Boletín Emprendimiento

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Mujer y Trabajo Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009 Contenido Cómo funciona el emprendimiento en Chile. Análisis y conclusiones del estudio del Banco Mundial y ComunidadMujer 0 Voces hacia La Moneda. La mirada de los cuatro candidatos presidenciales 5 Entrevista a Beatriz Orlando, coordinadora del área de Género del Banco Mundial: “Hay que mejorar la calidad de los servicios destinados a las mujeres, fomentar la creación de redes y aumentar el acceso a crédito”. Emprendimiento femenino en Chile: propuestas de futuro INTRODUCCIÓN zación, venta, acceso a los mercados y a tecnología en las empresas que manejan; cuáles son sus opiniones desde una pers- pectiva de género. Para buscar nuevas luces sobre el em- prendimiento femenino, se utilizó una metodología cualitativa y exploratoria y se realizaron cuatro focus groups con mu- jeres empresarias de distintas edades y nivel educacional, dueñas de empresas de diferentes rubros: un 72% correspondió a mujeres de micro empresa (que tienen de 2 a 10 trabajadores), un 15% se distribu- yó entre mujeres de pequeña (de 11 a 20 trabajadoras) y mediana empresa (de 21 a 50 trabajadores). Un 13% de las parti- cipantes correspondió a trabajadoras por cuenta propia. No fueron consideradas las grandes em- presas, por la escasa presencia de mujeres que sean dueñas o estén en altos cargos en la actualidad en Chile. Esta edición de la serie de estudios Mujer y Trabajo se ha desarrollado en el marco del proyecto “Expanding Women’s Participation in the Private Sector in Latin America (LAC)”, del Banco Mundial. El capítulo chileno del estudio latinoame- ricano fue realizado por ComunidadMujer para el Banco Mundial, con el objetivo de delimitar el emprendimiento femenino en el país y además analizar los obstáculos que enfrentan las mujeres empresarias. ¿Qué factores favorecen el emprendimiento y cuáles lo dificultan? La evaluación ha per- mitido constatar, entre otros, la importancia del financiamiento y el acceso al crédito; de las redes de apoyo y de los aspectos legales requeridos para emprender. Adicionalmente, el estudio del Banco Mundial y ComunidadMujer buscó cono- cer más a fondo la realidad: en qué tipo de sectores participan; cómo son sus empre- sas; cómo es el rol de las mujeres como empresarias; cómo evalúan la comerciali-

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Emprendimiento femenino en Chile: propuestas de futuro

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Mujer y TrabajoSerie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

Contenido

� Cómo funciona el emprendimiento en Chile. Análisis y conclusiones del estudio del Banco Mundial y ComunidadMujer

�0 Voces hacia La Moneda. La mirada de los cuatro candidatos presidenciales

�5 Entrevista a Beatriz Orlando, coordinadora del área de Género del Banco Mundial: “Hay que mejorar la calidad de los servicios destinados a las mujeres, fomentar la creación de redes y aumentar el acceso a crédito”.

Emprendimiento femenino en Chile : propuestas de futuro

INTRODUCCIÓN

zación, venta, acceso a los mercados y a tecnología en las empresas que manejan; cuáles son sus opiniones desde una pers­pectiva de género.

Para buscar nuevas luces sobre el em­prendimiento femenino, se utilizó una metodología cualitativa y exploratoria y se realizaron cuatro focus groups con mu­jeres empresarias de distintas edades y nivel educacional, dueñas de empresas de diferentes rubros: un 72% correspondió a mujeres de micro empresa (que tienen de 2 a 10 trabajadores), un 15% se distribu­yó entre mujeres de pequeña (de 11 a 20 trabajadoras) y mediana empresa (de 21 a 50 trabajadores). Un 13% de las parti­cipantes correspondió a trabajadoras por cuenta propia.

No fueron consideradas las grandes em­presas, por la escasa presencia de mujeres que sean dueñas o estén en altos cargos en la actualidad en Chile.

Esta edición de la serie de estudios Mujer y Trabajo se ha desarrollado en el marco del proyecto “Expanding Women’s Participation in the Private Sector in Latin America (LAC)”, del Banco Mundial.

El capítulo chileno del estudio latinoame­ricano fue realizado por ComunidadMujer para el Banco Mundial, con el objetivo de delimitar el emprendimiento femenino en el país y además analizar los obstáculos que enfrentan las mujeres empresarias. ¿Qué factores favorecen el emprendimiento y cuáles lo dificultan? La evaluación ha per­mitido constatar, entre otros, la importancia del financiamiento y el acceso al crédito; de las redes de apoyo y de los aspectos legales requeridos para emprender.

Adicionalmente, el estudio del Banco Mundial y ComunidadMujer buscó cono­cer más a fondo la realidad: en qué tipo de sectores participan; cómo son sus empre­sas; cómo es el rol de las mujeres como empresarias; cómo evalúan la comerciali­

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Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

Gráfico Nº 2

Empresarios(as): Tamaño de su empresa, Casen 2006

5460

17 17 1813

5 2 2 20

10

20

30

40

50

60

2 a 5 personas 6 a 9 personas 10 a 49personas

50 a 199personas

200 y máspersonas

Hombres Mujeres

ANTECEDENTEs sObRE lAs EmpREsARIAs EN ChIlE

cipalmente en el quintil de mayores ingresos. Del primer y segundo quintil hay sólo 3.265 mujeres empleadoras o empresarias.

Otros datos significativos: más de la mitad de los empleadores y empleadoras (54% y 60% respecti­vamente) se desempeñan en empresas pequeñas (de 2 a 5 personas). Un 16% de las mujeres realizan su actividad dentro de la propia vivienda. Un 10% lo hace en un taller o local anexo a la vivienda. Un 58% cuenta con un establecimiento independiente al hogar.

El ingreso mediano de las mujeres empresarias o empleadoras es de $592.800 (aprox. US$1.000) mientras que en el caso de los hombres, el prome­dio se encuentra en $881.200 (aprox. US$1.500).

Gráfico Nº 1

Empresarias y empresarios por quintil de ingresos:

Casen 2006

1414 3020 1851 5100 3695 1286710556

23211 36661

100618

57177

144816

020000400006000080000

100000120000140000160000

Quintil 1 Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 Total

Empresarias-empleadoras Empresarios-empleadores

Evaluar el emprendimiento femenino es de particular importancia en Chile, debido a la baja participación laboral de las mujeres en relación a otros países de América Latina. Según la OIT (2007), Chile pre­senta una de las tasas más bajas, con un 38% de participación en el mercado laboral. En países como Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina supera el 50%.

La categoría de empleadoras o empresarias está en la misma situación. Según la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional 2006 (Casen), del total del empleo femenino las mujeres empleadoras o empresarias representan el 2,3%, en comparación con el 3,5% de los hombres. Son poco más de 57 mil mujeres, concentradas prin­

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pRINCIpAlEs REsUlTADOs

�. las motivaciones para iniciar un emprendimiento

nivel educativo –entre ellas jefas de hogar, las re­cientemente separadas y aquellas cuyos maridos están cesantes–, que ven en el emprendimiento una forma de generar ingresos.

Sin embargo, el motivo económico no es percibido como una imposición, sino como una oportuni­dad de independencia y de desarrollo profesional y personal.

En la mayoría de los casos, iniciaron solas o con un socio/a sus empresas. Se encuentran algunas si­tuaciones en que comenzaron junto a sus maridos, y otros en que se hicieron cargo del negocio fami­liar. Estos últimos casos corresponden a mujeres que trabajaban en otras áreas y debieron asumir un rol empresarial por compromiso familiar.

Las mujeres jubiladas dan como motivación para emprender la necesidad de independizarse por falta de oportunidades laborales.

PrINCIPALES DIfICULTADES MENCIONES

Acceso a crédito

– Dificultad para acceso a financiamiento o crédito

– falta de capital inicial de trabajo o para expansión

– Baja disponibilidad de fondos

– Bajo flujo de ingresos en el inicio

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Comercialización– Necesidad de contar con más clientes

– falta de redes de contactos8

Inicios empresa

– realizar trámites legales

– Conocer y cumplir normativa

– Excesiva burocracia

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Capacitación– Aprendizajes en áreas de empresa: contabilidad,

marketing, normativas4

Una de las principales motivaciones mencionadas por las participantes es la realización profesional en un área de su interés. Tanto las que antes trabaja­ban de forma dependiente, como las que ingresaron al mercado laboral siendo empresarias, plantean la vocación como un factor clave al emprender.

Otras motivaciones son más coyunturales. Se menciona la oportunidad como otra razón para partir y también la necesidad de buscar una mayor compatibilidad entre el trabajo y la familia. La inde­pendencia que da el emprendimiento es importante para algunas mujeres que requieren más tiempo para el cuidado de los hijos. De hecho, en todos los focus al menos una de las mujeres señaló tomar la opción de trabajar independiente (desde el hogar, o con una jornada flexible), debido a la necesidad de cuidar a un hijo/a enfermo.

Otro factor importante es el económico. Lo men­cionan especialmente las de menores ingresos y

2. Inicios de las empresas

Las entrevistadas mencionaron dificultades para iniciar un emprendimiento, graficadas en términos

generales en el siguiente cuadro y analizadas a continuación.

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2.2 Capacitación en emprendimiento

1 El Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec, es un organismo del Estado dedicado a fortalecer y promover la gestión de las pequeñas y medianas empresas. Para ello entrega servicios de asesoría, capacitación y fondos. La fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer, Prodemu, elabora y ejecuta diversos programas de ayuda a mujeres en condición de vulnerabilidad social.

funcionamiento, al no contar con ingresos fijos o estables se ven en la necesidad de ahorrar o distribuir indife­renciadamente los gastos e ingresos entre el hogar y la empresa.

Las que han recibido fi­nanciamiento estatal –a través de capital semilla de Sercotec– lo perciben como un apoyo, pero también como una limitación, pues no pueden postular después a otros fondos.

Debido a estas limita­ciones, las participantes consideran imprescindible generar políticas de apoyo a la microempresa en las dis­tintas etapas: financiamiento inicial, equipamiento, desa­

rrollo, comercialización y expansión futura de su empresa.

Por ello piden aumentar la oferta de programas gu­bernamentales y mejorar las facilidades que da la empresa privada al microemprendimiento.

También mencionan la entrega y difusión de mayor información, sistematizada, accesible y clara, sobre posibles fuentes de financiamiento privado o público.

2.1 Acceso a crédito y financiamiento

La percepción generali­zada es que el acceso a crédito y financiamiento es difícil. Plantean que hay poco apoyo a las micro y peque­ñas empresas, debido a que hay muchas exigencias de trámites y documentación. Las participantes dicen que los intereses son excesivos y que incluso los créditos finan­ciados por el gobierno piden como garantía un bien físico, como una vivienda. También se percibe como dificultad que se exija personalidad jurídica, lo que implica con­tratar especialistas en la materia. Otros fondos, como el de Corfo, requieren un patrocinante.

También consideran que el ser mujer es un obstáculo al solicitar un crédito y mencionan inequidades como exigir de aval un familiar o condicionar el présta­mo a la situación económica del marido. Debido a ello, muchas han emprendido utilizando capital propio, lo que es difícil para aquellas que no cuen­tan con ahorros previos y para las que se inician en empresas de producción, las cuales requieren mayor inversión y tienen costos mayores por pago de personal. Algunas dicen que, tras meses de

Si bien reconocen que en las últimas décadas las mujeres tienen mayor acceso a la educación, consideran necesario aumentar los espacios de capacitación para empresarias. Esto es altamen­te valorado especialmente por aquellas que no cuentan con conocimientos previos en el manejo de empresas y por las mujeres con menor nivel educativo.

En ese grupo, los proyectos de Sercotec y Prodemu1 son valorados tanto para el financiamiento inicial como para el aprendizaje y asesorías posteriores.

Sin embargo, mencionan algunas deficiencias en los cursos que ofrecen, especialmente porque el nivel de las consultoras es desigual. resaltan el bajo nivel de conocimientos entregados por al­gunas y, sobre todo, que no hay un diagnóstico previo de las participantes. Así, hay cursos que re­sultan muy básicos para algunas y muy complejos para otras.

Por este motivo plantean la importancia de que el go­bierno regule y fiscalice la calidad de las consultoras y proponen cursos personalizados y diferenciados

Jazmín Araya, “Ingeopol Ingeniería Limitada”

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pues no sólo tienen mejor formación, sino una red de contactos que las apoya en las etapas iniciales del emprendimiento.

2.3 Acceso a mercados y comercialización

En este aspecto hay diferencias significativas entre las participantes.

Las de más alto nivel educativo, pertenecientes a un nivel socioeconómico de mayor poder adquisiti­vo y con mejores posibilidades de tomar decisiones adecuadas, parten comercializando a través de sus redes profesionales, de fami­liares o amigos. Esas redes más tarde les han permitido concretar acuerdos comer­ciales. Sin embargo, las participantes de este grupo lo valoran para una fase inicial y dicen que es más importante luego validarse en el mercado a través de la calidad de sus productos y/o servicios y de su desem­peño profesional.

La comercialización es más compleja en el grupo de las beneficiarias de los progra­mas estatales, Prodemu y Sercotec. Por no contar con redes profesionales y so­

ciales, tienen mayores obstáculos para acceder al mercado. Además mencionan la falta de sitios para ofrecer sus productos, por lo que parten vendiendo “de casa en casa, de negocio en negocio”.

Este grupo, además, cuenta con menos acceso a las tecnologías, un factor que favorece el acceso a

los mercados a aquellas em­presarias que utilizan Internet para promover o vender sus productos o servicios.

Un número menor de par­ticipantes señala acceder a mercados internacionales, principalmente a Estados Unidos, donde deben cumplir con las exigencias internas para obtener los permisos. Una de las empresarias en ese caso menciona como un factor importante haber contado con el apoyo de ProChile para asistir a ferias internacionales a mostrar sus productos.

según el rubro de actividad y el nivel educativo. También buscan un apoyo técnico más directo.

Las participantes con mayor nivel educativo men­cionan menos la capacitación como una dificultad,

2.4 Conformación de redes

También reconocen en Prodemu una instancia para crear redes, aunque las microempresarias benefi­ciarias de los proyectos plantean la necesidad de potenciar esta área.

Dada la importancia que le dan a las redes, conside­ran necesario que exista una institución establecida que permita a mujeres de similares rubros conocer­se y compartir experiencias y que además fomente la generación de lazos.

La conformación de redes tiene importancia para las distintas etapas, sea al inicio del emprendimiento o en el período en que es necesario potenciarlo. De hecho, consideran que las redes son importantes también cuando están compuestas por personas de distintas profesiones, pues sirven de apoyo mutuo y complementan algunas actividades.

Aunque la mayoría no pertenece a asociaciones gremiales o grupos similares, instituciones como ComunidadMujer son valoradas como un espacio de aprendizaje, y también para conformar redes y compartir experiencias.

María Elena Bustos, “Aluminios del Norte”

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La contratación de personal se da principalmente en empresas que requieren producción o ventas, lo que sucede especialmente en las pequeñas y medianas. En cuanto a las microempresarias, en bastantes casos trabajan con familiares o socios.

La mayoría de las mujeres no hace distinción de género al contratar. No privilegian a las mujeres y tampoco con­sideran que sea un factor relevante los derechos de pre y pos natal. De hecho, consideran que la ley debiera extender el período de pos natal.

Sin embargo, coinciden en que la legislación laboral “está hecha para las grandes empresas”, que tienen salas cuna y donde se reparten las horas para suplir el horario de amamantar. Por lo mismo, plantean que en el caso de las pymes, el Estado debe aportar parte del pago de la maternidad.

La obligación de contar con sala cuna es calificada, entonces, como una restricción para la mayor con­tratación de mujeres y creen que debiera crearse un sistema de alianzas entre microempresas, para costear los gastos de una sala cuna.

En otro ámbito, los requerimientos de personal las obligan a conocer las leyes laborales, pero se informan personalmente para no contratar aboga­dos o asesores especializados. Parte de las que mantienen personal señala haber tenido dificulta­des legales, especialmente con la Inspección del

Trabajo debido –según dicen– a que los emplea­dos firmaron mal el libro de trabajo, generando problemas con los honorarios. Las que tienen un mayor número de personal contratado, consideran

que los Tribunales Laborales “siempre están a favor del trabajador”.

En cuanto a la Ley Matri­monial, aparece como un obstáculo, debido a que la mayoría se casó en régimen de sociedad conyugal, lo que incluso estando separadas las obliga a tener la autori­zación del marido en varios trámites. Al solicitar un cré­dito bancario, por ejemplo, se les ha pedido su firma. O bien se les ha negado por razones de remuneración o endeudamiento del esposo. A aquellas cuyas empresas están en sus casas, la ley les exige que el marido autorice y firme documentación reque­rida para recibir los permisos correspondientes. De tal forma, varias mujeres incluso separadas, han debido soli­citar al marido autorizaciones

para desarrollar su emprendimiento.

En cuanto a previsión, la mayoría impone de manera particular. Sin embargo, esta situación es de menor frecuencia en mujeres de menores ingresos o nivel educativo.

Las participantes coinciden en buscar un mejor trato para sus empleados, sobre todo aquellas que tuvieron trabajos dependientes y dicen haber visto relaciones injustas o inadecuadas entre empleado­res y trabajadores.

2.5 Contratación y legislación

2.6 Desigualdad por género

Consultadas por las dificultades específicas que perciben las participantes por el hecho de ser mujeres, un 44% considera que existe una des­igualdad de género en el ámbito empresarial. Para

el 56% restante, las dificultades son transversales, iguales para hombres y mujeres, pues se deben al bajo apoyo a las pymes.

Maritza Andrade, “Shelchem”

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género afectan mayormente a mujeres de menores ingresos y nivel educativo.

La educación universitaria, en cambio, podría inci­dir en disminuir la brecha de desigualdad de género en el emprendimiento. Y el nivel socioeconómico influye directamente en el capital inicial de trabajo.

La edad también podría ser un factor que incide en mayores dificultades por género: un 39% de las menores de 55 años considera que ser mujeres no ha dificultado su labor de empresaria, porcentaje que aumenta a 55% en el caso de las mujeres ma­yores de 56 años.

Al revisar la situación por características de las em­presas, se obtienen los siguientes resultados según tamaño de empresa:

¿Perciben mayores dificultades para mujeres empresarias? (% según tamaño empresa)

Tamaño empresaMayores dificultades

Sí No

Independiente – 100

Micro 57 43

Pequeña 33 67

Mediana – 100

¿Perciben mayores dificultades para mujeres empresarias?

Mayores dificultades

Número participantes

Porcentaje del total

Sí 14 44

No 18 56

¿Perciben mayores dificultades para mujeres empresarias? (% según nivel educativo)

Nivel educativoMayores dificultades

Sí No

Media 67 33

Técnico superior 67 33

Universitario 35 65

Las participantes que sí ven mayores dificultades observan discriminación a nivel social y laboral, desigualdades en acceso a crédito y en el cobro de salarios, además de una mayor demanda de tiempo para cumplir con los roles en el trabajo y la familia.

Las que no perciben mayores diferencias por género, consideran que inciden más otros factores en el emprendimiento, como el nivel educativo y ca­racterísticas personales. Así, las desigualdades de

CONClUsIONEs

De los resultados, se desprenden las siguientes conclusiones:

• La vocación y realización profesional es un mo­tivo importante para iniciar un emprendimiento. La necesidad de una mayor compatibilidad en­tre trabajo y familia se da principalmente entre mujeres con hijos/as pequeños o enfermos. El factor económico surge entre mujeres de me­nores ingresos, que deben aportar recursos al hogar.

• Para la iniciación de actividades, se percibe que el Servicio de Impuestos Internos cuenta con procesos claros y fáciles de cumplir, espe­cialmente cuando las empresarias tienen acce­so a Internet o asesoramiento profesional. Las trabajadoras por cuenta propia y parte de las microempresarias optan por iniciar actividades de manera particular (como personas natura­les), en parte por desconocimiento de los pro­cesos requeridos para iniciar legalmente una

empresa. Parte de las beneficiarias de Serco­tec y Prodemu consideran importante el apoyo que brindan estas instituciones.

Loreta Bustos, “Cerámicas Licán”

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• Las participantes coinciden en la dificultad de financiamiento y capital inicial para las empre­sas. Hay obstáculos en el acceso a créditos bancarios para pymes, los que serían mayo­res por ser mujeres. Por eso, quienes tienen ahorros optan por iniciar sus empresas con capital propio, particularmente cuando el rubro requiere menos gastos, como es el caso de la prestación de servicios. Un menor porcentaje ha recibido apoyo financiero gubernamental. La falta de financiamiento y acceso a crédito además es uno de los mayores obstáculos para las mujeres que esperan crecer a futuro.

• La posibilidad de capacitación es altamen­te valorada por las empresarias, destacando los espacios ofrecidos por instituciones como ComunidadMujer, Prodemu y Sercotec. No obstante, respecto a esta última resaltan la ne­cesidad de nivelar y mejorar la calidad de los cursos entregados, y también establecerlos de forma personalizada, dependiendo del nivel educativo y del rubro o actividad específica.

• La conformación de redes es de vital importan­cia para el desarrollo de las empresas. Así, la

pertenencia a un grupo socioeconómico deter­minado facilita los procesos de comercializa­ción. Para las participantes beneficiarias de los programas estatales la comercialización repre­senta un aspecto de alta complejidad, por la falta de redes sociales y profesionales. El acce­so a la tecnología también favorece un mayor acceso a los mercados.

• La legislación matrimonial, específicamen­te cuando es sociedad conyugal o de bienes compartidos, es un obstáculo importante para las mujeres, al requerirles autorización de los maridos para solicitar créditos u obtener per­misos y patentes de la empresa.

• Aunque parte de estas dificultades se asocian transversalmente a las micro y pequeñas em­presas, sin diferenciación por género, persisten desigualdades de género que afectan mayor­mente a las empresarias de menores recursos y nivel educativo. Las diferencias de salario, valoración laboral, y tiempo para dedicar a la familia, son algunos de los factores menciona­dos por las participantes.

pROpUEsTAs

A partir de esto, es posible plantear algunas pro­puestas de mejora favorables al emprendimiento femenino en el país:

• Es necesario implementar políticas de apoyo al microemprendimiento, con mayores facili­dades y garantías en el acceso a crédito y fi­nanciamiento. Esto implica asegurar un acceso a créditos bancarios enfocados a las pymes, y aumentar los programas de apoyo estatal al emprendimiento. En ambos casos, se percibe la necesidad de asegurar igualdad de oportu­nidades para mujeres y hombres.

• Mantener mayores canales de información, accesibles y claros, sobre posibles fuentes de financiamiento privado o público, orientadas a la micro y pequeña empresa. Asegurar el co­nocimiento y acceso a información para con­formar y formalizar las empresas y para obtener las patentes y permisos exigidos. El asesora­miento personalizado, gratuito o de bajo costo, en materias administrativas y legales, puede favorecer un más adecuado inicio y desarrollo empresarial.

• Es relevante que el Estado asuma un mayor rol en potenciar a las mujeres empresarias, princi­palmente aquellas de menor nivel educativo e ingreso. Esto puede favorecer directamente en la disminución de la pobreza, especialmente en aquellas familias donde la jefatura de hogar es asumida por la mujer.

• respecto de la capacitación en emprendimien­to, es imprescindible ampliar estas oportunida­des y además mejorar los cursos ya ofrecidos para empresarias. También es relevante ofrecer cursos más personalizados y orientados a las distintas características de las beneficiarias: ni­vel educativo, rubro y actividad empresarial. En algunos casos, estos cursos requieren incluir y reforzar las habilidades de negociación y co­municación asertiva.

• Entre las empresarias de menor nivel educativo e ingreso, es más necesario apoyar y fortale­cer los procesos de comercialización, debido a que no tienen redes sociales y profesionales. El acceso a instancias de capacitación se aprecia también como una posibilidad de conformar redes y alianzas, a través de una institución in­

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lA VIsIÓN INTERNACIONAl DE lA OCDE

Chile ha avanzado en el cumplimiento de las exigencias impuestas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que en 2007 le invitó a integrarse como uno más de los 30 países más ricos y desarrollados del planeta que, en conjunto, producen cerca del 80% del Producto Interno Bruto mundial. La administración de la Presidenta Michelle Bachelet aspira a que el ingreso se concrete en los próximos meses.

La política chilena de innovación, por ejemplo, se inspiró en las directrices exigidas por este orga­nismo, que pide además cumplir requisitos en las áreas tributarias, de salud, medioambientales, de información pública, tecnología, alimenticia, de corrupción e incluso en materias estadísticas, que serán certificadas en su calidad y transparencia.

A nivel gubernamental y parlamentario, se está trabajando para cumplir con los requisitos.

Aunque la OCDE no tiene exigencias puntuales en temas de género, sí está implementando un sis­tema que permita la inclusión del enfoque de género. Este debiera estar entre sus lineamientos a partir del próximo año.

A pesar de que aún no está operativo, sí ha planteado exigencias puntuales, como cuestionar que el Estado de Chile gaste solamente el 0,1% de su Producto Interno Bruto en guarderías y educación preescolar. El promedio en los países que integran la OCDE es de 0,25%, lo que facilita tanto el tra­bajo como el emprendimiento femenino.

La agrupación también ha investigado el tema. Un estudio, “Género y Desarrollo Sustentable”, de 2008, aborda el emprendimiento femenino y concluye lo siguiente:

“Empresarios o personas que crean nuevas firmas, son cruciales para la productividad y el creci­miento en todos los países. En la actualidad, la creación de nuevas empresas está impulsada por el desarrollo de la tecnología y de sectores de servicios.

En la zona de la OCDE, los niveles de emprendimiento son más altos en los países de más rápido crecimiento. El número de mujeres empresarias también está creciendo rápidamente en estos países, que incluyen los Estados Unidos y Canadá.

Si bien un número creciente de mujeres se están convirtiendo en empresarias, las empresas propie­dad de mujeres son todavía una fuente sin explotar de negocios y de creación de empleo”.

Verónica Flores, Consultora Asociada de ComunidadMujer. Socióloga de la Universidad Católica de Chile, Magíster en Políticas Públicas Universidad de Chile/Universidad de Chicago (Harris School of Public Policies).

Marcela Weintraub, Consultora Asociada de ComunidadMujer. Socióloga de la Universidad Católica, magíster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile.

Ver estudio completo en www.comunidadmujer.cl

termediaria, que favorezca la coordinación inte­rempresarial y el acceso a los mercados.

• Es pertinente una revisión de la legislación ma­trimonial, implementando reformas a la socie­dad conyugal que aseguren la igualdad de las esposas, y una mayor autonomía para iniciar un emprendimiento.

• Es necesario favorecer los cambios a nivel de sistema y mentalidad, en términos de asumir a nivel país el desarrollo familiar y la maternidad, con un menor costo laboral para la mujer. Las

leyes asociadas a la contratación femenina, como postnatal o acceso a sala cuna, deben asegurar un cumplimiento con los requerimien­tos propios de la maternidad, pero sin afectar la igualdad de oportunidades de las mujeres.

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Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

Voces hacia la monedaComunidadMujer invitó a los cuatro candidatos presidenciales a mostrar sus propuestas políticas sobre la mujer. Jorge Arrate, Marco Enríquez­Ominami, Eduardo frei y Sebastián Piñera coincidieron en la necesidad de garantizar mayor participación en el trabajo y en los cargos públicos.

Las propuestas de los cuatro postulantes a la Presidencia de la república coinciden en la

necesidad de garantizar mejor acceso al trabajo y asegurar una mayor participación feme­nina en los cargos públicos. Están cons­cientes de que es necesario un cambio en las políticas de género, pero, obvia­mente, difieren en las vías necesarias para impulsarlo.

Llama la atención, sin embargo, que nin­guno de los cuatro candidatos hace re­ferencias explícitas al emprendimiento de las mujeres. Más cuando en el país el 31,5 por ciento de los jefes de hogar son mujeres y donde la tasa de participación femenina en el empleo es de alrededor de 38 por ciento.

En sus programas y en sus discursos no hay mención alguna a este tema. Sus proyectos abor­dan el emprendimiento en líneas generales y se

enfocan hacia el cre­cimiento económico, sin distinguir si es fe­menino o masculino.

Es posible que esta carencia se deba a que Chile hasta ahora ha mostrado impor­tantes avances en la protección de los derechos de las mu­jeres, pero no hacia su participación en la economía y la política del país.

Estos son los párrafos destacados de sus discursos, pronunciados en el seminario “Voz de Mujer 2010, Hacia una cultura de igualdad y corresponsabilidad social”, realiza­do por ComunidadMujer el 25 de septiembre.

Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

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JORGE ARRATE mAC NIVEN

mARCO ENRÌQUEZ-OmINAmI GUmUCIO

“Proponemos una política de Estado que promueva la incorporación mayoritaria de las mujeres al mercado de trabajo, en condicio­nes de igualdad y a empleos dignos. Crear mecanismos para resolver la discriminación salarial. Normar y fiscalizar sobre el pago de igual salario por igual trabajo. Medidas efec­tivas que eliminen la sobrecarga de trabajo doméstico en las mujeres.

Establecer la jubilación, con todos los be­neficios asociados para todas las mujeres a los 60 años. Sistema previsional solida­rio, de reparto y con garantía estatal. Crear mecanismos para considerar a las mujeres como sujetos viables en los programas de fomento productivo de acceso a créditos. Nuevo Código Laboral, que reposicione el derecho a negociación colectiva tanto para el sector privado como el sector público, promueva la sindicalización, y elimine todas las prácticas antisindicales”.

“Proponemos incentivar el acceso al empleo de mujeres de todos los estratos sociales, con un fuerte énfasis en las mujeres más pobres y las jóvenes. Mecanismos de fiscalización y control social para hacer efectiva la implementación de la ley de igualdad salarial. Programas de for­mación y capacitación innovadores. fortalecer programas de educación técnica con enfoque de género. Modificar la actual ley de salas cunas y jardines infantiles que entrega la responsabilidad del cuidado infantil sólo a las mujeres y termi­na siendo un factor de discriminación. Ampliar la cobertura pública de cuidado infantil hasta los 4 años. flexibilidad Laboral para hombres y mu­jeres con hijos menores de 4 años. Aumento de las plazas de cuidado infantil. Promover medidas para que el empresariado genere políticas de recursos humanos que den cuenta de las dife­rencias y realidades familiares”.

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Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

EDUARDO FREI RUIZ-TAGlE

sEbAsTIÁN pIÑERA EChEÑIQUE

“Crearemos un subsidio estatal para que, al final del año 2014, logremos aumentar un 50% la participación laboral femenina, en empleos de calidad. Incluiremos la flexibilidad horaria y el fo­mento del trabajo part time en el nuevo código del trabajo. Aplicaremos fuertemente la ley para que todos los mall y centros comerciales, que cumplan con los requisitos, cuenten con sala cuna y jardín infantil, para sus trabajadoras y trabajadores.

En ninguna de las 23 empresas que se transan en bolsa, hay una mujer en la gerencia general. Propondremos por ley que en las empresas en las que invierten las AfP al menos un tercio de su directorio sean mujeres. Haremos lo mismo en los directorios de todas las empresas públicas.

Ampliaremos el post natal para llegar gra­dualmente a los 6 meses, y plantearemos la posibilidad de hacer de este post natal compar­tido por hombres y mujeres”.

“La participación laboral de las mujeres es muy baja en Chile: 41% debajo de los índi­ces de América Latina, y en nuestro gobierno queremos aumentarlo a 46% incorporando a 300 mil mujeres que hoy día no participan del mundo del trabajo. Y por eso el tema de la jor­nada de trabajo flexible, la extensión del post natal a 6 meses, la reducción en los costos de contratación, la extensión horaria de la edu­cación preescolar y la educación básica para compatibilizar mejor el mundo de los hijos con el mundo del trabajo.

La capacitación al mundo femenino que está prácticamente fuera del esfuerzo de capacitación. Los incentivos también al em­prendimiento femenino, y al trabajo desde el hogar, que es una gran experiencia en países de Europa, van a ser parte fundamental de nuestro futuro gobierno. También implemen­taremos bonos de intermediación laboral”.

Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

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Estos datos demuestran la impor­tancia de elaborar un programa específicamente destinado a fortalecer el emprendimiento femenino que vendría a ser un “segundo paso” en las políticas públicas destinadas a la mujer, como plantea en estas páginas, Beatriz Orlando, economista coordinadora del área de Género del Banco Mundial.

El Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), elaboraron en 2007 el estudio “Cómo capitalizar el potencial económico de Chile

Gráfico N° 1

Actividad emprendedora en Chile por género, 2007

0

5

10

15

20

25

30

Actividad emprendedora en etapas iniciales

(Menos de 42 meses)

Empresarios establecidos Total actividad emprendedora

Hombres Mujeres

%

fUENTE: “Mujeres y actividad emprendedora en Chile 2007­2008”. Universidad del Desarrollo y Universidad Adolfo Ibáñez, como parte del proyecto Global Entrepreneurship Monitor, GEM.

ampliando las opciones labora­les de la mujer”. Entre muchas otras conclusiones, éste mostró que la eliminación de la brecha de ingresos en razón de género en Chile podría implicar una re­ducción de 8% de la extrema pobreza y un aumento de 2% en el ingreso per cápita promedio.

Es decir, el emprendimiento con­tribuye también al crecimiento y desarrollo económico del país. Las cifras, sin embargo, mues­tran que aún falta un camino por recorrer para dar el paso necesario. Lo prueba el estudio “Mujeres y actividad emprende­

dora en Chile 2007­2008”: de los emprendedores, el 28,33% son hombres. Sólo el 16,02% son mujeres. Ellas, además, sólo representan el 5,59% de los em­presarios establecidos.

El gráfico Nº 3, del ya citado estudio del BM, BID y Sernam, muestra que si bien en la década del noventa Chile superó en crecimiento al promedio de los países latinoamericanos, de los países de ingreso medio­alto y de los países de la OCDE, la brecha actual en el crecimiento es de 2,69 puntos porcentuales y favorece a Chile en comparación

EMPRENDIMIENTO FEMENINO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

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74% 76% 76%68%

16%20%

15% 15%9%

4%9%

16%

1% 0% 1% 1%

BajoMedioNSE

AltoTotal muestra

Trabajó en forma dependiente con algún tipo de contratoTrabajó en forma dependiente a honorariosTrabajó en forma independienteNo contesta

Gráfico N° 2

Porcentaje de mujeres que trabajó como asalariada o independiente, según nivel socioeconómico y tipo de contrato

fUENTE: Barómetro Mujer y Trabajo: ¿Por qué persiste la baja tasa de participación laboral de las mujeres chilenas? ComunidadMujer, Junio 2009.

Gráfico N° 3

Impacto de incrementar la par­ticipación femenina en la fuerza laboral en la brecha de crecimiento económico

fUENTE: “Cómo capitalizar el potencial económico de Chile ampliando las opciones laborales de la mujer”. BM, BID, Sernam. 2007.

Chile vs. OCDE

Chile vs. países

ingreso medio alto

Chile vs.

Am. Latina

Década de 1990

Diferencia en el crecimiento

5,45

3,41

2,74

4,41

3,16

2,70

3,39

2,89

2,69

Máx. potencial

Mín. potencial

Actual

con el promedio de los países de América Latina. Pero la ven­taja actual de Chile en materia de crecimiento podría haber sido mayor si la razón mujeres/hom­bres en la fuerza laboral hubiera sido similar a las tasas prome­

dio para los países de América Latina y el Caribe, los países de ingreso medio­alto y los países de la OCDE.

Es decir, de haber políticas públicas que impulsen la incor­

poración de la mujer al mercado del trabajo y que fortalezcan el emprendimiento, el país crecerá más rápidamente y a más altas tasas.

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� según las conclusio-nes del informe, cómo evalúa la realidad chilena respecto del emprendi-miento femenino.

La realidad puede evaluarse en comparación con otros países de América Latina, que es el contexto en el cual el Banco Mundial trabaja sobre el empren­dimiento femenino. En el caso específico del Banco Mundial, es un tema crucial para el em­poderamiento económico de la mujer. Es un tema clave hoy, porque hemos observado que en América Latina se ha progresado en relación a los derechos de las mujeres; se ha avanzado algo en prevención de la violencia y se han dado pasos importantes en salud. Pero en los temas de empoderamiento económico, a pesar del incremento de la par­ticipación laboral femenina y de que la brecha salarial en algunos

Beatriz Orlando, coordinadora del área de Género del Banco Mundial

“Debemos dar un paso de segunda generación, hacia servicios con equidad de género y cal idad”Convencida de que el emprendimiento femenino impulsa el crecimiento económico de los países, la economista del Banco Mundial lo evalúa a nivel regional. Y concluye: hay más mujeres emprendedoras, pero están en sectores del comercio y servicios, no en la exportación ni en la alta tecnología. Sus empresas, por ese motivo, son de menor productividad y la mayoría está en la categoría pyme. La solución pasa por mejorar la calidad de los servicios destinados a las mujeres, fomentar la creación de redes y aumentar el acceso a crédito.

países se está cerrando, el pro­greso ha sido muy lento.

2 ¿A qué se debe esa situación?

En América Latina existe un gran número de mujeres empresarias. Sin embargo, lo que estamos no­tando es que lamentablemente las empresas lideradas por mu­jeres están registrando menor productividad que las lideradas por hombres. Y Chile no es la excepción. También observamos que las empresas lideradas por mujeres están creciendo a menor velocidad que las lideradas por hombres. Esto sucede, además, porque las empresas lideradas por mujeres son de menor escala o se encuentran concentradas en sectores menos productivos.

También nos preocupa mucho que las mujeres estén enfocadas en la pequeña y mediana empre­sa. En Chile en general la mayor

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Serie de estudios ComunidadMujer N° 6 • noviembre 2009

parte de las compañías lideradas por mujeres, están en la catego­ría de la pyme.

� ¿Cuál es la tendencia que se vislumbra en el estu-dio regional?

En el estudio regional se obser­va que el menor crecimiento se debe a muchos factores: falta de opciones para equi­librar familia y trabajo; poco acceso al cuidado infantil de calidad; menor uso de la tecnología y una importante concentración en los sectores de menor productividad y creci­miento promedio. Y no se debe específicamente a falta de acceso al cré­dito, sino a que, una vez que se accede, la escala de crédito es inadecuada o las mujeres son más ad­versas al riesgo.

� Y en cuanto a cifras, ¿cómo es la situación en Chile?

En general, la participa­ción laboral femenina en Chile es inferior a la de otros países en América Latina y el número de mujeres empresarias no es tan alto. Sin embargo, los em­pleos que tienen las mujeres en las empresas son de mejor ca­lidad. Eso nos animó a trabajar con ComunidadMujer, para ob­servar la realidad que enfrentan las mujeres. Lo que queremos entender, más allá de las esta­dísticas generales, es por qué las mujeres están en ciertos secto­res, como el comercio al detalle y algunos servicios, mientras que se encuentran ausentes de la exportación y sectores de alta tecnología.

Buscamos saber cuál es la ex­periencia en el acceso al crédito, por ejemplo, a las redes, a la tecnología. Encontramos que si bien desde el punto de vista legal la situación es parecida a las de otros países, en la práctica las mujeres empiezan enfrentan­do barreras específicas: surgen problemas cuando son de mayor

un solo país. Chile tiene varias instancias gubernamentales muy interesantes, como Sercotec, y cada vez hay mayor concien­cia de las necesidades de las mujeres empresarias. También hay una mayor conciencia en la banca privada y en los organis­mos privados.

En Chile hay un ejemplo muy interesante, que es el BancoEstado, cuyos estudios demuestran la viabilidad finan­ciera de las empresas lideradas por mujeres. Hay experiencia al respecto en países desarrolla­dos, como Canadá, Australia y Estados Unidos. En Australia, por ejemplo, hay bancos comer­ciales que han tratado de crear productos para mujeres. Eso podría extenderse y se podría demostrar que no es tan difí­cil dar beneficios a las mujeres. 6 ¿Cuáles políticas públi-

cas podrían aplicarse en Chile? hablamos de políticas de apoyo, de ca-pacitación, de acceso a la información, de forta-lecimiento de redes.

Todas estas son barreras importantes y las políticas pre­ferenciales para mujeres no son suficientes… y en muchos casos tampoco son deseables. Estamos tratando de que los servicios hacia las mujeres no sean servicios de asistencia. Es la etapa en que está Chile ahora. Hay conciencia en los organismos públicos. En lo que nos estamos quedando cortos es en cómo hacer esos servi­cios de mejor calidad. Me dan capacitación, dicen las mujeres, pero queremos que sea mejor. Hay que prestarle más atención a eso, entonces, porque hasta

“En América Latina existe un gran número de mujeres empresarias. Sin embargo, lo que estamos notando es que lamentablemente las empresas lideradas por mujeres están registrando menor productividad que las lideradas por hombres. Y Chile no es la excepción. También observamos que las empresas lideradas por mujeres están creciendo a menor velocidad que las lideradas por hombres”.

edad; hay barreras para créditos de cierto tamaño. Ahondamos en las motivaciones para entrar en un sector, que son muy distin­tas a las de los hombres, porque ellas toman en cuenta la relación familia y trabajo. Pero también hay otras que crecen e invierten para aprovechar su potencial.

5 ¿Qué países en la región lo están haciendo mejor?

Estamos observando iniciativas muy prometedoras en México, Brasil y Uruguay. Pero es difícil precisar, porque muchos pro­gramas son nuevos y no están evaluados formalmente. Así, es difícil hacer un análisis global de

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ahora el énfasis ha estado en el acceso a la capaci­tación y al crédito, lo que es insuficiente. � ¿Cómo se puede

avanzar, entonces?

Es muy importante que organizaciones como ComunidadMujer y or­ganismos que ya tienen políticas establecidas, como el BancoEstado, traten de ir mejorando lo que están haciendo. Es importante cultivar el diá­logo con asociaciones de mujeres empresarias. Se necesi­ta que el sector público mejore las políticas respecto del sector privado, que aparezcan servicios que sean relevantes también para lo que es la dinámica del sector privado. En América Latina nos hemos quedado con la idea del acceso. Ahora debemos dar otro paso. Debemos dar un paso de segunda generación hacia brin­dar servicios a empresarios con equidad de género y calidad.

� se ha debatido en Chile la posibilidad de crear un ministerio de la mujer. De hecho, en el estudio algunas plantean la nece-sidad de contar con una institución especial para coordinar y liderar las políticas de género. ¿Qué opina usted?

La experiencia es mixta. Los mi­nisterios de la mujer y servicios como el Sernam surgieron para garantizar igualdad de derechos. En eso han cumplido un rol im­portante, han trabajado en la legislación, se ha avanzado en cuanto a políticas públicas de equidad, mejoras en la salud

De allí pasamos a una se­gunda etapa, más técnica, en la que debemos avan­zar. Y, efectivamente, el reto es grande. Por un lado, los y las encargadas del área de género del sector públi­co deben incluir personal que tenga conocimiento técnico económico. Y, por otro, hay que sensibilizar a los tomadores de decisio­nes en el área económica. Esa sensibilización debe ir más allá del tema de los derechos. Deben entender que el fortalecimiento del

rol femenino tiene un efecto en el crecimiento económico del país.

�0 ¿Qué impacto concreto tiene?

Hay estudios del Banco Mundial, que muestran que si el empren­dimiento femenino se queda sólo en el área de la pequeña y mediana empresa, el impacto en el crecimiento económico es menor. Si se consigue que las empresas lideradas por mujeres crezcan y ganen en competitivi­dad, tendrán un impacto mayor en la economía nacional.

�� Y en Chile estamos aún en el área pyme.

Hay un estancamiento ahí. Para salir del estancamiento hay varias posibilidades. Hay temas culturales que pueden importar, como apoyar a los que sí quie­ren crecer. Es muy importante resaltar ejemplos de mujeres empresarias exitosas, conver­tirlas en fuentes de inspiración, de manera que puedan moti­var a otras. Eso requiere una política comunicacional, pero también acceso a redes, a la

“No hemos logrado que los organismos internacionales pidan o exijan este tipo de políticas (exigencia de estándares de género). El Foro Económico Mundial ha avanzado un poco y ciertamente cuando un gobierno entra en estas esferas comerciales, cada vez está más preocupado por el tema de la participación laboral femenina. Pero no hay mecanismos formales ni requisitos estandarizados”.

pública. En cuanto a las po­líticas para empoderamiento económico, tenemos dos ejem­plos. Algunos ministerios de la Mujer han logrado interactuar y coordinar en forma efectiva sus políticas con los ministerios de Economía y Hacienda, para que finalmente sean efectivas y coordinadas. Hay otros ejem­plos en que no coordinan sus programas económicos con los ministerios de Economía, Industria, Hacienda o Comercio. Y eso no sirve mucho. La co­ordinación es imprescindible, aunque no es claro aún cómo debería implementarse.

9 pero eso no es fácil de lograr.

Hay organismos y Ministerios de la Mujer en América Latina y el Caribe que tienen conoci­miento sobre los derechos de la mujer, pero no cuentan con la experiencia ni con la capacidad técnica económica, por lo que finalmente no pueden colabo­rar con políticas efectivas. Ese es otro paso que hay que dar, porque han dado mejores resul­tados las políticas que provienen del área económica.

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posibilidad de interactuar con las personas que lo han logrado, hacerles pre­guntas, aprender de ellas. Y hay que resaltar el men­saje de que las diferencias en empresas lideradas por hombres o mujeres, están en el tamaño, en la escala de operación. No en la efectividad ni en la productividad.

�2 ¿Qué impacto tiene el emprendimiento femenino a nivel fa-miliar, en los hijos?

Ese es un tema de discusión. Hay estudios que muestran que lo ideal para los hijos es que las mujeres permanezcan en el hogar los primeros dos años, por ejemplo. Pero otros estu­dios dicen lo contrario. Lo que sí muestra la literatura es la im­portancia de que las mujeres encuentren arreglos óptimos para lograr equilibrio entre traba­jo y familia, en el nivel de calidad en el cuidado de los hijos. En rigor, es un tema de debate. Chile, en comparación con otros países de América Latina, está a la cabecera. El programa “Chile crece contigo” es un paso muy importante. falta más, claro, quizás más legislación, o gene­rar pilotos para ir evaluando los resultados de programas como ese. Pero Chile está a la cabe­cera. falta un poquito pensar en cómo ese programa puede tener un impacto en la participación laboral femenina, no sólo en el emprendimiento femenino, sino en lo laboral más global. Hay que poner este tema en el tapete, porque en Chile son programas creados para lograr la igualdad, no para lograr la participación la­boral femenina. Son programas

más bien centrados en el niño, no en la mujer ni en su desarrollo.

�� Chile ha sido invitado para integrar la OCDE, pero debe cumplir primero los requisitos impuestos por la agrupación. ¿Tiene la OCDE estándares pre-cisos en relación a las políticas de género?

Lamentablemente, no hemos logrado que los organismos in­ternacionales pidan o exijan este tipo de políticas. El foro Económico Mundial ha avan­zado un poco y ciertamente cuando un gobierno entra en estas esferas comerciales, cada vez está más preocupado por el tema de la participación laboral femenina. Pero no hay mecanismos formales ni requisitos estanda­rizados. En el Banco Mundial estamos tra­tando de estimularlos. Estamos impulsando temas de certificación y de reconocimiento de buenas prácticas de género. Hay que seguir avanzando en generar mecanismos internacionales para

definir buenas prácticas de apoyo y atención a mujeres empresarias. El programa que estamos adelantando es la certi­ficación de empresas en cuanto a sus prácticas laborales y tratar de apo­yarlas al implementarlas.

�� ¿Con qué veloci-dad las políticas públicas generan cambios concretos? ¿Es posible medir su efectividad?

En cuanto a participación laboral femenina, de alguna manera se puede medir. En cuanto a em­prendimiento es más complejo, porque no tenemos series de datos lo suficientemente largas para evaluar el efecto y su im­pacto. En cuanto a participación, sí se puede ver la evolución, hay series de tiempo largas y datos confiables. Pero, cuida­do, cuando uno estudia esto debe diferenciar las tendencias demográficas y sociales que ya están instaladas. Si la participa­ción laboral ha aumentado en Chile de 32 a 38 por ciento en los últimos cinco años, ¿ha sido por las políticas del gobierno o como resultado de una tenden­cia demográfica, por el nivel de

“Si la participación laboral ha aumentado en Chile de 32 a 38 por ciento en los últimos cinco años, ¿ha sido por las políticas del gobierno o como resultado de una tendencia demográfica, por el nivel de educación, por ejemplo? Hay que diferenciar esos puntos. Sobre Chile, uno podría pensar que las políticas están reforzando las tendencias”.

““Las mujeres suelen trabajar en ciertos sectores y luego tienden a emprender en esos mismos sectores. Coincidentemente, son sectores no ligados a la tecnología. En ese sentido, hay mucho que hacer en el plano cultural, como eliminar las ideas respecto del tipo de carreras que se estudian, el tipo de profesión que se ejercerá”.

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educación, por ejemplo? Hay que diferenciar esos puntos. Sobre Chile, uno podría pensar que las po­líticas están reforzando las tendencias. Yo creo que se debe a una combinación de políticas y a un am­biente más favorable a la participación que refuerza tendencias favorables.

�5 ¿hay tendencias demográficas hacia el emprendimiento femenino?

El emprendimiento fe­menino ha crecido en las últimas décadas en toda América Latina. La deci­sión de participar en el mercado laboral y si dicha participación es como em­presaria o asalariada, es muy personal. También depende de otros factores: capital inicial, acceso a créditos, acceso a mercado, contar con ideas de negocios. ¿El emprendedor nace o se hace? Es un tema difícil. Es más complejo aún saber si las políticas han tenido un impacto o no en el emprendimiento.

“(Quienes toman las decisiones económicas de un país) deben entender que el fortalecimiento del rol femenino tiene un efecto en el crecimiento económico del país. Hay estudios del Banco Mundial, que muestran que si el emprendimiento femenino se queda sólo en el área de la pequeña y mediana empresa, el impacto en el crecimiento económico es menor. Si se consigue que las empresas lideradas por mujeres crezcan y ganen en competitividad, tendrán un impacto mayor en la economía nacional”.

de políticas son nece-sarias para ello?

En el Banco Mundial es­tamos observando que el acceso a la tecnolo­gía es más difícil para las mujeres empresarias. La pregunta es por qué. Personalmente, creo que hay varios factores: una mezcla de falta de acceso a ciertas redes y un tema que está vinculado a la se­gregación profesional. Las mujeres suelen trabajar en ciertos sectores y luego tienden a emprender en esos mismos sectores. Coincidentemente, son sectores no ligados a la tecnología. En ese sentido, hay mucho que hacer en el plano cultural, como elimi­

nar las ideas respecto del tipo de carreras que se estudian, el tipo de profesión que se ejercerá, etc. Además se las discrimina en un sector tecnológico, gubernamen­tal o no gubernamental, porque se contratan menos mujeres. Por tanto, hay menos mujeres em­prendedoras en tecnología. Eso debe cambiar.

serie de Estudios Comunidadmujer Nº 6 • noviembre 2009

Directora Ejecutiva: susana Carey

Directora de Comunicaciones: Alejandra sepúlveda

Directora responsable: Alejandra sepúlveda

Periodista: maría Isabel De martini

�6 la OIT plantea que las diferencias en el acceso o el nulo acceso a la tecnología inciden en la inclusión de género. Es decir, es posible fomen-tar el emprendimiento reduciendo la brecha tecnológica. ¿Qué tipo

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