Autores - investigacion

8/18/2019 Autores - investigacion

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OCTAVIO PAZ


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Introducción

un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre

Estas son unas de las poesías mas reconocidas de este autor y poético llamado Octavio paz ,desde su muerte en 1997 é!ico ha de pesar por Octavio "az, gran poeta y autor , y unosde los #ltimos intelectuales que é!ico recuerde$ %anador del incentivo mas preciado porun autor, el premio novel de literatura y de otros premios importantes que gano en su vidacon sus obras y poesías$

En este traba&o de podrá ver la vida, su e!tensa obra , re'erencia critica (donde opinanautores me!icanos e internacionales), su tan particular estilo literario, y sobre todo su 'orma

de ser y seg#n la mayoría de las personas el me&or autor y poeta me!icano e hispanoamericano de la historia$


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Octavio Paz

Vida de Octavio Paz

*aci+ en la ciudad de é!ico el 1 de octubre de 191-$ .nici+ sus estudios en leyes endicha ciudad y los abandon+, &unto con la casa paterna, en 197 para ir a radicar a /ucatán

como maestro rural$ Ese mismo a0o, se cas+ con Elena%arro (con quien más tarde tuvo una hi&a) y parti+ conella a Espa0a para asistir, en alencia, al .. 2ongreso.nternacional de Escritores 3nti'ascistas, al que habíasido invitado$ 3hí conoci+ a varios escritores deimportancia en su vida como 4uis 2ernuda, 5orge

%uillén, "ablo *eruda, 5ulien 6enda, 4ouis 3ragon,entre muchos más$ e 198 a 19-1 permaneci+ ené!ico ba&o una intensa actividad literaria$ 3 'inalesde 19- inici+ una serie de via&es al e!tran&ero queserán 'ormativos en el desarrollo de su obra$ "as+ dosa0os en Estados nidos, el primero de ellos (19--)con una beca de la :undaci+n %uggenheim$ En 19-;inici+ una carrera en el servicio diplomático me!icanoque dur+


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=us primeros libros de poesía sonC Luna silvestre (19), en donde ya están presentes ellirismo y el erotismo que serán una constante en su obra, y ¡No pasarán (19?), poesíacomprometida con la causa de la %uerra 2ivil espa0ola$ 3mbos poemarios serándesconocidos por el autor y e!cluidos de sus recopilaciones posteriores$ *o obstante, enellos ya se puede ver la preocupaci+n del poeta acerca del lugar de la poesía en la vida del

hombre$ "az vivirá intensamente este problema y más tarde encontrará en la Brevoluci+nsurrealistaB la opci+n adecuada a sus inquietudes$ =eguirán !ajo tu clara so"#ra $ otros poe"as so#re Espa%a (197), en que conviven lirismo, erotismo y compromiso social y &a'( del ho"#re (197), comentado con entusiasmo por 5orge 2uesta, hecho que loapro!ima al grupo 2ontemporáneosD$ inieron después dos poemarios másC Entre la piedra $ la )lor (19-1) y * la orilla del "undo (19-


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Itrans'iguraci+nJdes'iguraci+nK de un soneto de Luevedo, operaci+n ligada también a susre'le!iones sobre los problemas de la traducci+n$

/e"illas para un hi"no (19;-), Piedra de sol (19;7) y La estación violenta (19;8) seráncoleccionados, &unto con ,-guila o sol.0 en la nueva edici+n de Li#ertad #ajo pala#ra1 Li#ertad #ajo pala#ra1 o#ra poética 23456734689 (19?G)$ En ella se acent#an los rasgosantes mencionados y se da una mayor presencia a los temas del pasado prehispánico deé!ico, 'recuentemente identi'icados con el aspecto tel#rico, ut+pico y primitivista quealgunos surrealistas como 3rtaud buscaron ansiosamente$

En Ladera este (19?9), "az recoge sus contactos con oriente mientras que en Vuelta (197?) plasma su regreso a é!icoC poemas de reencuentros con amistades y lugares, entre los queestá el celebrado I*octurno de =an .lden'onsoK$ Pasado en claro (197;) es un poema largo,también e&ercicio de memoria, pero más íntimo y pro'undo, en el que "az medita sobre larelaci+n del poeta con las palabras$ En -r#ol adentro (1987) @@su más reciente libro de poemas@@ erotismo, amor y otredad son los temas dominantes, aunque también hay un lugar importante dedicado al diálogo con la literatura y con las artes plásticas (como sucede

también en Vuelta)$

El poema, dice "az, es un ob&eto de lengua&e, una constelaci+n de signos, capaz de proyectar al lector a la e!periencia de la poesía, que es un reencuentro con la unidadoriginal de la que ha sido e!pulsado el hombre$ El tiempo primordial encarna en un instantey entonces la sucesi+n en la que el hombre está atrapado se convierte en un presente puro

que lo alimenta y transmuta$ e estamanera se entiende que "az haga unadi'erencia entre poesía y poemaC hay paisa&es, personas y hechos en losque puede haber poesía sin que por

ello haya poema$ "or otra parte, si lae!periencia poética eseminentemente individual,simultáneamente es colectiva, pues"az la conecta con sus orígenesC la'iesta y sus relaciones con losagrado$ 4a e!periencia poética

sucede dentro de la comunidad que, en sus ritos, repite los mitos 'undadores (regreso alorigen inocente), pero sucede también de una manera personal, como un encuentro con laotredad , como una revelaci+n, es decir, como una e!periencia religiosa$ 4o sobrenatural, lareligi+n, el amor y la poesía permiten al hombre salir de sí mismo y ser otro$

"az complementa su visi+n de la poesía con un rasgo e!istencialista @@FierFegaardiano porsu tono religioso de Isalto a la otra orillaK o heideggeriano por su Iestar ahíK con la #nicacerteza de la muerte@@ en el que nos indica que la poesía, como la religi+n, parte de lasituaci+n humana originalC el saberse arro&ado en el mundo hostil e indi'erente y atrapadoen la temporalidad y en la 'initud$ En este panorama, no e!tra0a que "az sit#e al poeta entreel mago y el místico$ el primero toma su conocimiento del principio de la analogía @@quelo pone en contacto con el cosmos estableciendo relaciones entre todos los seres@@ y rechaza


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su a'án de dominio del segundo recoge su espíritu de comuni+n, desechando su b#squedade la soledad$ 4a poética de "az tiene un punto de in'le!i+n que coincide en 'echas con su propuesta de una Ivanguardia silenciosaK$ e&a de centrarse en la visi+n antropol+gica de lacreaci+n artística, en'atizando ahora el aspecto material del lengua&e$ e ahí su mayoracercamiento a allarmé y a uchamp y su propuesta de que Bel poeta no se sirve de las

palabras$ Es su servidorB$ 3 partir de entonces, la poesía de "az oscila armoniosamenteentre su vena mágica y su vena 'ormal, entre el poema como puente hacia el instante decomuni+n y como máquina de signos conciente de su 'uncionamiento$

El interés de la poesía de "az radica principalmente en su carácter de vanguardiarenovadora, en la 'usi+n de tradiciones occidentales y orientales, en su mane&o del erotismocomo 'en+meno que se da no s+lo en el cuerpo sino en el mundo y en el te!to, en suvinculaci+n y proyecci+n internacional y en el especial momento en que surgi+ en la culturame!icana resolviendo, a su manera, el i"passe entre la poesía pura, identi'icada con elgrupo de 2ontemporáneos, y la poesía comprometida con dar una respuesta a la historia y ala sociedad$ 4a opci+n de "az estuvo marcada por el surrealismo y su deseo de reparar eldivorcio entre poesía y acci+n$ =us contactos con el surrealismo @@primero a través de los

poetas espa0oles de la %eneraci+n del


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dos principiosC la analogía y la ironía$ La otra vo(: Poes'a $ )in de siglo (199G) contin#a ele!amen de la tradici+n moderna, proponiendo, para después del Bocaso de las vanguardiasB,una Bpoesía de convergenciaB$ En /or ;uana


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limitacionesC Ial escribir, el poeta no sabe c+mo será su poema al traducir, el traductor sabeque su poema deberá reproducir el poema que tiene ba&o los o&osK$ Entre las traduccionesque "az ha realizado se encuentranC /endas de ABu de 6ashM (19;7) *ntolog'a de:ernando "essoa (19?


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ensayístico$ =in embargo, mientras lo primero es pueril, lo segundo es innecesario, entreotras razones porque si la poesía de "az enriqueci+ nuestra vida cultural, su visi+n de la política contribuy+ a diversi'icar nuestro horizonte ideol+gico$

3 "az le toc+ vivir un siglo apasionado de la política$ :ue testigo de guerras, supo decampos de concentraci+n, deportaciones masivas, del ascenso y caída de imperiosideol+gicos, de varios reacomodos políticos de la geogra'ía mundial$ En é!ico presenci+las trans'ormaciones que precipit+ la >evoluci+n, que luego pro'undiz+ la estabilidad, yque después se tradu&eron en urgencia por más cambios$ =us re'le!iones deben ser leídascomo un es'uerzo supremo por introducir cierto orden en el universo ca+tico deacontecimientos del siglo , que se presentaron en muchos casos en 'orma simultánea,sin que entre ellos hubiera más relaci+n que la que podía o quería establecer un observador privilegiado, como lo era el mismo Octavio "az$

"az 'ue siempre un hombre de contrastes, que miraba el mundo como un problema, comoun enigma, a través de las contradicciones de la realidad, buscando revelar aquello que seocultaba ba&o lo obvio$ e ahí su pasi+n por las dualidades que se contradicen y se

complementanC soledad y comuni+n, modernidad y tradici+n, me!icanidad y universalidad, para citar algunas de las antinomias que utilizaba como re'erencia para desci'rar la realidady ayudarnos a comprenderla$ =orprendentemente, al tiempo que re'le!ionaba a partir dedicotomías, podía mantener el matiz que distingue la re'le!i+n del intelectual de lacontundencia del político$

Hace unos meses un crítico norteamericano escribi+ que las posiciones políticas de losescritores latinoamericanos tenían que ser entendidas como una e!tensi+n de su literatura$Este &uicio, devastador y e!acto, no es de ninguna manera aplicable a "az quien nunca pusola política al servicio de su obra, y mucho menos su obra al servicio de la política, como lereprochaba haberlo hecho a 4ouis 3ragon y a "ablo *eruda$ 3 di'erencia de ellos, no creía

que la poesía, la literatura o las ideas produ&eran los acontecimientos hist+ricos, sino más bien que éstos producían aquéllas$ B4a literatura no salva al mundo al menos lo hacevisibleC lo representa o, me&or dicho, lo presentaB$1 =u interés por la política no nacía delcompromiso con una utopía, sino de su creencia de que el intelectual debía ser la concienciacrítica de la sociedad así como de su convicci+n de que la política era un dimensi+n de lahistoria, que mucho lo seducía porque sin ser historiador tenía la obsesi+n del poeta con eltiempo$

4a amplia y diversa obra ensayística de Octavio "az está guiada por la curiosidad delhombre culto que aspira a capturar las particularidades del mundo e integrarlas en unavisi+n coherente$ 3l re'le!ionar sobre el presente y los pasados de é!ico, se proponíasituar al país en el universo y en la historia, y para eso incursion+ en meditaciones y análisis

críticos de la política interna e internacional$ =e ocup+ de los grandes temas del siglo me!icanoC la revoluci+n, el Estado, la modernidad, el subdesarrollo, la democracia, lasrelaciones con Estados nidos, con 3mérica 4atina, la izquierda, las tareas de laintelligentsia$ "ero sus intereses eran ampliosC se e!tendían del socialismo real en Europa, alas revoluciones cubana y nicaragPense, la sociedad y cultura norteamericanas o lasrelaciones entre las superpotencias$ 4os ensayos de historia y política de "az abarcan másde tres décadas de la segunda mitad del siglo C desde las primeras observaciones en Ella#erinto de la soledad a prop+sito de las continuidades culturales me!icanas y de su


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proyecci+n política, hasta el enve&ecimiento del Estado postrevolucionario, los dilemas dela izquierda ante el re'ormismo electoral, y la disoluci+n del bloque soviético entre 198; y1991$

2omo es bien sabido, "az renunci+ al cargo de emba&ador en la .ndia para protestar contrala represi+n policiaca al movimiento estudiantil que tuvo lugar en la "laza de las Ares2ulturas en Alatelolco, el < de octubre de 19?8$ 4a renuncia 'ue un punto de in'le!i+n en lavisi+n política de "az, así como el inicio de su ascenso a la posici+n de crítico del poder del

Estado, desde donde se convertiría en un interlocutorinc+modo de la izquierda universitaria y en uno de los polos de articulaci+n de una contrahegemonía políticaen el mundo de la cultura y de las ideas$

4a trayectoria del compromiso de "az con sus tiemposarranca en 197G con la publicaci+n de Postdata, que asu vez indu&o la lectura masiva de El la#erinto de la soledad $ Este dato &usti'ica que entremos al universo

político paciano preguntándonos qué buscaba en susensayos la generaci+n que lleg+ entonces a launiversidad$ En su poesía nos empe0ábamos enencontrar puertas de entrada a la edad adulta,respuestas íntimas a preguntas que como nos ense0+"az a reconocerlo no por ser íntimas eran menosuniversales sin embargo, teniendo en cuenta tambiénque buena parte de los &+venes de 19?8 había nacidodespués de la primera publicaci+n de El la#erinto de la soledad en 19-9, cabe preguntarseC Qqué podía o'recer

ese libro a los universitarios me!icanos, hi&os del desarrollo estabilizador y de la

democracia priista perennemente en transici+nR QLué encontramos en él que primero nosacerc+ a "azR "ero luego, Qqué nos ale&+ de "azR 4eerlo desde esta perspectiva también se &usti'ica porque si la comprensi+n del #ltimo tercio del siglo me!icano sería incompletasi no se leyera a "az, inversamente la lectura de sus ensayos políticos sería incompleta si nose hace a la luz de su relaci+n, ambivalente y contradictoria, con la generaci+n de 19?8$

El antiestatismo de Octavio Paz

4o primero que o'reci+ "az a los &+venes de 19?8 'ue la crítica al Estado autoritario en Postdata, que visto a la distancia 'ue el cimiento del s+lido antiestatismo que recorre en'orma consistente sus ensayos, que se había iniciado en la crítica antiestalinista de los a0oscincuenta hasta desembocar en el liberalismo de la década de los noventa$ 4os momentos

clave de esta trayectoria están consignados en ensayos clave para su comprensi+nC Losca"pos de concentración soviéticos, de 19;1 la edici+n revisada y corregida de Ella#erinto de la soledad , cuyas principales adiciones se re'ieren al movimiento 'errocarrilerode 19;8 Postdata en 197G El ogro )ilantrópico, publicado en 1978, en el que denunciabael crecimiento desmesurado del Estado, motivado en buena medida por la e!periencia de lasalida de Excélsior de 5ulio =cherer, impugnado por un grupo de cooperativistas y periodistas, que tenían el apoyo del presidente Echeverría$ Este golpe a'ect+ personalmentea Octavio "az, quien dirigía la revista Plural: 4a e!propiaci+n de la banca decretada por el


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presidente 4+pez "ortillo en septiembre de 198


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hist+rica era una 'atalidad que había que combatir un ente intrínsecamente perverso, su&etoa la racionalidad del poder y condenado a la burocratizaci+n, que tendía a invadir y anularamplias áreas de la vida privada$

El Estado bene'actor le merece casi las mismas críticas que el socialista$ 3nte el Estadome!icano mantenía una cierta ambivalencia$ "or una parte, reconocía que había sido un protagonista insustituible de la modernizaci+n, y patrocinador de élites que habían &ugadoun papel clave en el cambio pero por otra, veía en el paternalismo estatal un poderosoobstáculo al desarrollo de la sociedad civil, y se rebelaba contra su intransigencia ante ladisidencia, actitud que a o&os de "az había 'rustrado la maduraci+n del pensamiento críticoindependiente$

"az se empe0aba en establecer analogías entre el régimen político me!icano y el soviético,con base en la e!istencia de un partido o)icial , el ">., y en lo que él consideraba el pesoas'i!iante de la burocracia sin embargo, no de&aba de reconocer que e!istían di'erenciasmuy importantes entre ellos$ En particular el hecho de que el arreglo político me!icano noestuviera 'undado en Buna ideocracia totalitariaB, sino que, a di'erencia del "2=, el

partido me!icano era una coalici+n de grupos e intereses que no había incurrido en Blosterrores de una ortodo!ia cualquieraB$ Esta '+rmula peculiar había garantizado 'le!ibilidaden las relaciones políticas, y había permitido escapar a la petri'icaci+n a la que se habíavisto condenada la sociedad en los países socialistas$ En 1981, por e&emplo, escribi+ que larevoluci+n cubana era Buna losa de piedra que ha caído sobre el puebloB$-

4a importancia de El ogro )ilantrópico en el con&unto de la obra política de "az estriba enque sus líneas generales están presentes en todos los traba&os posteriores, pero para leerlo ymedir su signi'icado real hay que recordar que 'ue escrito al término del se!enio deEcheverría, cuando todavía no se superaba la atm+s'era de crisis que había heredado a susucesor$ En 1977 el gobierno de 4+pez "ortillo había 'irmado con el :ondo onetario

.nternacional un riguroso programa de a&uste y estabilizaci+n para salirle al paso a la crisis'inanciera y a una deuda internacional sin precedentes también tenía que responder a las presiones derivadas del crecimiento desmesurado del sector paraestatal, así como de la politizaci+n de amplios sectores de la poblaci+n que se había producido al margen de lasinstituciones, gracias al presidencialismo personalizado que e&erci+ Echeverría, similar alque en su momento representaron 4ázaro 2árdenas y iguel 3lemán$ En este ensayo "azatribuye esta recurrencia a una continuidad cultural cuyos orígenes podían rastrearse en el poder del Alatoani de los aztecas retomando la idea que había desarrollado en El la#erintode la soledad0 y en Postdata después$ =in embargo, en el escrito de 1978 se trata de unare'erencia más que de una observaci+n, y este matiz sugiere una interesante evoluci+n de lavisi+n del propio "az de la relaci+n entre el é!ico de entonces y el de veinte o diez a0os

antes$Obra de Octavio Paz

• Luna silvestre: é!icoC :ábula, 19$

• ¡No pasarán é!icoC =imbad, 19?$

• &a'( del ho"#re: é!icoC =imbad, 197$


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• !ajo tu clara so"#ra $ otros poe"as so#re Espa%a: alenciaC Ediciones Espa0olas,197$

• Entre la piedra $ la )lor: é!icoC *ueva oz, 19-1$

• * la orilla del "undo: é!icoC 3>=, 19-3, 19?8 (3rte de icente >o&o)$

• Ladera Este 234D734D=9: é!icoC 5oaquín ortiz, 19?9$

• La centena 23456734D=9: 6arcelonaC 6arral, 19?9$

• Topoe"as: é!icoC Ediciones E>3, 1971$

• &enga: é!icoC 5oaquín ortiz, 197


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Teatro

• La hija de &appaccini: é!icoC en la &evista Mexicana de Literatura 0 7,septiembre@octubre 19;?, y en Poe"as0 1979$

Ensayos• El la#erinto de la soledad: é!icoC 2uadernos 3mericanos, 19;G$ =egunda edici+n,

:ondo de 2ultura Econ+mica, 19;9$

• El arco $ la lira: é!icoC :ondo de 2ultura Econ+mica, 19;?$

• Las peras del ol"o: é!icoC *3, 19;7

• Cuadrivio: é!icoC 5oaquín ortiz, 19?;$

• Los signos en rotación: 6uenos 3iresC =ur, 19?;$

• Puertas al ca"po: é!icoC *3, 19??$

• Claude Lévi7/trauss o el nuevo )est'n de Esopo: é!icoC 5oaquín ortiz, 19?7$

• Corriente alterna: é!icoC =iglo ., 19?7$

• Marcel +ucha"p o el castillo de la pure(a: é!icoC Ediciones E>3, 19?8$ .ncluidodespués en *pariencia desnudaF la o#ra de Marcel +ucha"p: é!icoC EdicionesE>3 197$

• Conjunciones $ dis$unciones: é!icoC 5oaquín ortiz, 19?9$

•

México1 la Glti"a década: 3ustinC .nstitute o' 4atin 3merican =tudies, niversity o' Ae!as, 19?9$

• Posdata: é!icoC =iglo ., 197G$

• Las cosas en su sitio1 so#re la literatura espa%ola del siglo HH: 2on 5uan arichal$é!icoC :inisterre, 1971$

• Los signos en rotación $ otros ensa$os: .ntroducci+n y edici+n de 2arlos :uentes$adridC 3lianza Editorial, 1971$

• Traducción1 literatura $ literalidad: 6arcelonaC Ausquets Editores, 1971$

• El signo $ el gara#ato: é!icoC 5oaquín ortiz, 197$

• /olo a dos voces: 2on 5ulián >ios$ 6arcelonaC 4umen, 197$

• Teatro de signos?Transparencias: Edici+n de 5ulián >ios$ adridC :undamentos,197-$

• La #Gs>ueda del co"ien(o: adridC :undamentos, 197-$


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• Los hijos del li"o1 del ro"anticis"o a la vanguardia: 6arcelona =ei! 6arral, 197-$

• Havier Villaurrutia en persona $ en o#ra: é!icoC :ondo de 2ultura Econ+mica1978$

• El ogro )ilantrópico1 historia $ pol'tica 234837348=9: é!icoC 5oaquín ortiz, 1979$

•


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• 6asho, atsuo$ =endas de OFu$ Araducido por EiFichi Hayashiya y Octavio "az,con una introducci+n de Octavio "az$ é!icoC *3, 19;7, y =ei! 6arral, 197G$

• 4aurelC 3ntología de la poesía moderna en lengua espa0ola$ Edici+n de avierillaurrutia, Emilio "rados, 5uan %il@3lbert y Octavio "az$ é!icoC Editorial=éneca, 19-1$

• "essoa, :ernando$ 3ntología$ Edici+n, traducci+n e introducci+n de Octavio "az$é!icoC *3, 19?


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4a disposici+n lineal es una característica básica del lengua&e cotidianoC las palabras seenlazan una tras otra de modo que el habla puede compararse a una vena de agua corriendo$

(=in embargo) en el poema, la linealidad se tuerce, vuelve sobre sus pasos, serpeaC la línearecta cesa de ser el arquetipo en 'avor del círculo y la espiral$ Hay un momento en que ellengua&e de&a de deslizarse y, por decirlo así, se levanta y se mece sobre el vacío hay otroen el que cesa de 'luir y se trans'orma en un s+lido transparente @cubo, es'era, obelisco@ plantado en el centro de la página$ 4os signi'icados se congelan o se dispersan de una yotra manera, se niegan$ 4as palabras no dicen las mismas cosas que en la prosa el poemano aspira ya a decir sino a ser$

'eferencia critica $autores opinan%

(or)e *ern+ndez ,ranados

!os aprendiza&es cuestan$ Aal vez, para distintos momentos de la vida, hay distintos libroso un solo libro para muchas vidas$ El lector puede cambiar el libro ya no$ no tiene quecrecer$ 4a mayor resistencia es de c+digos, de enlaces permanentes entre orbes nuevos$"orque lo primero que puede perderse es la voz entre los ecos$ 4os aprendiza&es se cumplende maneras e!tra0as, esenciales$ 5amás re'le&os de super'icie$ oces, permanentes voces$ Elaprendiza&e tal vez son esas voces que siempre están ahí, signi'icando$ "ocos son los te!tosque sobreviven a dos o tres generaciones del azar y los lectores$ enos a#n los que, con elcorrer de los olvidos necesarios, crecen y siguen 'ecundando, es decir, que no han cesadode aprenderse$

4a muerte de Octavio "az no es unacontecimiento trágico o inesperado$ Es el

encuentro de un hombre con su destinonatural en un momento ya culminante de suitinerario biol+gico y, para su obra, es elinstante del corte del cord+n umbilical$ =etrata de un segundo nacimiento, menoss#bito de lo que parece$ *o hay que olvidar que 'ue su obra la que lo

llev+ a ser quien 'ue$ El me&or homena&eque podemos o'recerle ahora es leerlo con

atenci+n$ =in embargo, no es lo mismo atenci+n que publicidad$

2reo que la lecci+n más vigente de este autor y, por desgracia, la menos practicada y proseguida, se encuentra en su testamento crítico$ El recurso de la interrogaci+n permanentehizo de su pensamiento una herramienta de precisi+n que no estaba al servicio del dogmasino del diálogo$ 3ntes que solidi'icar una sola verdad, pre'iri+ enriquecerse de lascontradicciones de todas$

"or otra parte, pertenezco a una generaci+n que ha 'recuentado más a la obra que a la persona del autor e incluso creo que la sombra del autor lleg+ a pesar demasiado en la


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transparencia de la obra$ "or eso, el "az del que puedo hablar es un orbe verbal inalterable,desde hace a0os$ 4o que no quiere decir que sea indiscutible$ ás allá de las controversiasen torno a su persona (que han sido, por cierto, prueba de la vigencia en todo momento desus e!ámenes), "az 'ue un espíritu coherente de vida y de palabra$ 4e dio a su obra unaaltura universal y a su vida una dignidad terrestre$ 3lcanz+ a ver los 'rutos espléndidos de

su traba&o y 'ue uno de esos raros seres en el mundo que son visitados hasta el #ltimo día por una gran estrella$

*o me cabe ninguna duda de que lo me&or de él está hoy más vivo que nunca$ El granaprendiza&e de su testamento, en realidad, acaba de comenzar$

-ar"a Baranda

4a aparici+n de un poeta es el hecho más tranquilizador que le puede suceder a una cultura$=igni'ica que, más allá de la historia y sus con'lictos, de la mitología y sus con&uros, hayalguien que la libera de su mon+logo y la encarna en voz viva$ 4a voz poesíaC la nuestra$ =uvisi+n es y ha sido nuestro centro de convergencia$

ivir y crecer en é!ico como poeta no es cosa 'ácil, pero hacerlo como corrector degaleras de un poeta, o más a#n, de un poeta traductor de otro gran poeta, a su vez tambiéntraductor de grandes poetas, es uno de los retos menos tranquilizadores que pueda tener unaspirante a poeta corrector de otros poetas$

En el a0o del 7- había salido la primera edici+n de Versiones $ diversiones de Octavio "az$En ese entonces tenía yo 1< a0os y no leía poesía$ "ero mi padre, que sí lo hacía, se paseabade un lado a otro de la casa como un alucinado recitando en voz viva un poema de 5ohnonne, TTElegía antes de acostarseUU, que nada tenía que ver (pero que a la vez era el mismo,aseguraba) con ese otro, que él se sabía de memoria, TT%oing to bedUU$ /o, entonces, entendíque había una TTvoz aquíJahoraUU y que era la misma voz que TTantesJdesde el comienzoUU$

2asi veinte a0os después e&ercí el o'icio de la edici+n en un espléndido libro de EliotNeinberger de poesía norteamericana$ 2uidé los poemas y TTlos cuidé tanto como cualquier hombre cuida a sus hi&os @de acuerdo con mis lucesUU$$$ y 'allé$ En una línea de la versi+n@diversi+n de "az sobre *s)ódelo de Nilliam 2arlos Nilliams, había leído Muerte dondedebía decir Mente$ El día de la presentaci+n del libro salí al 'rente como el &oven guerreroen el poema de 4+pez elarde, y como el héroe caído esperé mi resurrecci+n$ 3hí, ante el poeta, balbuceé un Ko pecador y TTcon rubor patricioUU esperé la sentencia$ "ero el poetahabl+, TThabl+ como en 'iguras del poema$$$ del lugar que en nuestras vidas hemos hecho$$$del catálogo de naves y de Helena (no todas las mu&eres son Helena, recordaba)UU y como en *s)ódelo TT'lor a#n verdeUU @la muerte no acaba con él@ subrayaba$

/ así, cada noche, mientras los hombres en el poema de Nilliams TTse muerenmiserablemente por no tener aquello que tienen los poemasUU, a mí me toca anhelar mi propio as'+deloC morir en mi cama, ba&o una clara sombra, reconciliada$

C.ristop.er /om"n)uez

i primer contacto con Octavio "az 'ue en mi adolescenciaC una lectura inolvidable de unartículo en Plural que se llamaba TTEl uso y la contemplaci+nUU @era un ensayo sobre arte y


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artesanía@ 'rancamente, no recuerdo si entendí alguno de los conceptos pero la prosa medeslumbr+$ Era un idioma, en el sentido más estricto de la palabra, que yo desconocía undeslumbramiento que s+lo había su'rido unos días antes con las icciones de 6orges$urante la adolescencia, la lectura de "az 'ue una de mis actividades esenciales$ =i yo nohubiera conocido personalmente a Octavio "az, e incluso si yo no me hubiera dedicado a la

literatura, el momento milagroso en que yo @como cualquier otro lector@ me encontré con laobra de "az sería un patrimonio irrenunciable para el resto de mi vida$

Hace diez a0os entré al 2onse&o de la revista Vuelta y tuve la oportunidad de traba&ar con"az y conocerlo, no tanto como amigo sino como discípulo, y quizá la pasi+n 'undamentalque me transmiti+ Octavio se encuentra en el título de uno de sus libros, La pasión cr'tica1 la concepci+n de que toda idea debe estar su&eta a ser puesta en duda o dinamitada$ Octavio"az era una persona de trato di'ícil cambiaba de la generosidad a la e!igencia con mucharapidez$ En mi caso siempre le llam+ la atenci+n, para bien o para mal, mi tempranaeducaci+n en la izquierda y las relaciones que tengo y que seguiré teniendo con ésta$ 2iertavez me rega0+ por alguna cuesti+n política, se qued+ callado y me di&oC TT6ueno, despuésde todo, yo también soy un comunista relapso$UU

e gustaría decir también que, al contrario delo que se cree, en Vuelta imper+ la discusi+n deideas nunca hubo consensos de grupo encuestiones políticas delicadas, como ocurri+ a principios de 199; con la cuesti+n de 2hiapas$E!isti+ un desplegado que algunos 'irmamos yotros no, y eso no signi'ic+ ninguna ruptura$4as discusiones al interior eran 'uertes, comocorrespondía a una comunidad de intelectualescríticos$

En mi caso, hace dos a0os publiqué una rese0a política de la obra de "az donde me atreví a

se0alar algunos puntos de desacuerdo$ Esto se public+ en Vuelta con la autorizaci+n y elestímulo de Octavio$

"ara terminar, diría que algunas de las grandes alegrías de mi vida, quizá la más alta en lamedida en que creo que hay gente que nos precede en las tareas del espíritu, que nos educay nos dirige, 'ueron las veces @no muchas pero inolvidables@ en que "az me llamaba portelé'ono para comentarme, ya 'uera a 'avor o en contra, un artículo que yo había publicado$Octavio "az es herencia de todos sus lectores y o&alá se repita en el pr+!imo siglo elmilagro que yo viví a los 11 a0os de encontrarme con un clásico$

!uis I)nacio 0el)uera

!as manos

4a más &oven de las +oce "anos "exicanas dibu&adas por oreno illa es la diestra deOctavio "az, mano lozana, veintea0era, en la que el espa0ol destaca el tama0o peque0o, elaspecto in'antil y TTla postura del índice casi dolorosaUU$ 2ierto que cuando escribía, "az se


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reconcentraba todo sobre la página en actitud algo in'antil, y sin cesar llenaba la página esaletra también menuda, 'ina, redonda$ "ero cuando hablaba, las manos crecían, acudían enau!ilio de la voz débil, moldeaban la arcilla verbal, subrayaban la palabraC el brazo derechose levantaba como una iglesia, la mano empu0aba una intuici+n luminosa y luego lasoltaba, la de&aba volar como paloma$ 2omo si la mano oprimiera una verdad en ciernes y,

contrapunteando los o&os que se agrandaban y la voz que pronunciaba, el índice y el pulgarencendieran una chispa, abrieran 'uego, arro&aran al aire una moneda, volado de palabra poética, Qáguila o solR, águila de sol$

!os o1os2 la risa

4os o&os eran de cielo que se abisma en el asombro$ 4a risa, 'ranca y piadosa, cerraba loso&os, mostraba los dientes, gruta de é!tasis$

!a voz

4a voz era de viento, de ventarr+n cuando se eno&aba$ oz débil que, sin embargo, seimponía a las más poderosas cuando sonaba$ oz que se oía en Vuelta todos los días, pendiente de cada detalle de la revista como de cada incidente de la realidad mundial vozque se desdoblaba de manera ins+lita entre la intimidad de la poesía y la crítica del entorno político, sin tregua de lucidez$

3maba el telé'ono como odiaba los chismes$ 4e gustaba en cambio alternar las re'le!ionesy las discusiones intelectuales con anécdotas que retrataban de modo característico a losescritores y artistas$ El privilegio de dialogar con él producía avidez y temorC avidez deaprender de una de las mayores inteligencias del siglo temor de con'ontrarla$ "orque a "azno le satis'acía la pasividad de su interlocutorC siempre quiso conocer al otro, con'rontar sus

di'erencias, descubrir sus posibilidades y sus carencias (TTQ"ero c+mo es posible que nohaya leído usted a allarméRUU)$ espreciaba la adulaci+n y apreciaba al que en alg#n puntose le oponía con argumentos$ aya que su carácter era indomable, pero atemperado'recuentemente con tintes conmovedores de tolerancia$ El interés en la &uventud hacía a "azmás &oven que cualquier &oven$ =u generosidad con los &+venes que tenía cerca podía sertan abrumadora que no de&aba de generar tensi+n$ 2omprendo bien a un amigo al queacometían ataques de tos cada vez que se acercaba a saludar a "azC TT"ero Qqué le pasaRUU, preguntaba e!tra0ado el poeta, con esa voz en cuya imitaci+n nos hicimos loros maestrosmuchos de sus admiradores y alumnos$ .rreverencia, pienso ahora, que nos permitíarelacionarnos más 'amiliarmente con él, contrarrestar esa tensi+n, esa solemnidad queinevitablemente imponía su se0orío, su mito tangible, su talla de hombre demasiado grande,

hombre@árbol$!a palabra

Aodo en "az @manos, o&os, risa, voz@ convergía en la palabra, a la vez imagen y pensamiento$ :e religiosa en el poder de la palabraC Pala#ras >ue son )rutos >ue son actos$2on HVlderlin, di&o siempre "az que el lengua&e no es del hombre, que el hombre es dellengua&e el hombre es lengua&e, libertad ba&o palabraC TT=oy hombre, duro pocoJ y esenorme la noche$J "ero miro hacia arribaCJ las estrellas$$$UU


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Pedro 3errano

=alí a la calle esa ma0ana, vi las ho&as brillantes de los árboles, la 'ronda verde, el cieloazul intenso$ *o pensé en el país ni en la 'igura$ 2omo si el aire, muy suave, contuviera elaliento y el sentido, no entendí que no estuviera ya, que no viera esa luz, los hilos apenasagitados por la inquietud, las reverberaciones, como una playa amaneciendo$ 4ímpido,escribí, el desconcierto y el azoro$ / recordé sus palabras, hace poco tiempoC hay que hacerun 'rente amplio, me di&o, como cuando yo era &oven, y se ri+$ / busqué algo que >ené2har había escrito cuando muri+ su amigo 3lbert 2amusC TT3 la hora de nuevo contenida enque cuestionamos el peso todo del enigma, empieza de repente el dolor, ése de compa0ero acompa0ero$UU 4lamadas por telé'ono, todos callados después$ 3lgo que se disipa entrenosotros, nos acompa0a$ 2uánta intimidad$ 4a suya 'ue una vida entregada$

(os 'icardo C.aves

QLué queda de Octavio "az en mí, lector, ahora que el Hombre ha muerto, seg#n me entero por la radio, antes de desayunarR e "az, como obra, como te!to, como poesía, comoe!periencia literaria$ *ostalgias, poemas y rememoracionesC entonces se inicia el torbellino,el t#nel de los recuerdos, y lo primero que me vieneWa la memoria es la imagen de un &ovencostarricense de veinte a0os, lector entusiasta del poeta me!icano, del autor de Li#ertad#ajo pala#ra, un libro que desde entonces se volvi+ lectura recurrente a lo largo de losa0os$ =e unieron nuevas e inmarchitables 'lores al #ou>uet poético de "az, pero el aroma deaquélla nunca mengu+$ 3quel &oven, embelesado, leía en voz alta algunos de los poemas de Li#ertad::: >ecuerda en especial el dedicado a =ade, TTEl prisioneroUU, que de algunamisteriosa 'orma se enlazaba con lo que el muchacho estaba sintiendo en aquellosmomentos, alguien que acababa de de&ar la casa paterna con la 'irme convicci+n de

volverse escritor, eso que ahora, veinte a0os después, se supone que ya soy$ espuésvinieron, en mi trayecto de lectura, los ensayos de El la#erinto de la soledad0 Los signos enrotación0 El ogro )ilantrópico0 Los hijos del li"o::: abriendo nuevos mundos,entrelazándolosC política, literatura, poética, er+tica, mística$$$ 3 través de "az, é!ico y elmundo se volvieron paisa&es literarios$ Es más, mi propio país adquiri+ una especial luz enel conte!to cultural e ideol+gico delineado en la ensayística paciana, como qued+ demani'iesto políticamente en la década pasada, cuando las estructuras democráticas de 2osta>ica sobrevivieron en un marco de guerra centroamericana, y no s+lo sobrevivieron, sinoque el paradigma democrático se impuso a los esquemas totalitarios en el resto de la regi+n$espués, cuando vine a vivir a é!ico, "az sigui+ siendo @entonces con más 'uerza@ el punto de re'erencia inevitable para una adecuada apreciaci+n de las letras me!icanas,

hispanoamericanas y universales, reconociendo en él al TThéroe solarUU del siglo literario@seg#n acertada e!presi+n de Enrique Xrauze$ tilizando su poema sobre =ade, de "az podría decirseC TT2ometa de pesada y rutilante cola dialéctica, atraviesas el siglo YveinteZcon una granada de verdad en las manos$UU Hay autores imprescindibles, de ésos que no se pueden ignorar, so pena de perder algo esencial de la e!periencia humana yespecí'icamente poética$ "az es uno de estos pocos$ QLué queda, pues, de "az, en míR =ushumanas palabras, mi admiraci+n poética y moral, y mi perpetuo agradecimiento$ *o poeta,no te has desvanecido $


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*abio -or+bito

=iempre he admirado el ateísmo de Octavio "az, su aceptaci+n de nuestra or'andad ynuestro destino 'inito y, por ello, siempre he admirado su sentido, que él tenía en gradoe!cepcional, de lo concreto$ *o hay una sola página en su e!tensa obra que pueda tacharsede nebulosa o apro!imativa$ "az creía, ante todo, en la realidad 'ísica$ e ahí partíasiempre, y a ella siempre regresaba$ Este negarse a aceptar cualquier 'abulaci+ntrascendental (no s+lo religiosa, sino también política) lo mantuvo siempre l#cido$ "ara él,como para todo verdadero poeta, la vida humana, con su comple&idad, era garantíasu'iciente de poesía, y ésta, a su vez, con su belleza, prueba su'iciente de lo insondable dela vida$ / este sentido tan agudo de lo terrenal que tenía "az e!plica, a mi modo de ver, su pasi+n crítica$ 2uando algo suscitaba su interés en el terreno del arte o de la literatura, se le presentaba con la rotundidad de algo inamovible, duro, eterno, antes que espiritual habíaque a'rontarlo como una realidad acabada y comprenderlo a través de un es'uerzo en que lainteligencia y la intuici+n debían aliarse$ "or eso me gustaría verlo ahora, que ya no estácon nosotros, como un descendiente de aquellos 'il+so'os presocráticos que, al hacerse las primeras preguntas sobre las cosas más elementales @el aire, el 'uego, la tierra o el agua@,unían su pasi+n 'ísica con su pasi+n crítica y, antes que 'iloso'ía, acababan por hacer, casi asu pesar, poesía$

-yriam -oscona

El poeta recogi+ en sus manos lo que venía en gestaci+nC lo hizo suyo, lo puso al día(chillen0 putas)$ Aom+ a la belleza por los cuernos, a la luz de la conciencia la volvi+maleable, erotiz+ la errancia, pluraliz+ al yo, escribi+ poemas cubistas, sembr+, deshizo loque hizo, dio de comer, 'ue un bosque de ceibas$

Luit+ el pan de la boca y 'ue a un tiempo levadura,

torrente de inventiva, vie&o lobo, poeta de iniciaci+n$ *o todos coincidimos$ "ara mí es como si muriera anteo =or 5uana Eliot, >ilFe o "essoa$ He aquí su obra, laenorme sombra derramada$

"az lo tuvo todoC belleza, genio, carácter, estados degracia, temple en el e&ercicio del poder$

=u talento 'ue e!pandido en una lengua que él supoamasar, romper, renovar y devolver a la circulaci+n$ :ueun privilegio vivir un lapso de su tiempo$

/aniel 3ada

Ha muerto una de las inteligencias más grandes del siglo$ El a'án indagatorio de Octavio "az le permiti+

abarcar casi todas las mani'estaciones estéticas, políticas e intelectuales de su tiempo, quees también el nuestro$ =u lucidez deslumbra por su claridad, pero también inhibe$ 5amáscay+ en la autocomplacencia ni en ning#n tipo de 'acilismo estético ni intelectual, y antesque adherirse a la comodidad 'rívola de la vanagloria, opt+ siempre por cuestionar el


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mercantilismo del arte y de las ideas, y así su paulatina degradaci+n$ :ue un escritordistante de las modas y un crítico permanente de las vanguardias, por las cuales se de&+seducir, siempre y cuando no 'ueran e'ecto de caprichos de #ltima hora$ escrey+ de lainmediatez sensiblera, porque @como los conceptistas del =iglo de Oro espa0ol@ para él eranmás importantes las ideas que la llaneza del simplismo emotivo$ El impacto que produce su

obra no podría entenderse sin advertir que nace de una mente sublimada, al margen decualesquier escr#pulos académicos o ideol+gicos$ =u pasi+n desborda pruritos y rigideces$

En particular, y siendo uno más de sus miles de lectores, he 'recuentado con mayordenuedo su obra poética$ esde que leí a "az por primera vez memoricé muchos de sus poemas$ 2omo dominaba todos los metros de la poesía espa0ola, me 'ue relativamente 'ácilaprenderme poemas comoC TTirgenUU, TTAraba&os del poetaUU, TTadrugadaUU, TT3lba #ltimaUU,TTiento enteroUU, TT>otaci+nUU, TT"uebloUU, TTEl muroUU, largos 'ragmentos de Piedra de /ol0 TTHimno entre ruinasUU, Pasado en claro y TTEl cántaro rotoUU ahora me propongoaprenderme de memoria el poema !lanco, donde combina el metro yámbico, el isostiquio yla aposi+pesis$

2reo que mientras el espa0ol sea una lengua viva, la poesía de Octavio "az permanecerávigente, y también pienso que si é!ico es capaz de producir talentos del relieve de "az,todavía se puede creer en este país$

Adolfo Casta4ón

2uando leí los ensayos de nseld sobre su e!periencia editorial con autores como Hesse y6recht, no pude sino evocar a Octavio "az y la e!periencia editorial que tuve la suerte decompartir con él, primero brevemente en Plural , y, luego, gracias a 5aime %arcía Aerrés, enel :ondo de 2ultura Econ+mica$ "az era un autor e!igenteWy alérgico a la 'ácilcomplacencia, sobre todo editorial$ Aenía una virtud sorprendente en é!icoC sabíaescuchar y lo atraían los argumentos$ Octavio "az, Qquién lo puede dudarR, sabía hacerlibros en toda la e!tensi+n de la palabra$ *o en balde sus A#ras co"pletas en .vol#menes, realizadas a instancia de Hans einFe para 2írculo de 4ectores y luegocoeditadas con el :ondo de 2ultura Econ+mica, se presentan como una TTedici+n de autorUU$

Es cierto, además del poeta, el ensayista, el traductor, el historiador y el contempladorsolitario y solidario, Octavio "az era un editor cabal, y no podrían comprenderse muchosdatos de su biogra'ía literaria @por e&emplo la edici+n de Li#ertad #ajo pala#ra@ si no setiene en cuenta esa mirada editorial que sabía alinear las letras sobre la página de la historiasin descuidar ni la divina proporci+n ni el asiduo e&ercicio de cote&ar las ci'ras personalescontra la escuadra del otro$

n dato reveladorC en un mundo en el que, ba&o el prete!to de la pro'esionalizaci+n, losautores han perdido contacto con los editores por virtud venta&osa de las agencias literarias,él supo mantener una independencia y autonomía que s+lo eran el re'le&o de su celo por poner bien los acentos, los puntos y las comas, así en la página como en el mercado$

*o es ninguna casualidad que su obra se eri&a en uno de los palacios encantados del idioma,una constelaci+n de moradas para la imaginaci+n y el pensamiento, cuya limpieza y decorodependen ahora de nosotros, los lectores$ Octavio "az escribía para ellos @y no, como suele


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suceder, s+lo para otros escritores$ eri'icaba un incesante proceso de traducci+nC no s+loentre lenguas e!tra0as entre sí, sino lengua adentroC entre una cultura (por e&emplo laantropol+gica) y otra (por e&emplo la literaria), entre una sensibilidad (por e&emplo la poética) y otra (por e&emplo la plástica)$

=u obra, plural por lo diverso de sus escritos e íntegra por la calidad de su escritura,representa una lecci+n que no de&ará de impartir su ense0anza estrictamente tipográ'ica yeditorial a los hacedores de libros en é!ico$ 3ctualiza una %aya 2iencia cantada en versoy pensada en prosa$ Encierra, y no tan oculto, un manual de estilo, un arte de hablar enverso y prosa, como pondría 5osé %+mez Hermosilla, una de las re'erencias de .sidoreucasse, 2onde de 4autréamont, ese poeta que, mucho antes de conocer a 3ndré 6reton,supo leer y re@leer Octavio "az$ Ese es uno de los legados de nuestro maestroC el del editorcomo poeta, el del poeta como editor$

Coral Brac.o

Octavio "az 'ue entre nosotros un astro$ =u lucidez, su vitalidad, su pasi+n 'ueron

deslumbrantes$ :ue también un árbol$ n gran árbol en medio de nuestra tierra$/ un torrente indetenible$ =u inusitada y pro'unda 'uerza proviene, quizá, de una voluntad de abarcar, de ser presencia y de ser voz$ na curiosidad sin trabas,sensible, inquieta, imaginativa, dispuesta siempre avolcarse en 'rutos, e!tendi+ con avidez sus raíces y dio asu sombra una unidad$ "az quiso leer en esa sombra,quiso ci'rar desde esa sombra que su erudici+n y sue!periencia vital proyectaron, un sentido$ n sentido, a lavez, esencial y pro'undo$ esde la poesía (mientras se preguntaba también por ella) se propuso seguir aquelloshilos que, a través del amor, de la naturaleza, de lacon'luencia de la vida y la muerte, y del sentir ante el'ulgor del tiempo, nos ligan con los demás, con unmomento y con nosotros mismos$ :inos y grandes trazos,sumas y delicadas pulsaciones, vieron en esa sombra suinteligencia sutil y su rapto creativo$ 2omo un viento, ellengua&e 'luy+ por él$ Aambién cristaliz+ en una voz deopini+n, de presencia central$ 3#n tenemos que

detenernos para mirar en ella, para oponer resistencias, para ver a través$ Lueda un hondovacío$ Lueda también su hermosa sombra$

Eduardo 0urtado

3 'ines de los a0os sesenta, para muchas personas de mi generaci+n Li#ertad #ajo pala#ra (que recogía la obra poética de Octavio "az de 19; a 19;7) representaba mucho más queun libroC era un sitio donde la poesía disipaba nuestros 'antasmas cotidianosC el desarraigo,la 'rustraci+n, la inmovilidad$ 3quellas páginas eran un cosmos gobernado por ese ciclo poético llamado TT"iedra de solUUC en él hallamos algunas claves para comprender el origen


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de nuestra crisis, que sigue siendo una crisis de sentido, y las imágenes capaces demultiplicar el signi'icado de nuestros actos$

:recuento esas imágenes desde los 17 a0os y no e!agero al decir que a partir de entoncesme han acompa0ado en los momentos más di'íciles$ 2uando la realidad parece congelarseen el horror, los versos con los que empieza y culmina el poema me 'uncionan como unaespecie de con&uro$

El pasado lunes, en 6ellas 3rtes, me toc+ participar en una guardia &unto al 'éretro del poeta$ ur+ dos minutos$ "or un instante, ba&o los mármoles, sentí vértigoC el palacio, elata#d, el cadáver, Qqué tenían que ver tantos blinda&es con ese TTtrascenderse sin cesarUU enel que "az 'und+ la libertad de su poesíaR Otra vez, sus palabras vinieron a rescatarme de lasensaci+n de absurdoC TTun sauce de cristal$$$UU "or la noche, releí completa la estro'a quecierra y reanuda el poema, y en la que parece resonar el origen de los tiemposC TTquieroseguir, ir más allá, y no puedoCJ se despe0+ el instante en otro y otro,J dormí sue0os de piedra que no sue0aJ y al cabo de los a0os como piedrasJ oí cantar mi sangre encarcelada,Jcon un rumor de luz el mar cantaba,J una a una cedían las murallas,J todas las puertas se

desmoronabanJ y el sol entraba a saco por mi 'rente,J despegaba mis párpados cerrados,Jdesprendía mi ser de su envoltura,J me arrancaba de mí, me separabaJ de mi bruto dormirsiglos de piedraJ y su magia de espe&os revivíaJ un sauce de cristal, un chopo de agua,J unalto surtidor que el viento arquea,J un árbol bien plantado mas danzante,J un caminar de ríoque se curva,J avanza, retrocede, da un rodeoJ y llega siempreCUU 4ibertad, movimiento delser$

-anuel 5lacia

"oco puede decir uno, cuando la muerte de un amigo, una 'igura tutelar, un mentor, nossorprende de pronto, por más esperada que ésta sea$ / más a#n, cuando se trata de uno delos más grandes poetas y pensadores que ha dado nuestra lengua en toda la historia$ "or una parte, sentimos que la persona querida y admirada, después del largo su'rimiento causado por un terrible cáncer por 'in ha descansado, aunque al mismo tiempo e!perimentemos unvacío, un hueco, imposible de llenar$ "or otra parte, ahí está su inmensa obra completa,como la estrella que ilumin+ a é!ico y a la lengua espa0ola durante más de seis décadas ycuyo brillo no de&ará de resplandecer$

urante los #ltimos a0os me he dedicado a escribir, entre otras cosas, un libro, que prontosaldrá publicado, sobre su obra, titulado Actavio Pa(1 El ár#ol "ilenario$ e hubieragustado que dicho volumen lo viera impreso$ En los #ltimos meses, ya en'ermo, Octavio"az ley+ parte del mismo$ El diálogo constante que tuve con él, durante veinticinco a0os,sin duda, se ve re'le&ado en la escritura de ese estudio$ Es el me&or regalo que le pude hacer,

por su generosidad sin límites, por su interés constante hacia las nuevas generaciones quehan hecho que é!ico mantenga un lugar especial en el gran mosaico que comprende lacivilizaci+n de lengua espa0ola, y en un sentido más amplio, las letras del mundo$ 4o #nicoque puedo decir es la palabra agradecimiento, por el tiempo vivido y compartido con él$3lguna vez, Octavio "az diría que cuando escribía sentía que estaba dialogando con 3ndré6reton$ 3 veces me sucede lo mismo$ 2uando escribo parece que dialogo con él$


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'E*E'E6CIA C'7TICA 3E!ECTA#

>am+n irau, Actavio Pa(1 el sentido de la pala#ra (é!ico, 197G)5orge 3guilar ora, La divina pareja: @istoria $ "ito en Actavio Pa( (é!ico, 1978)[ngel :lores (comp$), *proxi"aciones a Actavio Pa( (é!ico, 197-)

"ere %im'errer, Lecturas de Actavio Pa( (6arcelona, 198G)iego artínez Aorr+n, aria#les poéticas de Actavio Pa( (adrid, 1979)>achel "hillips, Las estaciones poéticas de Actavio Pa( (é!ico, 197?)3lberto >uy =ánchez, Ona introducción a Actavio Pa( (é!ico, 1991)aya =ch\rer@*ussberger, Actavio Pa(: Tra$ectorias $ visiones0 (é!ico, 1989)Hugo 5$ erani, Actavio Pa(1 #i#liogra)'a cr'tica (é!ico, 198)5ason Nilson, Actavio Pa(: On estudio de su poes'a (6ogota, 198G)

!a creación de otro tiempo literario Por Eduardo -il+n

4a puesta en duda de la realidad es tal vez laconstante más clara de la poesía de Octavio "az$4a realidad, TTesoUU, seudoconcreci+n o entidadob&etivo real, se cuestiona en la poesía de "azcomo un marco re'erencial más, pero no como elcontrario de la materia te!tual$ En e'ecto, el te!tono es una vía de acceso a esa instancia que podríamos considerar como una de lasmani'estaciones de esa otredad tan cara en el

pensamiento del poeta me!icano$ El problemaadquiere 'uerza porque el te!to también está puestoen duda, al menos desde la perspectiva del n#cleocentral del poema o hablante$ esde esta

perspectiva puede decirse que el cuestionamiento sistemático del hablante en la categoríade TTvozUU, yo lírico o de TTel que emiteUU, coloca a Octavio "az dentro de la tradici+nromántica planteada por 5ohn Xeats respecto de la identidad poética como aquellaTTidentidad negativaUU$ Xeats sit#a al poeta como alguien que, lisa y simplemente, no tieneidentidad porque, en &usticia, puede tenerlas todas$ En el poema puede ir de una identidadre'erencial a otra, encarnarse en cada una$ Esta política de devenires esbozada te+ricamente por Xeats se vuelve zona de evidencia en la obra de "az$ =i hay una característica constante

en la poesía lírica del siglo , es la evidenciaci+n que los poetas hacen de intuiciones quehasta el siglo pasado se mani'estaban como contenido latente, como zonas veladas$ El problema de la identidad del poeta, como llama Xeats a toda voz que habla ahí adentro, esuna de las evidencias$ 4a otra es la contaminaci+n que su're el te!to todo de esa no@titularidad que termina convirtiendo al te!to en un espacio de neutralidad$ 4a neutralidad uhomologaci+n de los elementos te!tuales, donde ninguno prima sobre otro, se desactivaante la realidad o mundo, donde el poema &uega como un elemento de doblecaracterizaci+nC por un lado, tiene naturaleza propia y di'erente de todo ob&eto creado


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porque se integra a una noci+n mítico@simb+lica (el poeta representaría a una potencia másallá de sí mismo) por otro lado, es también un ob&eto creado por integrarse a la realidadtécnica$ n poco más acá de la consideraci+n griega del poeta como TTposesoUU o TThabladoUU,la concepci+n del sustrato lírico del Occidente moderno, la lírica trovadoresca, hace unlugar para el mito en la consideraci+n etimol+gica del arte poéticoC TTencontrarUU (trovar) es

lo que hace el poeta, no crear en el sentido de asumir la titularidad 'abril del ob&eto$ Esedesprendimiento aparente de la titularidad poética no es un acto de 'ilantropía c+smicaC esun re@envío del poema y de la poesía a un territorio más amplio, simb+lico, se diría, unadevoluci+n del poema a un estatuto y a un orden mayores cuyas reglas apenas atisba el serhumano$ 4a noci+n de pertenencia a una secuencia, a una TTcadenaUU que obedece a unal+gica ausente se altera en dos momentos clave de la lírica occidentalC durante el periodo barroco de los siglos . y .. (5ohn onne y %+ngora, especialmente) y durante el periodo romántico de 'ines del siglo ... (*ovalis) y del siglo . (Xeats, HVlderlin)$ 4ainter'erencia del siglo ... act#a en un sentido ideol+gico contundente por el escamoteodel mito que representa el auge de la raz+n instrumental (2'$ A$N$ 3dorno y $ HorheimerC +ialéctica del ilu"inis"o, =udamericana, 6uenos 3ires)$ 4a raz+n práctica del poemaromántico no busca el re@ordenamiento simb+lico del mundo por la conciencia de esasustracci+n 'undamental sino por la lucha con el 'antasma de la .ndustrializaci+n que poneen crisis el dominio de la sub&etividad entera (2'$ >oland 6arthes, El grado cero de laescritura, =iglo ., é!ico)$ El #ltimo intento de re@envío de allarmé, pero asumido enla doble dimensi+n simb+lico@técnica, está presente en un TTn coup de dés nUaboliralUazarUU, #ltimo poema de allarmé y #ltimo intento de la tradici+n lírica occidentalconsiderada desde el punto de vista de un legado$ Este poema de allarmé, precisamente,es valorado en especial por el "az te+rico de Los signos de rotación y por el "az poetae!perimental de !lanco$ =on muchos los 'actores que merecen la atenci+n de "az sobre el poema mallarmeano$ "ero, prioritariamente, lo seduce la 'ragmentaci+n del te!to donde es palpable la ruptura del verso como secuencialidad rítmico@'ormal que permite unamultiplicidad de lecturas$ "ero, especialmente, lo seduce el TTnadismoUU en pro'undidad queel poema sugiere, la perspectiva de vacío que la ruptura sintáctica sugiere al hacer entrar encontacto con la blancura matérica que es identi'icada por allarmé, en un nivel, con la página donde el te!to act#a$ 4a identi'icaci+n, 'enoménica al 'in, de TTnadaUU y página es laecuaci+n #ltima que permite la re'le!i+n sobre el poema de allarmé, un poema hegelianosi los hay, en cuanto a la consideraci+n del 'il+so'o alemán de que TTen el 'uturo la re'le!i+nsobre la obra de arte será más importante que el arte mismoUU$ Otra noci+n cara a "az que presenta el poema de allarméC la noci+n ob&etual, de cosa activa por sí misma que el poema sostiene, identi'icable con la concepci+n de identidad negativa que caracteriza al poeta para Xeats$

4a lectura de allarmé que realiza "az

parece estar mediada por una realidadestética capital en nuestro sigloC laseparaci+n del repertorio de 'ormascreado por las vanguardias hist+ricas('ragmentaci+n, e!perimentaci+n,autorre'erencialidad, TTcosi'icaci+nUU del poema) de los contenidos conte!tuales,reales e hist+ricos a los que las


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vanguardias aludían con su teleología conceptual pero también esencialmente pragmática$El e'ecto de introspecci+n o de TTmismidadUU que se mani'ieseta en la poesía contemporáneaen relaci+n con la materia poética parece ligado, en un nivel ideol+gico, a la pérdida de 'een la dimensi+n ut+pica o, puesto en otros términos, a la consideraci+n del poema como el#nico territorio donde la libertad se e&erce y donde la &usticia es activa$ :uera de ahí campea

un TTno lugarUU e!tenso o un lugar posible de ser 'ormulado en la concepci+n amplia y vagade los espacios imaginarios$ 4a hiperconciencia 'ormulada en la poesía de "az relativa alverdadero autor del poema, a la verdadera realidad que se alterna entre los re'erentes delmundo y las palabras genera un espacio donde todo se virtualiza$ Piedra de sol pareceríaque se0ala el #ltimo intento de diálogo directo con la historia (un diálogo retomado en'orma menos violenta en Vuelta, pero también más serenamente ideol+gicaC TTla historia esel errorUU)$ !lanco0 Topoe"as0 El "ono gra"ático, act#an como con'irmaci+n de que elespectro de la realidad ya no toma en cuenta a la historia más que como re'erente negativo$=i la realidad es relativa como mani'estaci+n y la historia es otra trampa, toda noci+n deotredad o bien circula libremente por los intersticios de la 'enomenología poética o bien sesit#a en un más allá e!tremo cuyo punto de apoyo parece estar en el concepto de otredadmismo$ El recurso de la metá'ora y de la imagen son transportes entre realidades virtuales pero tienen la tendencia de actuar como valores en sí mismos, su'icientemente legitimados por la poética de la materialidad signi'icante y no como vínculos entre realidadesdi'erentes$ 4a otredad adquiere cuerpo cuando se traduce en amor, cuando el otro se presenta como elemento clave de la identi'icaci+n$ =in embargo, el amor no act#a paradevolver el orden al cosmos ni tampoco para reducir la inquietud sobre la realidad delmundo$ =i 'uera así, la poética de "az suscribiría la política de re@envío de la creaci+n poética al territorio del mito por la gracia del amor$ 4a poética de "az nunca de&a de estartocada por un alto grado de secularizaci+n que se vuelve irrenunciable luego del e&erciciode la autoconciencia escritural llevada al e!tremo$ 4o que sí produce el amor es lasuspensi+n del tiempo, la creaci+n de otro tiempo$ Es la noci+n más cercana a unaconsideraci+n epi'ánica en la poética de "az$ 2uando el amor entra en &uego, aunque sea enla consideraci+n restringida de la naturaleza amorosa como vínculo yo@t#, la poesía de "azgana altura sorprendente y el poema escapa de la l+gica que intenta conducir a todos suselementos como materia tematizable$

Sus Poesías mas reconocidas:

a% !as peras del olmo# *ra)mento C

B2reo que los poetas de todos los tiempos han a'irmado lo mismoC el deseo es un

testimonio de nuestra condici+n desgarrada asimismo, es una tentativa por recobrar nuestramitad perdida$ / el amor, como la imagen poética, es un instante de reconciliaci+n de loscontrarios$B

!as peras del olmo# /escripción8

4a primera edici+n se realiz+ en 19;7$ "az a'irma que este libro naci+ de la idea de editoresde revistas y diarios que decidieron reunir artículos, unos que 'ueron hechos por encargo yotros seleccionados de con'erencias dictadas por el autor$ ]ste se re'iere a dichos escritos


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como Bte!tos del periodismo literario y artísticoB$ 4a primera parte del libro se dedica casien su totalidad a la poesía me!icanaC autores como =or 5uana .nés de la 2ruz y 4+pezelarde, evoluci+n y rasgos especí'icos de la poesía me!icana a partir del choque de lasculturas espa0ola e indígena$ 4a segunda parte comprende una diversidad de temas másamplios y universales tales como el surrealismo, la poesía &aponesa, memorias de

personalidades artísticas, etc$ En toda la obra está presente la preocupaci+n literaria de "azasí como sus constantes universalidad y color local historia y poesía pasi+n y re'le!i+n$

b% Piedra de sol# *ra)mento8

un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempreC

Piedra de sol# /escripción 8

"iedra de sol es un poema clave$ En la primera edici+n, "az hacía notar que el poemaconsta de ;8- endecasílabos y que Beste n#mero de versos es igual al de la revoluci+nsin+dica del planeta enussB$ 4os seis versos que inician y terminan el poema son versos de pureza, versos de una realidad per'ecta y hermosa$$$ En el cuerpo del poema, encontraremosredenciones y caídas, nacimientos y muertes, negaciones y a'irmaciones$ El amor aparece,

en primer término, como posibilidad de comunicaci+nC Bvoy por tu cuerpo como por elmundoB$ / el amor, como la imagen poética, es un instante de reconciliaci+n de loscontrarios$$$

Premios8

• 6eca :undaci+n %uggenheim 19-;

• %ran "remio .nternacional de "oesía, 6élgica 19?

• "remio .nternacional de 4iteratura 1978

• "remio me!icano Ollin /oliztli 198G

• "remio iguel de 2ervantes 1981

• Homena&e por los 7G a0os 198-

• "remio *obel 199G$


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Conclusiones

4os pensamientos, ideas y valores que de&o en este mundo Octavio "az, no se puedennumerar, su aporte como autor de incontables obras y poemas, uni+ países gracias a susobras traducidas en idiomas di'erentes, haciéndolo conocido en casi todo el planeta yseg#n lo que nosotros hicimos y leímos, el de&o valores como los de, superarse a si mismo (el siempre trataba de ser me&or en sus obras y en sus poemas) , la 'raternidad, la igualdad, ysobre todo lo que mas busco 'ue la libertad$

En conclusi+n, pensamos que Octavio "az , era y será unos de los me&ores autores y poetas , que 4atinoamérica y é!ico podrá conocer, debido a sus obras, 'orma de ser,amante de su país y unas de las cosas mas memorables entre otras su destacada prosa$

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