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BIBLlOGRAFIA CENTROAMERICANA ESCAMILLA, MANUEL LUIS, La Metafísica de "El Ser y el Tiempo" de Heidegger, San Salvador, El Salvador, Editorial Universitaria, 1961, pp. 284. Este acertado libro surgro como consecuen- cia del curso que sobre Heidegger dictara el autor, en la Universidad de El Salvador en el año 1959. Consta de nueve capítulos que abarcan los temas fundamentales de la filo- sofía heideggeriana. Sin duda entre las diversas escuelas y ten- dencias filosóficas del mundo actual destaca la filosofía de la existencia representada por Heidegger, Sartre, Marcel y Jaspers. Para el autor, Heidegger es e! filósofo de mayor vue- lo intelectual en la actualidad; es para el si- glo XX lo que fue Kant para e! XVIII Y Descartes para el XVII; es decir, que siguien- do su pensamiento asistimos a una verdadera revolución metafísica. Los rasgos "comunes del existencialismo pueden sintetizarse de la siguiente manera: I 1) Se parte de la vivencia existencial que toma distintos matices y es difícil de pre- cisar. En Jaspers es un darse cuenta de la fragilidad del ser, en Sartre una náusea gene- ral y en Heidegger un experimentar auténtico de que nuestro ser es un ser para la muerte. 2) El tema central de la investigación es la existencia, aunque no tiene el mismo sen- tido en los filósofos existencialistas, es un modo de ser propio del hombre. 3) El hombre es un proyecto, se crea a sí mismo, deviene, de ahí la afirmación que la existencia es temporalidad; el hombre se crea libremente o como diría Sartre: es su libertad. 4) No hay distinción entre sujeto y ob- jeto, por consiguiente el existencialismo des- prestigia la teoría del conocimiento. No es 10 la inteligencia la que capta el conocimiento verdadero sino que es necesario vivir la rea- lidad. Para Heidegger "este vivir la reali- dad" se lleva a cabo mediante la angustia que no es otra cosa que la conciencia de la finitud del hombre. Estos rasgos comunes aunque toman dis- tinta forma en cada filósofo, parten de una nueva idea del hombre. Heidegger pretende fundar una ontología y es por eso que se acerca al problema de la existencia. Parte del tema del ser inaugurado por Parrnénides, problema que nunca ha de- jado de estar vigente en la Historia de la Filosofía, a pesar que en Platón y Aristóteles pasa a segundo término. Heidegger trae nue- vamente e! problema e intenta un replantea- miento del sentido del ser. (Por eso cabe ha- blar de una continuidad del pensamiento de ¡os presocráticos hasta Heidegger ): La investigación ontológica ha girado al- rededor de los siguientes postulados: Univer- salidad del ser, Indefinibilidad del ser y Com- prensibilidad de! ser. Heidegger dirigirá su pensamiento en la dirección del "sentido del ser". La pregunta fundamental de la metafísica es la que interroga por el ..ser", abre el ca- mino hacia el sentido del "ser" por ser la más originaria y por tener mayor univer- salidad y profundidad. Ese sentido se da a quien pregunta, por medio de los entes. Esa pregunta no la hace Heidegger a todos los entes, sino a aquellos que permiten "ver a través". Ese ente somos en cada caso noso- tros mismos, el filósofo lo llama "ser ahí" (Daseineeser ahí según la traducción de Gaos). El Dasein es simplemente el existen- te, el que permite "ver a través", a través de él se hace más accesible el "ser" mismo. Este

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ESCAMILLA, MANUEL LUIS, La Metafísica de "El Ser y el Tiempo" de Heidegger,San Salvador, El Salvador, Editorial Universitaria, 1961, pp. 284.

Este acertado libro surgro como consecuen-cia del curso que sobre Heidegger dictara elautor, en la Universidad de El Salvador en elaño 1959. Consta de nueve capítulos queabarcan los temas fundamentales de la filo-sofía heideggeriana.

Sin duda entre las diversas escuelas y ten-dencias filosóficas del mundo actual destacala filosofía de la existencia representada porHeidegger, Sartre, Marcel y Jaspers. Para elautor, Heidegger es e! filósofo de mayor vue-lo intelectual en la actualidad; es para el si-glo XX lo que fue Kant para e! XVIII YDescartes para el XVII; es decir, que siguien-do su pensamiento asistimos a una verdaderarevolución metafísica.

Los rasgos "comunes del existencialismopueden sintetizarse de la siguiente manera:

I

1) Se parte de la vivencia existencialque toma distintos matices y es difícil de pre-cisar. En Jaspers es un darse cuenta de lafragilidad del ser, en Sartre una náusea gene-ral y en Heidegger un experimentar auténticode que nuestro ser es un ser para la muerte.

2) El tema central de la investigación esla existencia, aunque no tiene el mismo sen-tido en los filósofos existencialistas, es unmodo de ser propio del hombre.

3) El hombre es un proyecto, se crea así mismo, deviene, de ahí la afirmación quela existencia es temporalidad; el hombre secrea libremente o como diría Sartre: es sulibertad.

4) No hay distinción entre sujeto y ob-jeto, por consiguiente el existencialismo des-prestigia la teoría del conocimiento. No es

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la inteligencia la que capta el conocimientoverdadero sino que es necesario vivir la rea-lidad. Para Heidegger "este vivir la reali-dad" se lleva a cabo mediante la angustiaque no es otra cosa que la conciencia de lafinitud del hombre.

Estos rasgos comunes aunque toman dis-tinta forma en cada filósofo, parten de unanueva idea del hombre.

Heidegger pretende fundar una ontologíay es por eso que se acerca al problema de laexistencia. Parte del tema del ser inauguradopor Parrnénides, problema que nunca ha de-jado de estar vigente en la Historia de laFilosofía, a pesar que en Platón y Aristótelespasa a segundo término. Heidegger trae nue-vamente e! problema e intenta un replantea-miento del sentido del ser. (Por eso cabe ha-blar de una continuidad del pensamiento de¡os presocráticos hasta Heidegger ):

La investigación ontológica ha girado al-rededor de los siguientes postulados: Univer-salidad del ser, Indefinibilidad del ser y Com-prensibilidad de! ser.

Heidegger dirigirá su pensamiento en ladirección del "sentido del ser".

La pregunta fundamental de la metafísicaes la que interroga por el ..ser", abre el ca-mino hacia el sentido del "ser" por ser lamás originaria y por tener mayor univer-salidad y profundidad. Ese sentido se da aquien pregunta, por medio de los entes. Esapregunta no la hace Heidegger a todos losentes, sino a aquellos que permiten "ver através". Ese ente somos en cada caso noso-tros mismos, el filósofo lo llama "ser ahí"(Daseineeser ahí según la traducción deGaos). El Dasein es simplemente el existen-te, el que permite "ver a través", a través deél se hace más accesible el "ser" mismo. Este

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"ser" que busca Heidegger es en cada casoe! "ser" de un ente; es lo que fundamentaa los entes.

El "ser ahí" muestra al "ser" medianteuna característica que le es exclusiva, que esde su óntica incumbencia. Esta característicaes la existencia. "La esencia del ser ahí estáen su existencia". Toda investigación metafí-sica debe apoyarse pues en la analítica exis-tencia!'

La comprensión del "ser" para adquirir susentido pleno necesita de marco el mundo ye! tiempo. La estructura fundamental de Da-sein es el "ser en el mundo".

Esa estructura anta lógica permite al entemostrarse en su cotidianidad. El ser ahí esademás sustentado por la temporalidad. Eluso que hace Heidegger de! tiempo es total-mente original, ya que lo convierte en eltrasfondo del "ser". En el problema onto-lógico fundamental se pone de manifiesto la"temporalidad de! "ser".

Martín Heidegger, discípulo de Husserltoma el método fenomenológico pero dándoleun sentido distinto al de su maestro. Segúnsu costumbre, parte de! examen etimológicode la palabra fenomenología -fainomenon =lo patente, lo que se muestra; lagos presentamayar dificultad, significa habla, proposición,fundamento, razón, juicio, definición y con-cepto. Heidegger se inclina por la significa-ción de habla, en e! sentido de dejar ver lo

, que se habla, en el habla. En efecto, en Elser y el Tiempo dirá que fenomenología quie-re decir "permitir ver lo que se muestra, talcomo se muestra por sí mismo, efectivamentepor sí mismo". Ir a las cosas mismas, es para'Heidegger traspasar el ente para llegar al"ser", de ahí la frase que aparentemente escontradictoria, "La Ontología sólo es posiblecomo fenomenología". La fenomenología enHeidegger no es otra cosa que la ciencia del"ser" "de los entes".

Debemos ',tomar en cuenta que para Hei-, deggef 'existencia tiene dos sentidos diferen-

tes¡'por' una parte consiste en el "estar ahí",e~-decir lo 'que puede predicarse de todas lascosas unívocamente; pero 'por otra parte, exis-tencia es lb propio Y, patente del "ser ahí",o sea su esencia. Por otra parte el "ser ahí"es en cada caso su posibilidad, se elige a símismo ya sea para ganarse o perderse.

Ya háblarnos dicho que la determinaciónprimaria del ser ahí es el "ser-en-el-mundo".El ser-en-el-mundo es una recíproca relación

de ser, se trata de una re!ación de continentea contenido, se trata de un "ser-en" en el sen-tido de ser-cabe que sólo puede ser predicadodel "ser-ahí"; se trata por lo tanto de unexistenciario. Falta determinar qué entiendeHeidegger por mundo, para evitar equivoci-dad en el uso de la palabra, Mundo es locircundante. El mundo del Dasein es pri-mero el mundo de los entes intramundanos,el mundo de los útiles de los instrumentosque son en cada caso "a la mano". Cabe de-cir que los instrumentos pertenecen a losentes intramundanos y forman el mundo del"ser ahí". La pregunta que interroga por elmundo debe ser dirigida a los entes intramun-danos, ahí precisamente ve Heidegger el errorcartesiano que pretende encontrar en la rescogitans y la res extensa la solución al yo y almundo pero permanece ciego para ver lacontinuidad de! "ser-ahí" y no logra descu-brir el mundo cargado de entes en el cual elser fáctico se desenvuelve.

Los modos existenciales del "ser en e!mundo", son el "ser con", la ipseidad, eluno. El "ser con" significa, aquello que com-parte can otros. Yo soy en el mundo conotros, ya se trate de entes del mundo ama-nual, o entes del modo de! "ser ahí". Luego .,tenemos la ipseidad que es el modo más cer-cano de! yo.

En un auto examen e! yo sin perder sucarácter subjetivo puede ser tema de investiga-ción del yo. El yo porque es lo que me es in-mediatamente dado se vuelve "sí mismo" ypuede ser objeto para un sujeto que no esotro que el yo. El uno es quizá la forma máspura y común del 'ser ahí". es la expresiónde! "ser medio", por lo tanto aplasta todoimpulso a la singularidad. El uno no tieneninguna responsabilidad puesto que es e! serde todo el mundo. Ahora bien, si nos pre-guntamos quien es e! uno, la respuesta seríanadie. Ese nadie no es la negación total de!ser, o sea nada, sino es la forma real del "serahí".

Un modo primario del ser ahí es "encon-trarse"; es el estado general del Dasein cuan-do se hace patente a sí mismo, cuando se em-pieza a tener conciencia de "ser-en-el-mundo".Como formas de ese "encontrarse" tenemos lamelancolía, el temor y e! desamparo de quiense siente tirado en el mundo. El estado deánimo propio del "encontrarse" es el estadode-yecto, como consecuencia de saberse arro-jado en e! mundo y aquí no se puede optar

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por estado o no estarlo. El estado de-yectoes pues "encontrarse" en la situación originaly es precisamente en ese estado donde el exis-tir se vuelve un.a carga.

Además de ese peculiar estado de ánimode! "ser" de! ahí el Dasein sufre tambiénotras: la "comprensión". Aunque el "com-prender" es de orden afectivo no es el mismocomprender de! que nos habla la psicología.Ese "comprender" no es un intento de pen-sar en los problemas de otro sino se dirigehacia nosotros mismos, comprender "es lo quepodemos ser en", una vez que hemos visto cla-ramente nuestra limitación y ésta se nos hacepatente cuando 110 podemos ir más allá de lasposibilidades. La "comprensión" no puedeatravesar los límites críticos de la posibili-dad.

La "interpretación" es el corolario de la"comprensión", no es otra cosa que la nociónconsciente de! mundo después que lo hayamoscomprendido.

Mientras la "comprensión" no se trans-forme en comunicación no tiene sentido; la"comprensión" es total cuando es comunicadamediante e! habla. Esta tiene carácter munda-no y por eso debe expresarse en palabras.

Una característica importante del ser ahíes la caída; el ser ahí se pierde en el unoy se aleja de "sí mismo" quedando su inti-midad disuelta en el ser de todo e! mundo.Este estado produce la angustia que no debeser confudida con el miedo; éste es producidopor los entes amenazantes, la angustia en cam-bio, es algo indeterminado; la angustia nosabe de qué se angustia ni tampoco sabe quées lo amenazante. Esta angustia es producidapor el "ser en el mundo", por el hecho deno "ser nada, ni venir de alguna parte" y estoequivale a decir que la angustia proviene de"sí mismo" nos convierte en solitarios. Laangustia para Heidegger, singulariza y abre asíel "ser ahí" como "solus ipse".

La angustia por lo tanto es una modali-dad del "ser ahí". Ahora bien, el "ser en e!

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mundo" es en general cura, es por lo tantoel modo fundamental de! ser de! "ser ahí".Cualquiera que sea el comportamiento delDasein, la cura es ya antes que todo eso, esun "pre-ser-ser", es un a priori de cualquierposibilidad del ser-ahí. La cura lo abarcatodo menos la muerte y es precisamente porla muerte cómo el ser adquiere su totalidad;justamente entonces; e! ser deja de ser.

La cura que es el ser de! Dasein tiene sufundamento anta lógico en la temporalidad, enla cura además reside el sentido de! "ser enel mundo"; e! tema de! sentido del ser es elproblema central de la analítica anta lógicaexistenciaria.

Es igualmente característica del "ser ahí",la historicidad que tiene sus raíces en e! "ges-tarse histórico". Este "gestarse histórico" noes otra cosa que el "prolongarse" de la exis-tencia es decir ser "entre" el nacimiento y lamuerte.

El "ser-ahí" es temporal no por estar in-merso en la historia, sino al contrario es his-tórico por ser temporal en e! fondo mismode su ser, el mundo histórico es el ahí delDasein y los entes intrarnundanos sólo secun-dariamente tienen el carácter histórico.

Ya dijimos que e! carácter temporal esinherente al "ser ahí", pero es necesario dis-tinguir aun la temporalidad propia y la im-propia; la primera constituye la naturalezamisma del Dasein cuya unidad suprema esla muerte, la otra surge de la existencia in-auténtica y se fundamenta en la noción vul-gar del tiempo. Ese tiempo es el que deter-mina los procesos naturales, así como el sucesode los entes intramundanos. En la conductainauténtica simplemente se usa el tiempo.

Este es a grandes rasgos el contenido deeste interesante libro que facilita la compren-sión de la obra heideggeriana.