Beneficios de los cuidados enfermeros

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Nursing2011 Margarita Peya Gascóns Directora Nursing edición española 6 Nursing. 2011, Volumen 29, Número 9 EDITORIAL ADVISORY BOARD Los miembros del Advisory Board ejercen como revisores y proporcionan los contenidos editoriales de la revista. Elizabeth A. Ayello, RN, APRN,BC, PhD, FAAN, FAPWCA, President, Ayello, Harris & Associates, Inc.; Faculty, Excelsior College School of Nursing, Albany, N.Y.; Senior Adviser, The John A. Hartford Institute for Geriatric Nursing and Program Director, Education Essentials, New York, N.Y. Mary M. Bailey, RN, CEN, CMSRN, BSN, Clinical Educator, Albert Einstein Medical Center, Philadelphia, Pa. Penny Simpson Brooke, APRN, MS, JD, Professor and Director of Outreach, University of Utah College of Nursing, Salt Lake City, Utah Helen Calabretto, RN, RM, Dip T (N Ed), B Ed (Nsg St), M Ed St, PhD, FRCNA, Senior Lecturer, School of Nursing and Midwifery, University of South Australia, Adelaide, South Australia Michael R. Cohen, RPh, MS, ScD, President, Institute for Safe Medication Practices, and Member of the Sentinel Event Advisory Group for The Joint Commission, Huntingdon Valley, Pa. Yvonne D’Arcy, CRNP, CNS, MS, Pain Management and Palliative Care Nurse Practitioner, Suburban Hospital, Bethesda, Md. Michael W. Day, RN, CCRN, MSN, Outreach Trauma Nurse-Coordinator, Sacred Heart Medical Center and Children’s Hospital,Spokane, Wash. Jeanette Ives Erickson, RN, MS, Senior Vice-President for Patient Care and Chief Nurse, Massachusetts General Hospital, Boston, Mass. Martha M. Funnell, RN, CDE, MS, Codirector of the Behavioral, Clinical and Health Systems Intervention Research Core, Michigan Diabetes Research and Training Center; Research Investigator in the Department of Medical Education; and Adjunct Lecturer, School of Nursing, University of Michigan, Ann Arbor, Mich. Peg Gray-Vickrey, RN,C, DNS, Professor of Nursing, and Associate Vice- President of Curriculum and Instruction, Florida Gulf Coast University, Fort Myers, Fla. Lynn C. Hadaway, RN,C, CRNI, MEd, President, Lynn Hadaway Associates, Inc., Milner, Ga. Jeanne Held-Warmkessel, RN, AOCN, APRN,BC, MSN, Clinical Nurse Specialist, Fox Chase Cancer Center, Philadelphia, Pa. Susan Simmons Holcomb, ARNP,BC, PhD, Family NP, Olathe, Kan. Patrick E. Kenny, RN, ACRN, CNA,BC,C, EdD, Director of Nursing Education and Research, Penn Presbyterian Medical Center (University of Pennsylvania Health System), Philadelphia Joan E. King, RN,C, ACNP, ANP, PhD Program Director for Acute Care Adult Nurse Practitioners, Vanderbilt University School of Nursing, Nashville, Tenn. Linda Laskowski-Jones, RN, APRN,BC, CCRN, CEN, MS, Vice- President, Emergency, Trauma, and Aeromedical Services, Christiana Care Health System, Wilmington, Del. Paul J. Mathews, RRT, PhD, FAARC, FCCM, FCCP, Associate Professor of Respiratory Care, University of Kansas Medical Center, Kansas City, Kan. Frank Edward Myers III, CIC, MA Director of Clinical Epidemiology and Safety Systems, Scripps Mercy Hospital, San Diego, Calif. Bill Pruitt, RRT, AE-C, CPFT, MBA Senior Instructor and Director of Clinical Education, Cardiorespiratory Sciences, School of Allied Health, University of South Alabama, Mobile, Ala. Richard L. Pullen, Jr., RN, EdD, Professor of Nursing and Assistant Director of ADN Program, Amarillo College, Amarillo, Tex. Kathleen Reeves, RN, CMSRN, CNS, MSN Clinical Assistant Professor, University of Texas Health Science Center at San Antonio; President, Academy of Medical-Surgical Nurses, San Antonio, Tex. Sylvia Rodgers, RN, BScN, MEd, Professional Practice Leader, Center for Nursing, Scarborough Hospital, Toronto, Ontario Suzanne C. Smeltzer, RN, EdD, FAAN, Professor and Director, Center for Nursing Research, Villanova University College of Nursing, Villanova, Pa. LeAnn Thieman, LPN, Motivational Speaker and Writer, author of Chicken Soup for the Nurse’s Soul, Second Dose and 12 other books, Fort Collins, Colo. Deborah Tuggle, RN, CCNS, MN, Critical Care Clinical Nurse Specialist, Jewish Hospital, Louisville, Ky. Beneficios de los cuidados enfermeros EN ESTOS TIEMPOS DE VERDADERA INCERTIDUMBRE, inmersos en una crisis económica que parece no tener fin y con escaso liderazgo político, en que el estado del bienestar se tambalea y hay una clara preocupación por nuestro sistema sanitario público, parece adecuado visualizar la aportación de los profesionales enfermeros a los resultados y a la seguridad del paciente. Numerosos autores reconocen que los cuidados que proporcionan los profesionales enfermeros tienen la capacidad de salvar vidas, prevenir las complicaciones y el sufrimiento, potenciar y optimizar los costes. Por tanto, es de vital importancia hacer comprender lo que realizan los profesionales enfermeros. Por ejemplo, S. Gordon (2006) afirma: “Utilizando sus conocimientos, los profesionales enfermeros protegen a los pacientes de los riesgos y las consecuencias que producen las enfermedades y los tratamientos. Los protegen también de los riesgos que pueden ocurrir en el estado de vulnerabilidad que produce la enfermedad y que les dificulta realizar las actividades de la vida diaria como respirar, toser o tragar o desplazarse al baño. Los profesionales enfermeros asistenciales participan constantemente en el acto del diagnóstico, la prescripción y el tratamiento, e influyen en los resultados logrados por el paciente”. La contribución y el significado de los cuidados enfermeros al bienestar de la población son reconocidos en todo el mundo, como así lo manifestó la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2007) al destacar “la importancia de la labor de los profesionales enfermeros en el sistema sanitario y en el esfuerzo por conseguir los objetivos de salud”. Asimismo, en una declaración conjunta realizada por la OMS y el Consejo Internacional de Enfermería (2007) se manifiesta que “la capacidad del trabajo enfermero, la mejora de sus habilidades y la creación de entornos laborales son críticos para generar poblaciones sanas”. Tal como demuestra L. Aiken (2003), los cuidados enfermeros contribuyen significativamente a la reducción de la morbilidad y de la mortalidad. Las intervenciones enfermeras son coste-efectivas, e invertir en enfermería supone mejores cuidados y una disminución del gasto sanitario. Sin embargo, a pesar de los beneficios que aporta esta profesión al sistema sanitario y a la salud y bienestar de la población, a menudo la plantilla de enfermería está infradotada y los profesionales enfermeros trabajan en entornos sobrecargados, con enorme presión asistencial, lo que hace que no se sientan satisfechos laboralmente y busquen otro trabajo alejado de la cabecera del paciente o incluso consideren la posibilidad de abandonar la profesión. La contribución de una buena salud a los atributos sociales y económicos de un país no puede ser infravalorada. Todas las personas desean estar sanas y no padecer dolor, y el gobierno tiene el deber de establecer políticas sociales y públicas que garanticen que la población mantenga un óptimo estado de salud y bienestar. Y éstos son ciertamente los objetivos que han integrado siempre la profesión de enfermería. Consecuentemente, unos cuidados seguros y de calidad que aporten los beneficios que acabamos de enumerar requieren que las instituciones sanitarias y sociosanitarias: Dispongan de un número adecuado de profesionales enfermeros. Con el nivel de formación exigido y clínicamente preparados. Con una carga de trabajo manejable. Con recursos suficientes y adecuados a las necesidades de cuidados. Un déficit en estas medidas puede implicar impactos en la seguridad y en la calidad de los cuidados, lo que puede significar riesgos de errores y acontecimientos adversos. Como decíamos al principio, es importante que en estos tiempos defendamos y argumentemos nuestras intervenciones, ya que muchas veces, por la propia esencia de la disciplina enfermera, impera una gran invisibilidad. > EDITORIAL

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Nursing2011

Margarita Peya GascónsDirectora Nursing edición española

6 Nursing. 2011, Volumen 29, Número 9

EDITORIAL ADVISORY BOARD

Los miembros del Advisory Board ejercen como revisores y proporcionan los contenidos editoriales de la revista.

Elizabeth A. Ayello, RN, APRN,BC, PhD, FAAN, FAPWCA, President, Ayello, Harris & Associates, Inc.; Faculty, Excelsior College School of Nursing, Albany, N.Y.; Senior Adviser, The John A. Hartford Institute for Geriatric Nursing and Program Director, Education Essentials, New York, N.Y.

Mary M. Bailey, RN, CEN, CMSRN, BSN, Clinical Educator, Albert Einstein Medical Center, Philadelphia, Pa.

Penny Simpson Brooke, APRN, MS, JD, Professor and Director of Outreach, University of Utah College of Nursing, Salt Lake City, Utah

Helen Calabretto, RN, RM, Dip T (N Ed), B Ed (Nsg St), M Ed St, PhD, FRCNA, Senior Lecturer, School of Nursing and Midwifery, University of South Australia, Adelaide, South Australia

Michael R. Cohen, RPh, MS, ScD, President, Institute for Safe Medication Practices, and Member of the Sentinel Event Advisory Group for The Joint Commission, Huntingdon Valley, Pa.

Yvonne D’Arcy, CRNP, CNS, MS, Pain Management and Palliative Care Nurse Practitioner, Suburban Hospital, Bethesda, Md.

Michael W. Day, RN, CCRN, MSN, Outreach Trauma Nurse-Coordinator, Sacred Heart Medical Center and Children’s Hospital,Spokane, Wash.

Jeanette Ives Erickson, RN, MS, Senior Vice-President for Patient Care and Chief Nurse, Massachusetts General Hospital, Boston, Mass.

Martha M. Funnell, RN, CDE, MS, Codirector of the Behavioral, Clinical and Health Systems Intervention Research Core, Michigan Diabetes Research and Training Center; Research Investigator in the Department of Medical Education; and Adjunct Lecturer, School of Nursing, University of Michigan, Ann Arbor, Mich.

Peg Gray-Vickrey, RN,C, DNS, Professor of Nursing, and Associate Vice-President of Curriculum and Instruction, Florida Gulf Coast University, Fort Myers, Fla.

Lynn C. Hadaway, RN,C, CRNI, MEd, President, Lynn Hadaway Associates, Inc., Milner, Ga.

Jeanne Held-Warmkessel, RN, AOCN, APRN,BC, MSN, Clinical Nurse Specialist, Fox Chase Cancer Center, Philadelphia, Pa.

Susan Simmons Holcomb, ARNP,BC, PhD, Family NP, Olathe, Kan.

Patrick E. Kenny, RN, ACRN, CNA,BC,C, EdD, Director of Nursing Education and Research, Penn Presbyterian Medical Center (University of Pennsylvania Health System), Philadelphia

Joan E. King, RN,C, ACNP, ANP, PhD Program Director for Acute Care Adult Nurse Practitioners, Vanderbilt University School of Nursing, Nashville, Tenn.

Linda Laskowski-Jones, RN, APRN,BC, CCRN, CEN, MS, Vice-President, Emergency, Trauma, and Aeromedical Services, Christiana Care Health System, Wilmington, Del.

Paul J. Mathews, RRT, PhD, FAARC, FCCM, FCCP, Associate Professor of Respiratory Care, University of Kansas Medical Center, Kansas City, Kan.

Frank Edward Myers III, CIC, MA Director of Clinical Epidemiology and Safety Systems, Scripps Mercy Hospital, San Diego, Calif.

Bill Pruitt, RRT, AE-C, CPFT, MBA Senior Instructor and Director of Clinical Education, Cardiorespiratory Sciences, School of Allied Health, University of South Alabama, Mobile, Ala.

Richard L. Pullen, Jr., RN, EdD, Professor of Nursing and Assistant Director of ADN Program, Amarillo College, Amarillo, Tex.

Kathleen Reeves, RN, CMSRN, CNS, MSN Clinical Assistant Professor, University of Texas Health Science Center at San Antonio; President, Academy of Medical-Surgical Nurses, San Antonio, Tex.

Sylvia Rodgers, RN, BScN, MEd, Professional Practice Leader, Center for Nursing, Scarborough Hospital, Toronto, Ontario

Suzanne C. Smeltzer, RN, EdD, FAAN, Professor and Director, Center for Nursing Research, Villanova University College of Nursing, Villanova, Pa.

LeAnn Thieman, LPN, Motivational Speaker and Writer, author of Chicken Soup for the Nurse’s Soul, Second Dose and 12 other books, Fort Collins, Colo.

Deborah Tuggle, RN, CCNS, MN, Critical Care Clinical Nurse Specialist, Jewish Hospital, Louisville, Ky.

Beneficios de los cuidados enfermeros

EN ESTOS TIEMPOS DE VERDADERA INCERTIDUMBRE, inmersos en una crisis económica que parece no tener fin y con escaso liderazgo político, en que el estado del bienestar se tambalea y hay una clara preocupación por nuestro sistema sanitario público, parece adecuado visualizar la aportación de los profesionales enfermeros a los resultados y a la seguridad del paciente.

Numerosos autores reconocen que los cuidados que proporcionan los profesionales enfermeros tienen la capacidad de salvar vidas, prevenir las complicaciones y el sufrimiento, potenciar y optimizar los costes. Por tanto, es de vital importancia hacer comprender lo que realizan los profesionales enfermeros.

Por ejemplo, S. Gordon (2006) afirma: “Utilizando sus conocimientos, los profesionales enfermeros protegen a los pacientes de los riesgos y las consecuencias que producen las enfermedades y los tratamientos. Los protegen también de los riesgos que pueden ocurrir en el estado de vulnerabilidad que produce la enfermedad y que les dificulta realizar las actividades de la vida diaria como respirar, toser o tragar o desplazarse al baño. Los profesionales enfermeros asistenciales participan constantemente en el acto del diagnóstico, la prescripción y el tratamiento, e influyen en los resultados logrados por el paciente”.

La contribución y el significado de los cuidados enfermeros al bienestar de la población son reconocidos en todo el mundo, como así lo manifestó la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2007) al destacar “la importancia de la labor de los profesionales enfermeros en el sistema sanitario y en el esfuerzo por conseguir los objetivos de salud”.

Asimismo, en una declaración conjunta realizada por la OMS y el Consejo Internacional de Enfermería (2007) se manifiesta que “la capacidad del trabajo enfermero, la mejora de sus habilidades y la creación de entornos laborales son críticos para generar poblaciones sanas”.

Tal como demuestra L. Aiken (2003), los cuidados enfermeros contribuyen significativamente a la reducción de la morbilidad y de la mortalidad. Las intervenciones enfermeras son coste-efectivas, e invertir en enfermería supone mejores cuidados y una disminución del gasto sanitario.

Sin embargo, a pesar de los beneficios que aporta esta profesión al sistema sanitario y a la salud y bienestar de la población, a menudo la plantilla de enfermería está infradotada y los profesionales enfermeros trabajan en entornos sobrecargados, con enorme presión asistencial, lo que hace que no se sientan satisfechos laboralmente y busquen otro trabajo alejado de la cabecera del paciente o incluso consideren la posibilidad de abandonar la profesión.

La contribución de una buena salud a los atributos sociales y económicos de un país no puede ser infravalorada. Todas las personas desean estar sanas y no padecer dolor, y el gobierno tiene el deber de establecer políticas sociales y públicas que garanticen que la población mantenga un óptimo estado de salud y bienestar. Y éstos son ciertamente los objetivos que han integrado siempre la profesión de enfermería.

Consecuentemente, unos cuidados seguros y de calidad que aporten los beneficios que acabamos de enumerar requieren que las instituciones sanitarias y sociosanitarias:

Dispongan de un número adecuado de profesionales enfermeros. Con el nivel de formación exigido y clínicamente preparados. Con una carga de trabajo manejable. Con recursos suficientes y adecuados a las necesidades de cuidados.

Un déficit en estas medidas puede implicar impactos en la seguridad y en la calidad de los cuidados, lo que puede significar riesgos de errores y acontecimientos adversos.

Como decíamos al principio, es importante que en estos tiempos defendamos y argumentemos nuestras intervenciones, ya que muchas veces, por la propia esencia de la disciplina enfermera, impera una gran invisibilidad.

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