Boletin_Participacion_laboral_Dic_08

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PARTICIPACIÓN LABORAL FEMENINA 2008 Serie de estudios ComunidadMujer N° 4 • diciembre 2008 Inserción laboral: ¿Qué nos dicen las últimas cifras de empleo? Verónica Flores, Directora de Estudios ComunidadMujer Las mujeres se han incorporado al sector formal de la economía a tasas inéditas en los últimos 12 meses. La fuerza de trabajo femenina, se incrementó en 5,7%, muy por sobre el aumento de la participación laboral masculina (2,4%). El impacto que tendrá la crisis internacional en este auge es aún incierto. Ocho de cada diez mujeres que entraron al mercado laboral chileno en 2008 pertenece a grupos que usualmente presentan una baja participación laboral: mujeres con hijos en edad de sala cuna y jardín infantil y mujeres de 50 años y más. Un cambio promisorio si se logra mantener como tendencia. La última semana de noviembre el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó las cifras de empleo del trimestre móvil agosto- octubre de 2008. Las cuentas son positivas, y suponen una caída en la tasa de desem- pleo y una creación de empleos en la eco- nomía a un ritmo anual importante. Estas estadísticas muestran que nuestro mercado laboral aún no recibe los efectos de la crisis internacional. Las caídas de las bolsas en el mundo y las declaraciones de recesión en los países desarrollados se pro- dujeron en los meses de octubre y noviem- bre; y el impacto sobre las expectativas en nuestro país también se produjo a contar del mes de octubre. Por esta razón tenemos que leer las últimas cifras entregadas por el INE como una foto- grafía de lo que ha sido el 2008 con anterio- ridad a la incertidumbre que ha abierto en nuestro país la crisis externa. Para analizar en mayor profundidad las cifras de empleo, examinaremos en este artículo la situación de la mujer, utilizando las bases de datos de las encuestas de empleo . Un primer hecho que sobresale es que las mujeres se han incorporado al mercado la- boral a tasas inéditas en los últimos 2 me- ses. La fuerza de trabajo femenina, es decir, la suma de las mujeres que están trabajando o buscan activamente trabajo, se incremen- tó en 5,7%, muy por sobre el aumento de la participación laboral masculina (2,4%), tal como se muestra en el Gráfico Nº. Lo ante- rior ha significado el ingreso de 43 mil mu- jeres al mercado laboral en 2008. Este es un fenómeno significativo para un país como el nuestro que, a pesar de su desempeño a nivel macroeconómico, exhi- be una débil participación de la mujer en el mercado laboral, especialmente de aquellas ComunidadMujer agradece al Instituto Nacional de Estadísticas la entrega regular y oportuna de los archivos con los microdatos de las encuestas de empleo. Contenido La inserción laboral femenina en 2008 4 Entrevista a Fernando Coloma 8 ComunidadMu- jer y el empren- dimiento: el apoyo a la pequeña empresaria

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Ocho de cada diez mujeres que entraron al mercado laboral chileno en 2008 pertenece a grupos que usualmente presentan una baja participación laboral: mujeres con hijos en edad de sala cuna y jardín infantil y mujeres de 50 años y más. Un cambio promisorio si se logra mantener como tendencia. 8 ComunidadMu- jer y el empren- dimiento: el apoyo a la pequeña empresaria La inserción laboral femenina en 2008 4 Entrevista a Fernando Coloma Contenido

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P A R T I C I P A C I Ó N L A B O R A L

FEMENINA 2008

Serie de estudios ComunidadMujer N° 4 • diciembre 2008

Inserción laboral : ¿Qué nos dicen las últimas cifras de empleo?

Verónica Flores, directora

de Estudios ComunidadMujer

Las mujeres se han incorporado al sector formal de la economía a tasas inéditas en los últimos 12 meses. La fuerza de trabajo femenina, se incrementó en 5,7%, muy por sobre el aumento de la participación laboral masculina (2,4%). El impacto que tendrá la crisis internacional en este auge es aún incierto.

Ocho de cada diez mujeres que entraron al mercado laboral chileno en 2008 pertenece a grupos que usualmente presentan una baja participación laboral: mujeres con hijos en edad de sala cuna y jardín infantil y mujeres de 50 años

y más. Un cambio promisorio si se logra mantener como tendencia.

La última semana de noviembre el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó las cifras de empleo del trimestre móvil agosto-octubre de 2008. Las cuentas son positivas, y suponen una caída en la tasa de desem-pleo y una creación de empleos en la eco-nomía a un ritmo anual importante.

Estas estadísticas muestran que nuestro mercado laboral aún no recibe los efectos de la crisis internacional. Las caídas de las bolsas en el mundo y las declaraciones de recesión en los países desarrollados se pro-dujeron en los meses de octubre y noviem-bre; y el impacto sobre las expectativas en nuestro país también se produjo a contar del mes de octubre.

Por esta razón tenemos que leer las últimas cifras entregadas por el INE como una foto-grafía de lo que ha sido el 2008 con anterio-ridad a la incertidumbre que ha abierto en nuestro país la crisis externa.

Para analizar en mayor profundidad las cifras de empleo, examinaremos en este artículo la situación de la mujer, utilizando las bases de datos de las encuestas de empleo�.

Un primer hecho que sobresale es que las mujeres se han incorporado al mercado la-boral a tasas inéditas en los últimos �2 me-ses. La fuerza de trabajo femenina, es decir, la suma de las mujeres que están trabajando o buscan activamente trabajo, se incremen-tó en 5,7%, muy por sobre el aumento de la participación laboral masculina (2,4%), tal como se muestra en el Gráfico Nº�. Lo ante-rior ha significado el ingreso de �43 mil mu-jeres al mercado laboral en 2008.

Este es un fenómeno significativo para un país como el nuestro que, a pesar de su desempeño a nivel macroeconómico, exhi-be una débil participación de la mujer en el mercado laboral, especialmente de aquellas

� ComunidadMujer agradece al Instituto Nacional de Estadísticas la entrega regular y oportuna de los archivos con los microdatos de las encuestas de empleo.

Contenido

� La inserción laboral femenina en 2008

4 Entrevista a Fernando Coloma

8 ComunidadMu- jer y el empren- dimiento: el apoyo a la pequeña empresaria

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Serie de estudios ComunidadMujer N° 4 • diciembre 2008

Cambio Porcentual en la Fuerza de Trabajo durante los últimos 12 meses:

Agosto-Octubre 2007-2008

3,6%

2,4%

5,7%

1,8%

9,4%

0%

1%

2%

3%

4%

5%

6%

7%

8%

9%

10%

FT/Total FTMasculina FTFemenina FTHombres Jefes deHogar

FTMujeres Jefas deHogar

Cambio en 12 mesesFuente: Encuesta Nacional de Empleo INE.

cuna o jardín infantil) aumentaron su participación en la fuerza laboral a una tasa aún mayor que el prome-dio de las mujeres (�2%). Se trata de un fenómeno nuevo en el mercado laboral chileno. En efecto, las mujeres con hijos menores de dos años aumenta-ron su participación laboral en los últimos �2 meses en 6,3%; y las mujeres con hijos menores de cinco años lo hicieron a una tasa de 7,4%2.

Mujeres 50-59 años32%

Mujeres 60-69 años16%

Mujeres 15-50 años con hijos < 5 años

31%

Mujeres 15-50 años sinhijos < 5 años

21%

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo INE.

que pertenecen a los sectores de menores ingresos. Por lo tanto, parece pertinente indagar acerca de quiénes son estás mujeres y qué está empujando su incorporación al mercado laboral.

Los datos del INE analizados permiten indicar que las mujeres con hijos menores (tanto menores de dos como de cinco años, es decir, en edad de sala

Es muy plausible que este extraordinario aumento en la participación laboral de mujeres con niños en edad pre-escolar esté vinculado con el fuerte incre-mento en la oferta de salas cuna y jardines infantiles impulsada por la administración de la Presidenta Ba-chelet, que proyecta un aumento del orden de 400% respecto del stock inicial a comienzos de 2006. Este irá fundamentalmente en beneficio del 40% de la po-blación de menores ingresos.

2 Como la información en la última Encuesta Nacional de Empleo no es directa sobre los hijos de los miembros del hogar, se considera a las mujeres menores de 50 años que pertenecen a la fuerza laboral y en cuyos hogares hay uno o más menores (de 0 a 2 o de 0 a 5 años, según sea el caso).

Gráfico Nº1

Cambio porcentual en la fuerza de trabajo durante

los últimos �2 meses: agosto-octubre 2007-2008

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo INE.

Gráfico Nº2

Composición del aumento de la fuerza de trabajo femenina:

agosto-octubre 2007-2008

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo INE.

Pero también existen otros cambios relevantes de analizar. El Gráfico Nº2 indica cómo se distribuye-ron las �43 mil mujeres que se sumaron al mercado laboral en los últimos �2 meses. Y apreciamos un fenómeno digno de atención: casi la mitad de estas mujeres tenía 50 años o más al momento de incor-porarse al trabajo remunerado. de hecho, el aumen-to en la fuerza laboral de las mujeres entre 50 y 59 años fue de �0,6% en �2 meses, mientras que el in-cremento en el grupo de 60 y más fue de un �4,4%.

Serie de estudios ComunidadMujer N° 4 • diciembre 2008

El gráfico 2 también muestra que aproximadamente un tercio de las nuevas mujeres en el mercado la-boral tienen menos de 50 años e hijos que están en edad pre-escolar.

Por lo tanto, ocho de cada diez mujeres que entraron al mercado laboral chileno en los últimos �2 meses pertenece a grupos con usualmente baja participa-ción laboral: mujeres con hijos menores y mujeres de mayor edad. Esto puede trasuntar en un cambio de mayor envergadura.

Asimismo, llama la atención que las mujeres con educación universitaria completa registraron una caí-da de 0,7% en la fuerza de trabajo, lo que contrasta

con un incremento superior al promedio en niveles educacionales inferiores (especialmente educación media incompleta y completa y educación superior de nivel técnico). dado que las mujeres universitarias tienen tasas de participación laboral muy superiores al resto y tienen también ingresos superiores, vemos que el aumento se ha registrado en las mujeres con ingresos medios o bajos.

Así, el aumento exhibido en la incorporación a la fuerza laboral por parte de las mujeres se ha produ-cido junto con un crecimiento en el empleo femenino de igual dinamismo. El Gráfico Nº3 indica la compo-sición de los �30 mil nuevos empleos femeninos en los últimos doce meses.

Se puede apreciar, al igual que en los datos de em-pleo entregados durante todo el año, cómo la mayor proporción de los empleos femeninos generados (80%) corresponden a empleos como asalariados, principalmente en el sector privado, los que tienen mayor probabilidad de tener cotizaciones previsio-nales. Por otra parte, hay una caída en el empleo en la categoría de trabajadoras de casa particular y familiares no remunerado.

Por lo tanto, en el último año hemos podido pre-senciar una mayor inserción laboral femenina, liderada por grupos de mujeres que han teni-do tradicionalmente una participación laboral inferior. Adicionalmente, esta mayor inserción laboral ha ido acompañada de la creación de empleos principalmente en el sector formal de la economía. Cifras promisorias, sobre todo si se llegara a mantener la tendencia.

2,891

74,434

30,78731,511

-852-8,949

-20,000

-10,000

0

10,000

20,000

30,000

40,000

50,000

60,000

70,000

80,000

Empleador o Patrón Trab. Cuenta Propia Asalariado S. Privado Asalariado S. Público Servicio Doméstico Fam. no Remunerado

Gráfico Nº3

Creación neta de empleo femenino: agosto-octubre,

2007-2008

Fuente: Encuesta Nacional de Empleo INE.

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Fernando Coloma, profesor titular Instituto de Economía de la UC

“Debemos hacer todo lo posible para proteger el empleo”

Favorecer negociaciones salariales prudentes, que privilegien el empleo por la vía de la flexibilidad salarial es una de las medidas que propone este economista M. A. de la Universidad de Chicago, para hacer frente al escenario de crisis internacional. Coloma asegura que el aumento de la participación laboral femenina en 2008 es algo excepcional, y que hay muchas regulaciones pendientes que atentan contra la contratación de mujeres.

“La alta tasa de crecimiento que ha tenido el empleo y la fuerza de trabajo durante este año no es muy sostenible. La fuerza de trabajo va a moderar su crecimiento y el empleo debiera disminuir dramáti-camente su crecimiento”, proyecta el economista de la Pontificia Universidad Católica (PUC), Fernando Coloma, y luego añade: “claramente creo que el 2% de crecimiento económico está más cerca de ser un techo que un piso”. Por lo tanto, lo que impone el escenario abierto a partir de octubre tras la debacle financiera en Wall Street, es prudencia y una buena dosis de creatividad. “En el marco regulatorio queda aún mucho por hacer”.

¿Cómo enfrentar estos shocks? Según Coloma hay que ser tremendamente cautos en las negociacio-nes salariales que están por venir, “porque el solo reajuste por inflación pasada significaría aumentos reales de salarios en el contexto de una inflación de-creciente, lo cual no ayudaría a la preservación de empleos en un ambiente de contracción económica como el que se pronostica”.

Por lo tanto, asegura el experto: “la posibilidad de poder postergar negociaciones salariales o de que las empresas de los sectores más afectados por la nueva realidad económica pudieran ajustarse, pro-tegiendo el empleo, disminuyendo los salarios y la duración de la jornada, haría una contribución signi-

ficativa al objetivo del empleo”. Por otra parte, “creo que es el momento de avanzar en fórmulas como las que planteaba el Consejo Trabajo y Equidad, ta-les como lo subsidios al ingreso laboral de los traba-jadores del primer quintil y el programa de subsidios a la contratación y bono de intermediación para los jóvenes en situación de pobreza”.

� ¿A qué cree usted que responde la signifi-cativa incorporación de la mujer al mercado del trabajo, que vimos en los últimos doce meses?

La participación laboral femenina ha tenido un au-mento gradual y sostenido. Esta es una característi-ca propia de los países que van alcanzando un ma-

Fernando Coloma, profesor titular Instituto de Economía de la UC

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yor nivel de desarrollo. Algunas de las razones que están detrás de la participación fe-menina, es la dismi-nución en el número de hijos y el mayor ni-vel de educación. Sin embargo, lo que pasó en los últimos �2 me-ses con la mujer, está absolutamente fuera de toda norma y es bien excepcio-nal. No obstante, es necesario tener me-jor información, para dar una opinión más sustentada.

¿Qué cosa nueva ha pasado? Bueno, se ha ido extendiendo el programa Chile Crece Contigo, con el consiguiente aumento de las salas cunas. A nivel de hipó-tesis, podemos decir que se faci-lita la opción de dejar a los niños al cuidado de un tercero, llámese sala cuna, jardín infantil, etc. Ese es un factor de oferta que contri-buye a que las mujeres se pue-dan incorporar al mercado labo-ral, aunque no todas por cierto. Hay quienes no están dispuestas a dejar a los niños con terceras personas o en instituciones, por-que desconfían del sistema de salas cuna o porque estos esta-blecimientos están lejos de sus casas.

Según los datos que presenta ComunidadMujer, la participa-ción de la mujer sube también en otros estratos, por ejemplo, el de mujeres mayores de 45 años, que tal vez salieron porque cui-daban a los hijos de otras mu-jeres que trabajaban y ahora ya no. Hay muchas posibilidades y sin mayores estudios no se pue-de ser categórico, pero sin duda hay factores nuevos que pueden estar presentes.

desde el punto de vista de la demanda, no se aprecian cam-

bios significativos que generen un aumento de la participación de la mujer. Por el contrario, creo que hay muchas regulaciones pendientes que atentan contra la contratación de mujeres. El cre-cimiento del sector comercio y servicio, intensivos en mano de obra femenina, no es excepcio-nalmente alto como para justificar este gran crecimiento de la fuer-za de trabajo femenino.

2 ¿Cuáles son las perspec-tivas para los próximos meses?

Se ve venir un panorama com-plejo para el empleo y por ello considero indispensable que se arbitren medidas para facilitarle a las empresas la protección de los empleos actuales. Lo que vaya a pasar con las tasas de desem-pleo depende también en for-ma importante de lo que ocurra con la fuerza de trabajo. A este respecto, creo que se va a mo-derar la alta tasa de crecimiento que ha tenido la fuerza de trabajo durante el 2008, pero aún así su tasa de crecimiento va a ser sig-nificativamente mayor que la que va a tener el empleo durante el

2009. Aunque las proyecciones del desempleo dependen de mu-chas variables –evolución de los salarios reales, crecimiento eco-nómico, intensidad de progra-mas de empleo, etc- no me pa-rece aventurado pensar en tasas de desempleo promedio el 2009 claramente mayores a las actua-les y que podrían estar en torno al 9,5 ó �0%.

� ¿Qué medidas se pueden tomar para absorber de mejor manera este creci-miento de la fuerza de tra-bajo femenina que vimos en los últimos �2 meses?

Yo defino dos campos de acción, uno para reducir los efectos de esta compleja situación econó-mica que se ve venir y otro, el tema regulatorio, en el que queda mucho por hacer para favorecer la contratación de mujeres.

En relación al primer tema, creo que las negociaciones salariales deberían ser muy prudentes de manera que protejan el empleo. debemos hacer todo lo posible por privilegiar el empleo y ello en parte pasa por permitir una mayor flexibilidad de los salarios reales. Podría ser importante que aquellos sectores que están en problemas y que ven seriamente amenazado su crecimiento, pu-dieran postergar ciertas negocia-ciones y extender las condiciones laborales actuales de forma tal de no crear una presión adicio-nal a los salarios. dar la opción de postergar las negociaciones laborales por un año y retomar-las al final de este plazo, es una medida que permitiría proteger empleos.

Otra posibilidad es que en aque-llas empresas más aproblema-das se facilite legalmente la po-sibilidad de que a través de la

“Se ha extendido el programa Chile Crece Contigo (...) a nivel de hipótesis, podemos decir que se facilita la opción de dejar a los niños al cuidado de un tercero, llámese sala cuna, jardín infantil, etc. Ese es un factor de oferta que contribuye a que las mujeres se incorporer al mercado laboral”.

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negociación colectiva se pueda negociar excepcionalmente por el período de cri-sis, una reduc-ción simultánea de los salarios y de la jornada de trabajo. Este es todo un tema, porque las even-tuales indemni-zaciones futuras dependen del salario promedio del último período trabajado. Si me bajan el salario hoy me podría perjudicar a futuro, por lo que estos períodos de rebajas excep-cionales de salario y jornada no debieran ser computados para

dichos cálculos. En el fondo, la idea es que se arbitren medidas

que permitan hacer mucho más viable ese tipo de ajustes, cuya finalidad es proteger el empleo.

desde la perspectiva de la regu-lación laboral, lo primero es pre-guntarnos qué hacer para permi-

tir una participación laboral de la mujer más coherente con sus res-ponsabilidades familiares, ¿por qué? Porque las cifras muestran que las mujeres no participan en el mercado laboral principalmen-te porque no tienen con quién dejar a los hijos y porque deben dedicarse a los quehaceres del hogar. En muchos casos la sala cuna no es una solución, porque éstas traen aparejados costos de transporte y tiempo importantes o simplemente porque las ma-dres no quieren dejar a sus hijos a cargo de terceros. No debemos olvidar además, la presencia de otro factor determinante, el “fac-tor cultural”.

AlGuNAs propuestAs eN mAteriA de reGulAcióN lAborAl (FerNANdo colomA)

CONTRATO A dOMICILIO Y TELETRABAjO

“Pienso que es una necesidad imperiosa para incorporar a la mujer al mercado laboral es abordar el tema del contrato en el domicilio y el teletrabajo, lo que pasa a mi juicio por una regulación más amigable de estas modalidades. Hay una serie de actividades laborales que se podrían desempeñar al interior del hogar, pero que en la actualidad se ven limitadas por las restricciones que impone el código laboral.

Si la regulación fuera más amigable y reconociera como adecuadas las condiciones pre-existentes en el hogar en términos de higiene, seguridad y otros, se favorecería directamente la inserción de muchas mu-jeres al mercado laboral. Lo mismo ocurriría si se ajustaran los períodos de pre y post natal a la realidad de una persona que trabaja en su casa, con ausencia de costos de traslado y con tipos de trabajo menos intensos. Evidentemente, se debe establecer el tipo de trabajo que se puede desarrollar en la casa, para evitar situaciones de riesgo a la familia.

Creer que esto funciona sólo para gente con mayor nivel educacional, que maneja las nuevas tecnologías de la información, es una miopía, pues considero que esta sería una opción para alentar nuevos emprendimien-tos. Permitir que una empresa surja con personas contratadas formalmente, trabajando en sus casas o en centros remotos, y con bajos costos de infraestructura, podría dar paso a un desarrollo tal vez insospecha-do, que favorecería la incorporación de la mujer al mundo laboral.

Lo importante es facilitar la incorporación de la mujer al mercado del trabajo en forma coherente con sus responsabilidades familiares. Algunos sostienen que esto llevaría a una precarización del empleo, pero yo sostengo que esto podría contribuir a una mayor formalización de las relaciones de trabajo. Lo más precario hoy es no tener empleo”.

“No me parece aventurado pensar en tasas de desempleo promedio el 2009, que podrían estar en torno al 9,5 ó 10%”.

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REGULACIONES LABORALES QUE AFECTAN LA CONTRATACIÓN dE MUjERES

“Según un estudio de Politeia Soluciones Públicas (2007), el costo laboral de cargo del empleador aso-ciado a la contratación de mujeres en edad fértil está entre un 5% y un �2% del salario. Por esto, en el Consejo Trabajo y Equidad se propuso un subsidio a la empresa durante el período de embarazo de sus trabajadoras y el primer año de vida del niño, para compensar los costos asociados a la maternidad y para no desincentivar la contratación de mujeres. Al mismo tiempo, frente a la obligatoriedad por parte de la empresa de ofrecer sala cuna cuando contrata más de 20 mujeres —independientemente de si está o no en edad fértil—, este consejo asesor propuso que fuera el Estado el que financiara las salas cuna.

En términos generales, se deben revisar aquellas normas que encarecen la contratación de mujeres en re-lación a la de otros trabajadores, y perfeccionar a su vez las políticas de protección social de modo que las prestaciones no signifiquen una merma en sus oportunidades de empleo”.

CAPACITACIÓN LABORAL

“Hoy las empresas y los trabajadores quedan entrampados en relaciones poco productivas. Las indemniza-ciones eventuales son un incentivo a los trabajadores para no abandonar un trabajo y para la empresa, un incentivo a no despedir, pues le sale muy caro. En el fondo, el sistema por una parte da incentivos a generar relaciones de trabajo muy cortas, para que los trabajadores no acumulen antigüedad y así liberarse de las indemnizaciones y, por otra parte, para aquellos contratos que tienen antigüedad mayor a un año, tiende a aumentar la duración promedio de dichos empleos. Esto explica el elevado porcentaje de contratos indefini-dos que duran menos de un año y un aumento en la proporción de contratos a plazo fijo y por obra o faena. Finalmente, tenemos contratos cortos que inhiben la formación de capital humano.

En la actualidad es Sence quien básicamente pone los recursos para capacitación a través del uso de la franquicia tributaria. Si bien hay algún cofinanciamiento de la empresa, los datos muestran que en general las empresas están poco involucradas en el tema de la capacitación. Creo que la falta de mecanismos que le permitan a la empresa recuperar sus costos de inversión en este campo —pues el trabajador puede emi-grar en cualquier momento una vez capacitado—, inhibe su interés por demandar capacitación realmente relevante y por poner recursos propios en la formación de capital humano.

Una solución a este problema podría ser el contrato de entrenamiento. Por ejemplo, armar un contrato a tres años, antes de la capacitación, en el caso que la empresa ponga recursos propios. El trabajador se vuelve más productivo después de la capacitación y la empresa recupera su inversión. Una vez expirado el período del contrato, el trabajador queda liberado para que el mercado lo contrate al salario de su nueva productividad e incluso la misma empresa lo puede contratar bajo condiciones coherentes con su nueva productividad. Hay total libertad, si el trabajador se quiere ir antes del término del contrato porque tiene una buena oferta, la empresa que lo levanta paga la diferencia. Las cláusulas de salida deberían estar, eso sí, bien estructuradas.

Con esta fórmula se permitiría aumentar el capital humano y el trabajador estaría en posición de tener me-jores ingresos en el futuro”.

SUBSIdIOS A LA CONTRATACIÓN E INTERMEdIACIÓN

“Un programa de subsidio a la contratación, con bonos de intermediación laboral, como el sugerido para los jóvenes por el Consejo Trabajo y Equidad, podría dar buenos resultados para mejorar la empleabilidad de los más pobres. Los costos de transacción de la empresa para contratar a estas personas pueden ser muy altos; una empresa no va a ir a La Pintana a contratar a alguien que no conoce, necesita a un tercero que le haga el “screening”, que entregue información certera sobre sus capacidades, habilidades, hábitos de trabajo, etc. Es por ello que el subsidio a la contratación por sí solo es insuficiente y se requiere del apoyo de un bono de intermediación laboral.

Me parece muy importante mejorar las oportunidades de empleo de los más pobres, particularmente de los jóvenes, porque en ello está envuelto un tema de dignidad, autoestima y de lucha contra la dro-gadicción y la delincuencia”.

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Serie de estudios ComunidadMujer N° 4 • diciembre 2008

Serie de Estudios ComunidadMujer Nº 4 • diciembre 2008directora Responsable: Verónica Flores

directora Ejecutiva: Susana Carey C. directora de Estudios: Verónica Flores S. dirección: Roger de Flor 2950, piso �º, Las Condes, Santiago

[email protected] visítenos en www.comunidadmujer.cl

durante los últimos �2 meses hemos visto un aumento inespe-rado de la fuerza laboral femenina. Se trata de un fe-

nómeno nuevo que merece la mayor atención. So-bre todo, porque sabemos que más mujeres traba-jando en condiciones dignas supone también más posibilidades de romper el círculo de la pobreza. Y eso resulta clave en un país donde el 80% del in-greso del hogar proviene del trabajo remunerado.

La crisis económica internacional, abre un escenario incierto a futuro. Y la contracción del mercado del tra-bajo nos plantea el desafío de seguir apoyando ini-ciativas que permitan mejorar la empleabilidad de las mujeres.

Pero mientras hacemos frente a la coyuntura, no po-demos alejarnos de las metas de largo plazo. debe-mos aspirar en los próximos años a lograr que al me-nos un 50% de las mujeres chilenas tenga un trabajo digno y remunerado. No es un objetivo demasiado ambicioso, si tomamos en cuenta que ése es el pro-medio actual de la participación laboral femenina en Latinoamérica y que en una década y media —con crisis asiática de por medio— pasamos en Chile de 3�,3 al 42,9% de participación.

En la convicción de que la fuerza laboral femenina es un potencial de crecimiento y cambio para nuestro país, ComunidadMujer está impulsando el trabajo de la mujer, a través de múltiples iniciativas. Recor-demos que el 35% de las empresas que existen en Chile son lideradas por mujeres. Prepararlas para que puedan hacer más competitivos sus negocios, incorporando elementos de gestión, liderazgo y ge-neración de redes, puede hacer la diferencia, más aún en los tiempos que corren.

ComunidadMujer y el emprendimiento: el apoyo a la pequeña empresaria