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Teoría de Situaciones Didácticas

Se adopta una perspectiva piagetiana, en el sentido de que se postula que todo conocimiento se construye por interacción constante entre el sujeto y el objeto, pero se distingue de otras teorías constructivistas por su modo de afrontar las relaciones entre el alumno y el saber. Los contenidos son el substrato sobre el cual se va a desarrollar la jerarquización de estructuras mentales.

La concepción constructivista lleva a Brousseau a postular que el sujeto produce conocimientos como resultado de la adaptación a un “medio” resistente con el que interactúa.Postulados1- “El alumno aprende adaptándose a un medio que es factor de contradicciones, de dificultades, de desequilibrios, un poco como lo hace la sociedad humana. Este saber, fruto de la adaptación del alumno, se manifiesta por respuestas nuevas que son la prueba del aprendizaje.2-Para todo conocimiento (matemático) e posible construir una situación fundamenta que puede apelar a dicho conocimiento y para la cual éste determina la estrategia óptima.3-Un medio sin intenciones didácticas es claramente insuficiente para inducir en el alumno todos los conocimientos culturales que se desea que él adquiera.

El modelo que describe el proceso de producción de conocimientos matemáticos en una clase a partir de dos tipos de interacciones básicas:a) La interacción del alumno con una problemática que ofrece resistencias y retroacciones que operan sobre los conocimientos matemáticos puestos en juego.b) La interacción del docente con el alumno a propósito de la interacción del alumno con la problemática matemática. A partir de ellos postula la necesidad de un “medio” pensado y sostenido con una Institucionalidad didáctica. (miliu no es lo mismo que el medio resistente)

La descripción del acto didáctico, puede conducir a una descripción de las diversas situaciones didácticas. Brousseau (1983) en su Teoría de las Situaciones Didácticas define una situación como un conjunto de relaciones explícitas o implícitas entre un alumno, un cierto medio, otros objetos o instrumentos y un profesor con el fin de hacer apropiarse a estos alumnos un saber constituido o en vías de construcción. Así, una situación podría implicar un acto didáctico, pero no es necesario. Esto ya que el autor distingue tres tipos de situaciones:Situación didáctica,Situación a-didáctica Situación no didáctica.La situación didáctica se puede homologar al acto didáctico. En ésta existe una intención didáctica y hay en vista un conocimiento.Para que el alumno "construya" el conocimiento, es necesario que se interese personalmente por la resolución del problema planteado en la situación didáctica. En este caso se dice que se ha conseguido la devolución de la situación al alumno.

El proceso de resolución del problema planteado se compara a un juego de estrategia o a un proceso de toma de decisiones. Existen diferentes estrategias, pero sólo algunas de ellas conducen a la solución del problema y a la construcción por el alumno del conocimiento necesario para hallar dicha solución. Este conocimiento es lo que se puede ganar, lo que está en juego, en la situación. De este modo, la teoría de situaciones es una teoría de aprendizaje constructiva en la que el aprendizaje se produce mediante la resolución de problemas.

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En la situación a-didáctica no hay intención explícita de enseñar un contenido determinado, sino que, el fin es conducir a una situación didáctica.Por último, la situación no didáctica no tiene en vista un conocimiento, no ocurre necesariamente en el aula. Se trata de conocimientos y comportamientos que se adquieren por transferencia de conocimientos o saberes escolares y/o por experiencias asociadas a la búsqueda personal o influida por el medio familiar o social.Es así como profesores, alumnos y sus familias nos relacionamos constantemente en diversas situaciones. Es importante que los profesores podamos diferenciar las distintas situaciones y comprender que nuestras intervenciones no siempre tendrán un fin didáctico y que, además, los alumnos adquieren conocimientos desde muy diversos orígenes como son la propia búsqueda a través de libros o Internet o las intervenciones de familiares y amigos. Estos conocimientos adquiridos en situaciones no didácticas deben ser conocidos por los profesores, para, desde ellos, configurar los nuevos conocimientos.

La Situación A- Didáctica es el proceso en el que el docente le plantea al estudiante un problema que asemeje situaciones de la vida real que podrá abordar a través de sus conocimientos previos, y que le permitirán generar además, hipótesis y conjeturas que asemejan el trabajo que se realiza en una comunidad científica. En otras palabras, el estudiante se verá en una micro-comunidad científica resolviendo situaciones sin la intervención directa del docente, con el propósito posteriormente de institucionalizar el saber adquirido. La Situación Didáctica, por otra parte, comprende el proceso en el cual el docente proporciona el medio didáctico en donde el estudiante construye su conocimiento. De lo anterior se deduce que la situación didáctica engloba las situaciones a-didácticas, de esta forma, Situación Didáctica consiste en la interrelación de los tres sujetos que la componen. En resumen, la interacción entre los sujetos de la Situación Didáctica acontece en el medio didáctico que el docente elaboró para que se lleve a cabo la construcción del conocimiento (situación didáctica) y pueda el estudiante, a su vez, afrontar aquellos problemas inscritos en esta dinámica sin la participación del docente (situación a-didáctica).

EL CONTRATO DIDACTICO Los contratos didácticos son acuerdos generalmente tácitos, que reglamentan el juego escolar: se prevé lo que el profesor espera y lo que los alumnos exigen de él, lo que los padres y apoderados esperan del profesor y de la institución escolar. El contrato didáctico no es un contrato pedagógico general, depende estrechamente de los conocimientos en juego. El profesor no debe efectuar la comunicación de un conocimiento, sino la devolución de un buen problema. Si el alumno rechaza, evita o no lo resuelve, el profesor tiene la obligación social de ayudarlo. Lo importante son las rupturas del contrato, éstas no pueden ser predefinidas, pero cuando se producen se presenta la sorpresa del alumno que no sabe resolver el problema y que se rebela porque el profesor no ha sabido prepararlo. Sorpresa para el profesor que estimaba razonablemente suficiente su intervención..., indignación, negociación, búsqueda de un nuevo contrato que depende del nuevo “estado” de saberes adquiridos y focalizados. El contrato didáctico no puede ser explicitable por completo, desde el momento que pretende contener el resultado de la acción a enseñar. Por otro lado no existen medios conocidos repertoriados y suficientes para que el alumno obtenga la apropiación de los conocimientos en vista. Además, si el contrato contuviera solamente las reglas de comportamiento del profesor o del alumno, su respeto escrupuloso condenaría al fracaso la relación didáctica.

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En realidad lo que se desea es que se realice un proceso de búsqueda de un contrato cada vez más ajustado a las necesidades del triángulo didáctico: Profesor- Saber – Alumnos.

Los dos tipos de interacciones básicos, sujeto/medio y alumno/docente conforman en la Teoría de Situaciones un sistema, es decir que no pueden concebirse de manera independiente unas de las otras. Este sistema es la situación didáctica.

Una situación a–didáctica se caracteriza esencialmente por el hecho de representar determinados momentos del aprendizaje en los cuales el alumno trabaja independientemente, no sufriendo ningún tipo de control directo del profesor. Una definición dada por Brousseau (1986):

Cuando el alumno se vuelve capaz de poner en funcionamiento y utilizar por sí mismo el saber que está construyendo, en una situación no prevista en cualquier contexto de enseñanza y también en ausencia de cualquier profesor, está ocurriendo entonces lo que puede ser llamada situación a-didáctica

Es posible reconocer una cierta ambigüedad en el uso de esa expresión cuando ella ha sido definida como una etapa en la cual la intención de enseñar no tiene ninguna influencia. Ambigüedad en el sentido de que ella representa un fenómeno que está fuera del control didáctico y es, al mismo tiempo, una noción de gran importancia para la didáctica. En la realidad, la intención pedagógica caracteriza todas las etapas del proceso didáctico, una vez que todo el trabajo del profesor está previamente determinado por objetivos y metas preestablecidas. El alumno puede hacer investigaciones matemáticas, independientemente del sistema educativo o de la intención pedagógica del profesor y, asimismo, no deja de estar vivenciando situaciones a–didácticas

Brousseau analiza también un tipo particular de aprendizaje que él llamó aprendizaje por adaptación, en el cual el alumno siempre se enfrenta con la necesidad de adecuar su conocimiento a un determinado problema que le fue colocado en el marco de una situación didáctica. En contraposición a esta adaptación está el aprendizaje formal que procura por sobre la memorización, la técnica y los procesos de automatización, la comprensión verdadera de las ideas matemáticas. En ese aprendizaje la actitud radical está en la reducción de la enseñanza al aspecto formal de la matemática, que aunque tenga su función en el aprendizaje, no puede representar en si la esencia del conocimiento.

Las situaciones a-didácticas representan los momentos más importantes del aprendizaje, pues el éxito del alumno en las mismas significa que él, por su propio mérito, consiguió sintetizar un conocimiento. En este sentido no pueden ser confundidas con las llamadas situaciones no-didácticas, que son aquellas que no fueron planeadas buscando un aprendizaje. En este caso el problema surge de una forma eventual en la vivencia personal del sujeto. Observamos entonces que la elección del problema por el profesor es una parte importante de una situación más amplia, planeada con fines pedagógicos, en la cual pueden ocurrir una o más situaciones a-didácticas. De esta forma el profesor y el alumno están implicados en un conjunto de relaciones, que envuelven una diversidad de conceptos, en busca de un determinado conocimiento. Así, entre las diversas situaciones a-didácticas existentes, una se caracteriza por ser la síntesis del conocimiento. Toda la actividad pedagógica debe ser planeada por el profesor en el sentido de dirigir al alumno para lo principal, que es la situación a-didáctica.

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En suma, toda vez que fuera posible caracterizar una intención, por parte del profesor, de orientación de un alumno para el aprendizaje, se puede inducir la existencia de una situación didáctica. Además de eso es necesario que haya también mecanismos socialmente instituidos para que esto se pueda realizar. Esto está directamente asociado con una propuesta constructivista en el sentido que ésta se caracteriza por la intención de colocar al alumno en una situación que involucre una producción de conocimiento. Esta producción puede también envolver adaptaciones, reformulaciones y al mismo tiempo, la generación de conflictos con conocimientos anteriores.

TIPOS DE SITUACIONES DIDÁCTICASLa teoría de Brousseau plantea una tipología de situaciones didácticas. Cada una de ellas debería desembocar en una situación a-didáctica, es decir, en un proceso de validación del conocimiento construido.Dentro de las situaciones didácticas tenemos:La situación acción.Consiste básicamente en que el estudiante trabaje individualmente con un problema y con un conocimiento. Es decir, el estudiante individualmente interactúa con el medio didáctico, para llegar a la resolución de problemas y a la adquisición de conocimientos.Dentro de las condiciones en las que una situación acción debería reunir para desembocar en una situación a-didáctica tenemos, por ejemplo, la formulación del problema: éste debe interés para el interés del estudiante, además el tipo de pregunta formulada debe ser tal que no tengan respuesta inmediata. De modo que sean realmente problemas para el estudiante, donde éste debe acercarse y trabajar en ellos como en una situación a-didáctica.Este comportamiento debe de darse sin la intervención del docente. Empero, si bien el proceso se lleva a cabo sin la intervención del docente, no implica que éste se aísle de este proceso. Pues es el docente quien prepara el medio didáctico, plantea los problemas y enfrenta al estudiante a ese medio didáctico, y es acá donde no interviene.

La situación de formulación.Consiste en un trabajo en grupo, donde se requiere la comunicación de los estudiantes, se comparte la experiencia de la construcción del aprendizaje. Por eso, en este proceso es importante el control de la comunicación de las ideas. La situación de formulación es básicamente el enfrentar a un grupo de estudiantes con un problema dado. En ese sentido hay un elemento que menciona Brousseau, esto es: la necesidad de que cada integrante del grupo participe del proceso, es decir, que todos se vean forzados a comunicar las ideas e interactuar con el medio didáctico.

La situación de validación.Es aquella donde, una vez que los estudiantes han interactuado de forma individual o de forma grupal con el medio didáctico, se pone a juicio de un interlocutor el producto obtenido de esta interacción. Es decir, se valida lo que se ha trabajado, se discute con el docente acerca del trabajo realizado para cerciorarse si realmente es correcto.

La situación de institucionalización.En ésta los estudiantes ya han construido su conocimiento, se va a pasar del conocimiento a un saber. Esta es la parte de institucionalización, es presentar los resultados, presentar todo en orden, y todo lo que estuvo detrás que era la construcción de ese conocimiento (situaciones didácticas anteriores) se omite, o bien se olvida.