Batallando en un Mundo de Tinieblas - Fernando Alexis Jiménez

2
Batallando en un mundo de tinieblas Lo que menos esperaron encontrar las autoridades en aquel ducto de aguas negras, era una capilla en la que jóvenes estudiantes dedicaban noches enteras a adorar a Satanás. Un recinto oscuro, apenas visible por la tenue luz de velas que tenían calaveras por candelabros, y que resaltaban paredes pobladas de símbolos esotéricos. “Santo Dios” se atrevió a decir el oficial a cargo, sin dar crédito a los restos de alcohol, marihuana y objetos corto punzantes que formaban parte de sus rituales, los que utilizaban con desenfreno en insólitas prácticas para alabar al príncipe de las tinieblas. El oficial Eliécer Santos relataría después a la prensa, que no podía concebir que en pleno siglo veintiuno ocurrieran hechos de este género. “Pensé que eran sólo novelas de terror o de misterio, pero no que se dieran en nuestro tiempo”, explicó. El operativo realizado en La Paulina de Montes de Oca, Costa Rica, puso en evidencia una creciente adoración de lo oculto por parte de una juventud rebelde, que encuentra en el satanismo una forma de expresar su inconformidad con los principios y reglas impuestos por la sociedad. Asedio creciente del ocultismo Hoy día muchos niegan la existencia de un mundo oculto. Consideran que se trata de mera superstición en un siglo en el que los avances científicos sorprenden cada vez por su ingeniosidad. Y mientras cierran los ojos a la realidad, se abren a corrientes filosóficas y de pensamiento que encierran mucha maldad. Sutilmente la perversidad está tomando fuerza en nuestra sociedad. Sin embargo los cristianos debemos permanecer alerta. Tenemos claro que “... no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra

Transcript of Batallando en un Mundo de Tinieblas - Fernando Alexis Jiménez

Batallando en un mundo de tinieblas

Batallando en un mundo de tinieblas

Lo que menos esperaron encontrar las autoridades en aquel ducto de aguas negras, era una capilla en la que jvenes estudiantes dedicaban noches enteras a adorar a Satans. Un recinto oscuro, apenas visible por la tenue luz de velas que tenan calaveras por candelabros, y que resaltaban paredes pobladas de smbolos esotricos.

Santo Dios se atrevi a decir el oficial a cargo, sin dar crdito a los restos de alcohol, marihuana y objetos corto punzantes que formaban parte de sus rituales, los que utilizaban con desenfreno en inslitas prcticas para alabar al prncipe de las tinieblas.

El oficial Elicer Santos relatara despus a la prensa, que no poda concebir que en pleno siglo veintiuno ocurrieran hechos de este gnero. Pens que eran slo novelas de terror o de misterio, pero no que se dieran en nuestro tiempo, explic.

El operativo realizado en La Paulina de Montes de Oca, Costa Rica, puso en evidencia una creciente adoracin de lo oculto por parte de una juventud rebelde, que encuentra en el satanismo una forma de expresar su inconformidad con los principios y reglas impuestos por la sociedad.

Asedio creciente del ocultismo

Hoy da muchos niegan la existencia de un mundo oculto. Consideran que se trata de mera supersticin en un siglo en el que los avances cientficos sorprenden cada vez por su ingeniosidad. Y mientras cierran los ojos a la realidad, se abren a corrientes filosficas y de pensamiento que encierran mucha maldad. Sutilmente la perversidad est tomando fuerza en nuestra sociedad.

Sin embargo los cristianos debemos permanecer alerta. Tenemos claro que ... no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12).

Cmo hacerle frente? Con oracin y una estrecha relacin con el Seor Jesucristo. La Biblia dice: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huir de vosotros(Santiago 4:7). Recuerde: Con el poder de Dios Tenemos asegurada la victoria!

Tal vez le falta un paso importante

Es probable que usted sea consciente de la urgencia de luchar contra la maldad. Pero siente que falta algo. Es un soldado sin armas enfrentando una dura batalla. Qu necesita? Sin duda a Jesucristo en su corazn. Es fcil. Basta con hacer una sencilla oracin. Dgale: Seor Jesucristo, te pido que entres en mi corazn. Gracias por perdonar mis pecados en la cruz. Obra en mi ser y haz de mi la persona que t quieres que yo sea. Amn.

Por: Fernando Alexis Jimnez