Berti, Enrico - Las Razones de Aristoteles

5/17/2018 Berti, Enrico - Las Razones de Aristoteles

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Las razones de A ris t6 te lesE n rico B erti

~OLVO;o i nos


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, ,C?mo se ve, el metodo aqui mencionado es una vel d:al:ct~co de desarrollar las aporias, es decir, el'ter ezla d,alect'c~ teonzado en los T6Pic'os, consistente en ~e~ u~oconsecuenclas, de las afirmaciones opuestas para ver c~a~;r la~~~dfs Y cual~s~ en cambio, son aceprables, Tambien en ell"bon, ,e a Metaflstca, enronces, que esta dedicado a la ex ,1,':0posmva de su teologfa, Arist6teles no sabe renunciar a rO~I.clonsion , ,Y, en realidad, en el breve giro del ultimo ca itulo alle'scu-menclO~~r todas las teologfas de los fil6sofos a e f d ga apara criticarlas a todas. En el final incluso e'l bPrece ent~s,t . " no sa e renunclaHornero a un expedience ret6rico, y termina COn la famos ' d romero: '


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inautentico, pero que en realidad es s610 ajeno a la serie origina-ria-, declara: ,es justa rambien Hamar a la filosoffa ciencia de la verdad. En efeeto, dela filosoffa teorerica es fin la verdad, de la practica Ia obra, puesto quelos [fi l6sofos] practices, aunque indagan el modo en el que son las casasno esrudian la causa par SI misma, sino con relaci6n a alga y ahara (1'993 b 19-23). '

La filosofia practica, entonces, tiene en cornun con la teo-retrca el hecho de buscar la verdad, 0 sea, el conocimiento dec6mo son efecrivamente las cosas, y de buscar tarnbien la causa decomo son, 0 sea, de ser ciencia. Su diferencia respecto de la filoso-fia teoretica es que para esta ultima la verdad es fin en sf mismamientras que para la filosofia practica la verdad no es el fin, sinoque es solo urr rnedio en vista de otra cosa, 0 sea, de la acci6nla cual esta siempre siruada en el tiernpo presente, es decir, no e~algo ya existente, sino algo que debe ser hecho ahora, En sumamientras la filosofia teoretica deja, por asi decirlo, las cosas comoson, aspirando s610 a conocer por que son de un cierto modo, lafilosofia practica, al conrrario, busca instaurar un nuevo estadode cosas, y busca conocer el porque de su modo de ser solo a finde cambiarlo.

Esta relacion es ulteriormeme ilustrada en la famosa cla-sificaci6n de las ciencias conrenida en el libro VI, siernpre de laMetaffsica. Aquf Arisroteles, despues de haber dicho que la ffsicateniendo por objeto la naturaleza, la cual tiene en sf misma elprincipio del movimiento y del reposo, no es una ciencia ni prac-tica ni poietica, agrega:en efecto, de las cosas producibles (poiet6n) el principia esra en .el queproduce, es decir, es la inreligencia a el arte 0 alguna orra capacidad,mientras que de las casas pracricables (prakt6n) esre esta en el que ac-tua, a sea, es la eleccion, puesto que 10 que es objero de accion coincidecan 10 que es objeto de e1ecci6n. De modo que, si roda raeionalidad(didnoia) es 0 practica 0 poietica 0 teoret ica, la f is ica sera una [racio-nalidad] teoretica, perc teoretica en torno a un ente tal que es capaz demoverse, y en torno a la sustancia que es segun la forma la mayorfa delas veces, no la que es solo separada (1, 1025 b 22-27).

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La denominacion de practica- deriva, entonces, del ob-jeto de esta ciencia, que esta constiruido par. las casas pra~tica-bles, es decir, por las acciones, por la praxis, las cuales tienensu principio en la eleccion, es decir, en la iniciativa del hombre,por eso no son independientes ~o.mo las sus. tanc~~s naturales_: ob-jeto de la fisica, aunque estas iiltimas son tarnbien ellas segun laforma, 0 sea, conformes a la regla, solarnente la mayoria de lasveces- (es decir, no siernpre, como las realidades separadas, 0inmateriales, objeto de la maternatica], exactameme como vere-mos que es el objeto de la filosofia practica. La accion, en surna,caracteriza a la filosofia practica como fin y tarnbien como objeto,en el sentido de que el unico sector de la realidad en el cual esposible, segun Aristoteles, cambiar el estado de casas es el consti-tuido par las acciones humanas. . ., .Este proposito practice es 10 que, por contraposicion, dis-tingue a la filosofia practica, en el sentido aristotelico del terrnino,no solo de la filosoffa teoretica, que en Arist6teles abarca tanto 10que nosotros l1amamos filosofia como 10 que nosotros llamam_?sciencia, sino ram bien de la ciencia en el sentido moderno del ter-mino, que abarca tanto las eiencias naturales como las llarnadasciencias humanas, 0 sociales, 0 politicas, En virtud de este propo-sito, en efecto, la f ilosofia practica esta muy lejos de ser neutral",no valorativa, respecto de la realidad (humana); al contrario,juzga de esta ultima el valor, es decir, evalua que cosa en ella es~abien y que cosaesra mal, a fin de mejorarla .. AI. hacer esto, ~membargo, no renuncia a conocer la verdad, es deelr: ,a ser ~lenCla,a constatar no solo como son las casas, sino tambien cuales sonsus causas.Veamos, entonees, cual es el rnetodo de esta ciencia, es de-cir, en que medida la peculiaridad de su fin y de su objet


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de deseo, de tendencia , por parte del hombre, es decir, de algono ~a sido aun realizado, sino 9ue precisam~nte por esto se q .realizar y debe poder ser realizadb, es decir, es "practicablepara practicarse. Este, para Aristoreles, no es solamente el .de cada individuo, sino que es el bien de la ciudad (polis) eporgue el individuo es parte de la ciudad; por eso la ciencia que seocupa de el es la ciencia de la ciudad, 0sea, la ciencia "polftica.Esta es rarnbien Ilarnada por Aristoteles ciencia arqlli tect6nicacon respecto a rodas las otras artes 0ciencias practicas (arte de lasconstrucciones navales, esrrategia , economia) porque desempeiiauna funci6n directriz con relacion a todas, en cuanto se ocupa delfin ultimo (I 2).La ciencia politica no tierie sola mente el fin de conocerque es el bien supremo, sino que se propone tam bien realizarlo;es mas, dice Arisroreles, el conocimiento de esre tiene una granimportancia precisamente porque, mirando hacia el como a unblanco, como hacen los arqueros, Iogr arernos mejor realizar1 0 que debe ser: enronces, el bien no es solamente un ser paraconoeer, sino rarnbien un deber ser para realizar. La cienciapolirica , en efecto, es legisladora , es decir, prescribe que sedebe hacer y de que acciones uno se debe absrener. Precisamentepor esro, a proposito del bien supremo del hombre, esta secontenra con delinear, al menos en general, que puede ser este(typo ge perilabein ti pot'estii (1094 a 25), es decir, se contentacon conocerlo, por asi decirlo, en e 1 "tipo, vale decir, en elesquema general, en las lfneas fundamentales, sin considerar susaplicaciones particulares en los detalles minirnos.Esta ultima expresi6n, que se repite numerosas veces tan-to en la Etica Nicomaquea (1101 a 27,1104 a l , 1107 b 14, 1113a 13,1114 b 27,1117 b 21,1129 all, 1176 a 31,1179 a 34)como en la Politico (1276 b 19,1302 a 19,1323 a 10,1335 b 5,1341 b 31), aparece por primera vez en Arist6re1es en los Topicos,a prop6sito de la clasificaci6n de las diversas especies de silogismo(apodictico, dialecrico, eristico}, para decir que ella es sumaria, esdecir, no es un discurso exacto tahribes), 0 sea, detallado, pre-ciso, exhaustivo ---como el que, por ejernplo, es hecho en los Ana-liticos a prop6sito de las diversas figuras de silogismo-, pero, sinembargo, es suficiente para el tratarnienro propuesro (I 1, 101a 19-24). Esto significa que el resultado en cuesti6n no es el mas

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. d desear si bien no es errado 0falso: este t iene'''V'L.'- que se pu~ a , , ara un rrararruenro que no, grado de exacttwd 9ue se requle~e I?ento perfecto de un ciertofi xclUSIVO un conOClml .. como n e. . d 1 conocimiento de este en vista. . que qUlere serVlrse e , 1'objeto, smo qi J:; el caracter general, 0tipo ogico.de un fin ultenor; .~n sut;1a, ch te vinculado a su proposltode la ciencia pohnca esra estre .....amenpnictico.2 'barC'o que no 5610 la filosofiaSe debe reconoeer sl,ni ::tip~lo~iCOsino que este es eo-" e plantea un propos.. b , . orpractLca s d1 bi 'n en las ciencias reorencas, pmun en ciertos momentos, tam led I I IT 1 413 a 9: II 4, 416, ~ ..' fa (Acerca e. a rna , " Tejemplo, en la P::'ICOl,?g(A de las partes de los ammates , 1,b 30) y en la zoologla cerca c- . 'es I 6 491 a 8). es decir,487 a 12; Investigaci6n sobre I05,a,~mz(alf A i ; VII 3 1029 a 7),, ' '1 0en la metahslLa e. IV e . 1en la fisica, e JOc us d es necesario avotar e temad . enta ca a vez que no b , .es ecir, se pres 1 t aramiento no es fin en si mrsrno ,hasta en los detalles porque e r 1. 1 n vista de otra cosa. . " d Isino que 0es e . , I' ita del caracter npologlco ,e aLa proclamacLOn e?,p ICI I - , 1 del lib rc I de la EticaI' . 'onte01da en e capitu 0 dciencia po mea esta c d di d a la ilustraci6n del mew 0,, teramente e rca 0 '., l'Nleomaquea en ,.. stamente del tratarnlento po 1-donde Arist6teles, a propoS ItO J Urico (mithodos ... politike), dedara:

fi . . alc"'nza la claridad adecuada a lase hablara de_modo su crerite slks~b' .~ fecto no debe ser buscado~ b I riaor (to a rt es), en e, d Imateria su yacente; e "" di como tam poco en to as as, dd en rodos los lscursos,'" 1 . .en la ID1Smame I a, b lias v iustas de las que se ocupa a cienciamanufacturas. Las aCClOnes e , , J , ' , nes al punta que parecen, has dlf~renrJas v varracio , dpolitica, rrcnen muc '- I - y' l' n margen de variaci6n e esta'I I' no por natura eza. a gu d ..ser sa a par ey, . Ih ho de que a muchos en,anclase tienen rambien los blenfes, pohre ec .:do precisamente a causa de1 1 1 as en e ecto an pereLdanos de ei os; a gun, I ~ ' r ' " 1094 b 11-19).1 ' za otros a causa de coraje l J,a nque , " d ib con mucha c1aridad 10 que he-Aqui Anstote,le.s rinolc e , io de la ciencia politica:mos Hamada el proposlto tipo OglCOprop

. "t de la filosofia pnictica de, d . I ' gico a proposi 0 A I2 La expresi6n rnero 0tlpO? . 'del deba te contemporineo en emanta,Aristoteles, ha sido us~da, en eltamblh -Das , 'Y fade ll des Aris to tel es , Puster,O HoH e Praktlsche Ph! asap te.por ,., 971 187-192.Munchen und Salzburg, 1 , p p.12 5


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ella se ocupa de las acciones bell deci .como tambien de los bienes as, es e~lr, nobles, Y ju .Y . variables, en el semido de ' !uf~son obJ~tos bastante diclrcunstancias puede no serlogen otri~e ? 1usto en, de.termingunos puede no estarlo para otros L~y 0g.ue est,a. bIen paniempero, .~escender a los detalles e~ d ;:le;C1a P?1itlca nota precision, 0 ex~ctitud, 0 riga; ( a k : t ; d s \ 7ermInar con a"~-I" '-o bueno en cada clrcunstancia 0 en d I, ague. es bello, jdebe I' ca a cas a par"lC I ..I:nltarse a IOdicar 10 que es bello 'us L u at, Sino~af!1blen aquf, enronces, como en los f b i~o y bueno e,n.gen10g1CO.es conrrapuesto a la exacti tud t.os, el pro~OSItO tip ... ..en el libro II de la Metafisic:l A' " f ngor, Recuerdese g'.tarnbien a orop6sito de la f'


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ciones, sino la experiencia de la vida esto es el conocl'm'e .id ' " " Intorepen 0 ,de ciertas srtuacrones debido al hecho de haberlas vividLa necesidad de esta experiencia ~onfiere al cultor de la filos f ? '" , , 0 lapractica un cierro ~aracter" que :rer,emos reperirse tarnbien en el=prudenre, es decir, en qu ien, 51 bien no es fil6sofo, sabe c6mouno se debe cornporrar en cada caso.Tipico de la fi~osofla practica, no de la teoretica -si bienes, una ,vez mas, ~omu~ rarnbien a la prudenciav-c., es, en cam-bio, el ultimo car acter indica do por Arist6teles, a saber:

adernas, [el joven], siendo secuaz de las pasiones, escuchara vana einutilrnente, puesto que el fin no es el conocimitnto, sino la accion, Nohay nmguna diferencia si uno es ioven de edad 0 inmaduro de c3r


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cia, a las mas conocidas en si, es decir, a los principios, pero, unavez mas, por experiencia se entiende un habito moral adquirido,no un mere conocirniento exterior.' Salvadas estas diferencias, lafilosofia practica se presenta, bajo el aspecto metodo16gico, nodistinta de Ia fisica, en el sentido de que se dirige tarnbien ella ala biisqueda de una fundamenraci6n racional de la experiencia, yentonces asciende desde el caso particular a la ley general, aunquese conrenta con deterrninar esta ultima de manera sumaria y gene-rica, porque 1 0 que le interesa no es tanto su formulaci6n rigurosacuanto su aplicaci6n practica.Finalmente, despues de haber proporcionado una primeradefinicion del objero de la ciencia politica, es decir, del bien su-premo, 0 sea, de fa felicidad como ejercicio de la funcion propiaioileeion ergon) del hombre --que es una doctrina irnportanre yfamosa, que caracteriza a toda su etica-, Arist6teles presenra elresultado adquirido de tal modo como ejemplo de la aproxima-ci6n tipologica, en los siguientes terrninos:Quede, entonces, de este modo delineado el bien en sus contornos, pues-to que es necesario, ante todo, disefiar el esquema (hypotyp6sai) y luegorealizar precisiones ulteriores. Seconsidera que esta al alcance de todosproseguir y cornpletar 1 0 que ha sido delineado bien en sus contornos, yque el tiempo es buen descubridor a colaborador en el descubrirnientode cosas tales; de 1 0 que han derivado rarnbien los progresos en las artes,puesto que esta al alcance de todos agregar io que falta, "cs necesarioluego recordar tarnbien cuanto fue dicho antes, y no buscar la exactitud(akribeain) del mismo modo en todas las cosas, sino en cada una segunla materia subyacente y tanto cuanto es propio del traramiento (I 7,1098 a 20-29).

Nuevarnente aqui Aristoteles opone el proposito tipologi-co a la exactitud, es decir, al rigor, si bien se refiere a una doctrinairnportante como la de la funcion propia del hombre, 1 0 que de-muestra que la relativa falta de rigor, 0mejor, de definitividad, nocomporta renuncia alguna a la fundarnentacion racional, es de-cir, al discurso propiarnenre filos6fico. A sus ojos, probablementelas maternaticas proporcionaban el ejemplo de un saber acabadoy, por eso, no ya susceptible de progreso alguno, mientras quela filosofia, es decir, la fisica, Ia merafisica y la filosoffa pracrica,

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eran, mas bien, similares a las artes, es decir, a las tecnicas (enten-didas en el sentido antiguo del rermino), en las cuales es posibleun continuo progreso, pero no en el sentido del cambio radical,sino en el del perfeccionamiento, de la terrninacion de un esbozoya disefiado en sus grandes rasgos.EI discurso prosigue con el ejemplo de los dos modos di-versos en los cuales el angulo recto es estudiado por el constructory por el estudioso de geometria --ejemplo que recuerda muy decerca el de la diferencia entre la forma de 10 nato, objeto de la ff-sica, Y la de 10 curvo, objeto de la matematica-e-, y conduye asi:tampoco la causa debe ser buscada en todas las cosas del mismo modo,sino que en algunas essuficiente que sea mostrado bien elque: por ejem-pia, rarnbien respecto de los principios, esprirnero y principio e l que. Y,entre los principios, algunos son aprehendidos por medio de la indue-ci6n iepagoges, otros por medio de la sensaci6n, orros pOI media de unaespecie de costumbre, otros de arras rnaneras aun. Hay que intentardirigirse a cada uno de ellos del modo que les es connatural y hay queesforzarse a fin de que sean definidos bien, puesto que ellos tienen unagran irnporrancia para 10 que les sigue. Seconsidera, en efecto, que elprincipio esmas de lamitad del todo, y que muchas de las cosas indaga-das devienen claras por medio de eI (1098 a 33 - b 9).

Aquf Arist6teles distingue clara mente tres tipos de princi-pios: los aprehendidos por medio de la inducCion;-10s aprehendi-dos por medio de la sensaci6n y los aprehendidos por media dela costumbre. Los primeros no pueden mas que ser los de la rna-ternatica, puesto que los segundos son los de la ffsica. Mientrasesta, en efecto, llega a los principios partiendo de las sensaci6n(cf. Met. VII, 1025 b 11), es decir, del conocimiento sensible,aquella Ilega a ellos por medio de la inducci6n ic]. Seg. an. II 19),es decir, por medio de la gufa de un docente -hemos vista queel terrnino induccion puede tener tarnbien este sentido, equiva-'lente a introduccionv-e-, el cual se sirve de ejemplos particulares(por ej., de figuras dibujadas) para hacer entender las asuncionesde existencia y las definiciones universales (de las figuras inmate-riales). El tercer tipo de principios, los que se aprehenden pormedio de la costumbre, son los principios de la filosofia practica.

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5610 para ellos vale la afirmaci6n de que el principio y 10es el que: ellos, en efecto, como ya hemos vista consrsr-la posicion de una norma, es dec'ir, en la indicacion de que n .ci~rta accion es buena (0 mala) y, por 10 tanto, ?e~e ser hecha ( ..e:Vltad,a). En este caso, enton~es,. el que no significn una mera',sltua~l~n de hecho, Slr:? que indica en ~eneral una Proposicion"un jurcio, una valoracion, presentada sin un porque, es dec'sin un~ fun?ar_nentaci6n racional. Pero es claro que la t~rea de ~~filo~ofla practica es la de fundarnentar este tipo de principios esdecl~, de buscar su porque, su causa, su raz6n, si bien de modo'su-mario y gene:al, e~ decir, mediante una aproximacion tipo16gica,e~ ~uan~o su l~teres fundamental no es cognoscitrvo, es deeir , teo-rerico, SInO, practico. Con la filosoffa practica, entonces, estamosen presencia. d.e una forma de ~acionalidad original, especifica,n.etamente distinta de la maternatica como estructura y grado derrgor, mas afin a la fisica bajo este ultimo aspecto, pero diversatam bien de esta por su proposiro.

EI procedimiento diaporeticoS i 10 que hemos llamado proposito tipologico indica eltipo de conocimiento al que la ciencia politica aspira, dado sucaracter fundamental mente practice, el modo para obtener tal co-nocimiento, es decir, el autentico recorrido a seguir, es descriptopor Aristoteles en los terrninos, y? eonocidos, del procedimientodiaporetico, Ya al inicio de la Etica Nicomaquea, en efecto, asaber, inmediatarnente despues de haber enunciado el prop6sitotipo16gico, Arist6teles se dispone a determinar que es el bien su-premo del hombre, 10 q ue todos Haman felicidad, destacando queeste es entendido de manera distinta por la mayoria y por los

sabios. Por medio de la primera expresi6n el alude a concep-ciones que identifican Ia felicidad con el placer, 0 con la riqueza, 0con el poder, mientras que por medio de la segunda alude funda-mental mente a la concepci6n de Plat6n, que identifica el bien su-premo con la misma Idea del bien. Y he aqui la primera mencionde tipo metodol6gico:exarninar texetdzeins todas las opiniones es, ciertamente, un poco vano,

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.mientras que es suficiente hacerlo can las mas difundidas 0que se con-sidera que poseen alguna razon (14, 1095 a 28-30),

Como se recordara, el exarninar- (exetcizein) es la activi-dad propia de la dialecrica, la cual -como se dice en los Topicosa proposito de su tercer uso, es decir, de su utilidad para lasciencias filos6ficas-, precisamente por el hecho de ser exarni-nadora, posee el camino que conduce a los principios de todaslas disciplinas (T6p. I 2, 101 b 3-4). Examinar significa analizara fondo, probar el valor, someter a prueba texetasis es, en efecto,sin6nimo de peirai: todas operaciones que, en el curso de la discu-si6n dialecrica, son llevadas a cabo por el que interroga. Lo quees examinado son las opiniones, es decir, en este caso especifico,las diversas concepciones del bien, 0 de la felicidad, de las que sequi e re j ustamente eonstatar el valor, la solidez, la consistencia,Pero no vale la pena -esta es la tesis propuesta aqui por Aristo-teles- examinar todas las opiniones que alguna vez hayan sidoexpresadas sobre el bien, es decir, tarnbien las opiniones cuales-quiera que nunca han tenido credito alguno y que, entonees, estancasi segura mente desprovistas de valor. Hay que examinar s610las mas difundidas 0 las profesadas por los mas sabios, puestoque estas tienen mas probabilidad de poseer alguna razon,No se confundan, sin embargo, estas opiniones, que de-ben ser examinadas, con los endoxa, que son aquello a la luz de10 cual las opiniones son exarninadas. Los endoxa, en efecto,son las premisas de las que parten los silogismos dialecticos, no1 0 que se intenta refutar por medio de estos ultirnos. Aristoteles,en general, no pone en discusi6n los endoxa, sino que se sirvede estes para poner en discusion las opiniones. Incluso cuando,como en el caso de la filosofia practica, el considera dignas de serexarninadas solamente algunas opiniones, a saber, las opinionesirnportantes, cornparridas, autorizadas, no por esto el pretendeponer en cuesti6n los endoxa, Es, en efecto, a partir de estes, esdecir, de premisas que no pueden no ser concedidas, que se discu-tira el valor de la opinion de Ia mayoria 0de la de Platon,Tampoeo se debe creer que el metodo aqui expuesto con-trasta con el propuesto para la fisica 0 para la metafisica, dondese recomendaba presentar todas las opiniones relativas a undeterminado problema: 10 importante, en efecto, no es acumular

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cuanritativarnente el mayor numero posible de opinioneseso no tiene influencia alguna sobre la validez del exam'ena?~rcar !odas l~s posibles sol.uciones de un problema a fi n dedividualizar la Justa por rnedio de una progresiva eliminacio ".todas las otras. Ahora bien, para presentar todas las soluci nhay qu~ cre~r alternativas entre proposiciones reciprcontradictorias, en las que puedan entrar todas las opinionessibles, sin que sea necesario examinar estas iiltirnas una porPor no decir, incluso, que en la filosofia practica la comdel exarnen es menos necesaria que en la ffsica y en la metadada la aproximaci6n tipol6gica que distingue a la primeracontraposici6n, es decir, su prop6sito fundamentalmente prco. En sustancia, entonces, Aristoteles viene a proponer ta .para Ia filosoffa pracrica el rnisrno rnetodo dialecrico que ha ya"propuesto para la fisica y la metafisica. -;1 ilustra este metodo ulteriormente, siempre en la E t i d 1Nicom~qu,ea, inm~d.iatamente d~sp~e.s de haber observado quela definicion de felicidad como e]erCICIOde Ia funci6n propia delhombre representa un primer esbozo que requiere ser ulteriormen-te precisado y de haber recordado los diversos modos (induccion "sensaci6n, cosrumbre) mediante los cuales se llega al principio. '"

En tomo a este [es decir, al principio] -dprosigue- se debeindagar no solo a partir de la conclusion y de las premisas de las que de-rivan los discursos, sino tambieu a partir de ias cosas que son dichas (ekton legomenon) a proposiro de el, puesto que respecto de 1 0 verdaderotodas las cosas existentes concuerdan, mientras que respecto de 1 0 falso1 0 verdadero inmediatamente discrepa (18, 1098 b 9-12).

Aqui, en primer lugar, Arist6teles alude a los dos modosfundarnentales en los que un principio (con esta expresion, en estecaso especifico, eI entiende la definicion de felicidad) puede ser engeneral descubierto, es decir, eI procedimiento de 1 0 bajo hacia10 alto y el de 10 alto hacia 10 bajo, practicados respectivamentepor la ffsica y por la maternatica (el prirnero es el que parte delas conclusiones, es decir, de los efectos, eI segundo, el que partede prernisas anteriores, es decir, de causas aiin mas universales yoriginarias). Pero a estos dos modos el agrega un tercero, quees aqui el mas interesante, que consiste en partir de las cosas

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as es decir, de las sentencias, vale decir, de las opiniones. See~tonces una vez mas, del metodo dialectico precedente-, 'mencionado.Sin embargo, en el ultimo pasaje citado est~ contenidaimportante observaci6n acerca del valor de tal metoda, aque-por la cuallas opinion~s verdaderas son toda~ c:mcordantes 0tibles entre ellas, rmentras que entre las opmlOnes. v~rdade-'; s y las falsas hay inevitable mente discrepancia, es decir, mcorn-ra h d' .patibilidad. En otros t~rminos, cuando ay iscrepancia entre" des opiniones, no es posible que sean ambas v~rdaderas, sino que: una de eilas sera verdadera y la otra .falsa, !ll~entras que cuandohay perfecta concordancia entre vanas ?pmlOne~, ellas puedenerfectamente ser todas verdaderas. La discrepancia, entonces, es;igno -no necesario, pero suficien~e- de 1 0 falso, ml~ntras quela concordancia es signo -necesano, aunque no suficiente-> de1 0 verdadero. La observaci6n se basa, como se ve, nada m~nosque sobre el principio de no contradicci6n, por el cual la reah~ades segurarnente no contradictoria, y sobre el del. te~:ero excluido,por el cua l uno de los dos cuernos de la conrradiccion es verdade-ro, mientras que el otro eS falso. . , , .,Pero ella no es otra cosa que una alusion al metodo dialec-tico de la refutaci6n: como, en efecto, hemos visto a proposito ~elos Topicos, en la discusi6n dialecrica, eI que preg~nta, es decir,que sornete a examen una opinion, intenta deducir de ella unacontradicci6n con algun endoxon 0, en todo caso, con ~lg~,napremisa concediGapo~ eI.-a:dve"rsario, pu~sto que la cont:adlCclOn,es decir la incoherencia mterna en un discurso, es considerada elsigno mas seguro de su falsedad; mientras que.:1 que respondeintenta evitar de cualquier modo la contradiccion porque la nOcontradictoriedad, es decir, la coherencia interna del discurso, ,esindispensable para su verdad. Este mi.sm? ~etodo, por 10 dem.as,es practicado aun hoy en 1.0sdebat.es Judlc.lales, d.onde un testigoque se contradice es considerado mat::ndlble, m.lentras que u~_aserie de testimonios coherentes entre SI son considerados atencn-bles. d d fi . .,Aristoreles aplica este rnetodo a proposito e su e nicionde la felicidad y encuentra confirmaci6n para la verdaddeella en elhecho de que las opiniones mas difundida.s 0 m.as autorizadas ~cer-ca de la felicidad, por ejemplo, las que la identifican con l?s bienesdel alma, 0 con 1a virtud, 0 con la sabiduria, son sustanclalmente

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concordantes con esta misma definici6n suya. Tambien opinionescomo la gue identifica la felicidad con el placer 0la gue la identifi-ca con los bienes exteriores, segun.Aristoreles, no 50n incompati-bles con su definicion porgue el ejercicio de la funci6n propia delhombre implica seguramente eI placer y porque los bienes exte-riores son tarnbien siempre condici6n necesaria para tal ejercicio.Pero el pasaje tal vez mas famoso aeerca del rnetodo dela filosoffa practica es el contenido en eI inicio dellibro VII, en elque Aristoteles explica c6mo se debe proceder a prop6sito de laincontinencia.

Es necesario, como en los otros casas, despues de haber estable-cido los fen6menos (phain6mena) y de haber, ante todo, desarrollado lasaporias tdiaporesantast, rnostrar, en el modo en que sea posible, todoslos end~xa en tor no a estas afecciones, y si eso no es posible, al menos iamayor par te y los mas imporrantes; cuando, en efecto, se resuelvan lasdificultades y se dejen en pie los endoxa, se habra mostrado de manerasuficienre (VII 1,1145 b 2-7).

Todos los interpretes, a esta altura, concuerdan en reco-noeer que los fenornenos aqui meneionados no son los datosde la observaci6n sensible, significado que tarnbien el terrnino enotra parte po see, sino 10 que Ie parece a la genre, y entoneeslos pareceres, las opiniones ', La primera cosa que ha de hacerse,entonces, segun Arist6teles, es tomar en consideraci6n las opinio-nes expresadas por-lcs otros a prop6sito del tema tratado: en elcaso en cuesti6n, las opiniones concernientes a la incontinencia.Estas opiniones, sin embargo, deben ser someridas a examen, esdecir, indagadas, puestas a prueba. Esto se hace por rnedio delprocedimiento bien conocido, Ilarnado diaporesai, que consiste,como se explica en T6p. 12 y Met. III 1, en desarrollar las aporiasen dos direcciones opuestas, A prop6sito de cada opinion, en-tonces, se debe presentar frente a ella la opuesta, 0sea, se debendisponer todas las opiniones concernientes a un cierto problemaen parejas, 0 alternativas, opuestas entre si; luego, de cada unade las dos opiniones opuestas entre sf se deben dedueir todas lasconsecuencias gue de ellas se derivan. A esta altura, se deben con-

3 Esto ha sido dernostrado, como es sabido, por G.E.L Owen, Tithenai faphainomena, cit.

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LASRAZONES DE ARISTOTELES

frontar tales consecuencias con los endoxa relat ivos al problemaen cuesti6n, intentando ver si ellas concuerdan 0no c~m. todoslos endoxa, 0 al menos con la mayor parte, 0 can los mas impor-tantes. Los endoxa, tengase bien en ~uenta, no, so~ puesros endiscusi6n, sino que son presenrados solo com,o ter.~lllos de con-frontaci6n, es decir, como premisas fuera de discusion, a la lu~ delas cuales evaluar las opiniones en cuestion y .sus consecue~e~~s.S i se !ogra mostrar que las consecuencras de una oplm~nconcuerdan con los endoxa presenrados, entonees se habra~resuelto las dificultades (descarrando, evidentemente, la ~~l-ni6n opuesta), y esta debera ser. c?nsi.derada ~na ~emostracIOnsuficiente de la validez de una hipotesis, 0 bien, SI no se lograhaeer esto, porque las eonsecuenc_ias de una opini6n no eon-cuerdan con los endoxa presentados, entonces las dificultadesno habran sido resuelras y la opinion no habra sido demostra-da: es mas habra sido demostrada de manera suficiente su fal-sedad. En'todo caso, 1 0 que debe quedar en pie son los ~n4oxa.Esto no es otra cosa como se ve, que el procedirnientodiaporetico muchas veces teorizado por Aristoreles, tam bien aprop6sito de la, fisica y de Ia me,taflsl~a .. ~Es~eno es r:a:_a nada,entonees, especifico de la filosofia praetlc~ y no c~nslscc:, comoalguno ha creido, en intentar, salv_ar los endoxa, s~no q~~ co~-siste en Doner a prueba los pnamomena, es decir , las oplll lOne~,a la luz "de los endoxa. Cuando, en efecto, Arist6teles preSCfl-be como condiei6n del demostrar de modo suficiente, que seandelados e~ pie-los'endoxa, no q~iere decir q~e el fin ~e la de-mosrraci6n sea demostrar la validez de los endoxa, srno que,para resolver las dificultades que eonciernen a una opi : i6n, esdecir, para refutar la opinion opuesta a ella, es n:cesano mos-trar que la primera opini6n no contrasta con los endoxa y que,en cambio, la segunda, es decir, la opuesta, contrasta con ell


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En fin, hay un ultimo pasaje de la Etica Nicomaquearelativo al procedimiento diaporerico, que merece ser senalado:Siempre a proposito de la incontinencia, Aristoteles declara:tales son, enronees, las aporias que sepresentan: de estas, algunas cosasse deben destruir, otras eonservar, puesto que la solucion (lysis) de laaporia es un descubrimiento (iuresis) (1146 b 6-8).

Aqui esra claro que cada una de las aporias esta constitui.da por dos opiniones opuestas entre si, de las cuales una, al final,es eliminada, por haber sido refutada, y la otra conservada, porhaber sido demostrada como verdadera. La solucion de la aporiaequivale, entonces, al descubrimiento de cual es, de las do; opi-niones opuestas, la verdadera.

Ulteriores precisiones y confirmaciones acerca del empleodel procedimiento diaporetico por pane de la filosoffa practicase encuentran en los pasajes de la Etica Eudemia paralelos a losya considerados de la Nicomaquea. En esta obra menor no seencuentra todo 1 0 que hay en la mayor, por ejemplo, no se en-cuentran menciones del proposito tipologico, mientras alli estaclara mente expresado el caracter practice del tratarniento, que sepropone no solo examinar en que consisre la felicidad, sino tam-bien como se Ia puede conseguir. Por 10 que respect a al metcdo aseguir, el cap. 3 dellibro I proporciona indicaciones perfectarnen-te paralelas a las que hemos encontrado en el cap. 4 dellibro I dela Nicomaquea:es superfluo indagar todas las opiniones que algunos tienen en tornoa ella [es decir, a la felicidad], Muchas cosas, en efecro, les parecenrarnbien a los nifios, a los enfermos y a los que tienen una mentalidadperversa, y en torno a elias nadie que este datado de inteligencia desa-rrollaria las aporias idiaporeseieni. Aquellos, en efecro, no tienen neee-sidad de discursos, sino algunos de una edad en Ia que madurar, otrosde una correccion medica 0politica, puesto que la terapia de los castigoscorporales no es una correccion de poea manta. Del mismo modo queesras, tampoco se deben indagar las opiniones de la rnayorfa porque ellahabla can iigereza de casi todo, y, sobre todo, de este terna, sino que34, 1980, pp. 490-511, aunque no siernpre ha dist inguido adecuadarnente, enmi opinion, los endoxa, que funcionan siempre de premisas, de las opiniones, sibienautorizadas, que son puestas en cuestion,

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LA.SRAZONES DE ARlSTOTELES

habra que examinar solamente la de los expertos; en efecto, es absurdoaducir una razon a los que no tienen ninguna necesidad de razon, sinode hacer experiencias (E . E . I 3, 1214 b 28 - 1215 a 3).

Notese, en este pasaje, no solo la afirmaci6n de que es ne-cesario contener el mimero de las opiniones a someter a indaga-cion, sino tarnbien la indicaci6n del modo en que tal indagaciondebe ser desarrollada, el ya famoso desarrollo de las aporias, esdecir, la deduccion de las consecuencias que derivan de opinionesopuestas.Precisamente esta ultima indicacion es retomada en lacontinuacion del pasaje:puesto que hay aporias propias de cada tratarnienro, es claro que lashay tarnbien a prop6sito del genero de vida superior y de la vida mejor.ESt3S opiniones, entonces, esta bien exarninar iexetazeins, puesro que lasrefutaciones (ilenchoi) de los objetores son demostraciones iapodeixeissde los discursos a ellos opuestos (1215 a 3-7).

Tres observaciones merecen ser hechas a prop6sito de estepasaje, que es de importancia fundamental desde el punto de vis-ta metodologico: 1) en primer lugar, la aporia concerniente a uncierto tema esta constituida por las opiniones opuestas existentesen torno a el; 2} en segundo lugar, el desarrollo de la aporia, esdecir, la deduccion de las consecuencias de las opiniones opuestas,coincide con el examen iexetozeini, 0 sea, con la puesta a prue-ba, de cada una de las opiniones; 3) en fin, la refutaci6n de unaopinion, es decir, la deduccion a partir de ella de consecuenciascontrastantes con algun endoxon 0con alguna premisa concedidapor el que la sostiene, equivale a la dernostracion de la opinionopuesta a ella (siernpre que, obviamente, se trate de una oposicionentre opiniones reciprocamente contradictorias, no simplementecontrarias).Los primeros dos momentos coinciden con los ilustra-dos en el libro III de la Metafisica, respectivamente como apo-ria y desarrollo de la aporia tdiaporesaii; el tercero, quecoincide con la euporia, es aqui presentado como una auten-tica demostracion de una tesis, obtenida a traves de la refuta-cion de la tesis opuesta, exactamente como habia sido dicho en

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Acerca del cielo I 10, 279 b 4-75 Aqui, entonces, la soluci6nde la aporia no es s610 un descubrirniento, como se decia enla Etica Nicomaquea, sino que eS,una autentica demostraci6n,es decir, una conclusion dotada de necesidad, de valor cientffi-co. Tarnbien en la filosoffa practica, entonces, como en la ff-SIca y en la metafisica, el procedimiento diaporetico puede He-var, en algunos casos, es decir, en presencia de alrernarivas en-tre opiniones recfprocamente contradictorias, a demostracionescientificas, esto es, al maximo grado de fuerza demostrativa.Pero tambien las alusiones a los fenornenos, a la con-cordancia 0 no entre las opiniones y a Ia diferencia entre el que"y el porque; ya encontrados en la Etica Nicomaquea, encuen-tran una precisa correspondencia en la Eudemia. Hay un capitu-lo entero de esta, el capitulo sexro dellibro I,que esta dedicado almerodo del tratamiento y dice:es necesario que nos esforeemos, en rorno a todas estas casas, en buscarla adhesion (pistin) a traves de los razonarnientos, usando los fen6me-nos como testimonios y ejernplos. La maximo, en efecto, es que todoslos hombres resulten concordar can las casas dichas; de 10 contrario,que [concuerden] todos al menos de algun modo, 0sea, que lo haganhabiendo sido conducidos; puesto que cada uno posee alga apropiadorespeeto de ia verdad, a partir de 1 0 cual es neeesario mostrar, de algunmodo, a proposito de estas. A los que, en efecto, proceden a partir decosas dichas con verdad, pero no con claridad, les sera posible obtenerrarnbieu la claridad, poniendo siempre las casas mas conocidas en lugarde las que suelen ser dichas de modo confuso (1216 b 26-35).

Tarnbien aqui, como en E. N. VIll, los fenornenos sonevidentemente los pareceres, es decir, las opiniones de los orros,y tam bien aqui la concordancia es considerada condici6n de laverdad. Es mas, Arisroteles agrega que cada hombre tiene una es-pecie de disposicion natural hacia la verdad (tesis par el sostenidatarnbien en otro lado, por ejernplo, en Met. II 1, 993 a 30 - b 8),5 En el pasaJe de la E. E., es mas, Aristoteles es aun mas claro que en e l deAcerca del cielo, porque rnientras este ultimo puede ser leido ram bien en el sen-tido inverso (a saber: "entre dos tesis opuestas, las dernostraciones de una sonaporias de [a otra), el primero dice inequfvocamente que las refutaciones seconvierren en demostraciones. El pasaje de la Etica Eudemia, por 1 0 tanto, enmi opinion, puede servir como indicacion del sentido a dar al de Acerca delcielo,

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por 10 cual la concordancia es no s610 una condicion necesaria,sino tarnbien un indicio casi suficiente de la verdad. Justamenteesta disposici6n de cada uno hacia la verdad permite descubrirprogresivamente las casas mas conocidas, es decir, los princi-pios, partiendo de aquellas habltu~}mente confusas, que son lasmas cercanas a nosotros (observacion ya hecha en Hs. I 1, 184 a21-22).

EI contexto, cornpletamente similar al inicio de la Fisica yal analogo libro II de la Metafisica, induce a Aristoreles a intro-ducir tarnbien la dist inci6n entre el que y el porque, de con-formidad con 10 ya heche en la Etica Nicomaquea. E l prosigue,en efecto:en los discursos concernientes a cada tratamiento hay diferencia entrelos desarrollados de modo cientifico (philos6phos) y los desarrolladosde modo no cienrifico. Por eso tarnbien al rratar de cosas poliricas nose debe creer que es superflua una investigaci6n hecha de tal modo, porel cual no s610 resulte claro el que, sino tam bien el porque: de este tipo,en efecto, es el modo cientifico de proceder en cada trararniento. [... J Yesta bien tarnbien juzgar separadarnente el discurso que indica la causay 1 0 que es demostrado, tanto par 10 dicho hace poco, a saber, que noes necesario ocuparse de todo sobre la base de los razonamientos, sinofrecuenremente, mas bien, sabre la base de los fen6menos (ahara, encambio, [los que discuten], cuando no esten en condiciones de resolver-los son oblizados a creer en los discursos hechos [por sus adversarios]),, b ~como tambien porque 10 que se considera que ha sido demostrado por .-----el razonarniento puede ser verdadero, pero no serlo, sin embargo, envirtud de esta causa por la que 10 dice el razonarniento. Es posible, enefeero, demostrar 10 verdadero a tra ves de 10 falso, como resulta claro apartir de los Analiticos (1216 b 35 - 1217 a 17).

Aqui Arist6teles, por un lado, afirma la necesidad, tam-bien en la ciencia politica, de buscar el porque, es decir, lascausas, los principios, porque se trata siempre de una ciencia, y. la ciencia debe buscar las causas; por otro lado, el recuerda la irn-portancia de los fenornenos, es decir, de las opiniones que expre-san el que, tanto porque el acuerdo entre estas, a falta de unarefutacion, es suficiente para garantizar la verdad de una tesis,como porque no siempre la causa, a traves de la cual se demues-tra una tesis verdadera, es verdadera ella misma (cf. P ro an. II 2,

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53 b 7 ss.; Seg. an. I 32, 88 a 20). Es importante, en suma,s610 la demostraci6n, es decir, la indicacion del porque s, sitarnbien la verdad efectiva de 10Aue se demuestra, esto es, delque, la cual puede ser comprobable independientemente de lademostraci6n, a saber, por rnedio del procedimiento diaporetico.En fin, un ultimo pasaje que ilustra el metodo diaporeticode Ia filosoffa practica es presentado por Arist6teles a prop6sitode la definicion de la amistad:es necesario adoptar un discurso i 0 un modo de decir, 0 una definicion,segi in las diversas lec turas del texto] que nos resti ruya 10 mas posible lasopiniones en rorno a estas cosas y, al mismo tiempo, resue lva las aporiasy las oposiciones. Esto sucedera si se rnuestran razonables las opinionesopuestas [a estas ultirnas], puesto que un discurso de esta c1ase sera 10mas posible concordante con los Ienomenos. Sucede, en cambio, quepermanecen las oposiciones si 1 0 que se ha dicho en un senti do es verda-dero y en otro no (VII 2,1235 b 13-18).

Una vez mas, la situacion ideal a la que se aspira es pre-sentada como aquella en Ia cual se puede obtener la concordanciade la mayor parte de las opiniones (condici6n necesaria, peropor SI sola no suficiente para asegurar la verdad) y , a la vez,se logra refutar las objeciones a ella (condici6n que viene areforzar la precedente). Una vez mas, ademas, el terrnino feno-menos- es usado para indicar 10 que Ie parece a alguien, 0sea,las opiniones. En fin, Arist6teles presema como aceptable, demanera subordinada, tarnbien la evenrualidad de que se debaadoptar una posicion interrnedia, 0mixta, 0, en cualquier caso,tal que respete tarnbien las opiniones opuestas entre sf, con talque estas ultimas no sean entendidas en el misrno sentido -10que daria lugar a una inaceptable contradicci6n-, sino ensentidos diversos que las hagan compatibles entre 51. Comose ve, el intenta siernpre hacer todo 10 posible para estar deacuerdo con todos; tan grande es su confianza en la discusion,es decir, tan dialogica --como se diria hoy- es su actitud.

EI caracter fundamentalmente dialectico de la filosoffapractica de Aristoteles ha side subrayado desde hace ya machotiempo: liberales- ingleses como Alexander Grant y John Burnet10 habian ya hecho entre el final del siglo XIX y el inicio del XX,inrerprerando, sin embargo, esta dialecticidad como falta de

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10 que --como hemos visto- no es cierto. Masalgunos exponentes de la rehabilitacion de la fi-.lo50fla practica ocurrida en Alernania, consider~dos neoari~-totelicos de tendencia conservadora,. a sa~e.r, Wdhe~m Henn!s..y Gunther Bien, han interpretado la dlalectlCl~a~ de !~ fil~sofIapractica como expresi6n de un gr~do de cientificidad ~nfenor al... de las ciencias teoreticas, 10 que, igualrnenre, no es cierto. Un.. f il6sofo de orienracion cat6lico-tradicional como Helmut Kuhn haatribuido, en cambio, a la dialectica, tanto en ias filosofia p~ac~icacomo en las otras ciencias, una funci6n solarnente propedeutI.ca,relegandola al plano de 10 verosimil entendido en el se~tIdosubjerivo del terrnino (


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A mi me parece que la interpretacion de Hoffe es la r n aconform~ a l~s ~extos de Aristoteles, y que, por consiguiente:la filc:sofla pr~ctlca puede ser


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las veces y, enrorices, desde el pun to de vista epistemol6gico sonequiparables a los que tienen principios necesarios. En la seg~ndaentran, en carnbio, todas las actiyidades que tienen por obietorealidades dependientes de la deliberacion humana, pues -diceArist6teles- deliberar y calcular son la misma cosa y nadie de-!ibera sobre las cosas que no pueden ser diversamente (cap. 1).Ambas partes del alma racional, 0 de la raz6n, prosigueArist6teles, tienen como obra la verdad: la cientifica tiene comoobra la verdad pura y simple, es decir, el simple conocimiemo dec6mo son las cosas, mientras que la calculadora riene como obrala verdad practica, es decir, Ia verdad de acuerdo con el deseorecto. A prop6sito de esta ultima, Aristoteles explica que laaccion (praxis) tiene como principio la eleccion- (prohdiresis),Ia cual es el resultado del encuentro entre el deseo de aIcanzar uncierto fin y el calculo de los medias necesarios para alcanzarlo, adeliberacion. Cuando el deseo es recto, es decir, esta dirigidohacia un fin bueno, y el calculo es verdadero, es decir, indica losmedics realmente necesarios, se tiene Ia verdad pracrica . Mien-tras la primera parte de la raz6n, la cientffica, se puede !lamartarnbien teoretica, Ia segunda, la calculadora, se puede llamartam bien practica, pero ambas -insiste Arist6teles- tienen comoobra la verdad (cap. 2). N6tese la originalidad del concepto deverdad practica, complerarnente extrafio tanto a la cienciacomo a la etica modern as y conternporaneas.La intencion dellibro es, como hemos dicho, ilustrar lasvirrudes dianceticas, es decir, lascapacidades mas elevadas, lasprestaciones mas excelentes, de las dos susodichas partes de laraz6n. Las virtudes de la parte cientifica, enumeradas por Aris-toteles mediante una especie de inducci6n completa, son tres, asaber, la ciencia iepistemei, definida como habito dernostra-tivo, es decir, capacidad de demostrar, la inteligencia (nous),definida como habito de los principios, es decir, capacidad deconocer los principios de la ciencia, y !a sabiduria, definida co-rno unidad de ciencia e inteligencia, es decir, capacidad tanto deconocer los principios como de dernostrar a partir de ellos: esraultima, obviarnente, es la virtud mas elevada de la raz6n cientffi-ca, 0 reoretica, y tiene par objeto las realidades mas elevadas, estoes, las realidades divinas (caps. 3,6 y 7). No hay dudas de que lasabiduria coincide con la filosofia prirnera 0 metafisica,mientras que en la ciencia entran todas las otras cieneias, tanto

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reoreticas (maternatica y fisica) como practicas (filosoffa practicao ciencia politica), y que en la inteligencia- entran los cono-cimientos de los principios de todas estas otras ciencias, Por eso,a la luz de la clasif icaci6n dellibro VI, se puede afirmar, por muyparad6jico que esto pueda parecer, ,q~e la .?l~soffa practi~a, 0ciencia polirica, no obstante su proposito pra~t1eo, es .una ~J[tudde la raz6n teoretica, por el hecho de que ella siempre sigue siendouna ciencia.Muy distinta es la coloeaci6n de 1a phr6nesis, que paraArist6teles es una virtud, es mas, es la virtud mas elevada de laparte calculadora del alma racional, es decir, de l~ raz6n pr~ctica.Ella en efecto es concebida por el como la capacidad de dehberarbied, es decir, de ca1cular exactamente los medios nece~arios.paraaJcanzar un fin bueno. Ahora bien, puesto que nadie deliberasobre las cosas que no pueden ser diversame~te, la phr.6nesispertenecera a la parte de la razon que tiene por objeto Ias.reahdade~que pueden ser diversamente, es decir, 9ue no son nr ~lempre nrla rnayoria de las veces: por este monvo, ella no es, clertament~,una ciencia y , entonces, difiere profunda mente de la .filos06apractica, que, en cambio, es una ciencia y tiene yor objeto rea-lidades cuyos principios son al menos la mayorta ~e las v.eees.Hay una notable diferencia, e~ efecto, ent~e ~a contingencia quecaracteriza al objeto de la phronesis, consti tuido, como verernos,par los medias, que son siempre partic~lares y mutabl~s, Y, larelativa variabilidad que caracteriza, alobjeto de la filosofia prac-tica constituido como hemos visto, por los bienes, es decir, parlos fines, que so~ universales y , si no precisamente inrnutables, almenos validos la mayorfa de las veces. Esto no quita quetambien la phr6nesis posea una, v~rdad propia, la verdad -, i,:s-tamente- practica; par eso Aristoteles la defi?e como hablt~verdadero, dotado de razon y practice, concerrnente a 10 que estabien y mal para el hombre (5, 1140 b 5-6). ,.Como modelo de phr6nimos (posesor de la phronesisi, esdecir, de prudente, Aristoteles indica a Pericles (11 ~O b 8), elgran lider politico que habia goberna?o Arenas, qUi en n? eraciertarnente un fil6sofo de profesi6n, rmentras que como filosofopractice, con quien discutir de igual a iguaI, quiza pa~a disentir,Arist6teles indica a Socrates (13, 1144 b 18, 28), quren no eraciertamente un Iider politico, ni habia jarnas gobernad? su ciudad:tambien de esto resulta la diferencia par el establecida entre la

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phr6nesis y la filosoffa practica., Con mayor raz6n, la phr6nesis difiere de la sabidurfa' lapnmera, en efecto, se ocupa del hombre, es decir, de las realidadeshumanas, rrnentras que la segunda como hemos visto se 'd Id d ' , , ocupae rea I a es mas elevadas que el hombre es decir de las r I'dd di S' " Co ea I a-es, rvinas. I rnodelo de la phr6nesis, como hemos vistPericles, los n;odelos de la sabidurfa in~icados por Arist6tele~~;~

Tales y Anaxagoras, en otro lugar considerados fisicos, pero '~ ~d ind d ' , ' aq UIpresenta os como In aga ores de realrdades divinas (los . ,, eve \ prInCI-PIOS supremos) (cap. 7)., Ta~bien la phr6r:esis, sin embargo, es politica (como yasugiere el ejernplo de Pencles), por el mismo motivo par e! q' 1I til fi ,. d ue 0es a oso I~ practI~a, es ecir, porque el verdadero bien delh.ombre, segun Anstoteles, no es el bien del individuo particula

~In? ,el de la polis: es. ?1as, segun que se considere el bien d:i~ndl.vlduo, el de la familia, d.e,la cual el individuo es parte, 0el dera ciudad, de Ia cual la familia es parte se tendra una phrone '1 le rasi , ' LL SISpura y SIr;tp ~(asi es e~te?dldo, en efecto, corminrnente el terminor,~na phro~esls


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son san as (aplicaci6n de 10 universal a 10 particular).. Por orra parte, aunque la phr6nesis incluye el con~lento de 10 universal, su peculiaridad no es esta, sino eI cclmiento. de 10 individual. EI primero, es decir, el conocimient'

de 1 0 untvers~l, es: e~ cambio, _lapeculiaridad de ot~a capacidad~Hamada arquitectoruca, es decir, apta para proporciona- directi-'vas mas generales, la cual no puede ser que mas que la filosofi '..pracrica, 0 sea, la ciencia politica, de la que hem os hablado pre~"".cedentemente. Aqui, entonces, Arist6teles aclara bien la relaci6n ..en~re la filosoffa practica y la phr6nesis: la primera con ace 10universal, por 10 tanto da las directivas mas generales, mientrasque la segunda conoce 10 particular, por 10 tanto aplica las direc-t ivas generales aI caso part icular , 0 incluso individual.

Pero Ia posesion de la experiencia aproxirna la phr6nesisno s610


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do de que argumenta, hace razonamientos COn variostos concadenados entre sf, y es por eso rarnbien ellade racionalidad, muy _diyersa, .sin embargo, de lacia, tanto teorica como practica, Su silogizar ha sid~practice en cuanto concluye en -una accionv ha sinocido como- una forma completarnente peculiar de racidad, sobre todo en la escuela del ultimo Wittgenstein9:E:Iana.l~sis del silogismo practice perrnite aclarar ulterior-menteIarelacion entre la phY(!me~is y 1afilosofia practica, Aristo,teles prese?ta, en efecto, el si logisrno practice como expresandoen la prerrusa mayor el fin al que se tiende y en la menor el medinecesario para realizarlo. A este prop6sito el afirrna, en efecto-

los silogismos de las cosas, pr~cticables estan dotados de l princ ipiQ~ ....p~esto que tal es el fin y 10 opnrno, cualquiera fuere el (admitamos, en .etecto, como para discutir, que el sea uno cualquiera). Pero este no esmanifiesto sino a quien es bueno porque la maldad hace desviar e induc~al error a prop6sito de los principios practices. De modo que es clara-mente irnposible que uno sea prudente (phr6nimon) sin ser bueno (121144 a 31 - b 1). '

Aqui resulta no 5610 que la prernisa mayor indica el fines decir, el bien supremo, y por esto constituye el principio,:practice, sino tarnbien que ella requiere la bondad es decir Iavirtud moral , y que esta ultima es presupuesta por la phr6n:sis.~ar~ce, entonces, que la phr6nesis, dando por presupuesta Ia .indicacion del fin, pro vista por la virtud, tiene como su presta: ~.cicnpeculiar Ja _indicaci6n del medio, es decir, la premisa me-nor. Esto es confirrnado tambien por otros pasajes, donde Aris-t6teles dice: Ia virtud hace recto el fin, la phr6nesis 10 que esen relacion con este [0 sea, los medios] (1144 a 7-9); 0 bien:"no se tendra una eleccion correcta sin la pbronesis ni sin lavirt.ud, puesto que esta indica el fin y aquella hace cumplir lasacetones que estan en relacion con el fin (13, 1145 a 3-6).Aeste prop6sito ha tenido lugar una celebre discusi6n entrequien ha sostenido que la phronesis, en Arist6teles, eomprende elconoeimiento del fin, y quien, en carnbio, ha sostenido que ella9 Me refiero a los volumenes de G.E,M. Anscombe, Intention, Blackwell,Oxford 1957, y G:H. von Wright, Spiegazione e comprensione, rrad. it. de G.Di Bernardo, IIMulino, Bologna 1977.152


es esencialmente conocimiento de los medios. Tal discusion se hacomplicado por la ambiguedad de un pasaje, en el que Aristotelesdice:si es propio de los prudenres el deliberar bien, 1a buena deliberacion serala rectitud conforme a 10 que conviene con relacion al fin, de 10 cuallaphr6nesis es la asuncion verdadera (cap. 9,1142 b 31-33).Aqui la expresi6n de 10 cual puede estar referida tanto a.' dincomo a 10 que conviene con relaci6n al fin, 0 sea, al medic; poreso no es claro si la phr6nesis es asuncion verdadera del fin 0 delmedio1o A mi modo de ver, sin embargo, la phr6nesis es esen-cialmente conocimiento de los medios porque Aristoteles la defineprecisamente como capacidad de deliberar bien acerca de 10 q uees bueno v conveniente para 51mismo, no desde un punta de VIstaparticular, por ejemplo, sobre que eO,sas 10 son en r~laci6n con I.asalud, 0 can la fuerza, sino sobre cuales 10 son en vistas del VIVlrbien en sentido general (5, 1140 a 26-28). Ahora bien, el bienen sentido general no puede ser objeto de deliberaci6n porgue noes una realidad particular y contingente, sino que es valido siern-pre 0, al menos, la mayoria de las veces; s610 los rnedios puedenser objero de deliberacion porque son particulares y contingentes.Sobre estes, entonces, versa propiamente la phr6nesis. Por 10dernas, el mismo Arist6te1es, inmediatamente despues agrega: "deella e~_~ig!l0 eI hecho de que incluso llamamos prudente.s a los quese ocupan de alga particular, cuando calculan bien en vistas de unfin valido (1140 a 28-30). En otro lugar, Aristoreles afirrna ex-plicitarnente: no deliberamos sobre los fines, sino sobre las cosasque estan en relacion con los fines (III 3, 1112 b 11-12), es decir,sobre los rnedios, y compara el calculo en el que consiste la deli-beraci6n incluso con el analisis geornetrico (1112 b 20-24).Por otra parte, es tambien cierto que la phr6nesis incluye,como hemos visto, tarnbien el conocimiento de 10 universal, y. entonces, del fin, para poder reconducir a el eI caso particular, es

10 Las opuestas interpretaciones han sido sostenidas, respectivamente , [wrR.A. Gauthier en eI cornentano a Arisrote, Etbique a Nicomaque, Louvain-Paris 1958-1959, y en La morale d'Aristote, Paris 1958, pp. 82-9_6,y por P.Aubenque, La prudence chez Aristote, P.U.F., Pans 1963, pp. 1-30, Y Laprudence aristotelicienne porte-t-elle sur fa fin ou sur les moyensi , en Revuedes etudes grecques, 78, 1965, pp. 40-51.

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decir , el medic: la relacion entre estos dos conocimientos es laser ambos premisas, respectivarnente, mayor y menor, del .mo practice. EI conocimiento del pn que la phronesis incluyeembargo, no es un conocimiento cientifico, el cual puede ser d a d os610 P _ ? f la ~Iosoffa practic~ y, es. I?as, c


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