Bogotá y Cultura

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UN LUGAR DE ARTE AL

AIRE LIBRE UNA SOLA HISTORIA CONTADA A TRAVÉS DE VARIAS

GENERACIONES.

POR STIVEN CORTES

Un lugar emblemático en la

capital colombiana es el

Cementerio Central; lleno de arte

por sus paredes, se puede respirar

historia en esta construcción,

Desde 1827 que se ordenó su

construcción por el “libertador”

Simón Bolívar, hasta hoy en día,

este lugar ha sido símbolo de la

cultura bogotana.

El principio de esta obra se dio

gracias al decreto firmado por el

Simón Bolívar el 15 octubre de

1827, el cual decía que se

prohibían los entierros de

cadáveres en templos, capillas y

bóvedas y en cambio ordenaba

la construcción de cementerios

en las afueras de las poblaciones

que aún no contaban con ellos,

por este motivo vio la luz el actual

Cementerio Central de Bogotá.

Un dato importante a mencionar

es su forma elíptica, que se debe

a un proyecto del desaparecido

“cementerio de occidente” del

ingeniero italiano, Domingo

Esquiaqui.

El Cementerio Central que en un

principio fue manejado por

manos civiles pasó a ser

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manejado por la Iglesia católica

en 1856.

Entre los difuntos celebres que

descansan en este lugar podemos

destacar a: Gonzalo Jiménez de

Quesada, Francisco de Paula

Santander, José Asunción Silva,

Enrique Olaya Herrera, Gustavo

Rojas Pinilla, Rafael Uribe Uribe, Luis

Carlos Galán, Álvaro

Gómez Hurtado,

Carlos Pizarro, Jaime

Pardo Leal y Julio

César Turbay.

El cementerio se

diseñó en tres globos

diferentes: El globo

“A” que tiene forma

de elipse, aloja a los

huéspedes más

celebres y pudientes

de la sociedad

colombiana, como

ex presidentes de la

república y

acaudalados empresarios cuyas

tumbas están construidas en

piedra caliza, mármol o bronce

tanto así que varias de ellas

podrían ser consideradas

pequeñas obras maestras. El

globo “B” cuenta con mayor

número de osarios y bóvedas en

grandes bloques de cemento y

mármol, donde solo se puede

identificar al difunto si se lee

atentamente su lápida.

Finalmente está el globo “C” que

se encarga de alojar a los N.N o

personas no identificadas.

Durante el famoso bogotazo, en

el que fue asesinado “El caudillo

del pueblo” Jorge Eliecer Gaitán,

se enterraron niños, mujeres y

ancianos en fosas comunes justo

en lo que hoy se conoce como el

parque “El

Renacimiento”.

Actualmente el

Cementerio

Central está

ubicado en la

localidad de los

Mártires, en la

gran urbe que es

hoy Bogotá,

marcada por el

abandono y la

indiferencia de los

capitalinos.

No cabe duda

que el cementerio central es un

lugar obligatorio para visitar tanto

para los bogotanos como para los

foráneos y más aún cuando este

fue declarado monumento

nacional, el 26 de septiembre de

1984. Así que sin mediar más

palabras:

¡Visitemos el Cementerio Central!

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AQUEL DÍA MILAGROSO MARÍA SALOMÉ ES CONSIDERADA COMO LA VIRGEN DE

LAS PROSTITUTAS.

POR JULIÁN GARZÓN.

Justo donde la carrera 30 deja

de ser una imponente avenida

para convertirse en una calle

modesta, se tiene una fachada lo

menos parecida a aquellos

parques del norte cuyas

abandonadas lápidas de mármol

se identifican apellidos ilustres, se

tiene al Cementerio Central.

María Salomé es la única “santa”

que representa a la mujer popular,

la mujer del pueblo, la mujer

urbana, la mujer pobre, la

gitana… Es la mujer que sobresale

en la galería de hombres que

conforman el Cementerio Central.

Su representación en el

pensamiento mágico-religioso

reúne los dos polos: prostituta y

santa, aterradora y fascinante. Así

como puede prestarse para

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ayudar también ayuda

en toda clase de

maleficios.

Sufrió como pocas, su

hijo le daba mala vida,

su marido la golpeaba,

mató a su madre,

murió de uremia, murió

quemada, murió

arrastrada, la

embalsamaron con

arena y piedras, sus

circunstancias varían

pero, en general, es

víctima de algo.

Después de haber

hecho varias obras de

misericordia, su tumba

fue elaborada sobre

piedras grandes,

saturadas de placas

por los favores recibidos. Las

piedras lucen quemadas por las

velas y están recubiertas de rosas,

claveles, girasoles y tulipanes que

renuevan todos los días sus

devotos.

De esta mujer se elaboran

escapularios y cuadros de una

vieja foto en blanco y negro suya

(Una mujer corpulenta, con un

sombrero que le cubre medio

rostro, falda con enaguas,

alpargatas y un chal negro que le

cuelga del brazo izquierdo).

Existe un mito acerca de un

hombre devoto a María Salome

conocido como “Serrano”. Cierto

día este sujeto le prendió siete

velas, una por cada día de la

semana y según cuenta la

leyenda, al salir esa mañana del

cementerio Serrano encontró un

billete de cien pesos, luego fue

abordado por un lotero quien tras

insistirle por unos minutos logró

convencerlo de comprarle una

fracción; gracias a esta fracción

días después amasó una buena

fortuna.

Fotografía tomada de:

http://www.flickr.com/photos/negrorobot/5946716071/

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LUNES AZUL

LA TOLERANCIA Y LA

CIENCIA SON LA

CLAVE PARA

DESCRIBIR A UNO DE

LOS SANTOS MÁS

PECULIARES DEL

LUGAR.

POR FELIPE ORTIZ

¿Cómo es que Julio

Garavito gran astrónomo

matemático que

contribuyó en las ciencias

en Colombia, egresado

del Colegio Mayor de San

Bartolomé (aunque no

terminó sus estudios a causa de

las guerras civiles del país por

aquel entonces descubridor de la

ubicación latitudinal de Bogotá,

escritor de artículos a partir de sus

innumerables investigaciones

matemáticas y astronómicas y

honrado de maneras múltiples

luego de su fallecimiento se llegó

a convertir en un santo popular, el

santo de la comunidad LBGT?

Pues así es, es visitado por algunas

personas que llevan flores a su

tumba para que el ilustre científico

les duplique su dinero o al menos

para que no les falte.

Esta historia tiene su origen gracias

a un travesti que llegó a Bogotá a

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ejercer el oficio de la prostitución,

sin embargo, el comienzo no fue

nada fácil. Así que cierto lunes

como una opción aleatoria

decidió visitar la tumba de Julio

Garavito el señor del billete de

veinte mil pesos. Le rezó y le llevó

flores azules (para emular el color

del billete) pidiendo que le diera

muchos billetes de veinte mil.

Al caer la noche el llegar de la

rutina no se hizo esperar, aunque

en esta ocasión tras un “servicio”,

el sujeto le canceló una

considerable suma en billetes de

veinte mil. Al ver que su súplica

había sido oída decidió a asistir

todos los días lunes a la tumba en

señal de agradecimiento y

obviamente pidiéndole más

dinero, poco a poco se comenzó

a expandir el mito y es así como

hoy en día la tumba de este

astrólogo quien nunca pidió salir

en un billete se ve adornada con

flores azules.

Desde sus orígenes hasta ahora la

tradición se ha venido

transformando, ya no basta con

rezar ni llevar flores, sino que

también se ha vuelto costumbre

frotar un billete de veinte mil en la

tumba, maquillarse muy bien

antes de tener la visita, mantener

bonita la tumba, mantener

pintadas las cadenas que allí

reposan de color azul y siempre

estar al tanto del aseo y la

limpieza del lugar.

Julio Garavito, el Leo Kopp de la

comunidad LGBT ya no sólo aplica

para peticiones de índole

económica sino en general para

cualquier pena que aturda a

quien lo visite y lo consienta. Es así

como una leyenda vie, como una

leyenda se mantiene y como una

comunidad beatifica a quien en

muerte realiza los milagros que no

pudo hacer en vida.

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EL SANTO DE LOS

SECRETOS LEO KOPP EL INMIGRANTE MILAGROSO

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POR YAMIT ALFONSO

Leo Siegfried Kopp de origen

Alemán y quien posteriormente

radicara en Colombia parte de una

de las muchas familias que sufrieron

la persecución judía y terminó

fundando uno de los imperios más

importantes en su tiempo y la única

empresa colombiana sobreviviente

del siglo XIX: la Cervecería Bavaria.

Don Leo Kopp quien en vida fue muy

generoso con sus empleados más

pobres a quienes ayudo a construir

casas cerca de la empresa, nunca

dudo en ayudar a quien le solicitara e

incluso era visitado por desconocidos

a quienes también solía socorrer. Fue

muy querido por la comunidad ya

que desarrolló diversas técnicas para

proveer a la población de agua

potable (construyó tuberías de agua y

abrió pozos).

A su muerte se hizo un monumento

en donde descansan sus restos el

cual se encuentra en el Cementerio

Central de Bogotá, es muy visitado

por quienes lo consideran “el santo

que todo lo cumple” o por los que

conociendo esta leyenda acuden por

curiosidad.

Su fama de su generosidad

trascendió aun después de su muerte

al grado de tener files seguidores que

lo visitan en busca de ayuda para

cumplir sus aspiraciones o

necesidades. Sus devotos acuden a

la tumba en donde se encuentra su

estatua y posteriormente se le

acercan para hablarle al oído

pidiendo ayuda.

Muchas son las personas que

aseguran que sus deseos son

concedidos y así mismo se logra ver

un sin número de ofrendas de

aquellos que han comprobado esto,

le llevan flores que simbolizan el

amor y arroz como símbolo de

abundancia (se cree que a él le

gustan estas ofrendas), hay quienes

lo visitan una vez por semana y

mantienen la tumba en buen estado.

Algunos le llaman el “santo del

trabajo”, ya que muchos piden eso,

los vigilantes del cementerio dicen

que es común sobre todo los días

lunes ver la fila de devotos a leo Kopp

pidiéndole al oído, llevando ofrendas

o rezándole.

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MÁS ALLÁ DE LO

NORMAL

LA BRUJERÍA EN EL CEMENTERIO CENTRAL ES MÁS COMÚN

DE LO PENSADO.

"Brujas y brujerías en el Cementerio Central de Bogotá”

Johann Benavides „¿Brujería en el cementerio central? „

Diana Mejía „Las brujas no existen pero las hay‟

Palabras claves: Cementerio central, brujería, historias, muertos, objetos

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POR ANGIE ROMERO

Con la palabra cementerio se

puede llegar a pensar en un lugar

tenebroso y que transmite malas

energías, pero lo que si nos resulta

claro es que a este lugar van en

principio aquellos que han

fallecido sin embargo, no

sabemos realmente lo que pasa

más allá de este simple hecho, así

como no tenemos ni la más

mínima sospecha de como un

grupo de personas usa, en este

caso el Cementerio Central para

hacer brujería o practicas

mágicas religiosas.

Néstor Pardo, investigador de la

Universidad Nacional descubrió en

el Cementerio Central algunas

zonas que están prácticamente

abandonadas, en estos lugares

fueron encontrados diferentes

objetos, extraños y misteriosos,

relacionados con la brujería tales

como: fotografías con alfileres

clavados en forma de cruz con

escritos al respaldo, ropa interior

tanto de hombre como de mujer

con frases y nombres de personas,

muñecos, y hasta dedos de

humanos conservados en formol.

Los objetos anteriormente

mencionados, son utilizados para

invocar el amor, desear el fracaso

y hasta llamar a la muerte. Cada

uno de estos objetos es usado con

un significado diferente, pero con

un propósito similar.

Los brujos tienen un presunto

poder, que mediante rituales

logran establecer una

comunicación con los muertos y

por esto algunas personas

deciden ir a buscarlos para lograr

favores „‟buenos‟‟, como un

beneficio propio, o malos, como

perjudicar de alguna forma a

alguien más; consecuencias de

historias de amor y de desamor.

En la sociedad actual, todo

puede ser posible. Cada día

ocurren nuevos sucesos,

aparecen nuevas creencias,

rituales, religiones, etc... Gracias a

creencias populares, si bien muy

respetables pero no compartidas

por la mayoría, no solo se está

perdiendo el respeto a un lugar

considerado como „sagrado‟, sino

también se está violando la

integridad de los difuntos, que son

llevados al cementerio para que

“descansen en paz” y no para

hacerlos participes de rituales

maliciosos.

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CONCLUSIONES No se necesita ser

sacerdote, casto ni monja

para llegar a ser

beatificado, lo que para

algunos pueden ser

coincidencias

malinterpretadas para

otros son milagros

irrefutables que con el

paso de los años logran

mantener viva la tradición

oral y escrita del campo

santo.

El Cementerio

Central ha sido echado al

olvido por un gran sector

de la sociedad y de no ser

por estas tradiciones hasta

de pronto estarían

pensando en demolerlo,

un monumento de tal valor

histórico como este

merece ser preservado y tenido en cuenta por esta y las venideras

generaciones desde una perspectiva mucho más profunda que

algunos santos populares o ciertos ritos escabrosos.

Este lugar está lleno de historia, cultura y arte por doquier, merece

que los capitalinos no lo abandonemos, pues en su estructura

podemos ver el deterioro y la falta de interés de los gobiernos

locales. Es nuestro deber mantener esta joya con el simple hecho de

destacar las cientos de historias que se entretejen con solo

mencionar “cementerio central”. La invitación está abierta para que

cada lector, pueda conocer personalmente este lugar encantador

y logre entender realmente todo lo que este lugar significa para los

colombianos.

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