Bermudo J M (Dir) - Los Filosofos Y Sus Filosofias - Vol 1

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  • LOS FILOSOFOS YSLSFILOSOFIASDireccin:

    J. M. B E R M U D O

    A. Alegre C. Flrez F. J. Fortuny V. Gmez Pin M. A. Granada J. Marsal L. Robles

    Volumen 1

    S editorial vicens-vives

  • Primera edicin, 1983

    Depsito Legal: B. 9 .291-1983 IS B N : 84 -318 -2134-6 N. de Orden V .V .: C-357

    A. A L E G R ESobre la parte literaria

    C. F L O R E SSobre la parte literaria

    F.J. F O R T U N YSobre la parte literaria

    V . G O M E Z P INSobre la parte literaria

    M .A . G R A N A D A Sobre la parte literaria

    J. M A R S ASobre la parte literaria

    L. R O B L E SSob re la parte literaria

    Reservados tod os los derechos de edicin a favor de Ed iciones Vicens-VIves, S .A .Prohibida la reproduccin total o pardal por cualquier medio.

    IM P R E S O E N E S P A A P R IN T E D IN S P A IN

    Editado por Ed iciones V IC E N S - V IV E S , S .A . Avda. deSarri , 130. Barcelona-17.Im preso por G rficas IN S T A R . S.A . Metalrgia. s/n. Esquina Indstrla. Hospltalet (Barcelona)

  • Presentacin

    El proyecto Los filsofos y sus filosofas ha estado inspirado por un triple objetivo. Desebamos, en primer lugar, ofrecer al lector que desea iniciarse al estudio de la filosofa, o a aqul que se ve empujado a ella por imperativos acadmicos, una coleccin de estudios tales que cada uno de ellos por separado constituyera una exposicin general, con informacin suficiente, del pensamiento de los ms importantes filsofos; y, simultneamente, que en conjunto hiciera las veces de una Historia de la Filosofa sin letra pequeas. No consideramos que este libro sea una Historia de la Filosofa; ciertamente, no coincide con el concepto que tenemos de esta materia; no obstante, creemos que no lo es menos que muchas de las obras que se encuentran y pasan por tales en el mercado, las cuales simplemente incluyen ms autores, a veces a costa de la prondizan en los de ideas ms fecundas, las que no slo son histricas sino que han hecho historia. Aqu se han expuesto las filosofas de un buen nmero de fsofos, las filosofas que han protagonizado la historia de este campo de especulacin; se han expuesto y se han explicado, se han relacionado, comparado, valorado, criticado, parafraseado, citado, cronografiado, clasificado, biografiado, comentado, contextualizado, etc. todo menos condenado; y tales cosas son las prcticas parciales que espontneamente, y no diferencindose ms que en la proporcin y en la medida, realizan los hitoriadores de la filosofa. Hemos hecho, en definitiva, algo muy similar a lo que

    V

  • VI LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    se considera una Historia de la Filosofa. Quizs no poda ser de otro modo, pues los autores son todos ellos profesionales de este quehacer; ms an, todos ellos son profesores de Universidad, estn dentro de la Academia, aunque en bastantes casos algunos de ellos busquen, con el tono y el estilo, poner de relieve que la existencia no siempre conviene a la esencia, que la situacin o estado no es la naturaleza. Digna afirmacin de la voluntad que no elude totalmente la determinacin, pues, como dira Hume, hasta la invencin y la rebelin pertenecen a la naturaleza, es decir, al hbito. O, como dira Bcrgson, la negacin supone el hecho positivo, al que simplemente aade el rechazo.

    En segundo lugar nos proponamos que los textos sirvieran para estimular y orientar a quienes desearan profundizar en el estudio de un filsofo o en algunas de sus problemticas. Haba, por tanto, que ofrecer la informacin historiogrfica adecuada para dar ideas de las lneas de interpretacin ms relevantes y del estado actual de la investigacin sobre el tema. A ello deba responder, especialmente, el apndice bio-bliogrfico que cierra cada uno de los captulos. Esta tarea es hoy aspecto importante en cualquier Historia de la Filosofa seria; el historiador acostumbra a comenzar siempre por describir la red principal de lecturas, aunque slo sea por el deber moral de localizar la suya. Adems, pensamos que cada vez ms, a medida que se debilita la presin de Hegel (tendente a sometar la Historia de la Filosofa a una filosofa de la historia que la inspira y la domina), la de Marx (que prometa una ciencia de la Historia al haber descubierto la ley del movimiento social y, en especial, de las sobreestructuras, en los modos de produccin y su ritmo dialctico), y la de Comte y los positivistas (que instauraban una historia de la filosofa como incesante proceso de maduracin y racionalizacin de la idea)...; a medida que estas tres filosofas pierden hegemona y, por tanto, debilitan su presin sobre los estudiosos, el historiador de la filosofa parece resignarse y asumir la tarea de disear un mapa filosfico y trazar sobre el mismo posibles excursiones; y, as, divide el tiempo y el espacio entre describir el mapa, resumir los folletos de viajes filosficos, con sus lugares, sus rutas y sus objetos de inters histrico, y ofrecer un ejemplo prctico una lectura, una interpretacin de cmo se puede seleccionar un itinerario y convertir el viaje en tensin heroica, en relajado cinismo, en entusiasmo hagiogrfico, en frialdad protocolaria, en ceremoniosa neutralidad, en superficialidad periodstica, en condena ecunime o apocalptica de juez o de sacerdote, en emocin literaria, en aoranza o esperanza, en postal testimonial o en cuaderno de notas... Cada filosofa, como cualquier otra realidad, histrica o no, es una buena ocasin para recorrer los caminos que otros recorrieron, para vivir su aventura y su vida. Hobbes, que supo entender el pensamiento, la razn, como instrumento biolgico al servido de la maxi- mizacin de la potencia vital, es dear, de la sobrevivenria y la feliddad, sea-

  • PRESENTACIN Vil

    laba que la utilidad del pensamiento, que permita al hombre su dominio sobre los dems seres, consista en que gracias a la imaginacin puede representarse anticipadamente todas las secuencias posibles de una accin, es decir, puede vivir anticipadamente, imaginariamente, los mundos posibles; y, gracias a la razn, el hombre puede calcular, medir y, as, decidir, apostar por un desarrollo con la mayor eficacia. Ya no se trata de conocer el pasado, y mucho menos de explicarlo, de decir su necesidad; se trata slo de vivirlo de la nica forma que nos es posible: imaginariamente. Y no para aprender de la historia como maestra de la vida; solamente para aprovechar y disfrutar de las rutas audaces que otros abrieron en las sombras, en los desiertos, en el silencio, en el ruido, en la cvanescencia, en el caos, etc. Cada uno de los ensayos que aqu incluimos ofrece, junto al oportuno mapa comarcal, un relato biogrfico, una aventura terica del autor, una oferta de to- ring philosophical nformation.

    Y ste era, precisamente, el tercer objetivo que nos propusimos: que cada autor hiciera su lectura de su filsofo, que se dejara ver l mismo, que no se sintiera obligado a sometarse como suele ocurrir en las obras generales a la narracin de las rutas usuales, las de primer orden, las constantemente frecuentadas; sino que, por el contrario, se sintiera libre en su recorrido filosfico. No queramos ofrecer un Aristteles, un Hegel, un Kant... con la imagen media dla resultante de la larga tradicin investigadora; preferamos ofrecer el Aristteles de V. Gmez Pin, el Platino de Cirilo Flores, el Nietzsche de R. Valls, el Sartre de F. Gom, el Galileo de A. Beltrn... Es decir, aspirbamos a que fuera un libro de inters para todos aquellos estudiosos de la filosofa que ya conocen en sus rasgos generales el pensamiento de Bruno, de San Agustn, de Wittgenstein, de Foucault, de Eriu- gena, Bergson, Parmnides..., pero para quienes tendr un indudable inters conocer las lecturas que de los mismos hacen M. A. Granada, L. Robles, I. Reguera, G. Albiac, F. Fortuny, L. Jimnez, J. Marsal, etc... Y aspirbamos conscientes de que, a pesar de estimular una lectura libre, el resultado no sera extemporneo ni extravagante en ningn caso (como ocurre siempre que se trabaja seriamente, es decir, respetando los mritos en ideas y mtodo de los otros especialistas del tema). Ms an, en su conjunto, el libro, con sus tres volmenes, ha resultado francamente acadmico y actual. El Adorno de M. Boladeras, el Loche de A. Gonzlez, el Quine de Acero, o el Husserl de Chacn, como el Platn de Alegre o el Descartes de X. Echeverra, como qualquiera de los otros, son lecturas indudablemente personales, que dejan ver al autor, pero perfectamente en lnea con la visin profesoral que destila la historiografa contempornea de los respectivos filsofos. Si se tomara cosa que no sera exacta el repertorio de colaboradores como muestra de la comunidad de filsofos del pas, habra que concluir necesariamente que en ella domina la prudencia y la distensin. Creemos, incluso.

  • VIII LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    que el libro refleja un cierto talante escptico que merece, a nuestro entender, ser valorado positivamente, pues es el que corresponde a una filosofa sana, es decir, saneada de ese mesianismo que suele llevar dentro cada filsofo, y que le lleva a hablar unas veces como sacerdote y otras como apstol sin Dios. Talante que permite unir en el mismo volumen el discurso de tonalidades heroicopesimistas con el texto de la ms exquisita y relajante erudicin. En suma, invitando a cada autor a que pusiera su diferencia, cumplamos una finalidad; y leyendo el resultado convenimos en que se ha llevado a cabo sin extravagancias.

    Tales eran los propsitos y, como puede desprenderse de las ltimas lneas, estamos satisfechos de los resultados, aunque dejemos al lector la ltima palabra. Estamos satisfechos a pesar de que hemos pagado cierto precio editorial en la falta de uniformidad de los distintos trabajos. Nos referimos a la falta de uniformidad tcnica, pues la falta de uniformidad de mtodo, de enfoque, de contenido, estuvo asumida y deseada en el proyecto. Era inevitable que as fuera. Los autores que han montado su reflexin en perspectivas de biografa intelectual no podan repetirla, aunque fuera condensada en el apndice biobliogrflco; filsofos como Parmnides, que fuerzan ineludiblemente a montar la reflexin en perspectiva his- toriogrfica, determinan efectos semejantes. Sea por el filsofo en cuestin, sea por el enfoque libremente abordado por el autor, deba aparecer una cierta desigualdad, precio que conscientemente estbamos dispuestos a pagar... Y, honestamente, creemos que domina la unidad, aunque en algunos casos restalle con fuerza la diferencia.

    Slo lamentamos las ausencias (que brillan ms en el libro terminado que en el proyecto, sombreando por la necesidad de lmites) Por qu no Schopen- hauer? Y CarnapP Y Kierkegaard? Y el otro?. Quizs por eso, porque haba muchos otros, porque no podramos eliminar la legitimidad de la pregunta. Creemos, no obstante, que todos los filsofos incluidos deban estar presentes, aceptando que tambin otros lo merecen, e incluso conviniendo en que pueda existir un agravio comparativo a alguno de los que ha quedado fuera. Nos conformamos con haber acenado en no haber incluido arbitraria o caprichosamente a ninguno de los que estn. Esperamos que en una futura ocasin podamos ampliar la lista.

    En fin, deseo expresar mi agradecimiento a los profesores F. Gom, R. Valls, M. A. Granada, A. Beltrn, M. Boladeras, F. Fortuny, A. Alegre, L. Jimnez, G. Albiac, J. J. Acero, P. Chacn, I. Reguera, L. Robles, C. Flores, V. Gmez- Pin A. Gonzlez, J. Marsal y X. Echeverra que amablemente aceptaron colaborar con nosotros y que, en conjunto, soportaron el ritmo c hicieron posible este libro.

    Quiero tambin expresar a Albert Viccns, el editor, mi reconocimiento y mi

  • PRESENTACIN IX

    agradecimiento. Mi reconocimiento por la confianza que puso en m, ya que se limit a invitarme a concebir algn proyecto, a aceptarlo sin condiciones y a realizarlo sin limitacin alguna; mi agradecimiento porque puso a mi disposicin cuantos medios fueron necesarios y aport valiosas consideraciones tcnicas. En fin, creo que no actu como editor, pues, aunque parezca extrao, nunca habl de gastos ni de ventas potenciales. Actu como convena: con escrpulos de filsofo.

    J.M.B.

  • j r

    Parmnides, la filosofa en la democracia. Jordi M a r s a l......................... 3

    Platn, el Demiurgo del Ser y de bellas verdades en palabras. AntonioAlegre Gorri ............................................................................................. 27

    Aristteles, el lugar de la diferencia. Vctor G m e \? in ........................... 67

    Epicuro y el helenismo. Miguel A . G ranada ............................................ 105

    Marcus Tullius Cicero, princeps Romae. FrancescJ. Fortuny ................ 137

    Plotino, de la metafsica del ser a fa del sentido. Cirilo Flre\Miguel . . 169

    San Agustn, el conocimiento como premio de la fe. Laureano Robles . . 199

    Johannes Scotus Erigcna, filsofo feudal. Francesc J. F ortuny .............. 257

    Toms de Aquino, telogo antes que filsofo.-1- Laureano Robles ........... 287

    Guillermo de Ockham, la aurora de la modernidad. Francesc J. Fortuny 333

    Giordano Bruno, un reformador. Miguel A . Granada ......................... 371XI

  • Parmnides

  • Parmnides, la filosofa en la democracia

    Jordi Marsal

    1. Introduccin1

    A mediados del siglo V III a. C. se produce en todo el mundo griego una crisis profunda de tipo social, poltico c ideolgico, como consecuencia de las profundas transformaciones econmicas producidas por la aparicin y desarrollo del comercio mercantil. Sintetizando este amplio y complejo fenmeno, podramos afirmar que aparece un nuevo modelo global de convivencia: la polis, un nuevo modelo de relacin poltica: la democracia, y una nueva forma de estructuracin ideolgica: la filosofa.

    En el campo de los modelos de convivencia vamos a asistir al paso del modelo tribal (produccin de valores de uso, relaciones sociales basadas en la familia, visin unitaria y esttica del mundo, etc.) al modelo de la polis (produccin de valores de cambio, relaciones sociales basadas en relaciones individuales de mercado, ruptura de la primitiva visin unitaria y esttica del mundo, etc.).

    En el campo de las formas polticas asistimos a la crisis de la sociedad aristocrtica estructurada jerrquicamente a partir del itax y los hastiis y al advenimiento de una concepcin democrtica estructurada alrededor del concepto de nomos (ley), equidistante de todos los miembros de la comunidad. En este paso aparecen las figuras intermedias del tirano y del legislador.

    1. En la bibliografa se encontrarn las obras fundamentales para un mayor desarrollo de los distintos temas tratados en esta introduccin.

    3

  • 4 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFAS

    En el campo de la estructuracin ideolgica, si la antigua sociedad se expresaba a travs de lo que hemos llamado pensamiento mtico, asistiremos a una nueva forma de comprender la realidad, que responde a la necesidad de ofrecer unas nuevas respuestas a unos nuevos problemas. Esta nueva forma ser lo que hemos llamado filosofa, y a ella corresponde un nuevo personaje que denominamos filsofo. El filsofo primitivo griego es, a la vez, una mezcla de tcnico en la resolucin de problemas materiales, de legislador que ofrece nuevas teorizaciones para regular la convivencia democrtica desde una convivencia aristocrtica, y de pensador sobre la realidad fsica que trata de ofrecer visiones ms o menos globales del universo (cosmos) y de la naturaleza (physis).

    Esta introduccin general nos es necesaria para enmarcar y comprender el contexto en el cual se sita este complejo filsofo que es nuestro personaje: Parmnides de Elca.

    La primera colonizacin griega haba llevado a la aparicin de colonias en las costas de Oriente. (All, estas colonias entran en conflicto primero con frigios y 1- dios y finalmente con los persas, lo que producir la segunda colonizacin desde las costas de Asia Menor hacia el Mar Negro, las costas africanas y el sur de Italia, la Magna Grecia). Una de estas metrpolis del Asia Menor es Focea. Los fo- censes fundan Marsella hacia el 600 y poco despus Alalia en las costas de Crcega. En el 542 Focea cae bajo las fuerzas persas dirigidas por Harpago, y los fo- censes se ven obligados a dirigirse hacia sus colonias occidentales y se asientan en una colonia en las costas corsas: Alalia. Sin embargo, el progresivo asentamiento de griegos en la Magna Grecia comporta fuertes hostilidades con los cartagineses por el Sur y con los etruscos por el Norte. Esta situacin culmina en el ao 535 en una batalla naval frente a Alalia entre griegos y la flota etrusco-cartaginesa. El resultado de la batalla es incierto, pero supone un freno a la actividad griega: a partir de este momento no se fundarn nuevas colonias, y con ello la mentalidad dinmica y emprendedora del colonizador va a verse sustituida por la mentalidad necesitada de orden y estructuracin del comerciante.

    Los focenses abandonan la colonia de Alalia y, tras una breve estancia en Regio, se dirigen a un poblado donde ya se haban asentado entre el 570 y el 565. Este poblado es Elea. Junto con los focenses va tambin un grupo procedente de Posidonia. Esta compleja fundacin de la ciudad tiene su traduccin en la estructura urbanstica de la ciudad. Tres ncleos la componen: la acrpolis (primera fundacin), un barrio meridional y uno septentrional (uno de origen aqueo, otro de procedencia jonia), unidos por una larga va en la que se encuentra una puerta (la Porta Rossa) que separa los dos barrios. Todo esto nos indica que no siempre las relaciones entre ambas comunidades fueron fciles.

    En esta dudad nace Parmnides. Sobre su fecha de nacimiento existen distin-

  • PARMNIDES 5

    tas posiciones: entre el 544-541, entre el 530-520, hada el 515. Procedente de una familia aristocrtica, parece jugar un papel' de importanda en la vida poltica de la ciudad, especialmente en algn momento de tensin entre las dos comunidades, coincidente con momentos de peligro exterior para la dudad, a consecuenda de las distintas alianzas y luchas, entre las dudades de la Magna Greda, en las que juegan un papel importante las comunidades pitagricas, con las que Parmnides parece tener reladones de distinto tipo.

    Como consecuenda de estas luchas las dudades buscan ayuda en las de Greda, y as Elea se orienta hada Atenas. En este contexto se produce, hada el 445, una visita de Parmnides, acompaado por su disdpulo Zenn, a Atenas, donde parece que conoci a Scrates.

    Las ltimas referendas nos lo sitan en Elea, an vivo hada el 436, donde debera haber muerto no mucho despus.

    Como conclusin de los pocos datos que conocemos de la vida de Parmnides y del contexto histrico, deberamos tener presente, para una lectura del poema escrito por Parmnides, los siguientes elementos:

    1) el contexto sodal en que escribe su obra es fundamentalmente complejo: la evolucin de estructuras trbales-aristocrticas-mticas a estructuras polticas-democrticas-filosficas y el asentamiento de una sodedad comercial en un ambiente de luchas contra otros pueblos, entre las propias ciudades griegas y entre las propias comunidades de Elea;

    2) el contexto ideolgico es tambin complejo: por un lado, las ideas que los colonos llevan consigo desde la Jonia (la tradicin fsica jonia); por otro lado, tradidones de pensamiento mtico-religioso (animismo, chamanismo, etc.) que sufren un gran desarrollo especialmente en el orfismo. Al mismo tiempo, elemento importante lo constituye el complejo pensamiento de las comunidades pitagricas de profunda influencia tanto en el aspecto ideolgico como poltico.

    A partir de este marco vamos a presentar las posibles lecturas del poema par- mendeo en sus tres partes: el proemio, la va de la Verdad y la va de la opinin. El procedimiento metodolgico que vamos a seguir se centrar en la presentacin de los anlisis de diferentes autores, estructurados a partir de los tres posibles niveles de lectura del poema en general: 4

    1) una lectura mtico-religiosa2) una lectura urbanstico-poltica3) una lectura metodolgico-ontolgica.

  • 6 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    2. El Proemio del poema2

    En el proemio Parmnides nos narra su viaje en un carro conducido por ye* guas y guiado por las doncellas helades, que tras abandonar la morada de la Noche se dirigen hacia la luz, traspasando las puertas de los caminos de la Noche y el Da, protegidas por Dike. Una vez atravesadas, el viajero es recibido por una diosa que le expresa que su viaje por este camino no es fruto d d azar sino de Thc- mis y Dike, y que ella va a revelarle todo, desde el corazn bien redondo de la Verdad hasta las opiniones de los mortales, sobre las cuales no hay fe verdadera.

    Al leer el proemio, alguien podra pensar que est leyendo una simple descripcin potica sin ningn significado especialmente filosfico. Sin embargo, tanto desde el uso de un vocabulario determinado, de amplias resonancias como vamos a ver, como desde la descripcin propia de este viaje, es evidente que nos hallamos ante algo ms que una simple descripcin. Pero, cmo debemos interpretarlo?

    Leyendo atentamente las diversas posiciones existentes y a partir de una lectura del propio proemio, podemos sealar que, como todo el poema, admite tres niveles de lectura o, si se prefiere, tres tipos de interpretaciones diferentes:

    1) una lectura mtico-religiosa,2) una lectura lgico-epistemolgica, y3) una lectura poltica.Si tratsemos de sintetizar estas tres posiciones, podramos decir que, para la

    primera, el proemio describe una experiencia religiosa, ligada al mundo mtico-re- ligioso de la Magna Grecia; para la segunda, el proemio es la expresin (alegrica o no) de un mtodo para alcanzar el conocimiento verdadero; para la tercera, el proemio es la expresin de una situacin poltica concreta.

    En primer lugar, vamos a exponer ms extensamente las caractersticas de cada una de estas lecturas, a travs de distintos textos significativos de cada una de ellas.

    2.1. Lectura mtico-religiosaEl punto de partida de esta lectura se centrara en que el proemio expresa una

    experiencia religiosa del poeta, una experiencia mstica que se nos narra a la ma-

    2. Los distintos textos que se reproducen o a los que se hace referencia pertenecen a las obras citadas en la bibliografa.

  • PARMNIDES 7

    era de las arcaicas literaturas mstico-religiosas. As, Jaeger afirma: la visin de cette mystrieuse entre au royaume de la lumire est une autentique cxprience religieuse... il faut plutt en chercher l'origine dans la dvotion des cuites a mys- tres et des rites dinitiation. Comme ceux-d taient florissants dans lItalie du Sud son epoque, Parmenide les a vraisembleblemcnt connus; y de esta forma, telle est la signification de rhomme qui sait: cest un homme auquel est accor- de une connaissance dorigine plus leve, un analogue du gnostiqueu ou du myste des rites dinitation religieuse, distinct des non-initis. Esto se une a su concepcin del origen de la filosofa: son origine, lcole philosophiquc nest ren dautre que la forme scularise dune communaut religieuse.

    En este camino han seguido a Jaeger autores como Verdenius o Mansfeld.Esta experiencia religiosa, se halla, como ya seala Jaeger, unida a los ritos de

    iniciacin. As, Thomson nos dice que este pasaje no debe considerarse como una alegora sino ms bien como un relato verdico de una experiencia religiosa que ha revestido la forma tradicional de una iniciacin mstica. Como pitagrico, Parmnides haba sido adiestrado en los deberes de una sociedad secreta que era, a la vez, religiosa y cientfica. De tal forma esto sera cierto que la descripcin grfica del proemio se correspondera a una verdadera ceremonia de iniciacin: todo lo anterior (el proemio) es tomado de los Misterios, el mortal vidente es el iniciado, como en HercUto. La carroza es la carroza mstica de Esquilo, Sfocles, Platn y muchos otros escritores posteriores, tanto paganos como cristianos. Los velos de las Hijas del Sol son los que usaban los aspirantes a la iniciacin durante las ceremonias de purificacin. Una de las partes ms celebradas del ritual eleusino era el momento en que se traan antorchas que iluminaban la oscuridad con sus resplandores, del mismo modo que se encienden las velas a medianoche durante las ceremonias del sbado de la moderna pascua griega. Los portales representan las puertas del santuario interior, dentro del cual se celebraban las ceremonias reservadas a los iniciados del segundo grado.

    Estos rituales corresponderan a toda una tradicin religiosa, de caractersticas msticas, ya sea la tradicin rfica, ya la pitagrica. As, puede afirmar P.-M. Schuhl: Parmenide emprunte la forme de son pome aux rvelations mystiques: cest l ce quil convicnt de reteir tout dabord des discussions qui avaient pour but de prciser sil sagit dune Desente aux Enfers ou dun Voyagc au Ciel... mais les textes ne nous permettent pas de choisir entre les deux hypotheses, entre lesquelles se partagent les rudits; dans ces corditions, on est amen se deman- der si ce nest pas volontairement que Parmenide a evite toute expression qui ne pouvait sappliquer la fois la conception stcllaire que prfrent les pythagor- ciens et la conception infemale de lau-del, qui parat predominer dans lorp- hisme. Sil en est ainsi, ce qui parat fort vraisemblable, les nombreuses tentatives

  • 8 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    faites par les interpretes en vue dune localisation prcise iraient contre les inten- tions mme de lauteur.

    En la misma direccin apunta Zafiropulo, sealando la influencia de la tradicin rfica y de la pitagrica: ceci tant, nous sommes bien de lavis de Burnet... que Parmnide a fort probablement tir la forme de son pome de quelqu'apoca- lypsc orphique du VI* sicle... il semble que, si la premire et la troisime partie du pome sont bties sur rarchalque systme animiste utilis par les orphiques (et par les pythagoriciens), cela prouve premptoirement quil ne peut en aller autre- ment de la deuxime, mme si ces lments y sont moins apparents, aunque sea en un sentido amplio: quand nous parlons de lorphisme nous nentendons pas lespce d Eglise que les historiens de la religin ont btie de toutes pices, mais ce mouvemcnt quelque peu diffus qui, au V IIe et V Ie sicles, correspondit la rc- naissance de la vic religieuse qui avait t moiti etouffe par le naturalismc de lpoque prcdente. Il y eut incontcsteblement en cela une influence orintale fa- vorise par le dvcloppement du commerce, mais cette poque correspondit aussi la monte de elasses sociales nouvelles qui apportaient leurs cuites propres, lcs- quels, concurrencaient cclui, souvent quelque peu formel, rendu au Dieu de la cit. La pousse mystique fit renaitre les mystres locaux et surtout mit en honneur Dionysos et ses orgies. Finalement, il stablit une vic (Bios) orphique avee les interdictions des tabous, des extases et des initiations. Mais le mouvement ne fut jamais codifi, il nest pas part den haut, cest--dire dun rformateur, pour stendre, mais a correspondu une pousse de masse; y en lo que se refiere al pitagorismo: quel peut tre le sens de ce prologue? A notre avis il symbolise sans aucun doute possible linitiation qui tait de rgle dans la secte pythagoricienne, comme dailleurs dans toutes les religions mystres... Pour Parmnide, il nen allait de toute vidence pas ainsi et sil fait dbuter son pome, sommet insurpas- sable du savoir, par une allcgorie reprsentant linitiation, cest prcisment parce que dans les colcs animistes tout cnseignement sans exception se terminan sur le plan suraaturcl et culminait dans un rite initiatique.

    Para algunos habra que aadir a estas tradiciones estrictamente religiosas la tradicin mstica griega, en especial la tradicin hesidea. As, segn Gigon, el momento decisivo es aquel en que Parmnides atraviesa la puerta en que se separa el da de la noche... dintel y umbral son de piedra, y la puerta es llamada dithe- rios. No es ms que la apertura entre el techo celeste y el suelo, el espacio del Caos hesodico que Parmnides presenta como relleno del Eter. La portera es la Justicia... ella es la que vigila para que Helios entre y salga, segn medida, en los tiempos prescritos.

    Tambin se encuentra en la misma lnea Garca Bacca, aunque aqu con connotaciones claramente ontolgicas: el poema ontolgico cae y se verifica dentro

  • PARMNIDES 9

    del primer comps de la ontogenia hesiodiana, en el Caos en cuanto Ser de los seres todos o cosas-en ser; y el poema fenomenolgico surge en el segundo y tercer compases de la ontogenia... Parmnides rehace Hesodo al revs, invierte la Teogonia y se coloca en el momento auroral del Caos en cuanto Caos, del ser-en-in- volucin explosiva... Pues bien: el mtodo de Parmnides y el de Hegcl consiste en volver al Caos, reducir las cosas al Caos, las cosas a ser", al estado de ser, ponerlas en ser.

    Sin embargo, la mejor sntesis y exposicin de esta lectura la hallamos en Bowra. En su artculo hallamos sintetizados los distintos elementos mtico-religio- sos que confluyen en la articulacin y desarrollo del proemio:

    la tradicin de la poesa lrica (Pndaro, Simnides, Baqulides, Alcco, Teognis),

    la tradicin pica, de Homero a Hesodo, el mito de Faetn, el tema del viaje celestial (Aristeas, Epimnides), la tradicin rfica.Y estos temas y tradiciones, con una articulacin propia y original, muestran

    una nueva actitud: It may, then, be admitted that in his Proem Parmnides uses certain ideas and images which were familiar to his time, but he.used thcm for a new purposc, and especially he narrowcd their application to his own sphere of the search for knowledge... It shows that Parmnides views his tack in a religious or mystical spirit... Parmnides regarded the search for truth as something akin to the experience of mystics, and he wrote of it with symbols taken from religin be- cause he felt that it was a religious activity.

    2.2. Lectura lgico-epistemolgicaLa lectura lgico-epistemolgica es probablemente la ms antigua de todas,

    pues se remonta al comentario de Sexto Emprico. Lectura que tambin hallamos en Frnkel. Para Comford: W e need not linger over the allegorical Proem. Par- menides travels on the chariot o f the Sun along a road, far from the beaten track of men, which leads through the gates of Day and Night. Beyond them he is weleomed by a goddess. Her dwelling on the further side of thesc gates must be svmbolic. Light and Darkness are the two chief opposites in the world of mislea- ding appearances.

    Tambin para Gigon Qu quiere decir todo este viaje? En lo esencial no puede haber duda alguna. El camino de la noche a la luz es d camino de la opinin del hombre hacia la verdad... El ser corresponde a la verdad, y la luz representa tambin el ser... La noche representa el no-ser lo mismo que la luz el ser.

  • 10 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    Por su parte afirma Zafiropulo que Parmnide identifie la nuit avec la non- connaissance, d'ou nous pouvons condure, semble-t-il, que le jour, la lumiere, le soleil sidentifiaient avec la connaissance... Cette course de Parmnide cst une course vers la lumirc (ccst--dirc vers la connaissance)... pour arriver ce but le postulant devait d'abord assimiler toutes les connaissances humaines.

    Tambin para Raven describe Parmnides con toda claridad su trnsito del error a la iluminacin y es lo ms probable que, como sugiri Diels, tomara prestada la forma alegrica de la literatura oracular y mistrica. En igual sentido se pronuncia tambin Deichgrber.

    Pero es en Untcrsteincr y en Taran en quienes la posicin metodolgica toma una forma ms original y, a la vez, ms profundizada.

    Para Untcrsteincr il mtodo filosfico n Parmnide rappresenta la base c la sostanza stessa della sua speculazione. La grande novit consiste forse, soprat- tutto, in questa compcnetrazione di mtodo c di pensiero. Che il mtodo pre- senti in relievo singolare salta sbito agli occhi: il proemio... no sono altro che continu variazioni e sviluppi di questo tema capitales. Entonces qu papel juega el elemento religioso en el proemio? La respuesta es clara: Ceno il proemio tutto, pi o meno, lascia trasparire forme religiose, sia quanto al tema, sia per que- 11o che si riferisce alia terminologa e a panicolari situazioni. M a notto che il pensiero greco, proprio nell'epoca di Parmnide, manifesta la tendenza a servirsi dello stile e degli schemi del pensiero religioso, alio scopo di sprimere concetti che religiosi non sono pi. Llega as el elemento central de la interpretacin de Un- tersteiner: la idea de colaboracin entre la divinidad y el hombre: nonostanto che, formalmente, mondo divino e mondo umano rimangano, in questo proemio, sempre distinti, dopo lattaco iniziale e, com logico, via in tutto il corso del poema didattico, il momento umano preverr decisamente: l edos phos determina mediante la sua stessa essenza entro il processo di collaborazione uomo- dio, una specie di metamorfose di daimon in senso razionalistico, do umano nel significato pi elevato della parola. Si pottrebbe quasi dire che, una volta compiu- tosi 1 fenmeno della collaborazione uomo-dio l'uomo trasmette al divino le propric categorie di pensiero. Entonces en qu sentido hay que tomar el relato del proemio?: La via che conduce la dove ce la realta aspaziale e atemporale, poichc determina un viaggio fuori dello spazio e del tempo, c pur essa una via che sta fuori dello spazio e del tempo.

    En el caso de Taran la interpretacin es concisa y sin ropajes artificiales. Es la lectura metodolgica despojada de todo elemento accesorio: As for the mea- ning of the proem, the wording of its text is sufficient to prove that Parmnides did not intend his joumey to be taken as a reality in any sense. W e have seen that Parmnides speaks of his joumey as a repeated experience... it is necessary to give

  • PARMNIDES 11

    their full vale to these expressions and infer that the proem is not a reftrence to a speciic occasion. This exeludes the possibility that the revelation is an actual experiencc... The reason behind Parmnides decisin to put his doctrine as a rc- velation coming from a nameless goddess was his desire to emphasize the objccti- vity of his method... But once Parmnides had dedded to express his truth as a divine revelation, the natural thing to do was to use the language and meter of d- dactic epic.

    2.}. Lectura polticaUna lectura poltica del proemio no ha sido frecuente y, cuando se encuentra,

    acostumbra a tener un carcter parcial: se seala una interpretacin poltica de algn elemento aislado del proemio. El papel definidor de la presencia de hippoi kat arma, la funcin de embajador realizada por Parmnides, etc. En algunos casos, se ha centrado la interpretacin en los elementos jurdicos del proemio; as E. Wolf: thmis come dilf sono tutte duc di origine divina... piuttosto davanti al greco di questepoca il diritto, che per lui evidentemente divino, si scinde secondo i due grandi mondi politid...: il mondo della nobilt e il mondo della polis.

    Se puede sealar que el espacio que reflejaba el proemio no era una espacio irreal, sino que se trataba de una descripcin de la ciudad de Elea, con la presencia de dos comunidades, en tensin entre s, unidos sus dos ncleos por un camino en el que se abra una puerta. A. Cappizzi ofreca una aproximacin poltica general al proemio que podra centrarse en las siguientes hiptesis:

    1) el proemio describe la estructura urbanstica de la ciudad de Elea,2) el viaje narrado refleja un viaje real, realizado por Parmnides en su cali

    dad de hombre poltico,3} el motivo del viaje era conseguir la reapertura de la puerta, cerrada por

    una de las comunidades, debido a tensiones entre ellas, viaje que era culminado por el xito.Extendindonos en cada uno de estos puntos se encontraba:l ) Los elementos descritos en el proemio coincidan con los restos ar

    queolgicos y el conocimiento de la ciudad. Estos elementos eran:4a) la existencia de tres ncleos de poblacin (asH),

    b) la existencia de un camino de unin a travs de los tres ncleos (kata, patita, asli), camino de difcil trnsito, bordeado de chopos silbantes (malakoist) por el viento, y que iba de la parte umbra a la parte solana.

  • 12 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    c) la existencia de una fuente, dedicada a la nimfa Velia, por lo que el camino se conoca como el odos daimonos,

    d) la existencia de una puerta (pylai), cuyos restos conservados coinciden con la descripcin que realiza Parmnides, puerta que se cerraba en la direccin de acuerdo con el sentido del viaje de Parmnides (es decir, posean las llaves los habitantes del ncleo sur).

    2) La situacin poltica de Parmnides le convierte en embajador para tratar de conseguir la apertura de la puerta cerrada, por los motivos que despus sealaremos. La actuacin de Parmnides es paralela a la de otros legisladores-mediadores que existen en esta poca, como Ze- leuco en Locro o Carandas en Regio.

    3) Por qu estaba cerrada la puerta? Capizzi aventura dos hiptesis: una prima ipotesi quella del conflitto tra due nuclei etnici diversi costitucnti la tt : situazione non nuova delle colonie greche... pi probabile la seconda ipotesi, una secessione della plebe analoga a quella delTAventino... lepisodio romano, del resto, non era un caso isolato: le citt greche ne conobbero certamente molti analoghi.Por qu se produce el viaje? Por qu triunfa en su embajada? Qu significado tiene este triunfo? Cmo se refleja en el poema?... Capizzi responde: la potenzas siracusana domina dunque questa ultima parte del proemio (lesordio del discorso della dea)... Annibale era alie porte, le vecchie contese dovette farc leva sulla paura per ottencrc la- pertura della porta ai fuorusciti c il costituir-si delTunit, dell'altra dovette calmare quella paura con la promessa di un governo non infe- riore per qualit (anche se nccessariamente inferiore nci riconosci- menti) a quello siracusano, e capace quindi di far fronte al pericolo se lunit fosse stata effettiva. II discorso della Giustizia, iniziatosti con una proposta politica, non si esaurisce nel proemio.

    3. La va de la Verdad1

    Una vez el poeta ha llegado ante la diosa, sta se dispone a exponerle su mensaje sobre los posibles caminos de acceso al conocimiento de la realidad. Dos vas posibles parecen abrirse: una va errnea que siguen la mayora de los humanos y 3

    3. La mayor extensin dedicada al proemio y a la va de la opinin (temas tradicionalmente considerados de menor importancia), frente a la de la va de la Verdad, es de-

  • PARMNJDES 13

    una nica va verdadera de conocimiento de la realidad, que va a ser descrita a travs de sus cualidades.

    La va de la Verdad se nos aparece a la vez como un mtodo de anlisis y deduccin que el hombre debe seguir y como una descripcin de la realidad, cuyas caractersticas aparecen como consecuencia del mismo mtodo.

    Para muchos, nos encontramos por primera vez en la historia del pensamiento con el nacimiento de una lgica racional y tambin con la aparicin de la ontologa. Frente al pensamiento dinmico y dialctico de Herdito se nos propone una concepcin de la realidad esttica y deductiva.

    Sin embargo, las lecturas de esta va tampoco son uniformes, y los autores nos proponen diversas interpretaciones, ms o menos parciales de esta parte del poema. Y como antes veamos en el proemio, podemos sintetizarlas en los mismos tipos.

    5.1. Lectura mttco-religiosaPara Jaegcr, la descripcin del Ser no estara alejada de la descripcin de la

    divinidad; as estos predicados muestran claramente la direccin en que se mueve el pensamiento de Parmnides: ste tiende a alejarse del mundo del Devenir hacia un Ser absoluto... En rigor, se parece mucho ms a la pura forma de aquella idea en que haba tenido su raz toda la investigacin filosfica anterior: la idea de la existencia eterna como base de todo conocimiento. Los milcsios haban encontrado esta existencia eterna en su primer principio, al que proclamaron divino. Anlogamente pone Parmnides en contraste su ente con el mundo de las ilusiones de los mortales y predica su evangelio como una revelacin de la diosa de la luz, una figura puramente teolgica, introducida para hacer resaltar la importancia del verdadero Ser.

    Thomson, por su parte, tambin nos pone en evidencia otros elementos claramente mticos de la va de la Verdad: la presencia de los no-videntes frente a la revelacin divina nos dirige a los Misterios y sus iniciaciones; la concepcin monista, inmvil del ser, se identifica claramente con la concepcin mtica de la realidad.

    Esto nos remite a otro elemento tpico del pensamiento mtico: la identificacin entre el smbolo y lo simbolizado, entre pensar-decir y existencia; y as aparece en el fragmento 3, que, por otra parte, ha recibido dos tipos de interpreta

    ndo precisamente al hecho de que, por ser considerada como la parte principal, ha sido ya ms ampliamente tratada en la mayora de obras.

  • 14 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    cin: 1 .* la posicin idealista, segn la cual se atribuira a Parmnides la idea de que el pensar determina lo que es real y lo que no es real, lo que existe y lo que no existe, y 2.a la posicin realista, segn la cual solamente se podr pensar lo que precisamente es real, slo lo existente es pensable.

    Por otra parte, los campos semnticos que se utilizan en esta va pertenecen tambin al lenguaje religioso de los misterios: as, el propio concepto de aletheia, el campo peitho-pistis-apafilos, la identificacin de physis dike. etc.4.

    3.2. Lectura metodolgico-ontolgicaDesde esta perspectiva, uno de los anlisis ms interesantes es el que parte del

    anlisis del lenguaje griego, de su uso del verbo tinai, tal como ha realizado exhaustivamente Calogero. As, en este contexto, surgiran los usos de Parmnides que, a travs de una reflexin a partir del lenguaje, habra llegado a la formulacin del Ser. As, 1. la estructura de la va de la verdad se planteara a travs de los usos lingsticos del verbo einai y de la negacin, dentro de unas estructuras arcaicas de pensamiento; as, 2. la multiplicidad de presencias de einai permitira una hipstasis para llegar a lo comn que se expresa en el to eon o en el ta eonta y 3. se sumira una estructura lgico-ontolgica que se podra sintetizar en el siguiente esquema:

    Lenguaje Lgica RealidadEimi - verdad -* existenciaouk. -* falsedad -* no existencia

    Por otra pane, para Untersteiner la va de la verdad debe entenderse en un sentido metodolgico que lleva a la afirmacin de un sistema ontolgico: lessis- tenza di eon sempre subordinata, gnoseologicamente sintende, al mtodo, que se desarrollara en tres fases: la del odos, la del noos y la del logos. Y este proceso progresivo del mtodo llevara a la construccin del ser.

    Las interpretaciones estrictamente ontolgicas van desde las que sitan en la va de la verdad el origen de la metafsica o interpretan el ser desde posiciones existencialistas (Hcidegger o Reizler) hasta aquellas, como en Zeller o Burnet, que la interpretan como continuacin de la bsqueda de la materia de la que est formada la Realidad, en la tradicin jonia, llegando Burnet a calificar a Parmni-

    4. Vid. la interesante obra de Marccl Detienne, Les mattres de viritdans la Grice archa- que, F. Mspero, Pars, 1973.

  • PARMNIDES 16

    des como padre del materialismo, o aquellas, como en Natorp, Gomperz, etc., que afirman la inmaterialidad del ente parmendeo.

    } .} . Lectura polticaPara algunos autores, como Thomson, la va de la Verdad y la descripcin

    del Ser son reflejo de una sociedad o un modelo social que el autor propugna para Elea. As, la idea de un ser eterno e inmutable sera expresin del ideal aristocrtico de unos valores eternos e inmutables y de una sociedad en la cual hay un lugar para cada cosa y cualquier cambio supondra un desorden con la consecuente necesidad de reestablccer el orden primitivo, papel que jugara Dike, entendida as como identificacin con el orden natural {physis) y con la Tradicin.

    Sin embargo, la interpretacin poltica ms concreta y detallada la hallamos en Capizzi. Ante el peligro exterior de los cartagineses (que hablan una lengua incomprensible, un discurso dudoso), debe reestablecerse la unin entre las dos comunidades de Elea, y este ideal, este modelo se traduce a nivel poltico en una ley (que Parmnides habra redactado como legislador) y su justificacin terico- idcolgica, que sera la caracterizacin del Ser como modelo de polis, aunque con el contenido aristocrtico: as los predicados de homogeneidad,-estabilidad, etc. 4

    4. La Va de la Opinin

    As como en el caso del proemio y de la va de la Verdad disponemos de una mnima cantidad de versos continuados, en el caso de la va de la Opinin solamente disponemos de unos pocos versos dispersos y de testimonios de otros autores. Este hecho dificulta un anlisis global y coherente de la visin de Parmnides, pero, por encima del simple enunciado de temticas tratadas en esta va (conocimiento, astronoma, concepcin del universo, embriologa, teologa, etc.), debemos preguntamos: qu papel debe concederse a la va de la Opinin en el conjunto del poema parmendeo?

    Muchas y diversas son las respuestas posibles a tal pregunta, y, de hecho, muchas se han dado. La interpretacin general que se haga del poema condiciona la lectura parcial de la ltima parte. Tratando de^sintetizar las distintas lecturas realizadas de esta va, se podran agrupar en los siguientes apartados:

    1) lectura histrico-gentica,2) lectura doxogrfica-polmica,3) lectura hipottico-fenomenolgica,4) lectura gnoseolgica de Reinhardt,

  • 16 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    5) lecturas (Mitolgicas contemporneas,6) lectura poltica.

    4.1. Lectura histrico-genticaLos elementos centrales de esta lectura estaran en:a) la radical distincin y oposicin entre las dos vas,b) las dos vas corresponden a dos momentos distintos del pensamiento par-

    mendeo,c) la va de la opinin refleja sus primeras opiniones, sean de origen jonio,

    sean de origen pitagrico,d) la posicin del propio Parmnides ante las opiniones de esta ltima parte

    seran radicalmente negativas y crticas.Los principales defensores de tal lectura los encontraramos bsicamente en

    Nietzsche, E. de Marchi, A. Faggi, A. Frcnkian y P. M. Schuhl.As en palabras de Faggi la dottrina delTEsscre fu in Parmenide il frutto di

    una riflessione matura; nellet giovanile egli cred, come tutti gli uomini, a quel mondo dcHopinione che costituisce la seconda parte del suo poema. N pot forse mai dimenticare del tutto le dottrine dualistiche, che in quelTet aveva ap- preso alia scuola pitagrica... si potrebbc credere che Parmenide come il Leo- pardi, non potesse fare a meno di tornare con qualchc compiacenza ai dolci in- ganni della sua prima eta.

    Sin embargo, existen fuertes argumentaciones en contra de esta interpretacin:

    a) difcilmente pueden entenderse en boca de la propia diosa, que dice la Verdad, unas descripciones que seran radicalmente falsas,

    b) en el fragmento 1, w . 28-30, la diosa ha expuesto que para conocerlo todo (pauta pythesthai) debe tambin conocerse brofon doxas,

    c) desde el punto de vista terico atetheia y doxa no aparecen en el poema como dos fases cronolgicamente distintas dentro de una teora epistemolgica, sino formando una articulacin que no se define cronolgicamente sino por grados de seguridad.

    4.2. Lectura doxogrfica-polmicaSegn esta lectura debera entenderse la va de la opinin como:a) una descripcin de las teoras anteriores a Parmnides, de la misma forma

  • PARMNIDES 17

    que ms tarde Aristteles preceder sus propias teoras de las teoras de sus antecesores,

    b) una crtica a estas concepciones anteriores, que son errneas frente a la teora verdadera expuesta por el autor en el poema.

    Se sitan en esta lnea autores como Diels, Kinkel, Nestle, Capelle, Burnet y Levi.

    As afirma Lev! lidentificazione fatta da) Burnet apparc giusta, sicch, si deve ammettere che la teora della doxa essenzialmente lcsposizione della cosmologa dei Pitagorici... Bisogna osservare che la concezione di Parmenide si contrapponeva sia alie opinioni non scientifiche della coscienza comune, sia a que- Ue dei pensatori contemporanei (i Milesi, Pitagorici, Eradito) che avevano cos- truito sistemi cosmologici... Solamente la cosmologa dei Pitagorici era esplicita- mente partita da due principi contraposti, Tuno dei quali, il vuoto, coincideva col Non-Essere... Appunto pcrci occorreva che questa dottrina esposta in modo par- ticolare, nclla sua intima struttura: infatti, chi fosse stato sicuro della falsit delle sue premesse, avrebbe visto in ogni sua determinazione una conseguenza dclTe- rrorc iniziale.

    Tambin frente a estas interpretaciones cabra argumentar en contra:a) la exposicin de la doxa no es puramente negativa y crtica, y no parece

    tener un carcter histrico, sino que en alguna forma tiene en boca de la diosa un cierto carcter normativo,

    b) igualmente es difcil aceptar con Diels un supuesto carcter ironizante al modo de Platn, pues hasta l no encontramos este tipo de recurso.

    4.3. Lectura hipottica-fenomenolgtcaSegn descripcin de Reale, esta lectura podra caracterizarse como la dot

    trina esposta nclla doxa rappresenta secondo Parmenide l'ipotcsi pi coerente e compiuta, posto que questo mondo abbia o che a questo mondo si debba attri- buire (sia pur da un punto di vista relativo, inferiore, errneo) una qualche fenomnica realt; o anche: ammesso il punto di vista dualistico (punto di vista, ov- viamentc, errneo per Parmenide, ma che conforme al mondo comune di vedere d certi filosofi), fesposizione della dxa nc mostra le necessarie c coerenti conse- guenze, e cio rappresenta le coerenti conseguenze che si hanno a partir da quellammissione.

    Con distintas variantes se encontraran en esta lnea autores como Albertelli, Brentano, Th. Gomperz, Patin, Kranz, Wilamowitz, E. Meyer, Lortzing, Win-

  • 18 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    derlband-Gaedeckemeyer, Linckc, Khnemann, Mcdicus, Comford, Coxon, Ra- ven, Pasquinelli, Verdenius y Minar.

    Albertelli, por su parte, distingue dos posibles interpretaciones:1) Parmenidc attribuisca al modo della sensibilita... una sua realt per

    quanto fenomnica, e che quindi si proponga di delineare una conezione di esso che, pur essendo da un punto di vista assoluto, scientifico, insoste- nibilc, tuttavia, da un punto di vista relativo abbia una sua logicit e siste- maticit e si present di conseguenza, di fronte alie altre spiegazione, come lipotesi pi coerente e soddisficante,

    2) Parmenide nella sezione dedicata alia doxa ha voluto delineare quella, che ammesso il punto di vista dualistico... che proprio delTopinionc co- mune legata all apparenza sensibile, doveva essere lgicamente e coercnte- mente la spiegazione delTuniverso.

    Para Brentano, Parmnides se ve obligado a apartarse de la visin unitaria de la realidad, pues los sentidos presentan una imagen mltiple de la realidad, y para explicar la multiplicidad que nos muestran los sentidos debe recurrir a una hiptesis dualstica que explique los fenmenos, hiptesis que para Brentano est ligada a la tradicin jonia.

    Para Th. Gomperz la explicacin de la va de la verdad no resulta suficientemente satisfactoria para explicar el reconocimiento que llega a travs de los sentidos; asi, traducindolo a un lenguaje moderno postkantiano, lo que propone Parmnides es:

    1) distinguir entre un conocimiento sensible que nos aporta un mundo fenomnico, frente a un conocimiento puramente racional que nos aporta un mundo necesario y analtico, y

    2) afirmar la validez de un conocimiento subjetivo y relativo que define nuestro mundo propio frente al mundo de los otros.

    Para Kranz, en la va de la opinin hay que considerar que:1) la explicacin que nos ofrece es la mejor teora posible para explicar el

    mundo fenomnico en el mbito de los lmites de la propia experiencia humana,

    2) la falsedad de la explicacin lo es solamente en relacin a la diosa y al plano superior que representa (racionalidad), pero desde el plano humano no encierra falsedad. En trminos epistemolgicos desde el plano de la razn es una explicacin incorrecta, desde el plano de la sensibilidad es correcta,

  • PARMNIDES 19

    3) la doctrina que expone Parmnides est tomada de los pitagricos, pero l la ha articulado de una manera propia original.

    En opinin de Comford hay que considerar que:1) mientras la va de la verdad establece los atributos de la realidad (ser)

    desde el punto de vista de la cantidad, la va de la opinin los establece desde el punto de vista de la cualidad,

    2) el origen de la afirmacin de estas cualidades (sensibles) est en el lenguaje humano, pues como afirma el fragmento 9, son los humanos quienes han dado nombres, siendo as que el uso de sustantivos distintos ha obligado a reconocer sustancias distintas.

    Frente a esta interpretacin la crtica ms fuerte ha procedido de autores como Schwabl y Untersteiner, que veremos ms adelante, los cuales a partir de bases filosficas y filolgicas han tratado de mostrar que no hay que confundir la doxa permandea con las opiniones erradas de los mortales, con lo cual las vas seran tres y la crtica de la diosa se centrara en las falsas opiniones de los mortales y no en las teoras que explica Parmnides en esta parte del poema.

    4.4. La lectura gnoseolgica de ReinbardtLa interpretacin que propone Reinhardt es una interpretacin de tipo gno-

    scolgico, fuertemente impregnada de sentido kantiano, y cuyos elementos centrales sern: 1 2 3 4

    1) la va de la opinin no puede ser una simple hiptesis, ya que no puede ponerse en boca de la diosa parmendea simples hiptesis explicativas de los fenmenos,

    2) las vas que propone Parmnides son las posibilidades del pensamiento; y esto a partir de unos presupuestos:a) el ser esb) el ser no esc) el ser y el no ser son (a la vez.),as mientras la va de la verdad muestra el camino del ser es, la va de la opinin muestra el camino de ser ^ no ser son, mientras que la segunda posibilidad (el no ser es) es la contradictoria e impensable;

    3) en la va de la opinin ser y no ser equivalen a luz y oscuridad,4) el error est en la mezcla de ser y no ser (es decir luz y oscuridad), y la va

    de la opinin muestra las consecuencias que se siguen de ello.

  • 20 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    4 .. Las lecturas ortolgicas contemporneasEntre las rcintcrpretaciones intentadas en los ltimos aos destacan las de H.

    Schwabl, M. Untersteiner, Mansfeld, entre otras, especialmente algunas de tipo existencialista.

    El punto de partida de Schwabl es el anlisis lingstico de 8, 53-54, que traduce como:

    as, pues, ellos decidieron dar nombre a dos formas, de las cuales una unidad no es necesaria; en este punto han cado en error

    Para llegar a esta traduccin Schwabl critica la interpretacin de Aristteles en la Metafsica de morphai como causas o principios, asimilando luz al ser y oscuridad al no ser. Frente a ello Schwabl mantiene:

    1) el ion del verso 5 4 no puede entenderse como partitivo, sino como colectivo, as (dn man debe entenderse como unidad de las dos formas,

    2) tanto la luz como la oscuridad existen, son ser,3) el error de los humanos est en creer que no es necesaria una unidad entre

    ellas,4) frente a este error hay que reconocer el ser como unidad de contrarios,5) as el poema tratara tres puntos:

    a) el ser y la verdad,b) la autntica y vlida esfera de las apariencias, la verdadera opinin,c) la concepcin falsa de los fenmenos,

    6) as, la doxa de Parmnides (la opinin verdadera o correcta) es una continuacin (y no una oposicin) de la verdad.

    As, las dos vas del fragmento 6, ambas condenadas, no son la verdadera opinin y la falsa opinin, sino los dos aspeaos que toma la falsa opinin: expresada a travs de las opiniones populares o expresada a travs de las opiniones de los filsofos.

    Por su parte, Untersteiner toma tambin como punto de partida la existencia de tres vas, as, existe la va de la doxa, errada, y la va de la doxa, correcta, que forma parte de Pnica via dellalletheia e della doxa. Esta oposicin se expresa en la oposicin entre las gnomai del verso 54 y las doxai broteiai: qui si pa- lesa lopposizione fra le doxai broteiai esprimente la realt e le gomai che sosten- gono il dualismo: infatti mentre per aquesta concezione si ha lantitesi di phlogos aitberion pyr che m byton con nux, secondo la doxa al contrario pbaos e nyx sono isa amphotera, qualitattivamente eguali.

    Y la relacin entre la va de la verdad y la de la opinin es una cuestin de tiempo: le doxai si attuano nella temporalita, pur essendo questa presenzialit.

  • PARMNIDES 21

    realta; sotto tale aspetto si pu dire che ton c a un tempo esistente e presente... Ecco il problema della doxa: il reale nella temporalit.

    Mansfeld. a partir del anlisis filolgico de Schwabl, interpreta la relacin entre ser y no ser como una disyuncin lgica, a partir de la cual se desarrolla la va de la verdad, mientras que la oposicin entre luz y oscuridad es una pseudo- disyuncin y a partir de ella se desarrolla la va de la opinin.

    4.6. La lectura polticaDentro de la interpretacin poltica general que A. Capizzi realiza del poema,

    interpreta doxa en el sentido de la fama che le cose hanno presso i mortali, doxa que en el proemio era di natura poltica y que aqu si tratta della fama che godono presso i mortali (e cio presso il popolo di Velia) non i cap politici e militari, ma gli scienziati e le loro opinioni (gnomat). Desde esta perspectiva, la va de la opinin sera una muestra di tolleranza e di comprensione (di dialogo, diremmo oggi) verso le false scienze, che, per il solo fatto di godere buona fama in citt non possono venir trascurate dal legislatore ma anzi vanno conosciute alia loro fonte (la medicina a Crotone, 1astronomia a Mileto); esta posicin frente a las gtimai estara provocada porque personalmente Parmenide, cultore di semntica e di lgica, educato da Senofane al ragionamento e da Aminia al dispiezzo del mondo cstcrno, non doveva amare molto le scienze cmpirichc; ma, come legislatore, doveva in qualche modo tenere conto della loro esistenza in cuanto cose che godevano una certa fama nella comunit da governare; per- ci, pur mettendone in evidenza lerrore di base (Puso dei nomi), ne esplora i contenuti, e vuole che lelenco di tali contenuti sia completo, in modo che le leggi che sta elaborando tengano conto di tuto.

    La significacin de esta muestra de tolerancia puede, o bien ser una muestra de pragmatismo poltico por parte del legislador aristocrtico, que pacta con la faccin popular de la ciudad, o bien poner en cuestin el carcter aristocrtico de la constitucin de Parmnides, y en este ltimo sentido se pronuncia E. L. Minar, quien tambin centra su lectura de la va de la opinin en la relacin entre doxa y poltica.

    Para Capizzi, debe descartarse que las teoras que refleja el poema pertenezcan al propio Parmnides, sino que reflejan ideas extendidas, que gozaban de fama y prestigio entre los habitantes de la ciudad: las doctrinas astronmicas procedentes de Mileto, en especial las de Tales y Anaximandro, y las doctrinas mdico-biolgicas, procedentes probablemente de Alcmen.

    La fama de Tales entre los elatas deba ya proceder de la fama que gozaba entre los focenses, fundadores de Elea, ya que Focea fue un poco la ciudad piloto

  • 22 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    de la poltica jonia, y la actividad de Tales, como sabemos, fue, a la vez, una actividad cientfica y poltica. Capizzi cree encontrar algunas ideas que claramente deben proceder de Anaximandro (la doctrina de los contarios, la teora de las coronas de fuego) y de Anaxmenes (la contraposicin astros de fuego/cuerpos oscuros, la luz de la luna como reflejo).

    Por otra parte, en la ciudad de Elea exista una escuela mdica, e incluso, debido a algunas inscripciones, algunos autores han mantenido la tesis de la pertenencia de Parmnides a tal escuela. Sin embargo, la opinin de Capizzi se inclina por suponer que eran las ideas procedentes de Alcmen, mdico-bilogo, especialmente centradas en la teora del equilibrio entre las partes y miembros constituyentes del cuerpo.

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    Textos y ediciones de ParminidesKranz, Diels W .: Die Fragmente der Vorsobratiker, Wiedmann, Berln, 1903. Ediciones

    posteriores fundamentales son las ya citadas de Untersteiner, Taran y Bormann.

  • Platn

    A mis padres, para quienes vivir bien es el mismo concepto que vivir honradamente y con justicia (Critn, 48 b).

  • Platn, el Demiurgo del Ser

    y de bellas verdades en palabras.

    Antonio Alegre Gorri

    1. A modo de introduccin

    Captar, degustar, proclamarse a favor o rechazarla, comprender, en suma, la filosofa de Platn implica una hermenutica que fundamentalmente requiere caminar en dos direcciones: histrica la una, la otra lingstica. Se necesita un enorme esfuerzo, as como amplios conocimientos, para entender el tejido, el contexto del que emerge la tal filosofa, y tambin para aprehender los halos semnticos de la lengua griega, tan distinta de la nuestra. Deberemos, pues, clarificar ambas cuestiones. A veces, a pesar de machaconas insistencias abstractas y tericas, se olvida la influencia que la lengua ejerce sobre la manera de pensar. Y la lengua griega se distingue por su inteleclualismo*.

    E. R. Dodds se refiere al hbito de explicar el carcter o la conducta en trminos de conocimiento, a propsito del primer poema en griego, la Ilada1 2.

    Tampoco conviene olvidar la influencia fortsima de la religin con sus ritos y su lenguaje en la concepcin de la verdad. sta era, a la par, revelacin y descubrimiento tras una investigacin. La verdad consista en des-velar lo oculto. El mrito de Heidegger radica en haber hecho coincidir la filosofa con la historia. Dos autores, Cornford, en From Religin to Philosophy, Cambridge, 1912, y Nor- den, en Agnostos Tbeos, Leipzig/Berln 1898, llegaron a la conclusin de que la

    1. H. D. F. Kitto, Los griegos, Buenos Aires, Eudeba, 1980, pgs. 36-37.2. E. R. Dodds, Los griegos y lo irracional, Madrid, Alianza, 1980,2 pp. 29-30.

    27

  • 28 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFAS

    filosofa griega hunde sus races en las viejas religiones del cercano oriente. Los legmena de los misterios eleusinos y los hieroi logoi rflcos muestran que la verdad, que es asunto religioso, slo puede ser conocida por los iniciados. Comienza ya la dialctica concesin-conquista. Lo mismo sucede en cuanto al estilo: la dialctica de los contenidos se manifiesta en un estilo dialctico. Contenido y forma son idnticas caras de una original realidad, en este caso litrgica. En parte, la filosofa fue un desarrollo de este modelo litrgico, y desearamos citar tres hitos ejemplificadores de lo que decimos, a saber, Herclito, Parmnides y Platn3. Para el Acadmico la dialctica es un expediente lingstico mediante el cual, a travs de antitticas opiniones, se manifiesta la verdad en la medida de lo posible. En la medida de lo posible quiere decir: como en el caso de la religin, la ra%n dialogada no es capaz de arribar a la verdad total. As, la dialctica deviene necesario proemio de la verdad que est en otra parte, en la otra vida. G. Thomson4 persigue este estilo litrgico a propsito de Herclito y las influencias que tuvo en el fundador de la retrica, Gorgias de Leontini. Explica luego cmo produjo una gran impresin en sus contemporneos atenienses, segn lo comprobamos por el discurso que Platn pone en boca de Agatn en el Simposio,5 y muestra las amplias incidencias en Platn, Jenofonte, Iscrates, Demstenes y Tucdides, para reaparecer en el nuevo Testamento y en la liturgia bizantina6. No es que Herclito fuese el padre de este estilo, sino que la alternativa es aceptar que todos dependen de una fuente litrgica comn. Gorgias y sus antecesores realizaron en la retrica lo que Estescoro efectu en la lrica coral: se posesionaron de la vieja forma litrgica, la despojaron de su marco ritual y la secularizaron como una forma de arte7. Si leemos con atencin a Herclito en sus fragmentos y el Proemio del Poema de Parmnides, veremos cmo esa forma religioso-litrgica adquiere un contenido filosfico. Es difcil pensar que ello sucediese de manera inconsciente. El hermetismo de Parmnides requiere una exgesis y una hermenutica profundas para detectar la intencionalidad, pero Herclito la muestra palmariamente. Otra de las variables que hay que tener en cuenta para la comprensin cabal de la filosofa platnica es la peculiaridad de la polis griega, es decir, el es-

    3. Sugerimos la lectura pormenorizada de los fragmentos de Herclito: Kirk & Raven, Los filsofos presocrdticos, Madrid, Gredos, 1974.

    4. G. Thomson, Los primeros filsofos, Buenos Aires, Ediciones Siglo XX, 1975, pp. 1 52-1 53.

    5. G. Thomson, op. cit., pg. 153.6. Cfr., por ejemplo, la Primera Epstola a los Corintios, 6, 2.7. G. Thomson, op. cit., pg. 154.

  • PLATN 29

    paci poltico-histrico. No voy a extenderme en lo que la polis significa, ya que otorgo al lector el beneficio de un cierto conocimiento de tal institucin,* pero s me detendr en ciertas particularidades. La polis, palabra intraducibie so pena de cuartear en mil pedazos el halo semntico global de la misma, con ser una institucin estatal y jurdica, era mucho ms. Ello nos ser en parte comprensible a las mentalidades modernas si pensamos por un momento en una democracia directa de una ciudad o pueblo de pocos habitantes. Cuntos? Los necesarios para que funcione una democracia directa8 9. Al participar todos en la cosa pblica, la polis y sus asuntos afectaban a toda la poblacin de ciudadanos, se trataba de algo comn. A ella le dedicaban la vida y ella era la magistra vitae. De ah el aspecto pedaggico que posea, entraable, si se me permite usar tal vocablo. No exista ni poda existir esa separacin entre Estado y ciudadanos patente hoy en da. Separacin que actualmente, aunque vivamos en la ms perfecta de las democracias, es vista como enemistad. La mala Moira negra del Estado: he aqu una expresin bastante feliz. Por qu feliz para el hoy? Para mi que todava creo en la vieja eterna teora marxista de la separacin de clases, porque el Estado es, al menos en los pases capitalistas, Estado de clase. Pero tambin lo era entre los griegos, se podr objetar. Y nada ms cierto. No me extender sobre este punto. Slo remito a los libros V III y IX de la Repblica de Platn, donde el Acadmico ha mostrado con sagacidad insuperable lo que suceda polticamente en el sentido poco ha apuntado, as como las causas y esencia de tales polticos eventos. Pero la enorme diferencia entre la polis griega y el Estado actual radica en el tecno-buro- cratismo. Entonces no exista y hoy es la esencia del Estado. Esencia que se nos escapa y oculta y que para los tejedores de la misma se torna en sutil medio de represin. Kitto ha definido la polis de los griegos como el Estado de los aficionados. Hicieron los helenos de ella un cosmos racional, superador de formas de vida preexistentes, y ella se torn el nico modo de vida concebible para los griegos. 10 La Asamblea era la quintaesencia de ese hacer y de ese participar. Isomor- fismo autoformador sera la expresin ms adecuada para mostrar las dialcticas relaciones entre individuo y Estado.

    8. Cfr. Vctor Ehrenberg, L tatgrec, Pars, Francois Mspero, 1976 y H. D. F. Kitto,Los Griegos, Eudeba, Buenos Aires, 1980. *

    9. Sobre estadsticas de poblacin vase el mencionado libro de V. Ehrenberg.10. En el cap. V de la mencionada obra de Kitto, ste lleva a cabo un minucioso anlisis

    de la palabra polis, al hilo de testimonios de Antgona de Sfocles, los Acamienses de Aristfanes, Edipo de Sfocles, pasajes del orador Demstenes, la Oracin fnebre de Pericles, etc.

  • 30 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFAS

    La polis estaba hecha para el aficionado. Su ideal era que cada ciudadano...desempeara su papel en todas sus mltiples actividades11.Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que el proceso acab con la polis. Y

    en este contexto hay que situar la filosofa de Platn. Muchas veces se ha dicho que la filosofa platnica es fundamentalmente poltica. Se trata de un aserto cierto, y al hilo del mismo intentare desarrollar todo el sistema platnico. Vaya por delante que el Acadmico escribi miles de cosas, y ello es lo que produce perplejidad al lector moderno, que encuentra dificultades en ver el hilo de oro conductor de todo el sistema. Ese hilo de oro es la vertiente poltica. La filosofa platnica intenta ser una filosofa poltica para detener el desmoronamiento de la polis, mas, paradjicamente, el Acadmico se erige en destructor de la misma. Y la filosofa del poeta-filsofo supone la utilizacin de un amplio, complejo y sutil mtodo de conocimiento es decir, filosofa en el sentido estricto, acadmico del trmino para su finalidad poltica. Hay que tener en cuenta que para disear ese mtodo cognoscitivo realiz un repaso al status de las ciencias y teoras filosficas de su poca y precedentes, as como al de ciertas concepciones religiosas que las incorpor a su sistema, transformndolas. El desarrollo de estas ideas nos dar una difana visin del autor y su obra12. Observa Kitto que la realizacin efectiva y drstica de la autrkfia de la polis, tal y como la postulaban Platn y el Peripattico, exiga una inteligencia y disciplina que la raza humana todava no ha demostrado poseer13.

    Pues bien, ni haba inteligencia ni disciplina suficientes para mantener contra la historia las poleis, y de ah el rigorismo moral que Platn predica, ni se mantena el orden, ni se respetaba el reino de lo privado. Grficamente diremos que la democracia haba devenido en demagogia. Mientras, las oligarquas y tiranas cada vez eran ms crueles. Las susomentadas exigencias de inteligencia y de disd-

    11. H. D. F. Kitto, op. cit., pg. 221.12. Es conveniente afirmar que no se puede abordar la obra platnica con ojos no-his

    tricos o slo desde perspectivas anuales. Desde modernas instancias se dice, a veces, que tiene sentido afirmar que la filosofa poltica de Platn es no progresista. Histricamente considerada, acaso tambin tenga sentido tal afirmarin. Pero las matizaciones que la historia introduce tomarn mucho ms desledo el mendonado aserto. Otra cosa bien diferente es qu se ha hecho con la filosofa poltica de Platn, tomndola inadecuada e inaceptablemente como modelo a lo largo de diversos tiempos y pocas. No puedo, pues, aceptar como vlidas obras tales como la de Poppcr, predsamente porque no leen en la dimensin histrica necesaria al autor.

    13. H. D. F. Kitto, op. cit., pg. 222.

  • PLATN 31

    plina indujeron al Acadmico a esbozar su famosa y controvertida teora del filsofo-rey14 15.

    Pero hay que decir algo ms: Platn trascendentaliza y universaliza los temas de que se ocupa. Y entonces sucede la paradoja: ya no escribe para la polis, sino para todo tiempo y lugar. O, mejor, su discurso se toma susceptible de ser ledo por espritus otros que los griegos. Se extraa de la polis. Un sobrecogedor ejemplo de lo que venimos diciendo lo encontramos en el M ito de la Caverna. Es incomprensible la filosofa platnica $n una cabal comprensin de la historia de Atenas del siglo V y la primera mitad del IV a.C13. Hay dos momentos cruciales en la polis ateniense, a partir de los cuales se inicia su decadencia: el primero tiene lugar en el 477 con la formacin de la Liga Dlica, liga martima fundada con la finalidad de defenderse del peligro persa, teniendo lugar el segundo en 448, cuando la mencionada Confederacin se reconvierte descaradamente en un imperio bajo la gida de Atenas. En realidad, la polis llevaba el germen de su disolucin desde mucho antes, desde que comenz la carrera del comerdo16. Por ello, Platn insiste en que la mejor polis es aqulla elemental, aqulla donde no exista el comercio. Nos lo dice en la Repblica, y uno de los interlocutores de Scrates, Glaucn, afirma que la descrita es una dudad de cerdos17. Scrates accede a acrecentar la polis, plegndose a las realidades de la modernidad, pero consciente de que no se trata ya de la polis mejor.

    Y al delinear tal ampliadn tiene muy en cuenta las tcnicas, porque el viento de la poca era incuestionablemente tcnico frente a la polis de afidonados a que antes nos referamos. Hubo que perfecdonar las tcnicas y tcticas militares, de infantera y navales. Y cada vez ms se impona un ejrdto profesional como slo Esparta tena. Y eso es lo que Platn postula en la Repblica, as como un cuerpo especial de gobernantes, sabios y preparados, es dedr, la contrapartida de la Asamblea. sta era cada vez ms manipulada por los crecientes intereses opuestos de clase. Ya no haba una ciudad, sino dos o ms. Kitto sostiene que Pla-

    14. Y a la luz de lo que luego sucedera en Grecia, en la poca de los macedonios, en la que acaeci lo que podramos llamar una crisis de civilizacin, cuando las fidelidades polticas ceden paso a un acsmico cosmos, el del dinero, la imposicin, la brutalidad y la guerra de mercenarios, los anlisis ^propuestas platnicas cobrarn sobre- cogedora validez.

    15. Recomiendo la lectura del libro de Eggers Lan, Introduccin histrica al estudio de Platn, Buenos Aires, Eudeba, 1974.

    16. Kitto, op. cit., pg. 223.17. Repblica, libro II.

  • 32 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    ton se vio impelido a formular la ley de contencin drstica de la polis precisamente por la experiencia de la vida domstica ateniense. Y certeramente afirma: Pendes, repudiando por anticipado la ley de Platn, declaraba con orgullo: Los productos del mundo entero llegan a nosotros. Y as era, induyendo la peste1*.

    Florecimiento econmico, desarrollo del comercio, renovadn de las tcnicas militares, oposirin y lucha de dases, prdida de los valores tradicionales, sometimiento de los intereses de la totalidad a los emergentes de clase c individuales, relativismo de la virtud: he aqu algunas de las ms salientes caractersticas del siglo V ateniense. Contra ellas se revolucionaron Scrates y Platn.

    El elevado designio de Scrates, y de Platn despus, era poner a la virtud sobre una base lgica inatacable, convertirla, no en materia de la opinin tradicional falta de crtica, sino del conocimiento exacto, para que pudiese ser aprendida y enseada18 19.Por todo lo cual se ha hablado acertadamente de la alternativa platnica20.

    Pero Platn tambin retoma, racionalizndolos, muchos presupuestos anteriores. E. R. Dodds, utilizando una metfora geolgica acuada por Murray, ha hablado del conglomerado heredado21.

    Dos formas de vida bien diferentes, dos maneras de entender la polis y el Estado colisionaron y produjeron el principio del fin de la vida poltica libre de los griegos: me estoy refiriendo obviamente a las Guerras del Pcloponeso entre Esparta y Atenas, guerras que se extendieron desde el 431 al 404 a.C. Despus de ellas ya nada era igual que antes. Si la filosofa es la historia hecha conceptos, como se dijo una vez de manera tan genial como grfica22, podemos comprobarlo estudiando los sistemas filosficos posteriores, es decir, la llamada filosofa helenstica23.

    18. Kitto, op. cil., pg. 226.19. Kitto, op. cit., pg. 229-230.20. As titula F. R. Adrados un captulo de su libro La democracia ateniense, Madrid,

    Alianza Editorial, 197$.21. E. R. Dodds, Los griegos y lo irracional, Madrid, Alianza, 1980, pg. 195.22. Todos deberamos aprender de dicha expresin y proceder en consecuencia: trabajar

    para detectar la sutilidad de las mediaciones entre la historia y los sistemas multiva- riados que ella, multivariada, ha generado.

    23. Cfr. Struve, Historia de la Antigua Grecia, Madrid, Edaf, 1974, 3 vols.

  • PLATN 33

    2. Cmo emerge la filosofa platnica

    De todas las maneras, en este tiempo frtil se produce una floracin de ideas realmente rica. Podramos decir que la filosofa platnica surge de una estructura tmporo-espacial surcada por tres caminos: los dos ya susomentados, a saber, el desarrollo y el progreso, tanto material como espiritual de la Atenas del siglo V, las contradicciones internas de ese proceso progresivo y el conglomerado heredado. Pero debo aclarar, ya desde ahora, que confiero un significado ms amplio a la metfora murray-doddsiana: no me referir slo a la fbrica heredada de creencias, sino tambin a las variables culturales no especficamente religiosas, y especialmente a las corrientes filosficas, preexistentes unas y contemporneas otras de Platn. Llenando de contenido este esquema, diremos que la(s) filosofa^) de la sofstica, como expresin del racionalismo y del criticismo y de la ilustracin, propios de la libertad democrtica, toda la concepcin de la arete que partiendo de Homero se transforma a travs de la eclosin cultural de la tragedia, la visin del alma y de la otra vida propia del orfismo-pitagorismo,24 25 la oposicin entre el heraditismo-parmenidismo (o entre materialistas e idealistas, segn expresin del propio Platn en el Sofista) as como el materialismo democrtco a quien Platn combate denodadamente sin nombrarlo, son las variables o el conglomerado heredado, tomada la expresin en el sentido amplio supramen- tado, sobre las que incide de diversas maneras, por oposicin unas veces, reformulndolas otras, la filosofa platnica.

    3. Su filosofa a la luz de un sorprendente mitoEntre los prrafos 514a y 522a del libro V II de la Repblica, Platn nos

    cuenta la siguiente metfora:Y a continuacin segu (habla Scrates21) compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educacin o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza (... qpetpav

  • 34 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFIAS

    tengan que estarse quietos y mirar nicamente hada adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza. Detrs de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo pareado a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el pblico, por encima de los cuales exhiben aqullos sus maravillas.

    Ya lo veo dijo.Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que trans

    portan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombre o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias. Entre estos portadores habr, como es natural, quienes vayan hablando y otros que estn callados.

    Qu extraa escena describes dijo y qu extraos prisioneros ('Atopov, tpv, AiyEis ettcva xal Seapnas tnoos)!

    Iguales que nosotros (&poous jpv), porque en primer lugar crees que los que estn as han visto otra cosa de s mismos o de sus compaeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la pared de la caverna que est frente a ellos?

    Cmo, dijo, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmviles las cabezas?

    Y de los objetos transportados? No habrn visto lo mismo?Qu otra cosa van a ver?Y si pudiesen hablar los unos con los otros no piensas que creeran estar

    refirindose a aquellas sombras que vean pasar ante ellos?Forzosamente.Y si la prisin tuviese un eco que viniese de la parte de enfrente piensas

    que cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creeran ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que vean pasar?

    No, por Zeus, dijo.Entonces no hay duda, dije yo, de que los tales no tendrn por real nin

    guna otra cosa ms que la sombra de los objetos fabricados.En este punto finaliza el Mito. El resto es la explicacin que el mismo Platn

    realiza.26La escena de la caverna es una ejemplificacin de nuestra naturaleza. Esto lo

    26. La traduccin es de J. M. Pabn y M. Fernndez Galiano: La Repblica, Madrid, Instituto de Estudios Polticos, 1969. Mucho se ha escrito sobre el mito de la Caverna. Recomiendo la obra de P. M. Schuhl, Eludes sur la fabulation platonicienne,

  • PLATN 36

    dice Platn taxativamente. Por otra parte, nos dice que la tal ejemplificadn de nuestra naturaleza acaece con respecto a la educacin o a la falta de ella. Quiere ello decir que el mito de la caverna adquiere la amplitud y universalidad que le confiere la naturaleza humana y la educacin de sta.27 Platn explica luego qu hay que hacer para salir de esta situacin, para re-ordenar, de acuerdo con su propia concepcin del Estado y de la tica, la naturaleza humana. Lo que se nos ha indicado es lo que boy, lo que nos ensear es el reino del deber. Intenta mostrarnos qu debe ser la naturaleza humana y cmo deben comportarse los humanos.2* Quines son tales prisioneros y qu estn mirando? La respuesta a esta pregunta clarificar toda la filosofa platnica. sta posee dos vertientes, crtica una, constructiva la otra. La primera muestra lo que el Acadmico critica de la filosofa y la cultura anteriores y de su poca. La constructiva, su teora especfica. Platn critica gran parte de la cultura griega. Entendemos por cultura griega el amplio arco que comprende la literatura, las ciencias, la poltica, el derecho y la religin. Por razones a las que hemos aludido al principio de este trabajo, Platn critica la democracia y a los representantes de sta o fundamentadores tericos, los sofistas.29 Es evidente que en las crticas a la democracia late el clitismo propio de quien perteneca a una familia de aristcratas. Y sus propuestas de renovacin poltica son aristocrticas. Pero posee el mrito de que sus crticas ni son romas ni horras de vlidas razones.30 Fustiga con dureza las tiranas, rgimen que, aunque a menudo ejercitase una poltica de bienestar social (Pisstrato, por ejemplo), los griegos entendan como nefasto, porque supona una privacin de la libertad.

    Pars, P.U.F., 1947 y el artculo de Emilio Lled, Lecturas de un Mito Filosfico, Revista Resurgimiento, nm. 1 pp. 77-89, Barcelona, 1980.

    27. Si leemos la Reptblica con alguna ligereza, creeremos que la educacin o la falta de ella puede referirse a la de las ciencias positivas. Pero ello no es as: La educacin cientfica sirve de prtico a otra superior, la dialctica.

    28. El deber ser se identifica con lo que Platn cree que es la verdadera naturaleza. Hayque tener en cuenta que Platn retoma una vieja teora, generalizada en los crculos rfico-pitagricos, a saber, la teora del o

  • 36 LOS FILSOFOS Y SUS FILOSOFAS

    sta, desde Soln, tena unos cauces institucionales: La Constitucin.* 31 Dc- nuesta tambin los regmenes oligrquicos, que son expresin de la divisin de clases basada en la economa.

    En cuanto a la democracia ateniense,32 Platn la critica en base a los siguientes puntos: se trataba de un sistema cuyo funcionamiento ya no serva para las complejidades de la poca;33 adems, se haba transformado en demagogia, no interesndole al partido popular ms que el poder y el expansionismo (Clen). Dnde florece la moralidad en esta nuda lucha por el poder y los intereses? Platn, adems, intenta construir un tipo de Estado universal por natural. Quiere esto decir lo siguiente: parta de la concepcin de que el alma, separada del cuerpo en la otra vida, es simple, pero insena en el cuerpo, realiza diversas operaciones o posee distintas potencias o actividades (uvpets): la racional, la irascible y la concupiscible. Estas dos ltimas deben ser controladas por la primera. Esta estructura anmica era aplicada a las estructuras polticas. Debe existir un modelo poltico que sea reflejo y se compone como el alma. Es la teora del organicismo del Estado. Cuando un gobierno no es presidido por la racionalidad, sino que en l imperan los aspectos inferiores, debe ser rechazado. Desde la perspectiva de estos modelos tecnomorfoy biomorfo, la democracia ateniense de la poca es vista como un desorden, una acosma, una estructura donde todo se permite y admite, donde todo es legitimado en vinud de una mal entendida libenad. Esc bazar de sistemas polticos, donde no es necesario saber nada, sino slo mostrarse amigo del pueblo para ser gobernante y juez y general (Rep. 562a), no se ajusta al orden racional de las cosas, al cosmos que hemos visto en el alma y sobre el que debe modelarse el poltico. Los prisioneros de la caverna son los que confunden lo falso con lo verdadero. Precisando, aquellos que creen que la timocracia, la oligarqua, democracia y tirana son formas correctas de gobierno. Y lo creen as porque nunca han vivido en un verdadero Estado. Ahora bien, todo rgimen poltico genera sus propias estructuras jurdicas, religiosas y culturales. Y, por ende, tambin las tales son blanco de la crtica platnica.

    que Platn imprime a todos los temas me impelirn a definir con bastante exactitud su filosofa como un intento de correccin a la contingencia.

    31. Dudo que alguna vez se haya efectuado una descripcin de la gnesis y dinmica de qu sea un rgimen dictatorial tan lcida como la que Platn realiza de la tirana.

    32. Hay que especificar que Platn, cuando crtica la democracia, se refiere a la ateniense.

    33. G. Cambiano, Platone e le tecniche, Turn, Einaudi, 1971.

  • PLATN 37

    4. La critica a la cultura de los sofistasQuienes encabezaron la cultura de su poca fueron los sofistas, un hetero

    gneo grupo, al que se ha denominado la Ilustracin griega y que posean en comn el haber florecido en un rgimen poltico que permita la libertad de expresin ms completa. Siendo Platn juez y parte, no pudo percatarse de que esa eclosin de ideas y teoras, incluyendo la suya crtica, no hubiera sido posible en un rgimen como el suyo. No siendo los sofistas originarios de Atenas, acudieron a ella, porque como deca Perides: Nuestro rgimen poltico no se inspira en las leyes de otros, sino que nosotros somos ms bien ejemplo que imitadores.34 El rgimen de libertad poltica y cultural, el contraste en la Hlade de formas de gobierno y de vida bien diferentes impulsaron a la sofstica a construir una filosofa de reflexin poltica, de reflexin sobre el derecho, el lenguaje, etc. Las corrientes filosficas, o justifican y fundamentan una poca y sus realizaciones Zcitgeistesp- hilosophe, o son crticas del subsuelo del que emergieron. Y la sofstica tuvo ambas vertientes. Los sofistas, en primer lugar, dcsacralizan la ley. La ordenacin legal ya no es algo divino, sino que depende de convenios. Yo no pued