Balibar - Estatismo Sin Estado

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Entrevista a Étienne Balibar “Vamos hacia un estatismo sin Estado” Jérôme-Alexandre Nielsberg L’Humanité // 23 de mayo de 2005 Traducido para Rebelión por Beatriz Morales Bastos Pregunta: En su último libro [1], usted escribe: «Estoy convencido de que la Europa política tiene un sentido y se convertirá en un verdadero “espacio público” concreto para sus ciudadanos a condición sine qua non de ser en la práctica una construcción institucional más democrática». ¿Le parece que el tratado que va a ser sometido a referéndum el día 29 de mayo va en ese sentido?

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Balibar: entrevitsta sobre la última crisis europea

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Entrevista a tienne Balibar

Vamos hacia un estatismo sin Estado

Jrme-Alexandre Nielsberg

LHumanit // 23 de mayo de 2005

Traducido para Rebelin por Beatriz Morales Bastos

Pregunta: En su ltimo libro [1], usted escribe: Estoy convencido de que la Europa poltica tiene un sentido y se convertir en un verdadero espacio pblico concreto para sus ciudadanos a condicin sine qua non de ser en la prctica una construccin institucional ms democrtica. Le parece que el tratado que va a ser sometido a referndum el da 29 de mayo va en ese sentido?

tienne Balibar: El carcter ms o menos democrtico de una construccin institucional no depende nicamente de la letra de sus textos, no es precisamente a los lectores de L'Humanit a quienes voy a ensear esta regla materialista. En una relacin dialctica tambin depende de las circunstancias, de las luchas, de las relaciones de fuerza bsicas. Una de las razones por las que en la actual construccin europea se observa lo que se ha convenido en llamar un dficit democrtico se debe precisamente a la divisin de los movimientos ciudadanos en Europa, que debilita los contra-poderes populares en el momento en que la globalizacin aumenta formidablemente la influencia poltica de los representantes del capitalismo. Nos encontramos, por lo tanto, en un momento decisivo. El proyecto de constitucin comporta unos avances, en el mbito de la extensin del control parlamentario y en el de la carta de los derechos fundamentales, pero son o bien muy tmidos o ambiguos o se pagan por medio de regresiones. Si se quisiera hacer trabajo constitucional para el futuro, esto es, hacer emerger verdaderamente un nuevo conjunto poltico, la norma debera haber sido progresar en relacin al maximum democrtico alcanzado en el marco nacional. Ahora bien, los derechos fundamentales enumerados aqu tienen un dbil alcance normativo, poco vinculante, marcan una regresin en el plano social, ignoran aspectos fundamentales del problema de las libertades -en particular en el campo de la comunicacin. Igualmente, la constitucionalizacin de la independencia absoluta del Banco Central, dotado de estatus que lo somete al dogma monetarista (en un momento en el que van a abandonarlo las dems grandes potencias financieras...), constituye una grave limitacin de la soberana popular. Finalmente la divisin de los poderes entre la escala comunitaria y la escala nacional -adems de sus efectos paralizantes sobre la decisin- sigue asegurando un casi monopolio representativo a la clase tecnocrtica que va y viene entre una y otra. As pues, estamos muy lejos de un edificio ms democrtico. Lo que significa que hay mucho que hacer en el futuro para remediarlo, a condicin para ello de encontrar en Europa una fuerza mayoritaria.

Pregunta: Una de las tesis que usted defiende desde hace varios aos en el marco del devenir europeo es la necesidad de renunciar al proyecto de una Europa-potencia en beneficio de una poltica de paz que se podra calificar de positiva...

tienne Balibar: Evidentemente es necesario que se refuerce la influencia de Europa en los asuntos mundiales y que, en este sentido, se vuelva ms poderosa, es decir, ms independiente al tiempo que ms activa. A la expresin Europa-potencia objeto dos razones estrechamente relacionadas entre s: privilegia implcitamente el factor econmico-militar cuyo objetivo es o bien hacer de Europa un neo-imperialismo capaz de rivalizar con las otras dos potencias cuya competencia se est agudizando, o simplemente, administrar su parte de las responsabilidades post-coloniales (como hace hoy Francia en frica); tiene graves consecuencias en materia de fronteras y de ideologa. Est relacionada con una concepcin arcaica de la identidad europea, centrada en herencias exclusivas, en un momento en el que habra que entrar con audacia y ambicin en la era de las reciprocidades, de las traducciones, del multiculturalismo. En resumen, antes que trabajar en el advenimiento del mundo tripolar de Orwell, habra que trabajar en el reequilibrio de las relaciones econmicas y culturales con el sur, y en la redistribucin de los poderes en las instituciones internacionales (la ONU, la OMC, etc) cuyo resultado sera una modificacin de las relaciones de poder en el mundo. Europa tiene aqu un papel fundamental que desempear, quiz nico.

Pregunta: Toni Negri invita a votar s al tratado constitucional porque permitira acabar con el Estado-nacin, que l denomina la forma de organizacin de las elites capitalistas. Qu piensa usted?

tienne Balibar: Toni Negri, que tiene tras de s una larga tradicin internacionalista y que ha proporcionado a los movimientos sociales unos instrumentos de reflexin evidentemente discutibles aunque extremadamente estimulantes, tiene derecho a llamar a votar s. No es el nico que lo hace en la izquierda o en la izquierda de la izquierda. Tambin es el caso de Monique Chemillier-Gendreau, cuya accin a favor de un nuevo orden democrtico es ejemplar. Estas posturas tienen el mrito de sealarnos un problema, hacia el cual yo soy extremadamente sensible: el riesgo de que un no, especialmente francs, parezca la expresin de una reaccin nacionalista y soberanista a la unificacin europea, an cuando se declare lo contrario. Una vez dicho esto, creo que se equivoca creyendo o permitiendo creer que la construccin actual represente menos que el Estado-nacin la forma de organizacin de las lites capitalistas. La organizacin poltica del capital es a la vez nacional y transnacional, igual que lo es la organizacin de las resistencias. Podemos preguntarnos incluso si lo propio de la Europa actual, que yo he caracterizado en mi libro como un sper Estado dbil, no es prefigurar las formas de un estatismo sin Estado (en particular sin comunidad de los ciudadanos) a las que tiende el capitalismo globalizado. Una vez ms, lo esencial depende de una relacin de fuerzas, pero las instituciones no son neutras.

Notas al pie de pgina

1. Europe, constitution, frontire, tienne Balibar, ditions du Passant, mayo 2005, 164 pginas.