias para el aprendizaje de habilidades de pensamiento que
permitan conocer alternativas frente a los métodos tradicionales de charlas y
conferencias.
Los docentes hoy en día no somos los conocedores de la verdad absoluta, lo
que buscamos para con nuestros estudiantes y lo que nos exige cada vez más
el mundo actual es que el estudiante sea capaz de plantear, reflexionar y
evaluar la capacidad de sus destrezas y estrategias de pensamiento con esto
se desenvolverán eficazmente en el mundo laboral y social.
3. Ofrecer al docente oportunidades para diseñar, ejecutar y evaluar estrategias
para enseñar a pensar, mediante procesos de aprendizaje cooperativo.
Lo importante sea cual sea la estrategia utilizada es lograr en los estudiantes
disposición para el aprendizaje, comprensión, memorización y almacenaje, y
retoma de información para ser aplicada. Recordemos que los intereses de los
estudiantes son cambiantes y que de alguna u otra manera debemos
ajustarnos al mundo actual.
4. Ayudar al docente a establecer en el aula de clase la cultura del pensamiento
que consiste en que todos se esfuerzan para pensar y actuar en forma
reflexiva, imaginativa, critica, inquisidora y creativa.
Uno de los retos es que maestros tanto los que estamos ingresando como los
que tienen un amplio recorrido en educación es que transformemos el aula en
un espacio para enseñar a pensar, pues muchos maestros de ambos cortes
piensan que lo que funcionan con un grupo funciona con todos de igual manera
y no es cambiante en tiempo; cuando es bien sabido que el contexto, la edad y
generación son factores que influencian negativa o positivamente el grupo que
estemos manejando.
Todos estos procesos de pensar, actuar, imaginar, criticar y crear debe ser un
ejercicio entre pares docente y estudiante; pues hoy en día el rol de docente y
estudiante ha cambiado, ya el docente no es el único poseedor de
conocimiento y el estudiante no es un banco receptor de información.
5. Estimular al docente a reflexionar y analizar sus propias formas de
pensamiento en todo momento y motivarlo para transferir a la acción el
conocimiento inerte o pasivo que ya posee.
el gran reto es hacer que nuestros estudiantes apliquen su conocimiento y sus
habilidades en cualquier contexto, y comprendan con que amplitud se debe
aprovechar lo que han aprendido.
En conclusión es de vital importancia que el docente recopile día a día las
experiencias que viven con cada uno de sus estudiantes, porque de esta manera
podrá reconstruir métodos de enseñanza y aplicarlos de acuerdo a los diferentes
factores que se presenten garantizando el aprendizaje.
Cuando el docente reflexiona sobre su quehacer y lo transforma para que sea
pertinente de acuerdo a su contexto y las diferentes situaciones que se presentan,
evita que sea un proceso mecanizado, hoy en día los docentes estamos enfrentando
el reto de incorporar herramientas TIC en el aula de clase, no quiere decir que todo se
haga de esta manera pero sí que seamos consientes de las herramientas que se nos
ofrecen en pro de nuestros estudiantes y que lograran que ellos comprendan mejor los
saberes por ser herramientas de uso habitual.
Hay que tener la mente abierta al hecho de que en educación nada está dicho, los
años pasan y los niños cambian, las generaciones son diferentes, las nuevas
tecnologías deben ir de la mano y las herramientas didácticas deben ser parte de
nuestro quehacer. Se hace necesario comprometerse con esta bella labor que aunque
no deja mucho dinero deja muchas satisfacciones; sobre todo cuando se goza de una
clase de matemáticas sin la presión de ‘’soy el malo’’ el único que sabe es el profesor.