AUTORREFLEXIVIDAD Y NOVELA: Aproximaciones a la obra de Salvador Quevedo y Zubieta Claudia Chantaca

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Salvador Quevedo y Zubieta nació en Guada- lajara, Jalisco, el 20 de noviembre de 1859 y murió el 6 de julio de 1935 en la ciudad de México. Como otros intelectuales de su tiempo su vocación literaria se acompaña de una intensa actividad periodístico-diplomática, nacional e in-ternacional, lo que le permitió incorporar a su obra el programa estético de las diversas tendencias artísticas observadas durante sus viajes. Es uno de los escritores semiolvidados en el panorama de las letras de nuestro país, conocido por sus trabajos periodísticos aun cuando su vasta producción comprende cuento, ensayo, crónica, cinco piezas dramá-ticas (Huerta, Amor por partida doble, Doña Pía o el contrachoque, La prueba prenupcial y El Manicomio Camarilla) y tres ciclos narrativos dedicados a examinar las distintas etapas de la Revolución mexicana, mediante la pintura de cuadros costumbristas, muestra del movimiento armado en la provincia mexicana.

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    AUTORREFLEXIVIDAD Y NOVELA: Aproximaciones a la obra de Salvador Quevedo y Zubieta

    Claudia Chantaca Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Universidad Autnoma Metropolitana-Iztapalapa

    Salvador Quevedo y Zubieta naci en Guada-lajara, Jalisco, el 20 de noviembre de 1859 y muri el 6 de julio de 1935 en la ciudad de Mxico. Como otros intelectuales de su tiempo su vocacin literaria se acompaa de una intensa actividad periodstico-diplomtica, nacional e in-

    ternacional, lo que le permiti incorporar a su obra el programa esttico de las diversas tendencias artsticas observadas durante sus viajes. Es uno de los escritores semiolvidados en el panorama de las letras de nuestro pas, conocido por sus trabajos periodsticos aun cuando su vasta produccin comprende cuento, ensayo, crnica, cinco piezas dram-ticas (Huerta, Amor por partida doble, Doa Pa o el contrachoque, La prueba prenupcial y El Manicomio Camarilla) y tres ciclos narrativos dedicados a examinar las distintas etapas de la Revolucin mexicana, mediante la pintura de cuadros costumbristas, muestra del movimiento armado en la provincia mexicana. Interes al autor examinar los vnculos entre ficcin, narratividad e Historia, as como la huella de los grandes procesos sociohistricos en la vida cotidiana; preocupaciones que ilustraba con notables ejercicios narrativos, a los cuales l mismo denomin historia de circunstancias, relato que se construye elevndose muy poco sobre el

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    nivel de los acontecimientos y los hombres que analiza, atribuyendo a stos proporciones exageradas, esta forma de hacer Historia se concentra en la peripecia insignificante y busca representar a las figuras polticas slo por haberse deslizado alguna vez hacia el error o hacia el crimen, tropiezos cuyas ondas de propagacin provocan la ruina de insospechados seres.

    A este respecto, digno de atencin es el trabajo realizado con motivo del accidente ferrocarrilero en Cuautla de Morelos el ao de 1881. El suceso sirve a Quevedo y Zubieta para redactar una crnica periodstica en un diario de circulacin nacional en tiempo contemporneo al accidente, un ensayo y, un cuento llamado Escontzin (1888), en el que el suceso funesto es marco para un tringulo amoroso. Si en los dos escritos previos, la tragedia sirvi para formular la crtica de las concesiones provistas por el gobierno a la iniciativa privada y se considera a la mala ingeniera de los puentes ferroviarios causal del accidente, en el cuento se culpa al mal augurio pronosticado por la orina de un zorrillo en el camino, creencia popular entre los lugareos.

    Escontzin escrito en lengua francesa forma parte de la antologa Relatos mexicanos seguido de Dilogos parisinos, donde el autor jalis-ciense expone por primera vez sus reflexiones en torno al carcter universal de la cultura gala. La obra data de su estancia como alumno de la Facultad de Medicina en La Sorbona, poca en la que particip en el proyecto literario La revu exotique, ambos hechos son referidos en su primera novela Letudiante. Notes dun carabin, de 1888 donde el conflicto biotico de la inseminacin artificial y la violacin de una joven estudiante de medicina son narrados en las memorias de un alumno extranjero. Esta ltima ser examinada en el presente escrito, el cual tiene por objetivo exponer algunas reflexiones en torno a la construccin autorreflexiva de la

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    novela, con una doble finalidad aproximarnos a la obra de un escritor semiolvidado en el panorama de las letras nacionales y proponer una lectura de su obra desde la teora de la metaficcin.

    Para Quevedo y Zubieta el francs es el nuevo latn, el lenguaje idneo para la comunicacin del pensamiento cientfico y de las artes, pues se adecua a la sensibilidad del hombre moderno, no as la lengua inglesa a la que juzga til para el comercio por la sencillez de su gramtica: Le franais est appel quelque chose de plus grand. Il peut devenir, si on largit les bornes troites de sa diction, ce qutait le latin pour nos aeux: le vhicule commun des ides (Quevedo y Zubieta, Rcits mexicains; suivi de Dialogues parisiens, 239).

    No se relaciona la propuesta del autor con el llamado afrancesamiento de la cultura mexicana durante el porfiriato, actos parodiados en sus novelas La camada (1912) y Mxico marimacho (1933), ni mucho menos una importacin de lo mexicano a los ambientes franceses para dar continuidad a su literatura de corte social, ya que no hace el traslado de las tribulaciones nacionales al escenario europeo ni intenta explicar la circunstancia poltica del pas galo. Antes bien, su planteamiento es una apologa de la comunicacin que excede los lmites del cdigo lingstico y seala que toda traduccin no es slo gramatical y sintctica, sino un hacer interpretativo que pone en trminos de un punto de vista ajeno, lo propio (Rodrguez, El saber del traductor, 224-225). Se articula el pensamiento desde la cultura materna como un lenguaje de salida, pero se elige un sistema de expresin a modo de lenguaje de llegada con todos sus matices ideolgicos

    Cela pour la matire des Rcites; quant leur forme, lautor na quune confession faire. Il les a pens en espagnol; il les a crits en franais. Si tous ceux qui crivent faisaient la

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    mme chose que lui, lauteur sait bien que la langue franaise aurait ncessairement plus dun horion recevoir; mais elle deviendrait universelle. Il faut bien qu une langue souffre un peu pour devenir la premire du monde. (Quevedo y Zubieta, Ltudiante, notes dun carabin, 239)

    De este modo, no resulta extrao el carcter atpico de la novela Letudiante, nica produccin del autor que carece de referencias a su pas natal. Mxico es representado slo de manera simblica cuando al hacer el inventario de la flora cultivada en el jardn botnico, de la Facultad de Medicina, la protagonista seala con azoro un nopal. Nueva alusin a la universalidad de la cultura francesa capaz de unir y cultivar lo naturalmente discordante y ajeno para propiciar su crecimiento en un mismo espacio. A diferencia de sus otras novelas, no figura aqu el particular tono de denuncia con el cual suele introducir el relato pardico sobre poltica, ms bien se muestra el cambio en la sensibilidad esttica como principal motor para el entendimiento de las revoluciones sociales, lo que se traduce en el uso de estrategias narrativas que exceden la cualidad genrica de la obra: a mayor inmersin en la cultura francesa, el narrador protagonista experimenta un cambio de percepcin que lo transforma de un simple observador del fenmeno a un intrprete de la historia. Sus memorias muestran el cambio paulatino de su juicio respecto a todas las esferas del hacer social, ampliando su comprensin del discurso extranjero, ello acompaado de juegos lingsticos y mecanismos de intercambio en los niveles narrativos.

    De acuerdo con Renate Lachman, el contexto social entendido como situacin sgnica funciona a manera de entimema y experiencia textual. El discurso inserto, poseedor de su propio haz ideolgico, se modifica al entrar en contacto con el texto ajeno, por lo cual se dira que el narrador pasa del acto a la vivencia, pues ahora asimila y comprende la

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    circunstancia sgnica de la cultura francesa. Es importante destacar que al manifestarse dicho cambio en las estructuras narrativas se crea una doble isotopa: la confrontacin del sujeto con el medio histrico (Pars del siglo XIX) y la construccin de la novela como accin ideolgica, esta ltima entendida a modo de interferencia en el sistema social de las acciones literarias, lo que aade una propiedad metatextual a la obra.

    Ahora bien, en su primer ao como estudiante de medicina el ingls Robert C traba relacin amorosa con una joven francesa de bajos recursos procedente de una pequea comunidad en el Pas-de-Calais. Al poco tiempo el vnculo entre ellos se deteriora, pues Betsy, la estudiante, comienza a trabajar en la investigacin del Profesor Rouff, controversial acadmico cuyas facultades de docencia han sido cuestionadas por alumnos y directivos debido a lo peculiar e innovador de su proyecto: crear un nio artificial. La adjunta es absorbente y las notas de Betsy decaen; tras reprobar los primeros parciales su afectada salud causa sospecha entre sus compaeros. El punto ms alto del argumento es el episodio en el cual la joven delira a causa de una misteriosa fiebre y concurren en su habitacin tanto el Dr. Rouff como uno de los amigos de Robert, Phillip Gmez. Los sollozos de Betsy y los gritos de alarma del profesor indician la violacin, hecho que no se esclarece, pues inicia el periodo vacacional y los jvenes vuelven a casa. Los puntos suspensivos como marcadores paratextuales, reiteran el tono de decoro en el discurso del enunciador adems de dar pie a un cambio en la estrategia narrativa, pues se suspende el relato sobre la vida en Pars y el manuscrito consigna la crnica del viaje de Robert durante el asueto, misma que se interrumpe de forma abrupta con frases sueltas y una escritura irregular.

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    Se incluye aqu una nota explicativa sobre el malestar que los hechos venideros producen en el estudiante ingls, el texto fragmentario introduce a la nueva voz, revirtiendo el carcter testimonial de la obra:

    Ici le manuscrit qui contient les notes du carabin sembrouille de plus en plus Lcriture devenue informe, irrgulire, peint les sursauts dune main fivreuse. Le style hach, illogique, fait des cabrioles fort decadents on sent que le carabin sous le coup dimpressiones terribles a perdu un peu la tte. Ce qui force le prfacier redresser les notes, suppler certaines absences, et prendre pour son compte la fin du rcit. (Quevedo y Zubieta, Ltudiante, notes dun carabin, 266)

    Tras el periodo vacacional el notorio embarazo de la chica sumerge en la duda a Robert, cuando ste la confronta ella lo seala como responsable del acto: en medio de su delirio, Betsy recre la imagen del ltimo paseo de ambos por el jardn de Luxemburgo, lugar donde ella piensa se efectu la concepcin. Sin embargo, al explicar los hechos no acierta a dar detalles del contacto sexual; Robert supone, entonces, que Betsy ha sido utilizada por Rouff para llevar acabo sus experimentos, reflexin que aade de forma tcita el sema de objeto al personaje femenino: ser paciente de voluntad frgil, dominado por el medio, infantilizado incapaz de discernir entre el bien y el mal. Al cobrar consciencia de lo sucedido, la joven pierde la razn y deambula por las calles de Pars, pasaje suscrito como nueva narracin enmarcada que enfatiza la oposicin primaria entre cuerpo y razn, al presentar con una forma iterativa, el relato de un examen de grado en el que la sustentante aprueba con honores; primero, en el marco ficcional del sueo y, despus, de forma efectiva, pero no para el mismo personaje. Introduce el narrador a Dr. Friedley, mujer alegora del pensamiento cientfico que despierta el

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    azoro de los jvenes universitarios. Esta ambivalencia sirve para construir la idea de lo femenino no por contraste con la masculinidad, ms bien se dira que la novela expone una definicin en trnsito: la moderna representatividad de la mujer en las artes y las ciencias.

    La primera etapa del relato se construye a manera de ficcin realista, abunda en descripciones minuciosas del espacio, con un orden secuencial lineal y progresivo, caractersticas del personaje Robert C a su llegada a La Sorbona. Sin embargo, llama la atencin que la Facultad de Medicina figure poco en el retrato de la arquitectura urbana, ello es metfora del cambio en la concepcin sobre la vida acadmica, la universidad es un mecanismo de sociabilidad cuyo funcionamiento tiende al carcter universal del que hablaba Quevedo y Zubieta en su artculo sobre la lengua francesa.

    Lo natural es tambin mostrado en aparente dicotoma con arreglo a la experiencia que el narrador tiene en ellos: el jardn Luxemburgo, smbolo de erotismo, es el locus amoenus donde se gesta la relacin amorosa entre los dos personajes principales. Aqu, la pintura del elemento natural se corresponde con el pathos de Robert C quien, hasta ese momento, se consideraba hombre moderno y racional interesado slo en la complejidad causal de la fisiologa; de tal suerte, al declarar su amor a Betsy, experimenta emociones que slo acierta a comparar con el juego de luces en el jardn y los sonidos del paraje natural, contenido en el centro urbano. Su contraparte es el jardn botnico de la Facultad, donde la naturaleza es objeto de estudio y no de experiencia sensible.

    Para el narrador-personaje Pars es el lugar donde naturaleza y cultura coexisten en armona; de ello dan testimonio las abundantes descripciones sobre el paisaje, siempre divididas en la singularizacin de los componentes arquitectnicos, los avances tecnolgicos y las

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    observaciones sobre la latencia del elemento natural. Por otro lado, los pasajes descriptivos fungen como anuncios de un cambio epistemolgico en el sujeto, pues a medida que opera su inmersin en la cultura gala, su percepcin se ampla. La historia se construye por una cadena de epifanas ya que el hallazgo de la vida parisina y sus espacios descrito por el joven mdico, es siempre catfora de una transformacin narrativa; no slo en cuanto al contenido, pues implica el adelanto de una funcin distributiva, tambin expone a la mirada como sntoma de cambio en la racionalidad ciega del determinismo biolgico. El sujeto narrador, representante del discurso cientfico, experimenta la cultura a travs del erotismo y cede paso a una actitud ms contemplativa. No viene en gratuidad que su primer reparo en la belleza del jardn, sea consecuencia de formalizar su relacin con la protagonista, o bien, con tintes negativos, la primera vez que experimenta la belleza del paisaje de Pars, desde una ventana, ocurre la violacin

    Jai de l, sur Paris, une vue magnifique. Jai d dj men apercevoir. Ne suis-je pas venu tant de fois dans cette chambre, nai-je pas tendu mes regards sur ce millier de toits? Ctait lhiver, sous le ciel gris. La brune voilait cette ferie immense. Aujourdhhui, tout reluit, tot sanime. Les cehemines lvent linfini leurs ttes disparates: un peuple de bonshommes, les uns trapus, dcouverts; dautres, trs longs, coiffs de chapeaux chinoise. Des stores verts et blancs, se rabattent sur les fentres inondes de soleil. Lbas, il y en a une, dont le store relev me laisse voir les carreaux nus, sans rideaux. Cest ma fentreBonjour, eh! Toi!...

    De particular inters resulta el primer da de primavera, camino a

    una tertulia literaria, en su trnsito por el Bulevar de Saint Germain. El narrador personaje se asume espectador de una pintura mvil, una aproximacin impresionista integrada por detalles sbitos que ante sus

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    ojos centellean dejando en l una vaga sensacin de infinito. Desde el carro de una vendedora de flores, el moo fugitivo de una rubia en su marcha por el pasaje, arcos, prticos, los bordes blancos de las casas, la Madeleine, la Cmara de Diputados, el Arco del Triunfo, los Campos Elseos: simetras teatrales de Pars que se le revelan por completo (Quevedo y Zubieta, Ltudiante, notes dun carabin, 90-92). Esta cfrasis extensa, sin dar cuenta de la cronologa de los hechos histricos, ostenta el cambio en la sensibilidad del hombre de la poca, esto es, los cdigos culturales que remiten al impresionismo pictrico y las reuniones en cafs literarios, ahora frecuentados por Robert C, representan la historicidad de la experiencia esttica. En su interaccin social, el sujeto vivencia la cultura, es decir, realiza un proceso de apropiacin que modifica su identidad y al mismo tiempo expone el ser formativo de la circunstancia sgnica, pues el contacto con esta sociedad ajena, implica un modo de entender y actuar en el mundo manifiesto en su discurso; poco a poco se aleja de sus primeras observaciones, el relato de apuntes, descripcin minuciosa de cursos, cambia el modo de narrar y cambia el contenido de su narracin. De tal manera se revela el contraste entre enseanza universitaria y formacin vivencial.

    La categora fundamental de la historicidad no son los hechos sino los acontecimientos. El sujeto propio de la historia no son los individuos sino las sociedades. La actividad histrica no depende slo de las facultades personales de cada hombre, sino tambin de los campos de las posibilidades que los hombres integrados a las distintas sociedades hacen surgir, a fin de que las sociedades posteriores las asuman de modo creador (Lpez Quints, La experiencia esttica y su poder formativo, 386). La vida como hecho fsico es experimentada por el sujeto, pero, como hecho significante, slo cuando la evoca con su discurso, distanciamiento

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    natural de la mirada ajena que desea comprender como participar de lo que sucede ante sus ojos.

    En Tolstoi y la Historia Pedro ngel Palou explica las relaciones entre lengua y realidad que sustentan una teora sobre la vida en la obra del autor ruso, paradigma de la novela histrica. A lo largo de 21 tesis, Palou comenta pasajes de los Apuntes de Sebastopol y Guerra y paz, textos donde analiza el inters de Tolstoi por la Historia y la expresin de lo cotidiano. Desde su perspectiva, la vida biolgica se presenta como insignificante y slo adquiere sentido en una trama, ya que los factores de la existencia humana son mltiples y variables, es decir, el acontecimiento significativo se produce slo cuando puede ser narrado. La vida la vida real, con sus intereses esenciales en la salud y en la enfermedad, [] sus intereses intelectuales en la ciencia y el pensamiento, en la poesa, la msica, el amor, la amistad, el odio y las pasiones transcurra como siempre, de forma independiente y separada de la amistad poltica o la enemistad con Napolen Bonaparte (Palou, Tolstoi y la Historia, 79). Para Ricoeur la ficcin es el vnculo entre la historia y la vida biolgica, pues sta funge como mecanismo para interpretar la experiencia del mundo, no existen los actos insignificantes, todo cuanto el hombre realiza posee una carga semitica.

    Ahora bien, a decir de Marta Portal el proyecto literario de Quevedo y Zubieta comporta una muestra del naturalismo mexicano de proporcin decorosa, en su artculo Una desconocida novela mexicana de la Revolucin y un prlogo de Emilio Castelar, comenta: L Etudiante. Notes d un carabin es una novela naturalista de tema escabroso la inseminacin artificial entre humanos, y una violacin [...] No obstante deberse a la pluma de un autor mexicano, la novela, poco conocida, podra tomarse por obra de naturalistas franceses (Portal, Una desconocida

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    novela mexicana de la Revolucin y un prlogo de Emilio Castelar, 204). Esta perspectiva hace coincidir a la narracin del mexicano con el programa de La novela experimental de Zola, pues se entiende que el poeta es analista del hombre y la literatura el instrumento para el examen de la quaestio facti. Se reemplaza la palabra mdico, o psiclogo por la palabra novelista para poner en relieve el rigor cientfico con que la literatura se aproxima a la naturaleza humana:

    Hacemos, en cierto modo, psicologa para completar la fisiologa cientfica y no tenemos, para acabar la evolucin, sino que llevar a nuestros estudios sobre la naturaleza y el hombre el instrumento decisivo del mtodo experimental. En una palabra, debemos operar sobre los caracteres, sobre las pasiones, sobre los hechos humanos y sociales, como operan el qumico y el fsico sobre la materia inorgnica, como el fisilogo opera sobre los cuerpos vivos. El determinismo lo domina todo. Es la investigacin cientfica, es el razonamiento experimental que combate una a una todas las hiptesis de los idealistas y que reemplaza las novelas de pura imaginacin por las novelas de observacin y experimentacin. (Emile Zola, La novela experimental, 41)

    Una novela de corte naturalista representa las funciones de la vida humana por medio de la observacin fenomnica de los casos y las circunstancias, cualidades que describen la estrategia principal en L etudiante, sin embargo, destaca la segunda parte de la obra construida por juegos narrativos que violentan la linealidad de las estructuras tradicionales, se intercalan segmentos alejados de la esttica realista y se tematiza la condicin literaria del texto, manifestando un alto grado de autoconciencia ficcional.

    Prueba de ello es el prlogo como estadio narrativo de la obra, adems de ser anticipo de su estructura. Dividido en dos secciones, el aparente cambio de registro simula una construccin cooperativa, es decir,

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    la presencia de dos voces que actan de forma complementaria para reconstruir la historia. Del mismo modo, la novela se compone de dos segmentos: a) la transcripcin de las memorias del estudiante ingls, Robert C texto que comprende su arribo a la universidad, los amores con Betsy y el perodo vacacional y, b) el relato elaborado por un narrador testigo quien, sin ser partcipe de los acontecimientos, afirma haber investigado lo suficiente para concluir y complementar la historia del manuscrito (Quevedo y Zubieta, Ltudiante, notes dun carabin, 6).

    Mientras el primer prologuista se muestra interesado en describir las condiciones educativas de la mujer en las aulas francesas, a travs del examen de datos concretos, a fin de explicar las causas que propiciaron la tragedia narrada, el segundo se declara autor del prlogo y procede a explicar su vnculo con los personajes y cmo los ha conocido, hechos que motivan una breve narracin. A esto se suman las aclaraciones sobre el carcter fragmentario del discurso, preocupaciones literarias

    Lauteur de cette prface a entrevu, il y a quelques

    annes, un de ces drames scolaires. Les personnages principaux taient un tudiant et une tudiante, en mdecine, puis un docteur, un de ces docteurs rvolts contre lAcadmie, bavards comme des dentistes et qui occupent leurs loisirs faire des enfants artificiels et dautres. Ltudiant tait un tout jeune homme, plus jeune peut-tre quelle. Pendant quelques mois le Prfacier les rencontrait souvent la tombe du jour dans le jardin du Luxemburg []

    Un jour, le Prfacier intrigu sassit prs de la jeune femme, sur le mme banc. Il commena par lui parler du temps quelle trouva beau, puis un bout de causette sengagea, au cours duquel elle parla de Robert C []

    Alors le Prfacier en voil un crampon ! plus touch que les autres de cette disparition, se mit en rechercher les causes. Il trouva le moyen de sintroduire dans lintimit de Robert C Ce jeune homme avait crit une

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    srie de notes propos de ltudiante. Quel carabin na pas quelques notes personnelles, plus ou moins romanes-ques, mles ses cahiers de science ? Robert C livra ses notes au Prfacier. Cest par elles quil apprit Oh ! cest inou figurez-vous!... (Quevedo y Zubieta, Ltudiante, notes dun carabin, 6, 9, 11-12)

    La metaficcin literaria refiere a la obra que incluye dentro de s

    misma un comentario sobre su ser artificial o sobre su propia identidad lingstica. De acuerdo con Linda Hutcheon, el carcter metalingstico de la literatura puede considerarse un movimiento transtextual donde la relacin crtica que suponen los paratextos y los metatextos se ha convertido en el cuerpo mismo de la obra: la consciencia crtica se interna estructuralmente, movindose desde el prefacio hacia el contenido y al discurso de la novela misma.

    Ahora, la duplicidad como rasgo de los sistemas autorreferenciales comporta un metalenguaje sobre la cultura y sobre s mismos. As, una obra artstica moderna al tiempo que representa un universo verosmil muestra su visin sobre el mundo factual y lo interpreta; de forma paralela, observa su propia construccin como texto en el campo de los discursos de la cultura y en el mbito del discurso especfico en el que se inserta (Lotman, El lugar del arte cinematogrfico en el mecanismo de la cultura, 132). En el caso de Letudiante, cuando el prologuista introduce el manuscrito de Robert C, produce una narracin enmarcada que se convertir en el referente de su propio discurso en la segunda parte de la historia, se produce un flujo de estrategias discursivas en el fenotexto, lo que resulta una relacin de contigidad, esto es: perturbada la isotopa natural del texto novelesco, se representa la estrategia caracterstica del prlogo, como texto evocado, en la dimensin accional de la novela (el metalenguaje inserto en las secuencias narrativas).

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    Por otro lado, a principios del siglo XIX slo algunas mujeres en situacin social privilegiada podan lograr cierto tipo de educacin. No as en 1880, dcada en la que se sita la historia; para entonces se haba conquistado un espacio considerable en el mundo acadmico, (Tikhonov Sigrist, Les femmes et l'universit en France 1860-1914, 62). Si bien su estatus no era estable, como lo manifiesta el juego pardico con la terminacin trices. Es claro que el autor del prlogo ostenta una punto de vista favorable respecto a la representatividad femenina en las universo-dades, hecho que se refuerza con la cita de la escritora polonesa Caroline Schultze, quien en su tesis doctoral estudia el considerable incremento de la matrcula en la Facultad de medicina de 1868 a 1888 (de cuatro pas a ciento catorce). Durante el ciclo escolar 1887 a 1888 ya figuraban 2 alumnas en Derecho, en Ciencias 10, en Letras 142, un total de 268 estudiantes regulares

    (Quevedo y Zubieta. Ltudiante, notes dun carabin, 2).

    Pas d erreur!... La femme savante fait souche. Il saccomplit derrire elle un mouvement entranant de petits bas-bleus [] A ct de cette progression dlves doctoresses, on porrait vrifier celle des Institutrices, des Littratrices et dautres dames en trice. Cest l les diverses manifestations dun seul fait, lbranlement du cerveau des femmes. Les voil se jetant par des chemins intellectuels qui semblaient leur tre ferms: elles se donnent au travail scientifique avec lardeur dune vocation; elles y aportent plus de sincrit, plus de conscience que le mles; elles leur Font dans les coles une concurrence parfois victorieuse.

    No obstante la defensa del progreso, conserva el texto un cierto

    desnimo asociado a una concepcin determinista sobre el cuerpo y el entorno. Considera el autor que a pesar del cambio en los intereses de la mujer, sta no puede escapar a la espontaneidad del instinto. Ello es

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    consecuente con lo expuesto en otras novelas de Quevedo y Zubieta, donde se representa al cuerpo como un locus de control y poder (Caamao Mora y Constanza Rangel, Maternidad, Feminidad y Muerte. La mirada de los otros frente a la mujer acusada de infanticidio, 82), un instrumento de dominio a travs del cual las mujeres, carentes de voluntad, son arrastradas por la biologa y el medio, pero bajo una pretendida docilidad ejercen el poder decisivo sobre toda accin a nivel domstico y pblico. En su ciclo narrativo Las ensabanadas y su prolongacin La ley de la sbana, las historias de mujeres fungen como casos ilustrativos que certifican el cumplimiento de un patrn conductual inherente a la naturaleza de su tipo, a eso llama el autor ley de la sbana: aquellas mujeres en cuya genealoga existe el incesto estn condenadas a repetirlo.

    El cuerpo es, en la obra del autor, un umbral simblico cuyo misterio somete la voluntad del otro. Siguiendo a Michel Focault el poder est inducido en el cuerpo y es forjado en toda interaccin social; en el mundo moderno ste implica la relacin entre placeres, conocimiento y control en tanto stos son producidos y disciplinados (Caamao Mora y Constanza Rangel, Maternidad, Feminidad y Muerte. La mirada de los otros frente a la mujer acusada de infanticidio, 82). En L etudiante concurren dos maneras de entender al cuerpo femenino que se concretan en dos personajes especficos: como objeto natural (Betsy) y como artificio (Dra. Friedley).

    Finalmente, en este punto, es posible afirmar que el proyecto literario del autor formula una hermenutica de la cultura que consiste en la ficcionalizacin de dinmicas sociales a partir la descripcin de casos especficos, con el deseo de ejemplificarlas e interpretar sus variantes, lo que recuerda al programa naturalista de Zola (Rodrguez, 2005). Reconstruye escenas de la vida cotidiana con sujetos comunes cuyo perfil,

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    en ocasiones, parece incompleto o superficial, pues su delimitacin tiene por finalidad conocer los procesos mediante los cuales se forma el hombre universal. La novela L etudiante alude de manera simblica al cambio en la sensibilidad esttica propio del siglo XIX que, a en la perspectiva de Quevedo y Zubieta, es producto del enfrentamiento entre una Europa antigua esttica y una Francia dinmica y homogeneizante, donde todo discurso es absorbido y cultivado para edificar una civilizacin de carcter universal. A esta propuesta acompaa la instrumentacin de nuevas estrategias narrativas que evidencian la autoconciencia del acto creativo, simulacro de la escritura donde el narrador, observador de su tiempo, se advierte objeto observado, por otro narrador. Mecanismos-muestra de la metaficcin en fase temprana.

    BIBLIOGRAFA CAAMAO MORA, Carmen Y Ana Constanza Rangel, Maternidad, Feminidad y Muerte. La

    mirada de los otros frente a la mujer acusada de infanticidio, San Jos de Costa Rica: Universidad de Costa Rica, 1999.

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