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Cambio n° 2 - Año 1 - Primera quincena de agosto de 2014 - Publicación quincenal de izquierda popular editada por Patria Grande

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  • Publicacin quincenal de izquierda popular

    Ao 1Nmero 2

    Primera quincena de agosto 2014

    Con un acto en Atlanta, ms de 3000 compaeros de 9 organizaciones lanzamos PATRIA GRANDE. Cuando el escenario poltico asume con determinacion un rumbo conservador, hoy ms que nunca, levantemos la bandera de unidad del campo popular.

    @PatriaGrandeArg

    Patria Grande

    Patria Grande Argentina

    [email protected]

    www.patriagrande.org.ar

    Precio: $5 Precio solidario de campaa financiera: $50

    ES TIEMPODE UNIDADLos buitres y la

    dependencia Pg 3

    EMFER: En un pas que requiere reconstruir el sistema ferroviario, no nos pueden dejar afuera Pg 7

    Ezequiel Fernndez Moores: Lo de la Seleccin Argentina fue muy emocionante Pgs 14-15

  • 2Es tiempo de unidad

    En un contexto de crisis econmica, el sistema poltico gira a la derecha.Es tiempo de unidad

    A poco ms de un ao de las eleccio-nes presidenciales, el escenario poltico na-cional est visiblemente corrido hacia la derecha. En el debate pblico vuelven a ocupar las primeras planas temas que du-rante aos prcticamente haban desapa-recido: el problema de la deuda externa, en primer lugar, pero tambin la prdida de fuentes de trabajo y la represin de la protesta social.

    En este marco crecen las probabilidades de las alternativas conservadoras para suce-der a Cristina Fernndez en 2015. Son los casos de Massa, Macri, Binner o Cobos, que pelean por ser los favoritos del poder econ-mico. Pero tambin es el caso de Scioli, que se afirma en la interna del Frente Para la Vic-toria como principal opcin ganadora, y de Randazzo, quien en los ltimos meses gan algo de terreno. En ambos casos se trata de expresiones del Partido Justicialista que muy poco tienen que ver con la militancia juvenil que se sum al kirchnerismo en los ltimos aos, ni con los sectores que han decidido intentar tironear desde adentro al proyecto kirchnerista en un sentido ms progresivo hacia los sectores populares.

    Es conveniente subrayar que este esce-nario poltico se enmarca en una situacin de crisis de divisas, que comenz en 2011. Luego de probar con algunas medidas heterodoxas, no siempre bien aplicadas, como el control cambiario y la estatiza-cin parcial de YPF, desde el 2013 el go-bierno opt por la va ortodoxa, lo que se expres en la devaluacin de enero y el acuerdo con los mercados internacionales, entre otras polticas.

    La devaluacin permiti estabilizar el primer semestre con un tipo de cambio que se mantuvo en $8 y el ingreso de dla-res a travs de la cosecha. Pero en trminos sociales y econmicos, la devaluacin pro-fundiz la tendencia a la entrada en rece-sin de la actividad productiva, y la prdida del poder adquisitivo del salario.

    Una situacin que por el momento no ha derivado en conflictos politicos y socia-les de gran envergadura debido al efecto compensatorio de ciertas polticas pblicas, y al resultado de las paritarias, que aun-que cerraron a la baja en relacin con la inflacin pronosticada, se hicieron en un porcentaje superior al que pretendan ini-cialmente los empresarios y el gobierno.

    Comienza a subir de a poco el termme-tro del malestar, y en los hogares de muchos trabajadores y trabajadoras gana un espacio cada vez ms cotidiano la sentencia popular de que est siendo duro pasar el invierno.

    Buitres y deuda externaNo obstante, el escenario para el se-

    gundo semestre no es sencillo. Al no con-tar con las divisas aportadas por la cosecha, las presiones sobre el tipo de cambio pue-den volver a aparecer, y por ende no se puede descartar un final de 2014 similar al de 2013. Para evitar esto es que el go-bierno apur todas las negociaciones que permitieran destrabar el ingreso de fon-dos a travs de inversiones extranjeras, y eventualmente iniciando un nuevo ciclo de endeudamiento externo.

    En ese contexto es que cay como una bomba la decisin de la Corte Suprema de EEUU de no tomar el caso de los buitres, y por tanto dejar efectiva la sentencia de Griesa. Es importante comprender esto, ya que la propia estrategia del gobierno, de reconciliarse con los mercados internacio-nales, ubic a la Argentina en una suerte de callejn sin salida. Si el gobierno patea el tablero, revierte todos los casilleros que haba avanzado frente a los mercados in-ternacionales mediante el acuerdo con el Club de Pars, Repsol y el CIADI.

    Frente a este tema hay un consenso casi unnime en todo el arco poltico sobre que nuestro pas debe evitar el default casi a cualquier costo. Tanto es as que el gobierno cambi su discurso histrico de no vamos a pagar a los buitres por el de queremos negociar, pero mientras el kirchnerismo pone al-gunas condiciones para llevar adelante esa negociacin (reinstalacin del stay para evitar el default, entre otras), parte de la oposicin lo corre por derecha planteando que hay que acatar el fallo y punto. Al momento de cierre de esta edicin se est terminando el plazo de negociacin con los fondos buitres, que habr que seguir atentamente.

    De cualquier manera, es necesario re-saltar que tras una dcada de ser paga-dores seriales, qued en evidencia que esta estrategia no permiti una supera-cin de este problema histrico de nues-tro pas, ms bien ante dificultades en la balanza de pagos vuelve a estar plan-teado como propuesta volver a endeudar al pas con fondos externos. Por estas ra-zones es imprescindible plantear un cam-bio de poltica: construir ampliamente una voz que plantee la necesidad de sus-pender el pago del conjunto de la deuda, mientras se emprende una auditora para establecer la legalidad y legitimidad de su origen, as como la responsabilidad de empresarios y funcionarios pblicos en las maniobras ya probadas de fraude con-tra el pueblo argentino.

    Recesin y luchas popularesEl otro elemento fundamental de la si-

    tuacin econmica es la recesin, que ya se expres en despidos y sobre todo en miles de suspensiones, especialmente en la rama automotriz.

    En ese marco se destacan sobre todo los procesos de lucha en la industria autopar-tista, como fue el caso testigo de Gestamp y luego de Lear. Tambin el de los traba-jadores de TATSA-EMFER, vinculado a la industria ferroviaria. Una de las cuestio-nes que volvi a aparecer a partir de estos conflictos es la cuestin de la burocracia sindical y el nuevo activismo. Sobre todo en el caso de las autopartistas en donde el SMATA continu con sus intervenciones macartistas para debilitar los conflictos en-cabezados por activistas no alineados con la direccin del sindicato, tanto en el caso de militantes de izquierda como de activis-tas independientes.

    Adems, estos conflictos han vuelto a poner sobre la mesa el cambio en la po-ltica del gobierno en materia de protesta social. Fundamentalmente con el uso de las fuerzas represivas, ya sea con enormes dispositivos disuasivos, o con represiones concretas, sobre todo en los cortes de Ge-neral Paz y Panamericana.

    Por otro lado, en una gran cantidad de provincias del pas se acumulan las luchas de empleados estatales, como en Jujuy y docentes, como en Ro Negro y Buenos Aires, ante los ajustes producidos por la grave situacin fiscal de muchos de los estados provinciales. Tambin las organi-zaciones sociales estn en una situacin de movilizacin, como en la provincia de Buenos Aires. Y finalmente los trabajadores de la economa popular nucleados en la CTEP tambin estn llevando adelante un plan de lucha.

    Este conjunto de elementos confi-guran una situacin de ofensiva contra la clase trabajadora, que llev a que las centrales sindicales opositoras estn dis-cutiendo la posibilidad de un nuevo paro nacional y hasta las centrales oficialis-tas debieran pedir entrevistas con el go-bierno nacional para hacerles llegar los reclamos de sus bases.

    El lanzamiento de PATRIA GRANDEEste es el contexto concreto en el que

    lanzamos nuestra nueva organizacin, como una alternativa ante el corrimiento a la derecha de las opciones polticas predominantes y planteando que hay otra salida para enfrentar la crisis econmica. Formando parte de las luchas de nuestro pueblo, de las ms grandes as como tam-bin de las ms pequeas, para ayudar a su triunfo apostando a la creacin de poder popular.

    Hoy ms que nunca es imprescindi-ble levantar la bandera de la unidad del campo popular: sea en instancias reivin-dicativas o sectoriales, trabajando por la unidad del conjunto de las organizacio-nes de una emergente izquierda popular, como tambin buscando aportar al hori-zonte estratgico de la construccin de un reagrupamiento del conjunto de las fuerzas del campo popular.

    Tras el xito del acto de lanzamiento en la Ciudad de Buenos Aires, los prxi-mos meses nos deparan grandes tareas en las que nos proponemos dialogar con miles de personas: la realizacin de distintas acti-vidades de lanzamiento a lo largo y ancho del pas, una campaa financiera para ga-rantizar nuestra independencia poltica, y una campaa de afiliaciones en todo el pas para alcanzar la legalidad electoral y as aportar a la construccin de un nuevo proyecto poltico con el horizonte en el socialismo para el siglo XXI.

    EDITORIAL

    En un contexto de crisis econmica, el sistema poltico gira a la derecha

    La interna electoral del FpV puede sera decisiva en el escenario electoral del 2015

  • 3Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    Los buitresy la dependenciaEl 2013 supuso un punto de inflexin en la estrategia econmica del kirchne-rismo. Ante la crisis de divisas que atraviesa el pas, la prdica oficial del desendeuda-miento como camino hacia la soberana nacional fue dejada de lado, y se inici un camino destinado a lograr nuevo acceso a financiamiento internacional.

    Esta estrategia incluy: el pago al CIADI (organismo del Banco Mundial que regula litigios entre estados y empre-sas extranjeras) por juicios derivados de la crisis del 2001 en U$S 500 millones; el pago a Repsol de U$S 5 mil millones en concepto de pago por la expropiacin de YPF; la modificacin de las estadsticas oficiales del INDEC por exigencia expresa del FMI y el acuerdo con el Club de Pars por deuda que entr en default en 2001 y por el cual se acord el pago de U$S 10 mil millones en cinco aos. Todos estos conflictos se remontan de hace aos y fue-ron resueltos todos juntos en tan slo unos meses. Este camino implica nuevos pagos futuros que sumados superan la mitad de nuestras reservas internacionales actuales (que son de U$S 29 mil millones) pero su lgica radica en que al normalizar los conflictos favorecera el acceso argentino a los mercados de capitales internacionales.

    Queremos pagar y no nos dejan En lnea con esta estrategia, ante el

    fallo adverso de Griesa el gobierno sigue eligiendo la misma estrategia (pagar), el mismo estadio (los mercados internacio-nales) y los mismos jugadores (los gran-des buitres nacionales y extranjeros). La disyuntiva del kirchnerismo hoy no es pagar o no pagar los U$S 15 mil millones a los acreedores que no entraron al canje, sino ms bien cundo hacerlo y en qu condiciones. De llegar a un arreglo para este pago antes de 2015 el gobierno corre el riesgo de disparar la clusula RUFO con todo lo que eso implica (ver recuadro). Por ese motivo, hasta el momento las negocia-ciones se centraron en el restablecimiento del stay (medida cautelar que permite pos-tergar el pago de la sentencia) hasta el ao viene, es decir, la postergacin del pago a los buitres. En ese caso, el cuerpo tcnico

    podra respirar tranquilo y seguir jugando con la estrategia pagar-pagar; Argentina seguira pagndole al resto de los acree-dores sin inconvenientes y, posteriormente, se podra iniciar un acuerdo con los hold-outs (aquellos bonistas que no entraron a los canjes) sin la amenaza de la RUFO de por medio. Sin embargo, el pedido de renovacin del stay fue denegado, por lo que no se puede descartar la posibilidad de un default que postergue el acceso a financiamiento externo del pas al menos hasta 2015.

    Ante el escenario de default el go-bierno nacional cuenta con un reaseguro, el acuerdo firmado recientemente con China que en caso de necesidad le permi-tir al pas disponer de prstamos por un monto equivalente a U$S 11 mil millones. A diferencia del financiamiento buscado esta deuda es de corto plazo, pero permi-tira sortear posibles corridas cambiarias. Nuevamente la salida vuelve a ser el en-deudamiento, en este caso innovando con el imperialismo del siglo XXI.

    Suspender el pago e iniciar una investigacin sobre la deuda

    La deuda externa argentina no ha sido investigada, a pesar de que su carcter ile-gitimo cuenta con el respaldo de un fallo judicial y la evidencia de que una porcin significativa fue contrada por gobiernos de facto y por grupos privados que luego cargaron sus cuentas sobre el Estado. En

    este sentido, una auditora de la deuda es no slo deseable sino necesaria. Mientras tanto, debemos suspender el pago del con-junto de la deuda.

    Luego de una dcada de gobiernos kirch-neristas, el carcter dependiente de la econo-ma argentina no ha sido modificado, siendo la escasez de dlares una manifestacin de ello. Afloran las consecuencias de una estruc-tura productiva sumamente dependiente de las importaciones (el dficit industrial super en 2013 los 20 mil millones de dlares), un elevado grado de extranjerizacin de la eco-noma que deriva en que las empresas que operan ac enven sus ganancias al exterior (2/3 de las 500 corporaciones ms grandes del pas son extranjeras), la concentracin de las exportaciones en pocas empresas lo que les otorga un manejo discrecional de las divisas (20 empresas, en su mayora multi-nacionales, manejan el 50% de las exporta-ciones argentinas) y una sistemtica prdida de reservas en concepto de pagos de deuda externa no auditada (durante la ltima d-cada se fueron ms de 50 mil millones de dlares por este concepto).

    Para transitar con calma el camino a 2015, la gestin kirchnerista eligi el camino de un mayor acercamiento a los mercados internacionales para garanti-zar el ingreso de dlares en concepto de inversiones extranjeras y nuevo endeu-damiento. Aqu se incluyen tambin por ejemplo las nuevas inversiones chinas es-

    tipuladas en U$S 4.700 millones.

    Combatir la dependencia con ms dependencia

    La receta que hoy propone el kirch-nerismo es combatir la dependencia con ms dependencia. La oposicin de derecha aplaude bajito, para que no se note tanto que esta vez s hay acuerdo.

    Mientras tanto, los grandes proble-mas estructurales de la Argentina si-guen sin ser resueltos y, lo que es peor an, sin nadie que pretenda solucionar-los. En el marco de un acercamiento al mercado financiero internacional, una auditora de la deuda externa re-sulta inviable ya que es contrar ia a los intereses que se pretenden seducir. Asimismo, romper los lazos de la de-pendencia implica afectar los intereses de sus principales grupos capitalistas beneficiarios, algo irreconciliable con la voluntad de crear un clima de ne-gocios que permita atraer capitales.

    Enfrentar a los intereses que hoy se be-nefician con las desigualdades de nuestro pas nos exige avanzar en la conformacin de un bloque social y poltico en el que puedan confluir los distintos sectores del campo popular. Solo contraponiendo el poder de los grandes grupos econmicos con el poder popular podremos romper los lazos de la dependencia que atan a nuestro pas y prefigurar un proyecto socialista para el siglo XXI.

    Cuando Argentina declar el default en 2001 dej de pagar la deuda externa con acreedores pr ivados, lo que representaba el 50% del total. Los pagos se restablecieron a partir de los canjes de 2005 y 2010, cuando se reestructura-ron los montos y los plazos a pagar. Un 92% de los bonis-tas entr al canje. Del restante

    8%, un 1% son los Fondos Bui-tres a los que el juez Griesa orden pagarles U$S 1.600 millones. El otro 7%, que tam-poco entr al canje, ahora se encuentra en condiciones de reclamar la totalidad de su deuda ya que se encuentran en la misma situacin legal que los fondos buitres por lo que el fallo de Griesa los fa-

    vorece. Al incluir estos montos la nueva deuda asciende a U$S 15.000 millones.

    Por lo tanto, para normali-zar su situacin con los merca-dos financieros internacionales Argentina debe aadir nuevos pagos por U$S15.000 millo-nes. Sin embargo, an no puede negociar cmo encarar estos pagos ya que el pas se expone

    a juicios por parte del 92% de los acreedores que entraron al canje. El punto conflictivo es que los montos que Griesa or-den pagar representan el 100% (si no ms) del monto adeudado a los fondos buitres, lo que los diferenciara del 92% de los acreedores privados restantes a los que se les pag con quita. Estos ltimos, amparados por la

    clusula RUFO que establece que ningn acreedor puede reci-bir una mejor oferta que otro y cuya vigencia se extiende hasta diciembre de este ao, podran reclamar que se les pague tam-bin el 100% de lo adeudado, lo que dinamitara el proceso del canje de la deuda y dara lugar a juicios que se estipulan en U$S 120 mil millones.

    ESCENARIO POLTICO

    Por Pablo Wahren

    DEUDAS QUESE ACUMULAN

    Deuda con los buitresU$S 1.600 millonesDeuda total con los holdoutsU$S 15.000 millonesDemandas potenciales de losacreedores que entraron al canjeU$S 120.000 millonesMontos a pagar por los arregloscon el CIADI, Repsol y Club dePars U$S 15.000 millones

    EN MAGNITUD

    Reservas InternacionalesU$S 29.000 millonesExportaciones en 2013U$S 81.000 millonesSaldo comercial en 2013U$S 8.000 millones

    Fuente INDEC, Mecon y BCRA

    DEUDAS QUESE ACUMULAN

    Deuda con los buitresU$S 1.600 millonesDeuda total con los holdoutsU$S 15.000 millonesDemandas potenciales de losacreedores que entraron al canjeU$S 120.000 millonesMontos a pagar por los arregloscon el CIADI, Repsol y Club dePars U$S 15.000 millones

    EN MAGNITUD

    Reservas InternacionalesU$S 29.000 millonesExportaciones en 2013U$S 81.000 millonesSaldo comercial en 2013U$S 8.000 millones

    Fuente INDEC, Mecon y BCRA

    Deuda externa y fondos buitres

  • 4La visita a nuestro pas de los presi-dentes chino y ruso en menos de una semana y la reunin de los BRICS a la que Argentina fue invitada puso sobre la mesa el debate sobre los diferentes proyec-tos de integracin econmica. Intervenir en este debate requiere dilucidar algunas tendencias de largo plazo de la economa mundial, el rol que juega Amrica Latina en ese marco y por sobre todo cules son los proyectos en pugna entre las clases do-minantes y la apuesta -necesaria- de los sectores populares.

    No es la primera vez que en Argen-tina se discute el modo en que la economa local se inserta en el mercado mundial. Du-rante la decadencia de la metrpoli espa-ola pugnaban entre las clases dominantes quienes sacaban provecho del monopolio peninsular y pretendan mantener ese vn-culo colonial, contra los sectores criollos (terratenientes y comerciantes) librecam-bistas que apostaban por una relacin con Inglaterra que precisaba de las materias pri-mas para la alimentacin de la clase obrera inglesa en plena expansin industrial. El modelo agroexportador plenamente instau-rado a partir de 1880 entendi al mercado mundial como el lugar donde colocar las mercancas y apropiarse del excedente pro-ducido por los trabajadores. Los salarios de estos representaban ms un costo que un factor de demanda, lo que explica el desin-ters de la oligarqua por la pauperizacin de los sectores populares.

    Pero la Primera Guerra Mundial des-truy el esquema de divisin internacional del trabajo que tena a Inglaterra como cen-tro del sistema y puso en crisis la estrategia de la oligarqua del desarrollo hacia afuera ba-sada en la demanda externa como el motor del desarrollo capitalista local.

    Esto abri una polmica en el seno de las clases dominantes entre quienes seguan apostando a la restauracin del orden in-ternacional de la preguerra expresado en el pacto Roca-Runciman (acuerdo co-mercial con Inglaterra que pretenda sellar la dependencia con esta potencia) contra los sectores industrialistas beneficiados por la falta de un orden financiero y los fuertes proteccionismos. Este sector, en-cabezado por Federico Pinedo, promova una integracin a diferencia de sus anta-gonistas- con Estados Unidos, que a pesar de su baja tasa de importaciones, era in-dispensable para el abastecimiento de bie-nes de capital (maquinaria, herramientas, etc.) y algunas materias primas. Desde la segunda postguerra la industrializacin se transform para las clases dominantes en una estrategia de desarrollo hacia adentro. La imposibilidad de vender las mercancas en el mercado mundial disloc la acumu-lacin del capital hacia el mercado interno: el poder de compra de los trabajadores fue clave para la colocacin de la produccin agropecuaria e industrial y por lo tanto para la apropiacin del plusvalor.

    A medida que los sectores populares fueron ganando mejores salarios y ms derechos caa tambin la tasa de ganancia. Lo que en un principio impuls la acu-

    mulacin del capital termin por intensi-ficar la lucha de clases. El agotamiento del keynesianismo (teora de regulacin capi-talista basada en la gestin estatal sobre la economa) a nivel mundial y del desarro-llismo su expresin local- como estrategia de acumulacin capitalista se expres en la crisis econmica mundial de mediados de los 70 y motiv fuertes transformaciones econmicas: la apertura indiscriminada y el desguace de los Estados benefactores.

    En Argentina el neoliberalismo se erigi como una nueva forma de insercin en el mercado mundial donde la estrategia de de-sarrollo capitalista se bas en una liberaliza-cin de la economa, una reestructuracin productiva a favor de sectores concentrados y extranjerizados, y una revitalizacin de la matriz agroexportadora. Las consecuencias son bien conocidas: se reinstal una lgica de desarrollo hacia afuera donde las escasas aunque crecientes- exportaciones llevaron a la multiplicacin de la deuda externa, pri-vatizaciones y a una fuerte dependencia del sector financiero. A la par se multiplicaron la pobreza y la desocupacin.

    La crisis del neoliberalismo en el na-ciente siglo XXI a nivel mundial, que a nivel local se expres en el fin de la convertibi-lidad, reabri la polmica al interior de las clases dominantes. La apertura econmica e incorporacin de China a la Organizacin Mundial del Comercio en 2001, su rpido crecimiento econmico y la expansin de sus importaciones, junto con la visita de su Presidente Hu Jintao en 2004, donde pro-meti inversiones por 20 mil millones de dlares en diez aos, permiten ensayar una explicacin del rechazo de Argentina a la integracin a travs del ALCA en la cumbre de Mar del Plata. Desde ese momento al presente, China se convirti en el segundo destino de las exportaciones (relegando al tercer puesto a Estado Unidos), es una de las principales fuentes de divisas e invirti miles de millones de dlares en transporte, minera, energa y el agro.

    Exactamente una dcada ms tarde, el presidente chino Xi Jinping vuelve a la re-

    gin y presenta como alternativa de inte-gracin al mercado mundial a los BRICS (que representan el 32% de las exportacio-nes argentinas).

    La estrategia neodesarrollista del oficialismo -y de algunas fracciones de la clase do-minante que hoy estn en la oposicin- est basada en un crecimiento hacia afuera, exportando fundamentalmente materias primas procesadas (aceite, harina, pellets, energa y otros derivados). A diferencia del desarrollismo de mediados del siglo XX, el salario para estos sectores productivos es un costo y no un factor de demanda por lo que la expansin interna es subsidiaria del ingreso de divisas, de la recaudacin por derechos aduaneros y de la presin popu-lar por la distribucin de esos recursos. En este sentido la rebelin popular del 2001 jug un rol central para explicar las polti-cas distributivas de la ltima dcada.

    Pero hay otro sector de la clase domi-nante que an apuesta por mantener el vnculo con Estados Unidos e integrar a la economa argentina a travs de la Alianza para el Pacfico (el bloque representa el 15% de las exportaciones argentinas). Este es el proyecto del PRO de Mauricio Macri asesorado entre otros- por Federico Pi-nedo (nieto).

    Estas dos estrategias ms all de los matices- comparten una insercin de-pendiente a la que debemos contrapro-poner otro proyecto de desarrollo: no el de la autarqua (vivir con lo nuestro) sino el de la integracin latinoamericana cuya senda marc el ALBA (Alianza Bo-livariana para los Pueblos de Nuestra Amrica), una de las maximas apuestas de integracin, catapultada en el 2006 por acuerdos de cooperacin entre Cuba y Venezuela. El ALBA se fundamenta en la creacin de mecanismos que aprove-chen las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para com-pensar las asimetras entre esos pases. Esto se realiza mediante la cooperacin de fondos compensatorios, destinados a la correccin de discapacidades intrnse-cas de los pases miembros y la aplica-cin del TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos). Esta estrategia debe estar basada en una coordinacin productiva regional que busque la autonoma, en la produccin para la satisfaccin de las ne-cesidades de la poblacin con respeto a la naturaleza y en la cooperacin de los pueblos como valor fundamental. Impul-sar esta clase de integracin es el desafo de los sectores populares.

    BRICS, Alianza del Pacfico y ALBAECONOMA POLTICA

    Integracin econmica: cmo, con quines y para qu?

    Por Igal Kejsefman

    Encuentro bilateral con el presidente de China el pasado mes de julio

    Vladimir Putin y Xi Jinping, dos de los mximos lderes de los BRICS

  • 5Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    BRICS, Alianza del Pacfico y ALBA

    0

    25%

    Complejo del oro 3,2%Complejo del cobre 2,2%

    Complejo de origen bovino 4,9%Complejo cerealero 15,1%

    Complejo automotriz 14,5%Complejo petrolero - petroqumico 9,5%

    Complejo oleaginoso 23,2% (Granos 24%, Aceite 31%, Harinas 45%)

    COMPOSICIN DE LASEXPORTACIONES 2012

    Por complejo exportador

    BRICSBrics es la sigla que se utiliza para referirse al bloque econmico compuesto por Brasil, Rusia,

    India, China y Sudfrica, que realiz una reunin en Brasilia a mediados de julio. Conformado en

    2001, este bloque representa en conjunto- ms del 40% de la poblacin mundial y ms del

    20% del PBI mundial. Por su parte China posee el segundo PBI a nivel mundial, pronto a

    convertirse en el primero. En pocos aos China se convirti en el tercer pas con ms inversio-

    nes en el extranjero concentradas en transporte, energa, petrleo, minera y agroindustria.

    Total: 80mil millones

    EXPORTACIONESARGENTINAS

    15%: Alianza del Pacfico + EEUU

    32%: BRICS

    1er importador mundial2do exportador mundial2do comprador deproductos argentinos

    1er exportador mundial2do importador mundial1er comprador deproductos argentinos

    EXPORTACIONESA CHINA 2012

    54%: Semillas yfrutos oleaginosos2.729.449.000 U$S72% del rubrocorrespondiente

    15%: Resto735.723.000 U$S

    19%: Grasas y aceites955.343.000 U$S16% del rubrocorrespondiente

    12%: Petrleo crudo600.781.000 U$S23% del rubrocorrespondiente

    INVERSIN EXTRANJERADIRECTA EN ARGENTINA

    Mineria U$D 1232 millones

    Ind. Qumica, Caucho y Plstico U$D 169 mill

    Ind. Automotriz U$D 134 millMaquinarias y EquiposU$D 64 millAlimentos, Bebidas yTabaco U$D 59 mil

    Resto U$D 258 mill

    Ao 2013: US$ 2.479 millones

    Comercio U$D 47 mill

    Petrleo U$D 516 mill

    EN QUE INVERITE CHINAEN AMERICA LATINA

    Nicaragua: Canal deNicaragua: aprox 50milmillones de U$D.

    Brasil: Mayordestinatario deIED de AmricaLatina. Energa,telecomunica-ciones, mineray agro.

    Per: Empresas chinascontrolan el 33% delsector minero.

    Venezuela: Sector petrolero: ms de 40milmillones de U$D. Principal destinatario dela IED china.

    Argentina: inversionesen: Transporte, minera,energa y agro. Anunciospor ms de 23 milmillones de U$D.

    INVERSIN EXTRANJERA DIRECTADE CHINA EN ARGENTINA Y BRASIL

    Argentina:1990-2009: 143Millones de U$D.2010: 5500Millones de U$D.

    Brasil:1990-2009: 255Millones de U$D.2010: 9563Millones de U$D.

    Info

    graf

    a: A

    riel B

    erte

    lotti

  • 6Desde la Secretara de Gnero e Igualdad de oportunidades de la CTA Rosario y Provincia de Santa Fe decidimos impulsar la in-corporacin de la licencia laboral por violencia de gnero en los regmenes de licencia, para todas aquellas tra-bajadoras y trabajadores estatales que hayan sufrido algn tipo de violencia en razn de su gnero.

    Esta poltica, prevista en la Ley Nacional 26.485 de proteccin integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los m-bitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, apunta a reconocer y visibilizar que la violencia de gnero no es ni una enfermedad ni un problema de ndole per-sonal. En la actualidad, este tipo de problemtica se resuelve con licencias psiquitricas, que no hacen ms que reforzar la estig-matizacin de las mujeres y el en-cubrimiento de lo que en realidad es un problema social, estructural, de desigualdad y de poder, ante el cual el Estado no est a la altura

    de las circunstancias y donde se evidencian profundos vacos lega-les para dar respuestas.

    La iniciativa busca contem-plar situaciones de violencia de gnero que se dan tanto en el mbito de las relaciones inter-personales como en el laboral, donde tambin existen acosos y discriminaciones por la eleccin sexual y la identidad de gnero. Por ello, aunque reconocemos que son las mujeres quienes ma-yormente se ven afectadas por la violencia de gnero, la licen-cia abarca a trabajadoras y tra-bajadores en su conjunto.

    Si bien buscamos que esta nueva licencia se haga efectiva mediante un decreto provincial que beneficie inmediatamente a todas las trabajadoras y trabajado-res estatales de la provincia, es ape-nas un puntapi inicial. Tomando en cuenta el sentido amplio que prevee la mencionada ley nacio-nal 26.485, pretendemos avanzar hacia un proyecto de ley nacional.

    En este sentido, contamos con la aprobacin de la misma licencia mediante paritarias en la provin-cia de Chubut como precedente, que benefici a docentes y profe-soras y entr en vigencia en abril de este ao. Tenemos confianza en que los diversos actores polticos implicados (especialmente el go-bierno de la provincia) tomen esta iniciativa y vuelquen sus esfuerzos para que se apruebe. Aunque sa-bemos que esto se conseguir con el movimiento de mujeres en pie de lucha, como histricamente ha estado en la regin, y eso es lo que estamos haciendo desde la CTA junto a otros gremios como ATE, AMSAFE y COAD.

    Sabemos que nos falta mucho por crecer en derechos e igual-dad, y esta iniciativa es un pri-mer paso importante para seguir avanzando en la conquista de nuestros derechos laborales y democratizar nuestras organiza-ciones sindicales con una pers-pectiva de gnero.

    Los das 16, 17 y 18 de Agosto se realizar en la ciudad de Crdoba el 1er Encuentro Nacio-nal por la Tierra y la Vivienda con el objetivo central de conformar un espacio poltico nacional que unifique las luchas y elabore una perspectiva comn para los diver-sos trabajos territoriales se vienen desarrollando desde diferentes organizaciones de la izquierda popular.

    Vivimos en tiempos donde el imperialismo vuelve a mirar con fuerza sobre Amrica Latina en clave de polticas ofensivas. Tiem-pos donde las grandes ganancias de las actividades extractivas depen-dientes se reinvierten en negocios inmobiliarios basados en la especu-lacin sobre las grandes ciudades.

    En el campo, empresas transna-cionales como Monsanto, miden la produccin alimentaria en trminos de rentabilidad sin ser el cuidado de la tierra o la salud de los pueblos sus prioridades. En las zonas cordilleranas, empresas como la Barrick Gold, vuela montaas y contaminan el agua con qumicos altamente txicos, algo muy similar a lo que hace Chevron en el sur de nuestro pas bajo la controver-tida tcnica de la fractura hidrulica. Todas estas empresas se encuentran asociadas con las viejas oligarquas, con las gobernaciones y bajo el am-paro del gobierno nacional.

    En los grandes conglomerados urbanos, miles de personas viven en villas o asentamientos, sin desages, sin agua corriente, sin gas de red y sin tendidos elctricos en buenas condiciones. Ante esta situacin no slo nos enfrentamos a nulas res-puestas, sino que por el contrario se siguen aprobando marcos legales (en legislaturas, concejos deliberan-tes, etc.) para que el negocio inmo-biliario, especulativo y para pocos, siga extendindose.

    Para los/as militantes de PA-TRIA GRANDE todo habitante de nuestro vasto suelo tiene de-recho a vivir dignamente. Porque

    queremos ejercer nuestro derecho a una vivienda digna, al acceso a los servicios bsicos, a preservar nuestros bienes comunes, entende-mos que hay que frenar los nego-cios privados que benefician slo a una minora. Por todo esto durante mas de diez aos hemos defendido el derecho a la tierra y la vivienda de manera activa, como lo demues-tra por ejemplo nuestra experiencia en Lujan y Mar del Plata donde hemos aportado a la organizacin de los barrios en pos de construir viviendas y recuperar terrenos para los vecinos y las vecinas.

    No obstante, tambin compren-demos que las luchas por recuperar la tierra o por vivienda digna no pueden verse aisladas. La lucha que ha desarrollado este ao la Corriente Villera Independiente y su Carpa Vi-llera en la Ciudad de Buenos Aires, o la lucha de la Asamblea de Mal-vinas en Crdoba contra el avance de Monsanto sobre nuestro pas, no pueden ser luchas aisladas ya que responden a un mismo enemigo que pretende hoy saquear nuestros recur-sos. Porque nuestras luchas son las mismas, el objetivo central es poder compartirlas para encarar una agenda comn. Queremos unificar las luchas para aprender de ellas y para trazar un itinerario comn, emancipado, a travs de la formacin, la comunica-cin y la organizacin popular.

    Por todo esto desde PATRIA GRANDE, junto a otras organi-zaciones de la izquierda popular como el Movimiento Popular La Dignidad, convocamos e invita-mos al Encuentro Nacional por la Tierra y la Vivienda. Es impres-cindible poder dar pasos firmes en la unidad de nuestras luchas y la construccin de un proyecto emancipador que contemple el sufrimiento de nuestro pueblo, un proyecto de pas que nos encuen-tre organizados en los barrios y en los campos en pos de recupe-rar cada uno de los derechos que se nos han arrebatado.

    Un derecho a conquistar para todas las trabajadoras y trabajadores

    Licencia laboral por violencia de gnero

    Se viene en Crdoba

    EncuentroNacionalpor la Tierray la Vivienda

    La UBA a favor del derecho de decidir

    Por Agustn Burgos

    Por Paloma Bokser Consejera Superior por el Claustro Estudiantil

    Por Mara Jos GerezSecretaria de Gnero e Igualdad de Oportunidades de CTA-Rosario

    El 16 de julio, el Consejo Su-perior de la Universidad de Buenos Aires aprob -con 21 votos a favor y tan slo 4 abs-tenciones- el proyecto que pre-sentamos desde La Mella, como mayora estudiantil,a favor de la despenalizacin y legalizacin del aborto.

    La resolucin respald el tra-tamiento del proyecto de ley de interrupcin voluntaria del em-barazo presentado por la Cam-paa Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en el Congreso de la Nacin.

    Adems se declararon de in-ters institucional aquellas activi-dades que se realicen en el marco de la Campaa, lo cual constituye un fuerte apoyo para este espa-cio del cual formamos parte, as como para todo el movimiento de mujeres que viene luchando hace aos por el derecho a decidir.

    Este pronunciamiento es de gran importancia por dos moti-vos centrales. Primero y principal, la criminalizacin del aborto es una de las problemticas que ms afectan a las mujeres en nuestro pas, siendo la principal causa de muerte en mujeres gestantes. Si bien, al ser una prctica ilegal es

    difcil establecer estadsticas pre-cisas, se calcula que se realizan aproximadamente 500 mil abor-tos por ao.

    Continuar o interrumpir un embarazo es una decisin per-sonalsima, que cada mujer tiene derecho a tomar libremente. En este sentido, consideramos que es obligacin del Congreso, en el marco de un Estado laico, demo-crtico y respetuoso de los de-rechos humanos, garantizar que ese derecho pueda ejercerse de la manera ms segura, asumiendo adems la decisin poltica de evitar las muertes y las terribles consecuencias que trae como re-sultado la clandestinidad de esta prctica. Los abortos clandesti-nos representan un problema de salud pblica y tambin de des-igualdad social: las consecuencias las sufren principalmente las mu-jeres de los sectores ms vulne-rados de la sociedad, ya que son ellas quienes no cuentan con los medios para acceder a una clnica privada y a condiciones mnimas de higiene para realizarlos.

    En segundo lugar, conside-ramos que es fundamental que temas como estos sean tratados en las universidades pblicas, que

    no deben ser una isla, sino que deben discutir los principales pro-blemas de nuestro pueblo. Incluso hay que poder pensar otras ini-ciativas para poner en discusin el rol de la Universidad, como la creacin de centros de salud in-tegral que sirvan para acompaar a mujeres estudiantes, docentes y no docentes, ya que no estn exentas de la violencia de gnero, ni de la problemtica del aborto.

    Este no es el primer pronun-ciamiento de este tipo. A instancias de nuestros consejeros superiores, se hizo un planteo similar en 2010, que tambin fue aprobado. La-mentablemente, en este tiempo el proyecto de ley perdi nuevamente estado parlamentario, por lo que debi ser presentado este ao por quinta vez. La intervencin de la jerarqua de la Iglesia Catlica y la negativa del oficialismo a tratar este tema siguen privando a millones de mujeres del derecho a decidir sobre sus cuerpos y condenando a miles a morir por abortos mal practica-dos en la ilegalidad.

    Vamos por una Universidad que discuta este y otros temas que afecten a nuestro pueblo y que est al servicio de estos y no de las ne-cesidades del mercado.

    EDUCACIN

    FEMINISMO POPULAR DESDE LOS BARRIOS

  • 7Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    Desde la dura represin que sufrieron el 7 de julio sobre la Gral. Paz, el conflicto de los trabajadores de EMFER y TATSA se instal en la agenda pblica poniendo de relieve distintas problemticas actuales en el movimiento obrero argentino. Por un lado, con la misma lgica de otras peleas que hoy se estn dando en torno a la defensa de los puestos de laburo en una coyuntura econmica adversa. Por otro, con un planteo propositivo en torno a qu hacer frente a la situacin de empresario rico, empresa pobre, promo-viendo la estatizacin de la empresa.

    Luego de la tragedia de Once, el grupo Cirigliano perdi la concesin de la ex TBA, y desde ese momento, se ha dedicado al vacia-miento indiscriminado de EMFER y TATSA. Ah es donde aparece el rol del Estado que hoy podra actuar como salvaguarda de las fuentes de trabajo pero esencialmente dara una seal alen-tadora en torno a una reconstruccin del sistema ferroviario con races nacionales.

    En este segundo nmero de Cambio en-trevistamos a Ezequiel Peralta, miembro del cuerpo de delegados de EMFER, que repas la estrategia de organizacin de los laburan-tes, la prctica de la unidad y la combinacin entre lo poltico y lo reivindicativo en su ac-cionar gremial.

    CAMBIO: Cules son los orgenes del conflicto?

    Ezequiel Peralta: Ac ya hace prc-ticamente 2 aos y medio, es decir previo a la tragedia de Once, quedaba demos-trado que este grupo se manejaba a tra-vs del desvo de fondos pblicos de los subsidios. Cuando le quitan la concesin de la ex TBA, nosotros entramos en una crisis que se fue agudizando cada vez ms, se empez a hacer frecuente el atraso en el pago de las quincenas, empezamos a di-visar movimientos extraos dentro de la planta. Despus de la tragediade Once, nosotros hemos denunciado al grupo por haber quemado y ocultado documentacin que estaba relacionada con ese hecho. La contraofensiva del grupo en ese momento fue meter causas judiciales a toda medida que los trabajadores organizramos. Todo el cuerpo de delegados de EMFER y TATSA tiene entre 3 y 7 causas penales.

    La realidad es que nosotros hoy en da nos encontramos en una situacin bastante lmite, porque la empresa se ha estado va-ciando durante toda esta poca, se empeza-

    ron a llevar material rodante ferroviario que pertenece al Estado. Nosotros entendemos que nuestro primer empleador es la empresa, pero a la vez entendemos que este grupo se manejaba a travs de trabajos y subsidios que ordenaba el Estado. Creemos que no se puede seguir trabajando con este grupo, as que pensamos que el Estado es el que ten-dra que hacerse responsable.

    C: Cmo es el proceso de organiza-cin que ustedes se han venido dando?

    EP: Nosotros nos organizamos de forma asamblearia. El cuerpo de dele-gados lo que hace es entablar las nego-ciaciones en torno a lo que se define por asamblea. Se generan mbitos de discusiones. Es un proceso que veni-mos aplicando hace ya un largo tiempo, donde pudimos obtener hacia adentro conquistas en torno a los niveles de pre-carizacin bastante buenas, los contratos temporarios se redujeron y a esta altura somos todos de planta permanente. Los pisos de discusin que se van generando son a raz de las situaciones que vamos viviendo y las problemticas que vamos teniendo como laburantes.

    Por eso el proceso de organizacin in-terna es de conjunto, en donde entre los laburantes se entiende bien claro qu es lo que salimos a hacer a la calle. Ese proceso es del cual nosotros nos agarramos, enten-diendo que la democracia de los laburantes

    sea de esa forma, discutiendo de conjunto, donde todos estemos involucrados, donde todos participen de alguna u otra forma y en donde quede bien claro que es lo que estamos haciendo. Ese es el proceso histrico que nosotros venimos desarrollando ya hace alrededor de 10 aos.

    Despus estamos en una pelea de con-junto con los compaeros de TATSA que es un paso importante que dimos porque a la hora de la fragmentacin de los la-burantes siempre prima una cuestin ms individual. Nosotros entendemos que tanto EMFER como TATSA nacen del mismo patrn, de los mismos subsidios, en la misma planta, bajo el mismo convenio co-lectivo. En los hechos concretos sern dos fbricas distintas pero nosotros sabemos que la realidad es que somos lo mismo y que si no hay una salida para los dos, no hay una salida para nadie.

    C: Una de las cosas fundamentales de este conflicto es que lograron ins-talar tanto la defensa de los puestos de trabajo como una visin ms pol-tica que tiene que ver con el modelo productivo del pas, mediante el plan-teo de la estatizacin. Cmo llega-ron a construir ese planteo?

    EP: Bueno, uno parte de estudiar en qu situacin est y cul es la mejor salida. Qui-zs alguno tenga otra salida, por ejemplo el secretario general de la UOM Antonio Cal

    planteaba la posibilidad de hacer una coope-rativa. Pero nosotros entendemos que por el tipo de trabajo que hacemos y todo lo que eso conlleva es el Estado el que tiene que hacerse cargo. Fuimos haciendo un camino sobre el tipo de trabajo que realizamos, para quin, cul es la funcin que cumplimos, y as las discusiones nos fueron llevando hacia el entendimiento de que se tiene que solucionar a travs del Estado, porque incluso si nosotros formramos una cooperativa el demandante seguira siendo el Estado. Por eso no vemos otras posibilidades que la estatizacin.

    Ac hay mano de obra calificada, sobre todo ferroviarios, y en un pas que requiere tanta reconstruccin del sistema ferrovia-rio, no se nos puede dejar afuera.

    Nosotros partimos de una perspectiva de lucha. Es el eje con el que nos move-mos. No vamos a regalar todos los aos de trabajo ac adentro. Por otro lado sabemos que lograr la estatizacin es bastante complicado, aunque al mismo tiempo pensamos que puede llegar a haber posibilidades porque no requeri-ra tanta infraestructura, ni tanto movi-miento a la hora del pago a Cirigliano, porque esto era Fabricaciones Militares y porque el predio perteneca al Estado. Si se aprueba o no, eso depender de cmo trabajemos nosotros y tambin la sociedad. Ac tiene que haber soluciones de fondo.

    En un pas que requiere reconstruir el sistema ferroviario, no nos pueden dejar afuera

    Entrevista a Ezequiel Peralta, miembro del cuerpo de delegados de EMFER

    Por Sebastin Tafuro

    Los trabajadores/as autopartistas de la multinacional Lear continan la lucha por la reincorporacin de los ms de 200 despedidos y contra el macartismo de la dirigencia sindical del SMATA, que se asoci con la empresa para destituir ile-galmente a los delegados electos legtimamente.

    La CTEP (Confederacin de Trabajadores de la Economa Popular) se moviliz a La Plata en demanda de soluciones para cooperativistas, cartoneros, empresas recuperadas y otras ramas de la economa popular.

    Tal como en varias provincias del pas, los docentes de Ro Negro nucleados en la UnTER se encuentran en pie de lucha, exigiendo la reapertura de paritarias, mejoras edilicias y otros temas vinculados a la defensa de la edu-cacin pblica.

    Asamblea de los trabajadores de EMFER

    SINDICAL

    DIARIOS DE LUCHA

  • 8Rojas, verdes, celestes y blancas las banderas que flameaban en la tarde del 26 de julio en el estadio de Atlanta y al-rededores. Con Daro y Maxi, San Martn, el Che, Chvez, Tosco, Juana Azurduy, con el recuerdo de los 30.000, con un aniver-sario ms del asalto al Cuartel Moncada, ms de 3000 compaeros y compaeras daban fuerza, cuerpo y contundencia al lanzamiento de Patria Grande.

    El antecedente al acto fue el encuentro del pasado 14 de diciembre en el Club de Comunicaciones, y como aquel caluroso da, este fro 26 de julio volvieron a reu-nirse compaeros/as de Santa Fe, Crdoba, Salta, Jujuy, Tucumn, La Pampa, Neuquen, Ro Negro, de Ciudad de Buenos Aires, San Juan, de distintos puntos del conurbano en zona norte, oeste y sur; varios lugares de la Provincia de Buenos Aires como La Plata, Lujn, Mar del Plata y Tandil. Patria Grande construye todos los das en cada uno de esos rincones y se propone ir por ms.

    En este sentido, el acto const de va-rios momentos, todos acompaados de las coloridas banderas, de canto y de agite. En el escenario se escucharon las voces potentes de los distintos sectores en los que milita y construye esta organizacin que nace: compaeras Majo Gerez y An-drea Rodrguez de gneros y Clara Con-denanza del sector estudiantil, Agustn Burgos y Marcelo Cabero del sector terri-torial y de la economa popular, y Matas Rey por el sindical, quienes compartieron las tareas cotidianas de construccin de poder popular en cada sector, y al mismo tiempo plantearon enrgicamente las ex-pectativas y esperanzas contenidas en la apuesta integral de Patria Grande.

    Las ms de ocho organizaciones que confluyen en el nuevo movimiento popu-lar expresaron la alegra y el compromiso de dar el paso hacia Patria Grande, porque entre otras tareas, a ms de una dcada de la rebelin popular de 2001, sigue in-concluso el sueo de una Argentina libre, justa y soberana. Y por ello, en busca de una organizacin nacional, feminista, fede-ral, combativa, nutrida por la fuerza de las ideas y las tradiciones e historia del pueblo nuestramericano, Patria Grande se forja con la tarea de construir una alternativa, un proyecto de pas de izquierda popular, con el horizonte de la liberacin y del socialismo del Siglo XXI. As lo expresa-ron emotivamente algunos de los dirigen-tes provenientes del FPDS-CN y MAREA Popular en sus discursos.

    Ms de 3000 corazones latiendo: naci Patria Grande

    Manuel Bertoldi: Si hay que mencionar una constante en este proceso es nuestra incansable apuesta a la unidad, donde paso a paso seguimos reafirmando que nuestro principal desafo es superar la fragmentacin, es avanzar como campo popular en unidad, si queremos realmente cambiar este pas.

    Somos parte del pueblo argentino dispuesto a ser pro-tagonista, la historia de lucha de Latinoamrica nos lo ha enseado, y hoy tenemos el mejor reaseguro para avanzar en Patria Grande: nuestra pro-funda conviccin y compro-miso de que podemos cambiar este pas junto al pueblo.

    Martn Ogando: Patria Grande se propone hacer un humilde aporte a la organizacin de nuestro pueblo, del movi-miento estudiantil, de muje-res, de las luchas ambientales, pero fundamentalmente se tiene que proponer un aporte a la organizacin y la lucha de los trabajadores y trabajadoras de la Argentina, a la construc-cin de poder popular con nuestra clase.

    Necesitamos unidad po-ltica para ser alternativa para nuestro pueblo, para ser una generacin de revolucionarios, humildes con los humildes pero irreverentes e irrespetuo-sos con los poderosos.

    Mariana De la Vega: Somos una organizacin que surge de la humildad, de otras orga-nizaciones que deciden dejar de existir para crecer.

    Las mujeres asumimos la responsabilidad histrica que nos cabe, comprendiendo que una verdadera revolucin no puede prescindir de nosotras, construir codo a codo siendo protagonistas verdaderas de esta lucha. La lucha de las mujeres es la lucha del pueblo oprimido, por eso decimos que somos una organizacin feminista.

    Itai Hagman: Patria Grande nace en un contexto difcil, donde se prepara un recambio conservador en la Argentina. El corrimiento a la derecha se expresa en un consenso unnime de que hay que pagar una deuda externa ilegtima, frau-delenta, ilegal, una deuda que ya hemos pagado muchas veces con el esfuerzo y el trabajo del pueblo ar-gentino. Y en eso estn de acuerdo los sectores dominantes.

    Somos los villeros que pe-lean en las grandes ciudades, somos los trabajadores de la eco-noma popular, somos las compa-eras que pelean por el derecho al aborto, los trabajadores que resisten suspensiones y despidos, desde ah vamos a construir un proyecto de liberacin para trans-formar la Argentina.

  • 9Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    Ms de 3000 corazones latiendo: naci Patria Grande

    La unidad es posibleLas caras y cuerpos de los miles de

    jvenes y no tan jvenes se encendan de emocin y alegra ante la puesta en pie de una organizacin nacional de la izquierda popular, por la coherencia y el desafo que la fundacin de Patria Grande supone: un aporte a la unidad.

    Numerosas organizaciones, referentes, intelectuales y movimientos del campo po-pular se acercaron a Atlanta para saludar el lanzamiento de Patria Grande. Un sinfn de adhesiones a la convocatoria, incluso mu-chas provenientes de los hermanos pases de Nuestramrica, como las compaeras del Centro Memorial Martn Luther King de Cuba, el compaero de la Consulta Po-pular de Brasil, de J. Pedro Stedile, de la Corriente Revolucionaria Bolvar y Zamora de Venezuela, entre otros movimientos de Uruguay, Colombia, Per, Chile y Paraguay. De la misma forma se hizo presente en los discursos la necesaria solidaridad con el pueblo palestino ante los ataques a la Franja de Gaza, y en este sentido el Frente Popular por la Liberacin de Palestina acerc una emotiva carta de saludo a Patria Grande, llamando a aunar fuerzas por la emancipacin, justicia y liberacin de todos los pueblos del mundo.

    Patria Grande se propone construir la iz-quierda popular a lo largo y ancho del pas. Consecuentes con esta apuesta que ser im-posible realizar en soledad y con mezquin-dades, se impone como tarea de los prximos meses el fortalecimiento de lazos, intercam-bios y articulaciones con distintas organiza-ciones del campo popular. Una unidad que se plantee la construccin de una propuesta poltica acorde a los desafos del momento, siempre mirando al horizonte de un pas justo, libre y soberano para el Socialismo del siglo XXI. Acordes a este propsito, compa-eras y compaeros del Movimiento de Tra-bajadores Excluidos, de la Corriente Villera Independiente y del Movimiento Popular La Dignidad acompaaron con fuerza el lanza-miento de Patria Grande.

    Jacquelina Flores y Juan Grabois, del Movimiento de Trabajadores Excuidos (MTE).

    Graciela Duarte, de la Corriente Villera Independiente. Julin Bokser, del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD).

    Compaeras del Centro Memorial Martin Luther King (Cuba).

    Saludos desde Consulta Popular (Brasil).

  • 10

    Luciano Arruga tena 16 aos cuando desapareci, el 31 de enero de 2009. Era un pibe hu-milde del barrio 12 de Octubre de Lomas del Mirador, partido de La Matanza. Tiempo antes se haba negado al ofrecimiento de la Polica Bonaerense local de trabajar para ellos, y desde entonces fue objeto de perse-cuciones, detenciones ilegales y torturas hasta que finalmente desapareci. Desde ese mo-mento comenz la lucha de sus familiares y amigos para saber qu pas con Luciano, pero no slo exigiendo justicia por l, sino tambin por todos los jve-nes hostigados en los barrios por una Polica Bonaerense corrupta y criminal.

    Desde entonces la lucha por justicia para Luciano es una lucha que no cesa. La causa que investiga su desaparicin (tarda y llena de irregularidades) mos-tr pocos avances hasta ahora. Recin a comienzos del ao 2013 la cartula fue modificada de averiguacin de paradero a desaparicin forzada. Desde

    el comienzo de la investigacin, todas las pistas que podran haber brindado informacin sobre el destino de Luciano, fueron dis-torsionadas, borradas o evadidas. De esta manera, los efectivos de la polica implicados en la causa hoy en da no cuentan con nin-guna imputacin.

    Recientemente, los aboga-dos de Familiares y Amigos de Luciano Arruga, en conjunto con el Centro de Estudios Le-gales y Sociales (CELS) y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza, presentaron en paralelo un recurso de hbeas corpus. Pr imero el Juzgado Federal de Morn y luego la Cmara Federal de San Martn lo rechazaron, por considerar que no era la va pertinente para averiguar qu pas con Luciano. Pero hace pocas se-manas el pedido lleg a la Cmara Federal de Casacin Penal, que hizo lugar al pedido e inst al Estado a investigar qu pas con Luciano Arruga. Este recurso parte de recono-

    cer que la causa ha avanzado muy poco, que nunca se aport ninguna informacin ni dato concreto, y que el Estado Na-cional debe hacerse responsa-ble de brindar una respuesta a los familiares de Luciano por la violacin de derechos y ga-rantas de la que fue vctima. Tras ms de cinco aos se abre

    una nueva puerta para la justi-cia que no llega.

    El caso es emblemtico. El nombre de Luciano se erigi como bandera irrenunciable en la lucha contra la violencia institu-cional y por los derechos huma-nos de los pibes y pibas en los barrios. Porque el caso de Luciano representa mucho ms: Luciano

    es cualquier chico del conurbano bonaerense que es criminalizado, perseguido por la polica, estigma-tizado por los medios de comuni-cacin. Es de los tantos pibes que viven en peligro, vctimas de un sistema corrupto de narcotrfico y crimen organizado; Luciano es un smbolo de una de las grandes deudas de la democracia.

    La liberacin de espectro radioelctrico para poder brindar servicios de 4G (nueva tecnologa de transmisin de

    datos por celulares, ms efi-ciente) es una exigencia que desde hace aos tienen las compaas de celulares en Ar-

    gentina. De acuerdo a sus vo-ceros es el motivo principal por el cual no pueden brindar un buen servicio. Por su parte, especialistas en telecomunica-ciones sostienen que con el es-pectro que actualmente poseen deberan brindar una mejor co-bertura. Unos das despus de que se anunciara la licitacin de 4G, Adriana Puiggros, dipu-tada nacional del Frente para la Victoria, present un nuevo proyecto para la declaracin de la telefona mvil como servi-cio pblico, que se suma a otros diecisiete existentes en el Con-greso presentados por distintos bloques polticos.

    En nuestro pas contamos con casi 60 millones de lneas activas de celulares y 8 millones de lneas de telfono fijo, que hoy s se considera servicio p-blico. Pensar la telefona mvil como servicio pblico supone la posibilidad de que el Estado pueda fijar tarifas y formas de cobrar que sean ms justas para los usuarios. A la vez, las em-presas deberan certificar ante audiencias pblicas la inversin realizada para mejorar: hoy en da un 58% de las quejas de atencin al consumidor son por malas facturaciones o servicios

    de compaas de celulares. En Argentina se paga una de

    las tarifas ms altas del mundo por minuto (segn el Reporte Global de Tecnologas de la In-formacin del Foro Econmico Mundial est entre los ocho en los que el minuto de comuni-cacin celular promedio es ms caro). A la vez, el precio del mi-nuto es ms caro para los planes con tarjeta, que generalmente son los utilizados por las capas de menos recursos de la socie-dad. Y no es poco lo que ganan estas empresas en nuestro pas: en el ao 2013, Telefnica se llev ms de 8 mil millones de pesos, mientras que Telecom alcanz los 3.200 millones de pesos.

    El debate tuvo cierto nivel de instalacin meditica, con especial atencin de parte de LA NACIN que dedic su editorial del 26 de junio para despotricar en contra de la in-tervencin del Estado en la libertad del mercado de las telecomunicaciones. En el Con-greso, el debate fue suspendido para dar voz a los especialistas en la materia. El presidente de la comisin de Comunicaciones e Informtica de la cmara de diputados y miembro del Frente para la Victoria, Mario Oporto,

    insinu que era mejor dar un de-bate amplio que podra incluir la discusin de una nueva Ley de Telecomunicaciones. La actual ley es de 1972, ao en el cual no existan los celulares, ni internet, ni siquiera como imaginario.

    Pero una nueva ley de tele-comunicaciones implica posi-cionarse acerca de la privacidad de los millones de datos que cotidianamente acaparan estas empresas sobre nuestros gustos y nuestras actividades. El debate de la actual ley de Servicios de Comunicacin Audiovisual gener concientizacin sobre el rol de los medios y eso es fruto de lo recogido en los de-bates anteriores a su sancin, promovidos por organizaciones sociales y polticas. Del mismo modo debemos avanzar en dis-cutir, informarnos e impulsar la concientizacin sobre las for-mas en que operan los grandes empresarios de telefona mvil e internet, los grandes dueos de nuestra informacin. Esto no quita que se puedan establecer medidas puntuales como la de-claracin de la telefona mvil como servicio pblico, que sera un enorme beneficio econ-mico para grandes sectores de la poblacin.

    Luciano Arruga y un hbeas corpuspara seguir exigiendo justicia

    La telefona mvil en debate

    Por Jazmn Rodriguez

    Por Alejandra Soifer

    MEDIOS Y COMUNICACIN

    MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

    Luciano fue desaparecido en el 2009 por la Polica Bonaerense

  • 11Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    Pese a lo que digan los grandes medios de comunicacin y los organismos in-ternacionales, lo que sucede hoy en Gaza no es una guerra ni un conflicto entre par-tes iguales.

    Para entender lo que pasa y poder tomar una posicin clara es imprescindi-ble partir de que estamos frente a una si-tuacin de dcadas de ocupacin de los territorios palestinos por parte del Estado de Israel. Es decir que de ninguna manera puede ser equiparada la violencia de las fuerzas armadas israeles con la legtima defensa del pueblo palestino.

    Hace ms de 15 das el Estado de Israel lanz la llamada operacin borde protec-tor, con la excusa de salvaguardar de los ataques terroristas a la indefensa po-blacin israel. El supuesto detonante fue el secuestro y asesinato de tres jvenes co-lonos, hecho que no ha sido ni adjudicado ni reivindicado por ninguna organizacin palestina pero que el gobierno israel, sin prueba alguna, no ha dudado ni demorado en responsabilizar a Hamas.

    Las vctimas y los daos de esta masa-cre crecen da a da. Al momento de cerrar esta nota ya son ms de mil los asesinatos de civiles, 5 mil los heridos, 100 mil los refugiados y 3 los hospitales destruidos. La respuesta frente a un crimen que nadie sabe quien cometi de ninguna manera puede justificar los bombardeos que las Fuerzas de Defensa Israeles descargan.

    Las verdaderas razones de la masacrePrevio al secuestro de los tres adoles-

    centes, los lderes de las dos principales organizaciones polticas palestinas, Hamas y Al Fatah, comenzaron a entablar nego-ciaciones para restablecer las relaciones polticas entre la dirigencia palestina de Cisjordania con hegemona de Al Fatah y la de la Franja de Gaza donde Hamas gana las elecciones desde el ao 2006. Tras seis aos de una divisin fratricida, el objetivo de ambas organizaciones era unificar la lucha por la autodeterminacin de Pales-tina y lograr involucrar a Hamas en las negociaciones con Israel.

    Pero el gobierno israel de Netanyahu insisti en demonizar a Hamas, negndolo como un interlocutor vlido y convenciendo a la Autoridad Nacional Palestina encabezada por Abbas (Al Fatah) en que slo excluyendo a Hamas era posible la idea de una prspera

    paz. Lo perverso del argumento se demuestra en que hasta entonces el gobierno Israel sos-tena que no haba nadie con quin negociar al no existir un gobierno palestino unido.

    En definitiva, el pueblo palestino sigue eligiendo a sus lderes de manera demo-crtica pero los mismos no son recono-cidos por el gobierno de Israel, que debe respetar la voluntad soberana del pueblo palestino. Ningn gobierno tiene derecho a cuestionar la decisin de otro pueblo al elegir a sus dirigentes.

    En contra de lo que asegura la propa-ganda israel, los bombardeos no son una res-puesta a los ataques de Hamas sino un clculo poltico para bloquear cambios en la regin, una obsesin del establishment de ese pas: impedir la reconciliacin entre Hamas y Fatah y evitar la toma de distancia de la Unin Europea respecto de Estados Unidos. Para cumplir sus objetivos polticos, los dirigentes israeles no dudan en perpetrar masacres cada vez que lo consideran oportuno. Al hacerlo re-velan un estilo claramente fascista, apunta el israel Uri Avnery. Avnery es uno de los ms destacados activistas israeles por la paz. Periodista, escritor y ex diputado, a sus noventa aos no pronuncia la palabra fascista a la ligera, menos an tratn-dose de un judo. Repasando una realidad que le duele, llega al fondo del problema: al revs de lo que debera ser, su pas es un ejrcito dotado de Estado, dice.

    Solidaridad con el pueblo palestinoEste tipo de reacciones no es nueva

    en la historia del Estado de Israel. Hace cinco aos la llamada operacin plomo fundido se cerraba con el tr-gico saldo de ms de 1500 palestinos asesinados y con un nuevo avance de los asentamientos de colonos sobre el territorio de Cisjordania. Los palesti-nos presos en Israel ascienden a 6 mil, la mayora son presos administrativos, es decir sin condena, sin acusacin y sin juicio, y centenares de ellos son nios. Hoy, si la resistencia del pueblo palestino conjuntamente con la protesta y la soli-daridad internacionales no logran dete-ner esta nueva masacre, el saldo ser an ms devastador.

    Por nuestra parte, desde PATRIA GRANDE nos comprometemos con la so-lidaridad efectiva con el pueblo palestino. Realizamos un llamado a todos los secto-

    res populares, a las organizaciones sociales, polticas y de DDHH, as como a la po-blacin argentina sin distinciones polticas, culturales ni religiosas a que denuncien las permanentes atrocidades que comete el Estado de Israel con la excusa de defen-derse del terrorismo.

    La dirigencia de la Comunidad juda de Argentina, como en muchos otros pases, pareciera sentir el deber y la responsabili-dad de defender al gobierno israel hasta las ltimas consecuencias, incluso llegando a justificar las ms grandes atrocidades que se puedan cometer. Especialmente convo-camos a la comunidad juda a denunciar la

    escalada de violencia y a movilizarse para exigir el fin de la ocupacin.

    Apostamos a mantener y aumentar la movilizacin, cada vez ms masiva y coor-dinada a nivel local e internacional, para exigir que termine la masacre. Todos po-demos ser solidarios y aportar a la causa palestina denunciando el rgimen de apar-theid vigente en Israel, promoviendo todo tipo de actividades de repudio como el boicot a las empresas israeles y exigiendo al gobierno y a las organizaciones polti-cas, sindicales y sociales la total ruptura de todo acuerdo, pacto o colaboracin con el Estado de Israel.

    Luciano Arruga y un hbeas corpuspara seguir exigiendo justicia Palestina

    Por Gabriel Lpez, Juan Manuel Tvez y Hernn Aisenberg

    INTERNACIONALES

    Persiste de forma heroica la dignidad del pueblo palestino

    Entre la ocupacin israel y el mito de la legtima defensa

    Hace 35 aos, un 19 de julio de 1979, el ejrcito del Frente Sandinista de Liberacin Nacional ingresaba a Ma-nagua, ciudad capital de Nicaragua y derrocaba a la san-guinaria dictadura de Somoza.

    Nicols Maduro particip de la primera reunin del Con-sejo Presidencial de Gobiernos Comunales, una instancia creada para apuntalar el fortalecimiento de las instancias de poder popular y avanzar a un nuevo Estado Comunal en Venezuela.

    La UNESCO declar a Bolivia territorio libre de analfa-betismo, al reducir el analfabetismo al 3,8% de la pobla-cin. Con esto se suma a Cuba y Venezuela como el tercer pas de Nuestra Amrica en lograr esta marca.

    DIARIOS DE MOTOCICLETA

    Tardamente se pronunci el gobierno argentino, cuando ya se contaban por varias centenas las vidas mutiladas. El men-saje fue corto y nada contundente, muy por el contrario el argumento elegido fue esgri-mir una suerte de teora de los dos demo-nios, equiparando la maquinaria de muerte israel con la resistencia palestina.

    La indignacin o la denuncia de la llamada comunidad internacional, de los gobiernos y de los poderes estatales, sin consecuencias prcticas, no es ms que pura hipocresa y colaboracin con los poderosos. Pues mientras se declara y de-clama la indignacin, se mantienen y pro-

    mueven lazos econmicos, comerciales, diplomticos, culturales y sindicales con el Estado de Israel. En el caso de nues-tro pas, mantiene acuerdos comerciales y militares con Israel, representado en el tratado de libre comercio entre Merco-sur-Israel, la compra de aviones y arma-mento militar.

    Basta contrastar con la posicin asu-mida por Evo Morales que manifest: No se puede entender, en este nuevo siglo, que hayan intervenciones de carc-ter militar tan salvajes y tan inhumanas, repito, es un genocidio lo que est pa-sando en Gaza.

    La posicin del gobierno argentino y la teora de los dos demonios

  • 12

    La dificultad para acceder a una vi-vienda digna es sin lugar a dudas el conflicto ms acuciante de esta gran ciudad de Buenos Aires y el derecho b-sico ms vulnerado. La disputa por cada metro cuadrado del espacio urbano se ha transformado en una lucha sin tre-gua entre el gran negocio inmobilia-rio y los sectores populares de nuestra ciudad, en donde las grandes construc-toras y desarrolladoras llevan var ios cuerpos de distancia.El Gobierno de la Ciudad es parte, representa y fomenta los intereses de los dueos del capital inmobiliar io, creando las condiciones para la expansin de este boom hacia cada vez ms barrios de la ciudad. La poltica de los Distritos (Distrito Au-diovisual, Distrito Tecnolgico, etc.), la venta de tierras pblicas, los permisos de construccin de torres y shoppings y la ausencia de controles, entre otras medidas, son incentivos a la instalacin y el desarrollo de proyectos inmobilia-rios especulativos que elevan el valor del suelo y los alquileres, expulsando a los antiguos vecinos, marginando a los habitantes de las villas y perfilando, cada vez ms, una Ciudad de Buenos Aires para los ricos.

    A pesar de que entre 2001 y 2011 se construyeron 14,5 millones de metros cuadrados en la Ciudad, la cantidad de familias sin vivienda digna pas de 85 a 110 mil, pese a que hay ms de 150 mil viviendas ociosas en la ciudad que slo sirven como refugio de valor para gran-des inversores. En total, 500 mil porteos (uno de cada seis) no cuentan con con-diciones dignas de vivienda y cerca del 35% de los porteos tienen la necesidad de gastar alrededor del 50% de su sueldo en alquilar una vivienda.

    Aunque con distinto impacto, la

    problemtica de la vivienda afecta a amplios sectores de nuestra sociedad. En las villas, la estadstica es realidad palpable para los y las laburantes que sufren el hacinamiento y la falta de cloacas, agua potable, electricidad, ca-lles, escuelas y hospitales. En los ba-rrios, mucha juventud, parejas jvenes, empleados y profesionales lidian habi-tualmente con inmobiliarias que abusan de su poder, precios de alquileres que nadie regula, y falta de informacin y recursos para defenderse.

    Frente a este panorama, las organiza-ciones populares, el movimiento villero y la juventud de la Ciudad han venido dando muestras de que es posible orga-nizarse y torcerle el brazo al gobierno del PRO. Sin lugar a dudas, la instala-cin de la Carpa Villera por parte de la Corriente Villera Independiente (la cual integramos como PATRIA GRANDE junto a los compaeros del Movimiento Popular La Dignidad) y otras organiza-ciones compaeras, con una huelga de hambre de decenas de villeros/as por ms de 50 das en el Obelisco porteo, es una valiente muestra de lo que podemos hacer cuando nos organizamos. La Carpa Villera fue el conflicto ms importante en la Ciudad en lo que va de 2014 y logr arrancarle importantes conquistas al macrismo.

    Los compaeros y compaeras de la Regional Capital de PATRIA GRANDE fuimos parte importante de esta lucha, con varios compaeros haciendo huelga de hambre, aportando en la organizacin y difusin, pensando la estrategia para la lucha, trayendo la solidaridad del movi-miento estudiantil a travs de la Presi-dencia de la FUBA y siendo impulsores del Congreso Villero del 25 y 26 de julio en la Ciudad, que reuni a mltiples ex-

    presiones organizadas de los vecinos de las villas.

    PATRIA GRANDE se propone for-talecer la organizacin en unidad de los villeros y villeras y apostar a la ar-ticulacin de la lucha de los inquilinos por regular los alquileres en los barrios. Junto a eso, nos proponemos construir una alternativa poltica desde y para los sectores populares de la Ciudad, que sea capaz de proponer polticas pblicas que resuelvan la situacin de la vivienda. Por eso durante agosto estaremos en las ca-lles impulsando una campaa pblica por la vivienda en la Ciudad.

    Esta campaa buscar instalar la ne-cesidad de polticas pblicas que afecten

    los intereses de los grandes pulpos del mercado inmobiliario. La regulacin de los alquileres fijando topes mximos, un impuesto a la vivienda ociosa que financie la construccin de nuevos hogares y la ur-banizacin con radicacin en las villas son medidas concretas que se podran tomar para atacar este problema.

    Hablamos de que la vivienda deje de ser un negocio para pasar a ser un de-recho, y que nunca ms haya en nuestra ciudad gente sin casa y casas sin gente. Los que vivimos en Buenos Aires tene-mos un gran desafo por delante y desde PATRIA GRANDE vamos a hacer lo im-posible por cambiar de raz esta Ciudad. Hacia all vamos!

    Una campaa por elderecho a la vivienda

    Por Guido Saccal

    HUMOR

    CABA

    En la Ciudad de Buenos Aires miles de personas viven en villas o asentamientos precarios

  • 13Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    Desde hace casi de dos aos se viene instalando la posi-bilidad de crear policas munici-pales en la Provincia de Buenos Aires como posible solucin a uno de los principales temas de debate en la agenda de la Pro-vincia: la seguridad. En el l-timo ao este tema fue terreno de una fuerte disputa entre el sciolismo, el kirchnerismo y el massismo que termin resol-vindose hace semanas con un decreto de Scioli.

    La Cmara de Diputados de la Provincia aprob el proyecto de ley para la creacin de las po-licas municipales que impulsaba el PJ bonaerense y que contaba con el apoyo de los legislado-res sciolistas y kirchneristas, conteniendo a gran parte del progresismo kirchnerista de la provincia expresado en la figura de Marcelo San, un reconocido acadmico del campo del dere-cho y referente de Nuevo En-cuentro. Este proyecto de ley contaba con ciertos aspectos no-vedosos, que tendan a restarle poder a la Polica Bonaerense. Entre las caractersticas princi-pales, las policas locales podran llevar el armamento reglamen-tario slo cuando estuvieran en servicio, el proceso formativo de los cuadros de oficiales durara dos aos y sera en lugares de

    formacin no controlados por la Bonaerense. Los policas mu-nicipales estaran limitados en sus facultades para privar de la libertad a las personas, y cada in-tendente sera el conductor ope-rativo y el encargado de designar al jefe de la estructura, con la obligacin de dar informes a su respectivo Concejo Deliberante al inicio de sesiones ordinarias

    de la marcha de esa fuerza, lo que implicaba un control pol-tico sobre estas fuerzas.

    Estos aspectos del proyecto de ley, si bien eran limitados, provocaron la indignacin de la derecha y de la Bonaerense que no tardaron en atacar la posibili-dad de que la ley salga. A pesar de su aprobacin en la Cmara de Diputados, le falt un voto

    en la cmara de senadores para su aprobacin. El massismo lo-graba as frenar la iniciativa del kirchnerismo y dejar a Scioli hurfano de una medida en ma-teria de seguridad que resultaba importante de cara a la campaa electoral.

    Ante esta situacin, Scioli re-curri a implementar por decreto la creacin de las policas munici-

    pales. En su contenido, el decreto es similar al proyecto de ley que presentaba el Frente Renovador. Ya que consiste en generar seccio-nes dependientes de la Bonaerense y bajo los mismos procedimientos. Las policas municipales s podrn detener a los ciudadanos por ave-riguacin de antecedentes, podrn portar armas fuera de servicio, etc. Lejos de tender a reemplazar a la Polica Bonaerense, esta medida la fortalece.

    La seguridad es siempre un tema complejo de abordar desde los sectores populares y mu-chas veces se cae en salidas de mxima que poco tienen para ofrecer a los sectores populares genuinamente preocupados por la inseguridad que ms all de ser fogoneada por los medios de comunicacin, es un problema concreto que afecta a los labu-rantes y al pueblo. Es por eso que rechazamos el decreto del gober-nador Scioli, ya que consideramos que fortaleciendo a la Bonae-rense slo puede haber mayor inseguridad, al ser una mafia que incentiva la droga y el delito en cada barrio de la provincia. De-bemos avanzar en construir un programa y unas propuestas que construyan un verdadero marco de seguridad democrtica, res-petando los derechos humanos y las garantas.

    Uno de los principios fun-damentales de PATRIA GRANDE es el autofinancia-miento, un pilar clave que nos permite sostener la independen-cia poltica necesaria para hacer y decir siempre lo que pensa-mos. Esto es posible fruto del compromiso de cada compaera y compaero que, mes a mes, segn sus posibilidades, aporta dinero para sostener y hacer crecer este proyecto colectivo.

    Las apuestas y sueos que

    nos proponemos no tienen techo y por eso demandan mucho es-fuerzo cotidiano. Es parte del compromiso de cada militante y as lo entendemos tambin con cada iniciativa que hacemos para juntar dinero. Sabemos que elegimos un camino complejo, menos cmodo, que implica redoblar esfuerzos, pero lo ele-gimos por convicciones, idea-les y valores que defendemos y promovemos. Por eso desde el 9 de julio y durante el mes de

    agosto desplegamos en todo el pas la Campaa Financiera de PATRIA GRANDE.

    El principio de autofinan-ciamiento diferencia a Patr ia Grande de las estructuras par-tidarias tradicionales, las cua-les cuentan con una holgada capacidad financiera fruto de acuerdos polticos con grupos econmicos y mediticos. Es una distincin que fortalece nuestra organizacin y a las iniciativas cotidianas de trans-

    formacin, ya que garantiza la independencia poltica del proyecto colectivo por el que luchamos. Es por esto que ape-lamos con esta Campaa a la colaboracin y aporte genuino que puedan dar amigos, fami-liares, compaeros de trabajo, de facultad, de escuela, veci-nos del barrio o quienes recin estn conociendo qu es PA-TRIA GRANDE. Cada aporte es bienvenido. Creemos que con cada aporte se apoya nues-

    tro convencimiento de querer cambiar las cosas en cada reali-dad donde intervenimos, y por sobre todo, se da empuje a una militancia joven que da a da sostiene valores para una so-ciedad mejor.

    En esta pr imer campaa sostendremos la prepotencia de trabajo, esa idea de hacer todo lo que podamos a pul-mn y voluntad, fieles a los principios que forjan nuestra organizacin. Para hacer pega-tinas o pintadas, para instalar ms casas populares en todo el pas, para fortalecer las herra-mientas de prensa y comuni-cacin, para tener una voz en medios masivos, para crecer, para multiplicar.

    Necesitamos de la colabo-racin de todos/as. Para hacer cada vez ms federal, ms grande y ms nacional este pro-yecto que nace. Para que llegue a ms, para pensar en grande por la PATRIA GRANDE. Su-mate, sentite parte. Particip de la Campaa Financiera.

    Scioli avanza en la creacin de las policas municipales

    Disputa poltica, demagogia punitiva y problemticas de inseguridad

    Por Agustn Franchella

    Campaafinanciera 2014

    Campaafinanciera 2014

    Aport a la construccinde una organizacin nacionalde la izquierda popular

    PROVINCIA DE BUENOS AIRES

    Scioli y su proyecto de creacin de policas municipales como carta de cara al escenario electoral de 2015

  • 14

    Lo de Argentina fue muy emocionanteFtbol, mundial y poltica: Entrevista a Ezequiel Fernndez Moores

    Hasta aqu se dijo y escribi mucho sobre la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014. La XX edicin del principal evento deportivo es-tuvo sujeta a extensos anlisis sobre desempeos futbolsticos, sorpresas, revelaciones, decepciones y dems yerbas. Sin embargo, siempre resulta interesante trascender los lmites del hecho de-portivo y analizarlo desde una mirada un tanto ms amplia. En esta bsqueda conversamos con Ezequiel Fernndez Moores, reconocido perio-dista deportivo argentino con quien pudimos ir ms all y compartir las sensaciones y conclu-siones que le dejaron sus cuarenta das de esta-da en Brasil.

    CAMBIO: Esta Copa del Mundo se puso en marcha en medio de un clima enrarecido, con algunos con-flictos sociales que se desataron du-rante los das previos: Con qu Brasil te encontraste? Cmo lo viviste?

    Fernndez Moores: Junto a tres co-legas alquilamos un auto para recorrer y vivir el Mundial de otra manera. Sals de la lgica de los aeropuertos y eso te permite andar y conocer mucho ms, adems de tener que inevitablemente in-teractuar con la gente. Viaj con la ex-pectativa de que iba a ser un Mundial distinto, con la sensacin de que vera dos mundiales paralelos: uno dentro de la cancha y otro fuera de ella. Yo quera estar atento a los dos.

    Llegu tres das antes y estaba muy caliente todo. El da que llegu no haba subtes en San Pablo, era todo un gran despelote. Es cierto que algunas protes-tas parecan no tener mucha lgica de calendario, pero empezaba el Mundial y era bueno utilizarlo para obligar al poder a negociar.

    De repente, mgicamente, se acab todo. Por lo conversado con algunas fuen-tes y amistades periodsticas dara la sen-sacin de que hubo un acuerdo a nivel de las instituciones y tambin por izquierda. Como que las partes decidieron mgica-mente ponerse de acuerdo para que el mes transcurriera en paz. Claramente el contenido de esos acuerdos no se divulg. Qu concedieron las partes para eso? No lo sabremos hasta un futuro, pero uno se imagina de todo.

    Si bien ocurrieron algunas protestas durante el Mundial, eran mnimas respecto de los 3 das previos, aunque tambin es cierto que hubo policas por todos lados.

    Adems de los acuerdos que mencio-

    namos, pas esa cosa brbara que tiene

    el Mundial: empez y toda la gente se

    contagi. Esto te lo digo porque estuve

    en todos lados, sal de los estadios de ft-

    bol y anduve por asentamientos y favelas.

    Intent salir de la oficinita, del libro y

    la academia. Me puse a caminar. En esa

    caminata vi que pese a los reclamos esta-

    ban interesados por el Mundial. Algunos

    con un poco menos de inters pero que

    no protestaban.

    C: Podemos decir que fue un Mundial particular y no slo por lo futbolstico.

    FM: S, totalmente. Sucedieron dos

    cosas particulares: el Mundial result im-popular en algn sentido para luego tor-narse popular.

    Por qu digo esto? Va Dilma a la inauguracin y la insultan. No slo silban sino que la insultan y fueron expresiones terribles con las que perds la posibilidad de una discusin medianamente civilizada. Fue algo muy fuerte y todo qued profundamente marcado.

    De repente, el Mundial se comenz a tornar ms popular. Las cosas comenza-ron a salir bien, haba partidos muy lindos en la primera rueda, la seleccin brasilea ganaba los primeros partidos, los estadios estaban llenos y no haba incidentes. Todo flua y el Mundial comenz a ser popular.

    Frente a este giro los polticos opo-sitores leyeron el panorama como favo-rable. Un caso es el de Aecio Neves da Cunha del Partido de la Social Democracia y principal opositor a Dilma, quien fuera muy crtico del Mundial. El tipo aparece y se muestra antes del 7 a 1 en el Estadio Mineiro con su hijo.

    Otra cosa interesante para analizar fueron las declaraciones de Lula res-pecto de los insultos a Dilma. l ex-plic que quienes la insultaban eran los sectores de las elites blancas dado que eran los que podan acceder a esos bo-letos extremadamente caros. Realmente vos veas el estadio y las tribunas eran blancas, los de raza negra estaban ju-gando en la cancha o acomodndote en el asiento. Algo de eso haba, pero tambin es cierto que alguien construy esos estadios para las elites blancas y ah el gobierno tiene su responsabilidad. Esto evidencia un juego complejo.

    Al mismo tiempo que las cosas empe-zaron a salir bien, el gobierno tambin se sum a la euforia del Mundial. El da pre-vio al 7 a 1 Dilma dice: vamos a postular-nos para que se haga en la prxima dcada la Copa del Mundo en Brasil. Esto es algo imposible porque la FIFA no se lo va a dar, pero era tan grande la euforia que lo que antes era un gol en contra pas a ser un gol a favor.

    Dilma tambin se subi a cierto opor-tunismo. Adems, todava tiene que ex-plicar cunto se gast, en qu y cmo se gast. Todava hay mucho que explicar.

    C: Y qu pas con los medios de comunicacin?

    FM: Algo similar sucedi con los me-dios que eran muy crticos del Mundial. Un ejemplo es la revista de O Globo, poca se llama. Todos los ttulos eran ne-gativos y de golpe pasaron a ser increble-mente positivos.

    Justo cuando estaban todos subidos a la onda mundialista llega el 7 a 1 y el Mun-dial pasa a ser casi una mala palabra. Ojo! No por el Mundial en s mismo sino por lo que pas a representar la seleccin de ftbol: pas de materializar el orgullo del pas a representar poco menos que la de-cadencia de Brasil.

    Al principio criticaban a Dilma por-que decan que el Mundial iba a des-nudar el desastre y la ineptitud de su gobierno, pero cuando empez a ir bien la crtica vir para el otro lado: Dilma

    Ezequiel Fernndez Moores viaj al mundial de Brasil para vivirlo adentro y afuera de la cancha

    LA PELOTA NO SE MANCHA

  • 15Cambio Publicacin quincenal de izquierda popular Ao 1 Nmero 2 Primera quincena de agosto 2014

    Lo de Argentina fue muy emocionante

    est usando el Mundial. Esas cosas oportunistas de los medios que se aco-modan siempre.

    Cuando ves todo este circo te res y es inevitable hacer comparaciones con otros pases, ves el juego de oposiciones: establi-shment vs no establishment Se visualizan procesos que casi son calcados.

    C: Ya entrando en lo netamente futbolstico, cmo viste a la Selec-cin Argentina? Qu pas con nues-tros cuatro fantsticos?

    FM: Antes del Mundial haba mucha expectativa puesta en los llamados cuatro fantsticos. Cuando empez la Copa los fantsticos no fueron tales y el ms fan-tstico de todos -por Messi- segua siendo decisivo pero de una manera distinta: no result tan influyente en el transcurso del partido pero s lo fue en la definicin.

    Si en los dos primeros juegos Messi no hubiera hecho esos dos goles lo hubiramos criticado duramente. Esos tantos fueron decisivos y segua de-mostrando que por lo que fuera (por-que quera o poda, no lo s bien) l elega el momento en el que poda sacar toda la magia. En otros estaba como muy ausente.

    Respecto al Kun Agero, no s qu pas por su cabeza, no era slo fsico, es-taba con la cabeza en otra cosa. Algo le pas y quizs fue una de las mayores de-cepciones de Argentina.

    Higuan lleg con lo justo y Di Mara lleg tan justo que se lesion. El Real Madrid jug hasta el final partidos muy importantes. En este Mundial todos o casi todos los jugadores del Real se pincharon y Di Mara no fue la excepcin.

    Entonces Sabella arm un equipo ms defensivo y la verdad es que lo hizo de una manera muy interesante porque, pese a defender, no dejaba de atacar. Cuando tenan la oportunidad siempre buscaban la ocasin para atacar. Fueron defensivos pero sin apelar a cosas extra deportivas o en el lmite del reglamento como s lo hicieron otras selecciones. Ar-gentina no fue ni un equipo golpeador ni un equipo que hiciera tiempo, fue un equipo muy honesto.

    En ese esquema el equipo fue muy emocionante. Contagi a todos ese es-fuerzo, la solidaridad y esa posibilidad de juego que tena. En cuanto a la final, no la gan sencillamente porque fall en la definicin. Argentina poda haber ganado perfectamente.

    C: Qu pas con Brasil?FM: Creo que lo de Brasil tuvo que

    ver con el peso excesivo que le dio al hecho de jugar de local. Esa cosa de la patria y lo religioso. Vos veas cmo can-taban el himno ah y pareca una cere-monia militar para luego ir a la guerra. Veas una carga religiosa y un simbolismo religioso tan fuerte que es como que se

    olvidaron del ftbol. Se olvidaron defini-tivamente del ftbol.

    C: Penss que Alemania fue un justo ganador?

    FM: S. Haciendo un balance general del Mundial Alemania jug mejor que Ar-gentina: tuvo un juego ms elaborado, un equipo ms equilibrado en defensa y en ataque. Argentina era muy equilibrado en defensa pero no lo era tanto en el ataque.

    Por ello Alemania aparece como un justo campen en trminos generales, pero si Argentina ganaba la Final, nadie poda decir que era injusto porque fue un partido muy parejo. Si bien en su desarrollo do-min mayormente Alemania, que tuvo ms juego mientras que Argentina jug ms al pelotazo y al contragolpe, las posibilidades ms claras de gol fueron de Argentina.

    C: Recuerdo las crticas a Sabella por algunos de los convocados: Mar-cos Rojo o Martn Demichelis por mencionar algunos. Al final el tcnico demostr no estar equivocado

    FM: Personalmente Marcos Rojo me emocion. Un tipo por el que a priori casi nadie daba un mango, demostr tener per-sonalidad y capacidad de resolucin. No solo cerr su lateral muy bien y nunca lo desbordaron sino que adems se proyec-taba muy bien.

    En los ltimos minutos del partido contra Blgica, l estaba amonestado y viene un contragolpe belga. l, estando

    en el lateral opuesto completamente fuera de su puesto, sale a cortar un avance y lo amonestan. Era una falta de amones-tacin porque directamente fue a derri-barlo y l saba que se quedaba sin jugar la semifinal, sin embargo el tipo cort ese avance porque saba que no deba ser gol. Yo pens: mir qu claro que tiene el compromiso con el equipo.

    El caso de Demichelis fue distinto, para l este Mundial tuvo algo de re-vancha. Cuando le toc ingresar lo hizo muy bien. Sin duda fortaleci la defensa y dio seguridad.

    C: Y el fenmeno Mascherano?FM: Mascherano no es una sorpresa, es

    una confirmacin. Que Mascherano tiene garra se sabe desde que apareci, por algo lo llamaban Jefecito. Es un jugador de un temperamento, de un compromiso y un liderazgo sper interesante, de un alto sentido de la responsabilidad. El resto tiene que ver con la modernidad de las redes sociales y el marketing.

    C: Qu penss del futuro de Sabella?

    FM: La informacin que tengo es que parecera estar ms cerca del no que del s. Por dnde ira la sucesin? En este sentido Grondona siempre ha sido muy pragmtico, no le ha importado tanto el estilo. A l le interesa el tcnico que en ese momento sue