LEJOS DEL MUNDOEn los destinos inexplorados, la carga física y emocional se desvanecen. Baños de bosque, acampadas en lugares

remotos y terapias ancestrales dan forma a la última revolución 'beauty': desconectar para volver a conectar.

A veces necesitamos perdernos para reencontrarnos. Según el informe de la última cumbre Global Wellness Summit sobre tendencias en bienestar, las prioridades están claras: vivir experiencias transformadoras, retornar a las raíces y cultivar el espíritu. Tal vez eso explique por qué el escapismo vive una nueva edad de oro. Las opciones son infinitas: despertar viendo icebergs cristalinos en Groenlandia, dormir en una Bubble Camp en el Desierto de Atacama (Chile) o interactuar con el medio ambiente haciendo Glamping (glamorous camping) en los tipis indios de El Cósmico (Marfa, Texas) o las yurtas de Wakana (Cádiz, España). «El mindful travel, o turismo transformador, es el ámbito que más ha crecido en todo el mundo y lo seguirá haciendo», asegura Edgar Tarrés, creador de la agencia de experiencias Mindfulkit,

sonoterapeuta, experto en baños de sonido y de bosque y miembro del Patronato de Turismo de Costa Brava y Pirineos. «Tenemos necesidad de hallar respuestas que ni la ciencia ni la sociedad actualmente pueden ofrecer», añade. Hasta los científicos han adoptado el concepto ‘Nature Deficit Disorder’ para describir el modo en que la hegemonía digital nos está privando de lo que se concibe como un alimento básico para el alma: estar al aire libre, la más poderosa de las medicinas. Por ello, acampar en medio de lo insólito se ha convertido en un hobby en auge. Un buen lugar para experimentarlo son los iglús de Kachi Lodge (www.

kachilodge.com), situado en Uyuni, a una altitud de 3.600 metros, al pie del volcán Tunupa, en el altiplano de Bolivia. Uyuni es el desierto de sal más grande del mundo (10.582 km2) y también uno de los lugares más misteriosos del planeta. Posee reservas de litio, el mineral ‘dador de alivio’ empleado desde tiempos ancestrales como remedio contra desórdenes anímicos y depresión. Quienes han paseado por el salar hablan de experiencia mística.

Baños atávicos El hammam árabe, el onsen japonés, al banya eslavo y las limpias con hierbas sagradas mayas comparten un rasgo común:

más allá de sus propiedades terapéuticas e higiénicas, ofrecen momentos de introsprección casi meditativos. Algo de eso hay en los Shinrin-Yoku (o baños de bosque), una tendencia que echó raíces en Japón en la década de los 80 y eclosionó en EE.UU. enredando a propios y extraños. La ciencia ha demostrado que sus poderes curativos derivan de su capacidad para disminuir los niveles de cortisol, la malvada hormona producida por las suprarrenales como respuesta al estrés.

Por otro lado, desde que se hicieron públicas las sanadoras consecuencias de abrazar a los árboles, los resorts más exclusivos los han incluido en su menú wellness. Six Senses Douro Valley (www.sixsenses.com) ofrece esta alternativa como complemento a su nutrido y experto repertorio de bienestar

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De izq. a dcha.: Blue Lagoon The Retreat Spa (Islandia);

Spa en Amanyangyun (China); Sala de yoga en Ananda (India); Kachi Lodge en Uyuni (Bolivia).

Texto C L A R A B U ED O

radical. Pero quienes busquen baños en el sentido más literal del término, pueden beneficiarse de los dones revitalizantes de las aguas geotermales del spa subterráneo de Blue Lagoon, en Islandia (www.bluelagoon.com), construido sobre un flujo de lava de 800 años de antigüedad. Otra alternativa es entregarse a una sobredosis de energía telúrica en enclaves como el desierto de Joshua Tree (California) o Sedona (Arizona). En Two Bunch Palms (twobunchpalms.com) brotan aguas termales de grutas insólitas y su protocolo estrella consiste en sumergirse en turba caliente, un fango vegetal con gran cantidad de nutrientes y minerales de acción calmante y rejuvenecedora.

Culuras milenarias Pasar 15 días a dieta en un Medi-spa de los Alpes para alcanzar el equilibrio metabólico está demodé frente al auge de prácticas como provocar el vómito, ponerse enemas y someterse a sangrías. Estas técnicas son parte del Ayurveda, la medicina tradicional india que tiene como objetivo la unificación de cuerpo, mente y espíritu. En su filosofía, el yoga y la meditación guiada tienen más peso que contar calorías. Reishikesh (India) ha recuperado su hegemonía como destino de peregrinación espiritual. Considerada la capital mundial del yoga, los Ashram y los retiros con vistas al Ganges son las mejores alternativas para provocar la catarsis. Ananda Spa (www.anandaspa.com), uno de los más galardonados (Oprah Winfrey es asidua), ofrece retiros de meditación Dhayana (un proceso de autoconciencia de 7 días) y programas de desintoxicación yóguica a base de asanas y pranayamas (posturas y respiración), pero también técnicas ayurvédicas auténticas como Pizhichil (unción de aceite tibio de plantas medicinales detoxificantes) o Choornaswedan (basado en la sudoración terapéutica y las cataplasmas de hierbas).

Pero si el Ayurveda está en auge, la medicina tradicional china no se queda atrás. En Shanghái se encuentra Amanyangyun (www.aman.com), un puente entre pasado y futuro que combina las antiguas prácticas de curación con los avances del bienestar del siglo XXI. En este santuario las terapias médicas se encaminan a equilibrar el yin y el yang y a activar el flujo de energía vital que los chinos conocen como Qi. El programa más demandado es Signature Journey, dos horas de

trabajo intensivo con aplicación de compresas de hierbas medicinales y manipulaciones modernas como el drenaje linfático.

También, las ceremonias de sanación indígenas están reemplazando a las sesiones de psicoterapia. El chamán es el nuevo coach. En el Yucatán, Yäan Wellness (yaanwellness.com) cuenta con el conocimiento de las antiguas parteras mayas, quienes realizan las limpias

energéticas con copal (resinas aromáticas de gran importancia en la tradición religiosa de Mesoamérica) y rituales como la Sobada Maya, una de las técnicas sanadoras más populares. Mii Amo (www.miiamo.com) está enclavado en el cañón Boynton, desierto de Sedona (un lugar sagrado, según los apaches). Su propuesta curativa se centra en recuperar la sabiduría de los indios nativos americanos, un ejemplo es Spirit of The Full Moon Massage, un protocolo transformador que solo se puede realizar una vez al mes, en luna llena. En definitiva, una compleja macedonia mística con un único propósito: sentir que todo irá bien.

De arriba abajo: Cabina de tratamiento con vistas al Valle del Alto Duero en

Six Senses Douro Valley (Portugal); Paisaje desde

el resort Mii Amo (Sedona, Arizona). Celebración de

ceremonia chamánica Temazcal en Yäan Wellness

(Tulum, México).

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