Nutrición BásicaLa alimentación, clave para el desarrollo y la salud infantil

Alimentación y saludLa obesidad infantil no es un juego de niños. Estrategias

para afrontar el principal problema de salud infantil relacionado con la alimentación.

III Encuentro Salud y Nutrición

Prevención de la obesidad infantil,un reto necesario

Diciembre 2012

III ENCUENTRO SALUD Y NUTRICIÓNEducación nutricional desde la infancia: construyendo un futuro más sano

BOLETÍN INFORMATIVO PARA PROFESIONALES DE LA SALUD

El asesoramiento por parte de los profesionales de la salud es un elemento clave en la promoción de hábitos de alimentación saludables. Conscientes de la responsabilidad que esto comporta para cada profesional, desde EROSKI y Fundación EROSKI queremos colaborar en la importante tarea de proporcionar información y consejo nutricional a los consumidores. Con este ánimo presentamos hoy este primer número del “Boletín informativo para profesionales de la salud”.

Es además un placer tener la oportunidad de presentar este número recogiendo el testigo del III Encuentro Salud y Nutrición que, con el tema “Educación Nutricional desde la infancia: construyendo un futuro más sano”, hemos celebrado recientemente en Pamplona.

Esto nos permite dar una difusión mayor al espacio de debate y reflexión que tuvimos la oportunidad de abrir el pasado 27 de noviembre contando con la participación de reconocidos expertos en áreas como la endocrinología, la nutrición, la pediatría, la educación o la promoción de la salud, así como con la inestimable colaboración del Gobierno de Navarra. Al elegir como eje central de discusión la situación nutricional en los niños españoles y el papel de la educación para la adquisición de unos hábitos de vida saludables, nuestro deseo es que este foro contribuya a la prevención de problemas como la obesidad infantil y se convierta en una plataforma para compartir prácticas e identificar nuevas líneas de trabajo que abordar.

Esta jornada para profesionales de la salud, que da continuidad a otras anteriormente celebradas, nos invita a seguir trabajando con aún más entusiasmo en el desarrollo de actividades a favor de la salud, la formación y la información de los consumidores; algo que constituye un sólido compromiso y una firme vocación en EROSKI desde nuestros orígenes hace más de 40 años.

No somos nuevos en la aventura de informar. Pensamos que solamente un consumidor informado (y para ello es preciso contar con información veraz, independiente, rigurosa y amena) puede llegar a ser un consumidor responsable. Por eso desde EROSKI y Fundación EROSKI apostamos por la promoción de hábitos nutricionales saludables a través de iniciativas encaminadas a mejorar el etiquetado nutricional, a buscar la composición más saludable de determinados productos o la promover la actividad física, entre otros objetivos, para lo cual tenemos el honor de colaborar, desde hace varios años, con diferentes sociedades científicas.

Si la revista EROSKI CONSUMER, que creamos hace más de 30 años con el fin de aportar información de calidad a los consumidores, es ya una realidad consolidada y un proyecto de éxito (leída y visitada cada mes por más de 700.000 lectores y 3.500.000 de usuarios web), ahora lanzamos este boletín con la misma ilusión que entonces para complementar de manera coherente la trayectoria anterior.

Elaborada por y para profesionales de la salud, esta publicación no tiene otra misión que contribuir a la divulgación del conocimiento científico en materia de nutrición para, desde el prescriptor natural (el profesional), mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Y quiere hacerlo, además, sirviendo de apoyo para una mejor comunicación del profesional de la salud con su paciente.

Queremos contribuir a la formación de los profesionales de la salud a través de una publicación científica y a la vez divulgativa, rigurosa y a la vez amena, y muy ligada a la actualidad. Confiamos en conseguir nuestro objetivo y que pronto se convierta en una herramienta de referencia y utilidad.

Agustín MarkaidePresidente Fundación Eroski

“Queremos contribuir a la divulgación del conocimiento científico en materia de nutrición

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BOLETÍN INFORMATIVO PARA PROFESIONALES DE LA SALUD

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La alimentación, clave para el desarrollo y la salud infantil

La obesidad infantil no es un juego de niños. Estrategias para afrontar el principal problema de salud infantil relacionado con la alimentación.

Compromiso de EROSKI en la prevención de la obesidad infantil: nuevas líneas de actuación para 2013 – 2016

• Educación nutricional desde la infancia: construyendo un fututo más sano.

• El papel de las administraciones públicas en el fomento de la alimentación saludable y la actividad física.

• Prevención de la obesidad infantil, un reto necesario.

• Experiencias europeas en educación nutricional.

EROSKI, líder en RESPOSABILIDAD SOCIAL

Boletín editado por EROSKI para profesionales de la salud

Nutrición básica

Alimentación y salud

III EncuentroSalud y Nutrición

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Los nutrientes son los elementos que componen las diferentes estructuras del organismo, así como los reguladores que permiten su correcto funcionamiento. Si esto es importante en la etapa de madurez en la que las estructuras, tejidos y órganos están consolidados, es fundamental en la etapa infantil, en la que se está produciendo el crucial proceso de desarrollo y crecimiento. El sistema nervioso central es un buen ejemplo de ello. De este modo, la carencia de algún nutriente en la etapa infantil determinará un desarrollo

y crecimiento deficientes en el niño y, por el contrario, un exceso de nutrientes y/o energía determinará la aparición de patologías como la obesidad y el síndrome metabólico, auténticos retos para la salud pública actual.

Desde hace algunos años, para entender una patología compleja como es la obesidad se están investigando las citoquinas y hormonas que tienen relevancia sobre el tejido adiposo. Quizá sea la clave para futuros tratamientos farmacológicos de la obesidad.

La alimentación, clave para el desarrollo y la salud infantil

Nutrición básica

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Alimentación, desarrollo y crecimientoLa alimentación en la etapa infantil condiciona el crecimiento y desarrollo del niño, evita la aparición de enfermedades carenciales y previene la aparición de patologías de origen nutricional como la obesidad, diabetes tipo 2, síndrome metabólico y dislipemias, entre otras (1).

De igual modo, en esta etapa, se empiezan a consolidar los hábitos de vida y los hábitos alimentarios, que pueden determinar en el futuro la aparición de enfermedades relacionadas directamente con la alimentación.

La etapa preescolar es clave para la maduración neuromotora, digestiva y renal, para desarrollar habilidades de manipulación, masticación y deglución de alimentos, para apreciar las propiedades organolépticas de los mismos y para el establecimiento de los hábitos y patrones dietéticos.

También es una etapa crucial para el desarrollo del sistema nervioso central y de las capacidades intelectuales del niño.

Alimentación infantil & SNCEl crecimiento y desarrollo cerebral y el funcionamiento resultante, el comportamiento, están sujetos tanto a factores biológicos como ambientales. Durante las etapas embrionaria, fetal y posnatal temprana, la genética determina la estructuración y el desarrollo de las diferentes regiones cerebrales. Esos determinantes genéticos también modulan la transmisión de la señal sináptica y contribuyen al establecimiento y mantenimiento del sistema nervioso central. Al mismo tiempo, los determinantes ambientales juegan un papel idéntico en dar forma a la configuración neuronal. Algunos de estos determinantes ambientales actúan modificando la expresión génica a través de mecanismos epigenéticos. En esencia, un niño nace con la capacidad intrínseca de aprender, pero cómo y qué aprende está modulado por el ambiente (2).

La nutrición es un factor ambiental que puede modificar directamente la estructura genética y mediar la expresión de factores genéticos proveyendo las moléculas específicas que permiten a los genes ejercer su potencial o sus efectos diana en el crecimiento cerebral y el desarrollo.

Las funciones especiales del cerebro quedan reflejadas en mayores requerimientos de determinados nutrientes y sustancias como la colina, el ácido fólico, el hierro, el zinc y algunos tipos de grasa como gangliósidos, esfingolípidos y el ácido graso de la serie omega-3 docosahexaenóico (DHA, por sus siglas en inglés). Además, la nutrición puede tener efectos directos en la expresión génica en el cerebro. Adicionalmente, los nutrientes pueden actuar como factores de crecimiento. Algunos nutrientes facilitan la incorporación de experiencias en las funciones cognitivas constituyendo los componentes básicos estructurales de los cuerpos celulares neuronales y de las sinapsis. Por ejemplo, la evidencia sugiere que ácidos grasos específicos, como el DHA son importantes para la sinaptogénesis (3), particularmente durante el tercer trimestre de gestación.

Obesidad infantil Al igual que en el caso de los adultos, el desequilibrio energético también sirve para explicar el sobrepeso y la obesidad infantiles. Excesos en la ingesta energética basados en hábitos inadecuados de alimentación o un gasto energético insuficiente determinado, básicamente, por una escasa actividad física, son uno de los principales motivos por los que el sobrepeso y la obesidad infantil crecen en todo el mundo. Sin embargo, la complejidad de una patología como la obesidad determina la existencia de otros factores y condicionantes que pueden influir en la aparición y mantenimiento del sobrepeso y la obesidad, a nivel hormonal, metabólico y comportamental, entre otros.

Enfermedad infantil: predictor de enfermedad adultaA partir de las investigaciones sobre la prevención y el tratamiento de las enfermedades en la edad adulta, ha quedado patente que muchas de estas patologías tienen sus orígenes en la infancia. Estos antecedentes están basados en la nutrición, la actividad física y los hábitos de los niños en desarrollo (4).

El sobrepeso durante la adolescencia puede determinar ya unas consecuencias adversas para la salud antes de la edad adulta. Además, la mayoría de adolescentes con sobrepeso continúan teniendo un IMC elevado cuando son adultos jóvenes. Algunas estimaciones señalan que el 80% de los adolescentes con sobrepeso acaban siendo adultos obesos. Debido a esto y dado que la prevalencia de obesidad no deja de crecer, se está fijando una mayor atención en la infancia y adolescencia. De este modo, se

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ha podido observar cómo el aumento de peso materno durante el embarazo y la alimentación excesiva del niño con fórmulas enriquecidas, se relacionan con trayectorias de exceso de peso (5).

Por otro lado, en recientes estudios se ha observado que el síndrome metabólico es mucho más común entre niños y adolescentes en la actualidad. Su prevalencia aumenta directamente con el grado de obesidad, que va desde el 39% en obesos moderados, hasta el 50% en niños con obesidad severa (6).

Lactancia materna y obesidadLa exposición a la lactancia materna determina una disminución en el riesgo de padecer gastroenteritis, infecciones del tracto respiratorio, diabetes, síndrome de muerte infantil repentina y enterocolitis necrotizante. De igual modo, diversos estudios han mostrado una asociación positiva dosis-dependiente entre la lactancia materna (durante los 4-6 primeros meses) y el peso corporal del niño, evitándose el sobrepeso en etapas posteriores (7).

Hormonas del tejido adiposo y otras sustancias reguladoras implicadas en la obesidadNumerosas hormonas y citoquinas presentan un papel fundamental en la patogénesis y las complicaciones de la obesidad en niños y adultos (8 ).

La principal función del tejido adiposo es almacenar energía durante el consumo excesivo de alimentos y liberarla durante periodos de ayuno. Pero además, el tejido adiposo, tanto en niños como adultos, es un órgano endocrino que produce diversas adipoquinas con una amplia actividad biológica. También son diversas las citoquinas mediadoras de la inflamación que se producen en el tejido adiposo.

GrelinaLa grelina es un péptido, principalmente sintetizado en el estómago. Juega un papel importante relacionado con la regulación del balance energético, tanto a corto como a largo plazo, el apetito y ganancia de peso. Esta hormona también incrementa la motilidad gástrica, las secreciones gástricas y pancreáticas, el metabolismo glucídico y lipídico, inhibe la lipólisis y estimula la lipogénesis. Como hormona orexígena, la grelina estimula la ingesta de alimentos y el aumento de peso. La grelina endógena aumenta inmediatamente antes de comer y disminuye dentro de la siguiente hora. A largo plazo, la grelina

aumenta la ingesta de alimentos, disminuye la utilización de grasa como combustible metabólico y promueve el acúmulo lipídico.

Las investigaciones actuales sobre el tratamiento o prevención de la obesidad se centran en el bloqueo de los receptores de grelina y el uso de agonistas de ésta.

ObestatinaLa obestatina es un péptido principalmente producido por el estómago. Al contrario que la grelina, la obestatina parece actuar como hormona anorexígena, suprimiendo la ingesta de alimentos, inhibiendo la motilidad gastrointestinal y disminuyendo el peso corporal.

LeptinaEsta proteína se produce principalmente en el tejido adiposo. Juega un importante papel en el balance energético, inhibiendo la ingesta energética. En niños obesos se encuentra elevada, disminuyendo durante periodos de pérdida de peso.

AdiponectinaEs una proteína que se produce principalmente en el tejido adiposo. La adiponectina circulante está disminuida en pacientes obesos, particularmente en pacientes con obesidad abdominal. Altos niveles de adiponectina están inversamente relacionados con obesidad, resistencia a la insulina, riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2, dislipemia y enfermedad cardiovascular. Los niveles de adiponectina aumentan con la pérdida de peso.

TNF-alfaEl factor de necrosis tumoral alfa es una citoquina proinflamatoria que es principalmente producida por macrófagos y linfocitos, y en menor medida por el tejido adiposo. Los dos efectos clínicos relevantes del TNF-alfa en niños obesos y adultos son la resistencia a la insulina y los cambios inflamatorios en el endotelio.

IL-6La interleuquina 6 es una citoquina que ejerce varias funciones como proinflamatoria y defensa inmunitaria. Su producción aumenta en el tejido adiposo en casos de obesidad. Con el aumento de la IL-6 se produce un aumento en la resistencia a la insulina y un aumento del riesgo de complicaciones cardiovasculares.

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1. Mataix J. Nutrición y Alimentación Humana. 2ª Ed. Ergón, 2009.2. Rosales FJ, Reznick JS, Zeisel SH. Understanding the role of nutrition in the brain & behavioral development of toddlers and preschool children: identifying and overcoming methodological barriers. Nutr Neurosci 2009; 12(5): 190-2002.3. Wurtman et al. Synapse formation is enhanced by oral administration of uridine and DHA, the circulating precursor of brain phosphatides. J Nutr Health Aging 2009; 13(3): 189-197.4. Halfon N, Verhoef PA, Kuo AA. Childhood antedents to adult cardiovascular disease. Pediatrics in Review 2012; 33(2): 51-61.5. Charles MA. Early nutrition and weight evolution in children. Ann Endocrinol 2005; 66(2): 2-8.6. Weiss R et al. Obesity and the metabolic syndrome in children and adolescents. N Engl J Med 2004; 350(23): 2362-2374.7. Hunsberger M et al. Infant feeding practices and prevalence of obesity in eight European countries –the IDEFICS study. Public Health Nutrition 2012.8. Arslan N, Erdur B, Aydin A. Hormones and cytokines in childhood obesity. Indian Pediatrics 2010; 47: 829-839.9. Iglesias P et al. Biological role, clinical significance, and therapeutic possibilities of the recently discovered metabolic hormone fibroblastic growth factor 21. European Journal of Endocrinology 2012; 167: 301-309.

Bibliografía

IL-10La interleukina 10 es una citoquina secretada por macrófagos activados y linfocitos. En la obesidad se han apreciado bajas producciones de IL-10 y también en casos de síndrome metabólico y diabetes tipo 2. La IL-10 ha mostrado aumentar la sensibilidad a la insulina, tener efectos antiinflamatorios y proteger el endotelio, antagonizando el papel del TNF-alfa y de la IL-6.

FGF21El factor humano de crecimiento de fibroblastos es una proteína circulante que se produce en el hígado, en el tejido adiposo, en el músculo esquelético y en el timo. Dentro de sus múltiples efectos metabólicos, el incremento de los niveles séricos de FGF21 se ha asociado con obesidad, en niños y adultos, señalando una conexión entre el FGF21 y la masa grasa del cuerpo.

Los niveles de FGF21 se correlacionan positivamente con el índice de masa corporal y la leptina como marcador del tejido adiposo blanco en niños. En este caso, diversas alteraciones metabólicas como los altos niveles de grasa hepática, triglicéridos, insulina, entre otros, se han asociado con niveles elevados de FGF21.

En humanos, los niveles elevados de FGF21 se han relacionado invariablemente con estados insulino-resistentes, como intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus tipo 2 y obesidad (9 ).

Muchas de las investigaciones que se están llevando a cabo en estos momentos sobre potenciales agentes terapéuticos farmacológicos para la obesidad se centran en algunas de las citoquinas y adipoquinas descritas, ya sea potenciando su acción o inhibiéndola.

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Alimentación y salud

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En la actualidad, uno de los principales problemas de salud infantil es la obesidad. Esta situación cobra especial trascendencia dado que se relaciona con multitud de problemas de salud durante la edad adulta. Desde esta perspectiva, se ha podido comprobar que se puede incidir sobre esta situación con políticas adecuadas, enfrentando el problema del sobrepeso y la obesidad infantil desde etapas muy tempranas y considerando los diferentes ámbitos de influencia para el niño y su familia.

Desequilibrios nutricionales en la población infantilEn España, el alejamiento del tradicional patrón de la dieta mediterránea está determinando algunos desequilibrios nutricionales en la población. Entre los niños, algunos estudios han observado un exceso en el consumo de proteínas, grasas saturadas, azúcar y un déficit en el de hidratos de carbono complejos, fibra y micronutrientes como el zinc, el hierro y las vitaminas D, E, B6 y B9 (1).

Además de las carencias nutricionales que pueden tener diversas consecuencias en la salud y el desarrollo del niño, una de las consecuencias más destacables de los desequilibrios nutricionales es el exceso de peso. La prevalencia de la obesidad a nivel mundial ha venido aumentando desde los años 80. En 2007 se estimó que 22 millones de niños menores de 5 años presentaban sobrepeso (2).

La obesidad infantil no es un juego de niños. Estrategias para afrontar el principal problema de salud infantil relacionado con la alimentación

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Además de los desequilibrios energéticos y nutricionales, otro factor que se relaciona directamente con el aumento de la tasa de obesidad y patologías asociadas es la elevada prevalencia de un estilo de vida sedentario, tanto en la población general, como en la población infantil y juvenil. Esto supone un importante problema de salud pública. La prevalencia de un patrón insuficiente de actividad física se sitúa cerca del 40 % en la población escolar española. Estos dos factores asociados, la obesidad y el sedentarismo, determinan un deterioro de la salud general y afectan, por ejemplo, al estado de salud mental. En este sentido, en algunos estudios se recoge cómo el 20,8 % de los niños padece algún tipo de trastorno mental que afecta a su vida cotidiana, a la de sus familiares y educadores. En el caso de la obesidad, establecida a través de la valoración del IMC (para niños y adolescentes entre los 2 y los 19 años, el sobrepeso se define como el IMC entre el percentil 85 y el 95; y la obesidad queda definida a partir del percentil 95 del IMC, diferenciado por edad y sexo), se puede describir que un peso saludable se asocia con el bienestar psicológico, tal como se observa al comparar a los sujetos obesos con el resto (3).

Los últimos datos epidemiológicos sobre sobrepeso y obesidad infantil en España señalan que el problema sigue creciendo. De este modo, un 42,2 % de los niños presentan exceso de peso. De estos, el 26,1 % tienen sobrepeso (26,3 % de chicos y 25,9 % de chicas), mientras que un 19,1 % presentan obesidad (22 % en chicos y 16,2 % en chicas) (4).

Estrategias para afrontar los problemas de obesidad infantilLos individuos se desenvuelven en un ambiente cuyas características determinan en muchos aspectos su salud. De igual modo, las decisiones que toman influyen en diversos factores de riesgo para la salud. Uno de estos factores de riesgo es el peso corporal.

En este sentido, las acciones e intervenciones que se pueden llevar a cabo para promover un peso saludable se pueden enfocar en dos niveles diferentes: las estrategias a nivel individual, como puede ser el consejo clínico sobre el peso saludable, y las estrategias a nivel poblacional para modular el ambiente en el que los individuos toman sus decisiones, por ejemplo, proporcionando espacios adecuados para que los niños puedan jugar o tener acceso a frutas y verduras a precios asequibles (5).

En el caso de la prevención infantil, existen evidencias consistentes que apoyan los efectos beneficiosos de los programas de prevención de obesidad infantil, particularmente en programas enfocados a niños de 6 a 12 años. Las estrategias más prometedoras al respecto incluyen itinerarios curriculares escolares que contemplan una alimentación sana, actividad física e imagen corporal; el aumento de las sesiones de actividad física y desarrollo de habilidades motoras fundamentales a lo largo de la semana escolar; las mejoras en la calidad nutricional de los proveedores escolares; las prácticas ambientales y culturales que apoyen a los niños a comer alimentos más sanos y a ser más activos; el apoyo a los profesores y demás personal para implementar estrategias y actividades saludables; y el apoyo a los padres y actividades en casa que incentiven a los niños a ser más activos, comer alimentos más nutritivos y destinar menos tiempo a actividades sedentarias (6).

Políticas sobre primera infancia Una gran variedad de comités de expertos han enfatizado sobre la importancia de la primera infancia como la única oportunidad para prevenir la obesidad infantil. La primera infancia contrasta con otros periodos de la infancia, adolescencia y de la edad adulta en la posibilidad de poder establecer comportamientos positivos relacionados con un peso saludable, antes que revertir o alterar comportamientos negativos ya existentes.

Los cuidadores y profesores infantiles pueden contribuir significativamente a formar los patrones alimentarios emergentes en cuanto a la comida y la bebida, la participación en actividad física y las horas de televisión y actividades sedentarias.

La lactancia materna ha mostrado su capacidad protectora frente a la obesidad infantil (7). Los ámbitos en los que se puede promover la lactancia materna de manera efectiva incluyen los entornos clínicos, para poyar la iniciación a la lactancia en el postparto inmediato. Además, los espacios sociales comunitarios como los lugares de trabajo y los centros de cuidado de los niños deberían apoyar la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y la lactancia materna complementada hasta el primer año de vida.

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1. Díez-Gañán L et al. Ingesta de alimentos, energía y nutrientes en la población de 5 a 12 años de la Comunidad de Madrid: resultados de la encuesta de nutrición infantil 2001-2002. 2. World Health Organisation. Childhood overweight and obesity, 2008.3. Rodríguez A et al. Sedentarismo, obesidad y salud mental en la población española de 4 a 15 años de edad. Rev Esp Salud Pública 2011; 85: 373-382.4. Estudio ALADINO (Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad). Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, 2011.5. McPherson ME, Homer CJ. Policies to support obesity prevention for children: a focus on of early childhood policies. Pediatr Clin Am 2011(58): 1521-1541. 6. Waters E et al. Interventions for preventing obesity in children (Review). The Cochrane Collaboration 2011; 12: 1-212.7. Hunsberger M et al. Infant feeding practices and prevalence of obesity in eight European countries –the IDEFICS study. Public Health Nutrition,2012.8. Grosso G et al. Nutrition knowledge and other determinants of food intake and lifestyle habits in children and Young adolescents living in rural area of Sicily, South Italy. Public Health Nutrition, 2012.

Bibliografía

Proporcionar alimentos saludables y asequibles y la información adecuada Los niños establecen durante su primera infancia los patrones alimentarios en los que se acabará basando su alimentación durante toda su vida. Esta etapa es el periodo óptimo para proporcionar al niño el mayor número de alimentos saludables, dado que los niños con experiencias tempranas de incluir en su dieta una amplia variedad de alimentos saludables tienen más probabilidad de continuar consumiendo estos alimentos en etapas posteriores.

Por otro lado, los niños pequeños en muchas ocasiones son el objetivo del marketing alimentario, habiendo quedado bien establecido que el marketing condiciona sus preferencias. Es necesaria una regulación que les proteja de los mensajes comerciales.

El precio de los alimentos es otro de los factores relevantes que pueden condicionar la compra de alimentos de las familias. Las diferentes investigaciones han demostrado que las familias compran alimentos saludables cuando los precios están reducidos y dejan de comprarlos cuando los precios se incrementan. Se deben promover políticas que subvencionen este tipo de alimentos en detrimento de los alimentos poco saludables.

Finalmente, es importante que los centros de trabajo, las comunidades e instituciones adopten y transmitan los mensajes, estándares y guías sobre cómo debe ser una dieta saludable, para la población en general y para los niños, en particular. En este sentido, en diversas

investigaciones se refleja la asociación positiva entre el conocimiento nutricional y el comportamiento alimentario saludable (7).

El conocimiento nutricional afecta de manera notable al comportamiento alimentario y a la elección de alimentos. Cuanto mayor es el grado de conocimiento sobre las recomendaciones y sobre los constituyentes de los alimentos, mayor es la incorporación de alimentos saludables a la dieta.

Promoción de la actividad físicaLa actividad física representa otra pieza crítica en la ecuación de un peso saludable, incluyendo los entornos seguros para promover la actividad física en los niños pequeños y sus familias. Dentro de la promoción de un estilo de vida más activo, habría que incrementar el nivel de actividad física y disminuir los niveles de comportamiento sedentario. En este sentido, aumentar la educación sobre los estilos de vida saludables, incluyendo la actividad física y su relación con la salud, puede incrementar la frecuencia del comportamiento saludable (8).

Cabe señalar, asimismo, el rol de los profesionales de la salud y los educadores. Ellos son una pieza trascendental en promover hábitos de vida saludables. Por un lado, los pediatras tienen un contacto directo con la obesidad infantil y son líderes de opinión en sus comunidades, por otro, los maestros ejercen una influencia esencial en las primeras etapas infantiles, por lo que su responsabilidad es importante.

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Educación nutricional desde la infancia: construyendo un futuro más sano.

El aumento de los casos de sobrepeso y la obesidad infantil, así como de otras afecciones relacionadas con la nutrición de niños y adolescentes, constituyen algunos de los problemas más acuciantes relacionados con la salud de nuestra sociedad. De no tomar medidas contundentes para revertir esta tendencia, en el futuro tendremos que aceptar como cotidiano que niños y niñas de corta edad comiencen a padecer dolencias que hasta ahora eran propias de la edad adulta. La necesidad de abordar esta problemática, en la que están implicados múltiples

actores, es lo que nos impulsa promover el debate entre profesionales de la salud, educadores, representantes de las administraciones públicas y la distribución.

Esta tercera edición de los Encuentros Salud y Nutrición toma el relevo de aquellos que tuvieron lugar en 2009 y 2011, y que se crearon con esa misma vocación de ofrecer un espacio para la reflexión en torno a temáticas relacionadas con la salud que, por su actualidad e impacto en la población, son de especial interés para los

III ENCUENTRO SALUD Y NUTRICIÓN

El pasado 27 de noviembre celebramos en Pamplona el III Encuentro Salud y Nutrición con el apoyo del Gobierno de Navarra. Bajo el nombre “Educación nutricional desde la infancia: construyendo un futuro más sano”, esta jornada ha reunido a profesionales de la salud, especialistas en diversas áreas, para abrir un debate sobre la situación nutricional de los niños españoles, un tema clave en la salud pública dada la prevalencia de lo que ya se conoce como “la epidemia de la obesidad infantil”.

De izq. a dcha. Alipio Gutiérrez (Presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud), Alejandro Martínez Berriochoa (Director de Fundación EROSKI), Yolanda Barcina (Presidenta del Gobierno de Navarra), Agustín Markaide (Presidente de Grupo EROSKI) y Begoña Merino (Jefa del Área de Promoción de la Salud. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).

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profesionales de la salud y suponen nuevos retos para la distribución.

Pero estos encuentros pretenden tener un alcance más allá que el que se refiere a la jornada que ocupan, ya que la mejora de la calidad de vida de los consumidores es un trabajo a largo plazo que requiere un compromiso sostenido en el tiempo. Como afirmaba Agustín Markaide, presidente de Fundación EROSKI, al dar la bienvenida a los invitados al encuentro, “se trata de una carrera de fondo donde cada día cuenta y donde la actuación es multifactorial y debe ser constante”. Este planteamiento fue lo que caracterizó también al primer y segundo Encuentro Salud y Nutrición, cuyos ejes temáticos fueron, respectivamente, la necesidad de un adecuado etiquetado nutricional y la eliminación de las grasas trans procedentes de aceites vegetales parcialmente hidrogenados en los alimentos.

El I Encuentro Salud y Nutrición sirvió para dar una forma definitiva al proyecto de etiquetado nutricional en productos de marca propia EROSKI: el llamado Semáforo Nutricional, una iniciativa pionera en el sector de la distribución española para incluir en el etiquetado, de modo muy visual información sobre la cantidad de calorías y de nutrientes que una ración de producto aporta a la dieta diaria. Ello enmarcado dentro del objetivo de ofrecer productos de calidad y facilitar a los clientes los medios para que puedan hacer elecciones de consumo saludables.

Tras la favorable acogida de esta primera edición, en 2011 celebramos el II Encuentro Salud y Nutrición, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, en el que se puso de manifiesto la acertada decisión de EROSKI de retirar las grasas trans procedentes de aceites vegetales parcialmente hidrogenados en todas sus referencias de marca propia.

Con esta III Edición hemos ganado en experiencia y renovamos el impulso que desde hace cuarenta años nos lleva a implicarnos y a trabajar a favor de la salud y la defensa de los intereses de los consumidores; un hecho que se explica mejor si atendemos a que fueron los consumidores quienes precisamente nos trasladaron algunos de los temas que más les preocupaban y entre los que, afectando a su salud, pensaban que podían ser atendidos de manera eficiente por una organización como la nuestra.

En el III Encuentro Salud y Nutrición hemos tenido el placer de contar no sólo con la colaboración del Gobierno de Navarra, sino también con la presencia de

su presidenta, Dña. Yolanda Barcina, y de su Consejera de Salud, Dña. Marta Vera.A lo largo de una jornada con varias conferencias y una sesión de debate, reconocidos expertos transmitieron a los profesionales invitados su punto de vista sobre el tema que nos ocupa: el de la administración pública de la mano de Dña. Begoña Merino; el de la investigación y la medicina por parte de la Dra. Amelia Martí y el Dr. Teodoró Durá, la dimensión psicológica y educacional del problema la aportó el Dr. Emilio Garrido-Landívar, mientras que D. Alejandro Martínez Berriochoa, director de la Fundación EROSKI, representó a la distribución en esta jornada. Todos ellos coincidieron en el importante papel que juega la educación nutricional a la hora de prevenir y tratar el creciente problema de la obesidad infantil. Algo que también suscribió Alipio Gutierrez, presidente de ANIS (Asociación Nacional de Informadores de la Salud), que presentó y moderó el encuentro.

En esta edición tuvimos además la ocasión de conocer una perspectiva europea de la educación nutricional desde la infancia gracias a la intervención de Dña. Jo Nicholas, Directora de Investigación y Nutrición en la Children’s Food Trust, organismo no gubernamental del Reino Unido.

Dada la naturaleza multifactorial de problemas como la obesidad infantil, es necesario desarrollar acciones desde múltiples focos, y por ello el contar con miradas distintas en un encuentro como este puede ser de gran utilidad para abrir conversaciones que puedan ser fructíferas y permitan mejorar la calidad de vida de los consumidores. Al menos, ésta es la voluntad con la que EROSKI y Fundación EROSKI abordan un camino de largo recorrido, que gracias a foros como este podremos recorrer con agilidad y buen ritmo en busca de propuestas de solución y nuevos retos.

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III ENCUENTRO SALUD Y NUTRICIÓN

Desde el Área de Promoción para la Salud del Ministerio de Sanidad se han realizado actividades importantes en materia de alimentación saludable y actividad física, incluyendo acciones para la prevención de la obesidad. Durante su intervención, Begoña Merino hizo ver que los esfuerzos en este sentido son una constante y que el trabajo en común con otras instituciones es fundamental para que las acciones puestas en marcha tengan calado. Ésta es la razón por la cual existe una estrecha colaboración entre su área, el Ministerio de Educación y el Consejo Superior de Deportes, con un enfoque de equidad, así como un diálogo sostenido con otros sectores, como el de la industria alimentaria y la distribución.

Las estrategias puestas en marcha desde las administraciones constituyen un proceso global en el que la difusión de conocimientos relacionados con la protección de la salud y la prevención es imprescindible, por lo que la educación nutricional es una prioridad dentro de las mismas.

La Promoción para la Salud, entendida como el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla, incluye aquellas acciones encaminadas a fortalecer las habilidades y capacidades de los individuos relacionadas, entre otras cosas, con su nutrición. Sin embargo, la Jefa del Área de Promoción para la Salud afirma que el peso de esta responsabilidad no debe recaer únicamente en el individuo, sino que le corresponde al conjunto de la sociedad asumir el esfuerzo de transformar las condiciones ambientales, económicas y sociales de forma que se creen las condiciones adecuadas para mejorar el pronóstico de determinados problemas de salud pública, como son el sobrepeso y la obesidad.

La labor del Área para Promoción de la Salud se caracteriza por tener como objetivo el disminuir el riesgo de enfermedad de forma global, dirigiéndose sus acciones a la población en su totalidad, aunque también centrando esfuerzos en aquellos colectivos más vulnerables ante la enfermedad. El fin último es poder responder de forma

El papel de las administraciones públicas en el fomento de la alimentación saludable y la actividad física

El papel de la Administración Pública, como impulsora de una educación para la salud completa y accesible, es clave en la prevención de las enfermedades asociadas a una alimentación incorrecta durante la infancia. La Dra. Begoña Merino, Jefa del Área de Promoción para la Salud del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, compartió con los asistentes al III Encuentro Salud y Nutrición la posición de los organismos públicos respecto de la situación nutricional de los niños en nuestro país, desde donde no se dejan de poner en marcha iniciativas para promover una vida activa con hábitos de alimentación saludables.

Begoña Merino (Jefa del Área de Promoción de la Salud. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.)

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coherente a las diferentes necesidades de salud que se plantean en nuestra sociedad.

Cuando las acciones para la promoción de la salud están dirigidas a la población infantil, las referencias a la necesidad de educación se hacen aún más necesarias. Según Begoña Merino, las bases para que el fenómeno educativo se produzca de forma adecuada en las escuelas ya existen, pero también hay aspectos a mejorar. En concreto, el Ministerio de Sanidad apuesta por la introducción de contenidos de educación para la salud en la formación básica del profesorado, que ya realiza una labor muy valiosa en la formación de los pequeños y que son una figura clave en la

enseñanza no sólo de conocimientos teóricos, sino también de hábitos de vida. Ello

sin olvidar el papel fundamental que representan las familias

en la transmisión de dichos hábitos. En ambos, entorno

escolar y familiar, debe entenderse la educación como un potente protector de la salud.

Para explicar cuáles son las bases que orientan el trabajo de promoción y

educación para la salud llevado a cabo por las

administraciones públicas, Begoña Merino hizo

referencia a la Conferencia de Otawa de 1986, donde se

establecieron las líneas de acción básicas en esta área: la puesta en marcha

de políticas públicas saludables, la creación de entornos que favorezcan la salud, el fortalecimiento de la acción comunitaria y el desarrollo de habilidades personales –en las que incluyen la promoción de conocimientos en materia de nutrición-, así como la reorientación del sistema sanitario que, actualmente, afirma la doctora, se identifica más con el proceso de recuperación de la salud en una situación de enfermedad que con acciones para la prevención y la promoción de la salud. En este sentido, el Área de Promoción para la Salud asume el reto de potenciar la atención médica preventiva y promotora en lugar de la atención médica curativa.Más adelante, en 2005, a estas cinco líneas de actuación se añadieron otras que responden a la complejidad del

sistema de salud y del fenómeno de la alimentación, que abarca desde la producción de alimentos hasta su consumo, pasando por el procesado, la distribución y el desecho de los residuos.

Las rápidas transformaciones en la estructura social y en los estilos de vida constituyen un marco cambiante al que deben saber adaptarse las políticas públicas, ya que éste lleva consigo un importante cambio en los problemas de salud que registran los análisis epidemiológicos. Ejemplo de ello son los problemas relacionados con la nutrición que en los últimos años se vienen observando con una frecuencia cada vez mayor en la población infantil. La nutrición y el ejercicio físico son hoy la llave de padecimientos como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, de tanta incidencia en los mayores y que comienzan a afectar cada vez a personas más jóvenes.

Desde las administraciones se entiende esa construcción de alianzas con otros sectores (alimentario, agrícola, impositivo, etc.) como parte necesaria para el desarrollo de estrategias orientadas a la promoción de la salud y, en concreto, a la lucha contra la obesidad infantil, buscando la coordinación y las sinergias que pueden producirse entre los diferentes actores implicados. Desde esta perspectiva, el abrir encuentros para el diálogo constituye una oportunidad para hacer una reflexión conjunta en la que participen tanto las administraciones, como las entidades privadas, especialmente las pertenecientes al sector alimentario, en torno a la contribución que podemos hacer para detener la epidemia de la obesidad.

Corresponde al conjunto de la sociedad asumir el esfuerzo de transformar las condiciones ambientales, económicas y sociales de forma que se creen las condiciones adecuadas para mejorar el pronóstico de determinados problemas de salud pública, como son el sobrepeso y la obesidad.

A b r i r encuentros para

el diálogo constituye una oportunidad para

hacer una reflexión conjunta en la que participen tanto

las administraciones, como las entidades privadas, especialmente las pertenecientes al sector alimentario, en torno a la contribución que podemos hacer para detener

la epidemia de la obesidad.

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III ENCUENTRO SALUD Y NUTRICIÓN

Prevención de la obesidad infantil, un reto necesario

Las últimas estadísticas revelan que más del 45% de los niños españoles de entre 6 y 9 años sufren exceso de peso, lo que sitúa a España a la cabeza de Europa en cuanto a cifras de sobrepeso y obesidad infantil. Son muchos los factores que guardan relación con el aumento de la prevalencia de estos problemas de salud, lo que hace necesario que el abordaje de los mismos se haga desde un enfoque poliédrico. En él, los profesionales de la salud, las administraciones públicas, las familias, la escuela, los medios de comunicación y la industria son agentes que juegan un importante papel. El diálogo entre ellos y la formulación de estrategias conjuntas pueden ser la clave para lograr invertir esta alarmante tendencia y asegurar un futuro más sano para nuestros niños.

La prevalencia de problemas de salud relacionados con una inadecuada nutrición en la infancia viene preocupando desde hace años no sólo a los expertos en salud, sino al conjunto de la sociedad. Se trata de una preocupación justificada, ya que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, seis de los diez factores de riesgo considerados determinantes de enfermedades crónicas están vinculados a la alimentación y a la actividad física. La infancia es precisamente el periodo clave en la adquisición de hábitos de vida saludables que prevengan la aparición de estas enfermedades en la edad adulta.

El III Encuentro Salud y Nutrición fue el marco de un rico debate que se presentó bajo el nombre “Estado nutricional de los preadolescentes españoles, hábitos alimentarios y actividad física. Políticas de prevención de la obesidad”. En él, profesionales de distintos campos aportaron su particular punto de vista sobre el panorama de la nutrición infantil en nuestro país con el fin de descubrir nuevas líneas de actuación que ayuden a reducir las cifras de obesidad y sobrepeso infantil.

Abordaje multidisciplinarEl Dr. Teodoro Durá, pediatra del Hospital Virgen del Camino de Pamplona y Profesor Titular del Departamento de Pediatría de la Universidad de Navarra, abrió la mesa de debate afirmando que son diferentes las instancias

que califican el problema del sobrepeso y la obesidad infantil como un problema de Estado. Esta

calificación encuentra su justificación en el hecho de que los niños que

presentan exceso de peso lo harán también en la edad adulta, con los consecuentes problemas sociales, laborales, sanitarios y económicos que ello supone. Éste es, por tanto, un problema de salud pública de primera magnitud, por lo que, señaló

en Dr. Durá, “podemos llegar a pensar que los cualquier

recurso que se ponga para frenarlo probablemente no sea

excesivo”.

De izq. a dcha. Alipio Gutiérrez (Presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud), Alejandro Martínez Berriochoa (Director de Fundación EROSKI), Dr Teodoro Durá (Pediatra del Hospital Virgen del Camino de Pamplona), Dr. Emilio Garrido (Catedrático del Departamento de Psicología y Pedagogía), Amelia Martí (Subdirectora del departamento de Fisiología y Nutrición en la Universidad de Navarra. Directora del Grupo de Estudio Navarro de Obesidad Infantil), Alejandro Martínez Berriochoa (Director de Fundación EROSKI) y Begoña Merino (Jefa del Área de Promoción de la Salud. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).

La Dra. Amelia Martí, Subdirectora del Departamento de Fisiología y Nutrición en la Universidad de Navarra y Directora del Grupo de Estudio Navarro de Obesidad Infantil (GENOI), coincidió al hacer hincapié en la gravedad del problema, afirmando que “las estadísticas son terribles”.

Las cifras hablan por sí solas: en 2015 se prevé que haya dos billones de personas con sobrepeso en el mundo en el mundo y 700 millones con obesidad. También en ese años serán 155 millones los niños en edad escolar con sobrepeso u obesidad.

El tratamiento del sobrepeso y la obesidad supone un proceso complejo debido a la multitud de factores que han de ser tenidos en cuenta. A propósito de esto, la Dra. Martí afirmaba que la dieta y el ejercicio pueden ser eficaces a corto plazo, pero que el mantenimiento a lo largo del tiempo suele presentar más dificultades. Para terminar con un problema de obesidad en un niño de forma duradera es necesario un abordaje multidisciplinar que promueva estilos de vida saludables y esté supervisado, al menos, por el pediatra, el dietista y el psicólogo.

Las claves del problemaLa aparición de la obesidad en el niño viene determinada por factores fisiológicos, psicológicos, ambientales y sociales, entre otros. Para comprender el problema y encontrar las mejores formas de intervención desde distintos ámbitos es esencial contemplar esta naturaleza poliédrica.

“Desde el punto de vista de la fisiología”, explica la Dra. Martí, “se sabe que la obesidad tiene su origen en el desequilibrio en la homeostasis energética, esto es, que si los ingresos son superiores a los gastos se produce un acumulo de grasa. Esto, que parece sencillo, es en realidad un fenómeno complejo, ya que interviene muchos factores relacionados con el ambiente, factores socie-económicos, educativos, de actividad física, así como factores que tienen que ver con la programación fetal –algo que se viene

¿Cuáles diría que son los factores fundamentales por los que el sobrepeso y la obesidad continúan en aumento entre la población

infantil española? Éste es un problema social

que se ve en todos los países del entorno y que debe su origen a múltiples causas, sobretodo el estilo de vida. El sedentarismo y la excesiva disponibilidad de alimentos con alto contenido energético son quizás los factores más importantes.

¿Cree que población no está suficientemente informada sobre cómo evitar estas enfermedades?Se debe avanzar más en este sentido. Creo que es necesario avivar la responsabilidad de todos los actores para la prevención de la obesidad infantil. Aún hay mucho que aportar y, aunque pueda no parecerlo, cada pequeño esfuerzo por educar a la población suma.

Cuándo ya existe una situación de sobrepeso, ¿cuáles serían las primeras medidas que los padres deberían tomar para reeducar los hábitos de sus hijos?Algunas de las medidas fundamentales serían comer en familia, manteniendo horarios regulares y prescindiendo de la televisión. También es importante el evitar comer entre horas y el esforzarse por llevar una dieta variada, empezando por el desayuno. Las familiar deben llevar la iniciativa para cambiar los hábitos alimentarios al elegir los menús, optando, por ejemplo, por potajes en lugar de por comida rápida. Es importante que los padres procuren que sus hijos realicen actividad física a diario y los fines de semana, como colaborar en las tareas del hogar. Cuando ya exista un problema de sobrepeso o obesidad en el niño, debe consultarse con el pediatra para determinar el tratamiento adecuado.

Dra. Amelia Martí. Subdirectora del departamento de Fisiología y Nutrición en la Universidad de Navarra. Directora del Grupo de Estudio Navarro de

Obesidad Infantil (GENOI).

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estudiando con especial atención últimamente- y que hacen referencia a las circunstancias antes de nacer, durante el embarazo, y también en la lactancia. Factores que van a contribuir al posible desarrollo de la obesidad, que tendremos que intentar prevenir o tratar”.

El Grupo de Estudio Navarro de Obesidad Infantil (GENOI), dirigido por la Dra. Martí, viene realizando su labor investigadora en Navarra con ayuda de profesionales, especialmente pediatras, del Complejo Hospitalario de Navarra, de centros de salud y de la Clínica de la Universidad de Navarra. En los estudios desarrollados se ha observado, por ejemplo, que existe una relación lineal entre las horas que los niños dedican a la televisión y el riesgo de obesidad.

El llevar un estilo de vida sedentario es uno de los factores que facilitan la aparición del exceso de peso, tanto en niños como en adultos. El que los niños dediquen gran parte de sus horas de ocio a actividades como ver la televisión, jugar a videojuegos o utilizar el ordenador va en detrimento de su calidad vida, como han señalado los expertos en determinadas ocasiones, ya que favorece el sedentarismo. A propósito de la importancia del ejercicio físico en el tratamiento y la prevención del sobrepeso, el Dr. Teodoro Durá hizo hincapié en que integrar actividades cotidianas

que requieren cierto ejercicio en el día a día es más efectivo que el organizar rutinas

físicas de intensidad moderada o alta durante media hora o una hora al

día. “El mayor gasto calórico se hace en actividades de la vida cotidiana que pueden pasar desapercibidas: ir al parque a jugar, utilizar las escaleras en lugar del ascensor, ir al colegio andando, pasear, ayudar en las tareas de casa, etc.”, explica

el Dr. Durá, quien además recomienda “respetar el límite

ya clásico de menos de dos horas diarias de televisión, videojuegos y

ordenador”.

La Dra. Martí coincidió al reconocer que el ejercicio físico funciona como protector frente a la obesidad, lo que hace necesario que las estrategias para combatir el problema lo presten especial atención a su promoción: un planteamiento que está en la base de muchas de las iniciativas impulsadas desde el Ministerio de

¿Cuáles son los principales problemas relacionados con la nutrición que se encuentran en una consulta de psicología? ¿Cree que

falta educación nutricional en padres y niños?

Nosotros, en una consulta psicológico-pediátrica, nos encontramos con una desorganización de horarios, cuando sabemos que el que sean fijos y estén bien estructurados es fundamental para controlar los hábitos primarios, claves en el desarrollo de una buena armonía psíquico-física y social.

Por falta de autoridad, disciplina, sacrificio y coordinación en la pareja en relación a las pautas básicas que se han de tomar para el correcto desarrollo del niño; se establece un “sálvese quien pueda” y se evita entrar en conflicto con los hijos. Un “no” a tiempo educa tanto o mejor que un agradar y decir un “sí”, cuando es preceptivo.

Muchos niños siguen la dieta “no entrar en conflicto”, con la cual comen cuando quieren y comen lo quieren, limitándose generalmente tres alimentos básicos: pasta, arroz y pasta y, para variar, pizza.Es de obligado cumplimiento introducir nuevos alimentos, nuevos sabores, olores y texturas, si queremos que nuestros niños crezcan sanos y sean capaces de adquirir hábitos de vida adecuados. Ello se consigue con una educación nutricional sistemática.

Dr. Emilio Garrido-LandívarPsicólogo. Catedrático del Departamento de Psicología y Pedagogía.

Universidad Pública de Navarra.

Para terminar con un problema de obesidad en un niño de forma

duradera es necesario un abordaje multidisciplinar que promueva

estilos de vida saludables y esté supervisado, al menos, por el

pediatra, el dietista y el psicólogo.

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Sanidad, como recordaba la Jefa del Área de Promoción para la salud, Begoña Merino.

Algunos hábitos dietéticos adquiridos durante la infancia son también responsables del exceso de peso en niños y adultos: omitir comidas, comer entre horas o elegir productos ricos en grasas, azúcares añadidos y sal son algunas de las prácticas que los especialistas desaconsejan. Se trata además de hábitos que dependen en gran medida de lo transmitido en el hogar y en la escuela: “en este ambiente obeso-génico hay algunos factores sobre los que principalmente tendríamos que incidir por su capacidad de condicionar el desarrollo de la obesidad en niños: la omisión del desayuno y de otras comidas. Está demostrado que el llevar unos horarios de comidas regulares, en un ambiente familiar y relajado, centrándose en la actividad de comer y no en otras (como ver la televisión) favorece que no aparezcan problemas de obesidad”, subraya la Dra. Martí.

La investigadora insistió en lo perjudicial del abuso de cierto tipo de alimentos que los menores tienden a consumir con demasiada frecuencia: “El consumo de bebidas azucaradas también está directamente relacionado con la obesidad”, afirmaba la Dr. Martí,” y es preocupante observar que a menudo en esta población pediátrica el consumo de bebidas azucaradas sustituye a la leche, cuando los nutrientes que aporta ésta última son de gran importancia para el correcto desarrollo”. Otro factor sobre el que incidir es el hábito de comer entre comidas: momentos en los que se suele comer alimentos muy salados y muy ricos en azúcares, que cada vez tienden a representar un porcentaje más alto de la cantidad de energía que se consume al día (en torno a un 30% de las calorías consumidas se toman en forma de “snacks”).

La importancia del entorno familiar Un trabajo longitudinal desarrollado por el Departamento de Pediatría de la Universidad de Navarra y desarrollado en la comunidad foral con la participación de veintiún pediatras aporta más datos para conocer el alcance del problema. Analizando las conclusiones del trabajo, el Dr. Durá destaca que a los cuatro años uno de cada seis niños presenta exceso de peso. “Con esta edad la alimentación de los niños depende casi exclusivamente de los hábitos y preferencias de la familia”, afirma el pediatra; un dato muy a tener en cuenta, dada la necesaria implicación de la familia en la educación nutricional de los menores.

El que el entorno familiar es clave para la educación nutricional de los pequeños es una observación que también comparte el Dr. Emilio Garrido-Landívar, psicólogo

clínico y Catedrático del Departamento de Psicología y Pedagogía de la Universidad Pública de Navarra. En su opinión, la obesidad infantil es un reflejo del caos en los hábitos familiares y del desorden con que se llevan a cabo las comidas. Los padres deben ser conscientes de la responsabilidad que tiene sobre el aprendizaje que desarrollan sus hijos, incluyendo lo que se refiere a la salud. “Los niños aprenden de lo que ven y de las emociones que perciben en sus padres, sean positivas o tóxicas”, señalaba el Dr. Garrido-Landívar. “Una herencia de hábitos de alimentación saludables es lo mejor que podemos dejar a nuestros hijos”.

El ofrecer apoyo y asesoramiento a las familias desde las administraciones públicas, sanitarias y educativas para orientarles sobre hábitos de alimentación adecuados puede ser una de las actuaciones clave en la prevención de la obesidad infantil. En este sentido, el Dr. Durá apuntaba que las familias tendrían que poseer nociones sobre educación nutricional para lograr un cambio. Desde luego, si la familia está implicada, no cabe ninguna duda de que las posibilidades de que el esfuerzo pedagógico tenga efectos positivos son mucho mayores.

Las observaciones llevadas a cabo por el Grupo de Estudio Navarro de Obesidad Infantil (GENOI) también han revelado que la influencia familiar es decisiva en el desarrollo de la obesidad: “basta con que uno de los progenitores sea obeso para que el niño también lo sea”, recuerda la Dra. Martí.

Como psicólogo y educador, el Dr. Garrido-Landívar apuesta por convertir las comidas en casa en momentos educativos en los que se fomenten las emociones positivas: “comer es un hábito que debe ser transmitido como un acto placentero y en las primeras etapas casi como un juego de descubrimiento”. Reforzando este argumento, la Dra. Martí recordaba que “está demostrado que el llevar unos horarios de comidas regulares, en un ambiente familiar y relajado, centrándose en la actividad de comer y no en otras (como ver la televisión) favorece que no aparezcan problemas de obesidad”.

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¿Cómo resumiría el papel de los profesionales de la salud en la mejora de los hábitos nutricionales de los niños?

Los profesionales de la salud, y especialmente los pediatras, gozan de una posición privilegiada para intervenir y corregir situaciones de riesgo nutricional, involucrando a toda

la familia en las modificaciones de hábitos dietéticos y estilos de vida. Los equipos de atención primaria y, más concretamente los pediatras, deberían disponer de los medios humanos y materiales

necesarios para poder realizar esta labor, llevando un control exhaustivo de la alimentación y situación nutricional de los pacientes mediante recomendaciones oportunas (promoción de la lactancia materna, diversificación alimentaria gradual y equilibrada, recomendaciones culinarias, estrategias dietéticas de prevención del exceso de peso corporal, fomento de una actividad física regular).

En suma, los pediatras como profesionales responsables de la salud infantil representan un papel imprescindible para la adquisición y consolidación y, en su caso, mejora, de unos hábitos nutricionales saludables en la población infantojuvenil.

¿Considera acertado que se limite la venta de alimentos muy calóricos en los centros escolares para evitar la obesidad infantil?La industrialización y comercialización de la cadena alimentaria en los países occidentales, con una producción cada vez mayor de alimentos procesados muy calóricos, están induciendo un deterioro de los patrones alimentarios en amplios sectores de la población, sobre todo en la infancia y adolescencia.

Aunque la obesidad es un trastorno multifactorial, la rapidez con que se está produciendo el incremento de su prevalencia parece estar más bien relacionado con factores ambientales, tales como hábitos alimentarios poco saludables y una vida más sedentaria.

Si consideramos que el medio escolar, junto al familiar, deberían ser los ámbitos educativos de mayor influencia para la adquisición de unos hábitos alimentarios y estilos de vida saludables, las actitudes a adoptar por los centros escolares en aspectos nutricionales deberían ser intrínsecamente ejemplarizantes en orden llevar a cabo su finalidad educativa (son alimentos de consumo estrictamente ocasional) y, en consecuencia, contribuir a evitar el exceso de peso corporal infantojuvenil (sobrepeso y obesidad). Por tanto, me parecería muy acertado que se limitara la venta de alimentos muy calóricos en los propios centros escolares como medida pedagógica coherente frente a un problema de salud debido, en gran medida, a una falta de educación individual, familiar y social.

El papel de la escuela en la prevención de la obesidad infantilLos estudios en los que ha participado el Dr. Durá revelan que la cifra máxima de casos de sobrepeso y obesidad infantil se dan en la edad escolar. “Aquí son más los factores que pueden influir en el problema. El control familiar sobre los hábitos dietéticos de los niños muchas veces no es posible, bien porque comen fuera de casa o bien porque, aunque comiendo en casa, lo hacen fuera del control familiar, de forma que uno de cada tres niños a los

ocho años tiene un exceso de peso corporal”.Los profesionales médicos, las instituciones públicas y los expertos en educación coindicen a señalar que la intervención en el entorno escolar representa una oportunidad para transmitir una educación nutricional que ayude a que los niños adquieran hábitos saludables desde los primeros años. Algunos especialistas nos invitan a fijarnos en programas escolares desarrollados en otros países (como Estados Unidos) que incluyen contenidos en nutrición y salud y que cuentan con el respaldo

Dr. Teodoro DuráMédico Pediatra del Hospital Virgen del Camino de Pamplona. Profesor Titular

del Departamento de Pediatría. Universidad de Navarra.

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de profesionales sanitarios –nutricionistas, pediatras, enfermeras-, quienes periódicamente hacen controles de los índices nutricionales de los niños. El que dentro de la escuela comiencen a impartirse contenidos para la formación de salud, tanto del profesorado como de los alumnos, es una iniciativa por la que apuestan representantes de las instituciones públicas, como Dña. Begoña Merino, pero también pediatras y educadores. A este respecto, Alipio Martínez, presidente de la Asociación Nacional de Informadores en Salud (ANIS), encargado de moderar el acto, afirma que “la información sobre nutrición a niños y adolescentes debería ser una asignatura escolar como lo son las Matemáticas y la Lengua”.

En opinión del Dr. Durá, el comedor escolar es también una pieza clave para la educación nutricional. En él “podemos encontrar el lugar y el momento clave para que esos conocimientos adquiridos se pudieran adaptar a la vida cotidiana. Es decir, sería la práctica de la teoría que estos chicos han aprendido”.

Alianzas para luchar contra la obesidad infantilPara el pediatra, la prevalencia de la obesidad en niños “se trata de un problema educacional; no sólo individual o familiar, sino también social”.

Al hablar de prevención, la Dra. Martí nos remitió a la palabra participación: “algo que tiene que ver con la implicación personal, en la familia, en la escuela, en el trabajo, así como con la colaboración de las instituciones públicas y gobiernos. Como han demostrado distintas estrategias a nivel europeo, todos somos agentes y podemos tener un papel activo, cada uno con un rol que se desarrolla dentro de este planteamiento participativo”.

Las empresas privadas también tienen mucho que aportar en la solución de los problemas de salud que tienen que ver con la nutrición. Como apuntó Alejandro Martínez Berriochoa, director de Responsabilidad Social de EROSKI y Director General de la Fundación EROSKI, “nadie está más cerca de un ciudadano que un distribuidor, ya que pocas cosas habrá que hagamos tan frecuentemente como hacer la compra”. Esto hace que la distribución pueda adoptar un papel clave en el desarrollo de acciones para favorecer la salud de la población y para promover la educación nutricional, un reto que EROSKI ha decidido aceptar, como bien demuestran las iniciativas llevadas a cabo a lo largo de toda su trayectoria.

Aportando la visión del periodista profesional, Alipio Gutiérrez quiso destacar la importancia de la comunicación sobre salud, ya sea promovida por las instituciones públicas, las empresas o promovida por los propios medios. “La comunicación para la salud también es un compromiso que añade valor a las empresas de alimentación y distribución para con los ciudadanos y clientes. La apuesta por la salud es un ejemplo de responsabilidad social que cobra valor en los centros de EROSKI ofreciendo al ciudadano información útil sobre alimentación y nutrición”.

Por su parte, los profesionales de la salud, dado su papel de prescriptores, juegan un papel fundamental en la educación nutricional de la sociedad. “Los que trabajamos en el ambiente pediátrico tenemos la posibilidad de dirigir, de encaminar, de instruir, es decir, de educar en este sentido a la población pediátrica”.

Puesto que el sobrepeso y la obesidad infantil son problemas desencadenados por la conjunción de muchos factores, dar con las claves para su remisión es también un proceso complejo que requiere de la colaboración de todos los actores implicados. De ahí que el establecer un diálogo entre gobiernos, autoridades sanitarias, los profesionales de la educación y la industria sea vital.Combatir la obesidad y otros problemas relacionados con la nutrición es posible con la colaboración de todas las partes, incluyendo la participación activa de la industria alimentaria y las empresas de distribución.

“Lo que habría que plantearse es si la sociedad estaría dispuesta a mantener este tipo de programas de educación nutricional”, advierte el Dr. Durá, “porque lógicamente suponen un coste de oportunidad, es decir, poner en marcha estos programas escolares significa detraer bienes y servicios de otros sectores productivos que también crean bienestar”. La concienciación y la sensibilización de la sociedad hacia el problema es clave para que las estrategias planteadas funcionen. Por ello la educación nutricional, dirigida tanto a niños como a adultos, se convierte en una pieza fundamental para mantener y mejorar la salud de las generaciones actuales y venideras.

El comedor escolar debe ser el lugar donde se ponga en práctica lo que los niños han aprendido.

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III ENCUENTRO SALUD Y NUTRICIÓN

Experiencias europeas en educaciónnutricional

A la hora de analizar las posibles líneas de actuación para promover la educación nutricional desde la infancia, es interesante considerar las iniciativas que se están llevando en países distintos al nuestro y que pueden darnos algunas claves para la formulación de estrategias preventivas.

En el III Encuentro Salud y Nutrición contamos con la participación de Jo Nicholas, Senior Manager en la Children’s Food Trust, un organismo independiente asociado al Departamento de Educación del Gobierno de Reino Unido, cuya razón de ser es la promoción de una dieta equilibrada en los niños a través de la educación nutricional tanto en el ámbito escolar como en el familiar.

El enfoque que esta investigadora y experta en nutrición aportó a la jornada resulta

especialmente interesante por la valoración comparativa entre lo que

se está haciendo en nuestro país y las actuaciones llevadas a cabo en el

entorno europeo, lo cual puede abrir la puerta a nuevos retos

en los que embarcarse para fortalecer la adquisición

de hábitos saludables en nuestros niños.

Jo Nicholas, Research and Nutrition Senior Manager en la School Food Trust (Reino Unido).

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Para explicar cuáles son las estrategias y actividades que desarrolla la Children’s Food Trust en Inglaterra, Jo Nicholas comenzó advirtiendo que existen algunas diferencias entre aquel país y España, basadas en las diferencias culturales y en los sistemas educativos, a pesar de que muchos de los temas de los que se ocupa la organización a la que pertenece pueden ser transferibles a nuestro escenario.

En palabras de Jo Nicholas, “la misión de la Children’s Food Trust es proporcionar un futuro saludable para cada niño.

Creemos que nuestros niños deben estar sanos con el fin de alcanzar su máximo potencial en la vida. Es realmente importante que los menores lleven un estilo de vida equilibrado en los primeros años de la etapa escolar a través de la mejora de las habilidades culinarias en la

familia, de la mejora de los hábitos de vida y de la educación nutricional. Y creemos que cuando los niños comen mejor, viven mejor”.

Las actividades de la Children’s Food Trust se llevan a cabo en el entorno escolar y persiguen la instauración de patrones alimentarios saludables en la infancia a través de la mejora de la alimentación en el colegio. De esta forma, una de las líneas de actuación fundamentales, aunque no la única, es la creación de unos estándares ideados para su implantación en todos los colegios del país y que afectan de forma radical a la oferta de alimentos que se pone a disposición de los niños, lo que constituye un pilar básico en su educación nutricional.

Investigación para actuar contra la obesidad infantilLos trabajos de investigación realizados por la Children’s Food Trust han demostrado el impacto sobre los hábitos alimentarios de los menores ingleses tras la implementación de estos estándares en 2006. Una iniciativa con la que se implicaba a todos los actores involucrados: dirección de los colegios, profesores, empresas de catering y proveedores, además de las autoridades gubernamentales. Estos programas de investigación han permitido evaluar la calidad y el impacto sobre la salud de las normativas aplicadas y determinar qué medidas son las que mejor resultado han obtenido.

Debido a las diferencias entre los sistemas de medición utilizados, resulta bastante difícil comparar los datos entre distintos países. A pesar de ello, sabemos que España

registra uno de los índices de sobrepeso y obesidad infantil más altos de Europa, a los que el Reino Unido también se acerca. Ello hace que nos hagamos una idea de la magnitud del reto que nos ocupa. Como explicó Jo Nicholas, en Inglaterra existe un programa nacional de observación estadística por el que se realizan mediciones en el colegio en dos momentos: cuando el niño accede al sistema escolar, con 4-5 años, y más tarde, en los últimos años del programa escolar, cuando tienen 10-11 años. Comparando las medidas se comprueba que existe un incremento del problema de exceso de peso con el aumento de edad. Si con 4-5 años tres de cada cuatro niños presentan un peso saludable y la cuarta parte restante tiene sobrepeso u obesidad, con 10-11 años un tercio de los niños presenta un problema de exceso de peso. Puesto que el problema se incrementa en la edad escolar, los hábitos que se transmitan a los niños desde el colegio resultan determinantes en su prevención.

El entorno escolar tiene la capacidad de actuar como protector frente al sobrepeso. Las investigaciones también apuntan a que los niños realizan más actividad física y llevan una alimentación más adecuada durante el curso escolar, algo que cuesta mantener durante los periodos de vacaciones.

Estrategias europeas: ¿qué medidas se están llevando a cabo a nivel europeo para abordar el problema de la obesidad infantil?En la conferencia que la OMS celebró en noviembre de 2006 para perfilar estrategias de lucha contra la obesidad, participaron cuarenta y seis países que alcanzaron una serie de acuerdos sobre medidas a tomar a nivel internacional que involucran a las instituciones educativas, los gobiernos, la industria y el comercio, definiendo distintos roles y responsabilidades.

En esta reunión se fijaron cuatro elementos clave para avanzar en el conocimiento sobre la obesidad infantil: el apoyo gubernamental; la creación de sistemas de monitorización (a lo que contribuye de forma muy valiosa las investigaciones de la Children’s Food Trust); la transferencia del conocimiento para transformar datos en programas de actuación; y las acciones para minimizar los conflictos de intereses y asegurar la sostenibilidad de las medidas tomadas.

En Reino Unido el año pasado se puso en marcha una nueva estrategia de lucha contra la obesidad cuya principal

Cuando los niños comen mejor, viven mejor.

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vocación es crear un ambiente que ayude a los ciudadanos a llevar un estilo de vida más saludable, reduciendo así la prevalencia de la obesidad. La estrategia centra su atención en la responsabilidad que el individuo tiene en el abordaje del problema y hace hincapié en la importancia de la actividad física como requisito para el tratamiento y la prevención del exceso de peso.

El documento que recoge esta estrategia hace tres menciones al ámbito escolar: se dice que la alimentación de los niños en la escuela debe ser saludable; que las escuelas son clave en la promoción de la salud y el aprendizaje de hábitos saludables; y que los niños sanos son más capaces de aprender y de concentrarse en clase.

Educación nutricional: de la escuela a la familiaLa escuela es un entorno muy apropiado para que los niños aprendan a crecer, por lo que aquí tenemos una gran oportunidad. Se trata además de una oportunidad para que el aprendizaje que se lleva a cabo en la escuela se extienda al entorno familiar, especialmente en las edades más tempranas, dado el contacto más estrecho entre los padres y los educadores.

La escuela tiene una importantísima influencia en la vida de los niños. Además, al menos una de las comidas se realiza en los colegios. Pero no sólo eso, ya que debería haber un “club del desayuno” cuando los niños entran por la mañana, antes del comienzo de las clases, y un espacio para que los niños coman después de clase y realicen distintas actividades con el fin de dar un apoyo a los padres que trabajan. Por eso actualmente no es necesariamente cierto que los niños realicen una sola comida en la escuela.

Las intervenciones de la Children’s Food Trust en el ámbito escolar trabajan en el área de la educación, proporcionando propuestas para la modificación del currículo escolar para la inclusión de contenidos sobre educación para la salud y sobre alimentación saludable. En este sentido, una de las actividades que ya se ha puesto en marcha es la introducción de clases de cocina en la escuela mediante el programa Let’s Get Cooking. Las experiencias piloto desarrolladas por varios colegios

ingleses han sido acogidas con mucho éxito. El objetivo es que los niños aprendan de dónde vienen los alimentos que consumen, que nutrientes tienen y lograr captar su atención a través de actividades prácticas que les sirvan también para adquirir nociones básicas sobre cocina para una alimentación saludable.

Jo Nicholas quiso destacar la importancia de que exista coherencia entre todos los mensajes que se transmiten desde la escuela: “No vale de nada que se les quiera dar unas nociones en clase de ciencias si después, en el comedor escolar, no se promueve un almuerzo saludable en consonancia con esos conocimientos transmitidos. Para impulsar este tipo de educación nutricional es imprescindible que los mensajes sean consistentes”. Los estándares de alimentación escolar actualmente vigentes en Inglaterra se implantaron entre 2006 y 2009 y son fruto de varios años de investigación en materia de nutrición por parte del Children’s Food Trust, en los que

se ha estudiado la relación entre las opciones de menús que se ofrecen en las escuelas,

el tipo de elecciones por parte de los niños y la relación de estos dos

factores con la obesidad.

Estas pautas que se implantaron en los colegios en el periodo 2006-2009 perseguían el que las comidas que los niños que hagan en las escuelas (al menos la del medio día, a la que frecuentemente

se suma el desayuno y la merienda) sean equilibradas

y saludables. Previamente, en 2001, se habían dado una serie

de directrices para que las escuelas facilitasen el acceso de los niños a

opciones de alimentos más saludables, pero que sin embargo no restringían en absoluto la presencia

de alimentos menos saludables en el entorno escolar, algo que sí contemplan los últimos estándares.

Este último aspecto es el que ha determinado el cambio en el patrón de alimentación que los niños siguen dentro del entorno escolar.

N o vale de nada

que se les quiera dar unas nociones en

clase de ciencias si después, en el comedor escolar, no

se promueve un almuerzo saludable en consonancia con esos conocimientos transmitidos. Para impulsar este tipo de educación

nutricional es imprescindible que los mensajes sean

consistentes.

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Los estándares a los que se refirió Jo Nicholas se estructuran según dos criterios: el tipo de alimentos a incluir en la escuela o excluir de la misma y los componentes nutricionales que deben proporcionar o evitar las comidas que se hagan en el colegio.

Los primeros determinan qué tipo de alimentos deben proporcionarse como parte de comida diaria de los niños en las escuelas, promoviendo opciones saludables: frutas y verduras (una porción de cada en el almuerzo diario), pescado azul (se recomienda su consumo al menos una vez cada tres semanas), pan integral, agua y otras bebidas saludables (cada día). Además, este tipo de estándares señalan qué alimentos deben restringirse o eliminarse totalmente dentro de la alimentación que se ofrece en la escuela (aquellos con un alto contenido en grasas, azúcares y sal).

Por otra parte, el segundo tipo de norma indica cuáles son los nutrientes que no pueden faltar en la dieta de los niños y los aportes necesarios para garantizar su correcto crecimiento y desarrollo: hidratos de carbono, proteínas, fibra, vitaminas A y C, folatos, calcio, hierro y zinc. De nuevo, se marcan pautas restrictivas en lo referido a otros nutrientes poco saludables como son las grasas, las grasas saturadas, los azúcares añadidos y la sal.

Según las dos investigaciones estadísticas (una en la escuela primaria y otra en la secundaria) que la Children’s Food Trust ha realizado a nivel nacional, en 2009 el contenido nutricional de los alimentos que los escolares tomaban en el colegio se aproxima mucho más a las recomendaciones de los profesionales de lo que lo hacía en 2005, antes de la implementación de los estándares. Jo Nicholas afirma que “se ha producido un cambio notable en lo que se refiere al contenido de sodio, alimentos industriales, grasas saturadas y azúcares en los menús escolares”.

El impacto positivo que sobre la salud tiene el cambio de patrones de alimentación en la escuela a través de la adopción de estas medidas es muy pronunciado. Además los niños aprenden a cambiar hábitos muy arraigados como, por ejemplo, comer patatas fritas a diario como parte del menú, algo que antes era muy habitual ver en los colegios. Y lo más interesante es que este cambio no se debe sólo a la restricción sobre los alimentos que se ofrecen, sino que estas limitaciones tienen un impacto en lo que después los niños eligen libremente.

A nivel internacional, los expertos están de acuerdo en que la obesidad infantil representa un problema muy complejo para el que no existe una sola solución. Lo que sí se ha demostrado es que la educación tiene un papel fundamental para afrontarlo y prevenirlo, algo a lo que se debe prestar especial atención en la familia y en el colegio.

Tal como afirma Jo Nicholas, “la comida que nuestros niños comen en la escuela es una parte fundamental de la experiencia educativa global; ésta asegura su predisposición para aprender y es un pilar fundamental para garantizar su buen estado de salud y su calidad de vida, por lo que todos los niños deberían tener acceso a una alimentación saludable y una buena educación nutricional”.

Compromiso de EROSKI en la prevención de la obesidad infantil:nuevas líneas de actuación para 2013 – 2016

EROSKI, LIDER EN RESPONSABILIDADSOCIAL

Iniciativas como los Encuentros Salud y Nutrición forman para de la línea de trabajo que EROSKI y Fundación EROSKI llevan desarrollando desde hace cuatro décadas para promover la información y favorecer la salud de los ciudadanos.

Éste es un trabajo a largo plazo, en el que, a los logros alcanzados, se van sumando retos de futuro. El III Encuentro Salud y Nutrición nos sirve para fijarnos nuevas metas, orientadas a conseguir una mejora en el estado nutricional de los niños españoles y encaminadas a prevenir problemas tan preocupantes como la obesidad infantil. Todo ello tomando la educación nutricional como pieza fundamental de las estrategias para ofrecer una mayor calidad de vida de nuestros niños, no sólo en el presente, sino también en el futuro.

Durante esta jornada Alejandro Martínez Berriochoa, director de Responsabilidad Social de EROSKI y Director General de la Fundación EROSKI, presentó la visión de EROSKI sobre el problema de la obesidad infantil y expuso las líneas de trabajo que se han seguido y se seguirán en el futuro, orientadas a proporcionar una mejor educación nutricional desde la infancia.

Al ser la obesidad un problema multicausal, desde EROSKI planteamos la necesidad de un abordaje multifactorial. En este sentido la colaboración con los profesionales de la salud y las instituciones es una de las claves de nuestra actuación. Las acciones que se plantean, dirigidas especialmente a la familia y al entorno escolar, parten del convencimiento de que un agente como el sector de la distribución, tan cercano a la realidad cotidiana de los ciudadanos y con capacidad para intervenir en ella, debe actuar de forma responsable y ser sensible a los problemas que preocupan a la población.

Como organización de base cooperativa, creada por y para los consumidores, EROSKI representa un perfil de empresa diferente, que además se caracteriza por destinar el 10% de sus beneficios a fines con un interés social, centrándose especialmente en proporcional información al ciudadano (algo de lo que da buena cuenta la Revista CONSUMER) y teniendo como norte el eje salud y nutrición.

EROSKI, que está a favor del desarrollo de una normativa solvente en materia de nutrición, ha demostrado en varias ocasiones que apuesta por la autorregulación, tomando medidas que se adelantan a la legislación cuando se detecta una necesidad latente, como ya lo hizo con la retirada de las grasas trans procedentes de aceites vegetales parcialmente hidrogenados de todas las referencias de marca propia, con la inclusión de un etiquetado nutricional más transparente y comprensible para que el consumidor pueda tomar decisiones sobre su alimentación basadas en la información, así como con la reformulación de un buen número de productos de consumo habitual para dar lugar a opciones más saludables, como son las que reúne la marca propia EROSKI Sannia, presentada este mismo año y a la que se irán sumando cada vez más referencias.

Como proyecto específico destinado a la mejora de la salud de la infancia, EROSKI y Fundación EROSKI están trabajando actualmente en el desarrollo del llamado Plan Educativo sobre Alimentación y Hábitos Saludables (PEAHS) orientado al público infantil que espera ver la luz muy pronto. Su fin último es favorecer la educación nutricional desde las aulas, para lo que se han diseñado unidades didácticas dirigidas a alumnos de quinto y sexto de primaria. Los contenidos teóricos sobre alimentación y salud que estas unidades ofrecen se verán apoyados con actividades prácticas y talleres y con la extensión de esta iniciativa educativa a los padres, puesto que el entorno familiar es fundamental en la salud de los más pequeños.

El programa también comprende acciones a implementar en comedores escolares y otras orientadas a promocionar la actividad física. Acciones que iremos definiendo en este periodo 2013/2016 que estamos a punto de estrenar.

Para la consecución de estos objetivos de futuro contamos con la colaboración de distintas

administraciones públicas y de distintas organizaciones de profesionales de la salud. Actores que consideramos fundamentales en la construcción de estrategias que, esperamos, en un futuro den solución al problema de la obesidad infantil.

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