Aula de EticaEficiencia, corrupción y crecimiento con equidad

Las ponencias recogidas en esta publicación analizan la interrelación existente entre labúsqueda de la eficiencia en la actividad económica y la proliferación de actitudes y

mecanismos completos. Se divide el tema en tres grandes campos. En primer lugar, se haceun análisis del fenómeno de la corrupción desde el contexto en que surge, así como de las

diversas formas que adopta en diferentes países. En segundo lugar, se analiza lareestructuración empresarial exigida por el mercado y las consecuencias éticas que conlleva.

Por último se centra la atención en la reflexión ética frente a los procesos y problemáticasque surgen de la actividad económica considerada de forma global. Temas todos ellos, como

puede verse, de gran importancia y actualidad.

Universidad de Deusto

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Eficiencia, corrupción ycrecimiento con equidad

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Eficiencia, corrupcióny

crecimiento con equidad

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crecimiento con equidad

Edición a cargo de

José Ignacio Ruiz Olabuénaga

1996Universidad de Deusto

Bilbao

Serie Etica, vol. 4

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño dela cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmi-tida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctri-co, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotoco-pia, sin permiso previo del editor.

Publicación impresa en papel ecológico

© Universidad de DeustoApartado 1 - 48080 Bilbao

ISBN: 978-84-9830-891-4

Indice

III. Fenomenología de la corrupción

1. El contexto humano de la corrupciónMario Zañartu S.J., ILADES, Santiago de Chile . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

2. Reflexiones sobre la corrupciónCristián Aedo, ILADES, Santiago de Chile . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

3. Corrupción de la educaciónPaulo Meneses S.J., Universidad Católica de Pernambuco . . . . . . . . . . 29

4. Planeamiento social, eficiencia, equidad y corrupciónNailton Santos, Universidad Católica de Pernambuco . . . . . . . . . . . . . . 39

5. Las estructuras culturales de la corrupción en VenezuelaRaúl González-Fabre S.J., Universidad Andrés Bello. . . . . . . . . . . . . . . 49

6. Factores de desarrollo de la economía informal: Una aproximación a las realidades española y vascaJaime Badiola S.J., Universidad de Deusto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

7. Caracterización y significado de la economía informalFrancisco Sánchez-Marco S.J., Universidad de Deusto . . . . . . . . . . . . . 85

III. Eficiencia y corrupción en la reestructuración empresarial

8. La gestión empresarial frente al fenómeno de la corrupciónJosé Luis Fernández, Universidad Pontificia Comillas. . . . . . . . . . . . . . 103

9. Empleo, ética y reconversión. El caso de EspañaJavier Gorosquieta S.J., Universidad de Deusto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

10. Los efectos de la mundializaciónGérard Verna, Instituto de Empresa, Madrid. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

11. Reflexiones éticas ante procesos de crisis empresarialJuan-Miguel Romeo, EMESCO, Bilbao . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

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III. Dimensiones éticas de la actividad económica

12. Dimensiones éticas del modelo «Transformación productiva con equi-dad»Ildefonso Camacho S.J., Facultad de Teología, Granada . . . . . . . . . . . . 155

13. La matriz economicista como determinante de la lógica sociopolíti-ca y moralDemetrio Velasco, Universidad de Deusto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

14. Retos éticos ante el impacto global de la actividad económicaXabier Etxeberria, Universidad de Deusto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

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Prefacio

Los artículos que componen este volumen fueron presentados en latercera sesión del «Taller Iberoamericano de Etica Económica» que tuvolugar en la Universidad de Deusto en septiembre de 1995. El seminariofue organizado bajo el auspicio de la Cátedra Unesco de la Universidadde Deusto y permitió el intercambio de puntos de vista entre especialistasiberoamericanos y españoles interesados en el análisis del mundo eco-nómico considerado en su dimensión ética.

El «Taller Iberoamericano de Etica Económica» nace en 1993 y pre-tende poner en contacto a profesores de economía y de ética de Universi-dades latinoamericanas y españolas, regidas por la Compañía de Jesús,con vistas a promover una reflexión crítica sobre la actividad económica,sus presupuestos teóricos y sus dimensiones éticas.

En esta sesión del seminario el tema que articuló las ponencias y dis-cusiones fue el de «Eficiencia y corrupción en los mecanismos econó-micos de crecimiento con equidad». Recogiendo el título dado al modeloeconómico propuesto por la CEPAL en 1990 para América latina se pre-tendía analizar la interrelación existente entre la búsqueda de la eficien-cia en la actividad económica y la proliferación de actitudes y mecanis-mos corruptos en el mundo económico.

Tres fueron los campos principales en que se dividió el tema del se-minario. En primer lugar se hizo un análisis del fenómeno de la corrup-ción desde el contexto en que surge, así como de las diversas formas queadopta en diferentes países. En segundo lugar se abordó el análisis de lareestructuración empresarial exigida por el mercado y de las consecuen-cias éticas que conlleva. En tercer lugar se centró la atención en una re-flexión ética frente a los procesos y problemáticas que surgen de la acti-vidad económica considerada de forma global.

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La actualidad del tema elegido resultó patente en las discusiones eintercambios que siguieron a la presentación de las ponencias. Tanto enAmérica latina como en España no sólo es el conocimiento y la exten-sión de actitudes corruptas por parte de gobiernos y administraciones pú-blicas lo que subraya el acierto de la elección sino que, sobre todo, seconstató cómo toma cuerpo un movimiento que intenta reaccionar frentea este desorden. Las reflexiones de este Taller pretendían continuar, enun plano teórico, estas reacciones generalizadas que anhelan una socie-dad y un orden económico más justo en todos sus niveles y campos.

Desde este anhelo por una sociedad más justa y solidaria se debenentender en su génesis y en sus perspectivas los esfuerzos de los profeso-res e investigadores que constituyen el «Taller Iberoamericano de EticaEconómica». Los trabajos recogidos en este volúmen dan testimonio deun diálogo interdisciplinar entre Universidades latinoamericanas y espa-ñolas que pretenden contribuir, de forma crítica, para que los valores hu-manistas cristianos no se arrinconen en el ámbito de la vida privada sinoque inspiren los principios en que ha de basarse un orden económico jus-to y solidario.

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I

Fenomenología de la corrupción

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El contexto humano de la corrupción

por Mario Zañartu, S.J.ILADES.

Santiago de Chile

1. Introducción

La Biblia está plagada de ejemplos de corrupción. Pero son pocas lasque aparecen como avaladas por la voluntad divina. Si fuese así ¿por quépreocuparnos?

El más notable es el del administrador infiel (Lc. 16, 1-8) ¿De qué setrata?

Jesús alaba al administrador que al saberse despedido, compra, conrecursos de su amo, la voluntad de los deudores, para tener donde caerparado al producirse su despido.

Los exégetas, con razón, dirán que no se trata de alabar el soborno,un medio ilícito, sino la diligencia de este hijo del mundo, por contra-prestación a la negligencia de los hijos de la luz.

2. Extensión de la corrupción

Si se tomara la prensa diaria al azar de un país, uno se encontraríacon sorpresas. En este caso se trate de un país cualquiera ni más ni me-nos corrupto que otro: Chile; se trata de un periódico no-sensacionalista,y más bien cercano a la ética social que otro: «La Epoca»; y se trata deun día cualquiera: 21 de enero de 1995.

¿Qué encontramos, en los titulares?:

—«Brasil: dieta parlamentaria de 10 mil dólares deja “indignados” amilitares» (por triplicar sus jubilaciones, «mientras el pueblo bra-sileño en general se muere de hambre»).

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—«Raúl Alfonsín dice que Cavallo es autoritario, energúmeno y ba-silisco» (porque fue presidente del Banco Central durante la dicta-dura, y durante el gobierno de Alfonsín recomendó a los acreedo-res que exigieran el pago de la deuda, y amenazó con no reconocerlos créditos anteriores al llegar él al gobierno).

—«Suspenderían a juez español de caso GAL» (por haber trabajadoen estrecha colaboración con funcionario acusado de responsabili-dad en «guerra sucia» española).

—«Inteligencia rusa denuncia a “mafia financiera”» (Alcaldía deMoscú acusada de venderse a Most, empresa emblema del nuevocapitalismo ruso).

—«Fuerte crisis política enfrenta gobierno polaco. Amenazas»(chantaje de posible disolución del Parlamento y aprovecha-miento al máximo de las «trampas» que ofrece la elasticidad ju-rídica).

—«Los jóvenes prueban a temprana edad las drogas» (los 15 añossuele ser la edad promedio de inicio del consumo y puede alcan-zar al 33,9% del alumnado al terminar la enseñanza media enChile).

—«Denuncias de cobros abusivos» (simulación de demandas inexis-tentes y presión ilegítima a deudores por importantes empresas decobranza).

—«A un año de su confesión» (operador en mercados de futuro deempresa estatal de cobre genera una pérdida de 164 millones dedólares).

—«Conejillos de Indias humanos» (enfermos de un hospital de Ro-chester inoculados en secreto con sustancias radiactivas venenosaspor agencias gubernamentales comprometidas en investigacionesnucleares).

Es obvio que esta no es una descripción rigurosa de la extensión dela corrupción sino la información de un medio determinado, en un paísdeterminado, un día determinado.

Si dirigiéramos la mirada a un solo rubro de la corrupción, el tráficode influencias, ¿quién de nosotros puede tirar la primera piedra? ¿quiénno ha hecho valer amistades, parentesco, pertenencias a organizaciones,para desempatar cantidatos a beneficios? ¿quién no ha presionado a al-quien para que el hijo de alguien sea aceptado en algún establecimientoeducacional o en empresa o servicio público o estatal, o para obtenerentradas liberadas a determinados eventos para su núcleo familiar uotros?

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3. El proceso de la corrupción

El hombre es una afanado buscador de su felicidad. Eso es normal y esbueno. Y eso es lo que Dios quiere de nosotros; que seamos felices. El pro-blema surge por la tentación del hombre de obtener una felicidad fácil. Latentación se presenta polifacéticamente: por la seguridad de consumo que dael «tener»; por la seguridad de eficacia que proporciona el «poder»; y por laseguridad de reconocimiento que proporciona la fama, o el «aparecer».

Son estos 3 ideales, el «tener», el «poder» y el «aparecer» los quemás frecuente, universal, poderosa y permanentemente tientan al hombrea descarrilarlo en su marcha a la auténtica felicidad que sólo la vía delamor-servicio le puede asegurar.

Y aquí surge el fantasma de la corrupción: en su ansia maximizadoray exclusiva de estos bienes, el hombre puede llegar a sacrificar valores,sacrificar amores, y sacrificar personas, si de ello espera un incrementoen el tener, en el poder o en el aparecer.

Y esta esperanza implica tratar de conseguir un trato más ventajosode parte de las personas y de las normas sociales, torciendo su voluntad osu aplicación a cambio de ventajas ofrecidas al margen de toda ética.

«En un país sin ética no sería posible ni la democracia ni una economíasana. Donde prima la trampa, donde la coima se hace “gasto fijo”, dondeexisten incoherencias básicas, no puede ni siquiera funcionar el mercado... yciertamente muere el hombre. En una sociedad de pillos nadie se sacrifica pornadie y la corrupción se hace moneda corriente. Allí sólo cabe reaccionar conpillerías» (Revista Mensaje; Santiago de Chile, 1994) n.º 428, editorial.

4. El concepto de la corrupción

El origen griego es el verbo «fzeiro» = corromper, del cual derivatambién el adjetivo «afzartos» = incorruptible.

El origen latino es el verbo «rumpere», que significa arrancar, aplas-tar, arruinar, romper. De ahí viene erupción y corrupción.

«Corrumpere» significa originariamente «hacer estallar», y se extien-de a todo lo que es susceptible de echarse a perder, sin que la idea dequebrar o romper físicamente esté involucrada. De las palabras derivadasde la raíz REU-II unas subrayan el aspecto físico de arrancar, otras el as-pecto metafórico. Al hombre corrupto no le han arrancado físicamente elalma, pero sí, moralmente1.

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1 A. ERNENT - J.A. MEILET, Dictionnaire Ethymologique de la Langue Latine, Histoiredes Mots.

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La Biblia se refiere a la corrupción en el libro de la Sabiduría, elEclesiástico y Oseas en el Antiguo Testamento, como opuesta a Dios, alalma, y a la vida, y asociada a la muerte y toda clase de males y pecados.

En el Nuevo Testamento son frecuentes las menciones en los Hechosde los Apóstoles, en Corintios I, en la II.ª Pedro, y escasas en la I.ª Pe-dro, Romanos, Gálatas, refiriéndose sobre todo a la Resurrección e inco-rruptibilidad de Cristo y de los cristianos, y a la corrupción de la carne yde sus ídolos.

La teología cristiana ha desarrollado fuertemente la soteriología, oteología de la salvación. Se trata de la salvación del hombre de la corrup-ción y la muerte:

«Salvar significa liberar del mal. Aquí no se trate solamente del malsocial, como la injusticia, la opresión, la explotación; ni solamente de lasenfermedades, de las catástrofes, de los cataclismos naturales y de todo loque en la historia de la humanidad es calificado como desgracia.

Salvar quiere decir liberar del mal radical, definitivo. Semejante malno es ni siquiera la muerte. No lo es si después viene la resurrección. Y laresurrección sucede por obra de Cristo. Por obra del Redentor la muertecesa de ser un mal definitivo, está sometida al poder de la vida.

Es sobre todo el amor el que posee el poder salvífico. El poder salvífi-co del amor es más grande que el puro conocimiento de la verdad2.»

Es por tanto en la vivencia del amor en donde deberá basarse todoproceso de sanación de la corrupción. Y no sólo por el conocimiento pro-puesto por la gnosis y recurrente en el «New Age».

5. El proceso de la sanación

Para sanar el alma de la gente hay que encarar el tema del valor, lle-gando al sentido profundo de lo humano, a la vivencia del amor.

La vía más ancha para la corrupción es tratar de conseguir a cual-quier precio el mayor goce que pueda asegurar un proceso centrado en elexclusivo progreso económico, basado en una competencia exacerbada,que llega a destruir toda solidaridad y gratuidad.

La permanencia de controles y legislación inadecuados lleva inevita-blemente a abusos de los más pillos, y los grandes desequilibrios y dife-rencias de remuneraciones invitan a ocultar compensaciones.

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2 JUAN PABLO II, Cruzando el umbral de la esperanza (Plaza y Janés; Barcelona 1994),pp. 85 y 89.

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Pero más allá de estas mejoras se trata de mejorar la sociedad y suconvivencia en base a valores compartidos, provenientes de un esfuerzode la sociedad entera por promover dichos valores.

Es difícil referirse a valores compartidos en una sociedad pluralista.Pero para la superación de la corrupción bastaría con algunos de ellos,que son universalmente compartidos como normas de comportamientode la sociedad en su conjunto, aunque no se sea coherente en su aplica-ción personal.

Los valores de laboriosidad, de capacitación y de orden para el traba-jo; los valores de honestidad y cumplimiento de los compromisos paralos intercambios sociales; los valores de audacia y de iniciativa para laproducción; los valores de ahorro y frugalidad para el consumo; la aper-tura al otro y el espíritu de servicio para todos; la tolerancia y concerta-ción con los demás son valores de aceptación universal.

Más allá de las diferencias sociales, políticas, culturales, ideológicas,religiosas, la promoción de estos (y otros) valores universales es necesa-ria para sanar el alma de la gente.

La promoción de valores puede ser abordada por diferentes instan-cias sociales: familias, escuelas, medios de comunicación de masas, em-presas, partidos políticos, Iglesias; todas ellas tienen influencias en di-versas etapas del desarrollo personal.

6. La corrupción en la actividad económica

La actividad económica se basa en innumerables acciones de inter-cambio y de contratación en que se da y se recibe, y en que por consi-guiente se estará tentado de dar lo menos a cambio de lo mismo recibido,o de recibir lo más a cambio de lo mismo dado; o, más generalmente, endar lo menos a cambio de lo más.

Esta tendencia a maximizar la diferencia entre lo aportado y lo conse-guido no es de suyo corrupta, mientras se mantenga en los límites y reglasde juego del pacto social (entre las cuales el libre mercado y los mínimosy máximos fijados por la sociedad para las prestaciones y su retribución).

La corrupción entra en juego cuando se pretende alterar la objetivi-dad de decisiones de contratos, premios, impuestos, concursos o postula-ciones en favor de algunas personas o grupos (o esquivar sanciones portransgresiones sociales) en base a transferencias de recursos o servicios alas personas o grupos de quienes depende la decisión de asignaciones oconcesiones, o la dictación de penas o premios. Y por supuesto los so-bornos pueden ser tan intangibles e indirectos como consideración oatenciones sociales.

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Sobre todo cuando la sociedad en vías de desarrollo está empeñadaen crecer con equidad se presentan múltiples ocasiones de corrupción enla asignación de subsidios sociales o en los procesos privatizadores deempresas e instituciones financieras.

En dichas sociedades el sector social de pobreza y extrema pobrezarecibe el martilleo constante de la publicidad, que le hace anhelar nivelesde consumo que jamás podrá alcanzar al ritmo de crecimiento imperanteen el país, y se ve por tanto estimulado a conseguir ingresos a como hu-biese lugar: robos y todo tipo de delincuencia o pagos o favores a gesto-res que consigan que les «mejoren su situación» (o sea, vía corrupción).

Y en los sectores ricos habrá muchos que han llegado a serlo a travésde fraudes al fisco, situaciones monopólicas, explotación de algunosotros factores de producción, engaños a los consumidores, acceso a insu-mos subvenciones, créditos baratos, contratos amañados, privatizacionesexclusivas, etc... Y han aprendido que eso era bueno... para ellos.

En los sectores medios puede haber habido importante acceso a nive-les o calidad de vida propios, por la obtención inmerecida de bienes o deservicios provenientes del gobierno, de los partidos políticos, o de agru-paciones religiosas, culturales u otras (clientelismo político, favoritismoregional, etc.).

Todos desean un crecimiento más rápido que el que pueden lograr, ytodos buscan medidas especiales que puedan mejorar su ubicación perso-nal o grupal al interior de la sociedad. Y por tanto todos están expuestosa la tentación de recurrir a la corrupción para apurar el paso.

Si todos recurriesen a la corrupción por parejo, ningún coimero lo-graría mejorar su situación relativa. Sólo el sector de perceptores de coi-ma resultaría favorecido, a costa del sector de pagadores de coima (quese supone universal en esta hipótesis), pues habría una transferencia netade un sector al otro, quedando empobrecido el sector coimero.

La corrupción que la coima implica puede afectar al sector de políti-cas públicas, a la economía informal y a la reconversión industrial, tanpresentes en países en vías de crecimiento con pretensiones de equidad.Es lo que en este taller pretendemos examinar, para buscar manera decontribuir a remediar, aunque en forma parcial, desde la universidad.

No queremos sin embargo terminar sin presentar una situación querequiere más discernimiento:

¿Qué ocurre en el caso de postulaciones de individuos a empresas enque se trata no de buscar una alteración de decisiones convenientes sobreasignación de recursos, sino de corregir una alteración que por coima ge-neralizada de los demás concursantes deja fuera de competencia al con-cursante que rehúsa coimear?, ¿puede considerarse como «costo fijo» le-gítimo?

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El discernimiento tiene que considerar como positiva la igualaciónde oportunidades de los concursantes, y como negativo al medio corrup-to empleado. ¿Qué hacer en tales circunstancias?, ¿abandonar y denunciarese mercado? o ¿consentir en la coima y luchar por la reforma o extirpa-ción de ese foco de corrupción? También a estos interrogantes debieraresponder nuestro taller.

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