Atlas de Bosques Nativos de Argentina_1

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ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS DIRECCIÓN DE BOSQUES SECRETARIA DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE

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ATLAS DE LOSBOSQUES NATIVOS

ARGENTINOS

DIRECCIÓN DE BOSQUESSECRETARIA DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE

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SR. PRESIDENTE DE LA NACIÓN

Dr. Néstor Kirchner

SR. MINISTRO DE SALUD

Dr. Ginés González García

SR. SECRETARIO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE

Dr. Atilio Armando Savino

SR. COORDINADOR GENERAL DE RECURSOS NATURALES, BIODIVERSIDAD Y RELACIONES INSTITUCIONALES

Dr. Homero Máximo Bibiloni

SR. DIRECTOR NACIONAL DE RECURSOS NATURALES Y CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

Ing. Forestal Carlos Elías Merenson

SR. DIRECTOR DE BOSQUES

Ing. Forestal Jorge Luis Menéndez

SR. COORDINADOR PROYECTO BOSQUES NATIVOS Y ÁREAS PROTEGIDAS - BIRF 4085-ARIng. Forestal Sergio Mario La Rocca

Revisión Técnica

Ing.Agrónoma Cristina Résico y Lic. Cs. Biológicas Marina Burghi - Dirección de Bosques

Láminas

Arboles Forestales Argentinos - Instituto Forestal Nacional - Reedición.

Paisajes y dibujos realizados por Carlos M. Oliva, Ernesto Koch y Sara Kahanoff.

Fotografías

Biblioteca Forestal Lucas A.Tortorelli; Ing.Agr. Jorge Bocchio; material cedido por el Ing.Agr. Francisco Cersósimo;A. Carminati, D. Gómez, M. Canevari,

M. Babarskas,A. y H. Casañas, J.Alonso y G. Gil (Fundación Ornitológica del Plata)

Mapas

Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF) - Dirección de Bosques - Equipo Técnico: Ing.Agrónoma Celina L. Montenegro,

Geógrafa Mabel H. Strada, Ing. Forestal MSc. Martín A. Pinazo, Ing. Forestal Ignacio Gasparri, Lic. Cs. Biológicas Gabriela Parmuchi,

Lic. Cs. Biológicas Julieta Bono.

Diseño

Clarisa Sbarbati / WGW Comunicación y Diseño

Producción Gráfica

Andrés Gelós / WGW Comunicación y Diseño

Esta publicación puede ser citada como Atlas de los Bosques Nativos Argentinos 2003, Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF 4085-AR,

Dirección de Bosques, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustetable.

ISBN Nº

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INTRODUCCIÓN 6

HISTORIA DE LA CIENCIA FORESTAL ARGENTINA 14

REGIONES FORESTALES DE NUESTRO PAÍS

Parque Chaqueño 22

Selva Misionera 38

Selva Tucumano Boliviana 54

Bosque Andino Patagónico 70

Monte 86

Espinal 100

RECURSOS FORESTALES NO MADEREROS 114

CARTOGRAFÍAPRIMER INVENTARIO NACIONAL DE BOSQUES NATIVOS 120

ANEXO - SUPERFICIESPRIMER INVENTARIO NACIONAL DE BOSQUES NATIVOS 170

BIBLIOGRAFÍA 193

ÍNDICE

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El Proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas BIRF4085-AR es el producto del Convenio de Préstamo en-tre la República Argentina y el Banco Internacional de

Reconstrucción y Fomento (BIRF), más conocido como Ban-co Mundial.

Los inspiradores de este Proyecto fueron, al inicio de la déca-da del noventa, los técnicos de la entonces Dirección de Recur-sos Forestales. Ellos fundamentaron la necesidad ante las autorida-des nacionales de obtener, el primer financiamiento por el BIRFde un proyecto sobre este tema en la República Argentina.

Primeramente se obtuvo un subsidio del Gobierno de Ja-pón, cuyos fondos fueron destinados a la elaboración de los do-cumentos preliminares. Finalmente en marzo de 1997, se apro-bó por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 297, alAcuerdo de Préstamo, iniciándose las actividades en ese mismoaño. Su plazo de ejecución finaliza en junio de 2005.

La realización ha recaído en la Unidad Ejecutora del Proyec-to (UEP), que expresa en este momento su reconocimiento alos que fundamentaron y colaboraron desde su puesto de tra-bajo a su creación:

En primer término al fallecido Ing.Agrónomo Horacio Crosio; al enton-ces Director de Recursos Forestales Nati-vos, hoy Director Nacional de RecursosNaturales y Conservación de la Biodiver-sidad, Ing. Forestal Carlos Merenson; alhoy Director de Bosques Ing. Forestal

Jorge Menéndez; al Consultor Ing. Eduardo BoumontRoveda; a la Ing. Agrónoma Cristina Résico, Ing. Agró-noma Celina Montenegro, Sra. Delia Alonso y Sra. PaulaRubietti.

La UEP quiere también destacar lairreparable pérdida de uno de sus inte-grantes, el brillante Ing. Forestal FelipeAntonio Ledesma, fallecido prematura-mente en enero 2003 cuando se desempe-ñaba como Coordinador de los Proyectosde Investigación Aplicada a los Recursos

Forestales Nativos (PIARFON).Por parte del BIRF, hemos contado con el aporte técnico,

como contrapartes de las siguientes personas: en el primer tra-mo, cumpliendo funciones de Gerenciamiento el Ing. ForestalRobert Kirmse; en el segundo tramo hasta la fecha, el Ing.Forestal Robert Davis; secundados por : del Convenio FAO-

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Banco Mundial, el Ing. Forestal Richard Owen; el Consul-tor Ing.Agrónomo Ricardo Larrobla; de la Oficina BuenosAires del BIRF, el Ing. Andrés Mc. Gaul.A todos ellos nues-tro expreso reconocimiento por su colaboración en la gestión.

Las tres áreas temáticas que componen el Proyecto son res-puesta a estos interrogantes:

I- ¿Cuál es nuestro patrimonio de bosques nativos?Los primeros datos del Primer Inventario Nacional de Bos-

ques Nativos nos dan una superficie de 33.192.442 hectáreas. Sudetalle figura en los capítulos respectivos de este Atlas. Esos re-sultados se complementan con cartografía forestal por cada ju-risdicción provincial.También se constituyó la Unidad de Mo-nitoreo y Evaluación Forestal (UMSEF) de la Dirección deBosques

II- ¿Bajo qué régimen Jurídico y administrativo lostenemos?

Se elaboró el anteproyecto de Ley de Promoción al Desarro-llo Sustentable de Recursos Forestales Nativos y Creación deBosques Protectores Permanentes.

Se han propuesto contenidos curriculares en la enseñanzamedia sobre los bosques nativos.

III- ¿Cómo se deben manejar los bosques nativos ar-gentinos?

Fundamentando un Sistema Nacional de Investigación Apli-cada de manejo sustentable a las masas forestales nativas

Creando un Plan Nacional de Investigación Aplicada paralograr el Desarrollo Forestal Sustentable. Promoviendo los lla-mados Proyectos de Investigación Aplicada a los Recursos Fo-restales Nativos (PIARFON).

Personal de la UEP: Ing. Forestal Sergio Mario La Roc-ca, Ing. Forestal Inés Heinrich, Ing. Forestal José AlbertoMaldonado Lic. Lucila Boffi Lissin, CPN Marisa Rossa-no, Dr. Martín Sabattella, Sra. Marcela Sayago, Sr. San-tiago Gilges, Sr. Agustín Barreiro. Personal de Planta delGobierno Nacional, afectado a la UEP: Lic. Norma Amburi,Lic. Guillermo Rodriguez, Sra. Nélida Colman , Sr. Da-niel Osorio y Sr. Camilo Giovaninni.

Buenos Aires, Diciembre 2003

¿QUÉ ES EL “PROYECTO BOSQUES NATIVOS

Y ÁREAS PROTEGIDAS” BIRF-4085-AR?

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5INTRODUCCIÓN

“Incito una vez más para quequede grabado como una nuevaobligación argentina, la de termi-nar con los cantos al árbol paradedicarnos a cavar pozos en latierra, plantar retoños y cuidarloscomo si fuesen la Patria misma”.

GENERAL JUAN DOMINGO PERÓNPresidente de la Nación – 23 / 7 / 1949

En ocasión de lanzar los objetivos para el milenio en laArgentina, dejamos claramente establecido nuestropropósito de que para el año 2015 todas las políticas

públicas hayan integrado los principios del desarrollo sosteni-ble, y hayamos revertido la pérdida de recursos naturales.Nuestros primeros pasos hacia ese horizonte fueron la rees-tructuración de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sus-tentable - ahora incorporada al Ministerio de Salud -, y elfortalecimiento institucional del Consejo Federal de MedioAmbiente (COFEMA). Además, impulsamos la generación ydifusión de información que contribuya a una mejor com-prensión de los fenómenos económicos y sociales que gene-ran la sobreexplotación de algunos recursos, y estimule el de-bate superador de los actores involucrados.

Hoy, como hace cincuenta años, nuestra meta es producir,producir, y producir. Sin embargo, las condiciones y limitacio-nes ecológicas actuales nos indican que debemos hacerlo demanera sustentable, atentos a que el ambiente es parte de la ri-queza y la calidad de vida de los argentinos de esta generacióny de las futuras a las cuales nos debemos en forma inexcusable.

Apuntamos a terminar con la pérdida de la biodiversidad yde los recursos naturales, a través de la creación de reservas, uni-dades productivas sustentables y áreas protegidas. El objetivo eslograr mayor eficiencia en el uso racional de los recursos, exten-der el acceso al agua potable y el saneamiento básico a todo eluniverso poblacional y mejorar la salud.

Es política de Estado reducir significativamente la propor-ción de habitantes de las villas miserias y asentamientos irregu-lares, con la generación de empleo estable.

Se estima que en el último siglo nuestra superficie de bos-que nativo se redujo de 100 millones de hectáreas a los 33 mi-

llones actuales. Para revertir esta tendencia estamos promovien-do un ordenamiento territorial que evite una mayor deforesta-ción y el consiguiente desequilibrio y pérdida de ecosistemasúnicos.

En ese sentido, impulsamos los Proyectos de InvestigaciónAplicada en Recursos Forestales Nativos (PIARFON), que nosproporcionarán la base de datos para establecer sistemas produc-tivos sustentables que estabilicen el ecosistema forestal en formaarmónica, con asentamientos poblacionales permanentes y ple-no desarrollo industrial, articulando con el sistema científico lageneración de tales conocimientos.

Para que estas políticas activas no queden circunscriptas a losfuncionarios y especialistas involucrados en los proyectos, deci-dimos divulgar los conocimientos sobre el patrimonio forestalnativo como fuente de riqueza y trabajo, y ponerlos a disposi-ción del conocimiento público. En forma especial pensamos ennuestros jóvenes, a los que sabemos íntimamente consustancia-dos con la problemática ecológica, a la vez que angustiados porlas escasas posibilidades de inserción en actividades laborales. Enese sentido, la realización de este Atlas de los Bosques NativosArgentinos constituye un paso concreto hacia la toma de con-ciencia de su riqueza, y de los beneficios directos e indirectosque hacen a la calidad de vida de la generación actual y las quenos sucedan.

Dr. Néstor KirchnerPresidente de la Nación

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6 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

En lo que conocemoscomo el “mundodesarrollado”, du-

rante los dos últimos siglosde Revolución Industrial,inmensas superficies fértilesfueron sacrificadas en arasde la expansión de ciudades,esto fue necesario para con-

solidar su red de comunicaciones, ciudades, zonas fabriles ycomerciales; de esta forma se redujo y modifico el paisajenatural originario de sus dominios. La influencia mayor de es-te fenómeno fue el de alejar al hombre de la naturaleza ycambiar sus hábitos y calidad de vida. Así también en muchasde estas áreas periurbanas se asentaron poblaciones excluidasdel sistema socio económico, que padecen la desocupacióncrónica y en donde se manifiestan los mayores problemas desalud y ambiente de nuestra época, sufriendo de la escasez ycalidad del agua potable, ausencia de tratamiento de residuosy líquidos cloacales, hacinamiento, promiscuidad, y acultura-ción de las nuevas generaciones.

En nuestro país, aún hoy se siguen sacrificando superficiesricas en biodiversidad, aptas para determinadas actividadesproductivas sustentables, destinándolas a otros fines circuns-tancialmente bendecidos por los vaivenes del mercado de efí-mera duración. Así se extiende la frontera agropecuaria afuerza de arrasar con bosques y selvas, buscando ganancias demuy corto plazo. Este proceso en determinadas condicionesgenera distintas formas de erosión del suelo y pérdida de labiodiversidad y están generalmente acompañados en el as-pecto social, del desplazamiento de comunidades rurales, deantigua radicación y cultura, a zonas urbanas en donde se re-piten las dolorosas consecuencias antes descriptas.

Para alcanzar un ambiente sano, equilibrado y apto para eldesarrollo humano saludable, tenemos que marchar hacia unaecología social, basada en la justicia social y la comprensión denuestra realidad ambiental por medio de la búsqueda de proce-sos productivos sustentables.

La mejor práctica de militancia transformadora está susten-tada en la democratización del conocimiento, y en la convicciónde que conceptos como desarrollo sustentable y progreso, sonimprescindibles para reconstruir la cultura del trabajo, y mejorarla calidad de vida y la salud de todos los argentinos.

Emprendimientos como este Atlas de Bosques Nativos Ar-gentinos nos reafirman en nuestra voluntad política, al difundiral conjunto de la población, los conocimientos necesarios parasentar las bases de un modelo de crecimiento sustentable posi-ble, cumpliendo con los principios de ser ambientalmente ade-cuado, socialmente justo y económicamente viable. En eso es-tamos trabajando para lograr un Pueblo argentino sano en unambiente equilibrado.

SALUD Y AMBIENTE

Dr. Ginés Mario González GarcíaMinistro de Salud

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7INTRODUCCIÓN

Expreso mi reconocimiento al equipo de redacción deeste Atlas de Los Bosques Nativos Argentinos que brin-dará la difusión del conocimiento de este patrimonio

natural a toda nuestra población y, en forma muy especial, anuestros niños y jóvenes.

Sin dudarlo, el conocimiento alcanzando a través de este me-dio servirá para aumentar la conciencia pública sobre su tras-cendente importancia para la calidad de vida actual y futura denuestros habitantes y, de esta forma, facilitará a los decisores pú-blicos en la aplicación de una nueva política de desarrollo sus-tentable sobre los mismos.

Dr. Atilio SavinoSecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable

No caben dudas de que esta obra -un viejo anhelo delos profesionales de la materia forestal- ayudará a lo-grar el fortalecimiento institucional de los organís-

mos vinculados a nuestros recursos naturales, en los niveles mu-nicipal, provincial, regional y nacional.

Así también, la información del Primer Inventario Nacionalde Bosques Nativos que este documento contiene, apoyado coninformación de la situación regional de cada una de las forma-ciones forestales argentinas, nos da un panorama objetivo de lasituación actual en que se encuentran.

El rescate de las láminas del histórico libro “Árboles Foresta-les Argentinos”, editado por el Instituto Forestal Nacional en ladécada del ’50, merece un especial reconocimiento por recupe-rar la memoria de sus realizadores.

Dr. Homero M. BibiloniCoordinador General de Recursos Naturales,

Biodiversidad y Relaciones InstitucionalesSecretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable

PRESENTACIÓN

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S in lugar a dudas elDesarrollo Sustentableresulta la propuesta

política, económica, social yambiental más importante delas últimas décadas. Es muchomas que una política am-biental. Es, en realidad, unasuerte de “política de políti-

cas”, y tal como surge del Plan de Aplicación de las Decisio-nes de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que sedesarrolló en Johannesburgo en 2002, se asienta sobre tres pila-res interdependientes y que se refuerzan mutuamente: el creci-miento económico, el desarrollo social y la protección am-biental. En tanto, sus tres objetivos generales y requisitos esen-ciales son la erradicación de la pobreza, la modificación de lasmodalidades insostenibles de producción y consumo, y la pro-tección y manejo de la base de recursos naturales del desarrolloeconómico y social.

El camino a la sustentabilidad del proceso de desarrolloresulta complejo. A veces es contradictorio, y plantea múltiplesdesafíos que es preciso sortear con éxito para lograr definir unrumbo que nos conduzca a la construcción de un país y unmundo más sustentable. Para ello es necesario tener la capacidadde detectar en la crisis las oportunidades que ella encierra.

Para alcanzar la sustentabilidad del proceso de desarrollo,entre otras cosas, es esencial compatibilizar los valores de pro-tección y restauración del medio natural con el desarrollosocioeconómico.

Como base para encaminarse hacia un Desarrollo Sus-tentable, cada país debe procurar, además de la aplicación ycoordinación de racionales políticas ambientales, económicas ysociales, asegurar el pleno funcionamiento de las institucionesdemocráticas, teniendo siempre en cuenta las necesidades de lagente; asegurar el imperio de la ley y la aplicación de efectivasmedidas de lucha contra la corrupción; y crear un entornopropicio para la inversión.

En adición a lo anterior, el éxito de nuestros esfuerzospor edificar la sustentabilidad del proceso de desarrollo dependerágrandemente de factores externos. Sin un entorno económicointernacional dinámico, que favorezca la cooperación interna-cional, en particular en las esferas de las finanzas; la transferenciade tecnología; el tratamiento de las deudas; el comercio y la

8 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

participación plena y efectiva de los países en desarrollo en elproceso de adopción de decisiones a nivel mundial, resultaráimposible modificar la situación actual —caracterizada por unaverdadera crisis— en las tres dimensiones del Desarrollo Susten-table: la económica, la social y la ambiental.

Desarrollo Sustentable implica también un mundo en elque reine la paz y la seguridad; la estabilidad; el respeto de losderechos humanos, de las libertades fundamentales, del derechoal desarrollo, de la diversidad cultural y una actitud ética frentea la vida.

Si el Desarrollo Sustentable resulta esencial para nuestrofuturo, la protección y el manejo sustentable e integrado de losecosistemas, los recursos naturales y la diversidad biológicaresultan primordiales para alcanzar ese Desarrollo Sustentable.En consecuencia, habrá que hacer los mayores esfuerzos paraconservar la integridad de los ecosistemas, ya que ellos propor-cionan los recursos y servicios que resultan esenciales para elbienestar y las actividades económicas humanas. Pero lo ciertoes que hasta la fecha, lejos de proteger y manejar a la base derecursos naturales del desarrollo económico y social, la estamosdegradando y perdiendo.

El caso de los ecosistemas forestales resulta paradigmático.Ellos resultan claves para la conservación de la diversidad bioló-gica (el 70% de la biodiversidad terrestre tiene como hábitat alos bosques); para la mitigación del cambio climático y para lalucha contra la desertificación, tres de las principales amenazasambientales globales que hoy enfrentamos. Por otra parte, susmúltiples bienes y servicios —los denominados productos ma-dereros y no madereros— podrían constituir un medio decisivopara erradicar la pobreza, cimentando el crecimiento económicoy el desarrollo social.

Pese a ello, tales beneficios han sido ignorados o subesti-mados. Para constatarlo, basta verificar el alarmante proceso dedegradación y pérdida de las masas forestales que se había regis-trado casi exclusivamente en el hemisferio norte durante los tresúltimos siglos. En las últimas décadas se ha acelerado hastatriplicar su promedio histórico, registrándose en forma exclusivaen el hemisferio sur y cuyo resultado es el alarmante proceso dedeforestación que avanza en las regiones tropicales a una tasapróxima a las 20 hectáreas por minuto.

Tal como lo han señalado innumerables especialistas, losbosques constituyen el elemento esencial de la heredad natural deun país y su destino hace al destino del país. De continuar las ac-

EL DESARROLLO SUSTENTABLE RESULTA

ESENCIAL PARA EL FUTURO ARGENTINO

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9INTRODUCCIÓN

tuales tendencias, veremos muy comprometido nuestro propiodestino.Urge entonces reducir significativamente la deforestación,deteniendo la alarmante pérdida de diversidad biológica de losbosques y la degradación de los suelos y los recursos asociados.

Frente a ello, la deforestación resulta un proceso ambientaly socioeconómico sumamente complejo, caracterizado por nohaber respondido a los controles de los gobiernos ni del mercado.Si bien existen diferentes estrategias de conservación, tantoex-situ como in-situ, es en la ordenación sustentable de los bos-ques, a escala nacional y mundial, donde se encuentra la clavepara enfrentar con éxito este desafío.

En tal dirección, se requiere intensificar el compromisopolítico de lograr la ordenación sustentable de los bosques me-diante enfoques integrados, adoptando medidas inmediatas parahacer cumplir la normativa en la materia, contar con el apoyode la comunidad internacional, y combatir el comercio ilícitode productos de los bosques, incluidos sus recursos biológicos.

Resulta difícil, sino imposible, pensar en una auténticapolítica de defensa de nuestro patrimonio forestal fuera del marcomás amplio de un proceso de desarrollo basado en el conceptode sustentabilidad. Igual de imposible será conservar lo que nose quiere, y no se puede querer aquello que se desconoce. Es eneste punto donde creo radica la importancia fundamental de lapublicación de este Atlas que sin duda aportará al mejor cono-cimiento de nuestro patrimonio forestal.

La Defensa de la Riqueza Forestal debe encararse comocuestión de Estado y no como un problema de gobierno, entanto sólo a través de un plan a largo plazo, que comprendavarias décadas, se podrán alcanzar los objetivos de conservación,protección y aprovechamiento sustentable de nuestras masasforestales. Bien vale recordarlo en esta oportunidad, tal plan sur-gió como propuesta de los equipos técnicos de la Dirección deRecursos Forestales de la Secretaría de Agricultura y Ganaderíade la Nación en 1991, cuando diseñaron el Plan Forestal Argen-tino, cuyos fundamentos aún tienen plena vigencia. Diseñar unproyecto para las próximas décadas muestra que poseemos unaidea optimista, esperanzada del futuro y de la vida. El corto pla-zo nos atenaza, y es señal de egoísmo y temor, e imposibilitaacometer proyectos creativos superiores, mejoradores del mun-do y del hombre.

Hemos de transmitir un mundo mejor en todos los aspec-tos, y esto incluye una naturaleza preservada y rica, útil sin dudapara producir, pero sin violentar, útil para sentir y contemplar.

Tenemos que hacer realidad la Defensa de la RiquezaForestal, en el marco de un desarrollo sustentable, y debemosasumirlo como un deber generacional. La propuesta entoncesno es otra que la de consolidar el Plan Forestal Argentino que através del Proyecto de Bosques Nativos viene desarrollándose alo largo de la última década. Ello colocará a nuestro país a lavanguardia en materia de gestión de su patrimonio forestal y enun marco más amplio, en materia de aprovechamiento integradoy sustentable de sus recursos naturales.

Por último creo que cabe aquí transcribir el llamamientoque se formulaba al publicar el Plan Forestal Argentino queresume claramente el compromiso asumido e identifica clara-mente a los destinatarios de tales esfuerzos:

“Las Generaciones Venideras no Deben Heredar el Desierto, talresulta el compromiso y, parafraseando el preámbulo de nuestra Consti-tución Nacional, el Plan Forestal Argentino es una propuesta destinada“ A Nosotros”, en tanto posibilita la utilización de los recursos, de talmanera de producir el mayor y sostenido beneficio para las generacionesactuales; “Para Nuestra Posteridad”, en tanto a manera de puenteintertemporal garantiza mantener el potencial del recurso para satisfacerlas necesidades y aspiraciones de las generaciones futuras; “Para Todoslos Hombres del Mundo”, en tanto aporta al fortalecimiento de unaverdadera estrategia mundial para el ambiente y el desarrollo. PLANFORESTAL ARGENTINO: Un legado para las generacionesvenideras.”

Ing. Forestal Carlos MerensonDirector Nacional de Recursos Naturales

y Conservación de la BiodiversidadSecretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable

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Es bien sabido que laRepública Argentinatuvo un rol señero en

América Latina en materiaforestal. Prueba de ello es lacreación, en el año 1932 deuna Sección Técnica deBosques en el ámbito de laDirección de Tierras del

Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación y la sanciónen el año 1948 de la Ley Nº 13.273 de Defensa de la RiquezaForestal que dio nacimiento, además, a la AdministraciónNacional de Bosques con una dotación de mil trescientos doceagentes. Las vicisitudes políticas y económicas de los años pos-teriores afectaron el normal desenvolvimiento institucional delsector hasta su configuración actual.

A pesar de los más de setenta años de historia y trabajoesforzado de hombres y mujeres en pro del desarrollo forestalargentino, en la actualidad nuestro país carece de una políticaforestal nacional. Considerando la trascendencia de la cuestión,este no es un dato menor.

En efecto, la temática forestal no debe verse únicamente bajoel estrecho enfoque de la explotación maderera. Los bosquesprestan servicios ambientales que van mucho más allá de estaactividad y tienen impactos significativos sobre los sectores pro-ductivos y la calidad de vida de la población. Basten aquí conrecordar, entre tantos otros, la importancia de su papel en elámbito de las cuencas hidrográficas, particularmente en lascuencas imbríferas; su función en materia de conservación desuelos; el aprovechamiento de los productos forestales nomadereros, que expresa el concepto integrador de las diferentesinterrelaciones de los componentes del sistema forestal.

Las acciones llevadas adelante en los últimos años se han car-acterizado por una notoria dispersión en desmedro de la efi-ciencia y eficacia de las inversiones realizadas. La carencia de unapolítica de Estado que contenga definiciones claras y concretasrespecto de la visión nacional, objetivos y metas en materiaforestal es el reflejo de un conocimiento insuficiente acerca delos beneficios en que puede redundar la coordinación sectoriale intersectorial y el potencial del sector. Esta aseveración vieneconfirmada por los casos de países como Chile y Canadá.

El logro de un desarrollo sustentable en la RepúblicaArgentina, con el consiguiente progreso económico, equidad

10 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

social y calidad ambiental, hace insoslayable retomar el caminode la innovación tecnológica y el aprovechamiento racional delas masas forestales, a partir de una política que armonice los dis-tintos aspectos relacionados con los recursos forestales.

Esta política debe estar articulada entre el sector público y elprivado, trazando principios orientadores para una adecuadaplanificación, implementación y monitoreo tales como la sus-tentabilidad, la valoración de los servicios ambientales, la coor-dinación interinstitucional, la transparencia y la equidad. Nodebemos olvidar la integración armónica con los compromisosinternacionales contraídos por nuestro país.

Asimismo, es menester contemplar instrumentos idóneos,incluyendo el ordenamiento de las tierras forestales; el finan-ciamiento en condiciones competitivas; el fomento a la inver-sión para el manejo forestal sustentable; los mecanismos para lacertificación; la regulación y control; la educación y divul-gación; y la investigación científica y tecnológica.

La correcta aplicación de los citados instrumentos posibili-tará el mejoramiento de la rentabilidad de la actividad forestal,lo cual atraerá inversiones y promoverá el manejo sustentabledel bosque. La mayor competitividad asociada promoverá unincremento de las exportaciones argentinas hacia nuevos mer-cados, antes inaccesibles. Paralelamente, es preciso destacar quela seguridad jurídica resulta imprescindible para la viabilidad decualquier política que pretenda aplicarse.

En suma, el diseño y ejecución de una política forestalnacional sustentable será una herramienta valiosa en el caminohacia un desarrollo sustentable, impulsando la generación deriqueza y empleo, el crecimiento de las exportaciones, el mejo-ramiento de la calidad de vida de la población y la conservacióndel bosque y sus ecosistemas asociados.

RETOMAR EL CAMINO DE LA

INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

Ing. Forestal Jorge L. MenéndezDirector de Bosques Nativos

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Este Atlas surgió como un necesidad al evaluar las conclu-siones obtenidas al fin de una etapa del desarrollo delProyecto Bosques Nativos; y como respuesta a una in-

quietud, Si la mayoría de la opinión publica de la Argentina si-gue ignorando el estado actual de su patrimonio forestal nativo,hay pocas esperanzas de poder cambiar la tendencia hacia su de-saparición. La presente edición continúa la acción de difusióniniciada por el primer Atlas Forestal Nacional, editado en la dé-cada del cincuenta con datos obtenidos en la primera mitad delsiglo pasado.

El equipo técnico de la Unidad Ejecutora del Proyecto, laDirección de Bosques de la Dirección Nacional de DesarrolloSustentable y Conservación de la Biodiversidad y las autorida-des políticas de la Secretaría coincidieron en priorizar este Atlaspara que se constituya como el documento que difunda los re-sultados parciales del Primer Inventario Forestal Nacional deBosques Nativos, realizado entre 1997 y 1998 a escala nacional.

En los Análisis Regionales se destaca, sobre todas las cosas, ladisminución de más del 60 por ciento del patrimonio forestal ar-gentino, de 100 millones de hectáreas existentes en el año 1900 a33 millones en la actualidad, las cuales además sufren distintos es-tados de degradación y amenazas. Este fenómeno es de caráctermundial y muy semejante en los países de nuestra América del Sur.

Es necesario advertir al conjunto de la sociedad sobre semejan-te pérdida. Igual de importante es llamar la atención para que seatenúe la amenazante reconversión al uso agrícola de las masas fo-restales que han podido subsistir a la explotación maderera selecti-va e irracional que los ha descapitalizado. Si además desconocemoslos beneficios directos e indirectos que el bosque brinda, debere-mos afrontar, en un futuro, consecuencias aún más graves.

En este trabajo también rendimos homenaje, en el capítulohistórico, a los primeros profesionales argentinos y extranjerosque se convirtieron así en los pioneros del sector. Gracias a susenseñanzas surgieron los ingenieros forestales argentinos, recur-so humano capacitado para fomentar y acompañar la decisiónde toda la comunidad nacional. Aquellos que tuvimos la suer-te de ser discípulos, y luego directos colaboradores, de los fun-dadores de la Administración Nacional de Bosques (creada en elaño 1948 por la Ley 13.273 de Defensa de la Riqueza ForestalArgentina), sentimos hoy la obligación de transmitir a las nue-vas generaciones de forestales y de todos los argentinos que es-ta situación que hoy vivimos podemos y debemos cambiarla. Enel pasado, nuestros maestros demostraron que es posible.

La conciencia de la grave-dad en nuestro ámbito pro-fesional es alta, pero faltasimplificarla y difundirla. Losforestales argentinos debe-mos difundir cuales son laspracticas silvícolas que van apermitir frenar la desapari-ción de los bosques nativos.De igual manera debemos aportar las herramientas y el conoci-miento para que la permanencia de estos bosques permita ge-nerar empleo estable y desarrollo industrial.

Desde nuestros puestos de trabajo en el Gobierno Nacional,en los Gobiernos Provinciales, en universidades, empresas yONGs, debemos perseguir el mismo anhelo: no permitir que searrebaten nuestras banderas por los dos extremos ni aceptar quesolamente existen dos opciones. Una, la destrucción basada enla especulación financiera cortoplacista del uso de la tierra,acompañada de cierre de industrias y el consecuente despobla-miento, que acaba con la cultura del trabajo de nuestra gente. Laotra, la clausura y el proteccionismo ultra-verde, que niega lapresencia del hombre en armonía con su medio natural. El de-sarrollo sustentable es la respuesta correcta, que nosotros sabe-mos posible y realizable.

Todos los estudios e investigaciones realizadas en estos más de50 años de Ingeniería Forestal Argentina, los aportes llegados deotros países y de los organismos multilaterales se deben poner aho-ra al servicio de una política forestal aplicable en la Argentina.

La difusión de esta información, a través de un lenguaje simpley directo como el que proponemos en nuestro nuevo Atlas, tienecomo destinatarios a todos los hombres y mujeres que habitannuestro suelo. Si logramos interesarlos, habremos aportado un ins-trumento más para esta gran tarea en la que todos estamos convo-cados sea eficaz.

Ing. Forestal Sergio Mario La RoccaCoordinador Proyecto Bosques Nativos

11INTRODUCCIÓN

PORQUÉ UN ATLAS DE LOS

BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

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12 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

Es tanto lo que la foresta ofrece que excita la codicia, despiertalas bajas pasiones, la suma de muchas pequeñeces humanas. La ex-plotación a la que fue sometida ha llegado a alterar el maravillosoequilibrio ecológico. Cien años –el Siglo XX- han sido suficientespara degradar lo que tardó milenios en construirse, alterando tam-bién la vida de la comunidad humana.

Nuestro país carecía de organismos con capacidad para afrontarla aventura de reconstruir la armonía ecológica alterada. Pero ungrupo de hombres y mujeres asumimos el desafío: fundar un centrode estudios que nos permitiese formar equipos capacitados para re-solver problemas como los que empezamos a descubrir al establecerrelación con la temática forestal.Encontrar apoyo en nuestro propiopaís no era posible, porque no existía ningún organismo científico,educativo o de investigación en el área que nos ocupa.Salimos a pe-dir a ayuda a otras naciones. Nos vinculamos con universidades ex-tranjeras. Así obtuvimos la guía necesaria para la organización, losplanes de estudio, los proyectos y todo lo necesario para empezar aser operativos. Encontramos gran oposición en las esferas públicas.Llegamos a la conclusión de que la “mediocridad encumbrada” te-mía ser desplazada por gente capacitada en la universidad. Las cos-tumbres establecidas en torno al manejo arbitrario de los recursosforestales en Argentina creaban beneficios y otorgaban privilegiospolíticos y económicos.La lucha fue difícil,pero con estrategias ade-cuadas pudimos superar las dificultades.

Así, en el año 1958 se creó la primera facultad de Ingeniería Fo-restal de la República, gracias al apoyo presupuestario del Estadoprovincial de Santiago del Estero y el sostén académico de la Uni-versidad Nacional de Córdoba.

Con los años, otras casas de altos estudio han desarrollado ca-rreras universitarias orientadas al conocimiento forestal: Facultad deCiencias Agrarias y Forestales (Universidad Nacional de La Plata),antes Escuela Superior de Bosques. la Facultad de Recursos Natu-rales Renovables de Formosa; el Asentamiento Universitario SanMartín de los Andes (Universidad Nacional del Comahue); la Fa-cultad de Ciencias Forestales de Eldorado (Universidad Nacional deMisiones); la Facultad de Ingeniería Forestal (Universidad Nacionalde la Patagonia -sede Esquel-). El objetivo de “llevar a las gentes elmensaje del saber” se fue cumpliendo progresivamente. La meta deuna universidad promotora del desarrollo forestal se mantiene, 45años más tarde y a lo largo de la República. Los nuevos proyectosnos muestran la senda de la acción.

Ingeniero Agrónomo Néstor René Ledesma Creador de la Primera Facultad de Ciencias Forestales

Los comienzos de la educación superior forestalargentina

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13INTRODUCCIÓN

El ingeniero Enio Mutarelli es considerado como el padredel Manejo u Ordenación Forestal en la Argentina. Más allá delas eternas circunstancias institucionales adversas, su pasión pornuestros bosques nativos y su espíritu docente encuentran en éla un luchador inclaudicable.

Nació en Buenos Aires el 5 de octubre de 1923 en el senode una familia italiana. Su padre, director de orquesta en el Tea-tro Colón, y su madre, inculcaron en él amor por el arte y la ar-monía, características que marcaron para su siempre su desem-peño profesional y su vida privada.Vivió su niñez y juventud enel barrio de Liniers, de la ciudad de Buenos Aires, donde aúnreside en la casa paterna.

Inició sus estudios de Ingeniería Agronómica en la Universi-dad de Buenos Aires, pero los terminó en 1946 en la Facultad deAgronomía de la Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes,en razón de su incorporación -aún estudiante- a la Dirección Fo-restal como guardabosques en el Chaco. Su ingreso a ese cuerpose produjo ese mismo año, cuando su director era el ingenieroagrónomo Lucas Tortorelli, otra de las figuras clave en la materiade nuestro país. Allí trabajó con los Ingenieros Forestales croatasMaxo Hranilovic y Petrak, quienes lo introducen en el estudio dela Ordenación y Economía Forestal desde la perspectiva de la es-cuela centroeuropea, cuna de las Ciencias Forestales.

Con ellos primero, y en soledad después, ejecuta innumera-bles planes de ordenación en distintas formaciones boscosas delpaís bajo los principios de rendimiento sostenido y a perpetui-dad, hoy día tan en boga no sólo en la ciencia forestal. Estos es-tudios constituyen la memoria de lo que fueron nuestros bos-ques y se encuentran disponibles en la biblioteca “Lucas Torto-relli” de la SAGPYA.

Luego de años de estudios e investigaciones –cuyos resulta-dos se siguen utilizando hoy en día–, alcanzó dentro de la insti-tución el cargo de Jefe del Departamento Mapa Forestal y Or-denación y Subdirector de Economía Forestal. Ejerció la docen-cia habiendo sido Profesor Adjunto de Dasonomía en la Facul-tad de Agronomía de la UBA y Profesor Titular de OrdenaciónForestal en la Escuela Superior de Bosques de la UNLP.

Retirado desde 1992, Mutarelli es un símbolo que ha forma-do varias generaciones de forestales.Y es y será referencia obli-gada de todos aquellos que se aboquen al estudio de los bosquesde nuestro país.

Ingeniero Forestal Hugo FassolaDiscípulo del Ing. Muttarelli

En octubre de 1972 se desarrolló en Buenos Aires el Sépti-mo Congreso Forestal Mundial. La invitación que habíamoscursado desde la Argentina seis años atrás parecía temeraria, conpocas posibilidades. Por otra parte, la magnitud de un encuen-tro de este tipo, con una duración de quince días, necesarios pa-ra abarcar una agenda tan diversa como la que integra las distin-tas disciplinas de la ciencia forestal, debía incluir una serie deviajes de estudio a distintas regiones del país. Estas realidades noshacían pensar por momentos que estaríamos lejos de poder asu-mir semejante responsabilidad.

Nuestra activa participación en las reuniones del Comité deMontes de la FAO y las gestiones diplomáticas que se efectuabanparalelamente lograron una decisión del Consejo de la FAO: enjunio de 1969, finalmente, se aceptó la propuesta argentina.

En primer término había que establecer la agenda con lostemas centrales. Esto se resolvió mediante consultas con el De-partamento de Montes de la FAO, nuestros funcionarios y pro-fesionales, expertos latinoamericanos y empresarios de nuestropaís involucrados en la actividad foresto industrial.

Para nuestro Servicio Forestal el desafío fue enorme. Un nú-mero muy limitado de profesionales integraba la estructura ofi-cial.Tampoco era numeroso el elenco de profesionales en nues-tras universidades y en el sector privado. Fue necesaria una graninteracción que permitiera discutir y planificar las tareas preli-minares del Congreso. Además, nos propusimos organizar unaserie de eventos paralelos tales como reuniones satélites, un fes-tival internacional de películas forestales, exposición del arte enla madera y otros actos. El tema central del Congreso fue “Elbosque y el desarrollo económico y social”. No pudo ser másacertado este enfoque, teniendo en cuenta que el Congreso fueel primero que se realizaba en América Latina en el siglo.Ya en-tonces, en la declaración final, se afirmaba con preocupación elensanchamiento de la brecha entre las naciones desarrolladas yen desarrollo. Otras conclusiones se refirieron a la cuestión am-biental, uso múltiple del bosque, y a la necesidad de intensificarlas investigaciones sobre los recursos boscosos.

El Congreso fue un éxito y más de 2000 participantes así loconfirmaron.Podríamos decir hoy, cuando han transcurrido másde treinta años, que las deliberaciones y temas tratados que sereflejaron en la Declaración del Séptimo Congreso Forestal tie-nen una notable actualidad.

Ingeniero Agrónomo Esteban A.TakacsPresidente del Séptimo Congreso Forestal Mundial

El VII CongresoForestal MundialBuenos Aires 1972

Enio Juan Muttarelli:una vida dedicada a los bosques

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Realizar un viaje al pasado es realmente apasionante yenriquecedor, ya que nos permite constatar que la ca-pacidad de recordar, por más imperfecta que ésta sea,

es la que hace que el hombre sea más humano. Las institucionesno tienen memoria, sino que la elaboran recurriendo a signos ysímbolos, textos, imágenes, lugares y fuentes, forjando a través deellos su propia identidad. El propósito de esta breve reseña cro-nológica es realizar una mirada retrospectiva por los principalesacontecimientos y personalidades de la vida forestal argentinadurante el siglo XX como un humilde homenaje a todos aque-llos que cimentaron con su trabajo las ciencias forestales en elpaís.

Nuestra historia forestal exhibe su primera manifestaciónconservacionista en el año 1879, cuando se emite el primer di-gesto durante la presidencia de Nicolás Avellaneda al sancionarla Ley Nacional 1.054. Este esbozo de contralor confirmaba lapreocupación de las autoridades nacionales para preservar laexistencia y estimular el cuidado de los bosques nativos al po-ner reparos administrativos y técnicos a los desmontes indiscri-minados. El Poder Ejecutivo, al votar esta ley, también autorizóa invertir una suma de dinero para realizar el primer ordena-miento forestal del país, el que no llegó a concretarse. La LeyNacional 1.054 fue derogada en 1903 al dictarse la Ley de Tie-rras 4.167, que sólo contenía dos artículos dedicados a los bos-ques.

El Dr. Raúl Madueño (funcionario de la Dirección de Bos-ques y precursor en nuestro país del Derecho Forestal) define aAvellaneda como el “precursor del derecho forestal argentino”.Es que aquella ley, aunque imperfecta, es de suma importanciahistórica, ya que es anterior a la creación del Ministerio deAgricultura, que después se convirtiera en órgano rectorde la política agropecuaria nacional.

En este repaso histórico, corresponde men-cionar el nacimiento de la Sociedad ForestalArgentina en 1910. Esta institución ocupó unrol preponderante bajo la gestión del Ing. Wi-lliams y otras personalidades de la época. Es estaSociedad la que publica los “Anales”, primera re-vista forestal de la Argentina, a través de cuyas pági-nas podemos reconstruir los primeros años de la inci-piente actividad en el país.

Cinco años después, en el año 1915, durante la presidenciade Victorino de la Plaza, el Poder Ejecutivo eleva al Congreso

14 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINO

un nuevo proyecto de ley de “bosques y yerbales”. La iniciativano logra ser sancionada.

Según refiere años más tarde el Ing. Eppens, cuando esteproyecto fue presentado ante las Cámaras no prosperó por unaclara razón: los legisladores consideraban que no se podía legis-lar sobre un tema casi desconocido, por cuanto nuestro país ca-recía de personal idóneo para manejarlo.

En esa época, como consecuencia de esta insuficiencia de re-cursos humanos se propone la creación de un Instituto Forestal,anexo a la Facultad de Agronomía de Buenos Aires, pero no esmás que otra idea que queda en la nada. Este proyecto de 1915tuvo al menos el mérito de dar a conocer las primeras estadísti-cas de la superficie forestal argentina, que según los estudios rea-lizados por Carlos Spegazzini, rondaban las 106.888.400 hectá-reas “entre bosques, montes y prados” .

De aquel período podemos señalar la obra “Los Bosques Pa-tagónicos” (1916), del Ing. Rothkugel, cuya publicación indicael comienzo de la ciencia silvícola nacional. Posteriormente, enel transcurso de la década de 1920 se crea la primera cátedrauniversitaria de Silvicultura en la Facultad de Agronomía y Ve-terinaria de Buenos Aires. El primer Profesor fue el Ing. AldoMontanari. Ya en 1925 es designado el Ing. Grünberg, quiencumple una destacada tarea. En 1928 aparece la primera publi-cación periódica mensual sobre el tema forestal:“Maderil”, fun-dada por el señor Deymonnaz, que llegó a ser reconocida comouna de las más importantes de América Latina.

Ya en la década del 30 se crea la Sección Técnica de Bosquesdentro de la Dirección de Tierras, dependiente del Ministeriode Agricultura de la Nación. Esta oficina estaba ubicada en unantiguo galpón aledaño al Hotel de Inmigrantes, en el Puerto

Nuevo de Buenos Aires, a pocas cuadras de la Pla-za Retiro. Entonces se contrata al primer grupode especialistas. Se trataba de forestales europeos

que habían llegado al país después de la prime-ra guerra mundial, en su mayoría oficialesmilitares austríacos, croatas y alemanes.Ellos -Lebedeff, Schnabel, y Kutché Roth-

kugel, entre otros- fueron quienes efectua-ron los primeros estudios sobre los bosques ar-

gentinos. Sus conocimientos y experiencias fuerontransmitidos a los primeros ingenieros agrónomos ar-

gentinos que se incorporaron a la Sección Técnica a par-tir de 1934. Este primer grupo de profesionales nacionales lide-

DE AYER A HOY: EL CAMINO DE LA

CIENCIA FORESTAL EN NUESTRO PAÍS

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15HISTORIA DE LA CIENCIA FORESTAL ARGENTINA

rados por el Ing. Devoto comenzó así a compartir trabajos conlos colegas extranjeros, asimilando toda su experiencia.

De nuestros técnicos, sin duda fue el Ing. Lucas Tortorelliquien logró sobresalir gracias a su fecunda labor. Luego de es-pecializarse en Nancy, Francia, este profesional es acompaña-do por otros jóvenes y entusiastas colegas como Giacobbi,Lambois, Melillo, Alfonso, Carmelich, Taccari, Mangieri yRial Alberti. Hasta 1944 esta era, apenas, toda la organizacióninstitucional forestal de la Argentina. Pequeña en número, sí,pero con un alto nivel técnico y un enorme compromisocon su tarea.

Durante el accionar de ese reducido pero voluntariososervicio, se realizaron importantes trabajos. Entre ellos se des-tacan la iniciación de relevamientos de los bosques, estudiosde las características xilotecnológicas de las maderas y su uti-lización y la introducción de especies forestales de valor co-mercial -algunas de las cuales alcanzaron gran difusión, co-mo es el caso de salicáceas y coníferas-. En 1942 se rea-liza la Primera Exposición Forestal Argentina, que seconvirtió en un fiel testimonio de todo lo que represen-taban los bosques indígenas.

En ese mismo año nace el “Boletín Argentino Fores-tal” por iniciativa de Ángel Oliva, quien había sido unode los miembros fundadores de la “Cámara Argentina deMaderas”. En sus páginas se reflejaron la mayoría de losnombres ya reconocidos en la época. Con los años, el bo-letín se transforma en la revista “Argentina Forestal”,fuente informativa fundamental para la consulta histórica.

Un año más tarde se crea la Dirección Forestal, que re-presenta la primera manifestación o reconocimiento de laimportancia a nivel institucional del recurso forestal comoelemento de importancia dentro de la economía nacional.Esta Dirección –bien delimitadas sus atribuciones y funcio-nes- fue integrada mayormente por técnicos argentinos (algu-nos de ellos especializados en el exterior), y pudo desarrollaruna acción altamente eficaz durante el período de su cometido.

Durante los siguientes cinco años, su accionar se concentrósobre todo en dos tareas fundamentales. La primera de ellas, rea-lizar el Inventario de los bosques bajo su jurisdicción, con laconsecuente posibilidad de autorizar aprovechamientos bajonormas silvoculturales, que permitieron regular las talas indiscri-minadas. La otra no fue menos importante, y se basó en incre-mentar la ejecución de investigaciones y experiencias en mate-

Arriba, uno de los maestros de nuestros ingenieros forestales, el bielorruso Fokas Fomin, destaca un renoval de radal nacido dentro de un fuste de coihue,en un viaje de estudio de la Escuela Superior de Bosques (ESB) al Bosque Andino Patagónico año 1969.Abajo, la portada del primer documento oficial referido al cuidado y conservación de las áreas forestales argentinas.En la página anterior, una brújula utilizada en las primeras exploraciones de campo en los años 30.

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16 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINO

ria de tecnología e industrias forestales; protección y lucha con-tra incendios de bosques; implementación de viveros específica-mente forestales e instalación y funcionamiento de estacionesexperimentales para investigaciones silvícolas.

Para 1943 y 1944 se incorpora al Servicio Forestal la segun-da camada de ingenieros agrónomos, en su mayoría egresadosde la Facultad de Agronomía de Buenos Aires. Entre ellos logra-ron destacarse: José Tinto, Di Lella, Castiglioni, Flinta, Leonar-dis, Muttarelli, Perfumo,Valentini, Mabel Valente y Elvira Rodrí-guez, entre otros.

Las limitaciones entre las que se desenvolvió la DirecciónForestal determinaron la sanción de la Ley 13.273 de Defensade la Riqueza Forestal de 1948. Gracias a la inspiración de Lu-cas Tortorelli, este instrumento legal amplió los campos de ac-ción y permitió encarar políticas forestales de carácter integral.Fue por esa ley que se creó la Administración Nacional de Bos-ques (ANB) como organismo específico de aplicación de lamisma. Como consecuencia de ello, la ANB, además de conti-

nuar con las acciones iniciadas por los organismos anterio-res, encaró estudios muy importantes que nunca se ha-bían llegado a concretar en nuestro país. Vale la penamencionarlos:1. Instauración del principio dasonómico de “Ordenaciónde Bosques”, con el propósito de asegurar, tanto en losbosques fiscales como en los privados, su aprovechamien-to bajo el criterio de renta sostenida en tiempo y espe-cies, conservando, acrecentando y mejorando el capitalbosque que la produce.

2. Implantación del crédito forestal para obras de foresta-ción y reforestación, para la realización de estudios fores-tales, aprovechamiento de masas boscosas, actividades pri-marias transformadores, etc.

3. Creación de una red de viveros forestales.4. Realización de plantaciones forestales experimentales.5. Creación de un servicio de semillas forestales para satis-

facer las necesidades del sector forestador.6. Planificación anual de la producción forestal, relacionada

con el abastecimiento de los mercados consumidores ycon los aprovechamientos de los bosques fiscales bajo ju-risdicción nacional.

7. Zonificación de los créditos para forestación y reforestaciónen zonas ecológicas y económicamente apropiadas para laformación de masas boscosas de magnitud comercial.

Arriba, dos fotos de 1953: un asentamiento para exploración y explotación maderera en Quillén, provincia de Neuquén.

En la foto inferior, un avión bombero realizando prácticas en los bosques patagónicos en 1984.

En la página siguiente, un teodolito,instrumento de medición del terreno.

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17HISTORIA DE LA CIENCIA FORESTAL ARGENTINA

8. Estudios sistemáticos de carácter dendrológico para com-pletar el conocimiento de la flora leñosa argentina.

9. Investigaciones sobre ecología y mejoramiento de espe-cies forestales e introducción de nuevas especies de inte-rés para la silvicultura argentina.

10. Estudios sobre estructura y propiedades de las maderas na-cionales, patología y entomología forestales, secado e im-pregnación de maderas aserradas, durmientes y postes, pro-ductos derivados del bosque, con inclusión de extractoscurtientes, gomas, ceras, aceites esenciales, celulosa, etc.

11.Creación de un servicio de estadística forestal.12.Creación de una biblioteca especializada con publicación

de folletos técnicos y una revista sobre investigaciones fo-restales.

Durante este período la Administración llegó a contar conun cuadro de 1200 agentes entre técnicos, administrativos y per-sonal de apoyo, logrando imprimir un gran impulso a las activi-dades forestales. Es a partir de esta etapa que empezaron a estu-diarse todos los aspectos de las ciencias forestales. Durante esteperíodo se incorporó la segunda camada de forestales extranje-ros, casi todos militares de origen croata exiliados al término dela Segunda Guerra Mundial.

El perfil de estos profesionales estaba volcado hacia el estu-dio de la ordenación y economía forestal, especialidades queen el país aún no se habían investigado en profundidad. Entreellos lograron sobresalir, entre otros, José Balen, M. Hranilovic,Fokas Fomin, J. Petrak, B. Ferchmin y N. Yourchenko. Esteacercamiento permitió a los profesionales argentinos seguircapacitándose con fundamentos técnico científi-cos.

A partir de 1955-56, los elementos dominan-tes de la economía forestal fueron los programasprivados de plantaciones.A poco de iniciarse es-ta etapa adquiere especial interés la pinicultura,especialmente -bajo la iniciativa de los planta-dores de Misiones- en torno a los pinos resi-nosos subtropicales.

Cuando en 1956 se creó el INTA, se inclu-yeron entre sus objetivos la investigación en lalínea del mejoramiento genético de los árbo-les forestales. El Ing. Ragonese y WilfredoBarrett fueron sus figuras más significativas.También, en 1959, se crea el Fondo Forestal.Y es sobre el fin

de los años cincuenta cuando se produjo el nacimiento de lascarreras de Ingeniería Forestal primero en Santiago del Estero(ver texto en pág. 12) y posteriormente en La Plata. Esto se vioacompañado de la aparición de numerosas publicaciones espe-cializadas: la Revista Forestal Argentina, los suplementos fores-tales del IDIA, el Boletín de la Asociación de Plantadores Fores-tales de Misiones, Anales, Anuario, Revista de InvestigacionesForestales y folletos de la ANB. Fue entonces donde comenza-ron a definirse los perfiles de los nuevos referentes en cada unade las temáticas.

La Administración Nacional de Bosques se transformó en1968 en Servicio Forestal Nacional y en 1969, como conse-cuencia de una nueva estructura orgánica de la Secretaría de Es-tado de Agricultura y Ganadería (ex Ministerio de Agriculturade la Nación), el servicio pasa a denominarse Servicio NacionalForestal. En este momento se realizó el Primer Congreso Fores-tal Argentino, con masiva participación de técnicos nacionales.

Pero el hecho de mayor relevancia durante el accionar delServicio fue la celebración en Buenos Aires, en 1972, del VIICongreso Forestal Mundial, en el que participaran 89 paísescon asistencia de 1200 delegados de todo el mundo (ver enpág. 13).

En el año 1973, al modificarse el articulo 74 de la Ley13.273 mediante la 20.531, el Servicio Nacional Forestal, pasa allamarse Instituto Forestal Nacional (IFONA). El mismo fuecreado en jurisdicción del Ministerio de Economía, como unorganismo autárquico del Estado, con funcionamiento ajustadoa las directivas del Poder Ejecutivo.

Su objetivo fundamental era lograr el mayor abastecimien-to interno de maderas, pastas celulósicas, pape-les y demás productos forestales, mediante elaprovechamiento equilibrado de los bosquesnativos, incremento en obras de forestacióncon especies de rápido crecimiento y radica-ción de actividades transformadores, todo ellocon resguardo del medio ecológico y bienestargeneral del país.

El organismo contaba con instalaciones espe-ciales que eran orgullo para la comunidad fores-tal.Vale destacar el Laboratorio de análisis de se-millas, suelos, tecnología de la madera y ensayosfísico mecánicos de trabajabilidad en el CentroTecnológico de la Madera –CITEMA– de la Es-

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tación Forestal Castelar. Además, contaba conequipos de recolección y conservación desemillas, xiloteca con 3000 muestras,macroxiloteca y herbario dendrológicocon 6000 ejemplares.

Sin embargo, en la década 1975-1985, la iniciativa decae como resultadodel empobrecimiento –salvo pocas ex-cepciones– de la enseñanza universitaria. Para-lelamente, desaparecieron muchas publicacio-nes científicas, se abandonaron muchos de losprogramas de investigación y se hizo palpablela apatía gubernamental. Este paulatino e inexora-ble deterioro conllevó, con el tiempo a la disolu-ción. En octubre de 1991, por Decreto-Ley 2.284, seponía fin a la organización rectora forestal. Así, las funcionesdel organismo fueron traspasadas a tres instituciones:

La hoy Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y Ali-mentos (SAGPyA), se ocuparía de todo lo relacionado a losbosques implantados, teniendo a su cargo lo referente al ma-nejo de las masas forestales cultivadas.La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano

fue, a partir de entonces, el órgano de aplicación de toda le-gislación o norma vinculada a la conservación, restauracióny ordenación de las masas forestales nativas.También fue laencargada de llevar adelante la Ley 24.857 de EstabilidadFiscal por 33 años para las empresas que se dedican a la ac-tividad forestal en forma exclusiva. La SRNyAH había sidocreada originalmente en 1974 bajo la órbita del Ministeriode Economía con la Lic.Yolanda Ortiz a su cargo. Por pri-mera vez el sector forestal no dependía del sector agrícola.Este esquema institucional fue anulado en el año l976 por elgobierno de facto. Con la vuelta de la democracia se revivióla SRNyAH, hoy Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sus-tentable del Ministerio de Salud de la Nación. De ella de-pende la Dirección Nacional de Recursos Naturales y Con-servación de la Biodiversidad y su sub-unidad Dirección deBosques.El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA),organismo descentralizado de la SAGPyA, se hacía cargo delas actividades de experimentación y extensión que se reali-zaban anteriormente en las distintas estaciones forestales del

ex IFONA, creando el Programa de ÁmbitoNacional Forestal.

La SAGPyA, mediante el ProyectoForestal de Desarrollo, implementóNúcleos de Extensión Forestal

(NEF) en siete regiones del país, je-rarquizadas según su alta concentración de

bosques, suelos y climas aptos para la foresta-ción comercial.

A lo largo del pasado siglo, el tema forestal hatenido sus claroscuros, pues de ninguna mane-

ra pudo abstraerse de la situación políticoeconómica del país. Pero siempre vuelve a

reconstruirse, en cada etapa con nuevoshombres, y tratando siempre de mantener su

propia identidad.

Lic. Nilda Elvira FernándezResponsable del Centro de Documentación Forestal

Lucas A.Tortorelli - SAGPyA

BIBLIOGRAFÍA:COZZO, Domingo. Dasonomía argentina. Buenos Aires: UBA,1998/1999.COZZO, Domingo. La investigación forestal en la Argentina.Buenos Aires, 1987.FERNÁNDEZ, Nilda. Lucas A.Tortorelli: Homenaje a su me-moria. BuenosAires: SAGyP, 1995.RAGONESE,Arturo. Cien años de historia de la agronomía yveterinaria en el país. Buenos Aires: CPIA, 1986. 30 p.Revista Argentina de Agronomía, 1945.Revista Forestal Argentina, 1957/1972.TOBAL, Miguel Angel. El problema del árbol: Memoria de laobra realizada por la Sociedad Forestal Argentina. Buenos Aires,1923.

18 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINO

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19HISTORIA DE LA CIENCIA FORESTAL ARGENTINA

RECONOCIMIENTO A ALGUNOS DE LOS MAESTROS

Lucas TORTORELLI (retrato). Se recibió de Inge-niero Agrónomo en la Facultad de Agronomía y Veterinariade la Universidad de Buenos Aires y de Ingeniero Forestalen la École National Eaux et Forest de Nancy, Francia, en1939. Fue el representante más brillante de la primera camadade profesionales forestales argentinos incorporado al ServicioForestal, apenas creado, en 1933. Mentor de la Administra-ción Nacional de Bosques y presidente de la Administraciónde Parques Nacionales de 1953 a 1956 y de 1958 a 1960.Autor de más de cien trabajos científico técnicos. Su libro“Maderas y bosques argentinos” es el aporte más importan-te de su extensa bibliografía.

Franco DEVOTO. Egresó en 1908 con medalla deoro de la Facultad de Agronomía de La Plata. Fue el encar-gado de organizar la Sección Técnica de Bosques, desdedonde despliega una vasta labor forestal de investigación,publicación y divulgación, con viajes por el interior y elexterior. Introduce numerosas especies forestales. Fue co-misionado por el gobierno nacional en 1947 para realizarestudios forestales en India, China, Japón y Estados Uni-dos. Recibió distinciones de gobiernos extranjeros, entre

ellas el título de “Caballerode la Rosa Blanca” de Fin-landia.

Fokas FOMIN. Nacióen Bielorusia, donde se for-mó como Ingeniero Forestal.Llegó a la Argentina luego de la Segunda Guerra Mundial.Apenas arribado entra a la Dirección de Bosques de la Pro-vincia de Buenos Aires. Desde allí desarrolla, durante más de40 años, sus célebres observaciones fenológicas en el ParquePereyra Iraola, fue un destacado docente de la ESB de laUniversidad Nacional de la Plata. Falleció en la década del 70en Quilmes, provincia de Buenos Aires.

Rosario F. LEONARDIS. Egresó en 1944 de la Facul-tad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, for-mando parte de la camada de profesionales que conformaronla por entonces recién creada Dirección Forestal. Repartió suvida entre la investigación, la forestación y la formación uni-versitaria, como profesor titular de silvicultura. Ocupo altoscargos en empresas papeleras como gerente forestal enMisiones. Fue interventor del Instituto Forestal Nacional en1990 hasta la disolución del mismo en octubre de 1991.Falleció en Misiones.

Además, el recuerdo para estos hombres que tanto han hecho por nuestro desarrollo forestal:ALFONSO, JOAQUÍN; ALONSO, OMBÚ CANDAM; ALLIANI, RAÚL CÉSAR; AMOS, ENRIQUER; ARREGHINI, ROSA; BALEN, JOSÉ;

BRUCKMANN, LUIS, HUGO; BURGOS, JULIO CESAR; CARRETERO, ROBERTO VICENTE; CASTELLANOS, JULIO; CASTIGLIONI,

JULIO ALFREDO; CINTO,ALDO; CLOS, ENRIQUE CRISTÓBAL; COMTE, JULIO CÉSAR; COSTANTINO, ÍTALO NICOLÁS; COZZO,

DOMINGO; CHAZARRETA, JUAN; CROSSIO, HORACIO; DABAS, ELÍAS; DADAMO, ORLANDO; DE ERRASTI, RAMÓN; DELTROZO,

ÁNGEL; DURÁN DEOGRACIA, JOSÉ; DI LELLA, EDUARDO; DIMITRI, MILÁN JORGE; EPPENS, GUSTAVO; EWENS, JOHN HENRY;

FABLET, LUIS EDUARDO; FAMIN, CESAR HÉCTOR; FOMIN, FOKAS; FLINTA, CARLOS; GAILLARD, JUAN B.; GARCÍA, JOSÉ; GAR-

RASINO, LUIS MARÍA; GIACOBBI, OSVALDO; GOLFARI, LAMBERTO; GRÜNBERG, ISAAC PASCUAL; LEDESMA, FELIPE ANTONIO;

LEDESMA NESTOR (h); HAVRYLENKO, DEMETRIO; JUAN, RAFAEL MAGÍN; LAMBARDI, CARLOS; LATZINA, EDUARDO; LEBED-

EFF, NICOLÁS; LILLO, MIGUEL; LIMA, ANTONIO ANÍBAL; LORENZINI, OSVALDO; MADUEÑO, RAÚL RAMÓN; MANGIERI,

HÉCTOR RAÚL; MARTINOLI, JULIO; MEYER, TEODORO; MIKLER, SANDOR; MIÑONES, HORACIO; MONTANARI, MOLDO;

MONTI, ÁNGEL F.; NEGROTTI, CARLOS G; PARODI, LORENZO R.; PETRAK, JORGE; RAGONESE, ARTURO ENRIQUE; RIAL

ALBERTI, FLORENCIO; ROTH, ALBERTO; ROTHKUGEL, MAX; SAYAGO, MARCELINO; SCALA, AUGUSTO CESAR; TACCARI,

ÍTALO ADOLFO;TESDORFF, HANS NICOLAUS;TINTO, JOSÉ CLAUDIO;TOBAL, MIGUEL ÁNGEL;VALENTINI, JOSÉ ANTONIO;VAN

HOUTTE, JULIO; VIDAL, JOSÉ LUIS.;WILLIAMSON, JUAN; ZIERNFUHS,ALBRECHT.

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REGIONES FORESTALES DE LA REPÚBLICAARGENTINA

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La región forestal Parque Chaqueño abarca aproximadamente 67.495.995 hectáreas

(Cartografía y Superficie de Bosques Nativos de Argentina, 2002),siendo la más grande del país. La parte argentina representa el 58 por ciento de la superficie del Gran Chaco Americano,

el cual ocupa 110 millones de hectáreas, comprendiendo también extensos territorios de Bolivia y Paraguay.Se reconocen cuatro subregiones: el Chaco Húmedo,

el Chaco Semiárido, el Chaco Árido y el Chaco Serrano.

PARQUECHAQUEÑO

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24 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

CARACTERÍSTICASGENERALES DE LA

REGION

UbicaciónEl Parque Chaqueño limita al norte

con Bolivia y Paraguay, al este y al surcon la región del Espinal y al oeste conlas regiones de la Selva Tucumano Boli-viana y Monte.

La región chaqueña involucra a doceprovincias, abarcando la totalidad de For-mosa, Chaco y Santiago del Estero, nortede Santa Fe, San Luis y Córdoba, este deSalta, Tucumán, Catamarca, La Rioja ySan Juan, y noroeste de Corrientes

ClimaEl clima, junto con la topografía y el

drenaje, contribuyen a definir unidadesde ambiente que condicionan el desarro-llo de la vida vegetal.

Las características ambientales del Par-que Chaqueño son claves para compren-der su dinámica y funcionamiento. Aquíse encuentra el polo de calor de Sudamé-rica con muy altas temperaturas estivales,con máximas absolutas que superan los48 ºC, factor que junto a las lluvias con-centradas en esta época aceleran los pro-cesos biológicos.

Esta región presenta marcados gra-dientes climáticos: la temperatura varía ensentido norte-sur con temperaturas me-dias anuales entre 26 °C y 18 ºC, la pre-cipitación presenta un marcado gradientedel oeste hacia el este entre 1300 milime-tros y 500 milimetros con valores míni-mos cercanos a los 300 milímetros en losbolsones áridos. La evapotranspiraciónpotencial es alta, entre 900 milímetros enel sur y 1500 milímetros en el norte.

Las lluvias, que en algunos sitios sontorrenciales, provocan en aquellos lugares

con nula o baja cobertura boscosa, pérdi-das en la fertilidad y estructura del suelo,causando inundaciones y salinización, en-tre otros. Además, las bruscas y grandesvariaciones de temperatura producen se-veros daños a aquellos cultivos y forrajesdesprotegidos de cubierta arbórea.

Es una de las pocas regiones del mun-do donde, entre la zona tropical y la tem-plada, no hay un desierto de por medio.

Paisaje La región presenta gran diversidad de

ambientes: extensas llanuras, sierras, gran-des ríos que la atraviesan, sabanas secas oinundables, esteros, bañados, salitrales, yuna gran extensión y diversidad de bos-ques y arbustales.

Es una gran planicie con pendientehacia el sudeste, que forma parte de lagran llanura Chaco-Pampeana. Los pocosríos que atraviesan la región son en sumayoría de tipo alóctono, es decir que notienen su origen en ella sino en la Cordi-llera y siguen la imperceptible pendientemencionada.

Hacia el este, hay una llanura baja yplana, con una red hidrográfica caracte-rizada por cauces autóctonos y alócto-nos, de modelado fluvio-lacustre. Es lazona con mayor nivel de lluvias y pre-senta cañadas y esteros. Hacia el sur seencuentra una gran depresión inunda-ble denominada “Bajos Submeridiona-les” con una leve pendiente hacia el sursantafecino, donde alternan esteros, la-gunas y amplias cañadas de lecho vege-tado, rodeada por zonas más elevadasconocidas como “domos”.

Hacia el oeste predomina el relieveplano, con la influencia modeladora delos ríos Bermejo, Pilcomayo, Itiyuro, Ju-ramento, Salado, Dulce y sus afluentes.El rasgo característico de esta extensa

llanura interfluvial fósil son los ríosmuertos con cauces en abanico, eleva-dos sobre la llanura y enmarcados poralbardones.

Asimismo en el oeste existe unacuenca cerrada de salinas grandes conaportes de agua por corrientes que flu-yen en período de lluvias y una cuencaarreica formada por los valles y pede-montes serranos.

Hacia el sudoeste, el relieve se modi-fica por la presencia de las serranías delgrupo de las Sierras Pampeanas y las áreasmás bajas de la Sierras Subandinas.

AguaLa región presenta una franja oriental

con exceso de agua originado por lluviaslocales que alimentan a los arroyos tribu-tarios de los ríos Paraná y Paraguay.Ade-más, presenta una zona occidental de sis-tema alóctono, alimentado por lluviasorográficas. Por último existe una zonacentral donde hay déficit de agua, la quese pierde por evaporación e infiltración

En este ambiente, los ríos más impor-tantes son el Paraná, el Paraguay, el Ber-mejo, el Pilcomayo y el Salado, utilizadospara la navegación; y el Tapenagá de me-nor magnitud. La hidrografía se completacon riachos y arroyos divagantes. Unaconstante de los ríos chaqueños es la detener grandes variaciones de nivel: en lascrecientes inundan la zona circundante ycrean cuerpos de agua, mientras que enlas sequías desaparecen por infiltración

Los recursos hídricos subterráneoscon caudal suficiente para ser aprove-chados en la actividad agrícola se vanprofundizando de este a oeste, llegandoa superar los 100 metros de profundi-dad. La primera napa aprovechable seencuentra entre los 10 y 20 metros deprofundidad, la que debido a su bajo

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26 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

caudal sólo puede ser destinada a consu-mo humano y animal. A esto se suma elproblema de que en algunos sitios elagua de la misma tiene altos contenidosde sales e inclusive de arsénico, lo queimpide su consumo. Esta situación obli-ga a la construcción de reservorios. Laprincipal fuente de provisión de aguason las cañadas y otras formas de depre-siones naturales.

Es preocupante el aumento de lacolmatación por erosión hídrica de es-teros, bañados y lagunas, que provocanpérdida de ambientes y aumento deinundaciones.

SueloEl Parque Chaqueño presenta gran

variedad de suelos fruto del material deorigen y los distintos factores que inci-dieron en su formación. En la zonaoriental los suelos son de origen aluvialcon bajo nivel de salinidad, hacia el cen-tro-oeste los suelos son más permeables,abundantes en materia orgánica y nu-trientes, sin salinidad. En la zona occi-dental, hay suelos aluvionales ligera-mente salinos, fácilmente erosionables,con textura fina.

Para ejemplificar esta diversidad, se ci-ta que en el este los suelos son vertisolesy gleisoles; en los interfluvios se observanregosoles, fluviosoles, vertisoles y cambi-soles; y en la planicie de inundación delos ríos Paraná y Paraguay son entisolesfluviales jóvenes.

Es característico el suelo de las salinasgrandes que presentan suelos de origenaluvional cubiertos por una costra de sal.

La ausencia de una cobertura forestalcontínua expone los suelos a la energíacalórica, lo que disminuye la disponibili-dad hídrica para las plantas por la evapo-ración y produce la pérdida de estructu-

ra del suelo por la volatilización del nitró-geno y del carbono. Literalmente, “sequema” la materia orgánica.

En la región también se observan unacontinua degradación en las áreas con ac-tividad ganadera de tipo extensivo, au-mento de salinización y desaparición deambientes naturales por cambios en eluso del suelo.

VegetaciónEl parque chaqueño se extiende en

una amplia planicie conformada por ma-sas boscosas heterógeneas y caducifoliasque alternan con abras, pampas y raleras;la temperatura y las precipitaciones con-dicionan la vegetación que se va empo-breciendo desde el este hacia el oeste.

El tipo de vegetación dominante es elbosque xerófilo caducifolio, con la distin-tiva presencia de los quebrachos (Schinop-sis sp.). Este juega un rol fundamental yaque puede llegar hasta los 25 metros dealtura formando una especie de techo enel bosque, debajo del cual crecen otros ár-boles de madera dura, un estrato arbusti-vo y otro herbáceo con abundantes bro-meliáceas, siendo poco abundantes las lia-nas y las epífitas.

Existen como comunidades edáficaslos palmares y las estepas halófitas.

La gran variedad de ambientes se tra-duce en una alta diversidad de especies ve-getales que hacen del Chaco una de las re-giones clave en términos de biodiversidad.

Pueden distinguirse cuatro subregiones:Chaco HúmedoAbarca los sectores del este de las pro-

vincias de Formosa y Chaco, el norte deSanta Fe, noreste de Corrientes y partedel sudeste de Santiago del Estero. Losbosques xerófilos, palmares, parques y sa-banas conforman la vegetación típica de

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esta subregión, asimismo en la margen delos ríos existen las Selvas de Ribera consus ejemplares típicos.

La comunidad clímax es el bosque dequebracho colorado chaqueño (Schinopsisbalansae) y quebracho blanco (Aspidosper-ma quebracho blanco). Los acompañan elguayacán (Caesalpinia paraguariensis), la es-pina corona (Gleditsia amorphoides), elurunday (Astronium balansae), el ivirá pitá(Ruprechtia laxiflora), el guayabí (Patagonu-la americana), el zapallo caspi (Pisonia zapa-llo var zapallo), el lapacho negro (Tabebuiaipe) y el itín (Prosopis kuntzei); árboles demenor porte como el mistol (Zizyphusmistol), el algarrobo blanco (Prosopis alba),el algarrobo negro (Prosopis nigra), el tata-né (Chloroleucon tenuiflorum), el espinillo(Acacia caven), el chañar (Geoffroea decorti-cans) y los talas (Celtis sp.). Muchos sonlos arbustos, como el vinal (Prosopis rusci-folia), el garabato negro (Acacia praecox), elgranadillo (Castela coccinea), el cedrón delmonte (Aloysia gratissima var gratissima),tusca (Acacia aroma), ñandubay (Prosopis af-finins), saucillo (Acanthosyris falcata). Apa-recen mezcladas algunas pocas cactáceascomo (Opuntia chakensis), (Harrisia marti-nii) y (Monvillea cavendischii). Sobre el sue-lo crecen abundantes especies de hojasespinosas como el chaguar (Bromelia serra)y (Dyckia ferox), también hay gramíneasmuy palatables para el ganado como (Lep-tochloe virgata), (Melica argyrea) y otras delgénero Paspalum. Las epífitas más comu-nes son del género Tillandsia.

Las comunidades edáficas son muchasy muy variadas.Algunos ejemplos son losbosques de algarrobo (Prosopis nigra) y dechurqui (Acacia caven) en suelos bajos, pal-mares de caranday (Copernicia alba) ensuelos alcalinos, espartillares de (Elionurusmuticus) en las abras, sabanas de Lepto-coryphium chloridiformis en suelos salobres,

pajonales de Spartina argentinensis en ca-ñadas inundables y salobres, pirinales depirí (Cyperus giganteus) en los extensos es-teros siempre inundados, juncales de Scir-pus californicus, Cyperus ginganteus y algu-nas especies de Typha sp. en zonas bajas,camalotales flotantes de aguapey (Eichor-nia sp.) e irupé (Victoria cruziana) en ríos ylagunas y los embalsados o islas flotantesque albergan numerosas especies, inclusode animales.

Chaco SemiáridoEs la subregión de mayor superficie

del Chaco argentino. Abarca sectores deFormosa, Chaco, Salta, Tucumán, Santia-go del Estero y Córdoba

Los bosques xerófilos, algunos palma-res, estepas halófilas; sabanas edáficas yabras generadas por incendios o desmon-tes, constituyen la vegetación típica de es-ta subregión.

La comunidad climax es el bosquede quebracho colorado santiagueño(Schinopsis quebracho colorado) y el que-bracho blanco (Aspidosperma quebrachoblanco). También hay otros árboles comoel itín (Prosopis kuntzei), el algarrobonegro (Prosopis nigra), el mistol (Zizip-hus mistol), el guayacán (Caesalpinia para-guariensis), la brea (Cercidium praecoxsubsp glaucum), el yuchán o palo borra-cho (Ceiba insignis), el garabato (Acaciapraecox), entre otros. En un estrato másbajo hay, el guacle (Bulnesia bonariensis),el Maytenus sp., el sacha membrillo(Capparis tweediana), el atamisqui (Cap-paris atamisquea), el vinal (Prosopis rusci-folia), la tusca (Acacia aroma), el espinillo(Acacia caven), cactáceas como el quimil(Opuntia quimilo), el cardón (Cereus cory-ne) y el ucle (Cereus validus) y la palme-ra carandillo (Trithrinax biflabellata). So-bre el suelo crecen numerosas hierbas

27PARQUE CHAQUEÑO

como la gramínea Setaria gracilis y elpasto de cuaresma (Digitaria sanguinalis)y bromeliáceas como el chaguar (Brome-lia serra), el chaguar blanco (Bromeliahieronymi) y el chaguarcillo (Deinacant-hon urbanianum).

Entre las comunidades edáficas se des-tacan los palosantales con palo santo (Bul-nesia sarmientoi) y quebracho (Schinopsissp.) en el norte de la subregión, y tambienlos bosques de palo bobo (Tessaria integri-folia) y sauce (Salix humboldtiana) en losarenales de los ríos, bosques de tusca (Aca-cia aroma) en las barrancas, simbolares depasto simbol (Pennisetum frutescens) en lasabras y palmares de caranday (Coperniciaaustralis) en suelos gredosos.

Las formas retorcidas de los árbolesque han sobrevivido a incendios, los nu-merosos arbustos con espinas y el suelocubierto de chaguares le han dado nom-bre a la subregión conocida como “el im-penetrable”.

En el límite entre las regiones men-cionadas precedentemente, se entremez-clan el quebracho colorado chaqueño(Schinopsis balansae) y el quebracho colo-rado santiagueño (Schinopsis quebracho co-lorado). Cuando el quebracho coloradosantiagueño avanza hacia el este formaparte del bosque de albardón acompaña-do de guaraniná (Bumelia obtusifolia), espi-na corona (Gleditsisa amorphoides) y lapa-cho (Tabebuia ipe); mientras que cuando elquebracho chaqueño avanza hacia el oes-te ocupa los interfluvios de suelos pesa-dos asociado a guayaibí (Patagonula ameri-cana), quebracho blanco (Aspidospermaquebracho blanco) e itín (Prosopis kuntzei).

Chaco ÁridoOcupa el sector SO de la región, abar-

cando el sureste de Catamarca, este de LaRioja, una pequeña porción del este de

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28 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

FaunaLa fauna, originalmente muy abun-

dante y variada, fue el recurso natural porexcelencia que constituía el sustento delos pueblos originarios de la región. Estasería la raíz del vocablo “chaco” o “cha-cu” que indica “lugar de cacería”.

Esta región constituye el hábitat deimportantes poblaciones faunísticas, algu-nas de ellas consideradas en peligro deextinción. Entre estas se encuentran el ti-gre o jaguar (Panthera onca), el tatú carre-ta (Priodontes maximus), el chancho qui-milero (Catogonus wagneri), el oso hormi-guero (Myrmecophaga trydactila), el gatomontés (Felis geoffroyi) y la lampalagua(Boa constrictor occidentalis).

Las aves han sido muy poco estudia-das. Se conocen alrededor de 200 espe-cies, entre las que se destacan: loro habla-dor (Amazona aestiva), pájaro carpintero(Dryocopus schulzi), águila (Harpyhalietuscornatus), milano chico (Gampsonyx sa-winsoni) y charata (Ortalis canicolis).

Entre los reptiles se encuentran espe-cies que se comercializan indiscriminada-mente, como la iguana (Tupinambis rufes-cens) por su cuero y la tortuga de tierra(Chalonoidis chilensis), la que es muy per-seguida para ser vendida como mascota.

Otras especies características son elñandú o suri (Rhea americana), que se lo-caliza en la zona de pastizales y es muybuscado por sus plumas, huevos y carne,la corzuela o guasuncha (Mazama america-na), de gran interés cinegético, y el peca-rí labiado (Tayassu sp.).

Muchas otras son también especies re-presentativas especies presentes en la re-gión. Entre los mamíferos, el carpincho(Hydrochaeris hydrochaeris), el guazuncho(Mazama gouazoubira), el oso hormiguero(Myrmecophaga tridáctila), el pecarí de co-llar (Tayassu tajacu), el puma (Felis conco-

San Juan, diversas áreas del norte de SanLuis, noroeste y centro oeste de Córdobay el sudoeste de Santiago del Estero.

Los bosques que se encuentran son dequebracho colorado santiagueño (Schi-nopsis quebracho colorado) junto a quebra-cho blanco (Aspidosperma quebracho blan-co), el tala (Celtis tala), algunos Prosopissp., la brea (Cerciidum parecox var praecox),la tusca (Acacia aroma), la jarillas (Larrea di-varicata, L. nitida y L. cuneifolia), el retamo(Bulnesia retama), el chañar (Geoffroea de-corticans), el atamisqui (Capparis atamis-quea), cactáceas como Opuntia glomerata yO. sulphurea, el cardón (Cereus coryne yC.aethiops) y bromeliáceas del género Ti-llandsia sp. Sobre el suelo crecen numero-sas gramíneas de los géneros Trichloris sp.,Setaria sp. y Digitaria sp., entre otros.

En los salitrales hay estepas de jume(Heterostachys ritteriana), cachiyuyales conucle, cardón y chañar y quebrachales contintitaco (Prosopis torquata), quimil, mistol,chañar, entre otros.

Chaco SerranoOcupa sectores de Salta,Tucumán, Ca-

tamarca, La Rioja, San Luis y Córdoba.La comunidad climax es el bosque de

horco-quebracho (Schinopsis marginata).Sue-le estar asociado al molle de beber (Lithraeaternifolia), al coco (Fagara coco), al churqui(Acacia caven), al quebracho blanco (Aspidos-perma quebracho-blanco), al sombra de toro(Jodinia rhombifolia), al manzano de campo(Ruperchtia apetala), al visco (Acacia visco), elchañar (Geoffroea decorticans), el tala (Celtis ta-la), el yuchán o palo borracho (Ceiba insig-nis) y al yuchán o palo borracho (Ceiba in-signis). Los estratos arbustivo y el herbáceoson similares a los de las otras subregiones.Existen también bosques de tabaquillo (Cro-ton piluliferum) o queñoa (Polylepis australis) ypalmares de palma (Trithrinax campestris)

lor), la vizcacha (Lagostomus maximus), elyaguareté (Leo onca palustris), el zorro grisde las pampas (Dusycyon gimnocercus), elaguará guazú (Chrisocyon brachiurus), elgato montés (Felis geoffroyi), el ciervo delos pantanos (Blastocerus dichotomus), elvenado de las pampas (Ozotoceros bezoarti-cus leucogaster), el pichiciego mayor (Bur-meisteria retusa), el quirquincho bola(Tolypeutes matacus), el tatú peludo (Euph-ractus sexinctus) y la nutria o coipo (Myo-castor coipus).

De las aves rapaces se destacan el águi-la coronada (Harpyhaliaetus coronatus) y elhalcón blanco (Elanus leucurus); de las ca-rroñeras el chimango (Milvago chimango) yel carancho (Polyborus plancus); y de las delaguna, la espátula (Ajaija ajaja), la garzablanca (Egretta alba), mora (Ardea cocoi) yla cigüeña tuyuyú (Mycteria americana)

Los reptiles más llamativos son el ya-caré negro (Caiman crocodylus yacare), latortuga acuática (Phrynops hillarii), la cule-bra ñacaniná (Cyclagras gigas), la boa acuá-tica curiyú (Eunectes notaeus) y el caimánovero (Caiman latirostris).

Algunos de los anfibios son el sapocururú (Bufo paracnemis), la rana coralina(Leptodactylus laticeps) y el hílido (Phyllo-medusa savagii).

Son muchos los insectos tales comolas hormigas podadoras como Atta sp. yAcromyrmex sp., hormigas granívoras co-mo Pogomyrmex sp. y las avispas que co-men hormigas como Polybia ruficeps.

En los esteros y las lagunas abundanlos peces con caraterísticas muy variadas,como el caraciforme Aphyrocarax rubri-pinnis, los cíclidos Cichlasoma fascetum yAequidens portalegrensis, el pulmonadoLepidosiren paradoxa. Otros que resistenla desecación son la tararira (Hoplias ma-labaricus) y la anguila (Symbranchus mar-moratus).

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29PARQUE CHAQUEÑO

LOS BOSQUES

Historia de su usoEl crecimiento demográfico de me-

diados del siglo XIX concentrado en laregión pampeana, produjo un aumentoen la demanda de maderas para la cons-trucción y combustibles, lo que elevó laactividad extractiva en los territorios fo-restales de la zona tropical y subtropical.Al uso doméstico de la madera del bos-que chaqueño se sumó la demanda de lasincipientes industrias, favorecida por laexpansión de las vías férreas, que ademásobligó al consumo de durmientes dequebracho colorado y de carbón de otrasmaderas duras.

La extracción de tanino para el curti-do del cuero aumentó en proporcionesnotables durante la Primera GuerraMundial y motivó la extracción desmedi-da de árboles maduros, ocasionando elempobrecimiento de las masas.

Posteriormente se comenzó el aprove-chamiento de aquellos árboles de menordiámetro para la elaboración de postes do-bles reforzados, siguiendo por los renovalesde 15 a 20 años para postes simples.

La expansión de la frontera agrope-cuaria se hizo a expensas del bosque. Pa-ra 1914 la sustitución ya se había produ-cido en grandes extensiones. A partir de1930 se expandió el cultivo del algodónen el Chaco y poco después el tabaco co-menzó a tener auge en Salta y Jujuy, ge-nerándose una mayor pérdida de la super-ficie boscosa.

Según el Primer Inventario Nacionalde Bosques Nativos,en el Parque Chaque-ño la superficie de tierras forestales es de22.040.637 hectáreas y la de bosques rura-les de 1.327.347 hectáreas, sumando un to-tal de 23.367.984 hectáreas de bosque na-tivo para toda la región forestal. Además,

otro tipo de tierras forestales cubren unasuperficie de 9.901.731 hectáreas.

La deforestación y la fragmentaciónque sufre la región hacen que sea impres-cindible que la sociedad en su conjuntovalore adecuadamente el bosque no sólopor su valor maderero, sino por todosaquellos bienes y servicios que puedebrindar, ya que además de identificar elpaisaje, actúa como regulador del agua,como hábitat de biodiversidad y reservagenética de usos potenciales, como pro-veedor de productos no madereros y co-mo ámbito de recreación y turismo, en-tre otros.

Interacción hombre-bosque nativoLas masas forestales de la región cha-

queña han sufrido y sufren un constantedeterioro debido a la ausencia de planesde manejo basados en información local

La tala selectiva excesiva ha provoca-do progresivamente la degradación delbosque, creando gravísimos problemasecológicos, económicos y sociales. Eluso forestal se caracteriza por seleccio-nar sólo los ejemplares sanos y de buenaforma de las especies valiosas por su ma-dera, dejando los montes con ejemplaresenfermos y malformados de poco valormaderero, aunque en la actualidad tam-bién se aprovechan las especies de me-nor calidad maderera.Y se ha difundidola extracción forestal para la producciónde leña y carbón vegetal, productos queno son exigentes en tamaños, calidad ysanidad de los árboles empleados.

La situación de progresiva degradacióndel bosque como recurso económico porel uso forestal no planificado, se agrava porla superposición con la actividad ganaderasemiextensiva dentro del bosque que difi-culta el desarrollo de renovales.

El hachero de subsistencia queda rele-

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30 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

gado a sitios que son transformados enarbustales improductivos, exigidos por elsobrepastoreo y pisoteo intensivo que de-ja los suelos desprotegidos y expuestos ala radiación solar y la erosión del agua yde los vientos.

El cambio del uso de la tierra hacia la

agricultura recurriendo al desmontemanual o mecánico y la posterior quemadel residuo en grandes zonas y en pe-queños manchones, es uno de los proce-sos de transformación de mayor dina-mismo actual. Se realiza sin una planifi-cación territorial que la oriente, y es por

ÁREAS PROTEGIDAS

NOMBRE DEL AREA CATEGORÍA DE PROVINCIA ENTE SUPERFICIEPROTEGIDA MANEJO ADMINISTRADOR EN HA.

Quebrada del Condorito Parque Nacional Córdoba APN 37.000Cerro Colorado Reserva Cultural Natural Córdoba Provincial 3.000Chancani Parque Natural Provincial Córdoba Provincial 4.920Mar Chiquita Reserva Natural Córdoba Provincial 1.060.000Vaquerías Reserva Natural Córdoba Provincial 380El Potrerillo Refugio Privado de Vida Silvestre Córdoba Privado 500La Aguadita Refugio Privado de Vida Silvestre Córdoba Privado 65Monte de las Barrancas Refugio de Vida Silvestre Córdoba Provincial 7.656Pampa de Achala Reserva Hídrica Provincial Córdoba Provincial 146.000La Quebrada Reserva Hídrica Natural Córdoba Provincial 4.200Chaco Parque Nacional Chaco APN 14.981Loro Hablador Reserva Provincial Chaco Provincial 17.500Colonia Benitez Reserva Natural Estricta Chaco APN 10El Cachape Refugio Privado de Vida Silvestre Chaco Privado 1.750General Obligado Reserva Forestal Chaco Provincial 3.447Presidencia de la Plaza Reserva Forestal Chaco Provincial 2.250Litoral Chaqueño Parque Provincial Chaco Provincial 10.000Pampa del Indio Parque Provincial Chaco Provincial 8.633Fuerte Esperanza Parque Provincial Fuerte Esperanza Chaco Provincial 28.220Augusto Schultz Reserva de Recursos Chaco Provincial 2.491Formosa Reserva Natural Formosa APN 9.005El Bagual Reserva Privada Formosa Provincial 6.000Bouvier Refugio Privado de Vida Silvestre Formosa Privado 5.000Agua Dulce Reserva de Caza Formosa Provincial 10.000Laguna Hu Reserva de Caza Formosa Provincial 1.800Río Pilcomayo Parque Nacional Formosa APN 47.000Teuquito Reserva de Biosfera Formosa Provincial 72.000Guasamayo Parque Provincial La Rioja Provincial 9.000El Rey Parque Nacional Salta APN 12.140Los Palmares Reserva Provincial de Flora y Fauna Salta Provincial 6.000Valle Fértil Reserva de Uso Múltiple San Juan Provincial 800.000La Florida Reserva Provincial de Flora y Fauna San Luis Provincial 347Quebracho de la Legua Reserva Natural San Luis Provincial 2.242Lagunas y Palmares Reserva Provincial de Uso Múltiple Santa Fe Provincial 4.052Potrero 7B Los Quebrachales Reserva Natural Santa Fe Provincial 2.000La Loca Reserva Natural Santa Fe Provincial 2.169Copo Parque Nacional Sgo del Estero APN 114.250

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31PARQUE CHAQUEÑO

ello que trae como consecuencia la ero-sión y degradación de los suelos, la dis-minución de la capacidad de retención yde infiltración del agua, el aumento de laescorrentía y la alteración zonal del aguasuperficial.

Por otro lado hay un alarmante in-cremento de la contaminación poragroquímicos en áreas agrícolas conproducción de soja, algodón y arroz,con la consecuente expansión de susefectos a los ambientes circundantes através de la vía hídrica.

A lo expuesto se suman los incendios,que en todas las subregiones provocangraves pérdidas de bosques, sobre todo enel Chaco Serrano.

Los pobladores y sus actividades:En el Parque Chaqueño existe una

gran dispersión en los valores de densidadde población entre sus subregiones. Ade-más mientras que la población rural esimportante en las zonas chaqueñas deCatamarca, San Luis, Salta,Tucumán y to-do Santiago del Estero, en las zonas cha-queñas de La Rioja y Córdoba esta situa-ción se invierte adquiriendo relevancia lapoblación urbana.

Si bien la generación de valor agrega-do bruto y la ocupación de mano de obrasugieren que la región Chaqueña poseeescasa importancia en relación a los tota-les nacionales, las actividades productivasresultan de suma importancia cuando lacomparación se efectúa entre las subre-giones y entre las provincias como un to-do. Asimismo, se destaca que los proble-mas sociales como educación, salud y ni-veles de pobreza de la región son seriasdificultades a resolver.

Las escalas productivas comprendena pequeños, medianos y grandes pro-ductores, que poseen muy variadas es-

trategias productivas y de vida que setraducen en el uso diferente de los re-cursos naturales.

En líneas generales se puede conside-rar que la región tiene potenciales capa-cidades de desarrollo si se logran revertirlos problemas sociales y se valoran ade-cuadamente sus recursos naturales.

El Chaco es la principal provinciaproductora de algodón participando deltotal nacional con el 70 por ciento de lasuperficie sembrada.

Nivel tecnológico:En la actualidad el modelo o ejem-

plo a seguir debe ser el uso múltiple ymanejo multivalente no excluyente ba-sado en la producción de madera, conun amplio desarrollo a partir de los pro-ductos forestales no madereros, de losque se podrían destacar los extractivos,esencias, miel, etcétera. Existen algunasexperiencias productivas sustentables enel ámbito de empresas grandes y media-nas, las que si bien pueden tomarse co-mo referencia, deben ser mejoradas. Es-tas experiencias pueden servir como ba-se para trazar la estrategia que permita laconcreción de un proyecto de desarro-llo productivo para la región con crite-rios de sustentabilidad.

El trazado de la misma debe ser con-certado entre los distintos actores invo-lucrados ya que la problemática abarcatemas tan disímiles como vías de acceso,infraestructura, valor de los insumos yde los productos, técnicas de manejo yelaboración, investigación y experimen-tación, etc.

En ningún caso deben dejarse de ladolas experiencias “innovadoras” que las co-munidades y pequeños colonos realizan,ya que son aplicables a la zona, de bajocosto y fácilmente apropiables por los po-

bladores. Estas tecnologías y sistemas al-ternativos de producción son reunidos ytransferidos por organizaciones campesi-nas y aborígenes, organizaciones no gu-bernamentales, agencias de cooperación,universidades, iglesias, y organismos téc-nicos y gubernamentales.

Régimen de propiedad de las tierras:En la región existen serios problemas

de tenencia de la tierra que constituyenuna importante limitación para el desa-rrollo. Por un lado, están los pequeñosproductores, campesinos y aborígenessin tierra o con poca superficie disponi-ble, situación que motiva la sobreexplo-tación de los recursos naturales. Su ago-tamiento trae como consecuencia la mi-gración hacia centros urbanos, con elcorrespondiente costo social, económi-co y pérdida de valores culturales. Porel otro, grandes superficies muchas vecesimproductivas en manos de pocos parti-culares o de empresas.

Se hace necesario desarrollar opcio-nes y alternativas para arraigar al pobla-dor rural, mediante sistemas productivossustentables y generadores de fuentes detrabajo local.

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ESPECIESPARQUE CHAQUEÑO

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33PARQUE CHAQUEÑO

QUEBRACHO COLORADO CHAQUEÑO Schinopsis balansae Engl. Anacardiáceas

Esta especie junto con el quebrachocolorado santiagueño (Schinopsis que-bracho colorado), es la más importantedesde el punto de vista económico fores-tal, especialmente por el alto contenidoen tanino de su madera. El tanino denuestros quebrachales fue usado a escalamundial como curtiente de cueros y pie-les, hasta que, en la década del 50, la in-dustria se volcó a la explotación de lamimosa en África y Asia como sustituto.Su nombre vulgar es un apócope de“quiebra hacha”, por la extrema durezade su madera.

El quebracho es el árbol predominan-te en los bosques del Parque ChaqueñoHúmedo. Los mejores ejemplares se en-cuentran en suelos areno-arcillosos o ar-cillo-arenosos bien permeables y conadecuada aireación. Alcanza alturas dehasta 20 metros, y diámetros de hasta1,30 metros aproximadamente. La orien-tación de sus ramas confiere a la copa laforma característica de cono invertido.

Caracteres fisicomecánicos: Es demadera dura y pesada. Peso específico:0,820 a 0,940.

Caracteres estéticos: Albura de co-lor blanco rosada y duramen castaño-ro-jizo, textura fina y homogénea, granomuy oblicuo-entrelazado y veteado espi-gado suave.

USO NO MADERERO: curtiente, farmacéutico, forrajero, medicinal, tintóreo.

USO MADERERO: postes, durmientes, carbón, leña, varillas, tablas, construcciones en general.

Las ramas más

jóvenes del

quebracho tienen

espinas de dos

centímetros de

largo.

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34 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

QUEBRACHO BLANCOAspidosperma quebracho blanco Schltdl. Apocináceas

Es una especie ampliamente distri-buida en el norte del país, y aunque esrepresentativa del Parque Chaqueño yaque es en esta región donde se presentanlos ejemplares más vigorosos, se la en-cuentra también en otras formaciones fi-togeográficas, con variaciones de desa-rrollo y hábito. La gran cantidad de semi-llas aladas que cada individuo produce yque se diseminan con el viento convier-ten al quebracho blanco en una especiede fácil regeneración natural.

Alcanza alturas de entre 12 y 26 me-tros y diámetros de entre 60 centímetrosy 1,20 metros aproximadamente. Cuan-do crece en condiciones óptimas y den-tro de masas boscosas presenta fustes rec-tos. Es una de las especies más explotadasindustrialmente a gran escala.

Caracteres fisicomecánicos: Es demadera dura y pesada. Peso específico:0,820 a 0,940.

Caracteres estéticos: Albura no di-ferenciada del duramen, que es de colorcastaño amarillento algo rosado, texturafina, grano oblicuo y veteado poco de-marcado.

Las flores del

quebracho blanco son

de aproximadamente

un centímetro.

UUSSOO NNOO MMAADDEERREERROO:: látex, tanino, curtiente, farmacéutico, medicinal, ornamental, tintóreo, veterinario.

USO MADERERO: postes, durmientes, carbón, leña, varillas, tablas, construcciones en general.

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35PARQUE CHAQUEÑO

PALO SANTOBulnesia sarmientoi Lorentz ex Griseb. Zigofiláceas

El palo santo ocupa las regiones másfrondosas al norte del Parque ChaqueñoSemiárido. Por su porte elevado, integrael estrato superior de esa formación. Deunos 20 metros de alto, los ejemplares deesta especie tienen una corteza delgada yagrietada.

Las ramas primarias son ascendentes ydeterminan una copa más bien estrecha.De su madera se extrae un aceite esencialconocido como guayacol. Una curiosi-dad: su nombre genérico fue dedicado aManuel Bulnes, presidente de Chile.

Caracteres fisicomecánicos: Esmadera muy dura y muy pesada. Peso es-pecífico: 1,100 a 1,200.

Caracteres estéticos: Albura blancaamarillenta y duramen verde o castañoverdoso, textura mediana, grano entrela-zado y veteado pronunciado y espigado.

USO NO MADERERO: aceite esencial, cera, resina, farmacéutico, insecticida, medicinal,ornamental, tintóreo, veterinario.

USO MADERERO: tornería, tallas, adornos, artesanías.

El palo santo

florece en verano.

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36 ATLAS DE LOS BOSQUES NATIVOS ARGENTINOS

SAMOHU (PALO BORRACHO)Chorisia speciosa A. St.-Hil. Bombacáceas

Fuera de su hábitat natural, el paloborracho (también conocido como sa-mohu), se ha adaptado a climas templa-dos. De ahí que se lo utilice en gran me-dida para arbolar los principales parquesde la ciudad de Buenos Aires, aprove-chando sus virtudes ornamentales. Co-mo su zona de origen es húmeda, pocasveces se lo ve allí con el tronco abultadoen forma de barril y cubierto con abun-dantes aguijones cónicos, característicaque sí presentan los ejemplares que sedesarrollan en climas más secos.

Su nombre genérico homenajea a unpintor, Ludovico Choris. Puede desarro-llar alturas de hasta 18 metros y tiene undiámetro de más de un metro. La copa,cuando crece en lugares abiertos, es am-plia y aparasolada, pero en la espesura delmonte se reduce notablemente.

Caracteres fisicomecánicos: Es demadera muy blanda y muy liviana. Pesoespecífico: 0,260 a 0,300.

Caracteres estéticos: Albura pocodiferenciada del duramen que es blancaamarillenta con suave tinte rosado, textu-ra gruesa, grano derecho y veteado pocopronunciado.

USO NO MADERERO: alimenticio, medicinal, ornamental, textil, ornamental.

USO MADERERO: material aislante, relleno de enchapados, aeromodelismo.

El interior del fruto

está ocupado por

fibras blancas y

sedosas que

envuelven semillas

negruzcas.

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37PARQUE CHAQUEÑO

URUNDAYAstronium balansae Engl. Anacardiáceas

El fruto del urunday es similar a la nuez,

pero con crestas laterales.

Adquiere su máximo esplendor en elParque Chaqueño Húmedo, donde creceen terrenos altos. Con una altura regularde unos 20 metros, el fuste del urunday esrecto e imponente, y presenta 70 centí-metros de diámetro. El nombre genéricoderiva de la palabra griega astro (estrella)aludiendo a la configuración de la flor.

Caracteres fisicomecánicos: Es demadera muy dura y muy pesada. Peso es-pecífico: 1,150 a 1,250.

Caracteres estéticos: Albura amari-lla rosada y duramen castaño rojizo oscu-ro con frecuentes vetas negruzcas, textu-ra fina, grano oblicuo y veteado suave.

USO NO MADERERO: tanino, curtiente, medicinal, tintóreo.

USO MADERERO: construcciones al aire libre, durmientes, postes, muelles.

OTRAS ESPECIES DE LA REGIÓN: junco, espinillo, sauce criollo, quebrachocolorado santiagueño, algarrobo, palma, cardón, vinal, tusca, guayacán, lapacho,chañar, tala, mistol, chañar, molle de beber, ñandubay, jume, ucle, cardón, tusca,retamo, brea, atamisqui, caranday.