Cáceres - Fruta verde

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ITESA!J Fruta verde, novela de la madurez de Enrique Serna Roberto Dominguez Caceres Tecno!6gico de Monterrey Campus Estado de Mexico Es verdad, el amor hace dono, pero hay que vivirlo. PAVEL E sta es la mas reciente novela del escritor mexicano Enrique Serna, narrador, guionista y ensayista, uno de los valores mas repre- sentativos de la generaci6n de escritores contemponineos. Estudi6 Letras Hispanicas en la Universidad Nacional Aut6noma de Mexico, ha escrito libros de cuentos como Amores de Segunda mana (Cal y Arena, 1994) y la colecci6n de ensayos Las caricaturas me hacen llo- rar (Joaquin Mortiz, 1996). Ha experimentado con gran exito un esti- XXVII 10 de novela a veces denominado novela negra, que aqul apuntaremos como un rasgo de su escritura. Para Serna, la exploraci6n estetica del lenguaje radica en vencer los ornatos innecesarios para llegar al ver- dadero adjetivo en la descripci6n y construcci6n de una verdadera realidad mexicana de ficci6n: aquella posible a traves del humor ne- gro, la ironia y la parodia. Fruta Verde (Planeta, 2006) es la narraci6n de una vida; la fruta verde es siempre esperanzadora de un festin para el que vale la pena aguardar. LOgicamente, los estadios de madurez no pueden ser s610 polos opuestos, sino que se subdividen en etapas tal vez menos ob- vias, mas dificiles de definir. Por ejemplo, en el habla cotidiana del norte del estado de Veracruz, al hablar de las frutas, hay un cierto punto entre estar verde y estar madura, al que se Ie denomina cocoyo. Es decir, de color amarillo-verde, verde-maduro, de textura ni tan dura que no se puede comer, sino apenas suave, comestible antes in- c1uso de terminar de madurar y llegar al punto ideaL De eso trata la novela de Enrique Serna: del impreciso camino hacia la madurez, ha- cia la plena conciencia, si tal cosa existe, de los seres humanos y su sexualidad, su identidad, su proyecto de felicidad. EI estilo de Enrique Serna se ha ido perfilando desde Uno sonaba que era rey (1989, Planeta, 2000). Su segunda novela Senorita Mexi- co (1993), es la esplendida narraci6n de la historia de Selene Sepulveda, Senorita Mexico 1966, caida en desgracia como su sociedad, como el

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ITESA!J

Fruta verde, novela de la madurez de Enrique Serna

Roberto Dominguez Caceres

Tecno!6gico de Monterrey

Campus Estado de Mexico

Es verdad, el amor hace dono, pero hay que vivirlo.

PAVEL

Esta es la mas reciente novela del escritor mexicano Enrique Serna, narrador, guionista y ensayista, uno de los valores mas repre­sentativos de la generaci6n de escritores contemponineos. Estudi6 Letras Hispanicas en la Universidad Nacional Aut6noma de Mexico, ha escrito libros de cuentos como Amores de Segunda mana (Cal y Arena, 1994) y la colecci6n de ensayos Las caricaturas me hacen llo­rar (Joaquin Mortiz, 1996). Ha experimentado con gran exito un esti- XXVII

10 de novela a veces denominado novela negra, que aqul apuntaremos como un rasgo de su escritura. Para Serna, la exploraci6n estetica del lenguaje radica en vencer los ornatos innecesarios para llegar al ver­dadero adjetivo en la descripci6n y construcci6n de una verdadera realidad mexicana de ficci6n: aquella posible a traves del humor ne­gro, la ironia y la parodia.

Fruta Verde (Planeta, 2006) es la narraci6n de una vida; la fruta verde es siempre esperanzadora de un festin para el que vale la pena aguardar. LOgicamente, los estadios de madurez no pueden ser s610 polos opuestos, sino que se subdividen en etapas tal vez menos ob­vias, mas dificiles de definir. Por ejemplo, en el habla cotidiana del norte del estado de Veracruz, al hablar de las frutas, hay un cierto punto entre estar verde y estar madura, al que se Ie denomina cocoyo. Es decir, de color amarillo-verde, verde-maduro, de textura ni tan dura que no se puede comer, sino apenas suave, comestible antes in­c1uso de terminar de madurar y llegar al punto ideaL De eso trata la novela de Enrique Serna: del impreciso camino hacia la madurez, ha­cia la plena conciencia, si tal cosa existe, de los seres humanos y su sexualidad, su identidad, su proyecto de felicidad.

EI estilo de Enrique Serna se ha ido perfilando desde Uno sonaba que era rey (1989, Planeta, 2000). Su segunda novela Senorita Mexi­co (1993), es la esplendida narraci6n de la historia de Selene Sepulveda, Senorita Mexico 1966, caida en desgracia como su sociedad, como el

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pais entero, elevada solo por su propia nostalgia; el relato se localiza en los afios ochenta, mientras un reportero de la nota roja va tejiendo una cruda rea­lidad, que ella insiste en bordar de un glamour im­posible. Todo ella resulta en una radiografia cruda del mundo sordido, de la desgracia de ser una be­lleza fugaz en un pais de machos sin memoria.

El miedo a los animales (Joaquin Mortiz, 1995) es una critica a1 sistema politico corrupto que man­cha todo, incluso la vida de 1a inte1ectualidad buro­cratica, vista desde los ojos voraces de un novelist a en ciernes, acaso una premonicion de German Lugo, escritor protagonista de Fruta Verde; Evaristo Reyes es un periodista convertido en po­licia judicial que va a encontrarse envuelto en una novela negra con mexicanos, con escenas y perso­najes memorab1es.

Luego, Serna esc rib ira diversos articulos en la prensa nacional, critica y ensayo litera rio, mien­tras navega entre las investigaciones bibliografi­cas para dos de sus obras mas extensas, como proyecto narrativo y como determinacion de una apuesta por la literatura, la primera: El seductor de fa Patria (Joaquin Mortiz, 1999; Premio Mazatlan de Literatura en 2000), basada en la correspon­dencia de Antonio Lopez de Santa Anna, el prota­gonista de El Alamo y presunto responsable de la perdida de mas de la mitad del territorio mexica­no, narrado aqui como un maravilloso y delirante " XVII

politico, que parece mas un coetaneo de los presi­dentes del PRI que una figura reverencial de la his­toria negra del pasado mexicano. La segunda, Angeles del Abismo (Joaquin Mortiz, 2004), recu­pera la ciudad de Mexico de los primeros afios del siglo XVII; y evoca la crueldad de esta injusta urbe colonial; y compone una saga amorosa entre dos polos de una misma realidad: cuando se encuen­tran las vidas de Tlacotzin, un indigena renegado, y Crisanta Cruz (basada en 1a vida de una tal Teresa Romero, un personaje real del siglo XVII), que apa­rece trasfigurada en una sobreviviente de la mise­ria, una beata embaucadora, que logra casi milagrosamente salvar la vida en esta caotica capi­tal mexicana.

Con este breve marco de referencia como ante­cedente, pretendemos situar al lector en el hori­zonte que nos propone Serna: ver la realidad por los angulos inesperados que acechan tras la ver­sion oficial y engolada del pasado, los prejuicios, las versiones concordantes. Mas alla de esta simu­lacion, esta el panorama critico de una literatura practicada desde las paginas del ensayo 0 desde la

voz narrativa de la novela, como una comision ina­plazable: ellector mexicano, ellector de literatura mexican a debe bregar en un mar revuelto. La fic­cion nos provee de una practica insoslayable, la lectura entre line as, mas alla de 10 evidente que los medios insisten en proyectar sobre los temas cen­trales que nos preocupan.

La politica cultural, la explotacion sexual, la persecucion religiosa y politica, la corrupcion de un sistema judicial, la venganza historica, son algu­nos de los asuntos que circundan las novel as de Serna. El caso de Fruta verde es especial en mas de un sentido. Es una novela de madurez, sin que por ello intentemos decir que las otras anteriores no 10 han sido. Sino que por el contrario, en ella el prota­gonista duda constantemente ante su propia posi­bilidad de saber quien es. Ya a sus cincuenta afios, sin el arropamiento de la inexperiencia de la juven­tud y desprovisto de la gravedad de una vejez sen­sata, German Lugo reflexiona sobre cuales fueron y siguen siendo sus origenes no como escritor, sino como mexicano, como ser en el mundo, aun indefi­nido, aun un poco mas verde que maduro.

Fruta verde aparece en la mesa de novedades literarias a finales del 2006 como una alternativa, como un reto allector de Serna y como una oferta de sentido multiple. Al abordar el tern a de la for­macion emocional, la perspectiva de las definicio­nes contrapuestas: homosexual 0 heterosexual, rico 0 pobre, culto 0 popular, cursi 0 serio, quedan desdefiadas como posturas esteriles para la ficcion y la vida. La novela nos invita a visitar los flancos del rio sin quedarnos en ninguna orilla. German Lugo recuenta su vida. Como un artista adolescen­te, es la historia de un autorretrato con mascara de escritor, en el que el protagonista increpa a su me­moria a ser literaria. "Mi cuerpo y yo somos como siameses, acudimos a las citas a regafiadientes, vien­donos de reojo. Le perm ito sus excesos siempre y cuando no los cometa delante de mt. Pero a veces desearia amputarlo de mi costado para ensefiarle quien manda en casa" (Serna, 2006: 263).

Las semejanzas entre German y un autor repre­sentado, ala manera como se ha explorado en otras novelas de tradicion reflexiva del arte de narrar, presentan un reto para ellector: discernir entre la informacion de coda autobiografica, afln a la del artista, no debe enturbiar la relacion que guarda la literatura con la realidad, la ficcion con la recons­truccion estetica de la memoria. German Lugo no es Enrique Serna, sino el alter ego de su propio autor. German visto por el mismo, de nifio escritor

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precoz, de adolescente turbado por la fuerza de sus hormonas literarias, atraviesa la reconstruccion del camino de ida hacia S1 mismo. En la mejor tradi­cion del escritor que escribe sobre el escribir, German Lugo se ironiza a S1 mismo para analizar sus origenes. Enrique Serna es solamente una mana que se presta para darle voz y pluma, en mexicano y madrilefio, a su protagonista.

Esta reflexi6n resulta conveniente desde el pun­to en que el lector de novelas ha sido entrenado, desde los origenes del genero en el siglo XVII, a com­parar la ficcion con la veracidad de la informacion en ella contenida. Asi, cuando un autor nos propo­ne un personaje como German, escritor en ciernes, talentoso en la novela historica, autor de un precoz cuento surrealista,' habitante de la colonia del Va­lle en la ciudad de Mexico ... aS1 hasta tejer una red de datos paralela, se antoja que esta sea una novela confesional, 0 al menos autobiografica. Dejemos que esta idea descanse en la decision del lector y sus obras.2 Para ello, proponemos comparar el si­guiente fragmento de una entrevista al autor con el contenido del primer capitulo de la novela. En esas relaciones, 10 que podemos encontrar son seme­janzas. Dice Enrique Serna:

Desde nino vi que habia dos maneras diferentes de acercarse a la literatura: una, la que me qui­sieron inculcar en la escuela, que consistia en memorizar titulos, fechas y nombres de corrien­tes literarias. La otra vision de la Iiteratura me la dio mi madre, una lectora muy voraz que me suministro desde los siete u ocho anos una enor­me cantidad de libros; gracias a ella descubri que la literatura es sobre todo una forma de entrete­nimiento. En la preparatoria, ambas formas de concebir la literatura hicieron colision en mi ce­rebro durante una tediosa clase de literatura universal, en que la maestra se limitaba a dictar fichas bibliogrMicas. Para escapar de ese horror escribi "La boveda", un relato fantastico que ocu­rria dentro de una cajetilla de cerillos, cuyos per­sonajes eran los mismos f6sforos. Posteriormente 10 mande al concurso semanal de cuento del su­plemento "La cultura en corto", del periodico El Nacional , donde al poco tiempo 10 publicaron, seguramente por compasion, porque era bastan­te malo. Ver mi nombre en letras de molde me

1 Serna, op. cit., p. II. , Se abunda en este tema en el tratamiento del autor como creador en otro trabajo que hemos realizado: Santa Evita, los entrl'manos del lector y sus obms, Mexico: ITESM, Porrtia: 2003.

causo una gran alegria. Asi descubri mi voca­cion, tenia dieciseis anos. A partir de entonces empece un largo calvario, porque durante diez alios estuve escribiendo cuentos fallidos que iban a parar al basurero y solo despues de haber escri­to un par de novelas, adquiri el oficio necesario para volver a incursionar en el cuento. 3

German y su creador entonces entablaran una discusion productiva que caera en uno de los tipos de relacion que existe entre el autor y su heroe, como 10 ha definido Mijail Bajtin en la obra Esteti­ea de la ereacion verbal donde ofrece una manera de entender la aproximacion al texto desde la colo­caci6n del binomio autor-personaje, como eje para valorar el papel del autor en el texto y la estrecha relacion que este mantiene con el personaje.

Hacer la distincion entre el autor biografico y el autor creador nos lleva a explorar un campo muy vasto: el de la comprension del autor desde la obra, pero mas alla de la propuesta de los intentos de una comprension estetica, apoyados en la correlacion entre el personaje y el autor segun los metodos bio­grafico y sociologico, e ir mas alla y llegar a la ima­gen del autor y el personaje no como momentos de la totalidad artistica de la obra sino como momen­tos de la unidad entre la actitud valorativa del au­tor frente a su creacion, el personaje.

Asi, se tiene que en la teoria de Mijail Bajtin se deja sentado que, mas alla de una posibilidad de XXIX

correIa cion biografica, el autor y el personaje exis­ten como una relacion entre la obra y una teoria de la vision del mundo que se ofrece en el texto:

es imposible suponer que haya una eoincidencia a nivel te6rico entre el autor y el personaje, por­que la correlaci6n que se da entre ellos es de or­den absolutamente distinto. Siempre se desestima el hecho de que la totalidad del personaje y la totalidad del autor se encuentran en niveles to­talmente diferentes, no se toma en cuenta como se manifiesta la actitud hacia el pensamiento e inclusive hacia la totalidad teo rica de una vision del mundo (Bajtin, 1989:17).

El personaje no es la imagen novelada del autor, sino la imagen de la vision del mundo que el autor tiene y despliega en 1a obra. Tampoco es posible restringir la idea de la COSIT.vvision del autor a aque­llo que se despliega en la obra a traves del persona­

,1 Jorge Luis Herrera, EntrcI'is/a a El1rique Serna, <http:/ / sepiensa.org.mx/ contenidos/2004 / serna/serna_1.htm>.

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je: " ... ni los libros redimian del mal a los seres hu­manos, el hombre solo podia descubrir su verda­dera naturaleza al verse en el espejo de la experiencia ajena" (Serna, 2006: 29).

La relacion entre el autor y su personaje se ha trabajado por la critica en dimensiones distintas y con intencion de asir en el personaje la persona del autor. Existe una premisa en la postura que se se­nala aqui. EI otro es una creacion del yo, en tanto que neva una postura valorativa implicita. Bajtin alude a Ia reflexion como una condidon necesaria para entrar a valorar la relacion entre el autor y su personaje. La respuesta inmediata es que el autor antes de crear un personaje debe resolver el pro­blema de la comprension de S1 mismo en el mundo. Queda entonces evidendado que la biografia es una zona de influencia en la novela, pero no es el unico centro y nos da pie para discutir otro de los temas centrales en la novela: la construcdon de una iden­tid ad desde la reflexion.

Si Serna no esta ausente como inspiracion en la novela, es porque esta es una suerte de reconcilia­cion con la existencia cotidiana, en su aparente sen­cillez.

Lo cotidiano es en S1 un discurso, como 10 ha anotado la tradidon sociol6gica francesa,4 de modo que la novela que tiene como protagonistas a seres

h humanos "cotidianos" aparece como un recurso de EJ apelacion al lector. Asi para el lector joven mexi­

cano,s como aquel que se ace rca a discutir la nove­la con mas cercania, pues se siente apelado por los nombres de las calles de la colonia del Valle en la ciudad de Mexico, las avenidas Insurgentes, Alvaro Obregon y toda la nomenclatura conocida. Este espacio de 10 cotidiano Ie da a la saga de los perso­najes un tinte antiheroico, mas accesible allector. As!, posiblemente la trasformacion de German, su

4 Michel de Certeau. La lnvcncion de 10 cotidillno. Mexico: Univer­sidad Iberoamericana, 1999. Aqui se analiza el proceso de com­prension de las relaciones de la sociedad y sus productos cul­turales, los habitos. la vida en comlin del dia a dia que alcanza en esta aproximadon el nivei de objeto de estudio. Luego, la tradicion posestructural hara que estas perspectivas deriven en los estudios culturales. S Esta novela es parte de la !ista de lecturas de la materia Lite­ratura Mexicana Contemt'v.anea que se ofrece en los progra­mas de Licenciatura en Comunicacion y Licenciatura en Rela· cionE's IntE'rnacionales. Los alumnos Jeyeron la novel a para ha­cer un amilisis del tema de la diversidad social en el Mexico contemporaneo. Entre sus comentarios, el de la familiaridad con el escenario fuE' una constante positiva que incremento el gusto por esta noveia, sus personajes y sus planteamientos.

maduracion como ser humano, queda dicha como una experiencia que puede ser de todos, de cual­quiera que embate los problemas cotidianos: la in­tolerancia de la rigida moral de la clase media mexicana,6 representada en la figura materna, la presion social de ser hombre independiente y la mayor presion de todas: ser "normal". Esta norma­lidad incluye la aceptadon y acatamiento del rol heterosexual evidenciado por Ia tradicion: "... 10 mas excitante del juego es ignorar cuando voy a estrellarme." (Serna, 2006: 187)

La heterosexualidad, en la novela Ia "cotidiani­dad" se analiza sin ser elevada a rango de Hel ideal social", sino que es cuestionada en sus rakes misoginas, excluyentes, ignorantes y simplistas. Todo ello sin que en la novela se note nunca un tono magisterial 0 catedratico en defensa 0 ataque de las posturas en conflicto, es dedr, 10 hetero con­tra 10 homosexual, sino que se mantiene en un equi­librio de tensiones: ambas se encuentran en German quien, adusto unas veces 0 colerico otras, "sufre" las presiones de Ia madre y el amante. Am­bos, como si fueran las sirenas de Ulises 0 mas bien los monstruos a cada lado del paso de Escila y Ca­ribdis, 10 hacen encallar en una confusion: ser 0 no ser hijo, ser 0 no ser gay, ser 0 no ser feliz, por eso escribir es una forma de resolver el conflicto: " .. .la plenitud de la existencia consiste en sol tar los de­monios del alma" (Serna, 2006: 94).

Basta este punto, la novela queda como un inte­ligente recuento de situaciones humoristicas, iro­nicas diriamos, en que el drama cotidiano mexicano se convierte en una farsa costumbrista: la costum­bre de que las madres sufran, que el padre huya con una mujer mas joven, que la novia 10 traicione a uno con el mejor amigo ... 0 bien, que se entre a trabajar para ganarse la vida. Desde este panora­ma, el conflicto de German es el de sobrevivir, sin certezas, sin mayores figuras de autoridad que sus propios val ores en formacion.

Tal vez la definicion de una preferencia sexual no sera tanto una cuestion de hormonas, sino de equilibrio psicologico. Convertir el deseo subli­mado en idolatria frivola puede ser algo frustran­te, una especie de celibato sacerdotaL Pero es la mejor solucion que han encontrado para no per­

, Considerese el estudio que hace Gabriel Careaga Medina. Mi­tos y fantasias de la clase media. Mexico: Planeta 1976, 0 bien, los realizados por Manuel Castells, La cuestion urbana, Mexico: Si­glo XX!. 1974.

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manecer de por vida en la cuerda floja donde yo comienzo a trastabillar (Serna, 2006: 258).

He aqui uno de los aspectos mas positivos de la novela: la historia de dos asuntos irreconciliables; dos morales -la clase media heterosexual y la semi­liberal homosexual- estfm antagonizadas pero no sobrevaloradas, a cada una se Ie muestra en su ab­surdo, en su contra16gica: pudor y decencia contra erotismo y sensualidad; buen nombre y mal nom­bre, ser hombre y ser maricon, ser una mujer de­cente 0 una piruja, como extremos risibles y tragicos: "La familia se fund a en el predominio del hombre sobre la mujer y su fin es perturbar la pro­pied ad privada" (Serna, 2006: 123).

En otro sentido, ya que hemos mencionado el espacio de la ciudad de Mexico como cot~diano, otro espacio seria el configura do por la oficma; los amigos de Mauro, las reuniones en su departamen­to modesto pero elegante, que van apuntando hacia una estetica gay: el humor, el sentido de la infor­macion siempre ala mana para aderezar la conver­sacion y volverla un verdadero juego de tenis de cit as , referencias, nombres, peliculas, escritores, act rices.

La novela destaca apenas esta cosmovision des­de 10 marginal, presenta 10 gay como alternativo, insiste mas en plantear un enfasis en la identidad de un homosexual y no de toda la homosexualidad como si fuera una condicion del ser. Se destaca mas la educacion sentimental de German que el coito o la erotica, que aunque esta presente en la novela, aparece correctamente trabajada, del mismo modo que habria que decir de la sexualidad en cualquier historia de amor. Creemos por ello que Fruta ver­de no es una novela gay 0 heterosexual, sino una novela bisexual: presenta las dos posibilidades como eso, como asuntos person ales que se van te­jiendo en la compleja -si bien antiheroica- vida de un sujeto cuyo anhelo es ser feliz, modesta y tran­quilamente feliz. Por ello, pensamos que la novela tiene en este rasgo uno de sus muchos aciertos: German Lugo escribe la novela no para reivindicar su sexualidad, cosa a todas luces innecesaria, ni para justificar su masculinidad, sino para pagar su deuda con los muertos y rendir homenaje a su ma­dre y a su amante. Recoge por ello de cada uno su legado.

La novela puede ser tambien leida como una novela de la existencia: dos son sus polos, dos sus escenarios centrales. La madre, Paula, y el amante, Mauro, por un lado; y de parte de los espacios, el ambito familiar y el segundo ambito de los amigos,

es decir la familia extendida. La pruden cia y el de­seo, como una lucha de 10 establecido mexicano, nos dice claramente que la vida es mas dificil cuan­do es cotidiana, cuando no se lucha contra los monstruos marinos sino con los fantasmas que ace­chan en cada esquina, cada dia de nuestra vida. Ninguno de elIos esta present ado como mas rele­vante que el otro, sino que se presenta en equidis­tancia de un eje: la construccion de la personalidad de German. En ese recorrido hacia la madurez, en­tonces, el ser humano, el individuo, se noveliza como un fruto: producto de los sacrificios mater­nos, de las desgracias familiares y de la propia y erratica voluntad de ser libre. En ese sentido la maduracion, como llamaremos en adelante a la madurez para dejar clara la diferencia entre el pro­ceso, maduracion, y el anhelo 0 meta: la madurez. German esta en proceso de maduracion, es una fruta verde.

Para la madura madre, Paula, y para el curtido amante, Mauro, German es un joven todavia muy verde, como se dice en espanol de Mexico, que no .. sabe mucho, que esta a merced de la expenenCla. Para Mauro, German es fruto que Ie despierta un hambre deseosa: comerselo es su meta. Y gran par­te de ese proceso lento de seduccion, sera tambien el proceso de instruccion en otro mundo, del que hablaremos mas adelante.

Todo un universo que es en si un mundo cultu­ XXXI

ral que flota sobre la cabeza de German, quien quie­re apropiarselo para con ello abonar su verdadera vocacion: ser escritor. Como para German, para el lector la novela es la oportunidad de tener ojos elo­cuentes: nos permite decir mas de 10 que vemos, 0

vimos en el pasado. Asi, quien no lee como German su propia vida, no podra contarla y aprender de ella.

Asi, entramos al asunto que nos parece central: la novela es la biografia novelada de German Lugo, autor de novelas historicas, quien tras un exito de lectores, sabedor de quien es su publico y cual es su figura en la intelectualidad mexican a, se decide, tras la muerte de su antiguo am ante de juventud, a contar su vida.

Por necesidad espiritual, tenia que recuperar esos aflos de formaci6n y deformaci6n, cuando Mauro y mi madre eran dos alfareros que se disputaban la arcilla de mi alma: de otro modo mi vida y mi obra quedarian truncas. Si no resucitaba a mis genios tutela res, si no fabricaba un zompantli familiar con sus cnineos, nada quedarfa de nues­tro paso por el mundo: s610 un polvo de animas disperso en el aire (Serna, 2006: 308).

German esta descrito como un joven musculo­so, con piernas de futbolista, rubio, pelo rizado que resplandece con el sol, guapo y apetitoso. German es a Mauro 10 que el atletico y noble Pavel, amigo de infancia de German, es a Paula, la madre. Am­bos muchachos son los frutos verdes encantos de una juventud que se antoja sexualmente atractiva, a pesar de los convencionalismos en contra. En la novela, Paula y Mauro guardan una serie de coin­cidencias a primera vista imposibles, que se haran explicitas al final del relato. Para German, Frota verde es un bolero seductor que escucha en casa de Mauro: "Sabor defruta verde, de fruta que se muer­de y deja un agridulce de perversidad, boca de manzana, boquita que reza, pero si besase vuelve mala mala ..." (Serna, 2006: 216).

XXXI!

En todos niveles, la maduraci6n implica un cam­bio: conciencia de SI mismo, conciencia dellegado de los otros y la posibilidad de dar cuenta, como en la novela, de la deuda con el pasado. Esa es la for­ma como la literatura -para German Lugo, para Enrique Serna y para el resto de nosotros- nos dara siempre la posibilidad de tener ojos elocuentes y poder decir todo 10 que vemos.

Bibliografia

Serna, Enrique. Fruta verde. Mexico: Planeta, 2006. , EI miedo a los animoles, Mexico: Planeta, 1995.

Bajtin, Mijofl. Estetico de 10 creadon verbal. Tr, del ruso par Helena

S, Kri6kova y Vicente Cazcarro, Madrid: Taurus, 1989.

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