Autoestima en Educacion

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    Revista Electrnica Educare

    E-ISSN: 1409-4258

    [email protected]

    Universidad Nacional

    Costa Rica

    Silva-Escorcia, Itzel; Meja-Prez, Omar

    Autoestima, adolescencia y pedagoga

    Revista Electrnica Educare, vol. 19, nm. 1, enero-abril, 2015, pp. 241-256

    Universidad Nacional

    Heredia, Costa Rica

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=194132805013

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    Itzel Silva-Escorcia y Omar Meja-Prez

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    Revista Electrnica Educare (Educare Electronic Journal) EISSN: 1409-4258 Vol. 19(1) ENERO-ABRIL, 2015: 241-256

    [Nmero publicado el 01 de enero del 2015]

    Autoestima, adolescencia y pedagoga

    Self-Esteem, Adolescence, and Pedagogy

    Itzel Silva-Escorcia1

    Instituto de Educacin Bsica del Estado de Morelos

    Cuernavaca, Morelos, Mxico

    [email protected]

    Omar Meja-Prez2

    Universidad Autnoma del Estado de Morelos

    Cuernavaca, Morelos, Mxico

    [email protected]

    Recibido11 de junio de 2013 Corregido 4 de agosto de 2014 Aceptado 22 de noviembre de 2014

    Resumen.La autoestima de las personas adolescentes es un asunto de gran importancia, primeropara s mismo, segundo para su proceso educativo y, nalmente, para la educacin como tal, en tantopersonas educadas sern productivas para la sociedad; es el factor que puede denir, de manerarelevante en el alumnado, tanto su motivacin acadmica, como un estado emocional favorablepara el logro de un desempeo escolar redituable y un desarrollo educativo como sujeto individual

    y colectivo en aras de la plenitud. Es importante que el profesorado conozca los elementosde autorreferencia que dan forma y nutren la autoestima, para poder trabajarlos como procesoseducativos implicados en el quehacer docente y, as, ello fortique su tarea pedaggica holstica.

    Palabras claves.Autoestima, adolescencia, didctica, emocionalidad.

    1Licenciada en Educacin Secundaria con especialidad en Telesecundaria, Especialista en Educacin Artstica porel Centro Morelense de las Artes y Maestra en Educacin por la Universidad Autnoma de Fresnillo. Es profesorade telesecundaria y catedrtica en el Centro Morelense de las Artes. Ha laborado en el subsistema de SecundariasTcnicas del Instituto de Educacin Bsica del Estado de Morelos.

    2Ingeniero en sistemas computacionales por el Instituto Tecnolgico de Zacatepec, especialista en planeacin,desarrollo y didctica, y especialista en competencias docentes de nivel medio superior, ambas por la UniversidadPedaggica Nacional; Maestro en Educacin y Doctor en Educacin por la Universidad Autnoma de Fresnillo.Actualmente cursa la Maestra en Psicologa del Desarrollo Humano. Es catedrtico en Colegio de Bachilleres delEstado de Morelos, en la Universidad Autnoma del Estado de Morelos, en el Centro Morelense de las Artes y elCentro de Estudios Superiores de Mxico. Ha laborado en el Instituto de Educacin Bsica del Estado de Morelos,en la Universidad del Valle de Mxico y en la Universidad de la Cuenca de Morelos, entre otras instituciones.

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    Abstract. Self-esteem in teenagers is a very important matter rst for teenagers, second for theireducational process, and nally for education itself, as educated individuals are productive for society.Self-esteem is the element that can signicantly increase students academic motivation as well as afavorable emotional state to achieve adequate school performance and educational development, asan individual and as a collective subject aiming towards fulllment. It is very important that teachersknow the self-reference elements that shape and nurture self-esteem in order to work with them aseducational processes and thus fortify their holistic pedagogical task.

    Keywords: Self-esteem, adolescence, teaching, emotionality.

    El perodo de la adolescencia es a menudo un cmulo de emociones desordenadas queoscilan con las circunstancias y los eventos que la juventud experimenta. Los estados emocionales

    y de comportamiento aparentemente ininteligibles ocasionan altos ndices de estrs en el personaldocente a su cargo. Qu puede hacer el cuerpo docente para que las alumnas y los alumnosadolescentes mejoren sus condiciones escolares? Es una interrogante que ha desencadenado muchasinvestigaciones, muchos avances en la didctica, en la psicologa educativa y en la sociologa escolar.No obstante, existe an mucho camino por recorrer en la mejora de la atencin pedaggica que sele brinda al alumnado adolescente, primordialmente en las nuevas acepciones del campo educativo,como la educacin emocional. Por ello, el presente trabajo tiene como objetivo proporcionarherramientas tericas para acercar al profesorado a una mejor intervencin docente, tomando encuenta la autoestima como un aspecto inclusivo en el proceso enseanza-aprendizaje.

    Uno de los factores que en la teora ms adelante abordada se establece como primordiales el de la autorreferencia de las adolescentes y los adolescentes en todas sus modalidades: En

    cules actividades me desempeo con ecacia? Cunto me valoro como persona? Qu tanto meconozco? Qu tan pleno me siento en este momento por cuanto he logrado en funcin de miscapacidades, mis oportunidades y en torno a los que me rodean? Y en general: Cunto me estimo?

    A lo largo de esta disertacin pretendemos aclarar estos puntos en torno al conceptode la autoestima, por su signicado como motivador del desempeo acadmico y por lacomposicin de los factores de autorreferencia que lo constituyen, tratndolo de abordar desdeuna perspectiva psicopedaggica del desarrollo humano.

    La autoestima

    La etapa adolescente es una de las ms importantes en la vida del ser humano. Es endonde se despabilan las emociones, se descubre el carcter y se suscitan cambios que puedenreorientar el sentido de la vida misma. Y es, precisamente, en esta etapa, cuando el ser humanoatraviesa la educacin secundaria en donde se aterriza este anlisis. La adolescencia es una

    de las etapas que enmarcan la vida del ser humano; la metamorfosis siolgica y psicolgicase dejan notar a primera vista; sus principales manifestaciones, como una simple referencia

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    sucinta, son el aumento de talla, la aparicin del vello axilar y pbico, el desarrollo morfolgicoconforme al sexo y sus procesos singulares (Gallego, 2006),desde la parte siolgica. En cuantoa lo psicolgico, comienzan a tener cambios repentinos de humor, actitudes de rebelda, unacompleja atraccin por las transgresiones a las normas y valores del mundo adulto (Peas,2008),pero tambin un enorme desarrollo de la curiosidad y la necesidad de pertenencia quelos envuelve muchas veces en la apata, hostilidad y holgazanera.

    Los puntos claves de esto se evidencian en la escuela3, cuando los profesores y lasprofesoras intentamos que nos escuchen, que nos atiendan, que analicen, que escriban, queresuelvan, que piensen, que se concienticen de su propio proceso de aprendizaje y el impactode su conducta. Las actitudes que se generan en la escuela a causa del periodo adolescente sonbastante desalentadoras para los nuevos elementos del magisterio, pueden ir desde una simple

    expresin de desidia hasta la ms de las viles agresiones verbales o incluso fsicas. Sin embargo,aunque las personas adolescentes son sujetos emocionalmente inestables y a menudo por ellodisminuidos en su potencial educativo como lo podemos encontrar a lo largo del estudio deMartnez (1985)o en la exposicin de las diversas investigaciones que citan Magalln, Megias yBres (2011) es posible optimizar el desarrollo de sus competencias, si los responsables de laeducacin trabajamos en conjunto, elevando uno de los factores ms relevantes en su procesode incorporacin sociopsicoemocional: la autoestima.

    Existen diversas perspectivas de entender la autoestima; no obstante, todas conducen alautoaprecio de los seres humanos. Nuestra intencin es abordar la teora desde un enfoque dela psicopedagoga del desarrollo humano.Montoya y Sol (2001)denen la autoestima como

    la capacidad o actitud interna con que un individuo se relaciona consigo mismo y lo que haceque se perciba dentro del mundo, de una forma positiva, o bien con una orientacin negativa.Gonzlez-Arratia (2001) en su libro La autoestima. Medicin y estrategias de intervencin atravs de una experiencia en la reconstruccin del ser, realiza un importante recorrido histricosobre diversas concepciones al respecto. Algo de lo ms destacado que seala es que los sereshumanos poseemos una imagen de nosotros mismos y de nuestras relaciones factuales connuestro medio ambiente, as como una jerarqua de valores y objetivos meta que denen laapreciacin y valoracin de nosotros mismos. Dichos valores forman un modelo coherente atravs del cual la persona trata de planicar y organizar su propia vida dentro de los lmitesestablecidos por el ambiente social (Romn, 1983, citado enGonzlez-Arratia, 2001, p. 17).

    Sobre este cimiento es posible pensar que la autoestima es un estado mental. Un sentimientoo concepto valorativo de nuestro ser, el cual se va forjando poco a poco; es decir, se aprende y

    3 En Mxico el concepto de escuela hace referencia a la institucin organizada que imparte educacin en susniveles: bsico, medio superior y superior inclusive posgrado; puede tambin hacer referencia exclusiva aledicio institucional. Sin embargo, esto se cumple para nes acadmicos, ociales y citadinos. En el medio ruraluna gran parte de las poblaciones utilizan el trmino para referirse a la educacin primaria.

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    cambia. Se basa en aquellos pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobrenosotros mismos hemos ido recogiendo, asimilando e interiorizando durante nuestra vida.

    Podemos asegurar, entonces, que la autoestima, desde la perspectiva de Montoya ySol (2001)y de Gonzlez-Arratia (2001),es la apreciacin que cada persona hace de s mismamediante un proceso valorativo-acumulativo, basado en la experiencia del da a da y enfocadoa un yo holstico actual, pero, inuenciado por el conjunto de estados anmicos persistentes alo largo de perodos de tiempo relativamente continuos y duraderos. No siempre tenemos elmismo autoconcepto y vala de nosotros mismos y nosotras mismas. Existen mltiples factoresque se implican para autoapreciarnos y que van modicando rtmicamente nuestra autoestima.

    Sobre la autoestima descansan varios conceptos que subyacen al afecto. Conceptos que se

    pueden reconocer como cualidades independientes pero que en conjunto dan forma y constitucina la autoestima como un elemento integrado. Branden (1995)reconoce, por ejemplo, seis pilares dela autoestima; Andr y Lelord (1999),tres pilares; Parinello (2002),cuatro. (Ver tabla 1).

    Tabla 1

    Los pilares de la autoestima de acuerdo con distintas posturas

    Branden Andr y Lelord Parinello

    1) Vivir conscientemente

    2) Autoaceptarse

    3) Ser autoerresponsable4) Tener autoarmacin

    5) Vivir con determinacin o propsito en la vida

    6) Vivir con integridad

    1) Conanza en s mismo

    2) Visin de s mismo

    3) Amor a s mismo

    1) Caractersticas

    2) Expectativas

    3) Atencin4) Evidencias

    Nota.Elaboracin propia.

    Hemos hecho un esfuerzo por comprender estas distintas concepciones y formularuna propuesta basada en el inters didctico y en lo que inuye en mayor medida durantela adolescencia. As, esta propuesta se sita en cuatro elementos que conforman y nutrenen distinta manera la autoestima adolescente: a) la autoecacia, b) la autodignidad, c) el

    autoconcepto y d) la autorrealizacin.Primero, la autoecacia. Bandura (1986, citado en Prieto, s. f.)entiende la autoecacia como la

    autopercepcin de las personas de su propia ecacia. No basta con ser capaz de; es precisojuzgarsecapaz de (Prieto, s. f., p. 1). Es una motivacin intrnseca (un estmulo) que lleva al ser humano aemprender conductas especcas en funcin de los logros que este pretende alcanzar (Prieto, s.f.),basado en la valoracin y el juicio de su propia capacidad y el reconocimiento de sus limitantes.

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    Es muy importante que las adolescentes y los adolescentes se sientan autoecaces,mayormente en la escuela cuando se requiere que trabajen en algo, debido a que es uno delos factores principales en la automotivacin escolar. Muy a menudo la persona adolescente,por su natural inestabilidad emocional y cambios hormonales que generan pereza y apata, nopone empeo en sus labores. Eso se intensica cuando esta advierte que de por s, no es capazde hacerlo, pues ha tenido ya intentos fallidos en el pasado. La autoecacia se debe trabajarconstantemente y, adems, se deben enaltecer los resultados cuando son positivos, es decir, siun alumno o alumna ha demostrado peridicamente que no ha conseguido un avance en ciertarea cognitiva y alguna vez lo logra, este hecho debe generar una automotivacin conscientemediante el reconocimiento pblico y la inyeccin de ego a su autoestima.

    Se puede plantear que la autoecacia es la derivada recproca de la autoestima, que

    contempla la parte pragmtica y la actitud de una persona. Para la persona adolescente, teneruna autoestima baja puede deberse a una serie de fracasos continuos que han retrado su propiapercepcin y han debilitado el afecto que tiene de s como ejecutora de alguna tarea especca.Pero esto puede trascender. El motivo de que para algunas reas en las que el sujeto adolescentepueda resultar poco eciente, puede ser objeto de una disminucin considerable de la autoestima.

    Aunque existen tericos que sealan una disociacin plena entre ambos conceptos (vaseWoolfolk, 2006, por ejemplo), lo que es innegable es que ambos conceptos estn vinculadosa la autoapreciacin de uno mismo; el primero la autoecacia, al de los juicios sobre lascapacidades; y el otro, a la vala personal (Wookfolk, 2006).Uno de los sucesos de los que hemossido testigos es de cmo la frustracin de algn evento acadmico un ejercicio, un proyecto,

    una actividad fsica en una persona adolescente, por una autoecacia evidentemente baja,puede repercutir en la autoapreciacin y en la autovaloracin de s mismo, dando comoresultado una autoestima deciente y un progreso acadmico muy por debajo del esperado. Eneste sentido, resulta pertinente para el profesorado llevar con el grupo una bitcora individualde logros alcanzados en donde sea posible localizar con agilidad los progresos reales de cadaestudiante y, con ello, demostrarles con evidencias que son capaces de conseguir progresos.Es muy importante que el personal docente sea capaz de identicar un verdadero esfuerzoy lo reconozca, no exclusivamente por el producto logrado o el aprendizaje evidenciado,sino por el esfuerzo mismo y lo que este puede signicar para fortalecer la autoecacia. Porsupuesto, los logros evidentes pueden generar frecuentemente un estmulo en la autoecaciacuando advierten al sujeto que tiene potencial para realizar algo. La prueba es el proceso o

    producto conseguido, pero para aquellas personas que se esfuerzan y no logran lo esperado,el reconocimiento extrnseco del esfuerzo puede llegar a estimular la autoecacia, si el sujetoque lo reconoce le da vala al esfuerzo subordinando el logro a una jerarqua menor, hacindolever que los logros son la mayora de las veces estticos y el valor del esfuerzo no, lo que podragenerar que las expectativas y la atencin viren hacia el mrito del esfuerzo y no del logro. Esto

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    ayuda mucho cuando el ndice de recurrencia de logros no alcanzados es elevado y siempre seha imprimido esfuerzo en los intentos, porque la atencin trata de focalizarse en el mrito delesfuerzo y no del logro, lo que puede permitir el desarrollo de una resiliencia en la autoecacia.

    El segundo elemento de la autoestima adolescente es la autodignidad. Primero valdra la penarevisar qu entendemos por dignidad para luego establecer los parmetros necesarios de la dignidaden s mismos. Reyes (2008)comenta que en muchas ocasiones poliutilizamos el trmino de dignidad,usndolo como un escudo para evitar que otros lesionen nuestros derechos, como Ten dignidadpara referirnos a mantener una calidad de digno o merecedor o por dignidad no lo permit, paraentender en ello que por decencia y estima no accedimos a algo. La Real Academia Espaola (2014,prr. 3) la dene como la gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse. Sinembargo, podemos argumentar que la dignidad es la cualidad de las personas para hacerse valer

    como seres humanos. La Fundacin CANFRANC4(s. f.) propone que la dignidadsignica algo quees valioso,lo que es estimado o considerado por s mismo,y no en funcin de otra cosa (p. 2).Realzan que la dignidad es el valor interno e insustituibleque le corresponde al hombre en raznde su ser (p. 2).Entonces, es posible concluir: la dignidad es una cualidad humana exclusiva, que sesujeta al hecho de valorar al hombre y mujer por ser hombre o mujer seres humanos pertenecientesa una especie y un gnero y tener derechos en este entendido.

    Ahora, la autodignidad es, pues, el autorreconocimiento de la vala de uno mismo,centrado en la autoaconsideracin, la autovaloracin y la autoafeccin. Chia y Huang (2001)aseguran que la autodignidad es una consciencia, un estado de apertura en el que el yo estlibre de restricciones; poseer una actitud armativa hacia mi derecho de vivir y ser feliz.

    De este modo, la autodignidad tiene una dimensin sumamente importante en laformacin de la autoestima positiva. La autodignidad, de forma similar a la autoecacia, conformael cimiento primario de la autoestima, ya que es una impresin socialmente natural de nosotrosmismos con respecto a lo que somos merecedores de aspirar, no como sujetos sociales, sinocomo seres humanos. Cuando las personas tienen una autodignidad distorsionada de la quetodo ser humano debiera tener de s mismo ser valioso como sujeto nico y como miembrode una sociedad, merecedor de la vida, de la felicidad, de la plenitud, de la trascendencia, dela escucha, de la comprensin, de la educacin, etctera, la autoestima automticamentecae hasta donde la autodignidad se lo permita. Los casos de depresin crnica padecen deautodignidades distorsionadas y enfermizas que no dejan autovalorarse con entereza y decoroen el marco de la humanidad. Y estos nmeros crecen en la edad adolescente.

    4La Fundacin Canfrances una institucin espaola independiente, sin nimo de lucro, fundada en 1996, quetrabaja a favor de la formacin de la persona y de la promocin social de todos los individuos, en especial de lamujer. Pretende dar respuesta a las demandas y problemas sociales que se presentan en cada momento y lugar,desde una profunda conviccin de la dignidad de toda persona humana. Su atencin est puesta en los pases envas de desarrollo con especial inters en por los pases de frica Subsahariana.

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    Normalmente los seres humanos que poseen una autodignidad distorsionada del principiofundamental de amar y valorar su vida por digna que esta es en su sentido ms abstracto ynatural, tienden a devaluarla, a sentirse poco merecedores de tenerla; por ello pueden llegara sentir que son legtimamente indignos de vivirla y las repercusiones siguen una trayectoriadirectamente destructiva de la autoestima.

    No obstante, tambin existe la contraparte de una autodignidad distorsionada haciala subestimacin, es decir, cuando sobreestimamos nuestro autoconcepto de dignidad yderechos humanos.

    Muchas veces las personas consideran tener derechos atribuidos de manera naturalque no corresponden con el modo de funcionar de la sociedad, o simplemente son credos

    que sobresalen de los estndares colectivamente acreditables. Ejemplos los podemos ver enaquellos y aquellas quienes exigen al gobierno comida, pero lejos de hacer algo por conseguirlatodava demandan abundancia, calidad culinaria y prontitud de atencin para que al nal detodos modos se quejen de maltrato y desprestigio o no la consuman, en aras de hacer notarsu dignidad humana. O tambin en aquellos y aquellas que exigen una educacin de calidadcuando ni como padres, ni como madres ni como alumnos o alumnas ofrecemos una asistenciade calidad, trabajos de calidad, apoyo y supervisin de calidad o una actitud de calidad. Y aunqueesto pueda parecer que desborda los principios de dignidad humana, estamos hablando de unaconstruccin conceptual equivocada del trmino dignidad; de ningn modo quiere decir queno debamos exigir un derecho, sino solo se pretende sealar cmo puede mal interpretarse omal utilizarse el concepto intentando forjar un concepto de autodignidad que no corresponde

    y aplica a los derechos y dignidad naturales de los seres como especie y como individuos.Los derechos humanos y la dignidad son conceptos inapelables desde un punto de vista tico,

    son garantas y facultades que como humanos debemos gozar siempre y cuando no alteremos losprincipios bsicos de convivencia social: tengo derecho a la libertad siempre y cuando no altereyo mismo esa facultad oprimiendo a otros o a m mismo; tengo derecho al alimento, siempre ycuando no perjudique a terceros por ello o lo obtenga ilcitamente. Entonces, la autodignidadtiene que ajustarse de manera ideal a un perfecto balance de lo que conscientemente debo tenero aspirar a tener, dentro del mismo marco de referencia humanista y tico en sociedad.

    Qu podemos recomendar para los profesores y profesoras? La autodignidad, sin duda,es un constructo conceptual que descansa vertebralmente en la tica; cuanto ms humano me

    visualice y acepte, ms sentido humanstico tendr mi autoconcepto de dignidad y, por ende,mi concepto de autodignidad. La mejor herramienta para dirigir el concepto de dignidad haciala humanidad naturalen un sentido deontolgico es la empata. La empata permite autoreconstrucciones analticas de muchos eventos; estimula justamente la compasin. Por un ladoes muy importante como profesores y profesoras que sensibilicemos a nuestros educandos en

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    torno a la empata, para que puedan ir desarrollando, poco a poco, un sentido ms abiertode humanizacin, en donde sean capaces de concebirse como elementos de un todo, comoindividuos de una sociedad y principalmente como seres humanos pertenecientes a una especienica con un valor y dignidad nicos. Asimismo, es indispensable transportar esto a su propioentorno y ayudarles siempre a reconocerse como nicos, valiosos y dignos, reconocindoles suvala como personas en todo momento y actividad, estimulando la convivencia sana medianteejercicios empticos como el intercambio de roles, el amigo secreto o el trabajo en gruposcolaborativos y, fundamentalmente, destacando toda vez que sea posible la importancia del serhumano dentro del mundo, la vida y el universo como lo conocemos, siempre y cuando este seaconsciente y cabal de sus actos por cuanto es el factor ms importante de progreso o retrocesoen el mundo y en la vida de otros, en su tiempo y en tiempos venideros.

    El tercer elemento es el autoconcepto. Podemos entender el autoconcepto como la idea queconcebimos de nosotros mismos, como un reejo perceptivo de nuestra propia realidad y experiencia.

    Rogers (1982, citado en Saura, 1996, p. 27)lo postula como la Conrmacin organizadade percepciones del s mismo, admisibles a la conciencia. Una serie de creencias de nosotrosmismos que se maniestan en nuestra conducta cotidianamente. Tiene que ver ntimamentecon lo que Gonzlez y Tourn (1992)plantean: quin soy yo? Basado en los aspectos cognitivosdel s mismo (Saura, 1996).Una organizacin cognitivo-afectiva de gran trascendencia en elcomportamiento de los individuos (Gonzlez y Tourn, 1992, p. 15).

    Algunos autores como Haussler y Milicic (1994)oDenegri, Opazo y Martnez (2007), entreotros conciben 3 etapas del autoconocimiento: la etapa del s primitivo, la etapa del s mismo

    exterior y la etapa del s mismo interior. Estas etapas van cubriendo la edad de la persona desdesu nacimiento, la preadolescencia y de la adolescencia en adelante, que es cuando se tiene unaumento de la autoconsciencia.

    En denitiva, el autoconcepto de una persona tiene que ver con la identidad que estaconstruye para su propia consciencia. Esto no signica que los conceptos de las personasposean una variedad verdica, sino, como cotidianamente lo manejamos, no s qu conceptotenga de m, que en otras palabras deberamos entenderlo mejor como: no s qu conceptohaya formulado de m en la parcela de realidad en la que hemos tenido oportunidad de interactuar,complementado de los juicios externos a los que ha estado expuesto en torno a mi persona. Yaunque efectivamente esto es un tanto ms complicado de procesar, es lo que representa mejor

    la construccin colectiva y subjetiva de los conceptos de los dems.Entonces, cmo construimos el concepto de nosotros mismos es un proceso similar. Si

    bien la diferencia radica en que nosotros tenemos un inmenso mundo de informacin sobrenosotros mismos, tambin somos objeto de juicio de otras personas y ello inuye notablementeen nuestro propio autoconcepto. Lo que verdaderamente debemos encontrar aqu es la forma

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    en cmo construimos nuestros juicios en torno a nosotros mismos y cmo inuye esto en lavala que nos acreditamos, es decir, en nuestra autoestima.

    El autoconcepto suele estar asociado a diferentes niveles: cognitivo, emocional-afectivoy conductual, y los factores que lo determinan tienen que ver con la actitud, la motivacin, elesquema corporal, el concentrado de aptitudes y el conjunto de valoraciones externas a lasque tenemos acceso. En una persona adulta, en donde hay un nivel de madurez y conscienciaimportantes, el autoconcepto se forja en buena medida gracias a los logros evidentesdetodo tipo: materiales, sociales, intelectuales, emocionales, pero en la adolescencia, uno de losfactores primordiales es el aspecto fsico. Es la etapa en donde se suscitan la autodenicin, elautodescubrimiento y la autocreacin (Bower, 1983),aspectos inuidos por cambios biolgicosy psicolgicos, as como por las interacciones con el entorno, que a su vez afectan la percepcin

    del sujeto adolescente y su estructura evolutiva de la personalidad.

    De esta forma, el adolescente y la adolescente comienza a formar un autoconcepto basadoen el yo primitivo, en las opiniones de los dems, en su propio aspecto fsico, pero tambinen su autoecacia, y todo esto denido con energa bajo su mismo juicio de meritoriedad: suautodignidad, y de vala: su autoestima.

    El autoconcepto de las personas adolescentes puede constituirse como un constructouctuante y muy denido por conceptos externos. El estudiantado adolescente necesita consolidaruna base de su autoconcepto slida, sustentada en lo positivo de s mismo y, con ello, formularautoapreciaciones que contribuyan a verse en un espejo retricamente hablando e introyectems elementos caractersticos positivos de s que negativos. Es muy importante que se forme

    un juicio realista de s mismo, pero es muy importante hacerlo haciendo nfasis en las virtudes,porque as construimos una autoapreciacin positiva ms fuerte para aceptar nuestros defectossin que lastimen nuestra autoestima. Los maestros y maestras muchas veces no consideramosesto en nuestros discursos ulicos; regaamos impulsivamente como reaccin a los estmulosque nos irritan provocados por los estudiantes y embestimos su autoconcepto. Es muy posiblelacerar la autoestima en estos casos. En otras ocasiones, el profesorado desarrolla mecanismosde gestin didctica dentro de las aulas en donde cotidianamente agrede verbalmente a susestudiantes y es capaz de distorsionar su autoconcepto de manera negativa. El cuerpo docentedebe tener muy presente que el autoconcepto de cada sujeto a su cargo es un elementoindispensable en su formacin y desarrollo, de l depende no solamente su autoestima sinotambin la manera de proyectarse y conducirse en buena medida. Es sumamente indispensabledisear formas de intervencin ulicas que dialgicamente fortalezcan el autoconcepto de losestudiantes en razn de sus virtudes y no de sus defectos. Hablar con respeto; saludar siempre;sonrer; destacar sus aciertos, logros y virtudes; aminorar sus fallas; tratar de encontrar sus erroresy hacrselos ver asertivamente y, algo muy til, encontrar los momentos precisos para hacerlo.

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    Como es posible notar, la relacin que se puede establecer en este momento es una endonde estos conceptos se nutren unos con otros. Todos son pilares de la autoestima e inuyen,como ya se haba mencionado, en la construccin de un todo complejo, holstico y multirecproco.Esto es, la autoecacia puede denir signicativamente el autoconcepto principalmente en laadolescencia; pero esta, a su vez, est inuenciada por la propia autoestima, que a su vez pendede la autodignidad, el autoconcepto y la autoecacia misma. La autodignidad es un constructocognitivo-emocional que est estrecha y recprocamente construido bajo la inuencia de laautoestima y soportado por el autoconcepto, pero tambin inuido por los estndares de laautoecacia. El autoconcepto es constituido en gran medida por la autoecacia y es fraguadopor la autoestima y la autodignidad. Y an falta el cuarto: la autorrealizacin.

    Este concepto, ampliamente utilizado en la teora de las necesidades de Abraham

    Maslow, es el componente nal de la autoestima. Speranza (2006) comenta que muchaspersonas entienden la autorrealizacin como un estado de plenitud, felicidad, o bien comoel ptimo desenvolvimiento de nuestras funciones psquico-intelectuales o espirituales (p.53). Ms adelante tambin establece tres referencias sobre el concepto: a) la realizacin de unyo ms amplio y profundo a travs de la identicacin con los otros, b) la realizacin de laspotencialidades inherentes, y c) la norma fundamental de vida.

    La autorrealizacin es, desde nuestra perspectiva, la consecucin procedimental y continuade logros de diversas dimensiones y naturalezas que desarrollan un estado de plenitud en unomismo. Puede tener o no que ver con los otros o simplemente con la autosatisfaccin, aunquealgunos conciben que esto no es posible.

    La autorrealizacin en los adolescentes es un asunto plenamente exponencial. Es decir,no es una cuestin simplemente de humor, de estado de nimo o puramente emocional. Es unconjunto de elementos que inciden en lo emocional, pero que se forja a lo largo de una vida conms consciencia y estabilidad. La persona adolescente puede tener visos de autorrealizacinen sus experiencias, primordialmente en el aspecto afectivo, que es en donde centra mucho desu atencin y esfuerzo; pero conseguir la autorrealizacin sera un asunto bastante polmico ycomplicado. Sin embargo, s es un asunto de atencin.

    Las personas adolescentes en la escuela mantienen proyectos que tienen que ver conla parte acadmica, pero poco con la parte de su proyecto de vida y su autorrealizacin. Porlo que nuestra experiencia de doce aos en la docencia nos ha permitido observar, son pocos

    los adolescentes y las adolescentes que se toman con seriedad el asunto de la autorrealizacincomo una necesidad inmediata o siquiera como una necesidad a futuro. Es preciso que a losadolescentes y las adolescentes se les inculquen proyectos de autorrealizacin en dondepuedan interrogarse: Cul es la meta de la vida? En qu consiste la felicidad? Qu es unavida realizada? Qu es una vida buena? (Zuazua, 2007). Pero en un sentido de bsqueda de

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    la legitimidad: Qu es verdaderamente la felicidad? Cul quiero que sea la meta de mi vida?Quin soy y quin quiero efectivamente ser? Qu estoy haciendo para lograrlo?

    Como podremos entender, la autorrealizacin es otro de los factores incidentes en laconformacin de la autoestima como una necesidad de ser y sentirse valioso en el mundo.La autorrealizacin es la pauta que traza un camino potencial hacia el xito, la felicidad y laplenitud, pero que a lo largo de ese trayecto incide en la autovaloracin y juicio de nosotrosmismos. Si tenemos un proyecto de vida que implique mi autorrealizacin, mi autoestima se verincrementada exponencialmente por la estimulacin que conlleva la potencial consecucin delogros personales planeados y deseados.

    Solo para aclarar: la autorrealizacin no es tampoco un estado alcanzable esttico, en donde

    una vez logrado ya no existe un ms all. Es, primeramente, un ideal relativamente alcanzableque permite ver, en su arduo proceso, mltiples facultades del ser humano, entre ellas, laautoestima. Pero esta, al irse aproximando, se va moldeando de tal forma que se establece comopunto dinmico evolutivo, pues permanece ms como un estado mental e idneo a alcanzar,que como un verdadero logro conseguido y asimilado. En esto radica su autntica importancia.

    Si recuperamos la multirrelacin ilustrada antes, la autorrealizacin tambin encajamuy bien en el esquema. Ella se circunscribe de algn modo a la autoecacia, permea basesimportantes del autoconcepto y se sustenta en la autodignidad. Y como hemos argumentado,es parte elemental de la autoestima y, en respuesta, retroalimenta su misma esencia motivante.

    El profesorado puede contribuir de forma muy relevante a elevar las expectativas

    esquemticas de autorrealizacin de sus estudiantes. Los proyectos de vida que endeblementese pueden percibir en muchas de las ocasiones; en cada caso, los jvenes y las jvenesadolescentes pueden fortalecerse si el cuerpo docente les presenta escenarios vvidos, atractivosy programticos de los futuros logros que pueden alcanzar tanto acadmicamente como demanera personal. La autorrealizacin es una manera muy particular de plantearse objetivos,generar expectativas y disear modelos de consecucin de logros de todo ello; se construye yreconstruye, a su vez, en la efectividad de sus resultados.

    Los docentes frecuentemente establecen objetivos y metas acadmicas a alcanzarmediante productos y proyectos por muy simples que estos parezcan; su constante consecucinobedece primordialmente a la respuesta reactiva de los y las estudiantes de querer aprobar unaasignatura y lograr una calicacin digna, no tanto por sentir que eso les apoyar a aprender oles dar un sentido ms formal de tener logros conseguidos. Es fundamental que el docente cadavez que les sea posible le haga sentir al educando que cada logro que obtiene es un peldao mspara alcanzar xito, que se sienta satisfecho y que siempre piense en la mejora. En resumen, porun lado, que le haga ver que se plantee metas y las logre y, por otro, que al lograrlas se sienta bienpor haberlo hecho y contine en ese camino. Y si no las logre, que reprograme nuevas metas o

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    las mismas, pero que no se d por vencido. Un crculo de anlisis en el sentido de preguntarse:Qu le impidi conseguirlas? Qu puede hacer? Lo quiere hacer? Cmo y cundo?

    Todo este entramado supone una red sinptica que se suspende de un concepto plural: elego. Simn (2001) arma que la raz del ego est en la capacidad que posee el cerebro humanode construir modelos neurales de la realidad. Uno de los modelos ms importantes que el serhumano construye es el que hace referencia a nosotros mismos, a nuestra propia identidad, alego. Este, que funciona mediante la memoria, consta de zonas tanto accesibles a la conscienciacomo totalmente inaccesibles.

    Mediante esta exposicin resulta prudente indicar que la autoestima es una parte del egoencargada de evaluarse a s mismo en toda su extensin y emitir en respuesta instrucciones

    afectivas en diferentes reas, pero concentradas en una sola unidad. Este proceso puedeelaborarse de manera consciente o inconsciente y el cerebro lo procesar de distinta formapor la va que ocurra. Esto es muy til para claricar que todas las percepciones, pensamientos,actitudes y conductas nos llevan, de algn modo, a establecer un patrn ms o menos generaly ms o menos perenne de la autovisin y autovaloracin que forjamos de nosotros mismos,algunas veces conscientes de ello, algunas no.

    Los procesos que ocurren en ambos casos son distintos. Es posible pensar y establecera priori, luego de esta disertacin, que si somos conscientes de nuestra propia estima, porqueposeemos un concepto difano y juicioso de nosotros mismos, porque advertimos nuestraslimitantes y capacidades y ello nos estimula, porque entendemos y aceptamos nuestro lugar enel mundo y conocemos y respetamos nuestros derechos, y porque tenemos un plan muy bien

    trazado de lo que realmente queremos y anhelamos, existen amplias posibilidades de inuiren nuestra propia autopercepcin para ampliar nuestro afecto hacia nosotros mismos y queesto repercuta en nuestro desempeo como seres humanos. Pero si no estamos conscientes, elproceso pasa desapercibido por nosotros y a lo que normalmente accedemos es a una sntesisdemeritoriamente asimilada, que se nos presenta como breves espasmos de nuestra apreciaciny valoracin, con muy pocas oportunidades de comprensin y, por ende, de modicacin.

    Lo afortunado de todo esto es que el ser humano solo necesita un momento para poderpausar la inconsciencia y trabajar en hacer sus procesos y conceptos conscientes y as mejorarsu vida. Ahora bien, cunto es capaz el adolescente de trabajar esto: mucho, con apoyo.

    Ya dijimos que el adolescente atraviesa una etapa adversa en cuanto al dominio de susfacultades autoestimativas. Es tan vulnerable como inestable. Pero, qu es lo que su docentepuede hacer para revertir, en alguna medida, los efectos de las autoestimas demacradas, de losautoconceptos y autodignidades pobres, de las autoecacias abrumadas y de las autorrealizacionesofuscadas o frustradas. Nuestro quehacer, que no debiera ser exclusivamente didctico, podradedicar una parte considerable de tiempo a la atencin de los problemas de la autoestima.

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    Existen muchas formas en las que los maestros, padres y madres estimulen a los adolescentes ylas adolescentes para que fortalezcan e incrementen su autoestima. Por ejemplo, mediante la incursiny materializacin en el arte (el baile como recurso de expresin corporal, el canto e instrumentacinmusical, la creacin de obras plsticas y grcas, la lectura de textos en donde se identiquen, laescritura como medio anti represivo, la visualizacin de pelculas y desarrollo de argumentos, guiones,escaletas, y cortometrajes caseros, la revisin de materiales fotogrcos importantes y produccin delarchivo fotogrco personal o escolar), la planeacin regulada de actividades extraescolares (salidas,convivios, juegos de mesa), la aprehensin, enseanza y prctica de diferentes deportes (bsquetbol,vleibol, soccer, tochito bandera, beisbol, frontenis, hndbol), la ejecucin de actividades de relajacin(yoga, meditacin, taich), la prctica de formas disciplinares de activacin fsica (zumba, tness, pilates),la promocin de concursos todos ganan, el diseo de proyectos comunitarios, la participacin y

    elaboracin de ferias de la ciencia, la formulacin de cursos y talleres de matrogimnasia, convivenciafamiliar en la escuela y acercamientos interulicos, la confeccin de eventos democrticos como laeleccin de un comit, de un responsable o un encargado.

    En nuestro caso, hemos logrado proponer cursos de matrogimnasia para padres y madresque han dejado evidente que el alumnado estrecha sus relaciones maternales o paternalesmediante la convivencia en actividades de la escuela, y es posible notar cmo esto incide enla valoracin, no solamente del padre o madre, sino de s mismo, por lo que signica paraotras personas cercanas. Tambin hemos podido observar que aquellos alumnos que no sesienten del todo cmodos practicando futbol soccer pueden encontrar diversin, atraccin yautoecacia en otros deportes como tochito bandera, hndbol o taekwondo, cuando pudimosllevar a la escuela los talleres de hndbol y taekwondo y fomentamos el tochito bandera. De

    igual modo nos dimos cuenta de que las alumnas en su mayora encontraron satisfactorio elpracticar zumba y yoga en espacios escolares y extraescolares, y lograron, con pocos meses deprctica, incrementar su nivel de autoconanza en muchos sentidos: vimos cmo comenzarona tener ms amigas y amigos, cmo empezaron a defenderse con ms seguridad de los hombresque jugueteaban groseramente, cmo se motivaban al saber que s habra prctica y cmo semanifestaban en torno a sus cuerpos que sentan estaban cambiando positivamente.

    El adolecente en general busca la pertenencia, la empata, el sobresalir, la diversin, laidentidad, aislarse de los adultos. No obstante, en el inconsciente tienen perfectamente programadoque necesitan de ellos para casi todo, esencialmente de sus padres, madres y maestros. Lo queevidentemente necesitan es un ambiente pletrico de actitud y energa positiva que, por un lado,

    eleve su autoestima al mximo, y por otro, apacige sus deseos concupiscentes para comenzar aentender que la vida escolar, familiar, de sus amigos y de s mismo pueden coexistir armoniosamente,y que lejos de ser un problema con el cual lidiar, es una oportunidad de ser importante, reconocido,perteneciente, identicado, emptico. Amado, en el mismo seno en donde ha aprendido a sumar yleer, y donde seguir aprendiendo y formndose por muchos aos ms.

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    El trabajo de la autoestima en alumnos adolescentes, como pudimos notar, es vasto as comolaborioso. Pero, por otro lado, es sumamente necesario y eciente en los espacios escolares, noexclusivamente en una determinada regin, sino prcticamente en todos los contextos y culturas.

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    Cmo citar este artculo en APA:

    Silva-Escorcia, I. y Meja-Prez, O.(enero-abril, 2015). Autoestima, adolescencia y pedagoga. Revista Electrnica

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