caminos de mision nº 121

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Época VI - N.º 121 - Diciembre 2009 Cooperación Vicenciana para el Desarrollo Acción Misionera Vicenciana de España Época VI - N.º 121 - Diciembre 2009 Cooperación Vicenciana para el Desarrollo Acción Misionera Vicenciana de España

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Boletín informativo de COVIDE-AMVE

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Época VI - N.º 121 - Diciembre 2009Cooperación Vicenciana para el DesarrolloAcción Misionera Vicenciana de España

Época VI - N.º 121 - Diciembre 2009Cooperación Vicenciana para el DesarrolloAcción Misionera Vicenciana de España

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|SUMARIO|

Portada:Felicitación navideña de“CAMINOS DE MISION”.

Editorial:Navidad es compartir nuestra fe

Año Vicenciano:Opciones de san Vicente.

Formación:Misión y misiones.

Testimonio:Navidad malgache.

Información:Pintura vicenciana de Arturo Asensio.

Animación:Las misiones, Adviento y Navidadde la Iglesia.

Testimonio:Las Misioneras.

Navidad 09:Felicitación navideña de los misioneros.

Navidad 09:Felicitación navideña a los misioneros.

Navidad 09:Nana a todas las madres del mundo.

Formación:Actualidad de las misiones ad gentesen España (y III).

Formación:Pistas para la animación misionera enlos Centros vicencianos.

Formación-Animación:A la Misión por amor.

Biografías breves:La estela del misionero Matteo Ricci

Con amor y con humorEscenas de Navidad, hoy

Esperamos tu colaboración:Ante la crisis económica.

Protagonistas:Misioneros que nos han visitado.

Página vocacional:Misioneros Paúles de Salamanca.

Contraportada:Año Vicenciano y sus exigencias.

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Boletín trimestral deMisiones Vicencianas

Edita: COVIDE - AMVE(Cooperación Vicenciana

para el Desarrollo - Acción Misionera Vicenciana de España)

e-mail:[email protected]: www.caminosdemision.com

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Consejo de redacción:Paulino Sáez, c.m.

José Mazuelas, c.m.

Colaboran:Misioneros PaúlesHijas de la CaridadLaicos Vicencianos

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¡Feliz Navidad!

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NÚM. 121|DICIEMBRE 2009|CAMINOS DE MISIÓN|3

|EDITORIAL|

Presentación

Se acaba el año 2009. Diciembre. Navi-dad. Jesús vino y… Jesús es. Se puede advertirdesde la portada hasta la última página de estenúmero de la revista. 2009 ha sido el año de lagran crisis económica. También se hace notaren su momento. Se suplica generosidad paramantener los denodados esfuerzos de los misio-neros en la evangelización y desarrollo de lospaíses del tercer mundo. En nuestropaís la crisis suma pobres, en lospaíses de misión los pobres semultiplican.

Se ha iniciado el AñoJubilar Vicenciano —350años de la muerte de Vi-cente de Paúl y de Luisade Marillac. Las priori-dades de san Vicente —los pobres, los sacer-dotes, los laicos y lasmujeres— son traídos aescena por un evocadorexperto y convencido.

“¿Misión o misiones?”“¿Misión versus misiones?” No,“Misión y misiones”, dice un con-cienzudo misionólogo. Rubrica así ladoctrina de la Comisión Episcopal Españolaen la tercera entrega del Documento Misioneroque publicamos.

Páginas centrales reservadas para la doblefelicitación navideña: Desde Sevilla a todos losmisioneros vicencianos y desde Angola a todoslos amigos y colaboradores de las misiones vi-cencianas. Seguidas de una Nana para todas lasmadres del mundo, en memoria de la madre deJesús y madre nuestra. Ternura y poesía.

Dos testimonios, Las misioneras, impresasde modo imborrable en la memoria juvenil deun conocido periodista; y las Navidades vividasen el Androy (Madagascar) 44 años seguidos.

A las misiones se va por amor, el ADN de loshijos de Dios. Se nos ofrecen pistas para invitara trabajar en ellas de por vida o temporalmen-

te. Invitamos a ir a ellas con un reclamo claro ydirecto —en este caso— de los Misioneros Paúlesde la Provincia canónica de Salamanca. Con unabiografía, tan breve como una página, nos uni-mos a la conmemoración de los 400 años de lamuerte de un insigne misionero, Matteo Ricci.

En el número anterior de esta revista, octu-bre pasado, Domund en Año Vicenciano, presen-tamos en la portada la imagen original de “Vi-cente de Paúl, misionero ad gentes”. Un rostro

con la fuerza, la humanidad y la vivezapropias del santo. ¿Quién es el pin-

tor, quién es Arturo Asensio? En-contrarán una intuitiva y

apretada respuesta de cua-tro páginas, más adelante.

Esto es más o menosel sumario del presentenúmero de la revista.¡Ah! Se me olvidaba:siempre hemos dicho“con amor y con humor”las cosas “gordas” quehabía que decir y así lo

hacemos en la página de“escenas navideñas hoy”.

Seguimos creyendo que “laletra con risa entra”.

…Y despedida

Durante 10 años —1999-2009— he traba-jado la dirección de esta revista, CAMINOS DEMISION. Una ventana abierta para vocear la epo-peya continuada de nuestros misioneros y misio-neras. A los autores de tantas maravillosas his-torias, a los autores de artículos de formación,animación, de pensamiento; a los editores, co-laboradores, y a quienes me confiaron esta mo-desta pero emocionante aventura misionera; aotros muchos que es imposible mencionar… y atodos los lectores, mi perdurable y más profun-do agradecimiento.

José Gonzalo

Navidad es también compartir nuestra feNavidad es también compartir nuestra fe

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|AÑO VICENCIAN0|

Las opcionesde Vicentede PaúlUna vida tan larga y tan densa como la de Vi-

cente de Paúl puede contarse de muchas maneras yde muchas maneras se ha contado. Esta vez vamosa tener en cuenta los caminos de Dios y las respues-tas del hombre, las circunstancias y las opciones,“mi fe y mi experiencia”, que diría el mismo Vicen-te.

¿Cuáles fueron las opciones del santo? Los po-bres, los sacerdotes, los laicos y las mujeres. Si hoynos preocupa sobremanera la adaptación de Reglas,Constituciones, ministerios a los tiempos actuales ysobre ello debatimos inasequibles al desaliento, Vi-cente de Paúl se adelantó a su tiempo con una na-turalidad que pasma. Y eso es lo más importanteque quiere resaltar esta pequeña semblanza suya,

1. Los pobres

Dijo Jesucristo que siempre tendremos a los po-bres con nosotros (Mt 26,11). Es una afirmación in-discutible, no porque Dios lo quiera, sinoporque lo quieren los poderosos. La po-blación mundial ha basculado siemprehacia los pobres. Y en todo tiempo laIglesia se ha preocupado por ellos, desdeel principio hasta nuestros días. Pero, enla opción por los pobres, ha habido di-versos grados de intensidad, espirituali-dades afines y ajenas, cristianos cons-cientes y desentendidos.

Vicente de Paúl nació pobre, de fami-lia campesina, aunque ésta poseyera casay algunas tierras. Y parece que llegó aperderlo casi todo en aquel tiempo,como en todos, en que los pobres erandespojados de mil maneras por los que no lo eran. Elcaso es que Vicente dirá más tarde que sus parientesse habían visto reducidos a pedir limosna.

En absoluto le preocupaban los pobres cuando aúnno era un santo. Su afán era enriquecerse. Quería unpuesto, un beneficio que le asegurara buenas entra-das para retirarse y vivir cómodamente su vida. Y

aquí comenzaron sus proyectos meramente humanos,su escapada de Toulouse a Marsella en pos de una he-rencia insegura, y el episodio de su cautividad, cerra-do con otra escapada desde Túnez a Avignon, cobija-do allí y en Roma por el vicelegado pontificio, PedroMontorio, que ningún beneficio le proporcionó.

De modo que a finales de 1608 entraVicente por primera vez en París con lasmanos vacías y el espíritu humillado.Hombre de fe y de experiencia, tiene quedarse cuenta de que Dios le pide otro ca-mino y otras opciones. Vicente se pone enbúsqueda de crecimiento espiritual y mi-nisterial, de la parroquia de Clichy al pala-cio de los Gondi, del palacio de los Gondia Chatillon-les-Dombes. Y antes de Clichy,como capellán de la exreina Margarita deValois, sufre la noche oscura de la tenta-

ción contra la fe y de su experienciadel pobre en el Hospital de la Caridad.Y fue por entonces, según su primer

biógrafo, cuando Vicente, “para más honrar a Jesu-cristo e imitarle más perfectamente, hizo la reso-lución firme e inviolable de entregar toda su vida,por amor suyo, al servicio de los pobres”.

Sin precisar el día ni la hora, podemos ya llamarsanto a Vicente de Paúl. Ya sobrepasa los treintaaños. Se ha convertido, se ha entregado al Jesucris-

Vicente de Dios, cm

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to-de-los-pobres o a los po-bres-de-Jesucristo. Una en-trega firme e inviolable.Nada le hará cambiar. Nace-rán de su alma innumerablesfundaciones, instituciones,acciones, todas ellas motiva-das y encauzadas a los po-bres. No hay manera de atis-bar algo en este santo quedesentone de esta ley gene-ral, de su amor afectivo yefectivo a los pobres por Je-sucristo.

Hoy se habla mucho de“la opción por los pobres”.Muchos la hacen y la han he-cho. Pero, después de Jesu-cristo, nadie ha superado ala que hizo san Vicente dePaúl.

Y de esa opción príncipe, le nacieron las demás.

2. El Clero

San Vicente tuvo otra experiencia: la grandezadel sacerdocio y, por contraste, la miseria de mu-chos sacerdotes, no obstante los círculos de altaespiritualidad en que se solazaban en París lasgrandes figuras sacerdotales de su tiempo. El jui-cio de nuestro santo fue extremoso en ambos as-pectos: El sacerdocio es lo más grande. Pero haysacerdotes que pueden ser lo peor. Y los más per-judicados son los pobres. Como se llegaba al sacer-docio sin la debida preparación, impulsado por elobispo de Beauvais, Agustín Potier, inició en 1628los Ejercicios a Ordenandos, un curso intensivo deformación espiritual y pastoral. De los que nacie-

ron, unos años mas tarde,en 1633, las Conferenciasde los Martes, cenáculo se-manal de perseverancia enel fervor de los Ejercicios aOrdenandos y ayuda paralas misiones o capellaníasdonde los sacerdotes de sanVicente no podían entrarpor su dedicación exclusivaa los pobres del campo. Yde aquí saltó a los Semina-rios, propugnados por elConcilio de Trento. Quizá elmás antiguo en Francia fueel de Annecy, fundado porsan Vicente en 1642. Siguióel de Bons Enfants y des-pués otros muchos. La obradel santo en favor del cleroculminó con su presencia en

el Consejo de Conciencia de Ana de Austria y deMazarino, donde contribuyó notablemente al nom-bramiento de un episcopado celoso y reformadorde la Iglesia en Francia. Pero, antes de todo esto,san Vicente había fundado en 1625 la Congrega-ción de la Misión, cuyo objetivo definió así su Fun-dador: “Dar a conocer a Dios a los pobres, anun-ciarles a Jesucristo, decirles que está cerca el Rei-no de los cielos y que ese Reino es para ellos”. Y,naturalmente, todo su empeño a favor de lossacerdotes, no pretendía otro fin que la evangeli-zación de los pobres.

3. Los laicos

La opción por los laicos es acaso la que más nosmuestra la grandeza y la originalidad de san Vicen-

te. El modelo de Iglesia era en su tiempoel del Concilio de Trento, que, en oposi-ción a Lutero, tuvo que exaltar el estadosacerdotal, relegando al laicado más aúnde lo que estaba. Sin desligarse de Trentoni mucho menos, san Vicente, por los po-bres, lo sobrepasó. Recordemos su famosaarenga de los 800 años a las Damas de laCaridad: “Hace 800 años que ustedes notienen ninguna ocupación pública en laIglesia…” Y fue convocando a todos, mu-jeres y hombres, pobres y ricos, para lacaridad eclesial. Su sensibilidad laical,que no existía en su tiempo, lo sitúa delleno dentro del pensamiento del ConcilioVaticano II y de la “Chistifideles laici” deJuan Pablo II (1988).

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proyectos, pero los que consiguieron desarrollarsefueron Berbería (Túnez y Argel) 1645-6, Madagascar1648, Polonia 1651, e Irlanda-Escocia 1651, misionesagotadoras todas, especialmente la de Madagascar, ala que, de 18 misioneros enviados, sólo llegaron ocho,que murieron allí enseguida. Jamás se desalentó elsanto; a uno de ellos le escribió: “La Compañía hapuesto en usted sus ojos como la mejor hostia que

tiene para rendir homenaje a nuestro so-berano Creador y hacerle este servicio.¡Vocación tan grande y tan adorablecomo la de los mayores apóstoles ysantos de la Iglesia de Dios!... Eche lasredes con valentía”.

El que echó las redes con valentíadesde el momento de su “conver-sión” hasta el final de sus días fue elmismo san Vicente de Paúl. “Dadmeun hombre de oración y será capaz detodo”, decía. Y fue capaz de todo loque un ser humano puede hacer enfavor de los de abajo. Cumplió sin fi-suras aquella primera “resolución

firme e inviolable de entregar to-da su vida, por amor a Jesu-

cristo, al servicio de los po-bres”.

Vicente de Dios, c.m.

4. Las mujeres

La mano derecha de san Vicente fueron las muje-res. Detrás de un gran hombre, se ha dicho, siemprehay una gran mujer. A nuestro santo le circundan unapléyade de grandes mujeres. Desde Francisca Bachety Carlota de Brie en Chatillon-les-Dombes, pasandopor la señora de Gondi, Luisa de Marillac, la señorade Goussault, la duquesa de Aiguillon y tantas otrasen París, hasta llegar a las Hijas de la Cardad Marga-rita Naseau, Bárbara Angiboust, Maturina Guerin,Margarita Chetif… Unas u otras se hicieron cargo dela caridad en las aldeas, del Hotel-Dieu de París y detodas las obras que desde allí se emprendieron para,por ejemplo, ayudar a las víctimas de las guerras in-cesantes, de los hospitales, galeotes, escuelas, niñosexpósitos, enfermos, mendigos, ancianos… Sin ellassan Vicente no hubiera sido proclamado “el GranSanto de la Caridad”, pero, sin san Vicente, ellas nohubieran salido de una anodina mediocridad. ¿Cuálera el secreto de aquel magnetismo que irradiabanuestro santo en las mujeres que le escuchaban y leacompañaban con verdadero sacrificio en la ayuda alos más necesitados? No podía ser otro que su auten-ticidad y santidad.

5. Más y más

Dentro de estas opciones, Vicente tuvo y quisohacer otras. Por ejemplo, dentro de los ministeriosde su Congregación, optó por el de las misionescampesinas. “Dios nos guarde de dejar las misio-nes”, decía insistentemente a sus misioneros, cual-quiera que fuera el ministerio o trabajo que tuvie-ran encomendado. Y, en continuidad con las misio-nes campesinas, optó más tarde por las misiones adgentes. Cuando la Congregación de PropagandaFide, fundada en 1622, le pide operarios, sanVicente escribe al superior de la casa deRoma: “He ido a celebrar la santa misa. Seme ha ocurrido el siguiente pensamiento,que, como el poder de enviar ad gentesreside en la tierra únicamente en lapersona de Su Santidad, tiene porconsiguiente el poder de enviar atodos los eclesiásticos por toda latierra, y que todos los eclesiásti-cos tienen la obligación de obede-cerle en esto; y, según este princi-pio, le he ofrecido a su divina Ma-jestad nuestra pobre compañía a ira donde Su Santidad ordene”.

Y comenzó el despliegue de losmisioneros de san Vicente fuera delas fronteras de Francia. Hubo más

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|FORMACIÓN|

Por todo lo que los discípuloshabían oído al Señor durante

su vida pública, nunca tuvieronninguna duda de que lo que ha-bían aprendido de él debían ellosa su vez comunicarlo a todas lasnaciones: “Id y haced discípulos atodas las gentes…” (Mt 28,19-20).Desde el comienzo mismo de suexistencia la Iglesia de Cristo seha creído obligada a llevar a caboeste mandato del Señor y lo hahecho durante veinte siglos. Perono faltan hoy voces que se pregun-tan: ¿Debe seguir haciéndolo hoy?

El día mismo de PentecostésPedro, refiriéndose a Jesús,anuncia que “no hay bajo el cieloningún otro nombre dado a loshombres por el que podamos sal-varnos” (Hch 4,12). Sólo en Jesu-cristo puede todo ser humano en-contrar la salvación verdadera;por voluntad de Jesucristo mismola institución anunciadora y me-diadora de esta salvación es laIglesia fundada por él: “Nos man-dó —dice Pedro— que predicára-mos al pueblo y que diéramostestimonio de que él ha sidoconstituido por Dios juez de vivosy muertos” (Hch 10,42).

Todo esto lo ha mantenidosiempre la fe y la teología. Así lo

expresa un teólogo de hoy bienconocido: “Todas las iglesias cris-tianas reconocen el carácter es-catológico y, por lo mismo, defi-nitivo e irrevocable de la mani-festación de Dios enCristo, y, desde Cristo,en la visibilidad histó-rica de la comunidadeclesial” (A. TorresQueiruga, Fin del cris-tianismo premoderno,Sal Terrae, 2000,p.136).

Esta visión teológi-ca, que se ha manteni-do sin dudas ni proble-mas hasta hace nomuchos años, parecehaber entrado encrisis. No faltan voces que decla-ran terminado el tiempo de la mi-sión cristiana, y anacrónicos losesfuerzos misioneros por convertir“a todas las gentes” a la fe en Je-sucristo. Detrás de estas afirma-ciones se encuentra la persuasiónde que las diversas religiones pue-den ser también de alguna mane-ra instrumentos de salvación.

“De alguna manera”: inclusoel Concilio Vaticano admite quelas diversas religiones existentesen el mundo “se esfuerzan por

responder de varias maneras a lainquietud (religiosa) del corazónhumano proponiendo caminos, esdecir, doctrinas, normas de viday ritos sagrados. La Iglesia cató-

lica nada rechaza delo que hay en estasreligiones de verda-dero y santo” (Nostraaetate, 2). Esta pos-tura de reconocimien-to por parte de laIglesia es aún mayoren relación a la reli-gión judía, pues es“tan grande el patri-monio espiritual co-

mún a cristianos ya judíos” (ibid.).

Por influenciade una lectura más o menos co-rrecta de estas ideas, así comopor influencia de ideas proceden-tes de otros campos (la visióncada día más extendida de launidad de la especie humana, lacreciente globalización…), vacreciendo el número de cristia-nos, y aun de teólogos, que pare-cen estar cada día más convenci-dos de que aunque, efectivamen-te, quien cree en Cristo encon-trará en Cristo la salvación,también la pueden encontrar a

MISIÓN Y MISIONES¿Debe la Iglesia seguir anunciando el Evangelio a los no cristianos

MISIÓN Y MISIONES¿Debe la Iglesia seguir anunciando el Evangelio a los no cristianos

Jaime Corera AndíaMisionero paúl

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|formación|

través de sus propias creenciaslos miembros de otras religiones.De todo lo cual se concluye a ve-ces que todas las religiones vie-nen a ser en el fondo iguales, yque todas son por igual caminosde salvación para la humanidad.

Ahora bien: es cierto, y siem-pre se ha admitido, que todo serhumano de buena voluntad en-contrará la salvación final aun-que no crea en Jesucristo de ma-nera explícita sin culpa por suparte. Pero de ahí no se deduceque todas las religiones seaniguales, y que todas respondanpor igual a la voluntad del Diosverdadero. Movida por el manda-to inequívoco de Cristo a susapóstoles, la Iglesia sigue man-teniendo ante el mundo que“es obligación suya anunciarla cruz de Cristo como signodel amor universal de Diosy como fuente de toda gra-cia” (Nostra aetate, 4), ytambién que, como dicePedro, no hay otro nom-bre que el nombre de Je-sús por el que se puedasalvar el ser humano.

Cómo actúan el Espí-ritu Santo y la gracia de

Cristo en la salvación de los queno han llegado al conocimientode la fe cristiana es un problemacomplejo que no cabe en los es-trechos límites de este escrito.Pero el que se admita con gustola realidad de ese actuar de la

gracia en los no creyentes nodebe en ningún caso disminuir laurgencia del mandato del Señorde anunciar la verdad del Evan-gelio a todas las naciones.

Jesús no es sólo el camino,sino el único camino para llegar aDios. Hay que seguir anunciando aJesucristo y enseñando sus ense-ñanzas mientras haya grupos hu-manos que no hayan oído hablarde él. Al hacerlo así, no sólo seenseñará al que no sabe cuál es elverdadero camino hacia el Diosverdadero, sino que se le mostra-rá a la vez cuál es el mejor cami-no para hacer más humana y másrica su humanidad. Así expresatodo esto la intención misionaldel Papa para el mes de octubre:

“Que el pueblo de Dios,que recibió el mandato deir a predicar el Evangelioa todas las criaturas,asuma con empeño suresponsabilidad misio-nera y la considerecomo el mayor servicioque puede ofrecer a lahumanidad.”

Jaime Corera AndíaMisionero paúl

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|TESTIMONIO|

La Navidad en el Androy (Madagascar)En todas las comunidades de fe

arraigada, la celebración de laNavidad es motivo de alegría, decelebración gozosa. Y en el cen-tro de esta celebración está Je-sús, Enmanuel, el Dios que sehizo uno de nosotros y el hijo deSanta María Virgen que nació enun establo porque los habitantesde Belén no le recibieron.

Las modalidades de la cele-bración cambian según las cultu-ras y la situación geográfica. EnMadagascar se celebra cuando elcalor del verano austral es másfuerte. Cuando ponen el Naci-miento no se les ocurre espolvo-rear de harina los campos veci-nos al portal. No han visto nuncala nieve y no saben lo que es.Como tampoco ponen ríos ofuentes porque en el Androy, tie-rra de espinos y de sed, no hay niun riachuelo ni una pequeñafuente.

Lo importante es la celebra-ción del nacimiento de Jesús, elCristo que vino a salvarnos a to-dos. Pero quizás tenga tanta im-portancia como la fiesta en símisma, la preparación. En loscentros donde hay MisionerosPaúles y Hermanas, Hijas de laCaridad, se pone el Belén. Lospersonajes tienen que ser blan-cos. No conciben una Virgen o unNiño Jesús negro. En los pobladosde la estepa no se pone el Belénporque no tienen figuras. Ponenuna estampa y un árbol y ador-nan la iglesia con guirnaldas he-chas con los cuadernos usados delos niños de la escuela. Pero so-bre todo se preparan los cantospor grupos, que pueden ser porfamilias, por barrios, por asocia-ciones o por edades, niños, jóve-nes o mayores. Y hay que ensa-yar la representación del miste-rio y de la Historia de la Salva-

ción. Todo esto les lleva días ydías, o mejor atardeceres, depreparación con ambiente defiesta y es una catequesis viva yal alcance de sus posibilidades.

Y cuando llega el 24, al ano-checer se reúnen los cristianos, ylos que no lo son, y empieza lafiesta con la Celebración de laPalabra porque no podrán tenerla Misa del Gallo. El misionero nose puede multiplicar por 20 pue-

blos o más que le corresponden.A continuación viene la repre-sentación del Misterio, desde laAnunciación a los Inocentes se-gún los textos de S. Lucas y S. Mateo. Los niños por gruposde seis u ocho salen al presbite-rio para recitar cada uno uncuarteto o un pareado llenos decandor alusivos al nacimiento deJesús. Participarán después losgrupos familiares, por barrios oasociaciones con cantos y repre-sentaciones libres de la Navidadque tienen mucho sabor a losapócrifos. En las comunidadescristianas de más abolengo se re-presentará la Historia de la Sal-vación, empezando por Adán y

terminando con el nacimientodel Bautista.

Hasta el despuntar del día du-rará la celebración. No habrá co-milonas ni excesos de alcohol. Síhabrá caramelos para los niñoscomprados con la cotización delos mayores.

En los días que suceden al 25,cada comunidad cristiana tendrásu Eucaristía de Navidad en laque todos se confesarán y co-

mulgarán. Y se repite la fiesta.Y hay que cortar porque hay que ir a otro poblado. Así hastaReyes.

La fiesta de Navidad en el An-droy no está contaminada con losmiasmas de la indiferencia, delconsumismo o la hostilidad de los países ex-cristianos. ¡Felici-dades, ha nacido Cristo. Nos hanacido un Niño, albricias, venidadorémosle! Es el saludo mil ve-ces repetido por los cristianos enel Androy.

P. José Luis CuestaMisionero paúl

El Androy (Madagascar)

PP. José Luis Cuesta, José Gonzalo y José María Lusarreta.

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|INFORMACIÓN|

Los Misioneros Paúles de Ma-drid, encargaron a Arturo

Asensio, hace unos años, unaserie de cuadros sobre san Vi-cente de Paúl y sus obras.Nuestro artista conoce bien asan Vicente de Paúl; ha perte-necido al grupo de la FamiliaVicenciana Juventudes Maria-nas Vicencianas (JMV). En Ar-turo se han conjugado biendos facetas: su pericia comopintor y su sensibilidad cris-tiana y vicenciana. De su conjunción tenemos ya elbuen resultado de siete u ocho obras, que merecenser estudiadas, apreciadas y agradecidas. Es lo quepretendo hacer brevísimamente en estas páginas.

“El Cristo de las virtudes vicencianas”

Un gran mural, un mural enorme. Cuando san Vi-cente da sus Reglas a los misioneros de su Congre-gación, les dice que tienen que revestirse de las vir-tudes de Cristo evangelizador: sencillez, humildad,mansedumbre, mortificación y celo por la salvaciónde todos. Arturo ha realizado aquí una obra impor-tante: un Cristo enorme, con los brazos extendidos,de modo que parece querer abarcar no sólo las cin-co virtudes —figurativamente representadas— sinoel mundo entero.

Para representar las cinco virtudes que san Vicen-te consideraba necesarias para los seguidores de Cris-to, evangelizador de los pobres, se sirve de figurassimbólicas. Virtudes que brotan de Cristo, “fuente y

modelo de toda virtud”; son cinco figuras humanas, oquizás una figura humana en cinco actitudes distin-tas. Sus posturas, gestos y colorido, más los detallesañadidos a cada figura como agua, tierra, plantas,palomas, etc., nos ayudan a entender el sentido quesan Vicente daba a cada una. El autor mismo conside-ra esta obra como una de sus más logradas.

Me gusta la obra, en conjunto, aunque parezca,tal vez, demasiado grandilocuente. Idea parecida ala de este mural la ha plasmado, con recursos mu-cho más sencillos, en otra obra suya; una obra clási-ca, de enorme fuerza, de sencillez y claridad evi-dentes, con los elementos más indispensables.

“San Vicente bendice a dos jóvenes Hijas de laCaridad. Envío en misión”

¡Qué san Vicente, vertical, la cabeza un pocoinclinada, la mano derecha en el pecho; la mano

La pintura vicenciana de Arturo AsensioCreador de “Vicente Paúl, misionero ad gentes”. Obra artística única en el mundo sobre el tema

Marcelino Boyero, cm

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izquierda en actitud de bendecir, con el libro derezo cerrado, sobre la mesa! Da la impresión quedel pequeño crucifijo emana una fuerza enorme,que se transmite a la mano izquierda del santo;de ahí, a su cuerpo entero, y por su mano dere-cha, firme como un mandato y como una bendi-ción, a la vez, pasa a las dos jóvenes Hijas de laCaridad.

¡Qué maravilla las dos Hijas de la Caridad en ellado derecho; colocadas de modo que ocupan casitoda esa parte y dejan vacía la mitad de arriba!¡Qué cabezas y que tocas! En el lado izquierdo, unasilla, una ventana, una cortina, lo mas sencillo delmundo. Se habla de este cuadro como de obra pri-meriza. Probablemente no tenga la riqueza de colo-rido de otras; a mi modo de ver, le sobran méritospara calificarla de muy buena.

“Vicente de Paúl, misionero ad gentes”

Es la última obra realizada por nuestro artista, apetición del Director de esta revista, sobre pinturavicenciana. Acaba de aparecer en la portada delnúmero anterior (nº 120, octubre 09). Es el bustodel santo en primer término. En un segundo plano,en tamaño más pequeño, un misionero parece estarcatequizando a un muchacho indígena. Al fondo, ala derecha y en segundo plano, hay un fondo de pai-saje con una casucha; en este fondo destaca unapalmera elegante.

El rostro de san Vicente nos sorprende por suamabilidad. La mirada se dirige de un modo elo-cuente, comunicativo, al espectador. La boca, lige-ramente entreabierta, agradable y comunicativa. Esel rostro de un anciano venerable, firme en la con-textura, suave y penetrante, a la vez. La frente am-plia, con leves arrugas horizontales, arrugas tam-bién al lado de los ojos; la cabeza cubierta casi to-talmente, dejando ver un mechoncito de pelo blan-co en lo alto de la frente y a amboslados, por encima de las orejas. La gamade colores, tanto en la figura del santocomo en el fondo que la soporta es muyvariada y muy agradable. ¡Un gran ima-gen para un gran santo misionero¡

“La Última Cena”

Las más bellas “Cenas” en la historiadel arte son las de Leonardo da Vinci y lade Juan de Juanes. El primero nos mues-tra a Jesús que señala con la mano: Uno

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de vosotros me va a traicionar; y la reacción de losdiscípulos: ¿Soy yo, Maestro? Es un momento huma-no, psicológico. El genial artista ha puesto al servi-cio del arte todo el saber humano y cristiano delRenacimiento. Orden, dibujo, color y su famoso“esfumato”tocan aquí la cima del arte. Juan deJuanes ha escogido el momento en que Cristo dice:Tomad y comed porque esto es mi cuerpo. Un mo-mento teológico, eucarístico. La reacción aquí es elsilencio y la adoración, la contemplación del miste-rio.

En la Cena de Arturo, Cristo toma un trozo depan con su mano derecha y deja su izquierda sobreel pecho. La mesa, naturalmente, tiene que jugar

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un papel importante, con el vaso de vino y el panpartido para cada comensal. Y luego, el fondo conarcos apenas insinuados.

Todos los artistas, al elegir un tema como este,tratan de realizar verdaderos retratos. No es posi-ble analizarlos uno por uno; pero se puede deciraquí de cada apóstol que son auténticos retratos:Andrés, Felipe, Tomás, Pedro, Judas, Juan… ¡Quécabezas, qué miradas, qué manos, qué actitudes,qué mantos…! Y el orden y la colocación de cada fi-gura. ¡Y el rostro de Jesús! Verdaderamente admi-rable: lleno de dignidad, de serenidad, y una mira-da llena de amor.

“El rostro de la compasión”

Obra realizada para conmemorar el Premio a laConcordia Príncipe de Asturias 2005, concedido alas Hijas de la Caridad. San Vicente de Paúl realizauna parte importante de su obra por medio de esaCompañía.

En el centro del cuadro, una hija de la caridadcon el hábito actual. Inmediatamente detrás, otra,con el hábito antiguo. A la derecha, pobres que sonatendidos. A la izquierda, y bastante en segundoplano, san Vicente; en esta misma parte, abajo, ymuy en primer plano, una persona desgraciada esatendida.

Destaca, al primer golpe de vista, la Hija de laCaridad, exactamente en el centro del cuadro. Unafigura elegante, joven, con hábito sencillo y hermo-

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so, en azul, limpio como el mar o como el cielo.Abre sus brazos, a derecha e izquierda, para repar-tir caridad; es la figura entera la que irradia cari-dad. La figura de la izquierda del cuadro, abajo,casi no es persona: es alguien que hunde su cabezaen su cuerpo; encogida de tal modo que sobresalenlos hombros por encima: es un manchón negro quese esconde en unos harapos. Esta figura hace chi-rriar la mirada del contemplador, en contraste conel resto del cuadro, sobre todo, con la figura de laHija de la Caridad joven. A veces, la cruda realidades así de fea.

Por si fuera poco, esta figura horrenda está muyen primer plano, como gritando la persistencia delmal en nuestro mundo de hoy. Obra magnífica este“Rostro de la Compasión”. Toda una teología de lacaridad: Tuve hambre y me disteis de comer; lo quehicisteis a unos de estos pequeños a mí me lo hicis-teis… Quien no ama a su prójimo a quien ve, ¿cómova a amar a Dios a quien no ve?, etc.).

“Cristo el sembrador”

Salió el sembrador a sembrar, se lee en elEvangelio de san Mateo. Cristo es el sembrador.Arturo nos da un Cristo sereno, firme como un ico-

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ANEXO

1. “Cristo de las virtudes vicencianas”, 2007;en la casa Provincial de los Misioneros Paúles deMadrid. – 2. “San Vicente bendice a dos jóvenesHijas de la Caridad, Envío en misión”, 1988; enla Casa Provincial H. de la C. de Martínez Cam-pos, 18 Madrid. – 3. “Vicente de Paúl, misioneroad gentes”, 2009. Revista Caminos de Misión –Covide-Amve, Madrid. – 4. “La Última Cena”,2008; en Parroquia San Vicente de Paúl, Madrid.–Los cuatro cuadros que siguen, en Casa Provin-cial Misioneros Paúles, Madrid: 5. “El rostro de la compasión”, 2006. – 6. “Cristo sembrador”,2008. – 7. “Cristo sobre las aguas y el cielo”,2009. – 8. “Virgen Milagrosa —sobre la Basílica deMadrid—”, 2008.

8no; la cabeza sobre un fondo dorado; el pie dere-cho adelantado ligeramente, las manos se abrenhacia abajo, acompañando la verticalidad delcuerpo; de la mano izquierda caen una semillas; latúnica blanca hasta los pies; el manto marrón cla-ro, cruzado oblicuamente; carnación morena enmanos, pies y cuello, y un tanto más oscurecida enel rostro.

Una gran figura. Hay elementos decorativos a loalto y ancho del cuadro: semillas, flores, un pájaro.No sería exacto calificar estos elementos como me-ramente decorativos. Todos esos detalles son comoalusiones figurativas al misterio total de la personade Cristo, a toda su vida y a todas sus palabras.

Tengo la impresión de haber encontrado en Artu-ro Asensio un gran pintor. En primer lugar, es ungran retratista. Casi todas las figuras aparecencomo verdaderos retratos o, para ser más exacto,como formas creadas verdaderamente por el artis-ta. Con una cabezas firmemente trazadas, de pin-celadas gruesas e intensas, y unas vestimentas deformas muy bien dibujadas y de colores muy bienescogidos. Los fondos están, generalmente, ocupa-dos por detalles que podríamos llamar líricos ycomo insinuantes, que rodean los misterios presen-tados por las figuras o grupos de figuras. En resumen: Un conjunto de ocho obras de inspi-

ración vicenciana —incluyendo el “Cristo sobre lasaguas y el cielo” y la “Virgen Milagrosa”, con laBasílica de Madrid a sus pies— de gran categoría yque servirían para consagrar a un artista, si no estu-viera ya consagrado por otras obras de distinto gé-nero.

Marcelino Boyero, c.m.

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|ANIMACIÓN|

LA NAVIDAD EN LA VIDADE LA IGLESIA

En este tiempo hermoso de laNavidad, la Liturgia nos lleva a re-cordar el acontecimiento másgrande de la creación: el naci-miento del Hijo del Hombre porquien fueron creadas todas las co-sas, las del cielo y las de la tierra.

Adviento es tiempo de espera yesperanza. La vida li-túrgica de la Iglesiaeste mes de diciembre-Adviento aparece consignos distintivos: Lasropas litúrgicas son mo-radas, signo de austeri-dad. Celebramos díasde reflexión y de Sa-cramento de la Recon-ciliación. Ponemos elBelén como represen-tación de lo que cree-mos y esperamos. Y aligual que prepara lafamilia que espera un hijo, los pa-ñales y la cuna del niño, tambiénlos cristianos, en este tiempo deespera, recordamos más y mejor alos pobres y hacemos campañaspara que no les falte el pan de laNavidad.

LA NAVIDAD EN LAIGLESIA MISIONERA

En la Navidad el mi-sionero se pregunta:¿Cómo podré dar a cono-cer este misterio gran-de, tan divino y huma-no? ¿Qué signos tendránque ver en mí para queles convenza de que loque les enseñamos esvida y lo que vivimos es

misterio de amor? Y desde esta ex-presa invitación, “Id… y dad a co-nocer mi Evangelio”nos preocupadar a conocer este gran misteriodesde tres de sus principales as-pectos:

1. La preparación interiorde la Comunidad creyenteInvitamos a todos, en pequeños

grupos, a interiorizar el aconteci-miento mediante un re-tiro y a que se parti-cipe activamente en la celebración del per-dón.

2. Valoración de la vi-da como don de DiosEl nacimiento de un

hijo siempre es miste-rio y siempre provocaalegría y cambio. Alniño se le hace un hue-quecito en la casa, sele acoge, y se le da,

desde el primer momento, derechosobre todo lo que existe en lacasa. El Niño Dios ¿tendrà menoracogida y menos derechos?

3. Comprensión de los símbolosPara que reciban el mensaje

adecuadamente creemos impres-

cindible acercarse al mundo de lossímbolos. “Que en cada familia sehaga el pequeño Belén”, que elNiño Dios bendiga su casa y llenede alegría los espacios.

Es el tiempo de tocar al “NiñoDios”. En la cultura de países demisión, nuestra buena gente nece-sita tocar “al Niño”.Si tocamos lospies del crucificado como símbolode cercanía y unión en el dolor¿cómo no voy a tocar al Niño, sím-bolo de ternura, cercanía, libera-ción y salvación?

No puede haber Navidad sincercanía a los pobres. Lo aprendi-mos en la tradición: “sienta un po-bre a tu mesa”. Lo hemos vividoen las campañas navideñas en fa-vor de los pobres, hemos escrito alos misioneros desde nuestros Co-legios... y esa tradición nos hizodescubrir que lo que estábamoscelebrando no era solo un tiempofavorable para las compras y fies-tas, sino un acontecimiento de sal-vación. Es verdad, ¡nos nace elSalvador!

Jesús Mª Lusarreta

Las Misiones,Adviento y Navidad de la Iglesia

Jesús M.ª LusarretaMisionero paúl en Cuba

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A mi colegio de monjas de lacongregación del Amor de Dios, ibade vez en cuando, a visitamos al-guna misionera recién llegada deNigeria o Mozambique. Eran muje-res, que habían entregado su ju-ventud a Dios y que después deprofesar, habían solicitado volun-tariamente un traslado a aquellasregiones fustigadas por el hambrey la pólvora y las epidemias másferoces, para inmolarse en una ta-rea callada. Eran mujeres enjutas,prematuramente encanecidas, cal-cinadas por un sol impío que habíaagostado los últimos vestigios desu belleza, y sin embargo risueñascomo alumbradas por unas convic-ciones indómitas. Habían renuncia-do a las ventajas de una vida rega-lada, habían renunciado al regazoprotector de la familia y la Congre-gación para agotarse en una labortan numerosa como las arenas deldesierto.

Entregaban su vida fértil en lasalvación de otras vidas con un de-nuedo que parecía incongruentecon la fragilidad de sus cuerpeci-llos entecos, reducidos casi a laosamenta. Con cuatro euros y to-neladas de entusiasmo, habíanpuesto en marcha comedores, hos-pitales y escuelas, habían reparti-do medicinas, viandas y consueloespiritual, habían enseñado a losindígenas a labrar la tierra y a co-cer el pan. También habían veladola agonía de muchos niños faméli-cos, habían apaciguado el dolor demuchos leprosos besando sus lla-gas, habían sentido la amenaza deun fusil encañonando su frente.¿De dónde sacaban fuerzas paratanto?

“Un día descubrí que Dios noera invisible —recuerdo que mecontestó una de aquellas misione-ras—. Su rostro asomaba en el ros-tro de cada hombre que sufre”.

Este descubrimiento las había obli-gado a rectificar su destino. “Si noatendía esa llamada, no merecía lapena seguir viviendo”. Y así se fue-ron a África o a cualquier otroarrabal del atlas, con el petate mí-nimo e inabarcable de sus esperan-zas, dispuestas a contemplar elrostro multiforme de Dios.

A veces tardaban años en vol-ver, tantos que, cuando lo hacían,sus rasgos resultaban irreconoci-bles incluso para sus familiares;luego, tras una breve visita, regre-saban a la misión, para seguir re-partiendo el viático de su sonrisa,la eucaristía de sus desvelos. Y así,en un ejercicio de caridad insom-ne, iban extenuando sus últimasreservas físicas, hasta que la muer-te las sorprendía ligeras de equipa-je, para llevarse tan sólo su envol-tura carnal, porque su alma acérri-ma y abnegada se quedaba parasiempre entre aquellos a· quieneshabían entregado su coraje. Algu-nas, antes de dimitir voluntaria-mente de la vida, eran despedaza-das por las epidemias que tratabande sofocar, o fusiladas por unapartida de guerrilleros incontro-lados.

Si los periódicos dedicasen lamisma atención a la epopeya anó-nima y cotidiana de los misioneros

que a ese escándalo tan sórdido deabusos y violaciones y embarazos yabortos, no quedaría papel en elmundo. Repartidos por los parajesmás agrestes u hostiles del mapa,una legión de hombres y mujeresde apariencia humanísima y espíri-tu sobrehumano contemplan cadadía el rostro de Dios en los rostrosacribillados de moscas de los mo-ribundos, en los rostros tumefactosde los enfermos, en los rostros lla-gados de los hambrientos, en losrostros casi transparentes de quie-

nes viven sin fe ni es-peranza. Son hom-bres y mujeres comoaquellas monjas queiban a visitarme a micolegio, enjutos yprematuramente en-canecidos, en cuyosflacos cuerpecillosanida una fuerza so-brenatural, un incen-dio de benditas pa-siones que mantienela temperatura deluniverso.

Un día descubrieron que Dios noera invisible, que su rostro se co-pia y se multiplica en el rostro desus criaturas dolientes, y decidie-ron sacrificar su vida en la salva-ción de otras vidas, decidieronofrendar su vocación en los altaresde la humanidad desahuciada. Quenos cuenten su epopeya silenciosay cotidiana, que divulguen su peri-pecia incalculablemente hermosa,a ver si hay papel suficiente en elmundo.

Las Misioneras|TESTIMONIO|

Juan Manuel de PradaEscritor y Columnista de “ABC”

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A nuestros bienhechores y amigosde las Misiones Vicencianas

Jesús viene a salvarnos

Queridos amigos: Se acerca la Navidad y, desde estas tierras de Angola, además de desearosfelicidad, quiero agradecer todo cuanto estáis haciendo por todas las Misiones que nos han sido con-fiadas; y, a la vez, compartir con vosotros unas pobres reflexiones, que llamo: ponerse en camino.

José y María, sujetos a la ley del pueblo, se ponen en camino, y pasan calamidades como todala gente pobre de su tierra. Buscan lugar para albergarse, pero no lo encuentran. Misterio de fe.Misterio de Amor.

Dios nace en una cueva. ¿Y quién le descubre? Los pequeños, los humildes pastores. Un Ángelles dijo: “No temáis, os anuncio una gran alegría. Hoy, en la Ciudad de David, ha nacido el Salvador,el Mesías, el Señor.” Creen al Ángel y se dicen unos a otros: “Vayamos a Belén, veamos lo que hasucedido.” Fueron a toda prisa, encontraron a María y a José; y al Niño, recostado en un pesebre.

Se han puesto en camino, porque han creído. Misterio de fe.Jesús va a nacer en mí y en todos los hombres si, como los pastores, creo y creemos. Sólo si creo

podré anunciar, después, el misterio del Amor.

Queridos amigos de los misioneros: La Navidad es mucho más que compartir cosas. Navidades, principalmente, creer que Jesús nos ha nacido.

Comienza el camino. “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magosque venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿Donde está el rey de los judíos queha nacido?, pues vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarle” (Mateo, 2, 1-2).

Ellos, después de oír al rey, se pusieron nuevamente en camino, “y la estrella que habían vistoen Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño.Entraron en la casa, viendo el Niño con María su madre le adoraron, y abriendo sus cofres, le ofre-cieron sus dones: oro, incienso, y mirra. (Mt, 2, 10-12).

Amigos, la fe es el camino en el que todos vamos andando y que muchos siguen buscando.Muchos, antes que nosotros, creyeron, se pusieron en camino, y llevaron el anuncio de los Ángeles alos cinco continentes. Son muchos, muchos, los que aquí, en Angola, y en casi todos los lugares delmundo, cantan con los ángeles: Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres de buena voluntad.

Para que cantemos la gloria de Dios y llevemos la paz al mundo entero, se nos invita a no per-manecer parados, a estar siempre en camino hasta que encontremos al Salvador del mundo, presenteen todos y en cada uno de nuestros hermanos. Y con su bandera y su palabra anunciemos que ha lle-gado el año de gracia, en el que reinan la justicia, la paz y la hermandad. Que con Él ha nacido unmundo nuevo, en el que todos tienen derecho a la educación, a la sanidad... porque, como los Magos,todos ofrecemos nuestros dones, porque hemos encontrado a Jesús en nuestros hermanos.

Este año de gracia, Jubilar para la Familia Vicenciana, se hará realidad si aunamos las fuerzas yluchamos contra tantas estructuras injustas que encarcelan en la pobreza y en la esclavitud a tan-tos y tantos hermanos nuestros.

¡Feliz Navidad y feliz año 2010! Sor Eloísa Pérez Bartolomé

Navidad‘09

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Navidad‘09

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“Os anuncio un gran gozo:os ha nacido un salvador”

En la puerta principal de la Catedral de Montreal (Canadá) he podido ver un cartel precioso:“San Vicente de Paúl, un corazón a la medida del mundo”. Pensamiento profundo y expresión muybella. Ciertamente Vicente de Paúl, y Luisa de Marillac también, con la gracia del Espíritu, lo hanrealizado en su Carisma y lo han transmitido a toda la Familia Vicenciana, especialmente a los queviven su vocación en los países de misión. Es fuente de donde fluye “el agua viva” en abundancia.

Nuestra felicitación a las Hijas de la Caridad, a los Misioneros de la Congregación de la Misión(Paúles), a los misioneros laicos Vicencianos, por esta aventura misionera “a la medida del mundo”.

La Familia Vicenciana está extendida por 140 países en los cinco continentes y atienden a cercade 50 millones de personas. Los Misioneros Vicencianos pueden celebrar con alegría el Misterio de laEncarnación, siempre tan vivo en la Espirutalidad Vicenciana.

“A la medida del mundo”. San Vicente quería llegar con la caridad del Espíritu Santo a la uni-versalidad de ministerios. Todos podemos valorarlos: hospitales, dispensarios, escuelas, hogares deancianos, de niños, leproserías, etc. Admirable es la labor realizada, pero más aun es el amor, la ter-nura y la misericordia que la Vocación Vicenciana estimula. Los Misioneros y las Hijas de la Caridadnos educaron en estos valores de la caridad.

Dignos de resaltar esos admirables Misioneros/as vicencianos. En África: una Hija de la Caridad,matrona, ha ayudado a nacer a 30.000 niños, en 30 años allí. Es todo un canto a la vida. OtrasHermanas, en un país musulmán, convirtieron una iglesia –ya sin fieles cristianos- en una guarderíainfantil, donde comen, estudian, leen el Corán, con limpieza, tonos cálidos, cuadros artísticos musul-manes. Otra Hermana, con ocasión de sus Bodas de Plata en la Compañía, quería dar un regalo: unacomida a los musulmanes pobres, que los viernes piden a las puertas de las Mezquitas. Ellas no pue-den hablar de Jesús, sería considerado proselitismo. Pero sus vidas gritan el amor de Dios y de losHermanos. Es un amor sublime gratuito.

En diferentes países he sido testigo de la admirable entrega y humildad de los misioneros vicen-cianos. La Familia Vicenciana es un icono de la Caridad.

Nuestra felicitación, hermanos y hermanas por vuestra Vocación Misionera, en tantos países eneste Año Jubilar Vicenciano del 350 Aniversario de la muerte de San Vicente de Paúl y Sta. Luisa deMarillac, con el recuerdo de tantos Santos de la Familia Vicenciana que nos han precedido. Sea laCaridad-Misión, “reavivando el fuego de la Caridad”.

Con todo mi afecto y agradecimiento

Manuel PortilloDelegado de Misiones y Ecumenismo del Arzobispado de Sevilla

A nuestrosmisioneros vicencianos

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A la nanita, nana,duérmete, madre,que estás muy cansaditay ya es muy tarde…,Sólo sabes amara tus pequeños,deshacerte en ternura,velar sus sueños…Y cuando hay guerra y hambrey están muriendo,tú pones en sus bocas¡ay! tu sustento…Y hoy te canto una nanay yo te velo,que “madre” es lo más grandede tierra y cielo…Que hasta Dios tuvo envidia de este portento,y quiso tener Madrey Nacimiento…

¡Que brillen las galaxias,que calle el viento:que Dios ya tiene Madre,y está naciendo…,que llora ya en Belénpor alimento…,y María se enternecey le da el pecho…,que se duerme el Dios-Niño,se está durmiendo…!Y siguen las “pateras”y el sufrimiento…,las madres abrazadas a sus pequeños…Compartamos el pany hasta el cordero…,que es Navidad, hermanos,y el Dios del cielosólo quiere una cosa:¡Que nos amemos…!¡Pues que vivan las madresdel mundo entero...!

Nana para todas las madres

Alfonso Valverde León

Navidad‘09

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(También a nuestra “Madre del corazón”:María de Nazaret)

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|FORMACIÓN|

Actualidad de la Misión ad Gentesen España (y III)

Ofrecemos a nuestroslectores, de forma abreviada,

la tercera y última partede este extraordinario

documento misionero de laConferencia Episcopal

Española. Las partes primeray segunda se han publicado

previamente en los dosnúmeros anteriores deCAMINOS de MISIÓN.

¡Que ustedes lo lean bien!

LA DIRECCIÓN

IV. ÁMBITOS DERESPONSABILIDADMISIONERA

Una mirada a los orígenes delas primeras comunidades nosdesvela cómo se preocupaban dela extensión de la Iglesia “hastalos confines de la tierra”. Noeran momentos de ceder por serpocos o no estar suficientementepreparados. Un típico ejemplo deIglesia local es la comunidad deAntioquía que, de evangelizada,pasa a ser evangelizadora y envíasus misioneros a los gentiles. LaIglesia primitiva vive la misióncomo tarea comunitaria, aun re-conociendo en su seno a “envia-dos especiales” o “misionerosconsagrados a los gentiles”, co-mo lo son Pablo y Bernabé.

1. Responsables de la misión

Los fieles cristianos, por elhecho de su pertenencia a laIglesia, tienen una irrenunciable

vocación a la misión, como lo essu llamada divina a la santidad.Todo fiel está llamado a la santi-dad y a la misión (RedemptorisMissio, 90).

Se puede decir que cada Igle-sia diocesana existe “en estadode misión”. Los obispos deben vi-vir la solicitud por todas las Igle-sias en comunión con el RomanoPontífice. Por ello deben, no sólofomentar el espíritu misionero ensu diócesis, sino promover las vo-caciones misioneras ad gentes,ayudar a su discernimiento y ale-grarse de que en sus Iglesias sur-jan misioneros deseosos de en-tregar su vida en las fronteras dela misión ad gentes.

Los presbíteros están llama-dos a la misión porque “cual-quier ministerio sacerdotal par-ticipa de la misma amplitud uni-versal que la misión confiadapor Cristo a los Apóstoles. Su

ministerio no puede reducirse alámbito de su propia diócesis.

Los miembros de Institutos devida consagrada, por su propiaidentidad, constituyen un signoprofético de disponibilidad y deapertura al servicio de la iglesiauniversal. Por ello, están llama-dos a hacerse presentes demodo especial en la misión adgentes. Particularmente los Ins-titutos y Congregaciones especí-ficamente misioneros debenasumir su compromiso misionero“de por vida” como un don quepertenece a toda la Iglesia, y enconcreto a la Iglesia particularen la que confiesan su fe, la ce-lebran y la viven. Por eso han deratificar su inserción en el tejidovital de las Iglesias y compro-meterse en la animación misio-nera, como un ministerio nece-sario para la revitalización de lapastoral ordinaria.

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Los fieles laicos, en virtud desu bautismo deben sentir comopropios los proyectos misionerosde su propia diócesis y de laIglesia entera. Deben preguntar-se por las aportaciones específi-cas que pueden hacer a la mi-sión ad gentes. Las asociacioneslaicales, movimientos eclesialesy nuevas comunidades que ex-presan oficialmente su compro-miso con la misión de la Iglesiaestán llamados a incluir la mi-sión ad gentes entre sus objeti-vos irrenunciables.

2. Sugerencias parala acción

Algunas pautas para eldiscernimiento y la ac-tuación:

Potenciar el ConsejoNacional de Misiones,órgano consultivo de laComisión Episcopal de Mi-siones y Cooperación en-tre las Iglesias, para:

Colaborar en todo lorelacionado con la infor-

mación, la formación y la coope-ración misionera de la iglesia enEspaña.

Impulsar el estudio de la Mi-sionología.

Promover la formación dequienes son llamados a cooperarcon otras Iglesias necesitadas,como sacerdotes diocesanos, reli-giosos y religiosas o fieles laicos.

Intensificar las iniciativasque fomenten, acompañen yatiendan las vocaciones misione-ras.

Promover una fluida coordi-nación de las ayudas pastorales

y económicas entre las comuni-dades eclesiales de España y deotras Iglesias más necesitadas.

Favorecer la creación o elfortalecimiento de ámbitos dereflexión misionológica en lasdiócesis.

Institucionalizar el estudiode la Teología de la Misión enlos Centros de Formación teoló-gica para laicos, personas con-sagradas y aspirantes al sacer-docio.

Programar actividades paraincentivar la pastoral vocacionalmisionera, sobre todo “ad vi-

tam”, en laicos, sacerdo-tes, religiosos y religiosas.

Hacer presentes en lapastoral diocesana el es-píritu y la finalidad decada una de las cuatroObras Misionales Pontifi-cias.

Seguir impulsando lacooperación misionera delas diócesis con el envíode sacerdotes diocesanosa otras Iglesias particula-res más necesitadas.

|formación|

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Fortalecer la relación de laComisión Episcopal de Misiones yCooperación entre las Iglesiascon el Departamento de misio-nes de la Confederación Españo-la de Religiosos (CONFER).

Promover y difundir la iden-tidad misionera de los laicos, so-bre todo a favor de los llamadospor vocación específica a la mi-sión ad gentes.

Intensificar la animación mi-sionera que realizan las Delega-ciones diocesanas, con la cola-boración del Servicio Conjuntode Animación Misionera (SCAM)y de otras instituciones eclesia-les integradas en el Consejo Na-cional de Misiones.

Fomentar la cooperación mi-sionera en el Pueblo de Dios através de la oración confiada y su-plicante, el sacrificio aceptado yofrecido, y la cooperación econó-mica en ayuda a la acción evange-lizadora. Son además, aportacio-nes esenciales para la formacióncristiana de niños y jóvenes.

Fomentar la participación desacerdotes, consagrados y laicosen los cursos de formación y ac-tualización de los Centros deFormación Misionera.

Iglesias, responden con generosi-dad y santidad a las solicitudes ydesafíos de nuestro tiempo”.

Que la Virgen Madre, Reinade las Misiones, atraiga las ben-diciones de Dios sobre los frutospastorales que seguirán a estetrabajo.

DOCUMENTACIÓNINFORMATIVA: ANEXOS

Anexo I: El Consejo Nacional deMisiones.

Anexo II: Obra de CooperaciónSacerdotal Hispanoamericana(OCSHA).

Anexo III: Día de Hispanoaméri-ca.

Anexo IV: Obra de CooperaciónApostólica Seglar Para Hispa-noamérica (OCASHA).

Anexo V: Coordinadora de Aso-ciaciones de Laicos Misione-ros (CALM).

Anexo VI: Servicio Conjunto deAnimación Misionera (SCAM).

Anexo VII: Instituto Español deMisiones Extranjeras (IEME).

Anexo VIII: Departamento de Mi-siones de la CONFER.

Conferencia Episcopal Española

Madrid, 26 de febrero de 2009Síntesis de José Gonzalo, c.m.

|formación|

Promover nuevas iniciativaspara el conocimiento y apoyo dela labor misionera de los movi-mientos eclesiales y nuevas co-munidades.

Estudiar, valorar y ejecutarproyectos de acción misioneraen los nuevos ámbitos culturalesy sociales de la misión ad gen-tes.

CONCLUSIÓN

Hablar de las misiones y delos misioneros es hacer memoriade aquellos que entregan congenerosidad su vida al serviciode la Iglesia. Es este un don delEspíritu, que viven con intensi-dad las comunidadesdiocesanas de España.

Con esta esperanzahacemos nuestras laspalabras proféticas deJuan Pablo II: “Veoamanecer una nuevaépoca misionera, quellegará a ser un día ra-diante y rica en frutossi todos los cristianos,y en particular los mi-sioneros y las jóvenes Conferencia Episcopal Española.

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|FORMACIÓN-ANIMACIÓN|

“Pistas para la animación misioneraen los Centros Vicencianos”

(Resumen de la intervención del autor en las Jornadas de Animación Misionera)

El diccionario de la lengua españoladefine “pista” en su primer significa-

do como: Huella o rastro que dejan losanimales o personas en la tierra pordonde han pasado. Por lo tanto, estas“mis pistas” están sacadas del caminorecorrido por otros antes que yo, del ca-mino recorrido por todos como Coopera-ción Vienciana para el Desarrollo – Ac-ción Misionera Vicenciana de España(COVIDE-AMVE), y del camino que yomismo he trazado en mi experienciamisionera y como ex Director Gene-ral de COVIDE-AMVE.

Uno de esos caminos ha sido el Área de Misión yCooperación de la Confederación Española de Reli-giosos (CONFER): la experiencia vivida dentro delgrupo de reflexión de este departamento, sobretodo el Proyecto de Animación Misionera elaboradodurante el 2007 y 2008.

ANIMACIÓN MISIONERA

El primer apartado de mi expo-sición en las Jornadas intentó cla-rificar cómo debemos entenderadecuadamente la animación mi-sionera, cuál es su dinámica, quéobjetivos tiene y qué herramientastenemos para alcanzarlos. Porqueno todo vale, hay aquí luces ysombras, como el propio Proyectode Animación Misionera de la CON-FER señala.

No hablo aquí de este aparta-do, ya que pueden encontrarse ex-plicados en el artículo “La anima-ción Misionera” de esta revistaCAMINOS DE MISIÓN (nº 118, mar-zo 09, págs. 9-11), que escribióJosé Manuel Madruga, quién estambién miembro del grupo de re-flexión del Área de Misión y Coo-peración de la CONFER.

CENTROS VICENCIANOS

El segundo apartado de mi exposicióntrató de ofrecer esas pistas que me soli-citaron para los centros vicencianos. Loprimero a decir es que este concepto decentros vicencianos es un “cajón” bas-tante amplio, así lo quiero entender. Meniego a pensar que sean solamente obrasde los paúles y de las hijas de la caridad,

sino de todos los centros que tiene laFamilia Vicenciana o dónde ella estápresente.

DE MODO GENERAL

He tratado de ofrecer unas pistas que puedenorientar a toda la Familia Vicenciana. Aquí sólolas mencionaré, ya que también se pueden en-contrar en el citado artículo de José Manuel Ma-druga o en el Proyecto de Animación Misionera dela CONFER:

San Vicente y los jóvenes. Escultura de Margaret Beaudette.

Hno. Francisco Berbegal, cm

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|formación-animación|

Necesidad de Animadores/as misio-neros/as conscientes de su tarea, bienformados y haciendo de este servicio unservicio de calidad. Necesidad de coor-dinación, como uno de los signos máselocuentes de comunión y de credibili-dad, vertebrando las riquezas de cadauno y la capacidad de ayudarse mutua-mente. Presencia en la realidad socialy ciudadana, trabajo en la cooperaciónal Desarrollo y cambio sistémico.

EN PARTICULAR

Me atrevo a sugerir, según mi expe-riencia y conocimiento, alguna pista adeterminados centros vicencianos:

Hijas de la Caridad y Congregación de la Mi-sión: La coordinación “inter-congregacional” es unode los desafíos que nos planteamos en la CONFERNacional y es una apuesta decidida por vertebrareste trabajo tanto en las CONFERs zonales como enla nacional. La CONFER se define como espacio pri-vilegiado para animar e impulsar este estilo de ser ytrabajar en la Vida Religiosa.

Necesitamos mayor apertura. Y no debe ser pornecesidad, sino por virtud. Ya quisieran muchascongregaciones e instituciones tener la participa-ción que tenemos nosotros en nuestras jornadas y

actividades, pero eso no debe de hacernos autosufi-cientes. Hay que colaborar y trabajar con otros porcomunión, por testimonio y por eficacia.

Centros Educativos: La Educación para el Desa-rrollo es el conjunto de acciones destinadas a in-crementar la responsabilidad y comprensión de losciudadanos sobre los problemas de desarrollo y tra-tar de crear actitudes e iniciativas que contribuyana la construcción de un mundo más justo y equitati-vo. La Educación para el Desarrollo es una herra-mienta para cambiar los esquemas de la sociedad y,de esta manera, romper con las injusticias queinundan nuestro mundo.

Deberían volcarse en estecampo, y de una forma coordi-nada, desde el convencimientode que es una forma eficaz paraluchar contra la pobreza y cons-truir una equidad duradera, yaque se potencia la comprensiónde las causas y la creación deactitudes personales.

Residencias de ancianos:Pasar del sentimentalismo a lacompasión. Quizás esto sea unpoco de casuística, pero creoque servirá para ilustrar aque-llo del cambio de valores quesustentan las cosas.

En mi servicio como Direc-tor de COVIDE-AMVE hemos re-cibido muchos proyectos paraatención a los ancianos; ya queson ese tipo de ayudas que nointeresan a los organismos pú-Etiopía. Marta Carreño.

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|formación-animación|

blicos, y por lo tanto difícilesde subvencionar. Igualmentehay muchas residencias de an-cianos que realizan animaciónmisionera y ayudan a diversosproyectos. Nuestra intenciónfue que esas residencias deancianos colaboraran en esosproyectos de atención a losancianos pobres. Fue casi im-posible. El sentimentalismollevaba a que quisieran pro-yectos de niños.

La auténtica animación mi-sionera debería trans-formar esa motiva-ción. Lo lógico pareceser que estos ancia-nos, que tienen todauna serie de cuidados,atenciones y posibili-dades, fueran capacesde entender, de po-nerse en el lugar, decompadecerse deaquellos ancianos quesólo les queda esperaruna muerte rápida.He soñado con herma-namientos de residen-cias de ancianos deaquí y de allá. Ojaláalgún día lleguen a ser realidad.

Parroquias: Mi apreciación particular es que lasparroquias están bastante muertas en esto de laanimación misionera. Las colectas y alguna homilíaun poco misionera es suficiente.

A mi me parece que tendrían un papel funda-mental en la formación. ¿Quién ofrecerá esos espa-cios y tiempos de formación para todos los anima-dores misioneros que son necesarios para transfor-mar el mundo? ¿Dónde podrán tener esa experienciade Cristo vivo necesaria?

Asociación Internacional de Caridades, Asocia-ción de la Medalla Milagrosa, Sociedad de San Vi-cente de Paúl y Juventudes Marianas Vicencianas:

La Incidencia política se refiere al proceso planifi-cado de la ciudadanía organizada para influir en laspolíticas y programas públicos. Se busca influir enaquellos actores que toman decisiones de carácter ointerés público. La Incidencia Política supone fortale-

cer la participación ciudadanay el proceso de organización dela comunidad, porque es a tra-vés de un proceso de planifica-ción que ellas deben hacer quese logre dar orientación y di-rección a los cambios que sepretenden realizar.

Sin ella no habrá verdaderocambio sistémico. El sistemaseguirá igual por mucha aten-ción que demos a los pobres ymarginados que el sistemaproduce. Sería intentar paliar

los efectos sin transfor-mar las causas que loproducen.

Juventudes Maria-nas Vicencianas y Mi-sioneros Seglares Vi-cencianos

Considero necesariauna coordinación enpresencias misionerastemporales, cualifican-do estas presencias, se ve necesario y ur-gente el que se puedatener unos criterios quenos iluminen: acompa-ñamiento personal, pro-

ceso formativo, acogida a proyectos y procesos.Equivocar las presencias, fomentar viajes sin cri-

terios y sin horizonte, alentar salidas sin un discer-nimiento motivacional puede ser un obstáculo parala animación misionera y puede provocar perjuiciosa las personas.

Estas son mis pistas. No son la gran novedad, nila receta mágica que solucionará todo; tampoco sonlo mismo de siempre. Son eso, “pistas”, que en laúltima acepción del diccionario define como: Con-junto de indicios o señales que pueden conducir ala averiguación de algo. No puedo asegurar que mispistas sean buenas o correctas; tampoco puedo ase-gurar que, aun siéndolo, os conduzcan a la metadeseada, porque eso depende de vuestro propio ca-mino. Lo que si que puedo asegurar es que son sin-ceras y están pensadas y dichas desde mi propiaconvicción personal.

Hno. Francisco Berbegal Vázquez, c.m.

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La caridad, el amor es el alma de la Misión. La ca-ridad en el cristianismo tiene un significado espe-

cial; no es un mero eslogan ni una cuestión de senti-mientos, sino una realidad concreta quetransforma y da sentido a la vida de cadapersona. El amor al que nos referimos esal amor que Dios nos tiene, un amorofrecido desde la gratuidad del dar sinpedir nada, sin fecha de caducidad; unamor fecundo y creador. Este amor es elprincipio del cristianismo, el criterio úl-timo de nuestra relación con Dios: “Diosama… tal es la esencia de Dios, que apa-rece en la revelación de su nombre. Diosama. Ama como sólo El puede amar… suamor es un ser en el tiempo y en laeternidad. Dios es quiere decir Diosama” (K. Barth). Sólo cuando acoge-mos el amor que Dios nos tiene, cuando vivimos enrelación con Él, sólo entonces descubrimos verdade-ramente lo que estamos llamados a ser. El problemapara nosotros es reconocer en la cruz el amor queDios nos tiene, descubrir en el amor crucificado lacercanía del Dios fiel.

Dimensiones de la caridad

La caridad tiene una dimensión vertical que exi-ge tomar conciencia de que nuestro amor nace deun Amor que nos precede, del Amor de aquel Dios

“que nos ha amado primero” y sigue amándonos pri-mero. Aceptar este amor implica la expropiación delcorazón, un desplazamiento interno de nuestro yo,

hasta descubrir que el amor que Dios nostiene nos abre necesariamente a los de-más. El reconocimiento del otro en toda suamplitud, en su dignidad como imagen deDios, corresponde con el sentido horizon-tal de la caridad: la determinación firme yperseverante de amar, la fe que se haceefectiva en el amor.

Vocación al amor del cristiano

La existencia del cristiano consiste enacoger y en participar de este amorde Dios; es más, la existencia delcristiano solo se comprende como

una realización del amor. Esta vocación al amor esun proceso, una tarea abierta e inacabada que ne-cesita educar y orientar el corazón para poderamar como ama Cristo. La formación de corazónconsiste en interiorizar a Cristo hasta ser capaces dereconocerle en el otro convirtiéndonos en servidoresde la vida.

Sólo aquel que es capaz de renunciar a uno mismoes capaz de vivir la entrega; “El amor es éxtasis,pero como camino” (Encíclica “Dios es amor”, nº 6).Un camino a recorrer hasta conseguir la comunión depersonas, buscando la reciprocidad y que el otro se

|FORMACIÓN-ANIMACIÓN|

A la misiónpor amor

A la misiónpor amor

Fernando del CastilloMisionero paúl

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adhiera al propio don de amor. Amar noconsiste en darlo todo sino en permitir queCristo lo sea todo, hasta amar como amaCristo.

El amor de los misioneros

Este amor acogido como don y ofrecidocomo don es lo que los misioneros hacenvisible en la misión. El amor acogido y elamor ofrecido por los misioneros expresala cercanía, la proximidad de un Dios quesale al encuentro del hombre, que miracon compasión a una humanidad perdida yexplotada. Esta misma actitud de cercanía y proxi-midad es la que viven y experimentan los misione-ros en la Misión. La misión que el Padre confía a Je-sús se prolonga en la misión que Jesús encarga a susdiscípulos. Evangelizar es dar testimonio de lo quese proclama, testimoniar lo vivido, lo visto, lo oído,lo palpado con las propias manos.

El amor hace creíble la misión

La caridad, alma de la misión, se expresa y sehace visible en la comunidad. La comunión es ex-presión de la caridad. Solamente las palabras noevangelizan. Si el mensaje sobre el amor y la justi-cia no se hace visible en la comunidad, no será creí-

ble. La comunidad cristiana se re-vela como una comunidad deamor, que da testimonio cuandotodo lo que hace y vive, lo hace yvive desde la caridad. La Iglesiapone en práctica el amor paramostrar el amor que Dios tienepara con los pobres. “La caridadde la Iglesia es expresión del amortrinitario. Dios en Cristo nos amasin media y con la fuerza del Espí-ritu nos hace capaces de amar”(“Dios es amor”, nº 19).

Los misioneros testigos del amorque Dios nos tiene

Todos tenemos un mismo obje-tivo: trabajar por el bien del hom-bre, apostar por el verdadero hu-manismo que reconozca en elhombre la imagen de Dios. Paraser testigos necesitamos adentrar-nos en la dinámica pascual, volveral Padre, vivir de cara a El, vivirconvencidos de que lo importantees la obediencia de amor. Vivir enla lógica pascual nos permite per-cibir la victoria de la vida allí don-de aparece el fracaso; implica es-tar dispuesto a vivir un amor radi-cal que no pone condiciones nimedidas asumiendo el riesgo de laentrega: “El amor compromete te-rriblemente, siempre trastoca,siempre es peligroso poner a otroen nuestra vida. Y esto, que esverdad del amor humano, lo esmás aún cuando ese otro es Dios”.(J. Daniélou).

Los misioneros hacen creíble elanuncio de la Palabra, anunciando la Buena Nuevade la caridad de Dios, anunciando al mundo el men-saje liberador de Dios “amó tanto al mundo que ledio a su Hijo unigénito” (Evangelio de S. Juan,3,16). Los misioneros son testigos porque su corazónha sido conquistado por el amor de Cristo, que lesha despertado al amor al prójimo. El camino de lamisión es un camino de caridad, un camino haciala cruz, un camino de ascenso al Padre descendien-do al hermano. La caridad es la señal distintiva delcristiano y la identidad de la misión. Viendo la cruztenemos certeza de la eficacia del amor.

Fernando del CastilloMisionero Paúl

|formación-animación|

❛❛Los misionerosviven y expresan lacercanía del amorde Dios.❜❜

P. Ángel Santamaría y dos seminaristas. Madagascar.

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|BIOGRAFÍAS BREVES|

La estela del misionero Matteo RicciEl mes de mayo pasado, inicio

del año jubilar para conme-morar el IV Centenario de lamuerte de Matteo Ricci, que fa-lleció en Beijing (Pekín) el 11 demayo de 1610, Benedicto XVI es-cribía un mensaje al obispo deMacerata (Italia), lugar de naci-miento del misionero jesuita. Enél, definía a Ricci como un “do-tado de una fe profunda y de unextraordinario ingenio cultural ycientífico, al mismo tiempo quede una incisiva acción de radica-ción del Evangelio en la culturadel gran pueblo chino”.

Las paradojas de la historiahicieron que este misionero quedio su vida y conocimientos porel pueblo chino fuera enterradoen el cementerio de Zhalan, ac-tual sede de la Escuela Adminis-trativa del Gobierno comunista,en Beijing. A pesar de que el ce-menterio sufrió el azote de la re-volución cultural, sin embargo sutumba se ha conservado, concierto decoro, hasta nuestrosdías. Pero no sólo es la losa fune-raria la que testimonia que susrestos mortales han resistido elpaso del tiempo. Fascina aúnmás su legado y la estela que si-gue cautivando a intelectualeschinos, científicos, misioneros ycristianos por igual.

En primer lugar, Matteo Ricciresaltaba la importancia que parael misionero tenían las relacioneshumanas y sociales, que el granmaestro chino Confucio ya habíasubrayado con insistencia. Ricciintuyó que la amabilidad y la afa-bilidad en el trato y la conversa-ción, expresión de la gentiliza deespíritu cristiano y cuyas virtudescultivó con esmero, unido a suejemplo de vida, fueron sin dudaun motivo que atrajo a muchos

chinos al seguimien-to de Cristo. “Loque hizo original y,podríamos decir,profético su aposto-lado – señala el Pa-pa— fue con todaseguridad su pro-funda simpatía porel pueblo chino, porsu historia, sus cul-turas y tradicionesreligiosas”. El mi-sionero, según Ric-ci, debía estudiarde forma sistemáti-ca la lengua local yla cultura no sólopara comprenderlassino también pararespetarlas y hacer-las suyas.

Otra característica implícitaen su vida es el sentido de espe-ranza. Su sueño de entrar en lacorte imperial de Beijing se rea-lizó sólo después de 24 años desu llegada a China. Para ello,tuvo que afrontar los malos tra-gos de algunos de sus hermanosde religión que no veían con bue-nos ojos sus métodos misioneros,así como las incomprensiones ysospechas de los chinos que in-cluso le tildaron de brujo. Más deuna vez tuvo que escapar de lamisión porque peligraba su vida.Aún así, su esperanza seguía fir-me, compaginándola con el res-peto que tenía por el ritmo de lagente a la hora de aceptar elEvangelio, que él dejaba en lasmanos de Dios.

Otro rasgo que define a Riccies el diálogo, que él creyó im-prescindible para llegar al cora-zón del alma china. Adoptó laforma de vida del pueblo conquien se relacionaba, cosa no fá-

cil en aquel con-texto en el que losmisioneros eran en-viados a China porla Corona de Portu-gal y, por tanto, re-acios a todo tipode apreciación dela cultura indígenaque, era más bienvista como una ma-nifestación paganaque había que con-vertir.

“Considerandosu intensa activi-dad científica y es-piritual –prosigue elPapa— nos senti-mos impresionadospor su capacidad,innovadora y pecu-

liar, de acercarse con pleno res-peto a las tradiciones culturalesy espirituales chinas”, iniciandouna innovación en el campo de lainculturación del mensaje cristia-no en el contexto chino. Por suapertura a otras formas de pen-samiento y otros credos y por sutalante dialogante se le ha consi-derado como puente entre Chinay Occidente.

Capacidad de relacionarse,esperanza en la adversidad y diá-logo con el otro, son tres legadosy tres retos de permanente ac-tualidad que Ricci deja a la igle-sia misionera. Su estela sigueviva para propios y extraños, se-ñal ineludible del talante de unapersona carismática y profética,cuestionada en su momento,pero que la historia, sabia maes-tra de la vida, ha sabido darle ellugar que le corresponde.

Daniel CerezoMisionero Comboniano

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|CON AMOR Y CON HUMOR|

La mejor arma que tiene la humanidad para la guerra es la risa. Los dineros que se gastan en armas horrorosas es mejor emplearlospara que llegue a todos el pan, el techo, la educación y el trabajo.

Algunos decían: “La letra con sangre entra”. ¡Falso!

Nosotros preferimos: “La letra con risa entra”.

Escenas navideñas, hoy.

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|ESPERAMOS TU COLABORACIÓN|

Ante la crisis económica,Mantener las ayudas

Cuando llegan las grandes riadas las primeras casasarrasadas son las casas de los pobres. Cuando la tierrase mueve por trágicos terremotos, las casas de laspobres son las primeras que se hunden. Cuando llegala crisis económica global, ¿a quién morderá máscrudamente?: A los pobres.

Los dirigentes económicos mundiales han tenidoque reconocerlo. Hay que ser especialmente genero-sos en esta difícil situación. COVIDE-AMVE, nuestraONG, y nuestras misioneras y misioneros se esfuerzanpor mantener todos los Proyectos Sociales de Desa-rrollo en marcha. Seamos generosos.

PUEDE ENVIAR SUS DONATIVOS PARA LAS MISIONES VICENCIANAS A:

COVIDE-AMVE (Cooperación Vicenciana para el desarrolloAcción Misionera Vicenciana de España),

a la dirección que figura abajo o a la cuenta que se cita del Banco PopularC/ Alcalá, 26 - 28014 Madrid,

COVIDE-AMVE

Entidad Oficina D.C. Número de Cuenta060 68 868 308 900010075

Si lo hace a través del Banco, deberá comunicar al Secretariado de Misiones Vicencianasla intención de su donativo, y podrá recibir así la acreditación correspondiente.

Le informamos que sus datos se incorporarán a un fichero, del que es responsable COVIDE-AMVE, c/ José Abascal 30, 28003 Madrid; y serán únicamente accesi-

bles por COVIDE-AMVE y en ningún caso serán cedidos a terceros. Dichos datos serán utilizados para la comunicación resultante del servicio que proveemos y el

envío de información sobre actividades de la organización que puedan ser de su interés. No obstante, y de acuerdo con lo establecido en la LOPD, podrá ejercitar

sus derechos de oposición y cancelación de sus datos dirigiéndose por escrito a la dirección anterior o al correo electrónico: [email protected]

COVIDE - AMVE: LA ONG DE MISIONES VICENCIANAS DE ESPAÑA

COVIDE- AMVE es una organización que trabaja en nombre, y por delegación de losSuperiores Provinciales de los Misioneros Paúles y de las Hijas de la Caridad, de España.

Cooperación Vicenciana para el Desarrollo es nuestra ONG, con la finalidad de orientary gestionar los Proyectos Sociales en los países de misiones vicencianas del Tercer Mundo.

Acción Misionera Vicenciana de España dedica su trabajo a la información, formación yanimación misionera “ad gentes”.

Agencia EFE

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|PROTAGONISTAS|

Misioneros que nos han visitado

Sor Mª Jesús Blanco Quiñones

Irán (Guipúzcoa)

San Sebastián

Mauritania

Sor Mª Begoña de Couto Valle

Aranjuez (Madrid)

Madrid-San Vicente

Angola

P. José Luis Cuesta Villa

Santander

Madagascar

Madagascar

P. Manuel Garrido Ribada

Arnuid (Orense)

Salamanca

Madagascar

Sor Hermosinda Álvarez Torres

Marín (Pontevedra)

Gijón

Guinea Ecuatorial

P. Ángel Garrido Santiago

Málaga

Madrid

Madagascar

P. Miguel Jesús Gutiérrez

Andújar (Jaén)

Madagascar

Madagascar

Sor María Larios Muñoz

Ossa de Montiel (Albacete)

Madrid-Sta. Luisa

Mozambique

P. David Fernández Núñez

S. Martín de Torrres (León)

Salamanca

Mozambique

Sor Mª José Lázaro Orcajo

Oquillas (Burgos)

San Sebastián

Norte de África

Sor Amparo Nuin Goñi

Undiano (Navarra)

Pamplona

Mozambique

Sor María Gómez López

Valencia

Pamplona

Mozambique

Sor Juana Peña Martínez

Soller (Baleares)

Pamplona

Libia

Sor Alejandrina Solís González

Llanos-Aller (Asturias)

Gijón

Guinea Ecuatorial

Sor Mercedes Sancho Subiñas

Covarrubias (Burgos)

Madrid-Sta.Luisa

Mozambique

P. José Eugenio López

Gijón (Asturias)

Salamanca

Mozambique

Sor Mª Vicenta López Castro

Ameiras (Valladolid)

Gijón

Guinea Ecuatorial

P. Emilio Montalvo

Moreda (Granada)

Madrid

Venezuela

P. Justo Moro González

Salamanca

Cuba

Cuba

Sor Amparo Lezaun Andueza

Lacar-Yerri (Navarra)

Gijón

Guinea Ecuatorial

Clave: Nombre • Lugar de Nacimiento • Provincia canónica a la que pertenece • Misión actual

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|PÁGINA VOCACIONAL|

NÚM. 121|DICIEMBRE 2009|CAMINOS DE MISIÓN|31

MISIONEROS PARA UN MUNDOEN ESTADO DE MISIÓN

Convivencia Vocacional en Salamanca

Algunos jóvenes deciden

entregarse, en exclusiva y de

por vida, al servicio

de los más pobres,

marginados y excluídos.

Según el ideal de

Vicente de Paúl.

Son los aprendices de

misioneros vicencianos o

misioneros paúles.

Dios sigue llamando. ¿Se puede contar contigo? ¡Escribe o llámanos!Encontrarás información veraz, orientación vocacional objetiva

y acompañamiento sincero.

Puntos de contacto

Carlos Javier López Sánchez - Apdo. 62 - 21400 AYAMONTE (Huelva)

Tel.: 959 321 017 - Móvil: 639 943 361 - E-mail: [email protected]

Francisco José de la Rosa Vega - c/ Capitán Cristóbal Díaz, 1 - 15002 CORUÑA

Móvil: 695 600 529

Para conocernos: Web - www.paulessalamanca.es

Los misioneros paúles son una Asociación de Vida Apóstolica,fundada por Vicente de Paúl para la Evangelización de los más pobres.

(En España distribuidos para mayor eficacia en cuatro Provincias canónicas:Salamanca, Zaragoza, Barcelona y Madrid)

Misioneros paúles de la Provincia canónica de Salamanca presentes en:

Galicia, Asturias, Castilla-León, Extremadura y Andalucía

Page 32: caminos de mision nº 121

27 de septiembre 2009 ~ 27 de septiembre 2010

A Ñ O V I C E N C I A N O

LEMA: CARIDAD Y MISIÓN

Señor y Dios nuestro, Padre de los pobres. Que

abunde tu Espíritu en nuestro corazón y en nuestra

mente para que nuestro amor por los marginados de

la sociedad, sea inventivo hasta el infinito, cariñoso,

atento, misericordioso y previsor.

Haznos descubrir la audacia de san Vicente y

de santa Luisa de Marillac, la laboriosidad y la

constancia de aquel amor por los pobres siempre

renovado, que les ayude a cambiar de verdad su vida.

Que podamos ser signo de esperanza para mu-

chos. Haz que en la “escuela de los pobres”

aprendamos a ser dignos herederos del carisma que

Tú confiaste a san Vicente y a santa Luisa para bien

de la Iglesia y de toda la humanidad.

(De la oración del P. Superior General)

ElAñoVicenciano,350añosdelamuertedenuestrosFundadores,noesañoparaquedarnosenfestejosexternos,misassolemnesyartículossesudossinoparameterlasmanos

enlamasaendefensadelospobresdonquieraseencuentren.

(DelPregónPro-vocativodelAñoVicenciano)