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CAPÍTULO VIII.
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS Y DE LAS CENIZAS
VEGETALES .
Entiéndese por análisis, en general, la série de ope-
raciones que se practican en el laboratorio con el fin, de conocer la materia ó materias de que consta un
cuerpo cualquiera y sus respectivas proporciones, lia-
mándose en el primer caso cualitativa, y en el segundo
cuantitativa. Ambas á dos pueden reducirse, especial-
mente tratándose del suelo y subsuelo, á un mero ensa-
y o físico b mecánico con el fin de apreciar tan sblo losmateriales orgánicos é inorgánicos de la tierra de una
manera general, y auxiliándonos de los sentidos ó de
operaciones y medios físicos, si no se aspira al verdadero
y completo conocimiento de todas y de cada una de las
sustancias fijas y solubles que entran en la composicion
de la tierra, en cuyo caso se llama análisis química. Deestos dos medios conviene valerse para proceder con
acierto, completando la solucion del problema con el
conocimiento de las cenizas de las plantas, cuyos ma-
teriales proceden en su mayor parte del aire, de la tierra
, misma y del agua, ya que el vegetal, segun repetidas
veces se ha dicho, no crea nada por sí, limitándose su
accion á trasformar la materia mineral orgánica, en
virtud de lo que sin saber á punto fijo en qué consiste,
se llama vida,
430 GEOLOGIA AGRÍCOLA
ARTICULO PRIMERO.
ANÁLISIS DE LA TIERRA.
Excusado es decir que respecto del suelo importa so-
bremanera que el conocimiento sea lo más perfecto
posible, puesto que de él depende el dar á la tierra los
materiales que le faltan ó pueden faltarle para deter-
minados cultivos, por medio de mejoramientos, abo-nos ó estimulantes; pero tratándose de la capa inferior
Ilamada subsuelo, los autores están conformes en que
no hay necesidad de apreciar más que el grado de per-
meabilidad que goza, lo cual simplifica mucho la cues-
tion, pues bastará con frecuencia conocer su estructu-
ra, y cuando más determinar, ^^zodo groso, el predomi-
nio de la caliza, arena ó arcilla, sustancias en las quereside, por decirlo así, la diferente permeabilidad del
terreno.
El ensayo mecánico es de fácil ejecucion, pues no
exige vastos conocimientos y práctica de laboratorio,
ni impolle grandes dispendios en aparatos y reactivos;
y la verdad es que en muchos casos basta elconoci-miento que esto proporciona, para que el labradol• sepa
de qué sustancias ha de valerse como mejoramientos,
abonos y estimulantes. Es más aún; los mismos espe-
cialistas en el ramo aconsejan al propietario que no se
engolfe en el complicado mecanismo de las análisis quí-
micas, vista su extremada dificultad por una parte, y
connciendo por otra, que si la cualidad de una tierra
depende en parte de su composicion, inAuyen más en
Su fertilidad las c^rcpnstartcias de situacion, clima, y
AN.1LTSIS DE LAS TIERRAS, ETC. 431
sobre todo, del estado físico de sus elementos constitu-
tivos, segun ha dicho un químico eminente (i), para
quien la condicion esencial de una buena tierra es la
facultad de absorber mucha agua, de donde deduce la
necesidad de averiguar en el ensayo de la tierra la pro-porcion en que la contiene.
Deherain, Jorge Ville y otros, recomiendan en susti-
tucion del análisis química, el método, desde mucho
tiempo en uso en Inglaterra, llamado de los abonos in-
completos, el cual consiste en escoger campos de expe-
riencias de una ó dos áreas de cabida, en los cuales se
emplean sucesivatnente abonos, en los que falta algtt-
no de los elementos de la produccion, deduciendo de
los resultados cuáles son las sustancias que para deter-
minados cultivos se necesitan. Así, porejemplo, en una
parcela destinada á trigo, se añaden fosfatos y sales de
potasa, con el fin de averiguar si hacen falta abonos ni-
trogenados; despues en otro ensayo se llevan fosfatos y
sustancias azoadas para averiguar por la escasez de la
cosecha si la potasa no existe; en el tercer ensayo, en elpropio campo se ponen sulfatos de amoniaco y cloruro
potásico ó simplemente el nitrato de potasa, para averi-
guar el efecto que produce la falta del ácido fosfórico.
Tambien pueden hacerse comparativamente otros tres
ensayos: el primero con estiércol, el segundo con abo-
nos químicos que contengan ázoe, potasa, ácido fosfó--
rico y cal, y el tercero sin abono alguno. Los resulta-
dos comparativos ílustrarán al labrador acerca de cuá-
les son ]as sustancias que real y verdaderamente des-
empeñan una accion más decisiva, con lo cual no sólq
(t) Berthier, La chimie ugricolr„
432 GEOLOGÍA AGRiCOLA
obtendrá las cosechas que desea, sino que no perderá
su tiempo y dinero en la adquisicion de abonos, cuan-
do esta práctica no se halla basada en el conocimiento
de la tierra, del subsuelo y de la planta que cultiva.
Pártase siempre del principio, sancionado por la ex-
periencia, de que los abonos quSmicos no pueden nun-
ca servir de base absoluta del cultivo, sino única y ex-
clusivamente en calidad de complemento de la alimen-tacion vegetal, en cuyo concepto considerados, el mejor
análisis de las tierras y el más práctico, es el que acaba
de indicarse.A pesar de esto, veamos en qué consiste el ensayo
mecánico y la análisis química, por si alguno de los lec-
tores, persuadido de su respectiva importancia, quisie-ra tener una pauta para practicarlos.
El ensayo mecánico ha de preceder siempre á las de-licadas operaciones del análisis, siquiera sea como ilus-
tracion prévia; así como aquel conviene que vaya pre-
cedido del exámen organoléptico de la tierra, valiéndo-
nos tan sblo del tacto; vista y á veces del olfato, y de
los sencillos procedimientos que se emplean, para de-
terminar las diferentes propiedades físicas de las tierras,
tan decisivas á veces como la propia composicion de
éstas.El ensa}^o físico es, por otra parte, el que en gene-
ral sirve para el levantamiento de los planos agronó-
micos, conforme manifestaremos al tratar de este asun-
to tan imporfante; sin embargo, no nos limitaremos en
este capítulo á dar conocimiento de las manipulaciones
que lo sintetizan, sino que, y á pesar de las grandes
dificultades que ofrece la análisis química, daremos
una idea de la série de operaciones que la determinan,
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 433
por más que para llevarla á cabo se necesiten conoci-
mientos nada vulgares de química, por desgracia poco
difundidos en España, y aparatos y reactivos numero-
sos y de no escaso coste.
Pero antes de entrar en detalles acerca del ensayo ydel análisis, conviene que indiquemos algo acerca de
las precauciones que deben tomarse al escoger las tier-
ras y subsuelos, y cómo deben recogerse y conservarse.
Si el campo es de cortas dimensiones, bastará cono-
cer sus lindes y cabida; pero si se trata de un términomunicipal, de grandes cortijos ó parcelas, en este caso
conviene sobremanera trazar un mapa ó plano de la
localidad, con el fin de indicar en él con la mayor exac-
titud posible, los sitios en donde se toman los ejempla-
res por medio de un signo convencional. Elegido ya el
punto, se procede á la operacion, principiando por se-
parar con la mano misma la capa más superficial don-
de se hallan restos no descompuestos aún, de plantas,
de animales y de otras inmundicias que conviene no se
mezclen con la tierra; hecho lo cual se abre un hoyo
de paredes verticales, bastante ancho y de diferente
profundidad, segun los vegetales que allí se cultivan;
pero tomando un término medio puede llegarse hasta
dos ó tres decímetros si se trata del suelo, y hasta me-
dio metro si queremos obtener un ejemplar de subsue-
lo. Con el fin de disponer de material suficiente para
todas las operaciones, y para formarcoleccion, eonven-
drá tomar de la capa superficial sobre dos kilómetros,
y uno tan sólo del subsuelo, los cuales se colocan en
saquitos á propbsito con un rótulo en que se exprese:
primero, si es sllelo ó subsuelo; segundo, el número de
órden relativo al punto del plano de donde procede, y28
434 GEOLOGiA AGRÍCOLA
hasta si se quiere, puede hacerse una indicacion. del
género de cultivo del campo.Como la tierra es tan variable, conviene recoger
ejemplares en todos aquellos puntos donde á la simple
vista se advierte algun cambio de coloracion ó aspecto;y áun en parcelas pequeñas es de toda necesidad sacar
varias muestras de suelo y subsuelo, y mezclarlos lue-
go respectivamente, con el fin de obtener la composi-
cion media de todas las especies ó variedades que allí
existan. Terminada esta operacion, en la cual nunca
se recomendará bastante la puntualidad y exactitud, se
Ilevan los ejempiares al laboratorio, donde han de so-
meterse al exámen mineralógico, mecánico y químico,^para lo cual se tendrán dispuestos los aparatos y reac-
tivos necesarios. Estos son pocos y de fácil mane-jo en los dos primeros casos; pero en el Gltimo la cosa
varfa de aspecto, necesitándose un verdadero arsenal
qnímico, así como es indispensable hallarse adornado
de muchos conocimientos y de una gran práctica en
todas las operaciones químicas. Nos abstenemos, sin
embargo, de detallar todos estos aparatos y reacti-
vos, por cuanto habrán de indicarse todos y cada uno
de ellos, á medída que se vayan describiendo Ias ope-
raciones.
Durante la extraccion de las muestras, b cuando seproceda al ensayo, conviene sobremanera fijar la aten-
cion en todos aquellos caractéres exteriores y aprecia-
bles por los sentidos, que puedan facilitar la operacion,
adivinando los elementos principales de cada tierra. La
vista y el tacto son poderosos auxiliares para este exá-
men prévio, pues los matices dan claramente á enten-
der si la tierra contiene hierro y el estado de su oxida-
AN^ILISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 435
cion, b si no entra este elemento entre los componentes
del suelo, como sucede en las blancas, por ejemplo; la
impresion que causa en la mano el ejemplar, nos dirá
aproximadamente si es el cyarzo arenoso ó en forma de
grava, la arcilla ó la caliza el elemento dominante; el
mayor ó menor peso manifestará si se halla muy desar-
rollado el cuarzo en arenas, grava ó chinas, ó por el con-
trario, el mantillo, el cual se distinguirá por sus colores
oscuros; aunque bien puede suceder, que si á esta cir-
cunstancia reune la muestra un peso notable, en vez de
la materia orgánica sea el basalto, por ejemplo, ó alguna
roca porfídica la que dé este matiz; y así sucesivamente
de los restantes caractéres, pues con alguna práctica,
con solo este exámen se puede asegurar cuál es la espe-
cial índole de la tierra que vamos á examinar.
, Fig. io.
Procediendo ya de lleno á la operacion, deben dejar-
se secar los ejemplares todos al sol mismo, hasta el pun-
to de quedar impresa la huella de la mano en la masa,
pero sin pegarse los dedos, ni tampoco desmenuzarse
mucho entre ellos. Pero como importa sobremanera que
436 GEOLOGÍA AGRiCOLA
esta desecacion sea igual para todos los ejemplares, lo
mejor es someterla á la temperatura del agua ó aceite
hirviendo por medio de la estufa de Gaylusac, 8 en su
defecto, puede servirse el owperador de una cápsula deporcelana, en la que se seca la tierra á favor de la lla-
ma de una lámpara de espíritu de vino, segun indica la
figura anterior, en cuyo caso la temperatura (de i so°
á i6o°) sedeterminarápormediode un pequeño termó-metro que hará al propio tiempo las veces de agitador;
tambien la indicará un pedacito de madera ó algunas
pajitas, suspendiendo la operacion cuando empíezan es-
tas á enrojecerse. Operando con una cantidad fija (ioó 2o gramos), se pesan los ejemplares antes y desgues
de someterlos á la desecacion, y la diferencia represen-
tará el agua de interposicion que cada una contenia.
Mejor antes que despues de secarlas, conviene hacer la
primera separacion de materiales por tamaños, á cuyo
fin se toman soo gramos, por ejemplo, de cada tierra y
subsuelo, si se quiere, y se colocan en un tamiz de hier-
ro, cuyas mallas tengan unos tres milímetros de luz; se
agita el tamiz, y cuando ya no pasa tierra ni arena, se
pesa lo que queda encima, y se anota, con lo cual pue-
de formarse concepto de la estructura propia ó estadomolecular de cada muestra.
De lo que pasó por el tamiz, se toman io gramos que
se trituran en un almirez de ágata sin pulverizarlos, en
los cuales se determina otra separácion por tamaños dela manera siguiente: se toma con la mano izquierda
una lámina de cristal ó vidrio, sobre la cual, algun tan-
to inrIinada, se coloca el ejemplar de ensayo, y gol-
peándola, cou un dedo de la mano derecha, se logra la
formacion de varios pequeños grupos por tamaños di-
A23ÁLISIS DE LAS 2IERRAS, ETC. 437
ferentes; despues de esta primera operacion se recogen
con un pincelito las partículas de uno de aquellos gru-
pos con el fin de que todas sean iguales, y se llevan al
campo de un microscopio, que para este caso bastará
que aumente 25 ó go diámetros, con lo cual en la ma-
yoría de los casos bastará para conocer los principales
elementos componentes de la tierra, y hasta su respec-
tiva cantidad, si se tiene alguna práctica. Despues se
aplica la aguja magnética al ejemplar de ensayo, y se
ve si se lleva alguna partícula, que será de hierro porregla general.
Este procedimiento se llama ensayo mineralógico, y
aungue es más propia su aplicacion para el estudio de
los minerales y de las rocas, sin embargo, y como quie-
ra que es por todo extremo expedito y fácil, no estará
demas practicarlo, siquiel•a sea como preliminar del
ensayo de la tierra y del subsuelo.
Pero como en la inmensa mayoría de ios casos no
basta aquel somero exámen, sin perder de vista los da-
tos que pueda suministrarnos, pasaremos á detallar las
operaciones que constituyen el ensayo físico ó mecáni-co, el cual á su vez ha de servir tambien para facilitar
sobremanera la análisis química, verdadero desidera-
tum de los que en éste como en todos los asuntos as-
piran á la mayor exactitud posible.
El ensayo, mejor que análisis mecánico, redticese á
determinar por separaciones sucesivas la cantidad res-
pectiva de la arena silícea, de la arcilla, de la caliza, y
si se quiere tambien del mantillo, mientras que la quí-
mica se propone averiguar cuáles son las sustancias di-
sueltas en el agua ó retenidas por la fuerza atractiva de
que goza la tierra; operacion delicada, que exige una
43fi GEOLOGIA AGRÍCOLA
larga práctica y aparatos y reactivos, que daremos á co-
nocer en breve.Para el ensayo, lo primero que se hace es separar dé
la tierra que pasó por el primer tamiz (ioo gramos) las
partes más bastas, tales como grava, arenas gruesas y
los restos orgánicos, de la parte más ténue y de las que
lo son aún más, puesto que se hallan disueltas en el
agua, lo cual se consigue haciendo hervir durante unahora en la cápsula antes mencionada, las sustancias
que se ensayan en 50o gramos de agua destilada, ver-
tiéndolo despues todo en un colador de hierro como eladjunto, cuyos agujeros ó mallas, si es
tamiz, no excedan de medio milíme-
^^ tro, se remueve durante algunos minu-
tos la masa con un agitador de cristal,Fig. ii.
hasta que pasa todo lo fino, quedando
encima lo más gordo; se pesa lo de arriba y lo de abajo,y se anota la proporcion respectiva; despues se vierten
las partes más gruesas en un vaso de decantacion co-
mo éste, y añadiendo agua bastante se
agita bien, con lo cual se separan las par-
tes más pesadas que van al fondo, de las
ténues y ligeras que, ó sobrenadan, como
sucede con los componentes del mantillo,
b se incorporan con el agua enturbiándo-
la, como hace la arcilla y hasta las are-Fi^• tZ• nas más sutiles ó de grano fino.
Esta operacion, siempre pesada y de resultados im-
perfectos, b que no revisten el sello de la más escrupu-
losa exactitud por repetidas que sean las decantacio-nes, se simplifica y^ perfecciona á favor de ingeniosos
aparatos, hoy de uso general.
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 439
Entre ellos, el ideado por el célebre 5tokhard de Tha-
rand (Sajonia), en cuya famosa Escuela de Montes tuve
en i864 el gusto de ver funcionar, manejado por aquel
profesor, ofrece en la práctica alguno ŝ inconvenientes,que Mr. Masure ha conseguido evitar con el aparato
que inventó, en el que la corriente actúa de abajo ar-riba, lo contrario de lo que sucede con el de Stokhard.
Consiste, pues, el de 14'tasure, segun la figura adjunta,
Fig, i3.
en una alargadera de cristal apoyada verticalmente en
un sustentáculo que comunica por su extremidad infe-
riox por medio de un tubo de cristal con su correspon-diente llave, con un frasco grande, el cual colocado so-
bre tres piés y en nivel superior, sirve como depósito de
4}O GEOLOGiA AGR^COLA
agua, que la recibe por el embudo que ocupa la boca
ancha. Por la otra extremidad, la alargadera lleva un
tapon de corcho atravesado por un tubo de vidrio ó
cristal por donde se han de verter en la copa de la iz-
quierda las aguas turbias del ensayo.Colocada la tierra en el fondo de la alargadera, que
lleva una pelotilla de algodon en rama para evitar la
salida de pequeñas partículas, se abre la llave del tubo
que comunica con el frasco, y el agua empieza á remo-ver de abajo arriba todos los elementos componentes de
aquella, saliendo por el otro tubo sucia por las materías
más ténues que arrastra ó disuelve, las cuales se depo-
sitan en la copa, quedando las más bastas y^pesadas en
la alargadera. Así continGa la operacion hasta que el
agua sale clara y trasparente; desmóntase el aparato, y
vertido todo lo que contiene en un filtro, segun indica
esta figura, se seca al calor de la lámpara y se pesa.
Fig. ^4.
Para determinar la naturaleza de lo que quedó en la
alargadera, se emplea el ácido clorhídrico, pues si da
ANÁLISI5 DE LAS TIERRAS, ETC. 441
efervescencia, es indicio seguro de que hay caliza, lacual se separará de la arena silícea, que es inatacable
por los ácidos y más pesada; de consiguiente irá al fon-
do y podrá apreciarse su peso, filtrando y secando la
parte cuarzosa.Tambien puede ensayazse un ejemplar directamente
de la tierra, antes de hacer las separaciones indicadas,
con lo cual se apreciará la parte de caliza arenosa mez-
clada con la sílice y la tierra que pasa por la alagadera
junto con las demas sustancias ténues, si el ejemplarsometido al ensayo contiene dicho elemento minera-
lógico.
La efervescencia viva, indica que abunda mucho la
ealiza, en cuyo caso para estimar la cantidad bastarán
5 ó 6 decígramos; si aquella es escasa, habrá que tomar
hasta Io gramos: la efervescencia lenta y de burbujas
pequeñas, revela la presencia del carbonato de mag-
nesia.
Pesado el ejemplar se coloca en una botellita como
Fig,
ésta, en la cual se va vertiendo poco á
poco ácido clorhídrico diluido hasta que
agitando bien la mezcla cesa por completola efervescencia, en cuyo caso se calienta
á la lámpara hasta hacer hervir el líquido
que despues se filtra. Este, junto con elIS•
agua que sirvió para lavar el filtro, se conserva ca-
liente para recibir una disolucion de amoniaco que se
echa cuando la reaccion del líquido es francamente al-
calina.
De esta manera se precipita la alGmina y el óxido de
hierro disueltos en el ácido clorhídrico, cuyas bases
arrastran el ácido fosfórico; tambien precipita la sílice
442 GEOLOGIA AGRÍCOLA
disuelta por el ácido. Se filtra, colocado todo en una
cápsula de porcelana, se hace hervir en un hornillo
Fíg. i6.
como éste, y se añade oxalato de amoniaco que deter-
mina la precipitacion de la cal en estado de oxalato de
la propia base, Dejando la meZCla en reposo, el líquido
se aclara; añadense algunas gotas de oxalato de amonia-
co, y si toda la cal se precipita, el líquido no se entur-
bia; pero si aparece algun precipitado, es prueba de que
aún queda algo de cal sin atacar, en cuyo caso se añade
más oxalato, hasta que el líquiclo resulte del todo tras-
parente; entonces se deja en reposo durante veíntícuatro
^
Fig. i7.
horas, trascurridas las cuales, se recogesobre el filtro el precipitado y se seca enla estufa, sometiéndolo despues en uncrisol de platino como éste, hasta el rojosombra, pues sabido es que por la acciondel fuego el oxalato de cal se trasfor^naen carbonato, el cual se pesa junto conlas cenizas del filtro que se quema en el
crisol mismo, y se obtiene la cantidad de caliza.
ANÁLISIS DE LA5 T^IERRAS, BTC. 443
Unas gotas de agua vertidas en el crisbl y un peda-
xo de papel de fórnaŝol enrojecido por algun ácído,
pueden indicarnos si se elev6 demasiado la tempera-
tura formándose cal viva, pues en este caso, si el papel
toma de nuevo su color propio, es prueba de la exis-tencia de dicha base, y el peso es inferior á la verdade-
ra cantidad de caliza. Cuando ocurre esto, se añade
por medio ^de una pipeta ácido sulfúrico diluido, intro-
duciendo la punta afilada de la pipeta entre el crisol yla tapadera; empapada que sea la masa toda, se seca y
calcina de nuevo y con cuidádo hasta el rojo vivo; por
último, antes de hacer la pesada, se coloca en el crisol
un pedazo de carbonato de amoniaco con el fin de des-
componer el bisulfato de cal que pudo haberse forma-
do; despues se calienta al calor rojo hasta que desapa-
rece todo olor amoniacal y se pesa. Lo que contiene el
crisol es sulfato de cal, y por su intermediu se aprecia
la caliza que contiene la tierra ensayada, pues 68 de
sulfato corresponden á 5o de carbonato de cal.El mantillo es otro, y quizás el más ilnportante factor
del suelo, cuya determinacion es capital, dada su re-
conocida influencia en la vida de las plantas, seglln
queda ya dicho. Con efecto, por la descomposicion que
experimenta se forman los nitratos y las sales amonia-
cales que suministran al vegetal el nítrbgeno necesario
para la formacion de las materias albuminoideas. Por
otra parte, durante la oxidacion del mantillo, se pradu-
ce ácido carbónico, que lleva á las raicillas el fosfato
cálcico que acusan las cenizas, contribuyendo tambien
á la combínacion de los dos elementos componentes del
aire, y á que parte del ázoe atmosférico se agregue al de
la tierra vegetal, La determinacion, pues, de esta sus-
444 GEOLOGIA AGRÍCOLA
tancia es de lá mayor trascendencia; pero por lo mismo
es muy dificil, en atencion á que no representa un prin-
cipio 5jo y bien de6nido, y cuya composicion esté rigo-rosamente determinada, por lo cual los antiguos se li-
mitaban á quemarla, suponiendo, equivocadamente,
que la pérdida experimentada por el fiiego era sblo de-bida á la destruccion de la materia orgánica.. Hoy, con
mejor acuerdo, sabiendo que el agua que contienen las
arcillas tambien se pierde por la alta temperatura, yque los carbonatos se descomponen parcialmente, se
prefiere el método que se funda en atacar á frio la tier-
ra por el carbonato de sosa en disolucion ^oncentrada,
y saturando el líquido obtenido, que suele por lo co-
mun ofrecer una coloracion muy oscura, por un ácidoque precipita en estado insoluble el ácido úlmico ó lú-
mico. Se saca el precipitado y se pesa, debiendo, sinembargo, advertir que áun por este método no se obtie-
nen resultados siempre exactos.
Si tratado lo que quedb en el fondo de la alargadera
ó del vaso de decantacion por un ácido no da eferves-
cencia, es prueba de ser arenoso ó silíceo, en cuyo caso
se filtra, se seca y se pesa y se tiene la cantidad pro-
porcional de arena que contenia la tierra.
Respecto de la arcilla que se fué con las partes más
ténues, suspensas y arrastradas por el agua, se averigua
su proporcion, atacándola en el frasco indicado más ar-
riba con ácido clorhídrico diluido en cuatro b cinco ve-ces su volGmen de agua, hasta que cesa toda eferves-
cencia, si la hubo, y asegurándose de la acidez de la
mezcla por el papel de tornasol. Una vez descarta-
do todo lo soluble en dicho ácido, como la parte cali-
za, el fosfato de cal, el 6xido de hierro, etc., se llena
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 445
de agua la botella y se vierte el todo en un filtro, te-
niendo cuidado de lavar bien el resíduo, se calcína
al calor rojo y se pesa, obteniéndose la cantidad de ar-
cilla.
El licor ácido y las aguas del lavado que pasaron por
el filtro contienen la cal, la magnesia, el óxido de hier-ro y el fosfato de cal. Se reconoce la presencia del hier-
ro por medio de la nuez de agallas ó dela corteza de enci-
napor el color oscuro y hasta negro que adquiere el líqui-
do. Para apreciar la cantidad se trata con el prusiato de
potasa en exceso, resultando un precipitado azul, que
se deja aposar y se separa por decantaciones sucesivas;
luego se calienta al rojo en un crisol, y todo lo que
queda despues de la calcinacion es peróxido de hierro
que se gesa y anota.
Evaporando hasta sequedad el líquido ácido de don-
de se separó el hierro, se obtiene un resíduo salino, que
tratado por suficiente cantidad de agua, todo se disuel-
ve ménos el fosfato de cal que se filtra, se lava, se seca,
se pesa y anota.
Quedan en el líquido la cal y la magnesia, cuyas res-
pectivas proporciones pueden apreciarse fácilmente tra-
tándolas por un exceso de bicarbonato de sosa, pues
este solo precipita la cal en estado de carbonato blanco
y pulverulento; se filtra, lava y seca bien el precipitado,
cuyo peso será el de la caliza. Se pone durante un cuar-
to de hora á hervir el líquido ñltrado, junto con las aguas
que sirvieron para lavar el filtro, y trascurrido este
tiempo, la magnesia se deposita en estado de carbonato,
se vierte todo en el filtro, se lava, seca y se pesa y es el
peso de la magnesia, el cual, por lo comun, suele ser
tan exíguo, á no ser en determinados terrenos, que en
446 GEOLOGiA AGRICOLA
la mayoría de los casos bien puede, sin riesgo alguno,
prescindirse de su determinacion.
Quedan e^1 el líquido despues de todas estas opera-
ciones las sustancias solubles minerales, como la sal
comun, los sulfatos y nitratos alcalinos, el silicato de po-
tasa y el sulfato de cal, G orgánicas como las del manti-llo. Para determinar la parte que á cada uno de estos dos
grupos correspor_de, se coloca el líquido en una cápsula
de porcelana, y poco á poco se evapora hasta seque-
dad, en cuyo caso si el resíduo es incoloro, consta dematerias minerales, y si afecta un color pardo ó rojo
amarillento, contiene porciones orgánicas y hierro. En
el primer caso, calentándolo al calor rojo se pone blan-
co por la combustion de las sustancias orgánicas; en el
segundo conserva su color propio rojo amarillento.
Para apreciar la parte de sulfato de cal, única sustan-
cia entre ellas que puede imprimir carácter á la tierra,
se toman 25 gramos de la tierra desecada, que se mez-
clan con ^/3 de su peso de polvo de carbon de leña, y se
somete la mezcla durante media hora al calor rojo;
despues se hierve el resíduo por espacio de io á i5 mi-
nutos en +/+ de litro de agua destilada; se filtra, se lava
bien, y reunidos ambos líquidos se neutralizan con el
ácido sulfúrico debilitado, hasta que la disolucion en-
rojezca el papel de tornasol, durante cuya operacion se
desprenderá hidrbgeno sulfurado con su olor caracte-
rístico á huevos podridos. Se evapora y reduce el líqui-do á la mitad de su volúmen, y se le echa un volúmen
igual de espíritu de vino, con lo cual todo el sulfato se
deposita en el fondo de la vasija en polvo blanco muy
fino; se recoge en un filtro, se lava con espíritu de vino
debilitado y se SeGa; el peso que resulte, multiplicado
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 44Í
por cuatro, dará la cantidad de sulfato en zoo partes.A favor de este sencillo procedimiento puede formar-
se una idea bastante aproxirnada de la composicion del
suelo; en cuanto al subsuelo ya dijimos que bastaba
apreciar su diferente grado de permeahilidad. Termi-nada la operacion, se conservan rotulados todos los re-
siduos, y se reunen las cantidades respectivas para te-
ner el total.Sabiendo por lo que queda tantas veces dicho, que
son elementos de la composicion de las tierras el nitró-
geno en sus diferentes combinaciones, los fosfatos, la
cal, la potasa y la materia orgánica carbonada del man-
tillo, ^quién puede ni siquiera dudar de la necesidad de
apreciar cualitativa y cuantitativamente todas estas sus-
tancias, de las que depende la fertilidad ó aridez de las
tierras?Pero sobre que, en parte, puede suplirse este conoci-
miento por aquellos ensayos con abonos incompletos de
que hablamos antes, son tancomplícadas lasoperaciones
que para realizar este análisis se necesitan y se ha11aII
por desgracia tan fuera del alcance de los propietarios,
que prescindimos de darlas á conocer, teniendo por otro
lado en cuenta la especial índole de la obra.
ARTÍCULO II.
ANÁLISIS lli•; LAS CENIZAS.
Consideraciones generales,
Antes de demostrar Teodoro Saussure por reiterados
análisis de las cenizas, que muchas sustancias minera-
^{8 GBOLOGÍA AGRiCOLA
les desempeñan en el organismo vegetal una,funcion
tan importante como el oxígeno, el hidrbgeno, el car-bono y el nitrógeno, se creia que aquellas penetraban
accidentalmente y casi de un modo mecáníco por Ia
capilaridad 6 por endosmosis en el tejido de las plan-tas, sin que la vida de estas interviniera en lo más mí-
nimo, ni en la eleccion de dichas materias, ni en su
oportuna distribucion en los diferentes órganos. Peroencontrando imitadores el ejemplo que dió aquel, no
sólo se han multíplicado consíderablemente estos estu-
dios, sino que han dado por resultado sentar ciertos
principios que conviene recordar por la trascendencia
que entrañan en sus aplicaciones á la agricultura.
Uno de los primeros resultados de este género de in-
vestigaciones, es la casi constante ausencia de la alú-
mina en las análísís de Ias cenízas, aunque éstas pro-
cedan de plantas cultivadas en tierras muy arcíllosas.La insolubilidad en el agua de esta base, y la escasa
afinidad que tiene por los ácidos orgánicos, sobre todo
en presencia de otras más fuertes, tales como la cal,
la magnesia, y los protóxidos de hierro y de mangane-
so, pueden explicar este hecho por demas curíoso.
Otro principio no ménos importante consiste en que
la sílice se encuentra pocas veces en cantidad notable
en la ceniza de las maderas, al paso que abunda so-
bremanera en muchas otras partés del vegetal, y sobre
todo en el tallo de las gramíneas; su solubilidád en es-
tado naciente y la frecuencia de su combínacíon con la
potasa 6 sosa, da razon cumplida de su penetracion en
el organismo.
Comparadas las cenizas de la madera de una mismaespecie, pero de terreha distinto, se observa diferencia
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 449
considerable en sus resultados, lo cual parece probar ]a
influencia qtte ejerce el suelo en la composicion deaquellas; mas si se analizan las cenizas de plantas en
el mismo terreno, se advierte que si las especies son
afines, las cenizas se parecen tambien mucho; pero si
pertenecen á géneros muy diferentes, las cenizas acu-
san una considerable diferencia; de donde parece lógi-
co deducir que los vegetales escogen en el suelo aque-
llas sttstancias que mejor se adaptan á su organismo,
cuya eleccion parece excluir la idea de que la intro-
duccion de dichas sustancias sea puramente mecánica,
sospecha que 11ega á convertirse casi en verdad demos-
trada, cuando se observa que las diferentes sustancias
nutritivas minerales se distribuyen desigualmente enlos diversos órganos de una misma planta. En apoyo
de este principio debe citarse un hecho de la mayor
importancia, á saber: que los fosfatos potásicos, los de
cal y magnesia, y áun los de base de l^ierro y de man-
ganeso, constituyen casi por sí solos las cenizas de ]as
semillas, con la particularidad de concentrarse tambien
dichas sustancias en los tubérculos, en los bulbos ó ce-
bollas, y en general, en todas las partes del vegetal
destinadas á nutrir gérmenes ó yemas en sus primeros
desarrollos. Corrobora lo dicho el resultado del análi-
sis comparando las diferentes partes del vegetal, pttes
siendo distintas las materias que se encuentran en ellas,parece lógico y hasta necesario inferir que cada parte del
mismo vegetal se apropia aquellas sustancias minerales
que más le convienen. Esta es tambien la razon que
inclina á comparar las cenizas de las diferentes partes
ú órganos de una misma planta, más bien que las de
los mismos órganos procedentes de plantas distintas.Zg
4ŝo GF.OLOGIA AGRiCOLA
5entados estos principios, hijos de repetidas obser-vaciones y conw síntesis de diferentes ensayos, parecia
natural detallar la série de operaciones que hay que
practicar para hacer un análisis de las cenizas, desde
la de secar y limpiar cuidadosamente las partes de los
vegetales, cuya composicion se desea conocer, hasta elmodo de representar en peso b volGmen los resultados
obtenidos. Pero teniendo en cuenta primero la dificul-
tad suma de todas las manipulaciones, más bien pecu-
liares de un quimico experimentado, que de un pro-
pietario labrador práctico, siquiera en caso de necesi-
dad ó conveniencia pueda valerse de la pericia de aquel;
y se^ntndo, que en último resultado lo que importa es
conocer la composicion de las cenizas de las plantasmás comunes; y como esto se encuentra en la mayor
parte de los tratados especiales, prescindíré del análi-sis detenido y del modo de ejecutarlo, limitándome á
un método sencillo y de fácil ejecucion, siquiera no se
obtengan resultados que lleven el sello de la exactitud
matemática.
Sirvan los siguientes cuadros de preliminar indis-
pensable;
ANÁLISIS DB LAS TiERRAS^ ETC. 45r
N 01 O O N^ MMh1^OC GOFs ^ . .n N ^h ^ ^n M ^+ ^t N O v1
o
I
N N 00 M ^+ ^+
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l^ F--1 U F^1 ^ti /--1 ^-+ 1--1 v H^^F4 W W^y
4S2 G$OLOGÍA AGRÍCOLA
Cantidnd cen^tesintal d^ cenisas rle diversas sustatteias vegetalesobtenidas despsus de bicn sacas.
Abeto (madera) .............. ..... 0,83
Abedul(id.) ....................... i,oo
Peral(id.) ........................ I^57Saúco(id.) ........................ i,64
Tilo (id.) ......................... 5,00
Moral (id.) . . .. .. . .... . ... . . . .... .. 0,70Idem albura ....................... r,5o
Idem corteza ...................... 8,goEncina (ramas) . .. .. . . ... . . . . . . .. .. 2,So
Idem hojas (io Mayo) . .. ... . .. .. .. 3,50
Idem íd. (2^ Setiembre}. . . ... . . .. .. g,5o
Idem (corteza) ..................... 6,00
Trigo(grano) ...............:...... 2,40
Idem (paja)...... .. .............. 7,00
Cebada(grano) ....... ............ i,8o
Idem (paja) .................. . .. 4;20
Avena (grano) ..................... 4,00
Idem (paja) ....................... S,ioMaíz(grano) ...................... i,ooIdem (paja) . .. . .. ........ ......... q.,ooGuisante (grano) . ................. 3,toIdem (paja) ....................... ii,3oJudías(grano) ..................... 3,ioHabas (id.) ........... ........... 3,00
Remolacha ........................ 6,30
Patatas .. ........................ 4,00Nabos ............................ q,óoAlfalfa ........................... ó,io
Pipirigallo ........................ S,qoHeno de prados .... .. ........... 9,00
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 453
Dedúcese de estos y de muchos otros datos: primero,que la madera suministra ménos cenizas que la albura,
y ésta mucho ménos que la corteza; segundo, que las
hojas contienen más cellizas que los tallos, siendo tan-
to mayor la diferencia, cuanto más antiguas son las ho-
jas; y tercero, que en las semillas existen muchas mé-
nos cenizas que el tallo; por consiguiente, tomada ó
considerada la planta en conjunto, da muchas más ce-
nizas siendo jóven que cuando llega á completa ma-durez.
^ 2 0
Proeedimiento analítico.
Vista la gran dificultad de resolver satisfactoriamen-
te el asunto, pues si por una parte no debe prescindir-
se del conocimiento de la composicion de las cenizas,para suministrar á la tierra lo que al desarrollo de las
plantas conviene, por otra, dada la especial índole de la
abra, no consideraba oportuno detallar prácticas y ope-
raciones tan minuciosas como delicadas, y sólo propias
de la incumbencia de un profesor hábil y aleccionado
por la experiencia de laboratorio, creí lo más oportuno
dirigirme á mi buen amigo Saez Montoya, persona pe-
rita en la materia, por haber hecho, en ilnion de su dig-
no compañero Sr. Utor, gran número de análisis de ce-
nizas, cuyos resultados figuraii más adelante. El llama-
miento hecho á las iuces del amigo no ha sido inútil,
debiendo á su amabilidad el siguiente plan de análisis,
por cuyo servicio cumple darle las gracias más expre-
sivas. Excusado es manifestar, que destinado el proce-
4S4 GEOLOGIA AGRICOLA
dimiento á personas poco familiarizadas cori las minu-
ciosas manipulaciones de laboratorio, reviste más bien
el carácter de sencillez, sin faltar á la exactitud, que el
de la escrupulosidad á que aspiran los muy versados en
la ciencia química.
Para que la incineracion dé los resultados apeteci-
dos, hay que tomar las siguientes precauciones:1.° Que las plantas ó las partes de ellas que hayan
de analizarse se hallen completamente desprovistas detoda impureza.
2.° Que la incineracion sea lo más completa po-sible.
3.° Que durante ia quema del vegetal se experimen-
ten las ménos pérdidas posibles de materias.
Para conseguir la primera condicion se lavará y fro-tará bien la planta ó la parte de ella que haya de exa-
minarse, y hasta si son semillas, por ejemplo, pueden
lavarse sobre un tamiz de malla algo grande, pero que
no permita el paso de aquellas, las cuales se secan des-
pues con un paño limpio.
Las otras dos circttnstancias se obtendrán incineran-
do el vegetal, sometiéndolo á una temperatura baja
(rojo sombra), y por medio de una corriente moderada,
sin perjuicio de irla elevando sucesivamente para obte-ner sin grandes pérdidas lo que se desea. Para ello el
mejor procedimiento es el empleado primero por Erd-mann y^sdoptado por Fresenius, que consiste en va-
lerse de una mufla de o,25 de hondo, o,i7 de ancho
y o,t^ de alto, imperfectamente cerrada con una tapa-
dera llena de agujeros, por los cuales se establece Ia
corriente del aire suficiente para quemar por completola sustancia carbonizada.
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 455
Tbmanse los gramos de materia vegetal que se seca
á la temperatura de Ioo á I Io°, para lo cual se colocan
sobre láminas de cristal las raíces suculentas y los fon-
dos cortados en pedazos pequeños; se pesa la materia
ya seca y se coloca en una cápsula de platino 6 de por-
celana poco profunda, la cual se introduce en la mufla
para calentarla con lentitud. Cuando ya no hay pro-
duccion de materias b productos combustibles, se ele-
va algo más la temperatura, sin exceder del rojo som-
bra, apenas discernible á la luz del dia, á cuya tempe-
ratura, insuficiente para fundir el cloruro sbdico y elpirofosfato de sosa, el carbon arde determinando una
escasa incandescencia, bastando doce horas para obte-
ner una cantidad de cenizas sin carbon, lo bastante para
un análisis completo. Las sustancias que no se prestená esta operacion, pueden carbonizarse á temperaturas
más elevadas en un crisol de platino cubierto, b en
otro de arcilla refractaria, incinerando despues la masa
carbonizada en la mufla. Es menester evitar que se I•e-
Inueva la materia durante la incineracion, pues esto le
hace perder su natural porosidad. Terminada la com-
bustion, se pesan las cenizas obtenidas, se mezclan y
colocan en un frasco de tapon esmerilado.
Si los vegetales contienen 6 son ricos en cloruros al-
caliclos, cuyas cenizas son más fusibles, será mejor car-
boni"zarlos desde luego en un crisol por medio de tem-
peraturas lo más baj as posibles, tratándolas despues con
el agua para quitarles la mayor parte de las sustancias
solubles; luego se seca el resíduo, y se incineran segun
el método que acaba de indicarse. Pesadas ]as cenizas
de la parte insoluble, se evapora la disolucion, de ma-
nera que puedan obtenerse tantos centímetros cúbicos
456 GEOLOGIA AGRÍCOLA
como milígramos de cenizas con la parte insoluble;
más tarde, al proceder al análisis, se añade al peso de
la parte insoluble sobre que se opera el número corres-
pondiente de centímetros b de sus fracciones de la so-
lucion. Para obtener la cantidad total de cenizas, se
evapora á sequedad una parte medida de la disolucion,
se pesa el resfduo, se calcula el que se tendria en la to-talidad del líquido, y se agrega á las cenizas de la par-
te insoluble.
Conseguida la incineracion de las plantas conviene
dar á conocer las principales sustancias que figuran en
sus diferentes partes, pues que se trata de determinaren ellas su presencia.
Entre las bases por el brden de su importancia, de-
ben citarse la potasa, sosa, cal, protóxido de hierro y
óxido de manganeso.
Entre los ácidos ó cuerpos análogos, la sílice, el áci-
do fosfbrico, el sulfúrico, el carbónico y el cloro. Ade-
mas, se encuentran tambien la litina, el rubidio, la
estronciana, la barita, el óxido de cobre, el fluor, la alú-
mina en cantidad bastante considerable en las licopo-
diáceas, el yodo, bromo y otras muchas que por breve-dad se omiten.
Muchas de estas sustancias, aunque en rigor sus ele-
mentos constitutivos existen en las plantas, sus combi-
naciones en carbonatos, sulfatos, etc., suelen ser á^ me-
nudo resultado natural de las reacciones que se verifi-
can durante la incineracion y en el análisis mismo.
Obtenidas las cenizas por el método que acaba de
indicarse, se colocan en una cápsula de porcelana y se
a7ade ácido clorhídrico ligeramente diluido en agua
destilada: la efervescencia que casi siempre se produ-
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 457
ce indica la presencia de carbonatos cuyas bases se
determinan luego.
Cuando ya no hay desprendimiento de ácido carbb-nico, que es quien ocasiona la efervescencia, se diluye
el líquido resultante en un volúmen de agua destilada
doble del que representaba despues del tratamientocon el ácido, y como generalmente en este ]íquido hay
un precipitado, se filtra, para recogerlo y pesarlo des-pues de secar el filtro y lavarlo, y representa la sílice y
el carbon de la ceniza.
En el líquido que pasó á traves del filtro, es dondese investiga la presencia de los ácidos sulfúrico y fos-
fórico, y las bases potasa, sosa, cal, magnesia, etc.,
que se encuentran como sulfatos, fosfatos y cotno clo-
ruros las que antes estaban como carbonatos.
El ácido sulfúrico y los sulfatos se reconocen facil-mente por las sales solubles de barita, tales como el
nitrato ó cloruro bárico, los cuales determinan un pre-
cipitado blanco, más ó ménos abundante, segun la can-
tidad de sulfato que contiene el líquido: este precipi-
tado blanco es insoluble en los ácidos.
El acido fosfórico se reconoce por el molibdato amó-nico, á cuyo fin se toma, lo mismo que en el primer
caso, un poco del líquido filtrado en un tubo de ensayo
cerrado por uno de sus extremos, y vertiendo algunas
gotas del molibdato se forma inmediatamente un pre-
cipitado amarillo característico, si existe aquel ácido,
cuya cantidad podrá apreciarse aproximadamente por
la coloracion más ó ménos subida del precipitado.
Si existe fosfato cíe cal habrá pasado por la accion
del ácido clorhídrico á superfosfato cí fosfato soluble,
en cuyo caso se acusa su presencia por el amoniaco lí-
45$ GHOLOGiA AGRiCOLA
quido, el cual produce en seguida un precipitado gela-tinoso soluble en el ácido clorhídrico.
Para determinar la potasa, sustancia de la mayor
importancia, se toma otra porcion del líquido filtrado
y se coloca en el tubo de ensayo, añadiendo una peque-
ña cantidad de una disolucion de bicloruro platínico y
algunas gotas de alcohol. Tambien puede emplearse envez del cloruro la disolucion de ácido tártrico ó tartá-
rico, el cual, si hay potasa, produce un precipitadocristalino.
La sosa, que generalmente va asociada á la potasa,
sólo puede caracterizarse por la coloracion que dan sus
sales á la llama de alcohol, que es amarillenta. Para
ello se toma una parte de la disolucion, se evapora en
la cápsula por medio de la lámpara de espíritu de vinoó simplemente sobre las arenas, y cuando queda ya
poco líquido se retira del calor; se añade en la cápsula
un poco de espíritu de vino y se le prende fuego conun fbsforo, siendo indicio evidente de la presencia de
la sosa 6 de alguna de las sales de esta base, el presen-tar ráfagas amarillas.
La cal se caracteriza con la mayor facilidad toman-
do otra parte del líquido filtrado, y añadiendo unas
gotas de disolucion de oxalato de amoniaco con el cualproduce un precipitado blanco.
La magnesia se reconoce por el fosfato ŝódico conel cual se forma un precipitado blanco de fosfato mag-nésico.
Los utensilios necesarios para estos ensayos son:I.° Una lámpara de alcohol.2.° Un sustentáculo de hierro para colocar las cáp-
sulas.
ANÁLISIS DE LA5 TIERILAS, ETC. 459
3.° Varias cápsulas de porcelana.
4° Tubos de ensayo con su apoyo.
5.° Uno ó más embudos de cristal.
Y 6.° Papel de filtro.
Sustancias que deben emplearse;
Agua destilada.
Alcohol.
Acido clorhídrico puro.Amoniaco puro.
Disolucion de oxalato amónico.
Idem de molibdato id.Idem de fosfato sódico.
Idem de cloruro barítico.
Idem de ácido tartárico.
Idem de cloruro platínico.
He aquí ahora como complemento de este asunto tan
importante, el resultado de los ensayos hecltos por los
señores Saez y Utor.
Conrposicion de las ceniz^ts del grano de trigo.
Potasa ........ .. ......
Sosa ....................
Cal ............... .....
Magnesia ...............
Oxido de hierro.. . . . . . . . .
flcido fosfórico . . . . . . . . . .
Idem sulfúrico. . . . . . . . . ..
Idem silíceo. . . . . . .. . . .
Pérdidas................
25^36
2,42
4^50i4,ro3,$0
42^54i,r44, 60
I ^54
I oo, o0
Cenizas del grano........ 2,a5 por loo.
GHOLOGÍA AGRiCOLA
Composicion da las cenisas da la paja seca del trigo.
Potasa . ................ I2,5o
Sosa ....... ........... I,I2
Cal ................. .. 3^04Magnesia. . . . . . . . . > . . . Io,o6
Ácido fosfórico. ......... 6,18
Idem sulfúrico........... 3>45Idem silíceo .. .... ..... .. 61,32
Hierro y pérdidas........ 2,33
Ioo,oo
Ázoe ................... I,So por Ioo.
Cenizas de la paja... ..... 5,go ^
Composicion de las eenizas del graf^o da cebada.
Potasa .................
Sosa . ..................
Cal .......... ..........
Magnesia ................
Ácido fosfórico..........
Idem sulfúrico,..........
Idem silíceo . . . .. .. ... ...
Uxido de hierro, cloro y
pérdidas ..............
15.65
5,146,3a
5,32
35,42
I^9428,37
I,84
I oo, o0
Cenizas delgrano........ 2,14 por Ioo.
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 461
Corr:^osiction de las cefaizas de la paja seca de la ceáada.
Potasa . ................ 4,50
Sosa .... ............... 6,g6
Magnesia ............... 4^56Cal ... . . . . . . . . . . . . . . . I ¢,86
Ácido sulfúrico.......... 2,36
Idem fosfórico. . . . . . . . . . . 15,20
Idem silíceo . . . . .. . . .. . . . 5o,2z
Óxido de hierro, cloro y
pérdidas .............. I,34
I oo,oo
Cenizas ................. q.,q.6 por Ioo.
Ázoe ................... I,2I ^
Cotn^osiciota de las canizas del grano de avena.
Potasa .................. I2,5o
Sosa .................... 6,64
Cal ..................... 5,82
Magnesia . . . . . . . . . . . . 7i42
Óxido de hierro. . . . . . . . . . ^
Ácido fosfórico. ......... I2,28
Idem sulfúrico. ... .. . .. .. 2,¢0
ldem silíceo ... .......... 5o,15
Pérdidas ....... ........ 2,q9
I oo, o0
Cenizas . . . . . . . . . . . . . . . . . ^,s8 por Ioo.
46a GEOLOGIA AGRiCOLA
Camposicion de las uniaas dc la paja d^c avena.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia . ..............
Oxido de hierro..........
Ácido fosfórico...........
Idem sulfúríco. . . . . . . , .
Idem silíceo . ... .. .... . ..
Pérdidas ................
7^15II,2I
9^256,3aI,oo
7^3aa,76
53^46I^53
I oo, o0Cenizas . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,q.8 por Ioo.Ázoe ................... I,I2 a
Composicion de las unizas del grnno de centeno.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .................. ..
Magnesia . ........... ..
P^cido fosfórico. . . .. . .. . .
Idem sulfúrico. . . . .. . .. . .
Idem silíceo. .. .. . .. . . . .
Óxido de hierro y pérdidas.
24,70
I2, I0
a,a4
6,r5
40,68
3^56.
7^07
3^50
Ioo,oo
Cenizas . .............. . 4,57 por Ioo.
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 463
Composicion de das cenizas de la paja de cmteno.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia ................
Ácido fosfórico.. . . . . . . . . .
Idem sulfúrico...........
Idem silíceo . . .... . .. . . ..
Oxido de hierro y pérdidas.
Io,2¢
7^508^752,25
3 ^952^45
62,262,60
i oo,ooCenizas ................. 6,75 por Ioo.
Ázoe ................... I,16 r
Composiciosz de lns cenizas del gyana de suaíz.
Potasa ........... ......
Sosa ....................
Cal .....................
1^lagnesia ................
Óxido de hierro. .. . . . . . . .
Ácido fosfórico, . . . . . . . . . .
Idem sulfúrico. . .. . . . .. . .
Idem silíceo.. . . . . . . . . . .
Pérdidas ................
2I,o6
15^64
3^84I2,25
I,8o
42^24I,86I,24
0,67
Ioo,oo
Cenizas ............... . I,9o por Ioo,
46{ GEOLOGiA AGRÍCOLA
Com^oslciola de las ce^aizas de la pa ja del ^raaíz.
Potasa ...... ...........
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia ......... .....
Oxido de hielro. . . .. . . . ..
Ácido fosfórico. . ........
Idem sulfúrico.........,.
Idem silíceo . . . . . . . . . . . . .
Pérdidas ................
Io,z47, I 8
5+z4
z^74I,64
Io,16I,zo
59+78I,82
" Ioo,ooCenizas ..... .. ........ 4,g8 por roo.Ázoe ...... ........... I,24 ,+
EXPERIENCIAS DEL ARROZ CULTIVADO EN Ió7^,
Com^osício^a de las ceaaízas del gva^ao con la cáscava,
AHONO MSNHRAL.^r^.ti1"' ^
Alcira.
Potasa.. . .....Sosa .............Cal... ...... ..Mai;nesía.. . . . . .Oxido de hierrc., .Acido fosfórico...Idem slllfúrico. . . .Idem silíceo.... ..Pérdidas.........
zo,8o2, 487+54
Io,r4^,08
3°,844+42
16,Io0,60
Totales„ . . . .
Cenizas del granocon la cáscara. . .
I 00, 00
5, I o
Sueca.
20,002,2^
7,záI I,I2
8,z¢3o,Io5,02
15,660,30
I OO,UO
5,20
OlIANO.---^ ^ ,r
Alcira. I Sueca,
Io,^oIz,z48,208+488, o0
30,754+8416,060,73
Io,6613+04Io,Io
7>327,Iz
30,265,Iz
16,030+35
I00,00
4+48
I00,00
4+54
ANÁLISIS DE LAS TIERRAS, ETC. e}65
ComQosicion da las ccnizas dc la paja de ayyoz.
Potasa ..................
Sosa ....... ............
Cal.....................
Magnesia ...............
Óxido de hierro. . . . . . . . ..
Ácido fosfórico. . ... .. ...
Idem sulfGrico...........
Idem silícico .. ... .. . . . ...
Hierro y pérdidas........
I,So
2,24
g,6o
6, 4t3
4, o0
4+75
4+8472,06
0+53
I oo,oo
Ázoe................... o,2b por Ioo.
Cenizas . . . . . . . . . . . . . . I r,28 »
Coyr^^iosiciott de las cenizas del fyuto de los altra^raucas.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia .......... .....Óxido de hierro....... ...
Ácido fosfórico... . . . . . . . .
Idem sulfúrico . . . . . . . . . .
Idem silícico .. . ....... . ..
Pérdidas ................
20,82
17+544,Ios,oo8,14
34^417+502+240,25
I OO,OU
Cenizas ........... ..... 3,63 por Ioo.
30
466 GEOLOGfA AGRfCOLA
Composŝi^a de las can•zas de la paja dc lus altra^nuces.
Potasa ..................
Sosa . ..................
Cal . ...................
Magnesia ...............
Óxido de hierro... . . . . . .
tlcido fosfórico. . .... . ...
Idem sulfGrico...........
Idem silícico.. . . . . . . . . . .
Pérdidas ................
2o,izr6,io
7^845,z66, q.8
3r^545,z66,840,56
roo,oo
Cenizas ................. 5,8i por ioo,
Ázoe ................. . 2,0¢ »
Cotnposiciot: de las cenizas del grano de ‚c^cahuets.
Potasa ..................
5osa .................. .
Cai .....................
Magnesia ................
Óxido de hierro. . , . . . . . . .
Ácido fosfórico.. . .. . . . . . .
Idem sulfúrico, . . . .. . . . . .
Idem silícico .. . . . . . . . . . ..
Pérdidas ................
r ¢, 66
ao,oq,
9^64
4>844,zz
31,14S,z6
9^14z,o4
ioo,oo
Cenizas ................. ¢,6o por ioo.
AN^ILISIS DE LAS TIERRAS, ETC. 467
Co»:^osiciosa de las cenizas de la ^aja dc cacahucts.
Potasa ............ ..... io,r¢
Sosa .................... zr,8¢
Cal ..................... 13,64Magnesia . .............. ¢,56
óxido de hierro.......... ¢,zz
P^cido fosfórico. . . . . .. . .. 3o,5z
Idem sulfúrico. .... . . . . .. 5,28
Idem silícico. ........... g,16
Pérdidas .......... ..... 0,65
i oo, o0Cenizas ................. 5,88 por ioo.
Ázoe ................... z,¢o „
Corn^iosicion de las cenizas de los ^iyrtierrtos.
Potasa ............. .... zq,g2
Sosa .................... iz,8¢
Cal ..................... io,(i¢
Magnesia ............... g,z$
Ácido fosfórico....... . . .. 3z,7i
Idem sulfúrico......... .. 4,rq.
Idem silícico. . . . . . . . . . . . 6,8¢
Óxido de hierro.......... z,z8
Pérdidas ................ 0,35
r oo, o0
Cenizas .............. . 3,zo por ioo.
¢68 GEOLOGiA AGRiCOLA
Co^nQosŝion dc la uniza de la paja de los pimiet:tos.
Potasa ......... ...... . 22,82
Sosa. ... . . . . . . . . . . . . . . . . I o, 28
Cal .... ................ i2,32
Magnesia . . . . . . . . . . . . . . . 5 , 3 8
Elcido fosfórico... ..... ... 28,i¢
Idem sulfGrico....,.... , 6,68
Idem silícico ..... ........ g,o3
óxido de hierro.......... 3,II
Pérdidas ................ 2,24
Ioo,oo
Cenizas ............. ... 6,0¢ por Ioo.
l^zoe ................... I,52 »
Cont^osicio^a de las ce^tizas de las colas.
Potasa .................. I2,8¢
Sosa ........... .... ... 19^65Cal .................... 31,q6
Magnesía . .... ..... . ... 4,52
Ácido fosfórico.... .. .. g,8o
Idem sulfíirico. . .... . . . . q,I¢
Idem silícico. . . . . . . .. . .. II,2H
Óxido de hierro, cloro y
pérdidas .............. 3,oI
Ioo,oo
Cantidad de cenizas...... 2I,598 pur Ioo.
Ázoe ....... ..... ..... o,g2 »
ANALISIS DE LAS TtExaA5, ETC.
Composr'cion de las cenisas del cáñamo.
46g
Potasa .. ......... ..... 31,14
Sosa .................... 6,28
Cal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24^52Magnesia . . . . . . . . . . . . . . . 2, 57Óxido de hierro... . .. . .. . I,32Ácido fosfórico.......... 3o,a4
Idem sulfúríco. . . . . . . . . . 0,27Idem silícico. . . . .. . . .. . . 2,44Pérdidas ................ I,I^
I 00,00
Cenizas ................. 5,04 por Ioo.
Com^osicion de las cenizas del lino.
Potasa .................. 26,14
Sosa ........... ........ I,o6
Cal . ......... .......... 19^54Magnesia ............... 4^57Qxido de hierro.. . . . . . . . . I,3o
Ácido fosfórico. .. . . . . . . 34^64Idem sulfúrico. . . . . . . . . . . 4^63Idem silícico. ..... . .. . . . 6^54Pérdidas ................ I^53
I oo, o0
Cenizas ............ .... 4,03 por Ioo.
470 GEOLOGÍA AGRICOLA
Cwnposicion da las unisas dc las al»undras coa cáscara.
Potaea .................. 49,i4
Sosa .................... i^,o8
Cal ..................... 3+z5Magnesia ............... z,i4
Ácido fosfórico.. . . . . . . . . . zo, io
Idem sulfúrico. . . . . . . . . . . 4, iq.
Idem silícico. ..... ...... 5,z4
Óxido de hierro.......... z,o5
Pérdiáas ................ i,8o
ioo,oo
Cenizas ................. 4,zo por ioo.
Composicion de lrrs cenixas de las hojas secas y tallos
de nogal. '
Potasa ............. .... zB,Ig
Sosa .................... iz,57
Cal ..................... 8a33Magnesia ............... 5+z4Ácido fosfórico.......... z5+84
Idem sulfúrico........... 5,oz
Idem silfcico. .... ....... io,48
Óxido de hierro.......... 3,q2
Pérdidas ........... .... I,45
ioo,oo
Ázoe .... ............... ^,8o por ioo.
Cenizas ................. 5+75
AN 4LISIS DE LAS T[EFLRA5, ETC.
Composicion dc lns cenizas dcl grano de alrsbias.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia . . . . . . . . . . . . . . . .Óxido de hierro. . . . . . . . . .
Ácido fosfórico. ... .. . . . .
Idem sulfúríco. . . . . . . . . . .
Idem silícico .. . . . . . . . . . . .
Pérdidas ................
15^844,Io
8,Iz
Io,z4
z,oó
25^48I,g6
I.,840,36
471
Ioo,oo
Cenizas ................. 3,14 Por Ioo.
Contposicion de las cenizas de la ^aja de al:^bias.
Potasa .............. ...Sosa ....................Cal .....................Magnesia . . . . . . . . . . . . . . .
Óxido de hierro....,.....Ácido fosfórico. . .. . . . ...
Idem sulfúrico. . . . . . . . . .
Idem silícico . . . . . . . . . . .
Pérdidas ................
38,Iz
3^15
7^13S,15
3,66
2l,go
4+87
5^64I,38
Cenizas ...... ..........
Azoe ...................
I 00, 00
5,oq. por Ioc.
z,54 „
472 GEOLO(',ÍA AGRiCOI.A
Composicion dc las csnizas de los guisantes,
Potasa. ..................
Sosa ... ................
Cal ............. ..... .
Magnesi a . . . . . . . . . . . . . .Ácido fosfórico. . . . . , . . . .Idem sulfúrico...........
Idem silícico. .......... .
Óxido de hierro.. . . . . .. . .
Pérdidas ................
35^302^45
io,ió
r r^943o,io
4>64Z,o4i,oo
2^37
roo,oo
Cenizas .......... ...... z,95 por zoo.
Cam^osicion dc las cenicas dc la ^aja de los ŝuisantes.
Potasa ....... ..........
Sosa ....................
Cal.... .................
^Zagnesia. . . . . . . . . . . . . . .
Ácido fosfórico. . . .. ... .
Idem sulfúrico......... .
Idem silícico .. . . ... . . .. . .
Óxido de hierro. .. .. . ...
Pérdidas ................
gi,2r
io,i4
7+24
9^5625,40
4, 68
5^174,08
I^43
ioo,oo
Cenizas ................. S,oo por ioo.
Ázoe ............ ...... 2,2o r
ANALSSIS bL? LAS TIERRAS, ETC. 473
ComQosicion de las cenizas del grano da las habas.
Potasa .................. 32,40
Sosa .................... g,5o
Cal ................ ... ^,io
Magnesia . . . . . . . . . . . . . . . 5, t 6
Óxido de hierro.... . . .. .. 7^34Ácido fosfórico. .. . .... .. 3g,oo
Idem sulfúrico........... 5,64
Idem silícico ... .. ...... .. I,2o
Hierro y pérdidas........ 2,16
Ioo,oo
Cenizas ................. 2,9o por ioo.
Compostcion de las ceniaas de la paja de las he^bas.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal . ...................
Magnesia .. . . . . . . . . . . . . . .
Ácido fosfórico. .........
Idem sulfúrico...........
Idem silícico... ... ..... .
Oxido de hierro.. . . . . . . . .
I'érdidas ................
26, I q.I 2, 28
B,Ió9^54
2a,846,24
6^546,86
I^77
i oo, o0
Cenizas ................. 6,4.5 por ioo.
474 GEOLOGÍA AGRfCOLA
Composicion de las cenisas dil grano de las lentejas.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia .. . . . . . . . . . . . .
Óxido de hierro..........
Ácido fosfórico..........
Idem sulfúrico...........
Idem silícico. .... . . . ...
Pérdidas ........ .......
35+z4ia,26
6,80
q,zó
3+15
25+32
. 5,oi4,02
0+94
aoo,oo
Cenizas ................. 34+5 Por ioo.
Com^osicion de la paja de las lcntejas.
Potasa ..... ............
Sosa . ............. ....
Cal .....................
Magnesia ...............
Óxido de hierro..........
Ácido fosfórico... . . . . . .
Idem sulfúrico...........
Idem silícico. . . . . . . . ...
Pérdidas ................
25+14
14+54
9+48
8+544,i8
26,i4
5+04ó,ga
r,6z
i oo,oo
Cenizas ................. g,r2 por ioo.
Ázoe ......... ...... ... 2,20 »
ANÁLISIS bE LA5 TIERRAS, ETC.
Composicion de las cenizas de los garbanzos.
475
Potasa ..... ............ 3o^14Sosa .................... Io,28
Cal .. .......... .... .. 6,50Magn esia . . . . . . . . . . . . . . . 3^24Óxido de hierro.......... 3^ 24Ácido fosfórico... . . . . . . 27^54Idem sulfúrico . . . . . . . . . . . 5,02
Idem silícico. . .... . . . . .. 4^07Hierro y pérdidas........ I,31
Ioo,oo
Cenizas................. 3^57 Por Ioo.
Co^nposicion de las cenizas del tronco, ratnas y hojas del
nayanjo.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal.......' ..... ........
1VIagnesia ................
Ácido fosfbrico.. . . . . . . . .
Idem sulfúrico.. . .. ... . . .
Ideln silícico . . . . . . . . . . .
Hierro y pérdidas...,....
IO,18
Io,8241,22
5^5419^47
4^535^48I,76
Ioo,oo
Ázoe ...... ...... ...... I,6o por Ion.
Cenizas ..... . ......... 6,20 ^^
4^6 GEOLOGiA AGRfCOLA
ComposicioK de las cenixas ded fruto ded limon.
Potasa ..................
Sosa ....................
Cal .....................
Magnesia . ..............
Ácido fosfórico. .. ......
Idem suifGrico...........
Idem silícico. .... .. ...
Óxido de hierro.... . . .. .
Pérdidas ................
Ig,z6Io,14
^9+85Io,24
ao+572,3z
5+36I,84o, 62
Ioo,oo
Cenizas ......... ...... 3,64 por Ioo.
Com^osicion de las cenixas del tronco^ rcimas y hojas dellimqn.
Potasa ..................
`JOSá....................
Cal .....................
Magnesia . ..............
Ácido fosfórico. . . . . . . . .
Idem sulfGrico...........
Idem silícico. ..... ......
Óxido de hierro..........
Pérdidas ................
IO,18
4+32
34+48
8+75Io,64
z2,8g
iI,32
6+590,87
Ioo,oo
Cenizas ................. 5,36 por ioo.tlzoe ................... z,28 w
I'UTAPA AGRON01^1C0 DEL TÉftMINO MUN[CIPAL DE MADRID)^r Í^ Y^1
^'^rn(u^nrrl,rlirrrAt drl.^n^(rl
F;rl^ui iu andr Arl Rduo 1; v r a^a L^ 4r 3 n,Ti u .
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